Isabel de Portugal
Isabel de Portugal
Isabel de Portugal
de Portugal
1503-1539
La vida de Isabel de Portugal, a pesar de estar en la historia unida a su esposo Carlos I
de España y V de Alemania, se desconocen sus grandes dotes como gobernanta, en las
largas ausencias de su esposo cuya extensión de dominios le impedía gobernar solo.
Ese gobierno sustituyendo a Carlos, lo hizo en soledad, una soledad, pudo costarle la
vida a tan corta edad, la tristeza, soledad y amplias responsabilidades de gobierno,
podrían haber sido la causa de su prematura muerte.
Conozcamos algunos detalles sobresalientes de su vida.
Su infancia
Isabel fue educada como princesa real que era. Estudió latín y otras lenguas,
conocimientos de ciencias, música y religión. Recordemos que su madre
había recibido una educación humanista en su juventud en la corte
castellana.
María, la madre de Isabel murió al dar a luz a su octavo hijo. Es
en este año de 1517 cuando la vida de Isabel sufre un giro que
la convierte en mujer antes de tiempo, pues al poco tiempo de
perder a su madre, su padre contrajo matrimonio con Leonor,
hija de Juana de Castilla.
La mujer que se casara con Carlos I , debería ser escogida con sumo cuidado, pues ya en estos años de la adolescencia de
Isabel, Carlos había recibido una gran herencia que abarcaba territorios en casi todo el mundo conocido.
Isabel siempre estuvo entre las mejores posicionadas, aunque distintos asuntos políticos retrasaban el compromiso
oficial. Años más tarde, en 1521, muere el padre de Isabel, Manuel, rey de Portugal. Sube al trono del país vecino Juan III
, hermano de Isabel. De manera, que para afianzar las relaciones entre los dos países más poderosos de Europa por
aquel entonces, se propone un doble matrimonio entre Carlos I e Isabel de Portugal, y por otro lado, Juan III con
Catalina, la hermana pequeña de Carlos.
En 1525, unos años después del acuerdo, ya está todo listo para realizar el doble matrimonio.
Por un lado, Catalina, abandona su reclusión en el monasterio de Tordesillas, donde cuidaba a su madre ,
la reina Juana.
Por otra parte, Isabel , unos meses más tarde, firma las capitulaciones de matrimonio en octubre de 1525.
En un primer momento se realiza la boda por poderes, aunque ya como reina de Castilla viaja hasta Sevilla
en marzo de 1526 para conocer a su marido y casarse ambos en los Reales Alcázares de Sevilla.
Un matrimonio en el que hubo amor mutuo . Isabel y Carlos, a
pesar de no haberse escogido por amor, recordemos todas las
difíciles negociaciones previas, desde el primer momento que
se vieron, sintieron atracción física que fue derivando en una
relación plena de confianza.
Isabel fue una buena reina, hizo aquello que se esperaba de las
mujeres de la realeza, dar muchos herederos a su rey y ayudar en
lo posible en el gobierno de sus reinos.