Unidad Curricular

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Unidad curricular: 1 clima escolar

Tema generador: el circuito educativo como referente social y cultural. Clima y gestión escolar

El circuito educativo forma parte del proceso de transformación institucional, su


objetivo es consolidar el protagonismo y la unión de las comunidades educativas, en
función del poder popular, tomando como referencia la Constitución Nacional, LOE,
LOPNNA y el Plan de la patria. Permitiendo la interacción social en la construcción de
conocimientos y experiencias para el desarrollo del aprender haciendo y conviviendo,
que de distintas perspectivas contribuyen a la formación de las comunidades.

En el mismo orden, cada circuito incorpora la vinculación entre los ciudadanos su


afinidad sociocultural y su historia local como territorio comunal y activa la acción
educativa de la comuna, consejos comunales, movimientos sociales, trabajadores del
sector salud, participantes de las misiones educativas, entre otros que brinde servicios a
la comunidad.

Es importante señalar, que desde nuestro ámbito de trabajo, el circuito propicia la


integración entre padres y representantes, docentes y estudiantes a través de las
diferentes actividades programadas en pro de la participación y del bienestar estudiantil,
creando nuevas expectativas que nos permiten fomentar estrategias para el disfrute
social y cultural. Favoreciendo el intercambio cultural, bajo el principio de
interculturalidad.

Este ámbito de la participación ha sido ampliamente dispuesto en la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela (1999) en la cual, de sus 350 artículos, 130 hacen
referencia directa o indirecta de la participación, relacionándola con la
corresponsabilidad, solidaridad, organización de comunidades, defensa y protección de
los derechos humanos y educación ciudadana. En este sentido, el clima escolar debe
estar caracterizado por la convivencia y la paz, un lugar seguro y profundamente
democrático, donde los acuerdos de convivencia deben ser de construcción colectiva en
el marco de la democracia participativa y protagónica. Generando un clima de inclusión,
de derechos de igualdad en condiciones y oportunidades de justicia social, haciendo
énfasis en los siguientes referentes éticos: educar en, por, y para el amor, el respeto y la
afirmación de la condición humana, para formar ciudadanos para la convivencia desde
la familia, la comunidad y escuela. Y en el otro referente, educar en, por , para la
curiosidad y la investigación, fortaleciendo la bandera de la pedagogía del amor, el
ejemplo y la curiosidad, la pregunta, la investigación, el deseo y el disfrute por el
conocimiento, la identidad y un aprendizaje de vida.

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Un docente tiene que sentir interés por la enseñanza y tener curiosidad sobre las técnicas
que se desarrollan en cada área de aprendizaje, debe disfrutar u tener interés en ayudar a
los alumnos en su desarrollo personal y social, debe ser un líder, el cual lo destaca en su
libro Análisis de pensamiento, el autor Luis Bigott “El investigador debe ser un
agitador, un militante, tener alto grado de humildad y un humor extraordinario.”

Mencionando al maestro Prieto Figueroa, quien manifestó que “la escuela no puede ser
reflejo de la sociedad que tenemos, la escuela debe ser reflejo de la sociedad que
queremos”.

En referencia destaca, el aspecto de una transformación curricular, en donde están


involucrados los propósitos y enfoques de la educación, la manera de entender y valorar
las practicas educativas, las relaciones y las experiencias vividas entre los distintos
participantes, para hacer de los procesos de acompañamiento, una investigación acción,
participación y transformación mediante lo continuo y sistemático, adaptado al entorno,
haciendo de las instituciones las escuelas que queremos y merecemos.

En este sentido, el protagonismo de los ciudadanos en la búsqueda de su bienestar


individual y colectivo está inscrito en los artículos 3,5,112,229, y 322 de la carta magna
y aún en el preámbulo constitucional que establece: “Una sociedad democrática,
representativa, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un estado de
justicia…”(p .l).

Este preámbulo sella la participación de la comunidad en la gestión escolar y le da


legitimidad a la gerencia participativa en la educación; de allí que entre otras
dificultades, que pueda presentar la institución, insta a una mayor y mejor participación
de los padres y representantes en la escuela, abriéndole espacios libres para su
cooperación.

Así, según los planteamientos de Carlos Lanz, (1998:12) “es conceptuada como el
conjunto de acciones pedagógicas integradas con las gerenciales que realiza un
directivo.

En consideración de lo antes planteado, el accionar del director debe partir de una visión
clara en los objetivos, o las metas a lograr en la institución, tener la corresponsabilidad
ética, política y moral de construir un escenario de formación y socialización, para
luego implementar las estrategias adecuadas y alcanzar los fines, manteniendo presente
la escuela que queremos y no la que tenemos, es decir, la que todos necesitamos para
enfrentar los cambios vertiginosos en la sociedad.

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