Guia Rel 6-18may

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INSTITUCIÓN EDUCATIVA LA FUENTE

ÁREA: EDUCAC RELIG Y MORAL- GRADO: SEXTO


SEGUNDO PERÍODO 2021
DOCENTE: JAIME CORDERO VÁSQUEZ

Semana del 18 al 21 de Mayo de 2021


UNIDAD 2 EL HOMBRE Y LA MUJER: IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS
TODOPODEROSO
GUÍA #3 EL HOMBRE Y LA MUJER CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS
ESTÁNDAR
- Incorpora textos breves de la Biblia en su conversación habitual para referirse a la
persona.
- Valora la vida con mirada religiosa como imagen y semejanza de Dios.
A ACTIVIDAD BÁSICA
En esta guía se analizarán los elementos más importantes del hombre y la mujer creados
a imagen y semejanza de Dios. Analizar con detenimiento el siguiente interrogante: -
¿Qué dice la iglesia católica acerca de la creación de hombre y mujer?, - Cómo debe ser
la relación entre el hombre y la mujer?

B LECTURA
La tradición del pueblo de Israel y el catolicismo nos
dice que Dios creo al hombre a su imagen, para que
fuera dueño de las criaturas terrestres y la mujer como
compañera. Les dio la autoridad y les entrego el
universo entero, invitándolos a seguir el camino de la
sabiduría establecido en la alianza.
ALGUNOS RASGOS QUE NOS ASEMEJAN A DIOS:
- Capacidad creadora, - Inteligencia, voluntad y
libertad, - Capacidad de amar, - Autoridad sobre la creación, - Capacidad para el perdón
y la misericordia, - Capacidad para vivir en familia, en colegio, en comunidad.
Al crear al género humano no solo le da una misión sino también lo hace partícipe de su
obra creadora y le encomienda defender la vida entre los seres humanos y los demás
seres.
PRINCIPIOS PARA LA VIDA. La vida del hombre y la mujer provienen de Dios, es un
don, participe de un soplo de vital. El hombre y la mujer tiene una dignidad que nunca se
pierden. El hombre y la mujer como reyes de la creación tienen la responsabilidad de velar
por la conservación de la vida en todas sus formas.
Dios crea al hombre y a la mujer como personas que deben construirse a sí mismas a lo
largo de su existencia, conforme aprenden a vivir. Su vida es una misión, un camino para
construir y recorrer. Nada lo reciben hecho por haber venido a la vida. Sin embargo,
reciben unos dones como son la existencia, la libertad, la inteligencia y la voluntad, para
que, a través de ellos, puedan descubrir su misión, cultivando y desarrollando su camino.
El hombre y la mujer son la imagen natural que Dios hizo para que, mirándole a ellos, se
pueda descubrir a Dios. De esta manera se puede afirmar que “la gloria de Dios es el
hombre y la mujer vivientes”. Por eso decimos que el hombre y la mujer son hijos de Dios,
porque Él les ha dado su vida divina y los ha llamado hijos. Ser hombre o mujer es lo más
importante que se puede ser, por eso Dios siempre los ha revalorizado. Jesucristo nos
hace comprender que ha hecho pasar al hombre desde el egoísmo al amor de Dios. De
esta manera Dios ha compartido toda su obra creadora con el hombre, en la cual se
desenvuelve.
EL PAPA DICE… Ante un congreso internacional con participantes de veintitrés
países y catorce religiones, el Papa Francisco afirmó que «la complementariedad
hombre-mujer es la base del matrimonio y la familia. La complementariedad es una
gran riqueza. No sólo algo bueno sino también hermoso». Subrayando que la familia
es escuela de convivencia y garantía frente a la fragmentación social, el Papa recordó
que «los niños tienen derecho a crecer en una familia con un padre y una madre,
capaces de facilitar su desarrollo y maduración afectiva». En su discurso más
sistemático sobre matrimonio y familia, el Papa advirtió que esa complementariedad
entre hombre y mujer «no debe confundirse con la idea simplista de que los papeles
y las relaciones entre sexos están cerrados en un modelo único y estático». Los
papeles cambian según las culturas, y dependen de «la propia riqueza personal, el
propio carisma personal» que cada uno aporta al matrimonio y a la educación de los
hijos. Con tristeza, el Papa reconoció que «en nuestro tiempo, el matrimonio y la
familia están en crisis. Vivimos en una cultura de lo provisional, en la que cada vez
más personas renuncian al matrimonio como compromiso público». Limitarse a la
convivencia termina causando daño a las personas pues «el declive de la cultura del
matrimonio está asociado a un aumento de la pobreza y a numerosos problemas
sociales que golpean desproporcionadamente a las mujeres, los niños y los
ancianos». Según el Santo Padre, «la crisis de la familia ha dado origen a una crisis
de ‘ecología humana’. Y en nuestra cultura, incluso en nuestra cultura católica, somos
lentos en reconocer que también nuestro medio ambiente social está en peligro. Por
eso es necesario promover una nueva ‘ecología humana’ y llevarla adelante». Para
recuperar un ambiente más sano en los hogares y los países es necesario, según el
Papa, promover una cultura de la fidelidad que, por otra parte, es más natural pues
«el compromiso definitivo de solidaridad, fidelidad y amor fecundo responde a los
deseos más profundos del corazón humano». En el mundo globalizado hay que evitar
que la publicidad, el consumismo o la ideología de género eche a perder esa realidad
antropológica. El Papa advirtió a los congresistas que «no debemos caer en la trampa
de dejarnos calificar por conceptos ideológicos. La familia es un hecho antropológico.
No se puede hablar de ‘familia conservadora’ o ‘familia progresista’. ¡La familia es la
familia!».

MUJER Y HOMBRE: COMPLEMENTARIOS. Si bien somos iguales en dignidad, tanto la mujer


como el hombre poseemos características biológicas y psicológicas que nos distinguen. Pero
dichas diferencias no nos hacen ni superiores ni inferiores al otro; nos hacen complementarios.
Y es de tal desigualdad que surgen muchos motivos para abandonar las rivalidades y ser un
equipo en el que todos valemos y somos igual de importantes.
1. La complementariedad es fuente de vida. Cualquier sociedad precisa generar vida humana
para seguir existiendo; por ende, aquella que promueve las guerras de sexos y la cultura del
descarte estará destinada a la autodestrucción y al fracaso. Si imagináramos un mundo sin
complementariedad, veríamos un lugar vacío, sin vida ni familia, sin producción ni esperanza,
y perdería su esencia y todo aquello que hace que funcione. Hoy en día, suele negarse que
solamente a través de la heterosexualidad, fruto del amor por las diferencias, el ser humano
puede dar vida. Por eso, aún por vía artificial, es necesaria la participación de ambos
progenitores, porque así como el hombre no puede gestar en su inexistente útero un hijo, la
mujer tampoco podría hacerlo sin la presencia o ayuda de un hombre. Por ello, si soñamos
construir un mañana, hoy debemos dejar de ser rivales y comenzar a jugar en equipo.
2. La complementariedad construye la familia. La familia es la célula esencial de cualquier
sociedad civilizada, y es un sostén y guía moral para las personas, ya que en ella se inculcan
y adquieren los valores, enseñanzas y la contención fundamental para nuestro desarrollo e
inserción al mundo.
La construcción de este pilar implica un gran trabajo en conjunto, en el que los hombres y las
mujeres nos respetamos tal cual somos, y complementamos nuestras diferencias y habilidades
en función del amor y del bien común. Sin duda alguna, la mayor riqueza que podemos tener
es la familia; y por lo tanto, unirnos y ayudarnos en lugar de competir y destruirnos es la mejor
inversión.
3. La complementariedad genera una relación todoterreno. Los hombres y las mujeres
tenemos dos similitudes que no debemos perder jamás de vista: somos complementarios, y
nos necesitamos el uno al otro. Es absurdo iniciar un debate de quién es mejor, o quién hace
o tiene más, ya que todos somos iguales en dignidad y tenemos características esenciales que
aportan al mundo y nos hacen geniales. Pero no somos perfectos ni autosuficientes. Por eso
es importante promover la complementación de las competencias y virtudes que nos
distinguen. Esto perfecciona las relaciones que nos rodean:
sociales, familiares, laborales y afectivas, produciendo un
mayor entendimiento entre ambos, y así, mejorando nuestra
forma de actuar en la vida. En la complementariedad, cada
uno saca lo mejor de sí unido al otro, debido a que ambos
nos comprendemos y ayudamos a mejorar como personas.
Por separado, los hombres y las mujeres podemos lograr y
afrontar muchas cosas, pero juntos tomamos mejores
decisiones, resolvemos problemas con más facilidad,
tenemos mejores herramientas, nos contenemos y ayudamos mutuamente, abordamos
diferentes aspectos desde más perspectivas, y desempeñamos roles que, al unirlos, son más
integrales y eficientes. Debemos amarnos tal cual somos, y compartir ese amor para construir
un futuro más esperanzador.

C ACTIVIDADES DE PRÁCTICA
Después de ANALIZAR COMPRESIVAMENTE LA LECTURA responda las siguientes
preguntas:
1. ¿Qué dice el catolicismo acerca de la creación del hombre y la mujer?
2. ¿Cuáles son los rasgos que nos asemejan a Dios?
3. ¿En qué consisten los principios para la vida?
4. ¿Qué dice el Papa acerca del hombre y la mujer?
5. ¿Por qué es fuente de vida la complementariedad entre hombre y mujer?
6. ¿Por qué la complementariedad hombre y mujer construye familia?
7. ¿Por qué la complementariedad hombre y mujer genera una relación todo terreno?

D ACTIVIDADES DE APLICACIÓN Y COMPROMISO

1. Teniendo en cuenta la lectura: Responder y explicar. ¿Cuál debe ser la relación entre un hombre
y una mujer?

2. Resolver la sopa de letras y con las palabras encontradas elaborar un texto que explique el tema
de la guía: EL HOMBRE Y LA MUJER CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

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