Libro Magnetismo

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MAGNETISMO

SONAMBULISMO - ESPIRITISMO
~5 5 -80. - C.,nnEIL, impl'enta de rai,TÉ .
EL MAGNETISMO
SONAMBULISMO

y ESPIRITISMO
,
ESTUDIOS cumosos y FILOSOFICOS

ron

GARCIA-HAMON
I
OB R A ADO RNADA e o N L A ni 1 N A S

PARÍS
LIBRERíA DE GARNIER HERMANOS
6, calle <lec Saints -Péres, 6.

1880
INTRODUCCION
Los albores del magnetismo. - Sus orígenes. - El espíritu y la
materia. - El maravilloso sobrenatural. - La botella de Leyde.
- El gas. - La electricidad. - La fotografía. - El teléfono.
- La aerostaciulI. - La armonía unive,·sal. - Los tiempos
futuros. - Desgracia de todas las concepciones atrevidas. -
El guia de la humanidad. - Objeto de esta obra.

Por más que la humanidad, como la naturaleza,


no proceda por s.altos en su marcha, hay sucesos sor-
prendentes que, si bien mirado, observan un enca-
denamiento ininterrumpido ·y una obediencia pasiva
á la ley de contrastes , no dejan de maravillarnos
por la aparente contradiccion que ofrecen; y tal es la
manifestacion del magnetismo en el siglo de Voltaire
y de los Enciclopedistas. Sin embargo, el momento
era oportuno; tan antiguo que sus orígenes se pier-
den en la noche de los tiempos, pues no vacilamos
en atribuirlo á los primitivos sacerdotes egipcios, de
quienes Moisés lo aprendió, el magnetismo, ador-
mido durante siglos, llegaba como una reaccion na-
tural é inmediata contra el materialismo.
En efecto, el nuevo agente misterioso salia de la
1
II INTIIODUCCION.

esrera de accion gcne¡'al atribuida en-tónces á la acti-


vidad humana,del mundo material, y se lanzaba al
descubrimiento de lo infinito con el estudio de la
naturaleza espiri tual é invisible. Así es que surgieron
reñidas discusiones y vehementes polémicas entre
los ardorosos adeptos y los no ménos fogosos detrac-
" tores. Dudaron los unos, quedaron espantados los
otros de la audaz teoría que, á su modo de ver, pre-
tendia traspasar los límites señalados á la inteligen-
cia humana; casi todas las sociedades científicas se
concretaron á negar, exceptuando algunos de sus
miembros que, individualmente, se declararon con ·
vencidos de la realidad de los fenómenos que habian
tenido el valor de verificar.
La razon estaba de su parte. Todos sabemos que
el cuerpo humano es una máquina maravillosa y ar-
moniosamente organizada; pero así como toda má-
quina necesita un motor que la ponga en movi-
miento, así el cuerpo requiere una fuerza que le dé
la accion; sin este misterioso resorte, queda redu-
cido al estado inerte en que la muerte le ofrece á la
vista. Hay pues dos principios que se comparten la
existencia: uno invisible y que manda: el espíritu ,-
otro visible y que obedece: la materia.
Hasta hoy la ciencia" se ha ocupado tan sólo de los
hechos puramente materiales, es decir, sometidos á
leyes mecánicas y físicas , y declara sobrenaturales,
inaccesibles á la investigacion humana y ajenos á
su competencia, los fenómenos que no dependen de
INTRODUCCION. 111

esas leyes. Empero, los hechos singulares y milagro-


sos saltan á la vista; de contínuo nos hallamos cara
á cara con lo sobrenatural inexplicable, y no es posi-
ble creer que poseamos sin razon las facultades del
ideal, pues nada existe en la naturaleza que no tenga
su razon de ser. Los misterios son hechos naturales que
la inteligencia no ha conseguido aun explicar; pero
puede considerarse como seguro que el desarrollo
progresivo de nuestros conocimientos llegará á ha-
cedos comprender, basándose en el estudio de la
naturaleza espiritual, á la que estos misterios están
unidos.
Madura está ya la humanidad para conocerse por
completo, y nuestro siglo ha apadrinado las concep-
ciones más prodigiosas.
La electricidad, agente invisible, dócil y rápido
como el pensamiento, pone en comunicacion los
puntos más equidistantes del globo; enciérrase al
rayo en una botella de Leyde para servir de juguete
científico á los colegiales; el gas, y hoy dia la luz
eléctrica, han abolido parcialmente las tinieblas noc-
turnas; el vapor nos conduce á lejanos países en
breve plazo, mueve la maquinária fabril é industrial,
agita máquinas gigantescas que taladran las monta-
ñas bajo las cuales pasan los fugaces trenes; toma la
química por auxiliares al sol, á la electricidad y
hace de ellos incomparables dibujantes; la voz
queda grabada en una plancha de melal, de manera
que nuestros nietos podrán escuchar el acento de
IV INTRODUCCION.

los grandes oradores contemporáneos, aunque sea


dentro de dos siglos; difúndese la instruccion por
doquiera, y no es temeridad calcular la época en que
la aerostacion competirá felizmente con los ferro-
carriles y vapores.
Pero, la actividad humana no puede cifrarse sólo
en estas empresas que tienden exclusivamente á
mejorar su sino; la causa originária de tan múltiples
descubrimientos, el espíritu, no puede dejarse á un
lado; forzoso es rendirle culto, estudiarlo, pues nos
revela un mundo mucho más fértil; mundo oculto
en el que vivimos sin notarlo, á pesar de las reite-
radas pruebas que de su existencia nos suministra:
el mundo espú·itual ambiante 6 de los espíritus.
El magnetismo es, pues, hrevemente explicado,
« la ciencia de reconocer y probar la naturalidad de
los hechos denominados sobrenaturales, producién-
dolos á deseo de la voluntad, » y su fin, perfeccionar
los medios de comunicacion con las innumerables
potencias que pueblan «;ll universo. Vuelto de contí-
nuo hácia la unidad de las ideas y de las aspiracio-
nes, el mundo ha creido hallarla en las diversas reli-
giones que sucesivamente han nacido, para desapa-
recer, y sólo ha encontrado division, intolerancia,
persecuciones y públicos trastornos. El magnetismo,
punto de partida, es el solo instrumento capaz de
realizar esta obra sublime de la armonía universal.
Como toda ciencia que ve lucir sus primeros al-
bores, el magnetismo, despues del estruendo que
INTRODUCCION. v
promovió al presentarse, ha entrado por el momento
en un período de calma relativa, en un recogimiento
favorable, y sus adeptos se entregan á estudios é
investigaciones coronadas por el éxito. Cercano
está el dia en que el magnetismo volverá á aparecer
luciendo con nuevo esplendor, y ese dia, la ciencia
se apoderará de él para glorificarlo y aplicarlo á la
regeneracion de la humanidad.
Á pesar de la indiscutible realidad de los fenóme-
nos magnéticos, realidad probada por mil voces com~
petentes venidas de todos los ámbitos del globo, á pe-
sar de esta frase de Cantú, que no puede juzgarse
interesado en la materia: CI Las nuevas formas con
que el magnetismo animal se ha reproducido en
nuestros dias, hacen un deber el meditar este mis-
terio en vez de tratarlo con menosprecio (1), » hay
gente que duda y denigra, lógica consecuencia de la
falta de fe como de la ignorancia.
Ademas de los abusos del charlatanismo que nada
respeta, hay otra razon y es que esta ciencia sufre la
ley comun á todas al inaugurarse. Todas han tenido
entusiastas y maldicientes, verdugos y víctimas. Sa-
lomon de Caux y los primeros químicos fueron apre-
ciados como hechiceros por los académicos de su
época, y pura magia era para ellos la química, esa
ciencia portentosa. Fulton fué considerado como un
loco por el gran genio militar y ad.ministrativo de

(1) Hislo"ia universal. Edic. Garnier. Tomo VI, pág. 324.


VI INTRODUCCION.

este siglo, Napoleon 1, y hoy se sabe que la navega-


cion al vapor era su prodigiosa locura. Cuando se
construyó en Francia el primer ferrocarril, de París
á San German, M. Thiers declaró que sería un ju-
guete para los parisienses desocupados, y ese ju-
guete ha sido y es manantial , de la riqneza pública.
La lista sería innumerable é inútil, pues los hechos
citados son convinéentes.
Hoy, desde la cúspide de la ciencia moderna mi-
ramos con lástima á los sabios pasados, calumnia-
dores de tan admirables invenciones. Pero, I cuántos
secretos nos tiene velados aun la naturaleza! El pro-
greso, ese eterno guia de la humanidad, adelanta
á pasos de gigante, inmutable, arrastrándonos en pos
de sí, sin reparar en los que caen pn el camino, pues
no hay vida inútil, ni esfuerzo perdido. Y i guay! del
que sin pruebas, imitando la imprevisií:m y la obce-
cacion de nuestros mayores, se niega á ver lo que
está visible, á oir lo que la voz de la verdad esparce
por los cuatro puntos cardinales.
El magnetismo ha sido tratado en gran número
de obras especiales que no han sabido evitar la
aridez propia á toda ciencia, por lo que solamente
son comprensibles para un reducido número de
iniciados y eruditos. Nuestro propósito al escribir
este nuevo libro ha sido condensar en un cuerpo de
doctrina los principios, la esencia, las aspiraciones
y el fin del magnetismo, los hechos principales de
su historia y el relato de las experiencias probadas
INTRODUCCION. VII
y confirmadas por personas honorables y dignas de
todo crédito. En una palabra, instruir y moralizar
vulgarizando una ciencia mal conocida hasta hoy de
gran número de personas, tal es nuestro objeto, y
el público decidirá si lo hemos conseguido.
Y, lo repetimos para terminar, no se trata aquí
de magia ni de brujería, sino de una ciencia que
posee sus leyes científicas y fisiológicas y cuyo por-
venir in spira las más sublimes esperanzas .
. i Emel'git depl'eSSa verüas!
MAGNETISMO
SONAMBULISMO - ESPIRITISMO

PRIMERA PARTE
MESMER y EL MESMERISMO

CAPíTULO PRIMERO

Los precursores ele lHesmer. - Á mediados del


siglo pasado, la Europa entera tenía fijos los ojos en
dos hombres pOI" distintos títulos interesantes; el
primero tl'aia una nueva doctt'ina, el segundo una
aplicacion nueva de las antiguas creencias. Estos
dos hombres eran: Manue'! Swedenborg y el abate
Gassner.
El iluminado de Suecia. - El sueco Swedenborg
era el tipo perfecto del iluminado, del creyente
sincero, dotado de una naturaleza fina y delicada.
La revelacion de su espírilu tomó una forma sin-
gular. Cuenta que hallándose comiendo un dia, en
t.
MAGNETISMO.

una posada, se le apareció un hombre circundado


de un vivísimo resplandor y gritándole con sonora
voz: « i No comas tánto ! »
Un libro divino. - En 1745, Swedenborg publicó
su primera obra que asegura le dictó el mismo Dios.
Exponia entre olras cosas que la sustancia de Dios
es el tipo primitivo de la creacion universal; que cl
alma es la vida del hombre, no siendo su cuerpo
más que la forma de ella; que, durante la existencia

material, el hombre . espiritual estaba en constanle


comercio con los espíritus que pueblan el mundo
terrestre y planetario, sin que de ello se diese
cuenta.
DivisioD de los espíritus. - Grande sen sacian
produjeron .en Lóndl'es stfS escritos y predicaciones,
y. en poco tieinpo, la capital del Reino Unido contó
várias sociedades swei;lenborgistas con más de seis
mil adeptas. Los espíritus se dividian en dos catego-
rías: los buenos y los malos; otol'gaban los primeros
la fuerza, la salud y el aliento á los hombres que
trataban de entra¡' en relacion con ellos, practi-
cando las virtudes; los segundos engendraban la
MESMER y EL MESMERISMO. 11
enfer,medad, la debilidad, la raquítis. Como se ve
era un principio de medicina espiritualista.
Al mismo tiempo que Swedenhorg llamaba la
atencion,
El abate Ga'lsner, sacerdote católico nacido en

Suabia, en cuyas selvas se le habian aparecido los


ángeles; pretendia que las enfermedades eran pro-
ducidas por arle del diablo, que elegia domicilio
12 MAGNETISMO.

en el cuerpo de los humanos, y como era natural,


curaba con exorcismos, conforme al ritual ecle~
siástico.
Escena de exorcismo. - Colocado de manera que
tuviese siempre una ventana á su izquierda y un cru-
cifijo á su derecha, dando la cara á la asistencia, ma-
jestuoso con su cadena de plata al cuello, y la cruz
del mismo metal sobre una estola encarnada, to-
caba la parte enferma, envolviendo al paciente con
el flúido de su profunda mirada, y con toda la po-
tencia de voluntad de que era susceptible, ordenaba
al espíritu malo se retirase. Las buenas almas afirman
que vieron legiones de demonios volar por la habi-

tacion. Este digno sacerdote que creia con robusta


fe en sus prácticas de exorcismos, no hacía más
que magnetizar, de un modo inconsciente.
MESMER y EL MESMERISMO. 13
Las curas extraordinarias de Gassner le llevaron
numerosos enfermos de toda la cristiandad y curó á
quinientos en el espacio de un año. Magnífico era
el porvenir de la nueva medicina, cuando el em-
perador José Il, enemigo de las curas diabólicas,
mandó recluir al buen religioso en un convento de
Pondorf, cerca de Ratisbona.
El nueTO Mesías. - Pero, se habia dado el primer
impulso y vamos á ver aparecer al gran innovador de
la medicina espiritualista, al que el P. Hervier, cé-
lebre predicador agustino, proclamaba como el
Mesías moderno de la ciencia en pleno púlpito de
la catedral de Burdeos.

CAPíTULO 11

El profeta en París. - Antonio Mesmer, natural


de Merseburgo, fué el creador, ó por mejor decir, el
despertador del magnetismo. Despues de reCOITer la
Alemania y el Austria haciendo prodigiosas curas,
pues sanó de una parálisis al director de la Acade-
mia de Ciencias de Berlin, y de una oftalmía al pro-
fesor Bauer, de Viena, Mesmer se decidió á venil' á
París, la única capital que podia consagrar su mara-
villosa cOIlcepcion. Y en el mes de febrero de 1778,
á nadie le fué dado ignorar que el doctor Mesmer, el
apóstol de una ciencia misteriosa y desconocida
en el arte de curar, se hallaba en la modesta fonda
de los hermanos Bourret, situada en la plaza Ven-
dome.
MAGNETISMO.
El fascinador. - De elevada estatura y bien
proporcionado cuerpo, todo respiraba en Mesmer la
fuerza y la in teligencia; su hermoso rostro poseia
una dulce serenidad, grave y comedida era su mar-
cha como su ademan y de sus ojos fijos y penetran-
tes brotaba un encanto infinito que confirmaba la
reputacion de fascinador irresistible que le habia
precedido, y hacía pensar en aquella dama del
siglo XV que, con el destello de sus ojos, medio ani-
quiló á su enamorado caballero y á su caballo.
Parecia haberse complacido la naturaleza en for-
marlo con todos los atractivos personales que eran
indispensables para el buen éxito de su mision, pues
poca hubiera sido la influencia de la nueva escuela
sobl'e el vulgo, á ser su predicador pequeño, frio y
apático, contrário, en una palabra, á las leyes espi-
rituales que proclamaba.
Produccion del magnetismo. - El modo de pro-
ceder de Mesmer, en un principio, era sumamenLe
sencillo; comenzaba por entrar en relacion con el
paciente sentándose en frente de él, vuelta la es-
palda al norte y sujetando con sus rodillas las del
enfermo; fijando los dos pulgares sobre el plexo
nervioso del paciente, en la boca del estómago, pa-
seaba los dedos sobre los hipocondrios rozando li-
geramente las costillas y bajando hácia el bazo, sin
mover los pulgares; al mismo tiempo permanecia
con la vista enclayada en las pupilas del paciente.
El efecto se dejaba sentir en breve.
Resultado tle los pases. - Los pases, término con-
sagrado pOI' el uso, producian ent{~nces una sensa-
cion aguda de frio, de calor ó de dolor en la parte
MESMEII y EL MESMERISMO. 1;;

enferma del cuerpo. En virlud d e eslas sensacion es,

confesadas [)O l" el parienle , Mesmer dirigia los ¡Jases


16 MAGNETISMO.
al sitio dolorido, colocando encima una de sus manos
y poniendo la otra en el lado opuesto, es decir, en
uno de los polos por donde penetra el flúido y en el

polo contrário, á fin de recibirlo y despedido de


nuevo hasta que la contínua corriente hubiese resta-
blecido el equilibrio en la máquina animal.
MESMER y EL MESMERISMO. 17
Ilesmer y la Facultad. - Los primeros ensayos
del médico aleman dieron un resultado brillante, y
como hombre de verdadero talento, hizo cuantos es-
fuerzos pudo para proponer su magníficu descubri-
miento á la Facultad de medicina y hacerlo adoptar;
los médicos le contestaron con el mayor desprecio,
los trataron, á él Y su invencion, de puro charlata-
nismo, y no se dignaron aceptar la proposicion que
les hacía de confiarle cuatro enfermos elegidos por
ellos y á cuya curacion podrian asistir todos los dias.
Mesmer se quejó amargamente y con razon sobrada;
pero, condenar sin oir, es casi consagrar la verdad
de lo que se niega, y esta fué la opinion del
público.
Triunfo del magnetismo. - El triunfo de la nueva
ciencia fué inmenso y deslumbrador, tan luego la sen-
satez pública la tomó bajo su egida, y su autor ob-
tuvo una celebridad tan rápida como envidiable; su
nombre se leia todas las mañanas en los diarios, los
cancioneros populares escribian coplas, que si ri-
sibles y satíricas las más, contribuian á excitar la
curiosidad y á darlo á conocer, y el vaciador de
figuras de cera Curtins, colocó su retrato en su
. museo, entre Voltaire y el gran Federico de Pru-
sia, cara á cara con la primogénita de Salomon.
La caricatura, consagracion del talento en Francia,
le representó como se ve en nuestro grabado . La ten-
dencia de la poblacion parisiense á todo lo que es
nuevo y llega ií ponerse de moda, debia servir las as-
piraciones de Mesmer, yel gentío acudió solícito á la
fonda de la plaza Vendóme; clientela selecta, com-
puesta de la nobleza, del clero y de la clase média,
18 MAGNETISMO.
y que podian envidiar los médicos más afam,a dos de
la capital.

CAPtTuLom

Des'cubrimiento portentoso. - La afluencia fué


tal que, á pesar de haber tomado un ayudante á
quien inició en los secretos de su arte, Mesmer no
pudo dar abasto, y acosado por la necesidad impe-
riosa de satisfacer al público, inventó un aparato
que debia permitirle magnetizar á sus enfermos
por grupos colectivos de doce y quince personas.
Este aparato, que recibió el nombre prosaico de cu-
úeta, merece una descripcion detallada.
La cubet .• marayillosa. - Si maravillosa poI' sus
_ efectos. no lo era la cubeta por la forma. Su exterior
representaba una caja circular de madera de roble
que media pié y medio de altura por seis piés apro-
ximados de diámetro. Esta caja, á cuya vista nadie
habria imaginado los resultados que producia, se
cerraba con una tapa lisa, sin ninguna especie de
adorno, llena de agujeros.
Interior de la cubeta mágica. - El interior ofre-
cia una disposicion más original. Sobre una capa de
vidrio pulverizado mezclado con limaduras de hierro,
se veian b.Qtellas llenas de agua acostadas y coloca-
das simétricamente de manera que los cuellos con-
vergiesen hácia el centro de la cubeta; luego, otra
hilera de botellas superpuestas, en sentido inverso, es
MESMER y EL MESMERISMO. 10

decir, que los cuellos mirasen al círculo de la circun-


ferencia.
ConYergellcia y tlhergenci,.. - La intensidad de
los efectos producidos era mayor cuanto más nu-
mel'OSOS eran los lechos de botellas, conservando
siempre, pues es una condicion esencial y fundamen-
tal, la doble simetría de los cuellos convergentes y
divergentes. Segun las circunstancias, la cubeta,-
y de aquÍ su nombre, - se llenaba de agua hasta

cierta altura; pero podia tambien permanecel' á


seco.
CondensaciOIl del flúido . . - En este aparato, sen-
cillo en extremo, como se ve, se almacenaba el flúido
vital por excelencia que, á causa de su tendencia á
equilibrarse por la cIifusion, debia esparcirse en su-
tiles emanaciones por el cuerpo de los enfermos He-
vándoles la fuerza y la salud.
ltal'ís magnetizado. - Sin exageracion, puede
20 MAGNETISMO.
decirse que todo París fué magnetizado; todos an~
siaban una parte de flúido regenerador, y la nobleza,
el clero, la clase média, lo mismo las marquesas que
las tenderas, los militares como los cortesanos, los
vigorosos al par que los exánimes, y los talentos dando
el brazo á los imbéciles se sentaron en la tan fa-
mosa cubeta. Ya lo hemos dicho, la moda habia ele-
vado á Mesmer y su sistema. Era preciso alquilar un
puesto de la cubeta semanas ántes de poder ir á
ocuparlo . « Tengo una cubeta para el sábado, )) de-
cian las señoras entre sí, como una cosa extraordi-
naria. Y como nada impedia concertarse con los
amigos y personas queridas, generalmente el grupo
colectivo que se hacía magnetizar poseia una homo-
geneidad simpática que debia favorecer sensible-
mente la trasmision del flúirio eléctrico.
Curiosidad fl"menina. - Las más ardientes en
acudir á la cubeta de Mesmer fueron las señoras, y
en particular las vaporosas marquesas, las remilga-
das duquesas de la alta clase, que quedaban mara-
villadas al oir detallar las extrañas y voluptuosas sen-
saciones que el singular agente ocasionaba; no tenian
reposo ni contento hasta haber visitado la casa del
reputado doctor.

CAPíTULO IV

El antro elel brujo. - Este nombre, dado por un


cancionero á la morada de Mesmer, haria concebir
MESMER y EL MESMERISMO. 21

de ella una idea completamente errónea. Todo ofre-


cia un aspecto sencillo y severo; las ventanas, cu-
biertas con opacos cortinajes, dejaban penetrar una
claridad suave y misteriosa ; el salon no poseia mue-
ble alguno, excepto la cubeta que, una vez armada,
mostraba, en cada uno de los agujeros que oradaban
la tapadera, \lna varilla retorcida debierro ó de cris-
tal; una punta de esta varilla penetraba en el inte-
rior de la cubeta, y la otra servia para que el pa-
ciente se la aplicase en la parte enferma del cuerpo;
conviene observar que, como los magnetizados for~
maban varios círculos concéntricos, las varillas me-
dían más ó ménos longitud para que todo el mundo
pudiese aspirar el flúido necesario en aquel receptá-
culo de vida.
Los primeros momento •. - Asistamos á una es-
cena de magnetismo. Doce personas se baIlan senta-
das al rededor de la cuheLa circular, con la varilla en
la mano, lo que las da basta cierto punto la actitud
conocida del pescador de caña. Exceptuando á los
pacientes dotados de una extremada sensibilidad
nerviosa y cuya imaginacion excitada por la apren-
sion ó la esperanza puede producirles imperceptibles
sensaciones, nada se nota durante los primeros mo-
mentos, y la generalidad de las fisonomías respiran
un fastidio real, causado por la fijeza de sus ojos y el
impuesto silencio.
La cuerda con.lnetora. - Pero, va á animarse la
escena. Un ayudante deslía una larga cuerda que
sale de la cubeta y la pasa al rededor del cuerpo de
cada enfermo, sin apretar empero, para que reine
una perfecta comunicacion en U'e el: o :;, y las dos
MAGNETISMO.
puntas, sumergidas en la cubeta, establecen la cir-
culacion conlínua del precioso flúido que impreg'na
á los pacientes á su pasaje. « Entónces, dice el mar-
)J qués de Puységur, no hay imaginacion posible;

» por más que se decida en pro ó en contra, no


» puede impedir que se produzca la electricidad ani-
» mal, como no es posible impedir á la electricidad
)) artificial que se despar-rame por un cuerpo cuales-
» quiera. »
Sensaeiones singulares. - Una vez pl'epal'ada, y
cargada de flúido animal, la cubeta no tarda en ope-
rar. De la anterior monotonía, los asistentes pasan á
una animacion peculiar que llega en breve á un deli-
rio extravagante, sobr!'l todo en las mujeres, más
sensibles por naturaleza. Resuenan carcajadas que
nada tienen de humano, sollozos, suspiros y ayes
de dolor; aquí se ven mujeres desfallecidas, con los
labios entreabiertos y los ojos ext.raviados; otras, más
allá, echadas hácia alras y sacudidas por movimien-
tos violentos, ó conservando una rigidez espasmódica.
La eseenadiabóliea. - Cuando la escena ha to-
mado este desordenado aspecto, )lesmer, el majes-
tuoso pontífice, se presenta ricamente vestido; alta
su hermosa frente y armado con una varilla de
hierro, recorre los grupos regularizando la inten-
sidad de la corriente magnética, tocando á este para
acrecentar la penetracion, á esotro para producir un
efecto contráriu , mirando á alguna noble dama recli- .
nada hácia alras, inmóvil, con la vista fija. Y aquel
hombre sereno, pero con los ojos lucientes de inspi-
racion, rodeado de los agilados enfermos, hace pensar
en un santo acosado por un círculo de demonios.
~IESMER y EL MESMRISMO. 23
24 MAGNETISMO.
La música compasha. - Los SOCOr1'OS que recibian
los convulsionarios jansenistas eran terribles golpes
asestados con barras de hiena, pero la humanidad
de Mesmer, auxilia á sus pacientes con los suaves
acordesde un instrumento, apénas conocido entónces
y que él habia importado de Viena: la armónica. Los
sonidos melodiosos y patéticos del instrumento em-
bargan el alma, aumentando ó templando la accion
del flúido; cuando la armónica no era suficiente, la
acompañaba un piano.
Furores de poseido. - Este drama diabólico ha
.llegado á su apogeo: los gemidos son más dolorosos,
las lágrimas resbalan en abundancia por las mejillas,
corre el sudor por todos los poros, se desmayan unos
acometidos por un hipo espantoso, se extremecen
otros con nuevas convulsiones, siniestros destellos
de júbilo iluminan sus semblantes cubiertos de una
letal palidez; tan pronto se besan estos con frené-
tico ardor, como se rechazan con invencible repug-
nancia; las mujeres toman actitudes violentas entre-
gándose á ademanes desordenados é indescriptibles.
Las más exaltadas son asidas entónces por Mesmer
que las lleva en sus brazos á una habitacion conti-
gua. Esta sala, conocida con el nombre de
El infierno de las con'fu181ones, no tiene mueble
alguno, como la primera. Las paredes están acolcho-
nadas y cubierto el entarimado de blandas y tupidas
alfombras superpuestas. Las lindas convulsionarias
son extendidas por el suelo, y desabrochado el corpiño
de sus trajes, aligeradas de las cintas y lazos que
pueden molestarlas y acortar la respiracion, se en-
tregan sin peligro á sus frenéticos arrebatos; sus
MESMER y EL MESMERISMO.
miembros y sus cuerpos no hallaban más que paredes
vestidas con tapices, un suelo elástico que las protegia
al par que apagaba por completo el ruido de sus
furiosos movimientos y de sus no ménos furiosas
exclamaciones.
Un clladro del paraÍso mahometano. - Sólo Mes-
mer podia entrar en aquel infierno que era más bien
un rincon del paraíso tal como los mahometanos lo
sueñan. Aquellas mujeres jóvenes y hermosas, tendi-
das por el suelo, deslazadas, palpitantes, con las
cabelleras destrenzadas y los turgentes senos descu-
biertos, presas de un rapto diabólico de los sentidos,
eran sólo presentables á un médico que no más pen-
saba en su ciencia y en la curacion de sus enfermos.
Ademas, sólo él podía calmar la furibunda crísis
cuando la juzgaba suficiente para la cmacion.

Efectos ele la reacciono - Pero, ¿ salian curadas


de esta crÍsis ? Salia n por lo ménos muy abatidas, y
bastaba con observar la expresion lánguida de sus
rostros. El cfccto más singular de la reaccion era
2
MAGNETISMO.
que, apénas libertadas del doloroso estado magné-
tico, la mayor parte de las delicadas damas, insa-
ciables de flúido, suplicaban volver á caer en él de
nuevo, prefiriendo á la cura el sistema de curacion.
y segun la confesion de las señoras reputadas por su
honradez y veracidad, era cosa imposible que la mag-
netizada no experimentase un sentimiento de tierna
gratitud y aun de vivo cariño por su magnetizador.
Semejantes declaraciones abrian un esplendido por-
venir ante el magnetismo animal.

CAPÍTULO V

Procedimiento para los adeptos.- - ¿ Debe su-


ponerse por lo que en el capítulo precedente queda
consignado que todos los hombres ó mujeres some-
tidos á este sistema curativo experimentaban tan
violentas sensaciones? No ; únicamente los iniciados,
muy sensibles al flúido, las experimentaban. Para
los adeptos, era necesario que Mesmer los sometiese
individualmente á los pases magnéticos, para activar
así la trasmision del flúido. Se manifestaba esta
con bostezos prolongados, carcajadas nerviosas, pero
principalmente con emociones y agitaciones del
estómago, de buen agüero para el resultado .>{fe la
cura. Conviene decir que, para producir mas fúcil-
mente este último fenómeno, l\1esmer administraba
desde un principio á sus enfermos una dósis de agua
magnetizada y adicionada con un ligero laxante.
No hay efeclo s~n causa. - Empero, el éxito del
MESMER y EL MESMERISMO. 27
magnetismo no pudo. acentuarse de tal modo sino
basándose en curas verdaderamente extraordinarias,
y nos parece oportuno citar las dos siguientes, entre
las que fundaron de un modo definitivo la reputa·
cion de Mesmer.
Court .le Gebeli ... - El sabio así llamado, autor
. del « Mundo primitivo, » gastado por cuarenta años
de un trabajo incesante y de prolongadas vigilias"
estaba hidrópico, con una pierna inflada hasta lo
sumo, y casi seca la otra . Como la medicina se habia
declarado impotente, varios amigos le aconsejaron

viese á Mesmer y este se trasladó á su casa. « Tenéis


la pierna muy inflada, le dijo Mesmer. - Cosa es
naturalísima, replicó el enfermo, pues hace cinco
años que no salgo de la cama. - Es una explicacion,
dijo Mesmer; pero, ¿ por qué no se seca la otra? Á
buen seguro no pueden atribuirse !i la cama dos
28 MAGNETISMO.
efectos tan encontrados . - Tenéis ruzon, pero ¿ qué
es? en ese caso; ¿ lo sabéis vos? - Son obstrucciones
que se oponen al curso normal de los jugos alimen-
ticios y de los ~umores. »
Relacion del paciente. - Mesmer ofreció su sis-
tema curativo que Gebelin no aceptó. Pero, al dia
siguiente, uno de sus amigos le vistió,.le metió en ·
una carretilla, no siendo posible llevarle en coche, le
condujo á casa de Mesmer y le sentó en la cubeta
maravillosa. Ningun efecto apreciable se notó en
esta primera sesion, pero « al dia siguiente, dice Ge-
» belin, con gran sorpresa mia, pude ponerme las
» babuchas, y los dolores desaparecieron al cabo de
» algunos dias. Al cabo de una quincena mis piés, he-
)) lados y encallecidos hacía veinte años, se pusieron
» templados, húmedos, cayeron las callosidades y
» me encontré con los piés de un jóven . Proclamo
)) pues sublime la teoría del gran Mesmer y le estoy
» profundamente agradecido. »
Un entusiasta. - Este anciano exánime, que el
magnetismo habia rejuvenecido, hizo tales elogios
del nuevo sistema en sus publicaciones, cobró tal
entusiasmo y se convirtió en tan rabioso partidario,
que hablaba con la mayor sangre fria de exterminar
á toda la raza de médicos y boticarios que tan sólo
sabian, segun él, matar ú la gente.
Un epigrama gracioso . - Tanto por el hecho en sí
mismo como por la posicion que el arrogante sabio
ocupaba, esta cura metió mucho ruido, y pareció
destinada á imponer silencio á los enemigos del
arte magnética. Sucedió empero que poco tiempo
despues M. Court de Gebelin sucumbió á sus muchos
MESMER y EL M ESM ERISMO, 29
años, y un diario antimagnélico aprovechó de la
circunstancia para publicar un artículo que llevaba
por título este gracioso epigrama: M. COURT DE GE-
BELIN ACABA DE MORIR, CURADO pon EL MAGNETISMO
ANIMAL,
El pa.lre Henier, - La otra cura, fué la del
fogoso Padre Hervier, predicador agustino de gran
talento, que Mesmer curó radicalmente, y fué desde
entónces uno de sus discípulos practicantes y ún
apóstol de la nueva ciencia, pues habiendo sido
llamado á Burdeos para predicar la cuaresma,
anunció la buena nueva revelada por el Mesías del
magnetismo animal. Merece r,onsignarse el hecho
singular que á este célebre fraile acaeció en la misma
ciudad,

Una ig'lesia pr.'},ara.l", - Un diil que predicaba


sobre la condenacion eterna, arrebatado por el
2,
30 MAGNETISMO.
asunto, sus inflamados ojos, sus ademanes fascina-
dores, habian pl'eparado la iglesia entera, desde las
pilas del agua bendita hasta los macizos candeleros
de plata. La asistencia se sen tia penetrada de una
extraña excitacion, y se hallaba" puede decirse, en
completa relacion con el predicador. Las jóvenes de-
votas de la ciudad se identificaban hasta tal punto
con el fraile que derramaban abundantes lágrimas y
tenian tentaciones de revolcarse por las baldosas del
templo. •
Un milagro magnético. -- En el momento en que
el Padre Hervier pintaba los horrores espantosos
del infierno, una jóven que estaba sentada en el
banco de la nobleza, se desmayó y fué en breve presa
de violentas convulsiones. El auditorio huyó de la
infeliz, aterrorizado: pero el predicador, [interrum-
piendo su sermon, bajó del púlpito, se dirigió á la
jóven y con gran gravedad le administró varios pases.
De pronto, las convulsiones cesaron y una expresion
de dulce gratitud se pintó en el ha poco contraido
'rostro de la d0ncella. .,
El santo de Burdeos. ~ Las mujeres se precipi-
taroná los piés del PadreJHervier, besando su sayal,
llamándole santo; él, como un hombre de talento,
subió tranqtlilamente al púlpito, y tomando por tema
el milagro operado, habló de Jesucristo que, coI,llo
él, curaba á los enfermos sólo con la imposicion de
las manos.

CAPíTULO VI

Preparacion dc la materia. - Por el hecho del


MESMER y EL MESMERISMO. 31
predicador agustino, y conforme lo habia explicado
Mesmer anteriormente, vemos que no sólo se ejerce
el magnetismo sobre los séres animados, sino que
los séres inanimados, la materia, puede sel' impreg-
nada de flúido, conservarlo, y operar peregrinos
efectos. Ademas, el flúido dirigido por la voluntad
. surtia efecto á distancia, como lo probó Mesmer con
múltiples experiencias, dejando atónitos á sus discí-
pulos.
Prueba á tUstancia. - « Un dia, dice Thouret,
)) hallándose Mesmer cerca del gran estanque de
» Meudon con dos gentiles hombres de la corte, les
» propuso pasasen alternativamente á la orillaopuesla
» y metiesen sus bastones en el agua , miénlras él
» meteria el suyo tambienj á semejante distancia,
» qué es considerable, uno de los caballeros sintió
» un ataque de asma, y el olro un vivo dolor de en-

» trañas del que padecia. Otras personas no pudie-


» ron soportar la experiencia sin desmayarse. )}
ObetUeneia pasha. - « Paseando olro dia Mes-
)} mer por un bosque próximo á Orleans, cuenta el
» mismo autor, una señorila corrió en seguimiento
)) suyo, para solaz del ánimo; pero, de pronto,
)} Mesmer se paró en su fuga, se volvió con rapidez
)) y presentándola su baston la ordenó que no fuese
11 más allá; al momento se doblaron las rodillas de

11 la jóven y cayó de costado, llevándose la diestra

11 ;Í .lá frente. »

El árbol eneantado. - Thouret va á darnos cuenla


de otró fenómeno no ménos curioso y convincente ~
« Una tarde, dice, Mesmer pl'epal'Ó un árbol en el
)1 jardin de monseñor el príncipe de Soubise. Al to-
32 MAGNETISMO.
» carla, la marquesa ele M'" y MIles de R'" y L'"
» . cayeron sin sentido. La duquesa de C'" s.e asió
» al árbol sin que consiguiese soltarlo. El conde de
» M'" tuvo que sentarse en un banco, pues sus pier'-

» nas se n'egaban ti soslenel'le. No recuerdo muy


J)bien lo que experimentó M. Aug''', hombre de un
» vigor singular, pero rué terrible. Mesmer llamó en-
» tónces á su ayudante para quitar los cuerpos mag-
MESMER y EL , MESMEfl]SMO. 33
» netizados j pero, este, aunque acostumbrado á
.» hacerlo, no llegó á logl'arlo en esta ocasion.
» Hubo que ésperar mucho tiempo para que los
» convidados pudiesen volverse ásus casas.»
Primer fenómeno de sOllambulismo. - La histo-
ria de Margarita ofrece el primer fenómeno de so-
nambulismo, que parece pasó desapercibido para
Mesmer, ó por lo ménos no le atribuyó la importan-
cia que tenía. Esta jóven, que contaba trece años de
edad, estaba al servicio de Mesmer, y el magnetismo
'animalIa arrojaba en un estado de letargo durante
el cual obraba como los sonámbulos naturales j se
vestia, andaba, desempeñaba sus quehaceres;
cuando se la presentaba una varilla magnetizada se
lanzaba sobre ella para cogerla, y de este modo Mes-
mer la llevaba en pos de sí, como el hierro corre
tras el iman, como corria el caballo de la leyenda en
pos del asesino de su amo.
Uagnetizaeion de la lUlla. - Un dia, Margarita
cayó por tierra con su crísis delante de un I'eloj, y
Mesmer confió á sus discípulos que aquel reloj ha-
bia sido p1'epm'ado por él algunas horas ;lntes. Y,
segun dic.en, habria añadido en esta ocasion que, su
potencia magnética era tal, que se comprometia á
magnetiza1' la luna.
La exageraeioll de los diseipulos. - Estas pala-
bras del maestro debian necesariamente excitar á
sus discípulos y llevarles á la exageracion j con el
cerebro alimentado de continuo por tan maravillo-
sos hechos, hubo uno que concibió y propuso con
la mayor seriedad un proyecto de todo punto irrea-
lizable, es cierto, pero que era.
34 MAGNETISMO.

Un prodigioso proyecto. - Partiendo del principio


de Mesmer que no era más difícil magnetizar un
bosque entero que un solo árbol, y un rio que un
vaso de agua, el discípulo quiso que todo París pu-
diese disfrutar de los beneficios del magnetismo.
Para conseguir este resultado habia que magnetizar
los grandes depósitos de agua de la montaña de
Chaillot que distribuian las aguas del Sena en París.
Las cubetas de Chaillot, ¡ soberano receptáculo! En
todas las moradas debian establecerse gabinetes de

salud muy semejantes á los de las casas de baños.


y al par de este magnetismo acuoso, se establecería
un magnetismo aéreo cuya cubeta central se coloca-
ria en la iglesia Santa Genoveva, hoy dia el Pan-
teon. Este medio ingenioso, pero tan costoso como
irrealizable, debia permitir la magnetizacion de todo
París.
MESMER y EL MESMERISMO. 3::;
Pero, no todos los discípulos de Mesmer dieron en
tan bizarras concepciones y fuerza es hablar de uno
de ellos estrechamente ligado á la historia del mag-
netismo.

CAPíTULO VII

El doctor Desloo . - Cárlos Deslon, médico ordi-


nario del conde de Al'tois, y miembro de la Acade-
mia Real de Medicina, fué un discípulo ardiente y
luego un rival afortunado del doctor aleman.Aso-
ciado sin beneficios á Mesmer, Deslon rompió la
asociacion y abrió por cuenta propia y propio es-.
fuerzo, lo que llamaron.
El oue'\'o edeo magnético. - Era, en efecto, un
verdadero eden, alfombrado con césped, refrescado
por surtidores que vertian sus cristalin¡ts, aguas en-
tre aromáticas flores y arbustos de las isla~. Un buen
profesor ejecutaba en el piano melodías escogidas, y
durante las crísis, una orquesta invisible, que ocul-
taba un velo de verdura, tocaba sinfonías adecuadas,
ora plácidas comO. el albor primaveral, ora graves
como la fisonomía delicada y severa del operador; y
cuando esto no bastaba, una voz humana fresca y
. de timbre argentino, se elevaba entre el follaje exci-
tando las emoci0nes voluptuosas en la? fibras más
rebeldes. L05 enfermos no resistian á tan embriaga-
doras seducciones, preparadas con la comprension
hábil y artística del pueblo feances por todo lo bello
y sorprendente, y creian oir una música de ángeles,
que muchos aseguraban ver.
36 MAGNETISMO.

La, propagac;oll . - Por más que Deslon afirmase


conocer á fondo la cien cia magnética y profesase las

27 proposIcIOn es de lVIesmel·, a plicando co m o este


el flúido universal , - ·}v¡:~ TOV y.óc-fl.';u, spirit us mundi,
MESMER y EL MESMERISMO. 3i
segun el calificativo del doctor aleman, - Mesmel',
furioso de la competencia por razones materiales
que más adelante explicaremos, negaba la ciencia de
Deslon y declaraba que se reducia, buena y simple-
mente, á un simulacro de su modo de operar .. Pero,
como la competencia era amenazadora, Mesmer
accedió á lo que hasta entónces se habia negado, y
abl'ió un curso de magnetismo á razon de cien
luises, sean dos mil francos.
El templo del magnetismo. - Para llevar á cabo
este proyecto y luchar contra el magnífico local de
Deslon, Mesmer abr.ió el templo del magnetismo en
la calle Coq-Héron. Este templo afectaba la forma
de las logias masón.icas; era su -emblema un aILar
ardienle; representaba el techo un cielo est¡'ellado
en el que irradiaba la luna llena, y en el fondo, en
un medallon gigantesco se leia la divisa de la órden
masónica y del magnetismo animal: Omnia in pen-
dere el mensura.
Juicio de las señoras. - En este templo habia
siempre p1'eparadas cuatro ó cinco cubetas, una dé
ellas grátis para los pobl'es, y la sala denominada
« infiel'llo de las convulsiones» que, segun el juicio
de las damas de la corte, deberia haber llevado, al
contrário, esta leyenda en letras de oro: « Fon-
tanar de la felicidad terrena )Ji nombre que, si
largo y ditirámbico, explicaba las dulces emociones
que experimentaban, Deslon, mas avisado que Mes-
mer, y la memoria de la Academia lo probó, no
admitia este « salan de crísis. » En su casa, todo pa-
saba á la vista del público con lo que no daba pábulo
á la malignidad, ni <Í las suposiciones aventuradas.
3
38 MAGNETISMO.
La sociedall de la armouia. - Una vez abierta la
escuela mesmeriana, recibió el título de « Sociedad
de la armonía, )) y los discípulos afluyeron á pesar
del precio relativamente elevado, sobre todo en
aquella época. París, que tan mudable es en sus gus-
tos y simpatías, seguia entusiasmado con el magne-
Msmo,y Deslon aviva aun el fuego, consiguiendo
formarse un numeroso grupo de adeptos que esta-
ban dispuestos á venir á las manos con los discípulos
de Mesmer, como los gluckistas y los piccinistas en
el terreno musical.
La facultad y el mesmerismo. - Empero, la facul-
tad de medicina continuaba sus ataques contra Mes-
mer, que declaró no queria soportar más á la turba
académica, - tal es su expresion textual, - pues le
condenaba sin oírle, y anunció que iba á suspender
su curso y á alejarse de Francia. Tan luego se supo
esta determinacion súbita, sus alumnos pusieron en
juego todos los medios imaginables para detenerle, y
los gentiles hombres de la corte dirigieron al gobierno
una larga súplica en la que pedian justicia para Mes-
mer, reclama,ndo una comision científica que estu-
diase el magnetismo, oyese al renovador y pudiese
decidirse, á lo ménos, con conocimiento de causa.
Proposicion ministerial. - Al mismo tiempo,
Mesmer habia dirigido á Maurepas una especie de
ultimátum, y otro ministro del rey, el baron de Bre-
teuil fué á visitarle y le ofreció una renta de
20,000 libras y 1.0,000 francos anuales de sueldo, si
consentia en abrir una clínica de magnetismo, ini-
ciando en su ciencia á tres personas que designase
el gobierno. Mesmer no aceptó, pareci~ndole mez'-
MESMER y EL MESMERISMO. 39
quino el ofrecimiento, y partió para las aguas de
Spa con varios de sus enfermos entre los cuales
figuraba Bergasse. Era dejar el campo libre á su rival.
La comision académica. - En erecto, Deslon di-
rigió una Súplica al parlamento, en 25 de octubre
de f784, para obtenel" un exámen imparcial del
magnetismo animal; y esto, unido á la súplica da
los gentiles hombres, á las reuniones de la sociedad
de la armonía cuyos miembros se dividian en tres
secciones : asociados iniciados, asociados corres-
ponsales y asociados discípulos, decidieron al go-
bierno á hacer examinar las nuevas doctrinas por
una comision de cuatro médicos, que fueron, Dar-
cet, Guillotin, Majault y Sallin, y de cinco miem-
bros de la Academia de Ciencias : Bailly, de Bory,
Franklin, Lavoisier y Leroi.
Primero. experimentos. - El hecho sorpren-
dente fué que la comision se dirigió á Deslon en vez
de asistir á las experiencias de Mesmer, el autor pri-
mitivo del magnetismo, ó por mejor decir, de su
aplicacion, lo que, como era natural, hirió profunda-
mente á Mesmer y exasperó á sus adeptos. La co-
mision estudió las crísis, y presenció várias pruebas
que, segun parece, dieron un resultado poco con-
cluyente. Se les reservó una cubeta especial y los
cinco miembros se hicieron magnetizar, no expe-
rimentando, segun su declaracion, sensacion alguna
que pudiese convencerlos de la existencia del famoso
flúido.
Sen8ibilldad á di8tancia. - Acabaron por pro-
poner á Deslon una experiencia que este aceptó.
Para llevada á cabo, se trasladaron al jardin de la
-tO MAGNETI SMO .

casa de Francklin, en P assy, dond e Deslon m agne-


tizó un o de los árboles. Un j óven elegid o por él se
prestó á qu e le vend asen los ojos , y así le llevaron
á cuatro árb oles en los que apoyó los labios segun

.se habi a convenido. En el prim er árb ol, á veintisiete


piés del m agnetizado, el jóven comenzó á sudar co-
piosam ente, al t ercero aumenló su sudor, sintió
vivos dolores, y al tocar el cuarto (á veinticuatl'o
piés del magnetizad o) , cayó desmayado , adqui-
riendo sus miembros un a ri gid ez espas módica.

CAPÍTULO VIII

Fallo de la comision o- La cO l1lision declaró saber


MESMER y EL MESMERISMO. 41
á que ahmerse y se decidió por la no existencia del
flúido magnético, certificando que sólo la imaginacion
y la imitacion producian los efectos llamados magné-
ticos, que podian ocasionar á la larga resultados en-
fadosos para el sistema nervioso; en fin, que la ima-
ginacion sin magnetismo podia causar convul-
siones, y que el magnetismo sin imaginacion no
podia causar cosa alguna. Al mismo tiempo de emitir
este fallo, la comision envió particularmente · á
Luis XVI una
IIlemoria eecreta, que publicó en el Conserva-
dOI' Francisco de Neufchil.teau y vamos á extracta!'
en seguida. La comision habia observado que habia
siempre en crisis más mujeres que hombres, hecho
natural, pues los nervios mas movibles de la mujer,
su imaginacion más viva y más pronta á exaltarse
bajo la influencia del tacto, la predisponian á ello.
Al tocar un punto cualquiera del cuerpo de una mu-
jer, puede decirse que se la toca por todas partes,
como las cuerdas sonoras y tendidas al unísono, que
vibran en conjunto sólo con pellizcar una de ellas.
y así, por la simpatía del organismo, una mujer en
crísis puede hacer caer en ella á otras várias mu-
jeres.
Accion recíproca de la materia. - Conviene re-
cordar y no olvidar, que los magnetizadores son
hombres, y que la mujer no pierde su sexo cual-
quiera sea la enfermedad que padezca; sin contar
que las damas que acuden á las cubetas mágicas
van sólo llevadas por la curiosidad, y, las más en-
fermas, sufren apénas de ligeras indisposiciones que
no las priban de su frescura, de sus fuerzas, ni sobre
42 MAGNETISMO.
todo, de la total integridad de sus sentidos. Sus
encantos causan impresion sobre el médico y su salud
las permite sentir la influencia varonil de este, y por
consiguiente el peligro es efectivo y recíproco.
La inftuencia del contacto. - La proximidad con-
tinuada, el roce y el tocamiento inevitable, el calor
individual comunicado, los ojos fijos y confundiendo
sus miradas : tales son los medios preparados por
la naturaleza. para operar la trasmision de las
sensaciones. El magnetizador 'tiene, generalmente,
las rodillas de la mujer entre las suyas y la parte
inferior de sus cuerpos están por lo tanto en contacto;
la mano izquierda del operador se apoya en los hi-
pocondrios y aun más abajo, ejerciéndose así el
tacto en una infinidad de puntos, y particular-
mente, á pro~imidad de las partes más sensibles del
cuerpo. Como la mano derecha del operador pasa
detras de la espalda de la paciente, el movimiento
natural es la posicion inclinada hácia adelante que
favorece el doble contacto, y la intimidad de los
cuerpos, si así puede decirse, es tan grande como cabe.
A.traeeioll de los sexos. - Los dos rostros casi se
tocan, se respira mutuamente el aliento, divídense
todas las impresiones físicas, y la recíproca atraccion
de los sexos se produce fatalmente. No es extraordi-
nario sino natural que los sentidos se inflamen,
que la imaginacion se lance en ensueños voluptuo-
sos, llevando al organismo un desórden que las
mujeres no se explican, no pudiendo darse clara
cuenta de lo que experimentan; unas creen que
las brujas las arrebatan por los aires, otras ven caras
espantosas y sobrenaturales.
MESMER y EL MESMERISMO. 43
Descripcion de la crísis. - La fi sonomía se en-
ciende gradualmente, r elu cen los ojos como ascuas,

señal inequívoca del ansia inmoderada de los de-


lei tes carna!es ; baja la mujer la cabeza y se) lel"a las
MAGNETISMO.

manos á las sienes, movimiento inconsciente del fe-


menino pudor; llt pupila se turba, humedécense los
párpados que medio se cierran con languidez, la
respiracion es penosa y entrecortada, y las convul- '
siones acaban por agitar los miembros y todo el
cu,erpo con bruscas y precipitadas sacudidas. Á esta
convulsion, que, es el término más arrobador de
lfis emociones en las mujeres de una sensibilidad
per{ecta, sigue el al>atimiento y una especie de
soñolencia, reposo indispensable y merecido de los
sentidos.
La r~accion explicada. - Fácil es comprender
que nada de penoso ofrece este estado, y la prueba
es q~e no produce ninguna repugnancia su recuerdo;
al contrário, la reaccion inspira nuevos deseos de so-
mete,rsl) á su potencia, y como las emociones experi-
mentadas son el gérmen de las afe~ciones y cariñosas
simpatías, la reaccion será siempre más fuerte en las
mujeres, miéntras sean los hombres los únicos que
magneticen.
,J!;fecto desmoralizlI:llor del magnetismo. - Di-
gamos que hay empero muchas mujeres que no
han sentido estos efectos, y otras que han ignorado
la causa, con tanto rpás rrwtivo euanta mayor era su
honradez. Y de lo úntes expuesto resulta que el sis-
tema , magnético es peligroso para la moralidad pú-
blic,a, pues excita las emociones dulces y provoca
deseo~" ardientes que, pagados por la naturaleza,
pueden corrómper ' la's costumbres yla salud de las
mujeres débiles incapaces de resistir el magnetismo.
Pregunta del teniente de policía. - Habiendo
preguntado el teniente de policía á M. Deslon, si
MESMER y EL MESMER~MO.
..
~

3.
MAGNETISMO.
pensaba fuese fácil abusar de una mujer magne-
tizada, M. Deslon respondió afirmativamente,. pero
demostró que en su casa no habia sala secreta al-
guna y que la decencia estaba observada. Pero no
por esto dejaba de existir el peligro, y la posibilidad
para el médico de abusar de su enferma. Las ocasio-
nes son contínuas y es una temeridad responder de sí ;
sería preciso suponerle una virtud sobrehumana
para resistir á las mutuas excitaciones de los senti-
dos, en presencia de mujeres, por lo general, jÓ-
venes y bonitas y ardiendo en deseos sexuales. -
Esta parte de la memoria nos parece inconsiderada,
por lo ménos; un médico tiene siempre suficiente
contacto con sus clientes para inflamarse (si es in-
flamable), sin necesidad del magnetismo, y posee
tambien nU!'llerosos medios para poder abusar de ella.
No queremos más prueba que la del dentista con-
denado hace meses por ha'ber violentado á una jóven
usando de cloroformo. Pero nunca ha recibido la Fa-
cultad peor insulto que el que así misma se inferia
aquí, suponiendo á sus miembros capaces de seme-
j antes villanías.
Conelu81on 8ingular. - La comision concluia,
diciendo que, fuera cual fuese el misterio del mag- ,
netismo de M. Mesmer, no debia ser más real que
el de M. Deslon, y que los procedimientos del uno,
no eran ni más útiles ni ménos peligrosos que los
del otro. '
CAPíTULO IX

Triunfo deei8ho. - El rigor de esta memoria que,


redactada por Bailly, era una obra maestra y se
MESMER y EL ~fESMERISMO. 47
distribuyó al público en número de ochenta mil
ejemplares, por cuidado de la Facultad de Medicina,
habria podido hacer creer que el magnetismo iba á
quedar anonadado con golpe tan contundente. Fué
empero todo lo contrário; el arma, destinada á
herirlo de muerte se revolvió contra sus enemigos,
y el público acusó á la Facultad de parcialidad y
mal disimulado encono.
Las dudas Ile un prodllciano . - M. Servan, pro-
curador general, dió á luz sus « Dudas de un pro-
vinciano, » en defensa de los magnetistas, compa-
rando á Mesmer perseguido CDn Sócrates y M. de
la Chalotais, dos genios negados por sus contempo-
ráneos; y despues de censurar á la comision, prin-
cipalmente por haber ido á buscar la prueba de la
existencia del flúido magnético á casa de Deslon,
en vez de ir á casa de Mesmer, el primer inventor,
añadia : « Hay hombres acostumbrados á reflexio-
nar sin reirse y otros que sólo desean reirse sin re-
flexionar. » La pulla era clara y cruel. .
Contra-memoria .le 11 . •1e Jussieu. - Pero el
ataque principal contra el fallo de la comision fué
la contra-memoria publicada un mes despues por
M. de Jussieu, miembro de la comision que se
habia negado á firmar con sus cólegas. Declaraba
que no habia reconocido de una manera posi-
tiva la realidad del flúido animal, pero que es-
taba tambien persuadido de que el contacto, las
fricciones, la imaginacion y la imitacion no eran
suficientes para producir los fenómenos extraor-
dinarios que habia presenciado en casa de Deslon.
Desaprobaba el plan de exámen adoptado por la-
48 MAGNETISMO.
comlslOn y añadia: «( ¿ Cuál es el principio que
así se insinúa en los cuerpos? El roce y el con-
tacto producen el calor. ¿ Sería este calor el flúido
cuya existencia se debate tanto? )) Y Jussieu se de-
cidia por la afirmativa.
Nue'Va informacioll. - La Sociedad Real de Me-
dicina, conmovida por este hecho, abrió una nueva
y colosal informacion en toda la Europa científica.
Llegaron memorias de Malta, de TUl'in, de Lóndres,
de Amsterdam, de América, y de todas las corpo-
raciones científicas de Francia. El resultado se con-
signó en una memoria que red-actó Thouret y fué
presentada al ministro el 15 de diciembre de 1784.
Consideradas las prevenciones y los odios que la
habian dictado, no podia concluir sino negando ro-
tunda y formalmente la existencia del flúido mag-
nético.
La facultad 'Vencida. - Esta memoria univer-
sal causó la derrota completa de la Facultad. Los
nuevos. adep.tos al magnetismo se contaron á cen-
enares, pues, sea dicho en honor del gobierno de
la época, no se impidieron sus prácticas, y Mesmer
recibió de sus discípulos, gracias á la suscripcion
abierta por Bergasse, una suma de 340,000 libras
(algo más de un millon de nuestra moneda), en
recompensa de los servicios que habia prestado á
la humanidad. Entre los más ardientes partidarios
figuraban d'Eprémenil y La Fayette, que igual ardOI"
debian manifestar en bl'eve en el terreno revolu-
cionario_
Curiosidad literaria. - Entre tanto, una parte
del público parisiense se distraia con las encarni-
MESMER y EL MESMERISMO. 40
zadas controversias de los magnetislas y los anti-
magnetistas. Los epigramas llovian como granizo,
pues el ingenio no pierde nunca en Franeia sus
derechos, y como imparciales historiadores debe-
mos, á título de curiosidad, dar aquí un modelo
de esta literatura contra el magnetismo:

DÉCIMA.

Han resuelto los del arte


Que el famoso magnp-tismo,
No es mas que charlatanismo,
y puede ir con su estandarte
y la música, á otra parte.
Tras este fallo legal,
Si hay algun original
Que en su delirio persista,
Decidle con lengua lista:
Cree al magnetismo ... ¡animal!

IO'l'oeaeioD á la posteridat1. - Los magnetistas res-


pondian con igual ardor pero con más seriedad.
« Los adversarios del magnetismo animal, escribia
" uno de ellos, deben consagrarse á la execracion de
)) los siglos y al soberano y vengador desprecio de
» la posteridad. »

CAPíTULO X

La debilidad de Mellmer. - No ha habido grande


hombre completamente perfecto, y Mesmer poseia
una debilidad inmensa, que debia perderle en el
ánimo de sus más íntimos amigos: 'e ra la aficion
50 MAGNETISMO.

al oro, aficion que con los años rayó en la má~


extrema avaricia. La liquidacion de la (( Sociedad de
la Armonía, )) que provocó él mismo, deseando re-
tirarse á la vida privada, sus exigencias excesivas y
repugnantes por lo mezquinas, le enajenaron la
simpatía pública.

Un astro cai.lo. - Despues de animadas contro-


versias, Mesmer se persuadió más y müs de que su
MESMER y EL MESMERISMO. 5\
estrella se habia eclipsado, y esto le confirmó en su
idea de alejarse de Francia. Un dia manifestó su
resolucion y contrariamente á su esperanza, el
consejo aceptó su dimision con la mayor frialdad
y por unanimidad de votos. Se llevó con prontitud
la liquidacion de su cuenta, portándose el consejo con
. la más meritoria dignidad, y entregó á Mesmer una
fortuna que debia permitirle vivir como un príncipe
en lo sucesivo.
Fin mi8erable. - Mesmer hizo sus preparativos
de marcha y salió de París en :1785, solo, sin una
mano que le estrechase la suya, sin una sonrisa
que le augurase felicidad en sus viajes, denigrado
y zaherido por sus mismos adeptos, indignados de
la pohreza de sentimientos de que diera nume-
rosas pruebas en la liquidacion de su cuenta. Su fin
en Francia fué tan miserable como brillante habia
sido la acogida que recibiera . Y las dos manifestacio-
nes fueron comprensibles y lógicas, sin que sea
posible acusar de ingratitud á sus fervientes discí-
pulos.
El Venclimiador aéreo. - El dia de su partida
se lanzó un globo que titularon el (( Vendimiador JI;
llevaba pintada una figUl'a alegórica con una
especie de cubet~ en la cabeza y tenía debajo esta
leyenda que no puede traducirse con su doble y
epigramático sentido : « Adieu, baquet, vendllnges
sont raítes. » Tal fué el fin de la carrera de este
hombre extraordinario, del innovador de una cien-
cia que producirá, en el porvenir, una revolucion
total de la humanidad.
La experiencia ele Enrique de Pru8ia. - Ade-
52 MAGNETISMO.

mas, sus facultades magnéticas habian disminuido,


sin duda alguna, pues várias experiencias qlle hizo
durante sus viajes no dieron resultado. Habiendo
sido llamado por el príncipe Enrique de Prusia,
hermano del gran Federi co, no pudo producir en
él ninguna sen sacio n apreciable; y su humillacion
fué tanto mayor cuanto que, en el mismo momento,
sus discípulos de Lyon hacian horripilar á un caballo
enfermo y descarnado que apénas podia tenerse
de pié.

El Terror. - Hizo un viaje á Lóndres en el que


no parece haberse ocupado de magnetismo; volvió
á París cuando se desencadenaba el Terror, como
simple viajero y murió poco despues, rieo y olvi-
dado, en su ciudad natal.
MESMER y EL MESMERI!;MO. 53
Época de calma. - Los memorables aconteci-
mientos de la Revolucion francesa que conmovian
al mundo; luego, el Imperio que tantas veces modi-
ficó el mapa de Europa con sus batallas y sus victo-
rias , no permitian ocuparge más que de guerra y de
política. Aquella época de agitacion y de trastornos
rué la época de calma para el magnetismo, que per-
maneció estacionario hasta la Reslauracion.

FIN D!i LA PRIMERA PARTE.


SEGUNDA PARTE
SONAMBULISMO

CAPiTULO PRIMERO

Un nombre ratliante. - El nombre de Puységur


es el más radiante en la historia del magnetismo,
tal vez sin exceptuar el de Mesmer, pues la innova-
cion del médico alemanno habia producido más que
crisis como resultado único, .y el hallazgo (no es
posible decir sino impropiamente el descubrimiento),
el hallazgo del sonambulismo artificial iba á causar
una revolucion completa en el magnetismo animal.
Procedimientos nuevolI. - Todos los utensilios de
Mesmer iban á desaparecer; la cubeta, la deliciosa
. y terrible sala del « Infierno de las convulsiones»,
las pociones laxantes que las señoras tomaban
con repugnancia quedarian sólo como recuerdo.
Los nuevos procedimientos que debian prod'ucir
tnntos ó m,ís sorprendentc~ efectos, se reduciri.m :í
MAGNETISMO.
simples pases á distancia, á la potencia de la mirada
y de la voluntad. En vez de las espantosas convul-
siones, un sueño sereno que prestaria á las faculta-
des intelectuales una extension increíble.
El alma rompe sus lazos. - El estado sonámbulo
permitiria al alma romper sus lazos carnales, sin de-
jar de conservar su individualidad; entraria en rela-
ciones directas con el magnetizador, y obedeceria con
absoluta confianza á su ademan, á su voluntad, per-
maneciendo el cuerpo insensible; en una palabra, el
magnetismo que habia sido hasta entónces material
por el contacto y por las manifestaciones, iba á ser
verdaderamente espiritual y á convertirse en un sexto
sentido de la naturaleza humana que no conoc.eria
obstáculos de distancia ni densidad.
Detalles biográficos. - Tanto el marqués de
Puységur como sus dos hermanos, fueron discípulos
de Mesmer y se entregaron con ardor á las prácticas
magnéticas y á la propaganda de la nueva ciencia,
ejemplo que siguió casi toda la oficialidad de la
época, entre la que debemos conceder especial men-
cion á M. Tardy de Montravel.
Un alumno prodigioso. - El más jóven de los
Puységur, Chastenet, distinguido oficial de marina,
fué incrédulo en un principio, pero habiendo sido ra-
dicalmente curado por el magnetismo de una enfer-
medad que padecia, cobró fe, y hizo algunas expe-
riencias prodigiosas con él mismo é con algunos
compañeros, lo que acabó de convencerle de la '
verdad de la nueva ciencia.
El Dlagnetismo en Brest. - En Brest fué cons/ll-
lado por un médico' que habia apurado todos los re-
SONAMBULISMO. 59
cursos de la ciencia para curar á una dama grave-
mente enferma, y M. Chastenet de PUySégUl' la
salvó despues de una corta medicacion magnética
que le permitió observar fenómenos sorprendentes;
por desgracia, no los consignó en parte alguna.
Desde este instante todo pasó magnéticamente á
bordo de la urca del rey, la F¡'ederic-Guillaume que
mandaba M. de Puységur.
Un blll¡IlC prcparatlo. - Secundado por sus ofi-
ciales, todo el buque fué hábilmente p¡'eparado :
mástiles, casco, velas y j órcias; los mal'ineros ejecu-
taron las maniobras, bajo la influencia de los oficiales
con una regularidad pasmosa, y el espasmo magné-
tico reemplazo el mareo en lo s viajeros. Durante una
travesía de cuatro meses por el mar del Norte, se
inscribieron en el libro de bordo las relaciones de
cuantiosas y sorprendentes cnras.

Un muerto resucitado. - El conde de Puységul',


segundo de los tres herm~nos, se señaló en Bayona
60 MAGNETISMO.
por hazañas más brillantes. Un dia que mandaba el
ejercicio á su regimiento de Languedoc, uno de los
oficiales cayó por tierra con un ataque de sangre al
cerebro. El médico del cuerpo acudió y procedió sin
obtener resultado, declarando muerto al oficial. En-
tónces M. de Puységur hizo formar el cuadro al
rededor del cadáver, le magnetizó y los soldados
vieron en breve al difunto ponerse de pié. Poco
despues, un grupo de sesenta enfermos daba un cer-
tificado al conde · reconociendo deberle la vida y la
salud.
Ilereell de los PP. Agustinos. - Como el conde
de Puységur operaba en uno de los bastiones de la
plaza, no teniendo casa suficiente para recibir á sus
enfermos, cuando llegó el invierno tuvo que suspen-
der su clínica al aire libre; entónces fué cuando los
PP. Agustinos, agradecidos por la cura que habia
hecho de uno de ellos (el P. Bory, de setenta y cinco
años de edad y que tenía medio cuerpo paralizado),
le ofrecieron una inmensa sala de su convento, con
gran alegría de la poblacion bayonesa.
. Un reto noble. - Cuando salió de Bayona, el conde
de Puységur formó una lista de sus curas, unida á una
memoria detallada, firmada y legalizada por un mé-
dico, un cirujano mayor, un farmecéutico y un ciru-
jano de la ciudad; ademas, depositó una suma de
seiscientos francos, dejándola á la disposicion del
que negase los hechos, para subvenir á los gastos que
la informacion necesitase. Noble reto de un pecho
jóven y henchido de fe que nadie aceptó, pues la
suma no fué reclamada.
El jefe dI' la familia. ~ Pero al jefe de la familia
SONAMBULISMO. 61
en aquella época, Armando María Jacobo de Chaste-
net, marqués de Puységur, general y literato, estaba
reservado el hallazgo del sonambulismo que, como
hemos visto, Mesmor no supo apreciar, é iba á dar
al magnetismo un carácter nuevo y un desarrollo
inaudito.

CAPíTULO II

Un filántropo magnético. - El m·ar\¡ués.de Pl;lyséc


gil!' descendia de una de las familias más aptiguas
del Armagnac, pues remontaba á BernardodeChas~
tenet, consejero de Carlos 1I, el Malo, rey deNavél¡rr~,
y creado señor en 1.365. Durante la licencia que t~ :
maba todos los veranos, iba á su posesionde auzancy,
cerca de Soissons, y una vez iniciado en las práctio~
de M!)smer, se apresuró á abrir una clínica gratuit¡l
en favor de sus arrendatarios, el año de.J.7.84. No t~l1t;l.ó
en ser considerado comO' un bienhechor;de la~um1\.­
nidad, pues secundaha ¡fa: curacion de los in!lXge!l.tes
dándoles pan, caldo y' buenas camas. Si 1ad¡a.)3, ,no-
bleza de Francia hubiese c'Omprendido así h>s debe-
res humanitarios para con los pobres aldeanos, no .
habria sufrido luego las terribles represalias del 1. 7~i1.
, El olmo de Buzancy. - La clientela del marqués
de Puységur se elevó á tan crecido número que no
pudo dar abasto para curar á todos indi'vidualmente,
y recurrió á un olmo secular situado en el centro de
la plaza de Buzancy, á cuyo alrededor bailaban los
jóvenes del pueblo, los domingos, desde tiempo
inmemorial. El márqués lo escogió por auxiliar, lo
4
62 MAGNETISMO.

prepar6 convenientemente y .ató al tronco una


cue¡'da que unia entre sí á los enfermos colocados
en círculo.

Las emanaciones saludables. - Los que llegaban


tarde y hallaban todos los bancos ocupados, se su-
bian en sillas .para poder coger· con la mano las
ramas inferiores del olmo y recibir así las saluda-
bles emanaciones del flúido. Aquí no habia frené-
SONAMBULISMO. 63
ti¡:as convulsiones, y la crísis que, necesariamente
se manifestaba, era serena y apacible.
Una apreeiaeion 8en8ata. - Las curas obtenidas
por el marqués no pueden ponerse en duda, pues
hay pruebas irrecusa.bles. La apreciacion más sen-
sata es la que hizo M. Cloquet. Un dia que hablán-
dose del marqués, oyó pronunciar la palahra : char-
latanismo, M. Cloquet, receptor de gabelas, dijo
comprenderia que jóvenes ligeros de cascos prepa-
rasen, por una vez, una escena supuesta que les
procurase risas y ocurrencias. « Pero nunca, decia,
me convencerán de que hombres de la corte ricos,
honrados, educados por un padre severo, que se
hallan en la edad de los placeres, abandonen las
seducciones de la corte para venir á encerrarse en
sus quintas, y entregarse al fastidio de hacer y decil'
cosas de cuya inutilidad y falsía están convencidos.
Semejantes · patrañas repugnarian á su naturaleza
y á su carácter. ¿ Cuál sería, pues, el móvil ó el
interes de sus acciones? 1)
Furor por 108 árbole8 preparad08. - Los árboles
preparados se pusieron de moda en provincia, como
en París la cubeta de Mesmer. El marqués Tissard de
Rouvre preparó uno en su quinta de Beaubourg,
cerca de la capital, que se convirtió en sosten de
infinitas cuerdas y guitas que se extendian por el
campo en todas direcciones, y los enfe¡'mos podian
asirse á ellas á grandes distancias. Numerosos cria-
dos velaban sobre la multitud, y tan luego un;t
persona caia en crísis, la llevaban á la quinta
de su amo donde era socorrida con la más exquisita
solicitud.
MAGNETISMO.

Las mal'al'illas de Beallbolll'g . - El señor de

Beaubourg, rico y compasivo, no tenía que cum-


SONAMBULISMO. 65
plir los deberes del servicio militar y podia consa-
grarse con más asiduidad que el marqués de Puysé-
gur á las curas magnéticas; este árbol fué visitado
por elevados personajes del reino, que declararon
maravillosas sus curas; pero, el señor de Beaubourg
no ha quedado como una individualidad señalada
en la historia de la ciencia que trazamos, y sólo
ha conservado celebridad el árbol que magnetizó en
las « Rocas del lago » y sobre el que una pobre
vieja declaró baber visto volar dos ángeles.
El indicador de 1l1s enfermedatles. - Entre tanto
los ardientes magnetistas, si bien consideraban el
magnetismo como suficiente, muy á menudo, para
dar á la sangre y á los humores un movimiento
saludable ó restablecer las vísceras alteradas, y más
particularmente, como el indicador infalible de las
enfermedades cuya sede escapa tanto al médico
como al enfermo, ménos optimistas que' Mesmer de-
claraban que el arte medical debia concurrir al tra-
tamiento magnético. Si Mesmer hubiese hecho esta
declaracion, es de creer que la memoria de la co-
mision académica le habria sido mucho lJIás favo-
rable.

CAPíTULO III

Descubrimiento del sonambulismo. - Acababa


de llegar á su quinta de Buzancy cuando M. de
Puységur observó el primer fenómeno de sonambu-
lismo, en circunstancias que merecen relatarse. Un
aldeano iletrado y obtuso, llamado Victor y de vein-
4.
136 MAGNETISMO.

titres años de edad, estaba en cama con una pul-


monía. El4 de mayo de 1784, el marqu és de Puysé -
gu r fu é á vi sitarl e y. le halló muy enfermo, con fuerte
calentura. Le hizo levantar y le magn etizó. ¿ Cuál
sería su sorp ,'esa cuando, des pues de algunos pases
á distancia , vió al pacien te dormirse apaciblemente,
sin dolor ni convulsiones?

Momento .le iJulecision . - Es te res ultad o ines-


perado dej ó al ma rqués perplej o. ¿ Qué hacer ? ¿ De-
SONAMBULISMO. 67
hia dejar dormir á Victor? pues . conviene observar
que no pensaba más que en el sueño natural. Em-
pero, deseando producir una crisis que creia indis-
pensable para la curacion del enfermo, multiplicó
los pases y no tardó en notar que Victor tenía vér-
tigos; pero el sueño no le dejaba y, por el contrá-
rio, parecia volverse más profundo.
La ,"oz .Iel espíritu. -- Vivamente impresionado,
el marqués reflexionaba sobre lo que debia hacer en
caso tan nuevo y extraordinario, cuando de pronto,
fué sacado de sus meditaciones por una voz cIara
y bien acentuada que pronunciaba una especie de
recapitulacion de los actos de la vida de un hombre.
El que hablaba era Vict.or, y Victor que seguia pro-
fundamente dormido. .
Obediencia á la órden mental. - Habló de su en-
fermedad, de sus sufrimientos. Maravillado por este
sonambulismo singular, el marqués, inquieto por
la salud de Victor, buscaba el medio de disipar de
su imaginacion aquellos tristes recuerdos; apénas
hubo formulado este deseo, Victor se detuvo y se
puso alegre; creia que bailaba en una fiesta, que
tiraba á los palomos y ganaba un premio. Cuando el
marqués le hablaba, Victor no le oía y seguia el
curso de sus ideas, pero obedecia al instante si
M. de Puységur formulaba tácitamente su vo.
luntad.
El sexto sentido.-Elmarqués moduló mentalmente
un aire de vals bastan le difícil y que, hin duda al-
guna, Victor no c~nocia; sin embargo, el enfermo
lo repilió, nola por nola, con graciosas entonaciones.
Despues de una hora de esta memorable crísis
68 MAGNEHSMO.

M. de Puységur, impresionado por lo que habia


visto y habia provocado por el magnetismo, le calmó
por efecto de su voluntad y le dejó sumido en
un sueño reparador, prometiéndose estudiar aquel
fenómeno increíble, que iba á operar una revolucion
radical en el magnetismo, tanto en sus prácticas
como en sus resultados. Se habia descubierto el
sexto sentido de la naturaleza humana.
Pérdida .le la memoria. - Al dia siguiente, el
marqués de Puységur fué á vis'itar á su enfermo con
suma curiosidad; le encontró sensiblemente aliviado
y por su declaracion supo que no recordaba nada de
lo que entre los dos habia pasado la víspera. El mar-
qués quedó convencido pues de que toda accion so-
námbula no dejaba huella alguna ni en el ánimo, ni
en el cuerpo del paciente y que esta aécion era pura-
mente espiritual. Desde este instante pudo entre-
veer la importancia de su descubrimiento.
Una nota del marqués d~ Puységur. - En lo su-
cesivo el marqués lanzaba á Victor en el estado de
sonambulismo con la mayor facilidad y entónces,
dice: « no es un aldeano grosero y estúpido, que apé-
)) nas sabe responder á una frase, es un sér que no
)) sé calificar. No tengo necesidad de hablarle,
)) pienso delante de él y me oye y me contesta. Si
)) entra álguien en el cuarto, le ve si yo quiero, le
)) habla, le dice lo que yo deseo que le diga, no
)) siempre tal y como le dicto las frases, pero tales
» como las exige la verdad. Cuando quiere decir más
)) de lo que me parece prudente que sepan, detengo
') su pensamiento, paro sus frases á la mitad de una
)) palabra, y cambio por complet.o el curso de sus
SONA MBULISMO. 69
1I id eas . En su estado n orm al, no se a treveri a y n o
» sabria darn os las gra cias po r los cuidados qu e le
» tributa mos Mad. P *" (de Pu ység ur), Milo. de Sain t-
» Ja mes y yo. P ero , t an lu ego entra en su crísis
» magnéti ca , su co razo n inundado de gratitud, des-
» borda , y no podem os m én os de derram ar lág rimas
)) de admiracion al escuchar la voz del espíritu expre-
)) sarse con t anto t acto y con tanta franqu ez a . »

Un médico con8ultante . - Del mismo m odo,


Vict or, en el estado de sonambuli sm o , conocia y
dictaba á su magnetizad or , n o t an sólo lo qu e á él
mi smo le convenia , sin o lo que convenia á los otros
enferm os, y así servi a al m arqu és de Pu ys égur de
m édi co con sultante. El antiguo m odism o : « ve r
con lo s oj os del alm a, » recibi a aquí un a apli cacion
maravillosa .
Curas fenomenales. - El m arqu és realizó feno-
70 MAGNETISMO.
menales curas, y sobre sesenta y dos legalmente
confirmadas y operadas en Buzancy! en mayo y
junio de 1784, se observaron diez casos de sonambu-
lismo determinado. Aun tenía inscriptos trescientos
enfermos más el marqués de Puységur, pero la obli-
gacion militar le forzó á ir á reunirse con su regi-
miento -en Estrasburgo.
La Armonia de Estrasbtlrgo. - En esta ciudad, el
genor.oso marqués siguió magnetizando y fundó la
sociedad de la « Armonía de Estrasburgo », la más
numerosa y la más célebre que haya existido en
Francia y en Europa. Al mismo tiempo, su hermano
el conde Máximo, iniciado en el descubrimiento,
creaba en Burdeos la sociedad magnética la Guyenne,
que contó sesenta miembros, todos hombres instrui-
dos, médicos, consejeros del parlamento, sacerdotes,
abogados, etc.
Generalizacion pasmosa del magnetismo. - Las
principales ciudades de Francia siguieron rápida-
mente este ejemplo: Lyon, Nántes, Dijon, Grenoble,
Lila, Ruan, Amiens y Arras, etc., organizaron
sociedades parecidas. Toda Europa imitó este gran
movimiento, y en las capitales, las facultades y las
corporaciones científicas acogieron favorablemente
la nueva ciencia, al contrário de los sabios consti-
tuidos franceses. El magnetismo y el sonambulismo
fueron admitidos en San Petersburgo, Lóndres, Ber-
lin, Viena, Turin, etc., y se formaron academias,
sostenidas por los gobiernos, en las que se enseña-
ban las teorías de Mesmer y de M. de Puységur.
SONAMBULISMO. 7i

CAPíTULO IV

El sonambulismo segun pUJs(·gur. - Un dia, el


conde de Lutzbourg se presentó en casa del marqués
de Puységur, para someterle el deseo que tenía una
sociedad de la que los dos formaban parte, de ser
instruida en los principios del magnetismo. El mar-
qués declaró aceptar la peticion, pero puso á
M. de Lutzbourg y á sus amigos la condicion si-
guiente : Durante seis semanas, los esperaría en su
casa todas las mañanas para magnelizar en su pre-
sencia á los enfermos que le presentasen; pasado
este plazo debian confesar con lealtad si estaban
ó no convencidos de la existencia del magnetismo
porque, dijo: lO No es posible tener curiosidad por
saber la explicacion de una cosa en la que no se
cree. »
Experiencias preparatorias. - Las experiencias
se efectuaron regularmente durante el plazo conve-
nido, con el éxito más envidiable. M. de Lutzbourg y
sus amigos, viendo operar al marqués de Puysé,?ur,
le imitaron, y consiguieron producir algunos
efectos. Se confesaron entónces plenamente con~
vencidos, y el marqués comenzó el curso tal corno
se profesaba en casa de Mesmer.
Influencia de los cuerp08 celestes. - Les hablÓ'
primero de la influencia de los cuerpos celestes,
cuya cohesion forma una accion recíproca que
provoca la gravitacion, y de la sumision de estaaccion
á leyes mecánicas hasta entónces desconocidas,. y
MAGNETISMO.

de lo s efec los de ~ alternancia ~- qu e de esta accion

resultaban y eran comparables al fluj o y al reflujo.


Los siete polos. - ConLinu ó exponiendo las pl'O-
SONAMBU LI SM. ,3
pi edad es análogas ú las d el im an qu e se manifies tan
en el c uerpo human o, sus sie te polos, el fen ómeno

d e la in clinacion q ue se obse rva t am bien en


él, etc., elc . El cu rso compl'endi a luego el es tudio
!:i
74 MAGNETISMO.
de la estmctura humana, las corrientes magnéticas,
el macrocosmo y el microcosmo, el fuego, la elasti-
cidad, la intension y la remision de la materia, etc.
I.a materia eaóti~a. - Los adeptos se miraban
como personas que se creen objeto de una burla cien-
. tífica asaz indigesta. « Sin duda, dijeron al fin, ese sis-
» tema es muy hermoso, pero, ¿ pensúis realmente en
)¡ todo eso cuando magnetizáis? Vuestro ayuda de cá-

» mara, Ribault, que ni siquiera sabe lo que la mágica


» lapona, tocar en un tambor con dos tibias para
» evocar á los muertos, que no ha oido nunca hablar,
» á buen seguro, de la materia caótica, ni de la agre-
» gacion de los átomos, ni de las influencias celestes,
» y ménos aun de la prueba de los infinitamente

» pequeños por los infinitamente grandes ... ¿ Qué


» pensaba en Buzancy cuando obtenia sonámbulos
» tan bien como vos? Pues enseñadnos lo que él
» sabe y nos damos por satisfechos. »
Creer y q'lerer. - Para poner á prueba su firme
' conviccion, el marqués diferió algunos dias más la
sencilla contestacion que debia darles, explicándoles
el sistema magnético espiritualista del caballero
Barberini. Al fin, les declaró que la voluntad era el
principal de todos los medios cuya aplicacion habian
presenciado, y que la doctrina del magnetismo podia
reducirse á estas tres palabras: « Creer y querer.»
Es una vel'dad proclamada, más tarde, por los mag-
netistas de buena fe.
Citaeion .Ie Delenze. - El célebre escritor magne-
tista Deleuze, enumeraba así las cualidades que debe
poseer el magnetizador: - « Voluntad activa hacia et
bien, - sólida creencia en su potencia, - absoruta
SONAMBULISMO. 70
confianza en su aplicacion. » Reconociéndose la vo-
lunlad como el agente principal del m ag netismo,
podia creerse que la teo ría del flúido iba á ser arrin-
conada como sup erflua, lo mi smo qu e por inútil
se habi a suprimido la c ub eta de Mes m er.
Resplandor del Oúi,lo . - Sucedió empero lo con-
trário; el so nambuli sm o no hi zo más que co nfirmar
la exislen cia del mislerioso flúido. Los son ám bulos

m :¡s lúcidos declaraban á una qu e lo dislinguian


duranle sus crísis lttminoso y respland ecienle, ora
dcsr.cndiendo h~ ci a el ma gnelizador, ora rodE'ün dole
7/i MAGNETISMO.
como una auréola y desprendiéndose con fuerza d.e
su cabeza y de sus manos.
CODsagraeion del magnetismo. - Otros alil!ma-
ron haberlo apercibido algunos milésimos de segundo
despues de estar despiertos; y segun estos, poseia un
olór agl'adabilísimo y comunicaba á los líquidos y
a los alimentos un gusto sui genel'is. Todo el mundo
podia producirlo é impregnar diversas sustaneias.
Así, pues, el descubrimiento del marqués de Puy-
ségur consagró como artículo de fe la existencia del
flúido magnético.

CAPÍTULO V

Delllolieion y reedifleaeion. - El formidable ter-


remoto de la Revolucion francesa, que derrotaba las
antiquísimas instituciones y arrebataba una monar-
quía secular conmoviendo los tronos de Europa,
seguÁdo inmediatamente de la gigantesca epopeya
napQteónica, esa serie de sucesos su,blimes, trágícos
ó h~roicos, desarrollándose con rapidezvertigi-
nosa,habian absorbido por completo la alencion de
Eur,op¡t, y como lo hemos dicho, la ciencia magné-
ticaperm:anecia estacionaria; despues de la demoli-
cion,los animos inquietos se concentraban en un
objeto único : el trabajo colosal de la reedificacion
del nuevo edificio social.
No hay Tirtud percUda. - Los sentimientos hu~
rnanitarios del marqués de Puységur, le habian
hecho abrazar con ardor los principios reyoluciona-
SONAMBULISMO. 77
rios; pero, horrorizado por los deplol'ables excesos
subsiguientes, se retiró á su quinta de Buzancy,
despues de haber dado su dimision de general, y all,í
vivió tranquilo, gracias á la -general estima que habia
sabido captarse.
La: muerte de un justo. - Prosiguió en la oscu-
ridad su magnetismo benéfico hasta el año de 1823,
época en que este hombre de bien murió á los setenta
y tres años, l,leno de fe y de esperanza en la ciencia
que habia sido el lin constante de toda su vida, y
que alivió sensiblemente los padecimientos de la en-
l'el'medad de que murió.
El sODambulismo en el sig-Io XIX. - Hasta entón-
ces, ateniéndose al fallo de la Facultad Real de medi-
cina, se habria podido considerar á Mesmer como el
charlatan de una ciencia imaginúria, y al admirable
de Puységul' como un hombre crédulo y bondadoso
que babia sido engañado durante cuarenta años por
fingidos sonámbulos que aseveraban sus creencias
para seguir bien cuidados en su quinta. Pero, vamos
á ver aparecer ahora hombres importantes, tanto
por su honorabilidad como por su ciencia, y producir
efectos magnéticos capaces de persuadir á los más
incrédulos.
El sabio Deleuze. - Elp.rimero es Deleuze, sabio
natularista, bibliotecario del Jardin de Plantas, que
observó científicamente el magnetismo, se declaró
convencido, y escribió su magnífica Hist01'ia Critica
del Magnetismo, en la que resume las facultades bien
observadas, dejando de lado las que le parecen algo
dudosas .
• 'acultades magnéticas. - « Cuando el magnetis-
i8 MAGNETISMO.
» mo produce el sonambulismo, dice, el sér que se
» encuentra en este estado, adquiere una extension
)) prodigiosa en la facultad de sentir; varios de sus
» órganos exte¡'iores, de ordinario los de la vista y
» del oído, están adormidos, y todas las sensaciones
» que de ellos dependen se operan interiormente.
)) Hay en este estado un número infinito de varieda-
)) des; pero, para apreciarlo bien, se debe examinar
») en su mayor extension, en el punto más equidis-
» tante de la vigilia, pasando en silencio lo que no
)) se ha probado suficientemente. II
La doble vista. - « El sonámbulo tiene los ojos
)) cerrados y no ve con los ojos, como no oye por los
» oídos, pero ve y oye mejor que el hombre des-
» pierto. No ve, ni oye más que las personas con las
)) que está en relaciones; en cuanto, á los objetos sólo
)) ve lo que mira y generalmente no mira más que
» aquello en que fijan su atencion.
Visiones del sonámbulo. -)) Está sometido á la
») voluntad de su nwgnetizador para todo lo que no

)) le es perjudicial, y para todo lo que no contral'Ía


)) en él las ideas de justicia y verdad. Sigue la vo-
)) luntad de su magnetizador. Distingue el flúido mag-
)) nético. Ve ó por mejor decir siente el interior de
1) su cuerpo y el de los otros, pero de ordinario nota

1) tan sólo las partes que no están en estado normal

)) y que turban la armonía.


Recuerdo de lo ohida(lo. - D El sonámbulo halla
)) en la memoria el recuerdo de las cosas que habia
• )) olvidado durante la vigilia. Tiene previsiones y
)) p"e-sensaciones que pueden ser erróneas en várias
» circunstancias y cuya extension es limitada. Se
SONAMBULISMO. /9
» expresa con una facilidad sorprendente y no está
)) exento de presuncion. Él mismo se perfecciona

» durante algun tiempo, si es conducido con cordura,


» y se extravía cuando le dirigen mal.
nos s"res .1ist¡ntos en 1111 solo cuerpo. -» Cuando
» vuelve al estado natural pierde totalmente el re-
» cuerdo de todas las sensaciones y de cuantas ideas
» ha tenido en el estado de sonambulismo, de tal
» manera que estos dos estados son tan ajenos entre
» sí, como si el sonámbulo y el hombre despierto
» fuesen dos séres distintos encerrados en el mismo
» cuel·po. »

CAPíTULO VI

Laplaee, Cu~ier, Arago. - No era sólo Deleuze el


recluta ganado al magnetismo. Genios eternos, como
Laplace, Cuvier y en hreve el ilustre Arago, declara-
ban que no podian decidirse á no ver más que la
nada en los hechos extraordinarios que el magnetis-
80 MAGNETISMO.

mo habia producido y que habian presenciado y


ménos aun en las aserciones que llegaban de todos
los puntos de Europa, firmadas por personas de
gran saber y honorabilidad.
Las experiencias de I820. - Las experiencias
concluyentes y casi oficiales de 1820, ejecutadas en
los hospitales de París y otras ciudades de provincia,
por médicos distinguidos como MM. du Potet, Geor-
get, Rostan y Bertrand, dieron resultndos que no
pudieron dejar duda alguna ni en los experimenta-
dores, ni en los testigos.
Un enemigo vencido. - El famoso doclor Réca-
mier, un enemigo ardiente del mag.netismo, asistia
á una sesion de su colega du Potet; en vista de
fenómenos innegables, este último le dijo: « Y bien,
doctor, ¿ qué os parece? ... ¿ Acabáis por convence-
;'os? - No del todo, respondió Récamier; pero, con-
fesaré la verdad, me falta poco para estado. 1) El
doctor Récamier iba á ser vencido por un hecho sin-
gular que presenció y que contaba con gusto.
El demonio en Bretaña. - Hallándose en una
aldea de la Baja Bretaña, tuvo conocimiento de la
desesperacion en que estaba un buen aldeano que
todas las noches era despertado por un ruido espan-
toso, semejante á una granizada de golpes sobre
una placa de hierro. Por más que habia buscado,
no le habia sido posible dar con la causa y, natural-
mente; dijo que era el demonio. El doctor supo
tambien que este aldeano estaba enemistado con un
calderero que habitaba en el otro extremo del pue-
blo; fué á verle, y á fuerza de interrogar, el calde-
rero acabó por confesarle que todos los días, á la
SONAMBULISMO. 81
média noche, daba golpes en un caldero con la YO-
luntad ardiente de que su enemigo los oyese. La
prim e ra vez, lo hizo en un momento de rabia y
conlinuó sabiendo que el infe rnal ruido llegaba á su
destino á pesar de la di stancia, como si m o ntado
en un caballo alado ll evase á la grupa un diablo
to·cando una campana.

COllmoeioll de la Aeallemia. - La Academia,


muy conmovida por la agitacion que producia de
nuevo el magnetismo y tal vez importunada, nom-
bró una comision para verificar las experi en cia s de
MM. du Potet, Georget, etc. El relator, M. Hu sso n,
concluyó á la realidad de lo s fenómen os magn éti L:os
y sonámbulos y se declaró perfectam en te conven-
cid o. No era es to lo que esperaban los académicos y
5.
82 MAGNETISMO.
reinó gran turbacion en el seno de la docta corpora-
cion, que, ménos que nunca, quiso admitir el mag-
net~smo.
Golpell del acallo. - Ántes de discutir la memoria
de Husson se nombró una nueva comision, que asis-
tió á una sola experiencia de M. Georget; por una fa-
talidad, esta experiencia dió un resultado mínimo
y esto bastó; mediante las conclusiones de M. Du-
bois (de Amiens), se decidió que no se volveria á
aceptar demanda alguna de exámen, ni á acoger
memoria alguna que tuviese relacion con el magne-
tismo.
Un hecho no prueba nada. - Nopuede ménos de
deplorarse este modo de proceder, porque es cosa
segura que una expe¡'iencia puede no dar resultados,
sin probar nada contra los hechos anteriores. Pare-
ceria más bien que estos obcecados adversarios se
negaban á considerar los hechos y á admitir las
pruebas irrecusable, q.ue afluian de todos los puntos
del globo.
El fin del mundo. -Empero, si aunque los adelan-
tos científicos ensanchan diariamente los límites de
lo posible, el magnetismo encuentra incrédulos, su
causa está casi ganada y cercano se halla el dia en que
los sabios se verán obligados á examinarlo con la se-
riedad y la gravedad que el asunto comporla. Ese
dia, el viejo mundo estará próximo á su fin, pues la
ciencia material habrá formado estrecha alianza con
la ciencia espiritual.
SONAMBULISMO. 83

CAPíTULO VII

Excepcion honrosa. - Si la Academia de Francia


no ha querido observar los fenómenos magnéticos,
'no debe creerse que los rechazó el cuerpo entero.
Hay que hacer una excepcion honrosa en favor de las
notabilidades científicas fi rman les de la memoria
que por su grande importancia vamos á reproducir
en seguida. Héla aquí en su absoluta integridad:
Faeulta(les sorprenclentes. - « El 7 de julio de
)) 1838, á las cuatro de la tarde, MM. Arago, Orfila,
)) Ribes, Gerdy, Réveillé-Parise, Bousquet y Mialle,
» se han reunido en casa de M. Pigeaire (de Mont-
»pellier), para ser testigos de una experieneia Jla-
1) mada magnética. El motivo de la experiencia es

)) MI;c Pigeaire, de 12 años de edad. Se dice que,


)) cuando esta niña se halla en estado de sonambu-
1) lismo magnético, tiene la propiedad singular de
1) leer, con los ojos cubierLos por una venda opaca.
)) El objeto de la experiencia era verificar este hecho.
DC!iCl'ipcioll elel apaI·at,o. - » La venda, ancha de
» seis dedos, se compone de una tira de lienzo fino
» que se aplica sobre los ojos; luego se colocan dos
» pelotas de algodon en rama, y finalmente, tres
» bandas de terciopelo negro que se sujetan con al-
)) fileres pOI' detl'as de la cabeza. En seguida se pegan
» dos tiras de tafetan de Inglaterra que adhieren á
)) las mejillas y á la nariz, y otra banda perpendi-
» cularmente, de arriba abajo, para fijar las prime-
» ras tiras á lo largo de la nariz.
84 MAGNETISMO.

Las tinieblas. - II M. Arago se colocó el aparato


» y convino en que no veia nada. l\I. Orilla hizo lo
II mismo y declaró que es taba en tinieblas y qu e no
l) podria difet'enciarlas de la luz. M. Gerdy, dij o qu e
II distin guia las tinieblas de la luz pero qu e no po-

» dria distin guir objeto algun o, ni los más aparentes.


La sonámbula. - Despu es de es tos ensayos Ha-
1)

1) maron á MlI o Pigeai re , cuya dulce fisonomía nos ha


» conservado la litografía; la jóve n se sentó en un
» sillon cerca de una m esa, y despu es de algunos
1) pases hechos por su madre, declaró qu e estaba
1) bas tante magnetizada. En lónces se le pu sieron su-
1) cesivam ente y con la m ás minu ciosa atencion las
» diversas pi ezas que compon en el apa t'ato.

Indisposicioll del e8píritu. - » Tan lu ego se ha-


1)bia hecho esta aplicacion, la so námbula dijo que
» es taba enferm a, que le dolía la cabeza; se agitó,
» se quejó tanto que los tes tigos, con movido s por
» sus quejidos, aconsejaron várias veces á i"Im e. Pi-
SONAMBULISMO. 85
» geaire y á la misma sonámbula que dejasen la se-
» sion para otro dia. En este momento M. Gerdy, que
» reclamaban sus enfermos, dejó la sesion.
Prueba ele lectura. - » En fin, despues de una
» hora de espera, la sonámbula dijo que estaba dis-
» puesta !Í leer. M. Orlila tenía en el bolsillo un fo-
» lIeto en 8° titulado: Memoria de la clinica del Hótel·
» Dieu j lo habia recibido la víspera del autor, y no
» estaba abierto todavía.
Leer sin Ter. - » Colocado encima de la mesa, rué
» abierto por la página 11, Y esta p!Ígina se cubrió
» con una lámina de cristal transparente. Entónces
)) la sonámbula, en la actitud de una persona que
» lee, paseó el índice de la mano derecha sobre el
)) cristal, y léyó con claridad y casi de corrido una
)) docena de líneas, indicando exactamente la pun-
)) tuacion. No se deteniade un modo sensiblem!Ísque
» en las palabras CÚ'ugía, Dupuytl'en, que exigian
)) de su parte un poco más de atencion. Cuando lIe-
)) gó al fin de la página, M. Arago dobló algunas ho-
H jas y la son!Ímbula leyó várias líneas (¡ l e la pá-
» gina 17.
La portida de écarté. - » En seguida, comenzó con
)) M. Orfila una partida de écaJ'té, con la intencion de
)) designar siempre las cartas que echaba así como
» las de su adversario, y no se equivocó nunca. Ter-
» minadas las pruebas, uno de los testigos desaló la
)) venda de arriba abajo, con lentitud y de manera
» que los otros pudiesen asegurarse de que no se
» habia movido ninguna pieza del aparato.
Nombres inmortales. - II El tafetan se habia pe-
» gado con tanta fuerza, que dejó huellas sensibles
86 MAGNETISMO.
)) en las mejill as de la son,ímbula. La sesion duró
» dos horas. Firmaron : BOUSQUET, secl'etal'io de la
» Academia de Jlledicina. - RIBES, del Instituto, mé-
II dico del Hotel de los Inválidos . - ORFILA, c!pcano de
» la Facu ltlld de Medicina. - RÉVEILLÉ-PARISE. -
» - l\lIALLE, literato . »
Negativ:t rotunda. - Otros seis procesos verbales
han confirmado el hecho que no qui so observar la
comision delegada para examinarlo . Post eriormente
la Academia r ecibió una su plica para certificar un

fenómeno parecido, pero la voz de los antimagnetis-


tas sofoeó la voz de los hombres sensatos , y la
Academia renovó su declaracion de qu e, en lo suce-
sivo, toda reclamacion relativa al magnetis mo no
se someteria á nin gun exámen. Es el cuento de la
muj er que negaba el fu ego y que i p esa r de haberla
echado el demonio en una caldera flamante siguió
SONAMBULISMO. 87
diciendo hasta que tuvo vida: « i Qué fresca está el
agua 1 i Qué fresca está el agua! »
La humanidad adelanta. - Empero, 1 qué in-
menso, paso habrian hecho dar al mundo las socieda-
des científicas si se hubiesen oeupado de esta cien-
cia! No se estaria aun discutiendo la realidad ó la
falsedad de los fenómenos magnéticos; pero la hu-
manidad adelanta, la humanidad no retrocede, y el
dia en que el magnetismo irradie con fúlgido esplen-
dor, llegará al cabo.

CAPíTULO VIII

El Charlatanismo. - Las extraordinarias facul-


tades del sonambulismo magnético no podian mé-
nos de caer en el dominio del charlatanismo, y ser
indignamente desnaturalizadas. Las previsiones y
las pre-sensaciones indicadas por Deleuze, como in-
ciertas y reconocidas tales por los magnetizadores
de buena fe, tomaron una extension singula'r entre
las manos de los charlatanes. Nos ha parecido pues
útil y curioso resumir en este capítulo todos los he-
chos descaradamente atribuidos al magnetismo.
Las sOllámbulas foreos.,,,,. - No hay hoy dia fies-
ta ó feria forense en la que falte una sonámbula. La
decoracion exterior es 'siempre la misma, sobre poco
más ó ménos. En un lienzo pintado con colores chi-
llones que atraen la vista, se ve una mujer sentada,
con los ojos vendados, delante de un hombre ele-
gantemente vestido, en actitud majestuosa, un bra-
zo extendido, empuñando la varilla mágica de,Mes-
88 MAGNETI SMO.

m er, cuyo nombre no han oido pronunciar segura-


mente esos charlatanes. Olros carteles representan á
un a jóven acostada y velada por animales fantás-
ticos .

El anzuelo. - En la parte baja del cuadl'O se lee


en gigantescos carac téres es te ó parecido letrero:
« MADEMOISELLE "', SONÁMllULA EXTRA-LÚCIDA, PREMIADA
)) POR VÁIIIAS CÚIlTES EXTRANJEIIAS , SON .\~IBULA EXTRAO H-
» DINARIA DE S. M. EL EMPEHADOR SOULOUQUE, l'RE DIC E
)) EL PRESENTE, EL PASADO r EL PORVEN llL )) El magne-
lizador habla al público reunido anle tan alractivo
anuncio, enumera las preciosas cualidades de Mlle Z'*'
Ó Y*", dama de alto linaje que se sacrifi ca en honor de
la humanidacl; y si el público se muestra rehacio
SONAMBULISMO. 89
hace algunas experiencias concluyentes al aire libre.
Los prestidigitadores de talento, para los que esto es
un juego, van á darnos la clave de los sencillos fe-
nómenos que sirven de anzuelo á los tontos.
La "Vista int .. rior. - El célebre Robert Roudin
anunció en el programa de una de sus repl'esenta-
ciones, el don de segunda vista ó vista interior, sin
magnetismo ni sonambulismo. Su manera de proce-
der quitaba toda idea de superchería. En el fondo del
escenario colocaba á un jóven que se sentaba en
una silla ordinaria, vuelto de cara al público, en
plena luz y con los ojos perfectamente vendados.
Todo espectador podia asegurarse de ello. Roudin se
dirigia á una persona cualquiera de la asistencia y la
suplicaba le entregase cualquier objeto, volviendo
las espaldas al escenario, de manera que, aunque
hubiese tenido los ojos abiertos, nada habria podido
ver el adivino. Cuando tenía el objeto dentro de
sus manos, el escamoteador preguntaba, por ejem-
plo:
Un adhino. - ¿ Qué tengo en la mano?
- Una moneda de plata.
- ¿ Qué valor tiene?
- Cinco francos.
- ¿ De qué año es?
- Del 1855.
Otro interrogatorio:
- Decídme lo que tengo en la mano.
- Un cortaplúmas.
- ¿ De qué materia?
- De nácar.
- ¿ Cuántas hojas tiene?
90 MAGNETISMO.

- Cinco.
Yasí, cualquier objeto era adivinado, descrito, sin
el más mínimo error. Los más incrédulos, creyendo
en u~ acuerdo previo, intentaron la prueba con
igual éxito. Se dijo que era un milagro.
Explicacion de la atUvinanza. -,- Sin embargo, no -
habia ni milagro, ni magia. Los objetos que se lle-
van en el bolsillo cuando se va al teatro son limita-
dos y poco variados. Todo consistia en un asunto de
convencion y de buena memoria. Segun el molio de
enunciar las palabras de la frase, el adivino sabía la
respuesta que debia dar. Por ejemplo, en la primera
pregunta, Robert Houdin decia : « ¿ Qué tengo en la
mano? » y en la segunda: « Decídme lo que ten-
go en la mano. » Si hubiera sido una mon,eda de oro
y no de plata, habria dicho, en vez de : « ¿ Qué valor
tiene? - ¿ Sabéis su valor? » etc., etc.
La lucitlez extraordillarill. - Cuando Robert
Houdin reveló el misterio de su adi\'inacion, salieron
al momento numerosas competencias. Un magneti-
zador declaró que su sOll!ímbuJa leeria de corrido
una esquela escrita p~ r un espectador. El magneti-
zador toma la esquela, la recorre con la vista, coge á
la sonámbula de la mano para llevarla delante de
la persona que ha escrito, y la adivina lee el papel
con la mayor exactitud. Sin embargo, tiene los
ojos herméticamente cerrados y el magnetizador no
la ha dirigido la menor palabra. Es imposible dudar
de su extraordinaria lucidez.
Delicadeza del tacto. - No hay lucidez alguna y
todo estriba en la delicadeza del tacto. Uno de estos
magnetizadores ha confesado poseer 180 fórmulas ó
SONAMBULISMO. 91
modos de tocar la mano, lo que era más que sufi·
ciente para expresar las palabras más usuales.
El vaso ele agua. - Otro fenómeno tan explicable
es el del magnetizador que, colocando un vaso de
agua encima de una mesa, pregunta a un espectador
qué gusto quiere que torne para la ~onámbula, el
agua clara. Uno dice « liman, » el otro, « naranja, »
etc. El magnetizador sopla con fuerza, con violencia
ó con dulzura, y la intensidad del soplo indica á la
sonámbula la contestacion que debe dar.
El juego de cartas. - Os encontráis en una habi-
tacion y os dan á escoger una carta, en un mazo;
el magnetizador la toma, la pone encima de una
hoja de papel blanco, y sin mirarla, va á colocarse
en un rincon del cuarto. La sonámbula se halla en
otra habitacion que está cerrada; no se 'ha pronun-
ciado palabra alguna. Por la voluntad del operador,
la sonámbula abre entónces la puerta; tiene los
ojos anierlos como en el sueño lúcido; se dirige á la
hoja de papel blanco, la palpa, la hueie, y os declara
el color y el valor de la carta.
Efectos del flúido. - No se ha equivocado. Pre-
guntáis la explicacion de este fenómeno pasmoso
y el magnetizador os responde con la mayor sereni-
dad que el flúido que brota de sus dedos ha impreg-
nado la carta que ha dejado su imiÍgen en la hoja de
papel blanco, visible solamente para la sonámbula.
Es maravilloso, y si no se creia en el magnetismo, es
más que suficiente para quedar convencido.
Ni magnetismo, ni sonambulismo. - Pues bien
no hay en esto nada de magnetismo ni de sonam-
bulismo. El modo como el magnetizador está sen-
MAGNETISMO.

tado, la posicion de sus brazos, de sus manos, de sus


piernas y de sus piés, ha declarado á la sonúmbula
el cotor y el valor de la carta. Como se ve, todos
estos juegos son muy sencillos, por más sorpren·
dentes que parezcan.
Los gabinetes de at\i"inacion. - Tenemos ademas
los gabinetes de adivinacion, agencja de informes
sobre las personas y las cosas. Bastará con que en-
treguéis á la sonámbula un objeto qlle haya pertene-
cido al sér querido del que deseáis tener noticias,
para saber dónde está, qué hace, qué piensa,
cuándo le volveréis á ver. ¿ Tenéis entre manos un
asunto importante del que depende vuestro porve-
nir? Pues en vez de atormentaros haciendo suposi-
ciones y sufriendo con alternativas de duda y
esperanza, ~ consultad á una sonámbula. Ella os
enseñará el camino y os anunciará lo que el hado os
reserva. Pero ... no olvidéis lo imprevisto, elmaldito
imprevisto que podria derribar todo el magnífico
palacio edificado por la imaginacion de la vaticina-
dora.
La ignorancia humaua. - Lo que más sorpren-
de á primera vista es que estos eharlatanes en-
cuentren numerosos clientes; es empero una cosa
muy sencilla que se basa en la ignorancia humana
que proclama los triunfos y oculta las derrotas.
Aquellos á quienes el agorero ha sido favorable y
han visto realizarse sus predicciones, lo que á buen
seguro no puede ménos de pasar alguna vez, se
apresuran á contarlo á propios y extraños. Los
otros, mucho más numerosos, que 8ólo han hallado
decepciones, se guardan Jiluy bien de decirlo por
SONAMBULISMO.

amor propio, para evital' la zumba y la ironía de los


amigos. Y no hay cosa mas desagradable para un
tonto que parecerlo.

Nada l'enee la l'erdad. ~ El magnetismo, ,d esna-


tUl'alizado y explotado por estos supuestos sonám-
bulos y magnetizadores, se resiente mucho del des-
precio que los hombres sensatos guardan para esas
indignas manifestaciones. Necesaria será la perseve-
rancia de los hombres adictos, ,abios y honorables,
pal'a limpiarlo de esas falsedades de las que, en suma,
'no es solidario. Ademas, nada vence la v~I'dad,
que sigue su marcha por más piedras que la tiren,
Y'tenemos plena confianza en que el magnetismo
será un dia la ciencia de lo bello, de lo bueno y de
lo ver¡:ladero que inundará el mundo con sus fúlgidos
raudales de luz.

CAPíTULO IX

¿"ul! C'II el maglletismol- « El universo, dice


)) M. Roessinger, se divide en dos sustancias distintas,
MAqNETlSMO.

» dotadas de atributos fí sicos y morales diametral-


» mente opu estos . Una de estas sustancias es mate-
» rial y forma la base de t odos los c uerpos; esta sus-
» tancia, esencialm ente dotada de plástica ó fuerza
.» cohesiva, cond ensa tiva, es lo que se llama ma-
n leria.
El f1úi,lo eléelrlco. - » La otra de estas sustan-
» cias es inm a teri al, es deci r, que ca rece de plástica,

» y por consiguiente no es susceptible de coúden-


» sarse para formar cuerpos materiales, sólidos Ó
» líquid os; por el co ntr<Ír io, esta sustan cia inma-
» terial posee una fac ullad repul siva, dilatante ó
» expan siva, tanto mayo r cuanto más co ncentrada
») se halla . Esta sustan cia inmaterial es la qlle
» llamo yo flúido eléctrico.
SONAMBULISMO. 95
El alma del muollo. - » Los antiguos la han
» llamado éter, fue.qo elemental, alma del mundo. Más
» tarde le han dado el nombre de calórico latente. Este
" flúido eléctrico ó sustancia inmaterial que llena
" todo el universo, es de continuo asorbido y arro-
)) jada por la parte material de todos los cuerpos, y
" esta doble absorcion y exhalacion del flúido eléc-
» trico por la materia de los diferente~ cuerpos,
)) (como indispensable condicion de su existencia),
" es lo que constituye la circulacion universal, de la
» que resultan todos los fenómenos del mundo. »
El 8i8tema neryio8o. - Dos sistemas se dividen el
armonioso organismo del cuerpo humano. El pri-
mero, necesario á la fundacion como á la conserva-
cion de la vida material, es el sistema nervioso. Es
la mansion más profunda del alma, la última que
abandona cuando llegada la hora de la muerte se
escapa de nuestro envoltorio terrestre.
El 8istema cerebr ..1. - El segundo es el sistema
cerebral; por él entramos en relacion con los ,objetos
exteriores, y este sistema puede ser destruido en
parte sin producir la pérdida inmediata de la exis-
tencia. Estos son los dos manantiales de la vida; el
primero hace vivir, el segundo nos da los medios de
comunicar intelectualmente con el exterior.
L08 condensadore8 del llúido Yital. - Los centros
de estos dos sistemas parecen ser los condensadores, -
los almacenes de abastecimiento del flúido vital, que
se difunde luego por todas las partes y partíclllas de
nuestro cuerpo, y que las excitaciones del alma hacen
obrar á su antojo. Puede compararse pues el orga-
nismo á una poderosa balería eléctrica. Los ner-
!J6 MAGNETISMO.

vios son los conductores electro-magnéticos que


reunen hasta la parte corporal más infinitesimal,
y sus redes importan ó exportan cantidades de
efluencias correspondientes á todos los actos exte-
riores ó interiores de nuestra individualidad.
La cOlllluctibilidad nerviosa. - Esta conducti-
bilidad pu.ede compararse al télegrafo eléctrico :
alambres metálicos separados entre sí por una capa
aisladora se aglomeran en haz; de un lado un
aviso, del otro una órden que comparten la inicia-
tiva· segun los casos. Los nervios están tambien se-
parados y aislados, y llevan con fidelidad hasta el
órgano ejecutivo la órden ó la advertencia formada
por el alma en el cerebro, sede del pensamiento.
Imantacion de un órgano. - Ejercilar un órgano
es, por lo tanto, lanzarle impulsiones flúidas,
condensar todas las fuerzas que se eslimulan ó diri-
gen; es en fin, si así se comprende más fácilmente,
imantarlo, magnetizado.
Efecto en la persolla. - Toda actividad de nuestro
organismo exige dos cooperadores distintos: el ins-
trumento ó cuerpo; el motor ó espíritu. El flúido
se considerará ' pues como el agente maravilloso del
espíritu que distribuye la fuerza, el movimiento por
la máquina material; es el resorte invisible, infLUilo
en su potencia, y que no conoce más límite que la
debilidad del órgano.
I\lallllato del alma. - Ordena el alma, y al mo-
mento el brazo recibe la impulsion para accionar,
laspiemas para andar, los sentidos para ejercitarse,
el pensamiento para recorrer los espacios con
la rapidez del relámpago. Queréis concebir una
SONAMBULISMO. (J 7

id ea, una obra artística ú literat'ia, un negocio

indu strial, ¿ qué hacéis ? Os concenlrais, invocai s ·la.,


6
98 MAGNETISMO.
inspiracion sobre lo que ocupa vuestro cerebro.
Concen1raeion tlel dinamismo. - Concentrarse
es condensar el propio dinamismo sobre un punto
central; invocar la inspiracion es atraerse el flúido,
el soplo, y de aquí la frase peculiar : « el soplo
de la inspiracion. » Esta fuerza directa enlaza per-
petuamente todos los mundos y todos los séres,
es la unidad en la diversidad, el GRAN TODO. Aislada,
la inteligencia humana pierde {¡t potencia de la 11te11Wl"ill ;
unida al todo recupera la potencia racional, ha dicbo
un célebre filósofo.

CAPÍTULO X

Efecto durante elsueño. - Durante el sueño,


cuando los órganos están postrados por un entorpeci-
miento saludable y el cuerpo ofrece una imágen de
la muerte; cuando la máquina, en fin, no está ani-
mada, ¿ tendl'á tambien necesidad de este reposo
su dueño y soberano, el espíritu? ¿ Caerá tambien
él en el amodorramiento? Seguramente no; el re-
poso es' únicamente necesario á los cuerpos mate-
riales, y al contrário, el sUeño será para él una
liberacion. Libre, dispensado de animar su envoltorio,
irradiará en el espacio, en el infinito.
'Viaje por el infinito. - Inmaterial, de contínuo
unido á ese otl'o invisible, el flúido, su agente de
trasmision, visitará las regiones más fantásticas que
ninguna planta humana habrá profanado; irá á reu-
nirse con otros espíritus simpáticos para emprender
maravillosas peregrinaciones, ' y se hallará así mez-
clado á los hechos más dulces y embriagadores como
SONAMBULISMO. 99
á los acontecimi entos más tcnibles, á las escenas
ultra-terrestres .
Regreso nI hogar. - Suavemente conmovido ó

violentamente horrorizado, volverá á refugiarse en


su cnvoltorio matArial, y retrazará instantáneamente
la imágen de sus aventuras al pensamiento, que este
100 MAGNETISMO.
trasmitirá ¡[ los órganos del recuerdo y de la memo-
l'ia. Es lo que llamamos los sueños.
Conversaciones con los muertos. - En efecto, ¿ no
nos vemos oí veces, en sueños, trasportados á paí-
ses desconocidos? ¡.No sentimos extrañas sensacione~
que nada tienen de comun con la vida material? ¿ No
vemos séres que nos eran queridos y que nos ha
arrebatado la muert~? La simpatía, el amor que nos
tienen, atraen á esos espíritus que la muerte ha li-
)nado de su envoltorio terrestre, y se reunen con
los nuestros que el sueño deja momentáneamente
en libertad. Nos dan consejos, velan solícitos pOI'
nosotros para hacernos evitar en lo posible los obstá-
culos que obstruyen nuestro camino, nos exhol'tan á
la sabiduría y al amor al prójimo, bases de nuestra
ventura. i Felices los que saben oír estos consejos!
El espiritu en el espacio. - Cuando un asunto
grave reclama toda nuestra atencion, toda la concen- .
tracion posible de los órganos capaces de resolverlo,
os calentáis la cabeza, lucháis sin éxito. Llega la no-
che, os dormís con !)sa idea fija, y almomentobrota la
luz. En general sucede que, al levantarse al dia si-
guiente la solucion que os importunaba, que tan com-
plicada os parecia, se os viene á la mente, clara y
sencilla, sinningun nuevo trabajo del espíritu. 'Y esto
éS tan cieTlo, que es un modismo frecuente decir:
« Mañana veremos, lo consultaré con la almohada. »
Un genio inconsciente. - El autor de este libro
puede citar un ejemplo más pasmoso. Un gran dra-
maturgo frances, cuyo nombre no se cita pues aun
vive, no ha compuesto nunca el plan escénico de
sus admirables dramas ó comedias, sino durmiendo.
SONAMBULISMO. 101
Cuando tiene la idea madre en su cerebro, la rumia,
se acuesta diariamente con la voluntad de ana-
Iizarla; á veces pasan dos, tres clias sin resultado,
pero llega el momento en que sea al levantarse,
sea en medio de la noche, despertado de pronto,
coge la pluma y de un tiran traza su obra. Su espí-
ritu vela pues, trabaja si n auxilio alguno del cuerpo,
y podria creerse lo que dice este escritor, con un or-
gullo perdonable: « Corneille es el que me dicta
mis planos. »
Atraccion de un espíritu simpático. - El pensn-
miento, uno de los imanes más poderosos que
existen, vivamente electrizado por la concentracion,
ha atraido ú un espíritu superio r simpático que ha
acudido en vuestro aúxilio y con sus consejos ha
sacado al nlma del embarnzo en que se encontrabn.

El amo y ei sicrYo . - En el estado de vela, la


accion del alma está pues forzosamente limitada á
6.
i02 MAGNETISMO.

las exigencias materiales; no puede abandonar el


cuerpo que tiene mision de animar con el flúido
magnético, el poderoso y universal agente de la
fuerza infinita; no puede extenderse más allá del
mundo visible y angosto en que se mueven los ór-
ganos que la sujetan. Pero, en breve, cansada de
su servidumbre, suspende por un momento su mi-
sion y provoca el entorpecimiento del cuerpo, de-
jando en él cantidad suficiente de flúido para con-
servar la vida en el sistema animal.
Libertall del alma. -Entónces, se lanza fuera de
la esfera visible, del mundo terrestre, y vive en el
infinito de los mundos invisibles, segun su perfec-
tibilidad, reunida con los espíritus de igual grado
que pueblan el espacio y de los que, por su mision,
se halla momentáneamente separada.
La. existencia doble. - Tal es pues esta doble
existencia, bien definida: corporal y espiritual. Que-
rer penetrar y conocer el infinito parece una em-
presa temeraria contra la que deben estrellarse los
lazos de nuestra naturaleza terrestre. ¿ Podrá sopor-
tar nuestra inteligencia este inconmensurable estu-
dio? Así discurren los animos simples y apocados.
Justas .pretensiones al imperio de los espaeios
~araTillosos. - Bien harán estos en no mezclarse
del estudio de la ciencia sublime del magnetismo,
porque el magnetismo es el punto de partida, el
medio de rehabilitacion de la ciencia espiritual por
largo tiempo descuidada en los últimos años, que el
materialismo ha: gobernado como soberano. El hom-
bre es la esfera de accion del alma, y posee las fa-
cultades esenciales que le unen al mundo del in-
SONAMBULISMO. 103
finito; no es pues pretension temeraria sino justa, la

de querer disfrutar de ese inmenso imperio estudian-


do estas prodigiosas facultades.

CAPíTULO XI
La muerte segun el magnetismo. - La idea y el
104 MAGNETISMO.

espectáculo de la muerte ha sido siempre un objeto


de horror; lúgubre y siniestro parece ese estado del
cuerpo cuando el alma le ha abandonado de un
modo definitivo. Regamos con amargas lágrimas y
dolorososayes á los sé res queridos que la muerte nos
ha arrebatado : su recuerdo, tiernamente mantenido

en lo más recondito del corazoll, es el culto admira-


ble de las almas puras y amantes, bien más pre-
cioso y elocuente que las vanas y á menudo enga-
ñosas manirestaciones.
SONAM !lULISMO. 105
Los .1hersos paraísos. - Las num erosas religiones
. que han existido y existen, tienen por fundamento
la idea de la inmortalidad del alma. Aquellos cuya

vida haya sido conforme á los preceptos y manda-


mientos de esas religiones, tienen derecho: entre los
antiguos á la residencia en la mansion de los dioses,
106 MAGNETISMO;
núcleo de venturas sin cuento; entre los mahome-
tanos al paraíso del profeta, donde hallarán mujeres '
de una belleza ideal , que les procurarán los más em-
briagadores deleites de la voluptuosidad; entre los
indios, á incomparables terrenos de cacería; entre
los cristianos á un cielo inimaginable, con seráficos
. coros donde se disfrutará de la eterna contemplacion
de la majestad divina. Estas recompensas, escogidas
para halagar los gustos, y á veces las pasiones hu-
manas, tienen siempre por origen felicidades terres-
tres comprensibles para todo el mundo.
El infierno eatólieo. - El castigo de los malva-
dos está cortado por el mismo patrono Nos concre·
taremos á recordar esa terrible creacion del infierno
cristiano Ó católico, por mejor decir, á propósito para
horrorizar una época de ignorante supersticion, y
que se convirtió en instrumento de un despotismo
intolerante. Aquí las pobres almas rebeldes arderán
eternamente en las llamas. Y ¿por qué tan crudo
castigo de un Dios lodo ju:> ticia, todo amor y ra-
ridad, hasta el punto de morir por nuestra redencion?
Por lo más mínimo. Vivís bien, teniendo medios hon-
radamente adquiridos, coméis bien, morísderepente,
impenitente, y sois precipitados en el averno, donde
arderéis por toda la prosecucion de los siglos sin
consumiros nunca. i Admirable perspectiva l. ..
Inmortalidad tlel alma. - El magnetismo de-
muestra y prueba la inmortalidad del alma, y,
como en lo sucesivo veremos, hace posible la
comunicacion entre nuestro ánimo y los espíritus
que desde remotos tiempos abandonaron esta « cittá
do/ente. » Pero, los castigos y las reeompensas no
SONAMBULISMO. 10i
tienen nada de esas concepciones sobrenatura-
les, imposibles y contrárias á toda idea de justi-
cia, de amor y de caridad, que se atribuyen á dioses
que serian lo mismo que los hombres, con idénticas
virtudes y no menores defeclos.
Cambio de clomieilio. - Ya lo hemos dicho:
el hombre es el espíritu; el cuerpo no es más que
su instrumento, su habitacion. Si una morada cae
en ruinas y queda inhabitable, sea por vejez, sea
por accidente, ¿ implica este hecho que el babi-
tante desaparece con ella? Es evidente que no.
¿ Qué hace en este caso? Busca una nueva casa,
y si con su trabajo y su constancia ha conseguido
mejorar su posicion, la escoge más apropiada á sus
gustos y á sus nuevas necesidades. Lo mismo le sucede
al alma despues d"e la muerte, y esta comparacioll, si
vulgar, nos parece tener el mérito de ser clarísima'
y concluyente.
El espiritu familiar. - Ya bemos visto que el
sueño era para el alma una liberacion temporal; la
muerte, ese sueño eterno, será la libertad definitiva.
Rauda, se lanzará al espacio para vivir de una vida
superior, segun sus méritos y el grado de purifica-
cion que sus obras le hayan merecido en >su pasaje
por la tierra. Tenía para esto un guia seguro, un
espíritu amigo, elevado en la jerarquía de la per-
feccion, que se habia impuesto la mision de condu-
cirla. Este espíritu familiar, le llamamos la con-
ciencia.
Condena de los rebeldes. - ¡Guay! al alma que
se haya rebelado contra esta consejera fiel. incorrup-
tible que solo podia enseñarla el amor del bien y
lOS MAGNETISMO.

la caridad, virtud inefable que nos acerca á la Divi-


nidad, ¡ guay! si ha permanecido bajo la influencia de
infinitos espíritus inferiores, ignorantes, fútiles, y
por lo tanto celosos y malévolos que la hayan perse-
guido con sus bajas pasiones. Humillada, desolada,
tendrá que volver á subir el mismo escalon en el
eterno trabaJo de la perfecciono
La eternida,1. - ¿ Cuál será la duracion de este
trabajo y el tiempo necesario para llegar á esta per-
feceion? El infinito responde: « Ni un segundo y
, siempre. » Porque en realidad, el tiempo pertenece
á la vida material; en la vida espiritual no existe;
« Lo que ha sido, lo ' que es y lo que será . VÚ)P. etema-
meate en la luz espiritual. » La eternidad no tiene
ni pasado ni porvenir, es un presente sin principio
ni fin .
• I.a Causa Suprema.- Es,pues,lamuerte el aniqui-
lamiento de la materia; lloremos nuestros muertos,
pero no ls o compadezcamos, porque seguramente
viven más felices que nosotros, más próximos á la
CAUSA SUPREMA, autora de todas las maravillas, y
que llamamos : DIOS. Tal vez están cerca de nos-
otros, llenando la atmósfera ó el éter, parecidos
á blancos y tibios fulgores que vagan por el espacio
infinito.
La pluralidad ,le 108 mun,los. -Irán luego !Í po-
blar esos mundos inmensos que apercibimos por
la noche, mundos más perfeccionados á medida que
más se acercan á ese fuego divino, manantial de luz y
calor, el sol, que es sin duda la morada definitiva
de los espíritus que han conseguido el grado su-
premo de pureza, que son, en fin, parecidos 'á Dios.
SONAMDULlSMO. !O!)

Todo vive en el uni verso, no hay la menor partícula

que no esté habitada en el mar los peces; sobre


7
HO M¡\GNETISMO.
él las naves que llevan al hombre; por encima de
los mástiles, los pájaros; más arriba de las aves, los
espíritus de los muertos. Todo está animado y en
movimiento.
IndiYidualidal\ del alma tlespues de la muerte.
- Despues de la muerte el alma conserva su in-
dividualidad , y la ciencia magnética nos lo prueba,
como vamos á verlo en la tercera parte de esta obra
que trata del espiritismo. Pero, ademas de esto, nos
lo certifican miles de ejemplos. ¿ Cuántos moribun-
dos no se han visto, estando ya el alma próxima
á abandonarlos, declarar con el último aliento que
veian á séres amados que los habian precedido
en la tumba, que los llamaban para recibirlos en la
mansion de bienaventuranza, lo que les ha hecho
espirar con una expresion de alegría indescrip-
tibie? ..
La proteccion de los difuntos. - Estos hechos se
ven diariamente. El alma habia adquirido en estos ca-
sosia lucidez que obtiene el magnetismo de las perso-
nas llenas de vigor, por encontrarse ya libre ó poco
ménos. Dejemos pues de considerar la muerte como un
objeto de terror, tengamos la esperanza, que da lafe;
la fe, que da la fuerza, y la fuerza, que da la cordura.
Sigamos con planta segura la via que nos está traza-
da; los queridos muertos velan por nosotros, mién-
tras llega la hora de la liberacion.

CAPíTULO XII

Hanifestacion de los espiritus sobre los 8~res Imi-


ina~o8. - Por las consideraciones expuestas en el
SONAMBULISMO. 111

anterior capítulo se comprende que, de un modo in-


consciente, vivimos en medio de un mundo oculto y
con el cual tendl'Íamos relaciones mejor probadas
y determinadas si nuestras afinidades materiales
no nos cegasen, hasta el punto de hacernos descuidar
los órganos cerebrales supel'iores destinados á po-
nernos en contacto con esta secreta parte del
universo. Pero, continuamente tenemos pruebas de
la accion directa de ese mundo sobre nuestros
ánimos.
Fenómenos morales. - ¿ Cómo explicar, de otra
manera, ese fenómeno que llamamos presenti-
. miento, esa especie de vision interior que poseemos
al acercarse un acontecimiento memorable de nues-
tra existencia? ¿ Cómo explicar, sin que haya causa
alguna apreciable, la angustia, el terror ó la em-
briaguez del corazon que preceden una desgracia ó
una felicidad?
Comunion (le los espiritus. - En las personas
sensibles y por consiguiente aproximadas al estado
de lucidez magnética, esos fenómenos son más pal-
marios todavía. Una vision rápida se desarrolla
á sus ojos, tl'azándoles, con pasmosa claridad en
el momento exacto en que se realiza, un hecho que
tal vez acaecerá á centenares de leguas. Es inex~
plicable el don de segunda vista; para el magne-
tismo, es la comunion de los espíritus, hecho natu-
ral y consecuente.
Vista á traTes del espacio. - Hemos conocido par-
ticularmente en Francia, durante la guerra de Ita-
lia, una señora cuyo hijo servia en el cuerpo del
mariscal de Mac-Mahon, como teniente de infan-
112 MAGNETISMO.
tería. Una larde, estaba bordando con sus hijas,
cuando de pronto se levanta convulsa, la mirada ex-
traviada, como contemplando un cuadro horrible, y
poco despues cae, exclamando: « Acabo de ver á mi
hijo, con un balazo en el peeho, moribundo, ... los
soldados se le llevan ... 1Ay! mi hijo ... 1mi hijo l. .. »

La. co~ftrma~ion. :- Algunos dias des pues, la fa-


milia recibia un pliego lacrado del ,m inisterio de la
guerra, dando cuenta de la muerte heroica del te-
niente B***,. herido mortalmente enl~ batalla de
Magenta. Balzac, el admirable observador de la na-
turaleza humana, el autor de Luis Lambert y de Se-
rafila, habia expresado un hecho semejanle en una
de sus más conmovedoras novelas.
SONAMBULISMO. 113
Belacion del Dodor Planty. - Escuchad esta re-
lacion de pno de los médicos más distinguidos de
París, el doclor Planty, cuya vel·acidad es inataca-
ble : ce Tenía, dice, plantaciones en el Senegal; el
» gerente copropietario me era absolutamente des-
» conocido y no habia recibido nunca la menor no-

» ticia sobre el físico de este sujelo. Una noche que


)) entraba muy cansado de mis visitas por París,
» tuve de pronto una aparicio n que se desarrolló á
» mis ojos como un panorama y en el que asistí á
» la muerte de mi asociado. Á pesar de hallarme
» bastante conmovido, pude trazar de él un retrato
» exacto, consignar todos los detalles de la escena y la
» hora en-que habia recibido aquella singular adver-
» tencia, á la que apénas podia dar crédito. Algun
» tiempo despues, recibí noticias que confirmaron,

» punto por punto, la exactitud perfecta de la visiono »


SimpatÍa81 antipatías. - ¿No os sucede que os
halláis contentos y satisfechos en compañía de cier-
tas personas, siendo así que la vista de otros sujetos
os desagrada, os entristece? Y esto, sin ninguna ra-
zonaparente. ¿ Cuál es la causa de esa simpatía ó
de esa antipatía hácia personas que, si á mano viene,
vemos por primera vez? Es una causa puramente
espiritual y magnética que se explica tambien por la
mutua comunicacion de los espíritus.
Advertencias de la8 potencias ocnltas. - Los es-
píritus simpáticos que nos rodean nos advierten á
cada paso de los peligros que podemos correr. Su
naturaleza no puede permitirles esa accion con los
medios propios á la vida material, como la voz ó el
tacto; pero sus manifestaciones no son ménos com-
MAGNETISMO.
prensibles para el que desea comprenderlas. Se da
vulgarmente el nombre de presagio, buen ó mal augu-
rio á todo accidente ó señal que precede un viaje,
un negocio; en realidad, son las advertencias de las
potencias ocultas.
Oficio singular. - Esto ha provocado esas extra-
ñas supersticiones que han echado raíces profundas,
como: no emprender nada en viérnes, ni en trece; no
reunirse á la mesa trece personasbajopena demuerte,
en el trascurso del año, para uno de los convidados.
No há mucho habia en París, y aun tal vez los hay,
individuos que no tenian más oficio que hacer el
décimocua/'lo en un festin, en un banquete, en una
comida de bodas.
El principe Napoleon en África. - Para no citar
más que un ejemplo de estas manifestaciones,
fijémonos en un suceso que conmovió el mundo
hace pocos meses; el trágico fin del hijo de Napo-
leon m, el príncipe Luis Napoleon. Queriendo pasar
de la teoría á la p¡'áctica en el arte de la guerra, que
como es sabido habia estudiado en la escuela militar
de Woolwich, resolvió reunirse al ejército inglés que
operaba en el extremo sur del África, contra una
horda salvaje: los zulus.
ltlanifestaeion desoida. - Á pesar de cuanto
pudieron hacer varios de sus consejeros para disua-
dirle, con el alma presa de negros presentimientos,
persistió en su resolucion. Su primera salida á
caballo, despues de haber fijado el dia de su partida,
se señaló por una caída que habria podido ser grave,
cosa muy sorprendente tratándose del príncipe que
era un intrépido y consumado jinete. No compren-
SONAMBULISMO. 11 5
dió ó no se dignó comprender es ta manifeslacion.
Una muerte sin gloria. - Algun tiempo despues,
caia impensadamente, sin provecho ni glori a, en la
miserable emboscada de una docena de asquerosos

salvajes que le acribillaron á golpes de azagaya, él,


el sobrino de uno de los grand es genios modernos,
el gran emperador Napoleon y el heredero de uno de
los nombres más brillantes de la historia.
116 MAGNETISMO.

Lo . sobrenatural explieatlo. - Estos presenti-


miéntos, estas visiones ultra-terrestl'es, son inex-
plicables para la ciencia materialista; para el mag-
netismo son una cosa natural, y constituyen las
pruebas evidentes é indiscutibles de la influencia y
de la accion múltiple de un mundo elevado, superior
á nuestra naturaleza terrena.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE.


TERCERA PARTE
ESPIRITISMO

CAPíTULO PRIMERO

Uanifestaeiones de los espÍritus sobre los objetos.


- Si, como hemos visto, la accion de un mundo
oculto sobre los séres constituidos es cosa innegable,
sus manifestaciones se dirigian en exclusivo al
espíritu, siendo mal comprendidas, puestas en
duda, negadas á pesar de su existencia. Se habian
producido fenómenos extraordinarios: apariciones,
ruidos insólitos, objetos cambiados de sitio sin que
fuera posible determinar la causa, etc. Pero se con-
sideraba toña esto como cosa sobrenatural, r se
dejaba de lado no siendo lo sobrenatural accesible
á la naturaleza humana.
Naturalidad (le estos milagros. - El magnetismo
va á probarnos la naturalidad de estos hechos mila-
120 MAGNETISMO.
grosos (es decir, reputados tales), á desarrollarlos
produciéndolos á voluntad, y á sacar de esto una
nueva prueba de su potencia y de su verdad. El
mundo de los espíritus va á revelar sus manifesta-
ciones de un modo palpable y con medios visibles.
De allende el mar, de la América, vendrán á Europa
los mediums.
Lo que es un medium. - ¿ Qué es un medium? Se
da el nombre de medium al que posee la ciencia, el
don de evocar los espíritus de los muertos, de pro-
ducir sus manifestaciones y servirles de intermediario
en sus relaciones con los séres humanos.
Conferencias de los espiritus. - Estas relaciones
se establecerán por medio de golpes dados sobre
cualquier objeto, y serán tan comprensibles que se
podrán establecer conversaciones seguidas con el
mundo invisible, y será posible á los espíritus hacer
conferencias repletas de gracia y de .poesia.
14,000 firmas probantes. - Estos fenómenos,
probados por catorce mil firmas de los ciudadanos
más honorables y aCl'editados de la Union, fueron
reproducidos y estudiados en el mundo entero,
rápidamente; pero, ántes de que la noticia llegase á
Francia se habian observado ya varios hechos pro-
digiosos y debemos citar algunos, en particular los
ejemplos de dos jóvenes cuyas singulares propieda-
des apasionaron por cierto tiempo á los sabios de
Francia.
La mujer eléctrica. - Esta jóven, llamada Angé-
lica Cottin, tejedora de guantes de seda, vió un dia
el velador de roble en que estaba colocado su trabajo,
agitarse con movimientos singulares. que aumen-
ESPIRITISMO. 12\

taron p OCO á poco en intensidad. Sorprendida y


asu stada, se levantó abandonando su ocupacion : el
velador p erman eció inmóvil. Creyó en una broma
de alguna de sus compañeras y volvió á acercarse.
Ap énas se hub o sentado, el velador se agitó de nu evo
co n violencia, se leva ntó del suel o, y cayó al fin
con estrép ito. Las obreras del taller huyeron horro-
rizadas y Angélica quiso seguirl as . El velador y la
silla se deslizaron en pos d e ella ... De pl'Qnto, es ta
especie de atraccion cesó p or compl e to .

• ·o8eitlu tlel demonio. - Como era n a tural, Angélica


creyó que estaba poseida del demonio, y se fué á
visitar al cura para suplicarle qu e la ex o rcizara. El sa-
cerdote, hombre ins truid o y fra n co, le aconsejó que
122 MAGNETISMO.
se avistase con el médico, no viendo en esto más que
un caso patológico extraordinario. El médico no
comprendió nada en esta singulat' enfermedad
eléctrica. Angélica, aconsejada por várias personas,
confió lo que le sucedia á M. de Faremont, sabio
distinguido y miembro de la Academia que tenía su
casa de campo en el pueblo. M. de Faremont no
quiso pronunciarse ántes de haber observado el
fenómeno que le describian.
Nuevo acceso. - Al dia siguiente, casi á la misma
hora, el acceso se repitió; el velador se elevaba
como movido por una potencia misteriosa, á tres y
cuatro piés del suelo. El sabio hizo atar á un pié de
la mesa un arca para el pan, que pesaba unos 75 ki-
lógr¡¡.mos; el velador y el arca se alzaron con igual
facilidad. MUe. Cottin fué declarada fenóneno
eléctrico; atraia las sillas y las mesas, y si se acer-
caba á ellas., huian ó eran lanzadas con fuerza con-
. tra las paredes.
Las habichuelas saltadoras. - No pudiendo con-
tinuar su ~~bajo, le dieran un dia, para ocuparla,
un saco de .habichuelas quedebia limpiar; de pronto,
las habichuelas comenzaron á dar brincos y saltos,
hasta que se vieron fuera y rodaron por todo el
cuarto. Badilas y tenazas eran atraidas ó rechazadas.
M. de F~remont la sometió á la experiencia de una
barra de lacre y una varilla de hierro muy imantada
para reconocer una causa' eléctrica; pero el lacre y
'la varilla permanecieron insensibles.
Los veladores refractarios. - Estos hechos fueron
certificados por M. de Faremont, .el alcalde, el curá,
el médico, el boticario, el notario y otras várias
ESPIRITISMO . 123
personas, en un a memoria que rué mandada á la

Academia de Ciencias de París, y qu e llevó la misma


124 MAGNETISMO .

. Angélica . M. Arago y otros vari os sabios fueron


ESPIRITISMO. 125
testigos de los mismos fenómenos primero, una
hoja de papel, atraida; luego, habiendo colocado á
la jóven con las manos bien en vista y las enaguas
levantadas hasta la rodilla para que las piernas se
viesen bien, observaron dos veladores rechazados y
cuatro sillas arrojadas violentamente contra la pared.
EIl'ctricidad particular. - Ante semejantes
autoridades es imposible poner en duda estas curio-
sas propiedades de Angélica Cottin. Se atribuyeron
á una electricidad particular, lo que era no decir
nada. Paulatinamente, los hechos citados dismi-
nuyeron de intensidad y cesaron por completo un
año despues de su aparicion. Es probable que Angé-
lica Cottin se alegró de verse libre de semejantes
facultades, pero lo sintieron sus padres que pensaban
en enseñarla al público y ganar así, cómodamente
y sin trabajo, algunos miles de francos. Tan conve-
cidos estaban del resultado que ya habian hecho pin-
tar un cartel que representaba á la jóv en como se ve
en el grabado de enfrente.

CAPÍTULO II

Persecucion de una mesa. - En los primeros dias


de febrero del 1857, una jóven aprendiza de aplan-
chadora, llamada Honorina Seguin, trabajaba en com-
pañía de su ama, cuando de pronto sintieron que la
mesa se movia sin causa aparente; asustadas, las dos
mujeres quisieron huir, pero la mesa se puso á dar
saltrtos y las siguió durante un momento. El hecho
se repitió los dias siguientes. Despues de haberse
126 MAGNETISMO.
hecho de rógarmucho, el doctor Pinceleau consintió
en verificar lo que creia una burla. Hé aquí lo que
cuenta:
~inas giratorias. - El :1.0 de febrero fué á casa
del ama de Honorina Seguin; hizo sentar á esta en
una silla, con los piés apoyados en el suelo y á la
vista, lo mismo que las manos; colocaron á su lado
olra silla. Despues de média hora de espera, el brial
de la jóvell comenzó á hincharse, á estirarse y se
aplicó con fuerza contra los barrotes como alraido
por un iman; la tela se habia puesto como un
carlon. La silla comenzó entónces un movimiento
de rotacion acentuado, lanzando singulares .cru-
jidl\s; la segunda silla imitó en el acto los mismos
movimientos; se mantenian en dos piés sin perder el
equilibrio y resbalaban sobre el entarimado.
Una silla que habla. - La silla no tardó en
probar su inteligencia; obedecia á los mandatos de
Honorina, llevaba el compas cuando lajóven cantaba,
y hablando á su modo, decia con golpes. la edad de
tal ó cual persona, contaba los dias, los meses, etc.
El doctor preparó dos bolas de saúco que suspen-
dió cerca de la jóven ; permanecieron inmóviles, lo
que probaba que no se podia atribuir á la electricidad
la produccion de estos fenómenos. Algunos meses
despues Honorina Seguin vió desaparecer estas má-
gicas facultades.
La fuga de los pineelE,s. - Algun tiempo ántes,
una jóven aprendiza colorista que habitaba en París,
calle Descartes, habia oído tambien ruidos singu-
lares que parecian salir del pié de su mesa, y eSla,
como si estuviese hechizada se alejaba de pronto
ESPIRITISMO; 127
bruscamente y volvía á su sitio. Esta jóven obsenó
tambien q\le sus pinceles se le iban de las manos y
volvian á ellas solos; sus ligas se desabrochaban y se
volvian á abrochar.
Una cocina encantada. - En Inglaterra, se seña-
laban sucesos no ménos misteriosos. En Bayswater,
Black Lion lanc, Moscou road, una familia Williams,
compuesta de cuatro personas, y un niño español
que habian recogido por caridad, observó manifes-
taciones que amflnazaban ser una ruina. Varios
enseres de cocina se ponian á bailar frenéticamente ,
sin poderlos detener, hasta que se rom pian en pe-
dazos.
Una tetera que anda. - Muchos platos fueron pre-
cipitados al súelo. La familia se disponia una noche
á tomar el té, cuando la tetera se levantó de un
modo visible y se volcó; reemplazada por otra de
metal, pasó lo mismo, pues se puso á dar saltos y
recorrió así una buena parte del salan.
Un cuallro animado. - Un cuad'~ ~ fué despren-

di do de la pared y subió y bajó várias veces, hasta


fijarse de nuevo en el clavo. Por más que se buscaba
la razon de estos fantásticos sucesos, no se encon-
traba; unos los negaron, otros los atribuyeron á
128 MAGNETISMO.

bruj ería. Vamos ú verlos reprodu cirse en mayor es-


cala y á conocer su naLural e7.a .

CAPíTULO III
Los es))íritus golpeadores . - En el condado de

\Vague, can lon de Arcadia (Am éri ca septentl'ional ),


ESPIRIT1SMO. 129
habitaba un llamado E. Weekman. Este Weekman
era digno de lástima porque ladas la noches, regu-
larmente, una granizada de golpes dada á su puerta,
le impedia pegar los ojos. Hizo lo posible y hasta lo
imposible por descubrir á los que así se ensañaban
en contra de su reposo con tan contínua y pesada
broma; á pesar de todas sus precauciunes y astucias
no descubrió nunca á nadie al rededor de su casa.
Así es que, para dormir en paz, no tuvo más reme·
dio que cambiar de domicilio.
Insistencia de los golpes. - Mr. y Mrs. Fox, con
sus dos hijas Catalina y Margarita, fueron á habilar
esta casa. Los mismos ruidos que indisponian á
Weekman molestaron á la familia Fox. Trataron
tambien de penetrar este misterio y acabaron por
acusar á los ratones de aquella batahula, y ' aun to-
maron heroicas medidas para libertarse de ellos.
Pero entónces, i acrecentamiento del misterio! .. , Los
golpes, ligeros en un principio, cobraron la fuerza dé
violentos martillazos y estridentes chasquidos de
látigo.
Diálogo con un espÍritu. - Los ratones no pudie-
ron entónces ser acusados euando, un dia del mes
de marzo de 1848, Mrs. Fax tuvo la ocurrencia de
hacer esta pregunta:
« ¿ Quién llama y mete ese ruido?»
El silencio se restableció como por encanto.
« ¿ Es una persona vi va? "
Ninguna respuesta.
« ¿ Es un muerto? »
Un golpe seco respondió.
({ ¿ Es un espíritu desgraciado'? »
130 MAGNETISMO.

Un nuevo golpe, m,is ligero.


« ¿ Es desgraciado él ó su familia? 1)

Silencio profundo.
« ¿ Qué edad tiene mi hija mayor?)}

Catorce golpes, claros y marcados.


«¿ y mi hija menor?)}
Doce golpes.
El e8píritu expliea 811 parenteseo. - Sorprendida
ESPIRITISMO. 13\

y asnstada, Mrs. Fax fué á contar á su marido lo que


acababa de pasarla. Este no quiso dar crédito á
sus palabras y las tomó por una alucinacion. Pero
al dia siguiente, el mismo hecho se repitió en pre-
sencia suya, y el espíritu, interrogado de nuevo,
hizo comprender que era, ó más bien habia' sido
padre de una numerosa familia que favorecia muy
poco la fortuna.
Fundacion del espiritismo. - La noticia de estas
relaciones con un mundo extra-terrestre, conocida
l1ápidamente, interesó con viveza al público ameri-
cano y fué interpretada de diversos modos. Hasta
entónces se podia decir que era un engaño de aque-
llas damas, y bien sabemos de lo que la señoras, y
en especial las jóvenes, son capaces en materia de
burlas; pero, las c0nsecuencias tuvieron un alcance
incalculable, pues se habia descubierto la explicacion
de muchas COS'lS extrañas y el modo práctico de
conversar con los espíritus. El espiritismo estaba
fundado, imperfecto es cierto, pero en vias de la pro-
digiosa extension que tomó luego.
Oficina de comunicacionl's espiritualistas. -
Como el americano es positivo, ante todo, la pri-
mera idea de Mr. Fax fué aprovechar de la fortuna
que se le ofrecia y recaudar algun dinero. Se apre-
suró á estahlecerse en una ciudad y se decidió por Ro-
chester, en la que abrió una oficina de comunica-
cion con los espíritus. Estos no faltaron á la cita y
prodigaron las pruebas de su presencia.
Una nueTareligion. - Los americanos acudieron
presurosos á llenar de pesos la caja de Mr. Fax y,
cosa que puede sorprender, todos salieron satisfechos
132 MAGNETISMO.
y convencidos de la realidad de lo que veian. Hombres
graves, inteligentes é instruidos, declararon que era
la revelacion de una nueva religion, y no dudaron de
las maravillas que prometia el espiritismo.
El reTerendo Hammon. - Este sujeto, hombre
austero y capaz, publicó varios folletos muy estima-
dos, en los que da cuenla de su incredulidad primor-
dial, de sus burlas, y de las minuciosas precaucio-
nes qUe tomó para no ser engañado; oyó á los
espÍt'itus golpear hasta el punto de conmover la casa;
teniendo las manos sobre una mesa vió un candelero
subir por los aires á una altura de seis piés. Habién-
dose alejado un velador, le pidió que volvieseá ocupar
su puesto primitivo, y aquel le obedeció como si vi- .
niese en la cabeza de una persona, tambaleándose.
El cántico de los espbitus. - « Trataba, dice el
» aulor, de descubrir la impostura pues no habia
» ido para otra cosa, pero tuve que reconocer que no
» habia posibilidad alguna de superchería. Durante
» las manifestaciones, la familia entona elcántico de
,) los espíritus, himno compuesto en su honor. Vi una
» sombra luminosa pasar delante de mis ojos y al acer-
» carse sentí su contacto sobre mi rostro y que me
) tiraba algunos mechones de mis cabellos; esta so m-
» bra adquirió la forma de una mano glacial que se
» aplicó sobre mi mejilla; al mismo tiempo, sentí tres
» golpecito s en mi rodilla izquierda, miéntras que mi

» pierna derecha era lanzada con violencia hácia


» adelante.
Varios fenómenos originales. -» Como otras va-
» rias personas de la sociedad recibí algunos bofeto-
» nes, y un pedazo de carton se puso á recorrer la
ESPIRITISMO. 133
»habitacion en diversos sentidos. La cortina de la
» ventana se corrió y se descorrió várias veces; un
» sofá colocado detras 'de mí bailó con frenesí; ,
» dos cajones de una cómoda se abrieron y se
)) cerraron con rapidez vertiginosa, como no ha-

» bria podido hacerlo ninguna potencia humana.


)) Debajo de la mesa habia ruido de sierras, cepillos
»y otl'aS herramientas; un torno se puso á dar vuel-
8
13* MAGNET1SMO.
)) tas como si una persona lo emplease para hilar.
El suelo en Tibraeion. - » Estas manifestaciones
» me dejaron dueño de mí mismo, permitiéndome
» obserl'arlo todo con atencion; sólo experimenté
» cierta sensacion glacial cuando la mano fria de
» la sombra se aplicó sobre mi rostro, semejante al
» contacto de un cuerpo muerto. Suponer que entre
» los asistentes nuhiese alguno que fuese autor de
» estas manifestaciones, sería tener más credulidad
» que la necesaria para atribuirlas á los espíritus.
» Lo repito, estaba en guardia hasta tal punto, que
» no era posible ninguna superchería sin que la no-

» tase. Cuando salia de la casa, el entarimado entró


)) en vibracion, como si hubiese caido sobre él un peso
» de várias toneladas, y esta vibracion duró varios
» minutos. - Rochester, 22 de febrero de 1850. -
)) FiI'mado : REVERE!'1DO HnIMoN. »
ESPIRITISMO. 135

CAPÍTULO IV

Experiencia oficial. .....:. Una experiencia más im-


portante, y oficial hasta cierto punto, se efectuó poco
despues en la ciudad de San Luis, ante un público
de quinientas ó seiscientas personas. Esta sesion,
presidida por el alcalde de la ciudad , conocido por
su oposicion á la nueva doctrina, fué observada por
un comité de investigacion dirigido por el decano
de la Facultad de Medicina, una celebridad medi-
cal. El anfiteatro de la Escuela de Medicina rué ele-
gido unánimemente para las experiencias.
El decano de la t"acultad y los espíritus. - Colo-
caron á las hermanas Fax, que se presentaban ante
la escogida concurrencia, encima de· una mesa de
diseccion á fin de que ninguno de sus movimien-
tos escapase á los circunstantes. Los ruidos miste-
riosos no tardaron en producirse, como ligeros
martillazos dados sobre una mesa y se oyeron cla-
ramente en los cuatro ángulos del inmenso salan.
Se estableció un diálogo entre el decano de la fa-
cultad y los espíritus, y estos respondieron con
suma ciencia y á propósito á todas las preguntas
científicas que les hicieron.
El taburete de cristal. - Aislaron luego á las
hermanas, colocándolas sobre taburetes de cristal:
los mismos ruidos se repitieron y con mayor fuerza.
Al ver el aire burlan y escéptico del anciano profe-
sor, se creia que iba á tener la maligna satisfaccion
de demolir toda la doctrina espiritista con una ex-
i36 MAGNETISMO.
plicacion. Pero fué lo contrário; el materialisLa ex-
cesivo, el profundo anatómico, se declaró plenamen-
te convencido de la inmortalidad del alma y de la
posibilidad de comunicaciQn con los espíritus, por
.medios puramente físicos. Y todo el auditorio rué
del mismo parecer.
Propagaeiondel espiritismo. - Desde este mo-
mento, el espiritismo invadió toda la sociedad de la
Union, y en poco tiempo, se contaron más de se-
senla mil mediums. La familia Fox tuvo numerosos
competidores, y algunos superiores, pero no perdió
por esto su crédito y fué siempre muy consultada.
Resumamos los ruidos escuchados en general, los
más . frecuimtes en todas las reuniones públicas ó
particulares:
Resúmen de los golpes espiritistas. - Ruido aná-
logo al de un taller de diversas profesiones metáli-
cas . . Ruidos parecidos al sUbido del viento, á la voz
estridente de la tempestad; crujidos expresivos de la
naturaleza y del casco de una nave luchando con-
tra . los elementos. Detonaciones espantosas del
trueno ó cañones de grueso calibre, seguidas de un
movimiento oscilatorio de los objetos cercanos al
ruido; sonidos armoniosos de voces humanas y de
varios instrumentos de música : flauta, tambor,
trompeta, . guitarra, arpa y piano. Instrumentos
sonando por sí solos, sin el menor concurso hu-
mano ó agente visible. Dedos invisibles tocando en
los cristales de las ventanas. .
ConTersiones notables. - Citaremos dos ejem-
plos sorprendentes, entre mil. La primera persona
ESPInITlSMO . 137
en qui e n deb em os fij a rn os, es MI'. Simm on s, m ag is-
trad o qu erid o y con sid erado en su la rga carrera, qu e
siguió en la creen cia es piriti sta á mu ch os sacerd o-
tes y h ombres de dis tin cion . MI'. Simm ons acababa de
perde r un o de s us hij os, es pe ra n za de su an cia nid ad ,

y el dolor lo puede t odo e n el cor azon d e un padre.


Alg un os ami gos le aco n sej a ron evocar la so mbra
qu eri da, y á p esa r de su in cr edulid ad con sintió en
ello.
Comunicllcion entre un p"tlre y 8U hijo. - El
rn ediurn d eclara ve r al difunt o, le desc ribe y le hace
8.
138 MAGNETISMO.
hablar. El padre, sorprendido por la exacLitud del
retrato de su hijo y de su conversacion, se siente
perturbado. Empero, quiere pruebas más convin-
centes y expresa el deseo de que su hijo le escriba.
Dan al medillm un lápiz y una hoja de papel. Al-
gunos momentos despues, Mr. Simmons, enterne-
cido, recibia una carta conmovedora, en la que
descub.ria, no sólo las ideas de su hijo, sino su ca-
rácter de letra y sus incorrecciones ordinarias de
estilo y ortografía. Mr. Simmons no dudó que habia
estado en comunicacion con el alma dI:) su hijo.
Jobn E«lmoR«ls . . - La segunda conversion céle-
bre que debemos citar fué la de John Edmonds,
juez del tribunal supremo de Nueva York y ex pre-
, sidente del Senado. La causa determinante fué la
pérdida de una persona querida, su esposa, arreba-
tada á su cariño ánles del plazo natural. Afrontó
el espiritismo con una prudencia, una habilidad y
una paciencia que habia adquirido en el desem-
peño de sus funciones judiciales. Se rindió « cuando
un espú'itu sano, dice, no puede negarse /,UI' más tiempo
á la evidencia. » .
Scsion memorable. - El 21 de mayo de 1852,
asistió en compañía de veinte personas á una sesion
memorable. Se oyeron en un principio ruidos sono-
ros y los espíritus manifestaron luego el deseo de
que se tocase un piano que habia en el salon. Se
obedeció, y los golpes llevaron el compas, cou ex-
traños saltos de sillas y mesas; algunas se alejaron
de su sitio y volvieron á él, por propio impuls.o.
Iluminaeion t'antástica. - Habiendo propuesto
MI'. Johp Edmonds dejar la habitacion á oscuras
ESPIRITI SMO . 139
sali eron luces de va rios puntos de la sala, nub es lu-
min osas y flu ctuantes una s, las otras brill antes
co mo es trell as fij as, el juez parecia es tar por co m-

pl eto en posesion de los espíritu s; dijo qu e le reve-


laban cosas que él solo conocia y de las qu e él solo
podia tener el recuerdo . La veJada terminó de una
140 MAGNETISMO.
manera deliciosa : varios instrumentos de música
tocaron separadamente y luego en conjunto, ya
por el suelo, ya suspendidos en el espacio y for-
mando un admirable y melodioso concierto.
Profecía realizada. - En fin, una voz invisible
anunció á Mr. Edmonds que sería un medium, y la
profecía se realizó, pues en lo sucesivo fué un lúcido
de primer órden y uno de los más famosos me-
diums de Amél'ica.

CAPÍTULO V

Ilelacion de un e¡;critor católico. - Para terminar


con las citas que prueban la veracidad de la ciencia
que describimos, debemos resumir la relacion de
M. de Laroche-Héron, escritor católico distinguido
que no puede acusarse de inverosimilitud, pues la
conclusion de su diálogo le muestra muy hostil á
esta seda, como vamos á verlo. En uno de sus
'viajes á América, un amigo le llevó á casa de
Mrs. Brown, ex-Mrs.-Fish, que habia divorciado
por consejo de los espíritus, é hija de la 'célebre
Mrs. Fox.
Exámen (le la Jlabitacion. - Cuando llegaron á la
casa, la familia tomaba el té y esperándola, él y su
amigo pasaron revista á torlo el salon, á las sillas,
butacas, cortinas, y hasta al entarimado, sin que no-
tasen la mas mínima cosa anormal. En fin, Mrs. Brown
se presentó y, con la mayor amabilidad, se puso á su
disposicion.
Elespirituen la Tentana. - (( Diez minutos des-
ESPIRITISMO.
)) pues, dice M. de Laroche-Héron, los espíritus ma-
» nifestaron su presencia con ruidos parecidos al re-
)) doble de un tambor. Levantamos la alfombra pues
)) los ruidos salian del suelo, y continuaron durante
)) nuestras vanas pesquisas de un agente productor.
» Preguntamos enlónces si se producirian los gol-
)) pes en un objeto que designásemos. á lo que
» Mrs. Brown respondió afirmativamente y habiendo
» seÍlalado una ventana, los golpes se dejaron oir en

)) los cristales y en el cristal exacto que señalába-


)) mos, á capricho.
El espÍl·itu es políglota. - )) Estaba con nosotros, en
)) el salon, un señor anciano médio loco por la muerte
» de su hija, y que iba á la casa todos los dias,
)) para conversar con lo que tomaba por el espíritu
» de la difunta. Forzosamente, la conversacion se cir-
)) cunscribia, por parte de los espíritus, á contesta-
» ciones afirmativas ó negativas. Tres golpes signi-
)) ficaban sí,. un gol pe : no; dos golpes: dudoso. Era
)) un lenguaje convencional. Nos aventuramos á
» preguntar á los espiritus y hé aquí este diálogo
)) singular, en frances, pues Mrs. Brown nos afirmó
)) que los espíritus comprendian todas las lenguas:
Conversaeioll con liBa nladre. - )) ¿Está aquí el
)) espíritu de alguno de mis mayores?
» Tres golpes afirmativos.
)) - Es el espíritu de mi padre?
)) Tres golpes.
)) - ¿ Está cerca de mí mi madre?
)) Otros tres golpes, más ligeros, salen de un án-
)) gulo de la sala.
» - Madre mia, ¿ os he conocido?
i 4- 2 MAGNE TI SM O.
» Un golpe n egativo . Y era la exac ta verd ad.
» - ¿ Sois feliz en el otro mund o?
» - Tres go lp es .
» - ¿ Habéis sid o feliz en la ti erra?
II - Tres golp es.

COlltlescemlellcia tlel e s píritu. -» Esta singul ar


» conve rsacion , exac ta en todos sus puntos, n os causó
» cierta turbacio n. Mrs. Bro wn n os in sló entónces
II á dirigir á los espíritu s preguntas íntimas, secre-
ESPIRITISMO. 143
» tas, para que nos convenciésemos de que eran
» los espíriLus de nuestros padres, añadiendo que
» podíamos escribir nuestras preguntas léjos de
» toda mirada, y que responderian á ellas inmedia-
» tamente sin que se pronunciase palabra alguna.
» - ¿ Quiere dar el espíritu lre~ golpes cuando es,-
» criba el nombre de mi madre?
» El espíritu respondió de un modo afirmativo,

l\lara'l'ilJosa prueba. - » Á cubierto de cualquier


)1 miradn indiscreta, escribí cuatro ó cinco nombres

» de pila ántes que el verdadero: silencio completo.


» Pero apénas hube trazado la primera letra del
» nombre dp, mi madre y antes de acabar, los tres
» golpes áprobadoresr~sonaroná' mi oído.
Revelaciones inesperadas. - » Era máterialmente
» imposible que Mrs. Brown ó alguno de sus familiares
» conociese esta particuIriridad, admitiendo que su-
») piesen el frances y que, por medios imposibles

)) hubieran podido leer el nombre que id e'mpezaba


») á escribir. Hicimos en seguida unas' '¡cincuenta
» preguntas sobre nombres,' fechas y hechos que
» nadje conocia en ' América, nos cab'hL la plena
» seguridad. Iriv'a riablemente, las contestaciones
)) fueron satisfactorias. Hasta nos indicaro'u las en-
» fermedad gs que habian tenido nuestros padres y
» las causas de su muerte.
¿ Cuál es la 1nejor religion ? - » Tratando de
») desgarrar el velo de estos fenómenos, pregunté

» bruscamente en alta voz:


» ¿ Sois enviados de Dios?
» Sí.
» - ¿ No sois más bien enviados del demonio?
141, MAGNETISMO.
)} No.
» - Quiere decirme el espíritu ¿ cuál es la mejor
(( religion?
)} Silencio completo.
Al :fin responde el espiritu. -)) Mrs. Brown nos
,) anunció entónces. que los espíritus no qu erian ser
» interrogados en cuestion de religion . Á pesar de
» esto continué mis preguntas.
» - ¿ Es el culto metodista, el papista, el católico,
» el presbiteriano , el judaísmo, el islamismo?

» Igual silencio.
» Entónces el anciano se levantó, se dirigió hácia
nosotros y nos dijo cun vehemencia y una cierta
cólera:
ESPIRlTISMO. 145
» - ¿ Sabéis lo que significa ese silencio? Pues
es que todas las religiones son malas.
» y dirigiéndose directamente á los espíritus,
)) añadió:
No hay religion sensata. - » ¿ No es verdad que
» todo culto es absurdo?
» Tres golpes frenéticos.
» - ¿ Qué basta con seguir los consejos de la con-
» ciencia?
» Afirmacion más acentuada aun.
1) - ¿ Qué toda religion en la que hay curas y mi-
» nistros es mala?
» - Sí.
» - ¿ Qué es mala la que posee un papa?
» -Sí.»
Pregunta á la razono - Como católico militante,
M. de Laroche-Héron no podia escuchar más, y hace
seguir su relacion de amenidades poco halagüenas
para la causa del espiritismo. ¿ Qué decir despues
de semejantes manifestaciones? ¿ Pueden negarse,
puede admitirse que todo un pueblo laborioso, ins-
truido, maestro en el progreso, fuese embargado de
pronto por tan singular locura? ¿ Es posible ca-
lificar de. charlatanes á ministros, doctores y magis-
trados como Mrs. Hammon, Simmons y Edmonds 'l
El buen sentido más elemental responderá siem-
pre de un modo negativo.

CAPÍTULO VI

Peticlon al parlamento. - Una súplica, firmada


por catorce mil ciudadanos honorables, fué presen-
9
146 MAGNETISMO.

tada al cuerpo legislativo, como el solo capaz de re-


solver est a cuestion, pidiendo que las eorporaciones
científicas emprendiesen un a investigacion paciente
y razonad a. El parl amento americano no hiz o caso de
la pelicion, declaránd ose incom petente. Entre tan lo
la cien cia del espiritismo se es parcia por t odo el
mund o, y vamos á ver sus fenóm enos observados por
todos los que buscan la verdad.
Los nladores giratorios. - El fenómeno de lo s ve-
ladores giratorios n o pued e dejar dud a alguna, ni

en el ánimo de los más prevenidos contra todo lo


que no es exclusivamente material, y no es tan pro-
blemático como el hombre que vió en la luna el al-
deano de la leyenda sueca. Como en los fenómenos
pasado s, nuestros lectores pu eden poner este en
práctica, ateniéndose rigorosamente á lo que señala-
mos.
La callena concéntric ll . - Reunios algunos ami-
ESPIRITISMO. {.¡:;
gos, cinco ó seis por lo ménos, diez ó doce á lo más,
al rededor de un velador ligero, en un cuarto que
posea una temperatura normal, más bien tibia que
fria; colocad las manos en el borde del velador de
manera que estén unidos los pulgares y que los dedos
meñiques toquen á los de vuestros compañeros, for-
mando así una cadena concéntrica sin interrupcion.
Ef'et'tos de la f'e. - Observad el más profundo si-
lencio, teniendo la vista fija en vuestras manos, y
sobre todo, no tengáis miedo alguno, y poseed por
lo ménos, por un instante, la voluntad de creer
si no estáis plenamente convencidos ya . Si al cabo
de mMia hora de este eje¡'cicio no habéis observado
nada, volved á comenzar los otros dias, y segura-
mente el fenómeno acabará por producirse. Muy
á menudo se obtienen resultados satisfactorios desde
el primer dia, pero se necesita gran fe-porparte de los
asistentes. Rara vez tardan más de la segunda sesion,
Horalidad ab80luta de los espÍritus. - Sentiréis
entónces que la mesa se agita con movimientos brus-
cos, ligeros en un principio. más intensos luego. No
temáis nada y mantened unida la cadena concéntrica.
En breve, lüs piés del velador se alzarán por sí solos,
y se oirán algunos crujidos significativos. Vuestra
operacion está asegurada desde entónces, no tenéis
más que formular vuestras preguntas, y la mesa os
responderá con fidelidad á cuanto queráis saber
sobre vuestro pasado, vuestro presente y vuestro
porvenir. Pero, no hagáis nunca pregunta alguna
contrária á los principios de la sana moral y del
honor, pues no tan sólo no recibiréis contestacion,
sino que no obtendréis ninguna manifestacion más .
148 MAGNETISMO.
OrÍgen del nQmbre da,lo á los "Veladores. - Así
mismo, si emprendéis la operacion movidos pOI'
simple curiosidad ó burla, la mesa no se moverá por
mucho que esperéis; como se ve, la cosaen sí no puede
ser más fácil, los requisitos necesarios para hacer
hablar á una mesa están al alcance de todo el mundo,
y la manifestacion no requiere preparativo alguno.
Durante algun tiempo, hubo veladores giratorios,
así llamados en todas las sociedades porque el mo-
vimiento original es una especie de rolacion.
Cansancio de los pobr('s de ánimo. - Tuvieron
una popularidad extraordinaria y cayeron bajo el do-
minio de la multitud, hasta que acabaron por cansar
á los pobres de áI:\imo, á los indiferentes que sólo
vieron en esto un pasatiempo; con tal de que sus
negocios vayan bien, la generalidad de los humanos
se apasiona sucesivamente por lo que resalta de un
modo Ú Otl'O ; pero, no conserva largo tiempo su pa-
sion, y estas maravillas llamaban la atencion desde
el año 1850.
El conde de Gaspadu. - Aunque la ciencia ofi·
cial hubiese permanecido muda, segun su costumbre,
sobre la cuestion de los veladores giratorios, hubo
sabios y eruditos que la estudiaron, tratando de
descubrir en ella una causa material. Entre los más
concienzudos citaremos al conde Agenor de Gasparin
que estudió el fenómeno por todos lados, y ejecutó
experiencias notables que expone con extension en
su libro : las Mesas Giratorias. Concluyó haciendo
un llamamiento á la ciencia sobre un asunto que
merecia un estudio profundo, y cuyas causas reales
escapaban á la obse rvacion.
ESPIRITISMO. 149
l\'egativa .le la Interveneion. - M. de Gasparin
niega la intervencion de los espíritus. En este caso,
¿ cómo explicar que las manos, apoyadas apénas
en el borde de una mesa, puedan obtener una
fuerza mecánica suficiente para dar los resultados
que ha observado ?Despues de haber hecho girar y
golpear los veladores de tres y cuatro piés, á su
mandato, tomó un dia una mesa de cocina de
madera blar¡ca que cargó con un peso de sesenta ó
setenta kilógramos. Formada la cadena, con varios
de sus amigos, la mesa giró y golpeó, al cabo de
veinte minutos como el más ligero velador. Consiguió
el mismo resultado colocándose de manera que la
cadena de manos no tocase á la mesa y se hallase tÍ
una altura de varios piés.
f,,, varilla adivinadora. - Á fines del siglo pa-
sado, - y permítasenos esta breve y necesaria di-
gresion, - se !Jabló mucho del prodigio de la varilla
adivinadora. Mediante una varilla de avellano, le-
vemente arqueada, ciertos individuos pretendian
descubrir las minas de oro y de plata, los manantia-
les,y, maravilla más peregrina, á los criminales;
la varilla, colocada en la palma de la mano giraba,
en estos casos, con una velocidad pasmosa. Thou-
ven el atribuia esta rotacion, en 1781,á la electl'icidad
del cuel'po humano que se trasmitia á la varilla, y est.a
era atraida por los metales ocultos que pueden con-
siderarse como imanes má~ ó ménos potentes.
F nerza m nsenlar inconsciente. - En 1854, M.Ch e-
vreux explicaba la rotacion de esta varilla, alri-
bnyéndola tÍ movimientos musculares inconscientes,
puestos en juego por la fuerza de la voluntad, y se
150 MAGNETISMO .

apli có esta últim a expli cacion á los veladores girato-


rios; pero, ¿ es posible que es tos m ovimi entos mus -
cul ares bas ten para elevar un peso d e setenta kil ó -
gramos ? Y aun ad miti end o que lo sea, ¿ cóm o podi a
co municarse es ta fu erza c uando las manos no
tocaban á la m esa y es taban á algun os pi és .por en-
cim a de ella .... ?

El mej or medio de comunicacioll . - En efecto, es ta


ca usa puede ser la ve rd adera , en cuanto á las rota-
ESPIRITISMO. 151
ciones de la varilla adivinadora, pero aplicarla á una
mesa pesada, no hay que pensar en ello. Digamos
para terminar que las mesas ó veladores son los me-
jores medios de comunicacion con los espíritus
superiores. Los numerosos adeptos de la ciencia es-
piritista los emplean diariamente y obtienen resulta-
dos tan indiscutibles como convincentes.

CAPíTULO VII

Los caracoles simpáticos. - No podemos pasar en


silencio una invencion singular de un cierto Benoit
(del Hérault), pues uno de sus principales agentes
era el magnetismo animal. Acababa de descubrirse
en la telegrafía eléctrica que el alambre de regreso
era completamente inútil y que con uno solo bastaba
para comunicar los despachos de una ó otra ofi-
cina. Las comunicaciones instantáneas á distancias
enormes quedaron así allanadas . Pero para esto se
necesitaban los hilos conductores y todos los apara-
tos indispensables para producir la electricidad, lo que
era costoso; ademas, la conservacion y reparacion
de estos aparatos interrumpían el servicio muy á
menudo.
Un hombre .lel Génesis. - Benolt resolvió supri-
mir todo esto; buscó y se creyó llamado á ser el hom-
bre del Génesis que iba á realizar esta parábola :
« Entónces toda la tierra tenía un mismo lenguaje,
una misma palabra. )1 Se asoció con un tal Biat-
Chrétien, que habitaba ia América del Norte, segun
decia, pues jamas se vió á este asociado legendario
{52 lIIAGNETlSlIIO .

y se supuso que no habia existido nunca más que en


la imaginacion de Benoit.
Comunicacion sin hilo conductor. - Benoit, del
Hérault y Biat-Chréticn, de América, descubrieron
pues que ciertos caracoles poseian la notable propie-
dad de permanecer continuamente bajo una influen-
cia simpática mutua. Si se conseguia hallar un medio
práctico de ponerlos en comunicacion y mantenerlos
en las condiciones propicias á esta simpatía. el pro-
blema de la comunicacion instantánea quedaba re-
suelto sin necesidad de ningun alambre conductor.
UIl sistema complicado. - Denolt creyó haber en-
contrado este medio con el consorcio de tres flúidos:
el flúido mineral galvánico; el flúido animal simpático
de los caracoles, y en fin, el flúido adámico ó hu-
mano. Era pues una complicada operacion: simpá-
tica, - gálvano-magnética, -mine1'al, - animal, y
adámica/ . ..
Un hombre de bien. -Provisto de su descubri-
miento, que era toda su fortuna, se presentó á
M. Triat, fundador y director del admirable gimnasio
medical de París, y le expuso su proyecto, del que
nada comprendió M. Triat; pero Benolt insistió tanto
y tan convencido se manifestó, que le concedió la
madera necesaria para la construccion de su aparato
y le hospedó y alimentó, no poseyendo el inventor
recurso de ninguna especie.
Tiempo de espera. - La experiencia debia tardar .
sólo algunos días, pero pasó un año y no se veia del
tan famoso aparato más que una mole informe de
tablones. En fin, despues de várias observaciones,
Benoit resolvió enseñar su invencíon y las experien-
ESPIRITISMO. 153
cias se tuvieron que llevar á cabo, á pesar de retardos
inexplicables que desesperaban de impaciencia á las
personas convocadas repetidas veces para presenciar
el maravilloso descubrimiento.
nescripclon del aparato. - El aparato se compo-

ne de una caja de madera cuad¡'ada, de dos metros


de altura y con la forma de una brújula náutica. En
el interior se halla una pila de Volta. Los discos
metálicos están dispuestos por órden y fijos en agu-
9.
154 MAGNETISMO.
jeros practicados á este efecto en una rueda de ma-
dera, movible sobre un eje de hierro. Estos discos
metálicos de zinc, tienen la forma de vasos y están
forrados con paño empapado en una disolucion de
sulfato de cobre.
Conmocion de caracoleRo - En el fondo de cada
vaso, un caracol vivo que se impregna de la influen-
cia galvánica; esta influencia se combinará con la in-
fluencia eléctrica, desarrollada cuando la rueda que
soporla la pila esté en movimiento, arrastrando en su
rotacion á los caracoles. Cada vaso reposaba en un
. resorte, cuyo movimiento elástico debia servir para
apreciar la conmocion de los caracoles.
El caracol alfabético. - Un segundo aparato de-
bia probar, por su relacion con el primero, la cor-
riente simpática. Encima de cada vaso habia una le-
tra del alfabeto. Se acercaba un caracol bien
preparado ú uno de los c'l.racoles alfabéticos, y el
otro caracol correspondiente á la misma letra, aun-
que estuviese en los antípodas, deb,ia agitarse y sa-
car los cuernos, lo que bastaba para trasmitir fra-
ses, ideas y palabras, sin ningun conductor más que
la electricidad simpática.
BrújulaR animales. - Y como hay caracoles de
todos tamaños, grandes como huevos y pequeños
como cabezas de alfiler, se podian construir Brújulas
simpáticas como un reloj · monumental, como un
simple reloj de chimenea y como un reloj de bolsillo.
Una vez hecha la adql1isicion, se poseia en el bolsillo
del chaleco lo necesario para comunicar con el globo
entero y sin hacer gasto alguno. No habia más que
mirar de vez en cuando la brújula para ver si un caraco
ESPIRITISMO. 155
sacaba los cuernos, advertencia de un corresponsal.
Desaparicion del inventor. - Como sin duda se
ha adivinado ya, los resultados obtenidos fueron ne-
gativos. M. de Girardin, que se habia interesado por
el inventor, lé hizo ofrecer mil francos diarios si con-
seguia probar la simpatía eléctrica, aunque no
fuese más que de un cuarto á otro. Se obtuvieron al-
gunos hechos insignificantes que se explicaban pOI'
las idas y venidas del inventor de un aparato á otro.
En suma, un dia, Benoit desapareció, dejando apa-
rato y caracoles á M. Triat, como saldo del año de
hospedaje y mesa que este buen hombre le habia
dado.

CAPíTULO VIII

El magnetismo en medicina. - Vengamos á cosas


más sérias y más dignas del asunto que nos ocupa.
Hemos visto que el sonambulismo magnético .pro-
duce el letargo de los sentidos; el cuerpo queda por
completo inerte, inconsciente y sólo obedece á la va·
luntad del magnetizador. Médicos distinguidos estu-
diaron este singular estado, tales como Potel, Geor-
get, últimamente MM. Azam y Bracea, en Francia,
en Inglaterra, el más ilustre, el doctor Braid, del que
no tardaremos en ocuparnos.
La insensibilidatt magnética. - Los resultados ob-
servados probaron desde luego la realidad positiva del
magnetismo, y determinaron sus efectos: ora lÍna
rigidez espasmódica de los músculos, ora una rasolu-,
cion muscular, y sobre todo la insensibilidad; y
156 MAGNI<:TISMO.
como anteriores al estado de sonambulismo com-
pleto, agitaciones convulsivas, debilidad sensible del
pulso, y una exaltacion extraña del oído. Estas expe-
riencias fueron acompañadas de operaciones quirúr-
gicas en las que el magnetismo debia reemplazar el
éter y el cloroformo para conseguir la insensibilidad.
Operaciones delicadas. - Las operaciones más di-
Jíciles y más dolorosas tuvieron un éxito completo:
se extrajeron cánceres sin marca alguna de dolor ni
de molestia; al contrário, los pacientes parecian ex·
perimentar cierto bienestar y sonreían si tal era la
voluntad del magnetizador. Una vez terminada la
operacion, cuando los enfermos se despertaban,no
tenian conciencia de su estado.
Redencion de la mujer. - Desgraciadamente
no obstante pruebas evidentes, hasta hoy la cien-
cia oficial no ba querido reconocer los fenómeno~
magnéticos; cualquier médico que se entrega á estas
prácticas, puede considerar su porvenir medical como
perdido, sin contar las pullas satíricas que le obligan
á abandonar sus experiencias. Pero, sin ser profeta,
puede predecirse que, si el éter y el cloroformo han
amortiguado mucho el dolor, dentro de poco con el
auxilio poderoso del magnetismo humano, el sufri-
miento quedará totalmente vencido, y la mujer, re-
dimida de la maldicion divina que sobre ella pesa,
no conocerá más que las alegrías y dulces emociones
de la maternidad.
Hipnotismo ó suello nervioso. -Durante sus pes-
quisassobre el magnetismo, el médico escocés Braid,
descubrió el medio de obtener un nuevo g~nero
de sueño artificial nervioso que denominó hipnotis-
ESPl RITISMo.. \ a'" ,

mo, y que luego se ha llamado braidismo, del nombre


de su autor. Lo comunicó al mundo científico en el
curso del año 1843. Inmenso rué el efecto que pro-
dujo su memoria: se creyó tener la explicacion cien-
tífica del magnetismo y por medios exclusivamente
materiales; las teorías flúidas y espiritualistas iban
á quedar reducida~ á la nada, y el magnetismo tras-

cendente paralizado en su marcha y desmonorado


como una montaña arenácea.
Modo tle obtenerlo. - El doctor Braid obtenia el
hipnotismo por la contemplacion de uh objeto bri-
llante, cualquiera fuese: un par de tijeras, una lan-
158 MAGNETISMO.
ceta de plata, una esfera de metal ó de cristal, etc. El
paciente se sentaba cómodamente en una habita-
cion inaccesible, en lo'posible, á los ruidos del exte-
rior; se suspendia ó se mantenia el objeto brillante
á la altura de la raíz de la nariz y á una distancia
de quince ó veinte centímetros, que debia mirarse
con fijeza, y alejando del espíritu toda distraccion,
toda preocupacion ajena á la experiencia. Al cabo
de veinte ó treinta minutos se manifestaba el resul-
tado.
Efectos producidos. - Se traducian los efectos,
ora por espantosas convulsiones, como las que he-
mos descrito hablando de la cubeta de Mesmer, ora
por la completa insensibilidad del, cuerpo, la rigidez,
los síntomas del estado cataléptico, y tambien por
una exaltacion extraordinaria, en la que los sentidos
adquirian una excesiva delicade.za. No queriendo ad-
mitir el magnetismo, era un sentido singular y nuevo
que abria á la ciencia un vasto horizonte de es-
tudios.
Perturbaciones posibles. - En Inglaterra se pro-
dujo el hipnotismo como un pasatiempo. En cier-
tos colegios y conventos, las educandas lo tomaron
á juego hasta que se demostró que este singular es-
tado podia acarrear perturbaciones graves en el sis-
tema nervioso y originar una congestion producida
por la excitaeion cerebral.
Semejanza del hipnotismo y del espiritismo : -
Numerosas experiencias se repitieron en el mundo
entero, pero 'en vez de perjudicar al magnetismo, el
sueño nervioso del doctor Braid no hizo más que
confirmarlo. En efecto, sus fenómenos son idénticos;
ESPIRITISMO. 159
en el primero, el sueño se provoca con los pases y
las miradas del magnetizador que tienden á agotar
el flúido cerebral del paciente para sustituirle el
propio flúido nervioso; en el segundo, la voluntad y
la conlemplacion hacen subir el flúido al cerebro,
punto de concetracion, y esto causa las convul-
siones; ó bien, si se evapora, el sueño, la rigidez,
la catalepsia. En este estado de rigidez. los rniem-
bros conservan la posicion que se les quiere dar; el
brazo se mantiene extendido ó doblado el tiempo que
se desea, y se puede hacer con el cuerpo lo mismo
que hace un pintor con su maniquí.
Electro-biología. - Los fenómenos de electro-
biología van á señalarnos lo que puede la voluntad
sobre los individuos magnetizados por la contempla-
cion de un objeto brillante, y probar con claridad
que el hipnotismo es, buena y simplemente, el mag-
netismo.
Preparacion clel fe .. óme .. o. - Algunas personas
están reunidas para la experiencia. Eloperador da á
cada una de ellas un.espejo de zinc con un botan de
cobre en el centro, y les suplica fijen la vista en
este boton, con la mayor atencion posible y la fir-
me voluntad de no pensar en otra cosa. Al cabo de
quince ó veinte minutos se verán las fisonomías des-
compuestas, agitadas; es raro que, sobre cinco ó
seis personas, el fenó meno no surta efecto á lo
ménos sobre una sola.
Senllaciolleli imaginariall. - El operador hace a-
copio de toda la fuerza de voluntad que posee; des-
pacio y con la vista fulgurante se dirige hácia unhip.
notizado, y con voz imperiosa le dice:
160 MAGNETISMO.
.(( Levantaos de esa silla y sentaos en esta otra. »
El paciente obedece, con los ojos abiertos ócer-
rados, á capricho del que es entónces su dueño y
señor.
« Estáis atado á la silla, le dice el operador; tra-
tad de levantaros. »
Hace v:anos movimientos, sin conseguir ponerse
de pié . .
Unhecbicero fantástico. - Le dan un pedazo
de madeFa.
« ¿ No sentís que tenéis en la mano un témpano
de hielo? »
Á esta pregunta tiembla y se estremece de fHo,
pensando tener realmente el hielo.
/( Pero no,desg'llaciado, i lo que tenéis en la mano
y os ahr'asa es un ascua! ,)
Espantado, el paciente da gritos de dolor y tira la
madera que le quemaba.
Si es una mujer, el operador le hace creer que ha
eambiado de sexo y que tiene una barba inculta, y
Japaciente hace el simulacro de afeitarse con la
rnayornatullalidad.
((Pero, I qué uñas tenéis, qué dientes! Sois un lo-
bo. Arrojaos sobFe ese niño y devol'adlo. »
y se abalanza á una muñeca preparada al erecto
y la muerde con rabia ¡ cree positivamente comerse
al niño.
(( ¿ De dónde viene esta escoba? i Ah ! es que sois
hechicel'o. Contadnos lo que habéis visto en el
último :conciliábule. »
y si ha leido ó conoce las misteriosas leyendas'
antiguas, el paciente descFibe cosas horribles ó ma-
162 MAGNETISMO.
ravillosas y declara ser uno de los más íntimos co-
mensales de Lucifer.
Lo queesel estado eleetro-bioiógieo. - El paciente
puede perder la memoria de sus nombres y apellidos,
y no pensar más que á capricho del operador. El
americano M. Philipps, hizo experiencias brillantes
por toda Europa, y despues de él M. Teste, en Fran-
cia, con este singular estado que denominaron elec-
tro-biología, y luego, segun la ciencia y M. Bráid
hipnotismo ó sueño nervioso; sea cual fuere el califi-
cativo, no es más que el estado magnético obtenido
por la concentracion, es decir, por el agotamiento del
flúido cerebral.

CAPíTULO IX

Qué se entiende por espiritismo. - El espiritismo


es la ciencia de las relaciones que existen entre los
diferentes mundos espirituales que pueblan el espa-
cio, y de las consecuencias teóricas y prácticas que
de ellas dimanan, particularmente la ley moral que
se resume toda ella en la práctica de la CARIDAD.
Division del espiritismo. - Puede dividirse el
espirit.ismo universal en tres partes: 1° espiritismo
divino, que comprende los espíritus que han adqui-
rido el grado supremo de perfeccioD, y conocen al
primero de todos, la CAUSA, que se llama DIOS.
2° espiritismo celeste que comprende los espíritus
más elevados despues de estos. Y 3° el espiritismo
planetario ó terrestre, que comprende los espíritus
poco elevados en la jerarquía y viven en centros se-
ES PIII ITISM O. 163
cundarios; nosotros ocupam os en este mo~ento,
una de las capas infe l'iores .
E!ipiritu encarnado. - El hombre es, pOI' con-
siguiente, un esp írilu enca rn ado, enclavado en

el suelo , enmurado en un cuerpo opaco, cárcel


que le impid e com unicar libremen te con sus her-
m anos del es pacio. Organizar un sis tema de rela-
cion es y vias de comu ni cacion indil'eclas , para re-
mediar á los inconveni entes de este aislamiento,
tal es la ciencia espiritualista . El espil'itismu, propia-
~I A.GNETIS~IO.

mente dicho, es más tíien una doctrina, doctI'ina


nueva que tiene sus apéJstoles, sus 'filósofos conven-
cidos y ardientes, siendo el más notable Allan-
Kardec. célebre por sus magníficas producciones
literarias: el Libro de los espÍl·itus. el Lib1'O de los me-
diums, las Mamfestaciones de los espíritus, etc., etc.
ESI!llcia del e!ipiritismo. - La esencia delespiri-
tismo, su más elevada virtud, que es superior hasta
á la fe, es la caridad. ce Fuel'a de la eal'idad ' 1/.0 hay sal-
vatio1/..)) Con la práclica de la caridad, el alma se pu-
rificará y se elevará rápidamente en la escala de la
pelofeccion; la caridad es el principio fundamental
de la fraternidad, sin distincion de casta, de nacio-
nalidad ni de condiciono
JI,o que Ilan sido las religiones. - Hasta el dia de
hoy, las religiOl~es .han sido un motivo de discordia,
de excitacion a,1,odio, siendo su in tolerancia el pre-
texLo de pasioTliés disolventes, particularmente del
egoísmo. Reuniéndose á la aoctrina espiritista en el
tel'reno de lo bello y de ·la frat.ernidad por la caridad,
los hombres asegurarian su completa felicirlad en la
tierra.
Es espiritillta el que quiere. - Tal es, en pocas
palabras, la esencia del espiritismo. El espiritismo
no forma una sociedad constituida; no da títulos de
admísion, no concede matrículas; es espiritista el
que quier'e, siempre que posea las cualidades exigi-
das, es decir, que concurra al progreso con la con-
cordia, la caridad fraternal, la paz del alma, aunque
no crea ni en Dios, ni en los espíritus, ni en sus ma-
nifestaciones terrestres. .
Sistema clel munclo. - Desde los cuerpos simples
ESPIRITISMO. 165

hasta la especie humana, la generaciou del universo


ofrece un vasto conjunto de sistemas armoniosamente
organizados, unid0sentre sí por innumerables series
ascensionales de cuerpos y de seres, más ó ménos
dotados de las facultades de la 'vida. Es el dominio
material, en su ínfimo grado, inerte al parecer, y
que sube moviéndose y perfeccionándose hasta lle-
gar á la inteligencia humana;
E8pÍritu8 elementale8 .•-.-:,Todo se mueve, lo que
equivale á decir 'que la ~id~ es general. Los mi-
nerales y las plantas crecen y se desparraman bajo
tierra ó sobre la superficie del globo, los animales an-
dan, construyen y, ácada etapa,ascensional, la inteli-
gencia se desanollapaulatinamente. Todos estos
cuerpos ó séres están 'sometidos ' á las mismas condi-
ciones de vida: el nacimiento, el desarrollo, la de-
crepitud y la muerte; lbs anima pues un espíritu y
estos son los que llama el"espiritismo, Espíritus ele-
mentales, imperfectos, y entre los cuales el hombre
ocupa el primer :gradó;
Vida88uce8ha8 . ..;.. En su origen, todo ~spíritu es
' sometido á una serie nO interrumpida . y sin ce-
sar renovada de asociaciones íntimas, rolíltiples y
compuestas, que dan lugar á materializaciones y
trasformaciones sucesivas por las cuáles debe pa-
sar para llegar á un estado superior de desarrollo.
Estas materializaciones son ilimitadas y temporales,
se siguen con intervalos más ó ménos acentuados,
cambiando de naturaleza y de lugar á medida que
el espíritu se eleva en perfecciono
j\lodmiento a8cen8ional. - Es un trabajo lento,
penoso, que comienza en los cuerpos brulos por la
166 MAGNETISMO .

asociacion, la aglomeracion de num erosos espíritus


símiles inform es y que se un en por !a ley de afini-

dad ; luego se separan para ll egar progresivamente á


la individualidad. El hombre, en su situacion actual,
ha debido pasa!' ya por numerosas trasformacion es,
ESPIRITISMO. 16i
y sólo figura en un grado muy lejano relativamente
de la perfecciono
Los mundos. - ¿ Ha pasado el hombre todas estas
vidas sucesivas en el globo terráqueo? Es probable
que no. La ciencia astronómica nos muestra planetas
bien dotados bajo el punto de vista de la vitalidad,
en razon de su pro¡rimidad á la luz divina, el sol; y si el
hombre no puede proceder de ellos pues hácia ellos
marcha, la misma ciencia nos describe otros mundos
de tinieblas y de nieves eternas situados á distancias
inconmensurables del sol, y por 10 tanto en las con-
diciones ménos favorables de existencia.
I\letamorfósis. - Estas trasformaciones son tan
rápidas que se realizan sobre los planetas á la vista
de sus habitantes. Asímismo, los inmundos gusanos
que inertes yacen en el fondo de un charco de agua
estancada, se convertirán en mariposas de brillan-
tes colores, y el gusano blanco, terror de los jardi-
neros, se metamorfoseará en volador abejorro, para
vivir apénas algunos dias de esta nueva vida.

CAPíTULO X

Los espíritus no-enearllallos. - Al llegar á cierto


grado de perfeccion, el espíritu prosigue su obra
eterna sin tener que sufrir la materializacion; como
sucede entre los elementales ménos avanzados que el
hombre en su situacion presente, pasa un intervalo
más ó ménos largo entre ana trasformacion y otra
superior.
168 MAGNETISMO .
Inherencia. dc los cSI,Íritus. - La naturaleza de
los espíritus es de ser libres y va ga r por el espacio
que llen an y anim an con s u ac tividad , en canti-

dades innumerables ; su materializacion es, por


lo tanto, un estado anormal, relat.ivamenle corto y
excepcional. Se manifi es tan á sus inferiores , á sus
iguales, á sus superiores que e, tán materializados,
ESPIRITISMO. 169
y en todos los países como en todas las épocas se
hallan pruebas evidentes de su inh erencia en las cosas
de este mundo.
Sócrates, Sbakspeare;el T¡tsso. - Sócrates t enía
un demonio familiar con el qu e hablaba; Shakspeare
creia ciertamen te en el fantasma del padre de
Hamleto, en el espectro de Banquo, en las vi siones
de Ricardo III ; el Tasso recibia la visita de los buenos

espíritus; Juana de Arc oyó, sin duda alguna, voces


misteriosas; Lutero veia séres sin nombre que fisga-
ban en torno suyo miéntras escribia, y encolerizad o,
les tiraba su tintero á la cabeza; la Biblia y la lliada
están llenas de ellos, y Apuleyo declara que « los
pitagóricos se sorpren dian siempre qu e una pe~sonna
pretendia nu haber vislo nlln ca ;í un espíritll. « I;a
10
170 MAGNETISMO.
historia y las leyendas están repletas de sus aparicio-
nes, de sus beneficios y maldades.
Los Genios. - Los espjritus buenos ó superiores,
han sido llamados genios, y casi todos fueron mate-
rializados para hacerlos comprender mejor por una
representacion palpable. Los genios, amigos del
hombre, eran los guardianes fieles de los tesoros, de
las minas, de las piedras preciosas. Proporcionaban á
los hijos de los mortales sensatos todo cuanto dinero
podian pedir.
Los mensajeros de Dios. - Á los genios de la
tierra, guardianes y dispensadores de los dos elemen-
tos: el agua y el fuego, los representaban bajo la
forma de hombres morenos, pequeños y robustos,
siempre prontos á castigar de su indiscrecion al im-
prudente que espiaba sus trabajos. Se simbolizaba á
los ángeles, mensajeros de Dios, ejecutores de sus
voluntades, bajo la figura dulce y suave de hermosos
jóvenes, provistos de gigantescas alas, señal de la ra-
pidez con que recorrian el espacio y de su natura-
leza extraterrena.
Los ángeles caidos. - Los espíritus elementales,
perversos y celosos, fueron llamados demonios, án-
geles caidos. Eran la personificacion del mal, de los
malos instintos, no teniendo más objeto que degra-
dar el alma y en realidad extraviarla para alejarla del
camino de la perfecciono
Representacion de Satanas. - Las leyendas mate-
rializan al diablo bajo las formas más diversas de
animales inmundos, y en general, con piés de ma-
cho cabrío, larga y siniestra la cabezo, ígnea y pun-
tiaguda barba, cuernos en la frente, alas de mur-
ESPIRITISMO . ji I

ci élago , y despidiendo el olor infec livo de carn es


pútrid as , con sumidas en ignívomo fo co .
Pacto8 .liabólic08 . - Todos esto s genio s h acian
pactos con los hum an os qu e, por m edio de su pod er,

adquiria n fortun as y honores al pa r qu e un a poten-


cia oculta y sobrena tural, en cambio de su alma.
E ran los hechiceros de la edad médi a y de los tiem-
pos modernos . Los demonios se introd ucian ademas
en el cuerpo de los hombres y de los anim ales, y
manifestaban su presencia con excentri cidades qu e
parecian co ntrárias á la naturaleza ; pa ra qu e se re-
tirasen et'a n ecesaria la intervencion del pode r ecl e-
172 MAGNETISMO.

siástico que usaba de exorcismos, siguiendo un ri-


tual especial para su aplicacion.
1.08 duendes. - Los duendes, aéreos, voladores,
tentadores amables, simbolizaban las pasiones hu-
manas en lo que de agradable tienen, en sus satis-
facciones materiales, obtenidas con detrimento de
la pureza y de la perfeccion del alma. Arremetian

á la imaginacion con el espectáculo de vanos pla-


ceres, de goces pasajeros que sólo dejan amargura
y remordimiento en la conciencia.
La única 'Vida es la espiritual. - Á cada paso, este
mundo espiritual revela su existencia y su oculto
poder. La vida espiritual es la única verdadera, el
prototipo de las almas, materializadas ó no, que
rigen leyes generales, inmutables y armoniosas. Los
espíritus superiores más elevados por su genio, su
sabiduría, Sil pureza, tienen la potencia de crear,
ESPIRITISMO. 173
de fundar mundos á su imágen', que dirigen y ií.
cuya perfeccion trabajan constantemente. Así un
artista que quiere producir una obra de arte, hace
un bosquejo, y por su genio y su trabajo asiduo, un
lienzo ó una masa informe de mármol, se convierten
en maravillas como la Concepcion de MurilIo ó el
Moisés de Miguel Ángel.
El más grande hombre de la humaniclad. - En
ciertas épocas, estos espíritus creadores se encarnan
para llevar á cabo su obra, y pueden tomar auxiliares
que aceleren la marcha del progreso y sacudan
la torpeza de los es.píritus planetarios con exceso
esclavizados por la materia. Son los hombres im-
mortales que, como "luminosos meteoros, cruzan de
vez en cuando la 'historia, debiendo Citarse como el
ejemplo más puro y acabado á Jesus, el Nazareno,
el más grande entre los hijos de los hómbres.

CAPÍTULO XI

Los lIIediums. - Para comunic:;¡.r con los espí-


ritus d'e un modo sensible y exteri6r, hay que ser
medium Ó asegurarse el concurso dé uno. 1a rnedia-
nidatl' eis inh:erente á la naturaleza humana; es . una
facultad - s'i'ti duda la más brillante yúti:l para el
homhre <de"progreso, - que posee todo elrti:úrtdo,
como Ver; oir, 'etc. Tiene empero más ó ménos des-
arrollo, com'o "cualquier otra calidad, ,Y' á men1¡ldo
se necesita un estudio sostenido; 'lhi~ 'pr.áctica con-
tínua para que llegue áprotl1id~ serios resuitados.
El mayor descubrimiento del siglo XIX. - La
10.
{7 4, MAGNETISMO.

medianidad es, tal vez, el m ás grandioso descubri-

miento del siglo XIX, pues explica bajo su verdadero


ESPIRITISMO. 17 5
punlo de visla todos los fenómenos denominad os
maravillosos : los milagros, los prodi gios, las bruje-
rías, hechos que perten ecen en exclusivo á la cien-
cia. Pru eba y revela la exis tencia de todo un mundo
de luz lleno de vida y actividad que las afinidades ma-

tel'iales impid en ver, y propo rciona los medios de


comunicar con él. Hace aparecer como cierta la in-
m ortalid ad pe rsonal; y de teoría n ebu losa, ca rgada
de errores que esparc ian el lerror en vez de una
dulce confianza, la existen cia imp erecedera se mues-
tra en su genuína verdad.
niYision tle los me.liUnl8. -Á veces la medianidad
es involunla ri a, ignorada, cosa que se ve mu cho
más á menudo de lo que puede suponerse , causando
fenómen os espirilistas á pesa r de la persona
ii6 MAGNETISMO.
dotada por la naturaleza con este,don. Entre las me-
dianidades iniciadas, es decir, que han exigido estu-
dios y ejercicios, se distinguen numerosas variedades,
como la medianidad auditiva, parlante. curadora,
escribidora, visionaria, física, musical, pictórica, en
fin, de movimiento de los objetos ó de los cuerpos
y de escritura directa.
Disposiciones para la experiencia. - Para ini-
ciarse en la medianidad y comprobar su existencia
re-al, que dará en breve resultados serios, hé aquí el
único medio conocido hasta el dia y que aconsejamos
á nuestros lectores pongan en práctica: Hay que reu-
nirse enuna habitacion más bien templada que fria,
en número de dos á cinco personas, á una hora con-
venida de antemano, y acordar qué género de fenó-
menos se desea obtener. Alejar de sí toda preocu-
pacion extraña, toda tension del ánimo, toda ansiedad
y excesivo deseo de conseguir el objeto apetecido. La
serenidad, el abandono, la confianza, la paz inte-
rior y una gran benevolencia recíproca, tales son
las disposiciones más eficaces. ,
ObJetos necesarios. - Mentalmente, ó en alta voz,
se puede dirigir una súplica á los huenos espíritus
para que tengan á bien manifestarse por un hecho
mediánico adecuado á las disposiciones tomadas,
des pues de haber cuidado de preparar los objetos
materiales necesarios: el lápiz cortado y ' ligera-
mente apoyado en el papel, si se quiere obtener una
comunicacion escrita; las manos sobre un velador,
como hemos indicado en el Capítulo VI, si se desea
la rotacion : un golpe significa sí, dos golpes no, tres
golpes dudoso,- á ménos de un convenio particular.
ESPIRITISMO. ni
Las aparicioneA. - Si se desea \ln a aparicion, una
vision, la oscuridad es preferible y gen eralmente
indispensable; y si se quiere que el espíritu se mate-

rialice, es decir, que tome una forma humana cir-


cundada de rayos lumin osos, hay que aislar al me-
dium en un gabinete cerrado por delante con corlin as,
178 MAGNETISMO.

el espíritu será entónces visible para todas las per-


sonas presentes.
Obser"aciones. - Si una persona de la sociedad
se duerme con el sueño magnético, hay que aguardar
que su espíritu se ponga en relacion con las poten-
cias que estén presentes y hablen por su boca y obren
por sus manos. Si al cabo de média hora de espera
nada sensible se ha producido, debe suspenderse
la sesion y volver á comenzar los dias siguientes
una ó dos veces por semana, cuidando de fijar pre-
viamente el dia y la hora.
Beunion en familia. - Generalmente, los efectos
se producirán desde el primer dia; con seguridad
al cabo de ocho; si pasado este tiempo no hubiese
resultado, habria que cambiar de centro, rodearse
de otras personas y volver á principiar, pues no cabe
duda que reina la incredulidad en mayor grado que
la fe, lo que ha alejado tí los espíritus. Tambien es
posible ensayarse uno mismo, en la soledad de su
habitacion y mejor aun en familia cuando los miem-
bros que la componen tienen fe; es, en este caso,
el mejor y más seguro medio, para alcanzar mag-
níficos efectos.
Durlas de los espÍritos inferiores. - Las prime-
ras manifestaciones no serán nunca obra de los espí-
ritus superiores, sino de espíritus relativamente
atrasados, encargados de formar el público invisible
de estas primeras reuniones y de desarrollar la
medianidad. Será pues preciso tratarlos con la
mayor prudencia y las precauciones más minuciosas
para no ser víctima de sus burlas. Aceptad sus bromas
con estoica calma y digna severidad, sus ligerezas
ESPIRITISMO. liD
con sil encioso desprecio; el menor ulvid o, un ins-
tante de confi anza en ell os, sería tal vez la pérdida

irremediable de las más bellas esperanzas para el


porvenir.
Los e.l)iritu8 8ul)eriores. - Los esp íritus supe-
riores ll egan, hablan y se re tiran con la mayor Jib er-
i80 MAGNETISMO.

tad; se mostrarán siempre benévolos, buenos sin


debilidad y se prestarán con afabilidad á todo fin
serio. Pero, faltarles al respeto queriendoimpo-
. nerles la propia voluntad, hacerles preguntas in-
convenientes ó de mera curiosidad, en. fin obrar con
ellos como no se haria con personas que se apre-
cian, sería segur.amente alejarlos para siempre.
La ciencia tlel porvenir. - Los espíritus inre-
. dores, al contrário, se prestarán á todas las burlas,
á todas las indiscreciones, pues su naturaleza celosa
hallará así medio de retardar el trabajo de la perfec-
cio.n. El espiritismo es una fe renaciente, es una
ciencia imperfecta aun, es cierto, pero á la que pe¡'-
tenece el porvenil;; I;loble y delicada es su mision y
cualquiera que desee usarlo para un fin trivial encon-
trará tan sólo decepcion y confusion.

CAPíTULO XII

Prensa de la nueva ciencia. - Como lo hemos


visto, el espIritismo cuenta numerosos adeptos, no
sólo en América, su privilegiada cuna, sino en el
mundo entero. Se han formado cuantiosas socieda-
rles en todas las ciudades de la Union, de lnglaterra,
Alemania, Francia, Rusia, Holanda, etc. Posee
muchos periódicos y revistas entre las que citaremos
el Spirituahst de Lóndres, el Médium y la Revue spi-
rile en París. Ademas, anualmente se publican bri-
llantes memorias firmadas por sabios de todos los
países, que tratan científicamente de los hechos espi-
ritistas. Este libro no bastaría para dar la lista de los
ESPIRITISMO. 18t

personajes ilustres por su saber y nacimiento que se


entregan al estudio de los fenómenos espiritistas.
na~quetes espiritistas. - El31 de marzo de cada
año, aniversario del dia memorable en que por vez
primera se establecieron comunicaciones bien en-
tendidas con el mundo espiritual, se celebra con
animacion y magnificencia sobre todo en América y
en Inglaterra. Escogidas reuniones que terminan
con un banquete, ofrecen un cuadro de la mayor
parte de los ciudadanos ilustrados, amigos del pro-
greso bajo cualquiera forma que se presente, y
que tienen á honor llamarse espiritistas. .
Un "iaje triun:fal. - Entre los mediums célebres
en este momento, citaremos á Mr. Hade, cuyo viaje
por Europa ha sido un largo triunfo. Mucho ántes
que él, Mr. Home habia causado en el mundo
extraordinaria sorpresa con sus admirables manifes-
taciones espiritistas, y sobre todo con sus evoca-
ciones y sus apariciones. Sus experiencias fueron
forzosamente reducidas, pues no operó nunca más
que entre amigos; pero las han garantizado hom-
bres de honor cuya palabra no puede ponerse en
duda sin inferirles un ultraje sangriento.
Extracto de la « Religion laica». - Como te~­
timonio concienzudo é irrecusable daremos un eH':
tracto de la « Religion laica JJ de Ch. Fauverty. El
autor de las lineas que vamos á traducir, M. Godin¡
ex diputado y uno de lo más ricos industriales de
Francia, quiso reconocer lo que habia de verdad en
los fenómenos atribuidos á Mr. Hade, y se trasladó
á Brusélas, donde á la sazon se hallaba el famoso
medium. Hé aquí la experiencia que relata:
11
182 MAGNETISMO.
Relaclon ele 111. GocHn. - « La polémica promo-
» vida en los diarios de Bélgica por los bechos es-
» piritistas, dice, me hicieron tomar la determina-
» cion de ir á Brusélas para verificar los fenómenos
» por mí mismo . Me decidia á ello,no la cuestion de
)) formarme una opinion sobre la existencia de be-
» cbos inteligentes debid os á fuerza s ajenas á nues-

» tra accion directa, pues mis convicciones están


» formadas desde hace tiempo sobre este punto,
» sino el deseo de certificar ciertos fenómenos que
» no habia podido obtener personalmente:
Dos fenómenos á observar. --)) i o el fenómeno de
ESPIRITIS~\O. 183
» la escritura producido directamente sobre un
» cuerpo cualquiera por una fuerza inteligente in-
» visible; 2° la traslacion de cuerpos graves por el
» espacio, sin auxilio de ningun agente visible. Me
» concreto á indicar estos dos puntos entre las cau-
» sas que ocasionaron mi viaje, para hacer com-
» prender que la ciencia se ha fijado muy á menudo
» en hechos de menor importancia.
Las dos pizarras. - » Escogeré pues estos fenó-
» menos entre los muchos que he presenciado en
» casa de Mr. Hade, en union de oLra persona. Que-
» riendo poner la experiencia al abrigo de toda sos-
» pecha, nos presentamos en el domicilio de Mr. Hade
" con dos pizarras unidas por un broche y cubiertas
» exteriormente con tapas de madera barnizada.
Signos de reconocimiento. - » Como ante todo
» deseaba poder afirmar á mis amigos que no habia
» descuidado precaucion alguna para evitar toda
1) ilusion de eSCamoteo ó presLidigitacion, y aunque

» Mr. Hade no tuviese aviso de que iria á su casa con


» pizarras mias, no olvidé hacer signos particulares,
II tanto en el exterior como en el interior de ellas

» para que toda sustitucion fuese imposible. Ántes


» de comenzar la sesion, Mr. Hade os convida ade-
» mas á visitar la mesa en la que debe operar, las
» sillas en que debéis sentaros; autoriza, en una pa-
» labra, todas cuantas verificaciones se os antoje
» hacer.
Descripcion de la mesa. - » La mesa no puede
» ser más sencilla; cuadrada, de caoba, sin cajon,
» se sostiene en cuatro piés colocados á unos treinta
» centímetros de los bordes; la parte inferior es
184 MAGNETISMO.
» lisa como la superior, de manera que puede co-
» locarse la pizarra indiferentemente encima ó de-
» bajo de la mesa. La alfombra sobre la que reposa
» no ofrece solucion de continuidad; las sillas son de
» paja calada y muy sencillas.
Presencia de la fuerza in'Vlsible. » - Nos colo-
)1 camas al rededor de la mesa, del modo siguiente:
» el medium á mi derecha, Mm. M*** á mi izquierda,
» y enfrente una sobrina de Mr. Hade, jóven intér-
» prete de porvenir. Preguntamos entónces si pode-
» mas obtener un escrito en las pizarras que trae-
» mas. Mr. Hade hace formar la cadena concéntrica;
)) al momento, dos golpes dados en la mesa anuncian
» la presencia de la fuerza invisible que va á produ-
» cir las comunicaciones.
Primera prueba. - » El medium la pregunta si
» quiere escribir en las pizarras cerradas que se ha-
1) lIan sobre la mesa. Luego, toma una pizarra sencilla

» que está al lado de las otras, coloca encima un


» trozo de lápiz que rompe con los dient¡ls, y pasa
» la pizarra por el borde de la mesa. Se oye al ins-
1) tante rechinar el lápiz y dos golpecito s en la
» pizarra. El medium la vuelve á dejar encima de
» la mesa; contiene estas palabras: Vamos á probar.
El lápiz mágico. - » Esta contestacion nos da ya el
» fenómeno ocultodelaescritura directa. Pero, diréis,
» es cosa muy fácil para un prestidigitador. Un poco
» de paciencia. El medium coge las dos pizarras
»unidas, las abre sobre la mesa, delante de nos-
)) otros, coloca un trozo de lápiz del tamaño de tres
» á cuatro milímetros en una de ellas; las pizar-
» ras están completamente limpias. Las cierra con
ESPIllITISMO. 185
») el broche, y las coloca sobre mi hombro, apli-
)) cadas á mi oído, sobresaliendo por mi mejilla
)) izquierda de modo que las veo de reojo. Al mo-
» mento, oimos todos el ruido de un lápiz que se
» pasea por la pizarra, como si lo llevase una mano
)) que escribe. Dos golpes convidan al medium á
JI abrirlas, y así lo hace.
Escritura árabe ó china. - 11 En uno de los lados·
») hay una linea de caractéres árabes ó chinos de los

» que no tengo la traduccion, luego esta frase:


)) - Tenéis reunidos muchos amigos esta noche.
») El medium vuelve á cerrar las pizarras y se oye de

,) nuevo el ruido de la . escritura. Se abre; cuando


» han sonado los golpes, y se lee lo que sigue :
)) Vuestra pizarra está muy barnizada para que poda-
)) mos usarla.
Reali.lad del fenómeno. - » Esta vez no hay
» prestidigitacion posible; no hemos separado la vis la
» de las pizarras; son las que he llevado yo, con las
)) señales particulares que les he hecho. Ademas,
» otros fenómenos nos demuestran que una fuerza
)) invisible existe en la habitacion, pues un sillon
» deja su lugar y viene á chocar violentamente con-
» tra la silla del medium.
Explicacion tlel espirito. - » El medium coge
» una pizarra ordinaria, pone un trozo de lápiz
» entre la mesa y la pizarra y aprieta los dos obje-
» tos. Comienza de nuevo el ruido de la escritura y
» sólo para cuando la pizarra está llena. Contiene
)) una explicacion detallada sobre la influencia que
» estos fenómenos deben ejercer. Ántes de que nos
») separásemos, la mesa se levantó de unos treinta
186 MAG NETISMO.

" cenlí\llelros . No hablaré de otros detalles, para pa-


» sar cuanto ántes á la sesion del dia siguiente.
Llegada de los eseribientes. - » Esta vez lleva-
» mas pizarras ordinarias, sin barniz ni lujo alguno.
» La sesion comienza como la víspera, formando la
» cadena concéntrica al rededor de la mesa; los
» mismos golpes indican la llegada de los escribien-
» tes.

Lo que puede pasar entre .10s pizarras. - » El


» medium coge mis dos pizarras , las limpia con un
» trapo, pone sobre una el lápiz, la otra pizarra enci-
» ma y las :ata con la guita que nos ha servido para
ESPIRITISMO. 187
)) traerlas. Todo esto se hace en la mesa, sin que
» perdamos de vista sus manos un solo minuto. El
" medium aplica luego las pizarras contra mi pecho,
» sostertiándolas con dos dedos, por una punta, y
» al momento se oye la escritura de un modo muy
») caracterizado. Las líneas siguen unas á otras;
)) luego, trazan una barra y se opera un cambio en
» el modo del escribir; se oye acentuar y puntuar
» con marcada claridad. Luego no se oye n más que
» rasgos, sin union alguna; se comprende que la
» escriturase hace con una atencion particular.
Los escritos .le un espiritll superior . - » Los
» golpes aRuncian: que la comunicacion ha ter-
») minado. Se desatan las pizarras, y hallamos las
» dos superficies inleriores cubiertas de escritura.
» Contienen veinliuna líneas escritas en el sentido
» de la longitud. Siete líneas en frances sobre un
)) pasaje del Evangelio; cinco líneas en inglés sobre
)) lo que debe hacerse para obtener este género de
» manifestaciones. Seis versos en lengua neerlan-
)) des a sobre la siega y tres líneas en griego, cita
» de otro pasaje del Evangelio. Creo deber seiíalar
» que las personas presentes á esta sesion no sabian
») ni el griego, ni el neerlandes.' Até estas pizarras
») para llevármelas, como la víspera. .
Complacencia espiritual. -») Despues de esta
)) experiencia, siguen varios fenómenos diversos,
» pero debo abreviar este relato. Mm, M.*** es con-
») vidada por el medium á tomal' una pizarra y á te-
» nerla sujeta contra el borde de la mesa hallándose
») en medio el lápiz. MI'. Hade no interviene más que

» con algunos pases á distancia y la escritura se pro-


188 MAGNETISMO.
» duce al momento, dando esta frase: « Hacemos por
» vos cuanto pod emos. »
Una pizarra Tola«lora. - « Un momento des-
» pues, una pizarra es arranca.da violentamente de

l) manos del medium y va á caer del lado opuesto,


» entre Mm, M.*** y yo. Todos teníamos las manos
» sobre la mesa en aquel momento, formando la
)) cadena y así permanecimos cuando, de pronto,
» la pizarra que estaba á nuestros pi és , se elevó por
» sí sola, en apariencia, y vino á caer entre nuestras
)) manos tambaleando. Olvido otros diez hechos tan
» singulares, pero que el lector podria atribuir á la
» ilusiono
Una pléyade ilustre. - » En lo que he contado
ESPIRITISMO. 189
)) no es posible. Tengo en mi poder las pizarras
» cubiertas de escritura, en cinco lenguas, escritura
)) obtenida en el estrecho espacio, totalmente os-
)) curo, comprendido entre dos pizarras sllpararlas
)) de unos ocho milímetros por el espesor del marco
)) de madera que las rodea. ¿ Son ménos dignos
» de atencion eslos fenómenos que lo fueron en su
) orígen los de la circulacion de la sangre, de la
1) esfericidad de la tierra, de la existencia de un lluevo

1) mundo, del movimiento diurno del globo terreno,


)) de la gravitacion, de la electricidad, del vapor, de
)J la fotografía ... ? Empero, Harvey, Cristóbal Colon,

» Galileo, Newton, Galvani, Fulton, Daguerre, no


» dejaron de ocuparse de materias puestas en duda
" por todo el mundo y de las que tanto provecbo
» ha sacarlo la humanidad.
Las leyes superiores de la "Vida. - » ¿ Es ménos
» interesante verificar la realidad de la inteligencia
» y del pensamiento que accionan fuera de la mate-
» ria? ¿ Es ménos digno buscar la causa de las fuer-
» zas que influyen en la materia sin el auxilio de las
)) leye~ físicas conocidas y darse cuenta de la
» medida en que estas fuerzas pueden asociarse ~
» nuestras acciones? ¿ No se comprende la urgencia
» que hay en deducir de estos fenómenos las leyes
» superiores de la vida cuyas perspectivas ignora-
» mos ... ?»
Una mano oculta. - E,tas experiencias se han
realizado en 1878. Otras no ménos importantes aca-
ban de hacerse durante el año finado. En una guita
cuyas dos puntas estaban reunidas y selladas, se han
producirlo varios nudos en algunos minutos, á la
H.
190 MAGNETISMO.
visla de los asistentes; una persona tenía entre el
pulgar y el índice las dos puntas de la guita y el
resto quedaba flotando sobre sus rodillas.
Fotografías de apareeidos. - Se han obtenido
páginas notables escritas bajo la inspiracion de los
espíritus; se han sacado fotografías de aparecidos con
un principio de éxito muy satisfactorio y que se
perfeccionará de dia en dia. Eslas fotografías dejan
que desear por la limpieza del dibujo, pero el triunfo
completo no tardará, pues así lo aseguran los me-
diums y los mismos espíritus.
11 ... Ileiniers, de Riehmond. - En Richmond,

Mr. T. Reiniers ha obtenido resultados notables en


experiencias bien dirigidas de vaciado; por medio
de la parafina,' ha podido reproducir piés, manos y
hasta rostros deliciosamente ejecutados. En fin, la
ESPIRITISMO. 191
« Revista espiritista » y el u Spiritualist», órganos
acreditados del espiritismo, cuent.an miles de hechos
mediánicos, comprobados y certificados con escrupu"'
losidad y que no pueden dejar la menor duda, ni en
los ánimos más incrédulos. Los fenómeno!? obtenidos
no se publican sino cuando son atestiguados por
hombres honorables en los que se puede confiar.

CONCLUSION.

lUedieion de lo posible. - Terminaremos citando


algunos párrafos de la carta de uno de los más ilus-
tres publicistas franceses, M. Augusto Vacquerie,
redactor en jefe del Rappel: (( .. '" ¿ Si creo en los
» aparecidos? No los creo imposibles. Te confieso que
» no poseo el metl'O con el que se mide lo posible. Me
» sonrojo de mi ignorancia, pero no conozco el fin
» del infinito.
La vida de los muertos. - 1) Lo que sí creo firme-
») mente es que los muertos viven. ¿ En dónde viven ?

1) Verosímilmente en esos innumerables mundos


)) que por la noche vemos. Sin duda hay tambien.
» otros que no suben tan arriba de golpe y porrazo,
» que están obligados á permanecer cerca del lugar
» en que han cometido algunas faltas que deben
» expiar, ó que han dejado aquí algun sér querido
1) del que no pueden alejarse: esos habitan nuestra

)) atmósfera ....
Los anzuelos de los difuntos. - » ... Los peces no
» ven al hombre sino cuando el anzuelo del pescador
» los saca fuera del agua; para ellos, ver al hombre
19! MAGNETISM O.
» es morir. Nosotros somos lo mismo y al morir es
» cuando vemos á los muerlos. Y i qui én sabe si, cuan-

» do morimos, no son los mu erlos los que nos pes -


» can, si las enfermedades, las pasion es , los suici-
ESPIRITISMO, 193
» dios, no son los anzuelos de los habitantes de una
» zona superior, si una batalla no es una buena re·
» dada de humanos!
),ógieaeon'l'ineente. -» Miéntras que la muerte les
1) enseña á los hombres, los peces pueden entrever,

» acá ó acullá, algun buzo que penetra bruscamente


,) en las olas y vuelve á subir. ¿ Por qué no habria
,) buzos tambien entre los muertos? Si un sábalo con-
); tase debajo del agua que ha visto séres sin aletas, es
» p¡'obable que los ancianos y escépticos )'odaballos se
\) burla¡'ian de su sencille::; y que los sensatos abad"jos
1) menew'ian la cabeza despreciativamente,

páginas sublimes. -» ... Creo en los espíritus gol-


» peadores de América, certificados por catorce mil
» firmas; tú y yo, hemos oído con nuestras Ql'ejas y
» visto con nuestros ojos, dictar á las mesas pñginas
» tan sublimes que, suponiendo una burla, Robert-
»,Macaire era insuficiente; habria sido necesario el
» Dante .. , Y ni el mismo Dante habria bastado;
') Dante no improvisó su poema, miéntras que la
» mesa dictaba tan luego se queria; de dia, de no-
» che, sólo con que la tocasen las manos; á una pre-
» gunta imprevista dirigida por cualquiera, hablaba,
» discutia, respondia á las objeciones durante horas
» enteras,
» Si los muertos pueden hablarnos, ¿ por qué no
» han de poder presentársenos ... ? »
Deplorable eeguedall. - Á pesar de tan brillantes
pruebas y de tan incontestables testimonios muchas
personas y corporaciones, entre ellas las academias
científicas y medicales, niegan el magnetismo, de-
clarando sus fenómenos imposibles, ajenos á todas
t94, ~IA.GNETISMO.

las leyes físicas y naturales, y obra de hábiles char-


latanes ó de locos peligrosos. No se puede ménos
de deplorar esta ceguedad, esta intolerancia ante
hechos evidentes, sobre todo, cuando no se han
tomado la molestia de estudiarlos, ni de compro·
barIos.

Consideraciones importantes. - Una gran parte


del público americano, la más ilustrada, compuesta
de magistrados, de ministros de lareligion,de médicos,
de literatos, etc., ha sido bastante inocente para de-
jarse engañar por una cáfila de charlatanes. El mo-
vimiento se propaga, llega á Inglaterra, á Alema-
nia, á Francia é Italia, se apodera igualmente de las
clases más distinguidas, y por consiguiente todo el
honorable séquito debe ser acusado tambien de igno-
rancia y charlatanismo. Hombres sev.e ros, graves
ESPlfilTlSMO. 19:>
magistrados, ministros inteligentes, jóvenes de car-
rera y fortuna, dejan sus trabajos y comprometen
su reputacion y su porvenir para entregarse á ridí-
culas farsas que van á divertir á algunos imbéciles.
Eslo se desprende de la declaracion de las Acade-
mias, pero, francamente, sería más prodigioso que
todos los fenómenos del magnetismo más trascen-
dental, y . apénas podria compararse con aquella an-
tigua dama del cuento que malas artes convirtieron
en araña, y devoraba á cuantos enamorados don-
celes se acercaban á ella.

Locura general. - Sería un caso de locura tal como


seguramente no ha podido observarlo ningun mé-
dico. ¿ Imagináis á la mitad del género humano, la
más selecta, tomando por lo serio, creyendo y practi-
196 MAGNETISMO,
cando las excentricidades del primer escamoteador
que se presenta? No insistamos, Un poco más de
benevolencia y algunas pesquisas sérias para reve-
lar la insigne superchería, sel'Ían preferibles á los
epigramas é injuriosas negativas, Pero, como dice el
refran: « No hay peor sordo que aquel que no
quiere oir, »
Nada Jaay imposible. - El gl'Un Arago, testigo de
ciertas experiencias de sonambulismo, ha emitido
esta opinion : (e El que, exceptuando las matemáticas
pUl'as, pl'onuncia ['l palabra: IMPOSIBLE, cm'ece por lo
ménos de prudencia , » De vez en cuando, algun viajero
célebre llega de países descl)nocidos, relata los usos y
costumbres de los pueblos que ha estudiado, des-
cribe las maravillas que ha visto, y nadie duda de su
veracidad; afirma como Livingstone, como Stan-
ley, como Réné Caillé y esto basta al público y á las
corporaciones científicas,
IncoDsecuencia de los cuerpos cientiftcos, -
¿ Hay muchos sabios que hayan visilado á Pekin, el
antípoda de París? Empero, ¿ cuántas cosas increí-
bles no se cuentan de él? Fabrican allí palacios con
la materia que á nosotros nos sirve buenamente para
hacer platos; hay mu que jeressólo poseen los piés
para no poder andar; hombres cuyos cabellos for-
man un largo rabo, á fin de que, en el momento de
su muerte, los ángeles puedan cogerlos fácilmente
para trasportarlos á la r.esidencia de los bienaventu-
rados; criaturas abandonadas que salvan milagrosa-
mente á los misioneros; -se ve una muralla única
que rodea la inmensa ciudad, y por la que mar-
chan veinte hombres de frente; en fin, hay mil sin-
ESPlRlTISM O.
'tularidades extraordinari as. Y bien, ¿ qué se diria del

sabio que tuviese la audacia de pon er en duda


198 MAGNETISMO.
la misteriosa África, de negar la existencia de
Pekin, que no ha visto, del que sólo ha oido ha-
blar?
Difícil exploracion del infinito. - Ahora bien,
¿ son ménos honorables los testimonios que afirman
los fenómenos magnéticos, que los de los viajeros
que han explorado el África ó la China? El mundo
espiritual es un mundo ignoto aun para los huma-
nos; negarlo, sería negarlo todo; la exploracion es
difícil, está erizada de' dificultades, de todo género
de peligros; gloria á los que á ellos se lanzan. Gene-
ralmente, todo el mundo, hasta los académkos, con-
cuerdan en reconocer una causa suprema, llámesela
Dios, principio universal, amor latente ú otro nom-
bre cualquiera. ¿ Existe una academia que la haya
explicado teóricamente ... ?
Realizacion de la obra de los Espíritus Creadores.
- El progreso marcha á pasos de gigante arrastrún-
danos en pos de sí; la ciencia ensancha diariamente
los límites de lo posible, y no puede preverse do
parará esa vertiginosa actividad; lo que ayer se re-
putaba irrealizable, lo vemos mañana en el dominio
de la realidad. El magnetismo, la ciencia maravillosa
del espíritu, de nuestra naturaleza invisible, será uno
de los más pasmosos decubrimientos de este ya
tan fecundo siglo. lIumínas e ya el horizonte con ful-
gores resplandecientes, desmorónase el antiguo
mundo, y se acerc"an los tiempos en que el magnetis-
mo se unirá á la ciencia en indisoluble lazo. Espere-
mos con serenidad el tan ansiado dia; la humanidad
entera verá entónces el término de sus sufrimientos;
ESP InITISMO. 199
en pl ena bienayenturanza se acer( :ar<Í al supremo
grado de p erreccion y quedará realizada la ohra de los
Espíritus Creadores .
INDICE
INTRODUCCION

Lo! all>ores del magnetismo. - Sus orIgines. - El espí-


ritu y la materia. - El maravilloso sobrenatural. -
La botella de Leyde. - El gas. - La electricidad. -
La fotografía. - El teléfono. - La aerostacion. - La
armonía universal. - Los tiempos futuros. - Desgracia
de todas las concepciones atrevidas. - El guia de la
humanidad. - Objeto de esta obra ................. .

PRIMERA PARTE
MESMER y EL MESMERISMO

CAPíTULO I. - Los precursores de Mesmer. - El iluminado


de Suecia. - Un libro divino. - Division de los espí-
ritus. - El abate Gassner. - Escena de exorcismo. -
El nuevo Mesías ............ " .• '" .. .. . .. .... .. . .. • (1
CAPíTULO n. - El profeta en París. - El fascinador. -
Produccion dellOagnetismo. - nesultado 'de los pase~.
- Mesmer y la Facultad. - Triunfo del magnetismo.. I~

CAPíTULO 1II. - Descubrimiento portentoso, - La cubeta


maravillosa. - Interior de la cubeta mágica. - Conver-
gencia y divergencia. - Condensacion del flúido. -
París magnetizado. - Curiosidad femenina.......... 18
~02 ÍNDIGE.
CAPITULO IV. El antro del brujo. - Los primeros mo-
mentos. - La cuerda conductora. - Sensaciones sin-
gulares. - La escena diabólica. - La música compa-
siva. - Furores de poseido. - El infierno de las
convulsiones. - Un cuadro del paraíso mahometano.
Efectos de la reaccion................ . . . • • • . • . . . • • . ~o

CAPITULO V. - Procedimiento para los adeptos. - No hay


efecto sin causa. - Court de Gebelin. - Relacion del
paciente. - Un entusiasta. - Un epigrama gracioso.
- El padre Hervier. - Una iglesia p,·epm·ada. - Un
milagro magnético. - El santo de Burdeos ..•.•..••• 26
CAPíTULO VI. Preparacion de la materia. - Prueba á dis-
tancia. - Obediencia pasiva. - El árbol encantado. -
Primer fenómeno de sonambulismo. - Magnetizacion
de la luna. - La exageracion de los discípulos. - UII
prodigioso proyecto........................ . ....... 3)
CAPíTULO VII. - El doctor DesIon. - El nuevo eden mag-
nético. - La propagacion. _ El templo del magne-
tismo. - Juicio de las seiioras. - La sociedad de la
armonía. - La facultad y el mesmerismo. - Proposi-
cion ministerial. - La comision académica. - Primeros
,,-
experimentos. - Sensibilidad á distancia •...•••.••.• vo)

CAPíTULO VIII. - Fallo de la comision o - Memoria secreta.


- Acdon recíproca de la materia. - La influencia del
contacto. - Atraccion de los sexos. - Descripcion de
la crIsis. ~ La reaccion explicada. - Efect~ desmora-
lizador del magnetismo. - Pregunta del teniente de
polida. - Conclusion singular...................... 4J
CAPÍTULO IX. - Triunfo decisivo. - Las dudas de un
provinciano. - Contra-memoria de M. de Jussieu. -
Nueva informacion. - La facultad vencida. - Curio-
sidad literaria. - Décima. - Invocaeíon á la posteri-
dad ..... ,...... ...... ............. .... .. ............ iG
CAPÍTULO X. - La debilidad de Mesmer. - Un astro caido,
~ Fin misel·able. -- El \'endimiador aéreo. - La ex-
periencia de Enrique de Prusia . ...:.. El Terror. - Época
de calma . ••••••. , ...... Ó. , •••• ' ••••• , • • • •• • • •• •• •• • 49
INDICI>. 203

SECUNDA PARTE
SONAMBULISMO

CAPÍTULO J. - Vn nombl'e radiante. - Procedifuientos


nuevos. - El alma rompe sus lazos. - Detalles biográ.
ficos. - Un alumno prodigioso. - El magnetismo en
Brest. - Vn buque p,·epamdo. - Vn muerto resuci-
tado. - Merced de los PP. Agustinos. - Vn reto
noble. - El jefe de la familia.................... . .. 51
CAPíTULO II. - Vn filántropo magnético. - El olmo de
Buzancy. - Las emanaciones saludables. - Una apre-
ciacion sensata. - Furor por los ál'boles preparados.
- Las maravillas de Beaubourg. - El indicador ' de las
enfermedades...................................... GI
CAI'íTULO III. - Descubrimiento del sonambulismo. - Mo-
mento de indecision. - La voz del espíritu. - Obe-
diencia á la órden mental. - El sexto sentido. - Pér-
dida de la memoria: - Una nota del marqués de
Puységur. - Un médico consultante. - Curas feno-
menales. - La Armonía de Estrasburgo. - Generali-
zacion pasmosa del magnetismo.. • . . • . .• • • • • . . . . . . • • 6.;
CAPíTULO IV. - El sonambulismo segun Puységur. - Expe-
riencias preparatorias. - Influencia de los cuerpos ce-
lestes. - Los siete polos. - La materia caótica. -
Creer y querer. - Citacion de Deleuze. - Resplandor
del flúido. - Consagracion del magnetismo. .• • . • • • . • 71
CAPíTULO V. - Demolicion y reedificacion. - No hay virtud
perdida. - La muerte de un justo. - El sonambulismo
en el siglo XIX. - El sabio Deleuze. - Facultades
magnéticas. - Ladoble vista. - Visiones del sonám-
bulo. - Recuerdo de lo ol,idado. - Dos séres dis-
tintos en un solo cuerpo.... .................. ...... 7G
CAPíTULO VI. - Laplace, Cuvier, Arago. - Las experien-
cias de 1820. - Un enemigo vencido. - El demonio en
Eretafla. - Conmocion de la Academia. - Golpes del
acaso. - Un hecho no prueba nada. - El fin del mundo. ~9
20* ÍND~CE.
CAPiTULO VII. - Excepcion honrosa. - Facultades sor-
prendentes. - Descripcion del aparato. - Las tinie-
blas. - La sonámbula. - Indisposicion del espíl'itu.
- Prueba de la lectura. - Leer sin ver. - La partida
de écarté. - Nombres inmortales. - Negativa rotunda.
- La humanidad adelanta.. . ............ . .......... 83
CAPíTULO VIII. - El charlatanismo. - Las sonámbulas fo-
renses. - El anzuelo. - La vista interior. - Un adi-
vino. - Explicacion de la adivir¡anza. - La lucidez
extraordinaria. - Delicadeza del tacto. - El vaso de
agua. - El juego de cartas. - Efectos del flúido. -
Ni magnetismo, ni sonámbulismo. - Los gabinetes de
adivinacion. - La ignorancia humana. - Nada vence
la verdad . ..••..•••••••• ,. . . . . . . . . •• • . . • . . . • . • . • • . . 87
CAPÍTULO IX. - ¿ Qué es el magnetismo 1- El flúido eléctrico.
- El alma del mundo . - El sistema nervioso. - El
sistema cerebral. - Los condensadores del flúido vi-
tal. - La conductibilidad nerviosa. - Imantacion de
un órgano. - Efecto en la persona. - Mandato del
alma. - Concentracion del dinamismo ••• " • . . • . . • . . • 93
CAPíTULO X. - Efecto durante el sueño. - Viaje por el
infinito. - Regreso al hogar. - Conversaciones con
los muertos. - El espíritu en el espacio. - Un genio
inconsciente. - Atraccion de un espíritu simpático. -
El amo y el siervo. - Libertad del alma. - La exis-
tencia doble. - Justas pretensiones al imperio de los
espacios maravillosos ••.•..•••.•..•..•. • ...•. '" . •. . 93
CAPíTULO XI. - La muerte segun el magnetismo. - Los
diversos paraísos. - El infierno católico. - Inmortali-
dad del alma. - Cambio de domicilio. - El espíritll
familiar. - Condena de los rebeldes. - La eternidad.
- La Causa suprema. - La pluralidad de los mundos.
_ . Individualidad del alma despues de la muerte. -
La proteccion de los difuntos........................ 103
CAPíTULO XII. - Manifestacion de los espíritus sobre los
séres animados. - Fenómenos morales. - Comunion de
los espídtus. - Vista á traves el espacio. - La confir-
INDICE. 20:;
macion. - Relacion del doctor Planty. - . Simpatías y
antipatías. '- Advertencias de las potencias ocultas. -
Oficio singular. - El p¡'íncipe Napoleon en Áfl'Íca. -
Manifestacion desoida. - Una muerte sin gloria
Lo sobrenatural ex·plicado....................... . ... 110

TERCERA PARTE
ESPIRITISMO

CAPíTULO 1. - Manifestaciones de los espíritus sobre los


objetos. - Naturalidad de estos milagros. - Lo que es un
medium. - Conferencias de los espíritus. - li,OOO fir-
mas probantes. - La mujer eléctrica. - Poseida del
demonio. - Nuevo acceso. - Las habichuelas salta.
doras. - Los veladores refractarios. - Electricidad
particular" " . '.' .. , .. , ........ , .... , ......... ",... 119
CAI'ÍTULO 11.- Persecucion de una mesa. - Sillas gira-
torias, - Una silla que habla. - La fuga de los pince-
les. - Una cocina encantada. - La tetera que .anda.
- Un cuadro animado, .... ,., ................... ,.. 1~5
CAPíTULO lIl. - Los espíritus golpeadores. - Insisten-
cia de los golpes. - Diálogo con un espíritu. - El
espíritu explica su parentesco. - Fundaeion del espi-
¡·itismo. - Oficina de com¡micaciones espirituales.
- Una nueva reJigion. - El Reverendo Hammon. "-
El cántico de los espíritus. - VJlrios fenómenosorigi.
nales. - El suelo en vibracion.......................) 128
CAPíTULO IV. - Experiencia oficial. - El decano de la FA-
cultad y los espíritus. - El taburete de cristal. -
Propagacion del espÍl'itismo. - Resúmen de los golpes
espiritistas. ·- Conversiones notables. - Comunica-
cion entre un padre y su bijo. - Jobn Edmonds. -
Sesion memorable. - lluminacion . fantástica. - Pro.
fecía realizada ........................... , ........ _.. Ill¡;
CAPiTULO V, - Relacion de un escritor católico. - Exámen '
de la habitacion. - El esplritll en la ventana. - El es-
{~
pir~tu. es pllliglota. -: Conversacio!1-c,otl~!1l! mag¡'e;.,-
Condescendencia del espíritu. - lHarav-illosa. .prueba.
- Revelacionesinesperadas. - ¿ Cuáles 'la mejor reli-
g,ion? - Al fin responde el esp.írltu. -No!,lay' religiol~
sensata. - Pregunta á la razon ...• ,.........•. ' ," __ ". ' líO
CAPíTULO VI. - Peticion al' Parlamento. - Los veladores gi-
ratorios. - La cadena concéntrica. - Efectos de la fe.
- Moralidad absoluta de los espíritus. - Orígen del
nombre dado á los veladores. -::: Cansancio de los po-
bres de ánimo. - El conde de Gasp3irin. - Ne¡;ativa
de la intervencion.- La varilla adivinadorn. ~ Fuerza
muscalal' inconsciellte.- El mejJr medio de comuni c
cacion .............................................: 145
CAPíTULO VII . ....:.. Los caracoles simpáticos. - ' Un hombre
del Génesis. - Comunicacion sin hilo 'COildilctor; ·':'- :Un
sistema complicado . ...;" Un 1I0more de biell. -' Tieíllpo
de espera. - Descripcion del aparato. -Conmocion
de caracoles. - El caracol alfabéii,co. - Brújulas ani-
males. - Desaparicion del inventor ...........' •••.•• _' ¡"I
CAPíTULO VIII-. - El magnetismo en medicilia. - ha inselj·
sibilidad magnética. - Operaciones delicadas'. - RéC
dencionde la mujer. - Hipnotismo ó suellO nervioso.
- Modo de obtenerlo.- Efectos producidos. - Per-
tUl'baciones posibles. - Semejanza del hipnotismo y del
espiritismo. - Electro-biología. - Preparacion del fe.
nómeno. - Sensaciones imaginarias. - Un hechicero
fantástico. - Lo que es el estado electro-biológico. • . . 155
CAPíTULO IX. - Qué se entiende por espiritismo; c::... Divi'
sion del espiritismo. - Espíritu encarnado. - Esencia
del espiritismo. - Lo que han sido las religiones. - Es
espiritista el que quiere. - Sistema del mundo. - Es-
píritus elementales. - Vidas sucesivas . ..,... Movimiento
ascensional. - Los mundos. - Metamorfósis. ........ IG'~

CAPiTULO X. ~ Los espíritus no-enéarnados.- Inherencia


de los espíritus. - Sócrates,' Shakspeare, el Tasso. -
Los genios .. - Losmensajel'os de Bioª, -Los ángeles
caidos. - Represenlácion de. Satanas. - p.r¡ctos diabó"'
INDICE. 207
Iicos. - Los duendes. -:- La única vida es la espiritual.
- El m:\s grande hombre de la humanidad.. ...... •••. lG'
CAPíTULO XI. - Los mediums. - El mayor descuurimiento
del siglo XIX. - Division de los mediums. - Disposi-
ciones para la experiencia. - Objetos necesarios. - Las
apm·iciones. - Observaciones. - Reunion en familia.
- Burlas de los espíritus infedores. - Los espíritus
superiores. - La ciencia del porvenir............ . .. 1j3
CAPíTULO XII. - Prensa de la nueva ciencia. - Banquetcs
espiritiStas. - Un viajo, triunfal. -Extracto de lit
« Religion laica . • - Helariull de M. Godill . - Dos
fenómenos á ousel·val·. - Las dos pizarras. - Signos
de reconocimiento. - Descripcion de la mesa. - Pre-
sencia de la fuel'za invisible. - Primera prueba. -
El lápiz mágico. - Escritura árabe ó china. - Realidad
del fenómeno. - Explicacion deLcspíl'itu. - Llegada
ce los escribientes. - Lo que puede pasar enh'e dos pi-
zarras. - Los escritos de un espíl'itu superior. - Com-
placencia espiritual. - Una pizarra voladora. - Una
pléyade ilustre. - Las leyes superiol'es dc la vida . -
(lna mano oculta. - Fotogl'afías de apa l·ecidos. -
M. Reiniers, de Richmond...... . ............... .... 180

CONCLUSION
Medicion de lo posiule. - La vida de los nlll'!I'lOS. - Los
anzuelos de los difuntos. - Lógica convincentc. - PÚ-
ginas suulimes. - Deplorable ceguedad. - Considera-
ciones importantes. - Locul'a general. - Nada hay im-
posible. - Inconsecuencia de los cucrpos cienLíficos.
- Difícil exploracioll dlll infinito. - Rcalizacion de la
obra de los Espíl'itus CI·cadorcs ........... , ... , . ..• . 19 I

FIN

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