Sustitución de Medida Cautelar

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Magistrado Ponente Doctor ELADIO RAMÓN APONTE APONTE

El 18 de mayo de 2006, ante la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo


de Justicia, fue presentada una solicitud de avocamiento propuesta por los
ciudadanos abogados Antonio José Gago Bermúdez, Yuvasy Ascanio Leal y Arturo
López Masso, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado, bajo los
números 79.378, 103.526 y 44.306, respectivamente, defensores del ciudadano
Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri, chileno, con cédula de identidad Nº
82.526.739, actualmente recluido en la Unidad de Aprehensiones del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas, el Rosal, Caracas, con motivo
de la causa penal Nº 4828-06 que se le sigue ante el Juzgado Quincuagésimo
Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, por la supuesta comisión del delito de
Apropiación Indebida Calificada, tipificado en los artículos 468 y 470 del Código
Penal.
El 22 de mayo de 2006, se dio cuenta en la Sala de Casación Penal, del recibo
del presente expediente y se designó ponente al Magistrado Doctor Héctor Coronado
Flores, siendo reasignada la ponencia por razones de criterio, el 22 de junio de 2006,
al Magistrado Doctor Eladio Ramón Aponte Aponte, quien con tal carácter suscribe
la presente decisión.

El 28 de junio de 2006, la Sala admitió el avocamiento y acordó solicitar:


“… a la Presidencia del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, el expediente original y todos los recaudos relacionados con el mismo, a
los fines de decidir si realmente procede o no avocarse. Se ordena paralizar el
proceso…”, se recibió el referido expediente y al respecto se pasa a decidir.

Los hechos imputados por el Ministerio Público y que originaron la presente


causa, fueron los siguientes:

“… Iniciada la investigación en virtud de denuncia formulada por el


ciudadano Winston Gregorio Oraa Melchor, en representación de la
Empresa Seguros Nuevo Mundo, C.A., en fecha 27 de enero de 2005, quien
en consecuencia expone ‘comparezco por ante este despacho (…) a fin de
denunciar el manejo irregular, de fondos pertenecientes a mi representada.
Igualmente estimamos, que se han adquirido acciones de clubes, pasajes
aéreos, pagos de comisiones, sin el cumplimiento de estatutos que regulan el
buen manejo y funcionamiento de los fondos (…) se evidencia en los estados
contables de la empresa, cancelaciones por concepto de salarios y sueldo, a
un alto directivo, a su cónyuge en dólares, contraviniendo la normativa de la
empresa’…”.

El 30 de marzo de 2006 se llevó a cabo la audiencia de presentación del


ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri, ante el Juzgado Quincuagésimo
Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, que acordó medida de privación judicial preventiva de libertad, por
considerar que existía peligro de fuga.

El 5 de abril de 2006, la defensa apeló de la referida decisión y la Sala Nº 8


de la Corte de Apelaciones del mismo Circuito Judicial Penal, declaró sin lugar el
recurso de apelación.

FUNDAMENTOS DE LA SOLICITUD

Los defensores del ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri,


requieren de la Sala de Casación Penal, que se avoque al conocimiento de la causa
en virtud del: “… Grave riesgo para la imagen e inconstitucionalidad del Poder
Judicial venezolano (…) ya que son evidentes las violaciones de derechos
fundamentales en el curso del proceso lo que evidencia un enorme desorden
procesal…”.

 
Continúan los solicitantes señalando:

“… la solicitud de medida es completamente infundada (…) la Fiscalía


argumentó su petición, en la contumacia de nuestro defendido, en especial su
supuesta incomparecencia a tres citaciones (…) debemos acotar que como lo
demuestran las actas procesales y como es del conocimiento tanto de
Seguros Nuevo Mundo, C.A., como del Ministerio Público, nuestro defendido
no se encontraba en Venezuela.

(…) 26 de enero de 2006, Rafael Valentino Maestri, designó a sus defensores


ante el Tribunal de la causa, y solicitó personalmente se le permitiera
declarar (…) en fecha 14 de marzo de 2006, Rafael Valentino Maestri,
asistió nuevamente (…) a la sede del Juzgado 52º de Control, esto con el
objeto de declarar como imputado (…) no obstante la declaración no pudo
llevarse a cabo, por cuanto la Fiscal Quincuagésima Primera (51º) del
Ministerio Público, María Esther Rivero lo impidió (…) Rafael Valentino
Maestri, lejos de fugarse u obstaculizar el proceso de cualquier forma,
regresó a Venezuela nuevamente, quedando demostrado que jamás ha tenido
intenciones de huir de la justicia Venezolana. De esta forma, el jueves 30 de
marzo de 2006, se llevó a cabo el acto mediante el cual nuestro defendido fue
privado de su libertad (…) el Tribunal agraviante decretó la medida judicial
de privación preventiva de libertad solicitada por el Ministerio Público,
pronunciándose en contra de la decisión previa de ese Juzgado mediante la
cual había declarado que no existía riesgo de fuga.

(…) Contra la medida privativa de libertad presentamos recurso de


apelación el día cinco (05) de abril de 2006 (…) el recurso de apelación fue
resuelto por la Sala 8 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas (…) se limitó a criticar y cuestionar la
defensa, mas sin embargo vulneró de manera flagrante la presunción de
inocencia de Rafael Valentino Maestri y obvió por completo hacer referencia
a lo que por ley debía examinar, es decir la existencia de los requisitos
establecidos por la ley para dictar una medida de prisión preventiva…”.

Continúan argumentando los solicitantes, lo siguiente:

“… El derecho a la libertad personal, en especial el derecho a ser juzgado


en libertad de Rafael Valentino Maestri, ha sido mancillado de manera
grave, en detrimento de la presunción de inocencia y del principio de la
afirmación de la libertad (…) por cuanto la medida fue decretada sin
sustento alguno, lo que demuestra que no están presentes ninguno de los dos
requisitos necesarios para que se decrete una medida cautelar privativa de
libertad (…) la representación del Ministerio Público solicitó la medida en
contra de Rafael Valentino Maestri, sin haberlo siquiera impuesto de los
hechos por los cuales se le investiga, lo cual se traduce en una flagrante
violación al derecho constitucional, al debido proceso y al derecho a la
defensa (…) en el caso de autos el Sr. Rafael Valentino Maestri en ningún
momento ha demostrado intención alguna de huir de la justicia venezolana y
mucho menos obstaculizar el proceso penal incoado en su contra (…)
compareció ante el Tribunal de la causa a sabiendas de la existencia de una
solicitud de una medida da (sic) tal gravedad como la que hoy pesa en su
contra. Además, nuestro defendido tiene importantes intereses en Venezuela,
nos referimos a derechos laborales que reclama en esta jurisdicción, en
particular la demanda laboral que por más de Cuatro Mil Millones de
Bolívares (Bs. 4.000.000.000,oo) ha incoado en contra de quien temeraria y
falsamente pretende la condición de víctima (…) en conclusión la presencia
de Rafael Valentino Maestri (…) ha demostrado que está totalmente
dispuesto a someterse al proceso penal incoado en su contra al extremo de
que vino al país especialmente para designar sus defensores y rendir
declaración en su condición de imputado en tres (3) oportunidades (…) vale
destacar que (…) la pena que puede llegársele a imponer a nuestro
defendido sería de un año porque no registra antecedentes (…) queda claro
de esta forma que en las actas procesales, no hay suficientes elementos que
permitan afirmar que se encuentra acreditado un riesgo de fugo (sic) o
peligro de obstaculización…”.

La Sala pasa a decidir:

El ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri, tiene actualmente


como domicilio o residencia habitual una dirección en Santiago de Chile (su país de
origen), en Venezuela el mismo se desempeñaba como Vicepresidente Ejecutivo de
Seguros Nuevo Mundo, C.A. (presunta víctima en el presente caso), surgiendo entre
ellos desavenencias laborales, que terminaron en un juicio de naturaleza civil y
paralelamente en este proceso penal.

El referido ciudadano al tener conocimiento de la causa penal seguida en su


contra, a pesar de encontrarse fuera del país, acudió ante el Tribunal de la causa, el
26 de enero de 2006 (previo a la realización del acto fijado), designando a sus
defensores y para solicitar que la audiencia fijada, se pautara en otra oportunidad, en
virtud de compromisos laborales fijados con anterioridad.

Posteriormente el 14 de marzo de 2006, el ciudadano Rafael Basilio Aníbal


Valentino Maestri, se presentó nuevamente a la audiencia fijada, con el objeto de
declarar, no obstante la audiencia no pudo realizarse por una causa imputable al
Fiscal del Ministerio Público (tenía otro acto convocado), finalmente en la tercera
oportunidad se logró celebrar la audiencia de presentación, en la que el imputado
expuso: “… lo primero que quiero señalar es manifestar y ratificar mi voluntad de
concurrir a este Tribunal o cualquier organismo del Ministerio Público…”,
quedando demostrado, luego de revisadas las actas procesales, que el imputado se
presentó ante el Juzgado Quincuagésimo Segundo en Funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, todas la veces que fueron
necesarias, para solicitar personalmente que se le permitiera declarar,
evidenciándose una conducta acorde a someterse al proceso penal llevado en su
contra.

Así mismo, del expediente se desprende, que el 9 de febrero de 2006, el


Juzgado Quincuagésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, en virtud de un escrito presentado por el
apoderado judicial de Seguros Nuevo Mundo, C.A., solicitando que le fuera
decretado medida de privación judicial preventiva de libertad al ciudadano Rafael
Basilio Aníbal Valentino Maestri, dictó un auto señalando que:

 
“… Considera el Tribunal que habiendo comparecido el imputado ante este
despacho, previo a la realización del acto fijado, a fin de manifestar su deseo
de permanecer dentro del proceso, designando defensores y justificando las
razones que le impedían comparecer en la fecha fijada, no se aprecia hasta
este momento una presunción razonable de fuga…”.

Ahora bien, el 30 de marzo de 2006, el mencionado juzgado en la audiencia


de presentación del imputado, dicta otro auto expresando lo siguiente:

“… Estamos en presencia de un hecho punible que merece pena privativa de


libertad, cuya acción penal no se encuentra evidentemente prescrita, existen
fundados elementos de convicción (…) que presumen la participación del
imputado de autos en la presunta comisión del delito de apropiación
indebida calificada; de igual forma existe para esta juzgadora la presunción
razonable del peligro de fuga (…) dado a que aunado a las actuaciones que
cursan en la causa, la manifestación del imputado en el presente acto, al no
evidenciarse el arraigo en el país, dado a que aportó como su domicilio o
residencia habitual una dirección en Santiago de Chile (…) por estar llenos
los extremos del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, en
relación a los numerales 1° y 3° del artículo 251 y numeral 2° del 252 de la
referida norma, se decreta medida privativa judicial preventiva de libertad al
ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri…”.

La decisión del 30 de marzo de 2006, dictada por el Juzgado Quincuagésimo


Segundo en Funciones de Control, en la cual se decreto la medida privativa judicial
preventiva de libertad no demostró, ni justificó de manera clara y precisa, cuál era el
nuevo elemento que había surgido, variando las circunstancias en el caso de autos y
que conllevó a la: “... juzgadora la presunción razonable del peligro de fuga…”,
modificando de esta manera su decisión del 9 de febrero de 2006.

El artículo 251 del Código Orgánico Procesal Penal establece lo siguiente:

“… Artículo 251. Peligro de Fuga. Para decidir acerca del peligro de fuga
se tendrán en cuenta, especialmente, las siguientes circunstancias:

1.      Arraigo en el país, determinado por el domicilio, residencia habitual,


asiento de la familia, de sus negocios o trabajo y las facilidades para
abandonar definitivamente el país o permanecer oculto;

2.      La pena que podría llegarse a imponer en el caso;

3.      La magnitud del daño causado;

4.      El comportamiento del imputado durante el proceso, o en otro proceso


anterior, en la medida que indique su voluntad de someterse a la
persecución penal;

5.      La conducta predelictual del imputado.

Parágrafo Primero: Se presume el peligro de fuga en casos de hechos


punibles con penas privativas de libertad, cuyo término máximo sea igual o
superior a diez años…”. (Subrayado de la Sala).

Del artículo trascrito se infiere, que estas circunstancias no pueden evaluarse


de manera aislada, sino analizando pormenorizadamente, los diversos elementos
presentes en el proceso, que indiquen un peligro real de fuga, y así evitar vulnerar
los principios de la afirmación y el estado de libertad, establecidos en los artículos 9
y 243 del Código Orgánico Procesal Penal.

En el presente caso, sin prejuzgar sobre si los hechos constituyen o no el


delito de apropiación indebida calificada, se observa que la pena que pudiera llegar a
imponérsele al ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri, por tal hecho
punible no es grave; no sería igual o mayor a diez años, ni la magnitud del
daño causado ha sido determinado y probado; y no consta en el expediente que el
señalado ciudadano tenga antecedentes. Es por ello, que no concurren en la presente
causa ninguna de las circunstancias exigidas en el artículo 251 del Código adjetivo
con excepción del numeral 1, para así determinar una presunción razonable de
peligro de fuga.

Además de lo anteriormente señalado, el imputado desde un principio


demostró su incuestionable intención de someterse a cualquier persecución que
existiere en su contra. Por lo que, la falta de arraigo en el país, determinado por el
domicilio, residencia habitual y asiento de la familia, por si sólo no es suficiente
para establecer el peligro de fuga del ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino
Maestri.

Por todo esto, la Sala advierte, que el Juzgado Quincuagésimo Segundo en


Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
al no tomar en cuenta estos elementos argumentados por la defensa, para desvirtuar
las condiciones de procedencia alegadas por el Ministerio Público, para solicitar la
medida privativa judicial preventiva de libertad establecida en el artículo 250 del
Código Orgánico Procesal Penal, incurrió en una flagrante violación del debido
proceso, del derecho a la defensa y del derecho a ser juzgado en libertad en
detrimento del imputado, además de inobservar el principio de la presunción de
inocencia y el de proporcionalidad que reza: “… No se podrá ordenar una medida de
coerción personal cuando ésta aparezca desproporcionada en relación con la
gravedad del delito, las circunstancias de su comisión y la sanción probable…”. Lo
que perjudica ostensiblemente la imagen del Poder Judicial.

En virtud de lo antes expuesto, es forzoso para la Sala, en aras de una correcta


administración y aplicación de justicia, declarar la nulidad del auto dictado el 30 de
marzo de 2006, por el Juzgado Quincuagésimo Segundo en Funciones de Control
del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que acordó la medida
de privación judicial preventiva de libertad, en contra del ciudadano imputado
Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri, de conformidad con los artículos 190, 191
y 195 del Código Orgánico Procesal Penal y por ello ordena que se dicte la
correspondiente boleta de excarcelación y se someta al referido ciudadano a la
medidas contenidas en los numerales 3 y 4 del artículo 256 eiusdem: la presentación
cada treinta (30) días al Tribunal que este conociendo de la causa; y la prohibición
de salir del país sin la autorización correspondiente. Así se decide.

En atención a todo lo expresado anteriormente y en razón de que la Sala de


Casación Penal, admitió la solicitud de la presente causa el 28 de junio de 2006,
luego de haber analizado y verificado los planteamientos en las actas procesales, se
declara: Con Lugar la solicitud de avocamiento interpuesta por los abogados
defensores del ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri. Así se decide.

 
DECISIÓN

Por las razones antes expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de


Casación Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la ley, decide:

Primero: Se avoca al conocimiento de la presente causa.

Segundo: Se declara Con Lugar, la solicitud de avocamiento propuesta, por


los defensores del ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri y en
consecuencia, anula el auto dictado el 30 de marzo de 2006, por el Juzgado
Quincuagésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, que acordó medida de privación judicial preventiva
de libertad, en contra del referido ciudadano.

Tercero: Se ordena, que se dicte la correspondiente boleta de excarcelación y


se someta al ciudadano Rafael Basilio Aníbal Valentino Maestri, a la medidas
contenidas en los numerales 3 y 4 del artículo 256 del Código Orgánico Procesal
Penal, referidas a: la presentación cada treinta (30) días al Tribunal que este
conociendo de la causa; y la prohibición de salir del país sin la autorización
respectiva.

 
Cuarto: Se ordena remitir el expediente original a la Presidenta del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, para que proceda a distribuir, a
otro Tribunal de Control distinto al que conoció esta causa, para que proceda a darle
continuidad al presente caso y cumpla con lo aquí señalado.

Quinto: Remítase copia certificada de esta decisión a los Juzgados


Quincuagésimo y Quincuagésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que tuvieron conocimiento de la
presente causa.

Publíquese, regístrese y ofíciese lo conducente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencia del Tribunal Supremo de


Justicia, en Sala de Casación Penal, en Caracas, a los VEINTINUEVE días del
mes de JUNIO del año 2006. Años 196° de la Independencia y 147° de la
Federación.

El Magistrado Presidente,

ELADIO RAMÓN APONTE APONTE

Ponente

 
El Magistrado Vicepresidente,

HÉCTOR CORONADO FLORES

Las Magistradas,

BLANCA ROSA MÁRMOL de LEÓN

DEYANIRA NIEVES BASTIDAS

MIRIAM MORANDY MIJARES

La Secretaria
 

GLADYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ

Exp. 2006-0252

ERAA/jmcc.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


PODER JUDICIAL
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO ZULIA
JUZGADO PRIMERO DE JUICIO
Maracaibo, 18 de Agosto de 2011 200° y 152°
CAUSA N°1M-195-11. DECISIÓN N° 085-11.
RESOLUCIÓN DE REVISIÓN DE MEDIDA DE PRIVACIÓN DE LIBERTAD
POR UNA MENOS GRAVOSA
Visto el escrito presentado por la Abogada HASSNA ABDELMAJID RAIDAN, en su
carácter de Defensora Pública Segunda Penal Ordinario, actuando en su carácter de
Defensora del Ciudadano JOHNNY MACIAS, plenamente identificado en actas, mediante
la cual le solicita a este Tribunal: El examen y revisión de la medida de Privación Judicial
Preventiva de Libertad por una medida cautelar menos gravosa de las que están
establecidas en el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal.
Fundamenta el peticionante su solicitud en los siguientes término: "...ciudadano juez el
artículo 256 de la Ley Penal Adjetiva en la parte infine dice lo siguiente: "El juez podrá
igualmente imponer otras medidas cautelares según las circunstancias del caso, mediante
auto motivado". Y es que el artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, además de establecer que la libertad es la regla da al Juez la facultad de analizar
el caso y determinar la libertad, concatenado con el artículo 244 de la Ley Penal Adjetiva.
En consecuencia, las normas antes analizadas adminiculadas entre si hacen posible la
aplicación de la Medida Cautelar Sustitutiva que resulte menos gravosa a la persona de mi
representado, por el tiempo que ha transcurrido privada de la libertad, y por la aplicación
que debe tener el articulo 264 del Código Orgánico Procesal Penal, pues sería ineficaz e
inútil el contenido de esa norma si se pretende hacer de imposible cumplimiento con el
fundamento ya acostumbrado de que han cambiado las circunstancias que motivaron su
privación, pudiendo muy bien mi representado cumplir con cualquier otra condición que le
exija o imponga el Juzgado, la pena a imponer no le teme por ser inocente, como tampoco
hay presunción de peligro de fuga ya que es nativo del municipio in comento, tiene asiento
familiar en el mismo como su sustento propio y de toda la familia demostrando así su
arraigo, aunado que se puso a derecho una vez conoció la decisión la decisión de la Sala de
la Corte de Apelaciones respectivas. Ciudadano juez el artículo 256 de la Ley Penal
Adjetiva en la parte infine dice lo siguiente: "El juez podrá igualmente imponer otras
medidas cautelares según las circunstancias del caso, mediante auto motivado". Y es que el
artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, además de
establecer que la libertad es la regla da al Juez la facultad de analizar el caso y determinar
la libertad, concatenado con el artículo 244 de la Ley Penal Adjetiva.
En consecuencia, las normas antes analizadas adminiculadas entre si hacen posible la
aplicación de la Medida Cautelar Sustitutiva que resulte menos gravosa a la persona de mi
representado, por el tiempo que ha transcurrido privada de la libertad, y por la aplicación
que debe tener el articulo 264 del Código Orgánico Procesal Penal, pues sería ineficaz e
inútil el contenido de esa norma si se pretende hacer de imposible cumplimiento con el
fundamento ya acostumbrado de que han cambiado las circunstancias que motivaron su
privación, pudiendo muy bien mi representado cumplir con cualquier otra condición que le
exija o imponga el Juzgado, la pena a imponer no le teme por ser inocente, como tampoco
hay presunción de peligro de fuga ya que es nativo del municipio in comento, tiene asiento
familiar en el mismo como su sustento propio y de toda la familia demostrando así su
arraigo, aunado que se puso a derecho una vez conoció la decisión de la Sala de la Corte de
Apelaciones respectivas"
Para resolver acerca de lo solicitado por la Defensa, este Tribunal hace las siguientes
consideraciones:
Se observa de la revisión de las actas que conforman el presente asunto que en fecha 16-
12-2010, al ciudadano JOHNNY MACIAS, plenamente identificado en actas, le fue
impuesta medida privativa de libertad, por ante el Tribunal de Primera Instancia del
Municipio Rosario de Perijá, por la presunta comisión del delito de OCULTAMIENTO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS EN UNA CANTIDAD
MENOR, previsto y sancionado en el tercer aparte del artículo 149 de la ley de Drogas.
Observándose además que la cantidad incautada por los funcionarios actuante es de 4.4
gramos de Cocaína.
Ahora bien, al leer el artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal nos encontramos
con que: "Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de
libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos
gravosa para el imputado el Tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio
Público o del imputado, deberá imponerle en su lugar, mediante resolución motivada,
algunas de las medidas siguientes. (omisiss). Asimismo establece el artículo 44 de la
Constitución Nacional: "La libertad personal es inviolable, en consecuencia. Será juzgada
en libertad, excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el Juez u jueza
en cada caso..."

El artículo 49, ejusdem establece: "£/ debido proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas y en consecuencia: 2.-Toda persona se presume inocente
mientras no se pruebe lo contrario..”. El artículo 8 del Código Orgánico Procesas Penal
establece: "Cualquier a quien se le impute la comisión de un hecho punible tiene derecho a
que se le presuma inocente y a que se le trate como tal mientras no se establezca su
culpabilidad mediante sentencia" y el artículo 9, ejusdem, establece: "Las disposiciones de
este Código que autorizan preventivamente la privación o restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado, o su ejercicio, tiene carácter excepcional sólo podrán ser
interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser proporcional a la pena o medida de
seguridad que pueda ser impuesta..." (Negritas del Tribunal).
Sin embargo , atendiendo a la cantidad de droga incautada y aplicando el criterio acogido
en Sala Constitucional con respecto a la proporcionalidad de la pena, la sentencia dictada
por el Tribunal Supremo de Justicia en fecha 07-05-2002 con ponencia del Magistrado
Alejandro Ángulo Fontiveros, la cual señala:" ...en realidad, tal cantidad no es de las que
representan el daño mas sensible a los esenciales bienes jurídicos protegidos al acriminar el
trafico de drogas..."...."ahora si es posible aplicar el principio de proporcionalidad en
algunos juicios atinentes al narcotráfico y hacer distingos entre quienes operan con una
gran cantidad de drogas y quienes lo hacen con una mínima cantidad..." Hacer referencia
esa misma sentencia que "En la justicia es una condición indefectible la equidad o ánimo
de sentar igualdad. Hay que pesar todas las circunstancias y por eso se simboliza la Justicia
con una balanza. Ésta implica -en términos de justicia- ponderar los pesos de los diversos
factores de la realidad táctica y mantener un equilibrio valorativo sólo posible con la
proporcionalidad".
Si es verdad que mucho se ha negado la posibilidad de revisión de medidas privativas, para
ser sustituidas por medidas menos gravosas, en casos de drogas, también es cierto que con
esta sentencia se ha establecido el deber de aplicar de modo proporcionado las penas a
aplicar, bien puede en este caso aplicarse el adagio latino que dice " quien puede lo mas
puede lo menos", si debemos aplicar menor pena atendiendo a la cantidad de droga
incautada también debe ser procedente en justicia y en derecho aplicar medidas menos
gravosas, cuando la droga incautada sea ínfima en comparación a los grandes alijos de los
grandes traficantes, y esto aunado al hecho de que a la persona privada de libertad se le
presume inocente hasta sentencia definitivamente firme."
En virtud del respeto a los Principios Rectores del Sistema Acusatorio, este Tribunal de
conformidad con lo establecido en el Articulo 8 del Código Orgánico Procesal Penal y del
Articulo 243 ejusdem, los cuales establecen, "...Toda persona a quien se le impute
participación en un hecho punible permanecerá en libertad durante el proceso, salvo las
excepciones establecidas en este Código. La privación de libertad es una medida cautelar,
que solo procederá cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurarla
finalidad del proceso...".
Y en amparo en los derechos que le asisten como imputada como lo son la presunción de
inocencia y la afirmación de libertad, reconocidos tanto por la doctrina como por nuestro
Supremo Tribunal, tal como lo refiere Arteaga Sánchez, quien en su obre La Privación de
Libertad en el Proceso Penal a señalado que "...En definitiva un asunto de tanta
trascendencia como ¡o es la liberta vinculada a un proceso penal, que no puede marginar la
presunción de inocencia ni adelantar una pena antes de que se produzca una condena, se
impone la necesidad de adoptar una línea de equilibrio intermedia in medio est virtus que
salvaguardando los valores enunciados, satisfaga igualmente el derecho del estado y de la
sociedad a defenderse contra el delito, limitando las restricciones de la libertad a casos de
extrema necesidad..." Además señala el referido autor: ".../as medidas de coerción personal,
orientadas o preordenadas a la existencia de un proceso y a garantizar que no sean
frustrados resultados dependen lógicamente de aquel y de sus incidencias, no pudiendo ser
consideradas definitivas sino provisionales. Al respecto el Tribunal Supremo de Justicia se
ha pronunciado de la siguiente manera: "...Ahora bien, el principio de Estado de Libertad
deviene de la inviolabilidad del derecho a la libertad personal. De allí que toda persona a la
que se le impute la participación en un hecho punible tiene derecho a permanecer en
libertad durante el proceso, excepto por las razones determinadas por la Ley y apreciadas
por el Juez en cada caso. Dichas excepciones nacen de la seguridad del aseguramiento del
imputado durante el proceso penal, cuando existan fundados elementos en su contra de la
comisión de un delito así como el temor fundado de la autoridad de no someterse a la
persecución penal. Estas dos condiciones constituyen el fundamento del derecho que tiene
el Estado de perseguir y solicitar medidas cautelares contra el imputado..." (Sentencia N°
2654 de la Sala Constitucional del 2 de Octubre del año 2003, con ponencia del magistrado
Jesús Eduardo Cabrera Romero. Expediente N° 02-2725.)
Mas afecto a este caso en particular es el hecho de que el presente juicio oral y público no
se ha realizado, siendo la flagrancia la puerta de entrada a la presente investigación y los
elementos de convicción derivados del mismo, por lo que según la doctrina en referencia a
este particular, advierte EDGAR ESCOBAR LÓPEZ, quien señala "...en el estado actual
de evolución del derecho procesal, el sorprendimiento en flagrancia, no necesariamente
implica el desmoronamiento del estado de inocencia por falta de fuerza lógica o jurídica,
por lo que esa persona puede ser un "instrumento" de que se vale otro para cometer el
delito. La flagrancia es un estado, una situación de hecho que puede desvirtuarse..." (La
presunción o estado de inocencia en el proceso penal. P111).

Aunado al hecho público y notorio que representa la actual situación carcelaria en nuestro
país, incluso en Centros de Arrestos Preventivos, en los cuales impera el hacinamiento y
todas las consecuencias que esto implica, siendo los operadores de Justicia los llamados a
revisar éste tipo de situaciones, y justamente en este caso en particular dado la entidad del
delito cometido, la magnitud del daño causado y la conducta actual como anterior al
proceso que ha demostrado el ciudadano JOHNNY MACÍAS, plenamente identificado en
actas, y observándose que bajo éstas el análisis de éstas circunstancias de derecho, es a
juicio de este tribunal que lo procedente en derecho es acordar una media menos gravosa
sin que esto implique pronunciamiento alguno acerca de la inocencia o culpabilidad de
referida acusada.
Este tribunal, por virtud de lo antes Acuerda CON LUGAR el examen y revisión de la
Medida Judicial de Privación de Libertad, y en consecuencia sustituye la Privación Judicial
Preventiva de Libertad por la Imposición de Medidos Cautelares Sustitutivas a la Privación
de Libertad específicamente las establecidas en el Articulo 256 ordinales 2, 3, y 4 del
Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el Articulo 258 ejusdem, para lo
cual la Acusada, una vez presente a este Tribunal a una (01) persona de reconocida buena
conducta, responsable, que pueda servir como Vigilante del hoy Acusado, debiéndose ésta
presentarse por ante este Tribunal cada Quince (15) días, y la prohibición de salida del
Estado Zulia, todo esto de conformidad a los establecido en el Articulo 264 y 260 ejusdem.
Así se decide.-
Por lo anteriormente expuesto este Juzgado Primero de Primera Instancia en Funciones de
Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, Administrando Justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, RESUELVE: SUSTITUIR
la Privación Judicial Preventiva de Libertad, al Acusado JOHNNY MACIAS, yo
identificado en actas, por la imposición de Medidas Cautelares Sustitutivas a la Privación
de Libertad, específicamente las establecidas en el Articulo 256 ordinales 2, 3o y 4o del
Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el Articulo 258, 260 Y 264
ejusdem.-Regístrese y notifíquese eje la decisión dictada a las partes.-
LA JUEZ DE JUICIO ENCARGADA PARA EL RECESO JUDICIAL
ABOG. ALBA BALLESTERO GUTIERREZ
LA SECRETARIA

ABOG. ANDREINA ORTIZ

En la misma fecha quedo registrada dicha resolución bajo el Nº 085-11 y se emitió oficio
2704-11, dirigido al Departamento de Alguacilazgo y 2705-11, a la Cárcel Nacional de
Maracaibo.
LA SECRETARIA

ABOG. ANDREINA ORTIZ


REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
JUZGADO SEXTO DE JUICIO
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO LARA

Barquisimeto, 2 de Junio de 2010


AÑO: 200º y 151º

ASUNTO PRINCIPAL: KPO1-P-2006-000050.-

Vista la solicitud de Revisión de Medida de Privación Judicial Preventiva de Libertad


decretada en contra del ciudadano MIGUEL RODRIGUEZ ALVARADO por la presunta
comisión del delito de CONCUSIÓN previsto en el artículo 60 en la Ley Contra la
Corrupción, PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LIBERTAD previsto y sancionado en la parte
infine del artículo 176 del Código Penal, EXTORSIÓN previsto y sancionado en el artículo
459 del Código Penal, efectuada por el Defensor PEDRO TROCONIS, este Tribunal
observa:

LA PRETENSION DE LA DEFENSA en su escrito, manifiesta textualmente:

Ciudadano Juez, mi defendido fue trasladado a la clínica Santa fe; C.A, toda vez que según
informe médico suscrito por el médico tratante Dr. Guillermo Llaque, llegó al siguiente
diagnostico:
“Durante su hospitalización se confirma diagnostico de DAIBETES MELLITUS no
insulino dependiente, además dse plantea Dx SANGRAMIENTO DIGESTTIVO
SUPERIOR, corroborándose GASTRITIS HEMORRAGICA, durante su hospitalización
además episodios de isquemia miocárdia silente expresada por T invertida en DIII y plana
VF, recibiendo tratamiento en base a vasodilatadores coronarios, antieméticos,
antihipertensivos, hipoglicemiantes, gastroprotectores, hipolipemiantes, anticoagulación
profiláctica inicialmente, uricosúrico, hidratación entre otros. Durante la misma se practico
PAPA evidenciándose cifras tensionales elevadas aún con tratamiento, por lo que se le
aumentó dosis de antihipertensivos”.

Por, lo que la defensa solicita la imperiosa necesidad de formular una nueva petición de
conformidad con lo establecido en el artículo 264 del código Orgánico Procesal, y la es la
SUSTITUCION de la actual medida de privación judicial preventiva de libertad que pesa
sobre mi representado por sus estado de salud, las cuales se agravan y complican cada día y
es por ello que solicito con todo respecto, la revisión de la medida, llegando al extremo de
complicarse su situación en los calabozos de la Comandancia General del as Fuerzas
armadas Policial, toda vez que los mismos carecen del higiene y la salubridad debida,
poniendo en riesgo tanto la vida del justiciable.

Se Observa que al precitado encausado le fue en fecha 10/01/2006, decretada Medida


Cautelar de Privación Judicial Preventiva de Libertad por la presunta comisión del delito de
CONCUSIÓN, PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LIBERTA, EXTORSIÓN, quedando el
mismos detenido en la El sitio de reclusión la Comisaría 60 del Tocuyo zona policial N°
06, debido a que el Juez de Control Nº 09 de este Circuito Judicial Penal ordenó su
permanencia en dicho sitio de reclusión, a los fines de garantizar la vigencia del derecho a
la vida del justiciable.

Por, lo que tribunal a los fines de decidir realiza un RECORRIDO PROCESAL:

• En fecha 21/07/06 se declara PROCEDENTE la solicitud de Revisión y Sustitución de la


Medida Cautelar de Privación Judicial Preventiva de Libertad solicitada por la Defensa en
SUSTITUCION por otra menos gravosa en el numeral 1 del artículo 256 del COPP, es
decir, DETENCIÓN DOMICILIARIA EN SU PROPIO DOMICILIO.
• La medida de detención domiciliaria impuesta a los acusados fue revocada por la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, previo recurso de apelación
interpuesto por el Ministerio Público, volviendo los acusados al sitio de reclusión fijado en
la audiencia de presentación de imputados.
• En fecha 03/11/06, el Juzgado de Control Nº 09 de este Circuito Judicial Penal, autorizó
al acusado MIGUEL DAVID RODRÍGUEZ ALVARADO, a asistir a la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador, para cursar estudios ante esa institución y asistir a las
clases según su pensum de estudios.
• En fecha 29/03/07, se ordena apertura de Juicio.
• En fecha 15/06/07, se inicia el sorteo de escabinos fecha en que no comparecen las partes.

• En fecha 26/11/07, se ordena realizar sorteo extraordinario.


• En fecha 18/02/08 se constituye el Tribunal Mixto.
• En fecha 12/0/08, se inicia juicio, el cual se difiere el traslado no se hizo efectivo.
• En las fecha 08/07/08, se difiere la audiencia por no ser efectivo el traslado.
• En las fechas 06/09/08, 02/10/08, 18/11/08, se defiere por no comparecer el Ministerio
Público.
• En fecha 26/02/09, se difiere no fue efectivo el traslado y no compareció las víctima.
• En fecha 02/03/09, se acuerda medida de coerción personal menos gravosa como la
establecida en el numeral 3 del artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, es decir,
presentación periódica por ante la taquilla de presentaciones del Circuito Judicial Penal del
estado Lara, cada 15 días por ante la taquilla de presentación de acusados de este Circuito
Judicial penal.
• 09/03/09, se difiere no compare la defensa privada por encontrase en otro acto.
• En fecha 27/04/09n se difiere por no comparecer la víctima y los escabinos.
• En fecha 02/07/09, se ordena por decisión de la Corte Apelación recluir nuevamente en la
Comisaría 60 del Tocuyo zona policial N° 06.
• En fecha 01/10/09, no comparece los escabinos.
• En fecha 07/01/10, no comparecen los escabinos, ni el Ministerio Público.
• En fecha 03/03/10, no comparece el Ministerio público, ni los escabinos.
• En fecha 27/04/10, en conocimiento de este juzgador se difiere la audiencia por no
comparecer la víctima, no los escabinos.

Igualmente, aprecia el tribunal, que hasta la presente fecha ha transcurrido más de tres años
de que los justiciables se encuentran sometidos a la medida de privación judicial preventiva
de libertad, la cual excede inclusive el límite inferior de la pena de cada delito que se les
imputa, sin que se haya realizado hasta el día de hoy, juicio oral y público, en la presente
causa por múltiples razones no imputables a los acusados quienes se encuentran privados
de su libertad.

Ahora bien, es evidente y notorio el excesivo retardo procesal para la celebración del juicio
oral y público, por cuanto los acusados en fueron impuestos de una medida privativa
judicial preventiva de libertad hace más de tres años. La medida de privación judicial
preventiva de libertad, como medida cautelar de coerción personal, tiene carácter temporal
y está sometida, por ello, a un lapso que no puede extenderse sine die, aunque esté
pendiente el proceso, ya que ello lo convertiría en una pena anticipada que, inclusive, como
acontecía antes, bajo el régimen derogado, podría exceder, en el tiempo, a la pena que
correspondería al autor del hecho punible, para el caso de ser dictada una sentencia
condenatoria.

Este Juzgador tomando en consideración el pedimento formulado por la Defensa así como
de la revisión efectuada a las actas que constituyen la presente causa, para decidir observa:

Nuestro Código Orgánico Procesal Penal consagra como uno de los Principios y Garantías
Procesales del sistema penal venezolano, la Afirmación de Libertad, según el cual las
disposiciones que autorizan preventivamente la privación o restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado, o su ejercicio, tienen carácter excepcional, solo podrán ser
interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser proporcional a la pena o medida de
seguridad que pueda ser impuesta en la definitiva, principio éste que debe necesariamente
concatenarse con el Estado de Libertad y Proporcionalidad señalados en los artículos 243 y
244 de la citada norma adjetiva vigente, con base a los cuales se ordenó la aplicación de
Medida Cautelar por este Juzgado en su debida oportunidad.

Igualmente indica el principio de proporcionalidad de las medidas de coerción personal


(privativas y menos gravosas), que las mismas no pueden sobrepasar la pena mínima
prevista para el delito, ni exceder del plazo de dos años (cuando la pena sea igual o inferior
a este lapso), además contempla la posibilidad de prorrogar su vigencia cuando de manera
excepcional concurran circunstancias graves que a juicio del tribunal las justifiquen.

Igualmente se fundamenta en aras de preservar el derecho a la vida y a la salud, tutelados


en los artículos 43, 83 y 84 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Este Tribunal considera para decidir la revisión de la Medida solicitada por la Defensa, en
el presente caso, el estado de salud en el cual se encuentra el acusado donde el Médico
confirma la enfermedad diagnosticada.

En tal sentido, se declara la PROCEDENCIA de la solicitud de revisión de Medida de


Privación de Libertad decretada en contra del ciudadano MIGUEL RODRIGUEZ
ALVARADO por la presunta comisión del delito de CONCUSIÓN previsto en el artículo
60 en la Ley Contra la Corrupción, PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LIBERTAD previsto y
sancionado en la parte infine del artículo 176 del Código Penal, EXTORSIÓN previsto y
sancionado en el artículo 459 del Código Penal, se ordena sus sustitución por la Medida
Cautelar Sustitutiva a la Privación de Libertad contenida en el artículo 256 ordinales 3°
quedando obligado el acusado a presentarse por ante la Taquilla de Presentaciones de este
Circuito Judicial Penal cada Quince (15) días a partir de la presente fecha, ASI SE
DECIDE.

DECISION

En mérito a las consideraciones que anteceden, este Juzgado Sexto de Primera Instancia en
Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, Administrando Justicia en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal,
declara CON LUGAR la solicitud de Revisión de Medida de Privación Judicial Preventiva
de Libertad incoada por la Defensa y Acuerda su SUSTITUCION por otra menos gravosa,
a favor del ciudadano MIGUEL RODRIGUEZ ALVARADO por la presunta comisión del
delito de CONCUSIÓN previsto en el artículo 60 en la Ley Contra la Corrupción,
PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LIBERTAD previsto y sancionado en la parte infine del
artículo 176 del Código Penal, EXTORSIÓN previsto y sancionado en el artículo 459 del
Código Penal, quedando el mismo obligado a presentarse cada Quince (15) días por ante la
taquilla de presentaciones de este Circuito Judicial Penal.
Notifíquese a las partes de la presente decisión. Líbrense oficios a los organismos
informándose acerca de la prohibición de salida del estado Lara ordenada en esta causa.
Líbrense Oficios a la Comandancia General de las Fuerzas Armadas Policiales del Estado
Lara, LUGAR DE RECLUSIÓN ACTUALMENTE DEL ACUSADO. Regístrese.
Cúmplase.
EL JUEZ TITULAR SEXTO DE JUICIO,

ABG. EDWIN ANTONIO ANDUEZA AMARO

LA SECRETARIA.

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