Guerra Arquidamica
Guerra Arquidamica
Guerra Arquidamica
Guerra arquid�mica
Ir a la navegaci�nIr a la b�squeda
�ndice
1 Hasta la muerte de Pericles
1.1 Invasiones del �tica
1.2 Ataque a Platea
1.3 Siguientes acciones b�licas
1.4 La peste
2 Tras la muerte de Pericles
2.1 Formi�n y Cnemo
2.2 Revuelta de Mitilene
2.3 El final de Platea
2.4 La Guerra civil de Corcira
3 Ocupaci�n ateniense de Pilos y Esfacteria[42]?
4 Hacia la Paz de Nicias
4.1 Cle�n y Br�sidas
4.2 La Paz de Nicias
5 V�ase tambi�n
6 Referencias
7 Bibliograf�a
8 Enlaces externos
Hasta la muerte de Pericles
Los principales acontecimientos de la narraci�n de Tuc�dides de la guerra hasta la
muerte de Pericles,1? son:
Por su parte, Esparta segu�a fomentando el descontento entre los aliados atenienses
de la Confederaci�n de Delos.
Para una mayor seguridad, los atenienses refugiaron a sus familias y sus bienes en
los Muros Largos, y desde all� pudieron contemplar c�mo sus trigales, vi�edos y
olivares eran destruidos por los peloponesios.
Arqu�damo hubo de retirarse del �tica tas haber esperado in�tilmente durante un mes
a que salieran las tropas de Pericles a defender sus tierras y tratar de
expulsarle. Por otra parte, carec�a de alimentos, pues los atenienses hab�an
retirado sus reservas de comida y sus ganados.
Ataque a Platea
Las acciones b�licas empezaron en el 431 a. C., con el ataque de Tebas contra la
ciudad de Platea, aliada de Atenas, y hostil a la supremac�a tebana en la Liga
Beocia, la cual constitu�a una especie de puesto avanzado en territorio beocio.
Entre las dos ciudades exist�an grandes tensiones, ya que los tebanos buscaban
ampliar la Liga Beocia, al frente de la cual estaban, y no quer�a renunciar a
Platea.
En la primavera de 431 a. C., los tebanos ayudados por una facci�n protebana desde
el interior intentaron apoderarse de Platea por sorpresa. La tentativa fracas�,
pero los platenses, asustados, mataron a los 330 prisioneros tebanos que hab�an
penetrado subrepticiamente en la ciudad, y dicha masacre alz� a los tebanos contra
ellos.5?
Dos cascos griegos del tipo cl�sico greco-corintio usados por dos miembros de una
asociaci�n de recreaci�n.
En estos primeros a�os de la guerra, Atenas despleg� una intensa actividad militar
que se manifest�, entre otros hechos, en invadir anualmente a la vecina regi�n de
Meg�ride, la expulsi�n de los eginetas de su propia isla para establecer en ella
clerucos (colonos) atenienses quienes, en virtud de un pacto entre Atenas y
Esparta, se establecieron en la regi�n de Tirea.7? Tambi�n los atenienses se
lanzaron al control absoluto del Golfo de Corinto y de la ruta mar�tima al
mediterr�neo occidental.
Br�sidas, at�pico estratego espartiata, fue sin duda el m�s destacado de la guerra
arquid�mica, por lo que mereci� el elogio de Tuc�dides por su talento militar y su
habilidad diplom�tica.8?9?10?
El noroeste continental griego fue un importante teatro de operaciones, regi�n en
la que Atenas con la ayuda de sus aliados acarnanios, intent� eliminar la
influencia corintia. En 431 a. C. las mismas 100 naves que hab�an circunnavegado el
Peloponeso se apoderaron de la colonia corintia de Solio, desalojaron del poder en
�staco al tirano filo-corintio Evarco -restaurado por los corintios en el invierno
siguiente- y ganaron por medios diplom�ticos la isla de Cefalonia, en la boca del
golfo de Corinto11?
Mapa con las ciudades aliadas de uno y otro bando en Macedonia y la Calc�dica.
Ciudades griegas
J�nicas
D�ricas
Macedonias
Ciudades no griegas
Tracias
De poblaci�n mixta tirreno-pelasga
En el verano del 430 a. C. se produjo un intento de acercamiento diplom�tico de
Esparta a Persia, mediante el env�o de una embajada integrada por los espartanos
Aneristo, Nicolao y Pratodamo, el tegeata Tim�goras, el corintio Aristeo y el
argivo P�lide, que ten�a como principal misi�n lograr el apoyo financiero el Gran
Rey a la Liga del Peloponeso. La presencia en esta delegaci�n de al menos dos
espartiatas de alto linaje como eran Aneristo y Nicolao, descendientes de Espertias
y Bulis, los dos nobles que ofrecieron sus vidas a Jerjes I para expiar el crimen
cometido contra los heraldos del Gran Rey persa,17?ratificaba la disposici�n
espartana a continuar la guerra hasta la desintegraci�n del imperio ateniense,
precisamente en un momento en que Atenas buscaba una soluci�n pac�fica al
conflicto. De camino a Persia, los embajadores aprovecharon para persuadir al rey
odrisio Sitalces de que abandonara la alianza ateniense, lo que podr�a ser muy �til
para el auxilio a Potidea, e incluso para sublevar a toda la Calc�dica, muy pr�xima
al reino tracio. Pero casualmente, se hallaban en la corte de Sitalces dos
embajadores atenienses que convencieron a S�doco, hijo del soberano odrisio, que
acababa de recibir la ciudadan�a ateniense, para entregarles a los enviados
peloponesios. Los integrantes de la embajada fueron apresados, conducidos a Atenas
y ejecutados sin juicio previo. Tuc�dides explica la violaci�n de la ley que
permit�a a cualquier individuo defenderse p�blicamente, por el temor que despertaba
Aristeo, a quien se acus� de todos los males sobrevenidos en Potidea y Tracia.18?
19?20?
A finales del verano de 430 a. C., los lacedemonios y sus aliados enviaron una
expedici�n de 100 naves, con 1000 hoplitas a bordo, contra la isla de Zacinto,21?
situada frente a �lide y aliada de Atenas. Al mando del espartiata Cnemo,
desembarcaron y devastaron la mayor parte de la isla. Al no rendirse los zacintios
pusieron proa hacia el Peloponeso. Tuc�dides da a entender que la campa�a militar
fue un fracaso por la participaci�n de Cnemo como navarca (almirante), ya que lo
ve�a como el arquetipo de espartiata por su falta de energ�a y decisi�n.22?Zacinto
era de una gran importancia estrat�gica por servir de escala en los periplos
atenienses del Peloponeso y dada su situaci�n frente a las costas de �lide, no
lejos de la base naval peloponesia de Cilene. Lo m�s importante es el momento en el
que se produjo la expedici�n, poco despu�s de que Atenas entablara negociaciones
para el final de la guerra; conversaciones que no conocemos porque Tuc�dides ni
siquiera las esboza, poco preocupado por los frustrados intentos de paz.23?19?
Atenas atravesaba por un momento muy dif�cil en la guerra, no tanto por las
invasiones anuales de los peloponesios como por la epidemia que diezmaba a la
poblaci�n. Sumado a ello, estaba el r�pido agotamiento del tesoro de Atenea,
acelerado por la sangr�a financiera que supon�a la prolongaci�n del sitio de
Potidea, y que la autoridad de Pericles era puesta en entredicho por una mayor�a
del pueblo que le culpaba de las desgracias de la guerra. Cr�ticas que llegaron a
concretarse en la privaci�n temporal del cargo de estratego y en la imposici�n de
una multa.24?
No se sabe qu� condiciones pon�a Esparta para sellar la paz, aunque no debieron de
ser muy diferentes de las exigidas antes del estallido del conflicto, porque el
silencio del historiador ateniense sugiere una intransigencia por ambos bandos y un
escaso fruto de la v�a diplom�tica.
La peste
Art�culo principal: Plaga de Atenas
Una epidemia, originada en Etiop�a, fue introducida por el puerto de El Pireo en
430 a. C. y r�pidamente se propal� por una ciudad cuya densa poblaci�n viv�a
api�ada dentro de las murallas en precarias condiciones higi�nicas.
Formi�n y Cnemo
Mapa del golfo de Corinto
En el verano de 429 a. C., los espartanos pusieron en pr�ctica un vasto y ambicioso
plan en el noroeste que aspiraba a la dominaci�n no s�lo de Acarnania,31? sino
tambi�n de las islas de Zacinto y Cefalonia e incluso de Naupacto, donde desde el
invierno del 430-429 a. C., los atenienses situaron una flota bajo el mando de
Formi�n que acrecentaba su control del Golfo de Corinto.32?
Despu�s, Formi�n dio un rodeo por Acarnania, regi�n con varios territorios
dominados por los aliados de Atenas. Regres� a Atenas por Naupacto, y as� logr�
dificultar el suministro de trigo de la Magna Grecia al Peloponeso. A pesar de sus
�xitos se le acus� ante los tribunales y fue condenado a pagar una multa que al no
poder satisfacer, conllev� su atimia (p�rdida de la ciudadan�a). Debido a ello no
pudo volver a desempe�ar ning�n cargo p�blico.
En el plano militar, Atenas conserv� Naupacto, con lo que ello significaba para el
bloqueo del golfo y del istmo de Corinto, mientras que casi un cuarto de la flota
peloponesia hab�a quedado desmantelada y sus tripulaciones capturadas o muertas.
Efectos que se dejaron sentir sobre la actividad naval en los siguientes a�os. Otro
hecho no menos importante fue el afianzamiento naval del poder ateniense en el
noroeste continental de Grecia en detrimento de los corintios, como demostrar�an
poco despu�s las expediciones a Acarnania de Formi�n y de su hijo Asopio.34?
Revuelta de Mitilene
Mientras tanto, otra flota ateniense realizaba un periplo por el Peloponeso. Debido
al da�o que infring�a a las comunidades periecas de Laconia, los espartanos optaron
por acudir en su ayuda, en vez de ir a socorrer a los mitileneos. Cuando Esparta
decidi� enviar una flota de 40 naves a las �rdenes de �lcidas, ya era tarde. En las
C�cladas, el navarca espartano recibi� la noticia de que Mitilene se hab�a rendido.
Tambi�n la ciudad de Mileto, que solicit� ayuda a la Liga del Peloponeso, la esper�
en vano y hubo de capitular. En el tratado entre Paques y los mitileneos, el
general ateniense se comprometi� a no ejecutar, esclavizar o encarcelar a ning�n
mitileneo antes de que regresara una embajada que los habitantes de esta ciudad
hab�an enviado a Atenas. La ekkles�a, a propuesta de Cle�n decidi� que se castigase
de manera ejemplar a todos los mitileneos, que los adultos fuesen pasados a
cuchillo y los ni�os fuesen reducidos a esclavitud. Pero en una nueva Asamblea
convocada con urgencia, el pueblo fue convencido por Di�doto para que se derogase
el cruel ps�phisma (decreto) y se cambiara por otro que solo condenara a muerte a
los responsables de la insurrecci�n. Tambi�n se decret� que las murallas fuesen
derribadas, que s�lo ser�an ejecutados los embajadores, cuya cifra a�n hoy se
desconoce, la p�rdida de la autonom�a, la entrega de la flota, la confiscaci�n de
todas las tierras cultivables, a excepci�n de las de Metimna, para repartirlas
despu�s entre clerucos atenienses.36?
El final de Platea
En 427 a. C., los espartanos y sus aliados, marcharon con sus tropas a Platea, que
estaba sitiada desde 429 a. C. Platea, aliada de Atenas segu�a siendo una espina
clavada en el coraz�n de la Liga Beocia, liderada por los tebanos. Despu�s de
sendos discursos de platenses y tebanos, cinco jueces espartanos desplazados al
efecto a Platea complacieron a sus aliados tebanos con la decisi�n de ejecutar a
los 225 defensores que se hab�an rendido (200 platenses y 25 atenienses) y
esclavizar a 110 mujeres. La ciudad fue destruida y las tierras y comunidades
peque�as que depend�an de ella fueron anexionadas por los tebanos (427 a. C.), que
vieron su poder pol�tico y econ�mico incrementado dentro de la confederaci�n.37?
Corcira pose�a la tercera mayor flota de la �poca, que de caer en manos de los
peloponesios inclinar�a la balanza del equilibrio naval. Adem�s, la isla de Corcira
ten�a un gran valor estrat�gico por su localizaci�n en la ruta mar�tima a la
pen�nsula it�lica y Sicilia, a donde Atenas envi� ese mismo a�o su primera
expedici�n para cortar el aprovisionamiento de grano al Peloponeso y la
probabilidad de hacerse con el control de la isla.40?
Desde mucho tiempo antes, Siracusa amenazaba a Segesta, Leontino y Regio, entre
otras. Pericles hab�a pactado con ellas en contra de Siracusa y sus aliados (Gela,
Selinunte, H�mera y Locri).
Al mando de Laques hicieron aparici�n 40 naves, entre los a�os 427 y 426 a. C.
Regresaron a Atenas sin ning�n �xito real, debido a que los griegos de Sicilia se
reunieron en Gela adivinando las intenciones anexionistas de Atenas, y acordaron
firmar la paz entre s�. Pero la ekkles�a ateniense, obedeciendo a dirigentes
belicistas y megal�manos, conden� al exilio a los tres strategos de la escuadra y
les acus� de haber sido corrompidos para renunciar a la conquista.
El general espartiata Br�sidas dio un nuevo giro a la guerra, que hasta ese momento
consist�a en asolar el �tica y mantenerse a la defensiva en el Peloponeso. Sab�an
que el punto d�bil de Atenas estaba en Calc�dica y en Tracia. Para llegar estas
regiones los lacedemonios deber�an pasar por Tesalia, que aunque oficialmente era
aliada de Atenas, estaba dividida en filoatenienses y filoespartanos: el sector
popular estaba de parte de Atenas y la rica aristocracia simpatizaba con Esparta.
Cle�n se present� con un fuerte contingente y cosech� algunas victorias, entre las
cuales cabe destacar la conquista de Torone, pero al acercarse a Anf�polis los
espartanos le infringieron una severa derrota. Cle�n y Br�sidas murieron en la
Batalla de Anf�polis en el a�o 422 a. C.
La Paz de Nicias
Art�culo principal: Paz de Nicias
La muerte de Cle�n y Br�sidas hizo desaparecer del escenario pol�tico a dos
pertinaces partidarios de la guerra y permiti� a Plistoanacte y a Nicias reanudar
las negociaciones de paz.
Tambi�n Esparta deseaba la paz. Entre otras cosas, quer�a que le devolviesen los
120 prisioneros de Esfacteria, puesto que le preocupaba la disminuci�n el n�mero de
espartiatas.
En los primeros d�as del mes de abril del a�o 421 a. C. se firm� la paz por una
duraci�n de 50 a�os. Los puntos fundamentales recogidos por Tuc�dides eran:54?
En otros idiomas
Catal�
????????
English
Portugu�s
???????
Srpskohrvatski / ??????????????
?????? / srpski
T�rk�e
Editar enlaces
Esta p�gina se edit� por �ltima vez el 12 oct 2020 a las 05:57.
El texto est� disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribuci�n Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cl�usulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros t�rminos de uso y nuestra pol�tica de privacidad.
Wikipedia� es una marca registrada de la Fundaci�n Wikimedia, Inc., una
organizaci�n sin �nimo de lucro.
Pol�tica de privacidadAcerca de WikipediaLimitaci�n de responsabilidadVersi�n para
m�vilesDesarrolladoresEstad�sticasDeclaraci�n de cookiesWikimedia FoundationPowered
by MediaWiki