Ecología
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Para otros usos de este término, véase Ecología (desambiguación).
Historia[editar]
El término ökologie fue acuñado en 18691 por el naturalista y filósofo alemán Ernst Haeckel a partir de las
palabras griegas oikos (casa, vivienda, hogar) y logos (estudio o tratado); por ello ecología significa «el estudio
del hogar».2
En un principio, Haeckel entendía por ecología la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos con su
ambiente, pero más tarde amplió esta definición al estudio de las características del medio, que también incluye
el transporte de materia y energía, y su transformación por las comunidades biológicas.
Precursores[editar]
Hay que reconocer a los biólogos y geógrafos el papel fundamental en los inicios de la ecología. Es importante
recordar el aporte considerable de los griegos clásicos. Por ejemplo, Aristóteles, además de filósofo, fue un
biólogo y naturalista de gran talla. Baste citar sus libros sobre la vida y costumbres de los peces, fruto de sus
diálogos con pescadores, y sus largas horas de observación personal. Su discípulo Teofrasto describió por
primera vez las interrelaciones entre organismos su entorno. 3 Las primeras concepciones de la ecología, como
el equilibrio y la regulación en la naturaleza, se remontan a Heródoto, quien describió uno de los primeros
relatos del mutualismo en su observación de la "odontología natural".4
Si nos trasladamos al siglo XVIII, cuando la biología y la geografía recién se estaban transformando en las
ciencias modernas que hoy conocemos, es imprescindible reconocer el carácter absolutamente ecológico del
trabajo de los fisiologistas en su progresivo descubrimiento de las relaciones entre la vida vegetal y animal con
los factores abióticos tales como la luz, el agua o el carbono. Entre los diferentes ejemplos posibles, es
suficiente recordar las investigaciones de René Antoine Ferchault de Réaumur en el campo de la temperatura,
así como las de Anton van Leeuwenhoek acerca de la formación del almidón en las plantas verdes. Destacan
también en esta época, los trabajos de Louis Receveur, botánico ,
geólogo , químico , meteorólogo, astrónomo y sacerdote francés.
También se realizaron durante el siglo algunos de los grandes viajes científicos que permitieron un
conocimiento más metodológico de los paisajes geográficos de los diversos continentes, ejemplo entre otros
de Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, autor de los primeros tratados de biología y geología no basados
en la Biblia; o Alexander von Humboldt, que exploró y estudió durante cinco años las tierras de América Latina.
El papel de los precursores del evolucionismo es asimismo fundamental, porque intuían que no había ningún
tipo de predeterminismo en la gran variedad de especies vivientes existentes, sino progresivas adaptaciones
ambientales.
Erasmus Darwin, abuelo del universalmente famoso Charles Darwin, predijo algunas de las grandes tesis
evolucionistas que desarrolló años más tarde su nieto y que influyeron de modo decisivo en las corrientes de
pensamiento del siglo XIX.
Sin duda alguna, la polémica entre deterministas y evolucionistas fue uno de los principales debates científicos
del siglo XIX, enfrentando a hombres de la categoría de Cuvier, Owen, Agassiz y Kölliker, contra los nuevos
"transformistas" Lamarck, Darwin, Herbert Spencer, Muller, Haeckel, etc.
El calor de la polémica fue muy fecundo, porque exigió de los transformistas que multiplicaran sus
observaciones para justificar las nuevas teorías del evolucionismo.
En alguno de ellos se manifestó una conversión forzada por las evidencias; por ejemplo en el científico
galés Richard Owen, que aun siendo vivamente adversario de la nueva teoría evolucionista, realizó
descubrimientos que él mismo no podía justificar si no era recurriendo a la teoría de Darwin.
Objeto de estudio[editar]
Una planta.
La ecología es la rama de la biología que estudia las interacciones de los seres vivos con su hábitat. Esto
incluye factores abióticos, esto es, condiciones ambientales tales como: climatológicas, edáficas, etc.; pero
también incluye factores bióticos, esto es, condiciones derivadas de las relaciones que se establecen con otros
seres vivos. Mientras que otras ramas se ocupan de niveles de organización inferiores (desde la bioquímica y la
biología molecular pasando por la biología celular, la histología y la fisiología hasta la sistemática), la ecología
se ocupa del nivel superior a estas, ocupándose de las poblaciones, las comunidades, los ecosistemas y
la biosfera. Por esta razón, y por ocuparse de las interacciones entre los individuos y su ambiente, la ecología
es una ciencia multidisciplinaria que utiliza herramientas de otras ramas de la ciencia,
especialmente geología, meteorología, geografía, sociología, física, química y matemáticas.
Los trabajos de investigación en esta disciplina se diferencian con respecto de la mayoría de los trabajos en las
demás ramas de la Biología por su mayor uso de herramientas matemáticas, como la estadística y los modelos
matemáticos. Además, la comprensión de los procesos ecológicos se basa fuertemente en los
postulados evolutivos (Dobzhansky, 1973).
Principios y conceptos[editar]
Teoría de sistemas[editar]
Esta sección es un extracto de Teoría de sistemas[editar]
Ciclo biogeoquímico[editar]
Esta sección es un extracto de Ciclo biogeoquímico[editar]
Niveles de organización[editar]
Para los ecólogos modernos (Begon, Harper y Townsend, 1999)(Molles, 2006), la ecología puede ser estudiada
a varios niveles o escalas:
Organismo (las interacciones de un ser vivo dado con las condiciones abióticas directas que lo
rodean)
Población (las interacciones de un ser vivo dado con los seres de su misma especie)
Comunidad (las interacciones de una población dada con las poblaciones de especies que la
rodean)
Ecosistema (las interacciones propias de la biocenosis sumadas a todos los flujos de materia y
energía que tienen lugar en ella)
Biosfera (el conjunto de todos los seres vivos conocidos)
Cadena trófica[editar]
Artículo principal: Cadena trófica
La cadena alimenticia o cadena trófica señala las relaciones alimenticias entre productores,consumidores y
descomponedores. En otras palabras, la cadena refleja quién se come a quién.
Las cadenas tróficas, son una serie de cadenas alimentarias íntimamente relacionadas por las que circulan
energía y materiales en un ecosistema. Se entiende por cadena alimentaria cada una de las relaciones
alimenticias que se establecen de forma lineal entre organismos que pertenecen a distintos niveles tróficos. La
cadena trófica está dividida en dos grandes categorías: la cadena o red de pastoreo, que se inicia con las
plantas verdes, algas o plancton que realiza la fotosíntesis, y la cadena o red de detritos que comienza con los
detritos orgánicos. Estas redes están formadas por cadenas alimentarias independientes. En la red de pastoreo,
los materiales pasan desde las plantas a los consumidores de plantas (herbívoros) y de estos a los
consumidores de carne (carnívoros). En la red de detritos, los materiales pasan desde las plantas y sustancias
animales a las bacterias y a los hongos (descomponedores), y de estos a los que se alimentan de detritos
(detritívoros) y de ellos a sus depredadores (carnívoros).
Por lo general, entre las cadenas tróficas existen muchas interconexiones; por ejemplo, los hongos que
descomponen la materia en una red de detritos pueden dar origen a setas que son consumidas por ardillas,
ratones y ciervos en una red de pastoreo. Los petirrojos son omnívoros, es decir, consumen plantas y animales,
y por esta razón están presentes en las redes de pastoreo y de detritos. Los petirrojos se suelen alimentar de
lombrices de tierra que son detritívoras y se alimentan de hojas en estado de putrefacción.
Producción y productividad[editar]
Relación entre la abundancia de un depredador (Lynx canadensis, línea negra), y su presa (Lepus americanus , área
amarilla). Gráfico basado en el núnero de pieles vendidas por los tramperos a la Hudson's Bay Company entre 1845 y
1935. (Datos publicados por Odum en 1953)
En un ecosistema, las conexiones entre las especies se relacionan generalmente con su papel en la cadena
alimentaria. Hay tres categorías de organismos:
Los bosques (1/3 de la superficie terrestre de la Tierra) contienen biomasas densas y muy
productivas.
Sabanas, praderas, y pantanos (1/3 de la superficie terrestre de la Tierra) contienen biomasas
menos densas, pero es productiva. Estos ecosistemas representan a las mayores partes de las que
dependen el alimento humano.
Ecosistemas extremos en las áreas con climas más extremos —desiertos y semi-desiertos, tundra,
prados alpestres, y estepas -- (1/3 de la superficie terrestre de la Tierra). Tienen biomasas muy
escasas y baja productividad.
Finalmente, los ecosistemas del agua marina y dulce (3/4 de la superficie terrestre de la Tierra)
contiene biomasas muy escasas (aparte de las zonas costeras).
Los ecosistemas difieren en su biomasa (carbón de los gramos por metro cuadrado) y la productividad (carbón
de los gramos por metro cuadrado por día), y las comparaciones directas de la biomasa y la productividad
puede no ser válida. Un ecosistema como este en la taiga puede ser alto en biomasa, pero de crecimiento lento
y así bajo en productividad. Los ecosistemas se comparan a menudo en base de su volumen de ventas
(cociente de la producción) o del tiempo del volumen de ventas que sean los recíprocos del volumen de ventas.
Las acciones humanas durante los últimos siglos han reducido seriamente la cantidad de la tierra cubierta por
los bosques (tala de árboles), y han aumentado agroecosistemas. En últimas décadas ha ocurrido un aumento
en las áreas ocupadas por ecosistemas extremos, como en el caso de la desertificación.
Tasa de renovación[editar]
Es la relación que existe entre la producción y la biomasa. Sirve para indicar la riqueza de un ecosistema o nivel
trófico, ya que representa la velocidad con que se renueva la biomasa, por lo que también recibe el nombre de
tasa de renovación. Su valor es el cociente Pn/B. (producción neta entre biomasa)
Biodiversidad[editar]
Esta sección es un extracto de Biodiversidad[editar]
Selva macrotérmica, con clima ecuatorial (o tropical lluvioso) en Barro Colorado (Panamá), que muestra la gran diversidad
ecológica en este tipo de vegetación que tiene muchas especies con distintas épocas de floración. Los pájaros e insectos
se encargan de la polinización, por lo que la diversidad existente es origen de su alimentación continua. Se puede ver la
característica fundamental de la selva ecuatorial: miles de especies vegetales por unidad de superficie, pero pocos
ejemplares de cada una, también por la misma unidad de superficie.
Imagen de un lince (Lynx lynx), una de las cerca de 2.5 millones de especies identificadas que conforman el patrimonio de
la biodiversidad en la Tierra.
Los pinos canarios soportan el fuego en los grandes incendios debido a la adaptación milenaria a las emisiones volcánicas.
En esta ocasión puede verse la corteza chamuscada de estos pinos, que pueden estar ardiendo durante meses y seguir
creciendo mientras tanto. Un ejemplo de adaptación al medio que afecta negativamente a la biodiversidad del medio pero
solo a corto plazo, ya que sirve de planta pionera para el restablecimiento del bosque, como es la laurisilva en las áreas
más favorecidas.
La biodiversidad o diversidad biológica es, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica, el
término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y lo que sucede con
los patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos
naturales y también de la influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad comprende
igualmente la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie (diversidad genética)
que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones con el resto del entorno
fundamentan el sustento de la vida sobre el mundo.
El término «biodiversidad» es un calco del inglés «biodiversity». Este término, a su vez, es la contracción de la
expresión «biological diversity» que se utilizó por primera vez en octubre de 1986 como título de
una conferencia sobre el tema, el National Forum on BioDiversity, convocada por Walter G. Rosen, a quien se
le atribuye la idea de la palabra.9
La Cumbre de la Tierra celebrada por la Organización de las Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992
reconoció la necesidad mundial de conciliar la preservación futura de la biodiversidad con el progreso humano
según criterios de sostenibilidad o sustentabilidad promulgados en el Convenio internacional sobre la
Diversidad Biológica que fue aprobado en Nairobi el 22 de mayo de 1994, fecha posteriormente declarada por
la Asamblea General de la ONU como Día Internacional de la Biodiversidad. Con esta misma intención, el año
2010 fue declarado Año Internacional de la Diversidad Biológica por la 61.ª sesión de la Asamblea General de
las Naciones Unidas en 2006, coincidiendo con la fecha del Objetivo Biodiversidad 2010.10
En el año 2007, la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 22 de mayo como Día
Internacional de la Diversidad Biológica.11
Biosfera[editar]
Artículo principal: Biosfera
Ecosistema[editar]
Artículo principal: Ecosistema
Un principio central de la ecología es que cada organismo vivo tiene una relación permanente y continua con
todos los demás elementos que componen su entorno. La suma total de la interacción de los organismos vivos
(la biocenosis) y su medio no viviente (biotopo) en una zona que se denomina un ecosistema. Los estudios de
los ecosistemas por lo general se centran en la circulación de la energía y la materia a través del sistema.
Casi todos los ecosistemas funcionan con energía del sol capturada por los productores primarios a través de
la fotosíntesis. Esta energía fluye a través de la cadena alimentaria a los consumidores primarios
(herbívoros que comen y digieren las plantas), y los consumidores secundarios y terciaria (ya
sea omnívoros o carnívoros). La energía se pierde a los organismos vivos cuando se utiliza por los organismos
para hacer el trabajo, o se pierde como calor residual.
La materia es incorporada a los organismos vivos por los productores primarios. Las plantas fotosintetizadoras
fijan el carbono a partir del dióxido de carbono y del nitrógeno de la atmósfera o nitratos presentes en el suelo
para producir aminoácidos. Gran parte de los contenidos de carbono y nitrógeno en los ecosistemas es creado
por las instalaciones de ese tipo, y luego se consume por los consumidores secundarios y terciarios y se
incorporan en sí mismos. Los nutrientes son generalmente devueltos a los ecosistemas a través de la
descomposición. Todo el movimiento de los productos químicos en un ecosistema que se denomina un ciclo
biogeoquímico, e incluye el ciclo del carbono y del nitrógeno.
Los ecosistemas de cualquier tamaño se pueden estudiar, por ejemplo, una roca y la vida de las plantas que
crecen en ella puede ser considerado un ecosistema. Esta roca puede estar dentro de un llano, con muchas de
estas rocas, hierbas pequeñas, y animales que pastorean - también un ecosistema-. Este puede ser simple en
la tundra, que también es un ecosistema (aunque una vez que son de este tamaño, por lo general se
denomina ecozonas o biomas). De hecho, toda la superficie terrestre de la Tierra, toda la materia que lo
compone, el aire que está directamente encima de este, y todos los organismos vivos que viven dentro de ella
puede ser considerados como una solo, gran ecosistema.
Los ecosistemas se pueden dividir en los ecosistemas terrestres (incluidos los ecosistemas de
bosques, estepas, sabanas, etc), los ecosistemas de agua dulce (lagos, estanques y ríos), y los ecosistemas
marinos, en función del biotopo dominante.