La Ética
La Ética
La Ética
TALLER DE ÉTICA
INVESTIGACIÓN DE LA UNIDAD 1
Objetivo
La ética tiene por objeto de estudio la moral, los juicios morales y la corrección de
las acciones humanas. La moral se refiere al conjunto de normas, valores y
costumbres consideradas como buenas en una sociedad. La moral es importante
porque nos permite distinguir las conductas correctas de las incorrectas, y guía
nuestras acciones en la vida cotidiana.
Filósofos como Platón y Aristóteles expusieron que la ética se encarga de estudiar
las conductas humanas, a partir de la libertad y la conciencia que cada individuo
posee para diferenciar lo bueno de lo malo.
Las personas actuamos de manera libre, pero estamos conscientes de que
nuestros actos generan consecuencias, según los juicios de valor que le otorgue la
moral. Por ejemplo, “no robarás al prójimo” es una norma moral e indica que robar
en sí mismo es incorrecto, implica un delito y genera consecuencias negativas
para la persona que roba y para su víctima.
Por eso, la reflexión ética conduce al establecimiento de normas que rijan la
conducta moral del ser humano. Su propósito es alcanzar la felicidad individual y
de la sociedad en general.
Sentido sociocultural de la Ética
Cada persona nace en el seno de una cultura, es decir, se encuentra de entrada
en un mundo de significados, de instituciones y de formas de vida cultivados por
sus antecesores. Tiene que aprender a formar su propia visión del mundo a partir
de creencias y actitudes que le son transmitidas por su comunidad cultural. De
este modo, las acciones y decisiones de cada uno de sus miembros de una
sociedad influyen en el desarrollo de cada cultura; la cultura se produce y se
reproduce a través de las acciones y decisiones de los individuos.
Así pues, existe una interacción constante entre los individuos y la comunidad en
la formación y el cambio de una sociedad. Actualmente, aunque hay diferentes
definiciones del concepto de cultura, todas ellas incluyen elementos como las
formas de conocimiento, las creencias, el arte, la moral, las leyes, las costumbres
y prácticamente todas las capacidades y los hábitos adquiridos por los seres
humanos como miembros de una sociedad. Para algunos autores, el concepto de
cultura se opone al de naturaleza y se usa para nombrar el conjunto de
conocimientos, técnicas, valores, creencias, prácticas, que caracterizan a un grupo
humano y que se transmiten de una generación a otra.
La cultura es información transmitida por enseñanza y aprendizaje, y no por
herencia genética. En su sentido más amplio, la cultura puede considerarse
actualmente como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Ella
engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos
fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias. De acuerdo con lo anterior, una cultura es una comunidad de personas
con una tradición que ha sido cultivada a través del tiempo; que comparte una
lengua, una historia, creencias, valores y prácticas. Además, sus miembros
participan en un proyecto de vida basado en expectativas comunes. Una cultura
es continuidad, tradición y así se arraiga en el pasado; pero también es proyecto,
elección de fines y valores que orienten la acción colectiva, y así, está orientada
hacia el futuro.
En este sentido, una cultura no es estática, sino que lleva en sí misma las
posibilidades de su propio cambio; por ello, una cultura es un espacio de
posibilidades, ofrece a sus miembros distintas elecciones posibles entre la
repetición y la innovación. Por otro lado, también se habla de cultura para referirse
a un conjunto más amplio que abarca varias culturas o pueblos distintos; por
ejemplo, cuando se dice cultura occidental, cultura oriental, cultura cristiana,
cultura indígena. En este caso, se consideran algunos rasgos comunes que
constituyen las creencias o valoraciones que sirven de base a todas las demás,
que pueden presentar variaciones entre los diferentes elementos que forman la
"gran cultura".
El sentido sociocultural de la ética adquiere
significancia a partir del actuar ético del individuo,
un actuar que puede ser:
1) Aceptación, por parte del individuo, de las
normas establecidas en una sociedad
determinada. Tal aceptación producirse, desde el
punto de vista ético, de dos formas:
Por reflexión y convencimiento: Esto es, tras un proceso en el que sin duda
desempeñan un papel importantísimo la situación familiar, la convivencia, la
situación económica y cultural, en suma, la influencia del medio ambiente, el
individuo decide, tras un proceso de reflexión y análisis, aceptar y dar como
buenas las normas establecidas en la sociedad en la que se desenvuelve.
Aceptación por comodidad: En este caso el individuo manifiesta una total y
completa sumisión al medio ambiente, adaptándose por rutina y para evitar
complicaciones de cualquier tipo, a la normativa vigente en su comunidad. Así,
hay muchos individuos que por rutina, comodidad o negligencia aceptan, sin
ningún tipo de reflexión previa, las normas que la sociedad establece, sea cual
fuere el sistema político vigente en ese momento.
2) No aceptación de las convenciones establecidas en un orden social
determinado: No todos los individuos aceptan las normas establecidas en la
sociedad en la que se encuentran. En regímenes democráticos asistimos, casi a
diario, a las lógicas discrepancias que ciertos individuos, ciudadanos en este caso,
mantienen ante las normas y leyes que del gobierno en el poder se derivan. Y con
la misma frecuencia, también, asistimos a las dos posturas más usuales que tales
personas utilizan cuando mantienen un cierto o total desacuerdo con las leyes
promulgadas:
De un lado, las que, haciendo uso de las libertades que todo régimen democrático
garantiza, discrepan públicamente, argumentando los motivos por los cuales no
les parecen justas o idóneas las pautas de conducta arbitradas en esa comunidad
o en ese pueblo, e intentando, con el mismo derecho, transformarlas, ofreciendo
para ello las alternativas que consideren más adecuadas para que aquéllas sean a
su vez sustituidas
De otro, las que, despreciando las normas de toda convivencia, realizan actos
contrarios a la ley, bien individualmente o bien organizadamente. Tal actitud,
antidemocrática y egoísta, puede provocar un amplio abanico de consecuencias
que van desde la marginación de la ley hasta la forma más inhumana y cobarde
de discrepancia como es el terrorismo.
3) La tercera postura describe también una de las relaciones que
desgraciadamente adoptan algunos individuos ante la sociedad: A nadie se le
escapa que existen individuos que intentan sólo y exclusivamente conseguir lo que
quieren, y para ello, suelen disfrazarse de personas que aceptan la moral
convencional y las normas legalmente establecidas, llegando incluso a utilizar el
vocabulario moral al uso, con el fin de conseguir sus fines personales. Quizá éstos
no suelen ser los más dañinos para la sociedad porque, tarde o temprano, ésta
puede detectarlos y localizarlos, pero sea cual fuere el peligro que supongan, no
deja de ser ésta una actitud reprochable por todo aquel que se considere o tienda
a considerarse una persona honesta.
Juicio Moral y Juicio Ético
Juicio es una facultad del alma que permite diferenciar entre el bien y el mal.
Cuando se pone en palabras, el juicio es una opinión o un dictamen.
Juicio Moral
La moral, está asociada las costumbres, valores, creencias y normas de una
persona o de un grupo social. La moral funciona como una guía para actuar ya
que distingue entre lo correcto y lo incorrecto. Se conoce como juicio moral, por lo
tanto, al acto mental que establece si una cierta conducta o situación tiene
contenido ético o, por el contrario, carece de estos principios. El juicio moral se
realiza a partir del sentido moral de cada persona y responde a una serie de
normas y reglas que se adquieren a lo largo de la vida.
Juicio Ético
El juicio ético está enfocado en la definición de los conceptos de correcto e
incorrecto desacuerdo a los ideales y valores morales de quien juzga la acción,
tomando en cuenta que dichos valores están basados en reglamentos impuestos
por la sociedad que lo rodea en ese momento. Cuando se pone en acción un juicio
ético se emplean varios factores mediante los cuales se puede llegar a un
dictamen; en otras palabras, no es más que una opinión que se expresa
desacuerdo a los reglamentos dictados por la sociedad.
Valores éticos fundamentales
Los valores éticos son estructuras de nuestro pensamiento que mantenemos
preconfiguradas en nuestro cerebro como especie humana de cara a nuestra
supervivencia. Los valores éticos son medios adecuados para conseguir nuestra
finalidad. Al hablar de valores es importante diferenciar entre los valores que
podemos llamar finales y los valores de tipo instrumental.
Los valores éticos fundamentales considerados como apoyo y principios básicos
expandiendo límites geográficos, culturales, económicos, legales y políticos son:
Verdad: El significado empírico de la verdad, puesto de manifiesto por el amplio y
rápido desarrollo de las ciencias positivas. Aquí la verdad coincide con la
verificabilidad; es verdad lo que es comprobable y cuantificable, pero en la
superación de todo monismo positivista. La veracidad es /virtud moral. Como tal es
actitud de toda la persona: disposición de la libertad, que yo soy, a la verdad. Y es
virtud social, que abre a los demás, cualificando y promoviendo las relaciones. La
veracidad es virtud de fidelidad: fidelidad a la verdad y en la verdad.
Justicia: El valor Justicia, históricamente ha recibido muchas formulaciones,
siendo la más clásica la de Ulpiano, al decir que la justicia consiste en "dar a cada
uno lo suyo". Las tradiciones liberal y social que confluyen en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos acabarán reconociendo que la justicia
consiste en "dar a cada uno las condiciones para vivir en libertad y en igualdad".
En realidad la justicia es un valor que articula los restantes: el respeto a la libertad.
Responsabilidad: La humanidad ha realizado enormes avances tecnológicos, pero
la propia tecnología ha generado nuevos problemas y desafíos. La
responsabilidad hace referencia al hecho de que se le pidan cuentas a una
persona por las consecuencias negativas de algo que ha realizado o dejado de
realizar, o se le reconozcan las consecuencias positivas. La responsabilidad, como
valor ético, tiene que ver con las consecuencias justas o injustas. Cuando
atribuimos a una persona responsabilidad ética pensamos que la persona puede
controlar su comportamiento a través de cuatro capacidades:
a. Libertad de elección, es decir, capacidad de preferir una acción frente a otras
posibles.
b. Reflexión, que consiste en la capacidad de valorar racionalmente los motivos de
su acción.
c. Anticipación, que es la capacidad de considerar las consecuencias previsibles
de la acción.
d. Sentido de la justicia, esto es, la capacidad para distinguir lo justo de lo injusto.
Cuanto mayor es el poder que una persona tiene, mayor es también su
responsabilidad.
La libertad: es un derecho humano fundamental e inalienable, es decir, es la
capacidad que poseen los individuos para tomar decisiones, actuar y asumir sus
responsabilidades. La libertad de una persona no limita la libertad de los demás.
Sin embargo, en muchos casos la libertad se encuentra limitada a fin de cuidar y
proteger el bienestar general y, evitar el abuso de poder y de autoridad.
Un ejemplo de libertad puede ser: respetar y dejar vivir en
libertad a los animales en su estado natural. Raptar
animales salvajes y mantenerlos en cautiverio es un acto
deplorable que viola la libertad de un ser vivo. Otro ejemplo
es la libertad de expresión a través de la cual las personas tienen el deber y la
necesidad de estar informadas y, de expresar sus opiniones y sentimientos sin
afectar a otros individuos.
Derechos humanos
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o
étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. ... Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
El respeto hacia los derechos humanos de cada persona es un deber de todos.
Todas las autoridades en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos consignados en
favor del individuo.
Derechos de la vida
Toda persona tiene derecho a que su vida sea respetada. Este derecho debe
conceptualizarse en dos sentidos:
a) Como una obligación para el Estado de respetar la vida dentro del ejercicio de
sus funciones;
b) Como una limitación al actuar de los particulares, para que ninguna persona
prive de la vida a otra.
Derecho de igualdad entre hombre y mujer
Toda persona tiene derecho a que su vida sea respetada. Este derecho debe
conceptualizarse en dos sentidos:
a) Como una obligación para el Estado de respetar la vida dentro del ejercicio de
sus funciones;
b) Como una limitación al actuar de los particulares, para que ninguna persona
prive de la vida a otra.
Derecho de expresión
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este
derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas,
ya sea oralmente, por escrito, o a través de las nuevas tecnologías de la
información; además, no puede estar sujeto a censura previa sino a
responsabilidades ulteriores expresamente fijadas por la ley.
Derecho de acceso a la justicia
Toda persona tiene derecho de acudir ante los tribunales para que se le administre
justicia de manera pronta, completa, imparcial y gratuita. El Estado procurará que
este derecho se realice en condiciones de igualdad y de no discriminación,
garantizando en todo momento las formalidades esenciales del procedimiento.
Toda persona tiene derecho a acudir ante los jueces o tribunales competentes,
para que le amparen contra actos que violen sus derechos humanos.
Derecho sexual y libertad de reproducción
Toda persona tiene derecho a que sea
respetada su identidad de género y a ejercer
su sexualidad con plena libertad, seguridad y
responsabilidad. Las personas tienen el
derecho a decidir de manera libre e
informada el número de hijos que deseen
tener y el espaciamiento de los mismos.