Actos de Competencia Desleal en Colombia

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Actos de competencia desleal en Colombia

Prohíbase la propaganda comercial que tienda a establecer


competencia desleal a otros productores o distribuidores de mercancías, en
general, o servicios de igual o similar naturaleza.
Presúmase desleal la propaganda comercial si se hace por sistemas de
bonificación al consumidor, consistente en rifas, sorteos, cupones, bonos,
vales, estampillas y otros medios pagaderos en dinero o en especie, en los
siguientes casos:
1. Cuando se trate de artículos catalogados oficialmente de primera
necesidad.
2. Cuando sean productos o servicios sometidos a controles sanitarios.
3. Cuando el precio de los productos o servicios en el mercado o su calidad se
afecten por el costo de las bonificaciones.
4. Cuando el incentivo para el consumidor esté en combinación con cualquier
procedimiento en que intervenga el azar. Este era el pequeño contenido de
las normas derogadas, reguladoras de la compleja figura de la Competencia
Desleal.
Ejemplos de competencia desleal
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), sancionó a Claro a pagar
una multa de $908.891.312 a la Compañía Móvil (Tigo), tras encontrar que la
empresa “incurrió en actos de competencia desleal de desviación de la
clientela, engaño y violación de normas".
La conducta de competencia desleal consistió en que asesores comerciales
de Claro ofrecían una promoción de un chip gratis de la misma compañía,
bajo la condición de tener una línea con otro operador, solicitándole al
usuario el número de dicha línea.

Al usuario le informaban que le iba a llegar un código de la promoción vía


mensaje de texto, el cual debía ser informado al asesor, quien con ese
código, que realmente era el NIP, efectuaba la portabilidad sin
consentimiento del usuario, quien a los pocos días se enteraba que su
número había sido portado a la red de Claro.
Según el fallo de la SIC, se declara que Comunicación Celular S.A.
(Claro), incurrió en los actos de competencia desleal, de desviación de la
clientela, engaño y violación de normas, lo que en consecuencia ordena el
pago a favor de Colombia Móvil S.A., dentro de los 10 días siguientes a la
ejecutoría de la providencia, más de 900 millones de pesos. Pasado este
término, la parte opositora deberá reconocer intereses de mora, liquidados a
la tasa del 6 por ciento anual.

De igual manera, se ordena la suspensión inmediata del comportamiento que


dio lugar a la declaración de deslealtad y la nulidad de las demás
pretensiones formuladas en la demanda.

Cuatro empresas que participaron en los acuerdos para


fijar el precio del papel higiénico serían sancionadas por la
SIC. Lo inusual es que se delataron unas a otras en busca
de disminuir sus multas.

Después de las millonarias sanciones impuestas a los azucareros, la


Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) se prepara para castigar al
cartel del papel higiénico, en el que están implicadas multinacionales y
compañías locales que manejan más del 90 por ciento de este mercado.

El superintendente delegado para la Protección de la Competencia, en un


extenso informe motivado de cerca de 300 páginas, le recomendó al
superintendente de Industria y Comercio Pablo Felipe Robledo, multar a
cuatro de las cinco empresas que hicieron parte de este cartel. Entre ellas se
encuentran Productos Familia, Kimberly Colpapel, Papeles Nacionales y
Cartones y Papeles de Risaralda, así como a 21 directivos de estas compañías.
En cuanto a Drypers, el delegado pidió no sancionarla pues no hizo parte de
los acuerdos.

El informe estableció que esa práctica hacía parte de la cultura organizacional


de estas firmas y que así se lo informaban a cada funcionario que entraba a
trabajar con ellas. Los primeros contactos comenzaron en 1998 entre Familia
y Kimberly, las dos más grandes del sector. Las empresas investigadas
intercambiaron información sobre los precios y sobre las promociones
comerciales de sus productos entre 2000 y 2013. Para evitar sospechas y con
el fin de ocultar su comportamiento ilícito, las cuatro firmas se identificaban
con nombres ficticios o apodos como Feos (Familia), Kiosko (Kimberly),
Pitufos (Papeles Nacionales) y Rosas (Cartones y Papeles de Risaralda).

Con estas actuaciones afectaron durante 14 años a millones de consumidores


que pagaron más por este producto básico, así como por las servilletas,
toallas de cocina y pañuelos para manos y cara. Estas alianzas perversas
impiden, además, que pequeñas y medianas compañías emergentes puedan
entrar al mercado.

Sin embargo, en este caso la superintendencia no multará a todas las


acusadas con el mismo rasero, porque tres de las cuatro empresas hicieron
con la SIC acuerdos de beneficios por colaboración, que comienzan en el 100
por ciento para el primer delator y van bajando para los posteriores. De ese
modo, Kimberly quedaría exonerada de la totalidad del pago, lo que llama la
atención porque esa empresa aparece en investigaciones por participar
también en los presuntos carteles de los pañales y de los cuadernos.

Luis Fernando Palacio, alto directivo de Kimberly, quien participó en el


acuerdo, le dijo a la SIC que desde 2000 comenzaron las reuniones frecuentes
con la competencia para establecer el alza de precios a aplicar para el año
siguiente. Reconoció que mantuvieron esa clase de acercamientos hasta
2013. Por su parte, Felipe José Alvira, gerente de Kimberly entre 2004 y 2012,
reconoció que “se hablaba de la necesidad de charlar con la competencia
para subir los precios”

Productos Familia, el segundo delator, que tiene el 33 por ciento del mercado
de papel higiénico, hubiera podido ser exonerada del 50 por ciento de la
posible sanción. Pero el delegado recomendó excluirla del beneficio porque
ocultó información e hizo afirmaciones contrarias a la realidad. Según el
informe, las personas que declararon por iniciativa de Familia ocultaron
datos en una estrategia encaminada a limitar la responsabilidad de la
compañía y de su gerente, Darío Rey Mora.

Cartones y Papeles del Risaralda, el tercer delator, solo será exonerada en 30


por ciento. Es decir, que las más castigadas serán Familia y Papeles
Nacionales. Esta última compañía, así como Drypers, afirmó que las
declaraciones de los que se acogieron al programa de beneficios no merecen
credibilidad debido a que actuaron motivados por el interés de no verse
afectados.

No obstante, la SIC defiende esta figura, que también se aplica en otros


países, porque permite descubrir y obtener pruebas contundentes sobre la
existencia de estas asociaciones, que de otra manera no podrían detectar
fácilmente.

Con este inmenso cúmulo de pruebas y documentos, en las próximas


semanas el superintendente Pablo Felipe Robledo dirá la última palabra. Si se
confirma la sanción, cada una de las empresas involucradas tendrían que
pagar hasta 69.000 millones de pesos, y cada uno de los directivos 1.378
millones de pesos. Esas cifras, que parecen altas, no lo son tanto si se tienen
en cuenta el tiempo que duró operando el cartel y los millonarios ingresos
adicionales que obtuvieron por estas prácticas abusivas. Sobre todo, porque
lo hicieron a costa de muchas familias pobres, para las que los sobreprecios
significaron una carga onerosa que afectó injustificadamente su exiguo
presupuesto.

Así desprestigiaban a las toallas higiénicas Nosotras

La SIC protegió la marca de Familia S. A., frente a la firma multinivel JM


Ocean Avenue, que llegó a afirmar que ese producto contenía residuos de
“colchones” y “chiros viejos”.

En medio de un mercado cada vez más competido, las distintas marcas hacen
ingentes esfuerzos para diferenciarse y, de cara al consumidor, demostrar a
través de la publicidad sus cualidades y ventajas.

Pero hay casos en los que la situación deja de ser una simple lid comercial y
pasa a convertirse a una verdadera guerra sin cuartel en la que se emplea,
incluso, el juego sucio.

De esto último da cuenta una decisión de la Superintendencia de Industria y


Comercio (SIC), que debió proteger de manera cautelar la reconocida marca
de toallas higiénicas Nosotras, propiedad de Productos Familia S. A.
Ello, frente a las afirmaciones vertidas por la firma de ventas multinivel
Joymind International S. A. S., más conocida entre sus usuarios como JM
Ocean Avenue (JM), que caerían -incluso- en el campo de la competencia
desleal.

Según la SIC, para ofrecer sus toallas higiénicas Angel’s Secret, JM “habría
incurrido en actos desleales de descrédito al afirmar que las toallas higiénicas
Nosotras contenían asbesto, dioxina, pintura industrial y que dicha empresa no
se preocupaba por la salud de las consumidoras colombianas”.

Ello porque la empresa acusada llegó a afirmar en eventos que realizó en


Bogotá y Medellín que estos elementos de uso personal estaban hechos “de
papel reciclado y pulpa de madera, la cual se procesa y se blanquea con
dioxina que es un químico altamente cancerígeno, y que algunas de las toallas
higiénicas tienen asbesto”, señaló la Superintendencia en un comunicado.

No contentos con eso, según el expediente de la SIC, la firma multinivel llegó


a afirmar en sus capacitaciones que las compañías que hacen las toallas
higiénicas, incluyendo a Productos Familia S. A., “las elaboran con material
reciclado del que llevan los recicladores en su carreta compuesto por
‘colchones’ y ‘chiros viejos’”.

La SIC “encontró acreditado, preliminarmente, que las afirmaciones que ha


realizado la empresa multinivel Joymind International S. A. S., a efectos de
comercializar sus toallas higiénicas, son presuntamente desleales pues
desacreditan a un competidor en tanto que no sería cierto que las toallas
higiénicas Nosotras de Productos Familia S.A. contengan asbesto y dioxina,
menos aún, que son productos altamente cancerígenos que ponen en riesgo la
salud de las consumidoras”.

Por ello, el organismo de control consideró que tales afirmaciones resultan ser
constitutivas del acto desleal de descrédito y ordenó a JM, como medida
cautelar, “abstenerse inmediatamente de realizar este tipo de afirmaciones de
los productos Nosotras y que retire videos publicitarios que contengan esas
afirmaciones”.

Si bien dichos videos ya fueron retirados del canal de You Tube de la


compañía, hay otro muy particular. En él, un hombre que se identifica como
Marco Ravelo y gerente general de JM Colombia, ofrece disculpas a su "a
todas aquellas compañías que comercializan productos como las toallas
sanitarias".
"Nosotros en JM queremos extender nuestras más sinceras disculpas a todas
esas compañías que directa o indirectamente, en algún momento, se hayan
visto afectadas por alguna actividad o por algún trabajo publicitario que haya
realizado nuestra fuerza de ventas, llegando a tener el método descalificativo
de comparación", añade.

Lo cierto es que si JM cayó, en concepto de la SIC, en actos de competencia


desleal, puede ser fuertemente multada hasta con 100.000 salarios mínimos
legales vigentes, lo que definitivamente le haría muy caro a esta empresa
haber hablado mal de su competencia.

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