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NOMBRE:

LUIS FABIAN ORELLANA NARVAEZ

CARRERA:

INGENIERIA ELÉCTRICA

DOCENTE:

ANGEL MANTILLA

MATERIA:

CIENCIA TECNOLOGIA Y SOCIEDAD

GRUPO:

#6

PERIODO

#56
PRINCIPIO DEL BUEN COMÚN

1. “Bien” quiere decir que da satisfacción (espiritual, moral y


corporal), proporcionándole la paz, la cultura y todo lo
necesario para el desenvolvimiento pleno de su existencia. 
“común” porque es un bien de la sociedad entera.
2. Es el conjunto de condiciones materiales y espirituales que
son necesarios y promueven el desarrollo integral de la
persona, para lograr su trascendencia.
“CASA, VESTIDO, SUSTENTO Y UN CORAZONCITO
PARA VIVIR CONTENTO”.
El actuar moral del individuo se realiza en el cumplimiento
del bien, así el actuar social alcanza su plenitud en la
realización del bien común.

3. RESPONSABILIDAD DE TODOS POR EL BIEN COMUN


CONDICIONES SOCIALES DE CADA EPOCA. TODOS
LOS MIEMBROS DE LA SOCIEDAD. GOCE DE
CONDICIONES DE VIDA SOCIAL. EDIFICAR EL BIEN
COMUN PARA TODOS.
4. Para asegurar el bien común
• El gobierno de cada país tiene el deber específico de
armonizar con justicia los diversos intereses sectoriales. En
lo social no es un fin autárquico
• Tiene valor sólo en relación al logro de los fines últimos de
la persona y al bien común de toda la creación
5. EL DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
a) Origen y significado Entre las múltiples implicaciones
del bien común, adquiere inmediato relieve el principio del
destino universal de los bienes
6. «Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso
de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes
creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la
égida de la justicia y con la compañía de la caridad». a)
Origen y significado
7. El principio del destino universal de los bienes de la tierra
está en la base del derecho universal al uso de los bienes.
Todo hombre debe tener la posibilidad de gozar del
bienestar necesario para su pleno desarrollo.
8. Diferentes contextos culturales y sociales, implica una
precisa definición de los modos, de los límites, de los objetos.
9. El principio del destino universal de los bienes invita a
cultivar una visión de la economía inspirada en valores
morales que permitan tener siempre presente el origen y la
finalidad de tales bienes, para así realizar un mundo justo y
solidario.
10. Dirigido a obtener para cada persona y para todos los
pueblos las condiciones necesarias de un desarrollo integral,
de manera que todos puedan contribuir a la promoción de
un mundo más humano.
11. DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES Y
PROPIEDAD PRIVADA La propiedad privada es un
elemento esencial de una política económica
auténticamente social y democrática y es garantía de un
recto orden social. La doctrina social postula que la
propiedad de los bienes sea accesible a todos por igual.
12. La tradición cristiana nunca ha aceptado el derecho a
la propiedad privada como absoluto e intocable: « Al
contrario, siempre lo ha entendido en el contexto más
amplio del derecho común de todos a usar los bienes de la
creación entera: el derecho a la propiedad privada como
subordinada al derecho al uso común, al destino universal
de los bienes
13. La enseñanza social de la Iglesia exhorta a reconocer
la función social de cualquier forma de posesión privada, en
clara referencia a las exigencias imprescindibles del bien
común. El hombre «no debe tener las cosas exteriores que
legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino
también como comunes, en el sentido de que no le
aprovechen a él solamente, sino también a los demás
14. Las exigencias del bien común derivan de las
condiciones sociales de cada época y están estrechamente
vinculadas a la promoción de la persona y al
reconocimiento, promoción y garantía de sus derechos
fundamentales. Estas exigencias se refieren, ante todo, al
compromiso por la paz, la organización de los poderes del
Estado, a la existencia de un sólido ordenamiento jurídico,
la salvaguardia del ambiente, a la prestación de los
servicios esenciales de las personas, algunos de los cuales
son, al mismo tiempo, derechos del hombre: alimentación,
vivienda, trabajo, educación y acceso a la cultura,
transporte, salud, libre circulación de informaciones y
tutela de la libertad religi osa. Todo ello, sin olvidar el deber
de las naciones en la edificación de relaciones de
cooperación internacional al servicio de la promoción del
bien común universal.

15. Tareas de la comunidad política.

- La responsabilidad en la promoción del bien común


compete, además de a las personas particulares, al Estado,
ya que el bien común es la razón de ser de su autoridad
política. El Estado d ebe garantizar cohesión, unidad y
organización a la sociedad civil de la que es ella expresión,
de modo que el bien común resulte de la contribución de
todos los ciudadanos. La persona, la familia y los cuerpos
intermedios no pueden lograr por sí mismos su pleno
desarrollo; de lo que deriva la necesidad de instituciones
políticas, cuya finalidad es hacer accesible a las personas
los bienes materiales, culturales, morales y espirituales
necesarios para el desarrollo de una vida verdaderamente
humana. El fin de la vida social es el bien común
históricamente realizable.

- Para asegurar el bien común, los gobiernos deben


armonizar con justicia los diferentes intereses sectoriales.
En los sistemas políticos democráticos, donde las decisiones
políticas se adoptan siguiendo el principio de la mayoría, no
debe olvidarse que el bien común no debe interpretarse sólo
según los procedimientos mayoritarios, sino según el bien efectivo
de todos los miembros de la comunidad civil, ya formen parte de las
mayorías electorales, ya de las minorías electorales.

El bien común no es un fin en sí mismo; su valor está en


función de los fines últimos de la persona y del bien común
universal de la entera creación. Dios es el fin último de sus
criaturas y por ningún motivo se puede privar al bien
común de su dimensión trascendente, que excede, pero
también da cumplimiento a su dimensión histórica. Esta
perspectiva alcanza su plenitud en la fuerza de la fe en la
Pascua de Jesús, que ofrece plena luz sobre la realización
del verdadero bien común de la humanidad

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