Talleres de Religion Grado Octavo
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¡Ayúdame!
Un hombre se asomó por una de las ventanillas de los remolques y tiró hasta meterla.
Jacqueline sintió una enorme gratitud. Pero ¿Y los demás?, se preguntó y vio por la ventanilla, a~ lo lejos, a
una familia abrazando sus hijitos. De repente, vio un botecito y gritó:
-¡Deténganse! ¡Allá están unos bebés!
Los ocupantes del botecito eran otra pareja que trataban también de sobrevivir. Rápido cambiaron de
dirección hacia el lugar donde se encontraban un hombre y una mujer que se aferraban a las ramas de una
higuera, con la cara y el cuerpo cubiertos de lodo de la corriente. Llevaban tres horas luchando con el lodazal
helado y, sobre todo, muy preocupados ante la mirada ya perdida de la niña y el cuerpo exánime, sin fuerzas,
de Félix; niños aún muy pequeños, entre 2 y 3 años de edad.
No hay mucha posibilidad de sobrevivir, pensaban...
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán y el Espíritu Santo lo llevó al desierto. Allí estuvo
cuarenta días y el diablo lo puso a prueba.
No comió nada durante esos días, así que después sintió hambre.
El diablo entonces le dijo: Si de veras eres el Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó: La escritura dice: No sólo de pan vivirá el hombre.
Luego el diablo lo levantó y, mostrándole en un minuto todos los países del mundo, le dijo: Yo te daré
este poder y la grandeza de estos países. Porque yo lo he recibido y se lo daré al que quiera dárselo. Si
te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.
Jesús contestó:
La Escritura dice: Adora al Señor, tu Dios y sírvele sólo a El.
Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le dijo: Si de
veras eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí;
porque la escritura dice: Dios mandará que sus ángeles te cuiden y te protejan. Te levantarán con sus
manos, para que no tropieces con piedra alguna.
Jesús le contestó:
También dice la Escritura: No pongas a prueba al Señor tu Dios.
Cuando el diablo no encontró otra forma de poner a prueba a Jesús, se alejó de El por algún tiempo.
(Lucas 4, 1-13)
1. Relaciona las tentaciones de Jesús con las tentaciones: placer, dinero, poder, fama. Ubicándolas
en la lectura bíblica.
2. ¿Por qué Jesús no cayó en las tentaciones y pudo superarlas?
3. ¿Has sentido las mismas tentaciones de Jesús? ¿Cuándo?
4. En la Historia, ¿Cuándo ha tenido la Iglesia estas tentaciones?
5. Hoy, ¿tiene tentaciones la Iglesia? ¿Cuáles?
6. ¿Qué le ayuda a la Iglesia a no caer en las tentaciones: la fe o la fidelidad? Una sola de ellas;
¿cuál? ¿O las dos?
7. Sustenta tu respuesta.
8. Ilustra con dibujos, gráficas, láminas, según tu creatividad.
9. Comparte tu trabajo y realiza una discusión acerca de las respuestas (Mesa redonda, panel,
foro...