Ensayo La Iglesia y Su Doctrina

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LA IGLESIA Y SU DOCTRINA

INTRODUCCIÓN

La iglesia debe su existencia a Jesús, cuando afirmó en Mateo 16:18: “Edificaré mi


iglesia”. Ésta es la primera de más de un centenar de citas en el Nuevo
Testamento que utilizan el término griego principal para referirse a la Iglesia:
ekklesía. Este término se compone de la preposición ek, “fuera”, y el verbo kaléo,
“llamar”. Por tanto, ekklesía denotaba originalmente a un grupo de ciudadanos
llamados de donde estaban y reunidos en asamblea con un propósito concreto.

La palabra ekklesía se usa siempre para referirse a personas, y también identifica


el acto de reunirse éstas para adorar y servir al Señor. La Septuaginta, versión del
Antiguo Testamento al griego, utiliza también ekklesía cerca de cien veces,
generalmente como traducción del término hebreo qahal (“asamblea”,
“convocación”, “congregación”).

La palabra ekklesia, con más frecuencia designa un círculo de creyentes en


alguna localidad definida, una iglesia local, sin hacer caso de que estén reunidos
los creyentes o no para dar adoración.

En un sentido más general la palabra sirve para denotar el cuerpo entero, a través
de todo el mundo, de aquellos que hacen una profesión externa de Cristo y se
organizan con el propósito de adoración, bajo la dirección de oficiales designados
para el caso. Pablo cuando escribió la carta a los Efesios, hace énfasis de la
iglesia como un organismo espiritual.

DESARROLLO

La doctrina de la Iglesia, consiste de aquellos que son participantes de Cristo y de


las bendiciones de la salvación que hay en Él. El concepto Reformado es que
Cristo, mediante la operación del Espíritu Santo, une a los hombres con El, los
capacita con la fe verdadera y constituye de esta manera a la Iglesia como su
cuerpo.

Para profundizar nuestro entendimiento acerca de esta doctrina, es importante


saber ¿Cuál es el propósito por el que Dios le dio razón de ser a la Iglesia? ¿Que
la Iglesia existiese simplemente como algo que tenía un fin en sí mismo,
únicamente para convertirse, en otra unidad social más formada por miembros
que piensan de manera semejante?
2 EVIDENCIAS CRISTIANAS

La Iglesia es una comunidad creada por Cristo para el mundo.


Cristo se entregó por la Iglesia, y después la capacitó con el don del Espíritu Santo
para que pudiese cumplir con el plan y los propósitos de Dios.

Jesús hizo saber a sus discípulos antes de su ascensión para que fue llamada la
iglesia:
1. Llamada a ser una comunidad evangelizadora
 El mandato (no sugerencia) de evangelizar el mundo y hacer nuevos
discípulos (Mateo 28:19; Hechos 1:8).
 Cristo no abandonó a estos evangelistas a sus propias capacidades o
técnicas. Les encomendó la misión de ir bajo su autoridad (Mateo 28:18) y
en el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8).
 El Espíritu convencería de pecado (Juan 16:8–11); a los discípulos les
correspondería proclamar el evangelio.
 Los creyentes no deberían olvidar que, aunque sean ellos los instrumentos
en la proclamación del evangelio, sigue siendo el Señor de la cosecha el
que “produce el crecimiento”. A los creyentes no se les pedirán cuentas por
su “porcentaje de éxitos” (según las normas del mundo), sino por su
entrega y fidelidad en el servicio.
 Este mandato no tiene restricciones ni fronteras, sean geográficas, raciales
o sociales.
 Esta tarea de evangelización sigue siendo una parte imprescindible de la
misión de la Iglesia.

2. Llamada a ser una comunidad que adora.


 Adorar es en realidad reconocer el valor de Aquél que recibe un honor
especial, y que también está de acuerdo con este valor.
 La adoración genuina se caracteriza porque la Iglesia centra su atención en
Dios, y no en sí misma. A su vez, cuando sólo Dios es adorado,
invariablemente, los creyentes reciben bendición y fortaleza espiritual.
 No es necesario que la adoración se produzca solamente en un culto de
iglesia regularmente establecido. De hecho, todos los aspectos de la vida
del creyente deberían caracterizarse por el anhelo de exaltar y glorificar al
Señor. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la
gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).

3. Llamada a ser una comunidad edificante.


 En la evangelización, la Iglesia se centra en el mundo; en la adoración, se
centra en Dios, y en la edificación, se centra (correctamente) en sí misma.
 Las Escrituras exhortan repetidamente a los creyentes a edificarse
mutuamente hasta convertirse en una comunidad madura de creyentes
(Efesios 4:12–16).
3 EVIDENCIAS CRISTIANAS

4. Llamada a ser una comunidad con una preocupación y una


responsabilidad social.
 Este llamado es reducido a un mínimo o descuidado entre muchos
evangélicos y pentecostales. Quizá muchos creyentes sinceros tengan
temor de convertirse en liberales, o desviarse hacia el llamado evangelio
social, si se dedican a ministerios orientados socialmente. Llevado hasta un
extremo insano, y pasando por alto verdades eternas por lograr un alivio
temporal, esto podría convertirse en realidad.
 Sin embargo, este descuido de la preocupación social pasa por alto un
amplio número de exhortaciones de las Escrituras al pueblo de Dios para
que cumpla con este tipo de obligaciones.
 Expresar el amor de Cristo de una manera palpable puede convertirse en
un medio vital en que la Iglesia puede cumplir la misión recibida de Dios.

En todos los aspectos de la misión o razón de ser de la Iglesia, es esencial que


nuestras motivaciones y métodos vayan dirigidos para llevarle gloria a Dios.

CONCLUSIÓN

La Iglesia es el cuerpo místico de Cristo; está compuesta por cada creyente


nacido del Espíritu cuyo nombre está escrito en el libro de la vida. Su propósito es
adorar a Dios, evangelizar al mundo, edificar a los fieles y llevar a cabo la obra
social. En un sentido amplio todo creyente es un ministro, llamado para servir,
testificar, interceder y contribuir, aunque también han sido provistos un
llamamiento específico y un servicio escrituralmente ordenado por Dios para los
ministros de la Palabra.

Todos los creyentes fuimos llamados por Dios a través de Jesucristo y sellados
por el Espíritu Santo para formar parte de su obra en el mundo. Como iglesia que
somos debemos cumplir el propósito por el que fuimos establecidos. Estamos aquí
en la tierra y tenemos vida hasta el día de hoy porque el mundo necesita de la
gran labor de la iglesia.

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