Libro Semana Santa Editado Musicas

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PASCUA 2021

SEMANA SAN TA

COMUNIÓN Y LIBER ACIÓN


Es posible vivir
como Jesús
Textos bíblicos procedentes de: Sagrada Biblia.
Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC 2012.
© 2021 Fraternità di Comunione e Liberazione

Traducciones: Belén de la Vega

Giovanni Francesco Romanelli, San Pedro y San Juan en el sepulcro de Cristo, 1640. © Los Angeles County Museum of Art.
Índice

Jueves Santo

Mañana 7

Tarde 31

Viernes Santo

Mañana 43

Tarde 63
Jueves
Santo
Mañana

■ STABAT MATER
(G.B. Pergolesi)

Stabat Mater dolorosa, La Madre piadosa estaba


iuxta crucem lacrimosa, junto a la cruz y lloraba
dum pendebat Filius. mientras el Hijo pendía.

Cuius animam gementem, Su alma, triste y llorosa,


contristatam et dolentem, traspasada y dolorosa,
pertransivit gladius. fiero cuchillo tenía.

O quam tristis et afflicta ¡Oh cuán triste y cuán aflicta


fuit illa benedicta se vio la Madre bendita,
Mater Unigeniti. de tantos tormentos llena!

Quae moerebat et dolebat Cuando triste contemplaba


et tremebat, dum videbat y dolorosa miraba
nati poenas incliti. del Hijo amado la pena.

Quis est homo qui non fleret Y, ¿cuál hombre no llorara,


Christi Matrem si videret si a la Madre contemplara
in tanto supplicio? de Cristo, en tanto dolor?
Quis non posset contristari ¿Y quién no se entristeciera,
Piam Matrem contemplari Madre piadosa, si os viera
dolentem cum Filio? sujeta a tanto rigor?
Pro peccatis Suae gentis Por los pecados del mundo,
vidit Jesum in tormentis vio a Jesús en tan profundo
et flagellis subditum. tormento la dulce Madre.

Vidit suum dulcem Natum Vio morir al Hijo amado,


morientem desolatum que rindió desamparado
dum emisit spiritum. el espíritu a su Padre.

Eia Mater, fons amoris, ¡Oh dulce fuente de amor!,


me sentire vim doloris hazme sentir tu dolor
fac, ut tecum lugeam. para que llore contigo.

7
Jueves Santo

Fac ut ardeat cor meum Y que, por mi Cristo amado,


in amando Christum Deum, mi corazón abrasado
ut sibi complaceam. más viva en él que conmigo.

Sancta Mater, istud agas, Y, porque a amarle me anime,


crucifixi fige plagas en mi corazón imprime
cordi meo valide. las llagas que tuvo en sí.
Tui Nati vulnerati Y de tu Hijo, Señora,
tam dignati pro me pati divide conmigo ahora
poenas mecum divide. las que padeció por mí.
Fac me vere tecum flere Hazme contigo llorar
crucifixo condolere y de veras lastimar
donec ego vixero. de sus penas mientras vivo;
Iuxta crucem tecum stare, porque acompañar deseo
te libenter sociare, en la cruz, donde le veo,
in planctu desidero. tu corazón compasivo.
Virgo virginum praeclara, ¡Virgen de vírgenes santas!,
mihi iam non sis amara, llore ya con ansias tantas,
fac me tecum plangere. que el llanto dulce me sea;

Fac ut portem Christi mortem, porque su pasión y muerte


passionis fac consortem, tenga en mi alma, de suerte
et plagas recolere. que siempre sus penas vea.
Fac me plagis vulnerari Haz que su cruz me enamore
cruce hac inebriari y que en ella viva y more
ob amorem Filii. de mi fe y amor indicio;

Inflammatus et accensus para que me inflame y encienda,


per te, Virgo, sim defensus y contigo me defienda
in die iudicii. en el día del juicio.
Fac me cruce custodiri,
morte Christi praemuniri, Haz que me ampare la muerte
confoveri gratia. de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
Quando corpus morietur
fac ut animae donetur para que, cuando quede en calma
paradisi gloria. el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria.
Amen. Amén.

8
Jueves Santo

■ ANGELUS

Participemos en silencio en el canto de alabanza que los


siglos precedentes han tributado a esta joven. Se trata de un
Ave María más largo, compuesta por una de las mujeres
más grandes de la historia.
■ AVE, GENEROSA NO SE PASA
(Hildegarda de Bingen)

Ave, generosa, Dios te salve, virgen fecunda,


gloriosa gloriosa
et intacta puella, y noble,
tu pupilla castitatis, pupila de la castidad,
tu materia sanctitatis, sustancia de la santidad,
quae Deo placuit. que agradó a Dios.
Nam haec superna infusio Puesto que esta infusión celestial
in te fuit, tuvo lugar en ti,
quod supernum verbum dado que el Verbo celestial
in te carnem induit. en ti se revistió de carne.
Tu candidum lilium, Cándido lirio, que Dios
quod Deus ante omnem creaturam por delante de cualquier otra criatura
inspexit. consideró.
O pulcherrima Oh, bellísima
et dulcissima; y dulcísima,
quam valde Deus in te delectabatur! cómo se complacía Dios en ti.
Cum amplexione caloris sui Con el abrazo de su amor
in te posuit ita quod filius eius te envolvió,
de te lactatus est. y así amamantaste a su Hijo.
Venter enim tuus Tu vientre
gaudium habuit, exultó,
cum omnis coelestis symphonia puesto que toda la armonía celeste
de te sonuit, resonó para ti,
quia, virgo, filium Dei portasti porque, oh Virgen, llevaste al Hijo de Dios,
ubi castitas tua in Deo claruit. mientras tu castidad ante Dios resplandecía.
Viscera tua gaudium habuerunt, Tus entrañas exultaron;
sicut gramen super quod ros cadit como la hierba sobre la que cae el rocío
cum ei viriditatem infundit; que le infunde el verdor;

9
Jueves Santo

ut et in te factum est, igualmente sucedió en ti,


o mater omnis gaudii. Madre de toda alegría.
Nunc omnis Ecclesia Que toda la Iglesia
in gaudio rutilet resplandezca de gozo
ac in symphonia sonet y resuene armoniosamente
propter dulcissimam virginem por María, Virgen dulcísima
et laudabilem Mariam y digna de alabanza,
Dei genitricem. Madre de Dios.
Amen. Amén.

Queremos permanecer en el espacio de luz que Cristo


genera de forma estable en el mundo desde hace dos mil
años.
■ QUI, PRESSO A TE
(Anónimo)

Qui, presso a te, Signor, Aquí, junto a ti, Señor,


restar vogl’io; quiero quedarme;
è il grido del mio cuor, es el grito de mi corazón,
l’ascolta o Dio! ¡escúchalo, oh Dios!
La sera scende oscura La noche se vuelve oscura
sul cuor che s’impaura, en el corazón, que se asusta,
mi tenga ogn’or la fe’ la fe me mantenga
qui presso a te. aquí, junto a ti.

Qui, presso a te, Signor, Aquí, junto a ti, Señor,


restar vogl’io; quiero quedarme;
niun vede il mio dolor, nadie ve mi dolor,
tu ’l vedi o Dio! ¡sólo tú, oh Dios!
O vivo pan verace, Oh vivo pan verdadero,
sol tu puoi darmi pace, sólo tú puedes darme paz;
e pace v’ha per me, haya paz para mí
qui presso a te. aquí, junto a ti.

10
Jueves Santo

«Oíd, sedientos todos, acudid por agua».

■ ISAÍAS 55

Oíd, sedientos todos, acudid por agua;


venid, también los que no tenéis dinero:
comprad trigo y comed, venid y comprad,
sin dinero y de balde, vino y leche.
¿Por qué gastar dinero en lo que no alimenta
y el salario en lo que no da hartura?
Escuchadme atentos y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.
Inclinad vuestro oído, venid a mí:
escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros una alianza perpetua,
las misericordias firmes hechas a David:
lo hice mi testigo para los pueblos,
guía y soberano de naciones.
Tú llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que no te conocía correrá hacia ti;
porque el Señor tu Dios,
el Santo de Israel te glorifica.
Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras está cerca.
Que el malvado abandone su camino,
y el malhechor sus planes;
que se convierta al Señor, y él tendrá piedad,
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Porque mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
– oráculo del Señor –.
Cuanto dista el cielo de la tierra,
así distan mis caminos de los vuestros,
y mis planes de vuestros planes.
Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo,
y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,

11
Jueves Santo

así será la palabra, que sale de mi boca:


no volverá a mí vacía,
sino que cumplirá mi deseo
y llevará a cabo mi encargo.
Saldréis con alegría, os llevarán seguros;
montes y colinas romperán a cantar ante vosotros,
aplaudirán los árboles del campo.
En vez de espinos, crecerá el ciprés;
en vez de ortigas, el arrayán;
serán el renombre del Señor
y monumento perpetuo imperecedero.

«Liberados del yugo del mal», la vida ya no es un desierto.

■ LIBERATI DAL GIOGO DEL MALE


(Monasterio de Vitorchiano)

Liberati dal giogo del male, Liberados del yugo del mal,
battezzati nell’acqua profonda, bautizados en el mar profundo,
noi giungiamo alla terra di prova a la tierra de prueba llegamos,
dove i cuori saran resi puri. en donde los corazones serán purificados.

Dal paese d’Egitto ci hai tratti De la tierra de Egipto nos has sacado,
e cammini con noi nel deserto, y caminas con nosotros por el desierto
per condurci alla santa montagna para llevarnos a la santa montaña
sulla quale s’innalza la croce. en la cual ya la Cruz se levanta.

Tu sei l’acqua che sgorga dal sasso, Tú eres agua que brota de la peña,
sei la manna che sazia la fame, eres maná que sacia el hambre,
sei la nube che guida il cammino eres la nube que guía el camino
e sei legge che illumina i cuori. y ley que ilumina los corazones.

Su te, roccia che t’alzi fra noi, En ti, roca que te levantas entre nosotros,
troveremo difesa ed appoggio encontraremos defensa y amparo,
e berremo alla fonte di vita y beberemos en la fuente de vida,
che ci lava dai nostri peccati. que nos lava de nuestros pecados.

12
Jueves Santo

Tu ci guidi nell’esodo nuovo Por el éxodo nuevo nos llevas


alla gioia profonda di Pasqua: hacia el gozo profundo de Pascua,
dalla morte passando alla vita por la muerte pasando a la vida
giungeremo alla terra promessa. llegaremos a la tierra prometida.
Amen. Amén.

Cristo, luz de la vida, nos ayuda en el camino. Somos ter-


cos, pero no podemos eliminar la fuerza con la que nos
ama, con la que nos persigue. Imploramos su ayuda, y Él
nos dice: «¡Aquí estoy!».
■ ISAÍAS 57,18-58,12

Yo he visto sus caminos,


pero lo voy a curar:
lo consolaré, lo resarciré con consuelo,
a él y a los que hacen duelo.
Creo la paz como fruto de los labios:
«Paz al que está lejos y al que está cerca»
– dice el Señor –, y lo curaré.
Los malvados son como el mar borrascoso,
que no puede calmarse:
sus aguas remueven cieno y lodo.
«No hay paz para los malvados» – dice mi Dios –.
Grita a pleno pulmón, no te contengas;
alza la voz como una trompeta,
denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados.
Consultan mi oráculo a diario,
desean conocer mi voluntad.
Como si fuera un pueblo que practica la justicia
y no descuida el mandato de su Dios,
me piden sentencias justas,
quieren acercarse a Dios.
«¿Para qué ayunar, si no haces caso;
mortificarnos, si no te enteras?».
En realidad, el día de ayuno hacéis vuestros negocios
y apremiáis a vuestros servidores;

13
Jueves Santo

ayunáis para querellas y litigios,


y herís con furibundos puñetazos.
No ayunéis de este modo,
si queréis que se oiga vuestra voz en el cielo.
¿Es ese el ayuno que deseo en el día de la penitencia:
inclinar la cabeza como un junto,
acostarse sobre saco y ceniza?
¿A eso llamáis ayuno,
día agradable al Señor?
Este es el ayuno que yo quiero:
soltar las cadenas injustas,
desatar las correas del yugo,
liberar a los oprimidos,
quebrar todos los yugos,
partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
cubrir a quien ves desnudo
y no desentenderte de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora,
enseguida se curarán tus heridas,
ante ti marchará la justicia,
detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor y te responderá;
pedirás ayuda y te dirá: «Aquí estoy».
Cuando alejes de ti la opresión,
el dedo acusador y la calumnia,
cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo
y sacies al alma afligida,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad como el mediodía.
El Señor te guiará siempre,
hartará tu alma en tierra abrasada,
dará vigor a tus huesos.
Serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas que no engañan.
Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas,
volverás a levantar los cimientos de otros tiempos;
te llamarán «reparador de brechas»,
«restaurador de senderos»,
para hacer habitable el país.

14
Jueves Santo

Su presencia es nuestra alegría, su alegría es nuestra


fuerza. Escuchemos un pasaje del Libro de Nehemías.

■ NEHEMÍAS 8,1-11

El pueblo entero se reunió como un solo hombre en la plaza que está delante de
la Puerta del Agua y dijeron a Esdras, el escriba, que trajese el libro de la ley de
Moisés que el Señor había dado a Israel.
El día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la
comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la
plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía,
ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo
escuchaba con atención la lectura del libro de la ley. El escriba Esdras se puso en
pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión. Estaban a su derecha
Matitías, Semá, Ananías, Urías, Jelcías y Maasías; y a su izquierda, Pedaías,
Misael, Malaquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán. Esdras abrió el libro en
presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrir-
lo, el pueblo entero se puso de pie.
Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las
manos levantadas: «Amén, amén». Luego se inclinaron y adoraron al Señor, ros-
tro en tierra.
Los levitas Josué, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabtay, Hodiyías, Maasías,
Quelitá, Azarías, Yozabad, Janán y Pelaías explicaron la ley al pueblo, que per-
manecía en pie.
Leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo
que entendieran la lectura.
Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que
instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea: «Este día está consagrado al Señor,
vuestro Dios. No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al
escuchar las palabras de la ley). Nehemías les dijo: «Id, comed buenos manjares y
bebed buen vino, e invitad a los que no tienen nada preparado, pues este día está
consagrado al Señor. ¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!».
También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo, diciendo: «¡Callad, no estéis
tristes, porque este día es santo!».

15
Jueves Santo

Es la alegría de un amor que al final vencerá.

■ JEREMÍAS 31,2.3b-4a

Esto dice el Señor:


«Encontró mi favor en el desierto
el pueblo que escapó de la espada;
Israel camina a su descanso.
Con amor eterno te amé,
por eso prolongué mi misericordia para con-
tigo.
Te construiré, serás reconstruida,
doncella capital de Israel».

«Con amor eterno te amé». Por eso: «Cristo es… todo en


todos. Él encierra todo en sí mismo según la potencia
única, infinita y sapientísima de su bondad – como un
centro en el que convergen las líneas – para que las
criaturas del Dios único no sean extrañas y enemigas las
unas de las otras, sino que tengan un lugar común en el
que manifestar su amistad y su paz»*.

■ UBI CARITAS ET AMOR


(Gregoriano)

Ubi caritas et amor, Deus ibi est. Donde hay caridad y amor, allí está Dios

Congregavit nos in unum Christi Nos reunió en un solo cuerpo el amor


amor, de Cristo:
exsultemus et in ipso iucundemur! exultemos y alegrémonos en su amor.
Timeamus et amemus Deum vivum Tengamos temor de él y amemos al Dios vivo,
et ex corde diligamus nos sincero. y amémonos de corazón, sinceramente.

Simul ergo cum in unum congregamur Cuando nos reunimos todos juntos,

* San Máximo el Confesor, Mistagogia, I.

16
Jueves Santo

ne nos mente dividamur, estemos atentos a que la duda no nos divida.


caveamus; Termine la maldad del corazón, termine
cessent iurgïa maligna, cessent lites el odio,
et in medio nostri sit Christus Deus. y permanezca entre nosotros Cristo Dios.

Simul quoque cum beatis videamus Que todos juntos, entre los bienaventurados,
glorianter vultum tuum, veamos tu rostro en la gloria,
Christe Deus; oh Cristo Dios:
gaudium, quod est immensum, ésta es la alegría inmensa
atque probum, y la dulzura,
saecula per infinita saeculorum. por todos los siglos, sin término.

Por tanto, «Jesucristo no vino para contarnos frivolidades».

■ EL PÓRTICO DEL MISTERIO DE LA SEGUNDA VIRTUD*


(Ch. Péguy)

Jesucristo, hija mía, no vino a nosotros para contarnos frivolidades.


Ya comprendes que no hizo el viaje a la tierra,
Un gran viaje, entre nosotros,
(Y estaba bien donde estaba).
(Antes de venir.
No tenía todas nuestras preocupaciones.)
Él no bajó a la tierra
Para contarnos chistes
Ni gracias.
No hay tiempo para divertirse.
No puso, no empleó, no derrochó
Los treinta y tres años de su vida terrestre,
De su vida carnal,
Los treinta años de su vida privada,
Los tres años de su vida pública,
Los tres días de su pasión y de su muerte
(Y en el limbo los tres días de su sepulcro),
No puso, no empleó, no derrochó todo eso,

*Este pasaje y los siguientes de Ch. Péguy sin ulteriores referencias están tomados de: Ch. Péguy, Los Tres
Misterios, Encuentro, Madrid 2008.

17
Jueves Santo

Sus treinta años de trabajo y sus tres años de predicación y sus tres días de pasión
y muerte,
Sus treinta y tres años de oración,
Su encarnación, que es propiamente su encarnamiento,
Su hacerse carne y carnal, su hacerse hombre y su muerte en cruz y su sepultura,
Su encarnamiento y su suplicio,
Su vida de hombre y su vida de obrero y su vida de sacerdote y su vida de santo
y su vida de mártir,
Su vida de fiel,
Su vida de Jesús,
Para venir luego (al mismo tiempo) a meternos chismes.
No puso, no empleó, no derrochó todo eso.
No hizo todo ese derroche
Considerable
Para venir a darnos, para darnos luego
Adivinanzas
Que adivinar
Como un mago.
Haciéndose el vivo.
No, no, hija mía, y Jesús tampoco nos ha dado unas palabras muertas
Que tengamos que guardar en pequeñas cajas
(O en grandes),
Y que tengamos que conservar en aceite rancio
Como momias de Egipto.
Jesucristo, hija mía, no nos entregó palabras en conserva
Para guardar,
Sino que nos entregó palabras vivas
Para alimentar.
Ego sum via, veritas et vita,
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Las palabras de (la) vida, las palabras vivas no pueden conservarse sino vivas,
Alimentadas vivas,
Alimentadas, cargadas, caldeadas, cálidas en un corazón viviente.
De ningún modo almacenadas en cajitas de madera o de cartón.
Como Jesús tomó, se vio forzado a tomar cuerpo, a revestirse de carne
Para pronunciar estas palabras (carnales) y para hacerlas oír,
Para poderlas pronunciar,
Así nosotros, de modo similar, a imitación de Jesús,
Así nosotros, que somos de carne, debemos aprovecharlo,
Aprovechar que somos carnales para conservarlas, para calentarlas,

18
Jueves Santo

para alimentarlas en nosotros vivas y carnales


(Esto ni los mismos ángeles lo conocen, hija mía, ni siquiera lo han podido
experimentar).
Como una madre carnal alimenta, y calienta sobre su pecho, a su recién nacido,
A su retoño carnal, en su regazo,
Bien apoyado en el pliegue de su brazo,
Así, aprovechando que somos carnales,
Debemos alimentar, tenemos que alimentar en nuestro pecho,
Con nuestra carne y con nuestra sangre,
Con nuestro corazón,
Las Palabras carnales,
Las Palabras eternas, temporal, carnalmente pronunciadas.
Milagro de milagros, hija mía, misterio de misterios.
Porque Jesucristo se hizo nuestro hermano carnal
Porque pronunció temporal y carnalmente las palabras eternas,
In monte, en la montaña,
Se nos ha dado a nosotros débiles,
Depende de nosotros, débiles y carnales,
El hacer vivir y alimentar y conservar vivas en el tiempo
Esas palabras pronunciadas vivas en el tiempo.

Por tu nobleza, oh Cristo, tiéndenos la mano para


ponernos en pie. «O frondens virga».

■ O FRONDENS VIRGA TENGO GRABACIÓN


(Hildegarda de Bingen)

O frondens virga, Oh, frondosa rama,


in tua nobilitate stans, que te alzas en tu nobleza
sicut aurora procedit. como aurora naciente.
Nunc gaude et laetare Regocíjate y alégrate
et nos debiles dignare y, a nosotras, débiles, dígnate
a mala consuetudine liberare liberarnos de las malas costumbres
atque manum tuam porrige y tiéndenos tu mano
ad erigendum nos. para ponernos en pie.

19
Jueves Santo

El mundo en el que vivimos es lo contrario a esto: «Es lo


que os pone en una situación trágica, única. Vosotros sois
los primeros. Vosotros sois los primeros de los modernos».
■ VÉRONIQUE*
(Ch. Péguy)

Por primera vez, por primera vez después de Jesús, nosotros hemos visto, con
nuestros propios ojos, estamos viendo surgir un mundo nuevo, más aún, una
ciudad; formarse una sociedad nueva, más aún, una ciudad; la sociedad moder-
na, el mundo moderno; constituirse un mundo, una sociedad, o al menos
establecerse, (nacer y) crecer, después de Jesús, sin Jesús. Y lo que es más tremen-
do, amigo mío, no hay que negarlo, es que nos ha alcanzado.
Aquello que da a nuestra generación, amigo mío, a vuestra generación, y al tiem-
po en el que vivimos una importancia capital; es aquello que os pone en una
etapa única de la historia del mundo, en el transcurrir de la historia del mundo.
Es lo que os pone en una situación trágica, única. Vosotros sois los primeros.
Vosotros sois los primeros de los modernos. Vosotros sois los primeros frente a
los cuales, delante de los cuales, ante cuyos ojos, se ha realizado y vosotros mis-
mos habéis realizado, esta obra singular, esta instauración del mundo moderno y
este establecerse del gobierno del partido intelectual en el mundo moderno.

Debemos amar al Misterio en todo. Aquí comienza el


desafío al mundo. En la obediencia al Padre. «O aeterne
Deus».

■ O AETERNE DEUS TENGO GRABACIÓN


(Hildegarda de Bingen)

O aeterne Deus, nunc tibi placeat, Oh Dios eterno, te agrada arder


ut in amore illo ardeas en el mismo amor
ut membra illa simus, que hace existir nuestros miembros,
quae fecisti in eodem amore, en el mismo amor con el que,
cum Filium tuum genuisti en la primera aurora,
in prima aurora, engendraste a tu Hijo

* Ch. Péguy, Verónica, diálogo de la historia y el alma carnal. Nuevo Inicio, Granada 2008.

20
Jueves Santo

ante omnem creaturam, antes que a cualquier criatura;


et inspice necessitatem hanc, mira esta prueba
quae super nos cadit, que ha caído sobre nosotros,
et abstrahe eam a nobis propter líbranos de ella, por tu Hijo,
Filium tuum, y condúcenos a la alegría
et perduc nos in laetitiam salutis. de la salvación.

Escuchemos ahora el testamento de Cristo antes de


morir. Aunque suponga un esfuerzo, estemos atentos a
todo lo que dice.

«Yo soy el camino, la verdad y la vida»

■ JUAN 14

«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa
de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a pre-
pararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmi-
go, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis
el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber
el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va
al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre
y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me cono-
ces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú:
“Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo
que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él
mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed
a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo
hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre,
yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi
nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al
Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la
verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en
cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré
huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vos-

21
Jueves Santo

otros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy
en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamien-
tos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo
también lo amaré y me manifestaré a él».
Le dijo Judas, no el Iscariotes: «Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nos-
otros y no al mundo?». Respondió Jesús y le dijo: «El que me ama guardará mi
palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que
no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía,
sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro
lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será
quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. Que no se
turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os ale-
graríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho
ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no
es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que
yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo. Levantaos,
vámonos de aquí».

■ O CÔR SOAVE TENGO GRABACIÓN


(Anónimo, atribuido a Francesco Soto de Langa, s. XVI)

O côr soave, côr del mio Signore, Oh corazón inefable, corazón de mi Señor,
ferito gravemente, herido gravemente,
non da coltel pungente, no por un cuchillo punzante,
ma da lo stral che fabbricò l’amore, sino por el aguijón que fabricó el amor,
che fabbricò l’amore. que fabricó el amor.

O côr soave, quand’io ti rimiro Oh corazón inefable, cuando te veo


post’in tant’agonia, sufrir tal agonía,
manca l’anima mia, mi alma se estremece,
né voce s’ode più, né mai sospiro, callan todas las voces,
né più né mai sospiro. ni un solo suspiro se oye, ni un suspiro.

22
Jueves Santo

«Permaneced en mí y yo en vosotros». Once veces se


repite en el capítulo quince de san Juan el verbo
«permanecer».
■ JUAN 15

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da


fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí,
y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece
en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros
los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante;
porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera,
como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si
permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis,
y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así
seréis discípulos míos. Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; per-
maneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor;
lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en
su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra
alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie
tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis
amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído
a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido,
soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vue-
stro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo
dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.
Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais
del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo,
sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han
perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, tam-
bién guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nom-
bre, porque no conocen al que me envió. Si yo no hubiera venido y no les hubiera
hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusas de su pecado.
El que me odia a mí, odia también a mi Padre. Si yo no hubiera hecho en medio de
ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado, pero ahora las han visto

23
Jueves Santo

y me han odiado a mí y a mi Padre, para que se cumpla la palabra escrita en su ley:


“Me han odiado sin motivo”. Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el
Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y
también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo».

■ GIESÙ SOMMO CONFORTO TENGO GRABACIÓN


(Anónimo, red. padre Serafino Razzi, s. XVI)

Giesù, sommo conforto, Jesús, supremo consuelo,


tu se’ tutt’il mio amore, tú eres todo mi amor,
e ’l mio beato porto, y mi feliz puerto
e santo redentore. y mi santo redentor.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz el que está unido a ti.

Deh, quante volte offeso Cuántas veces te ha ofendido


t’ha l’alma e ’l cor meschino. el alma y el corazón mezquino.
E tu se’ in croce steso Y estás en la cruz
per salvar me tapino. para salvarme a mí, miserable.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

Giesù, qual forza ha spinto Jesús, ¿qué fuerza empujó


l’immensa tua bontade tu inmensa bondad,
deh, qual amor t’ha vinto qué amor te ha vencido
patir tal crudeltade? para padecer tal crueldad?
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

A te fui sempre ingrato Siempre te fui ingrato


e mai non fui fervente, y nunca fui ferviente,
e tu per me piagato y tu fuiste herido
sei stato, crudelmente. cruelmente por mí.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

Giesù, tu hai il mondo Jesús, tu has llenado


soavemente pieno suavemente el mundo
d’amor santo e giocondo de amor santo y gozoso

24
Jueves Santo

che fa ogni cor sereno. que llena todo corazón de serenidad.


O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

Giesù fammi morire Jesús, permíteme morir


del tuo amor verace; de un amor como el tuyo;
Giesù, fammi languire Jesús, déjame consumirme
di te, Signor verace. por ti, Señor verdadero.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

Giesù, foss’io confitto Jesús, ojalá estuviese yo clavado


sopra quell’alto legno en ese alto madero
dove ti veggio afflitto, en donde te veo atormentado,
Giesù, Signor benigno. Jesús, Señor benigno.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

O croce, fammi loco Oh cruz, hazme sitio


e le mie membra prendi, y toma mis miembros,
che del tuo dolce foco que con tu dulce fuego
il cor e l’alma accendi. el corazón y el alma enciendes.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

Infiamma il mio cor tanto Inflama de tal modo mi corazón


del tuo amor divino, con tu amor divino,
ch’io arda tutto quanto, que yo arda tanto
ch’io paia un Serafino. que parezca un serafín.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

La croce e il crocifisso Que la cruz y el crucifijo


sia nel mio cor scolpito estén esculpidos en mi corazón
et io sia sempre assiso y yo esté siempre sentado
in gloria dov’egli è ito. en la gloria a la que él se ha ido.
O gran bontà, dolce pietà, Oh gran bondad, dulce piedad,
felice quel che teco unito sta. feliz aquel que está unido a ti.

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Jueves Santo

«Nadie os quitará vuestra alegría».

■ JUAN 16
«Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sina-
goga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que
da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os
lo había dicho. No os dije estas cosas desde el principio porque estaba con vos-
otros. Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta:
“¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el
corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si
no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo envia-
ré. Y, cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una jus-
ticia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia,
porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de
este mundo está condenado.
Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora;
cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no
hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que
está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo
lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío
y os lo anunciará.
Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco
ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy
al Padre”?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que
dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo
de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de poco
me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamen-
taréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tris-
teza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, por-
que ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro,
por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora
sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os qui-
tará vuestra alegría.
Ese día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al
Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis, para que
vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la

26
Jueves Santo

hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre cla-
ramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre
por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y cre-
éis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el
mundo y me voy al Padre». Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro y
no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pre-
gunten; por ello creemos que has salido de Dios». Les contestó Jesús: «¿Ahora
creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os dis-
persaréis cada cual por su lado y a mí me dejaréis solo. Pero no estoy solo, por-
que está conmigo el Padre.
Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis
luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

■ VERO AMOR È GESÙ


(Anónimo, s. XVII)

Vero amor è Gesù, Verdadero amor es Jesús,


che salute ne dà que da la salvación
a chi segue virtù! a quien persigue la virtud.

Egli moriva in croce per me. Él murió en la cruz por mí.


Mio buon Gesù, Mi buen Jesús,
non ti partir da me. no te separes de mí.

La última oración de Cristo: «Que todos sean uno, como


tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno
en nosotros, para que el mundo crea que tú me has
enviado».
Juan Pablo II dijo en su discurso a los jóvenes el 24 de
marzo de 1994: «Pienso en muchos de vuestros amigos.
Si en alguna ocasión pudieran tocar a Jesús de cerca, ver
su rostro, tocar el rostro de Cristo, si alguna vez
pudieran tocar a Jesús, si lo ven en vosotros, dirán:
“¡Señor mío y Dios mío!”».
Pongámonos en pie para escuchar este pasaje.

27
Jueves Santo

■ JUAN 17

Así habló Jesús y, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glo-
rifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has
dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado. Esta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo
te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste.
Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes
que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio
del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora
han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comuni-
cado las palabras que tú me diste, y ellos la han recibido, y han conocido verda-
deramente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por
ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y
todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar
en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti. Padre santo, guár-
dalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros.
Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los cus-
todiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la
Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos
alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no
son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del
mundo, sino que los guardes del maligno.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad:
tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al
mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean san-
tificados en la verdad. No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en
mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo
en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me
has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como
nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno,
de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos
como me has amado a mí. Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén
conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me ama-
bas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han cono-
cido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre,
para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».

28
Jueves Santo

■ DULCIS CHRISTE
(Michelangelo Grancini, s. XVII)

Dulcis Christe, o bone Deus, Dulce Cristo, o buen Dios,


o amor meus, o vita mea, mi amor, mi vida,
o salus mea, o gloria mea. mi salvación, mi gloria.

Tu es Creator, Tú eres el Creador,


Tu es Salvator mundi. el Salvador del mundo.

Te volo, te quaero, Te deseo, te busco,


te adoro, o dulcis Amor, te adoro, o dulce Amor,
te adoro, o care Jesu. te adoro, querido Jesús.

■ ANGELUS

■ NITIDA STELLA TENGO GRABACIÓN


(Anónimo, s. XVI)
Nitida stella, Estrella nítida,
alma puella, benéfica doncella,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Mater pia, oh Madre piadosa,
virgo Maria, virgen María,
ora pro nobis! ¡ruega por nosotros!

Jesu Salvator, Jesús Salvador,


mundi amator, que has amado al mundo,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Jesu pie, oh Jesús piadoso,
fili Mariae, hijo de María,
eia, audi nos! ¡ruega por nosotros!

Mater benigna, Madre benigna,


honore digna, digna de honor,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Mater pia, oh Madre piadosa,
virgo Maria, virgen María,
ora pro nobis! ¡ruega por nosotros!

29
Jueves Santo

Alme Rex regum, Benéfico Rey de reyes,


conditor Legum, autor de la Ley,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Jesu pie, oh Jesús piadoso,
fili Mariae, hijo de María,
eia, audi nos! ¡ruega por nosotros!

O gratiosa, Oh graciosa,
o coeli rosa, oh rosa del cielo,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Mater pia, oh Madre piadosa,
virgo Maria, virgen María,
ora pro nobis! ¡ruega por nosotros!

Sit tibi, Christe, Para ti sea, Cristo,


modulus iste, este canto,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Jesu pie, oh Jesús piadoso,
fili Mariae, hijo de María,
eia, audi nos! ¡ruega por nosotros!

Coeli Regina, Reina del Cielo,


virgo divina, Virgen divina,
tu es florum flos; tú eres la flor de las flores;
o Mater pia, oh Madre piadosa,
virgo Maria, virgen María,
ora pro nobis! ¡ruega por nosotros!

30
Tarde

■ MISERERE
(Salmo 51 [50], Gregorio Allegri, ca. 1630)

Miserere mei, Deus, Misericordia, Dios mío,


secundum magnam misericordiam tuam. por tu bondad,
Et secundum multitudinem por tu inmensa compasión
miserationum tuarum,
dele iniquitatem meam. borra mi culpa;
Amplius lava me ab iniquitate mea, lava del todo mi delito,
et a peccato meo munda me. limpia mi pecado.

Quoniam iniquitatem meam ego Pues yo reconozco mi culpa,


cognosco: tengo siempre presente mi pecado.
et peccatum meum contra me est semper.

Tibi soli peccavi, et malum coram Contra ti, contra ti solo pequé,
te feci: et iustificeris in cometí la maldad que aborreces.
sermonibus tuis, et vincas En la sentencia tendrás razón,
cum iudicaris. en el juicio resultarás inocente.

Ecce enim in iniquitatibus conceptus sum: Mira, en la culpa nací,


et in peccatis concepit me mater mea. pecador me concibió mi madre.

Ecce enim veritatem dilexisti: Te gusta un corazón sincero,


incerta et occulta sapientae y en mi interior me inculcas sabiduría.
tuae manifestasti.

Asperges me hyssopo et mundabor: Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;


lavabis me et super nivem dealbabor. lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Auditui meo dabis gaudium et laetitiam: Hazme oír el gozo y la alegría,


et exsultabunt ossa humiliata. que se alegren los huesos quebrantados.

Averte faciem tuam a peccatis meis: Aparta de mi pecado tu vista,


et omnes iniquitates meas dele. borra en mí toda culpa.

31
Jueves Santo

Cor mundum crea in me, Deus: Oh Dios, crea en mí un corazón puro,


et spiritum rectum innova renuévame por dentro con espíritu firme.
in visceribus meis.

Ne proicias me a facie tua: No me arrojes lejos de tu rostro,


et spiritum sanctum tuum no me quites tu santo espíritu.
ne auferas a me.

Redde mihi laetitiam salutaris tui: Devuélveme la alegría de tu salvación,


et spiritu principali confirma me. afiánzame con espíritu generoso.

Docebo iniquos vias tuas: Enseñaré a los malvados tus caminos,


et impii ad te convertentur. los pecadores volverán a ti.

Libera me de sanguinibus, Deus, Líbrame de la sangre, oh Dios,


Deus salutis meae: Dios, Salvador mío,
et exsultabit lingua mea iustitiam tuam. y cantará mi lengua tu justicia.

Domine labia mea aperies: Señor, me abrirás los labios,


et os meum annuntiabit laudem tuam. y mi boca proclamará tu alabanza.

Quoniam si voluisses sacrificium Los sacrificios no te satisfacen:


dedissem utique: holocaustis non si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
delectaberis.

Sacrificium Deo spiritus contribulatus, Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;


cor contritum et humiliatum Deus un corazón quebrantado y humillado,
non despicies. tú no lo desprecias.

Benigne fac Domine in bona voluntate tua Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
Sion, ut aedificentur muri Jerusalem. reconstruye las murallas de Jerusalén.

Tunc acceptabis sacrificium iustitiae, Entonces aceptarás los sacrificios rituales,


oblationes et holocausta. ofrendas y holocaustos,

Tunc imponent super altare tuum sobre tu altar se inmolarán novillos.


vitulos.

32
Jueves Santo

■ TI ADORO, REDENTORE
(Antonio Martorell)

Ti adoro, Redentore, Te adoro redentor,


di spine incoronato, de espinas coronado,
per ogni peccatore por todo pecador
a morte condannato. a muerte condenado.

Ti adoro, Gesù buono, Te adoro Jesús bueno


schernito, schiaffeggiato; que sufres ultrajado,
tu doni il tuo perdono tú donas tu perdón
a chi ti ha flagellato. a quien te ha flagelado.

Ti adoro, Gesù pio, Te adoro Jesús pío,


in croce immolato; cordero inmolado,
ripenso nel cuor mio y en mi corazón pienso
che tu mi hai tanto amato! Amen. que Tú me has amado. Amén

La gran vocación del hijo de María se lleva a cabo como la


derrota de un pobre hombre. Cada día de la historia pare-
cería confirmarlo, pero el hecho de que permanezca, cada
día de la vida del hombre, grita una victoria todavía
escondida. Sin embargo no está totalmente escondida, es
un signo que revela su contenido. El desvelarse de este
signo es la realización, el crecimiento de una compañía
humana generada exclusivamente por la fe en Él, nacido
realmente de las entrañas de María.
El modo empieza a convertirse en esperanza.
Es posible vivir la vida con Cristo.

■ ISAÍAS 53
¿Quién creyó nuestro anuncio?;
¿a quién se reveló el brazo del Señor?
Creció en su presencia como brote,
como raíz en tierra árida,
sin figura, sin belleza.

33
Jueves Santo

Lo vimos sin aspecto atrayente,


despreciado y evitado de los hombres,
como un hombre de dolores,
acostumbrado a sufrimientos,
ante el cual se ocultaban los rostros,
despreciado y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos,
y aguantó nuestros dolores;
nosotros lo estimamos leproso,
herido de Dios y humillado;
pero él fue traspasado por nuestras rebeliones,
triturado por nuestros crímenes.
Nuestro castigo saludable cayó sobre él,
sus cicatrices nos curaron.
Todos errábamos como ovejas,
cada uno siguiendo su camino;
y el Señor cargó sobre él
todos nuestros crímenes.
Maltratado, voluntariamente se humillaba
y no abría la boca:
como cordero llevado al matadero,
como oveja ante el esquilador,
enmudecía y no abría la boca.
Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron,
¿quién se preocupará de su estirpe?
Lo arrancaron de la tierra de los vivos,
por los pecados de mi pueblo lo hirieron.
Le dieron sepultura con los malvados
y una tumba con los malhechores,
aunque no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,
y entregar su vida como expiación:
verá su descendencia, prolongará sus años,
lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.
Le daré una multitud como parte,
y tendrá como despojo una muchedumbre.

34
Jueves Santo

Porque expuso su vida a la muerte


y fue contado entre los pecadores,
él tomó el pecado de muchos
e intercedió por los pecadores.

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)
Él está aquí.
Está como el primer día.
Está entre nosotros como el día de su muerte.
Eternamente está entre nosotros igual que el primer día.
Eternamente todos los días.
Está aquí entre nosotros durante todos los días de su eternidad.
Su cuerpo, su mismo cuerpo; pende de la misma cruz;
Sus ojos, sus mismos ojos, tiemblan con las mismas lágrimas;
Su sangre, su misma sangre, sangra por las mismas llagas;
Su corazón, su mismo corazón, sangra con el mismo amor.
El mismo sacrificio hace correr la misma sangre.
Una parroquia brilló con una luz eterna. Pero todas las parroquias brillan
eternamente, porque en todas las parroquias está el cuerpo de Jesucristo.
El mismo sacrificio crucifica al mismo cuerpo,
el mismo sacrificio hace correr la misma sangre.
El mismo sacrificio inmola la misma carne,
el mismo sacrificio derrama la misma sangre.
El mismo sacrificio sacrifica la misma carne y la misma sangre.

Es la misma historia, exactamente la misma, eternamente la misma, la que tuvo


lugar en aquel tiempo y en aquel país y la que sucede todos los días en todos los
lugares por toda la eternidad.
[…]
Todas las ciudades resplandecen ante la faz de Dios,
Todas las aldeas son cristianas a la mirada de Dios.

Judíos, vosotros no conocéis vuestra dicha;


Israel, Israel, no conocéis vuestra dicha;
pero tampoco vosotros, cristianos,
tampoco vosotros conocéis vuestra felicidad;
vuestra dicha actual; que es idéntica dicha.
Vuestra felicidad eterna.

35
Jueves Santo

Israel, Israel, no tenéis idea de vuestra grandeza;


pero tampoco vosotros, cristianos,
tampoco vosotros conocéis vuestra grandeza;
vuestra grandeza actual; que es idéntica grandeza.
Vuestra grandeza eterna.

Reconozcan o no los cristianos la grandeza de Cristo, Él


está aquí, está en el lugar elegido por Él, el Templo, como
frágil orilla desde la que partir para su gloria en el gran
universo y para su presencia de amante libre en cada
hombre.
■ CHRISTE CUNCTORUM DOMINATOR ALME
(Himno ambrosiano, s. V)

Christe, cunctorum dominator alme, Cristo, Señor de todos, que das la vida,
mente supremi generate Patris, engendrado de la mente del Padre Eterno,
supplicum voces pariterque carmen mira benigno la voz y el canto
cerne benignus. de los que te suplican humildemente.

Cerne, quod Templi, Deus ad decorem Mira, Dios, cómo tu pueblo suplicante
plebs tua supplex resonet per aedem, hace resonar en el templo su canto,
annuo cuius redeunt colenda en el día del año
tempore festa. en que celebramos su fiesta.

Haec domus surgit tibi dedicata Esta casa surge dedicada a ti,
rite, ubi sumit populus sacratum según el rito; en ella el pueblo toma del altar
corpus ex aris, bibit et beati el Cuerpo consagrado,
sanguinis haustum. y bebe la bienaventurada Sangre.

Hic sacrosancti latices nocentum Aquí las aguas sagradas disuelven las culpas
diluunt culpas, perimuntque noxas; de los pecadores, y perecen los pecados;
chrismate invictum genus et creatur con la unción es creada
christicolarum. la raza invencible de los cristianos.

Hic salus aegris, medicina fessis, Aquí se les da la salud a los enfermos,
lumen et caecis datur: hic reatu, el remedio a los cansados, la luz a los ciegos;
Christe, nos solvis; timor atque moeror aquí, Cristo, nos liberas del crimen;
pellitur omnis. el temor y la aflicción son alejados de todos.

36
Jueves Santo

Daemonis saevi perit hic rapina: Aquí perece la presa del feroz demonio;
pervicax monstrum pavet et retentos aquí el monstruo obstinado tiene miedo y,
deserens artus, fugit in remotas dejando los huesos que retenía,
ocius auras. huye veloz hacia lejanas regiones.

Hic locus Regis vocitatur aula Este lugar es llamado en verdad corte
nempe caelestis, rutilansque caeli del Rey celestial, brillante puerta del cielo,
porta, quae vitae patriam petentes que recibe a todos los que
accipit omnes. piden la patria de la vida.

Turbo quem nullus quatit, aut vagantes A éste no lo sacude ninguna tempestad,
diruunt venti; penetrantque nimbi, los vientos agitados no lo destruyen
hanc domum tetris piceus tenebris y las nubes no lo penetran;
tartarus horret. el negro tártaro de oscuras tinieblas
tiene pavor de esta casa.

Ergo te votis petimus, sereno Te pedimos, entonces, con oraciones,


annuas vultu, famulos gubernes, que gobiernes con rostro sereno a tus siervos,
qui tui summo celebrant amore que celebran con gran amor
gaudia templi. los gozos de tu templo.

Nulla nos vitae cruciet procella, Que ninguna tempestad de la vida nos atemorice;
sint dies laeti placidaeque noctes; que los días sean alegres y las noches plácidas;
nullus ex nobis, pereunte mundo, que ninguno de nosotros,
sentiat ignem. una vez que el mundo perezca,
sienta el fuego.

Hic dies, in quo tibi consecratum, Este día en que observas el templo
conspicis templum, tribuat perenne consagrado a ti,
gaudium nobis; vigeatque longo nos dé un gozo perenne,
temporis usu. y que éste tenga largo tiempo de uso.

Laus poli summum resonet Parentem Resuene la alabanza al Padre supremo del Cielo,
laus Patris Natum, pariterque Sanctum y se module con un dulce himno la alabanza
Spiritum dulci moduletur hymno al Hijo del Padre y también al Espíritu Santo
omne per aevum. por todos los siglos.
Amen. Amén.

37
Jueves Santo

■ TUTOR DICENDO
(Anónimo, del Laudario Magliabechiano, s. XIV)

Jesù, Jesù, Jesù dolce ad amare. Jesús, Jesús, Jesús, qué dulce es amarle.

Tutor dicendo, di lui non tacendo, Hablando siempre de Cristo,


laudandol cum cantare. sin callar acerca de él, alabándole con el canto.

Jesù... Jesús…

Sempre l’atendo, col mio cor gaudendo, Siempre lo espero, con mi corazón alegre,
fa mi rallegrare. haz que me alegre.

Jesù... Jesús…

Non mi ritegno da mi’ gran sostegno, Sé que no puedo buscar apoyo en mí,
e vogliol pur chiamare. por eso quiero llamarte.

Jesù... Jesús…

Vo’ ke mi dica la mia dolce vita, Quiero que mi dulce vida me diga
ke mi farà salvare. que me salvará.

Jesù... Jesús…

L’anima mia, cattiva e mendica, Mi alma, malvada y mendiga,


degna è d’amor dare. es digna de recibir amor

Jesù... Jesús…

K’i’ son dolente, con molta fatica; Que estoy penando, con mucha fatiga;
fa mi consolare! ¡consuélame!

Jesù... Jesús…

Amor dilecto, del mio cor se’ vita, Amor preferido, eres la vida de mi corazón,
or damit’a trovare! ¡concédeme encontrarte!

Jesù... Jesús…

38
Jueves Santo

Tra’ mi a te di questo gran tormento, Llévame desde este gran tormento,


ké vivo in dolorare! ¡que vivo penando!

Jesù... Jesús…

K’io non ti perda per mio fallimento, Que no te pierda por mi equivocación,
cum falso tentare. con mis falsas acciones.

Jesù... Jesús…

Vivo in paura di te mia dolzura; Vivo con miedo de ti, dulzura mía,
come ne posso fare? ¿cómo es posible esto?

Jesù... Jesús…

Tu se’ il mio aire, io son tua creatura; Tú eres la fuente de mi vida, yo soy tu criatura,
non m’abandonare! no me abandones.

Jesù... Jesús…

Tu sì m’ai detto [amor mio dilecto], Tú me dijiste [mi amor del alma],
k’i’ kegia faraimi dare. que vendrías a mí.

Jesù... Jesús…

Et io adimando Jesù benedecto; Y yo pido a Jesús bendito;


di lui mi vo’ pagare! de Él quiero saciarme.

Jesù... Jesús…

Non averò povertà, né difetto, Ya no tendré pobreza ni defecto,


E vo’ con teco stare! ¡Quiero estar contigo!

Jesù... Jesús…

39
Viernes
Santo
Mañana

■ STABAT MATER*
(G.B. Pergolesi)

■ ANGELUS

Que el «Amén» con el que concluye el Stabat Mater de


Pergolesi que acabamos de escuchar (el «Amén» más
hermoso de toda la historia de la música), resuene en
nuestro corazón, y nuestra tristeza sea motivo de alegría
activa, como lo es la figura, la realidad de la Virgen en la
historia del mundo. Ella es el lugar por el que pasa la
creatividad del Misterio, la creatividad misma de Dios, la
salvación que trae Cristo continuamente, apremiando el
corazón de cada hombre. Sigamos a la Virgen en sus
sentimientos, durante el camino que recorreremos hoy.

Nosotros somos la gloria de Cristo, pero somos a la vez la


causa de su sufrimiento; somos el sufrimiento de Cristo
porque no somos su gloria. No tenemos conciencia de que
nuestra vida cotidiana es la gloria de Cristo.
«Ríe en tus ojos la extrañeza de un cielo que no es el tuyo»
(Cesare Pavese). Nuestra compañía sigue los atractivos
naturales, sin reconocer en ellos una realidad en la que ríe
el cielo de Cristo. En última instancia, se puede afirmar que
la relación entre nosotros y Cristo corre el riesgo de
quedarse en la extrañeza. La Biblia expresa esto hablando
de la ira de Dios: «Dies irae».

*Ver texto y traducción en pág. 7-8.

43
Viernes Santo

■ REQUIEM KV 626
(W.A. Mozart)

Dies irae

Dies irae, dies illa, Día de ira será ese día,


solvet saeclum in favilla, cuando el mundo se disuelva en cenizas
teste David cum Sibylla. como anunciaron David y la Sibila.
Quantus tremor est futurus, ¡Qué terror habrá
quando Judex est venturus, cuando venga el Juez
cuncta stricte discussurus! que de todo hará un severo examen!

Pero sobre el juicio divino, de un modo impensable,


sorprendente y conmovedor, predomina el perdón. «Qui
salvandos salvas gratis», Tú que gratuitamente salvas a los
hombres, «Voca me cum benedictis», llámame con los
benditos, «Gere curam meu finis», cuando me llegue el fin.

Rex tremendae majestatis

Rex tremendae maiestatis, Rey de terrible majestad,


qui salvandos salvas gratis, que gratuitamente salvas a los que se salvan,
salva me, fons pietatis. sálvame, fuente de piedad.

Confutatis maledictis

Confutatis maledictis, Rechazados los malditos,


flammis acribus addictis: arrojados a las amargas llamas,
voca me cum benedictis. ¡llámame con los benditos!
Oro supplex et acclinis, Te ruego, postrado y suplicante,
cor contritum quasi cinis: con el corazón contrito, como cenizas,
gere curam mei finis. cuídame cuando me llegue el fin.

44
Viernes Santo

«Lacrimosa dies illa»: día de llanto será ese día, cuando de


las cenizas surja el pecador que debe ser juzgado. ¡Oh
Dios, concédele el perdón! Piadoso Señor Jesús, dales el
descanso. Amén.
La razón y la confianza humanas nunca han podido imagi-
nar un interlocutor al que poder dirigirle estas palabras.
Pongámonos en pie y recemos juntos leyendo lentamente
el «Lacrimosa» en latín.

Lacrimosa

Lacrimosa dies illa, Día de llanto será ese día,


qua resurget ex favilla cuando de las cenizas surja el pecador
iudicandus homo reus. que debe ser juzgado.
Huic ergo parce, Deus. ¡Oh Dios, concédele el perdón!
Pie Jesu Domine, Piadoso Señor Jesús,
dona eis requiem. Amen. dales el descanso. Amén.

La mujer de la que nació Cristo es la humanidad que más


ha participado en la piedad sufriente de Cristo.

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

María su madre lo encontraba muy bien.


Ella era feliz, estaba orgullosa de tener ese hijo.
De ser la madre de semejante hijo.
De ese hijo.
Tal vez se glorificaba de ello en sí misma y glorificaba a Dios.
Magnificat anima mea.
Dominum.
Et exultavit spiritus meus.
Magnificat. Magnificat.
Hasta el día en que comenzó su misión.

45
Viernes Santo

Porque desde que él comenzara su misión.


Ella tal vez ya no engrandecía.
Lloraba desde hacía tres días.
Lloraba y lloraba.
Como ninguna mujer ha llorado nunca.
Ninguna mujer.
Eso es lo que él le había acarreado a su madre.
Jamás hijo alguno había costado tantas lágrimas a su madre.
Jamás hijo alguno había hecho llorar tanto a su madre.
Eso es lo que él le había acarreado a su madre.
Desde que comenzara su misión.

Porque había comenzado su misión.


Ella lloraba desde hacía tres días.
Llevaba tres días dando vueltas, siguiendo.
Seguía al cortejo.
Seguía los acontecimientos.
Seguía como en un entierro.
Pero era el entierro de un vivo.
De uno que aún vivía.
Seguía lo que pasaba.
Seguía como si ella fuese del cortejo.
De la ceremonia.
Seguía como una acompañante.
Seguía como una sirvienta.
Como una plañidera de los Romanos.
De los entierros romanos.
Como si ése hubiera sido su oficio.
El de llorar.
Seguía como una pobre mujer.
Como una habituada al cortejo.
Como una acompañante del cortejo.
Como una sirvienta.
Como una ya habituada.
Seguía como una pobre.
Como una mendiga.
Ellos, que nunca habían pedido nada a nadie.
Ella ahora demandaba caridad.
Sin aparentarlo, pedía caridad.
Porque sin tener aspecto de eso, sin saberlo siquiera, pedía la caridad de la piedad.

46
Viernes Santo

De una piedad.
De una cierta piedad.
Pietas.
Eso es lo que había hecho de su madre.
Desde que comenzara su misión.
Ella seguía, lloraba.
Lloraba, y lloraba.
Las mujeres sólo saben llorar.
Se la vio por todas partes.
En el cortejo y también algo fuera del cortejo.
Bajo los pórticos, bajo los arcos, en las corrientes de aire.
En los templos, en los palacios.
En las calles.
En los patios y en los corrales.
También ella había sufrido su calvario.
También ella había subido,
Que es una montaña escarpada.
Y no sólo no sentía
que sus pies la conducían.
Sino que no sentía sus piernas bajo ella.
También ella había sufrido su calvario.
También ella había subido, subido.
Entre la muchedumbre, un poco atrás.
Había subido al Gólgota.
Hasta el Gólgota.
A la cumbre.
Hasta la cumbre.
Donde estaba ahora él crucificado.
Clavado por los cuatro miembros.
Como un pájaro nocturno en la puerta de un granero.
Él, el Rey de la Luz.
En el lugar llamado Gólgota.
Es decir, sitio de la Calavera.
Eso es lo que había hecho de su madre.
Maternal.
Una mujer en lágrimas.
Una pobre.
Una mendiga.
Una pobre en la miseria.
Una especie de mendicante de piedad.

47
Viernes Santo

El recorrido que hace Cristo con el hombre como cruz y


como perdón es un itinerario que expresa la cima abso-
luta del misterio de Dios. La cima del misterio de Dios no
puede imaginarse de forma más dramática que como ha
sucedido, tanto para Dios como para el hombre. Padre
nuestro, perdónanos nuestros pecados: «Tatal nostru».

■ TATĂL NOSTRU
(Padrenuestro, Liturgia rumana)

Tatăl nostru carele eşti în ceruri Padre nuestro, que estás en el cielo,
sfinţească-se numele tău santificado sea tu nombre,
vie împărăţiă ta, venga a nosotros tu reino,
facă-se voia ta hágase tu voluntad
precum în cer şi pre pământ. en la tierra como en el cielo.
Pâinea noastră cea de toate zilele Danos hoy nuestro pan de cada día,
dă ne-o nouă astăzi perdona nuestras ofensas
şi ne iartă greşalele noastre como también nosotros perdonamos
precum şi noi iertăm greşiţilor noştri a los que nos ofenden.
şi nu ne duce pre noi în ispită No nos dejes caer en la tentación
ci ne izbăveşte de cel rău. y líbranos del mal.
Amin. Amén.

Escuchemos ahora unos fragmentos de los «Responsorios»


de la Semana Santa del gran Victoria, que representan de
forma conmovedora la dramaticidad de la relación entre
Cristo y el hombre. Podemos seguir los pasajes leyendo la
letra en el cuadernillo.

■ RESPONSORIOS
(T.L. de Victoria)

El domino del poder mundano sobre el corazón del hom-


bre: «Astiterun reges».
48
Viernes Santo

Astiterunt reges

Astiterunt reges terrae Se alzaron los reyes de la tierra


et principes convenerunt in unum, y se aliaron con los príncipes
adversus Dominum, contra el Señor
et adversus Christum eius. y contra su Cristo.
Quare fremuerunt gentes ¿Por qué se amotinan las naciones
et populi meditati sunt inania? y los pueblos preparan vanos proyectos?
Adversus Dominum, Contra el Señor
et adversus Christum eius. y contra su Cristo.

La amarga desilusión, la amistad traicionada: «Amicus


meus».
Amicus meus

Amicus meus osculi me tradidit signo. Mi amigo me traiciona con un beso por señal:
Quem osculatus fuero, ipse est, tenete eum. “Aquél a quien bese, ése es, detenedle”.
Hoc malum fecit signum, Dio esta señal perversa,
qui per osculum adimplevit homicidium. y con un beso cometió un homicidio.
Infelix praetermisit pretium sanguinis, El infeliz tiró el precio de la sangre
et in fine laqueo se suspendit. y al final se ahorcó.
Bonum erat ei si natus non fuisset Habría sido mejor para él
homo ille. si ese hombre no hubiera nacido.
Infelix praetermisit pretium sanguinis, El infeliz tiró el precio de la sangre
et in fine laqueo se suspendit. y al final se ahorcó.

La profecía de Simeón.
■ LUCAS 2,33-35

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los
bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel
caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, – y a ti misma una
espada te traspasará el alma – para que se pongan de manifiesto los pensamien-
tos de muchos corazones».

49
Viernes Santo

Soledad e impotencia de Cristo: «Eran quasi agnus».

■ RESPONSORIOS, Eram quasi agnus

Eram quasi agnus innocens; Yo era como un cordero inocente.


ductus sum ad immolandum, et nesciebam Me dejé llevar para ser inmolado, sin saber
concilium fecerunt inimici mei que mis enemigos habían trazado
adversum me, dicentes: planes contra mí, diciendo:
Venite, mittamus lignum in panem eius “Venid, envenenemos su pan;
et eradamus eum de terra viventium. arranquémosle de la tierra de los vivos”.
Omnes inimici mei adversum me Todos mis enemigos conspiraron
cogitabant mala mihi contra mí,
verbum iniquum mandaverunt y planearon contra mí
adversum me, dicentes: proyectos malvados, diciendo:
Venite, mittamus lignum in panem eius “Venid, envenenemos su pan;
et eradamus eum de terra viventium. arranquémosle de la tierra de los vivos”.

El drama de María.

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

Ella lloraba, lloraba, se había puesto fea.


La más grande Belleza del mundo.
La Rosa mística.
La Torre de marfil.
Turris eburnea.
La Reina de la belleza.
En tres días se había puesto horrible.
Las gentes decían que había envejecido diez años.
Pero no eran expertos en eso. Había envejecido más de diez.
Ella sabía, sentía que había envejecido más de diez.
Había envejecido toda su vida.
Los imbéciles.
Toda su vida.
Había envejecido su vida entera y más que su vida, más que una vida.
Porque había envejecido una eternidad.

50
Viernes Santo

Había envejecido su eternidad.


Que es la eternidad primera tras la eternidad de Dios.
Porque había envejecido toda su eternidad.

Se había convertido en Reina.


Se había convertido en Reina de los Siete Dolores.

Ella lloraba, lloraba, se había puesto tan fea.


En tres días.
Se había puesto horrorosa.
Horrible de ver.
Tan fea, tan horrorosa,
Que se hubieran mofado de ella.
Seguramente.
Si no hubiera sido la madre del reo.

Lloraba y lloraba. Sus ojos, sus pobres ojos.


Sus pobres ojos estaban enrojecidos por las lágrimas.
Y nunca verían ya con claridad.
Luego.
Después.
A continuación.
Nunca más.
Jamás volverían a ver claro en adelante.
Para trabajar.
Y no obstante luego tendría que trabajar para ganarse la vida.
Su pobre vida.
Trabajar de nuevo.
Igual que antes.
Hasta la muerte.
Remedar los bajos y calcetines.
José los usaría aún.
En fin, todo lo que una mujer tiene que hacer en casa.
Cuesta tanto ganarse la vida.

Lloraba, se había puesto horrorosa.


Las pestañas pegadas.
Los dos párpados, el de arriba y el de abajo,
Hinchados, mortecinos y sanguinolientos.
Las mejillas destrozadas.

51
Viernes Santo

Las mejillas surcadas de arrugas.


Las mejillas zurcidas.
Sus lágrimas le habían como arado sus mejillas.
Las lágrimas de cada lado le habían hecho un surco en las mejillas.

Sus ojos le escocían, le quemaban.


Nunca se había llorado tanto.
Y no obstante llorar servía de consuelo.
La piel le escocía, le abrasaba.
Y a él mientras tanto en la cruz las Cinco Llagas le abrasaban.
Él tenía fiebre.
Y ella tenía fiebre.
Estaba asociada a su Pasión.

Ella lloraba, y hacía una impresión tan rara, tan horrible a la vista.
Estaba tan horrorosa,
Que uno se habría reído ciertamente.
Y se habría mofado de ella.
Ciertamente.
Si no hubiera sido la madre del reo.
Hasta los pilletes de las calles volvían la cabeza.
Cuando la veían.
Volvían la cabeza.
Desviaban la vista.
Para no reír.
Para no reírse en su nariz.
Y, no se sabe, tal vez también para no llorar.
[…]

Lo habían llevado a la muerte.


A esa muerte.
Lo tenían bien cogido.
Esta vez.
No lo soltarían.
Ya no iban a soltarlo.
Ah, ya no brillaba entre los doctores.
Sentado en medio de los doctores.
No brillaba ya.
Y sin embargo brillaba eternamente.
Más de lo que había brillado nunca.

52
Viernes Santo

Más de lo que en parte alguna había brillado.


Y mira cuál era la recompensa.
A veces se reciben extrañas recompensas durante la vida.
Se reciben en ocasiones curiosas recompensas.
Y los dos juntos hacían una pareja tan hermosa.
El muchacho y la madre.

Habían sido tan felices en aquellos tiempos.


La madre y el muchacho.

Y mira cuál era su recompensa.


Mira cómo era recompensada.

Por haber llevado.


Por haber parido.
Por haber criado.
Por haber llevado.
En sus brazos.
A quien murió por los pecados del mundo.

Por haber llevado.


Por haber parido.
Por haber criado.
Por haber llevado.
En sus brazos.
A quien murió por la salvación del mundo.

Por haber llevado.


Por haber parido.
Por haber criado.
Por haber llevado.
En sus brazos.
A aquel por el que los pecados del mundo serán perdonados.

53
Viernes Santo

Los motivos de nuestra piedad.

■ 1 PEDRO 2,21-25

Pues para esto habéis sido llamados,


porque también Cristo padeció por vosotros,
dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.
Él no cometió pecado
ni encontraron engaño en su boca.
Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban;
sufriendo no profería amenazas;
sino que se entregaba al que juzga rectamente.
Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño,
para que, muertos los pecados,
vivamos para la justicia.
Con sus heridas fuisteis curados.
Pues andabais errantes como ovejas,
pero ahora os habéis convertido
al pastor y guardián de vuestras almas.

“Voi ch’amate lo Criatore.”

■ VOI CH’AMATE LO CRIATORE


(Anónimo, del Laudario Magliabechiano, s. XIV)

Voi ch’amate lo Criatore, Vosotros que amáis al Creador,


ponete mente a lo meo dolore. pensad en mi dolor.

Ch’io son Maria co’ lo cor tristo, Que yo soy María, con el corazón triste,
la quale avea per figliuol Cristo; que tenía por hijo a Cristo:
la speme mia e dolce aquisto nacido de mis entrañas, dulce regalo
fue crocifisso per li peccatori. que fue crucificado por los pecadores.

Capo bello e delicato, Cabeza hermosa y delicada,


come ti vegio stare inkinato! ¡qué inclinada te veo!

54
Viernes Santo

Li tuoi capelli di sangue intrecciati, Tu pelo entrelazado con sangre


fin’a la barba ne va i’rrigore. que va cayendo hasta la barba.

Bocca bella e delicata, Boca hermosa y delicada,


come ti vegio stare asserrata! ¡qué cerrada te has quedado!
Di fiele e aceto fosti abbeverata, Estuviste llena de hiel y vinagre,
trista e dolente, dentr’al mio core. triste y doliente, dentro de mi corazón.

Voi ch’amate... Vosotros que amáis…

■ RESPONSORIOS
(T.L. de Victoria)

El drama se consuma trágicamente: «Tenebrae factae sunt»,


«Caligaverunt oculi mei», «Animam meam dilectam».

Tenebrae factae sunt

Tenebrae factae sunt, dum crucifixissent Se hizo la oscuridad cuando los judíos
Jesum Judaei; crucificaron a Jesús,
et circa horam nonam exclamavit Jesus y hacia la hora novena Jesús
voce magna: Deus meus, lanzó un gran grito: “Dios mío,
ut quid me dereliquisti? ¿por qué me has abandonado?”.
Et inclinato capite, emisit spiritum. E inclinando la cabeza, exhaló su espíritu.
Exclamans Jesus voce magna, ait: Gritando Jesús con gran voz, dijo:
Pater, in manus tuas commendo “Padre, a tus manos encomiendo
spiritum meum. mi espíritu”.
Et inclinato capite, emisit spiritum. E inclinando la cabeza, exhaló su espíritu.

Caligaverunt oculi mei

Caligaverunt oculi mei a fletu meo, Se nublaron mis ojos a causa del llanto,
quia elongatus est a me porque habían arrancado de mi lado
qui consolabatur me. a aquel que me consolaba.
Videte omnes populi Ved, pueblos todos,
si est dolor similis sicut dolor meus. si existe dolor semejante al mío.
O vos omnes qui transitis per viam, Vosotros todos, los que pasáis por el camino,
attendite et videte prestad atención y ved
si est dolor similis sicut dolor meus. si existe dolor semejante al mío.

55
Viernes Santo

Animam meam dilectam

Animam meam dilectam tradidi He entregado mi preciosa vida


in manus iniquorum, en manos de gente inicua,
et facta est mihi haereditas mea y contra mí se ha revuelto mi heredad,
sicut leo in silva; como un león en la selva.
dedit contra me voces adversarius, Gritó contra mí el adversario diciendo:
dicens:
Congregamini, et properate “Reuníos y devoradle presto”.
ad devorandum illum. Me echaron a un desierto de soledad
Posuerunt me in deserto solitudinis, y toda la tierra lloró por mí.
et luxit super me omnis terra. Porque no hubo quien me reconociera
Quia non est inventus qui me y me hiciera el bien.
agnosceret, et faceret bene. Hombres sin piedad
Insurrexerunt in me viri absque se alzaron contra mí
misericordia,
et non pepercerunt animae meae. y no perdonaron mi vida.
Quia non est inventus qui me Porque no hubo quien me reconociera
agnosceret, et faceret bene. y me hiciera el bien.

Pero en nuestro corazón, a veces de forma inconsciente,


apremia una petición. «Todo el que tiene esta esperanza en él
se purifica a sí mismo, como él es puro» (1 Jn 3,3).
Recitemos juntos en pie la oración del padre De Grandmaison.

Santa Maria, madre di Dio, Santa María, madre de Dios,


conservami un cuore di fanciullo, consérvame un corazón de niño,
puro e limpido come acqua di sorgente. puro y limpio como agua de manantial;
Ottienimi un cuore semplice, obtenme un corazón sencillo
che non si ripieghi ad assaporare que no saboree las tristezas;
le proprie tristezze;
un cuore magnanimo nel donarsi, un corazón magnánimo en el donarse,
facile alla compassione; tierno en la compasión,
un cuore fedele e generoso, un corazón fiel y generoso
che non dimentichi alcun bene que no olvide ningún bien
e non serbi rancore di alcun male. y no guarde rencor por ningún mal.
Formami un cuore dolce e umile Fórmame un corazón dulce y humilde,
che ami senza esigere di essere riamato, que ame sin pedir nada a cambio,

56
Viernes Santo

contento di scomparire in altri cuori, contento de desaparecer en otro corazón


sacrificandosi davanti al tuo Divin Figlio; delante de tu divino Hijo;
un cuore grande e indomabile, un corazón grande e indomable,
così che nessuna ingratitudine para que ninguna ingratitud lo pueda cerrar
lo possa chiudere
e nessuna indifferenza lo possa stancare; y ninguna indiferencia lo pueda cansar;
un cuore tormentato un corazón apasionado
dalla gloria di Cristo, por la gloria de Jesucristo,
ferito dal suo amore, herido por su amor,
con una piaga por una llaga
che non si rimargini se non in cielo. que no se cure sino en el cielo.

Cristo pidió morir por amor a la felicidad del hombre.


■ CRISTO AL MORIR TENDEA
(Fra Marc’Antonio da San Germano, s. XVI)

Cristo al morir tendea, Cristo iba a morir,


ed ai più cari suoi Maria dicea: y María dijo a sus amigos más queridos:
«Or, se per trarvi al ciel dà l’alma «Si entrega el alma y el corazón para llevaros
e ’l core, al cielo,
lascieretelo voi per altro amore?». ¿le abandonaréis por otro amor?».

«Ben sa che fuggirete «Sabe bien que huiréis a causa de vuestro


di gran timor, e alfin vi nascondrete: gran temor, y que os esconderéis.
ed ei, pur come agnel che tace e more, Pero él, como Cordero que calla y muere,
svenerassi per voi d’immenso amore». morirá por vosotros de inmenso amor».

«Así pues, amados míos,


«Dunque, diletti miei, si en la dura cruz, en manos de injustos
se a dura croce, in man d’iniqui e rei, y malvados,
dà per salvarvi il sangue, l’alma para salvaros entrega la sangre,
e ’l core, el alma y el corazón,
lascieretelo voi per altro amore?». ¿le abandonaréis por otro amor?».

■ JUAN 12,23-28
Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde,

57
Viernes Santo

y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El


que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servi-
dor; a quien me sirva, el Padre lo honrará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué
diré?: “Padre, líbrame de esta hora”. Pero si por esto he venido, para esta hora:
Padre, glorifica tu nombre».

■ STABAT MATER, Quando corpus morietur


(G.B. Pergolesi)

Quando corpus morietur Que, cuando quede en calma


fac ut animae donetur el cuerpo, vaya mi alma
paradisi gloria. a su eterna gloria.

Amen. Amén.

Pero también nuestra libertad debe desear la propia


felicidad.

■ 1 TESALONICENSES 5,1-11

En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis que os escriba, pues


vosotros sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la
noche. Cando estén diciendo: «paz y seguridad», entonces, de improviso, les
sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán
escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, de forma que ese día os
sorprenda como un ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no
somos de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no nos entreguemos al sueño
como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente. Los que duermen,
de noche duermen; los que se emborrachan, de noche se emborrachan.
En cambio nosotros, que somos del día, vivamos sobriamente, revestidos con la
coraza de la fe y del amor, y teniendo como casco la esperanza de la salvación.
Porque Dios no nos ha destinado al castigo, sino a obtener la salvación por
medio de nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros para que, despiertos
o dormidos, vivamos con él. Por eso, animaos mutuamente y edificaos unos a
otros, como ya lo hacéis.

58
Viernes Santo

En el Viernes Santo, la muerte de Cristo es el precio de


nuestra salvación..

■ OGNUN M’ENTENDA
(Anónimo, del Códice Ven. Marciana, s. XV)

Ognun m’entenda divotamente Cada cual comprenda con devoción


lo pianto che fece Maria dolente el lamento que hizo María doliente
del suo figliol tanto dilicato. por su hijo tan dulce.

O Jesu Christo, bello mio figlio, Jesucristo, hermoso hijo mío,


o Jesu bello, bianco e vermeglio, oh Jesús, hermoso, blanco y bermejo,
o de la trista Madre el conseglio consejo de tu Madre triste,
su ne la croce già conficato. en la cruz clavado.

■ MIGUEL MAÑARA*
(O.V. Milosz)

El sudor de la muerte se desliza sobre sus ojos.


Camina bajo la cruz hacia su último día. ¿Y qué nos queda ya por ver aquí, dinos,
hijo del Hombre?
El agua de este lugar es como el ojo del ciego, la piedra de este lugar es como el
corazón del Rey, el árbol de este lugar es como un palo de tortura para ti, Amor,
hijo del Cielo.
Partió el pan, sirvió el vino.
Esta es la carne, esta es la sangre.
¡Quien tenga oídos para oír que oiga!
Rezó y se levantó: y sus amados discípulos estaban dormidos bajo el olivo.
Simón, ¿también tú duermes?
Suplicó y se levantó. Mientras, sus discípulos soñaban bajo el olivo. Podéis seguir
durmiendo, dice el hijo del Hombre. Vinieron espadas y linternas: «Maestro». El
hermano besó al hermano en la mejilla. Le cortaron la oreja derecha, y ensegui-
da fue sanada: para que el hombre entienda.
El gallo cantó dos veces: no existe ya el amor, todo ha sido olvidado.
El gallo cantó en la soledad de tu corazón, hijo del Hombre.

* O. Milosz, Miguel Mañara, Encuentro, Madrid 1991.

59
Viernes Santo

La corona está sobre la cabeza, la caña en la mano, el rostro ciego de esputos y


sangre. ¡Salve, Rey de los judíos!
Se repartieron sus vestidos, y murieron los ladrones.
«Tengo sed», gritó el corazón de la vida.
Pero la esponja fue rechazada, el costado traspasado y todo cumplido.
Ahora sabemos que Él es el Hijo de Dios vivo y que Él está con nosotros hasta
el fin del mundo. Amén.

■ DULCIS CHRISTE
(Michelangelo Grancini, s. XVII)

Dulcis Christe, o bone Deus, Dulce Cristo, oh buen Dios,


o amor meus, o vita mea, mi amor, mi vida,
o salus mea, o gloria mea. mi salvación, mi gloria.

Tu es Creator, Tú eres el Creador,


Tu es Salvator mundi. tú el Salvador del mundo.

Te volo, te quaero, Te deseo, te busco,


te adoro, o dulcis Amor, te adoro, dulce amor,
te adoro, o care Jesu. te adoro, querido Jesús.

Resumamos todo el pensamiento y el afecto de los que es


capaz nuestro corazón.

60
Viernes Santo

■ TI ADORO, REDENTORE
(Antonio Martorell)

Ti adoro, Redentore, Te adoro, Redentor,


di spine incoronato, coronado de espinas,
per ogni peccatore condenado a muerte
a morte condannato. por cada pecador.

Ti adoro, Gesù buono, Te adoro, Jesús bueno,


schernito, schiaffeggiato; burlado, abofeteado:
tu doni il tuo perdono tú das tu perdón
a chi ti ha flagellato. a quien te ha flagelado.

Ti adoro, Gesù pio, Te adoro, piadoso Jesús,


in croce immolato; inmolado en la cruz;
ripenso nel cuor mio medito en mi corazón
che tu mi hai tanto amato! todo lo que me has amado.
Amen. Amén.

■ ANGELUS

61
Tarde

Via Crucis
Iª ESTACIÓN

■ EXAUDI DOMINE
(Lorenzo Perosi)
Exaudi, Domine, vocem meam Escucha, Señor, mi voz
qua clamavi ad te, a ti te invoco,
miserere mei et exaudi me. ten piedad de mí y escúchame.
Tibi dixit cor meum, A ti se dirigió mi corazón,
exquisivit te facies mea. te buscó mi rostro.
Faciem tuam, Domine, requiram. Tu rostro buscaré, Señor.
Ne avertas faciem tuam a me. No lo apartes de mí.
Ne declines in ira a servo tuo. En la ira no te alejes de tu siervo.

No se trata tanto de seguir un pensamiento cuanto de entrar en


un acontecimiento. Es una forma de memoria y, como en toda
forma de memoria, su valor estriba en la seriedad con la que
el corazón se fija en los contenidos de la memoria misma. Es
una meditación que, mediante los gestos y la plegaria, el
camino que se recorre, las palabras y los cantos que se
escuchan, se aviva, se hace contemporánea y posible para
cada uno de nosotros. No nos extrañemos de nuestra
distracción; retomemos la atención nada más darnos cuenta.
Antes de empezar pidamos al Señor que hace todas las cosas,
al Padre omnipotente, origen de todo y, por tanto, también de
este momento, la gracia de comprender. Que nos conceda
entender cada vez más y que nuestro corazón lo abrace cada
vez más. Que tu fuerza nos ayude para que no decaigamos,
para que la evidencia última no se oscurezca ante nuestros
ojos y se oculte la Verdad: es un acontecimiento presente.
63
Viernes Santo

■ O MAGNE PATER
(Hildegarda de Bingen)

O magne Pater, Oh Padre magnánimo,


in magna necessitate sumus, grande es nuestra necesidad.
nunc igitur obsecramus, Por eso ahora te suplicamos,
obsecramus te per Verbum tuum, te suplicamos en nombre de tu Hijo,
per quod nos constituisti por medio del cual nos enriqueciste
plenos quibus indigemus. a los que estábamos necesitados.
Nunc placeat tibi, Pater, quia te decet, Dígnate, oh Padre, como es propio de ti,
ut aspicias in nos per adiutorium tuum, volverte a nosotros para darnos tu ayuda,
ut non deficiamus, para que no decaigamos,
et ne nomen tuum in nobis obscuretur, para que Tu gloria no se oscurezca en nosotros;
et per ipsum nomen tuum y por Tu misma gloria,
dignare nos adiuvare. dígnate ayudarnos.

Aunque seamos pecadores, el primer gesto de gratitud


hacia Dios es gritar a todos lo que Él ha hecho.

■ OMNE HOMO AD ALTA VOCE


(Anónimo, del Laudario de Cortona, s. XIII)

Omne homo ad alta voce Que todo hombre alabe en voz alta
laudi la verace croce. la verdadera Cruz.

Quant’è digna de laudare: Es la Cruz muy digna de alabanza;


core non lo po’ pensare, el corazón no puede pensar
lengua ne lo po’ contare, ni la lengua hablar
la verace santa croce. sobre la verdadera y santa Cruz.

Questo legno prezïoso Este madero precioso de la Cruz


è ne segno vertüoso, es signo virtuoso;
lo nimico ha confuso el enemigo queda confundido
per la forza de la croce. por la fuerza de la Cruz.

64
Viernes Santo

Sólo se puede hablar a los demás de lo que nace de la


conmoción profunda de nuestro corazón.

■ PROSTERNIMUS PRECES
(Gregoriano)

Prosternimus preces ante faciem tuam, Nos postramos ante tu rostro,


parce Christe. oh Cristo, pidiendo:

Et exaudi, populo supplicanti ¡Escúchanos, ten piedad del pueblo


miserere. que te suplica!

Qui triumpho crucis tuae Tú, que con el triunfo de tu Cruz


salvasti solus orbem salvaste al mundo entero,
tu cruoris tui líbranos por el sacrificio
poena nos libera. de tu Sangre.

Et exaudi… ¡Escúchanos…

Qui moriens mortem damnas, Tú que, muriendo, has destruido la muerte,


resurgens vitam praestas, y resucitando nos has dado la vida,
sustinens pro nobis soportaste por nosotros
poenam indebitam. un sufrimiento inmerecido.

Et exaudi… ¡Escúchanos…

Passionis tuae diem Concédenos celebrar en paz


celebremus indemnes el día de tu Pasión,
ut per hoc dulcedo para que tu Dulzura
tua nos foveat. nos custodie.

Et exaudi… ¡Escúchanos…

Pro quibus es passus crucem, No permitas que perezcan aquellos


non permittas perire por los que te entregaste en la cruz;
sed per crucem duc llévalos, por tus méritos,
ad vitam perpetuam. a la vida eterna.

Et exaudi… ¡Escúchanos…

65
Viernes Santo

■ DAL FONDO DEL DOLORE


(María Bützler, Salterio marotino, s. XVI)

Dal fondo del dolore Desde lo hondo del dolor


t’invoco, o mio Signor! te invoco, mi Señor.
Ascolta, o Salvatore, Escucha, Salvador,
il grido del mio cuor. el grito de mi corazón.
Se guardi le mie colpe Si miras mis culpas
ed ogni iniquità, y mi iniquidad,
Signore, nostro Dio, Señor, Dios nuestro,
chi mai si salverà? ¿quién podrá salvarse?

Signore, tu sei buono, Señor, tú eres bueno,


tu, nostro Salvator; Tú, nuestro Salvador;
pronto è il tuo perdono, dispuesto está tu perdón
anche nel mio timor; incluso en mi temor;
in te la mia speranza, en ti mi esperanza,
in te, mio Salvator; en ti, mi Salvador;
attendo la parola espero tu palabra,
da te, mio Redentor. Redentor mío.

Come in oscura notte Como en oscura noche


s’attende l’alba ognor, se espera la llegada del alba,
l’anima nel dolore así el alma en el dolor
anela a te, Signor. te anhela, Señor.
Poiché presso il mio Dio Pues en mi Dios
immensa è la bontà, es inmensa la bondad,
e tutti i miei peccati y todos mis pecados
egli perdonerà. perdonará.

Sólo se puede contar a los demás lo que nace de la


conmoción profunda de nuestro corazón, sobre todo de la
conmoción que provoca la posibilidad continua de
nuestras traiciones.

66
Viernes Santo

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

La negación de Pedro, la negación de Pedro. Sólo sabéis decir eso, la negación de


Pedro. […] Se alega eso, esa negación, se dice eso para olvidar, para encubrir, para
excusar nuestras propias negaciones. Para hacer olvidar, para olvidas, para que nos-
otros mismos olvidemos, para obligarnos a olvidar nuestras propias negaciones.
Para hablar de otra cuestión. Para cambiar de conversación. Pedro le negó tres
veces. Y qué. Nosotros le hemos negado centenares, millares de veces por el peca-
do, por los desatinos del pecado, con las negaciones del pecado.

Por culpa de las debilidades y del cinismo de nuestro


corazón el mundo es, en última instancia, como una gran
tiniebla en la que la fuente de la luz es la muerte, paradoja
suprema, es la muerte de la vida, es la muerte de Cristo.

■ TENEBRAE FACTAE SUNT


(Gregoriano)

Tenebrae factae sunt Se hizo la oscuridad


super universam terram sobre toda la tierra
dum crucifixerunt Jesum, Judaei. cuando los judíos crucificaron a Jesús.
Et circa horam nonam Y hacia la hora de nona
exclamavit Jesus voce magna: Jesús lanzó un gran grito:
«Deus meus, quid me dereliquisti?». «Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
Tunc unus ex militibus Entonces uno de los soldados
lancea latus eius perforavit. le traspasó el costado con una lanza.
Et, inclinato capite, E inclinando la cabeza,
emisit spiritum. entregó el espíritu.
Ecce terraemotus factus est magnus Entonces se produjo un gran terremoto,
nam velum templi scissum est y el velo del templo se rasgó
et omnis terra tremuit. y toda la tierra tembló.
Et, inclinato capite, E inclinando la cabeza,
emisit spiritum. entregó el espíritu.

67
Viernes Santo

Para comprender el Misterio es necesario darse cuenta


de lo humano; lo que nos familiariza con el misterio de la
muerte de Cristo es caer en la cuenta de los sentimientos
humanos del mismo Cristo, que fueron el contenido de su
martirio.
■ MIO DIO, MIO DIO, PERCHÉ MI HAI ABBANDONATO?
(Salmo 21, Marina Valmaggi)

Mio Dio, mio Dio, perché Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
mi hai abbandonato? abandonado?

Lontano sono dal tuo volto Lejos están de tu rostro


le parole del mio grido. las palabras de mi grito.
Signore, io ti invoco nel giorno, Señor, te invoco de día,
nella notte chiamo il tuo nome. de noche pronuncio tu nombre.

In te hanno confidato i nostri padri, En ti confiaron nuestros padres,


confidarono e li hai liberati; confiaron y tú les liberaste;
a te hanno gridato e furon salvi, a ti gritaron y fueron salvados,
non tradisti la loro attesa. no traicionaste su espera.

Il mio cuore si è fatto come cera Mi corazón es como la cera,


e dentro di me si strugge; se derrite dentro de mí;
la mia anima si è inaridita mi alma se ha secado
perché mi ha circondato il male. porque me rodea el mal.

■ STAVA A’ PIE’ DELLA CROCE


(Anónimo, red. Francesco Soto de Langa, s. XVI)

Stava a’ pie’ della croce Estaba al pie de la Cruz,


onde pendea ’l figliolo de la que pendía su Hijo,
la madre in pianto e in duolo su Madre, llorando y con dolor,
stupida e senza voce. sin voz y sin expresión.

Vide il suo dolce nato Vio a su dulce Hijo


mandar lo spirto fuore exhalar el espíritu
dall’affannato core desde su apesadumbrado corazón,
povero e desolato. pobre y desolado.

68
Viernes Santo

Madre santa le piaghe Madre Santa, imprime


stampa del crocefisso en mi corazón
dentro lo mio cor fisso las llagas del Crucifijo,
e di ciò sol m’appaghe. y con esto sólo me contente.

Fa’ che ’l mio cor tutt’arda Haz que mi corazón arda


in amar Christo Dio de amor por Cristo Dios,
fa’ ch’al suo gran desio y no tarde
non fia mia voglia tarda. en cumplir su voluntad.

«De la crudel morte del Cristo (por la cruel muerte de


Cristo)»: que el estribillo que jalona los pasos del Via
Crucis nos recuerde la necesidad de esta memoria.

■ DE LA CRUDEL MORTE DEL CRISTO


(Anónimo, del Laudario de Cortona, s. XIII)

De la crudel morte del Cristo Que todo hombre llore amargamente


ogn’om pianga amaramente. por la cruel muerte de Cristo.

Quando Iuderi Cristo piliaro Cuando los judíos prendieron a Cristo,


d’ogne parte lo circundaro, lo rodearon por todos lados,
le sue mane strecto legaro ataron fuerte sus manos,
como ladro, villanamente. como un ladrón, de forma villana.

Trenta denar fo lo mercato Judas hizo el trato por treinta denarios,


ke fece Iuda, et fo pagato; y recibió lo acordado:
mellio li fora non esser nato hubiera sido mejor para él no haber nacido
k’aver peccato sì duramente. que pecar tan duramente.

De la crudel... Que todo hombre…

A la colonna fo spoliato En la columna fue despojado,


per tutto ’l corpo flagellato; y flagelado por todo el cuerpo;
d’ogne parte fo ’nsanguinato por todos lados lleno de sangre,
como falso, amaramente. como un mentiroso.

69
Viernes Santo

Tutti gridaro ad alta voce: Todos gritaron en voz alta:


«Moia ’l falso, moia veloce! «Muera el mentiroso, muera enseguida;
Sbrigatamente sia posto en croce, que le cuelguen rápidamente de la cruz,
ke non turbi tutta la gente!». para que no perturbe a la gente».

De la crudel... Que todo hombre…

Li soi compagni l’abandonaro, Sus compañeros le abandonaron,


tutti fugiero e lui lasciaro; huyeron todos y le dejaron;
stando tormento forte et amaro su cuerpo padeció fuertes y amargos tormentos
de lo suo corpo per la gente. por el pueblo.

Molt’era trista Sancta Maria Santa María estaba muy triste,


quando ’l suo figlio en croce vedea; cuando veía a su Hijo en la cruz;
cum gran dolore forte piangea, con gran dolor lloraba en voz alta,
dicendo: «Trista, lassa, dolente». diciendo: «Triste de mí, desdichada, afligida».

De la crudel... Que todo hombre…

II ª ESTACIÓN

■ CRUX FIDELIS
(Gregoriano)

Crux fidelis inter omnes ¡Oh, cruz fiel, árbol único en nobleza!
arbor una nobilis Jamás el bosque dio mejor tributo
nulla silva talem profert, en hoja, en flor y en fruto.
fronde, flore, germine. ¡Dulces clavos!
Dulce lignum, dulces clavos, ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
dulce pondus sustinet. con un peso tan dulce en su corteza!

Pange lingua gloriosi Cantemos la nobleza de esta guerra,


lauream certaminis, el triunfo de la sangre
et super crucis tropheo y del madero; y un Redentor,
dic triumphum nobilem que en trance de cordero,
qualiter Redemptor orbis sacrificado en cruz,
immolatus vicerit. salvó la tierra.

Crux fidelis... ¡Oh, cruz fiel...

70
Viernes Santo

Felle potus ecce languet Vinagre y sed la boca, apenas gime;


spina, clavi, lancea, y, al golpe de los clavos y la lanza,
mite corpus perforarunt, un mar de sangre fluye,
unda manat et cruor inunda, avanza
terra, pontus, astra, mundus, por tierra, mar y cielo,
quo lavantur flumine! y los redime.

Crux fidelis... ¡Oh, cruz fiel...

Flecte ramos, arbor alta, Ablándate, madero, tronco abrupto


tensa laxa viscera, de duro corazón y fibra inerte;
et rigor lentescat ille, doblégate a este peso
quem dedit nativitas y esta muerte
et superni membra regis que cuelga de tus ramas
tende miti stipite. como un fruto.

Crux fidelis... ¡Oh, cruz fiel...

Sola digna tu fuisti Tú, sólo entre los árboles,


ferre mundi victimam crecido para tender
atque portum praeparare a Cristo en tu regazo;
arca mundo naufrago tú, el arca que nos salva;
quam sacer cruor perunxit tú, el abrazo de Dios
fusus agni corpore. con los verdugos del Ungido.

Crux fidelis... ¡Oh, cruz fiel...

Sempiterna sit beatae Al Dios de los designios de la historia,


Trinitati gloria que es Padre, Hijo y Espíritu,
aequa Patri Filioque, alabanza, al que en la cruz
par decus Paraclito devuelve la esperanza
unius trinique nomen de toda salvación,
laudet universitas. honor y gloria. Amén.

Crux fidelis... ¡Oh, cruz fiel...

71
Viernes Santo

■ CRISTO AL MORIR TENDEA*


(Fra Marc’Antonio da San Germano)

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

Había sido un buen obrero.


Un buen carpintero.
Como también había sido un buen hijo.
Un buen hijo para su madre, María.
Un muchacho prudente.
Dócil.
Sumiso.
Obediente con su padre y su madre.
Un hijo.
Como a cualquier padre le gustaría tener uno.
Un buen hijo para José, su padre.
Para José, su padre nutricio.

El viejo carpintero.
El maestro carpintero.

Qué buen hijo había sido también para su padre.


Para su padre que estáis en los Cielos.

Qué buen camarada había sido para sus jóvenes camaradas.


Un buen camarada de escuela.
Un buen camarada de juegos.
Un buen compañero de juego.
Un buen compañero de taller.
Un buen compañero carpintero.
Entre todos los demás compañeros.
Carpinteros.

*Ver texto y traducción en pág. 57.

72
Viernes Santo

Qué buen pobre había sido.


Qué buen ciudadano había sido.

Había sido un buen hijo para sus padres.


Hasta el día en que comenzó su misión.
Su predicación.
Un buen hijo para su madre, María.
Hasta el día en que comenzó su misión.
Un buen hijo para su padre José.
Hasta el día en que comenzó su misión.
En resumen, todo había ido bien.
Hasta el día en que comenzó su misión.

Era querido por todo el mundo.


Todos le amaban.
Hasta el día en que comenzó su misión.
Los camaradas, los amigos, los compañeros, las autoridades,
Los ciudadanos,
Su padre y su madre,
Veían esto muy bien.
Hasta el día en que comenzó su misión.
Los camaradas consideraban que era un buen camarada.
Los amigos un buen amigo.
Los compañeros un buen compañero.
Sin orgullo.
Los ciudadanos estimaban que era un buen ciudadano.
Los iguales un buen igual.
Hasta el día en que comenzó su misión.

Los ciudadanos consideraban que era un buen ciudadano.


Hasta el día en que comenzó su misión.
Hasta el día en que se reveló como un ciudadano distinto.
Como el fundador, como ciudadano de otra ciudad.
Porque es de la Ciudad celeste.
De la Ciudad eterna.
Las autoridades veían esto muy bien.
Hasta el día en que comenzó su misión.
Las autoridades consideraban que era un hombre de orden.
Un joven sosegado.
Un joven tranquilo.

73
Viernes Santo

Un joven ordenado.
Cómodo de gobernar.
Y que daba al César lo que es del César.

Hasta el día en que comenzó el desorden.


En que introdujo el desorden.
El desorden más grande que haya habido en el mundo.
Que jamás ha existido en el mundo.
El mayor orden que haya habido en el mundo.
El único orden.
Que haya habido jamás en el mundo.

Hasta el día que se desordenó todo.


Y al desarreglarse había desarreglado el mundo.
Hasta el día en que se reveló
Como el único Gobierno del mundo.
El Dueño del mundo.
El único Dueño del mundo.
Y cuando se manifestó a todo el mundo.
Cuando los iguales vieron perfectamente.
Que él no tenía igual alguno.
Entonces el mundo comenzó a estimar que era demasiado grande.
Y comenzó a crearle molestias.

Y hasta el día en que decidió dar a Dios lo que es de Dios.

74
Viernes Santo

El arresto de Jesús.

■ LUCAS 22,47-53

Todavía estaba hablando, cuando apareció una turba; iba a la cabeza el llamado
Judas, uno de los Doce. Y se acercó a besar a Jesús. Jesús le dijo: «Judas, ¿con un
beso entregas al Hijo del hombre?». Viendo los que estaban con él lo que iba a
pasar, dijeron: «Señor, ¿herimos con la espada?». Y uno de ellos hirió al criado del
sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Jesús intervino diciendo: «Dejadlo,
basta». Y, tocándole la oreja, lo curó. Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ofi-
ciales del templo, y a los ancianos que habían venido contra él: «¿Habéis salido
con espadas y palos como en busca de un bandido? Estando a diario en el temp-
lo con vosotros, y no me prendisteis. Pero esta es vuestra hora y la del poder de
las tinieblas».

■ DE LA CRUDEL MORTE DEL CRISTO*


(Anónimo, del Laudario de Cortona, s. XIII)

De la crudel… Que todo hombre…

IIIª ESTACIÓN

■ CRUX FIDELIS**
(Gregoriano)

Crux fidelis… ¡Oh, Cruz fiel…

■ RESPONSORIOS, Caligaverunt oculi mei***


(T.L. de Victoria)

*Ver texto y traducción en pág. 69-70.


** Ver texto y traducción en pág. 70-71.
***Ver texto y traducción en pág. 55.

75
Viernes Santo

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

Incluso decían: la pobre mujer.


Y al mismo tiempo daban golpes a su hijo.
Porque así son los hombres.
Así está hecho el hombre.
El mundo es así.
Los hombres son como son y nunca se podrá cambiarlos.
Ella no sabía que él, por el contrario, había venido a cambiar al hombre.
Que había venido a cambiar el mundo.
Ella seguía, lloraba.
Los hombres son así.
No les cambiarán.
Nadie los corregirá.
No se les corregirá nunca.
Y él había venido a cambiarlos.
A rehacerlos.
Ella seguía, lloraba.
Todo el mundo la respetaba.
Todo el mundo la compadecía.
Decían la pobre mujer.
Es que posiblemente todas aquellas personas no fuesen malas.
En el fondo no eran malas.
Daban cumplimiento a las Escrituras.
Lo curioso es que todo el mundo la respetaba.
Honraban, respetaban y admiraban su dolor.
No la apartaban, no la empujaban más que moderadamente,
Con atenciones particulares.
Porque era la madre del condenado.
Pensaban: es la familia del condenado.
Incluso le decían en voz baja.
Se lo decían, entre sí,
Con secreta admiración.
Y tenían razón, era toda su familia.
Su familia carnal y su familia elegida.
Su familia de la tierra y su familia del cielo.
Ella seguía, lloraba.
Sus ojos estaban tan nublados que la luz del sol nunca volvería a parecerle clara.
Nunca jamás.

76
Viernes Santo

Desde hacía tres jornadas, la gente decía: Ha envejecido diez años.


Yo la vi hace poco.
La había visto otra vez la semana última.
Ha envejecido diez años en tres días.
Como nunca.
Ella seguía, lloraba, no comprendía muy bien.
Mas comprendía que el gobierno estaba contra su hijo.
Lo cual es mal asunto.
Que el gobierno estuviera por condenarlo a muerte.
Siempre es mal asunto.
Que no podía terminar bien.
Todos los gobiernos se habían puesto de acuerdo contra él.
El gobierno de los judíos y el gobierno de los romanos.
El gobierno de los jueces y el gobierno de los sacerdotes.
El gobierno de los soldados y el gobierno de los curas.
Seguro que no escaparía.
Ciertamente que no.
Todo el mundo estaba contra él.
Todo el mundo estaba por su muerte.
Por condenarlo a muerte.
Querían su muerte.
En ocasiones se tiene un gobierno a favor.
Y el otro en contra.
Entonces puede uno escaparse.
Pero él tenía todos los gobiernos.
Todos los gobiernos en primer lugar.
Y el gobierno y el pueblo.
Esto era lo más fuerte.
Era sobre todo esto lo que tenía contra sí.
El gobierno y el pueblo.
Que habitualmente no están de acuerdo.
Y entonces esto se aprovecha.
Puede aprovecharse.
Es muy raro que el gobierno y el pueblo estén de acuerdo.
Entonces quien está contra el gobierno,
Está con el pueblo.
En favor del pueblo.
Y quien está contra el pueblo,
Está con el gobierno.
En favor del gobierno.

77
Viernes Santo

El que está apoyado por el gobierno,


No es apoyado por el pueblo.
Quien está sostenido por el pueblo,
No es sostenido por el gobierno.
Entonces, apoyándose en el uno o el otro,
En uno contra el otro,
A veces se puede escapar.
Podría tal vez arreglarse.
Pero él no tenía ninguna alternativa.
Ella veía claro que todo el mundo estaba contra él.
El gobierno y el pueblo.
A la vez.
Que iban a cargárselo.
[…]
Todo el mundo estaba contra él.
Todo el mundo quería su muerte.
Es curioso.
Mundos que habitualmente no estaban unidos.
El gobierno y el pueblo.
De suerte que el gobierno estaba tan resentido contra él
como el último de los carreteros.
Tanto como el último de los carreteros.
Y el último de los carreteros como el gobierno.
Tanto como el gobierno.
Era la desgracia andante.
Cuando se tiene a favor uno, y el otro en contra, hay escapatoria a veces.
Se sale bien.
Se puede escapar bien.
Se puede uno librar.
Pero él no se libraría:
Seguro que no escaparía.
Cuando se tiene a todo el mundo en contra.
Pero, ¿qué le había hecho él a todo el mundo?

Voy a decíroslo:
Él había salvado al mundo.

78
Viernes Santo

Jesús ante el Sanedrín.


■ LUCAS 22,66-71

Cuando se hizo de día, se reunieron los ancianos del pueblo, con los jefes de los
sacerdotes y los escribas; lo condujeron ante su Sanedrín, y le dijeron: «Si tú eres
el Mesías, dínoslo». Él les dijo: «Si os lo digo, no lo vais a creer; y si os pregunto,
no me vais a responder. Pero, desde ahora, el Hijo del hombre estará sentado a la
derecha del poder de Dios». Dijeron todos: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?».
Él les dijo: «Vosotros lo decís, yo lo soy». Dijeron ellos: «¿Qué necesidad tenemos
ya de testimonios? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca».

Jesús ante Pilato.

■ LUCAS 23,1-25

Y levantándose toda la asamblea, lo llevaron a presencia de Pilato. Y se pusieron a


acusarlo diciendo: «Hemos encontrado a este amotinando a nuestra nación, y
oponiéndose a que se paguen tributos al César y diciendo que él es el Mesías rey».
Pilato le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Él le responde: «Tú lo dices».
Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «No encuentro ninguna culpa en
este hombre». Pero ellos insistían con más fuerza diciendo: «Solivianta al pueblo
enseñando por toda Judea, desde que comenzó en Galilea hasta llegar aquí».
Pilato, al oírlo, preguntó si el hombre era galileo; y, al enterarse que era de la juris-
dicción de Herodes, que estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días, se lo
remitió.

Jesús ante Herodes.


Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento, pues hacía bastante tiempo que
deseaba verlo, porque oía hablar de él y esperaba verle hacer algún milagro. Le
hacía muchas preguntas con abundante verborrea; pero él no le contestó nada.
Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándolo con ahínco. Herodes,
con sus soldados, lo trató con desprecio y, después de burlarse de él, poniéndole
una vestidura blanca, se lo remitió a Pilato. Aquel mismo día se hicieron amigos
entre sí Herodes y Pilato, porque antes estaban enemistados entre sí.

79
Viernes Santo

Jesús condenado a muerte.


Pilato, después de convocar a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo,
les dijo: «Me habéis traído a este hombre como agitador del pueblo; y resulta que
yo lo he interrogado delante de vosotros y no he encontrado en este hombre nin-
guna de las culpas de que lo acusáis; pero tampoco Herodes, porque nos lo ha
devuelto: ya veis que no ha hecho nada digno de muerte. Así que le daré un escar-
miento y lo soltaré». Ellos vociferaron en masa: «¡Quita de en medio a ese!
Suéltanos a Barrabás». Este había sido metido en la cárcel por una revuelta acae-
cida en la ciudad y un homicidio. Pilato volvió a dirigirles la palabra queriendo
soltar a Jesús, pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícalo, crucifícalo!». Por tercera
vez les dijo: «Pues, ¿qué mal ha hecho este? No he encontrado en él ninguna
culpa que merezca la muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré». Pero
ellos se le echaban encima, pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo
su griterío. Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían: soltó al que
le reclamaban (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a
Jesús se lo entregó a su voluntad.

■ DE LA CRUDEL MORTE DEL CRISTO*


(Anónimo, del Laudario de Cortona, s. XIII)

De la crudel… Que todo hombre…

IVª ESTACIÓN

■ CRUX FIDELIS**
(Gregoriano)

Crux fidelis… ¡Oh, Cruz fiel…

■ RESPONSORIOS, Tenebrae factae sunt***


(T.L. de Victoria)

*Ver texto y traducción en pág. 69-70.


** Ver texto y traducción en pág. 70-71.
*** Ver texto y traducción en pág. 55.

80
Viernes Santo

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

¿Le amaban sus amigos tanto como le odiaban sus enemigos?


Su padre lo sabía.
Sus discípulos no le defendían tanto como le atacaban sus enemigos.
Sus discípulos, ¿le amaban sus discípulos tanto como le odiaban sus enemigos?
Su padre lo sabía.
Sus apóstoles no le defendían tanto como le atacaban sus enemigos.
Sus apóstoles, ¿le amaban sus apóstoles tanto como le odiaban sus enemigos?
Su padre lo sabía.
¿Le amaban los once tanto como el duodécimo, como el decimotercero le odiaba?
¿Le amaban los once tanto como el duodécimo, como el decimotercero le había
traicionado?
Su padre lo sabía.
Su padre lo sabía.

Qué era, pues, el hombre.


Ese hombre.
Que él había venido a salvar.
Cuya naturaleza había asumido.
Él no lo sabía.
Como hombre no lo sabía.
Porque ningún hombre conoce al hombre.
Porque una vida de hombre,
Una vida humana, como hombre, no basta para conocer al hombre.
Tan grande es el hombre. Y tan pequeño.
Tan alto es el hombre. Y tan bajo.
Qué era, pues, el hombre.
Ese hombre.
Cuya naturaleza había asumido.
Su padre lo sabía.

Y esos soldados que habían venido a detenerle.


Que le habían llevado de pretorio en pretorio.
Y de pretorio en plaza pública.
Y esos verdugos que le habían crucificado.
Gentes que cumplían con su oficio.
Esos soldados que jugaban a los dados.
Que se repartían sus vestidos.

81
Viernes Santo

Que se jugaban a los dados sus vestidos.


Que echaban suertes sobre su túnica.
Eran también gentes que nada tenían contra él.

Que treinta años de trabajo y tres años de faena.


Que treinta años de retiro y tres de vida pública,
Treinta años con su familia y tres con el pueblo,
Treinta años de taller y tres de vida pública,
Tres años de vida pública y treinta de privada.
No habían coronado.

Treinta años de vida privada y tres de pública.

[…]

Porque le faltaba aún la coronación de esta muerte.

Porque le faltaba el cumplimiento de este martirio.

Porque le hacía falta atestiguar con este testimonio.

Porque le faltaba aún la consumación de este martirio y de esta muerte.

Porque era necesaria, porque se había hecho necesaria la culminación de estos


tres días de agonía.

Porque era necesario el agotamiento de esta agonía suprema y de esta espantosa


angustia.

Y el descendimiento de la cruz; y la mortaja; los tres días de sepultura, los tres


días de tumba, los tres días en el limbo, hasta la resurrección y la singular vida
post mortem, los peregrinos de Emaús, la ascensión del día cuarenta.
Porque hizo falta.

Pues el Hijo de Dios sabía que el sufrimiento


del hijo del hombre no sirve para salvar a los condenados.
Y enloqueciendo más que éstos de desesperanza,
Jesús al morir lloró por los abandonados.

De desesperanza común.

82
Viernes Santo

Camino del Calvario.


■ LUCAS 23, 26-44

Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía


del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús. Lo seguía un
gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamen-
tos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por
mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que vienen días en los
que dirán: “Bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz y
los pechos que no han criado”.
Entonces empezarán a decirles a los montes:
“Caed sobre nosotros”,
y a las colinas:
“Cubridnos”;
porque, si esto hacen con el leño verde, ¿qué harán con el seco?». Conducían tam-
bién a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él.

La crucifixión.
Y cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los
dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, per-
dónalos, porque no saben lo que hacen».
Hicieron lotes con sus ropas y los echaron a suerte.

Jesús en la cruz escarnecido y ultrajado.


El pueblo estaba mirando, pero los magistrados les hacían muecas, diciendo: «A
otros ha salvado; que se salve a sí mismo si él es el Mesías de Dios, el Elegido». Se
burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, dicien-
do: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Había también por encima
de él un letrero: «Este es el rey de los judíos».

El “buen ladrón”.
Uno de los malhechores crucificado lo insultaba diciendo: «¿No eres tú el Mesías?
Sálvate a ti y a nosotros». Pero el otro, respondiéndole e increpándole, le decía:

83
Viernes Santo

«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en ver-


dad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en
cambio, este no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando
llegues a tu Reino». Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el
paraíso».

La muerte de Jesús.
Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la
hora nona.

■ DE LA CRUDEL MORTE DEL CRISTO*


(Anónimo, del Laudario de Cortona, s. XIII)

De la crudel… Que todo hombre…

Vª ESTACIÓN

■ STABAT MATER, Quando corpus morietur


(G.B. Pergolesi)
Quando corpus morietur Que, cuando quede en calma
fac ut animae donetur el cuerpo, vaya mi alma
paradisi gloria. a su eterna gloria.

Amen. Amén.

■ STAVA A’ PIE’ DELLA CROCE**


(Anónimo, red. Francesco Soto de Langa, s. XVI)

*Ver texto y traducción en pág. 69-70.


**Ver texto y traducción en pág. 68-69.

84
Viernes Santo

■ EL MISTERIO DE LA CARIDAD DE JUANA DE ARCO


(Ch. Péguy)

Como todos los niños pequeños jugaba con imágenes. (Muy bruscamente)

Clamor que resuena aún en toda la humanidad;


Clamor que hizo tambalearse a la Iglesia militante;
En el que incluso la sufriente sintió, experimentó su propio espanto;
Por el que la triunfante experimentó su triunfo;
Clamor que resuena en el corazón de toda humanidad;
Clamor que resuena en el corazón de toda cristiandad;
Oh clamor cumbre, eterno y válido.

Grito como si el mismo Dios hubiese pecado como nosotros;


Como si el mismo Dios se hubiera desesperado;
Oh clamor cumbre, eterno y válido.

Como si el mismo Dios hubiera pecado como nosotros.


Y como el mayor de los pecados.
Que es desesperar.
[…]

Más que los dos ladrones colgados junto a él;


Que aullaban a la muerte como perros flacos.
Los ladrones no lanzaban más que un aullido humano;
Los ladrones sólo lanzaban un grito de muerte humana;
No chorreaban más que baba humana:

El Justo únicamente lanzó el clamor eterno.

Pero ¿por qué? ¿Qué tenía?

Los ladrones no lanzaban más que un grito humano;

Porque sólo experimentaban una angustia humana;


No habían sentido más que una angustia humana.
Sólo él podía lanzar un grito sobrehumano;
Sólo él experimentó entonces la sobrehumana angustia.

Los ladrones lanzaron un grito que se acalló en medio de la noche.

85
Viernes Santo

Pero él lanzó el grito que resonará siempre, siempre eternamente,


El grito que no se extinguirá jamás, eternamente.
En ninguna noche del tiempo ni de la eternidad.

Porque el ladrón de la izquierda y el ladrón de la derecha


No sentían más que los clavos en el hueco de la mano.

El que le hacía el quepe de la lanza romana;


El que le hacía el quepe del martillo y los clavos;
El boquete de la lanza, herida de los clavos;
El que le hacían los clavos en el hueco de la mano;
El boquete de los clavos en el hueco de sus manos.

Su garganta que le dolía.


Que le escocía.
Que le quemaba.
Que le desgarraba.
Su seca garganta que tenía sed.
Su gaznate seco.
Que tenía sed.
Su mano izquierda que le quemaba.
Y su mano derecha.
Su pie izquierdo que le abrasaba.
Y su pie derecho.
Porque su mano izquierda estaba hendida.
Y su mano derecha.
Y su pie izquierdo estaba traspasado.
Y su pie derecho.
Sus cuatro miembros todos.
Sus cuatro pobres miembros.
Y su costado que le abrasaba.
Su costado hendido.
Su corazón perforado.
Y su corazón que le abrasaba.
Su corazón consumido de amor.
Su corazón devorado de amor.
La negación de Pedro y la lanza romana;
Los salivazos y afrentas, la corona de espinas;
La caña de la flagelación, el cetro de caña;
Los clamores de la multitud y los verdugos romanos.

86
Viernes Santo

La bofetada. Porque era la primera vez que lo abofeteaban.

Él no había gritado ante la lanza romana;


No había gritado ante el beso perjuro;
No había gritado bajo el huracán de injurias.
No había gritado ante los verdugos romanos.
[…]
No había gritado bajo la faz perjura:
No había gritado ante los rostros injuriantes.
No había gritado ante los rostros de los verdugos romanos.
Entonces, por qué gritaba; ante qué cosa gritaba.

Tristis, tristis usque ad mortem;


Triste hasta la muerte; mas hasta qué muerte;
De la muerte.

La muerte de Jesús.

■ MARCOS 15, 33-39

Al llegar la hora sexta toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y a la
hora nona, Jesús clamó con voz potente: Eloí Eloí, lemá sabactaní (que significa:
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»). Algunos de los presentes, al
oírlo, decían: «Mira, llama a Elías». Y uno echó a correr y, empapando una
esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo: «Dejad, a
ver si viene Elías a bajarlo». Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
«Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios».

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Viernes Santo

■ PRAECONIUM PASCHALE
IN VIGILIA DOMINICAE RESURRECTIONIS
(Liturgia ambrosiana)
Exsultet iam angelica turba coelorum; Exulten por fin los coros de los ángeles,
exsultent divina mysteria, exulten las jerarquías del cielo,
et pro tanti Regis victoria y por la victoria de Rey tan poderoso
tuba intonet salutaris. que las trompetas anuncien la salvación.
Gaudeat se tot tellus irradiata Goce también la tierra,
fulgoribus, inundada de tanta claridad,
et, aeterni Regis splendore lustrata, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,
totius orbis sentiat amisisse se sienta libre de la tiniebla
caliginem. que cubría el orbe entero.
Laetetur et mater Ecclesia, Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
tanti luminis adornata fulgore, revestida de luz tan brillante;
et magnis populorum vocibus resuene este templo
haec aula resultet. con las aclamaciones del pueblo.
Quapropter, astantibus vobis, fratres Por eso, queridos hermanos,
carissimi, que estáis ante la espléndida claridad
ad tam miram sancti huius luminis de este santo cirio,
claritatem, os pido que invoquéis junto a mí
una mecum, quaeso, Dei omnipotentis la misericordia de Dios Omnipotente
misericordiam invocate, para que aquel que se dignó contarme,
ut qui me non meis meritis intra no por mis méritos,
levitarum en el número de los levitas
numerum dignatus est aggregare, mediante la gracia de su luz
luminis sui gratiam infundendo, nos guíe para realizar dignamente
cerei huius laudem implere las alabanzas de este cirio.
praecipiat.
Praestante Domino nostro Iesu Christo Que nos asista Jesucristo,
Filio suo, nuestro Señor y Dios,
secum vivente atque regnante Deo, que vive y reina con el Padre,
in unitate Spiritus sancti, en la unidad del Espíritu Santo,
per omnia saecula saeculorum. por los siglos de los siglos.
Amen. Amén.
Dominus vobiscum. El Señor esté con vosotros.
Et cum spiritu tuo. Y con tu espíritu.
Sursum corda. Levantemos el corazón.
Habemus ad Dominum. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Gratias agamus Demos gracias
Domino Deo nostro. al Señor, nuestro Dios.

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Viernes Santo

Dignum et iustum est. Es justo y necesario.


Dignum et iustum est, En verdad es justo y necesario,
vere quia dignum et iustum est, es nuestro deber
aequum et salutare, y salvación
nos tibi semper, darte gracias siempre,
hic et ubique, gratias agere, y en todo lugar,
Domine, sancte Pater, Señor, Padre santo,
omnipotens aeterne Deus. Dios todopoderoso y eterno.
Qui populorum Pascha cunctorum, Tú has consagrado la Pascua para todos los pueblos
non pecudum cruore nec adipe, no mediante la inmolación de animales,
sed Unigeniti tui, Domini nostri Iesu sino con el cuerpo y sangre de Cristo,
Christi sanguine tu Hijo unigénito.
corporeque dicasti, Has abolido los ritos
ut, supploso ritu gentis ingratae, del antiguo pueblo
legi gratia succederet, y tu gracia ha superado la ley.
et una victima, per semetipsam tuae Una sola víctima se ha ofrecido a sí misma
maiestati semel oblata, a tu grandeza, expiando de una vez
mundi totius para siempre el pecado
expiaret offensam. de todo el género humano.
Hic est Agnus, Esta víctima es el Cordero
lapideis praefiguratus in tabulis, prefigurado por la antigua ley;
non adductus e gregibus, no ha sido elegido de entre la grey,
sed evectus e coelo; sino que procede del cielo.
nec pastore indigens, Nadie lo guía a los pastos,
sed Pastor bonus ipse tantummodo; porque él mismo es el buen Pastor.
qui animam suam Con su muerte y su resurrección
pro suis posuit ovibus se ha entregado a las ovejas,
et rursus assumpsit, para que la humillación de Dios nos enseñase
ut nobis et humilitatem divina dignatio, la humildad de corazón, y su resurrección
et spem resurrectio corporalis ostenderet. corporal nos ofreciese una esperanza grande.
Qui coram tondente se Ante los que lo esquilaban
non vocem queruli balatus emisit, no quiso balar lamento alguno,
sed evangelico proclamavit oraculo sino que proclamó el oráculo evangélico
dicens: diciendo:
Amodo videbitis Filium hominis sedentem «Dentro de poco veréis al Hijo del hombre
ad dexteram maiestatis. sentado a la derecha de Dios».
Ipse nobis et te reconciliat, Pater Con su sacrificio, Padre,
omnipotens, Él reconcilia contigo a tus hijos y,
et pari tecum maiestate fultus indulget. por su poder divino, nos obtiene tu perdón.
Nam, quae patribus in figura contingebant, Las profecías antiguas

89
Viernes Santo

nobis in veritate proveniunt. se realizan hoy en Cristo.


Ecce iam ignis columna resplendet, quae Por eso, en esta bendita noche
plebem Domini la columna de fuego resplandece
beatae noctis tempore y guía a los redimidos
ad salutaria fluenta praecedat, a las aguas de la salvación.
in quibus persecutor mergitur En ellas queda hundido el Maligno, pero
et Christi populus liberatus emergit. el pueblo del Señor sale de ellas salvado y libre.
Nam, sancti Spiritus unda conceptus, Por Adán nacimos a la muerte; ahora,
per Adam natus ad mortem, generados en el agua por el Espíritu Santo,
per Christum regignitur ad vitam. renacemos por Cristo a la vida.
Solvamus igitur voluntarie celebrata ieiunia, Dejemos nuestro ayuno voluntario:
quia Pascha nostrum immolatus est Cristo, nuestro cordero pascual
Christus; es inmolado por nosotros.
nec solum corpore epulemur Agni, Su cuerpo es alimento vital,
sed etiam inebriemur et sanguine. su sangre es bebida embriagadora;
Huius enim tantummodo cruor la única sangre que no contamina,
non creat piaculum bibentibus, sed sino que da salvación inmortal
salutem. a quien la recibe.
Ipso quoque vescamur et azymo, Comamos este pan sin fermento,
quoniam non de solo pane vivit homo, recordando que no sólo de pan vive el hombre,
sed de omni verbo Dei. sino de toda palabra que procede de Dios.
Siquidem hic est panis, Este pan bajado del cielo
qui descendit e coelo, es más precioso que el maná,
longe praestantior illo quondam mannae que llovió desde lo alto como
imbre frugifluo, rocío fecundo.
quo tunc Israel epulatus interiit. Aquel maná quitaba el hambre de Israel,
Hoc vero qui vescitur corpore, pero no lo arrancaba de la muerte.
vitae perennis En cambio, quien come de este cuerpo
possessor exsistit. conquista la vida perpetua.
Ecce vetera transierunt, El culto antiguo ha pasado,
facta sunt omnia nova. todo se vuelve nuevo para nosotros.
Nam circumcisionis mosaicae mucro iam El cuchillo de la circuncisión mosaica
scabruit, se ha desafilado, y ya no está en uso
et Iesu Nave acuta lapidum obsolevit el corte áspero de los cuchillos de piedra
asperitas, practicado por Josué, hijo de Nun.
Christi vero populus insignitur fronte, El pueblo de Cristo está marcado en la frente,
non inguine, no en la ingle;
lavacro, con un baño,
non vulnere, no con una herida;
chrismate, non cruore. con el crisma, no con la sangre.

90
Viernes Santo

Decet ergo in hoc Domini Salvatoris Esta noche debemos esperar


nostri en vela a que nuestro Salvador resucite.
vespertina resurrectionis adventu Mantengamos las lámparas encendidas
ceream nos adolere pinguedinem como hicieron las vírgenes prudentes;
sed tedam sapienter perpetuis para que no suceda que,
praeparare luminibus, mientras se rellenan las lámparas
ne, dum oleum candelis adiungitur, de aceite,
adventum Domini tardo prosequamur faltemos al homenaje debido
obsequio, a la llegada del Señor,
qui certe in ictu oculi, que vendrá ciertamente
ut coruscus, adveniet. en un abrir y cerrar de ojos, como un rayo.
Igitur in huius diei vespere En la noche de este día
cuncta venerabilis sacramenti plenitudo se reúne toda la plenitud
colligitur, del venerable misterio de la salvación;
et, quae diversis sunt, praefigurata vel gesta y cuanto en diversos tiempos
temporibus, se hizo o simbolizó,
huius noctis curriculo se cumple hoy,
devoluta supplentur. y tiene lugar en el curso de esta noche.
Nam primum hoc vespertinum lumen, En primer lugar, esta noche nos precede esta luz
sicut illa dux Magorum stella, praecedit. vespertina, como la estrella que guio a los Magos.
Deinde mysticae regenerationis unda Viene tras ella la ola de la mística
subsequitur, regeneración, como la corriente del Jordán,
velut, dignante Domino, fluenta Iordanis. santificado por el Señor.
Tertio resurrectionem Christi En tercer lugar, la voz apostólica
vox apostolica del sacerdote anuncia
sacerdotis annuntiat. la resurrección de Cristo.
Tum ad totius mysterii supplementum Finalmente, como cumplimiento de todo el misterio,
Christo vescitur turba fidelium. el pueblo de los creyentes se alimenta de Cristo.
Quae summi sacerdotis Este pueblo, santificado
et antistitis tui Ambrosii oratione por las oraciones y por los méritos
sanctificata vel meritis, de tu sumo sacerdote y obispo
resurrectionis dominicae diem, Ambrosio, se dispone, con el favor
Christo in omnibus de Cristo, a celebrar
prosperante, suscipiat. el día de la resurrección del Señor.
Per bonum et benedictum Filium tuum Por los méritos del bendito Hijo tuyo,
Dominum nostrum Iesum Christum, Nuestro Señor Jesucristo, con el que
cum quo beatus vivis et regnas Deus, vives y reinas bienaventurado, oh Dios,
in unitate Spiritus sancti, en la unidad del Espíritu Santo
per omnia saecula saeculorum. por los siglos de los siglos.
Amen. Amén

91
Viernes Santo

■ ALLORA SAPRETE CHE ESISTO


(A.M. Cocagnac - P. Houdy)

Voialtri sulla terra Vosotros, que habitáis en la tierra


la croce drizzerete, prestad atención a la cruz,
del legno del Calvario veréis el fruto
il frutto voi vedrete. del madero del Calvario.

«Allora saprete che esisto – «Entonces sabréis que existo –


dice il Signor – dice el Señor –
che in me l’amore fedele dimora, que en mí habita el amor fiel,
come in quest’ora.» como en esta hora».

Si stenderà il lenzuolo Se extenderá el sudario


nella caverna tetra, en la oscura cueva,
si chiuderà il sepolcro se cerrará el sepulcro
col peso della pietra. con el peso de la piedra.

«Allora... «Entonces…

Quando verrete all’alba Cuando vengáis al alba


il corpo a imbalsamare, para embalsamar el cuerpo,
quando vedrete l’alba veréis el alba
degli angeli esultare... de los ángeles exultar…

«Allora... «Entonces…

Se ascendo sopra i cieli Si asciendo a los cielos


di gloria risplendente, resplandeciente de gloria,
sarò sul tuo cammino en tu camino seré
la nube incandescente. la nube incandescente.

«Allora... «Entonces…

92
Los hombres, jóvenes y no tan jóvenes,
necesitan una cosa en última instancia: la
certeza de la positividad de su tiempo, de
su vida, la certeza de su destino.

«Cristo ha resucitado» es la afirmación de


que la realidad es positiva; se trata de una
afirmación amorosa de la realidad. Sin la
resurrección de Cristo nos queda solo una
alternativa: la nada.

Cristo se hace presente, puesto que ha


resucitado, en todos los tiempos, a través
de toda la historia. El Espíritu de Jesús
–es decir, del Verbo hecho carne– se torna
experimentable, para el hombre de todos
los tiempos, en Su fuerza redentora de
la existencia entera de cada individuo
y de toda la historia humana, en el
cambio radical que produce en quienes
se encuentran con Él y, como Juan y
Andrés, le siguen.
Luigi Giussani
In copertina: Il vangelo secondo Matteo (1964), regia di P.P. Pasolini.
© Photo12/7e Art/Arco Film/Lux C​ompagnie/Contrasto

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