El Templo de Abu Simbel

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

El templo

rupestre
Abu Simbel

Contexto histórico
Como sabemos el agua es la clave de la vida. Desde la aparición del ser humano, el
agua en general y los ríos en particular han jugado un papel fundamental en su Nacha Sapelli
6° Arquitectura
N°25
estilo de vida. El acceso al agua era, y sigue siendo, el principal factor a tener en cuenta a la hora de
establecer un asentamiento humano. Fue gracias al descubrimiento de la agricultura que fuera posible el
desarrollo de las primeras civilizaciones. Por tanto, no es de extrañar, que las antiguas civilizaciones
nacieran siempre alrededor de un gran río.
Durante III milenio A.C, se comenzó a desarrollar a orillas del gran
río Nilo una de las civilizaciones más brillantes de la antigüedad, la
egipcia. Esta es considerada como una de las cuatro civilizaciones
prístinas, estas son las primeras civilizaciones que surgieron de
forma autónoma sin la influencia de otras. Los primeros
habitantes de Egipto se establecieron en las riberas del rio
huyendo del desierto.  Estos primeros indígenas, aislados y sin
enemigos cercanos se fueron organizando en provincias y con su
unificación surgieron dos reinos: el Alto y el Bajo Egipto. La
civilización egipcia era sostenida por tres grandes pilares: la
agricultura, la religión y la monarquía divina.

Agricultura
La zona más agrícola estaba situada en el Alto Egipto, una estrecha franja entre montañas y mesetas áridas
con terrenos en general de escasa pendiente que favorecía la expansión de las inundaciones. Los
campesinos representaban en torno al 90 por ciento de la población y se distinguían en dos tipos: los
braceros y los pequeños propietarios. Los braceros, a cambio de un pequeño sueldo, trabajaban para el
propietario de la tierra, que podía ser el faraón, el templo o un particular que había adquirido las tierras
por orden del faraón. En cambio, los pequeños propietarios tenían que entregar prácticamente toda la
cosecha para pagar el impuesto al que estaban obligados. Estos últimos, para poder mantenerse, solían
realizar otros trabajos públicos para el Estado.
Las labores propiamente agrícolas desarrolladas por los campesinos egipcios seguían siempre los mismos
pasos. Para poder preparar la tierra, tenían que esperar a que las aguas de la inundación se retirasen,
cuando la tierra estaba lista se marcaban las lindes de los terrenos para saber qué cantidad de impuestos le
correspondía a cada agricultor. El faraón disponía de un cuerpo de funcionarios, los agrimensores,
dedicados a restablecer los lindes de cada parcela, que desaparecían tras la crecida. Luego araban las
tierras Después, realizaban la siembra, y finalmente, cosechaban el grano y lo almacenaban en silos.

Religión
Previo a ser gobernado por un faraón, el antiguo Egipto, estaba formado por un conjunto de
asentamientos independientes. Cada cual con su propio culto a los dioses, que luego pasaron a formar
parte de un panteón dinástico, el cual llegó a estar formado por 2000 divinidades distintas. El culto a los
dioses y las ideas sobre la vida de ultratumba impregnan la sociedad egipcia. Se presta especial atención a
la mansión de los muertos dado que había que mantener los cuerpos para la vida posterior. De ahí toda la
variedad de edificaciones de tipo funerario y todas las ceremonias y ritos que mantenían estas creencias.
La influencia y el poder que la religión ejerció sobre la sociedad fue tal que la forma de gobierno imperante
fue la teocracia, en la que todo era dirigido por Dios.

Monarquía
En el Antiguo Egipto la sociedad estaba completamente jerarquizada
y estratificada. La organización política y social se basaba en una
monarquía absoluta dirigida por el faraón, que era considerado
como un dios, situado en la cumbre de la jerarquía social. La figura
del faraón asumía las funciones de gobernador, administrador, sumo
sacerdote, juez supremo y jefe del Ejército. Asimismo, representaba
el puente directo entre lo divino y lo humano, por lo que era
venerado como un semidios. Es gracias a esta visión del faraón que
se explica el porque de las edificaciones funerarias tan
impresionantes considerando la falta de recursos que había. Esta
idea de que el faraón es más que solo un rey, es enfatizada mediante
los colosales tamaños de estas edificaciones.

Ramsés II
Ramsés II fue el tercer faraón de la Dinastía XIX, era conocido por los egipcios como Userma’ atre’
setepenra, que quiere decir "el que mantiene la armonía y el equilibrio, por derecho, elegido de Ra".
También se lo conoce como Osimandias y Ramsés el Grande.
Vivió hasta los 96 años, tuvo más de 200 esposas y concubinas, 96 hijos y 60 hijas, y llegó a vivir más que la
mayoría de ellos. Su reinado fue tan largo que cuando murió todos sus súbditos habían nacido con Ramsés
como faraón y se extendió el pánico pensando que el mundo se acabaría a la muerte del rey. Fue el más
grande de los constructores entre los faraones de Egipto.

Los templos de Abu Simbel


El gran conjunto de Abu Simbel, labrado en el interior de la roca, es la obra arquitectónica más gloriosa de
Ramsés II por sus proporciones monumentales. El Gran Templo mide 36 metros de alto y 42 de ancho. Se
los define como "casa labrada en la pura montaña de Nubia, de arenisca fina, blanca y perdurable, como
una obra para la eternidad". Son dos templos, uno el de Horakhte y otro el de su madre, Hathor. Los dos
reemplazaron a dos viejas cuevas de divinidades locales cuyos orígenes se perdían en los confines del
tiempo. Es otro caso único en la arquitectura egipcia: un templo rupestre, dotado de los mismos elementos
que un templo normal no rupestre, a excepción de la inversión forzosa de sus dos primeros elementos, el
pilono y el patio.
En la fachada, cuatro colosos de más de
veinte metros de alto, con la figura del
Faraón miran desde el acantilado el
correr majestuoso del Nilo. Entre los
pies de cada una de las estatuas se ve
tallado un hijo de Ramsés. Por encima
de los colosos hay una fila de monos
babuinos tallados sonriendo al sol
naciente.
Delante de los pedestales de los colosos
se hallan estatuas de halcones y del
propio rey en actitud de marcha. La
fachada tiene numerosos relieves sobre
las victorias de Ramsés II sobre sus enemigos, así como inscripciones que hacen referencia a sus campañas
contra los pueblos de Siria. Encima de la entrada aparece la figura del dios solar, que además es adorado
por Ramsés en unos relieves laterales, con lo que resalta o enfatiza el carácter solar del templo.
La puerta central conduce al interior del templo, cuya disposición general sigue el modelo de las grandes
construcciones religiosas de Tebas: en primer lugar, se accede a una cámara, a modo de primera sala
hipóstila, con pilares monolíticos en forma de figuras osíricas; desde ella se penetra en la que ha sido
considerada como la sala hipóstila; al fondo una tercera cámara o santuario con estatuas de Ramsés y de
los dioses Ptah, Amón y Ra.

Está construido de forma que durante los días 22 de


febrero y 22 de octubre, los rayos del sol se adentran dentro
del templo y alumbran con un halo las caras Ramsés y las de
los grandes dioses Amón y Ra. La cara del dios Ptah no se
ilumina nunca al ser considerado el dios de la oscuridad.
Estas fechas representan dos momentos cruciales en la vida
de Ramsés II, estas son, la fecha del aniversario de su
muerte y el de su coronación.
Está situado a la izquierda del Nilo, en el sur del país, en
Nubia a unos 300km al suroeste de Aswan.
Si bien las a la gran mayoría de nosotros se nos hizo creer
que las pirámides y templos egipcios fueron construidos por
esclavos, esto es no es real, se trata de un mito fomentado
por el cine y la literatura. En realidad, estos fueron
construidos por obreros libres los cuales eran remunerados con especie (cebada, trigo y sal). Incluso se
cree que los faraones les entregaban a los obreros los productos de mejor calidad.   Utilizaban una gran
cantidad de mano de obra especializada, encargada de su construcción y de tallar finamente columnas,
escalinatas, esculturas e inscripciones con jeroglíficos. Las esculturas se hacían frotando arena sobre la roca
con las manos las cuales había que tener lo más pegadas posibles al cuerpo para evitar el descuelgue de las
mismas.

Vista aérea de Abu Simbel


Bibliografía:
Fuentes consultadas:
[ CITATION Lav15 \l 14346 ]
[ CITATION Civ \l 14346 ]
[ CITATION ACN18 \l 14346 ]
[ CITATION Esp12 \l 14346 ]
[ CITATION Gon20 \l 14346 ]
[ CITATION Jos09 \l 14346 ]
[ CITATION UNE60 \l 14346 ]
[ CITATION Ant17 \l 14346 ]
[ CITATION Ecu11 \l 14346 ]
[ CITATION Ark21 \l 14346 ]
[ CITATION his14 \l 14346 ]
[ CITATION Mag16 \l 14346 ]
Repartido utilizado en clase

Imágenes uti lizadas:

https://www.pinterest.com/pin/137359857362506665/
https://www.pinterest.com/pin/753649318864174968/
https://sites.google.com/site/coronelgarciaismael/lamina-no1
https://redhistoria.com/viajar-a-abu-simbel-un-destino-magico/
http://www.egiptoviajes.org/2009/11/abu-simbel/

También podría gustarte