La teoría general de los títulos valores surgió de las escuelas comercialistas alemana e italiana. Se define un título valor como un documento que representa derechos patrimoniales y está destinado a la circulación. Los títulos valores pueden ser materializados o desmaterializados y representan derechos como órdenes de pago, créditos, derechos de propiedad u otras prestaciones.
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La teoría general de los títulos valores surgió de las escuelas comercialistas alemana e italiana. Se define un título valor como un documento que representa derechos patrimoniales y está destinado a la circulación. Los títulos valores pueden ser materializados o desmaterializados y representan derechos como órdenes de pago, créditos, derechos de propiedad u otras prestaciones.
La teoría general de los títulos valores surgió de las escuelas comercialistas alemana e italiana. Se define un título valor como un documento que representa derechos patrimoniales y está destinado a la circulación. Los títulos valores pueden ser materializados o desmaterializados y representan derechos como órdenes de pago, créditos, derechos de propiedad u otras prestaciones.
La teoría general de los títulos valores surgió de las escuelas comercialistas alemana e italiana. Se define un título valor como un documento que representa derechos patrimoniales y está destinado a la circulación. Los títulos valores pueden ser materializados o desmaterializados y representan derechos como órdenes de pago, créditos, derechos de propiedad u otras prestaciones.
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TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES
A manera de resumen, y dando un aspecto general en cuanto a la historia del derecho
cambiario pues este surge en la época medieval italiana, el cual es, concebido como contrato de cambio referido a un surgimiento y desarrollo autónomo. Según José Antonio Vallejo la Teoría General de los Títulos Valores es una elaboración conceptual de las escuelas comercialistas alemana e italiana. Haciendo ya referencia a la escuela Comercialista alemana y sus Fundamentos del Derecho Cambiario pues Hans Liebe nos indica el principio de formalidad que caracterizaba al Derecho Cambiario, así como los fundamentales principios de literalidad y de abstracción. Aquí Kuntze nos enuncia pues la teoría de creación cambiaria la cual nos dice que el titulo valor nace como un negocio jurídico perfecto en cuanta a obligación cambiaria y en cuanto crédito accionable desde el momento en que el cambial es redactado, declarándose así la voluntad unilateral y perfecta de obligarse. Esto nos quiere decir que la fuente de la obligación es la declaración unilateral de voluntad del emisor, precisándose así que el tercero que haya adquirido la posesión del título valor lo haga de buena fe. Para tener una noción clara en cuanto a títulos valores este nos dice que es el es el documento de derecho privado, cuya realización está subordinada a la posesión del documento. En cuanto a la escuela comercialista Italiana de manera conceptual es aquel título de crédito el cual es un documento necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo expresado en el mismo, este titulo expresado es un derecho literal ya que su existencia se regula mediante documento, así mismo este derecho es autónomo, porque, porque el poseedor el cual goza de buena fe ejercita un derecho propio, que no puede ser restringido o destruido en virtud de las relaciones existentes entre los anteriores poseedores y el deudor, y por último, el título es el documento necesario para ejercitar el derecho, porque, en tanto el título existe, el acreedor debe exhibirlo para ejercitar cualquier derecho. Citando a Lorenzo Mossa este pues nos señala que los títulos de crédito son papeles o documentos que llevan en sí un valor económico y jurídico, porque el papel contiene un derecho real, o de participación social, o expresa una obligación o promesa formal y rigurosa. El valor no existe sin el documento. El valor no existe sino en cuanto el papel concentra en sí el derecho. Haciendo mención al derecho cambiario viene a ser el conjunto de principios y de normas que regulan los actos y las relaciones jurídicas inherentes a los títulos de crédito cambiarios. A su vez, el título de crédito se define como un documento formado según determinados requisitos de forma, obediente a una particular ley de circulación que contiene incorporado el derecho del legítimo poseedor a una prestación en dinero o en mercadería. También se debe tener en cuenta los antecedentes legislativos pues se dice que en Europa fue el primer Código que incluyó la disciplina unitaria aplicable a todos los títulos valores y este fue el Código de obligaciones de Suiza, el código de comercio de Turquía sigue la legislación suiza; y el código civil italiano establece la disciplina aplicable a todos los títulos de crédito. En cuanto a su denominación, no hay uniformidad ni en la doctrina ni en la legislación. Las denominaciones han estado ligadas a la existencia de un soporte papel, a un cartón, aspecto que actualmente se encuentra superado con la existencia de los títulos desmaterializados, por lo que quizás el término título valor no resulte el adecuado para identificar lo desmaterializado (sin papel). En el derecho cambiario moderno se reconocen e identifican como género a los valores negociables y como especie: a los en título o títulos valores y, a los valores electrónicos, que la propia ley del mercado de valores, decreto legislativo 861, los denomina anotaciones en cuenta y registro. Es por ello que se considera que la denominación de valores negociables como género, es el más adecuado, estando integrado por los valores materializados o títulos valores y los valores desmaterializados o valores representados en cuenta. Dando ya una conceptualización en cuanto a valores materializados estos nos dicen que para la nueva ley de títulos valores los valores materializados son documentos de carácter formal que representan o incorporen derechos patrimoniales y que están destinados a la circulación; de este modo el título de crédito es un documento necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo expresado en el mismo. Por otro lado, los valores desmaterializados por el lado de la problemática se debe aclarar que esta problemática solamente afecta a aquellos títulos que son cotizados y negociados en los mercados de valores. Lo que significa que la aparición de los valores representados en anotación de cuentas no constituye, una alteración universal del concepto de título valor; sus antecedentes arrancan de la ley alemana sobre el depósito colectivo de valores, que establece una copropiedad por cuotas para los propietarios primitivos sobre el conjunto de títulos depositados. En el Perú esta institución lo introdujo el Decreto Legislativo 755, siendo reconocida en el Decreto Legislativo 861, asimismo, la Ley General de Sociedades y finalmente la Ley de Títulos Valores. Con la desmaterialización se busca darle mayor agilidad, eficiencia, seguridad y disminución de costos al mercado de valores a efecto de lograr un mejor desarrollo del mismo. La desmaterialización puede describirse como el fenómeno de pérdida del soporte cartular por parte del valor incorporado, optando por la alternativa de su documentación por medios contables o informáticos. Con la desmaterialización o con la inmovilización de los valores se elimina las inexactitudes derivadas de procesos manuales y del trasiego físico de títulos, en igual forma con la desmaterialización se disminuyen una serie de costos asociados al uso de papel, la desmaterialización de los títulos valores se efectúa mediante las anotaciones en cuenta y la inscripción correspondiente de éstos mediante anotaciones en cuenta y la inscripción correspondiente de éstos en el registro contable que lleve una institución de Compensación y Liquidación de Valores. Por lado de sus características esta pues nos menciona, que el régimen jurídico de los valores representados mediante anotaciones en cuenta, es el propio de los valores mobiliarios, pues con las anotaciones en cuenta continúan utilizándose las terminologías y referencias esencialmente coincidentes con las establecidas respecto de los títulos valores. Así tenemos que , se mantiene el recurso al término representación; se atribuye a los valores representados la nota de fungibilidad, propia de los bienes muebles; se reconocen tanto el vínculo entre el valor y su anotación, cuanto el efecto constitutivo del asiento contable; se atribuye a la inscripción efectos de tradición, pues la transmisión del valor se produce por transferencia contable; se presume la titularidad por la inscripción registral; y se prevé la constitución de derechos reales sobre los nuevos valores. En cuanto a efectos jurídicos, podemos señalar, la Constitución del derecho; la Transmisión de valores; Principio de protección del adquirente o irreivindicabilidad; Legitimación. Los títulos valores contienen un derecho patrimonial incorporado que puede ser una orden de pago, un crédito, un conjunto de derechos, derecho de propiedad o diversas prestaciones. Son relaciones jurídicas que tienen vida propia. Así, por ejemplo; se dice que los cheques, sustituyen, en cierta forma, a la moneda como instrumento de pago; otros promueven o facilitan las ventajas del crédito, como la letra de cambio; otros contienen un complejo de derechos de participación, un status, como las acciones de las sociedades; y, finalmente, otros confieren derechos sobre cosas o prestaciones de servicios. En los títulos circulatorios estos se fundan en el fenómeno económico de la circulación, el cual es el denominador común de todos los documentos que se integran en la teoría general autónoma que gobierna esta clase de instrumentos y que son exigencias económicas las que han obligado a facilitar y asegurar esa circulación, innovando hasta en las concepciones jurídicas más tradicionales, como ocurre con la fundamental y revolucionaria figura. En conclusión, estos documentos circulan con gran intensidad en el tráfico económico, tienen fácil realización del crédito que ellos contienen, están destinados a la circulación, aunque no circulen. El Título de crédito, aparte de ser un documento especial es también un documento formal que obedece a los requisitos de forma prescritos por la ley bajo conminación de la invalidez del título como tal. No basta, por tanto, la escritura, sino que son necesarias todas las indicaciones que la ley requiere para que el título de crédito asuma un determinado tipo y pueda considerar regular y, por lo tanto, despliegue la eficacia que le es propia. Con respecto a su naturaleza jurídica de los títulos valores; se tiene tres teorías, la teoría contractualista la cual se origina en un negocio bilateral entre el emitente y el tomador, pero como el título valor está destinado a circular, se modificó la teoría original y se argumentó que el contrato era entre el emitente y un sujeto indeterminado, incierta persona. Se acusa a las teorías contractualistas de llevar a la consecuencia inadmisible de que los vicios del contrato han de repercutir completamente y siempre sobre la obligación cartular y el derecho que le corresponde, aunque el título se encuentre en poder de un poseedor que haya sucedido al primer tomador además, las teorías contractualistas no explican cómo el acreedor de la prestación mencionada en el título resulta siendo, casi siempre, un tercer poseedor con derecho a exigir la prestación cartular sin haber tenido relación contractual con el emisor del título. La teoría del negocio unilateral toma en cuenta el momento en que se origina la obligación cartular como promesa unilateral, que, según algunos se perfecciona en el momento de la emisión del título; y por último la teoría de la legalidad, sostiene que la obligación literal y autónoma que nace cuando comienza a circular el título, proviene de la ley. Ahora a modo de pregunta cuál es la función del documento; el documento tiene función probatoria, pues sirve para fijar la declaración de voluntad emitida por el obligado, facilitando la prueba de la relación jurídica al titular del derecho subjetivo el título-valor no es un documento de prueba. Es un título inherente al ejercicio del derecho. Tiene también una función constitutiva, surge de él un derecho típico, el derecho cartular, que en algunos casos se vincula con la relación llamada fundamental, y en otros se desprende totalmente de ésta, resultando que las relaciones derivadas de ese vínculo son inoponibles a los terceros tenedores del documento, asimismo, título dispositivo, en el sentido de que, debido a la relación entre el documento y el derecho, es necesario disponer del título para obtener la prestación en él prometida. Por consiguiente, la eficacia de la obligación derivada del título que exige la voluntad del deudor se pueda manifestar en las formas requeridas por las reglas de la institución de la que el título depende. Pero, está sola manifestación de voluntad es insuficiente. Todavía es necesario que la declaración unilateral de voluntad incluida en el título no quede a la decisión del deudor, sino que ella sea exteriorizada en las condiciones que el impriman un carácter definitivo.