Contratos Anibal Tomo 1
Contratos Anibal Tomo 1
Contratos Anibal Tomo 1
COruTffiñ
Tomo I
TEORIA
GENERAL DEL
CONTRATO
Tomo I
Aulor:
Aníbol Torres Vósquez
Copyright 2012
O lnstituto Pocífico S.A.C.
@ Aníbol Torres Vósquez
rNslTUTo PACÍFrco
a
ANIBAL TORRES VASAUEZ
E INSTITUTO PACIFICO
TEORIA GENERAL OEL CONTMIO
la corrupcíón. Ojalá que e§ta obra pueda contribuir a dar a las instituciones
contractuales el sentido y alcance acorde con nuestra realidad social, y para
generar una jurisprudencia que nos permita contar con una administración de
justicia transparente y predecible.
.r
AníbalTorres Vasqulz
rNsfrruro p¡cíaco
E
ABREVIATURAS
Relación de abreviaturas y normas citadas en la obra
¡NSTITUTO PACíNCO
E
ANÍBAL TORRES VA5OUEZ
g INSTITUTO PACÍFICO
Ley Ne 29623 Ley que promueve el financiamiento a través de la fac-
tura comercial (O7 .1 2.201 0).
Ley Ne 29646 Ley de Fornento al Cornerc¡o Exterior de Servicios (01-
01-2011).
LG-MinerÍa Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería
(o.s. Nc 014-92-EM, 04-06-1992).
LGS Ley General de Sociedades (Ley Nr 26887, 09-12-
1 ss7).
LMV Texto Único Ordenado de la Ley del Mercado de Va-
lores (D.S. Nc 093-2002-EF de 15.06.2002).
LTv Ley de lítulos Valores (Ley N! 27287 de 19.06.2000).
Principios Unidroit Principios Unidroit sobre los Contratos Comerciales
lnternacionales (Roma, 2004).
Proyecto de CC brasileño Proyecto de Código civil brasileño o Esbogo de Freitas
(Augusto Teixeira de Freitas), publicado enke 1860-
1 865.
Proyeclo de CC ,ranco-¡taliano Proyecto franco-italiano del Codigo de las Obligacio-
nes y Contratos (1 927).
Proyecto de CC holandés Proyecto de Código civil holandés (1953-1954).
Proyecto de Gásperi Proyecto Código civil paraguayo elaborado por Luis de
Gásperi (1 964).
IN5TITUTO PACíFICO
E
INTRODUCCIÓN A LA
.i
DOCTRINA GENERAL
DEL CONTRATO
1. Concepto de contrato
Nuestro Código repite la definición del Código civil italiano , el cual establece
que el contrato es el acuerdo de dos o más partes para constituir, regular o
ertinguir entre ellas una relación jurídica patrimonial(art. 1321).
Conforme al aft. 1351, los componentes de la definición son:
PFltNcrpros UNtDRotT. ARrícut-o 1.1 (Liberlad de contratación). Las partes son libres
para celebrar un contrato y para determinar su contenido.
ARrÍcuLo 3.2(Validez del mero acuerdo). Todo contrato queda pedeccionado, modificado
o extinguido por el mero acuerdo de las partes, sin ningún requisito adicional.
NoTA: Los Principios Unidroit (elaborados por el lnstituto lnternacional para la Unificación
del Derecho Privado) regulan los contratos comerciales ¡nternacionales. En el preámbulo
se establece que: son aplicables a los contratos mercantiles internacionales; deberán apli-
carse cuando las partes hayan acordado que su contrato se rija por ellos; pueden aplicarse
cuando las partes hayan acordado que su contrato se rija por principios generales del de-
recho, la "lex mercatoria' o expresíones semejantes; pueden aplicarse cuando las partes
no han escogido el derecho aplícable al contrato; pueden ser ut¡lizados para interpretar o
complementar instrumentos intemacionales de derecho uniforme; pueden ser ulilizados
para interpretar o complementar el derecho nacional; pueden servir como modelo para los
legi5ladores nacionales e intemacionales.
rNsrrruro p¡círtco g
AN¡BAL TORRES VASQUEZ
4 cfr. CATAUDELLA, Antoníno, I contratti. Parle general,2s ed., G. Giappichelli Editore, Tori-
no,2000, p. '15.
5 CAIAUDELT-A, I contntt¡, cit., p. 25.
6 LARENZ, Karl, Derecho civil. Parte general, trad. de Miguel lzquierdo y Macías-picavea,
Edersa, Madrid, 1978, p. 705.
7 POUND, Boscoe, lntroducción a la filOsofía del derecho, Tea, Buenos Aires, 1972, pp. 56 y ss.
I ctsAclÓ¡.¡ Ne'1196-2004-Lima Norte, publicada el 28.06.2006: "[La] sala de mérito, de
primera intención debió determinar la existencia o no del contrato de compraventa, cuya
resolución se pretende, teniendo en cuenta que, conforme al petitorio de la demanda el
contrato de compraventa ha sido consensual, por lo que no hay documento escrito; ante
ello, debió de haberse analizado si los medíos probatorios aportados al proceso, acredi-
tan la existencia o no de la relación contractual, estableciéndose, si existe o no acuerdo
entre las partes sobre el bien y el precio [...] después de haber establecido la existencia
del contrato de compraventa, se debió de analizar si la causal de falta de pago del precio,
invocada para la resolución del contrato, resultaba viable o no, mediante una apreciación
conjunta y razonada de los medios probatorios aportados, contrastándolos con los hechos
que debieron sustentar su decisión, específicamente los que tienen que ver con la solicitud
de adjudicación, con el pago parcial y el requerimiento de pago, en ese orden".
MESSINEO, Doctrina general del contrato, cít., T. l, p. 64.
TNSTTTUTo pncínco -H
ANíBAI ToRRES v¡souez
patrimonial, nos permite diferenciar fácilrnente el acto que es contrato del que
no lo es. Veamos varios ejemplos de actos jurídicos que no son contratos:. el
testamento, porque hay una sola parte: eltestador (además, eltestamento es
revocable, en cambio, elcontrato es irrevocablq, salvo excepciones); elacuerdo
sobre un evento político: aquí hay acuerdo peró faltan los otros elementos; el
matrimonio, dado que su naturaleza jurídíca es esencialmente no patrimonial;
los acuerdos que toman los cónyuges sobre las decisiones relativas a la po-
testad familiar (educación de.Jos hijos, fíjación de la residencia familiar, etc.);
los acuerdos de convivencia extramatrimonial, etc. En carnbio, son contratos,
por cuanto su objeto es patrimonial, las convenciones matrimoníales sobre el
patrimonio dentro del matrimonio, cuando optan por el régimen de la separación
de patrimonios derogando a la sociedad de gananciales (art. 327).
_ Los actos sobre derechos de la personalidad no son contratos, por ejemplo,
la donación de órganos para después de la muerte, la donación de sangre en
vida, el consentimiento del marido a la inseminación heteróloga de la mujer,
entre otros. En actos como éstos falta el elemento patrimonialidad; está en
duda el acuerdo, son más bien actos unilaterales de voluntad. Además, falta
la irrevocabilidad del consentimiento una vez perfeccionado el acto jurídico, lo
que es propio del contrato. Sin embargo, es contrato la utilización económica
de los derechos de la personalidad cuando no se lesiona intereses genera-
les ni principios o valores fundarnentales (v. gr., la utilización del nombre, la
imagen, lavozde las personas paralapromoción de ventas a cambio de una
contraprestación).
De la definición y de la colocación de la figura en el Libro Vll del Código
civil, el contrato es una de las fuentes de las obligaciones. En la tradición jurí-
dica, elestudio de la obligación y elcontrato están integrados. En elderogado
Código de 1852, el Líbro Tercero se denomínó: De las obligaciones y contratos.
Eltambién derogado Código de 1936 reguló los contratos en la Sección Cuarta
(De los contratos) del Libro Quínto llamado: Del Derecho de Obligaciones.
El Code Napoleoncolocó al contrato en una posición subordinada e instru-
mentala la propiedad al regularlo en elLibro lll denominado'. De los diferentes
modos de adquirir la propiedad. Fue un ¡nstrumento para transferir bienes antes
que para crear obligaciones, aunque no se desconoció que la obligación es
ef medio por el cual se realiza lá transferencia. Esta concepcíón se debió a
que en los siglos XVllly XIX la econornía era predominantemente agrÍcola. La
tierra era el recurso productivo y de riqueza predominante. El contrato servía
como instrumento para sus escasas transferencias. En cambio, en la economía
capitalista, con el desarrollo de la índustria y ahora con la globalización de la
economía, la contratación masiva, la expansión de las finanzas y los instrumen-
tos financieros, el desarrollo de la informática, la organizacíón empresarial que
ha adquírido una importancia tal que en algunos contratos una de las partes
tiene que ser necesariamente una ernpresa (p. ej., los contratos bancarios),
entre otros factores, es el contrafo el que crea a la riqueza. El contrato crea la
rNsrrTufo pecínco
H
ANÍBAL ToRRES vÁseurz
2. Etimología
Lavoz contrato deriva de contrahere que, a su vez, proviene de trahere.
El contrato da origen al vincÜlum iuris en que consistela obligatio. Contrahere
significa realizar, perpetuar, concitar (admittere, commitere, constituere). En el
Derecho romano clásico la palabra contrahere no significaba celebrar un con-
trato. En contraste con el verbo contrahere, el sustantivo contractus apareció
mucho más tarde, en el último período de la República. Se llamaba contractus
a ciertos actos solemnes y rituales que generaban una obligatio(nexum, spon-
3. Evolución histórica
En el tercer milenio antes de Jesucristo, la escritura cuneiforme de los
sumerios, en Mesopotamia, encuentra expresión jurídica en los contratos de
compraventa de fincas y de esclavos. El Código de Hammurabi es palpable
testimonio de lo anteriorr4.
En Grecia, Platón rechazó las transacciones al crédito, las que, prohibidas
para los ciudadanos, quedaban sólo para los metecos. "Platón deja la prác-
tica de los contratos entregada a la sabíduría y prudencia de los acreedores,
quienes deben confiar en las bondades del deudor. De este modo'el crédito
es más una expresión de la amistad que del contrato"ls. Platón no tiene una
noción jurídica de contrato.
Según Aristóteles, el contrato es una ley privada y particularll. En Ética
NicomaquealT sostiene que la moneda es un medio, una medida común,
de establecer una igualdad entre cosas desemejantes. "ESta medida es la
'12 FONTANARROSA, Rodolfo O., Derecho comercial argentino,4a ed.,Zavalía, Buenos Aires,
1974, T. ll, pp. 15 y ss.; MESSINEO, Doctrina general del contrato, cit., T. I' p. 50; Díez'
Plcp¿O, Luis, Fundamentos de Derecho civil patrimonia{ 1a reirnpr. de la 2? ed., Tecnos,
Madrid, 1986, Vol.l, p.94.
13 MESSINEo, Doctrína general del éontrato, cir., T. l, p. 50.
14 La brillante civilización de los sumerios se despliega a partir del cuarto milenio a.C. El
monarca Hammurabi vivió en el los años 1700 a.C. Su célebre Código, a no dudarlo, co-
rresponde a lijaciones jurídicas cuyos antecedentes se remontan a siglos más atrás. La
fundación de Floma poilos etruscoi es situada atrededor de mil años después del referido
Código, en el 753 o en el 754 a.C. sólo a partir del año 297 a.Q. comenzó en Roma la re-
dacci-ón escrita de los principales sucesos de entonces (LÓPEZ SR¡lfe M¡Rí¡, Jorge, Los
contratos. Parle general, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1986, p' 11)'
15 LÓPEZ SANTA MnRín, Los contratos. Parte general cit., p. 15-
16 RRtSfófeUS , Retóica, traducción e introducción de Quintín Bacionero, Gredos, Madrid,
1990, fragmento 1376b, pp. 7-9.
17 RnlsrÓrÉr-es, Ética Nicomaquea,Porrúa,México, 2007,Libro Quinto, Capítulo 5'
ANÍBAL TORRES VASQUEZ
necesidad que tenemos los unos de los otros, la cual sostiene la vida social,
pues sin necesidad y sin necesidades semejantes, no habría intercambios
o los intercambios serían dístintos". La moneda es un medio de intercambio
para Io que nos hace falta. Sino hubiera intercambio, tampoco podría haber
vida social. Tampoco habría intercambio sin igualdad, ni igualdad sin una
medida común. "Que se hacían carnbios antes del empleo de la moneda,
es absolutamente evídente; poco importa qüe el cambio fuera cinco camas
contra una casa o contra cualquier otro objeto d-e un valor correspondiente
a cinco camas"1g.
En el Derecho romano clásico, elcontrato se rigió por elprincipio nudum
pactum obligationem non parit (el pacto desnudo o sin forma no genera obli-
gaciones). En el Derecho postclásico, junto a los contratos solemnes-verbis
(celebrado mediante palabras sacrarnentales); litteris (celebrados mediante
regístro en libros domésticos); y re (celebrados con la entrega de la cosa)-
surgieron los contratos consensuales (compraventa, arrendamiento, mandato y
sociedad). Esta clasificación de los contratos fue hecha por Gayo, para quien el
elemento fundamental delcontrato es el consentimiento. A estos cuatro grupos
de contratos viene a agregarse un quinto grupo: el de los contratos innominados
(permuta, transacción, donación modal, etc.).
Como dice Gino Gorlale, el Derecho postclásico, especialmente eljusti-
nianeo, cbncedió la actio praescriptis verbis para los contratos innominados,
siempre que una de las partes hubiera ejecutado su prestación, es decir, cuando
a cambio de la prestación que pretendía hacer valer en juicio hubiera dado o
hecho algo. A esta prestación ya ejecutada se la lfamaba causa dafa. Antes de
la causa data ambas promesas eran revocables. Elcontrato se perfeccionaba
con la causa data. Por esta vía se reconoció a los contratos atípicos o innomi-
nados: do ut des, do ut facias, facio ut des, facio ut facias.
La escuela del Derecho natural racionalista de los siglos XVll y XVlll desa-
rrolló la idea del contrato como la expresión de la voluntad individual plasmada
en el consentimiento, es decir, el fundamento de las obligaciones se encuentra
en la libre y coincidente voluntad de los contratantes, lo que llevó a sostener que
solus consensus obligal ("el solo acuerdo obliga"), idea que fue recepcionada
por los juristas de los siglos XIX y XX. Las posiciones jurídicas de los contra-
tantes dependen de las decisiones voluntarias y libres de ellos mismos. Ellos
se dan sus propias reglas. La autonomía contractual es sinónimo de libertad
de contratary de libertad contractual. La voluntad es la tuerza creadora de
los efectos jurídicos (dogma de la voluntad). voluntad y libertad constituyen
el fundamento del modelo socioeconómico del ochocientos: el modelo de la
sociedad burguesa y de Ia economía capitalista, contrapuesto a la sociedad y
20 "Aquella era una sociedad estratiticada y rígida: los individuos pertenecían por naóimiento
a 'clases' u 'órdenes', y la pertenencia a uno y otro de estos slatus de la persona:- de-
-el
terminaba indeclinablemente el destino social, económico, jurídico; que no estaba; sino en
pequeña parte, en la esfera de libertad del sujeto. La moderna sociedad burguesa libera a
los individuos del vÍnculo de los stafus independientemente del nacimiento cada hombre,
si es capaz y tiene suerte, puede voluntaria y libremente construír su propia posición en la
sociedad, en la economía, en el Derecho. El contrato libre y voluntario es el instrumento
para la identificación de los destinos individuales. Así se entiende la clásica fórmula de
Henry S. Maine (1 822-1888) que indica el itinerario desde la vieja hacia la nueva sociedad:
'del slafus al contrato'. Por otro lado, al modelo de la economía precapitalista (proteccio-
nismo, fuerte injerencia del poder público) la economía capitalista opone un modelo de
políticas liberales (laissez-fairQ que dejan grandes espacios a la iniciativa privada y a los
procesos de autorreguláción de las fuezas del rnercado (comenzando por el mercado
laboral), y mínimos espacios a intervenciones de regulación pública' (BOPPO, Vincenzo,
El contnto, trad. de Nélvar Carreteros Torres y de Eugenia Ariano Deho, Gaceta Jurídica,
Lima, 2009, p. 59).
rNsrruro p¡cfRco
@
ANÍBAL roRREs vtsourz
voluntad sobre la declaración, matizando estas dos teorías con los principios
de la responsabilidad y la confianzacon el fin de hacer pacíficas las relaciones
contractuales, sin las cuales, en la actualidad, no puede vivir el ser humano2l.
No habiendo más continentes que descubrir, estando las fudrzas natu-
rales controladas y los recursos naturales en progresiva explotación, surge a
principios del s. XX la necesidad de conservár lo que queda de aprovechable
de esos recursos. Por otro lado, el desarrollo industrial adquirió proporciones
insospechadas hasta lograr la producción masiva i estandarizadade bienes y
servicios, ocasionando que las empresas adquieran un mayor poder frente a
los consumídores. En tales circunstancias, no se podía seguír permitíendo que
los individuos hicieran lo que su imaginación o ambíción les sugiriera como el
medio para obtener utilidades; se percibe que no solamente existen intereses
individuales que proteger, sino otros intereses superiores a estos como son
los sociales y colectivos. En materia de contratos es necesario limitar la plena
libeñad individual, al adveñir que las nuevas condiciones económicas, indus-
triales, comerciales, tecnológicas y sociales hacían que la abstracta libertad
contractual era ilusoria y menoscababa el desarrollo individual sometiendo a
la masa indefensa de consumidores a la voluntad de los grandes empresarios.
La producción y comercialización de bienes y servicios en masa origina la
contratación masiva llevada a cabo mediante los contratos por adhesión y los
concluidos mediante cláusulas generales de contratación, en los que el acuerdo
de voluntades existe sólo en apariencia. No hay negociación contractual, sobre
todo en los contratos por adhesión en los cuales el estipulante fija todos los
términos y condiciones y la otra parte no tiene otra alternativa que someterse
o no contratar. Si necesita el bien o servicio, y sus posibilidades económicas
lo permiten, se adhiere lisa y llanamente. Una voluntad es sometida por la
otra. Aparecen las "relaciones contractuales de hecho", denominadas también
"conductas sociales típicas" o "contratos mecánicos", en los que basta, por
ejemplo, apretar un botón, oprimir una tecla, tirar una palanca, para obtener
determinados bienes o servicios; lo mismo ocurre con los contratos de ventanilla
o mostrador. En la contratación electrónica no hay un documento que contenga
la firma manuscrita de los contratantes, sino que se ha tenido que inventar la
firma digítal. En estas modalidades de contratación no exíste la libre negociación
contractual: las pañes contratantes no establecen el contenido delcontrato en
libre discusión, es más, ni siquiera se conocen, pero sí existe la libertad de
contratar o no contratar. Sin embargo, estamos frente a compoñamientos vo-
luntarios lícitos por los cuales dos o más paftes adquieren derechos y contraen
obligaciones, aunque ciertamente no lo hacen a través de una voluntad común.
Por tanto, estas situaciones no pueden ser excluidas de la noción de contrato,
entendido como la concurrencia de voluntades no necesariamente
-aunque
21 Estas teorías están analizadas ampliamente en nuestro libro:- Acto jurídico, tercera edición,
ldemsa, Lima,2007, pp. 119 y ss.
lNsTuuro pACiñco
H
ANíBAL TORRES VA5QUEZ
23 GtoRGt, J., Teoría de las obligaciones, trad. de la 71 ed. italiana, Reus, Madrid, 1 929, Vol.
Ill, pp. 29-35.
rNsnTUTo pacÍntco
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
24 AHTAS-SoHREIBER PEZET, Max, Exégesis del Código civit peruano de 1984,f' l, Contra'
tos. Parte general, Studium, Lima, 1986, p. 98.
25 Et principio de que la obligación debe tener carácter pecuniario se atribuye a Gayo, que
dice: Ea enim in obligatione consistere, quoe pecunia lui proestarique possunt (Digesto,
Lib. XL, Tft. Vll, ley lX, párrafo ll). Como dice José ARIAS (Contratos civiles, Compañía
Argentina de Editores, Buenos Aires, '1969, T. l, p. 194), lo que anlecede es sófo un frag'
mento, porque toda ella
-la Ley lX, párrafoll- dispone lo siguiente: "Se discutió si le
alcanzaba la liberación al que hubiere dado a un esclavo statu liberen abandono noxal. Y
Octaveno opinaba que se liberaba; y lo mismo decía también si en virtud de lo estipulado
debiese a Stico, y entregase a éste (esclavo) sfatu libe¡ pues aunque hubiese llegado a
la fíbertad antes del pago, se extinguiría toda obligación;'porque en la obligación se com-
prenden las cosas que con dinero se pueden pagar y entregal , más la libertad no se pue-
de pagar con dinero ni se puede rescatar; opinión que me parece verdadera". Recuérdese
que el stafu liber es el esclavo rnanumitido por acto de última voluntad pero que depende
de la expiración de un término o del cumplimiento de una condición. "Statu /iber es aquel
que tiene la libelad estatuida y destinada a tiempo o bajo condición", dice Paulo (Digesto,
L¡b. XL, TÍt. Vll, ley l).
26 IHER|NG, en su monografía Del interés en los contratos y de la pretendida necesidad del
valor patrimonial de las prestacíones obligatorias, restó mérito al carácter patrimonial de la
obligación. Consideró que no sólo los bienes materiales t¡enen contenido jurídico, sino que
también merecen protección del Derecho los puramente morales. Señala los siguientes
ejemplos: El mozo de un hotel estipula con su patrón que le dará libertad de salir los do-
mingos, después del mediodía. Según los juristas de la Escuela Histórica, esta convención
no tendría ningún valor, por no ser la libertad de los domingos valuable en dinero. Una
señora enferma, para evitar ruidos en su casa, ha dejado de alquilar las habitaciones que
le sobran en ella, pero después de muchas solicitudes decide darlas a un inquilino que le
ha prometído grandes consideraciones, especialmente no hacer música; pero resultó ser
un profesor de piano que da, durante todo el día, lecciones en su pieza y emplea las horas
de la noche en ejercitarse él mismo. ¿Debe él respetar el contrato? ¡No!, según la Escuela
Histórica. La salud y el reposo no tienen valor pecuniario. EI juez no reconoce sino el in-
terés de la bolsa. Más altá de la bolsa para él no existe el derecho. IHERING dice: "Es una
doctrina errónea que nuestra ciencia debe al descubrímiento de Gaius y especialmente
a la información suministrada por él (lV, 48) de que el juez romano debÍa hacer recaer la
condenación que pronunciaba en una suma de dinero. Los juristas de la escuela llamada
histórica han tenido el gran mérito de utilizar de manera más fecunda, para la historia
del Derecho, este descubr¡miento hecho en su época. Pero con toda imparcialidad no se
podrá impedir reprocharles que, en su celo por la historia del Derecho, y en sus esfuerzos
para utilizar lo mejor posible los descubrimientos hechos en esta materia, hayan tratado
a menudo las fuentes como si no fuesen objeto de una aplicación práctica, sino solamen-
27 Como dice DE GÁSPERI "todos los intereses, aun los morales, por estariurídicamente pro-
tegidos, si no tienen un valor en sÍ, tienen un válor que la ley les atribuye, porque el dinero,
como signo portador de valol como múltiplo de unidades de valor, es el Único instrumento
jurídico al alcance del legislador mediante el cual le es posible hacer efectiva una obliga-
ción, concebida como múltiplo de una unidad ideal de justicia" (DE GÁSPEFI, Luis, Tratado
de Derecho civil, con la colaboración de Augusto M. Morello, Iea, Buenos Aires, 1 964, T.
ll lObligaciones en generu\, p.8o).
28 PLAN|OL, Marcel y FI|PERT, Jorge, Tratado práctico de Derecho civil francés, trad. de Mario
Díaz Cruz con.la colaboración de Eduardo Le Biverend Brusone, Cultural, La Habana,
1946, T. Vl [fas obligaciones. Primera Partel, p. 301 .
CoLlN, Ambrosio y CAPITANT, Henri, Curso elemental de Derecho civil, lrad. por Ia re-
dacción de la Revista General de Legislación y Jurisprudenc¡a, Reus, Madrid, '1924, T. lll
lTeoría general de las oblígacionesl, p. 626.
DEMOGUE, René, Traité des obligations en général, Librarie Arthur Rousseau, París,
1923, T. ll, n. 5 y n. 7 , p. 759.
rNSTrruTo pncí¡rco
E
AN[BA[ ÍORRES VASOUEZ
Preliminar cuando establece que para "ejercitar o contestar una acción es ne-
cesario tener legítimo interés económico o moral", con Io que Se garantiza el
principio de la libre determinación del objeto de los contratos. El interés moral,
personal, es tan digno de protección como el interés patrimonial. P.,or ejemplo,
si contrato los servicios de un médico para que me cure de una enfermedad,
o si concurro a un estadio para ver un part¡do de fÚtbol, en ninguno de estos
contratos persigo Satisfacer un interés económico: con el primero busco res-
tablecer mi salud deteriorada y con el segundo simplemente puedo pretender
alentar al equipo del cual soy hincha. En este sentido no parece acertada la
declaración contenida en el art. 1174 del Código italiano: "Carácter patrimonial
de ta prestación. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe
ser susceptible de valoraciÓn económica y debe corresponder a un interés, aun
cuando no sea patrimonial, del acreedo/'.
Nuestro Código admite contratar sobre bienes de naturaleza extrapatri-
monial, como es, por ejemplo, la donación de partes del cuerpo humano o de
órganos o de tejidos con fines de trasplante (alt.7 delGC; Ley Ne 28189, art.
10, inc. 4; y Decreto Supremo Ns 014-2005-SA, arts. 1 1, 12y 26) y las con-
venciones con fines publicitarios relativas al nornbre de la persona natural (art.
27 del CC). No distingue entre convención y contrato, que son usados como
términos sinónimos.
El Código civil alemán de 1900 O BGB IBürgerliches Gesetzbuch] se limíta
a decir que "en vi¡tud de la relación de obligación, el acreedor tiene el derecho
de exigir del deudor una prestación, la que puede consistir también en una
abstención". Como vemos, no hace mención alvalor pecuniario de la relación
de obligación. Saleilles3l, comentando este artículo, dice que no hace alusión
alvalor pecuniario de la prestación y que ha sido expresamente entendido, por
esto que bastaría para que la obligación fuese válida que su objeto presentara
para elacreedor un interés legítimo y digno de ser protegido en justicia, aunque
se tratara de un interés puramente moral o de un puro interés de afección, con
la sola reserva de que la justicia no tendría que sancionar simples caprichos
o meras fantasías erigidas en derechos de crédito. En este mismo sentido,
Ennecceruss2 expresa que "el interés privado del acreedor tiene casi siempre
un valor pecuniario. Pero ya el Derecho romano no negaba la protección de
cualquier otro interés digno de ella. El Código civil [alemán) no exige interés
pecuniario del acreedor, ni en el sentido de que el acreedor se haga más rico
por la prestación, ni en el sentido de que tenga que tratarse al menos de una
prestación que, por regla general, pueda adquirirse por dinero; antes bien,
toda mención de un interés pecuniario ha sido evitada adrede en el art. 241.
No obstante, también, con arreglo al Código civil [alemán]se ha de considerar
indispensable un interés digno de protección".
3'l Citado por CLARo SO|3R, Explicaciones de Derecho civil chileno y compando, cit., T. V, p. 10.
32 ENNECCERUS, Ludwig / KIPP, Theodor i WOLFF, Madir|, Tratado de Derecho civil, lrad.
de la 35a ed. alemana por Blas Pérez González y José Alguer, 2a ed., Bosch, Barcelona,
1954, T. ll [Derecho de las obigaciones], Vol. I lDoctrina generall, p.5.
et PUlc BRUTAU,José, Fundamentos de Derecho crvú Bosch, Barcelona, '1959, T. lll' p. 56'
34 SCIALOJA, Vittorio, Negozi giuridici, Corso di Diriüo romano nella R. Universitá di Roma
nell'anno accademico 1892-1 893 raccolto dai dottori Mapei e Nannini, 4q ed., Foro lialiano,
Roma,1938.
35 DE RUGGIERO, Roberto, lnstituciones de Derecho civil,T.ll, Vol. l, trad. de Ramón Serrano
Suñer y José Santa-Cruz Teijeiro, Reus, Madrid, 1979.
JO CesrÁ¡l ToBEÑAs, José, Derecho civil español, común y foral, T. ll, Beus, Madrid, 1978.
37 PUlc PEñA, Federíco, Tratado de Derecho civil español, Parte lV Vol. l, Editorial Revista
de Derecho Privado, Madrid, 1946.
38 espí¡¡ CÁ¡¡ovnS, Diego, Manual de Derecho civíl español, Editorial Flevista de Derecho
Privado, Madrid, 1974, T. lll, p. 49.
ANíBAL ToRRES VÁsoUEz
39 BETTI, Emilio, Teoría general de las obligaciones, traducción del italiano de José Luis de
los Mozos, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1969, T. l, pp. 54 y ss.
40 LÓPEZ Se¡¡fe MnRín, Los contratos. parte general, cit., pp. 6-g.
41 MESSINEO, Doctrina general del contrato, cit., T. I, p. 34.
rNsIrTUTo pecírico g
ANÍBAL ToRRES vÁsouez
48 La jurísprudencia argentina ha resuelto: 'Si bien la interpretación de las cláusulas del con-
trato de seguro debe ser la que surge de su literalidad, ello no significa que el rigorismo
deba llevar a desvirtuar ia esencia misma de la institución, que cumple una función den-
ANIBAI TORRES VASQUEZ
lro de la economia nacional y tíene una trascendente tinalidad social, circunstanc¡as que
hacen que el enfoque de las cuestiones que se suscitan en su aplicación e interpretación
. deban hacerse sin dejar de tener en cuenta aquellos extremos" pN 1a lnst. Com. Nq 20,
10.8.82, "Molinari, Aldo c/La Buenos Aires Cía. De Seguros,', LL lgBg-B-Z7Z; ED 103-3121
(citado por MOSSET ITURRASPE/P|EDECASAS, La revisión de! contrato, cit., p. 56).
49 "Conventionis verbum generale est ad omnia pertinens, de quibus negotii contrahendi
trans¡gendique causa consentiunt qui ¡nter se agunt: nam sicuti convenire dicuntur qui ex
diversis locis in unum locum colliguntur et veniunt, ita et qui ex diversis animi motibus in
unam consentiun, id est, in unam sententiam decurrunt" (Ley 1, t. 14, De pactis, Lib. 3 del
D¡gesto).
TEORÍA GENEML OEL CONIRATO
sino un pacto que da vida a una obligación (so/us consensus obligafl. Nuestro
ordenamiento civil utiliza indistintamente las expresiones contrato y convención.
Es correcto decir que el contrato es la convención que tiene por objeto
crear una relación jurídica entre un acreedor y un deudor. Cuando el acuerdo
de las pafies tiene por objeto crear un vínculo distinto a la obligación, es apro-
piado hablar de convención y no de contrato..Pero en el lenguaje jurídico con
frecuencia se habla de contrato o convención para referirse tanto al género
como a la especie. Así, por ejemplo, el Título lll del Libro lll del Code Napo-
leon se denomina "De los contratos o de las obligaciones convencionales en
general"sz. Las relaciones obligacionales y las no obligacionales se asimilan.
El Código de Andrés Bello, que rige en Colombia, Chile y Ecuador (art.
1495 del código colombiano; art. 1438 del código chileno; y art. 1454 del códi-
go ecuatoriano), establece: "Contrato o convención es un acto por el cual una
persona se obliga para con otra a dar, hacer, o no hacer alguna cosa. Cada
pade puede ser de una o muchas personas". Este cuerpo de leyes utiliza las
palabras contratoy convención como sinónimas; significan lo mismo.
Siguiendo a los autores franceses, dice Abeliukss, "se considera que la
convención es el acto jurídico bilateral, o sea, todo acto jurídico en que existe
acuerdo de voluntades destinado a producir efectos jurídicos. Estos efectos
pueden co.nsistir en crear, modificar o extinguir obligaciones. Cuando la conven-
ción tiene por objeto crear obligaciones, pasa a llamarse contrato: aquélla es
el género, elcontrato, la especie. Todo contrato es convención, ya que supone
el acuerdo de voluntades para producir efectos jurídícos, pero, a la inversa, no
toda convención es contrato, ya que si el acuerdo de voluntades no tiene por
objeto crear una obligación, sino modificarla o extinguirla, es una convención,
pero no un contrato. Y así, por ejemplo, el pago, la remisión, la tradición son
convenciones, pero no contratos, pues no generan obligaciones".
López de Zavalía* dice que dentro de los actos jurídicos bilaterales, se
distingue entre la convención y el contrato, el acuerdo y el contrato. El añ. 1 197
del Código civil argentino habla de las "convenciones hechas en los contratos",
aludiendo a las cláusulas de los mismos. El art. 1137 delcódigo rioplatense se-
ñala que "hay contrato cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una
declaración de voluntad común, destinada a reglar sus derechos". El contrato
comprende todos los actos jurídicos bilaterales patrimoniales; para las conven-
ciones que no son contratos queda únicamente el ámbito de los negocios no
patrimoniales. El acuerdo es creador de normas jurídicas generales regulando
C1DE NAPoLeOru, enrícuLo 1108: Cuatro condiciones son esenciales para la validez de
una convención: El consentimiento de la parte que se obliga. Su capacidad para contratar.
Objeto cierto que forme la materia del compromiso. Una causa lícita en la obligación.
CJ ABELIUK MANASEVICH, Las obligaciones, cit., T. l, p. 52.
54 LóPEZ DE Zavatíe, Fernando J., Teoría de los contratos,Zavalía, Buenos Aires, 't984, T.
I [PaÍ1e generaf, p.21.
un resultado abstracto para todos los casos que en el futuro lleguen a caer
en sus prev¡Siones; el contrato, en cambio, crea una norma jurídica individual'
Al igual que para elcódigo ítaliano, en la definición de nuestro Código, el
acuerdo es el primer componente del contrato. El contrato es un acto jurídico
(o negocío jurídicoi consensual. El segundo cornponente es la relación iurídi'
ca patrimomal. El tercer componente es /a voluntad enderezada a la finalidad
de crear, regular, modificar.o extinguir obligaciones. El contrato es un acto de
voluntad. Como enseña Ropposs,,"solo un acto que sea al mismo tiempo un
acto de voluntad, acto consendual y acto jurídico patrimonial es un contrato.
No es un contrato el supuesto de hecho en el que falte uno o más de estos
elementos". El matrimonio, los acuerdos de los cónyuges sobre la orientación
de la vida familiar, sobre la potestad famíliar, los acuerdos de convivencia ex-
tramatrimonial, los actos de consentimiento sobre derechos de la personalidad
(consentimiento del paciente en relación con su tratamiento médico, consenti-
miento para eltratamiento informático de los datos personales, la donación de
órganos, la autOrización del marido a la inseminación heteróloga de la mujer,
etc.) no son contratos, les falta la patrimonialidad y en cuanto a su estructura,
generalmente son actos unilaterales, les.falta el acuerdo y la irrevocabilidad del
consentimiento, propia del contrato
sin embargo, con falta a la precisión terminológica, la doctrina y elpropio
Código civil usan indistintamente las palabras contrato, convención y pacto,
para designar el contrato en su sentido técnico señalado en el art. 1351.
§ Z. LIBERTAD CONTRACTUAT
Libertad o autonomía contractual, por la cual las partes tienen libertad para
celebrar un contrato y determinar su contenido, es uno de los principios rnás
INSfiTUTO PACIFiCO g
ANísAr ToRREs v¡sourz
60 MOSSET ITURRASPE/P|EDECASAS, La
revisión de! contrato,cit., p. 19.
61 El TRIBUNAL coNSTlructoNAL ha resuerto (sentencia
o" rá"n" il.iq.zoozrecaída en er
Exp' Nq 006-2000-A|/TC): 'Conforme al artícüio 66 de la
Constitución, los recursos natura-
les y renovables, son patrimonio de la Nación y
el Estado es soberano en su aprovecha-
mlento y segÚn el artículo Estado el iue determina la política nacional del am-
97, ""
biente y el que promueve.el uso "l
sostenible de l-os recursos naturales. Además el Estado
está obligado a promover la diversidad biológica y
de áreas naturales protegidas (artículo
68)' Y no sólo el Estado,.sino que cada uno"de ros peruanos
tienen ei deber de proteger
los intereses nacionales lartícuto ae).
Si bien el Congreso de la. República, conforme al artículo
62, no debe modificar a través
de leyes posteriores los tér¡¡¡ss de un contrato entre particulares
cuyo objeto pertenece
al ámbito de la propieda-d.llyada, debe interprátarse,
en cambio, que el Congreso puecfe
y debe tener injerencia clanlo el objeto
del contrato son recursos naturales de propiedad
de la Nación y sobre los cuales el gstaoo tiene lás
obligaciones constitucionales de prote-
gerlos.y conservarlos, evitando su depredación
en resguardo del interés nacional.
Las razones que han llevado ar congreso a estabrecer prohibición
ra de extraer caoba y
cedro en los lugares señalados en ra ñorma, porer prazo
de 10 años, consisten en impedir
la desaparición de tales naturales y-po""*", su productividad a fin que puedan
beneficiar no sólo a las lyr..o.
actuares generacionás Je ciudadanos,
sino también a las veni-
deras' Proteger, controlar y los recursos madereros no sólo es derecho sino
"on""-r",
obligación del Estado por mandato Oe ¡a ConstituciOn.
La iniciativa privada' la libertad de empresa, la libertad
de contratar tiene la limitación
de las citadas obligaciones constitucioriall. o"i
propiedad del Estado otorgados por
r"t"oo cuando se refieren a bienes de
éste en cáncesión o usufructo a uno de los contra-
tantes' Los recursos naturares como ras
especies madereras también er ma¡ ros ríos
y el subsuelo- conforman ra riqueza -y que
de Ia'Nacián, de tar rnodo er Estado no puede
transferirlos en propiedad, sino que ros cede en
ctncesión para su aprovechamiento, bajo
condiciones y requísitos encaminados a conservarro,
de acuerdo a ras circunstancias de
cada caso y de cada época.
i.l
Es en protección del interés generar, tanto
sociar como económico, y en protección al dere-
cho al trabajo, a la libre empresa y a ra iniciativa privada
de ras generaciones futuras, que
la sétima Disposición complementaria y Transito?ia
de ra Ley Ne 2370g prohíbe temporar-
mente la extracción de las especies maáer"ras citadas,
con rá expectativa que ---cumprido
el plazo de veda- la Nación.recupere er equiribriá ambientar
de ros bosques madereros y
puedan los ciudadanos seguir usufructuánd'olos.
t...1
El rribunal considera que la intangibiridad de ros
contratos de concesión protegida por er
artículo 62 de la Constitu_ción, i¡ismo que se interpreta en concordancia con los pre_
.el
ceptos generales que la ley de ra materia dirpor",
esto es, en er ríturo preliminar, artícuro
V concordado con los artjl^u]os laaoy ly';oi, no puede estar por encima, ni ser ajena al
cambio en las circunstan
obrisación en irícita o.,i,ffij§#'J'JX?JH;',:".""?:"J,:?JJ,i[1;,'¿"T:X§:T:i:i]i
"
cAPÍTUto t: INTRoDUCCIóN A t,c DocrRtNA GENEMT DEL coNTRATo
TEORiA GENERAL DEL CONÍRATO
para el caso, se ve expresado en los fundamentos de las normas que se impugnan, las
mismas que cumplen con el principio de razonabilidad y proporcíonalidad [...]".
tNsTrTUTo pncÍrrco
E
ANÍBAL TORRES VASOUEZ
pero s¡n descuidar el desarrollo social; los contratos deben cumplirse exacta
y puntualmente, siempre que no contravengan al ordenamiento jurídico; las
circunstancias que rodearon su celebración permanezcan en el momento de
su ejecución; que exista seguridad jurídica pero con justicia. Solamente dentro
de estos límites podemos decir que elcontrato es obra de las pades y no del
juez. En materia de contratos hay que rechazar la tiranía de Ia ley, de los jueces
y de las partes, tratando de conciliar, en todo'momento, los intereses econó-
rnicos y los sociales, garantizando que haya crecimiento económico, pero con
desarrollo social. Si lograr esto es difícil, pues esa es la labor deljurista, lograr
conciliar lo racional con lo razonable para evitar que el hombre se convierta
en lobo del hombre.
La libertad de contratar y la libertad contractual deben ejercerse dentro de
los límites fijados por el ordenamiento jurídico. Esos límites son el abuso del
derecho, las normas imperativas, el orden público, las buenas costurnbres, el
interés social, público y ético, a cuyo efecto el Estado no solamente puede sino
debe intervenir en el contrato mediante la ley para imponer reglas o delimitar
el contenido de los contratos. Esos límites determinan el establecimiento del
contenido contractual por las partes y la intervención razonable y no arbitraria
del Estado en el contrato62.
.1304-03-lca,
62 CnsaclÓtt¡ Ns publicada el 30.04.2004: "[La] reducción judicial de la hipoteca
se encuentra regulada en el artículo 11t del Código civil, según el cual 'el deudor hipo-
tecario puede solicitar al juez la reducciÓn del monto de la hipoteca, si ha disminuido el
monto de la obligación' [...] dicho dispositivo const¡tuye, sin lugar a dudas, una limitación
a la autonomía de las partes [...], que es la forma como se ha constituido la hipoteca que
se quiere reducir; lo que encuentra su justificación en las propias normas que regulan los
contratos, como son los artículos 1355 y 2362 del Código civil, que dispone que la ley
por consideraciones de interés social, público o ético puede imponer reglas o establecer
limitaciones al conten¡do de los contratos, los mismos que deben negociarse, celebrarse y
eiecutarse según las reglas de la buena fe y comÚn intención de las partes".
TEORíA GENERAL DEL CONTRATO
rNslruro p¡cÍnco
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
§5. ELCONTRATO.LEY
dentes con la regla contenida en el artículo V del TP del mismo Código, conforme a las
cuales las disposiciones sobre contratos son supletorias de la voluntad de las partes,
salvo que sean imperativas, en cuya virtud es nulo el acto jurídico contrario a las leyes
que interesan al orden público o a las buenas costumbres; a esto cabe agregar, que por
el principio de publicidad, la presunción jure et de jure, inmersa en el artículo 2012 del
citado código, se presume, sin admitirse prueba en contrario, que toda persona tlene
conocimiento del contenido de las inscripciones. Bajo este aspecto, si el derecho de pro-
piedad sobre el inmueble hipotecado, según consta de los asientos registrales, había sido
cuestionado judicialmente, sin que a la fecha de la constitución de la garantía se haya
declarado definida la situación a favor del garante, el acreedor hipotecario a sabiendas
aceptó en garantía de su crédito un bien litigioso, asumiendo las consecuencias de su
imprevisión".
Las cláusulas exorbitantes son aquellas en las que Ia Administración se atribuye derechos
que le confieren superioridad jurídica sobre su co-contratante, por tanto exceden el ámbito
del Derecho privado en el que no están permitidas (p. ej., modificar o resolver el contrato
unilateralmente, imposición de sanciones a su co-contratante). BERCAIÍZ dice que son
aquellas demostrativas del carácter de poder público con que interviene la Administración
en el contrato administrativo, colocándose en una posición de superioridad jurídica, o in-
vistiendo a su co-contratante frente a terceros, de atribuciones que son propias del poder
público. Las clasifica en dos grupos: (1) aquellas por las cuales la administración pública
se atribuye sobre su co-contratante poderes respecto a terceros, que un particular no
podría conferir en ningún contrato, porque las leyes en vigor lo invalidarían; (2) aquellas
por las cuales la administración pública otorga a su co-contralante poderes respecto a
terceros, que un particular no podría conferir en ningún contrato, porque las leyes en vigor
lo invalidarÍan (BERCAITZ, Miguel Angel, Teoría general de los contratos administrativos,
24 ed., Depalma, Buenos Aires, 1980, p. 213).
Exp. Ne 0005-2003-AI/TC, del 03.1 0.2003 (ff. 16 y 33).
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAL ToRRES vÁsou¡z
71 CóDtco CtVtL ESPAñol-, Anrícut-o 1.263: No pueden prestar consént¡rniento: 1. Los me-
nores no emancipados; 2. Los incapacitados.
El tema de la capacidad está desarrollado ampliamente en TORBES VÁSOUEZ, Aníbal,
Acto jurídico,3e ed., ldemsa, Lima,2OO7, pp. 163 y ss.
INST|TUTO PACIFICO
g
ANIBAL TORRES VASAUEZ
El contrato constítuye una unidad de tal modo que no es posible que que-
de formado si las partes no se han puesto de acuerdo en todos sus extremos,
aunque la discrepancia sea secundaria (integrídad contractual).
La cofte suprema ha resuelto que el actor, "al aceptar la oferta, sólo se
refirió al primer aspecto de la propuesta, referido al precio de los derechos de
acciones, pero no mencionó ni aceptó asurnir los gastos de saneamiento mu-
nicipal, notariales y registrales, por Io que no existe manifestación expresa ni
tácita sobre dicho aspecto [...] elartículo 1359 delcódigo civil, dispone que no
hay contrato mientras las parles no estén conformes sobre todas sus estipula-
ciones aunque la discrepancia sea secundaria [...] el artículo 1364 del código
acotado establece que los gastos y tributos que origine la celebración de un
contrato se dividen por igual entre las partes salvo disposición legal o pacto
distinto [...] la ofeña exige que dichas sumas sean asumidas por elcomprador,
quien no aceptó ni expresa, ni tácitamente este aspecto de la oferta, lo que
73 . PRINCIPIOS UNIDRO|I. Anrícut-o 2.1 .14 (Contrato con términos "abiertos'). (1) si las par-
tes han tenido el propósito de celebrar un contrato, el hecho de que intencionalmente
hayan dejado algún término suieto a ulteriores negociaciones o a su determinación por
un tercero no impedirá el perfeccionamiento del contrato. (2) La existencia del contrato
no se verá afectada por el hecho de que con posterioridad: (a) las partes no se pongan
de acuerdo acerca de dicho término, o (b) el tercero no lo determine, siempre y cuando
haya aigÚn modo razonable para determinarlo, teniendo en cuenta las circunstancias y la
común intención de las partes.
determina que las partes no estaban de acuerdo con todas las estipulaciones
del contrato, por no haber aceptación plena de la oferla."74
Hablar de acuerdo de las partes, esto es, de consentimiento, y por con-
siguiente de contrato, significa que las partes ya eStán de acuerdo sobre el
contenido íntegro de las estipulaciones que integran el mismo y sobre el alcance
de las obligaciones y de los der:echos que resultan de él para cada una de ellas.
El contrato queda perfeccionado Únicamente en el momento en que se
convenga sobre el último punto del fiograma contractual, salvo disposición dis-
tinta de la ley. Es decir, elcontenido contractual no solamente está establecido
por la autonomía de la voluntad privada de los contratantes (autointegración
del contrato), sino también por el ordenamiento jurídico (heteroíntegración del
contrato). Las normas imperativas se incorporan inmedíatamente al contenido
del contrato, especialmente cuando están destinadas, no a sancionar el contrato
con la nulidad total, sino a corregir el acuerdo, sustituyendo automáticamente
las obligaciones o derechos previstos por las partes. Por ejemplo, conforme al
art. 1687, el arrendamiento de duración determinada no puede exceder de diez
años, si el acuerdo excede este término se entiende reducido a dicho plazo;
por mandato del art. 1346, el juez puede reducir la cláusula penal acordada
por las partes cuando es manifiestamente excesiva. Las normas imperativas
modífican el contenido contractual.
Las normas dispositivas configuran la heterointegración del contrato su-
pliendo la voluntad de las partes contratantes en los casos en que éstas han
guardado silencio.
La Corte Suprema ha resuelto que "para que tenga que llenarse la formalidad
del contrato es preciso primero determinar si ha existido contrato de compraventa
entre las partes, que es la discrepancia que ha existido entre los justiciables. Que
como la sentencia recurrida, sólo se ampara en el recibo de pago de US$. 500.00
a cuenta del precio de venta de US$ 6.035.00, la definición de si el contenido
de dicho documento determina una compraventa, es eminentemente jurídica.
Que, apreciándose jurídicamente eltexto de dicho documento, se aprecia que se
precisa el monto de la venta, la cuota inicial, pero no la forma de pago del saldo
del precio; pero como se especifica que la firma de la minuta será la primera
quincena del mes de febrero de 1990, resulta evidente que en dicha fecha tenía
que determinarse el pago delsaldo del precio y ello no se hizo, y sólo después
de ocho años, eldemandante demanda elotorgamiento de la escritura pública,
consignando un saldo del precio que no ha sido admitida en la sentencia de vista.
Que, el art. 1359 del Código Civil dispone que no hay contrato mientras las partes
no estén conformes sobre todas las estipulaciones, aunque la discrepancia sea
secundaria. Que, en este caso, las partes no han llegado a la conformidad de la
forma de pago del saldo del precio, por lo que no existe contrato."7s
INSTITUTO PACIFICO
ANíBAL ToRREs vÁseurz
rNslruro pncínco
E
ANÍBAL ToRRES v¡souez
78 Citado por BlANcA, Massimo, Diritto civile, reirnpr. de la 24 ed., Giutfré, Milán, 2006, T. lll
lllcontrato], p.230.
Zg pRlNgtptos UNtDRotT. ARrículo 1.3 (Carácter vinculante de los contratos). Todo con-
trato válidarnente celebrado es obligatorio para las partes. Sólo puede ser modificado o
extinguido conforme a lo que él disponga, por acuerdo de las partes o por algún otro modo
conforme a estos PrinciPios.
Anrícut-O 1.8 (Comportam¡ento contradictorio. Venire contra factum proprium). Una parte.
no puede actuar en contradicción a un entendimiento que ella ha suscitado en su contra-
parte y conforme al cual esta última ha actuado razonablemente en consecuencia y en su
desventaja.
NOTA: Eiemplo de esto es lo siguiente: "A" lleva un buen tiempo negociando con '8" un
contrato de arrendamienlo de un inmueble que pertenece a 'B" y conforme al cual éste
debe demoler la construcción existente con el fin de construir un edificio de acuerdo a
las especificaciones de "A". "A" se comunica con "8" en términos que inducen razonable-
mente a "8" a entender que las negociaciones han concluido y que "8" puede comenzar
a ejecutar el contrato. "B; entonces dernuele el edificio y procede con las contrataciones
peáinentes para iniciar la construcción del nuevo edificio. "4" se da cuenta de esto y no
"B" que todavía existen tér-
i-race nada para impedirlo. Posteriormente "A'le hace saber a
minos adicionales del contraio que requieren ser negociados. 'A' se encuentra impedido
de modificar el entendimiento de "8".
ANIBAL TORRES VASQUEZ
El art. 1 123 del Código italiano, retcmando el art. 1 134 del CÓdigo francés,
establece: "el contrato tiene fuerza de ley entre las pañes".
El contrato es el instrumento conferído por el ordenamíento jurídico a los
particulares para que regulen sus intereses económicos, es decir; para que
autorregulen sus obligaciones y derechos, de ahí que las pañes están obligadas
a su cumplimiento como a la ley misma, y, en'su caso, el juez está obligado a
aplicar el contrato de acuerdo a lo que está expresado en á1, a no ser que se
pruebe que la común intención de las partes es oth.
'1361 del Código Civil reco-
La Corle Suprema ha resuelto que el "añículo
ge el principio del pacta sunt seruanda, es decir, la tuerza vinculatoria de los
contratos, que Se celebran para ser cumplidos y que están sujetos al deber de
observancia, en cuanto al carácter obligatorio del contenido de la declaración
contractual y la presunción de coincidencia entre esta declaración y la volun-
tad común, existiendo un interés fundamental para que Se curnpla la palabra
comprometida, lo que confiere seguridad a mérito del comportamiento leal y
honesto de las partes".m
En otro fallo precisa que, interpretando el texto del adículo 1361 , "se con-
cluye que los contratos son expresión del acuerdo de voluntad comÚn de las
partes, mediante las cuales se crean obligaciones de cumplimiento obligatorÍo;
la interpretación y ejecución de los contratos debe sujetarse en primer término,
a lo expresado en ellos en aplicación del principio pacta sunt seruanda y si
no fuera posible es necesario someterlo a las reglas de la buena fe y común
intención de las pártes".gt
La obligatoriedad del contrato tiene un fundamento ético y otro funcional.
Por el primero, la obligatoriedad del contrato importa el imperativo moral de
respeto a la palabra empeñada, de cumplir el compromiso tal cual ha sido
asumido: pacta sunt seruanda. Por el fundamento funcional, el contrato es
el instrumento más importante para Ia organización y funcionamiento de las
relaciones jurídicas de naturaleza económica.
El contrato no podría desplegar sus funciones si no fuera obligatorio para
las partes, es decir, si éstas pudieran unilateralmente repudiar, modificar, violar
los cornpromisos contractuales. Nadie podría contar con la certeza y efectividad
de sus derechos, todos estarían expuestos al arbitrio de la contraparte. Los
contratos no servirían de nada.
La obligatoríedad del contrato significa la sujeción de las partes a los efec-
tos delcontrato que han perfeccionado,es decir, a las modificaciones producidas
en las posiciones jurídicas de las partes. Por ejemplo, celebrado el contrato de
compraventa, el vendedor sufre la pérdida del bien, que no puede recuperar,
sopofta la obligación de entrega, de saneamiento por evicción, etc., asícomo
formadas tienen tuerza de ley entre aquellos que las han celebrado. No pueden
ser revocadas sino por su mutuo consentimiento o por las causas que la ley
autorice.' Deben ser cumplidas de,buena fe"83. Siguiendo esta regla francesa,
el código argentino establece en.su art. 1197 que tas "convenciones hechas
en los contratos forman para las partes una regla á la cual deben someterse
como a la ley misma".
Entre los cuerpos jurídicos actuales, el Código civil de Etiopía de 1960e,
fiel principio pacta sunt servaúa, dispone en su arl. 1764 (Ruptura del
al
equilibrio delcontrato) lo siguiente: i'1) El contrato continúa válido no obstante
que las condiciones de su ejecución hayan variado y que las obligaciones
asumidas por las partes sean más onerosas de lo que ellas habían previsto.
2) Corresponde a las partes, no a los jueces, regular en su acuerdo original
o medíante un nuevo acuerdo, las consecuencias que pueden admitirse de
tales circunstancias". Una doctrina como esta no admite la revisión judicíal del
contrato, desde que comporta la modificación del contrato, la cual requiere de
la voluntad coincidente de las partes.
Sin embargo,latueza de ley que tiene el contrato entre las partes ha
evolucionado, adecuándose a las exigencias sociales y económicas actuales.
Tradicionalmente el contrato descansaba en el dogma de la autonomía de la
voluntad a la que se adscribe el principio pacta sunt seruanda, el cual exige
el cumplimiento del contrato en los términos estipulados, aun cuando varíen
las condiciones que existieron y que tuvieron en consideración las partes al
momento de perfeccionarlo. Esta concepción también tenía una base moral,
pues si las partes establecieron libremente el contenido del contrato, ello de-
termina que están obligadas a su cumplimiento, pues así lo exige el respeto
a lo libremente establecido; la palabra empeñada debía cumplirse. Empero,
poco a poco se fue tomando conciencia en elsentido de que no siempre pue-
de respetarse al pie de la letra lo consignado en el contrato, abriéndose asÍ
la posibilidad de que ese acuerdo Sea revisado y, en ocasiones, modificado,
en aplicación del principio rebus sic stantibus que permitió la recomposición
del contrato con miras ala realización de la justicia conmutativa, a través de
la intervención de los jueces a efectos de revisar los términos contractuales,
"Desde el momento en que un contrato no contiene nada contrario a las leyes, ni al orden
público, ni a las buenas costumbres, las parles están obligadas a respetarlo, a observar-
lo, como están obligadas a observar la ley. El acuerdo que se ha formado entre ellas las
obliga como la ley obliga los individuos. Si, por lo tanto, una de las partes contraviene sus
cláusulas, la otra puede dirigirse a los tribunales y pedirtes, ya sea el cumplimíento fozoso
de la convención, ya la indemnización de daños y perjuicios... Por otra parte, el respeto
a esta ley creada por voluntad de los interesados se impone a los lueces encargados de
interpretarla. Estos últimos no pueden modificar los términos de la convención ni cambiar
sus elementos, como no podrían cambiar el texto de la ley, cuyo cumplimiento t¡enen por
misión aseguraf (COUI.YCAPITANT, Curso elemental de Derecho civil, cil., T. lll, p. 626).
Promulgado el 5 de mayo de 1960. Su elaboración estuvo a cargo deljurista francés René
David, profesor de la Universidad de París.
rNsTrruro pRcíRco g
ANIBAL TORRES VASOUEZ
86 pRtNctptos UN|DFIO|T. AnríCut-O 1.7 (Buena fe y lealtad negociatl. (1 ) Las partes deben
actuar con buena le y lealtad negocial en el comercio internacional. (2) Las partes no pue-
den excluir ni limitar esle deber.
ARrícu¡o 2.1 .15 (Negociaciones de mala fe). (1) Las partes tienen plena libertad para
negociar los términos de un contrato y no son responsables por el fracaso en alcanzar un
acuerdo. (2) Sin embargo, la parte que negocia o interrumpe las negociaciones de mala
fe es responsable por los daños y perjuicios causados a la otra parte. (3) En particular,
se considera mala fe que una parte entre en o continúe negociaciones cuando al mismo
tiempo tiene la intención de no llegar a un acuerdo.
ARrícu¡o 2.1 .16 (Deber de confidencialidad¡. Si una de las partes proporciona informa-
ción como confidencial durante el curso de las negociaciones, la otra tiene el deber de no
revelarla ni utilizarla injustificadamente en provecho propio, independientemente de que
con posterioridad se perfeccione o no el contrato. Cuando fuere apropiado, la responsa-
bilidad derivada del incumplimiento de esta obligación podrá incluir una compensación
basada en el beneficio recibido por la otra parte.
INSIITUTO PACIFICO
E
ANIBAL TORRES VASGUEZ
2. Negociación
Las n egoci ac¡ones son las conversacion es, i ntercambio de informaciones,
propuestas y contrapropuestas que preceden al perfeccionamiento del contrato.
Las personas que negocian la celebración de un contrato deben actuar
con seriedad, transparencia, honestidad, responsabilidad, lealtad, respetando
la confianza que cada una despierta en la otra, evitando que ésta tome deci-
siones erróneas, y sin quebrantar injustificada o abruptamente las tratativas.
Cada parte debe actuar de buena fe proporcionando a la otra la informa-
ción adecuaday veraz sobre hechos serios y ciertos a fin de que pueda tomar
una decisión adecuada a sus intereses que lo conduzca a la celebración o no
celebración del contrato. Ambas partes deben comportarse de tal forma que
las conversaciones sigan su curso normal hasta desembocar en el perfeccio-
namiento del contrato o en su ruptura definitiva por falta de acuerdo.
lncurre en responsabilidad civil precontractual la parte que cause daño
a Ia otra proporcionándole información falsa sobre los elementos o estipula-
ciones del contrato, o rompiendo las tratativas intempestivamente después de
que ha despertado en la otra la confianza de que el contrato efectivamente se
celebrará, determinándolo, v. gr., para que deseche otras propuestas, incurra
en gastos, solicite créditos, deje de invertir en otros negocios.
Las partes tienen la facultad de separarse de la negociación en el momento
que deseen cualquiera sea el estado en que se encuentren las conversaciones,
por supuesto, siempre avisando a la otra. Pero cuando en las negociaciones
se ha llegado a un punto que permita prever que el contrato se perfeccionará
y una de las partes rompe Ia negociación sin un justo y atendible motivo, es
decir, comportándose de mala fe, la contraparte tiene derecho al resarcimiento
(responsabilidad precontractual) del daño o interés contractual negativo (rd
quod interest contractum initum non fuisse), en contraposición con el interés
contractual positivo o interés en el perfeccionamiento del contrato.
La responsabilídad precontractual se regula por las normas relativas a la
responsabilidad extracontractual, puesto que no existe una obligación preexis-
tente que se incumple. Se funda en la violación del deber general de no causar
daño a otro (alterum non laedere) y de la buena fe en la negociación. Todo el
que por dolo o culpa causa daño a otro está en la obligación de indemnizarlo
(art. 1969).
3. Perfeccionamiento
Elcontrato se perfecciona en el momento en que una oferta o propuesta
es aceptada sin modificaciones.'
En este acto, como en la etapa de la negociación, las partes deben actuar
con responsabilidad, diligencia, buena fe.
No actúa de buena fe la parte que, v. gr., vicia la voluntad de la contraparte,
actuando con dolo, violencia o intirnidación; omite cumplircon la forma solemne
requerida, hecho que eS desconocido por la parte; guarda silencio sobre la impo-
sibilidad física o jurídica del objeto o sobre la ilicitud del objeto o de la causa fin.
El deber de colaboración e información que tiene cada parte respecto
de la otra recorre el ifercontractual desde las tratativas hasta la ejecución del
contrato, pero cobra especial interés en el momento del perfeccionamiento.
Es en esta etapa de formación del contrato que cada parte debe comportarse
con la máxima lealtad y colaboración con la otra, a la que debe proporcionar
toda la información de las circunstancias que ignora, para que preste Su con-
sentimiento debidamente informada. Si no se le ha informado de todas esas
circunstancias, puede ser que conociéndolas no habría celebrado el contrato
o lo habría celebrado en otras condiciones.
Si una de las partes ha obrado de mala fe en Ia etapa de perfeccionamien-
to del contrato que tuego resulta ineficaz por nulo, anulable, o por rescisión,
resolución, etc., incurre en responsabilidad civil contractual por los daños
causados a la otra.
4. Ejecución
En esia etapa del contrato, las partes deben cumplir completa y oportu-
namente las obligaciones asumidas, comportándose con lealtad, corrección,
razonable sensibilidad a los intereses de la contraparte para maxímizar las
ventajas y minimizar las cargas y riesgos derivados del contrato, incluso más
allá de los que se ha explicitado en las estipulaciones contractuales.
La parte que por culpa, leve o inexcusable, no ejecuta su prestación o la
ejecuta en forma parcial, tardía o defectuosa incurre en responsabilidad civil
contractual por los daños que cause.
Es obligación de los contratantes actuar con la diligencia ordinaria requerida
para elcumplirniento de sus obligaciones contractuales. Como dice MessineosT,
en la ejecución del contrato, "la observancia de la buena fe objetiva (lealtad)
por pañe de los contratantes (acreedor y deudor) significa que el acreedor no .
tNsnruTo pncÍnco
ANIBAL TORRES VASQUEZ
Las paftes deben someterse a lo acordado como a una suerte de ley priva-
da, deben cumplir sus obligaciones con lealtad y probidad, brindándose recípro-
ca colaboración, ya que si no ejecutan sus prestaciones conforme a lo convenido
serán sancionadas con la resolución, revocación, excepción de incumplimiento,
etc. del contrato, además de la indemnización de los daños causados con el
incumplimiento doloso o culposo. Como dice Spota88, "esa buena fe-lealtad o
buena fe-probidad implica: a) colaboración recíproca; b) abstención de actos
antifuncionales; c) brindar conocimiento a la otra pafte de actos dañosos para
ésta, y que pueden evitarse sin detrimento para la otra parte; d) cumplimiento
a lo que en forma vírtual surja de lo pactado; e) comprensión legaly proba de
lo contratado (interpretación de buena fe); f) terminaciÓn no íntempestiva (v.
gr., en el contrato de sociedad; por término ilimitado o indeterminado)".
Apoyándose en la jurisprudencia italiana, Roppo8e señala algunos posibles
casos en los cuales opera la buena fe integrativa del contrato: La buena fe obliga
a la pañe, que recibe una prestación afectada por inexactitud remediable, a
permitir a la contraparte remediarla. La buena fe obliga a cooperar con la con-
traparte para permitirle cumplir, como sería la mínirna interuención delvendedor
ante el banco para que haga un préstamo al comprador a fin de que pague
el precio. La buena fe obliga a Ia parte a corregir errores o aclarar equívocos
que podrían crear incedidumbre en la relación, por ejemplo, el representado,
requerido por quien ha contratado con el representante, debe aclararle si áste
tenía los poderes; no puede dejarlo en la incertidumbre respecto a la eficacia
del contrato,y quizá especular sobre tal incertidumbre. La buena fe obliga a
la parte a modificar la prestación a su cargo, cuando ello permita, sin o con
un sacrificio mínimo, satisfacer el interés de la contraparle, de otro modo se
vería frustrado, por ejemplo, si en fase de ejecución del contrato resulta que
el producto o el servicio previsto no es idóneo para satisfacer las exigencias
del destinatario, al cual, en cambio, daría plena satisfacción un producto o un
servicio distinto, que el mismo proveedor no tendría dificultad en prestar, éste
debe prestarlo.
Análogamente, la buena fe puede derivar en el deber de renegociar las
condiciones contractuales, desequilibradas por hechos sobrevinientes. La bue-
na fe obliga a la parte a la coherencia de sus comportamientos, para no eludir
las confianzas que estos han generado en la contraparte; ella se funda en el
antiguo precepto que prohíbe venire contra factum propium.
La buena fe prohíbe a la parte ejercitar sus derechos de manera formal-
mente lícita, pero sustancialmente desleal y dañosa para la contraparte.
La buena fe prohíbe a la parte tratar a la contrapafte de manera discrimi-
natoria con otras contrapartes en circunstancias análogas.
TNSTtTUTo pncírtco
z
ANÍBAt ToRRES vnsouez
en alquiler a un Tal m¡ casa por tantos años, por el precío del anterior arriendo
¿Tendríais motivo para pretender que lo que yo os he alquilado ha sido toda la
casa? No; pues bien que por esos términos, micasa, en su sentído gramatical,
signifiquen la casa entera y no una símple habitación, es empero yisible que
nuestra intención no ha sído otra que la de renovar el arriendo de un cuarto
que ya os había alquilado; y esta intención, de la que no se puede dudar, debe
prevalecer sobre los términos del arriendo".
Eljuez es requerido para interpretar el contrato cuando hay divergencia
entre las partes sobre elsentido atribuible almisrno, no cuando están de acuer-
do. En este segundo caso, la común intención de las partes coincide con el
sentido que ellos concordantemente atribuyen al contrato.
No está demás tener en cuenta que la indagación sobre el sentido de la
común intención se justifica cuando del tenor de las expresiones utilízadas en
la manifestación permiten atribuirle un significado diverso delliteral. Cuando no
es así, es decir, si las expresiones tienen un significado unívoco, que no dejan
márgenes de maniobra, no se puede pensar asignar a la común intención un
significado diverso y pretender que corresponda alefectivo querer de las partes,
sobre todo si no hay un modo de explicar por qué los contratantes queriendo
una cosa han declarado otra.
6. La buena fe
La buena fe es un principio general que fundamenta todo el ordenamiento
jurídico, por consiguiente, todo acto jurídico, en general y todo contrato, en par-
ticular. Es también un principio integrador del ordenamiento jurídico, es decir,
donde no hay la ley ni costumbre aplicable a un caso concreto se llena la laguna
con el princípio general de la buena fe, entre otros principios. Finalmente, la
buena fe es una regla de interpretación delcontrato.
La buena fe, como deber de conducta de las partes contratantes, acompaña
al contrato en sus diferentes etapas: negociación, celebración, interpretación y
ejecución. En las dos primeras etapas, la buena fe está referida al comporta-
miento de las partes en la formación del contrato, mientras que en la tercera,
la buena fe está contemplada como una regla de interpretación delcontrato.
En términos generales, la buena fe tiene un significado subjetivo y otro
objetivoel. La buena fe subjetiva es la convicción que tiene el sujeto de que su
actuación, razonable y diligente, es conforme a Derecho.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAL ToRRES vnsourz
gS Hay una fuerte corriente doctrinaria en sentido contrario. Es el caso de BIANCA, para
quien, sobre la base de los artículos 1 362 y '1365 del Código italiano y de la jurisprudencia
prevaleciente en aquel país, afirma que la intención común se verifica por medio de la
interpretación subjetiva, en tanto que la objetiva tiene carácter subsidiario, que encuentra
aplicación solamente cuando el recurso a los criterios de interpretación subjetiva no con-
ducen a un resultado cierto (BIANCA, Diritto civile, cil.,T. lll lll contratol, p.212').
rNslruro pecír¡co
r
ANíBAI ToRRES vÁouez
Estos artículos del Código civil italíano constituyen los antecedentes norma-
tivos de los arts. 168 y 1362 de nuestro Código civil, los cuales establecen:
Art. 168. "El acto jurídico debe ser interpretado de acuerdo con lo que se haya
expresado en él y según el princípio de la buena fe." Art. 1362. "Los contratos
deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe y
común intención de las partes."
Estas normas se pueden resumir en una: elcontrato se negocia, celebra,
interpreta y ejecuta de buena fe y común intenciói de las partes.
El contrato debe ser interpretado según las reglas de la buena fe. Con la
interpretación de buena fe no se impone a las partes contratantes que, en Ia
regulación de sus intereses contractuales, atribuyan a las estipulaciones un
sentido que corresponda a la buena fe, síno se exige al intérprete que proce-
da, en la atribucíón de significado a la regulación contractual, partiendo de la
presunción que las partes, al arribar al acuerdo, se han comportado conforme
a los criterios de corrección y lealtad, por ser los principios en los cuales se
deben inspírar los asociados en sus relacionese6.
La doctrina no se pone de acuerdo sobre sila regla de interpretación de
buena fe del contrato es subjetiva u objetiva. En nuestra opinión, toda opera-
ción interpretativa, sea subjetiva o sea objetiva, se debe realizar de buena fe.
La buena fe acompaña a toda actividad interpretativa, por lo que no puede ser
considerada exclusivamente como una regla objetiva o como una regla subje-
tiva. Se deben comportar de buena fe no solamente los contratantes desde la
negociación hasta la ejecucíón del contrato, sino también el que interpreta el
contrato para determinar su significado.
En opinión de Messíneoe7, la buena fe a que se refiere el art. 1366 (Código
cívil italiano) es la buena fe objetiva, esto es, la exigencia de que "la declaración
de voluntad contractualsea entendida de acuerdo con el criterio de recíproca
lealtad de conducta entre las partes, o confianza, y no el estado psíquico de
ignorancia de ciefta situación, que es el otro significado (y el rnás usual) de
buena fe.
En cambio, Biancae' afirma que la buena fe emerge como un criterio de
interpretación subjetiva delcontrato. La buena fe exige que se preserve la con-
fianza razonable de cada una de las partes sobre el significado del acuerdo.
La confianza de una parte se determina según lo que la otra pafte haya hecho
lNsTrruro pncÍRco
E
ANÍBAL ToRRES vnsourz
99 La teoría de los actos propios nació en el Derecho Flomano a través de la exceptío doli
generalis seu praesentis (excepción de dolo genérico o presente). Está contenida en la
regla venire contra factum propium non valet, es dec¡r, a nadie está permitido ir contra sus
propios actos. El common /aw inventó la expresión estoppel by conduct, equivalente a la
doctrina de los actos propios. "La aplicación del principio venire contra factum propium non
valet, o si se quiere, nemo potest mutare consilium suum in alterius injuriam, equivalen
a la aplicación de la regla del estoppel'.El estoppel que coincide con nuestra doctrina
de los actos propios sólo es el llamado estoppel by facts in pais, o bien estoppel by con-
- duct. Hay, además, el estoppel by record (equivalente a la cosa juzgada) y el estoppel by
deed(equivalente a la veracidad que se desprende de una escritura o documento público)
(PUlc BRUTAU, José, Estudios de derecho comparado. La doctrina de los actos propios,
Ariel, Barcelona, 1951, pp. 103 y ss.).
100 Citado por PUIG BHUTAU , Estudios de derecho coinparado. La doctina de los actos pro-
pios, cit., p. 101.
101 STlGLlTz, Rubén S. (director), Contratos. Teoría genera{ reimpr., Depalma, Buenos Aires,
1994, p.491.
106 PUlc BRUTAU , Estudias de Derecho comparado- La doctrína de los actos propios, cil., pp.
111-112.
derechos y obligaciones, los efectos del contrato consisten en crear entre las
partes derechos y obligaciones, es decir, relaciones jurídicas, o modificar los
derechos y obligaciones, preexistentes, o, en regularlos o extinguirlos.
Los efectos contractuales son los producidos por elcontrato, además de
los efectos integrativos dispuestos por la ley. Son obfigatorios en cuanto crean
obligaciones y los correspectivos derechos, o modifican o extinguen las obli-
gaciones y créditos preexistentes. En toda obligación al derecho del acreedor
corresponde la obligación deldeudor. Por esto, los efectos obligatorios consisten
en la constitución, modificación o eitinción de derechos de crédito.
Los efectos delcontrato modifican las posiciones jurídicas de las partes. Así,
antes del perfeccionamiento del contrato no eran vendedoras o compradoras,
arrendadoras o arrendatarias, suministrantes o suministradas, etc., pero luego
de concluido el contrato, lo son. Los efectos jurídicos generados por el contrato
inciden sobre las posiciones o situaciones jurídicas de los contratantes, por tanto,
sobre las relaciones existentes entre ellas. El contrato crea, modifica o extingue
derechos y obligaciones que inlegran la posición jurídica de las pafteslo7.
En toda relación jurídíca existe un sujeto del deber, en uno de los extre-
mos, y un sujeto del derecho, en el otro extremo. Si la relación jurídica es de
naturaleza patrimonial (obligación), como la derivada del contrato, el sujeto
del deber es el deudor y el sujeto del derecho es el acreedor. Si la obligación
contractual es de prestaciones recíprocas, cada parte es, a la vez, acreedor
y deudor de la otra. Dado a que las posiciones jurídicas son, esencialmente,
los derechos y obligaciones, los efectos jurídicos pueden consistir: en crear
entre las partes derechos y obligaciones que antes no existían; en modificar
derechos y obligaciones preexistentes; en transferir a una parte derechos y
obligaciones que antes le pertenecían; en extinguir derechos y obligaciones que
precedentemente existían entre las partes. Peculiares efectos regulatorios se
individualizan en los contratos que fijan derechos y obligaciones de las partes
y en los contratos que regulan otros contratoslos.
107 'Los efectos de los contratos son los derechos y obligaciones que emergen de dichos
contratos' (CASTAÑEDA, Jorge Eugenio , El derecho de los contratos, T. I lTeoría general
de los contratos], Depaftamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho.de la Univer-
sidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1966, p. 120). WAYAR dice que la diferencia
entre los efectos del contratoy los efecfos de la obligación debe ser buscada a partir de la
naturaleza jurídica del primero. ¿Qué es el contrato? Es un acto jurídico cuyo fin inmediato
consiste en producir derecho objetivo, por medio del cual las partes adquieren derechos
y obligaciones, que generan, como efectos propios, la necesidad de su cumplim¡ento vo-
luntario, forzado o subrogado. Necesidad de cumplimiento significa, precisamente, que el
acreedor podrá emplear los medios legales a fin de obtener lo que se le debe, si el deudor
no cumple espontáneamente. En definitiva, en tanto que el contrato produce derecho ob-
jetivo, lal es su "efecto', la obligación despliega o pone en funcionamiento un cÚmulo de
derechos subjetivos, de facultades y deberes, todo io cual constituye'su efecto" (WAYAR,
Emesto C., Derecho civil. Obligaciones, Depalma, Buenos Aires, '1990, T. I lConcepto.
N atu rale za. E I e m e ntos. Efe ctos. Teo ría de I i nc u m p I i m i e ntol, p. 2O1 ).
108 FIOPPO, El contrato, cit., p.475.
rNsrrruro pncír¡co
E
ANíBAL IORRES VASQUEZ
109 El contractus, con su significación de acuerdo, "resulta aplicable, no sólo al negocio bi-
lateral constitutivo de obligaciones, sino también al negocio constitutivo o traslativo de
derechos reales" (BETTI , Teoría general de las obligaciones, cit., T. l, p. 62).
110 JOSSERAND, Louis, Derecho civil, lrad. de Santiago Cunchillos y Manterola, Bosch, Bue-
nos Aires, 1951 , T. ll {Contratosl, Vol. ll, p. 179.
111 Cfr. MESSINEO: En los negocio§ típicos se dan efectos exclusivamente legales. Cuando el
negocio es atípico, 'los efectos nacen (siempre que sean lícitos) directamente de la volun-
tad del sujeto, la cual es el tactor determinante de un tal negocio' (MESSINEO, Francesco,
Manual de Derecho civil y comercial,lrad. Santiago Sentís Melendo, Ejea, Buenos Aires,
1979, T. ll, p. 339).
112 BOHDA, Guillermo, Manua! de Derecho civit. Parte general,Sa ed.,Abeledo-Perrot, Buenos
Aires,1990, p.417.
ANiBAt TORRES VASQUEZ
113 ALBALADEJo, Manuel, Curso de Derecho civil españo1,33 ed., Bosch, Barcelona, 1983, T.
I llntroducción y parte generafi, p. 355.
114 CóDtGo ctvtl lTALtANo, ARrículo 1376. Contrato con efectos reales. En los contratos
que tengan objeto la transferencia de la propiedad de una cosa determinada, la constitu-
117 cóDtco CrvL español, ARrÍcuLo 1.257, pRtMER pÁnRero: "Los contratos sólo produ-
cen efectos entre las partes que los otorgan y sus herederos, salvo en cuanto a éstos, el
caso en que los derechos y obligaciones que proceden del contrato no sean transmisibles,
o por su naturaleza, o por pacto, o por disposición de la ley''.
't18 PLANIOL, Marcel y RIPERT, Jorge, Tratado práctico de Derecho civil francés, trad. de Mario
Díaz C¡uz con la colaboración de Eduardo Le Riverend Brusone, Cultural, La Habana,
1946, T. Vl [Las obligaciones. Primera Pafte\, p.456.
"los contratos valen frente a todo el mundo Sean de los que crean obli-
-ya
gaciones o de los que transmiten derechos reales u obligaciones- en el
sentido que todo el mundo está obligado a reconocer Sus efectos entre las
partes y, en SU caso, a sufrir los inconvenientes po¡ los mismos producidos".
Así, un comerc¡ante no podrá impugnar el cont¡ato por el cual un propietario
cercano hubiere arrendado su inmueble a un competidor; n¡ un patrono, el
contrato por el que su ex empleado, libre para ocuparse, preste SUS Servicios
a otro patrono.
tad privada regulen sus intereses de naturaleza patrimonial. Surte sus efectos
solamente entre las partes que lo celebraron, por sí o mediante representante,
y sus herederos, salvo en cuanto a éstos si trata de derechos y obligaciones
intransmisibles.
Los contratantes asumen las obligaciones y adquieren los derechos deri-
vados del contrato que han celebrado, se someten a la ley delcontrato, de la
misma manera que están obligadas a inclínarse ante la ley propiamente dicha
(Domat). En Roma se decía: res inter alios acta atíis neque nocere neque pro-
desse potest (las cosas hechas por unos, no perjudican ni aprovechan a los
otros). Este axioma aplicado a los contratos significa que éstos no pueden hacer
nacer un derecho en contra o a favor de un tercero. Las partes contratantes
son impotentes para convertir a una tercera persona en acreedora, deudora o
propietaria (art. 1 119 del código civil francés). solución racionaf , debído a que
si los contratantes regulan sus intereses partículares, incluso derogando con-
tratos anteriormente celebrados y las normas dispositivas de la ley, elcontrato
es una norma jurídica particular, a diferencia del legisladorque reguta intereses
generales y abstractos. No cabe duda que el contrato y la ley contienen normas
jurídicas: particulares, la primera y generales, la segunda; arnbas normas, la
pañicular (el contrato) y la general (la ley), están respaldadas por la tuerza
coercitiva que monopoliza el Estado.
Por principio ningún contrato produce efectos frente a terceros siéstos no
lo han aceptado de algún modo. Salvo convenio o disposición legal en contrario,
nadie puede convertirse en acreedor o deudor de nadie sin quererlo.
El tercero que acepta las obligaciones o las oblígaciones y derechos se
convierte en parte contratante (p. ej., el contrato por persona a nombrar); si
acepta solamente los derechos estamos frente alcontrato en favor de tercero.
No puede haber contrato a cargo de terceros, sólo puede existir contrato en
favor de terceros. si el tercero, que no ha intervenido en la celebración del
contrato, acepta los derechos y obligaciones está aceptando el contrato, por
lo que termína siendo parte de éste, y como tal le asiste el derecho de resolver
el contrato; en cambio, el que solamente acepta el derecho derivado de un
contrato ajeno, no acepta el contrato, sino solarnente el beneficio, por lo que
no deviene en parte contratante, consiguientemente no tiene la facultad de
resolución.
Para nuestro ordenamiento jurídico, parte es quien celebra el contrato y
también sus herederos. Tiene la calidad de terceroquien no ha particípado eñ
la conclusión del contrato ni es heredero de los que lo concluyeron. El contrato
produce solamente sus efectos entre las partes, no prolonga su eficacia a los
terceros, salvo disposición contraria de la ley.
El principio de la relatividad contractual es de una lógica impecable, el
mismo que se extiende a todos los actos jurídicos, los cuales, por ser una
manifestación de la autonomía de la voluntad privada, sólo atañen a quienes
libremente los celebran y sus herederosl2o, ya que nadie puede obtener sin su
aceptación efectos de los actos ajenos, sobre todo, si éstos le son perjudiciales.
Como el contrato es el instrumento que confiere e[ ordenamiento jurídico
a los particulares para que, en ejercicio de la autonomía de su voluntad privada
y mediante la concordancia entre dos o más voluntad'es, regulen sus derechos
creando, regulando, modificando o extinguiendo relaciones jurídicas patrimo-
niales, es lógico que produzcá sus efectos entre los otorgantes. Es decir, la
eficacia del contrato, en cuanto creqdor de normas jurídicas entre particulares
(privados), queda limitada a las partes que han intervenido en su celebración
y los herederos de éstas por ser quienes las suceden en todos sus derechos
y obligaciones; los terceros no se pueden perjudicar ni beneficiar con un con-
trato en el cual no son parte. De atlí nace la norma que reza: "Los contratos
sólo producen efectos entre las pañes que los otorgan y sus herederos, salvo
en cuanto a éstos si se trata de derechos y obligaciones no transmisibles"
(art. 1363). Sin embargo, como veremos más adelante, esta regla presenta
excepciones por las que el contrato puede producir efectos favorables o des-
favorables para terceros.
't20 Como dice VALPUESTA FeR¡¡Áruoez: "el fundamento de la relatividad contractual está en la
misma esenbia del contrato, de la misma manera que es una manifestación de la autono-
mía de la voluntad, sólo compete a quienes libremente lo concertaron, intelegir lo contrarío
supondria que una persona quedase obligada por decisión de otra, sin que previamente le
haya autorizado, otorgándole representación o ratificado con posterioridad; de lo que hay
que salvar lógicamente, la represéntación legal que encuentre su rat¡o en la norma iurídica
que la impone' (VALPUESTA FEn¡¡Áruoez, María Rosario [coordinadora], Derecho civil. De-
recho de obligaciones y contratos,3-" ed., l'irant lo blanch, Valencia, 1998, p. 431).
121 De la eficacia ¡nter partes"sólo se puede hablar en el campo de los contratos, o negocios
bilaterales, es decir, donde hay, por lo menos, dos partes. En los negocios unilaterales la
elicacia trente a los terceros, considerados terceros todos cuantos no sean los sujetos del
negocio, es un hecho, incluso, normai: el despido, la renuncia, la remisión de ladeuda,
la revocacíón etc., tienen efecto para el declarante, pero normalmente, y directamente,
también para otra persona que respecto del negocio es un tercero" (BAHBERO, Doméni-
ANÍBAL TORRES VASQUEZ
tiene efectos frente a terceros, sino en los casos previstos por la ley. Si las
partes celebran el contrato regulando sus propios intereses es lógico que los
efectos contractuales sean para ellas.
Son parfes u otorgantes del contrato los que íntervíenen en su éelebración
por sí o mediante representante. Las partes contratantes son los titulares de los
intereses regulados en el contrato; ellas son las que adquieren los derechos y
contraen las obligaciones derivadas del contrato.
El representante de las partes actúa por cueirta, en representación y en
nombre de estás, por tanto, no adquíere ningún derecho ní contrae ninguna
obligación originada por el contrato. Los efectos del contrato celebrado por
representante se producen directamente en la esfera jurídica del representado.
Es parte en elcontrato el representado, no el representante.
Excepcionalmente, por disposición de la ley, es parte contratante quien
no ha intervenido en la celebración del contrato, pero que es afectado direc-
tamente en sus derechos. Por ejemplo, conforme al art. 1708.1, en caso de
enajenación de bien arrendado inscrito, el adquirente (quien no ha intervenido
en la celebración del arrendamiento) deberá respetar el contrato, quedando
sustituido desde el momento de su adquisición en todos los derechos y obli-
gaciones del arrendador.
A la parte o su representante que suscribe el contrato se le denomina
signatario.
El signatario es el firmante del contrato cuando éste se ha celebrado por
escrito. El signatario puede ser el propio otorgante cuando él interviene perso-
nalmente en la celebración del contrato ejercíendo su derecho o puede ser su
representante, quien luego de firmar el documento que contiene el contrato, per-
manece como un tercero que no se perjudica ni se beneficia con dicho negocio.
Los contratos consensuales celebrados por escrito no requieren ser firma-
dos, sin embargo, el hecho de no haber sido firmados puede presentar dificul-
tades para probar su existencia. Algunos contratos con forma escrita solemne,
v. gr., la carta tianza bancaria no necesita ser firmada por el acreedor a favor
de quien ha sido otorgada, puesto que la ley establece que se debe celebrar
por escrito, pero no dice que debe serfirrnada (art. 1871). En los contratos
informáticos se utiliza la firma digital.
co, Sístema del Derecho pivado, trad. de Santiago Sentís Melendo, E,jea, Buenos Aires,
1967, T. l, p. 612).
122 La regla de la relatividad del contrato comprende a los herederos de las partes. Aquí no se
puede hablar todavía de eficacia del contrato respecto a terceros, por cuanto el sucesor a
título universal deviene en parte del contrato, entrando en la posición contractual de causa
habiente (BrANcA, Diritto civile, cit., T. lll, p. 566).
ANÍBAL ToRRES VÁsoUEz
b.3. Terceros
12g En el Derecho romano, la obligación se creaba y producía sus efectos entre primus y
secundos, terfrus (tercero) era persona extraña a la obligación con la cual no se podía
beneficiar ni Perjudicar.
ANIBAL TORRES VASGUEZ
124 CÓD|GO clvlL PERUANo, ARrÍcuuo 735: "La institución de heredero es a tÍtulo universal
y comprende la totalidad de los bienes, derechos y obligaciones que constituyen la heren-
cia o una cuota parte de ellos. La institución de legatarío es a título particular y se limita
a determinados bienes, salvo lo díspuesto en el artículo 756. El error del testador en la
denominación de uno y otro no modifica la naturaleza de la disposición."
125 JOSSERAND, Louis, Derecho civil, cit., T. ll [Contratos], Vol. Il, p. 187 .
126 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Contratos, Ediar, Buenos Aires, 1981 , p.289.
127 BARBERO, Domenico, Sistema del Derecho privado, trad. de Santiago Sentís Melendo,
4.
Ejea, Buenos Aires, 'l g67, T. lll, p. :
128 ALTERINT, Atilio Aníbal I Árr¡enl, Oscar José / LÓPEZ CABANA, Roberto M., Derecho dé
obligaciones civiles y comerciales,4a ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993, p. 30.
129 También en el legado, un acto unilateral, se establece que si el bien legado estuviere su-
jeto a usufructo, uso o habitación a lavor de tercera persona, el legatario respetará estos
derechos hasta que se extingan (art.761).
130 CóDrco Clvtt-. AnrÍculo 1206: "La cesión es el acto de disposición en virtud del cual el
cedente trasmite al cesionario el derecho a exigir la prestación a cargo de su deudor, que
se ha obligado a transferir por un título distinto. La cesión puede hacerse aun sin el asen-
timiento del deudor."
INslruro p¡cÍrrco g
ANIBAL TORRES VASAUEZ
Sin embargo, ocurre a veces que el tercero es ajeno a un contrato, pero tiene
en él algún interés o derecho por estar vinculado econórnica o jurídicamente
con una de las partes; ya en el momento de celebrarse, ya en su curso o por
razón de sus efectos. Ejemplo: "A", acreedor hipotecario de "8", eslercero con
relación al contrato de compraventa del bien hipotecado a su favor celebrado
entre el hípotecante "B", como vendedor, y "O", como comprador; mientras "C"
es tercero con relación al acto jurídico de constitución de hipoteca celebrado
entre "8" y "A"i sin embargo, el gravamen hipot&ario alcanza al comprador
"C", quien hasta puede perder el bien, en caso de ejecución si el deudor "B"
no paga la deuda (art. 11 17).
INST¡TUTo pncÍrtco
ANiBAt ToRRES vÁsouez
En otros casos hay una eficacia refleja del contrato que es aquella que, por
efecto de la celebración del contrato, se refleja tambíén en el patrimonio de
terceras personasl31.
rNsrlTUTo p.ccírtco
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
que las partes pueden determinar libremente el contenido delcontrato. Sin em-
bargo, como lo demostramos más adelante, el contenido es más comprensivo
que elobieto del contrato.
Elcontenido delcontrato son las reglas de conducta a las quedeben su-
bordinarse las partes contratantes. Puede ser el resultado de la negociacíón
entre ambas partes contratantes un contenido acordado por todas las
paftes contratantes-, o puede ser-essuministrado por una de las partes que lo
ha predispuesto prevíamente --es obra exclusíva de una de las partes-, a la
que la otra presta su adhesión, como ocurre, por ejemplo, con los contratos por
adhesión y en los concluidos mediante cláusulas generales de contratación.
Pero en ambas situaciones, hay una declaración sobre la cual las dos partes
consienten, "no pudiéndose desconocer que la adhesión, aunque consista en
la aceptación incondicional de reglas de conducta suministradas por otro es,
al menos formalmente, un acto de libre voluntad que no puede ser constreñido
a formalizad'1s.
El acuerdo de las panes no es un consenso indeterminado y abstracto,
sino puntualconcordancia de las voluntades de las partes sobre una reglamen-
tación concreta. En este sentido, el término acuerdo, además de designar fa
fase de conclusión del perfeccionamiento del contrato, asume un significado
coincidente con el de contenido delcontrato. La expresión "contenido delcon-
trato" es usada para designar, en su acepción más comprensiva, todo aquello
que en el contrato se ha dicho y escritol3s.
En esta acepción amplía, formal, se distingue lo que constituye la regu-
lación de los intereses de las partes de lo que representa la mera exposición
de circunstancias o manifestaciones de deseo, es decir, entre declaraciones
dispositivas y enunciativas.
Considerado el contrato como un instrumento de la autonomía de la vo-
luntad privada para la autorregulación de intereses, el contenido, en su sentido
sustancial, técnico, es solamente la parte dispositiva del contrato, es decir, el
conjunto de normas particulares que las partes han dictado con el contrato.
El contenido dispositivo del contrato es el conjunto de reglas mediante
Ias cuales los contratantes determínan la relación jurídica que los vincula. El
contenido enunciativo está dado por declaraciones no normativas, sino simple-
mente aclarativas, como la descripción de ciertos hechos mediante los cuales
las partes aclaran los antecedentes del contrato, los mismos que pueden servir
para interpretar el sentido y alcance de los derechos y obligaciones que se
derivan del-acuerdo.
El contenido formal son todas las declaraciones de las partes sean o no
dispositivas; todo eltexto contractual. El contenido sustancial es el contenido
INSTlTUTo pAcÍFlco
E
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ
Por disposición del art. 1364, el pago de los gastos y tributos que origine
ia celebración del contrato se dividen por igual entre las partes contratantes.
Esta regla presenta dos excepciones: 1) que las partes hayan acordado una
proporción distinta o que una sola de ellas asume el pago de la totalidad de
tales gastos y tributos;y 2) que la ley disponga cuál de los contratantes debe
pagar los gastos y tributos o los exonere de tales obligaciones. Ejemplos:
1) Decreto Supremo Ne 15O-2004-Eñ Texto Único Ordenado de la Ley
de Tributación Municipal. lrnpuesto de alcabala:
- El impuesto de alcabala grava las transferencias de propiedad
de los bienes inrnuebles urbanos o rústicos a título oneroso o
gratuito (art.21).
- La tasa del impuesto es de 3oA, siendo de cargo exclusivo del
comprador, sin admitir pacto en contrario. No está afecto eltra-
mo comprendido por las primeras 10 ulT del valor del inmueble
(art. 25).
- La primera venta de inmuebles que realizan las empresas cons-
tructoras no se encuentra afecta al impuesto, salvo en la'parte
correspondiente al valor del terreno (arL 22).
- Están inafectas del irnpuesto las siguientes transferencias: a)
Los anticípos de legítima. b) Las que se produzcan por causa
de rnuerte. c) La resolución del contrato de transferencia que se
produzca antes de la cancelación del precio. d) Las transferen-
cias de aeronaves y naves. e) Las de derechos sobre inmuebles
que no conlleven la transmisión de propiedad. f) Las producidas
por la división y partición de la rnasa hereditaria, de ganancias o
de condóminos originarios. g) Las de alícuotas entre herederos
o de condóminos originarios (art' 27)'
2) Decreto Supremo Ne 009-99-MlC, Texto Única Ordenado de ta Ley de
Promoción delAcceso a la Propiedad Formal. Elart. 34 exonera del
INSTITUTO PAC]FICO
E
ANíBAt ToRRES VÁsQUEz
2. obligación? Ciit¡cá
¿Extinción del contrato y supervivencia de la
se afirma que el contrato deja de existir (se extingue, desaparece) una
ya no tiene
vez que crea la ielación juiídica, porque a partir de ese momento
138 cÓucocl./lL.ARrícut-o1365:..Enlosconlratosdeejecucióncontinuadaquenotengan
puede ponerle fin me'
plazo convencional o legal determinado, cualquiera de las partes
previo remñido por la vía notarial'con una anticipación no menor de treinta
biante aviso
el contrato queda resuelto de pleno derecho''
días. TranscurriOo el ptazo corieslonOiente
jsi
RnfíiULO i61S: la duración del suministro no se encuentra estableci-
139 óOolCO ClVlt-.
del contrato dando aviso previo en el plazo
da, cada una de las partes puede separarse
pactaOo, o, en su Oe',ecto, dLntro de un plazo no menor de treinta días''
boorco Civrr-. ARrícu¡o 1703: "Se pone fin a un arrendamiento de duración indetermina'
da dando aviso judicial o extrajudicial al otro contratante'"
ANIBAL TORRES VASQUEZ
ninguna otra función que cumplir. Por tanto no hay ejecución del contrato, que
ya no existe, sino ejecución de la obligación1€.
No participamos de esta opinión por cuanto la relación jurídica contractual
es un concepto, una significación, que, como todo producto cultural¡ tiene ne-
cesariamente un substrato o soporte material que es el contrato, ya sea éste
verbal o escrito o esté contenido en soportes informáticos, etc.
Con fines de esclarecimiento, analicemos esto desde el punto de vista del
contrato como norma panicular. Por el contrato laslartes regulan sus relacio-
nes jurídicas con carácter vinculante, esto es, se dan normas a sí mismas. El
contrato, como elacto jurídico en general, contiene una norma jurídica particular
diferente de la norma general contenida en la ley o en la costumbre y distinta,
también, de la norma individualizada contenida.en la sentencia o resolución
administrativa o laudo arbitral. El legislador frente a sus propias limitaciones
delega en los particulares para que, en ejercicio de la autonomía de la voluntad
privada, establezcan sus propias normas pañiculares de conducta, siempre
que no transgredan las normas imperativas, el orden público o las buenas
costumbres. Esto es, el acto jurídíco cumple una función reguladora de con-
ducta humana social, de relaciones sociales con trascendencia jurídica. Por
eso, las normas creadas por los particulares en sus negocios, especialmente
en sus contratos, constituyen parte integrante del ordenamiento jurídico de
un país, conjuntamente con las normas generales y con las individualizadas,
y el cumplimiento de todas ellas está garantizado por la tuerza coercitiva que
monopoliza el Estado. Tan cieño es esto que los magistrados, para resolver un
conflicto derivado de un contrato, lo primero que tienen que hacer es aplicar el
contrato; solamente si hay vacíos en el contrato, aplica las norrnas supletorias
contenidas en elCódigo u otros cuerpos legales.
Las normas generales están contenidas en la ley, la costumbre, los
principios generales; las normas particulares están contenidas en los actos o
negocios jurídicos, especialmente en los contratos; las norrnas individualizadas
y concretizadas están contenidas en las sentencias, en las resoluciones admi-
nístrativas, en los laudos arbitrales, etc. La norma es el mandato jurídico con
eficacia reguladora de conducta humana social; en cambio la ley, la costum-
bre, los precedentes judiciales, Ios principios generales, los actos o negocios
jurídicos, las sentencias, las resoluciones administrativas, los laudos arbitrales,
son los signos, formas o modos sensibles mediante los cuales se manifiestan
140 ARTAS-SCHREIBER, al hacer la exégesis del artículo 1402, dice: "que el nuevo Código
ha optado por la tesis según la cual el contrato, una vez cumplida su función de crear
la obligación, deja de existir y lo que se mant¡ene en pie es la obligación ya generada"
(AR|AS-SCHBETBEFT PEZET, Exégesis del Código civil peruano de 1 984, cit. [ed. 1986], T.
l, p. 158). DE LA PUENTE Y LAVALLE dice que el contrato deja de existir al crear la relación
jurídica porque no t¡ene otra función que desempeñar: "El contrato no obliga; lo que obliga
(valga la redundancia) es la obligación" (El contrato en general. Comentarios a la Sección
Primera del Libro Vll del Código Civi{ Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 199'l ,
Primera parte, T. lll, p.291).
141 SAVtcNy, F. C., Sistema del Derecho romano actual, trad. de Jacinto Mesía y Manuel Po-
ley, Góngora, Madrid,1878, T.l, p. 150.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAI IoRRES vesQuez
142 Además, al hablar de obligación anulada se genera una confusión, porque la palabra anu-
lación puede entenderse que se refiere Únicamenle a los aclos anulablesy no a los nulos,
cuando la imposibilidad de repelición de lo pagado tiene que estar referida a todo incapaz
ya sea absoluto o relativo.
144 ARIAS-SOHREÍBER PEZET, Max, Exégesis del código civil peruano de 1984,T. I (contra-
tos. Parte general), con la colaboración de Carlos Cárdenas Quirós, Ángela Arias-Schrei-
ber M. y Elvira Martínez Coco, Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p. 122.
chos reales sobre los bienes nacionales situado en elterritorio donde ejercen
el poder político, se podrían aprovechar indebidarnente de las ventajas que les
proporciona el poder para satisfacer sus intereses económicos personales en
perjuicio del interés general.
El ínc. 3 prohíbe a los funcionarios y servidores del sector público, los
bienes del organismo al que pertenecen y los confiados a su administración
o custodia o fos que para ser transferidos requieren de su íntervención. Los
organismos del sector público son los establecidos en la Constitución y en la
ley. Como en los casos anteriores, élfundamento de la prohibición es de moral
pública y de protección de los intereses generales de la comunidad.
La prohibición (inc. 4) a los magistrados judiciales, los árbitros y los auxi-
liares de justicia, de adquirir los bienes que estén o hayan estado en litigio ante
el juzgado o el tribunal en cuya jurisdicción ejercen o han ejercido sus funcio-
nes, también tiene un fundamento moral, dado a que si se les permitíeran su
adquisición orientarían el proceso de tal forma de beneficiarse con la decisión.
No se puede desconocer que en nuestra realidad no todos los jueces
actúan con ¡ndependencia y autonomía, sino son influenciables por los otros
jueces, especialmente por los de niveles superiores, por los que ejercen las
presidencias de cortes, los que integran el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,
los que tienen vinculaciones con el poder político de turno, etc., lo que justifica
que la prohibición comprenda a todos los jueces, árbitros y auxiliares de justicia
"en cuya jurisdicción ejercen o han ejercido sus funciones", y no solamente a
los que hayan intervenido en el litigio.
El inc. 5 tiene la misma prohibición del inciso anterior, pero referida a los
míembros del Ministerio Público, pero solamente con relación a los bienes
comprendidos en los procesos en que intervengan o hayan intervenido por
razón de su función.
El inc. 6 prohíbe que los abogados puedan adquirir los bienes que son
objeto de un juicio en que intervengan o hayan intervenido por razón de su pro-
fesión, por cuanto, si se les permitiera adquirir dichos bienes, hay.el peligro de
que puedan orientar la defensa en su propio beneficio y no de su cliente. Esta
prohibición se extiende hasta después de un año de conctuido el proceso en
todas sus instancias. La prohibición no rige respecto del pacto de cuotalltrs,'por
el que si el abogado logra que el proceso termine con una sentencia favorable
a su cliente, éste le paga cediéndole determinado quantum de lo que obtenga.
En el inc. 7, como en los anteriores casos, por razones morales se prohíbe
legalmente a los albaceas (o ejecutores testamentarios) que puedan adquirir
los bienes que administran en su calidad de tales.
Los albaceas pueden vender los bienes hereditarios con autorización ex-
presa deltestador, o de los herederos, o deljuez, en cuanto sean indispensables
para pagar las deudas de la herencia y los legados (art.786.7), pero no pueden
comprar para sí estos bienes por estar prohibido por el inc. 7 del art. 1366.
tNSTITUTo PAC|FICO
E
ANíBAL TORRES VASQUEZ
2. Alcances de la prohibición
145. AR|AS-SCHRETBER PEZET, Exégesis del Código civil peruano de 1984, cit. [ed. 199S], T. I
Las prohibiciones del inc. 6, para los abogados, y del inc. 7, para los
albaceas, dei art. 1366, no son de aplicación cuando se trata del derecho de
copropiedad y de la dación en pago (datio in solutum).
1. Definiciones legales
El art. 140 define al acto jurídico como la manifestación de voluntad des-
tinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas, patrimoniales
o extrapatrimoniales. Y el art. 1351 establece que elcontrato es el acuerdo de
dos o más partes para crear, regular, modificar o extínguir relaciones jurídicas
patrimoniales. El acto jurídico es el género y el contrato es una especie de
acto jurídico.
Con relació n al acto iurídico consigo mismo, el art. 166 establece: "Es anu-
lable el acto jurídico que el representante concluya consigo mismo, en nombre
INST¡TUTO PACIFICO
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
3. Evolución histórica
El Derecho romano no ha admitido, como regla general, el acto jurídico con-
sigo mismo, salvo excepciones fundadas en la utilidad práctica. Ulpiano decía,
asícomo eltutor puede pagar lo que debe y debe pagar a los acreedores del
pupilo, puede también pagarse a sí mismo, si hubiere dinero con qué hacer el
pago; Gayo expresaba que el poseedor podía dejar de poseer constituyéndose
poseedor a nombre de otro, pues en este caso este otro es el que posee; el
mismo Ulpiano indicaba, en cuanto al mutuo entre tutor y pupilo, que el tutor
podÍa hacer lo uno o lo otro sentándolo en el libro de cuentas. En Francia, la
ley de 24 dejulio de 1867 sobre sociedades autoriza a los administradores de
una sociedad por acciones para contratar con ella mediante la autorízación de
la asamblea de accionistasl4s.
La legislación, doctrina y jurisprudencia moderna, por principio, prohíben el
contrato consigo miSmo, y lo admiten excepcionalmente, haciendo prevalecer
la utilidad práctica sobre la construcción técnica.
La doctrina francesa prevaleciente entiende que el Código civil francés no
sanciona una prohibición generaldel autocontrato. La prohibición delmandatario
de adquirir el bien qüe el mandante le encargó vender (art. 1596 del Código
francéi), corresponáe a una categoría limitada de operaciones, la misma qÚe
no se puede extender a las demás. El proyecto de reforma del Código francés
contiene una norma en loS términos siguientes: "El representante no puede,
en nombre del representado, salvo que hubiere sido autorizado por este último
o por la ley, estipular por SU propia cuenta o por cuenta de otra persona que
representá. El representado puede ratificar tal acto en el caso que hubiera
podido autorizarlo"
El Código civil de Andrés Bello que rige en Colombia, Chile y Ecuador
admite el actó jurídico consigo mismo y sus efectos contractuales. El art.2171
1@cionesdeDerechocivilchitenoycomparado,EditorialJurídi.
ca de Chile, Santiago, 198S, T. Xl [Oe las obligaciones,ll]' p' 438'
ANíBAL ToRRES vÁseurz
del Código colombiano, el art. 2145 del Código chileno y elart. 2049 del Código
ecuatoriáno disponen que sise le encarga al mandatariotomardinero prestado,
"podrá prestarlo él mismo al ínterés designado porel mandante, o a falta de esta
designación, al interés corriente; pero facultado para colocar dinerg a interés,
no pódrá tomarlo prestado para sí sín aprobación del mandante". El art.2170
del Código colombiano , el 2144 del Código chileno y el2048 del Código ecua-
toriano establecen: "No podrá el mandatario pÓr sí ni por interpósita persona,
comprar las cosas que el mandante le ha ordenado vender, ni vender de lo
Suyo al mandante lo que éste le ha ordenado comprar, si no fuere con apro-
bación expresa del mandante". En estos países, sielmandante ha autorízado
el autocontrato, no hay inconveniente alguno. Si el mandante lo ha prohibido,
el mandatario no podrá celebrarlo consigo mismo. En la gestión de tomar di-
nero prestado Io faculta expresamente al mandatario para prestarlo él mísmo.
No puede el mandatario comprar las cosas que Se le ha ordenado vender, ni
vender lo suyo al mandante, salvo con aprobación expresa (no tácita) de éste'
El Código civíl argentino en su art. 1918 dispone: "No podrá el mandatario
por sí ni por persona interpuesta, comprar las cosas que el mandante le ha
ordenado vender, ni vender de lo suyo al mandante, lo que éste le ha ordenado
comprar, si no fuese Con Su aprobación expresa". El art. 1361 : "Es prohibida la
compra, aunque sea en remate público, por sí o por interpuesta persona: [...] 4.
A los mandatarios, de los bienes que están encargados de vender por cuenta
de sus comitentes". La fuente del art. 1918 es el a¡l.2144 delCódigo chileno.
El autocontrato de compraventa está prohibido, salvo autorizaciÓn expresa del
mandante. Se trata de un contrato prohibido sancionado con la anulabilidad.
En cuanto al autocontrato de mutuo, el art. 1919 del Código argentino se-
ñala; "Si fuese encargado de tomar dinero prestado, podrá prestarlo él mismo
al interés corriente; pero facultado para dar dinero a interés, no podrá tomarlo
prestado para sí, sin aprobación del mandante". El antecedente lo constituye
el art. 2145 del Código chileno. Para el mandato de tomar dinero prestado,
el mandatario podrá prestarlo él mismo al interés corriente, sín necesidad de
autorización del mandante. En cambio, cuando el mandatario hubiera sido
facultado para dar dinero a interés, por el marcado conflicto de intereses que
podría conducir a que el mandatario prefiera su propio interés al del mandante,
el autocontrato requiere de la aprobación del mandante.
El Código civil español no regula la figura del autocontrato. En algunos
casos lo prohíbe expresamente, por ejempfo, el art. 1459 prohíbe al tutor, al
mandatario y al albacea la compra para sí o por persona intermedia, de los
bienes que tienen confiados; el art. 267 del Código de comercio prohíbe al
comisionista comprar para sí o para otro lo que se le haya mandado vender,
nivenderá lo que se le haya encargado comprar, sin licencia del comitente. La
jurisprudencia antigua se manifestó contraria a esta figura jurídica. La doctrina
jurisprudencial contraria destaca que si bien el Derecho positivo parece recha-
zar esta fígura, lo es con la finalidad de prevenir toda colisión de intereses que
149 HeRf'¡Át¡oeZ GlL, Francisco, "Deber de cumplir el encargo", en SIEFIRA GIL DE LA CUESTA,
lgnacio (director), Comentarios al Código Civil,f. Vll-B, Bosch, Barcelona' 2000, p.937'
150 La figura del contrato consigo mismo se produce en dos casos. En el primero se'tiene el
denominado autocontrato: el representante entra como contraparte sustancial en rel con-
trato que celebra por la parte representada por él (A, recibido de B el poder para vendel
compra para sí mismo el bien de B; o bien, A recibido de B el poder para adquirir, vende su
propio bien para B, es decir, actúa como vendedor por derecho propio y como comprador
en representación de B). El segundo caso es el de la denominada doble representación:
el representante redacta el contrato en representación de ambas partes (A, recibido de X
el poder para vender y de Y el poder para comprar, hace la compraventa en nombre tanto
de X como de Y) (RoPPo, El contrato, cit., p. 278).
151 'Se estuctura el autocontrato cuando el representante, en ejercicio de sus funciones como
tal, realiza Un acto jurídico en nombre de su representado y, a la vez, en el suyo propio,
bien sea formando con aquel una misma parte en dicho acto, o bien constituyéndose en su
INSTITUTO PACIFICO
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
se apl¡ca el art. 1908 del Código argentino que dispone que "el mandatario no
ejecutará fielmente el mandato, si hubiese oposición entre sus intereses y los
del mandante, y diese preferencia a los.suyos".
Es inconcebible que una persona, actuando en,una sola calidad, pueda
celebrar un contrato con ella misma; no se puede seia lavezdeudor y acree-
dor de sí mismo. "En ningún caso podrá haber contrato si esta persona actúa
para ella misma en una sola calidad"ls. De ahí que hablar de contrato consigo
mismo o autocontrato parece un coqtrasentido. Sin embargo, es concebible el
contrato consigo mismo cuando una sola peisona es parte en un acto jurídico
en dos condiciones diferentes.
Como dice Messinaorss, "del principio según el cual, para la existencia
del contrato se necesitan dos declaraciones de voluntad, procedentes de dos
partes diversas, constituye excepción la figura del llamado auto-contrafo (co-
rrientemente, y más exactamente, denominado contrato consigo mismo), en el
que /a actividad y la declaración de una sola parté, en dos distintas calidades
(p. ej., representante que declara un lade- en nombre propio y el
-por -por
otro- en nombre del representado), basta-en los casos en que está admiti-
do- para la realización del contrato.
Por principio la autocontratación está prohibida, solamente está permitida
en casos excepcionales. El art. 166 señala el principio de la anulabilidad del
contrato consigo mismo, y las excepciones en las que se le permite, no siendo
posible fuera de ellos.
Con la prohibición del autocontrato, como principio general, se protege al
representado cuando los intereses de éste son opuestos con los del represen-
tante o de un tercerols6, protección que la ley concilia con las necesidades del
tráfico estableciendo excepciones en las cuales está permitido.
No obstante que el contrato es el acuerdo de las manifestaciones de volun-
tades de dos o más partes, en la vida práctica de relación socialsiempre habrá
la necesidad de preguntarnos ¿si se puede perfeccionar un contrato rnediante
la declaración de voluntad de una sola pafte actuando en una doble calidad?
El representante que tiene poder de disposición del patrimonio del repre'
sentado (representación simple), ¿podrá perfeccionar un contrato entre él!
su representado?
154 LARRSUMET, Christian, Teoría general del contrato, trad. de Jorge Guerrero Fl., Temis,
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAt ToRRES vnsouez
157 OSORIO MORALES, Juan y OSORIO SERRANO, Juan Mlguel, Teoría general de la obli-
gación', en SÁr'¡cHrz CALERo, Francisco Javier (coordinador), Curso de Derecho civil ll.
Derecho de obligaciones, contratos y responsabilidad por hechos ilícitos,3a ed., Tjrant lo
blanch, Valencia, 2004, p. 260.
158 "De la esencia jurídica del autocontrato se desprende que este es un contrato, tanto en su
estructura, porque existen, por lo menos, dos partes, como en lo atinente a su formación,
ya que hay consentimiento contractual que surge de, por lo menos, dos declaraciones de
voluntad aunque provenientes de una sola persona, en cuanto ésta actúa, no sólo a nom-
bre propio, sino también en calidad de representante del otro contratante (o aun en calidad
de representante de ambos contratantes: doble representación)" (SPOTA, lnstituciones de
Derecho civil. Contratos, cit., Vol. ll,p.42).
159 OSORIO MORALES y OSORIO SEFIRANO ("Teoría general de la obligación', cit., p.260)
refieren que la jurisprudencia española ha resuelto estableciendo "que cuando existe opo-
sición de intereses, como normalmente la hay en todos los contratos, el padre no puede
utilizar el poder de representación legal que la ley le otorga para celebrar por sÍ un contrato
con el hijo sometido a su potestad. Pero como esa prohibición sólo entra en juego cuando
hay intereses opuestos, la práctica y la .iurisprudencia (registral) admiten que cuando se .
traia de una donación simple no existe inconveniente en que el padre done y acepte al
mismo tiempo en representación del hijo, celebrando un verdadero autocontrato; y ello
porque en tal supuesto no se produce una colisión de intereses que ponga en riesgo
ia imparcialidad del autocontratante (sentencias del T.S. del 05.11.1956 y 30.11.1968; y
Resoluciones de la Dirección General de los Flegistros y del Notariado del 09.03.'1943,
26.09.1 951 y 15.07.1 952)".
rNsTlruTo pncí¡tco g
ANíBAL ToRRES vesouez
éste; en tal acto concurren forzosamente las voluntades de las dos partes: del
representado y del representante; siempre hay una oferta y una aceptación.
Como se aprecia en el ejemplo, no hay duda que el autocontrato surge porque
hay un acuerdo entre representado y representante, y tarnpoco hay duda que
de tal acto Surgen obligaciones recíprocas propias de la compraventa para el
representante y para el representado; consiguíentemente su naturaleza con-
tractual debería estar fuera de discusiónle.
6. Anulabilidaddel (ontratoionsigomismo
Hay conllicto de intereses cuando el representante persigue un interés
propio o de un tercero que es inconciliable con el interés del representado.
Esto ocurre cuando el representante abusa del poder del cual es titular cuando
celebra el acto jurídico representativo sin perseguir la satisfacción del interés
del representado, sino el suyo propio o el de un tercero (el de uno de sus re-
presentados en la representación doble), es decir, ejerce el poder de represen-
tación para un fin diverso para el cualfue conferido, originando un conflicto de
intereses entre representante y representadol6l. El conflicto de intereses tiene
una particular manifestación en el contrato consigo mismo.
El Código civil italiano prescribe: Art. 1394. Conflicto de intereses. El contra-
to concluido por el representante en conflicto de intereses con el representado
podrá ser anulado a instancia del representado, si elconflicto era conocido o
conocible por el tercero.
Hay abuso del poder representativo cuando el representante actúa en con-
flicto de intereses con el representado. Si el representante celebra uh contrato
sin perseguir el interés del representado, sino el interés propio o el de un tercero,
abusa del poder que le ha conferido el representado. Pero no todo abuso de
poder del representante Supone un conflicto de intereses, pues puede ocurrir
que el representante, aun en ausencia de un efectivo conflicto, haga un mal
160 "Es evidente que la obligación que emana del acto jurídico consigo mismo es de orden
contractual. Estimamos, por esto, que Planiol y Flipert están más en la verdad, cuando,
prescindiendo de buscar la explicación doctrinal de esta institución en la teoría que hace
de la obligación una simple relación entre dos patrimonios, en lugar de dos personasi se'
gún el criterio de Rómer, Arno, Pilon y Gouget; o en la teoría del acto unilateral con efecto
óontractual, preconizada por Rúmelín y Barasi y sostenida por Demogue y Vallimaresco,
sostienen que la idea del contrato consigo mismo es una prolongación extrema en verdad
pero lógica, de la idea de representación" (CLARO SOLAR, Explicaciones de Derecho civil
chileno y comparado, cit., T. Xl, p.442).
161 La jurisprudencia española ha resuelto "hay acuerdo en la doctrina y en la jurisprudencia en
qué forma de cont¡atacién sería jurídicamente ineficaz cuando a través de ella se realicen
actos abusivos del representante por existir un conflicto de intereses más o menos encu-
biertos que haga incompatible la actuación de una sola persona operando por sÍ misma y
alavezen representación de otras que tienen intereses contrapuestos, y entonces, si hay
evidente peligro de parcialidad en perjuicio de tos representantes, ello acarrearía ineludible-
mente la inválidez del contrato' (STS de 9 de junio de 1997) (SIERRA GIL DE LA CUESTA,
lgnacio [director], Comentarios at Código CivL Bosch, Barcelona, 2000, T. 6, p' 530)'
ANÍBAL ToRRES vnsourz
que se pague por el bien el mayor precio que sea posible y, por otro lado, está
el interés de mi representante consistente en pagar el menor precio posible;
por esta razónla ley establece que este acto es anulable a misolicitud.
Para que el autocontrato sea anulable no es nqcesario un daño efectivo,
basta elconflicto de intereses potencialmente dañoso1e. El daño efectivo origina
la obligación de resarcimiento,.además de la anulación del contrato. El conflicto
de intereses puede ser patrimonial o moral. No hay conflicto, por ejemplo, si
el representante ha administrado mal el negocio; cuando los intereses del re-
presentante y del representado no están en conflicto, sino son convergentes;
cuando el bien se vende a un precio cierto de lista; cuando el representado ha
autorizado el contrato consigo misrno.
La existencia del conflicto de intereses entre representante y represen-
tado no ocasiona la invalidez del contrato consigo mismo frente a los terceros
adquirentes a título oneroso y de buena fe, más aún cuando el derecho de
estos esté inscrito (art. 2014). En otros términos, el conflicto de intereses que
pueda existir en el contrato consigo mismo carece de relevancia frente a los
terceros que han,actuado de buena fe, sin perjuicio, desde luego, de la posible
indemnización a que quede obligado el representante.
1il Por ejemplo, la casación italiana ha considerado anulable el contrato de venta de un in-
mueble a una sociedad de la cual la mujer del representante era la administradora única y
titular de la mitad del capital, por un precio que en nada corresponde al valor del mercado
(Cass. 3386/1985) (cfr. FBANCESCHETTI, Paolo, ll contrafto, reimpr., Edizione Giuridiche
Simone, Nápoles, 20A6, p. 324).
ANíBAt roRREs vxourz
8. Naturaleza jurídica
La figura delcontrato consigo mísrna siempre ha estado en discusión. Se
ha sostenido que no tíene utilidad práctica; su imposibitidad, desde el punto
de vista teórico, es una figura anórnala en cuanto falta un acuerdo verdadero
y propio, en el sentido del acuerdo de voluntades de dos partes contratantes,
una como oferente y otra como aceptante.
Algunos autores consideran que el contrato consigo mismo, en unos
casos entra en el esquema delcontrato y en otros no. Así, MessineoloT afirma
que el contrato consigo mismo entra en el esquerna del contrato cuando lo ha
autorizado el representado, porque, en este caso, existe junto a la voluntad del
representante, también la voluntad del representado, previamente manifestada
al representante. En cambio, no reviste el carácter técnico de contrato, a pesar
de que la ley lo califique como tal, cuando su contenido ha sido determinado
rNSTrruro p¡cÍflco
E
ANíBAL TORRES VÁSQUEZ
pues, un acto híbrido, que participa del acto unilateral por el hecho de existir
una sola voluntad, y del contrato por el hecho de haber dos patrimonios en
presencia. La expresión.acto jurídico consigo mismo es así una imagen que
expresa la idea que una sola voluntad puede producir los mismos efectos que
un contrato".
d. Tesis contractual
La legislación y doctrina moderna reconocen la calidad de contrato al
contrato consigo mismo.
Algunos autores, con el fin de justificar la naturaleza contractual del con-
trato consigo mismo hacen algunos reaiusten sobre el concepto de contrato,
diciendo que la necesaria presencia en el contrato de dos o más partes no
equivale a la presencia de dos o más sujetos. La palabra parte indica un centro
de referencia de intereses, por eso varios sujetos, sison portadores de intereses
idénticos, constituyen una sola parte, mientras un solo sujeto puede ser, en
casos particulares, punto de referencia de dos centros de intereses distintos
como sucede con el contrato consigo mismol75.
La verdad es que en el contrato consigo mismo el representante hace dos
manifestaciones de voluntad; sea la representación simple o doble. Si bien el
representante manifiesta su propia voluntad, ésta siempre está delimitada, en
menor o mayor medida, por la voluntad del representado, tan ciefto es esto que
el representante no puede excederse de las facultades que le ha conferido su
poderdante (principio de literalidad del poder). Por ejemplo, el representante
que compra el bien de su representado (representación simple), de un lado,
manifiesta su voluntad por derecho propio (en el ejemplo, como comprador),
y, del otro, manifiesta su voluntad como representante (en el ejemplo, como
vendedor). En la representación doble, el representante autocontratante hace
una manifestación de voluntad por cada una de las partes contratantes. Siempre
en el autocontrato hay dos o más partes (vendedor y cornprador, arrendador
y arrendatario, etc.), no está ausente la oferta y la aceptación, hay un acuerdo
de voluntades declaradas sólo por el representante. En el autocontrato de
compraventa está presente la voluntad del representado vendedor (é1, y no el
representante, es el que vende) y la voluntad del representante comprador (en
la representación simple); o la voluntad del representado vendedor y lavoluntad
del representado comprador (en la representación doble), las dos expresadas
por el representante.
1'
poderes vendo la casa de Juan a María, ¿alguien puede sostener que en este
contrato no hay un vendedor Juan y una compradora María? En fin, el debate
está abierto, pero debatan ajustándose a la realidad social, porque el Derecho
es eso: realidad social, no es pura ficción. r
176 ENNECCEBUS, Ludwig / KIPP, Theodor i WOLFF, Marlin, Tratado de Derecho civil,lrad. de
la 39a ed. alemana por Blas Pérez González y José Alguer, 3? ed., Bosch, Barcelona, 1981,
T. l, vol. lllNacimiento, extinción y modificación de los derechos subietivos. Pretensiones y
excepciones. Ejercicio y aseguramiento de los derechos], pp. 474 y 475.
177 CóDtco c¡vll nleuÁru [BGB], AHTícuLo 181 : Un representante no puede, en tanto que
otra cosa no le esté permitida, celebrar en nombre del representado consigo mismo en
propio nombre o como representante de un tercero un riegocio jurídico consistente exclu-
sivamente en el cumplimiento de una obligación.
178 ENNEoCERUSKIPPiryoLFF, Tratado de Derecho civil, cit. [ed. 1981], T. I' vol. ll, pp. 482 y ss.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAt TORRES VASQUEZ
INSfITUTO PACIFICO
E
ANÍBAL IORRES VÁSQUEz
ción del conflicto haya sido prevista y aceptada anticipadamente por el representado
o cuando el contenido del negocio haya sido predeterminado por el interesado en
forma que evite, a su juicio, la posibilidad del conflicto; el segundo supuesto excluye
de la anulabilidad, ya que es el propio representante el que determina el contenido
del acto jurídico y debe celebrarlo con las medidas que su prudencia le hagan adop-
tar, hecho que sucede en el presente caso, en este caso, existen dos acfos jurídicos
en los que no se configura el supuesto contemplado en el artículo ciento sesenta y
seis del Código Sustantivo ya que no se da una contratación consigo misma de la
representante de los demandantes al existi¡ por'un lado, un negocio jurídico que es
la constitución de garantía hipotecaria que otorgan lo-s cónyuges César Augusto Ba-
rrios lpenza y Emma lpenza Hermoza, representados por Carmen Rossio Barrios
lpenza a favor de la recurrente mediante la cual, se señala que la garantía hipotecaria
se constituía para garantizar las obligaciones que tuviera o pudiese contraer la em-
presa Digiservice Sociedad de Responsabilidad Limitada hasta por la suma de cua-
renta mil dólares americanos; es así que, los actores otorgan facultades a la code-
mandada para const¡tuir hipoteca sobre sus inmuebles; por otro lado, existe un
contrato de mutuo mediante el cual, la Cooperativa le otorgó un préstamo a la empre-
sa Digiservice Sociedad de Responsabilidad Limitada, siendo ésta representada por
Carmen Rossio Barrios; es así que, no existe el supuesto de contratación consigo
misma ya que, si bien es cierto, Carmen Rossio Barrios representaba por un lado a
los demandantes y por otro lado a la empresa Digiservice; los dos actos jurídícos que
realizó en su calidad de representante son independientes, uno es sobre garantía
hipotecaria y otro es sobre mutuo; en el primero intervienen los actores con la Coope-
rativa y en el segundo interviene Digiservice con la Cooperativa; CONSIDERANDO:
Primero.- Que, el artículo ciento sesenta y seis del Código Civil, regula lo que en
doctrina sobre representación de las personas se conoce con el nombre de "acto ju-
rídico'consígo mismo" o "autocontrato", en virtud del cual se sanciona con anulabili-
dad al acto jurídico que concluye el representante de una persona (natural o jurídica)
con él mismo, ya sea como beneliciario en nombre propio o actuando en representa-
ción de la otra parte. Al respecto, Aníbal Torres Vásquez ha señalado que el acto ju-
rídico consigo mismo "[...] es el celebrado por una persona por sí sola, actuando, a la
vez, como parte interesada y como representante de la otra (representación simple),
o como representante de ambas partes (representación doble)" (Acto Jurídico,2e ed.,
ldemsa, Lima, 2001 , p. 381). Como puede advertirse, Ia anulabilidad que sanciona la
norma importa que la actuación del representante como tal, apoderado o por sí solo,
se proyecte a ambas partes del contrato y no sólo a una de ellas; Segundo.- Que,
conviene precisar que la hipoteca t¡ene por finalidad afectar un inmueble en garantía
del cumplimiento de cualquier obligación, propia o de un tercero. Esta definición,
prevista en el artículo mil noventa y siete del Código Civil, nos permite establecer los
siguientes parámetros: a) que existe de un lado un sujeto hipotecante, que no es otro
que el que grava el bien de su propiedad; b) que existe un sujeto garantizado o a cuyo
favor se constituye el gravamen; y c) que el objeto perseguido es garantizar una deu-
da, ya sea propia del hipotecante o de un tercero. Como puede advertirse, la ley sólo
contempla la participac¡ón de dos sujetos en la constitución de una hipoteca: el pro-
pietario del bien y el acreedor (sea éste del propietario referido o de un tercero ajeno);
es claro entonces que la relación jurídica contractual que se establezca al suscribir un
contrato de esta naturaleza para §arantizar, como seria entre otros, la deuda de un
tercero, no depende en absoluto de la intervención de éste ni su participación es de-
terminante para su validez formal, pues la ley sólo requiere para que se configure tal,
la convergencia de los requisitos previstos en los art[culos mil noventa y ocho y mil
noventa y nueve del Código Civil; Tercero.- Que, la pretensión subordinada conteni-
da en la demanda de fojas dieciocho, y amparada por las instancias de mérito, persi-
gue que se declare la nulidad por "causal de anulabilidad" (síc) prevista en el artículo
ciento sesenta y seis del Código Civil, respecto del acto jurídico contenido en la Es-
critura Pública de Constitución de Hipoteca del veinte de abril de mil novecientos
noventa y ocho que efectuó la apoderada Carmen Rossio Barrios lpenza en razón de
haber intervenido en dicho acto no sólo como representante de los demandantes sino
también como representante de la empresa DlGlsERVlcE sociedad de Responsabi-
lidad Limitada, empresa garantizada con la hipoteca constituida a favor de lá coope-
rativa de Usuarios de Ahorro y Crédito "Soroban"; Cuarto.- eue, en ese orden de
ideas, para el correcto análisis de la causal sustentada en la interpretación errónea
de una norma de derecho material, es necesario que exista previamente, por parte
del Juzgador, el establecimiento de conclusiones fácticas que deríven de una valora-
ción conjunta y razonada de la prueba, y la identificación inmediata de estos hechos
con los supuestos establecidos en una o varias normas jurídicas; en ese sentido,
para efectos_de establecer la correcta interpretación del artículo ciento sesenta y seis
del Código Civil, es necesario que las instancias de mérito establezcan lo siguiente:
a) la calidad de cada una de las personas que intervienen en la hipoteca; b) su co-
rrespondencia con los supuestos fácticos establecidos en la norma material denun-
ciada; y c) si a la luz de las conclusiones pertinentes corresponde o no amparar la
demanda en los términos en que ha sido interpuesta y conforme a los puntos conlro-
vertidos fijados en la audiencia respectiva, labor que es ajena a esta sede casatoria,
por importar la valoración de las pruebas y de los hechos; euinto,- eue, por ello, los
suscritos estiman necesario que, excepcionalmente, los autos se remitan en calidad
de reenvío al Juez de la causa, a fin de que resuelva la controversia con arreglo a ley.
siendo así, debe procederse conforme a lo dispuesto en el numeral dos punto tres
del inciso segundo del artículo trescientos noventa y seis del Código Procesal Civil;
por cuyos fundamentos, se resuelve declarar FUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por la cooperativa de Ahorro y crédito soroban mediante escrito de fojas
quinientos setenta y cinco; CASAR la resolución impugnada, en consecuencia, NúLA
la sentencia de vista de fojas quinientos sesenta, su fecha veintisiete de junio del dos
mil cinco, e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de fojas cuatrocientos noventa y
cinco, su fecha veintisiete de mayo del dos mil cuatro; y en calidad de reenvío: sE
M,ANDE al AQuopara que emita nuevo fallo conforme a derecho y a los actuados; en
los-seguidos por Emma lpenza Hermoza y otro contra carmen Rossio Banios lpenza
y Otros; sobre ineficacia de acto jurídico y otros; y se devuelvan.- SS. ROMÁN SAN-
TISTEBAN, TICONA POSTIGO, SOLiS ESPINOZA, CASTAÑEDA SERRANO.
EL VOTO EN DISCORDIA DE LOS SEÑORES VOCALES PALOMINO GARCíA,
HERNÁNDEZ PÉREZ Y MIRANDA MOLINA ES COMO SIGUE: CONSIDERANDO:
Primero.- Que, en el caso de autos, los actores solícitaron que: a. Se declare la inefi-
cacia del acto jurídico contenido en la constitución de hipoteca, efectuada por su
apoderada Carmen Rossio Barrios lgenza, conforme a la escritura pública del veinte
de abril de mil novecientos noventiocho, por haberse excedido en sus facultades, al
no otorgársele expresamente la facultad de valorar convencionalmente l,os predios
hipotecados de muluo, de acuerdo con la Cooperativa demandada, en cuarenta mil
dólares americanos, cuando su valor de mercado es de cincuenta y cinco mil cuatro-
cientos sesenta dólares americanos con treinta centavos de dólar; b. Sqdeclare la
cancelación de los asientos registrales respectivos; c. como pretensión subordinada,
se declare la nulidad del acto de constitución de hipoteca efectuada por la apoderada,
conforme a la escritura de fecha veinte de abril de mil novecientos noventa y ocho,
por haber realizado un acto jurídico como representante y consigo misma, como re-
presentante de la empresa Digiservice Sociedad de Flesponsabilidad Limitada; d. Se
declare la nulidad del asiento registral respectivo; refieren que rnediante escritura
pública de fecha cuatro de abril de mil novecientos noventa y ocho los recurrentes le
otorgaron poder a la apoderada demandada, con facultades expresas para constituir
una hipoteca, sobre sus inmuebles; la facultad de otorgar hipoteca, no incluía la valo-
ración convencional de los inmuebles, por lo que debió realizarse una valoración
perícial, esto es, una tasación; por escritura pública de fecha veinte de abril de mil
novecientos noventa y ocho, la apoderada otorga la escritura pública que constituye
rNslruro pncínco
E
ANíBAL ToRRES vnsourz
contrato, salvo las excepciones previstas en la misma norma; Décimo.- Que, confor-
me a la ley, y a la doctrina nacional, los límites de la norma pueden considerar a los
actos jurídicos consigo mismo, por sus efectos; esto es, en cuanto a los efectos (en-
tiéndase beneficios) que le genera a una misma persona la celebración de dos actos,
en los que interviene, simultánearnente; Décimo Primero.- Que, en estq caso, con-
forme han señalado las instancias, jurídicamente, Ia apoderada realizó dos actos ju-
rídicos, como lo reconoce la propia recurrente, de donde, en el primero representaba
a los actores y en el segundo representaba al.beneficiario de la hipoteca; Décimo
Segundo.- Que, en función de los intereses y acudiendo al principio de lealtad antes
aludido, tendremos que la representante no estaba au-torizada específicamente a be-
neficiarse con el patrimonio del representado, gravando los bienes de estos para
respaldar las obligaciones de una tercera empresa a que también representaba; por
lo que, si bien no estamos ante la figura del autocontrato, sí le es aplicable este su-
puesto normativo, puesto que los actos jurídicos, aun cuando puede considerárseles
independientes y autónomos, están unidos por un elemento común, que es la actua-
ción indebida de la representante de los actores, codemandada y rebelde, en este
proceso; por las razones expuestas, de conlormidad con el artículo trescientos no-
venta y siete del Código Procesal Civil; NUESTRO VOTO es porque se declare: lN-
FUNDADO el recurso de casación, interpuesto a fojas quinientos setenta y cinco por
la Cooperativa de Ahorro y Crédito Soroban; en consecuencia: NO CASAR la resolu-
ción de vista de fojas quinientos sesenta, su fecha veintisiete de junio del dos mil
cinco; SE CONDENE a la recurrente al pago de las costas y costos del recurso, así
como a la multa de dos Unidades de Referencia Procesal; SE DISPONE la publica-
ción de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Emma lpenza Hermoza y Otro con Carmen Rossio Barrios lpen-
za y Otroslsobre lneficacia de,Acto Jurídico y Otros; y los devolvieron.- SS. PALOMI-
NO GARCIA, HERNANDEZ PEREZ, MIRANDA MOLINA.
EL VOTO DE LOS SEÑORES VOCALES CARRIÓN LUGO Y FERREIFA VILDÓZO-
LA, ES COMO SIGUE: Primero.- El presente me-dio impugnatorio ha sido declarado
procedente por la causal relativa a la interpretación errónea del numeral ciento se-
senta y seis del Código Civil, por las motivaciones a que se refiere la resolución de
fojas veinticinco, de fecha veintisiete de diciembre del dos mil cinco. Cabe precisar,
que es mater¡a de cuestionamiento en el citado recurso la decisión impugnada, en el
sentido que falla declarando fundada en parte la demanda de la preten-
-respecto
sión subordinada de haberse celebrado el acto jurídico sub materia por parte de la co-
demandada Carmen Rossio Barrios lpenza, como representante de los accionantes
y consigo misma- y en consecuencia, declara nulo el acto jurídico contenido en la
escritura pública de constitucíón de hipoteca de fecha veinte de abrilde mil novecien-
tos noventa y ocho; Segundo.- La primera parte del aftículo ciento sesenta y seis del
Código Civil, prescribe que "es anulable el acto jurídico que el representante concluya
consigo mismo, en nombre propio o como representante de otro, a menos que la ley
lo permita, que el representado lo hubiese autorizado específicamente, o que el con-
tenido del acto jurídico hubiera sido determinado de modo que excluya la posibilidad
de un conflicto de intereses"; Tercero.- Por interpretación errónea se entiende cuan-
do la Sala Superior en su decisión le da a la norma un sentído o un alcance que no
tiene, es decir, aplica la norma pertinente, pero le confiere más requisitos que los que
fija la ley o le atribuye menos requisitos que los que fija la ley; Cuarto.- Revisado el
presente proceso para determinar si en el caso de autos se ha interpretado errónea-
mente o no la norma en comentario, es menester realizar las siguientes precisiones:
l) Los demandantes postulan la presente acción solicitando como pretensión subor-
dinada la nulidad del acto jurídíco contenido en la escritura pública de constitución
de hipoteca de fecha veinte de abril de mil novecientos noventiocho, en razón de que
la codemandada Carmen Rossio Barrios lpenza, celebró dicho acto iurídico como su
representante y consigo misma, en su calidad de representante de la empresa Digi-
service Sociedad de Responsabilidad Limitada; ll) Según la ficha regístral de fojas
2. Antecedentes
a) Hechos antecedentes .,
De la resolución casatoria y de los votos en discordia se establece lo siguiente:
. Al amparo del art. 'l 66 del CC que regula el acto jurídico consigo mis-
mo, César Augusto Barrios lpenza y Emma lpenza Hermoza demandan a
Carmen Rossio Barrios lpenza y a la Cooperativa de Usuarios de Ahorro
y Crédito Soroban, para gue se declare la nulidad del contrato de cons-
iitución de hipoteca del inmueble de su propiedad, celebrádo por su re-
presentante, la codemandada Carmen Rossio Barrios, para garantizar
la línea de crédíto que hasta por US$40,000 ha otorgado la cooperativa
emplazada a la empresa Digiservice SRL, de quien doña Carmen Rossio
Barrios es, también, su representante, además de accionista. Se ha acre-
ditado que Carmen Rossio Barrios cuenta con poder de los demandantes
para que hipoteque el inmueble de su propiedad a favor de terceros.
. Es rnateria del debate judicial el contrato de mutuo celebrado de una parte
por Carmen Bossio Barrios lpenza, como representante de Digiservice
INSITUTO pnCíflCO
E
ANíBAI roRREs vnsouez
rantizar, especifique la cantidad del gravamen, sino también que haga la valorización
del inmueble, porque si esta la realiza el representado puede ser que obre benefi'
ciando a uno de sus representados en perjuicio del otro. Precisamente en el caso sub
materia los accionantes sostienen que su representante Carmen Rossio Barrios no
cuenta con la facultad de valorar convencionalmente con la cooperativa demandada
el inmueble que ha hipotecado, afirmación que no ha dido desvirtuada con el poder
correspondiente.
Si bien es cierto que el poder otorgado por los demandantes a la codemandada Car'
men Rossio Barrios la autoriza'a que hipoteque el bien sub litis a.favor de terceros,
pero no se ha probado que esté fac.ultada a hipotecar para respaldar deudas ajenas
á las qu" puedan contraer sus representados frente a terceros, ysi.así fuere no se
ha acreditado que tenga poder para hipotecar el inmueble con el fin de garantizar
obligaciones contraídas por su representada Digiservice SRL.
Es verdad que en el perfeccionamiento del contrato de constitución de garantía hi-
potecaria intervienen solamente el propietario del inmueble y el acreedor, no siendo
necesaria para la validez del contrato la intervención del deudor garantizado cuando
éste no es el hipotecante, pero también es verdad que en la misma escritura de
constitución de hipoteca aparece en la parte introductoria que interviene la empresa
Digiservice SRL representada por la misma codemandada Carmen Bosslo Barrios
paia prestar su consenlimiento en ser garantizada con la hipoteca. Lo que pruebq
iehacientemente que tanto la cooperativa acreedora como la empresa deudora Dtgtl-
serv¡ce SBL, conocían que la señora Carmen Eosslo Barrios representaba tanto a los
hipotecantes como a la deudora Digiseruice SRL, por lo que han podido advertir con
ta'citita¿ el conflicto de intereses, más aún cuando ambas empresas, por la actividad
a que se dedican, cuentan con conocimientos calificados sobre la materia.
En CONCLUSTÓI{: t ¡ En cuanto a la calidad de las partes que intervienen en el con-
trato de hipoteca, no hay duda que los hipotecantes son los demandantes, representa-
dos por Cármen Rossio Barriog el acreedor hipotecario es la cooperativa demandada.
La dmpresa Digiseruice SRL, representada por Carmen Rossio Barrios, interviene
para piestar su consentimiento en ser garantizada con la hipoteca, lo que no afecta
ia valiOez del contrato; 2) El hecho de que la representante Carmen Eossio Barrios
haya hipotecado el inmueble de sus representados, los accionantes, para garantizar
a éu representada la empresa Digiseruice SRL en el pago de las obligaciones que
ésta ha asumido frente a la cooperativa emplazada configura un acto jurídico consigo
mismo, por lo que existe correspondencia entre los hechos probados materia de litis
y el supuesto nbrmativo de la norma denunciada contenida en el art. 166 del CC; 3)
Átalúde los hechos probados, éstos se subsumen en el supuesto del art. 166 del
CC que sanciona al autocontrato con la anulabilidad, por lo que correspondía declarar
INFÚNDADO el recurso de casación; sin embargo, al haberse declarado'FUNDADO y
reenviado los autos al A Quo para emita nuevo fallo, se ha perdido la oportunidad de
que se realice la justicia oportunamente.
Se señala que la norma del art. 166 del CC "establece como causal de anulabilidad
del acto ¡uriAico que el representante en ejercicio de la representación, por decla-
ración unilateral de su propia voluntad, establezca entre su esfera jurídica y la de
su representado o entre las esleras jurídicas de sus representados efectos iurídicos
iguales a los que se obtienen mediante la celebración de un contrato, salvo las excep-
c'íones previstás en la misma norma"; que en el caso de autos, "la representante no
estaba áutorizada específicamente a beneficiarse con el patrimonio del representado
gravando los bienes de éstos para respaldar las obligacio.nes de una tercera empre'
§ qu" también representaba; "que tos actos jurÍdicos.(se reÍieren al mutuo y a.la
"
ñ¡pote'áa), aun cuan'do puede considerárseles independientes y autónomos, están
INSTIÍUTO PACIFiCO
@
ANíBAL ToRRES vnsourz
unidos por un elemento común, que es la actuación indebida del representante de los
actores"; pronunciándose porque se declare INFUNDADO el recurso de casación.
Esta decisión sería aceptable, si no fuera por lo gue afirmara que "si bien no estamos
ante la figura del autocontrato, sí le es aplicable este supuesto normativo (se refiere
al aludido art. 166). No es correcto decir que si bien los hechos no configuran un
autocontrato, se le aplica el supuesto normativo del art. 166 del CC que regula el
autocontrato, sin aducir para ello razón jurídica alguna. Esfo se puede explicar con
el refrán popular que dice "eres inocente, pero te vas a la cárcel' o el acto no es el
previsto en el art. 166 del CC, pero igual lo decláro nulo en aplicación del art. 166 del
CC, por lo que nos releva de mayores comentarios.',
3. Comentarios al voto de los señores Carrión Lugo y Ferreira Vildózola
Considera que la Sala Superior al afirmar que la demandada Barrios lpenza no conta-
ba "con la facultad respectiva que le permita contratar a nombre de los demandantes
con una empresa representada por ella misma", infringe por interpretación errónea la
norma del art. 166 del CC, "pues, en el poder otorgado por la citada Barrios lpenza la
autoriza que hipoteque el bien sub litis a favor de terceros y lejos de la esfera patri-
monial de fos demandantes se encontraba la data de celebrada la hipoteca sub
-a
materia* la empresa Digiservice, por lo que en estricto resultaba ser una persona a
la que libremente la representante podía garantizarla mediante el citado gravamen hi-
potecario", por lo que tratándose la infracción por interpretación errónea de la norma
antes enunciada, su voto es porque se declare FUNDADO el recurso de casación;
en consecuencia: nula la resolución de vista; se revoque la sentencia apelada, y RE-
FORMÁNDOLA se declare INFUNDADA la demanda.
Al respecto, manifestamos que es verdad que doña Carmen Flossio Barios lpenza
está facultada por sus representados, los accionantes, para que hipoteque el inmue-
ble dé su propiedad a favor de terceros, pero no para garantizar a su otra repre-
sentada Digiservice SRL. No se ha comprendido el conflicto de intereses existente
entre los hipotecantes y la obligada garantizada con la hipoteca, ambas partes repre-
sentadas por doña Carmen Rossio Barrios, quien puede actuar haciendo prevalecer
unos intereses sobre los otros, lo que, en conformidad con el art. 166, determina la
anulabilidad del contrato de constitución de hipoteca. El voto no se adecúa a los
hechos acreditados ni a Derecho.
4. Conclusión final
1. La representanle Carmen Rossio Barrios (codemandada) celebró un contra-
to denominado (bien o mal) consigo mismo, hipotecando el inmueble de sus
representados (los accionantes) para garantizar deudas de la empresa Digi-
service SFL, quien tarnbién es su representada, contrato que es anulable por
mandato del art. 166 del CC, dado el manifiesto conflícto de intereses entre las
dos pades representadas por una apoderada común, quien ha podido actuar
privilegiando los intereses de uno de sus representados para beneficiar al otro,
por lo que la demanda es fundada como la declararon las instancias de mérito.
En tal virtud, el recurso de casación interpuesto por la acreedora hipotecaria, la
Cooperativa de Usuarios de Ahorro y Crédito Soroban (codemandada), debió
ser declarado infundado.
2. Dejamos constancia que ní en la resolución casatoria, ni en los votos en dis-
cordia se fijan los hechos con claridad, es decir, no se del¡mita el problema con
precisión. Este es un asunto frecuente en todo el Poder Judicial y el Ministerio
Público que se debe superar.
1. Contrato privado
Los actos jurídicos de derecho privado se caracterizan porque la manifes-
tación de voluntad proviene de sujetos (uno o más)padiculares (privados). Me-
diante estos actos se establecen relaciones jurídicas de coordinación. Cuando
en estos actos interviene, como una de las partes, el Estado u otras entidades
estatales menores, lo hacen desprovistos de su facultad de imperio, caso en
el que la entidad estatal está en un plano de igualdad con los particulares con
quienes celebra el acto jurídico.
El acto jurídico privado se regula por las normas relativas al ámbito del
Derecho privado,
Él contrato privado es el acto o negocio jurídico celebrado entre particula-
res, el cual, debido a que las partes contratantes se encuentran en una situación
de igualdad jurídica, genera relacíones jurídicas de coordínación, regidas por
el Derecho privado (Código civil, leyes comerciales, etc.).
También es privado el contrato en el que una de la partes intervinientes
es la administración pública desprovista de su facultad de imperium, es decir,
colocándose en un plano de igualdad jurídica con su cocontratante, "lo cual no
es óbice a que se le aplique las normas propias del Derecho público en cuanto
se relaciona con la competencia de los agentes, la voluntad, y las formalidades
que deben cumplirse para que sean válidosrl83. Así, por ejemplo, cuando el
Estado compra o toma en alquiler inmuebles, contrata un servicio telefónico,
despacha mercaderías por medios de transporte terrestre, marítimo o aéreo.
2. Contratoadministrativo
Los actos de Derecho público, denominados acfos jurídicos administra-
fivos, son aquellos en que hay una rnanifestación de voluntad proveniente
de Ia administración pública como órgano o ente público (Estado, municipio,
uníversidad estatal, Poder Judicial, etc.) y no como simple sujeto de Derecho.
En los actos de Derecho público por Io menos uno de los sujetos interviene
a. Criterio subjetivo
En lo atinente a los sujetos intervinientes, los contratos de derecho privado
se caracterizanpci la igualdad jurídica de las partes contratantes y los contratos
184 LEy DEL PRocEDTMTENTo ADMrNrsrRATrvo GENEBAL, LEy Ne 27444, Rnríóulo lll: "La
presente Ley tiene por finalidad establecer el régimen jurídico aplicable para que la actua-
ción de la administración pública sirva a la prolección del interés general, garantizando los
derechos e intereses de los administrados y con sujeción al orden constitucional y jurídico,
en general."
185 ESoOLA, Héctor Jorge, Tratado integral de los contratos administrativos, Depalma, Bue-
nosAires, 1977,vol.1(Partegeneral¡, p.'127; MARIENHOFF, Miguel S., TratadodeDere-
cho administraüvo, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1970, p. 34; BEFICAITZ, Teoría general
de ios contratos admini strativos, cit., p. 247.
186 BERCAITZ clasifica a la cláusulas exorbitantes en dos grupos: (1) aquellas por las cuales
la administración pública se atribuye sobre su cocontratante derechos que un particular no
podría atribuirse en ningún contrato, porque las leyes en vigor lo invalidarían; (2) aquellas
por las cuales la administración pública otorga a su cocontratante poderes respecto a ter-
ceros, que un particular no podría conferir en ningún contrato, Porque las leyes en vigor lo
invalidarían (BERcAllz, Teoría general de los contratos administrativos, cit., p. 213).
187 En esta parte seguimos a lo ya explicado en nuestro libro: E/ contrato de suministro en el
Derecho civil y en el Derecho administrativo, Cultural Cuzco, Lima, 1988, pp. 257 y ss.
INSTIfUTO PACIFICO
E
ANíBAL TORRES VASGUEZ
b. Criterio formal
En cuanto a la forma, en la contratación privada rige el principio de la
libertad de formas; las partes libremente escogen la forrna en la cual van a
188 ESCOLA, Tratado integral de los contratos administrativos, cit., vol. l, pp. 302-303.
d. Criterio de la jurisdicción
En el contrato administrativo, las controversias que surjan entre las partes
sobre la ejecución, interpretación, resolución, inexistencia, ineficacia, nulidad o
invalidez delcontrato, se resolverán mediante conciliación o arbitrajef según el
acuerdo de las partes, debiendo solicitarse el inicio de estos procedimientos en
cualquier momento anterior a la fecha de culminación del contrato, considerada
ésta de manera independiente (art. 52 del D. Leg. Ns 1017)1e0' En cambio, en
194 DBOMI, José Roberto, La licitación pública, Aslrea, Buenos Aires, 1980, pp. 51-53.
rNSTrruro pncírrco
E
ANIBAT TORRES VASGUEZ
nador será aquel que oferte el menor precio por los bienes o servicios objeto de la
convocatoria. Esta modalidad de selección puede realizarse de manera presencial o
electrónica.
Se consideran bienes o servícios comunes, aquellos respecto de los cuales existe
más de un proveedo¡ tienen patrones de calidad y de desempeño objetivamente de-
finidos por caracterÍsticas o espeeificaciones usuales en el mercado o han sido estan-
darizados como consecuencia de un proceso de homogenización llevado a cabo al
interior del Estado, de tal manera que el factor diferenciador entre ellos lo constituye
el precio al cual se transan.
El OSCE aprobará las fichas técnicas de los bienes y servicios transables que pue-
dan contratarse bajo esta modalidad, observando las normas técnicas, metrológicas
y/o sanitarias, así como la normativa aplicable. Dichas fichas técnicas serán incluidas
en el Listado de Bienes y Servicios Comunes publicado en el SEACE, debiendo ser
revisadas permanentemente por el OSCE, pudiendo ser objeto de modificación o
exclusión, previo sustento técnico legal.
La Subasta lnversa Presencial se realiza en acto público por medio de propuestas de
precios escritos y lances verbales. La Subasta lnversa Electrónica se realiza a través
del SEACE.
Artículo 97.- Delinición y aplicación [del Convenio Marco] (terto conforme al D.S.
Ne 154-2010-EF, de 18.07.2010). El Convenio Marco es la modalidad por la cual se
selecciona a aquellos proveedores con los que las Entidades deberán contratar los
bienes y servicios que requíeran y que son ofertados a través del Catálogo Electróni-
co de Convenios Marco.
La definición de los bienes y servicios a contratar mediante esta modalidad, la con-
ducción de los procesos de selección, la suscripción de los acuerdos correspondien-
tes y la administración de los Convenios Marco, estarán a cargo de la Central de
Compras Públicas - PERU COMPRAS.
El Catálogo Electrónico de Convenios Marco está a cargo del OSCE. Es publicado
y difundido a través del SEACE y contiene las fichas con las características de los
bienes y servicios en las que son ofertados bajo la modalidad de Convenio Marco.
Dichas fichas incluyen los proveedores adjudicatarios, precios, lugares de entrega y
demás condiciones de la contratación.
La contratación de un bien o servicio utilizando el Catálogo Electróníco de Conveníos
Marco resulta obligatoria desde el día siguiente a la publicación de las fichas respec-
tivas en el SEACE, excepto en las áreas geográficas que no cuenten con cobertura
olertada por los proveedores incorporados al Catálogo Electrónico, en quyo caso de-
berá solicítar al OSCE la autorización para contratar sin sujetarse a los alcances del
citado Catálogo. Las Entidades domiciliadas en dichas áreas geográficas autorizadas
a no utilizar el Catálogo Electrónico, deberán programar sus necesidades y realizar el
proceso de selección que corresponda de acuerdo a la normatíva general.
En las Bases se podrá establecer montos de transacción mínimos a partir de los cua-
leslosproveedoresdeberánatenderalasEntidades.
Las Entidades podrán emplear otro mecan¡smo de contratación, en caso de la exis-
tencia de condiciones más ventajosas que sean objetivas, demostrables y sustancia-
les para la Entidad, para lo cual deberán obtener la aulorización del OSCE antes de
efectuar la contratación.
En caso gue, con anterioridad a la publicación de las fichas, las Entidades hayan con-
vocado un proceso de selección sobre los mismos bienes y servicios, deberán conti-
nuarcon dicho proceso. En caso que el proceso de selección convocado sea declara-
do nulo por vicios en los actos preparatorios, o sea declarado desierto, la contratación
ulterior deberá efectuarse por Convenio Marco.
INSTITUIO PACIFICO
E
ANíBAL TORRES VASQUEZ
Artículo 137.- Obligación de contratar. l)navez que la Buena Pro ha quedado consen-
tida o administrativamente firme, tanto la Entidad como el o los postores ganadores,
están obligados a suscribir el o los contratos respectivos.
La Entidad no puede negarse a suscribir el contrato, salvo por razones de recorte
presupuestal córrespondi-ente al objeto materia del proceso de selección, por norma
expresa o porque desaparezca la necesidad, debidamente acreditada. La negativa a
hacerlo basada en otros motivos, genera respgnsabilidad funcional en el Titular de la
Entidad, en el responsable de Administración o de Logística o el que haga sus veces,
según corresponda.
En caso que el o los postores ganadores de la Bueña Pro se nieguen a suscribir el
contrato, serán pasibles de sanción, salvo imposibilidad físíca o jurídica sobrevenida
al otorgamiento de la Buena Pro que no le es atribuible, declarada por el Tribunal.
Ar{ículo 142.- Contenido del Contrato. El contrato está conformado por el documento
que lo contiene, las Bases lntegradas y la oferta ganadora, así como los docurnentos
derivados del proceso de selección que establezcan obligaciones para las partes y que
hayan sido expresamente señalados en el contrato
El contrato es obligatorio para las partes y se regula por las normas de este Título.
Los contratos de obras se regulan, además, por el Capítulo lll de este Título. En lo no
previsto en la Ley y el presente Reglamento, son de aplicación supletoria las normas
de derecho público y, sólo en ausencia de éstas, las de derecho privado.
INSTITUTO PACIIICO
ANíBAL roRREs vesourz
1. Contratosconsensuales
Los contratos consensuales se perfeccionan por el simple acuerdo de las
pañes, sin necesidad de ningún requisito especial de forma, por ejemplo, la
compraventa, permuta, arrendamiento, mutuo, el comodato.
El contrato queda formado por el mero consentimiento de las partes
prestado en la forma que ellas decidan libremente. Así, la compraventa se
perfecciona por el simple acuerdo entre vendedor y comprador, sin necesidad
de la entrega del bien ni el pago del precio, ni de la observancia de ninguna
formalidad. Bige aquí el principio de líbeftad de forrnas.
Elconsentimiento es el elemento esencial de todo contrato (consensual,
formal ó real). Luego, se dice que el contrato es consensual no porque requiere
del consentimiento (pues éste es elemento infaltable en todo contrato), sino
porque basta el acuerdo (el so/o consensus) de los contratantes para perfeccio-
narlo; no se requiere añadirle un plusal consentirniento como es la observancia
de la forma en los contratos formales solemnes, o la entrega del bien a la otra
pafie, como ocurre en los contratos reales.
En elderecho moderno, como el nuestro, iige et principio delconsensua-
lismo como regla general, el cual reza: "Los contratos se perfeccionan por el
solo consentimiento de las partes, excepto aquellos en que, deben observar
la forma señalada por la ley bajo sanción de nulidad (art. 1SS2).
2. Contratos formales
El consensualismo favorece Ia rapidez de las transacciones, pero no
garantiza su seguridad, razón por la que el Código civil ha desarrollado el tor-
malismo contractual ad solemnitatem, es decir,.conio un requisito de validez
del contrato, como una excepción al principio de per{ección de los contratos
§}Ef¡
por el simple consentimiento. .
3. Contratos reales
Contratosreales son aquellos que sólo se perfeccionan con la entrega del
bien (re perficitur, en expresión de los romanos)..La entrega del bíen no es un
mero acto de ejecución, sino un elemento esencialconstitutivo, dado a que sin
la entrega el contrato no se considera perfeccionado. Es decir, el contrato no
se forma por el simple consentimiento de las partes, sino que es necesario que
el bien objeto de la obligación de restitución, haya sido entregado por aquel a
quien se debe restituir; sin entrega no hay contrato.
Conforme al Código civilfrancés son reales los contratos de préstamo de
uso o comodato (art. 1875), el préstamo de consumo (art. 1892) el depósito
(art. 191 9),la prenda (arl. 2071)1e5. El prestatario, el depositario y el acreedor
pignoraticio o prendario están oblígados a restítuir el bien que les ha sido
entregado. Consecuencia de ello es que los contratos reales son contratos
con prestaciones a cargo de una sola de las partes contratantes por falta de
obligación de quien debe entregar el bien.
Como expresa Larroumetls, "en efecto, como esta entrega es necesaria
para la validez del contrato, ya no hay más obligacíón a su cargo, una vez forma-
do el contrato, y sólo queda la obligación de restitución, salvo la transformación,
durante la ejecución, del contrato unilateralen un contrato sinalagmático, cuando
los gastos han sido sufragados por el deudor para la conservación de la cosa,
gastos que debe reembolsar el acreedor de la restitución, lo cualcorresponde
a la noción de contrato sinalagmático impedecto".
El art. 2242 del Código civil argentino establece: "El rnutuo es un con-
trato esencialmente real, que sólo se perfecciona con la entrega de la cosa";
igualmente, es real el contrato de comodato, de depósito, de constitución de
prenda y la de anticresis.
195 C)DE NApoLeoM RnrÍcuLO 1875: "El préstamo de uso o comodato es un contrato por el
cual una de las partes entrega a otra una cosa para servirse de ella, con la obligación en
el que la toma de devolverla después de haberla usado."
Rnrícut-o 1892.'El préstamo de consumo es un contrato porel cual una de las partes
entrega a otra cierta cantidad de cosas que se consumen por el uso, quedando obligada
esta última a devolver otro tanto de la misma especie y calidad.'
ARrícut-o 1919. "No es perfecto el contrato más que por la tradición real o fingida de la
cosa depositada. Basta la tradición fingida cuando el depositarío se hubiese ya asegurado
con cualquier otro título de la cosa que se consiente en dejársela a título de depósito."
¡nríCUt-O 2071."La prenda es un contrato por el cual el deudor entrega una cosa al
acreedor para seguridad de la deuda.'
196 LARROUMET, Teoría general del contrato, cit., Vol. l, p. 176.
El Código civil alemán (BGB) dispone: Art. 598. Por el contrato de comodato
elcomodante de una cosa se obliga a permítir gratuitamente alcomodatario el
uso de la cosa. Art. 607. Quien ha recibido como mutuo dinero u otras cosas
fungíbles está obligado a restituir al mutuante lo recibido en cosas de la misma
espicie, calidad yLantidad. Art. 688. Por el contrato áe depósito el depositario
se obliga a custodiar una cosa. mueble a él entregada por el depositante. Art.
1205. Para la constitución del derecho de prenda es necesario que el propietario
entregue la cosa al acreedory que a¡nbos estén de acuerdo en la circunstancia
de que el derecho de prenda debe corresponder al acreedor. Si el acreedor
está en posesión de la cosa, basta elacuerdo sobre elnacimiento del derecho
de prenda. La entrega de una cosa que se encuentra en la posesión mediata
del propietario puede ser constituida por la circunstancia de que el propietario
transmita la posesión mediata al acreedor prendario y notifique la pignoración
al poseedor inrnediato.
Como se aprecia, el BGB configura al comodato como contrato consen-
sual, como Se deduce de la expresiÓn wird... verpflichter = se obliga, y a los
contratos de mutuo y depósito como contratos reales. Con referencia al mutuo
dice: "Quien ha recibido. .." (wer... empfangen hal. El contrato de constitución
del derecho real de prenda también se perfecciona con la entrega de la cosa,
salvo que esta se encuentre ya en poder del acreedor.
En el código civil italiano, el mutuo (art. 1813), el comodato (art. 1803),
el depósito (art. 1766), la prenda (art.2786) el reporto (riporto) (arts. 1548 y
'1S4g¡rez son contratos realeslss. En el Código civil peruano de 1936, los contratos
de mutuo, depósito y comodato eran reales. La entrega del bien era elemento
constitutivo, sin elcual el contrato no se puede considerar perfeccionado. No
197 CóD|GO CtVtL tTALtANo, ARfÍCuuO 1548. "El reporto es el contrato por el cual el reportado
transfiere en propiedad al reportador título de crédito de una determinada especie, por
un determinado precio, y el reportador asume la obligación de transferir al reportado, al
vencimiento del término establecido, la propiedad de otros tantos títulos de la misma es-
pecie, contra reembolso del precio, que puede ser aumenlado o disminuido en la medida
convenida.'
ARrícuLo 1549. "El conlralo se perfecciona por la entrega de los títulos."
198 BTANCA dice que se critica a la noción de contrato real por considerar que contradice a
la autonomía contraclual y porque regularmente se constituyen vínculos contractuales de
mutuo, depósito, etc., sin la previa entrega de la. cosa. Las operaciones de los contratos
reales pueden ser objeto de contratos consensuales, por ejemplo, al lado de un muluo real
se puede dar un mutuo consensual. Nada impide que la parte en vez de dar una suma
en mutuo, se obligue a dar las sumas pedidas por el mutuatario hasta un cierto monto; y
nada impide que la parte, en vez de recibir una cosa en depósito, se obligue a recibir los
bienes cuya custodia sea requerida por el depositante. Pero se debe tener presente que
en las operaciones de mutuo, depósito, etc., los efectos no se producen sin la entrega, por
ejemplo, el depositario no está obligado a custodiar aquello que no ha recibido; el derecho
Oá pienda no se constituiría en cabeza del acreedor, etc. Aun cuando se pueda hablar de
contrato consensual, la entrega no representa simplemente una prestación debida, sino
que emerge como un requisito necesario para la producción de los efectos del negocio
(BIANCA, Diritto civile, cit., T. lll, pp. 241 y ss.).
rNslruTo pecÍrtco
ANIBAL TORRES VASQUEZ
los contratots uniláterátes "son aquellos que una sola de las partes se obliga
hacia la otrasi4 qüe'esta le quede obligada", y bil4terales "cuando Ias paftes
se obligan la una hacia la otra"'
fgginlo-gamente
Precisamos que la palabra sinalagma que significa obligación conjunta o
vinculación Oé_ Oos personas para crear obligaciones, no tiene que ver con la
reciprocidad de las prestaciones de las partes contratantes. Sin embargo, en
la doctiina óomparada es utilizada con ese significado, es decir, para indicar
al contráto qúe produce obligaciones recíprocas-
'.'.E¡'coDtrato como acto o negocio jurídico necesariamente es bilateral o
,
plurilateral, según qUe en su celebración intervengan dos o rnás partes. Es
definido como el acuerdo de dos o más partes para creat, regular, modificar o
éxtínguir obligaciones (art. 1351), o para transferir la propiedad de bien inmueble
deierminado (art. 949).
Si el.acto jurídico es unilateral o bilateral, y siendo el cgntrato un acto
jurídico bilateral, no es lógíco subclasificar a este acto jurídico bilateral: en
unilateraly bilateral. Por ello es apropiada la clasificación que distingue entre
contrato con prestación de una parte y contrato con prestaciones recíprocas
que utiliza el Código, aligual que el Código italiano (art. 1453).
201 C)DE NAPoLeoN, ARrícuLo 1102: "El contrato, es sinalagmático o bilateral, cuando los
contratantes se obligan recíprocamente los unos respecto de los otros.'
AnríCut-O 1103: "Es unílateral, cuando una o varias personas están obligadas respecto de
otras o de una, sin que por parte de estos últimos se contraiga compromiso.'
202 SPOTA, Alberto G, lnstituciones de Derecho civil. Contratos, 4s reimpr., Depalma, Buenos
Aires, 1984, Yol. I llntroducción. Ámbito de aplicación. Clasificaciones. Formación. Con-
sentimiento contractuafi, p. 131 .
"Pero el hecho de que en determinados contratos haya prestación de una sola parte no
significa que también los efectos del contrato estén de una sola parte; hay siempre efectos
por ambos lados, si bien solamente pasivos, por un lado, y solamente activos, por el otro;
por lo tanto, se dan efectos para cada una de las partes, aunque no sean efectos activos
y pasivos alavez, como ocurre con el contrato con prestaciones recíprocas'(MESSINEO,
obligaciones solamente para una parle sin reciprocidad. Una sola de las partes
es áeudora y la otra es acreedora. Por lal razón, en el mandato gratuito, el
mandatario es el deudor de,la realización del acto o actos jurídicos a que se
obligó, mientras que el mandante es el acreedor de tales actos.
Como dice Arias-schreiber2@, "el contrato es con prestación de una pañe o
con prestación unilateral cuando esta última se encuentra a cargo de uno solo de
los contratantes. Lo expuesto no significa necesariamente que ese contratante
lleve el peso de una prestación y no. pueda asumir varias, sin que deje de ser
unilateral. Así, si un donante no sólo se corripromete a transferir un inmueble
al donatario (obligación de dar) sino que se obliga a construir gratuitamente
una habitación más en dicha propiedad (obligación de hacer) el primero tiene
a su cargo dos Prestaciones".
En los contratos nominados regulados por el Código civil son contratos
con prestación unilateral solamente la donación, el rnandato gratuito, la fianza
y la renta vitalicia gratuita. Todos los demás son con prestaciones recíprocas
óon excepción del juego y apuesta, en el cual no existen propiamente dos
prestaciones ciertas, sino dos posibilidades de prestación, debido a su carácter
aleatorio (art. 1942).
En nuestro Código civil, a diferencia de otros códigos, el mutuo, el depó-
sito y el comodato son contratos con prestaciones recíprocas, desde que hay
en ellos prestación y contraprestación. Con la desapariciÓn de los contratos
reales, el mutuante está sujeto a la entrega de lo que presta y el mutuatario a
la devolución en la rnisma cantidad, especie y calidad. El depositante se obliga
a proporcionar el bien en custodia y el depositario a devolverlo. El comodante
debe entregar el bien que presta en uso y el comodatario tendrá que restituirlo.
Doctrina general del contrato, cit., T. l, p. 413). "No es que produzca una Sola obligación,
pues puede engendrar varias y muy nurnerosas, sino que todas serán del mismo lado:
quien'es acreedor no es deudor; quien es deudor no es acreedo/' (JOSSERAND, Derecho
civil, cil., T. ll, Vol. ll, P.22).
204 AFI|AS-SCHREIBER PEZET, Exégesis detCódigo civilperuano de 1984, cit. [ed. 1998]' T' I
(Contratos. Parte generaf , P.55
205 ,iEl contrato sinalagmático o bilateral se caracteriza por la reciprocidad de los compromisos
que de él se desprenden, por desempeñar cada una de las partes el doble papel de acree-
dor y de deudor. Así, en la venta, et vendedor es deudor de la cosa vendida y acreedor del
preiio, mientras que el comprador es deudor del precio y acreedor de la cosa. Existe por
cierto una cierta maraña de obligaciones que parten de dos puntos opuestos para entre-
rNslruro p¡cÍrico g
AN|BAI. TORRES VASQUEZ
cruzarse y llegar igualmente a los dos polos de la operación" (JOSSERAND, Derecho civil,
cit., T.ll, Vol.ll, p.21).
206 LARROUMET, Teoría general del contrato, cit., Vol. I, p. 150.
INSTITUTo PACÍFICo
ANIBAL TORRES VASGUEZ
"La más reciente doctrina rechaza esta sub-distinción, como extraña a nuestro derecho mo-
demo, y considera los pretendidos contratos sinalagmátias imperfectoscomo contratos uni-
laterales ordinarios. Para saber si los contratos engendran obligaciones por ambas partes o
no, hay que situarse, exclusivamente, altiempo de la celebración del contrato. Más aún, algu-
nos autores estiman que, en aquellos contratos, como el mandato o el depósito, la obligación
del acreedor, que en modo alguno puede surgir de ellos, proviene de un hecho accidental,
posterior al ctntrato, sea el gasto en que se haya incunido en beneficio de la cosa ajena o
de la misión encomendada; tal hecho aun cuando no se hubiera dado entre personas ligadas
por un contrato, hubiera ocasionado una acción en reembolso" (PLANIOL, Marcel y RIPERT,
Jorge, Tratado práclico de Derecho civilf rancés, trad. de Mario Díaz Cruz con la colaboración
de Eduardo Le Fliverend Brusone, Cultural, La Habana, 1946, T. YllLas obligaciones. Prime'
ra pafte), p. 47).
JOSSERAND, Derecho civil, cil., T. Il, Vol. ll, p. 25.
ANÍBAL ToRRES v¡sourz
, ..:::rl-i.irj: r'::i' '
212 CóDtGo Clvtl AHcENTlr.¡o, Anrículo 1138: "Los contratos se denominan, en este Códi-
go, unilaterales o bilaterales. Los primeros son aquellos en que una sola de las partes se
óbtiga nacía la otra sín que ésta le quede obligada. Los segundos, cuando las partes se
obligan recíprocamente la una hacia la otra."
NOTA: La nota puesta a este artículo por Vélez Sársfield dice: "Los contratos bilaterales de-
ben siempre dar lugar a las acciones para garantizar las dos obligaciones que comprenden.
Los contiatos unilaterales, no conteniendo sino una obligación, no exigen sino sólo una
acción; sin embargo, puede suceder que el deudor cumpliendo la prestación a la cual está
obligado, hayan sufrido pérdidas o hecho gastos que deba pagarle el acreedor, y la ley en
tal caso le concede al efecto una acción pero esta acción no es sino una consecuencia ac-
cidental de actos extrínsecos, y no una consecuencia directa de la obligación primitiva' Por
esta razón esa acción se distingue de la que resulta directa y necesariamente del contrato
y se llama'acción contraria', en oposición a la de la convención que se llama'directa'"'
213 DíEz-Plc/¿olcutrÓru, Sistema de Derecho civil, cil., vol' ll' p' 34'
INSTITUTO PACIFICO
w
ANÍBAL ToRRES vnsourz
TNSTTTUTo pncíRcc
E
ANÍBAL ToRRES veseutz
del donador y.un enriquecimiento correlativo del donatario, y, por consiguiente, una transfe-
rencia de valores de un patrimonio al otro. Pero son numerosos los actos de beneficencia
que no responden a esta definición: comodato, préstamo de consumo sin interés, caución,
depósito gratuito; se ve perfectamente, aquí también, un servicio prestado sin retribución,
sin contrapartida y con espíritu de beneficencia, y por esta razón, el'acto está constituido en
el tipo gratuito; pero, por otra parte, no supone disminución en el patrimonio del bienhechor,
que no se empobrece verdaderamente, sino que se límita a prestar sus buenos oficios, y por
ello el acto no constituye una donación" (JossEHAND, Derecho civil, cit., T. ll, Vol. ll, p.-z'e).
232 "Pero, en realidad, éstos supuestos contratos accesorios pueden existir independiente'
mente de todo contrato preexistente: se puede caucionar una obligación nacida de un de-
lito: son, sin duda, un accesorio, pero de una obligación, no de un contrato" (JOSSERAND,
Derecho civil, cil., T. ll, Vol. ll, p. 20).
ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ
233 PLAN|oUR|PERT, Tratado práctico de Derecho civil francés, cit., T. Vl, p. 61.
solo momento s¡no que debe prolongarse en el tiempo con e¡fin de satisfacer
necesidades duraderas. Por ejemplo, en los contratos de arrendamiento, de
trabajo, suministro, comodato, mandato, sociedad, la duración es inherente a
la ejecución del contrato. .i
234 PLANIoURIPEAI , Tratado práctico de Derecho civil francés, cit., T. Vl, p.61.
235 MESSINEO, Doctrina general del contrato, cit., T. l, p. 430.
236 MESSINEO, Doctrina general del contrato, cit., T. l, p.430.
ANÍBAL TORRES VASQUEZ
necesario que la actividad del deudor se dilate durante cierto período de tiempo,
y no a la ejecución que es, en cambio, instantánea; la duración actúa aquíen
función del fin, no en función del tiempo. Por ejemplo, en el contrato de obra
eltiempo es necesario para que la obra se ejecute, pero donde una vez lista
la obra, la entrega se realiza uno actu. La ejecución continuada o periódica se
presenta cuando no es tanto díferida en el tiempo como distribuida o repetida
en eltiempo.
Los contratos de tracto sucesivo se subdivide'n en contratos de ejecución
continuaday contratos de ejecución periódica.
Son contratos de ejecución continuada cuando la prestación única (de
hacero de no hacer) se cumple durante un cierto tiempo sin interrupciónalguna
(p. ej., en el contrato de arrendamiento, el arrendador está obligado a mantener
al arrendatario en el uso del bien, sin interrupciones, por todo el tiempo en que
dure el contrato). Es imposible que el arrendador pueda ejecutar su prestación
de una sola vez; la duración es inherente al cumplimiento de su obligación,
aun cuando la obligacíón del arrendatario se pueda ejecutar de una sola vez,
pagando la totalidad de la renta por todo eltiempo que dure el contrato. En los
contratos de suministro de energía eléctrica, de gas, de agua, el deudor debe
ejecutar su prestación continuadamente, sin ínterrupciones. En el contrato de
trabajo es imposible que el trabajador ejecute su prestación consistente en
realizar una tarea materialo inmaterialde una sola vez, instantáneamente; es
evidente que esa tarea se realizará durante un cierto tiempo, siendo posible,
en cambio, que la obligacíón del empleador de pagar una remuneración al
trabajador se pueda ejecutar de una sola vez.
Son contratos de ejecución periódica cuando el deudor debe ejecutar sus
prestaciones (existen varias prestaciones de hacer) a ciertos interualos estable-
cidos (p. ej., el laboratorio se obliga a entregar a un hospital una determinada
cantidad de medicinas los días 15 de cada mes; un agricultor se obliga a en-
tregar a un industrial que fabrica hilos cien quintales de algodón los días treinta
de cada mes por el plazo de dos años) o bien intermitentes, a pedido de una
de las partes (v. gr., una cuenta corriente bancaria). El contrato de ejecución
periódica es único y es única la obligacíón que tiene como objeto o contenido
una multiplicidad de prestaciones23T.
Los contratos de ejecución escalonada constituyen una modalidad de los
contratos de ejecución instantánea, en los que la única prestación del deudor
237 Algunos autores refieren la ejecución periódica o continuada a la obligación más que al
contrato, en tanto que la ley Io refiere claramente al contrato. A los efectos prácticos es
indiferente una u otra manera, ya que la continuidad o la periodicidad se comunica del con-
trato a la obligación o está directamente en la obligación. "Sólo que si se prefiere referir el
fenómeno a la obligación, sería necesario hablar de'cumplimiento' continuado o periódico
y no de 'ejecución'continuada o periódica, por cuanto la ejecución es un momento propio
del contrato, no de la obligación (la obligación 'se cumple' no 'se ejecuta)" (MESSINEO,
Doctina general del contrato, cit., T. I, p. a32).
se divide en partes para los fines del pago; el acreedor le concede un crédito
al deudor para el pago de la única prestación. En cambio, los contratos de
ejecución periódica constituyen una rnodalidad de los contratos de duración,
el deudor debe varias prestaciones, autónomas las unas de las otras, que las
va pagando a ciertos intervalos; si no se ha fijado la pieriodicidad de las presta-
ciones, éstas se ejecutarán teniendo en cuenta las necesidades del acreedor.
La importancia de esta clásificación se revela principalmente en'la inefi-
cacia del contrato (nulidad, anulabi[dad, resolución, etc.).
En los contratos de ejecución instantánea, la declaración de ineficacia obra
retroactivamente (ex tunc), por lo que las partes deben proceder a la restitución
de las prestaciones ejecutadas. Así, por ejemplo, resuelto un contrato de com-
praventa, de ejecución diferida o escalonada (compraventa a plazos), debido a
que una de las partes falta alcumplimiento de su prestación, la consecuencia
natural es que el comprador debe devolver el bien y el vendedor devolver el
precio o la parte del precio recibido, es decir, las cosas vuelven al estado en
que se encontraban en el momento anterior al de la celebración del contrato
(eficacia in retro de la resolución), de suefte que se puede pensar que nunca
ha habido contrato.
En cambio, la imposibilidad de admitir por principio la retroactividad de
la ineficacia es propia de los contratos de ejecución sucesiva, en los cuales
la duración es inherente al contrato. En estos contratos de tracto sucesivo la
declaración de ineficacia rige para elfuturo (ex nunc), no se puede hacer des-
aparecer la ejecución de ciertas prestaciones. Por ejemplo, resuelto un contrato
de arrendamiento, es imposible que el arrendatario devuelva al arrehdador el
uso del bien por todo el tiempo que lo condujo, de ahí la eficacia in futurum de
la resolución; como es materialmente imposible que el arrendatario devuelva
el uso del bien por todo eltiempo que lo poseyó, tampoco el arrendador está
obligado a devolverle la renta percibida por ese período. De la misma manera,
en el contrato de trabajo no se puede borrar la tarea ejecutada por eltrabajador
como consecuencia de que el contrato se resuelve o se anula. '.
rNSTrruro pRcinco
ET
ANíBAL TORRES VASQUEZ
cóDtco PRoCESAL clvtt-, ARrícuLo 688: 'solo se puede promover ejecución en virtud
de títulos ejecutivos de naturaleza. judicial o extrajudicial según sea el caso. Son títulos
ejecutivos los siguientes: [...] 9. El documento impago de renta por arrendamiento, siempre
que se acredite instrumentalmente la relación contractual."
239 CÓDIGO PROCESAL ctVIt-, ARTÍCULO 585: "La restitución de un predio se tramita con arre-
glo a lo dispuesto para el proceso sumarísimo y las precisiones indicadas en este Subca-
pítulo. Procede a decisión del demandante, el acumular la pretensión de pago de arriendo
cuando el desalojo se fundamenta en dicha causal. si no opta por la acumulación, el de-
mandante podrá hacer efectivo el cobro de los arriendos en el proceso ejecutivo de acuerdo
a su naturaleza. Cuando el demandante opte por la acumulación del pago de arriendos al
desalojo, queda exceptuado el requisito previsto en el inciso 3) del art. 85 de este Código".
z4a Co¡lsrruclóru polÍTlcl oel Penú, ARrículo 28. El Estado reconoce los derechos de
sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio democ¡'ático: 1. Garantiza
TNSTTTUTo plcírtco
E
ANíBAL ToRRES vÁsouez
244 BULLABD dice que 'el hombre moderno vive alravesado por los estándares. El compor-
tamiento humano se ha convertido en un fenómeno estadístico. Nos transportamos en
masa, trabajamos en masa, compramos vendemos en masa, vivimos en masa'(BULLARD
Gomálrz, Alfredo, Derecho y economía. El análisis económico de Ías instituciones lega-
/es, Palestra, Lima, 2003, p. 334).
JOSSERAND, Derecho civil, cit., T. ll, Vol. ll, p. 32.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAL TORRES VASQUEZ
1. Contratos de cambio
Son los que tienen por finalidad favorecer la circulación de la riqueza
(bienes y servicios). Aquí tenemos los contratos de cambio que conducen a la
transferencia de la propiedad de los bienes medíante una contraprestación (la
compraventa, permuta, cesión onerosa de crédito)o a la transferencia gratuita
de la propiedad (la donación, el mutuo gratuito); y contratos de cambío que
conducen a Ia adquisición de derechos de uso y goce temporarios a cambio
de una contraprestación (arrendamiento) o sin ella (comodato).
La circulación de la riqueza se puede producir mediante: a) contratos de
cambio dirigidos aun do ut des (cambio a tÍtulo oneroso) como la compraventa,
arrendamiento, suministro, permuta; b) contratos de cambio dirigidos arealízar
un do ut faciaso un facio ut des, o sea, en los que una de las partes da un bien
a cambio de una contraprestación de hacer (servicio) o presta un servicio reci-
biendo un bien como contraprestación, tales son: el arrendamiento, elfletamento
de naves, el transporte, el contrato de trabajo, la renta vitalicia; c) contratos
dirigidos a realizar un facio ut facias, en los que prestación y contraprestación
consisten en la prestación de un servicio. En este esquema tienen cabida fi-
guras contractuales innominadas; d) contratos de cambio en los cuales se da
una cosa o se asume una obligacíón sin retribucíón, pueden estar dirigidos a
un dar (donación) o a un hacer (prestar un servicio gratuitamente¡zrz.
3. Contratos de custodia
Una de las partes asume la obligación de conservaciÓn de un bien mueble
o inmueble: depósito (el depositario se obliga a recibir un bien para custodiarlo
y devolverlo cuando lo solicite el depositante -aft..1814-), el contrato de
secuestro (dos.o más depositantes confían al depositario la custodia y conser-
vación de un bien respecto del cual ha surgido una controversia -art. 1857-),
el arrendamiento de cajas fuertes (el banco se obliga a poner a disposición de
su cliente una ca.ia dotada de especiales seguridades para que éste la utilice
guardando sus bienes, con el compromiso de garantizar la inviolabilidad de la
caja y el no acceso al recinto por parte de terceros).
4. Contratos de colaborac¡ón
Denominados también contratos de cooperación en los que una de las
partes desarrolla su actividad en concurso con la actividad de otra, manteniendo
cada una su independencia, por ejemplo, el mandato, la comisión, el contrato
de agencia, el contrato de edición, cesión de patente de invención. El fin que
cumple el contrato de colaboración puede Ser perseguido por uno de los con-
tratantes, corno en los antes mencionados, o por todas las partes contratantes
como sucede en los contratos asociatívos
Dentro de los contratos asociativos destacan los contratos de colabora'
ción empresarial. La colaboración para el desarrollo y crecimiento empresarial
puede realizarse mediante la transformación, fusión, escisión de empresas
o mediante la celebración de contratos de colaboración empresarialpara el
aprovechamiento de ciertos bienes o servicios o para desarrollar conjuntamente
ciertas actividades como la ejecución de obras públicas o privadas, prestarcierto
servicio, realizar determinados suministros, sin configurar nueVaS sociedades,
con o sin proyección en el mercado.
Entre los contratos de colaboración empresarial figuran los contratos
asociativos, regulados en el Libro Quinto de la Ley Ne 26887, Ley General de
ANíBAL ToRRES VASAUEz
Sociedades, que define al contrato asociativo como aquel que crea y regula
relaciones de participación e integración en negocios o empresas determinadas,
en interés común de los interuinientes. El contrato asociativo no genera una
persona jurídica, debe constar por escrito y no está sujeto a inscripción en el
Registro (art. 438 de la LGS).
Los contratos asociativos se caracterizan por tener un fin común para los
intervinientes2€; no dan lugar a creación de una persona jurídica; los bienes
que los contratantes se obligan a entregar para dl negocio o empresa no se
denominan aportes sino contribuciones, debido a que no hay transferencia de
propiedad de esos bienes (aunque en la asociación en participación puede
haber transferencia de la propiedad); la contribución de las partes puede ser
en dinero, otros bienes o servício; y su objeto es la participación o integración
en determinados negocios o empresas.
El contrato debe especificar las contribucíones de las pafies, pero a falta
de pacto, las partes están obligadas a contribuir en todo lo que sea necesario
para la realización del negocio o de la empresa materia del contrato, en la
misma proporción que cada parte tenga en las utilidades (att. 439).
La Ley General de SocÍedades regula dos contratos asociativos: e[ contrato
de asociación en pafticipación y el contrato de consorcio.
248 "Entre las características más destacables del contrato asociativo se mencionan, en pri-
mer lugar, la indeterminación del número de partes, el que puede ser de dos, pero en la
mayoría de casos, son más de dos; en segundo lugar, el estar abiertos a la adhesión de
otros contrayentes (art. 1391 CC); y, en tercer lugar, la posibilidad que el contrato y la
relación correspondíente continúen con vida, aun cuando el vínculo de una de las partes,
sea por un evento oríginal o sobreviniente; no adquiera eficacia o, en su defecto, la pierda'
(LEWA SMVEDRA, José, Tratado de derecho privado, Editorial San Marcos, Lima, 1997,
T.l lContratos de empresal, Vol. ll, p. 83).
b. Contrato de consorcio
Es el contrato por el cual dos o más personas se asocian para participar en
forma activay directaen un deterrninado negocio o ernpresa con el propósito de
obtener un beneficio econórnico, manteniendo cada una propia autonomía.
SU
Corresponde a cada miembro del consorcio realizar las actividades propias
del consorcio que se le encargan y aquéllas a que se ha comprometido. Al
hacerlo, debe coordinar con los otros miembros delconsorcio conforme a los
procedimientos y mecanismos previstos en elcontrato (art. 445).
Los bienes que los miernbros del consorcio afecten al cumplimiento de
su actividad a que se han comprometido, continúan siendo de propiedad de
éstos. La adquisición conjunta de determinados bienes se regula por las reglas
de la copropiedad (art. 446).
Cada miembro del consorcio se vincula individualmente con terceros en
el desempeño de la actividad que le corresponde en el consorcio. Cuando el
consorcio contrate con terceros, la responsabilidad será solidaria entre los
miembros del consorcio sólo si así se pacta en el contrato o lo dispone la ley
(aft.447).
El contrato establecerá el régimen y los sistemas de pañicipación en los
resultados delconsorcio; de no hacerlo, se entenderá que es en partes iguales
(arl.448).
lNsf¡TUTo pncÍrlco
E
ANíBAL ToRRES vÁsouez
determinado lugar (p. ej., el contrato de corretaje), los misrnos que se regulan
por reglas consuetudinarias2ae.
La tipicidad social del contrato es el presupuesto para su regulación le-
gal. El legislador no inventa una disciplina jurídica contractual, pues si así lo
hiciera, tal regulación carecería de poca o nula utilidad práctica, ya que muy
pocos o nadie lo utilizarían. La tipicidad legal del contrato está precedida de
la tipicidad social.
Como señala Masnaüa2so, hay dos categorñs de contratos principales
atípicos: puros, que son aquellos "que carecen de todo ordenamíento legaly no
coinciden en ninguno de sus aspectos con los contratos regulados", y mixtos o
complejos, que "son composición de prestaciones típicas de otros contratos o
de elementos nuevos con conocidos, dispuestos en combinaciones diferentes
de las que pueden apreciarse en los contratos nominados, y tomados de más
de uno de estos contratos".
La tipicidad social, como señala Martínez2s1, se presenta por el reconoci-
miento que la sociedad realizade un determinado contenido contractual. Esta
tipicidad es la que empuja a la tipicidad legislativa. Todo lo típíco legislativamen-
te, ha sido necesariamente típico socialmente, porque es la realidad con sus
exigencias la que va forzando las regulaciones legales. Mientras que lo típico
socialmente muchas veces no ha llegado a merecer reconocimíento legislativo.
Las operaciones económicas se adecúan a determínados modelos
que corresponden a diversas necesidades. Cuando el modelo de operación
económica es regulado por la ley deviene en un modelo contractual típico o
nominado. El tipo contractual puede ser legal o social, según que esté o no
regulado por la ley252. Los contratos típicos o nominados regulan determina-
das operaciones económicas (venta, permuta, mutuo, etc.); son modelos de
operaciones económícas.
253 BARRIUSo RUlz, Carlos, La contratación electrónica, Dykinson, Madrid, f 998, p. 157.
rNslluro pRcÍrrco
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
ZS7 NAVAS NAVAHHO, Celia, Contrato de merchandising y propiedad intelectual, Fleus, Madrid,
2001, p.35.
ANíBAL ToRRES vnseurz
258 STUMPF, Herbert, E! contrato de know how, lrad. de Tomás A. Banzhaf, Temis, Bogotá,
1984, p.7.
259 "El derecho de autor es un derecho especial, de naluraleza compleja, de elementos he-
terogéneos y de estructura mixta t...1. tEl] elemento patrimonial del derecho de autor está
dado por las siguientes prerrogativas: propiedad sobre la obra, derecho de ceder esa
propiedad, derecho de edición, de reproducción, traducción, representación, radiodifusión
y adaptación cinematográfica [...]. El elemento moral del derecho de autor está constituido
por un conjunto de atributos inherentes a la persona del autor conformando lo que está
consagrado con el nombre de derecho moral del autor [...]. Gény lo define como'un de-
recho de orden principalmente morál o personal en virtud del cual el escribiente dispone
exclusivamente de su idea para informarla a su gusto, para retenerla o comunicarla al pú-
blico, ponerla en oferta, recuperarla, modificarla o negar su modificación, sea que Se trate
del mismo autor en uno de estos sentidos, o sea que se trate de los demás en cuanto tra-
ten de actuar en contra de las intenciones propias' [...]. Este elemento intelectual, personal
o moral del derecho de autor, es el que lo caracteriza o distingue como derecho especial"
(LóPEZ CORNEJO, José Antonio, El contrato de edición, Tesis para optar el grado de ba-
chiller en Derecho, Universidad Nacional Mayor de San Marcos / Facultad de Derecho y
Ciencias Políticas, Lima, 1942, pp. 1 9 y ss.).
260 PALMA NAVEA, José Enrique, "Convenio de liquidación", en MALPAFITIDA CASTILLO, VÍc-
tor y José PALMA NAVEA (compiladores), Contrato de colaboración empresarial, Editorial
San Marcos, Lirna, 2001, P. 662.
ANÍBAL ToRRES vrsouez
261 MESSINEo, Doctrina general del contrato, cit., T. l, p. 381. MESSINEo lo define en los si-
guientes términos: "Por contrato innominado (dicho de otra manera, contrato sui generis;
o, con un término combatido por algunos, atípico), en antítesis al contrato nominado, se
entiende aquel para el cual /a /ey (código o ley complementaria) no ha dispuesto previa-
mente una parlicular disciplína jurídicd (ibídem, p. 378).
CóDtGo Ctvtl DEL BBASTL DEL 2002, Anrícuuo 421 . "La libertad de contratar será ejer-
cida en razón y en los límites de la función social del contrato..." ["A liberdade de contratar
será exercida en razáo e nos limites da fungao social do contrato..."].
263 En el lnforme del Ministro de Justicia sobre el Código civil italiano de 1942 (Relazione, núm.
603) se lee; "No corresponde brindar eficacia a un contrato por el que alguno cons¡enta, a
cambio de una compensación, en abstenerse de una actividad producliva o en un desarrollo
estéril de la propia actividad personal o en una gestión antieconómica o destructiva de un
bien sometido a su disposición, sin que exista una razón socialmente plausible, sino sólo
para satisfacer el capricho o la vanidad de la otra parte''.
INSTITUTO PACIF¡CO g
ANíBAL ToRREs vesourz
1. Uniones de contratos
El supuesto de la unión de diferentes tipos de contratos celebrados entre
las mismas partes (unión de contratos) es distinto al contrato que contiene ele-
mentos pertenecientes a distintos tipos de contratos, pero ligados de manera
que constituyen un todo unitarío (contrato mixto o complejo), el cualconstituye
una subespecíe de los contratos innominados o atípicos.
Como sostiene Enneccerusr6o, á quien seguimos especialmente en
esta parte de la exposición, ofrecen dificultades especiales los contratos que
combinan diferentes tipos de contrato o varias prestaciones singulares regu-
ladas en tipos diversos de contrato. La solución compete siempre en última
instancia al arbitrío judicial, atendiendo a las circunstancias del caso concreto,
especialmente inspirándose en el fin económico y en los legítimos intereses
o"
'':f'T;; n meramente externa.se trata de dos o más contraros comptetos
que sólo están unidos externamente en el acto de la celebración,
por ejemplo, por la forma escrita, pero sin que exista dependencia
del uno respecto del otro. Por ejemplo, en un solo acto elvendedor
vende una casa al comprador y éste arrienda la casa que compra al
vendedor. Hay aquídos contratos celebrados entre las mismas per-
sonas, pueden constar de un mismo documento, pero cada uno es
independiente del otro, sin que exista entre ellos ninguna dependencia
o influencia; cada contrato, el de compraventa y el de arrendamiento,
se rige por sus propias reglas. Hay entre ellos una unión externa de
dos contratos separados e independientes entre sÍ'
2) lJnión con dependencia bilateralo unilateraL Esta figura se da cuando
dos contratos completos, unidos exteriormente, Son queridos como
un todo, por lo que están con recíproca dependencia (dependencia
bilateral), o al menos de manera que uno dependa del otro y no
éste de aquél (dependencia unilateral). Enneccerus consigna como
ejemplos de dependencia recíproca, cuando se arr¡enda una fábrica
por tres mil marcos (ahora euros), conviniéndose al efecto suminis-
trar el vapor de agua indispensable para la explotaciÓn por dos mil
marcos anuales, o cuando se arrienda una cervecería y se vende la
ceyezanecesaria a un precio determinado por hectolitro; la depen-
dencia unilateral, cuando Se compra un caballo y se arrienda la silla
para montarlo por cuatro semanas o cuando se vende un motor y (a
cambio de una bonificación especial) elvendedortoma a su cargo el
montaje; no existe dependencia alguna cuando se compran ovejas
y alavez se arriendan caballos'
Si se ha querido una relación de dependencia, no es sólo la validez
de un contrato lo que depende de la validez del otro, sino que, según
la presumible intención de las partes, la resolución de un contrato
implicaría también la resolución del otro. Pero en lo demás cada uno
de los contratos está sujeto a las reglas del tipo a que se ajusta.
3) t)nión alternativa. En este caso los contratos están unidos de tal
suerte que, según se cumpla o no una determinada condición, se
entenderá concluido uno u otro contrato. Por ejemplo, una persona eS '
contratada para que trabaje en un país extranjero, pero no sabe aÚn "
si dicho trabajo será permanente; en tal situación llega a un acuerdo
para cornprár una casa, con la condición de que su trabajo llegue
a ser estable y con la opciÓn de transformar aquel contrato en Uno
de arrendamiento sisu permanencia resulta frustrada. Aquíhay dos .
265 SPofA, lnstituciones de Derecho civil' Contratos, cit', Vol' I' p' 204'
ANIBAL TORRES VÁsQUEZ
2. Contrato mixto
El contrato mixto es un contrato unitario en el cual se combinan elementos
que están regulados, en todo o en parte, por disposiciones relativas a diversas
especies típicas de contrato
Se combinan elernentos de dos o más contratos distintos, nominados o
innominados, fundidos en uno solo. Las prestaciones están entera y orgánica-
mente mezcladas, condicionadas en su esencia con elfin de lograr un mismo
objetivo económico, y no son susceptibles de una consideración autónoma.
Como señala Spota2s, los contratos mixtos implican, no una pluralidad de
contratos, sino un contrato concreto, que contiene elementos pertenecientes
a otros tipos de contratos, aunque ligados de manera que constituyen un todo
unitario.
Si la combinación es de elementos de dos o más contratos nominados,
elcontrato se regula por las normas de los contratos típicos correspondientes.
Por ejemplo, A y B celebran un contrato por el cual A se obliga a transferir a
B la propiedad de un bien, y B se obliga, en concepto de precio, a prestarle
un seruicio. Se combinan en este contrato único elementos de la compraventa
(arts. 1 529 y ss.) y de la locación de servicios (arts. 1764 y ss.); las prestacio-
nes son recíprocas, interdependientes, una es causa de la otra y viceversa;
no hay la posibilidad de que la una sea considerada independientemente de
la otra; no se puede hablar de dos contratos, sino de un contrato único. Este
contrato, en cuanto a la transferencia de la propiedad se rige por las normas
de la compraventa y en cuanto a la prestación del servicio por las normas de
la locación de servicios.
Si la combinación es de elementos de contratos nominados e innominados
o solamente de contratos innominados, el contrato mixto se rige, además de
las normas que disciplinan la teoría general de los contratos, por las normas
de situaciones análogas.
El supuesto normativo solamente regula el tipo de contrato al cual se re-
fiere, por ejemplo, las normas sobre prestación de servicios sólo se refieren a
prestaciones de esta índole debidas en virtud de un contrato de locación de ser-
vicios;no obstante, en determinadas circunstancias, es admisible la aplicación
de tales disposiciones alsupuesto de hecho correlativas de un contrato mixto.
Con respecto a Ia cuestión de cuáles son, de entre las disposíciones
relativas a los contratos regulados, las aplicables a los contratos mixtos de
267 "Este criterio suele aplicarse a veces a un contrato atípico, cuyo régimen jurídico ha preocu-
pado mucho a la doctrina y que es bastante frecuente en la práctica el llamado negotium
mirtum cum donatione, o también venta a precio irrisorio, o venta amistosa. 'liene lugar
esta rnodalidad de contrato cuando se vende una cosa, deliberadamente, por un precio
muy inferior al que realmente le corresponde, con ánimo de hacer una liberalidad en cuanto
a la diferencia entre el precio real y el percibido, en cuyo caso resultan confundidas en un
mismo contrato, una causa onerosa y una causa donandi. Es evidente que en tales su-
puestos no se ha querído sólo vender, ni se ha querido sólo donar, sino que se ha querido
vender y donar al mismo tiempo. Y algunos autores, al plantearse el problema Cel régimen
legal de tales contratos, han pretendido escindlrlo en dos, viendo en él una donación parcial
. y una venta parcial a fin de aplicarle en la parte onerosa las normas de la compraventa, y
en la parte gratuita las de donación, o sea la doctrina de la combinación propuesta para los
contratos atípicos'(OSORIO MORALES/OSORIO SERRANO, "Clasiíicación de los contratos",
cit., p. 218).
rNslruTo pacÍnco
E
ANíBAL ToRRES vesouez
INSTITUTO PACIFICO
w
ANÍBAL TORRES VÁSAUEZ
INSTITUTO PAC¡FICO
w
ANíBAL TORRES VÁSQUEZ
271 BROSETA PONT, Manuel, Manual de Derecho mercantil,6s ed., Tecnos, Madrid, 1gg5, pp,
459 y ss.
INSIITUTO PACíFICO g
ANí8AI ToRRES VÁSaUEz
38. Prestar servicios de asesoría financiera sin que ello implique manejo de dinero
de sus clíentes o de portafolios de inversiones por cuenta de éstos.
39. Actuar como fíduciarios en fideicomisos.
40. Comprar, mantener y vender oro.
41. Otorgar créditos pignoraticios con alhajas u otros objetos de oro yplata.
42. lDerogadol.
43. Actuar como origínadores en procesos de.titulización mediante la transferencia
de bienes muebles, inmuebles, créditos y/o dinero, estando facultadas a cons-
especial. 'i
tituir sociedades de propósito
Todas las demás operaciones y servicios, siempre que cumplan con los reguisi-
tos establecidos por la Superintendencia mediante normas de carácter general,
con opinión previa del Banco Central. [...]".
Los contratos bancarios tienen como objeto exclusivo la realización de
operaciones bancarias, o modificarlas o extinguirlas:
1) El contrato de cuenta corr¡ente es elcontrato en virtud del cual una
empresa bancaria se oblíga a cumplir las órdenes de pago de su
cliente hasta por el importe del dinero que hubiere depositado en
ella o del crédito que se haya estipulado, esto último en el caso de
las empresas autorizadas para conceder (arl.225).
2) El contrato de fideicomiso es el contrato por la cual el fideicomitente
transfiere bienes en fideícomiso a otra persona, denominada fidu-
ciario, para Ia constitución de un patrimonio fideicometido, sujeto
al dominio fiduciario de este último y afecto al cumplimiento de un
fin específico en favor del fideicornitente o un tercero denominado
fideicomisario. El patrimonio fideicometido es distinto al patrimonio
del fiduciario, delfideicomitente, o delfídeicomisario y en su caso, del
destinatario de los bienes remanentes. Los activos que conforman el
patrimonio autónomo fideicometido no generan cargos alpatrímonio
efectivo correspondiente de la empresa fíduciaria, salvo el caso que
por resolución jurisdiccional se le hubiera asígnado responsabilidad
por mala administración, y por el importe de los correspondientes
daños y perjuicios. La parte líquida de los fondos que integran el
fídeicomiso no está afecta a encaje (arl.241).
3) Él contrato de depósito puede ser regular, cuando una de las partes
entrega a la otra un bien mueble para que la conserve en su poder y la
restituya cuando el depositante así lo requiera. El banco no adquiere la
propiedad del bien que recibe en depósito, sino se obliga a conservar
y devolver el mismo bien. El depósito irregularimplica la entrega de
un bien fungible o consumible (como el dinero) con la obligación del
depositario de devolver otro bíen equivalente de la misma especie y
calidad. Eldepositario adquiere la propiedad de los bienes que recibe,
puede disponer libremente de ellos, debiendo devolver una cantidad
equivalente. El depósito de importancia para elbanco es el depósito
irregular. Los depósitos bancarios irregulares son muy variados: de-
rNSTtruTo pecirco
w
ANÍBAL ToRRES vnsoutz
275 MARTORELL, Tratado de los contratos de empresa, cit., T. I, pp. 504 y ss.
276 St¡¡ÓN, Julio A., Ta(etas de crédito, Perrot, Buenos Aires, 1990, p. 63.
rNsTrruTo pecÍrrco
ANíBAL ToRREs vesouez
279 LEy GENEHAL DE SOC|EDADeS, ARrículo 237. "El accionista que se proponga transferir
total o parcialmente sus acciones a otro accionista o a terceros debe comunicarlo a la so-
ciedad mediante carta dirigida al gerente general, quien lo pondrá en conocimiento de los
demás accionistas dentro de los diez días siguientes, para que dentro del plazo de treinta
días puedan ejercer el derecho de adquisición preferenle a prorrata de su participación en
el capital.
INSTITUÍO PAC¡FICO
w
ANÍBAL ToRRES vesouez
§33. CONTRATOFORZOSO
Contrato forzoso es aquel que la ley obliga a celebrarlo o da por celebrado.
Por tanto, no forman parte de los contratos forzosos los contratos definítivos ce-
lebrados en cumplimiento de un contrato preparatorio (compromiso'de contratar
y opción de contrato), ni elcontrato necesario celebrado bajo elapremio de un
hecho o situacíón imprevistos (ejemplo, el depósíto necesario
-art. 1Bs4-).
Elcontrato es despojado de su carácter como institución de la autonomía
prívada en cuanto exista una obligación legal de celebrarlo. La contratación
forzosa puede ser establecída por ley en términos generales o, para el caso
concreto, por un acto administrativo que, no obstante, precisa de apoyo legal.
Muchas veces sólo existe obligación de contratar para uno de los contratantes.
En tal caso se le aplica alotro contratante, en lo que toca a su manifestación, las
disposiciones generales del Código civil sobre las declaraciones de voluntad y
la celebración delcontrato. Pero también al contratante sujeto a la contratacióñ
forzosa se le aplíca el Derecho de contratos y las disposiciones sobre actos
jurídicos en la medida en que la obligación de contratar no esté cuestionada2go.
El contrato forzoso puede ser con pérdida parcial o con pérdida total
de la autonomía de la voluntad privada. López de santa María llama a los
primeros contratos forzosos ortodoxos y a los segundos, contratos forzosos
heterodoxo§1l.
Los contratos forzosos con pérdída parcial de la autonomía de la voluntad
u ortodoxos se forman en dos etapas: a) la ley impone la oblígación de con-
tratar; b) el obligado procede a celebrar el contrato respectivo, eligiendo a la
contraparte y con ella establece en libre discusión el contenido del contrato.
282 Por el contrato de seguro el asegurado se obliga a pagar Una prima y el asegurador asume
la obligación de pagar una indemnizaciÓn en el caso de que se produzca el riesgo asegu-
rado en los términos señalados en el contrato.
FLUME, Et negocio iurídico. Parte general del Derecho civil, cit', Vol' ll, p' 718'
INSTITUTO PAC¡FICO
w
ANÍBAL ToRREs vnsourz
MESSINEO, Doctrina general del contrato, cit,, T. l, p. 58. ROPPO señala que distinto del
contrato normalivo es el contrato normativo de fuente asoc¡ativa, en la cual no existe
coincidencia ni siquiera parcial entre las partes de este y las partes de futuros contratos
regulados. Estas Últimas son sujetos que pertenecen a determinadas categorías económi-
co-sociales, mientras que las partes del contrato normat¡vo son las organizaciones repre-
sentativas de estas: piénsese en el contrato colectivo de trabalo; o en los contratos tipo
de locación de vivienda acordados entre asociaciones de propietarios edilicios y de los
inquilinos" (ROPPO, El contrato, cit., p.491).
SALANDRA, Vittorio, "Contratti preparatori e contratti di coordinamento", en Rivista di Diritto
Commerciale, Vol. XXXV|ll, Parte Primera, Milán, 194Q, p.22.
por haber sido previamente aceptada. Sin ernbargo, como señala Albaladejo2s6
iambién es normativo para regular los futuros contratos que las partes celebren
con terceros. Por ejemplo, A y B, comerciantes del mismo ramo, acuerdan en-
tre sí para evitarse los efectos de la competencia recíproca, que venderán al
público sus productos a igual precio, inalterable. Es decir, elcontrato celebrado
entre ellos se llama normativo porque establece üna norma a seguir-el precio
igual e inalterable- en los contratos (normados) que cada uno celebre con los
compradores de sus Productos. \
De lo dicho se desprende que los contratos normativos pueden ser inter-
nos o externos.
Los contratos normativos internos son los que definen la regulación de
futuros contratos a celebrarse entre ellas mismas. Se presenta, sobre todo, entre
partes implicadas en una relación económica compleja y de larga duración, lo
que determinará que celebren numerosos contratos que tienen el mismo objeto
u objetos coordinados, por ejemplo, las relaciones entre empresas productoras
de bienes y servicios y sus clientes habituales2sT.
Los contratos normativos externos son los que definen las cláusulas de
futuros contratos por cada una de las partes con terceros. Por ejemplo, algunas
empresas se comprometen entre sí a practicar, en los futuros contratos con los
clientes de cada una, un cierto precio mínimo, o a no insertar cláusulas que
amplíen las garantías de leyes por los defectos del bien vendido; en el contrato
de franchising, el franchisortija con el franchisee el contrato tipo que regulará
los contratos del franchr'see con sus clientes. El primer ejemplo muestra como
estos contratos pueden dar lugar a acuerdos restrictivos de la competencia que
la ley prohíbe. Y en los contratos entre profesionales y consumidores, se pre-
sumen vejatorias las cláusulas que implican restricción a la libertad contractual
en las relaciones con los terceros288. De ahí que hay que determinar, en cada
caso, si elcontrato es válido en conformidad con el Código delConsumidor.
Se critica la calidad de contrato al normativo en consideración a que el
contrato tiene únicamente por contenido relaciones jurídicas patrimoniales,
de lo que sigue que no es contrato en sentido técnico el llamado contrato
normativo que tiene por contenido el establecírniento de normas jurídicas, si
bien de eficacia limitada a los sujetos que lo ha celebrado. Del contrato en
sentido técnico nacen derechos y obligaciones; el contrato normativo no es
idóneo para crearlos directamente. El primero enuncia un resultado concreto
y específico para las partes, no para otras; el segundo, un resultado abstracto
y genéricamente referible a todos los que se encontraran en aquella determi-
nada situación (carácter de generalidad). El primero obliga sólo en cuanto su
286 ALBALADEJO, Manuel, Derecho civil,9a ed., Bosch, Barcelona, 1994, T. ll lDerecho de
obligaciones), Vol. I [La obligación y el contrato en generaf, p. 406.
287 ROPPO, El contrato, cit., p. 490.
288 AOPPO, El contrato, cit,, p.490.
rNslruTo pncÍrrco g
ANíBAL ToRRES v¡souez
contenido sea querido por las partes; el segundo, aunque las partes ignoren
su contenido o no lo mencionenzEe.
El contrato normativo está reconocido por la doctrina, si bien el Código
civil no regula, pero las paftes, en ejercicio de la autonomía su voluntad, pue-
den celebrarlo estableciendo normas reguladoras de los futuros contratos que
celebren entre ellas mismas o con terceros. '
2. Contrato tipo
Se denomina contrato tipo al celebrado por las partes con el esquema
contractual completo de los eventuales contratos futuros que entre ellas cele-
bren, de manera que, en los contratos futuros, las partes no tienen nada más
que agregar que su firma. Se pueden hacer adiciones o modificaciones en el
contrato tipo, pero no Son necesarias para que se perfeccione el contrato.
Cuando el contrato norrnativo no se limita a fijar determinadas cfáusulas
de los contratos futuros, sino que establece eltotal del reglamento de éstos,
cuyo contenido coincidirá pedectamente, sin necesidad de agregar nada, con
elcontenido delcontrato normativo, éste toma el nombre de contrato tipo2eo.
El contrato tipo para su exístencia requiere del acuerdo de dos o más
partes; las estipulaciones o cláusulas preestablecidas son el producto del
acuerdo ile ambas partes contratantes. En esto se diferencia de los contratos
por adhesión y los concluidos mediante cláusulas generales de contratación,
cuyo contenido son obra de una sola de las partes contratantes; el contenido
total (contrato por adhesión) o parcial (cláusulas generales de contratación)
del contrato es predispuesto por una de las partes, pudiendo la otra aceptar
adhiriéndose aun sin un efectivo conocimiento de su contenido.
El contrato normativo contiene cláusulas o estipulaciones formuladas abs-
tractamente, que deben incluirse en los esquemas de los contratos individuales.
En cambio, "el contrato tipo es ya, el mismo, el esquema concreto del contrato,
de manera que las partes no tienen que agregar nada más que su firma'2e1.
§35. CONTRATOABSTRACTO
Se llama contrato abstracto o no causado al contrato en el cual la causa
no es uno de sus elementos esenciales; la causa es irrelevante para la validez
del contrato (abstracción sustancial).
En el antiguo Derecho romano, durante la Monarquía y principíos de la
República, los actos jurídicos eran abstractos. En los contratos la obligación
nacía por el cumplimiento de la formalidad de cada uno de ellos, sin impodar
que tenga o carezca de causa o ella sea ilícita. Por ejemplo, si una persona se
obligaba por una stipulatio a devolver un dinero no recibido, la obligación carece
de causa. Sin embargo, eJdeudordebía pagar, porque pronunció las palabras
solemnes (spondere), que son suficientes y necesarias para el. nacimiento del
acto. Si se originaba un litigio, eljuez no podía exam¡nar si el contrato tenía o
no causa o si la causa era ilícita. Solamente exarninaba el cumplimiento estricto
@
de las formas que era lo que determínaba fa validez o la nulidad del contrato.
Esta situación fue atenuada por el pretor, quien cuando se pretendía
cobrar una deuda nacida de una estipulatio que no tenía causa, Ie concedía
al deudor una excepción de dofo malo (exceptio doli) para paralizar la acción
del acreedor. Más adelante se terminó por admitir que en todo contrato debe
existir una causa lícita. Se concedió acción para repetir lo pagado sin causa.
Sobre la base del enriquecimíento índebido (sin causa), los pretores
romanos crearon las condictios (armas procesales) que obligan al que se
ha enriquecido injustamente a devolver aquello en que se enriqueció. Estos
medios procesales eran varios: La condictio sine causa procedía cuando la
prestación no tenía causa, el deudor podía pedir la devolución de lo pagado
(p. ej., los actos de los incapaces). La condictio ob turpen causa se daba para
la causa ilícita. La condictio causa data causa non secuta procedía cuando el
enriquecimiento de la persona resultaba de una prestación hecha por otra en
vista de una finalidad que no se cumplía, por ejemplo, una permuta en que uno
de los contratantes cumple con su obligación con Ia mira a que el otro cumpla
la suya, y éste no cumple. Con esta condictio elque cumplió puede recuperar
lo pagado del que no cumplió. La condictio ex injusta causa tenía lugar cuando
se exigía algo contrariando una regla de Derecho, por ejemplo, ef que pactó
intereses usureros pretendía cobrarlos sobrepasando los intereses legales;
mediante esta condicfib el deudor podÍa negarse a pagar tales intereses y si
los pagó tenía derecho a la devolución. La condictio indebitiprocedía cuando
se daba por error lo no debido. La condictio obren data procedía respecto de
los contratas innominados (negotia nova), en los que la causa de la prestación
TNSTTTUTo p¡cÍr¡co
@
ANIBAL TORRES VASGUEZ
de una deuda dispensa a aquel a favor del cual se hace de la carga de probar la relación
fundamental. La existencia de esta se presume salvo prueba en contrario".
--E
ANíBAL ToRREs vnsou¡z
INsirTUTo pecínco
@
EL CONSENTIMIENTO
§ 36. EL CONSENTIMIENTO
El consentimiento (del latín sentire cum: sentir juntos, sentir de manera
acorde) no es otra cosa que el acuerdo de voluntades de las partes contra-
tantes para crear, regular, modificar o extinguir oblígaciones. Su definición se
confunde con la del contrato (art. 1351).
Es el elemento esencial del contrato que nace dela confluenciade la ma-
nifestación de voluntad del que propone la celebración del contrato (oferente)
con la manifestación de voluntad del que la acepta (aceptante)rt., de la cual
nace la voluntad contractual que es la voluntad común de las partes contra-
tantes por la cual se crea, modifica o extingue una obligación. Así, pues, a la
formación delcontrato concurren dos manifestaciones de voluntad: la oferta y
la aceptación. Es decir, el consentimiento es la coincidencia de las manifes-
taciones de voluntades del oferente y del aceptante y no de sus voluntades
internas no objetivadas.
El acuerdo colncidente de las voluntades de las pañes es el elemento
fundamental, infaltable, de todo contrato, tanto cuando las paftes persiguen
intereses contrapuestos (la compraventa, arrendamiento, etc.) como cuando sus
intereses son concurrentes para el logro de un fin cornún (contrato de sociedad,
joint venture, etc.); tanto cuando el contrato es de libre negociación como cuan-
do su contenido es predeterminado por una de las partes e impuesto a la otra.
No hay contrato sin el acuerdo de las voluntades de las partes para per-
feccionarlo con un determinado contenido, independientemente de que dicho
298 "Consent is manifested by the meeting of the offer and the acceptance upon the thing and
the cause which are to constitute the contract. The otfer must be certain and the acceptan-
ce absolute" (ver art. 1319, Civil Code; Yuviengco vs. Dacuycuy, 104 SCRA 668) (VITUG,
Jose C., Compendium of Civil Law and Jurisprudence, National Book Store, Manila, 1993,
p. 540). En el lenguaje jurídico, el consentimiento, elemento esencial del contrato, es el
acuerdo de voluntad de las partes; se compone de dos elementos: la oiela o policitación
y la aceptación (MMEAUD, Henri, León y Jean, Lecciones de Derecho civil, trad. de Luis
Alcalá-Zamora y Castillo, Ejea, Buenos Aires, 1978, Parte segunda , vol.l fObligaciones: el
contrato, la promesa unilaterall, p. 147).
ANíBAL ToRRES v¡sourz
302 M9SSET ITURRASPE, Jorge, "La extinción por arrepentimiento de la relación contractual", en
Libro Homenaie a Fetipe Osterting Parodi, Palestra, Lima, 2008, I' I' p. 736.
303 SÁNCHEZ CALERO, Franiisco Javier (coordinadoQ, Curso de Derecho civil ll. Derecho
'Ilrant lo blanch'
de obtigaciones, contratos y responsabilidad por hechos ilícitos,3a ed',
Valencia, 2004,9.256.
En el art. 1836 del EsbogodeFreitas se lee: "la promesa y su aceptación pueden preceder
una a la otra como propuesta, oferta, pregunta, pedido, autorización, mandato, orden,
comisión, ratificación y baio la denominación común de aceptación"
lNslTUTo pncÍr¡co g
ANíBAt TORRES VASQUEZ
La oferta "es una proposición unilateral que una de las partes dirige a la otra para celebrar
con ella un contrato" (ENNECCERUS, Ludwig y NIPPERDEY, Hans Carl, Derecho civil. Parte
general, trad. de Blas Pérez y José Alguer, Bosch, Barcelona/Buenos Aires, 1948, T. l, vol.
ll, p. 153). "La oferta de contrato es una declaración unilateral de voluntad por la que una
de las partes ofrece a la otra la celebración de un contrato, de tal modo que la concluslón
de éste sólo depende de la aceptación de la otra parte. Por consiguiente, sólo es eficaz la
oferla cuando el contrato puede quedar cerrado por la sola aceptación, sin que sea precisa
ulteriores negociaciones" (LeH¡¡e¡lÑ, Heinrich, Derecho civit. Parte general,lrad. por José
Ma Navas, Editorial Flevista de Derecho Privado, Madrid, 1956, vol. l, p. 338). "La oferta es
algo concluyente. Hacerla supone emitir una proposición definitiva (es decir, que encierra
ánimo de quedar obligado si la otra parte acepta), después de haber acabado ya con el
período lo hubo-- de sondeos y tanteos, llamados de tratos, que... frecuentemente
preceden-si
al contrato" (ALBALADEJO, Manuel, lnstituciones de Derecho civl{ Bosch, Bar-
celona, 1960, T. I lParle general y Derecho de obligacionesl, p. 665).
osPlNA rrnNÁruoezosPlNA AcosTA, Teoría general del contrato y de los demás actos o
negocios jurídicos, cit. [ed. 19941, p.147.
rNSTlruro p¡cÍrrco
E
ANíBAL ToRRES vnsourz
rNSTrruro pncÍncc
w
ANíBAL ToRREs vesouez
perfeccionam¡ento del contrato y por no tener otro objetivo que no sea el del
perfeccíonamiento.
conforme a nuestro ordenamiento jurídico, la oferta produce efectos
limitados y transitorios (precontractuales), los rnismos que se convierten en
definitivos cuando se combinan con Ia aceptación en el momento que de ésta
toma conocimiento el proponente (art. 1374): Laofeña obliga al oferente, si lo
contrario no resulta de sus propios térrninos, de la naturaleza de la operación
o de las circunstancias del caso (ar1. 1382). -
§ 38. LA ACEPTACIÓN
La aceptación es la declaración de voluntad unilateral, recepticia que
emite el destinatario de la oferta (llamado también ofertatario)317 comunicando
316 En el primer caso la aceptación parcial se considerará como una contraoferta; en el segun-
do caso es válida la aceptación parcial y se considera rechazada en el resto.
317 El art. 459 del Código civil de Bolivia establece que la oferta queda sin efecto si el ofefta-
tarío lallece o pierde su capacidad antes de que su aceptación hubiese llegado a conoci-
miento del oferente.
318 DE FIUGGtERO dice que la aceptación es "la adhesión que el destinatario hace a la propues-
ta de un modo expreso mediante una declaración de voluntad o tácitamente exteriorizado
con actos idóneos de asentimiento, emprendiendo sin más la ejecución del contrato (DE
FIUGGIERO, lnstituciones de Derecho civil, cit., T. ll, Vol. I' p' 282).
319 CONvpruC¡ó¡r DE LAS NACTONES UNIDAS SOBRE LOS CONTRATOS DE COMPRAVENTA
INTERNACIoNAL DE MERCAoeRÍRs 1COruveruCtÓtt DE VIENA DE 1980), RnríCUt-o te. t¡
Toda declaración u otro acto del destinatario que indique asentimiento a una ofer4a consti-
tuirá aceptación. El silencio o la inacción, por sí solos, no constituirán aceptación.
ANiBAt TORRES VASAUEZ
LARROUMET dice que la jurisprudencia francesa ha considerado que el silencio tiene valor
de aceptación cuando la propuesta de contrato haya sido hecha en interés sólo de aquel
a quien ha sido dirigida. Este puede ser el caso en lo que se refiere a una convención de
asistencia en virtud de la cual una persona se presenta como auxiliador de otra (oferta),
la cual se supone que acepta la propuesta que se le hace porque está conforrne con su
interés, lo que la obliga para con el asistente (LARROUMET, Teoría general del contrato,
cit., Vol. l, p.202).
321 citado por BIANCA, Dirítto civile,cit., T. lll, p. 2.l6. "ln tema si tenga presente anche l,artículo
19 della Convenzione di Víena sulla vendita mobiliare internazionale: 'una risposta ad una
proposta volta ad essere un'acceüazione ma che contiene clausole aggiunte o difformi
che non alterano sostanzialmente i termini de lla proposta, costituisce accettazione, a
meno che I'autore Della proposta, sensa ritardo ingiustificato, non si oponga verbalmente
a queste differenze o non invii un awiso a questo scopo. ln caso contrario, il contenuto
del contratto é il contenuto della proposta con le modificazioni aggiunte nell'accettazíone,
(la regola é stata recepita dagli Unidroit Principles of Internacional Comercial Contracts:
artículo 2.11)".
',l45; BIANCA, Dirifto civile, cit., T. lll,
322 BAFIASSI, lnstituciones de Derecho civil, cil., Vol. ll, p.
p.215.
323 Así lo ha establecido la jurisprudencia italiana (cfr. FRANCESCHETTI, lt contratto, cil., p.
42).
324 BlANcA, Diritto civile, cit., T. lll, p.227.
TNSTITUTo pncírrco
w
ANÍBAL TORRES VASAUEZ
Distintas son las situaciones en las que la celebración del contrato está
presidida de una etapa previa de negociación, ya porque la oferta no precisa
todas las estipulaciones delcontrato, ya porque no se ha formulado una oferta
sino una invitación a ofrecer, ya porque la aceptación llega a conocimiento del
oferente fuera de tiempo o contiene modificacioles. '
Si se formula una propuesta que no contiene todos los elementos del
contrato que Se quiere celebrar no se está haciendo una oferta, sino se está
invitando a ofrecer, sin que el invitgnte está obligado a aceptar la oferta u
ofertas, pudiendo hacer contraofertas; De este modo el que hizo la primera
propuesta solamente dio inicio a las tratativas previas que pueden conducir
a perfeccionar el contrato. Por ejemplo, una persona coloca un anuncio que
dice "compro casa, pago hasta 500 mil Soles"; un sujeto dice a otro "te vendo
mi automóvil, pongámonos de acuerdo sobre el precio"; A propone arrendar
un fundo a B, pero no indica la renta que éste debe pagar.
No hay que confun dir oferta de contrato con oferta de negociaciones. La
primera perfecc¡ona elcontrato con la aceptación, mientras que la segunda no
lo perfecciona nunca, sin una previa negociación en la cual las partes, mediante
oferlas y contraofertas, se pongan de acuerdo sobre todos los elementos del
contrato. La oferta de contratoes vinculatoria, puede ser aceptada, y la oferia
de negociaciones no vincula al proponente, no puede ser aceptada a los fines
de perfeccionar el contrato. Se puede decir que la oferta de entablar conversa-
ciones puede ser aceptada, tomando esta palabra en su sentido lato, pero no
en su sentido estricto, jurídico, como manifestación de voluntad que acoge la
oferta, por tanto, no permite perfeccionar el contrato. En cambio, la oferta de
contrato permite que el contrato se forme con la aceptación.
Aceptada la oferta de negociación, ésta se debe llevar a cabo con lealtad,
seriedad y responsabilidad, pero ello no significa que necesariamente deba
terminar en un acuerdo de voluntades con la que se perfecciona el contrato,
puesto que cada una de las pailes está en elderecho de romper unilateralmente
la negociación del contrato, siempre que el que se aparte de la conversación
no actúe de mala fe, porque si así fuere incurrirá en responsabilidad civil.
Si la oferta contiene todos los elementos del contrato que se propone
celebrar, pero el destinatario contesta haciendo modificaciones, no hay
acuerdo de voluntades sino una nueva oferta dirigida al primer oferente, quien
puede aceptarla o rcchazarla o hacer otra contrapropuesta, y así hasta que
una de las contrapropuestas sea aceptada completamente formándose el
consentimiento.
lgualsi una aceptación llega tarde a conocimiento deloferente no perfec-
ciona el contrato, sino que equivale a una contraoferta que el oferente puede o
no.aceptar, llevándose a cabo de esta forma las tratativas entre ambas partes
hasta que les pongan fin, llegando o no a un acuerdo.
ANíBAL ToRRES vÁseuez
1. Nociones previas
Todo el que con sus actos lícitos o ilícítos causa daño a otró está en la
obligación de indemnízarlo.
La responsabilidad civiles la obligación q.ue, por atribución de la ley, tiene
un sujeto de reparar el daño sufrido por otro sujeto.
El daño está en la esencia de la responsabilidad civilindemnizatoria. Sin
daño no hay responsabilidad civil.
La función de la responsabilidad civil es indemnizatoria (llamada también
reparatoria, compensatoria o resarcitoria) de daños, además de una función
preventiva de evitar o reducir los daños; de ahíque los montos indemnizato-
rios deben tener un efecto disuasorio de las conductas generadoras de daño,
especialmente de las dolosas y culposas.
Distintas son las razones de la imputación legal de la responsabilidad
civil, por ejemplo, el deudor no ejecuta sus obligaciones causando daño a su
acreedor; una persona, sin que exista una relación de crédito, causa daño a
otra violando el neminem laederézs; la relación de propiedad o posesión del
responsable con el bien productor del daño; la relación de dependencia de la
persona bausante del mismo con la declarada responsable; el ejercicio de una
actividad riesgosa o peligrosa, lícita, causante del daño; la incitación o ayuda a
causar el daño; el enriquecimiento indebido; el abuso del derecho con el que se
ha causado un perjuicio; el rompimiento de las negociaciones precontractuales
por una de las partes causando daño a la otra.
Son presupuestos básicos de la responsabilidad civil:
1) La imputación de la responsabilidad a un determinado sujeto, por
encontrarse en una de las situaciones en que elordenamiento jurídico
lo señala como elobligado a pagar la indemnización.
2) El incumplimiento objetivo de un deberespecífico o del deber general
de no dañar a otro.
325 "Si la prohibición de ofender, neminem laedere, constituye uno de los principios funda-
mentales de la equidad y del orden social (DEMoGUE), la justicia humana no puede tolerar
que las ofensas queden sin satisfacción. La policía preventiva y las sanciones penales son
ciertamente medios sabiamente dirigidos a hacer más raras las ofensas; pero la experien-
cia demuestra, hoy por hoy, que los ojos vigilantes de la policÍa y el miedo a las cárceles no
bastan para enfrentar todas las pasiones, para impedir todas las negligencias y asegurar
el respeto de los derechos ajenos. He aquí, pues, a la ley civil en el sagrado deber de
restaurar el reino de la justicia turbado por el hecho ilícito, sancionando la obligación de
resarcir el daño proveniente de la ofensa y dictando las normas con que haya de determi-
narse la indeterminación; y he aquÍ la jurisprudencia en la necesidad de hacer aplicación,
no siempre fácil, de aquellas normas a los casos que en la práctica se verifican todos los
días" (CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho civil chileno y comparado, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago, 1988, T. XlDe las obligaciones,ll, p. 598).
326 ENNECCERUS, Ludwig I K|PP, Theodor /WOLFF, Martin, Tratado de Derecho civil, lrad.
de la 39a ed. alemana por Blas Pérez González y José Alguel 3a ed., Bosch, Barcelona,
1981 , T. ll lDerecho de Ías obligacionesl, Vol. l, p. 61.
327 ENNEOOEFIUS/KIPPMOLFF, Tratado de Derecho civr{ cit. [ed. 1981]' T. ll, Vol- I, p. 62.
328 Ejemplo: "A" da la orden de compra a una Sociedad de Agente de Bolsa para que al día
siguiente por la mañana adquiera una cantidad de acciones de una determinada empresa
financiera. El empleado de la Sociedad Agente de Bolsa que debía encargarse de la ope-
ración se va de paseo y no asiste a trabajar. Al siguiente día la citada entidad financiera
es intervenida y declarada en proceso de liquidación por la Superintendencia de Banca y
Seguros. Es evidente que la Sociedad Agente de Bolsa ha incumplido su oblígación, tam-
bién es evidente que el incumplimiento obedece al comportamiento doloso del empleado
de la sociedad quien deliberadamente no fue a trabajar ese día (arf. 1318). Pero también
es evidente que el cliente de la Sociedad Agente de Bolsa no ha sufrido ningún perjuicio,
por el contrario, ha resultado beneficiado con la inejecución de la obligación por el deudor,
pues de haberse comprado las acciones habrÍa pedido todo el capital utilizado para la
compra de tales acciones que han perdido todo su valor'
--E
ANÍBAL ToRRES vlsou¡z
3. Responsabilidadprecontractual
La responsabilidad civil precontractualsurge cuando una de las partes
lesiona la libertad de negociación de la otra, es decir, el sujeto es afectado en
la libre manifestación de su autonomía negocial. No tutela el interés del sujeto
en elcumplimiento delcontrato, llamado interés positivo, sino el interés nega-
tivo de no estipular un contrato inválido o ineficaz, o con contenido alterado32s.
En efecto, en la responsabílidad precontractual el resarcirniento deldaño
cubre el interés negativo, denominado así, como dice Ropposo, porque se iden-
iifila óon el interés a no iniciar una traiáiiva Como ta que ha expuesto al sujeto
a sufrir las incorrecciones de la contraparte: y dado que iniciar esa tratativa ha
agravado al sujeto con gasfos inútiles y le ha hecho perder otras ocasiones de
negocios. Se le distingue del interés positivo, que es el interés a la ejecución
delcontrato válidamente celebrado, y a la adquisición de las correspondientes
ganancias. Al contrario, el interés negativo no comprende la pérdida de las
ganancias (lucro cesante) que se derivan de la falta de celebración del contrato
por las incorrecciones de la contraparte, porque ese contrato no fue celebrado.
Debe resarcirse los gastos hechos con una tratativa que deviene inútil, como
son los gastos de viajes, proyectos, asesorías, test de factibilidad, el tiempo
perdido, la pérdida de ocasiones alternativas de negocios que no se han llevado
a cabo por la confianza en la celebración delcontrato, etc.
Una de las pañes lesiona la libertad de negociación (del contrato) de la
otra parte, por ejemplo, envolviéndolo en tratos inútiles, engañándolo o presio-
nándolo para que celebre un contrato que no habría estipulado o que habría
estipulado en condiciones diferentes, determinándolo a que preste su con-
sentimiento sin suministrarle toda la información relevante para que tome una
decisión o realice una elección adecuada de los bienes y servicios que desea
adquirir, asícorno para efectuar un uso o consumo adecuado de los productos
o servicios. Todas estas hipótesis significan una lesión a la autonomía de la
voluntad privada en su doble acepción de libertad de contratar y libertad para
determinar el contenido contractual
El Código hace referencia.explícita a la responsabilidad precontractualal
establecer que los contratos debén negociarse de buena fe (art. 1362). Cieña-
mente, en la negociación delcontrato las partes deben comportarse de buena
fe, surninistrando a Ia otra toda Ia información para que tome una decisión
adecuada, no ocultándole información, comportándose responsablemente,
diligentemente, para detectary superar causas que puedan invalidar el contrato
de llegarse a pedeccionar, o para que no se omita de comprender en él los
compromisos ofrecidos en Ia negociación, en fin no defraudando a la otra parte,
sino tratando de que obtengan la satísfacción de la necesidad que persigue.
Esto significa que la responsabilidad precontractualencuentra su fundamento
en la mala fe (art. 1362) y en la culpa (dolo y culpa propiamente dícha), según
la regla general de la responsabilidad extracontractual (art. 1969).
El Derecho italiano eslablece expresamente que "la parte que, conocien-
do o debiendo conocer la existencia de una causa de invalidez del contrato,
no hubiera dado noticia de ella a la otra parte será obligada a resarcir el daño
sufrido por ésta por haber confiado sin su culpa en lavalidez del contrato" (art.
1338). Luego, a la nulidad del contrato le sigue la responsabilidad precontractual
a cargo de la parte que conocía o debía conocer de la causal de invalidez, y a
favor de la otra que no la conocía ni estaba en la posibilidad de conocerla. A la
misma solución se llega en el Derecho peruano, pues la parte que conoce o está
en la posibilidad de conocer de la causal de invalidez,v. gr., de la imposibilidad
o ilicitud del objeto3s', y no la pone en conocimiento de la otra está actuando
de mala fe (art. 1362), lo que sustenta la responsabilidad civil.
El deber de buena fe se descompone en una serie de deberes de com-
portamiento, cuya violación genera responsabilidad civil precontractual. Cada
parte está en el deber de informar con verdad, transparencia y claridad a la
otra; en eldeber de no divulgar las noticias rese¡vadas que obtenga de la otra;
el deber de custodia de lo que recibe de la otra en el ámbito de las tratativas;
et deber de no caflar sino de hablar cuando las circunstancias así lo exigen,
sino quiere que su silencio sea percibido como el acuerdo contractual en los
casos en que la ley o elconvenio le atribuyen ese significado (art. 142); el deber
de no frustrar la confianza sobre la celebración del contrato generada en la
contraparte, cuya manifestación más irnportante es la ruptura de las tratativas.
rNSTlruTo p¡cÍaco
E
ANÍBAL ToRRES v¡souez
332 MMEAUD, Henri y León y André TUNC, Tratado teórico y práctico de la responsabilidad
civil delictual y contractual, trad. de Luis Alcalá Zamora y Castillo, Eiea, Buenos Aires,
1977,f.1, Vol.l, Ne 116, pp.164-165.
339 CÓDIGO DE PROTECCIÓ¡¡ Y DCTEruSA DEL CONSUMIDOR (LEY Nq 29571), ARTiCULO 103:
por
Daños indemnizables. La indemnización comprende todas las consecuencias causadas
el defecto, incluido el daño emergente, el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral.
INSTITUTO PACiF¡CO
ANíBAL ToRRES VÁscUEz
e. Daños indemnizables
La indemnización comprende todos los daños causados por el precon-
tratante, incluido el daño emergente, el lucro cesante, el daño a la persona y
el daño rnoral.
El daño por el interés negativo, como expresa Bianca34o, consiste en el
perjuício que sufre el sujeto por haber confiado, inútilmente, en la celebracíón
del contrato o en su validez, o por haber estipulado un contrato que, sin la
injerencia ilícita del otro, no lo habría celebrado o lo habría celebrado en con-
diciones diferentes.
En caso de ruptura injustificada de las negociaciones, el lesionado tiene
derecho al resarcimiento del daño como consecuencia de los gastos realizados
inútilmente para el desarrollo de la negociación (viajes, redacción de proyectos,
etc.)o para la celebración delcontrato (pago de irnpuestos, asistencia legal), los
gastos para realizar o recibir la prestación (arriendo de locales, adquisición de
equipos, etc.); la pérdida, a consecuencia de las negociaciones frustradas, de
ocasiones de aceptar oferlas serias y favorables o que éstas no han podido ser
aceptadas en el momento en que los precios de rnercado eran rnás favorables.
El resarcimiento del daño debe ser integral.
1. Teoría de la declarac¡ón
Según esta teoría, denominada también de la agnición o manifestación,
el consántimiento se produce en el momento en que el aceptante manifiesta
su conformidad con la oferta, por ejemplo, uno declaró vender y el otro declaró
comprar. El Código de Obligaciones del Líbano establece que e/ contrato es
concluido en el momento y lugar donde el destinatario de la oferta ha emitido
su aceptación.
El contrato se perfecciona con la coincidencia de las voluntades del ofe-
rente y el aceptante, y esta coincidencia se produce en el instante que existe
en el áestinatario la intención de aceptar la oferla. Empero, como la,intención
es un acontecer psíquico que permanece como propositum in mente retentum
que no sale de la conciencia, y el acto jurídico (el contrato lo es) requiere de la
manifestación de voluntad, es necesario que el destinatario de la oferta exteriori-
ce su intención mediante la declaración de aceptación con la que elcontrato se
perfecciona, por ejemplo, anotándolo en sus libros comerciales, comunicándolo
á lerceros, redactando una carta de aceptación, aun sin desprenderse de ella,
solicita un crédito manifestando que eS para pagar el precio de una casa que
le están ofreciendo en venta.
Esta teoría, por subjetiva, no ofrece ninguna seguridad para el oferente,
por cuanto el destinatario de la oferta tiene el control de la declaración, puede
árrepentirse en cualquier momento y reducirla a la nada; él a su antoio, según
su cbnveniencia, puede decir si hay o no contrato; el oferente se encontraría
vinculado contractualmente sin saber si el destinatario ha aceptado.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAL ToRREs vÁseu¡z
2. Teoría de la expedición
La teoría de la expedición o envío considera que no es suficiente la ma-
nifestación de aceptación, sino que'se requiere que sea expedida94l, o sea
es necesario, para que el contrato se perfeccione, que el aceptante se haya
desprendido de su declaración de voluntad enviándola al oferente.
El art. 1154 del Código civil argentino señala: La aceptación hace sólo
peffecto el contrato desde qué ella se hubiese mandado al proponente, o
sea adopta la teoría de la expedicion, haciendo una concesión a la teoría del
conocimiento al establecer en el art. 1 155 que el aceptante puede retractarse
de su aceptación antes que ella haya llegado a conocimiento del proponente.
lgualmente, el Código de comercio español adopta esta teoría al disponer en
el art. 54 que /os contratos que se celebren por correspondencia quedarán per-
feccionados desde que se conteste aceptando la propuesta o las condiciones
con que ésta fuere modificada.
En pro de esta teoría se estíma que el aceptante ha querido reservarse
su decisión hasta la expedición (elemento objetivo); no ha querido obligarse
mientras gue conserua el documento y podía destruirlo. Con la expedición, el
declarante se desprende de su aceptación y pierde el control sobre ella, y no
puede modificarla ni revocarla.
Se dice que si la norma no acudiría a dar validez al contrato formado
cuando la aceptación se desprende del aceptante, ya sea aplicando la tesis
de la expedición o la de la recepción, el destinatario de la aceptación tendría
en sus manos evitar el perfeccionamiento del contrato, abriéndose el camino
a los fraudes. Gaudemet342 presenta el ejemplo siguiente: "Un negobiante ha
hecho una ofeña de venta. Se arrepiente, juzgándola desventajosa. Sin em-
bargo, recibe una carta del destinatario de la ofefta; piensa que contiene la
aceptación. Pero, juzgando elcontrato inconveniente para é1, descuida adrede
abrir el sobre de la carta y retarda así a su voluntad la conclusión del contrato
tanto tiempo como le parezca. Celebra nuevos tratos más ventajosos; luego
se decide a leer la carta y le escribe al destinatarío de aquella prímera oferta
que la ha revocado antes de hallarse informado de su respuesta".l '
Los Mazeaudffi, comentando el a¡1. 1985, párrafo segundo, del Code Na-
poleorfa que dispone que etcontrato de mandato es perfecto desde el instante
de la aceptación, incluso tácita, dada por el mandatario, dicen que dos son los
s41 CóDtGo CrvrL DE ARGENTTNA, ARrÍculo 1154: La aceptación hace sólo perfecto el con-
trato desde que ella se hubiese mandado al proponente.
342 Ciiado por SPOTA, lnst¡tuc¡ones de Derecho civil. Contratos, cit., vol. l, p. 293.
343 MAZEAUD, Lecciones de Derecho civil, cit., Parte segunda, vol. l, pp. 163 y ss.
344 C)DE NA1OLEOTV, ARrÍCULO 1985: El mandato puede otorgarse en escritura pública o
privada y también por carta. Puede también darse verbalmente; pero la prueba testimonial
no puede recibirse sino conforme al título de los contratos o de las obligaciones conven-
cionales en general. La aceptación del mandato puede ser nada más que tác¡ta y ser
resultado del cumplimiento que le haya dado el mandatario.
ANIBAL TORRES VASGUEZ
3. Teoría de la recepción
Para esta teoría, también objetiva como la anteríor, en vista de que con la
expedición no se ha asegurado que la aceptación ingrese en la esfera jurídica del
oferente, el contrato debe perfeccionarse en el momento en que eldocumento
que contiene la aceptación llega a poder del oferente, independientemente
de que la conozca o no. El prirner párrafo del afi. 130 del Código civil alemán
establece: Una declaración de voluntad que ha de emitirse frente a otro, si es
emitida en su ausencia, se hace eficaz en el momento en que llega a é1.
4. Teoríadelconocimiento
Conforme a esta teoría, llamada también teoría de la información'Ó cogni'
ción o recognición, para que exista consentimiento se requiere que el oferente
tome conocimiento del contenido de la aceptación. Cada parte contratanle
debe tener conocimiento de la conformidad de la otra. El acuerdo de dos o
rnás voluntades (consentimiento) se produce cuando ambas partes conocen
que la oferta ha sido aceptada. El contrato no se forma por el concurso de
voluntades -que aun siendo coincidentes se ignoran- sino por el concurso de
dos voluntades que recíprocamente se conocen.
Los autores franceses Merlin, Toullier, Troplongss se pronunciah a favor del
sistema de la cognición, de modo que sólo hay contrato desde que el proponente
llega a tener conocimiento de la aceptación, la cual, por lo misrno antes de ese
@RÁu,José,ComentariosatCódigocivilperuano,Ediar,Bue.
nos Aires, 1956, T. lll, P.72.
INSTITUTO PACIFICO
w
ANíBAL ToRRES vesouez
346 MAZEAUD, Lecciones de Derecho civil, cil., Parte segunda, Vol. l, p. '166,
347 Citado por Dalmacio Vélez Sársfield, en nota puesta debajo del art. 1154 del Código civil
argentino (Código civil de la República Argentina, La Ley, Buenos Aires, 1989).
E c,cpíruLo n: EL coNsENTrM¡ENlo
TEORIA GENEML DEL CONTecIO
INSTITUTO PACIFICO
@
ANIBAT TORRES VASAUEZ
rNSTtruTo pncí¡tco
E
ANíBAL TORRES VASQUEZ
El añ. 1336 del derogado Código civil de 1936 señalaba: "Repútase celebrado el contra-
to en el lugar en que se lormuló la oferta". La sentencia del 18.05.1979 establece: "Los
contratos por correspondencia, por analogía a los dispuesto en el art. 86 del rratado de
Derecho Civil lnternacional de Montevideo de '1889 y el art. 1 336 del Código civil [de 1 936,
hoy art. 1373 del cc 19841, se reputan celebrados en el lugar de donde partió la oferta,,
(Duodécimo Juzgado Civil de Lima, publicada el 6.7.81).
CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS CONTRATOS DE COMPRAVENTA
|NTERNAC|ONAL DE MERCAOERíAS 1oOruVerucrórrr DE VTENA DE 1980), RnrÍcuuo ts. .t¡
La oferta surtirá efeclo cuando llegue al destinatario. 2) La oferta, aun cuando sea irrevo-
cable, podrá ser retirada si su retiro llega al destinatario antes o al mismo tiempo que la
oferta.
ARrícut-o 18: [...] 2) La aceptación de la oferta surtirá efecto en el momento en que la
indicación de asentimiento llegue al oferente [...].
INSTITUTO PACIFICO
w
ANIBAL TORRES VASOUEZ
ficación, ésta se hará por cualquier medio apropiado según las circunstancias. (2) La noti-
ficación surtirá efectos cuando llegue al ámbito o círculo de la persona a quien va dirigida.
(3) A los fines del parágrafo anterior, se considera que una notificación "llega" al ámbito o
círculo de la persona a quien va dirigida cuando es comunicada oralmente o entregada en
su establecimiento o dirección postal. (4) A los fines de este artículo, la palabra "notifica-
ción" incluye toda declaración, demanda, requerimiento o cualquier otro medio empleado
para comunicar una intención".
EJEMPLO: El vendedor "A" y el comprador "B" mantienen una larga telación de negocios y
generalmente se comunican por vía electrónica. Al descubrir los defectos de las mercade-
rías suministradas en una ocasión, "B" inmediatamente le manda un mensaje eleclrónico a
'A" pero lo hace a una dirección electrónica que no utilizan usualmente. "A", quien no tiene
razón para esperar un mensaje de "B" en esa dirección, no abre su correo, y cuando tres
semanas después descubre la notificación de "8", objeta que es demasiado tarde. "8" no
puede argumentar que ha realizado una pronta notificación, porque no fue realizada por
los medios apropiados de acuerdo a las circunstancias.
361 Las expresiones contratos telemáticos o informáticos hacen referencia a los contratos de
suministro de programas de computación (el software) o a los contratos conexos al uso de
la computadora. El contrato telemático es celebrado mediante el uso de un ordenador elec-
trónico o computadora; puede tener por objeto el suministro de software u otro contenido. El
uso de la forma electrónica no conlleva particulares problemas en la celebracíón del contra-
to, el cual igual puede estipularse por teléfono o fax. Se denomina documento informático
a la representación informática de actos, hechos o actos jurídicamente relevantes. La firma
digital es el requisito que confiere al documento inforrñático el valor de escritura privada, o
sea de escritura con firma autógrafa. La firma digital es una firma electrónica basada en un
sistema de llaves criptográficas, una pública y otra privada. La introducción de la firma digital
en el documento informático origina lo que se denomina como contrato dígital.
norma del art. 1374 se apl¡cará a los contratos celebrados por correo electrónico
(e-maif¡ cuando una de las partes, eldestinatario de fa oferta, no se encuentra
conectado a la red, por tanto, la negociación del contrato se realiza entre per-
sonas que no tienen una cornunicación inmediata. En cambio, cuando oferente
y destinatario se encuentran haciendo uso de internet en el mismo momento,
el contrato se celebra entre personas con comrinicación inmediata, por tanto
no es de aplicación el art. 1374.. Tampoco se aplica esta norma al caso en
que oferente y destinatario tienen conectadas y prendidas sus computadoras
esperando señal en cualquíer rnoménto, programadas para que actúen auto-
máticamente sin intervención humana, situación en que los contratantes están
... en comunícación ínmediata.
':¿:j Otra forma de contrato telemático (o informático o computarizado) es
aquel por el que una persona desde su computadora accede a un banco de
datos, con el cual desea contratar, con elfin de adquirir un bien o servicio,'allí
escoge de un catálogo una serie de objetos que se le presenta vía internet y
ordena uno o algunos de ellos usando su tarjeta de crédito. Tambíén aquí la
contratación es entre personas que se encuentran en comunicación inmediata,
ya que el que quiere adquirír el bien o servicio envía desde su computadora la
oferta que accede a la base de datos, la cual en escasos segundos o minutos
expide la respuesta para la que ha sido programada.
Cuando el contrato no es formal solemne (forma libre), la ofeña, su re-
vocación, la aceptación y cualquier otra declaración contractual pueden ser
redactados por cualquier medio, incluso con la computadora, que ahora es el
medio más frecuente. La declaración puede ser impresa en una carta, un caftel,
en fa computadora, etc. Cuando la forma escrita es requerida con suscripción
del declarante, al documento redactado con rnedios telemáticos se le añade
la firma digital.
Como en todo contrato, eltelemático se perfecciona a través de lá propues-
ta de una de las partes y la aceptación de la otra. Si oferente y destinatario no
se encuentran en comunicación inmediata por no enconlrarse haciendo uso de
internet al mismo tiempo, no presenta diferencias sustanciales con el contratÓ
ordinario entre ausentes. Sin duda, es necesario que Se adapte la normatividad
a las peculiaridades, no esenciales, que presenta la contratación a través de
medios electrónicos, ópticos u otros análogos como el de establecer que "se
presume la recepción de la declaración contractual, cuando el remitente reciba
el acuse de recibo".
Lo dispuesto en los arts. 1 373 y 1374 es de aplicación solamente si no
hay pacto en contrario, porque en definitiva, el contrato se considerará perfec-
cionado en el momento y lugar señalados por las partes.
INSTITUTO PACIFICO
w
ANíBAL ToRREs vtseurz
Una vez que el destinatario recibe la oferta puede optar por: dejar pasar
eltiempo sin responder, hacer una contraoferta, rechazar la oferta, o aceptarla.
De presentarse esta última situación, la declaración de aceptación debe ser
conforme a la oferta, debe llegar a conocimíento del oferente dentro del plazo
por él señalado o en el previsto por ley, y debe cumplir con la forma solemne
prescrita para el contrato.
Conforme al art. 1375, si el oferente ha fijado plazo para la aceptación,
ésta sólo puede hacerse dentro del mismo, es decir, debe llegara conocimiento
del oferente dentro del plazo. Transcurrido este plazo se extingue la ofeda,
quedando excluida la aceptación. En otros términos, la oferta que establece
plazo para la aceptación caduca pasado el mismo sin haber sido aceptada.
Como dicen los Ospina3il, por su propia naturaleza, la oferta no puede
ser un acto de duración indefinida. Numerosos problemas y litigios se susci-
tarían, con menoscabo de la seguridad comercial, si la suerte de las ofedas
y de las convenciones se dejara sometida al capricho de los destinatarios de @
aquellas, permitiéndoles aceptarlas o rechazarlas cuando a bien lo tuvieren.
Desde luego, corresponde al oferenie conjurar estos peligros, por cuanto a él
lo amenazan de inmediato, fijando la duración de la oferta, y en caso que no
lo haga le corresponde al legislador llenar este vacío.
Para que se pedeccione el contrato, la aceptación de la otert.a debe llegar
a conocimiento del oferente oportunamente, esto es: 1) dentro del plazo esta-
blecido en la oferta (art. 1375); 2) si la oferta no señala plazo de aceptación hay
que distinguir según que se haya hecho a persona con la que se tiene comuni-
cación inmediata o a persona con la cual no se tiene comunicación inmediata:
a) si se hizo a persona con quien se tiene comunicación inmediata, debe ser
aceptada seguidamente (art. 1385.1); b) si se hizo a persona con quien no se
tiene comunicación inmediata, la aceptación debe llegar a conocimiento del
oferente luego de transcurrido el tiempo suficiente para examinar la oferta y
que la respuesta sea recepcionada por el oferente, teniéndose en cuenta todas
las circunstancias delcaso (art. 1385.2). La aceptación fuera de estos plazos,
extemporánea, significa una contraoferta.
El antecedente normativo del art. 1375 es el segundo párrafo delart. 1326
del Código civil italiano, el cual prescribe: "La aceptación debe llegar al propo-
nente dentro del término establecido por él o delordinariamente necesario de
acuerdo con la naturaleza del negocio o según los usos." También el Código
alemán, en el art. 148, dispone: "Si el oferente ha señalado un plazo parala
aceptación de la oferta, la aceptación sólo puede realizarse denlro delplazo."
Por principio, la aceptación debe llegar a conocimiento del oferente dentro
del plazo establecido por é1, y a lalta de este plazo dentro del ordínariariiente
suficiente de acuerdo con la naturaleza del contrato, los usos y las circunstancias
del caso. La oferta caduca, de tal suerte que su aceptación no perfecciona el
contrato, cuando la respuesta llega a conocimiento del oferente una vez que
el plazo ha expirado.
064 OsptNA FrRruÁruorZOsplNA AcosrA, Teoría general del contrato y de los demás actos o
negocios iurídicos, cit. [ed. 1994], p. 1a8.
rNsr¡TUTo plcÍRco
w
ANIBAL TORRES VASQUEZ
'Fi:9Y
ffi
Las fuentes del art. 1376 son el art. 1326 del Código civil italiano y el afi.
1
'152 det Código civil argentino. El primero de ellos dispone: 'T...1 El proponente
puede considerar eficaz la aceptación tardía, con tal que dé aviso inmediata-
mente a la otra parte [...] Una aceptáción no conforme a la propuesta equivale
a nuevá propuesta; y el segundo establece: Cualquier modificación que se
hiciere en la oferta al aceptarla, impoña la propuesta de un nuevo contrato."
Asimismo es fuente el art. 1332 del derogado Código civil peruano de 1936, el
cual señalaba: "La aceptación tardía, y cualquiera modificación que se hiciere
en la ofeña al aceptarla, importará la propuesta de un nuevo contrato."
Para que se dé el acuerdo de voluntades con el que se perfecciona el
contrato es indispensable que la aceptación sea oportuna y conforme con la
oferta. La aceptación tardía y la oportuna con modificaciones no constituyen
aceptación, sino una contraoferta de un nuevo contrato (Convención de Viena
de 1980, arts. '19 y 21)367,
Es evidente que quien formula una ofefta no puede esperar la aceptación
hasta el infinito. Por eso, es legítimo que fije un plazo para la aceptación, y
cuando no ha fijado ese plazo, el término será el "suficiente para que llegue la
respuesta a conocimiento del oferente" (art. 1385.2). La tempestividad consti-
tuye, por tanto, una indispensable característica de la aceptación, pero dejando
al proponente el poder de considerar eticaz la aceptación tardía, con tal que
dé aviso inmediato en ese sentido al aceptante (añ. 1376).
Es de advertir que la aceptación tardía se da solamente en la contratación
entre personas que no se encuentran en comunicación inmediata;o entre per-
sonas que están en comunicación inmediata, pero que eloferente ha concedi-
do plazo al destinatario para la aceptación. No se da en Ia contratación- entre
personas que tienen comunicación inmediata, en la que no se ha concedido
plazo de aceptación, caso en el que la ofeña caduca si no es seguidamente
aceptada (art. 1385.1 ).
La aceptación que llega retrasada y la oportuna con modificaciones care-
cen de efectos con relación al proponente. La primera por haberse formulado
cuando la ofeña había dejado ya de ser obligatoria, y la segunda porque no
tiende a realizar el acuerdo de voluntades. Las dos, tanto la extemporánea
como la que trae modificaciones a la ofefta, valen como contraofertas.
rNslTUTo pncírrco
@
ANIBAL TORRES VASQUEZ
368 ENNECCERUS/KIPP/IVOLFF, Tratado de Derecho civil, cil. [ed. 1954], T. ll, Vol. 1,p.270.
369 LEóN BARANDIRRÁN, Comentarias al Código civil peruano, cit., T. lll, p. 63.
370 ARTAS-SoHBEIBER PEZET, Max, Códigocivil peruano de l984,T.llContratos. Parte gene-
ra{, Studium, Lima, 1986, P. 128.
la oferta ha caducado, es ineficaz. Con ella caduca la oferta, cuya eficacia tiene
una duración limitada. Se trata de un límite de eficacia puesto en interés del
proponente, el cual,'vencido el ptazo para que te llegue la respuesta, no está
más sujeto a la aceptación del destinatario. Esto explica como el proponente
puede decidir ampliar el plazo de caducidad de su oferta considerando eficaz la
aceptación tardía. lgualsucede con la aceptación con modificaciones que la ley
considera ineficaz en interés del proponente, el cual si lo tiene por conveniente
puede considerar eticaz a la aceptación con modificaciones.
@
Puede ocurrir, que el oferente formula su propuesta, espera el tiempo
necesarío para que arribe la aceptacíón, pero ésta no llega, por lo que queda
desobligado de su oferta, sin embargo, el aceptante ha contestado en tiempo
opoduno, pero la respuesta ha llegado cuando el oferente ha dejado de espe-
rar. La situación es que el aceptante cree que Se ha perfeccionado el contrato,
porque aceptó oportunamente, por lo que considera que su aceptación ya ha
llegado a conocimiento del proponente;y eloferente cree que no se ha perfec-
cionado porque no ha recibido la respuesta a tiempo. La buena fe con la que
deben actuar las partes obliga al oferente, que recibe una respuesta tardía, a
avisarde inmediato, a su elección, Sobre la eficacia (como lo dispone elsegundo
párrafo delart. 1376) o la ineficacia de la aceptación que llegó a su conocimiento
tardíamente, con lo que Se evita que se produzcan daños para elaceptante.
Pero es necesario preguntarnos si por aceptación tardíadebe entenderse
solamente alarealizada fuera deltiempo de aceptación o también a la realizada
oportunamente, pero que, por circunstancias no atribuibles alaceptante, llegan
tarde a conocimiento del oferente.
Si la aceptación ha sido hecha fuera de tiempo no hay duda sobre su
ineficacia, pues ha sido hecha cuando la oferta ha caducado por falla de
aceptación. Pero, por Ser un acto de autonomía privada, nada impide que el
oferente la considere como una nueva oferta o como aceptación si es que da
inmediato aviso en este sentido alaceptante. :
INSTITUTO PACIFICO
ANÍBAt ToRRES v,qsou¡z
El aft. 1377 se inspíra en el art. 1153 del Código civil argentino, el cual
establece: "Si la oferta hubiese sido alternativa, o comprendiendo cosas que
pueden separarse, la aceptación de una de ellas concluye el contrato. Si las
dos cosas no pudiesen separarse, la aceptación de sólo una de ellas imporlará
la propuesta de un nuevo contrato".
Si las ofertas son alternativas el contrato se perfecciona con la aceptación
opofiuna y sin modificaciones de una de ellas, quedando descartadas las otras.
Por ejemplo, A oferta vender (a cierto precio) o arrendar (por determinada
renta) su casa a B. Este puede aceptar adquirir la casa en uno u otro sentido;
ya sea que acepte comprar o acepte tomar en arrendamiento, elcontrato está
perfeccionado.
En otros términos, habiendo alternatividad en las propuestas hechas a un
mísmo destinatario, basta la aceptación de una de ellas para que el contrato
se tenga por perfeccionado.
Si la oferta está dirigida a varias personas y no contiene reglas de elección
de la propuesta o propuestas que se desea aceptar, se estará a Io estipulado
en la oferta. En caso contrario, se requerirá la unanimidad de destinatarios; a
falta de unanímidad caducará la oferta.
A diferencia de su antecedente, el añ. 1 153 del Código civil argentino, el
art.1377 del Código civil peruano no regula la ofefta que comprenda bienes
separables o bienes que no pueden separarse. Si los bienes son separables
se estará a lo establecído en la ofeña, en caso contrario, nos parece justa la
solución del Código argentino en el sentido que con la aceptación de uno de
ellos concluye el contrato. Por ejemplo, sí se ofrece vender el automóvil marca
X y el automóvil marca Z, señalándole un precio a cada uno, hay duda sobre
@ cepíruLo u: EL GoNSENTTMIENTo
IEUÑ¡A UEI\EML UEL L(JI\I
'(AI(J
La fuente del art. '1378 es el art. 1326 del Código civil italiano en el párrafo
que señala: "[...] Cuando el proponente requiere para la aceptación una forma
determinada, la aceptación no tendrá efecto sifuese dada en una forma distinta."
Si el oferente no señala una forma en la cualse debe hacer la aceptación,
el destinatario puede adoptar la más conveniente. Empero, si el oferente señala
una forma, sólo habrá aceptación válida sies realizada en esa forma.
Como es lógico, por estar involucrados en el contrato solamente intereses
particulares, nada prohíbe al oferente considerar como aceptación o comé una'
contraoferta a la aceptación formulada sin observarse la forrna por él impüesta,
ya por razones de seguridad, ya por razones de prueba.
Una cosa es la forma de la aceptación y otra la forma delcontrato, puede
ser que se requiera una forma para la aceptación mas no para el contrato o
viceversa. Veamos con unos ejemplos: 1) A, mediante carta simple, ofrece a B
la venta de una casa, exígiéndole que su respuesta la formule por vía notarial.
Aquí, por voluntad del oferente se exige una forma para la aceptación, mas no
para que se pedeccione la compraventa. Si B formula su aceptación por vía
notarial, el contrato de compraventa se ha perfeccionado, por cuanto éste es
un contrato consensual, es decir, se pérfecciona por el simple consentimiento,
que se da cuando hay coincidencia entre la oferta y la aceptación, sin requerirse
INSTITUTO PACIFICO
E
ANÍBAL ToRRES v¡souez
§49. OFERTASCRUZADAS
Las ofertas cruzadas se presentan entre partes que no tienen una comu-
nicación inmediata (lo que el ar1.1374 denomina contratación entre ausentes),
cuando cada una de ellas propone a la otra la celebración del mismo contrato
en los mismos términos y condiciones, es decir, las ofertas son coincídentes,
caso en el que elcontrato se perfecciona con la aceptación de cualquiera de las
ofertas. Por ejemplo, A que se encuentra en Lima, mediante carta, propone a
B, quien reside en el cusco, venderle una casa por el precio de 200 mil dólares
pagaderos alcontado, y B, también mediante carta, propone a A comprarle la
misma casa por el precio de 200 mil dólares pagaderos al contado.
Un sector de la doctrina considera que en las ofertas cruzadas cualquíera
de ellas puede desempeñar el papel de aceptación con la que se perfecciona
elcontrato. Así, De Ruggiero3Tr expresa: "Que simultáneamente y en forma de
oferta hay dos declaraciones de voluntades encontradas para crear el mismo
y único contrato, cada uno puede oficiar respecto a la otra como aceptación
y originar la perfección de la relación contractual inmediatamente que lleguen
a su destino". No le falta razón puesto que el contrato se perfecciona con
dos voluntades coincidentes que se conocen. Empero no es ésta la posición
adoptada por nuestro código civil, el cual exige que para que exista contrato
es necesario que una de las dos'ofertas sea aceptada.
sin embargo, estando en juego solamente intereses privados, la norma del
art. 1379 no es imperativa, por lo que cualquiera de los oferentes, en ejercicio
de su autonomía privada, puéde considerar como aceptación a la oferta del
otro comunicándole que el contrato se ha perfeccionado.
Et antecedente normativo del art. 1380 es el art. 1327 del Código civil ita-
liano, el cual señala: "Cuando a pedido del proponente o por la naturaleza del
negocio o según los USoS, la prestación haya de ejecutarse sin respuesta previa,
el contrato se concluye en el rnomento y en el lugar en que ha comenzado la
ejecución. El aceptante debe dar aviso prontamente a la otra parte del comienzo
de la ejecución y, en su defecto, quedará'obligado al resarcimiento del daño."
La manifestación de voluntad de aceptar la oferta puede ser tácitacuando
se deduzca con certidumbre, sin lugar a ninguna duda, del comportamiento de
la persona a quien se ha dirigido la propuesta o que ésta no haya hecho reserva
en contrario o que la ley no exija declaración expresa (art. 141)373. Como dice
Valencia374, "la voluntad es tácita cuando no se ha hecho conocer directamente,
pero puede deducirse de ciertos hechos o circunstancias. En otros términos,
O72 pRtNctptos UNtDRotT. ARrÍcuLo 2.1.6 (Modo de aceptación). (1) Constituye aceptación
toda declaración o cualquier otro acto del destinatario que indique asentimiento a una ofer-
ta. EI silencio o la inacción, por sí solos, no constituyen aceptación. (2) La aceptación de la
oferta surte efectos cuando la indicación de asentimiento llega al oferente. (3) No obstante,
si en virtud de la oferta, o de las prácticas que las partes hayan establecido entre ellas. o de
los usos, el destinatario puede indicar su asent¡miento ejecutando un acto sin notificación
al oferente, la aceptación surte efectos cuando se ejecute dicho acto.
s7A CoBTE SupEHtoR DE LtMA, SALA Ne 3, Exp. Ne 31BC-97: "La intención de contratar es un
acto volitlvo del aceptante, que si bien no ha sido acredítado de manera directa, se puede
concluir con el hecho de haber enviado a la actora los bienes en las cantidades que apare-
cen en las guías, la parte demandada ha dado respuesta afirmativa a la oferta presentada,
dándose asíel elemento más importante para la formación del contrato, la conjunción de la
oferta con la aceptación tácita. Acreditada la existencia de la oferta, así como de la acepta-
ción, se concluye que se ha formalizado el contrato creando obligaciones y derechos para
ambas partes. Consecuenternente, si se demuestra el cumplimiento de las prestaciones
a las que se obligó la demandante con la oferta, la emplazada está obligada a honrar las
obligaciones asumidas, como es el pago de la suma reclamada".
374 VALENCIA ZEA, Arturo, Derecho civil, Ea ed., Temis, Bogotá, 1979, T. llPafte general y
personasl, p.466.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANíBAL ToRRES vÁseutz
nuestra propia conducta, nuestro comportamíento hacia los demás suelen re-
velar nuestro querer, nuestra voluntad (nuestras obras hablan por nosotros)".
Veamos algunos ejemplos: Si a una persona le ofrecen venderle un libro por
la suma de 100 soles y sin declarar que lo compra lo subraya o hace anotaciones,
o entra en una licorería y el vendedor Ie ofrece una botella de vino y sin expresar
su voluntad de comprarla, la abre y prueba el vino; si un codeudor solidario ofre-
ce pagar parte de los intereses adeudados y el acreedor los recibe, sin reserva,
pierde la acción solidaria por el saldo de los interdses devengados (art. 1202).
De estas conductas se deduce, sin lugar a dudas, Ia voluntad de comprar el libro
o la botella de vino o el deseo del acreedor de renunciar a la acción de cobrar el
saldo de los intereses devengados al codeudor solidario que hizo el pago parcial.
El art. 1380 señala tres casos de aceptacíón tácita mediante la ejecución
de la prestación por el destinatario de la oferta:
1) A solicitud deloferente. El oferente indica al recipiendario, de forma
expresa e inequívoca, que no es necesario que manifieste su vo-
luntad de aceptar, sino que basta que dé inicio a la ejecución de su
prestación para que se entienda por perfeccionado el contrato. Por
ejemplo, A, que se encuentra en Lima, medíante carta propone a B,
quien vive en Cajamarca, venderle una casa por el precio de 200
. mil dólares, indicándole que si quiere comprarla no es necesario que
le dé su respuesta, sino que deposite el precio en una determinada
cuenta bancaria.
La dispensa de comunicación de la aceptación no puede consistir en
ofertas con cláusulas conminatorias, por ejemplo, A remite un objeto
a B conminándolo a que, si no lo devuelve dentro de cierto plazo, está
obligado a pagar el precio. Actos de esta naturaleza atentan contra
la libertad de las personas, por lo que carecen de toda protección
jurídica. Elque recibe el objeto en esas condiciones no está obligado
a nada, niasume ninguna responsabilidad por los daños que pueda
sufrir el bien, ni está obligado a devolverlo; que venga a recogerlo el
remitente si quiere.
2) Cuando la naturaleza del negocio lo permite. Por ejemplo, la curación
a un enfermo que necesita atención urgente no requiere de la acep-
tación expresa del médico tratante, pues la naturaleza del servicio
exige que el profesional de la salud ejecute su prestación con toda
oportunidad y diligencia.
3) Según /os usos. Por ejemplo, es costumbre que en un paradero de
taxis subamos al vehículo, indiquemos al conductor la dirección a la
que queremos ir, y el conductor sin manifestar su voluntad de aceptar
prestarnos el servicio, conduce el vehículo hasta el lugar indicado.
El destínatario de la ofeña está obligado a dar aviso sin demora al oferente
del início de la ejecución de la prestación, bajo sanción de quedar obligado a
INSTITUTO PACIFICO g
ANíBAL ToRRES vÁseurz
rio del cual se derive una aceptación tácita, sino que la aceptación se deriva
directamente de la ley.
Es importante precisartambién que elsilencio delrecipiendario no imporla
la aceptación de la ofefta, salvo que la ley o el convenio le atribuya¡ ese signi-
ficado @rt. 142). Por ejemplo, un proveedor y su cliente se ponen de acuerdo
para que el primero atienda los pedidos del segundo sin responderde antemano
que acepta hacerlo. Para que el silencio conbtituya manifestación de voluntad
de aceptar una oferta es necesarío que la ley o el convenio le atribuyan ese
significado. Pues nadie por su voluntad unilateral puede hacer que el silencio
de aquel a quien se dirige equivalga a la aceptacíón, porque ello significaría
obligarlo a contratar cuando no quiere, violando su derecho fundamental a la
libertad de contratar (art. 2.14 de la Const.)37s.
La norma del art. 1381 guarda similitud con la del art. 1380.
conforme al art. 1381, el perfeccionamiento del contrato no requiere la
aceptación expresa cuando a solicitud del oferente, o según los antecedentes
de la oferta, o la naturaleza del negocio, o los usos y costumbres el oferente
no debe esperar respuesta del destinatario sino en caso de ser rehusada.
Por principio, el silencio no importa manifestación de voluntad, sarvo que
la ley o el convenio le atríbuyan ese significado (art. 142). Si el destinatario de
la oferta guarda silencio está rechazando la oferta. La excepción lo constituyen
375 Como dice CASTAÑEDA, "es frecuente que ciertas ofertas vengan acompañadas de cláu-
sulas coni¡inatorias; v. gr., que se considera aceptado el contrato si no se cumple en
devolver el objeto que se hubiese remitido dentro de cierto plazo que fija el proponente.
Este recurso carece de base jurídica. El ofertante no puede violentar Ia voluntad de aquel
a quien propone la conclusión de un contrato. El contrato es acuerdo de voluntades'(CAS-
rRÑeoA, Jorge Eugenio, 'Teoría general de los conlratos. Sección primera. Disposiciones
generales", en Revista de Derecho y Ciencias Políticas, Año XXVlll, Nas ll-lll, Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1964, p. 297\.
E c¡piruro u: EL coNSENTtMtENTo
TEORiA GENERAL DEL CONTRATO
los casos que se subsumen en el supuesto normativo del art. 1381, según el
cual la aceptacíón se produce sin declaración de parte del destinatario; es el
rechazo a Ia oferta el que se debe comunicar sin dilación;
El antecedente normativo del ad. 138'l es el afi. 1333 del derogado Código
civil de 1936, el cual disponía: Si el negocio fuese de aquellos en que no se
acostumbra la aceptación expresa, o cuando el oferente la hubiere dispensado,
se reputará concluido el contrato, si la oferta no fue rehusada sin dilación. El
art. 151 del Código civil alemán establece: El contrato se perfecciona por la
aceptación de la oferta, sin que la aceptación necesite ser declarada frente al
oferente si semejante declaración no es de esperar según los usos deltráflco
o si el oferente la ha renunciado. El momento en que se extingue la oferta se
determina según la voluntad del oferente a deducir de la oferta o
de las circunstancias.
-mism*
El art. 1381 contempla dos situaciones similares a las del art. 1380: Ne-
gocios en los que no se acostumbra la aceptación expresa y negocios en los
que el destinatario ha invitado a ofrecer. En ambas situacíones, elcontrato se
reputa perfeccionado si la oferta no fue rehusada sin dilación.
2. lnvitación a ofrecer
El interesado, en vez de formular una oferta, prefiere que otros asuman tal
carácter y él aceptar o rechazar las propuestas. Por ejemplo, los carteles que
por d6qu¡er vemos colocados en los inmUebleS: "Se vende", "se alquila", O IOS
ánuncioS en la página económica de los periódicOS: "Compro CaSa", "neqesito
casa en alquiler''. La invitación para que.terceros Se hagan oferentes.no obliga
a quien ha hecho la invitación a ofrecer; éste tiene Ia facultad de aceptar o
rechazat las propuestas formuladas por los terceros:
Una propuesta que no contenga todas las estipulaciones del contrato que
se quiere celebrar, por no ser autosuficiente para que Se pedeccione el contrato
con la aceptación, no es oferta, sing una invitación a ofrecer.
Nos preguntamos ¿si la remisión de larifas, listas de precios, prospectos
y otros documentos análogos constituyen oferta? En la práctica no se entiende
ásí, el remitente no se siente obligado; para él se trata de una simple invitación
a ofrecer. Cuando el que los envía manifiesta su voluntad de obligarse no hay
problema; pero si esa voluntad falta, el juez debe resolver de acuerdo a las
circunstancias.
Si el interesado ha hecho invitación a of recer para la adquisición o enaje-
nación de determinados bienes o la prestación de servicios, se reputa perfec-
cionado el contrato si no rechaza sin dilación las ofertas que reciba.
En cada caso, de acuerdo a las circunstancias, se establecerá si la rnani-
festación de voluntad.es unaverdadera oferta o si es solamente una invitación a
ofrecer. Si es ofeña liga al oferente y la aceptación de ese ofrecimiento perfec-
ciona el contrato. La invitación para iniciar tratos no obliga a su autor ni a nadie.
como, por principio , para que el contrato se perfeccione se requiere que
la aceptación Se comunique aloferente, oportunamente y sin modificaciones de
la oferta, corresponde al oferente probar que no se acostumbra la aceptación
expresa o que el destinatario ha hecho una invitación a ofrecer.
INSTITUTO PACIFICO
H
ANÍBAL ToRRES VÁSQUEz
378 sÁNcHEz URIARTE, Ernesto A., La ofe¡ta de contrato, fuerza vinculanfe, Abeledo-perrot,
Buenos Aires, 1975, p.56.
379 CLARo SOLAR, Explicaciones de Derecho civil chileno y comparado, cit., T. Xl, p. 4S5.
380 CnSraÑroA,'Teoría general de los contratos. Sección primera. Disposiciones generales",
cit., p. 291.
@ c¡pí¡uto m; EL coNSENTtMtENTo
IEORíA GENEML DEL CONTP"ATO
381 OSptNA FERNÁ¡'¡oez/OsptNA AoOSTA, Teoria general del contrato y de los demás actos o
negocios jurídicos, cit. [ed. 1994], p. 151'
382 MAZEAUD, Lecciones de Derecho civil, cit., Parte segunda, Vol. I' pp. 154-1 55'
383 SPOTA, lnstituciones de Derecho civil. Contratos, cit., Vol. I' p- 273.
384 CóDtco CtvtL ARGENTI¡to, ARrÍcuLo 1150: Las ofertas pueden ser retractadas mientras
no hayan sido aceptadas, a no ser que el que las hubiere hecho, hubiese renunciado a la
facultad de retirarlas, o se hubiese obligado al hacerlas, a permanecer en ellas hasta una
época determinada.
ARTÍ6UL6 1 154: La aceptación hace sólo perfecto el contrato desde que ella se hubiesen
mandado al ProPonente'
CóD|GO CIVIL ARGENTINO, ARTíCULO 11 51 : La oferta o propuesta hecha verbalmente, no
se juzgará aceptada si no lo fuese inmediatamente, o si hubiese sido hecha por medio de
un agente, y éste volviese si una aceptación expresa'
rNSfrTUTo pncírtco
E
ANiBAL ToRRES vÁsourz
2. La obtigatoriedad de la oferta
, '.'o','i?árábsta
tesis la oferta por sí sola vincula al oferente, quien no puede
iétñctár§e de su propuesta antes de que haya transcurrido el tiempo nece-
,"sarió'párá que se produzca la aceptación o hasta que el destinatario la haya
, iécházado. Si el oferente revoca su propuesta antes de la aceptacíón está
'obi¡gáUo a indemnizar los daños causados al destinatario (responsabilidad
,,rc1v!f 'ext raco nt ract u al ).
i,.i: '
.. .^.:_ ,.a ,.:.11
i .. r.i;_.ir t.i .: - Esta doctrina está consagrada en el Código civil alemán, art. 145 y siguien-
.,tes. El art. 145 prescribe: "Quien propone a otro la conclusión de un contrato
está vinculado a la ofeda, a no ser que haya excluido la vinculación". En la
Exposición de Motivos se lee: "...A1 examinar estos preceptos, surge en primer
lugar una cuestión de cierta importancia, aunque más doctrinal que práctica,
es a saber: la diferencia que existe entre lo preceptuado en el derecho común
vigente en Alemania, en elcódigo de Sajonia y en todos los códigos que han
seguido las huellas del derecho romano, y lo consignado en el art. 145. Se
establece en aquellos, por modo más o menos explícito, que la oferta a nada
obliga al que la hace hasta que haya sido aceptada por aquel a quien se dirige;
y en el Código que comentamos se dice lo contrario, si bien puede el que ofrece
dejar sin efecto el precepto haciendo las reservas consiguientes a sus miras".
Atendiendo a las necesidades del tráfico, el art. 145 declara que laoferta es
vinculante, esto es, irrevocable, a menos que el oferente haya excluido esa
tuerza vinculante.
@ cnpíruto m: EL coNSENTtMtENTo
TEORh GENEML DEL CONTRATO
Elaft. 147 del Código civilalemán señala: "La oferta hecha a una persona
presente sólo puede ser aceptada inmediatamente. Esto vale también de una
oferta hecha de persona a persona por medio del teléfono. La oferta hecha
a un ausente sólo puede ser aceptada hasta el momento en que el oferente
pueda esperar la llegada de la respuesta, en circunstancias normales". La
Exposicíón de Motivos expresa: "salvando todos los respetos a la opinión con-
traria; entendemos que el principio establecido en esta materia por el Código
Alemán es tan justo y equitativo, como injusto e imprevisor es el seguido por
los demás códigos. El que ofrece unr'a cosa a una persona ausente sin hacer
la advertencia de que se reserva el derecho de arrepentirse, debe quedar
obligado para con la otra parte durante eltiempo que este puedatardar en dar
contestación a la proposición hecha. Lo contrario, además de suponer la falta
de seriedad con que debe procederse en esta clase de relaciones, dificulta por
todo extremo la conclusión de los contratos, puesto que el que ha de aceptar
no puede realizar operación alguna para la ejecución, por no saber si el que
hizo la oferta se habrá arrepentido y será inútil y aún perjudicial cuanto haga
en este sentido, como pactar ventas, proveerse de fondos, etc., para que se
lleve a cabo la operación propuesta".
En suma, para la teoría tradicional, la oferta carece de fuerza vinculante
antes de la aceptación, su subsistencia depende de la voluntad del oferente,
quien puede revocarla cuando se le ocurra; y para la teoría moderna, la oferta
es vinculatoria aun antes de la aceptación.
387 CÓolco ClvlL DEL BRASIL, ARrÍculo 427 . La propuesta de contrato obliga al proponen-
te, si lo contrario no resulta de los términos de ella, de la naturaleza del negocio o de las
circunstancias del caso.
CÓDlGo DE LAS OBLIGACIoNES DE POLONIA, ARriCUt-O 63: El que para concluir un con-
trato, formula a la otra parte, una declaración en la que fija las disposiciones esenciales
de dicho contrato (oferta), y señala un plazo durante el cual esperará la respuesta, está
vinculado por su oferta hasta la expiración de dicho plazo. Cuando no se haya fijado plazo
alguno, la oferta hecha a una de las partes, ya sea en su presencia, ya sea directamente
por teléfono o por cualquier otro medio de telecomunicación, de.ia de obligar a la otra
rNslruTo p¡círrco
E
ANiBAL ToRRES vnsQu¡z
parte si no es aceptada inmedíatamente; la oferta hecha por cualquier otro medio, deja
de obligar a su autor luego de la expiración del plazo en que podía recibir normalmente la
respuesta, enviada sin retraso justificado.
CóDtco Sutzo DE LAS OBLIGAC|oNES, ARrícut_o 3: Toda persona que propone a otro
la conclusión de un contrato fijándole un plazo para aceptar, está obligada por su oferta
hasta la expiración de ese plazo. Aquella queda librada si no recibe la aceptación antes de
Ia expiración del plazo.
ARrícuLo 5: cuando se ha hecho la oferta sin fijación de plazo a una persona no presen-
te, el autor de la oferta permanece obligado hasta el momento en que pueda esperarse la
llegada de una respuesta expedida en tiempo y regularmente.
cóDtco clvtL DEL PARAGUAY DE 1986, ARrículo 677 La propuesta de contrato obliga
al proponente, si lo contrario no resulta de los términos de su oferta, de la naturaleza del
negocio, o de las circunstancias del caso.
cÓDtco DE coMERCtO Oe cOLOMetR, aRrícuto 846.1: [La] propuesta será irrevocable.
Por consiguiente, una vez comunicada, no podrá retractarse el proponente, so pena de
indemnizar los perjuicios que con su revocación cause al destinatario.
388 SPOIA, lnstituciones de Derecho civil. Contratos, cit., Vol. l, p.57.
389 CO¡IVE¡.ICIÓII DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS CONTFIATOS DE COMPBAVENTA
rNST¡TUTo pncírrco
w
ANÍBAL ToRREs vnsoutz
094 Los códigos de Colombia, Ecuador y Chile no regulan en forma general la oferta y Ia acep-
tación.E'i Código de Comercio lo disciplina en los arts. 97 y siguientes. ALESSANDRI dice:
,,Aunque
el proponente pueda retractarse libremente de su oferta, la retractación tempesti-
va, dentro del plazo seddado en los artículos 97 y 98 del C. de C. para que el destinatario
dé su aceptaiión, impone la obligación de indemnizar los gastos que este destinatario
hayahechoylosdañosyperjuiciosquehayasufrido(art. 100del C.deC.) t...].Sufuente
ANíBAL ToRRES vÁsourz
c¡piruLo u: EL CoNSENTIM¡ENTo
IEORÍA GENERAL DEL CONTRAÍO
§54. OFERTAREVOCABLE
399 CONVENCIÓN DE LAs NActoNES UNTDAS soBRE Los coNTRATos DE ooMpRAVENTA lN-
TEBNACIoNAL DE MERcADEníns 1coruvrrucró¡¡ oE vtENA DE 19Bo), ARTícuLo 16. 1)
La oferla podrá ser revocada hasta que se perfeccione el contrato si la revocación llega al
destinatario antes que éste haya enviado la aceptación. 2) Sin embargo, la oferta no podrá
revocarse: a) si indica, al señalar un plazo fijo para la aceptación o de otro modo, que es
irrevocable; o b) si el destinatario podía razonablemente considerar que la oferta era irrevo-
cable y ha actuado basándose en esa oferta.
400 PRlNclPloS UNlDRolT. ARrícut-o 2.1.3 (Retiro de la ofefta). (1) La oferta surte efectos
cuando llega al destinatario. (2) Cualquier oferta, aun cuando sea irrevocable, puede ser
retirada si la notificación de su retiro llega al destínatario antes o al mismo tiempo que la
oferta.
ARríCulO 2.1 .4 lRevocación de la oferta). (1 ) La oferta puede ser revocada hasta que se
peleccíone el contrato, si la revocación llega al destinatario antes de que éste haya en-
viado la aceptación. (2) Sin embargo, la ofeña no podrá revocarse: (a) si en ella se indica,
al señalar un plazo fijo para la aceptación o de otro modo, que es irrevocable, o (b) si el
- destinatario pudo razonablemente considerar que la oferta era irrevocable y haya actuado
en consonancia con dicha oferta.
401 ARIAS-SCHREIBER PEZET, Código civil peruano de 1984, cit. [ed. 1986], T. I (Contratos.
Parte genenl¡ pp. 136-137.
ñ
TEORíA GENEML DEL CONTMTO
4A2 MESSINEO, Doctrina general del contrato, cit', T' l, p' 312'
ANÍBAL ToRRES VÁSQUEz
405 CÓDlGo ClvlL ARGENTIIT¡o, ARrícuLo 1151. La oferta o propuesta hecha verbalmente, no
se juzgará aceptada si no lo fuese inmediatamente, o si hubiese sido hecha por medio de
un agente, y éste volviese sin una aceptación expresa.
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL OC MÉXICO, ARTíCUTO 1805. CUANdO IA OfEr-
ta se haga a una persona presenie, sin fiiación de plazo para aceptarla, el autor de la
oferta queda desligado si la aceplación no se hace inmediatamente. La misma regla se
aplica a la oferta hecha por teléfono.
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL OC MÉXICO, ANTíCULO 1806. CUANdO IA OfEr-
ta se haga sin fijación de plazo a una persona no presente, el autor de la oferta quedará li-
gado durante tres días, además del tiempo necesario para la ida y vuelta regular del correo
público, o del que se juzgue bastante, no habiendo correo público, según las distancias y
la facilidad o dificultad de las comunicaciones.
LEóN BARANDIRRÁII, Comentarios al Código civil peruano, cit., T. 1il, p. 60.
408 El art.226 del Código de las Obligaciones de Marruecos establece que la oferta hecha a
persona ausente sin fijación de plazo, obliga a quien la hizo a esperar la respuesta durante
el tiempo preciso para recibirla por correo en circunstancias normales, y que si la acepta-
ción llega con relraso, no obstante haber sido expedida a t¡empo, y el proponente estima
no estar obligado, debe comunicarlo así, sin demora, al aceptante.
CóDtco Ctvtl ARGENT|No, AnrÍcuLo 1150. Las ofertas pueden ser retiradas mientras
' no hayan sido aceptadas, a no ser que el que las hubiere hecho, hubiese rénunciado a la
facultad de retirarlas, o se hubiese obligado al hacerlas, a permanecer en ellas hasta una
época determinada.
INSTITUTO PACIFICO g
ANÍBAt ToRRES v¡,sourz
41s CóDtco DE CoMERcto coLoMBtANo, ARrÍcut-o 847. Las ofertas de mercaderías, con
indicación del precio, dirigidas a personas no determinadas, en circulares, prospectos o
cualquiera otra especie similar de propaganda escrita, no serán obligatorias para el que
las haga.
ARríCuuO 848. Las ofertas que hagan los comerciantes en las vitrinas, mostradores y de-
más dependencias de sus establecimientos con indicación del precio y de las mercaderías
ofrecidas, serán obligatorias mientras tales mercaderías estén expuestas al público. Tam-
bién lo será la oferta pública de uno o más géneros determinados o de un cuerpo cierto,
por un precio fijo, hasta el día siguiente al del anuncio.
AnrÍculo 849. Cuando en el momento de la aceptación se hayan agotado las mercade-
rías pÚblicamente ofrecidas, se tendrá por terminada la oferta por justa causa.
INSTIIUTO PACIFICO
E
ANíBAL ToRREs vesouez
414 MMEAUD, Lecciones de Derecho civil, cil., Parte segunda, vol. l, p. 154.
415 TEXTO ÚI'¡ICO ONOEruADO DE LA LEY DEL MERCADo DE VALoREs, AarícuLo 4. Es ofer-
ta pública de valores mobiliarios la invitación, adecuadamente difundida, que una o más
personas naturales o jurídicas dirigen al público en general, o a determinados segmentos
de éste, para realizar cualquier acto jurídico referido a la colocación, adquisición o dispo-
sición de valores mobiliarios..
41 6 Conforme al art. 1852.2, del Esbogo de Freitas, no hay promesa 'tuando se prometiere, no
a una persona ó personas determinadas, sino al público en general, por medio de avisos,
prospectos, circulares, catálogos o en otra forma". De acuerdo al art. '1148 del Código civil
argentino, la promesa para existir "debe ser a persona o personas determinadas sobre un
contrato especial, con todos los antecedentes constitutivos de los contrato,'.
417 CóDtGo DE pRorEcctór.¡ y Dere¡¡sA DEL CoNSUMTDoR (LEY N'q 29571), "AFlricuLo lv:
Definiciones. Para los efectos del presente Código, se entiende por:
1. Consumidores o usuarios
1.1. Las personas naturales o jurídicas que adquieren, utilizan o disfrutan como destina-
tarios finales productos o servicios materiales e inmateriales, en beneficio propio o de su
grupo familiar o social, actuando así en un ámbito ajeno a una actividad empresarial o pro.
fesional. No se considera consumidor para efectos de este Código a quien adquiere, utiliza
o disfruta de un producto o servicio normalmente destinado para los fines de su actividad
como proveedor.
1.2. Los microempresarios que evidencien una situación de asimetría informativa con el
proveedor respecto de aquellos productos o servicios qÚe no formen parte del giro propio
del negocio.
1.3. En caso de duda sobre el destino final de determinado producto o servicio, se califica
corno consumidor a quien lo adquiere, usa o disfruta.
2. Proveedores. Las personas naturales o jurÍdicas, de derecho pÚblico o privado, que de
manera habitual fabrican, elaboran, manipulan, acondicionan, mezclan, envasan, almace-
nan, preparan, expenden, suministran productos o prestan servicios de cualquier naturale-
za a los consumidores. En forma enunciativa y no limitativa se considera proveedores a:
1 . Distribuidores o comerciantes.- Las personas naturales o
jurídicas que venden o proveen
de otra forma al por mayor, al por menor, productos o servicios destinados finalmente a los
consumidores, aun cuando ello no se desarrolle en establecimientos abiertos al público.
INSTITUTO PACIFICO
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
TNSTTTUTo pncírtco
E
ANíBAL ToRRES vÁsourz
§59. LASUBASTA J
Hay procedimientos de formación del contrato en los cuales los que tienen
interés en su celebración no ofertan, sino hacen una invitación a ofrecer. Esto
sucede con la subasta o remate, con la licitación y el concurso público. En estos
contratos, el que tiene interés en celebrar el contrato no se dirige a persona
determinada, como en elcontrato clásico, sino a persona indeterminada. Son
contratos al mejor postor. Están relacionados con el Derecho procesal civil
(remate judicial) y con el Derecho administrativo (licitación y concurso público),
antes que con el civil. El remate judicial está regulado por el Códígo procesal
civil, y la licitación y concurso público por leyes especiales, siendo de aplica-
ción supletoria el Código civil. Generalmente se desarrollan en tres etapas: la
convocatoria o llamamiento, la puja u oposición y la adjudicación.
del subastador está dirigida a varias personas, no pueden aceptarse todas las
posturas que se formulen, sino solamente la mejor.
Cada postura es una oferta en los términos y condiciones preestablecidos
en la convocatoria. Solamente es oferta vinculante la del mejor postor o la del
que cubra la postura mínima. Cada postura implica la conclusión de un contrato,
bajo la condición de que no se haga una postura mejor. El postor puede revocar
la oferta antes que el subastador otorgue la buena pro. La obfigatoriedad de
cada oferta (postura) cesa desde gus se formula otra mejor que la supere. El
primer postor queda libre de su postura desde que se presenta la segunda y
asísucesivamente hasta que ya no se presenta otra mejor.
En el momento que el subastador adjudica la buena pro a la mejor oferta
queda perfeccionado el contrato, lo que signífica la inadmisibilidad de ofertas
ulteriores. Como sostiene Messineo423, queda conveftido en contratante "el mejor
postor quien ofrece el precio más alto sí el remate tiene por objeto
-es decir,
una venta o, al'contrario, el precio más bajo si el rernate tiene por objeto una
compra o la asunción de una obra, etc.- haciendo así ineficaces las ofertas
precedentes menos favorables; las cuales están, por tanto, resolutoriamente
condicionadas al hecho de que siga una oferta más favorable".
La ley habla de adjudicación no al mayor postorsino al meior po.stor, por-
que puede suceder que una propuesta de menor valor es más ventajosa que
una propuesta de mayor valor, por significar aquella una mayor utílidad que
ésta, por ejemplo, uno ofrece menos precio, pagadero al contado, que otro que
ofrece mayor precio, pero pagadero a plazos.
Elart. 1389 del Código civilperuano tiene correlación con elañ. 156 del
Código civil alemán que prescribe: "En una subasta el contrato sólo se perfec-
ciona por la adjudÍcación. Una postura se extíngue si es lanzada otra mayor
o si la subasta concluye sin otorgamiento de adjudicación." Las diferencias
saltantes entre el Código peruano y el alemán son que en el primero se usa la
expresión "mejor postura" y en el segundo "mayor postura"; el Código peruano
no menciona que una postura se extingue si la subasta concluye sin otorga-
miento de la buena pro y el alemán si hace esta mención. Sin embargo, en
ambas realidades jurídicas se entiende que una postura se extingue (caduca)
cuando se lanza otra mejor o cuando la subasta concluye sin adjudicación,
este último efecto está implícito en el Código peruano.
Comentando este art. 156 del Código alemán, Enneccerus424 dice que la
invítación del subastador no ha de considerarse como oferta. Cada postura es
una oferta. La oferta contenida en la postura se extingue no sólo si la subasta
lNslTUTo pncÍnco
E
ANíBAL ToRRES vesouez
se cierra sin adjudicación, sino también sise hace una postura mayor. Si en el
caso concreto, la invitación a pujar se ha consíderado como una oferta vinculante
al mejor postor o al que cubra la postura mínima, o sea que la adjudicación
tiene que pronunciarse forzosamente, cada postura implica la conclusión de
un contrato, si bien bajo la condíción de que no se haga la posturá mayor, te-
niendo entonces la adjudicación por significación exclusiva la de hacer constar
la inadmisibilidad de ofertas ulteriores.
El proceso de subastaazs comprende tres etapas: 1) El acto de convoca-
toria como una invitación a participar en la subasta de los bienes; 2) El acto
del remate en el que el subastador, en alta voz, menciona la relación de los
bienes y las condiciones de la subasta. si el remate es con precio base no se
admitirán posturas inferiores a éste. Sólo se admiten posturas que superen a
la anterior. cada postura extingue a la anteríor, y así hasta que se produzca
una postura que no sea superada o mejorada; y 3) La adjudicaciónde Ia buena
pro al postor que ha formulado la mejor postura válida, sin que sea hecha otra
mejor. Con la adjudicación queda pedeccionado el contrato.
425 ROCA SASTRE expresa que la subasta es un sistema de enajenación fozosa que termina
con el auto de aprobación del remate y culmina con el auto de adjudicación, y todo ello
constituye, en realidad, un conjunto o haz unitario de actos, cuya naturaleza jurídica es co-
mÚn. Agrega luego que las teorías que pugnan por explicar esta natura'leza jurídica son: Ia
del ejercicio de un derecho de prenda; la de la expropiación de la facultad de disposición;
la de la realización en represehtación del deudor o dueño de la finca; la del acto estatal de
autoridad judicial; la del ejercicio por el acreedor de la facullad de realización del valor de
la finca hipotecada; y la negativa de que es un acto procesal sin naturaleza jurídica propia
(ROCA SASTRE, BAMÓN M"/ BOCA-SASTRE MUNCUNILL, LU¡S ILÓPEZLIZ, JOSé, DETEC\O
hipotecario, Bosch, Barcelona, 1998, T. lX, pp. 444-445).
426 HEDEMANN, J.\N., Derechos reales, versión española y notas de José Luis Diez Pastory Ma-
nuel González Enríquez, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1955, Vol. ll, p. 4Í!1 .
427 Cuando la ejecución pueda afectar derecho de tercero, se debe notificar a este con el
mandato de e,iecución (art. 690, segundo párrafo).
ANíBAL TORRES VASQUEZ
e. Convocatoria a remate
Aprobada la tasacíón o siendo innecesaria ésta, eljuez convocará a remate
nombrando al martillero que lo designará en orden y número correlativo del
Registro de Martilleros Judiciales de cada Co¡1e, facultándole para que señale
Iugar, día y hora. La subasta de inmuebles y muebles la efectuará un marlillero
público l'iábil;la de inmueble en ellocaldelJuzgado;y la de mueble en el lugar
en que se encuentre el bíen. Excepcionalrnente y a falta de Martillero Público
hábil en la localidad donde se convoque la subasta, eljuez puede efectuar la
subasta de inmueble o mueble fijando el lugar de su realización. Si el mueble
se encontrara fuera de su competencia territorial, puede comisionar al del lugar
para tal efecto (art. 731).
El juez fijará los honorarios del Martillero Público de acuerdo al arancel
establecído en el reglamento de la Ley del Mafiillero públíco. En el caso de
subastarse el bien, serán de cargo del comprador del bien (art. 732).
La convocatoria se anunciará en eldiario encargado de la publicación de
los avísos judiciales del lugar del remate por tres días tratándose de muebles y
seis si son inmuebles. Esto se efectuará a través de un mandato del juez quá
comunicará mediante notificación electrónica a dicho díario para la publicación
respectiva o excepcionalmente por cualquier otro medio fehaciente que deje
constancia de su decisíón. Si los bienes se encuentran fuera de la competencia
territorial deljuez de la ejecución, la publicación se hará, además, en el diarío en-
cargado de la publicación de los avisos judiciales de la localidad donde estos se
encuentren. A falta de diario, la convocatoria se publicará a través de cualquier
otro medio de notificación edictal, por igual t¡empo. Adernás de la publicación
del anuncio, deben colocarse avisos del remate, tratándose de inmueble, en
parte visíble del mismo, asícomo en el local del Juzgado, bajo responsabilidad
del secretario de juzgado. La publicidad del remate no puede omitirse, aunque
medie renuncia del ejecutado, bajo sanción de nulidad (art. 733).
g. Elacto de remate
En el acto del remate se observarán las siguientes reglas: 1)la base de
la postura será el equivalente alas 213 partes del valor de tasación, no admi-
tiéndose oferta inferior; 2) cuando el remate comprenda más de un bien, se
deberá preferir a quien olrezcaadquirirlos conjuntamente, Siempre que el precio
no Sea inferior a la suma de las ofertas individuales; y, 3) cuando se remate
más de un bien, el acto se dará por concluido, bajo responsab¡lidad, cuando
el producto de lo ya rematado es suficiente para pagar todas las obligaciones
exigibles en la ejecución y las costas y costos del proceso (art. 736). Por
ejemplo, siel acto del remate comprende tres inmuebles, pero con el producto
del remate de dos de ellos es suficiente para cubrir el crédito puesto a cobro
Con SuS intereses, costas y Costos, Se da por conclUido el actg, O Sea no Se
continúa con el remate del tercer inmueble. El acto del remate se inicia a la
hora señalada con la lectura de la relación de bienes y condic¡ones del remate,
prosiguiéndose con el anuncio del funcionario de las posturas a medida que Se
efectúen. El funcionario adjudícará el bien al que haya hecho la postura más
alta, después de un doble anuncio del precio alcanzado (postura que supera a
la anterior) sin que sea hecha una mejor, con lo que el rernate del bien queda
42g Los gravámenes respaldan el cumplimiento de una obligación (p. ei., la hipoteca, el em-
Uargó); las cargas se constituyen como limitaciones a la propiedad predial (p. ej., las ser-
vidumbres), no tienen como objeto la venta del bien.
INSTITUTO PACIFICO g
ANIBAL TORRES VASQUEZ
concluido (ar|.737). Cada postor puede hacer las posturas que desee siempre
que superen a la anterior.
El acto del remate concluye con la adjudicación o declarándolo desierto
por falta de postores. r
429 El fin de la subasta forzosa, considerada en su forma más pura, esla total liberación de la
finca de todos sus gravámenes. Precisamente por eso se implica en sus efectos a todos
los titulares de derechos, y en especial a los acreedores hipotecarios de rango posterior.
La finca se subasta en forma judicial, se adjudica al mejor poslor, el precio de adjudicación
se distribuye entre todos los acreedores hipotecarios y denás derecho-real habientes se-
gún su rango, y se cancelan todos los asientos correspondientes en el registro (sistema de
extinción de gravámenes) (HEDEMANN, Derechos reales, cil., Vol. ll, p. a31).
El acta de remate y el auto de adjudicación deben estar fedateados. "La copia del docu-
mento público tiene el mismo válor que el original, si está certificada por el Auxiliar Juris-
diccional respectivo, notario público o fedatario, según corresponda" (art. 235 del Código
Procesal Civil). El art. 133 de la Ley Hipotecaria española vigente prescribe: El testimonio
expedido por el Secretario judiciaf comprensivo del decreto de remate o adjudicación y del
que resulte la consignación, en su caso, del precio, será título bastante para practicar la
g cepÍruLo u: EL coNSENTtMtENTo
TEORÁ GENERAL DEL CONTRATO
para recabar los paftes para la inscripción adjuntará la tasa equivalente al l"/"
del valor de adjudicaciÓn.
Conforme al art. 1708 del Código civil, en caso de enajenación del bien
arrendado, sielarrendamiento estuviese inscrito, elaf,quirente deberá respetar
elcontrato, quedando sustituido desde el momento de su adquisición en todos
los derechos y obligaciones del arrendador- Esta regla no se aplica al inmueble
arrendado que es enajenado en iemate judicial, cuando el arrendamiento ha sido
inscrito con posterioridad al embargO o hipoteca materia de ejecución, porque
por disposición del aft.739.2.de1 CPC, luego que el adjudicatario deposita el
saldo del precio, el juez en el auto de transferencia de la propiedad ordena que
se cancelen "las cargas o derechos de uso y/o disfrute, que Se hayan inscrito
con posterioridad al embargo o hipoteca materia de ejecución".
En conclusión, el adjudicatario deberá respetar el contrato de arrenda-
miento inscrito con anterioridad al embargo o a la constitución de la hipoteca
materia de ejecución, pero no el arrendamiento inscrito con posterioridad a
estos actos431.
Cuando el bien rernatado y adjudicado soporta gravámenes inscritos a
favor de varios acreedores, el hecho de que se cancelen todos los gravámenes
no significa que se cancelen los derechos inscritos de acreedores preferentes,
por cuanto el monto que Se obtenga como producto del remate sigue garanti-
zando tales créditos, los que Se pagarán en orden al grado de su preferencia,
en aplicación del art.2016 del Código civil, el cual dispone que "la prioridad
en el tiempo de la inscripción determina la preferencia de los derechos que
otorga el registro".
de las partes a los registros públicos con copia del acta de remate y del auto
de adjudicación (art. 740).
432 La medida de e.iecución difiere de la medida cautelar. Con esta última, dictada antes Ce
iniciado el proceso judicial o dentro de éste, se busca garantizar la efectividad de una sen-
tencia que no se tiene la certezá si sobrevendrá, importa un prejuzgamiento, es provisoria,
instrumental y variable, y exige de una adecuada contracautela por los probables daños.
"Resuelto el principal en definitiva y de modo favorable al titular de la medida cautelar, éste
requerirá el cumplimiento de la decisión, bajo apercibimiento de proceder a su ejecución
judicial. La ejecución judicial se iniciará afectando el bien sobre el que recae la medida cau-
telar a su propósito" (art. 619). En cambio, la medida de ejecución se dicta cuando hay un
pronunciamiento sobre el derecho de manera definitiva; es un medio de ejecución actual.
rNsrruro pncÍnco
w
ANíBAL ToRRES vesouez
suma de '100 rnil soles, precio base de la últirna convocatoria al remate declarado
desierto, pero su crédito es de sólo 60 mil soles, debe depositar el saldo de 40
mil soles. El depósito debe efectuarlo dentro de tercer día de notificado con la
liquidación de los intereses, costas y costos del proceso r
n. Pago al ejecutante
El ejécutante tiene derecho a que con el producto del remate se le pague
su crédito que comprende el capital, los intereses, las costas y costos proce-
sales, entregándose el remanente al ejecutado.
La suma obtenida en el remate no se entregará al ejecutante en pago de
su crédito, sino después que se ha pagado a los acreedores privilegiados6s
o a los acreedores con garantías preferentes al del ejecutante sobre el bien
embargado, en caso que existan
Eljuez, al disponer que con el producto del remate se pague al ejecutante
el capital que manda pagar el rnandato de ejecución, ordenará al secretario de
juzgado liquidar los intereses, costas y costos, dentro del plazo que fije, bajo
responsabilidad por la demora. La liquidación es observable dentro del tercer
día, debiendo proponerse en forma detallada. Absuelto eltraslado de la obser-
vación o en rebeldía, se resolverá aprobándola o modificándola y requiriendo
su pago (art. 746).
Sí queda algún remanente del producto del remate, después que se ha
efectuado el pago íntegro al ejecutante, se entrega al ejecutado. La ejecución
forzada concluye cuando se hace el pago íntegro al ejecutanfe (art.727).
Si el producto del remate. no alcanza a cubrir el importe del capital, inte-
reses, costos y costas, el ejecutante puede embargar otros bienes del deudor.
433 Por ejemplo, el pago de las remuneraciones y de los beneficios sociales del trabaiador
tiene prioridad sobre cualquier otra obligación del empleador (art. 24 de la Constitución).
Si son varios los ejecutantes con derechos distintos, el producto del re-
mate se distribuirá en atención a su respectivo derecho. Este será establecido
por el juez en un auto que podrá.ser-observado dentro del tercer día. Si luego
de la distribución hay un remanente, le será entregado al ejecutado (ar|.747).
Rematado y adjudicado el bien embargado sb levantan todos los gra-
vámenes, pero si el bien garantizaba.varios créditos, el producto del remate
continúa garantizándolos. El monto del remate se distribuye en orden algrado
de preferencia de cada créditoo*, y gl remanente se entrega al ejecutado, salvo
que esté acreditada la existencia de créditos que no están en ejecución, caso
en elque, pagados los créditos en ejecución, el saldo se mantiene depositado
en el Banco de la Nación como garantía hasta que se tenga la decisión firme
en el respectivo proceso de ejecución de garantías.
Si concurren varios acreedores sin que ninguno tenga derecho preferente
y los bienes del deudor no alcanzan a cubrir todas las oblig.aciones, el pago se
hará a prorrata. lgualmente se realizará el pago a prorrata, una vez pagado al
acreedor con derecho preferente (art. 748).
434 CóDtGo ctvll PERUANo, AnrÍcuLo 11 1 2. Las hipotecas tendrán preferencia por razón de
su antigüedad conforme a la fecha de registro, salvo cuando se ceda su rango.
AnrículO 2016. La prioridad en el tiempo de la inscripción determina la preferencia de los
derechos que otorga el registro.
ARríCut_O 1135. Cuando el bien es inmueble y concurren diversos acreedores a quienes
el mismo deudor se ha obligado a entregarlo, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo
título ha sido primeramente inscrito o, en defecto de inscripción, al acreedor cuyo título sea
de fecha anterior. Se prefiere, en este último caso, el título que conste de documento de
fecha cierta más antigua.
43S Por Directiva Ne OO7-2007-SBN se aprueba el procedimiento para la venta en subasta públi-
ca de predios de dominio privado del Estado de libre disponibilidad efectuada por la SBN.
INSTITUTO PACITICO g
ANIBAL TORRES V¡SQUEZ
1. Generalidades
Según ToffleÉ6 la historia de la humanidad se divide en tres perÍodos a
las qUe denomina "olas". La especie humana, dice Toffler, ha experimentado
hasta ahora dos grandes olas de cambio, cada una de las cuales han sepul-
tado culturas o civilizaciones anteriores y las ha sustituido por formas de vida
inconcebibles hasta entonces.
La primera ola de cambio, la revolución agrícola, cuando las primitivas
sociedades dejan de ser nómadas y se crea un orden social, tardó miles de
años en desplegarse.
La segunda ola es la transacción agrícola a la sociedad industrial, cuyo
nacimientopuede ubicarse entre fines del s. XVlll y principios del s. XIX (co-
nocida como la primera revolución industrial), necesitó sólo trescientos años'
Los historiadores no pueden identificar la causa de la revolucíón industrial.
Los deterministas filosóficos señalan la máquina de vapor; los ecologistas, la
destrucción de los bosques británicos; los economistas, las fluctuaciones en
el precio de la lana. Otros hacen hincapié en cambios religiosos o culturales,
la Reforma, la llustración, etc.
La terceraola corresponde al desarrollo de las tecnologías de la informa-
ción. Las sociedades actuales de la información se basan en elconocimiento,
en los esfuerzos por convertir la información en conocimiento y en la velocidad
con que la información se genera, transmite y procesa. El desarrollo sociálse
caracteriza por la capacidad de sus miembros para obtener y compartir cual-
quier información, instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que
se prefiera.
La clave de este avance evolutivo es el elaborador electrónico o compu-
tador. Combinación de mernoria electrónica con programas que le dicen a la
máquina cómo procesar tos datos almacenados. Los computadores eran todavía
una curiosidad científica a principios de la década de 1950. Pero entre 1955
y
1965, la década en que la tercera ola inició su avance en los Estados Unidos,
empezaron a introducirse lentamente en el mundo de los negocios' Durante
436 TOFFLERAI"',^ ola, lrad.de Adolfo González, 8a ed., Plaza & Janes, Barcelo-
na, 1981.
ANíBAL ToRREs vÁsourz
pncírtco
TNSTTTUTo
Etr
ANIBAT TORRES VASGUEZ
440 La Ley Modelo sobre Comercio Electrónico ha inspirado al Código de Comercio mexicano
en el tema del comercio electrónico, como se aprecia en los siguientes píeceptos reforma-
dos:
AR¡íCU¡-O 80. Los convenios y contratos mercantiles que se celebren por corresponden-
cia, telégrafo, o mediante el uso de rnedios electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecno-
logía, quedarán perfeccionados desde que se reciba la aceptación de la propuesta o las
condiciones con que ésta fuere modificada.
Anrículo 89 BtS. No se negarán efectos jurídicos, validez o fuerza obligatoria a cualquier
tipo de información por la sola razón de que esté contenida en un Mensaje de Datos.
ARfíCUlo 94. Salvo pacto en contrario entre el Emisor y el Destinatario, el Mensaje de
' Datos se tendrá por expedido en el lugar donde el Emisor tenga su establecimiento y por
recibido en el lugar donde el Destinatario tenga el suyo. [...j.
lNSTrruro pecírtco
E
ANiBAt ToRRES vÁsourz
3. Formalidaddelcontratoinformático
El art. '141 -A, según texto agregado por Ley Ne 27291, dispone que "en los
casos en que la ley establezca que la manifestación de voluntad deba hacerse a
través de alguna formalidad expresa o requiera de firma, ésta podrá sergenerada
o comunicada a través de medios electrónicos, ópticos o cualquier otro análogo".
Por la manifestación de voluntad expresa (denominada también positiva,
directa o inmediata) de cada parte contratante está orientada, de forma directa
e inmediata, a hacer conocer su voluntad a la otra, siendo intrascendente el
mecanismo o vehículo de exteriorización: por medio de la pálabra oral o es-
crita, o través de cualquier medio directo, manual (signos inequívocos, gestos
indicativos, lenguaje mímico), mecánico,'inforrnático o telemático, o cualquier
otro medio electrónico (teléfono, fax, beeper, correo electrónico, o mediante
grabaciones en casetes, videos).
Ahora por internet se puede celebrar cualquier contrato; mediante un
operador se puede comunicar a un banco de datos (una persona mediante
su computadora accede a un banco de datos donde puede encontrar el bien
o servicio que quiere adquirir). En la contratación por internet, las distancias
prácticamente desaparecen, el consumidor está a un clic de distancia del pro-
veedor. No hay que olvidar que el ordenador o computador es una máquina
que responde a las prevías instrucciones dadas por las partes contratantes.
En el campo comercial hay personas, especialmente en las empresas, que
tienen sus cornputadoras conectadas y programadas para que actúen auto-
máticamente, las que mantienen permanentemente prendidas en espera de la
señal que la una envíe a la otra, solicitando determinados productos o seÑicios.
La manifestación de voluntad se realiza mediante una señal que una máquina
envía a la otra. Por ejernplo, la computadora de un almacén (cuyas existencias
están computarizadas de tal modo que Se sabe con precisión quá productos
se requieren en mayor cantidad y qué productos se tienen en existencia sufi-
ciente), de acuerdo a lo programado, envía un rnensaje a la computadora de su
proveedor a fin de que le remita los productos que necesita. De este modo, las
computadoras conectadas son los instrumentos que prolongan el actuar humano
con gran ahorro de tiempo y dinero. Las partes se'encuentran en comunicación
inmediata, por lo que elacto jurídico queda pedeccionado automáticamente.
En los contratos celebrados por correo electrónico (e-mail¡, si las partes
se encuentran en un rnismo mornento usando internet y entablan la negocia-
ción precontractual estamos frente a la contratación entre personas que tienen
rNsrrruro pnciflco
E
ANíBAL ToRREs vÁsouez
441 GIANNANToNIo afirma que no hay inconveniente para considerar al documento electró-
nico como documento escrito, ya que: 1. contiene un mensaje (texto alfanumérico o de
diseño gráfico). 2. En lenguaje co.nvencional (el de los bits). 3. sobre soporte (cinta o
disco). 4. Y es destinado a durar en el tiempo (GtANNANToNto, Ettore, "El valor jurídico
del documento electrónico", en ALTMARK, Daniel [di,r.l, tnfornática y derecho. Apoftes de
doctrina internacional, vol. l, Depalma, Buenos Aires, 1991; cARRAScosA LópEz et al.,
La contratación informática: el nuevo horizonte contractual, cit., p. S7).
A la monética se le identifica cón la transferencia electrónica de fondos. "La monética ha
sido definida por la doctrina como un sistema de pago basado en mecanismos de transfe-
rencia, en el cual la informática desempeña el papel decisivo" (cARRAScos ALópEz et at.,
La contratación informátíca: el nuevo horizonte contractual, cit., p. 86).
BARRIUSO RUIZ, La contratación electrónica, cit., p. S0.
4. Firma digital
Según el art. 141-A, si el acto jurídico requiere de firma, ésta podrá ser
generada o comunicada a través de medios electrónicos como son, entre otros,
los informáticos.
Una firma digrtd @igital signature) es un código informático, como ele-
mento de identificación de una persona natural o jurídica, formado a través de
un procesamiento de datos basado en un sistema de claves criptográficass,
una pública y otra prívada, relacíonadas entre ellas, que permiten al titular, con
la utilización de la clave privada, y al destinatario, con la utilización de la clave
pública, hacer manifiesta y verificar la proveniencia y la integridad de un docu-
mento informático o de un conjunto de documentos informáticosas. A la pareja
inseparable de claves criptográficas se le denomina claves asimétricas. La clave
privada es el elemento utilizado por eltitular, por medío delcualse impone la
firma digital sobre el documento electrónico llamado certificado digrtal Con la
clave pública se verifica la firma digital impuesta en el documento informático
por el titular de las claves asimétricas. j.
rNSTrruTo pacinco
E
ANIBAL TORRES VASQUEZ
clave privada, constituida por un algoritmo, es decir, por una expresión de cál-
culo matemático. El destinatario deberá valerse de la clave pública para leer el
mensaje. La clave pública permite al destinatario verificar la proveniencia del
mensaje; identifica al sujeto que se sirve de la red informática. Si,el mensaje
es enviado por un sujeto diferente del indicado por la clave pública, ésta no
podrá descifrar la comunicación. El mismo procedimiento podrá ser activado
por el destinatario que pretenda responder ál mensaje recibido; si el mensaje
contiene una oferta contractual y la respuesta coqtiene la aceptación, se con-
sidera perfeccionado el contrato46.
La firma digitaltiene el mismo valor jurídíco que Ia firma manuscrita, y se
caracteriza por su integridad(la firma digital detecta la íntegridad de la informa-
ción sin modificaciones), inalterabilidad (la información almacenada no puede
ser alterada y si ha sido alterada, la firma lo detecta) y la perdurabilidad (es
archivada en un medio perdurable).
La firma digital además de cumplir los mismos cometidos que la manuscrita,
expresa la identidad del remitente, la autoría, la autentificación, la integridad
del documento, la fecha, la hora y la recepción, a través de rnétodos cripto-
gráficos asimétricoseT de clave pública (BSA, GAMA, PGP, DSA, LUC, etc.),
técnicas de sellamiento electrónico y funciones Hash, lo que hace que la firma
esté en función del documento que se suscribe (no es constante), pero que la
hace inimitable porque sólo es descifrable por el destinatario con el uso de la
clave privada con la que está encriptada, verdadera atribución de la identídad y
autoría. Cuando las firmas son mancornunadas o conjuntas, se aplican claves
múltiples compartídas.
Un proyecto de ley alemana, citada por Barriusoffi define: La firma digital,
como un sello digítal, con una clave privada asociada a la clave pública cerli-
ficada por un certificador
La Ley de firma digital del Estado de Utah de EE.UU. de 1996 establece que
la firma digital es una transformación de un rnensaje utilizando un criptosistema
asimétrico, de tal forma que una persona que tenga el mensaje cifrado y la clave
La ley establece que la firma digital es aqueila firma electrónica que utiliza
una técnica de críptografía asimétrica, basada en el uso de un par de claves
único; asociadas una clave privada y una clave pública relacionadas matemá-
ticamente entre sí, de tal forma que tas personas que conocen la clave pública
no puedan derivar de ella la clave privada (art. 3).
Permite la identificacíón del signatario y es creada por medíos que éste
mantiene bajo su control, de manera que está vinculada únicamente al signa-
tario y a los datos a los que refiere, lo que permite garantizar la integridad del
contenido y detectar cualquier modificación ulteríor; tiene la misma validez y
eficacia jurÍdica que el uso de una firrna manuscrita, siempre y cuando haya
sido generada por un Prestador de Servicios de Ceñificación Digital debida-
mente acreditado que se encuentre dentro de la lnfraestructura Oficialde Firma
Electrónica, y que no medie ninguno de los vicios de la voluntad.
Si la ley exige la firma de una persona, ese requisito se cumple, en relación
con un documento electróníco, cuando se utiliza una firma digital generada en
el marco de la lnfraestructura Oficial de la Firma Electrónica. Lo establecido
en la fey y su reglamento no excluyen el cumplimiento de las formalidades
específicas requeridas para los actos jurídicos y el otorgamiento de fe pública.
El documento firmado digitalmente puede ser utilizado como prueba en
los procesos judiciales y administrativos.
El titular de la firma digitales la persona a la que se le atribuye de manera
exclusiva un certificado digital que contiene una firma digital, identificándolo
objetivamente en relación con el rnensaje de datos (art. 4).
El titular de la firma digital tiene la obligación de brindar a las entidades
de certificación y a los terceros con quienes se relacione a través de la utiliza-
ción de la firma digital, declaraciones o manifestaciones materiales exactás y
completas (aft. 5).
La firma digital goza de la presunción de autenticidad (determina la iden-
tidad del firmanie y lá certeza que ha sido enviada por su emisor), integridad
(indica que el documento electrónico no ha sido alterado), de no repudio (eltitular
no puede desconocer el documento firmado digitalmente) y de confidencialidad
(el mensaje será recibido y leído únicamente por el destinatario).
El Decreto Supremo Ns 052-2008-PCM, Reglamento de la Ley de Firmas
y Certificados Dígitales (en adelante, el reglamento), en su art. 2, dispone que
sus disposiciones no restringen la utilización de firmas digitales generadas fuera
de la lnfraestructura Oficial de Firma Electrónica, las cuales serán válidas en
consideración a fos pactos o convenios que acuerden las partes.
ANíBAL roRREs vÁsourz
5. Certificado digital
Un certificado digitat(o identidad digital) es un documento electrónico ge-
nerado y firmado digitalmente, por una entidad de certificación, la cualvíncula
un par de claves con una persona determinada confirmando la identidad de la
mísma (art. 6).
@ c¡piruto m: EL CoNSENTTMTENTo
TEORiA GENERAL DEL CONTRATO
6. Entidad de certifi<ación
La entidad de certificación cumple con la función de emitir o cancelar cer-
tificados digitales, asícomo brindar otros servicios inherentes al propio certifi-
cado o aqrállos que brinden seguridad al sistema de certificados en parlicular
ANíBAL ToRREs vasouez