METAFÍSICA
METAFÍSICA
METAFÍSICA
La Metafísica es la madre de todas las filosofías, religiones y ciencias, siéndole común a todas ellas
porque se ocupa de tres áreas básicas de estudio: El Ser, Dios, y la Ciencia del Conocimiento.
La Metafísica existe desde que el ser humano piensa. Su término fue creado por Andrónico de
Rodas en el siglo I, D.C. para ordenar bajo este título ciertos libros de Aristóteles que trataban
sobre la ética, la belleza y demás temas intangibles.
Metafísica quiere decir: "Lo que va más allá de lo físico" y actualmente, lo que la estudian, lo que
buscan por medio de ella, es el arte de SER FELIZ, comprenderse a sí mismos y saber sobre las
leyes que rigen la vida para no seguir siendo víctima de las circunstancias. La Metafísica no va en
contra de ninguna religión, ama y respeta profundamente al cristianismo.
1. Que el ser humano comprenda y ejercite que la mente es creadora y es la causa de todo lo
que piensa siente y sucede.
2. Facilitar el desarrollo de la conciencia crítica, que es el desenvolvimiento práctico y activo de
las cualidades divinas.
3. Cultivar la practica continua de la redención de todos los electrones calificados
destructivamente, sean estos personales o no, por medio de la Actividad Transmutadora de la
Llama Violeta.
4. Concientizar que el mundo se activa por el cumplimiento de Siete Principios que
conociéndolos y aplicándolos se puede eliminar el conflicto.
5. Activar las siete cualidades de los Siete Rayos reconociendo los centros de energía que
trabajan con cada uno de ellos.
6. Observar todo alrededor y darse cuenta de la totalidad de la vida.
7. Dar a conocer a los demás, lo que uno ha aprendido.
1. La Ley de Mentalismo.
2. El Cristo Interno.
3. La Llama Violeta.
4. La Jerarquía de Maestros Ascendidos.
Primer Pilar, La Ley de Mentalismo: Su lema es "todo es mente, lo que piensas se manifiesta", los
pensamientos son cosas y, por lo tanto crean alrededor nuestro, aquellas condiciones mentales
que hayamos decretado. Nada se mueve en este universo que no esté gobernado por las leyes
universales. Hemos estado inconscientes del enorme poder que nuestra mente posee y que nos
hace creadores de nuestro propio mundo.
"La mente -dice Rubén Cedeño- determina toda tu vida, determina tu consciencia, determina tu
familia, determina tus pensamientos, determina tus sentimientos, determina lo que te ha pasado
hoy, lo que te pasará mañana y determinó lo que pasó ayer."
Como podemos apreciar, todo aquello que la ignorancia mundana achaca a la buena o mala
suerte, casualidad, destino, malos espíritus, fortuna, etc., lo hemos generado nosotros mismos a
través de nuestra mente. ¿Cómo funciona la mente?
La psicología moderna ha descubierto algo que los esotéricos u ocultistas conocen desde hace
miles de años: la mente tiene dos niveles, uno consciente y otro subconsciente. La mente
consciente es la que usamos a diario para nuestras tareas cotidianas, existe la mente inconsciente
que está grabando todo lo que vemos, hacemos, realizamos, percibimos, etc., aun cuando nuestra
mente consciente no se percate de ello. Por lo tanto, cada vez que se activa en nuestro
subconsciente algún estímulo que ha sido grabado (y que, seguramente, va con nosotros desde
pequeños) la mente se esforzará por hacer cumplir la orden que se le da. ¿Te has dado cuenta de
que hay gente que dice todo el día cosas que luego son ciertas en su vida real?: "Soy malo para las
matemáticas", "Yo soy tan enfermizo", "Soy tímido", "Me da miedo quedarme solo", "Nunca me
alcanza el dinero", etc.
Por ignorar la Ley, todas estas personas están creando en su mundo condiciones para que esos
males ocurran, reemplacemos esos decretos negativos por afirmaciones positivas y ocurrirán
milagros en nuestras vidas: "Soy capaz", "Siempre tengo cubiertas mis necesidades", "Soy
hermoso", porque el secreto está en saber que nosotros y Dios, somos mayoría. Por eso digamos
siempre: "Yo Soy uno con Dios, todo lo que Dios tiene me pertenece, todo lo que Dios es, Yo Soy".
Porque Dios es nuestro Padre que nos entrega su infinito amor.
Empecemos, pues, a reprogramar nuestra vida y a cada apariencia negativa que se nos presente
(enfermedades, carencias, dificultades de cualquier índole) digámosle "yo no lo quiero o no lo
acepto, para mí ni para nadie", eso significa reconocer que la verdad de Dios es perfección; por lo
tanto reconozcamos esa verdad y hagámosla presente en todo momento. Ahora podremos
programar sólo cosas bellas para nuestra vida: "Yo quiero ser feliz, yo quiero vivir tranquilo, yo
quiero vivir en paz".
Muchas veces nos encontramos con estos patrones negativos por la calle, aunque nos los hayamos
creado nosotros; en ocasiones, en al autobús, o en un parque, en las aceras, etc., vemos que pasa
alguien triste o enojado o con cualquier pensamiento negativo y como los pensamientos son cosas
(nunca lo olvides) podemos desprevenidamente absorber esa negatividad, protejámonos diciendo
"Yo no acepto que nada negativo venga a mi vida ni a la de nadie"
Todos los libros sagrados hablan del poder de la palabra, ahora que ya sabemos la Verdad,
usémosla.
Segundo Pilar, El Cristo Interno: Muchas veces, al usar la palabra "Cristo" nos recordamos
inmediatamente del Amado Maestro Jesús que es universalmente reconocido como "el Cristo".
Pero, ¿qué quiere decir Cristo? Para muchos (durante bastante tiempo y en varios lugares se ha
enseñado este error) proviene de cruz y, por lo tanto, Cristo proviene de "crucificado" y se vuelve
a identificar con el Amado Jesús.
La palabra Cristo, no obstante, proviene del griego y originalmente quiere decir "lleno de gracia",
"ungido" y esta es la verdadera razón por la cual "Cristo" se identifica con el Maestro Jesús, ya que
él manifestó un estado de gracia, manifestó su Cristo, a tal punto que terminó identificándosele
con él.
Dios, nuestro amado Padre-Madre, es el Rey de la Creación, de la Vida, del Universo, y nosotros,
que somos sus hijos, somos sus príncipes, no es casualidad (sino causalidad) que el Génesis diga
"que somos hechos a imagen y semejanza de Dios" o que el Maestro Jesús haya dicho "sois
dioses". Es que somos de naturaleza divina, la semilla de la divinidad está en nosotros, en nuestro
corazón, es el soplo del Espíritu Santo, el Yo Superior, el Maestro Interno: El Cristo Interno.
Jesús en su encarnación en Palestina hace dos mil años, decidió actuar como canal de su Cristo
Interno, le dio plena libertad para transformar su vida -y la de otros- enseñó la Verdad ("sólo la
Verdad os hará libres") y permitió a su Cristo manifestarse. Todos podemos hacerlo si
trascendemos nuestra personalidad que está llena de defectos tales como la ignorancia, el odio, la
vanidad, deseos incontrolados, avaricia, etc. Por estas razones es que nuestro Santo Ser Crístico
está revestido de una cápsula impenetrable que sólo se rompe cuando un ser humano empieza a
conocer la Verdad. Cuando se acerca a lecturas o a grupos espirituales y cuando empieza a darse
cuenta, creer y sentir que Dios está con él en todo momento.
Dice Rubén Cedeño que "de la corriente de energías supremas de tu Yo Superior baja a tu cuerpo
físico un cordoncito llamado el cordón plateado y entra por la cabeza entre el parietal y el occipital
y cuando llega a tu corazón estalla en una llama triple, rodeada de una luz inmensa, blanca. Es
igual a un sol. Y allí en esa llama triple están contenidos todos los aspectos de Dios; Voluntad,
Sabiduría y Amor..."
Si todos llevamos estos tres aspectos primordiales de Dios con nosotros, no podemos negarles la
posibilidad de actuar calificándonos negativamente, como ya lo aprendiste al leer la Ley de
Mentalismo. Dios está contigo en todas partes, porque está dentro de tu corazón, eso, de uno u
otro modo, lo enseñan todas las religiones.
No faltará, por cierto, aquel que diga que esas llamas o ese Cristo Interno no aparecen por ninguna
parte cuando a alguien le abren el corazón para hacerle alguna cirugía o algo así, lo que ocurre es
que nos referimos al Corazón Espiritual.
El don más grande es vivir reconociendo el Cristo Interno que tiene cada persona y,
especialmente, el que está dentro de ti, es el Maestro que te ayudará y guiará siempre.
Tercer Pilar, La Llama Violeta: Como ya se dijo en el Segundo Pilar, todos llevamos dentro de
nosotros una Sagrada Llama Tripartita Azul, Dorada y Rosa. El color Azul es la Voluntad Divina; el
Dorado, la Sabiduría Divina y el Rosa, el Amor Divino. Todos tenemos estas tres llamas aunque
algunas personas, debido a su ignorancia espiritual, a vivir negando a Dios o decretando cosas
negativas para su entorno, han encapsulado a esas tres hermosas llamas y por ello no se
manifiestan en su vida. No obstante, al cambiar de actitud, al pensar positivo, al conocer y aplicar
las leyes divinas, esa cápsula se rompe y esas llamas comienzan a crecer en nuestro corazón.
La Llama Violeta se forma de la combinación del poder y voluntad de la Llama Azul y del Amor de
la Llama Rosa, produciendo perdón y transmutación en orden y libertad.
Todas las religiones del mundo, desde las más antiguas, hasta las modernas, de una u otra forma
han rendido culto al fuego, el Fuego Violeta es una actividad que los Amados Maestros Ascendidos
han enviado a la tierra para ayudar a la humanidad a borrar el karma negativo, ya que tiene
ilimitado poder para consumir y borrar para siempre todo pecado, imperfección o toda cosa que
hayamos creado inferior a la voluntad de Dios.
Al invocar el sagrado Fuego Violeta para que limpie nuestros errores debemos hacerlo por
nosotros y por toda la humanidad, y ese es un servicio enorme, inmenso, que ayuda a que nuestro
planeta pueda finalmente ascender y convertirse en un planeta de luz.
¿Cómo usar el Fuego Violeta? Muy sencillo, podemos invocarla verbalmente, sentirla en lo más
profundo de nuestros sentimientos o bien, a través del pensamiento. El sólo hecho de mencionar
la Llama Violeta hace que todo nuestro alrededor se tiña de este maravilloso color. Por lo tanto, de
ahora en adelante, empieza a envolver en Llama Violeta toda las negatividades y creaciones
humanas imperfectas que encuentres en tu mundo y, como dice nuestra muy amada Conny
Méndez, no lo creas, ¡hazlo!
El Amado Maestro Saint Germain, Avatar de la Nueva Era, es quien ha enseñado el uso de este
Rayo para provecho de la humanidad nos ha dicho que puede usarse mediante la imposición de
manos para curar enfermedades, o por medio de poderosos mantras como el siguiente:
YO SOY Siempre un gigantesco pilar de Llama Violeta Consumidora, de puro Amor Divino que
trasciende todos los conceptos humanos y derrama constantemente por mi intermedio todo el
triunfo y toda perfección del Maestro Ascendido y que procede del interior de su corazón.
Poderosa Presencia YO SOY, asume el mando absoluto de mi mente, mi cuerpo y mi mundo, y haz
que todos los problemas se desvanezcan para siempre.
Cuarto Pilar, La Jerarquía Espiritual de Maestros: Nosotros hemos vivido ya muchas veces, hemos
tenido muchas vidas y en muchos lugares distintos del planeta, hemos acumulado gran
conocimiento y seguimos evolucionando día a día, hay otros seres que ya han pasado por el
proceso que nosotros hoy vivimos, ellos se encuentran en niveles y planos más altos y, muchos de
ellos, demostrando un enorme amor divino, han renunciado voluntariamente a la posibilidad de
seguir avanzando y han decidido esperarnos y ayudarnos. A través de los siglos las distintas
religiones les han dado muchos nombres: santos, iluminados, buddhas, etc., ellos son nuestros
amados Maestros Ascendidos que conforman la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta o, lo que
es lo mismo, la Gran Hermandad Blanca.
Hace muchos millones de años, dieciocho, para ser más exactos, vino a la tierra, procedente desde
el planeta Venus, un gran ser de luz llamado Sanat Kumara, el fundó la Jerarquía Espiritual a la cual
pertenecen seres tan hermosos como los amados Jesús, Krishna, Gautama Buddha, María, Kwan
Yin, Mahoma, Saint Germain, Serapis Bey, etc. y otros muchos seres que en la religión cristiana,
por ejemplo, son conocidos como santos: San Pablo (el Maestro Hilarión), San Francisco de Asís (el
Maestro Koot Hoomi), Santo Tomás Moro (Maestro El Morya), por nombrar sólo a algunos, todos
ellos son seres altamente evolucionados que vivieron las mismas experiencias que vivimos
nosotros y que alcanzaron la Maestría en ellas.
Despertaron plenamente a su Santo Ser Crístico y han realizado por completo la Ley del Perdón y
la Llama Violeta, llegando a ser seres de gran misericordia, que tienen un perfecto control sobre la
mente, las emociones y el cuerpo físico.
En una primera etapa, la Jerarquía espiritual estuvo dirigida por el Amado Sanat kumara, pero con
el paso del tiempo, Sanat Kumara es hoy una especie de regente que ha entregado sus
responsabilidades formales al actual Señor del Mundo, Gautama Buddha. La actual Jerarquía
Planetaria está conformada del siguiente modo:
Maestro El Morya.
Señor Lanto.
LLAMA VIOLETA CONSUMIDORA
YO SOY Siempre un gigantesco pilar de Llama Violeta Consumidora, de puro Amor Divino
que trasciende todos los conceptos humanos y derrama constantemente por mi
intermedio todo el triunfo y toda perfección del Maestro Ascendido y que procede del
interior de su corazón.