Heidegger - Puntuacion Conceptos
Heidegger - Puntuacion Conceptos
Heidegger - Puntuacion Conceptos
Es el fenómeno de la “historicidad” y de la vida lo que impone el replanteo del problema del ser, reformulación
ontológica que Heidegger lleva adelante en Ser y tiempo (1927), y que se opone al aparato conceptual metafísico
que concibe al ser como “puro”, simple presencia. La cuestión en torno de la cual gira el libro es la cuestión del ser,
aunque se realice a través del análisis de la existencia humana. Por un lado entonces, el ser, y por el otro la
existencia: es el fenómeno de la existencia, en su efectividad, el que lleva a un replanteamiento del problema del
ser. El problema del ser y el problema de la existencia en Heidegger se implican recíprocamente, aunque no se
confunden. Aquí según Vattimo estaría gran parte de la originalidad de Heidegger.
Reconocer la historicidad del espíritu viviente, la efectividad de la existencia, va en contra de ver al sujeto del
conocimiento como un sujeto puro que está supuesto en toda posición de tipo trascendental, e implica un concepto
de temporalidad irreductible al concepto de tiempo empleado en las ciencias físicas.
La indagación del sentido del ser exige que se someta al análisis un ente especifico: el hombre (ente que es
constitutivamente histórico) Heidegger hace entonces en la primera parte de esta obra, un “análisis preparatorio del
ser del hombre”, para abordar la cuestión del sentido del ser.
Reconoce que el ser del hombre esta caracterizado por hallarse frente a un complejo de posibilidades, que no
todas necesariamente se realizan; esta idea del hombre como “poder ser” según Vattimo esta implícita en la obra, y
guía todo su desarrollo.
El poder ser es, en efecto, el sentido mismo del concepto de existencia. Descubrir que el hombre ES (problema
del ser) solo en cuanto PUEDE SER (problema de la existencia), significa descubrir que el carácter mas general y
especifico del hombre, su “naturaleza” o “esencia” es el existir. Hay que notar que no tiene mucho sentido hablar ya
de “naturaleza” o “esencia”, y de ahí las comillas: la naturaleza del hombre seria no tener una naturaleza. A su vez,
si el modo de ser del hombre es el de la posibilidad, hay que aclarar que “existencia” no tiene ya el sentido de algo
“real”. Existere: estar afuera, sobrepasar la realidad simplemente presente en dirección de la posibilidad. Así
entendida (no es el sentido ontológico tradicional), hay que reservar el término solo para el hombre.
El ser entonces ya no puede entenderse como conjunto de propiedades que determinan una realidad, sino solo
como posibles maneras de ser (“existenciarios”) Así, los modos posibles del ser se pondrán de manifiesto por obra
del análisis de la existencia. La esencia del hombre es existencia, es poder ser.
El modo de ser del hombre y el modo de ser de las cosas tienen su diferencia radical en este punto de partida.
Heidegger va hacia una definición positiva de la existencia, mientras que otros filósofos siempre se limitaron a
caracterizar negativamente el ser del hombre respecto del ser de las cosas: el sujeto no es el objeto.
“Ser en el mundo”, es decir existir en un mundo de cosas y de otras personas, el modo de ser medio y cotidiano
del hombre, es el modo en que se efectúan las posibilidades, y no en un “coloquio abstracto” consigo mismo.
Por lo anterior, el término que Heidegger utiliza para designar “existencia” es DASEIN, literalmente “ser o estar
aquí o ahí” (ser-ahí) La existencia es siempre sobrepasamiento de algo, está siempre situado, está aquí. Existencia
= dasein = ser-en-el-mundo. Heidegger hablará del hombre como Dasein.