Ut1 Evaluacion

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 24

UNIDAD TEMÁTICA 1.

LAS CONCEPCIONES Y FUNCIONES DE LA


EVALUACIÓN.
INTRODUCCIÓN
El tema de la evaluación es probablemente uno sobre los más se ha
escritos, y analizado a lo largo de la historia de la educación. Se ha intentado
definir, abordar, cuestionar este proceso desde miradas divergentes, se han
puesto a prueba herramientas de evaluación para demostrar su confiabilidad, se
ha renegado de ella, se ha teorizado y se ha debatido mucho sobre el tema. Y, sin
embargo es oportuno volver a pensar en la evaluación., para su análisis y
reflexión.

Se propone abordar el tema de la evaluación desde una mirada que


permita verla como una instancia capaz de mejorar los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Se procede a definir el concepto de evaluación, y luego a
caracterizarlo desde el paradigma clásico y alternativo

Se analiza la evaluación desde el punto de visto teórico y técnico como


instancia que se encuentra relacionada con el proceso de enseñanza y
aprendizaje desde diversos puntos de vista. Se focaliza en el análisis del lugar
que ocupa la evaluación en la escuela, específicamente en el contexto del aula,
sus propósitos, funciones y concepciones.

En esta unidad se pone en foco la concepción de evaluación, sus


características, los paradigmas vigentes, los propósitos y funciones. Se concibe
este instancia como una fuente de información para el docente y el alumno que
posibilita la identificación de las fortalezas y debilidades en el proceso de
enseñanza y aprendizaje para promover su mejora.
1. La evaluación y sus características.

El tratar de elegir una única definición de evaluación es una tarea


compleja, porque cada autor, cada docente, incluso cada alumno, imprime en la
evaluación su cuota personal, su interpretación, su juicio de valor, entonces puede
que se acerque más a una concepción que a otra, pero seguramente, le resultará
difícil elegir una sola definición que reúna todo su pensamiento y su experiencia
personal.

Y a esto se refiere cuando se piensa en la evaluación desde su


complejidad, como un proceso que se manifiesta con variables diversas y con
posibilidades distintas. Ahora bien, es preciso comenzar a focalizar la mirada
sobre esta concepción.

La evaluación es una acción que forma parte del proceso educativo, se


realiza con el fin de investigar, para lograr obtener información y datos, que
posibiliten la toma de decisiones para la mejorara de dicho proceso. La
evaluación es mucho más que el simple hecho de medir, implica una
interpretación, un análisis y una reflexión, que finalmente emite un juicio de valor
sobre el acto educativo.

Evaluar es, entre otras cuestiones, emitir juicio. Se podría decir que toda
evaluación debería ser un proceso continuo de reflexión, de investigación,
formativo, cualitativo e integral. Que requiere recabar toda la información posible,
descubrir todas las potencialidades puestas en juego. A demás es imprescindible
tomar conciencia que evaluar implica también autoevaluarse.

La evaluación debería permitir encontrar articulaciones y también fracturas


entre lo propuesto en las teorías y las prácticas pedagógicas. Como así también
posibilitar el relevamiento de la información, su análisis para arribar a la
construcción de conclusiones que puedan ser comunicadas a los actores
participantes del proceso de enseñanza y de aprendizaje.

Un adecuado proceso evaluativo permitirá reconocer dificultades en el


proceso de aprendizaje y de enseñanza y a partir de la identificación de las
fortalezas y debilidades se podrán reajustar proyectos y actividades. Es decir,
que para los docentes se convierte en un insumo fundamental que le permite
revisar su planificación, y a través de análisis de la secuenciación de los
contenidos, las propuestas de actividades para el logro de los objetivos. A partir
de su implementación y de la observación de la evolución de los alumnos se
arribará a la conclusión de qué objetivos fueron alcanzados, como se lograron
y donde es necesario realizar ajustes en el proceso de enseñanza con el fin
de lograr aprendizajes más eficaces.
Diversos autores han centrado su atención en las connotaciones propias del
proceso de evaluación, llegando a la conclusión que la evaluación tiene en sí
misma diferentes connotaciones a saber:

 Ideológicas: la evaluación implica siempre valorar, emitir un juicio, que,


por supuesto, tendrá que ver con concepciones sociales e históricas
predominantes en un determinado contexto. Analizar qué se evalúa, cómo
se evalúa, y por qué lo se realiza de tal o cual manera, permitirá encontrar
matices que tienen que ver con determinada ideología a la que se adhiere.

 Sociales: sobresalen cuando se observa que el proceso de evaluación da


cuenta el fracaso escolar, convirtiéndose en uno de los principales
indicadores que el alumno puede incurrir en la deserción y exclusión del
sistema educativo que podría concluir en la marginalidad. Cuando se
evalúa, solo con la finalidad de acreditar saberes, sobreviene la
reproducción social, se selecciona al “más capaz” y se excluye al que
parece no serlo. Ahora bien, sería interesante pensar, por qué cuando un
alumno fracasa, se le atribuye solamente a él las causas del mismo. Es
necesario comprender que en el fracaso del alumno se encuentra
involucrado el docente, la institución y el sistema educativo. Por ende,
ante el fracaso es necesario repensar lo que acontece en todos estos
ámbitos y con todos los actores involucrados.

 Psicológicas: muchas veces, la evaluación se transforma en un proceso


de selección y clasificación, que concluye con el etiquetamiento del
alumno. A veces, solo a partir de las calificaciones obtenidas en las
materias, se determina quién es el alumno “inteligente” y quien es el “que
no puede”. No se advierte la influencia que esta aseveración tienen en el
alumno, como influye en su vida. Además se invisiviliza cómo este
etiquetamiento lleva al alumno a responder según la etiqueta que se le
colocó y se lo único responsable se “su fracaso”.

 Pedagógicas: los alumnos buscan aprender aquello que será evaluado, si


se evalúan datos, los alumnos tenderán a darle importancia solo a los
datos, muchas veces es el mismo docente el que anuncia, “Presten
atención a este tema que entra en la pruebita”, y así destaca un contenido
por sobre otro. Es así como el rol del alumno termina siendo el de rendir
examen y no el de aprender y como consecuencia los procesos de
enseñanza y de aprendizaje se ven opacados por la evaluación que se
vuelve protagonistas, en ellas e requiere que el aluno solamente repita lo
enseñado.

 Connotaciones técnicas: la evaluación busca instrumentos, herramientas


que generen información confiable, idónea, consensuada.

Luego de haber realizado la presentación de las connotaciones de la


evaluación se proceden a presentar algunas definiciones:

Lawrence Stenhouse (S/F) sostiene que: “Para evaluar hay que


comprender. Cabe afirmar que las evaluaciones convencionales del tipo objetivo
no van destinadas a comprender el proceso educativo. Lo tratan en términos de
éxito y de fracaso... El profesor debería ser un crítico, y no un simple calificador”.

En el siguiente prezi se podrá encontrar información sobre el modelo


de evaluación de Stenhouse L.
https://prezi.com/f3jqaygojvdj/modelo-de-evaluacion-de-stenhouse/

Alicia Camilloni (S/F) define al acto de evaluar de la siguiente manera:

“Evaluar consiste en principio en emitir un juicio de valor acerca de algo:


objetos, conductas, planes. Estos juicios tienen una finalidad. La evaluación
no tiene un fin en sí misma. No se evalúa por evaluar, se evalúa para tomar
decisiones con respecto a la marcha de un proceso” 1.

El proceso de evaluación consiste en recoger un conjunto de información


reconociéndola como válida, confiable y suficiente en relación con los criterios
seleccionados para fundamentar la toma de decisiones que surgen a partir de la
formulación de los siguientes interrogantes.

La evaluación conlleva tres operaciones básica:

La autora mencionada el párrafo precedente menciona 7 propósitos


involucrados en la evaluación:

1) Determinar los procesos de evaluación


2) Definir la estrategia
3) Selección de técnicas y elaboración de instrumentos de recolección de
información
4) Administración de los instrumentos

1CAMILLONI, A.: Las funciones de la evaluación (Mimeo).


5) Organización y análisis de la información
6) Construcción de un juicio de valor
7) Toma de decisiones

Para profundizar la concepción de evaluación desde la concepción de


aprendizaje significativo se sugiere la consulta en el siguiente sitio:
http://www.euv.cl/archivos_pdf/evaluacion.pdf (1)

Se sugiere remitirse al texto que contienen definiciones de


evaluación, que se encuentra en la sección citas textuales al final de la unidad
temática.

2. Paradigmas de la evaluación: La evaluación como mecanismo de control


o como instancia de aprendizaje.

El término paradigma ha sido usado por Kuhn (1962) como un conjunto de


teorías, métodos y técnicas que en un determinado momento histórico y en el
campo de la disciplina particular, los científicos consideran legítimo y aceptan
como base de su práctica investigativa. Por lo tanto hay una forma de pensar
acerca de la clase de realidad con la que se trabaja.

Desde una conceptualización teórica, Kuhn sostiene que un paradigma está


constituido por teorías reconocidas universalmente que funcionan temporalmente
como modelo y determinan problemas y soluciones, a su vez que se compone por
reglas, bien sean conceptuales, instrumentales, metodológicas.

La referencia a paradigmas hace mención a noción de modelo, ejemplo,


patrón. Es algo que puede servir como directriz o marcar un camino para
establecer límites o determinar un actuar. De acuerdo con el paradigma en que se
esté
Enmarcado, se concibe a la evaluación de un modo u otro, entonces la evaluación
tomará otras características, miradas, objetivos. Luego de definir este concepto se
procede a la presentación de dos los dos paradigmas de la evaluación.

2.1 Paradigma Tradicional de la Evaluación


El análisis del paradigma de evaluación denominado tradicional, se
sustenta en las teorías conductistas que se asientan en dos principios: el de
correspondencia, que considera que lo que se hace y conoce es un reflejo
que se corresponde con la realidad; y el de equipotencialidad, que sostiene
que todas las persona realizan el mismo proceso de aprendizaje. Se podría
afirmar que es con Aristóteles con quien surge la idea de asociación del
conocimiento, a partir de la experiencia sensorial. Dado que postula que se
aprende en función de leyes:

 de contigüidad, que implica que lo que sucede conjuntamente deja


huella común;
 de similitud, que implica que se asocia aquello que es semejante;
 de contraste, por la cual, lo diferente también tiende a asociarse.

Los sentidos adquieren un papel fundamental para el logro del


conocimiento. Como exponentes de las teorías conductistas del aprendizaje
se destaca a John Watson, quien introdujo la idea de estímulo – respuesta,
conexiones que a partir del condicionamiento, pueden lograr nuevas
respuestas. Para este autor, se aprende a través del condicionamiento, a fin
de responder a situaciones nuevas.

Otro autor, que hizo importantes aportes fue B. Skinner, quien diferenció
dos tipos de conductismo, uno denominado clásico o respondiente, en el cual
una conducta se produce por conexiones reflejas específicas, por lo cual frente
a un estímulo, aparece una respuesta automática. El otro denominado
condicionamiento operante, que introduce la noción de refuerzo, positivo
(recompensas) o negativos (castigos) que favorecen o no determinadas
respuestas.
Skinner B.

De lo expuesto precedentemente se desprende una concepción de


evaluación como proceso de comparación entre las conductas que se
manifiestan ante determinadas situaciones de aprendizaje y los objetivos que se
propusieron.

En el paradigma tradicional, los objetivos son los principios que orientan la


evaluación y representan los resultados esperados por el evaluador, quien
establece una comparación entre los mismos (objetivos y resultados). Se valora
así la relación que se pretende alcanzar. Por lo tanto, se puede afirmar que la
finalidad de la evaluación consiste en una comparación de los resultados
alcanzados con los objetivos propuestos.2

El paradigma de evaluación tradicional intenta objetivar todos los datos a


partir de la utilización del método experimental, a través del control lo que se
mide a partir del uso de métodos y técnicas cuantitativas y prescindir de
interpretaciones subjetivas.

En el ámbito educativo, en la evaluación se utilizan instrumentos que


miden a todos por igual, el alumno que obtiene máximos resultados se destaca
y aquellos que obtienen los mínimos son los que no saben. Esto incentiva la
competitividad y hace que el docente mantenga determinado control, siendo el
único que evalúa. Es claro que el interés de este tipo de evaluación se centra
en los resultados que se ponen de manifiesto en conductas observables,
dejando de lado cualquier tipo de proceso interno, es por esto que la evaluación
solo se lleva a cabo al final del proceso.

Ya se ha expuesto que los objetivos tienen un rol fundamental en dicho


paradigma, es por ello que se focaliza en la formulación de los mismos, que los
considera en términos de actuación, en tanto que determinan qué se espera
que el alumno logre al finalizar la instancia de aprendizaje. A los mismos, se los

2 Los esquemas realizados sobre paradigma tradicional y alternativo de la evaluación se hicieron en


función de los presentados en Martínez Filomeno M. y De Maio F. ( 2002) La evaluación un momento
para el aprendizaje. Buenos Aires: Santillana docentes.
denomina objetivos operacionales, puesto que hacen referencia a conductas
observables, refiriéndose a acciones actuales en un contexto dado. Orientan la
selección de contenidos, metodologías y permiten una evaluación “objetiva” de
los resultados obtenidos.

En este paradigma los objetivos se pueden clasificar en:

 Generales, se refieren a aprendizajes complejos que se alcanzan en un


determinado periodo de tiempo.

 Específicos, hacen referencia a aprendizajes simples, concretos y


alcanzables de inmediato.

 Direccionales, enuncian hacia donde se orienta el aprendizaje,


diferenciando los cognoscitivos (contenidos, fenómenos, situaciones a
aprender), psicomotrices (habilidades y destrezas a lograr) y afectivos
(actitudes que se espera que el alumno logre).

 Operacionales, se refieren a un resultado concreto de aprendizaje,


incluyendo los aspectos cognitivos, psicomotrices y afectivos.

A partir de lo expuesto en el paradigma tradicional la evaluación actúa


como un mecanismo de control. Foucault sostiene que el examen «es una
mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar»3.
(p. 189).

El examen se basa en los siguientes mecanismos:


 Tradicionalmente, el poder es lo que se ve, y aquello sobre lo que se
ejerce permanece en la sombra. Sin embargo, el poder disciplinario se
ejerce haciéndose invisible, y en cambio ejerce sobre quienes se ejerce
una visibilidad obligatoria.
 El examen va acompañado de un sistema de registro y de
acumulación documental. De esta forma, el individuo se constituye en
objeto descriptible, analizable, que se estudia en sus rasgos particulares y
en su evolución individual; y por otra parte se constituye un sistema
comparativo que permite el estudio de fenómenos globales y la descripción
de grupos.
 El examen hace de cada individuo un “caso”. Antes, el ser descrito y
seguido detalladamente era un privilegio; con el examen, en cambio se
hace de esta descripción detallada un medio de control y dominación.

3 Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. p. 189)


2.2 Paradigma Alternativo de la Evaluación.

El nuevo paradigma de la evaluación (también llamado alternativo) propone


entender a la misma como una oportunidad de toma de conciencia acerca de
los aprendizajes logrados, así como de las fortalezas y debilidades –
problemas- que aparecen al momento de aprender. Es una posibilidad tanto
para el alumno como para el docente, de mejorar la calidad de enseñanza y de
aprendizaje.

Se podría sostener que este modo de comprender la evaluación sienta sus


bases en el constructivismo, teoría o conjunto de teorías, que postulan que
todo sujeto no es producto solo del ambiente, ni resultado de sus disposiciones
internas, sino que es una construcción propia y diaria que resulta de ambos
factores. Por ende, lo que el individuo conoce, es también una construcción,
realizada sobre esquemas construidos en su relación con el medio, los primeros
se constituyen a partir de los reflejos de succión, moro y prensión.

En la postura constructivista el alumno es quien ocupa un rol central en el


proceso de enseñanza y de aprendizaje, ejerce un papel activo mentalmente
para adquirir conocimientos. El docente, es el encargado de crear situaciones
capaces de favorecer los aprendizajes, potenciando las capacidades de los
alumnos.
Uno de los principales exponentes del constructivismo es Jean Piaget,
quien sostiene que el desarrollo de la inteligencia es resultado de un proceso de
equilibrio entre el proceso de asimilación y acomodación y del Sujeto y el
Objeto de conocimiento. En su teoría describe diferentes procesos:

 Asimilación: se caracteriza por la incorporación de algunas


características del contexto a las estructuras del sujeto.

 Acomodación: se refiere a la modificación de las estructuras del Sujeto.

 Adaptación: permite al Sujeto adecuarse a la interacción con el medio,


a veces a través de la estabilidad y otras, del cambio.

Ante determinado conflicto (desajuste entre esquemas del Sujeto y la


realidad), el Sujeto busca una respuesta satisfactoria, y construye un nuevo
equilibrio que permite adaptarse al medio e interactuar con él.

Para la comprensión del paradigma alternativo de la evaluación, resulta


interesante la introducción de un concepto fundamental para trabajar en
diferentes contextos específicamente el áulico. La “zona de desarrollo
próximo” (ZDP), definida por Vygotsky como:

“ (…) la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la


capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema
bajo la guía de un adulto o en colaboración de otro compañero ,más
capaz.”4

Se procederá a explicar la definición enunciada en el párrafo precedente


contextualizada en el ámbito del aula. .Cada alumno tiene un nivel real de
desarrollo, refiriéndose a lo que conoce, sabe y puede realizar por sí mismo,
además también, posee una zona de desarrollo próxima, en la cual hay
4Vygotsky, L. En: Luchetti, E. y Berlanda, o. 1998.
estructuras que aún no están listas pero lo estarán en breve, si el alumno
interactúa con un par más avanzado o con un docente, es decir con alguien que
ocupe el lugar de guía, orientador.

Para ampliar el conocimiento sobre la concepción de ZDP, se


sugiere remitirse al siguiente link donde encontrará un artículo de Luis Moll.

file:///C:/Users/Sandra/Downloads/DialnetLaZonaDeDesarrolloProximoYLaZonaSincre
ticaDeRepres-48359.pdf (2)

Surge entonces el siguiente interrogante: ¿cómo puede el docente


favorecer esa zona de desarrollo próximo para que muy pronto se convierta en
una zona de desarrollo real? El docente deberá situarse en una distancia
óptima con respecto a lo que el alumno ya sabe, intentando que mismo
alcance un nuevo aprendizaje. Si la distancia entre el nivel de desarrollo real y
el potencial es muy amplia, el alumno no se interesará, y probablemente realice
un aprendizaje memorístico y mecánico. A su vez, si al alumno se le proponen
actividades o materiales muy cercanos a su nivel de desarrollo real, de tal modo
que no requiere poner en juego esfuerzos mínimos, el alumno se verá
desmotivado o falto de interés. Entonces es esencial que el docente conozca el
nivel de desarrollo real de sus alumnos y tenga en cuenta sus posibilidades de
superación, sus potencialidades y trabaje en función a las mismas proponiendo
actividades que impliquen un desafío que el alumno pueda lograr alcanzar.

A partir de lo expuesto surge el siguiente interrogante ¿qué lugar ocupa


la evaluación?. Permite reconocer el nivel de desarrollo real y plantease el nivel
de desarrollo potencial de los alumnos y así pensar qué tipo de acciones,
estrategias y actividades, pueden ser útiles a la hora de orientarlo en sus
aprendizajes.

El paradigma alternativo de la evaluación tiene como finalidad el logro


de aprendizajes significativos.

Para poder aprender significativamente, el alumno o cualquier sujeto, debe


intentar relacionar los conocimientos nuevos con conceptos o proposiciones que
ya conoce. Es un sujeto activo, que hace un esfuerzo por conectar lo nuevo con
contenidos que ya son parte de su estructura cognitiva.

“Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un sólo


principio, enunciaría éste: el factor más importante que influye en el
aprendizaje es lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese
consecuentemente” (Ausubel, 1986).

Para lograr un aprendizaje significativo es necesario:

 Que haya motivación por parte del alumno para que intente
establecer vínculos entre los conocimientos.

 Que la estructura cognitiva del alumno esté preparada para “dar


significado” al nuevo material. Por ello son tan importantes los
conocimientos previos que los sujetos posean.

 Que el material a presentarse tenga una estructura lógica, es decir


que tenga significado y sentido en sí mismo, que sea claro y ordenado.

 Que haya un docente que guíe al alumno para que sea capaz de
encontrar las relaciones entre nuevas y viejas ideas.

Para ampliar el conocimiento sobre la concepción de aprendizaje


significativo se sugiere la visualización del siguiente video.

https://www.youtube.com/watch?v=-487-TiZGZQ

El paradigma alternativo de la evaluación es una manera de entender a este


proceso como un dispositivo pedagógico capaz de producir conocimientos,
ligado tanto al proceso de enseñanza como al de aprendizaje. Se propone
entender a la evaluación como un proceso a través del cual cada alumno puede
construir su propio sistema de aprendizaje, promoviendo la reflexión sobre los
propios procesos de pensamiento y acción.

Es preciso interrogarse acerca de qué significan los objetivos para este


paradigma de evaluación. Por un lado, se refieren a cambios duraderos de la
conducta, no solo en relación a contenidos, sino integrados con actividades. Se
proponen a largo plazo, respetando la idea de proceso, y posibilitando la
realización de la tarea en diferentes contextos. Es de importancia destacar que
los objetivos, en este paradigma, toman en cuenta los procesos internos de los
sujetos, no solo lo observable.

En este paradigma, el acto educativo es un hecho complejo en el que se


reconocen diferentes componentes con diversas funciones:
 Docentes: encargados de seleccionar contenidos significativos, de
intervenir en la diagramación de actividades de enseñanza capaces de
motivar a los alumnos y promover aprendizajes significativos, de determinar
(a través de la evaluación) si los aprendizajes han podido ser construidos
por los alumnos, a la vez que de tener la capacidad de reconocer si su
accionar ha facilitado o no la construcción de los aprendizajes.
 Alumnos: deberán comprender que el aprendizaje es una construcción de
significados personales, porque requieren de la participación activa en la
construcción de sus conocimientos, identificando estrategias y
reconociendo sus propias fortalezas y debilidades en la construcción del
conocimiento.
 Contenido: no se limita a lo conceptual, sino también a los procedimientos
y actitudes que un sujeto desarrolla para construir el conocimiento.
 Contexto: es el lugar donde se producen el proceso de enseñanza, el
proceso de aprendizaje y el proceso de evaluación, que interviene en la
relación que se logra entre el docente, el alumno y el contenido,
favoreciendo u obstaculizando los procesos mencionados.

3. Propósitos y funciones de la evaluación.

Es preciso diferenciar la concepción de propósito y función. LA primera


hace referencia a aquello que lleva a actuar, que da el impulso para..., es lo que
genera la acción. Mientras que la segunda surge como una necesidad para..., una
acción para satisfacer determinada necesidad.
Pensar en los propósitos y las funciones de la evaluación, lleva a
plantearse o al menos a preguntarse, por qué la evaluación se ha constituido en
una instancia fundamental de las situaciones educativas y por qué se genera
esta necesidad de evaluar. Se podría pensar que a través de la evaluación se
busca guiar los procesos de aprendizaje de los alumnos, recabando información
acerca de sus fortalezas y debilidades, para así mejorar las estrategias de
enseñanza; a su vez, la evaluación tiene como propósito relevar los resultados
tanto del proceso de enseñanza, como del de aprendizaje. Y está claro que, toda
evaluación, tiene como propósito estimar, apreciar, comprender, mejorar y
comunicar como acontecen los procesos de enseñanza y de aprendizaje y los
resultados.

3.1 Propósitos de la evaluación


 Evaluar para estimar, se pretende observar objetivamente un
aspecto de la realidad centrándose en los resultados. De este modo, la
evaluación ejerce una función de control, puesto que se analiza el
desempeño de quienes intervienen en el proceso de enseñanza y en el
de aprendizaje de modo cuantitativo principalmente.

 Evaluar para mejorar, ya sea programas, enfoques de enseñanza,


innovaciones que tiendan a fortalecer el aprendizaje, aspirando a que la
evaluación cumpla con su función de formación y transformación, y
tienda a introducir avances y reformas beneficiosas para el sistema
educativo.

 Evaluar para dialogar y comunicar resultados, se busca generar


compromisos que permitan comprender el por qué evaluar determinados
contenidos y situaciones, para así lograr la función de comunicación,
con la finalidad que todos los participantes puedan analizar los procesos
de evaluación.

 Evaluar para apreciar, este propósito refiere a la observación de


una situación en un determinado contexto, en relación con los criterios
cuantitativos y cualitativaos acerca del proceso y del resultado del
aprendizaje, a través de la fijación de metas y objetivos. Esto brinda la
posibilidad de cumplir con una función jerarquizadora de la evaluación,
que tiende a resaltar lo que se considera primordial en todo proceso de
aprendizaje.

 Evaluar para comprender, se intenta hallar las fortalezas y las


causas que dificultan los aprendizajes y así poder reparar en ellas, para
a partir de las primeras abordar los obstáculos, de este modo se logra la
función de diagnóstico y mejora del aprendizaje.

La evaluación es un proceso que alude a diversos propósitos y


funciones, aunque en lo cotidiano se lo simplifique a la calificación, como se ha
visto es mucho más que esto. Sería interesante, como docentes, poder
transmitir a los alumnos la importancia de tomar en cuenta el proceso que
implica la instancia de evaluación y como índice en la mejora del
aprendizaje dado que posibilita analizar cómo se arriba al resultado. Es más
sencillo considerar la evaluación solo como una instancia de calificación en
donde se coloca un puntaje, que no siempre da cuenta de los aprendizajes
logrados.

3.2 Funciones de la evaluación.


 Función diagnóstica: es aquella que se caracteriza por realizarse
previamente al proceso de enseñanza y de aprendizaje, cuyo fin es
encontrar fortalezas y debilidades del grupo de alumnos, para, de este
modo, ser capaces de adaptar las estrategias de enseñanza a las
posibilidades reales de aprendizaje. Posibilita identificar conocimientos
previos, para prever dificultades y para conocer mejor la realidad del
aula con la que se cuenta. Una adecuada evaluación diagnóstica,
permite seleccionar mejores estrategias de enseñanza y aprendizaje, así
como de contenidos, actividades y metas, lo cual me permitirá obtener
resultados eficaces.

 Función selectiva y de control: se toman las calificaciones como


mecanismo de elección de los alumnos que permanecen y desarrollan
su trayectoria educativa “normalmente”, o bien aquellos que por
obtener bajas calificaciones recorren trayectorias alteradas que a
veces los dejan fuera del sistema.

 Función comunicativa: que tiene que ver con dar a conocer, mostrar
logros y dificultades, no solo a los alumnos, sino también a los padres, a
los docentes, asesores pedagógicos, directivos y demás. Hay que tener
en cuenta que se elegir mostrar logros y dificultades, o solo centrarse
en aquello que más cuesta, que se torna obstaculizante, focalizar solo
en los errores puede derivar en el etiquetado del alumno, en su
rotulación y por ende favorecer el fracaso.

 Función formativa: promueve el perfeccionamiento del proceso de


enseñanza y de aprendizaje, porque permite al docente reformular
estrategias, observando, acompañando, analizando el devenir del
aprendizaje.

 Función mejoradora del aprendizaje: Impulsa el trabajo de los


alumnos para que la consideren como una posibilidad para generar
auto competencia y lograr un rendimiento más adecuado. Al docente
le permite formular de manera más realista sus objetivos, porque
promueve la realización de un mejor diagnóstico de las posibilidades y
dificultades de los alumnos.

 Función transformadora: tiene que ver con la evaluación de nuevos


recursos, de estrategias innovadoras, de proyectos que atañen no solo
al aula, sino a la institución en su conjunto. Implica la participación de
todos, en la generación de cambios y en la evaluación de los mismos.

4. La evaluación una fuente de información para el docente y el alumno.

Al igual que en el proceso de enseñanza y aprendizaje, en la evaluación se


produce la interacción entre el docente y el alumno. Es importante señalar que
aquellos que conciben la evaluación solo como la culminación del proceso de
enseñanza, hacen que pierda su riqueza en cuanto a instancia formadora.
A partir de lo expuesto es necesario destacar lo propuesto por Camilloni
acerca del círculo funcional de la evaluación. Se refiere con ello al momento de
la evaluación donde al examinar a un alumno el docente no solo aprecia los
conocimientos que este posee, sino que también se examina a sí mismo; primero
como enseñante, porque podrá ver si a través de sus clases el alumno construyó
un aprendizaje significativo; luego como planificador, desde la organización de
sus contenidos y la propuesta de actividades para trabajarlos; finalmente como
evaluador, refiere a los instrumentos que se construyen, sus características y sus
criterios al evaluar. Es decir, el docente es al mismo tiempo sujeto y objeto de la
evaluación.

En la evaluación como proceso es importante tomar en consideración las


siguientes instancias.

 Autoevaluación: complejo proceso que requiere objetivar las


acciones, asumiendo un compromiso. Para autoevaluase es necesario
descentrarse y mirarse como si fuera otro y reflexionar sobre el
proceso de enseñanza y evaluación llevado a cabo. Es preciso tener
claro los supuestos sobre los que se basa el: qué, para qué, el por qué
y el cómo se enseña y se evalúa. Esto permite reconocer los saberes
las capacidades, las fortalezas y debilidades de los actores
intervinientes en el acto educativo.

 Heteroevaluación: consiste en que una persona evalúe lo que otra ha


realizado. Posibilita al alumno y al docente identificar fortalezas y
carencias que es necesario reforzar, evitar repeticiones innecesarias de
objetivos ya alcanzados, proponer objetivos reales, adecuados a las
necesidades e intereses del grupo, pensar actividades superadoras de
obstáculos visualizados, a partir de los aspectos fortalecidos.

 Coevaluación: es un proceso de evaluación conjunta que realizan los


alumnos y los docentes sobre su actuación, a partir de tomar en
consideración criterios de evaluación consensuados que permiten
identificar logros personales y grupales, fomentar la participación,
reflexión y crítica constructiva ante situaciones de aprendizaje yd e
enseñanza, desarrollar actitudes que integren el grupo, mejorar la
responsabilidad con el trabajo, fomentar un ambiente de compromiso.

Una de las ventajas esenciales de la evaluación es la de retroalimentar la


enseñanza y el aprendizaje, a través de ella es posible obtener información que
puede ser devuelta al alumno, para que éste sea capaz de orientar su desempeño
a futuro, y a su vez, el docente puede reflexionar sobre su práctica.

Carol Hogan lo sintetiza en la expresión, que una buena práctica educativa


debe ser válida, explícita y educativa. Cuando se refiere a válida, tiene que ver
con evaluar lo que se compromete a enseñar; explícita, porque son claros desde
el principio los criterios de evaluación; educativa, por promover el aprendizaje.
También se puede afirmar que una adecuada evaluación debe ser internalizable,
es decir, beneficia la a formación de criterios de autoevaluación.

Una adecuada práctica evaluativa estimula a los alumnos porque les


permite ser reconocidos como sujetos pensantes, y aprender de sus propios
errores y estimularse con sus aciertos.

Santos Guerra sostiene que: "El juicio de valor que la evaluación


realiza se basa y se nutre del diálogo, la discusión y la reflexión compartida de
todos los que están implicados directa o indirectamente en la actividad evaluada"
El docente debe entablar un diálogo consigo mismo y con sus colegas,
autoevaluarse, poner en tela de juicio su forma de evaluar. Si el educador no se
interroga sobre su práctica evaluativa corre el riesgo de caer en la rutina y de no
poder mejorar y aprender. Esta indagación puede hacerse junto a otros
compañeros de la misma institución, en espacios compartidos de reflexión
colectiva, en la medida de lo posible. A su vez, el docente que ayuda y orienta a la
autoevaluación de sus alumnos, genera posibilidades de reconstrucción de
saberes.

Es oportuno recurrir a los aportes de Bruner quién formula nueve


postulados que tienen que ver con la problemática educativa, y Litwin E. los
analiza en relación con la evaluación:

 Postulado perspectivista: reconoce que la construcción de cualquier


hecho es relativa a un punto de vista, es decir que comprender algo de
algún modo, no excluye otro camino de comprensión. En lo relativo a la
evaluación, es preciso alentar la utilización de diferentes caminos para la
construcción de conocimientos.
 Postulado de los límites: reconoce que existen diferentes modos de
conocer, pensar, sentir y percibir, a su vez que, las experiencias previas
condicionan, por eso es preciso favorecer la indagación de diferentes
maneras de construcción de significados.
 Postulado del constructivismo: reconoce la realidad como una
construcción social, adaptarse al mundo, entenderlo, cambiarlo es parte de
la educación. La evaluación colabora en la comprensión de la realidad de
modo crítico y genera oportunidades de construcción de nuevos
significados.
 Postulado interactivo: refiere a la relación con el otro en cuanto a la
construcción del conocimiento. Se concibe a la evaluación como una
oportunidad de coevaluación.
 Postulado de externalización: concibe el aprender como la posibilidad de
resolver problemas y plantear preguntas. Proponer este tipo de desafíos,
puede ayudar a realizar evaluaciones que se centren en el proceso de
aprendizaje logrado por el alumno para la resolución delas situaciones
problemáticas.
 Postulado instrumentalista: sostiene que la escuela privilegia
determinado uso de la mente. Propone pensar evaluaciones más amplias
que permiten tener en cuenta talentos e intereses que no siempre son
valorados y que son capaces de mejorar los aprendizajes de los alumnos.
 Postulado institucional: se basa en una lógica y distribución de roles
específicos, en el que el alumno ocupa un determinado lugar. La
evaluación, debería invitar a recuperar el sentido de la enseñanza, de la
participación, de la creatividad, y no ser solo una instancia de medición y
control.
 Postulado de identidad y autoestima: sostiene que tanto los éxitos como
los fracasos ayudan a desarrollar la personalidad. En la evaluación la
identificación de los aciertos y los errores posibilitan la mejora del
proceso de aprendizaje en diversos contextos.
 Postulado narrativo, propone implicancias reflexivas, de comprensión,
argumentación y de situaciones atractivas de ejemplificación.

Se sugiere remitirse a la sección citas textuales que se


encuentra al final de la unidad temática donde encontrará Los postulados de J.
Bruner.

Jerome Bruner propone a la escuela y a la evaluación como una


oportunidad para pensar, reflexionar, expresar el conocimiento a través de
diferentes vías. Desde esta perspectiva, las evaluaciones posibilitan a los alumnos
construir y producir para aprender. Es, desde esta mirada, que el docente debe
entablar el diálogo con los alumnos para indagar lo que conocen, y lo que no,
dejando de lado los prejuicios, con el fin de lograr una evaluación integral.

Una evaluación integral requiere de la incorporación del proceso de


metaevaluación., entendida como la evaluación de la evaluación, la que permite
tomar conciencia de los cambios que son necesarios llevar a cabo para mejorar
la práctica. En la metaevaluación se consideran todos los aspectos relacionados
a la reflexión y observación de las prácticas de evaluación: criterios, estrategias,
instrumentos, modos de calificar. De este modo, es posible identificar, las
fortalezas y los abusos, contradicciones, problemas a la hora de evaluar.

A partir de lo expresado se puede concluir que la evaluación no es un


proceso neutral u objetivo, sino que tiene que ver con estimar una realidad
compleja. El docente evalúa al alumno y también su propia acción, las
estrategias de enseñanza que ha utilizado, debe hacer un juicio reflexivo. Para
evaluar, ya esta altura, está claro, no alcanza con medir, sino que hay que
comprender circunstancias, procesos, significados, historias, y de este modo
retroalimentar la enseñanza.

Para ampliar el conocimiento sobre la concepción de


metaevaluación, se sugiere remitirse al siguiente link donde encontrará un
artículo de Luis Sime.

file:///C:/Users/Sandra/Downloads/Dialnet-Metaevaluacion-5056785.pdf (3)
SINTESIS
La evaluación es uno de los temas más estudiados y atractivos dentro del
campo de la educación; sin embargo no siempre se ha abordado desde una
mirada compleja que la reconozca parte del proceso educativo que contempla
todos los factores en que el mismo se desarrolla.

El abordaje y la lectura de diferentes concepciones permiten construir una


mirada integral y global acerca del proceso evaluativo. La multiplicidad de
definiciones que atraviesan el concepto, caracterizan sus aspectos principales y
determinan la constitución de dos paradigmas diferenciados. El paradigma
tradicional, relacionado a las teorías conductistas, que centra su atención en el
logro de resultados observables y comprobables; y el paradigma alternativo,
relacionado con teorías constructivistas, que renueva la mirada y permite
comprender que la evaluación es un proceso relacionado a la enseñanza y el
aprendizaje y que presenta la posibilidad de mejorarlos.

El análisis de las connotaciones propias del proceso evaluativo permiten


comprender las funciones, consecuencias, decisiones que se toman en torno a la
evaluación y posibilitan hacer una revisión sobre las mismas, sobre todo en el
sistema educativo en el que se construyen subjetividades y la emisión de un juicio
de valor puede ser condicionante.

Finalmente, se diferencian y revisan los propósitos y las funciones de la


evaluación ante el cuestionamiento que plantea por qué la evaluación se
considera esencial y fundamental en el proceso educativo. Con la presentación de
los conceptos de autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación, se invita a
pensar a la evaluación como proceso reflexivo que apunte al pensamiento crítico y
facilite el trabajo hacia una valoración que mejore los procesos de enseñanza y de
aprendizaje. Para tal fin, se retoman los postulados de J. Bruner acerca de la
problemática educativa, en un análisis de E. Litwin que establece relaciones con la
evaluación y un mejor aprovechamiento de la misma desde un enfoque práctico.

El reconocimiento de la evaluación como proceso en relación con la


enseñanza y aprendizaje resulta fundamental para comprenderlo desde la mirada
propuesta, que la entiende como una posibilidad de mejorar la educación.

AUTOEVALUACIÓN

Respondan el siguiente cuestionario a modo de integración de los


contenidos estudiados:

1. ¿Cómo definiría la evaluación desde el paradigma clásico y desde el


alternativo?
2. ¿En qué consiste el círculo funcional de la evaluación?
3. ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre el paradigma clásico y el
alternativo de la evaluación?
4. ¿Cuáles son las connotaciones del proceso de evaluación?
5. ¿Cuáles son los propósitos y funciones de la evaluación?
6. ¿Qué relaciones puede establecer entre propósitos y funciones?
7. ¿Por qué la evaluación es una instancia que se transforma en fuente de
información para el docente y el alumno’
8. ¿Cuáles son las instancias que se deben considerar en la evaluación para que
se convierta en una fuente de información?
9. ¿Cómo se define y qué características posee el proceso de metaevaluación?
10. ¿Cuáles son los aportes que realiza Litwin a la evaluación a partir de los
postulados de Bruner desde su?

ACTIVIDADES DE REFLEXIÓN Y APLICACIÓN


1. Seleccione dos pruebas que haya utilizado en algunas de las áreas o
materias en las que se desempeña y lleve a cabo las siguientes acciones:

 Analice las pruebas seleccionadas en función de los cuadros de


paradigma clásico y alternativo de la evaluación
 Elabore un pequeño informe descriptivo (máximo 2 hojas) donde
señale los aspectos que tomó en consideración para enmarcar
las evaluaciones seleccionadas en alguno de los paradigmas.

2. A partir de la lectura de las definiciones de evaluación presentadas en la


sección de citas textuales al final de la unidad didáctica se le solicita que:

 Indique cuáles incluiría en el paradigma clásico y cuáles en el


paradigma alternativo. Justifique su respuesta a partir de lo
expuesto en propósito y funciones de la evaluación.
CITAS TEXTUALES

Martínez Filomeno M. y De Maio F. (2002) La evaluación un


momento para el aprendizaje. Buenos Aires: Santillana docentes. Módulo 1.

“Evaluación: actividad sistemática y continua, integrada dentro del proceso


educativo que tiene por objeto proporcionar la máxima información para mejorar
este proceso, reajustando sus objetos, revisando críticamente planes y programas,
método y recurso, y facilitando la máxima ayuda y orientación a los alumnos. El
concepto (…) es más amplio que el de medición y más complejo. En efecto, no es
solo una interpretación de una medida en relación a una norma estadística ya
establecida (…) o en relación a unos objetos o patrones de conducta (…), sino
además, un juicio de valor sobre una descripción cualitativa”.
Diccionario de las Ciencias de la Educación. México, Santillana, 1996, pág. 63.

“La evaluación implica conocer, analizar y emitir un juicio de valor sobre la calidad,
la corrección o la oportunidad de lo que se evalúa con el fin de orientar a la toma
de decisiones que contribuyan a la mejora de ésta calidad”.
Luque Freire, H. y Díaz Díaz, H. Curso de formación para la evaluación. Lima,
Santillana, 2000, Bloque 1, pa´g. 13.

“Evaluación es el proceso de obtención de información y de su uso para formular


juicios que a su vez se utilizarán para tomar decisiones (…)
Evaluar es investigar la práctica docente, por ello, para determinar la calidad de la
tarea del docente o de una institución, no sólo se deben juzgar los logros, éstos
son un dato importante pero no se puede generalizar, el por ciento de aplazos por
sí solo no puede indicar que un docente es malo o por el contrario tampoco se
puede afirmar que un docente realiza una tarea de calidad porque todos sus
alumnos aprueban”.
Avolio de Cols, S. La evaluación del aprendizaje en el marco de los proyectos del
aula. Buenos Aires, Marymar, 2000, pág 24-28.
“Entendemos por evaluación de programas o proyectos sociales una actividad
programada de reflexión sobre la acción, basada en procedimiento sistemático de
recolección, análisis e interpretación de información, con la finalidad de emitir
juicios valorativos fundamentados y comunicables sobre las actividades,
resultados e impacto de esos proyectos o programas, y formular recomendaciones
para tomar decisiones que permitan ajustar la acción presente y mejorar la acción
futura”.
Nirenberg, O.; Barawerman J. Y Ruiz V. Evaluación para la transformación:
innovaciones en la evaluación de programas y proyectos sociales. Buenos Aires,
Paidós, 2000, pág. 32 (Itálicas en el original).
“...Hay que evaluar para obtener datos de forma permanente acerca del
funcionamiento de la enseñanza y el aprendizaje, de manera que sea posible
incorporar al mismo las correcciones o refuerzos necesarios y así, mediante su
regulación continua, intentar que la mayor parte del alumnado alcance los
objetivos previstos. De esta forma, no evaluaremos solo para ´calificar´, sino que
lo haremos fundamentalmente para perfeccionar el proceso y llegar mejor a
resultados favorables para todos”.
Ramo Traver, Z. Y Casanova, M. Teoría y práctica de la evaluación en la
educación secundaria. Madrid, Escuela Española, 1996, pág. 12.

“La evaluación, en su nivel más visible, opera como un ´eje´ que articula el ´juego¨
entre tres tipos de actores, docentes, alumnos y padres, o quienes desempeñen el
rol sustituto de éstos. Pone en contacto ´a los protagonistas´ de los actos
educativos con los padres, que son actores ´puentes´ entre lo escolar y
extraescolar. En realidad la evaluación es la instancia por excelencia en términos
de los ´asuntos´ que suelen poner en relación a los tres tipos de actores, porque
sus resultados tienen repercusión sobre la trayectoria educativa de los alumnos,
sobre sus posibilidades futuras más allá del campo educativo, sobre las
expectativas de los padres y sobre la responsabilidad del maestro”.
Bertoni, A.; Poggi, M. y Teobaldo, M. Evaluación. Nuevos significados para una
práctica compleja. Buenos Aires, Kapelusz, 1995, pág. 14.

POSTULADOS EDUCATIVOS DE BRUNER


(…)
El postulado perspectivista. Este tiene que ver con el papel que toma la perspectiva en
cuanto a la creación del significado, pues todos los conceptos o conocimientos que se
construyen son relativos a la matiz o marco de referencia bajo los cuales se construyan.
El postulado de los límites. Este postulado tiene está relacionado con las formas de
creación de significado accesibles a los seres humanos, ya que estos son limitados por el
funcionamiento natural de la mente y de la cultura.
El postulado del constructivismo. Este postulado tiene que ver con los procesos de
creación de la realidad en el individuo, pues estos -como su nombre lo dice- se
construyen, se elaboran, no se encuentran.
El postulado interaccional. Este postulado consiste en el trabajo de intercambio humano
que se da en una comunidad que interactúa constantemente, estos presuponen como
mínimo dos elementos para el proceso interactivo puede ser de un maestro a un aprendiz,
o de un objeto por ejemplo un libro, a un lector.
El postulado de la externalización. La principal función de este postulado es plantear que
las obras culturales que resaltan la identidad y la colectividad de una sociedad, son piezas
que alcanzan una vida propia que cobra significado para el círculo social donde toma
valor, así, las culturas se pueden ver identificadas en dichas obras.
El postulado del instrumentalismo. Este postulado habla de cómo la educación provee al
educando con algunos instrumentos que le permiten desarrollarse dependiendo de la
habilidad (talento) y la oportunidad.
El postulado institucional. Este postulado plantea que la educación se institucionaliza en el
mundo desarrollado, sin embargo, lo que distingue la escuela de otras instituciones es su
papel especial de preparar a los niños para tomar una parte más activa en esas otras
entidades de la cultura.
El postulado de la identidad y la auto-estima. Este postulado plantea que la educación
humana debe dirigirse hacia la creación o formación del yo, pues este fenómeno de la
experiencia humana es lo más universal de los hombres, ya que le permite reconocerse y
reconocer a otros.
El postulado narrativo. Este último postulado es sobre la forma en que el niño puede
crearse su mundo personal a través de la producción de historias, así, este logra
identificarse y posicionarse en una cultura al encontrar su propio mundo. Este postulado
es más general que los anteriores porque ayuda al niño en su modo de pensar y sentir.
(…)
Extraído de http://kathie87.blogspot.com.ar/2009/05/postulados-educativos-de-
bruner.html

BIBLIOGRAFÍA

Anijovich (R. (Comp) (2010) La evaluación significativa. Buenos Aires: Paidos


editorial. Col. Voces de la educación 1 º ed.
Ahumada Acevedo P. (2001) La evaluación un concepción de aprendizaje
significativo. Chile: Universidad Católica de Valparaíso. Extraído de:
http://www.euv.cl/archivos_pdf/evaluacion.pdf
Ballester, M. (2000) Evaluación como ayuda al aprendizaje. España: Editorial
Laboratorio Educativo.

Bruner, J. (1997) La educación, puerta de la cultura. Madris: Visor.

Camilloni, A. (1995) La evaluación como una operación de construcción y de


comunicación de un juicio de valor. Buenos Aires: Novedades Educativas.

Caparro Rondon, J. (2009) Postulados educativos de Bruner. Extraído de:


http://kathie87.blogspot.com.ar/2009/05/postulados-educativos-de-bruner.html

Gauquelin, F. (2002) Aprender a aprender. Bilbao: Ediciones Mensajero.

Lamas, A. M. (2005) La evaluación de los alumnos. Acerca de la justicia


pedagógica. Buenos Aires: Ediciones Homo Sapiens.

Litwin E., y otros. (1998) La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico


contemporáneo. Buenos Aires: Paidós Educador.
Martínez Filomeno M. y De Maio F. (2002) La evaluación un momento para el
aprendizaje. Buenos Aires: Santillana docentes.

Moll, L. (S/F) La zona de desarrollo próxima de Vigotsky Una reconsideración de


sus implicancias para la enseñanza. Extraído de:
file:///C:/Users/Sandra/Downloads/DialnetLaZonaDeDesarrolloProximoYLaZonaSin
creticaDeRepres-48359.pdf

Sanjurjo, L. (2002) La formación práctica de los docentes: reflexión y acción en


el aula. Rosario. Homo Sapiens Ediciones.

Santos Guerra M.A. (2007) La evaluación como aprendizaje. Una flecha en la


diana. Buenos Aires: Bonum.

Sime, Luis (S/F) Metaevaluación: Ir más allá de la evaluación para volver sobre
ella. Extraído de:
file:///C:/Users/Sandra/Downloads/Dialnet-Metaevaluacion-5056785.pdf

También podría gustarte