Novena A Nuestra Señora de La Candelaria

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NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA

Con todo mi amor te amo mi Jesús, por ser quién eres pésame de
haber pecado, propongo nunca ofenderte. (se repite dos veces).

ORACIÓN DIARIA

Santísima Virgen y Madre de Dios, con que confianza llego a las


aras de tu amor en tu agraciada imagen de la Candelaria. Pues si
en ella favoreciste a los gentiles, que te ignoraban, yo, aunque
indigno entre los fieles, como dudare de tu amor? Si amas a quien
no te conoce como se alienta con el misterio de tu purifican
donde, como medianera nuestra ofreces al Padre Eterno por
nosotros, por tu Unigénito Hijo, dando con esto superabundante
satisfacción. Continua, Señora, tus sacrificios, haciendo que el
Santo Nombre de Dios sea de todas las naciones adorado; pide
Señora por la Santa Católica Iglesia y por la conversión de los
infieles y pecadores; no olvides a los agonizantes y afligidos, ni
los clamores del purgatorio, vean tus benignos ojos a todos los
que te aclaman; y entre ellos oye, Señora mis clamores con los
que suplico tu gracia sin ningún merecimiento, de lo que
humillado adoro a la Trinidad beatísima, porque en ti se ostenta
su magnificencia, a quien suplico por su original gracia y por
privilegio singular de Virgen Madre, te dignes oír mi petición y
asegurar mi salvación.

DÍA PRIMERO

¡Oh, dulcísima Madre de Dios y señora nuestra ! Yo considero en


tu imagen y por tu título de Candelaria, Reina y Señora de las luces
sagradas que por cuyo medio nos quiere conducir tu amor a la
Eterna patria y por eso, siguiente este seguro norte, te contemplo
señora en tu devotísima imagen del misterio de la Purificación,
aquella luz del primer día con que hermoseo Dios al mundo que fue
complacencia de sus ojos ahuyentando las tinieblas: yo reverencio
la diligencia de tu piedad, con que terminando la larga noche de la
antigua ley, alumbraste a los gentiles con la divina claridad que
lograron los afortunados de este territorio cuando su antiguo
conquistador en esta iglesia esta tu Sagrada imagen de la
Candelaria, para reducirlos a la santa Fe destierra, Señora de
nosotros la noche de la culpa, conservándonos el tesoro de la gracia
santa: que te veamos en la gloria y consigamos lo que te pedimos
en esta novena si es para mayor honra de Dios y bien de nuestras
almas.

DÍA SEGUNDO

La segunda palabra de la salutación angelical es María que quiere


decir mar de dulzuras y suavidades estelares del mar. Eres, Señora
Nuestra de la Candelaria la que guías a todos tus devotos que
navegan en estos ríos del Cauca y Magdalena; y tu templo y
santuario se encuentran colocados en las espesuras de estos montes.
Llenando sus almas de gozo y sus corazones de júbilo, dándoles la
salud que humildes le imploran. Yo señora, soy un pecador que
camina errado en este mar del mundo, se mi estrella y guia por tu
sagrado nombre de María, logre yo el no perder de vista el norte
que nos guia al deseado puerto, pues desde hoy propongo
embarcarme en la nave de tu protección, venerando el nombre de
María en tu milagrosa imagen de la Candelaria y a cada instante
diciendo ¡viva María! y con la capilla celestial: Venid ángeles,
arcángeles, querubines, serafines . y toda la corte celestial; venid a
enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a saludar a la madre
de los pecadores y señora nuestra; venid llamad a las puertas de sus
piadosos oídos. A las puertas de su clemencia ¡oh soberana reina!
espera un alma que desea publicar sus beneficios recibidos por tu
imagen de Candelaria; Ave cándida y hermosa paloma que en tu
purificacion misteriosa traes en las manos el ramo de olivo, nuestro
Jesús y nuestro Redentor; ya señora se acabaron los enojos, ya ceso
el diluvio, ya se aplaco la justicia divina, ya todo es misericordia;
las guerras fenecen, la tranquilidad se experimenta porque la
paloma trae el ramo de olivo. María Señora Nuestra y soberana en
estos montes, y sus devotos se regocijan de tener tal amparo y
protección que con sus ruegos sean oídas nuestras humildes
suplicas que hacemos en esta novena.

DÍA TERCERO

La tercera palabra de la salutación angelical es ( gratia plena), llena


eres de gracia, mar inmenso donde se congregan todos los ríos, en
ti, señora están como en su seno las aguas de todo el mar presas. en
ti, Señora de la Candelaria, se venera el universal dominio sobre
las aguas, a tu inmenso imperio obedecen, a tu nombre las
soberbias olas de las enfermedades se humillan, al oír el soberano
nombre de la Candelaria se confunden y temerosas huyen las
calamidades; llena eres de gracia para repartir favores pues nos
libras de males y nos llenas de bienes. Todas las gracias, favores y
beneficios nos viene por tus respetos, salga yo Señora. por tu
amparo y patrocinio del salobre mar de la culpa al mar de la gracia
y convidemos a los ángeles para alabar a la Señora. Venid ángeles,
arcángeles, querubines, serafines . y toda la corte celestial; venid a
enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a saludar a la madre
de los pecadores y señora nuestra; venid llamad a las puertas de sus
piadosos oídos. A las puertas de su clemencia ¡oh soberana reina!
espera un alma que desea publicar sus beneficios recibidos por tu
imagen de Candelaria; Ave cándida y hermosa paloma que en tu
purificacion misteriosa traes en las manos el ramo de olivo, nuestro
Jesús y nuestro Redentor; ya señora se acabaron los enojos, ya ceso
el diluvio, ya se aplaco la justicia divina, ya todo es misericordia;
las guerras fenecen, la tranquilidad se experimenta porque la
paloma trae el ramo de olivo. María Señora Nuestra y soberana en
estos montes, y sus devotos se regocijan de tener tal amparo y
protección que con sus ruegos sean oídas nuestras humildes
suplicas que hacemos en esta novena.

DÍA CUARTO

La cuarta palabra de la saludación angelical es: "dominus tecum".


El señor es contigo, porque en ti descansa el Señor y apacenta de
las virginales azucena de tus virtudes, en ti esta un Dios como en
su magnifico templo elevado trono, casa real, palacio hermoso. El
Señor es contigo. Alegrate Reina de los ángeles, Señora de los
Profetas, Corona de los Apóstoles, honra de los mártires, alegría de
los serafines, santos y justos, consuelo mundo, clarín sonoro, cielo
purísimo, mar por donde se conducen las almas al cielo. Por
honraros, Señora, gozoso quisiera tener un millón de lenguas, e ir
repitiendo: el Señor es contigo para hacer memoria de cuando el
estubo en tu vientre como segura y gustosa nave. ¡Oh, Madre
piadosisima! alcanzanos por el amor que tienes a tu hijo Jesús,
deseos fervorosos de servirte diciendo: El Señor es contigo y
humilde con la mayor devoción en la capilla angelical. Venid
ángeles, arcángeles, querubines, serafines . y toda la corte celestial;
venid a enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a saludar a
la madre de los pecadores y señora nuestra; venid llamad a las
puertas de sus piadosos oídos. A las puertas de su clemencia ¡oh
soberana reina! espera un alma que desea publicar sus beneficios
recibidos por tu imagen de Candelaria; Ave cándida y hermosa
paloma que en tu purificacion misteriosa traes en las manos el ramo
de olivo, nuestro Jesús y nuestro Redentor; ya señora se acabaron
los enojos, ya ceso el diluvio, ya se aplaco la justicia divina, ya todo
es misericordia; las guerras fenecen, la tranquilidad se experimenta
porque la paloma trae el ramo de olivo. María Señora Nuestra y
soberana en estos montes, y sus devotos se regocijan de tener tal
amparo y protección que con sus ruegos sean oídas nuestras
humildes suplicas que hacemos en esta novena.

DÍA QUINTO

La quinta palabra de la salutación angelical es: "Benedicta tu in


molieribus": bendita eres entre las mujeres, solo tu, Señora, eres
virgen fecunda, virgen madre, tierna virgen que nos das el grano
puro, Dios humanado, única, singular, y hermosa entre las mujeres
como el sol fuente, raíz y origen de nuestra dicha; al verte Señora,
tan singular lucir entre las mujeres, todos te deseamos repetir con
ternura del corazón, celestial princesa, hermosa reina seas mil
veces en hora buena y pregones las criaturas todas, que eres bendita
entre las mujeres, a ti Señora, la honra, la gloria, y el honor; bendita
eres de Dios, benditos son todos en tu bendición, así pues Madre y
Señora, nosotros lo seamos por tu intercesión, alcancemos que tu
hijo Jesús en el ultimo día nos bendiga y diga venid benditos de mi
padre y por alabar a la Reina del cielo convidemos a la capilla
celestial;Venid ángeles, arcángeles, querubines, serafines . y toda
la corte celestial; venid a enseñarme con afectos fervorosos a decir
Ave, a saludar a la madre de los pecadores y señora nuestra; venid
llamad a las puertas de sus piadosos oídos. A las puertas de su
clemencia ¡oh soberana reina! espera un alma que desea publicar
sus beneficios recibidos por tu imagen de Candelaria; Ave cándida
y hermosa paloma que en tu purificacion misteriosa traes en las
manos el ramo de olivo, nuestro Jesús y nuestro Redentor; ya
señora se acabaron los enojos, ya ceso el diluvio, ya se aplaco la
justicia divina, ya todo es misericordia; las guerras fenecen, la
tranquilidad se experimenta porque la paloma trae el ramo de olivo.
María Señora Nuestra y soberana en estos montes, y sus devotos se
regocijan de tener tal amparo y protección que con sus ruegos sean
oídas nuestras humildes suplicas que hacemos en esta novena.
DÍA SEXTO

La sexta palabra contenida en el Ave María es: "Benedictus


fructuos ventris tui", bendito el fruto de tu vientre Jesús que fue la
salutación de santa Isabel a Nuestra gran Reina y Señora; Cristo
Nuestro Señor es el fruto de tu vientre virginal y si la bondad del
fruto da a conocer el árbol, ¿cuáles serán tus perfecciones? Si tú,
oh María, eres el árbol que produjo tan soberano fruto, nuestro
Jesús, oh! sagrada virgen, por ti nos vino la primavera, se vistió al
mundo de hermosas flores, cantan alegres de aves y corren gozosas
las fuentes, porque vino Jesús fruto de tu vientre; fruto dulce,
piadoso y benigno; todo lo logramos tus devotos por ser el Señor
fruto de tu vientre; por eso dices, oh María! lleguen los mortales a
mi, venid que sois el árbol virginal, gustad de mis dulzuras,
bendíganle pues señora, todas las naciones, haz madre amabilísima
que no cesemos de repetir con devoción: bendito el fruto de tu
vientre Jesús y convidando a la capilla angelical; digamos todos.
Venid ángeles, arcángeles, querubines, serafines. y toda la corte
celestial; venid a enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a
saludar a la madre de los pecadores y señora nuestra; venid llamad
a las puertas de sus piadosos oídos. A las puertas de su clemencia
¡oh soberana reina! espera un alma que desea publicar sus
beneficios recibidos por tu imagen de Candelaria; Ave cándida y
hermosa paloma que en tu purificación misteriosa traes en las
manos el ramo de olivo, nuestro Jesús y nuestro Redentor; ya
señora se acabaron los enojos, ya ceso el diluvio, ya se aplaco la
justicia divina, ya todo es misericordia; las guerras fenecen, la
tranquilidad se experimenta porque la paloma trae el ramo de olivo.
María Señora Nuestra y soberana en estos montes, y sus devotos se
regocijan de tener tal amparo y protección que con sus ruegos sean
oídas nuestras humildes suplicas que hacemos en esta novena.

DÍA SÉPTIMO

La séptima palabra del Ave María es: " Santa María Madre de
Dios" te llamamos señora porque eres con toda verdad propia
Madre de Dios; excelencia tan grande que los cielos se admiran,
los ángeles enmudecen, los serafines se asombran; dignidad tan
suprema que es infinitamente incomprensible; que contiene en si
bondad, sabiduría y amor, todos te alaben Soberana Emperatriz,
todos te bendigan diciendo: Santa María Madre de Dios; posees
Señora títulos hermosos, dignidades tan supremas, solo es trono
digno de tu grandeza la diestra de tu Hijo, en el divino solio los mas
elevados serafines te veneran, Santa Madre de Dios frecuentemente
te alabamos diciendo: Santa María Madre de Dios, alcanzanos,
señora por tu grande amor que amemos a Dios con todo nuestro
corazón, que con los ángeles te alaben las demás criaturas
diciendo:
Venid ángeles, arcángeles, querubines, serafines . y toda la corte
celestial; venid a enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a
saludar a la madre de los pecadores y señora nuestra; venid
llamad a las puertas de sus piadosos oídos. A las puertas de su
clemencia ¡oh soberana reina! espera un alma que desea publicar
sus beneficios recibidos por tu imagen de Candelaria; Ave
cándida y hermosa paloma que en tu purificacion misteriosa traes
en las manos el ramo de olivo, nuestro Jesús y nuestro Redentor;
ya señora se acabaron los enojos, ya ceso el diluvio, ya se aplaco
la justicia divina, ya todo es misericordia; las guerras fenecen, la
tranquilidad se experimenta porque la paloma trae el ramo de
olivo. María Señora Nuestra y soberana en estos montes, y sus
devotos se regocijan de tener tal amparo y protección que con sus
ruegos sean oídas nuestras humildes suplicas que hacemos en esta
novena.

DÍA OCTAVO

La octava palabra que contiene el Ave María es "ora pro nobis


peccatoribus" , ruega señora por nosotros pecadores, oh!
piadosisima obligada de los pecadores en todo tiempo, pues jamas
ha llegado alguno que no experimente tus piedades, Madre eres de
Dios y madre de Pecadores; bien tiene experimentada esta verdad
la iglesia; con razón te llama esposa purísima bañada del divino sol
que resplandeciente con la luz del sol Jesús, introduce sus divinos
influjos en el mas misero pecador, para todos eres amparo, a todos
miras como madre y como obligada sin cesar a rogar por nosotros.
Que fuera de los pecadores y del mundo, sin María?. Eres señora
nuestro arco iris de paz, Reina de clemencia, el infierno se llena de
coraje al ver el maternal amor con que nos amas; bendigante los
cielos y la tierra por tu maternal amor, tu excesiva caridad y
clemencia digamos: "ruega por nosotros pecadores" y convidemos
a los ángeles que nos ayuden a agradecer tantos favores diciendo:
Venid ángeles, arcángeles, querubines, serafines . y toda la corte
celestial; venid a enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a
saludar a la madre de los pecadores y señora nuestra; venid llamad
a las puertas de sus piadosos oídos. A las puertas de su clemencia
¡oh soberana reina! espera un alma que desea publicar sus
beneficios recibidos por tu imagen de Candelaria; Ave cándida y
hermosa paloma que en tu purificacion misteriosa traes en las
manos el ramo de olivo, nuestro Jesús y nuestro Redentor; ya
señora se acabaron los enojos, ya ceso el diluvio, ya se aplaco la
justicia divina, ya todo es misericordia; las guerras fenecen, la
tranquilidad se experimenta porque la paloma trae el ramo de olivo.
María Señora Nuestra y soberana en estos montes, y sus devotos se
regocijan de tener tal amparo y protección que con sus ruegos sean
oídas nuestras humildes suplicas que hacemos en esta novena.

DÍA NOVENO

La ultima palabra que se contiene en el Ave María es: "Ahora y en


la hora de nuestra muerte". Tu Madre, soberana, Emperatriz
poderosa, habrás de ser mi protectora y abogada, habrás de ser la
luz de mis ojos, gozo del corazón, defensa única de mis enemigos,
rayo y vela que disipa las astucias dobladas del demonio, consuelo
en los desmayos del corazón, aliento del alma, luz del
entendimiento, enciende mi voluntad. Oh, virgen milagrosa de la
Candelaria, fortaleza mía, se mi estrella y mi norte en el peligroso
mar de amargura; no me opriman las olas y tempestades de las
tentaciones, no me sumerja el viento de la presunción, no me
despedace el escollo de la desesperación, socorre, señora, la
miserable nave de mi alma, para que guiado de tu luz llegue al
puerto deseado; ruega señora, por nosotros pecadores, ahora y en
la hora de nuestra muerte espero Madre y señora de la Candelaria
no padecer naufragios y derrotas alguna en aquella hora; eres
señora, toda mi esperanza: desde ahora te doy las gracias y deseo
te alaben todas las criaturas con la capilla angelical diciendo: Venid
ángeles, arcángeles, querubines, serafines . y toda la corte celestial;
venid a enseñarme con afectos fervorosos a decir Ave, a saludar a
la madre de los pecadores y señora nuestra; venid llamad a las
puertas de sus piadosos oídos. A las puertas de su clemencia ¡oh
soberana reina! espera un alma que desea publicar sus beneficios
recibidos por tu imagen de Candelaria; Ave cándida y hermosa
paloma que en tu purificación misteriosa traes en las manos el ramo
de olivo, nuestro Jesús y nuestro Redentor; ya señora se acabaron
los enojos, ya ceso el diluvio, ya se aplaco la justicia divina, ya todo
es misericordia; las guerras fenecen, la tranquilidad se experimenta
porque la paloma trae el ramo de olivo. María Señora Nuestra y
soberana en estos montes, y sus devotos se regocijan de tener tal
amparo y protección que con sus ruegos sean oídas nuestras
humildes suplicas que hacemos en esta novena.
GOSOS

PUES SOIS DE LOS PECADORES


EL AMPARO Y LA ALEGRÍA,
OH MADRE CLEMENTE Y PÍA
ESCUCHAD NUESTROS CLAMORES.

Si en nuestra imagen hermosa


De Candelaria encontramos
Todo el bien que deseamos
En esta vida penosa;
Si en todo tiempo graciosa
Dispensáis vuestros favores
Con franca soberanía.

Fénix de amor renovada


Para remediar al hombre
Ostentáis este renombre
En vuetra imagen sagrada
Se aumentan mas los ardores
De vuestro amor cada día.

Como aquella nubecilla


Que elias vio en el carmelo
Así por nuestro consuelo
Abriste esta maravilla
De una oscura imagencilla
Salieron nuevos primores
Que son asombros del día.

Que copiosa, que incesante


Es la lluvia soberana
De milagro con que ufana
Loa benéficos amantes,
No se dan ningún instante
Sin que derrame fervores
Con general bizarría.
Todo el que ora confiado
Y con sincera intención
Vuestro amparo y protección
Salio siempre consolado,
Infinitos han tornado
En delicias sus dolores
Porque os buscaron guia.

No hay enfermedad penosa


Mal trabajo ni desgracia
Que vos con pronta eficacia
No remedies generosa
Si es que con fe fervorosa
Quien busca vuestro consuelo
De los vicios se desvía.

Todo el reino granadino


Lo confiesa ufano
Porque jamas clamo en vano
A nuestro auxilio divino
Como madre el mas peregrino
En sus congojas mayores
Le habéis dado la alegría.

Casa común del consuelo


En vuestro templo sagrado
Pues en el habéis fraqueado
Vuestro maternal desvelo,
Por eso con tanto anhelo
Sin recelos ni temores.

Noble villa de Magangue


Tierra mil veces dichosa
Que riqueza tan preciosa
Solo en tu templo se ve
Oh! hermoso rosicler,
De tus distintos olores
Vierten graciosa ambrosía.

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