1963 087 LNB

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LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA

JUNTA DIRECTIVA

PRINCIPALES: SUPLENTES:

Dr. Bernardino González Ruíz Sr. Don Luis Eduardo Guizado,


Ministro de Trabajo, Previsión Vice-Ministro de Trabajo,
Social y Salud pública. Previsión Sociai y Salud públ1ca
Señora Doña Señora Doña
Cecila Orilac de Chiari, Magdalena Conte de Duque.
Presidenta de la Cruz Roja Secretaria de la Cruz Roja
NacionaL. NacionaL.
Sr. Don Raúl Arango N. Sr. Don Luis Carlos Endara,
Comandante Primer Jefe del Comandante Segundo Jefe del
'i
Cuerpo de Bomberos. Cuerpo de Bomberos.
Sr. Don René Orilac, Sr. Don Eugenio Barrera,
Gerente General del Banco Gerente del Banco Nacional
NacionaL.
'\
Dr. Alberto Bissot, Jr. Sr. Don José Velarde
Director Médico del Hospital Sub-Director para Asuntos
Santo Tomás. Administrativos del Hospital
Santo Tomás.
Sr. Don Guilermo Ford Sr. Don Roberto Eisenman Jr.
"
\ Presidente de la Cámare. de Vice-Presidente de la
Comercio. Cámara de Comercio.
Reverendo Padre Reverendo Padre
Enrique D' Andreis Emeterio Serrano
Director del Instituto Técnico Vice-Director del Instituto Técnico
"Don Bosco" "Don Basca"
Sr. Don José Félix Gõmez, .'

Secretario de la Directiva.

ADMINISTRACION:

Don GUlLLERMO E. QUlJANO, Lic. AGUSTIN FERRARI


Director General Sub-director general.
Prol. BRAULIO VASQUEZ, Don MANUEL DE J. ESPINOSA
Jefe de Contabildad. Tesorero
..;¡
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No. /)7 SUMARIO Febrero, 1963

NOTAS EDITORIALeS: Página$.


Centenc:rio de L.n benef~icLor (General J. M. Nuñe;z Roca) 3
Un nuevo Obispo panahicño (Monseiior J. M. Carrizo Vilhyreal) 4

Mudó un cultiv:ï:idor del ar::e teatr¡~J (D. Alberto C~i\vo (C¡ilvh:he) 5

HOMENAJE:
En el centenario del Generd Núñez Roca~ por Ernesto J. Ca~ti11ei-o R. .. 6

NUESTROS COLABORADORES:
84 en la revist3. "Loteda" en 1962 io
BODAS DE ORO:
En los dncuenta años de la pdmera graduación del Instituto N~cionill de Panr-!má.
Discu..so del i:x~Rcctor, doctor Rafael E. M05cCtu 11
EDUCACION:
E.I ¡'Instituto Bolívar'. ,-Anteccdcnt~s.~Sf:gunda gr:rduación.-Discurso p..ontliiciado
por e~ Lic. Manuel Roy, Presidente de 1:, Socie:rl:id Boljv~r¡ana de Panamá.. en
el Acto de Graduación dd "Instituto Bolivar" .. _ . . . . . . 24
SEMBLANZA:
:En alabanza de Henri Dele\lze, por el Arq. Ricardo J. Bermúdez 29
PAGINA DE POESIA y LITERATURA:
Mirajes de Arte.-(Páginas de un libro que Quizás nunca $e puhlicará) .-- Las fon-
tanas de Roma, PQr Lola C. de Tapia . _ . . . . . . . . . . . - . - - . . . . - 31
GANADERIA:
La ganadería en Colón, por el lng. Luh H. Moreno Jr. .. 35
ENSAYO:
La imprenta y el period.ismo en Panê:iná. diuantu el período de 1:1 C"-iln Colombia
(1821-1831). por el Pro!. Rodrigo M;ró ... .. .. .. .. . . 40
ETNOLOGIA:
El indio guaymí dç Cricamola, por el Dr. José Manuel Revcrte C. ... 70
AVISOS:

Números premiados por los sorteo~ de 'la Loteríl. Nacional de BenericencL,:i en 96


el año de 1961 ................... .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . .
Número$ premiados por los sorteos de ll. Lotei"Ía Nacional de Beneficencia el1 el
año de 1962 (tercera página de la contraportada) - - - . . . . . . - . . -
Instituto de Viv;enda y Urbanismo (IVU) .................................. 9
D;stdbu;dona Comercial S. A. (Cerve;ta Balboa) ............. - . . . . . . . , . . . 23
Banco Nacional de Panam~ - . . . . . . . . . , . . . . . . , - . , . . . . . . . . 30
Caja de ahorros - . . - . . . . . - . . ,. . . - - . . . . . . . . . . - . - 69
Caja de Seguro Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

Toda la correspondencia dirijase a Revista '~Loteria"


Apartado 21 - Panamá - 'RepúbUca de Panamá.
Impreso en los TallerlBs de "El Panaiá Amé..ica".

2 LOTERIA
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Dit"iIctor:

~L3(;
ORGANO DE LA LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
Don Guillermo E.
Qui)ano

l!ditor:
Jua.n Antonio Su.tu

11 EPOCA - PANAMA, R. DE P. . FEBRERO DE 1963 - No. 87

~ Ettl: CENTENARIO DE UN BENEFACTOR


(General J. M. Núñez Roca)
En Santa Marta, Colombia, nació el 15 de febrero de
1863, don José Marìa Núñez Roca.
Vino al Istmo de Panamá, donde fue Secretario del
Prt'fecto de la Provincia de Los Santos, don José Hurgos.
Años más tarde ejerció las funciones de Inspector de Ins-
trucción Pública,. y en uno de sus muchos viajes ~ UCú,
casó all con la distinguida dama doña Antonia Quintcro.
En varias ocasiones fue Secretario de Gobierno en el
Estado del Magdalena, Colombia, y Prefecto de Rìo de
Oro, en cuya época tuvo destacada participación en' las
guerras civiles de Colombia. En la llamada "Guerra de
los Mil Dìas" fue ascendido a General de Brigada por el
Gobierno colombiano.
Desde temprana edad se dedicó al periodismo. Fundó
en Santa Marta, el periódico "La Gironda" y colaboró en
el diario "El Porvenir", de Cartagena, organo periodìstico
del Prpsidente de Colombia, doctor Rafael Núñez. Vuelto a
Panamá fue director de la "Defensa Social" y aquì, como
abogado, formó parte de la firma "Amado y Núnez Roca".
La mayor parte de su vida la pasó en Ocú, en donde se
dedicó a la enseñanza y a la medicina, para suplir la ca-
rencia de médicos en el interior del paìs. Murió el 6 de ene-
ro de 1940, dejando a sus hijos ya profesionales de la me-
dicina, la dentisterìa, de la ingenierìa, de la pintura, etc. . .
El pueblo de UCú, dedicó en el centenario de su naci-
miento, un cordial recuerdo a la memoria al que habìa
sido su Benefactor.

LOTERIA 3
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UN NUEVO OBISPO PANAMEÑO


(Monseñor J. M. Carrizo Vilarreai)
El 26 de enero de 1963, el Santo Padre Juan XXIII,
eriiiió la nueva Diócesis de Chitré. con territorio rlesmem-
bi'udo de la Arquidiócesis de Panamá. La nueva diócesis
de Chitré abarca las provincias de Herrera y Los Santos
con una población de 131.811 habitantes y una superficie
de 6220 kilómetros cuadrados.
Su Santidad el Papa Juan XXIII nombró primer Obis-
po para la nueva circunscripción eclesiástica de Chitré. al
IlustrÌsimo y Reverendìsimo Monseñor José MarÌa Carrizo
Vilarreal, prelado doméstico de Su Santidad, Cura Párro-
co de la Iglesia de Santa Ana, de la ciudad de Panamá.
El nuevo Obispo será consag-rado en la Ig-lesia de Chi-
tré, el doming-o 24 de marzo próximo, quedando converti-
da en Catedral, este templo.
Hasta ahora, tres panameños de nacimiento ocupan
los cargos de Obispos. Ellos son Monseñor Tomás Alberto
Clavel lVéndez, Obispo de David, en 1955; Monseñor doc-
tor Marcos G. McGrath, Obispo Auxilar de la Antuidió-
cesis de Panamá, en 1961, y Monseñor Carrizo en Chitré,
en 1!.6:J.
La elección de los nombrados significa para nosotros
motivo de justo org-ullo, pues es otro paso a nuestra inde-
pendencia en materia eclesiástica, que no la posecinos to-
talmente.
Durante la Colonia tuvimos siete obispos istmeños:
tres (:n Panamá y los otros cuatro en Nicarai;ua, Cuzco,
'l'rujilo y Guamang-a. Y también un Arzobispo electo, en
1777, el doctor Francisco Javier de Luna Victoria y Castro,
quien no se posesionó, a causa de su muerte.
En nuestra unión a Colombia (1821-1903), ningún pa-
nameño ocupó la mitra.
El obispado de Panamá fue sufrag-áneo de los Arzo-
bispados de Lima (1548) y Bog-otá (1836), y de la Al'quidió-
cesis deCartag-ena (1901), separada de ésta en 1925. para
ocupar la categ-orìa de Arquidiócesis de Panamá, en la cual
han servido tres Arzobispos, no nacidos en territorio ist-
meño.
Aspiramos todos los panameños a qUe un compatriota
llegue hasta el Arzobispado, para de esta manera nacio-
nalizar nuestro clero y afianzar nuestra total independen-
cia eclesiástica.

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MiJRIO UN DIVULGADOR DEL ARTE TEATRAL


(D. Alberto Calvo (Calviche)

Eiia de febrero de 1963, falleció en la ciudad de Pana-


má, el popular "Calviche", nacido Alberto Calvo Hurtado.
cuando iba a cumplir sus 76 años de edad, pues hahìa na-
ddo en esta urbe el 22 de marzo de 1887.
La ~eneración actual conoció a Calviche cuando se de.
dÜ'aha a la venta y rifa de los biletes de la LoteÚa Na-
(~ional de Benefkencia de Panamá, pero ignora su impor-
tancia en iiuestra vida cultural. Tuvo Calvo una sólida edu-
(~ación y una vasta ilustración.
El profesor Gonzalo Brenes C., publicó en la revista
"Lotel'a", número 35, de octubre de 1958, con motivo del
diH~uentenario de nuestro Teatro Nacional, un artì(~ulo que
lleva por tìtulo: "El Teatro NacionaL-Casa de Cultura.-
1908.U)58", en cuya página 45, dice:
"ALBERTO CALVO, nació en Panamá en 1887 y tuvo
por largos años el cargo de taquillero en el Teatro Nacio-
iial ('omo sucesor de Pablo Paz, quien lo habìa sido desde
1908. Alberto Calvo entró en 1919 al servicio del Teatro
NadOfliL. A la muerte de don Carlos J. Cucalón auedó e_ier-
l-i'ndo las funciones de Administrador ad-honorem por lar-
ga serie de años, aún después de que el Gobierno Nacional
creó un sueldo para ese cargo y nombró a otra persona pa-
ra ese empleo. Su estrecha vinculación con las actividades
del Teatro Nacional durante más de 30 años le hacen fuen-
te inaE!otable de datos y referencias. Gracias a él se han
conservado fotografìas, programas, bordelós, y otros ob-
jetos informativos sobre el pasado de nuestro Teatro".
En la misma revista hay una entrevista que el iierio-
dista Ariel Castro hizo a don Alberto Calvo (páginas 57 a
60). que tiene por rubro: "El Teatro Nacional y altlo de
su historia", en donde se ponen de manifiesto las activi-
dades de Calviche, como cultivador del arte teatral.
Mañana, cuando se escriba en extenso sobre la histo-
ria de las Bellas Artes en Panamá, las informaciones de
Calvo serán de gran utilidad, pues aportarán datos de gran
valoi'.
Serìa de justicia que nuestro Gobierno adquiera el ar-
chivo que dejó el señor Calvo Hurtado, para iiuesh-o mu-
seo de Historia NacionaL.

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dlnuji:
En el Centenario del General N úñez Raiea
por: Ernesto J. Castilero R.

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El 15 del corriente mes de febrero se cumple el primer centenario del
nacimiento del General José Maria Núñez Roca, excelso benefactor de
Ocu, uonue su soçicuaci celebra çon tal motivo un homenaje ue recuerdo
postumo en su honor.
Este acontecimiento social es proplCIO para re-vivir en la presente
ocasión mis memorias sobre el personaje a quien el pueblo de mi 'laci-
miento no olvida, ni olvidará con muy justificados motivos. Porque el
ilustre desaparecido significa para Ocú una nueva era de su vivir y el
punto de partida de un renacimiento cuitural que con el transcueio de
los años no ha declinado, sino, antes bien, cada día es más sobresa-
liente.
Veinte años justos hace que escribí una semblanza sobre el General
Núñez Roca, de la cual extracto algunos párrafos cuya reproducción no
considero fuera de lugar en estas páginas, asociando por medio de.~llu3
a la revista LOTERIA -enfoque de todo lo que es preocupación cultural
del pais-, al tributo de mi pueblo al mejor orientador en vida, de S~l
juventud.
El General José María Núñey. Roca llegó a Ocú joven, y all fundó su
hogar escogiendo para esposa a una virtuosa dama de esa sociedad: Do-
ña Antonia Quintero. El Istmo de Panamá se cobijaba entonces bajo el
tricolor de Colombia como Departamento de esa nación. Desde entonces
inició con entusiasmo su obra social entre los Clcueños. respondiendo así
a sus ideales de progre.so que supo inculcar en los habitantes de ese dis-
trito, y se constituyó aitruisticamente en el PlOÜO de iágrimas de las fa-
milas, el socorro seguro de los necesitados, el médico acertado de sus
dolencias físicas, el consejero en los negocios y el amigo, en fin, de todi)s
los ocueños sin distingas de edades ni de condición sociaL.

Incansàble en la práctica del bien, enseñó al mismo tiempo con el


consejo y con el ejemplò. Era constante en sus propósitos y no dejó pa-
sar un minuto de su existencia laboriosa que no lo dedicase al mejora-
miento de la comunidad, procurándolo con nuevos y eficaces iniciativas,
o al adelanto intelectual de sus habitantes por medio de actos literarios
que despertaban en éstos estímulo para el estudio.
Fue agricultor e industrial; practicó la medicina con acierto y ejer-
ció con provecho la abogacia. La milcia le ocupó no poco.; años. En
ella adquirió los más altos grados deFEscalafón, que sin regateos le con-
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firió el Congreso de Colombia, su patria. Su delectación, por otra parte,


en las Bellas Letras, resuhó en él una manifestación más de su espíritu
selecto. Los buenos libro.. le hicieron todo el tiempo en aquellas soledu-
des, grata compañia e iluminaron con la luz de la ciencia, las horas que
no dedicaba al trabajo del campo o al bufete, y fueron un refugio on los
dias de amargura, solaz en las tribulaciones y descanso de las recias
luchas.
La influencia que ojerció el General Núñe7. Roca en el desarrollo cul-
tural de Ocú, fue admirable y es por ello que sus habitantes le hacen
este sentido homenaje. El, como dije en ocasión de su muerte, deSdc su
arribo a nuestro pueblo representó para él una era nueva de su existen-
eia social: mamó un rumbo idealista a nuostras familas que retiradas de
los centros de mayor civilzación y de 1m focos de enscñan7.a, dejab~tl
deslizar sus vidas en ambiente sencilo e ingenuo, el cual, si se aprecia
desde los cstrados dcl progreso moderno, no merece otro calificativo qu~
el de colonial; orientó por los caminos de la educación escolar a nuestro
bello sexo haciendo abrir all la primera escuela oficbl para niñas y des-
vaneció el retraimiento de los varones encaminando sus pasos hacia los
colegios de la capital para que ilustrasen sus inteligencias y abriesen nue-
vos panoramas espirituales a sus vidas hasta entonccs de limitados ho-
rizontes. Asi se inició ese peregrinaje cada año mayor de aquella juven-
tud de ambos sexos descosa de instrucción, a los planteles de segunda
enseñanza de Panamá y a las Universidades del extranj era, y Ocú, con
el correr de los años adquirió la justa fama que conserva, do poseer la
sociedad más instruída que pueblo alguno del interior de la República
pueda ostentar.
y allá, en ese Ocú para él tan querido, como atrás dijimos, levantó
su familia que fue y es modelo de caballerosidad, trabajo e ilustración.
En Ocú pasó el Gcneral Núñez Roca luengos años dcdicado a la :ud;.\
brega para adquirir su bienest,ar económico, tuvo sus contratiempos y
sus desgracias que asestaron scrio golpe a sus esperanzas; mas pareció
que para él habia sido escrito este pensamiento: "Mira todas las cosas
por ei lado bueno y prc.cura que tu optimismo se haga real y verdadero".
Nunca perdió la fe, y la Providencia premió al fin de su vida ese don
precioso de la fe, concediéndole la satisfacción del triunfo cn todos ;;us
empeños.
Algunos de sus postreros años los pasó en Colombia, en el desempe-
ño de delicados cargos como el de Gobernador del Magdalena, pero lue-
go, cuando agotadas casi sus fuerzas físicas por los años y la~ dolencias,
sintió las nostalgias de su amoroso hogar perdido en aquel distante va-
lle panameño, obedeciendo a la atracción de lo suyo, regresó a él en bus-
ca del afecto de la famila y la compañia de los amigos de Ocú.

A ese refugio amoroso retornó, pues, cansado peregrino, en busca de


la paz y la serenidad de la vida, tan necesarios para él que sentía ya el
desgaste fisico, precursor de la eterna paz del sepulcro.

El 6 de enero de 1940, en mcdio del dolor de todo el pueblo bajó al


sepulcro el inclito ciudadano de memoria imperecedera para la comunidad
ocueña. A su última morada le acompañaron la admiración, el reconoci-

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miento y cariño de Su¡; numerosos amigos, sentimientos éstos que con el


corrcr del tiempo ¡;e dilatan y acrecen, conforme se espiritualiza el re-
cuerdo de SU¡; bucna¡; accione:;. Al sumirse en la noche profunda del se-
pulcro, en esa rcgión misteriosa exenta de dolor y ajena a las pasiones
que agitan a la humanidad, tengo la convicción de que el General Nli--
ñez Roca llevó la convicción de que su palabra no se perdió en la indife-
rencia, y que el pueblo de Ocú seguiria respondiendo al e¡;timulo de su
consejo persuasivo y ¡;u cjemplo para elevar más cada día la cultura.
Asi ha sucedido. La prueba está en que despué¡; de dos décadas dc
su de,c;aparición, no ha olvidado al benefactor de antaño. Ayer Ocú le
erigió un busto para perpet,uar su efigie, y hoy celebra con fiestas cívi-
cas la fecha centenaria de su nacimiento y le tributa asi el más delica-
do homenaje, el que la cultura indica, esa cultura que el ilustre desa-
parecido supo inculcar en los ocueños de antaño y que es la mejor pre-
sea de los ocueños de la presente generación_
Panamá, febrero 15 de 1963.

--
UCONS1'RUIR ES GOBERNAR"
-Roberto F. Chiari.
* * *

INSTITUTO DE
VIVIEND'Å y
URBANISMO
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Ilni: .t (J Å.:

En los cÍ1icuenta años de la primera graduación


delliistituto Nacional de Panarná. Discurso
del ex-RectorJ doctor Rafael E. Moscote.
* * *
Por genti invitación del señor rector, incitación que agradecemos,
nos cabe esta noche el privilegio de ocupar la tribuna del Instituto Na-
cional, nuestra Alma Mater de recuerdos infinitos al cual hemos estado
vinculados, en diferentes órdenes del espiritu, ciurante un buen tramo
de nuestra vida. El acto solemne, que congrega a una lujosa concurren-
cia de funcionarios públicos, de padres de familia y oe varias generacio-
nes de institutores, tiene una doble importancia histórica. A la vez que
un grupo de futuros ciudadanos recibe el espaldarazo por haber Lermi-
nado satisfactoriamente sus estudios en la inscitución, se conmemora
el cincuentenario de la primera graduación del planteL.
Hace cinco décadas, en efecto, que los primeros emisarios de la con-
ciencia institutora, se lanzaron por los caminos de la vida con firme ex-
presión de entusiasmo y de confianza en el tipo
de educaciÓn que mol-
deó su espíritu. De esta suerte se cumplia entonces un ciclo académico,
que bajo la inspiración de mentores resDonsables, iria a demostar, a
la postre, el sentido de esa conciencia institutora a que aludimos. Gene-
ración ésta, orgullo del pais, integrada por distinguidos historiadores, 1101'
profesionales de la enseñanza, en una palabra por rectos ciudadanos, to-
dos de un elevado calibre moral e intelectuaL. Está lejos de nuestro Úni-
mo hacer un recuento de orden cronológico de todo el acontecer institu-
tor. Nos proponemos, más bien, hacer un análisis general de lo que ha
significado y sigue significando lo que ha dado en llamarse la tradición
instit.utora. Tradición que muchos de los presentes hemos vivido en ::us
aulas y pasilos y a través de las sabias enseñanzas de algunos inmorta-
les de la educación cUYo recuerdo generoso invocamos con unción cuasi
religiosa por lo que hicieron por la juventud panameña. Cumplir~on el
ideario de esos maestros es la mejor forma de rendirle culto permanente
a su memoria.
Es este momento, en realidad, un motivo inSDirador para volver la
mirada hacia atrás y recorrer de nuevo, con el vuelo de la imaginación,
los senderos Ya transitados por varias generaciones ne esfonmdos nala.-
dines del ideario institutor oue him seQ'uiòo lris huellas dp las primeras
generaciones del Nido de Aguilas. Desafortunadamente, somos por lo ge-
neral injustos con el pasado, ya que sólo recogemos lo que ha acont~ci-
do, por el mero afán mecánico de recogerlo Y guardarlo en forma de me-

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morias o archivos muertos y poco es 10 que hacemos por identificarn'Js


espiritualmente con ese ayer que queremos exaitar.
Por allá por 1909, a paco más de un lustro de iniciada la República,
cuando el doctor Eusebio A. Morales, uno de los constructores de la na-
cionalidad, ocupaba la Secretaría de Instrucción pública, se establecía el
Instituto Nacional como signo promisorio e inequivoco de reafÎrmación
democrática Y repUblicana. Es este un punto en el cual debemos insistir
para oponerlo a derto tipo de interpretación maliciosa que pretende dar-
le un sesgo distinto a los verdaderos propósitos que tuvieron en mientes
los creadores de la institución. Jamás pensaron en convertirla en '3en-
tro de catequización sino en hacer de ella antena del pensamiento li-
bre, foro y tribuna del juego iguaimente libre de las ideas.
Desde la primera graduación, en 1913, hasta hoy, ha transcurrido
medio siglo al servicio de ese ideario al cual nos referimos. Medio siglo
durante el cual el mundo civilzado ha sufrido las peripecias de dos vio-
lentos conflictos mundiales; que ha contemplado el desarrollo progresiVO
del estado liberal, al cual le debemos los cambios más fundamentales en
todos ios órdenes de la vida republicana. Medio siglo durante el cual
se ha transformado el mismo ideario liberal para dar paso a un libera-
lismo más humano que exalta al hombre libre como la razón de ser de
las ansias de renovación social; que ha contemplado el desarrollo econó-
mico del pais, desde una etapa incipiente hasta la planificación Y el tra-
bajo técnico que a diario realizan los vehículos de acciÓn del estado; que
ha palpado el desarrollo de una conciencia nacional firme y decidida que
reclama para el país un tratamiento internacional más en consonncia
con una concepción de so1:erania a la cual tenemos derecho como Pu(~-
blo libre. Medio siglo, en fin, en que la voz del Instituto, ya como orga-
nismo ya como expresión de sentimientos colectivos, se ha dejado oír sin
reticencias Y sin vacilaciones. No es aventurado sostener, en este senti-
do, que la voz del Instit,uto ha sido, en ocasioner;, la voz y la conciencia
de la República.

Todo este magnifico acontecer nacional, dentro de las normas cons-


titucionales, representa un mentis para aquellos que sostienen la nece.-;i-
dad de supuestas reformas, en ios diversos aspectos de la vida paname-
ña, sin advertir que las ansias Y los anhelos revisionistas han sido una
modalidad constante en todas las etapas de la vida civilzada. y esto ha
sido cierto en la polítca, en el orden económico y en el plano más cer-
cano a todos nosotros, en el de ia educación. Lo que sucede es que mu-
,chos confunden los ideales revisionistas, tan caros al espíritu humano
reflexivo, con la estridencia Y con las vanas pretensiones de resquebra-
jan el andamiaje de las
instituciones republicanas. En el caso especifi-
co del Instituto Nacional observemos como desde 1909, fecha de su fun-
dación hasta el presente, se han sucedido, en una como caravana intel-
minable, planes y programas que tienden a mejorar las condiciones aca-
démicas del estudiante, normas más adecuadas en la selección del per-
sonal docente, amén de los esfuerzos de todos los Rectores por mejorar el
equipo de trabajo, los labOratorios, la biblioteca y Ion talleres. De igual
suert,e, el Instituto fue depositario de la cultura naeional hasta el :i:ño
de 1935 cuando se estableció la Universidad de Panamá como su proyec-
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clOn inevitable. Todos estos son hechos elocuentes que forman parte in-
tegrante del desenvolvimiento progresivo de la institución que se supe-
ra cada vez más empujada por la fuerza incontenible del progreso edu-
cativo.
En el sentido indicado, de mejorar su condición académica, el Insti-
tuto Nacional ha laborado desde su fundación, con firme consciencia de
que educar significa equilbrio, respeto y tolerancia; que cuando en oca-
siones, que no son del caso mencionar, se ha roto en el decurso de su
vida ese equilibrio y esa temperancia han vuelto a la postre, los aires de
sosiego y de tranquilidad, elementos indispensables para que el proceso
educaÜvo se realice plenamente.
Los que hemos tenido la oportunidad de vivir los primeros años de
la institución y colaborar posteriormente en la organización y direccion
de la misma sabemos que su trayectoria académiea ha seguido la ruta
invariable del progreso. Esta es una verdad incontrovertible pese a aque-
llos que con nostálgico acento se han quedado paralizados mirando ha-
cia atrás y no han sido capaces de advertir los nuevo; derroteros y los
nuevos cauces que se le han abierto al Instituto ante la marcha fatal
del tiempo. No han lugrado comprender, por otro lado, que del fenóme-
no del crecimiento de la población estudiantil, del profesorado y de las
relaciones entre la institución y los padres de famila han surgido nue-
vas sil,uaciones y nuevos problemas que eran extraños a cualquier lJlan-
tel educativo hace unos cuantos lustras.
Comprender este fenómeno, a la vez de caiácter demográfico y )si-
co1ógico, nos ayuda a penetrar con cuidado en el análisis de la vida ins-
ti tutora en su perspectiva hLtórica que es mucho máli compleja que lo
que las mentes simplistas y sentenciosas, que han perdido la noción del
tiempo, quisieran que fuese. Un sólo ejemplo es suficiente para ilustr'll
este punto. La mente juvenil de hoy, mente inquieta por mil motivos y
circunstancias tiene que ser distinta a la mente juvenil de hace unas
cinco décadas. Esto es asi en estricta lógica. Quienes vivimos la era del
coche, de la carreta y del cine mudo nos formamos en un ambiente to-
talmente distinto al ambiente de hoy, un mundo camb'lante de radios,
televisores, jets, viajes interplanetarios y telescopios orbitales.

No es cuestión de determinar, en efecto, qué mundo fue mejor. Son


dos mundos distintos y los horizontes de ayer no son los mismos horizon-
tes de hoy. Nada es más engañoso, además, que querer fijar categürias
y establecer comparaciones entre las instituciones de ayer y las de hoy.
Como puede comprenderse, pretender hacer paralelos de esta índole 1'-
quivale a violentar el principio de la continuidad histórica y el del desa-
rrollo natural de las cosas humanas. No hay, en realidad, ninguna gra-
duación institutor a que no haya aportado elementos sobresalientes en
todos los órdenes de la vida ciudadana al torrente circulatorio de la w-
ciedad panameña. Todo es cuestión de dejar que la acción del tiempo
siga su curso que no puede variarlo ninguna consideración subjet,iva o
sentimental.
En ocasiones, como la de esta noche, es conveniente insistir de nue-
vo, como ya lo hemos hecho en otras circunstancias, en algunos rasgos
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de la tradición institutora que se han mantenido latcntcs en el transcu-


rrir de su vida académica y espirituaL. Uno de estos rasgos inconfundi-
blcs es la idea-eje de la formación integral de los alumnos como l1na
aspiración constante de sus Rectores, de sus profe,:ores y, en fin, de to-
dos aquellos en cuyas manos ha estado su formación académica. Esta
idea, la de orientar hacia la formación de mentes integrales, es antité-
tica a la idea de crear en los estudiantes una sola visión de las cosas lo
cual está reñido con la formación de la mente juvcnil de manera amplh,
libre de prejuicios y de antipáticas posiciones ideológieas. Es que la
formación intcgral del estudiante tiende a condicionar la mente de ma~
nera equilbrada, con cl espiritu rcposado y presta a oponer el dialogo
a cualquier intento de regimentar el pcnsamiento mediante peligrosos es-
pejismos dialecticos. La formación de esa men,.e integral, que ha ¡;ido
un desideratUln acariciado por la conciencia instÜutora, ha contribuido
a crear, en fin, un tipo especial de persona humana institutora cuya pa-
sión más sobresaliente se traducc en tcrminos de imaginación, de liber-
tad de pensamiento y de la ac(.ividad creadora que le brinda alas al en-
tendimiento.
Esta ha sido, scñores, uno de los puntales, casi invariable, de la fi-
losofia cducativa del Instituto Nacional desde ,':U fundación hasta nues-
tros dias pese a cualquier otra interpretación sobre este asunto. Uno de
los rectores del Instituto Nacional decia cn 1927, con motivo dc cumplir-
se io años de la fundación del plantel "yo he pensado siempre que
la enseñanza mejor conducida, la más rica en informaciones de detalle,
la que más estrictamente se ciña a las indicaciones de los programas, se-
rá siempre incomplcta desde el punto de vista de la actualidad y del di-
namismo evolutivo de las ideas mientras en el aula casi todo veLie sobre
nocioncs envejecidas o sobre una ciencia que se supone ya perfecta y que
por lo mismo, apenas se cree necesario renovar. Estas condiciones r:n
las que ticncn convertidos nuestros establecimientos docentes en verda-
deros templos sombrios en donde unas veces sin quererlo, y, las más,
queriéndolo, sólo hay tiempo para la adoración lacrimosa del pasado.
¿No se puedcn romper estos moldes tan cstrechos? ¿No puede la e,3Cue-
la organizar su enseñanza de manera que los alumnos asuman el carác-
ter de colaboradorcs activos y conscientes en la formación de su propia
individualidad? ¿Por qué no podemos hacer que ellos mismos se pro-
vean de los nuevos conocimientos, de los nuevos hechos que. dia tras rlia,
se van elaborando en los ga1"netes de los sabios, en las páginas del li-
bro y en las dc la revi3ta? Si no es posible despertar en los jóvenes la
curiosidad, el deseo vehemente de leer, pero de leer con método, con ~ro-
babildades de asimilar lo leido y de que los frutos de esa lectura se con-
viertan en conciencia motora quc les indique los derroteros del porve-
nir, ¿qué objeto tiene la escuela?"

Las reflexiones anteriores, escritas hace cinco lustros, representaban


las aspiraciones del Instituto Nacional de enderezar su vida académica
por los caminos de una legitima y armónica cultura integraL. De enton-
ces para acá los modos cambiantes del conocimiento humano han ~'ed-
pondido, en lineas generales, a esa aspiración que señalamos. De esta
suerte ha pasado, por las aulas del Instituto lo más sobresaliente del
pensamiento fiosófico con miras a iluminar los senderos recorridos por
20 LOTERIA
Digitalizado por la Asamblea Nacional

el fiosofar como maxima expreslOn de la capacidad reflexiva del hom-


bre. Nunca se ha pensado, desde luego, en producir filósofos en ma::'1,
desvinculados de la realidad nacional Y del mundo circundante, sino iri-
dividuos sagaces, que puedan comprender la evoluc1ón de las ideas en
secuencia de lógica continuidad.
De igual suerte la ciencia, en todas sus manifestaciones, ha estado
siempre presente en los planes y programas de estudio. Esa ciencia que
hay que beber en fuentes puras, según la conocida expresión del doctor
Eusebio A. Morales. Ciencia que constituye en la hora presente parte
apreciable del bagaje intelectual de toda persona culta. Es que la cien-
cia de hoyes una especie de nuevo humanismo, mi~cho más humana,
valga la expresión, que el clásico humanismo del Renacimiento. Una
ciencia que se proyecta aun en el terreno de las expresiones linguístkas,
en la investigación histórica y antlopológica, en lu enseñanza y en el
aprendizaje, para no referirnos a su propio terreno de las investigaciones
en el laboratorio Y de la técnica industriaL.
Frente a ese juego, armónico y equilbrado de la ciencia y de la
fiosofía no puede soslayarse el valor formativo de aquello que por JaIta
de mejor nombre denominamos las humanidades. Formaron y siguen
formando parte de la iluminación del pensamiento institutor la fanhisía
poética de un Juan Ramón Jiménez, de Robert Frost y de Saint Jolin
Perse, el enamorado del paisaje antillano. asi como la música, el ""eatro,
el drama, el ensayo y la novela.
Sería objeto de una larga enumeración referir las glorias del Insti-
tuto en función del culto in'estricto que se le ha rendido a las humani-
dades en todos los momentos de su historia. Seria igualmente inagotable
seguir paso a paso el deleite espiritual de los institutores por las avenidas
del goce estético o simplemente por los cauces corrientes y generales de
la cultura. Desde ia exaltación del pensamiento de San Agustín, el
ilus,.re Obispo de Hipona, "himalaya intelectual" del mundo antiguo ex-
pirante, las producciones musicales de Beethoven y de Bach hasta lüs
conocidos Sábados Literarios que contribuyeron en grado sumo a definir
la personalidad del plantel como centro de cultura de la sociedad pana-
meña.
Debe dejarse en claro que los planes y programas de estudio jamãs
han descuidado, dentro de esa cultura integral a que aludimos el estu-
dio de los planteamientos poliicos. sociales y económicos. Cómo puede
un institutor dejar de conocer la evolución constitucional del estado pa-
nameño, uno de los capitulos más sobresalientes de la historia republi-
cana? Cómo puede, por otro lado, conocer eso que han dado en llamar
la realidad nacional sin penetrar en el estudio y la consideración del am-
biente Geográfico que nos rodea y en los ingent.es problemas socio-econó-
micos que constituyen la esencia misma de una legítima panameñidad?
Todo lo anterior nos da una pálida idea del acontecer académico que ha
tenido como campo de acción el Instituto NacionaL.
Hay un segundo punto que directa o indirectamente roza no sólo la
vida espiritual del Instituto, sino el pulso mismo de la vida espiritual de
la na.ción. Con demasiada frecuencia se han oído y se siguen oyendo vo-
ces dLSconformes que exclaman que la hora presente es incompatible con

LOTERIA 21
Digitalizado por la Asamblea Nacional

108 principlOs y con las ideologias. Que tales modalidades son resabios
de etapas ya superadas por la humanidad. Esta es, naturalmente una
posieión no sólo apresurada sino pC3imista. No ha habido, en credo,
ningún tipo de sociedad sin principios firmes o ideologias ya aue ellos
son el sostén de la estructura social misma. Principos éticos o morales
que rigen la vida colectiva; el principio de la lealtad a las instituciones
democráticas; lealtad a las hondas y sentidas aspiraciones de la vida po.
lítica, social y económica de la comunidad panamefia. Principios que re-
presentan el sentido de la persona humana y de los grupos cuya existen-
cia misma depende de los principios politicos o:.ocia~es que se hayan
trazado.
Desde el momento mismo en que el doctor Morales pronunciaba 'lUS
palabras proféticas en el acto inaugural dc este plantel, palabras que
alguien ha calificado de "la eonstitución original del Instituto" los nrin-
cipios han constituido la razón de ser de la institución mi:ma. Principios
democrát.ios que forman parte intcgrante de la personalidad definida
del institutor. Principios democr:'ticos dentro de una recta interprcb-
ción de lo que significa la democraciacol10 teoría o doctrina y eomo ac-
ción positiva del estado contemporáneo. Principios democráticos quc han
permitido el planteamiento de todas las posiciones ideológicas con fi-
nes académicos y no con propósitos proselitistas. Demás está decir que
los principios y las ideologias sólo prosperan cuando se les lleva al terre-
no de las experiencias humanas. Simple principios o ideologías que no
tienen eomo fin último su transformación en realidades quedan conver-
tidos en meras lucubraciones filosóficas de sentido metafísico y por
ende sin valor de cambio social fuera del especifico del pensamiento muy
subjetivo o personal que pertenece al fiosofar por el fiosofar mismo.
Los principios en los cuales ha creído la institución se han traducido, t~OIl
el concurso de las agencias. administrativas del estado, en planes y pro-
gramas de estudio, cada vez más cientificas y en una serie de relacio-
nes entre direcciÓn, profesores, padres de famila y estudiantes cada 'fez
más a tono con las mejoras y más sanas doctrinas pedagógicas.
El tercer punto que deseamos exponer es el significado histórico del
Instituto NacionaL. Difícilmente pucde entendersc el proceso educativo
en el país si se pierde de vista la trayectoria educativa del planteL. Su
influencia espiritual se ha regado generosamene POr todos los rincones
de la República y no hay actividad donde no se encuentre la presencia
de la vida institutora. Si bien es cierto que con el establecimiento de la
Universidad el Instituto Nacional le ha cedido cl puesto como centro de
inquietudes académicas y culturales, no es menos cierto que ya existe
una tradición instttutora que algo significa en la vida de la Repúb'lca.
Tradición que se halla cntroncaaa con la vida misma de la Universidad
a manera de savia vivificadora de esta última institución. Nos parece
además, que no es cuestión de lamentarse de que el Instituto Nacional
no sea lo que fue hace cincuenta afios. En cierto sentido lo sigue siendo
pero dentro de un panorama más amplio, en un radio cultural más ex-
tenso y como avenida que conduce a la Universidad.
Jóvenes graduandos:
Dentro de poco recibiréis el diploma que os acredita haber termina..
do una etapa en el desarrollo de vuestra propia personalidad académica.

22 LOTERIA
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El hÐCho en si, de una simple rutina en el trabajo que realiza una insti-
tuÖón educativa, tiene sin embargo un gran valor simbólico para vos-
otros.
Es el momento en que se encuentran dos generaciones de ins'ituto-
res una de las cuales, la de ayer, en un gesto igualmente simbólico, vie-
ne a depositar en vo':,otros una herencia espiritual que ellos han contri-
buido a formar. De nada han de valer los conocimientos que habels re-
cibido de vuestros abnegados mentores si perdeis de vista el valor per-
manente de que está impregnada esa tradición institutora. Tradición
que significa cincuenta años de luchas y de sacriÜcios en pos de ideali-
dade,3 y de la reafÏrmación de la conciencia nacionaL.

De ahora en adelante sereis también participe,3 de esa tradición que


lla de seguir viviendo como fuerza de granito en la vida panameña.
panamá, 8 de febrero de 1963.

* * *

ASI ES LA CERVEZA BALBOA

SIN IGUAL Y SIEMPRE IGUAL

DlSTRIBUlDORA COMERHlAL, S. A.

TEL. 3-0076

L o TER 1 A 23
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lr1.cn:
El "INSTITUTO BOLIVAR"
Antecedentes Segunda Graduación
,,, * *
niscurSß pronunciado iior el Lic. Manuel Riiy, Presidente de la
Sociedad Boliva.riana, en el Acto de Graduaciíin del InstHuto
ßolivar.
* * 11
Al contemplar el anchuroso patio en que estamos, viencD a noso~
tros, en ala,; del recuerdo, los Padres Franciscanos que ocuuaron es"os
recintos con su Convento. Surge 18 figura del gaJlard.O General Francis-
do O'Connor. quien enviado por Bolívar, vivió aquí y en este sitio orga-
nizó y disciplinó el "Batallón del Istmo" cuyos componentes tomaron
parte en las b'atallas de la Libertad de América: Maturá, Junin y Aya-
cucho.
EVOicamos luego a los Padres Escolapios y su Colegio Nacional Bal-
boa, a los Profesores y Maestros del Colegio Superior de Varones y a los
de la Escuela de San Felipe; también a los Hermanos de la Salle y a los
Padres Agustinos auienes regentaron en este mismo lugar sendos colegios
con la denominaeión de sus respectivas congregaciones. Recordamos '_~on
emoción patriótica que en uno de sus salones se reunió la Primera Asam-
blea Constituyente de la República, que tuvo en su seno a una constela-
ción de panameños ilustres, los que expidieron la justa y ponderada Pri-
mera Carta Fundamental de la Nación. Y en lo que fue Salón Capitular
del Convento de San Francisco, y que hoy se denomina Salón Bolívar ---de-
clarado por Ley monumento histórico nacional- actualmente bajo el
patrocinio de la Sociedad Bolivariana, se efectuó en 1826 el Congreso
Anfictiónico de Panamá, convocado por el Libertador Bolívar, y en el
que se aprobaron los famosisimos Protocolos del Istmo, siendo dicha reu-
nión el antecedente glorioso de todos los Congresos y Conferencias inte-
ramericanos venidos deopués, como lo reconocieron ,en el prenombrado
histórico Salón, tanto el Consejo de la Organización de los Estados Ame-
ricanos, como los Presidentes de las RepÚblicas de América, al expedir
all, el 18 de julio de 1953, la "Declaración de Panamá".
En abril del año de 1959, despué3 que el Gobierno Nacional obtuvo
por compra el mencionado edificio, el Ministerio de Educa~jón dictó el
Decreto No. 78 de mayo de ese mismo año, por el que s~ creó el Institu-
to Bolívar y se le asignaron labores de gran importancia y trascenden-
cia en la esfera de la educación nacional e igualmente en el ámbito in-
24 LOTERIA
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ternacional, cónsonas con la tradición histórica del local que seria asien-
to de la nueva institución educativa.
Pero no se le dotÓ al mismo tiempo, como era de rigor, de todo.s
aquellos elementos que son indispensables para que una instituciÓn d0-
cente cumpla en forma cabal con los postulados de la educaciÓn moder-
na, máxime si el edificio tenia numerosas deficiencias desde el punto
de vista pedagógico, funcional y estructural, aunque su apariencia ex-
terna daba una sensación de comodidad y de modernidad. Por ello,
desde que inició sus labores, se le vienen haciendo, tOdOil los veranos,
reparaciones parciales y se espera que la de este a.ño sea una repalación
total, de llevarse a la realidad el proyecto que tienen al respecto las auto-
ridades escolares. Resulta increible que todavia un Colegio de la impor-
tancia nacional e internacional del Instituto Bolivar, carezca de una bue-
na Bib'lioteca, de adecuados Salones de Estudio, de Aula Máxima, insta-
laciones deportivas, Laboratorios modernos, etc. Asimismo encontramos
que su matricula excede a la capacidad de sus aulas, y a esto debemo.s
agregar que tiene que laborar durante una sola sesión en la mañana, ya
que en la tarde lo ocupa otra institución educaitva. Tal situación es
consecuencia, en gran parte, del factor necesi'Ìad. pero también es ~o-
rolario del hecho de estarse siguiendo, desde hace dos lustro.s, la linea
de menor resistencia para solucionar problemas docentes de espacio, lo
cual ha traido en más de una ocasión que no es del caso men.cionar en
estos momentos, consecuencias lamentables y grandes e irreparables ma-
les a la ec1l'ca"ión iiaPÍomll. Pero séanos dado manifestar nuestra con..
fianza en que los anhelos de reparaciones, de reforinas y de progreso ex-
presados, serán prontamente atendidos, tanto por justos como por su
carácter de urgencia inaplazable.
Señores, con su segunda graduación de Bachileres en Ciencias y en
Letras contribuye el Instituto Bolívar al engrandecimiento de la cultu-
ni Da"jrpal. 'Rrei:mnrlo pon incoiivenientes de todas clases y superándo-
los, llegan hoy la Dirección, Profesores y alumnos a la etapa final de
una jornada fructifera con la satisfacción del deber cumplido y de la
obra realizada: justo es, pues, que reciban los parabienes de la comu-
nidad panameña.
Parécenos esta noche memorable ocasión propicia para que haga-
mos breves consideraciones acerca del ambiente que rodea la educación
nacional y lo mucho que se espera de ella, no obstante los múltip,les
factores adversos que estorban su normal desenvolvimiento y su nobili-
sima misión.
F'n f'ff'eTo. nos ha tocado vivir en un mundo contradictorio y caóti-
co. Bajo el signo de un derrumbe cósmico. el homb're se dehate en la i:1-
certidumbre. en la espera de una catástrofe universal que puede sobre-
venir inesperadamente. Quizá la angustia invisible, pero cierta, uno a
manera de miedo primordial Que nos circunda, sea la causa princinai (le
ese anhelo desenfrenado de vivir sin sujeción a normas directrice.s de
ninguna clase, de ese espiritu fenicio que nos envuelve como densa at~
mósfera letaL. Por todas partes se perfia con nitidos contornos la con-
quista de la riqueza que proporciona el poder y los placeres de la vida,
como el leit motiv de una generación posiblemente afectada por el re-
LOTERIA 25
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cuerdo de los horrores de la última guerra mundial y en espera de un


terrible despertar atómico. En verdad, nos agitamos en la etapa trun-
fant.e de un egoísmo prudente y vil, al decir de Romain Rolland, absor-
bidos por un materialismo rudo y sin grandeza, donde todo conspira
contra la educación y los más altos valores del espíritu. Parecieran es-
tos tiempos similare" a los que vivieron los hombres en la turbulenta y
terriblemente apasionada existencia de las naciones europeas durante
el Renacimiento, aunque sin aquél su espléndido florecer de las artes
y las letras que le dieron gloria y renombre.
Acaso también para nosotros fueron escritas las admoniciones pro-
féticas de Fedor Dostoiewski cuando comparaba, en el más penetrante
de sus libros, a la sociedad rusa de fines del siglo pasado, con una troika
que corría en forma fatal e ineluctable, a la catástrofe finaL. Y asi nos-
otro.s hemos llegado, como dijo Albert Camus, Premio NÓbel, "a la histo-
ria que estamos viviendo y sufriendo y en la que es nuestro destino parti-
cipar". "Estamos, asegura, en el confín de un mundo, en el sangriento
atarceder de una edad histórica, en vísperas de un nuevo milenario y
con el presentimiento de una catástrofe cósmica. Talvez estamos en la
puerta de una nueva edad obscura. De una noche obscura y sin alma".
Una situación universal cual la esbozada, también nos alcanza e in-
fluye decisivamente en nuestro medio. De all el que en todos los órde-
nes de la vida contemplemos un espectáculo que infunde tris~eza y deso-
lación: relajación de las costumbres, olvido de aquella amable conviven-
cia que hacía grato el vivir, falta de espíritu de responsabildad ciuda-
dana rud~za y vulgaridad en el hacer y en el decir, politica mercenaria
encaminada las más veces al encumbramiento y al lucro personal, y
por todas partes, como simbolo y realidad, la sombra formidable de Ca-
libán entronizada en los vastos dominios del espiritu.
Dentro de un ambiente como el que hemos intentado describir a
grandes rasgos, .se debate nuestra educación nacional, y sin embargo,
repetimos, se le exige el milagro de que sin poderes taumatúrgicos consi-
ga desviar la troika simbólica en su veloz carrera hacia el abismo. Por
tanto, precisa rodearla de todos aquellos factores que le permitan re:Üi-
zar su obra imponderable en una sociedad en trance de des:;ompoJiciól1.
Su acción debe ser rdorzada decididamente, por la famila y por las
agencias gubernamentales, sociales, civicas y religiosas, etc., y quizás en-
tonces pueda tener éxito y forjarnos un tipo de hombte.s que compren-
da el mundo que le rodea, el medio contradictorio y próximo al caos en
que se agita y consecuencialmente, sea un paludin del derecho y la jus-
ticia, iireaU(;LlDie aeiensor ae les interei;es Iunaamenta1ts ue la patria,
adversario decidido de cualesquiera dictaduras o tiranías, bien de dere-
cha o de izquierda; espiritu receptor de todas las manifestacione,: iris-
discentes del progreso; Y colocado como está en una tierra de excepcio-
nal posición geográfca, que se ve impulsada por diversas tendencias e
influida por la aoción de distintas culturas, debe saber asimilarlas de-
purándolas Y adaptándolas dentro de una clara, distinta y firme con-
cîencia de panameño. integraL.
Como consecuencia de las anteriores reflexiones, surgen para noso~
trosunas preguntas inquietantes: se empeñarán los maestros, en el îutu-

~6 L o TER .1 A
Digitalizado por la Asamblea Nacional

ro por cima mil dificultades, en moldear nuevas bellezas y nuevas verda-


des, en crear un arce y una ciencia nacionales que con aporte paname-
ño a la cultura universal den a nuestro pueblo los elementos espiritua-
les que le están faltando para figurar dignamente, con individualiJad
propia, en el concierto de la humanidad? E.3tarán los educadores ;i la
altura de su apostolado? Estarán los alumnos a la altura de su misiÓn?
Estarán los ciudadanos de nuestra Patria conscientes del deber dvico
que a todos nos incumbe en la obra de la educación? De su conveniente
respuesta estará hecho el porvenir que nos aguarda.

Nuestros lideres, especialmcnte cn educación, profesores y maestros,


deben captar el mensaje de la hora crucial en que vivimos, el del impe-
rativo histórico-geográfico del Istmo, que indica quc las profecías del vi-
dente dc Jamaica, Angostura, Casa coima y Pativilca, ne acercan al ci-
clo de su realización: Panamá superior al.Istmo de Corinto de tanto re-
lieve e importancia en la antigüedad clásica. Panamá capital de la Fede-
racion de lOS pueblos de América. Panamá, si asi 10 requieren las cxi-
gencias e intereses del mundo occidental, capital del Universo con más
derecho que Bizancio a ser la capital del antiguo hemisferio como 10
pretendió Constantino. Ellos nos eScá indicando con deslumbradora evi-
dencia, la obligación en que estamos de ir educando a las nuevas gene-
raciones en el sentido de que scan aptas para hacer frente a los grandes
destinO,j que el porvenir reserva a nuestra Patria; con una mente ame-
ricanista, exenta de estrechos regionalismos, y conscientes de la misión
trascendental que nos corresponde dentro de la profética concepción 110-
livariana. En nada amengua, para su cumplimiento, la pequeñez terri-
torial de Panamá ni su escasa población actual. Pequeña fue la Grecia
antigua, pero todavía perdura su influjo "en el desarrollo del pensamien-
to libre, en el arte, la fiosofia. la ciencia la curiosidad de la investiga-
ción, la conciencia de la dignidad humana, todos estos estímulos que ,:tun
son nuestra inspiración y nuestro orgullo".
Jóvenes graduandos, al dirigirnos ahora, especialmente a vosotros,
quisiéramos para nuestra palabra, como pedía el Emerson del Plata, "la
más suave y persuasiva unción que haya tenido jamás; porque hab'lar a
la juventud sobre nobles y elevados motivos cualesquiera que sean, es un
género de oratoria sagrada; porque el espíritu de la juventud es un te-
rreno gencroso donde la simiente de una palabra oportuna, suele rendir
en corto tiempo los frutos de una inmortal vegetación.".

Se inicia hoy, para vosotros, con la solemne ceremonia de la entrega


y recepción de unos diplomas de valor simbólico, cuyo contenido real o;e
lo daréis con vuestras futuras actuaciones, un capítulo nuevo y trascen-
dente en la historia de vuestra vida.
Al salir de las aulas del Instituto Bolivar, pletóricos de fe y de espe-
ranzas, os vais a encontrar en un ambiente que óista mucho de aouél en
que os habéis agitado hasta ahora ambiente caro a Minerva, de -severa
contextura y de conducta ajustada a éticos principios.
Como en aquella leyenda nórdica de gran fondo didáctico, en que se
coloca a un caballero en la encrucijada de dos caminos para que esco-
ja: el uno riente, lleno de encantos teniendo como meta suprema el pla-
LOTERIA 27
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cer y la vida muelle y fácil, aunque sin sentido alguno de dIgnidad y de


servicio colectivo; el otro, dificil, duro, pedregoso, pero de una alta y no-
ble idealidad en beneficio de sus semejantes. Asi para vosotros es llega-
do el momento del escogimiento definitivo, y además y comprender y
sentir, como aseguro Goeine, que SOlO es oigno oe la libertad y de la
vioa qmen es capaz de conquistallas oia a oía.
En el período formativo más interesante de la vida estudianti, ha-
béis estauo bajo la égida protectora de una institución docente que tie-
ne como supremo ínspirador y guía a Bolívar, el Libertador. Esta eir-
cunstancia al parecer nimia, e inadvertida por algunos, pero de \~lO-
fundo significado, debe haber despertado en vosotros ansias libertarias,
conciencia de Patria Magna y fe en los altos y gloriosos destinos de pa-
namá, vaticinados por Bolívar ese Profesor de energia y de idealismo,
que fue y sigue siendo una lección permanente y un brioso estimUlO pa-
ra las juventudes de América, en su eterna romeria por la Libertad, la
Democracia y la Justicia SociaL. Y ,como él en el Monte Sacro, con fe
insobornable habréis hecho el juramento de no dar sosiego a vuestros
brazos, ni reposo a vuestra inteligencia hasta ver rotas las cadenas de la
ignorancia y de la servidumbre espiritual y económica de nuestro pueblo.
Jóvenes graduandos, en este momento tan cargado de emoción, al
despediros de las aulas acogedoras del Instituto Bolívar, Alma Parens,
vienen a nosotros las palabras que dijimos, en una ocasión similar a la
presente hace varios lustros, a otros jóvenes que como vosotros hoy, mar-
chaban plenos de euforia, "vibrantes con la impaciencia de la acción,
alta la frente colmada el alma por dulces y remotos mirajes", a enfren-
tarse en la vida con el reto de la esfinge. El tiempo transcurrido no les
ha quitado su prístina vigencia. Oídla.s: Recordad en todo tiempo, 'iun
en los momentos más difíciles que ser hombre de una nueva generación
espiritual silmifica poder señalar con serenidad re.fexiva los males de
nuestro tiempo; significa poder eensurarlos con libertad moral, porqiie
no se ha sido cómplice de esos males; significa poder trasmutar el pro-
pio descontento en voluntad creadora, no en pesimsimo estéril; slgniÜca
poder concebir un ideal concreto de cosas mejores y poder realizarlo en
fraternidad con otras almas; significa poder superar la agitación dema-
gógica que sólo sabe destruir, por la disciplina intelectual que sabe crear;
significa, finalmente poder unir, como el hueso del mufión, la pluma ctel
vuelo a la voluntad varonil del trabajo el ala de la esperanza!

4 de febrero de 1963.

* * '*

28 LOTERIA
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pertinaz? Gran alegría me produce decir que las conquistas del señor
Deleuze se han llevado a efecto en el campo de la cultura y que su mi-
sión ha sido estimularnos para que a través de su palabra y su ejemplo
logremos comprender las subiimes hazañas de la Francia imperecedera.
Todo ello y mucho más lo ha conseguido este amable soñador acica-
teado de una ardiente pasión por los severos contornos de la vida pro-
funaa. Hompre ae estuuio, ia mayor pane ae sU,J mejores años la ha
pasado aprenuiendo o enseñando locciones de bcileza y sabid.uría. Los
aconLccimientos del siglo le otorgaron todas las credenciales propias de
la época: soldado, novelista, censor, mae,.,tro, poeta, filósofo, profesor, y
sobre todo, hombre tolerante y discreto, máxima virtud del diplomático
ejemplar. Este largo y feliz aprendizaje no ha logrado impedirle sus pe-
riódicas incursiones al mar Y al bosque, en busca de la paz de los hele-
chos. del rostro de dios y de la armónica inocencia de los animales en
un mundo virginaL.
A su larga lista de paraísos ganados y perdidos suma hoy Henri De-
leuze la morena y verde experiencia de sus años panameños. Ningún
ángel con flamígera espada le ha ordenado salir de nuestra tierra, ni hay
aquí serpiente que se hubiera atrevido a tentarlo. Mas IJicn ha sido un
premio a su meritoria labor de funcionario al servicio de Francia la
tentación invencible, y el punzante deseo de volver a mirar los antiguos
cielos familares. Por ello se marcha, no sin antes llorar a Taboga, el
Río Guanche y Viento Fria, y dejarnos, como máximo tributo de amor,
sus dos hijos, en testimonio de un pronto regreso y de que Francia y Pa-
namá continúan unidas por la carne y el espíritu.
Panamá, Febrero de 1963.

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MIRAJES DE ARTE

(Páginas de un libro que quizá, nunca se publicará)

"oLas (;ontanas de rRoma"


-00-
Roma es la ciudad de las "fontanas". En todos los rincones de la
gran urbe del "cuore frantuamato" como diria pirandeIlo, el agua can-
ta su cancion de cristaL Y, como es miinito y penetrante la caricia de su
frescura en el ambiente caldeado de los días de verano cuando el termó~
metro marca cuarenta grados a la sombra!
Casi todas las grandes fuentes de Roma guardan, a más del sello
ímponderable de los grandes artistas que las idearon, una leyenda pica-
resca o sentimentaL. La más antigua y de más variada historia es la
de Trevi, hoy denominada por los turistas, "la fuente del deseo". Se-
gún una vieja superstición, el que visita Roma, y bebe un vaso de agua
de su fuente, torna fatalmente a la Eterna Ciudad; acaso esta creencia
se enlruce con la bondad misma del liquido que la surte, porque este. es
de una pureza y limpidez tales, que los habitantes de las inmediaciones
prefieren el agua de Trevi a la de los acueductos.

Otra leyenda cuenta que un pelotón de soldados del Imperio reco-


rría en una ocasión, la campiña romana en busca de agua para el ejér-
cito que pedecía de sed, cuando una ingenua campesina se les acercó y
les indicó, con el dedo, un punto de la tierra, bajo sus pies y, al exca-
var con la espada, brotó el manantial que inundó la campiña y libró el
ejército sitibundo. Un bajo - relieve de la fastuosa fontana, muestra
a la muchacha en el acto de indicar el sitio donde debia surgir el mila-
gro; los viejos romanos llaman todavia a la fontana de Trevi, "la fuente
de la virgen", en recuerdo de la fábula gentiL. Bella muestra de la pom-
pa del siglo VII, la fontana de Trevi merece aún el nombre de "Reina de
las fuentes" de Roma, por su grandiosidad imponente. No se sabe que
admirar más en ella: si la gran masa de agua que brota a raudales por
las ¡auces de los caballos marinos custodiados por Neptuno, o la factura
complicada y elegante obra maestra de Nicolás Salvi y de la que dijo
con inimitable gracia Pascarell en dialecto romantesco: "Qui Dante,
Metastasio, Machiavell, Fontan de Trevi, er Pincio, er Laterano".
LOTERIA 31
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A las faldas del "Gianicolo" en una dulce y alegre pendiente de la


colina en que se yergue la estatua de Garibaldi, la fontana PaoUna con
sus cinco arcos airosos por los que fluyen cascadas rumorosas, da una
viva pincelada al paisaje. El agua traida a Roma por el Emperador Tra-
jano, se hallaba dispersa y gracias al pontifice Pablo V, en 1612, fue en-
cauzada de nuevo y surtiÓ a la ciudad.
En homenaje al Papa Borghese, se construyÓ la "fontana Paola".
Bajo los arcos del edificio, de líneas simples y severas, facturada por los
arquitedos Fontana y Madera, cinco rios tumultuosos se precipitan en
torbellnos de espuma sobre el inmenso tazón de mármoL. El mismo Pa-
pa, enamorado de las líneas austeras de esta fuente, hi7.o construir :más
tarde en las cercanías del puente Sixto, otra más pequeña que re-
producía la primera, suprimiéndole los arcos. Pero antes que el Papa
Borghese, otro gran Ponti!ice, a quien Roma debe Lanw de su belleza,
Sixto V, había hecho crigir por obra del arquitecto Domenico Hontana,
la "fomana Félix", nomore de pila del Pontífice que pertenecía ti la
famila Perctti. Surge esta en el ángulo de la vía "XX Settembre" en
las cercanias de la plaza de San Bernardo.
Por d volúmen de sus aguas podria parangonarse a las dos fuentes
paolinas aunque dista mucho de merecer que se la mencione entre las
más bellas de Roma, no obstante sus pretensiones artisticas. En el fon-
do de un gran nicho central, un Moisés hace b'rotar el agua de la roca
con una vara; su gesto pCICO airoso suscitó tan acerba crítica entre el
agudo y iumbón público romano, que el desgraciado artista, autor del
personaje bíblico en piedra- Próspero de Brecia- desesperado, se sui--
cidó.
Otra fuente grandiosa que por ,su profusión de agua atrae inmedia-
tamente las miradas del viajero que, saliendo de la estación "Termine"
se encamina por la "Via Nazionalc" al centro de la ciudad. se alza en
medio de la pla7.a "'Escdra", en fastuosos chorros irisados. Es la fonta-
na de las náyades erigida en 1870 bajo el papado de Pio ix e Inawpira-
da por el mismo Pontifice diez días antes del histÓrico XX de Settembre
que signó con la apertura de la brecha dc Porta Pia, el fin del reinado
papal y la derrota de las tropas pontificias por los 'camisa roja" de Ga-
ribaldi.
Naturalmente, las cuatro náyades que en actitudes procaces se ba-
ñan en el agua que lanza un tritón desde el centro de la ancha "caza,
fueron colocadas all unos años después y sustituyeran a los cuatro leo-
nes con que Pio ix la habia hecho ornar.
La fontana más bella y de las más antiguas y recordadas, la de Tre-
vi, fue obra excelsa de Nicolás Salvi; pero cl pueblo romano, dirá siem-
pre que su fuente predilecta es la dc Lorenzo Bernini, porque en verdad
de este maraviloso artista, tiene el espíritu y la factura. de todos modos
Bernini dejó la huella de su genio en muchas fuentes, entre las más
hermosas de Roma. Su ingenio dice Gnoli, concuerda maravilosamente
con la movildad y el estrépito de las aguas que caen y en el inquieto mo-
vimiento de sus líneas, encuentra Sll exponente".
En medio de la plaza Navona -antiguo Circo Agonal- se yergue la
fontapa llamada de loS cuatro ríos que Lorenzo Bernini erigió por en-
32 L O TE R I A
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cargo de Inocencio X. Nada más original e ingenioso que estasober-


bia fuente. El obelisco del centro parece brotar de los escollos que le
rodean y a los lados, de entre las rocas magistralmente labradas, loS
cuatro nos se desenvueiven en armoniosos movimientos, yendo a preci-
pitarse en una gran concha sonora.

Esta fuente recuerda otra del Tritón en la plaza Barberini, ligera,


esbelta, elegante. No podia Bernini disponer más que de un exiguo hilo
de agua capaz sin embargo, de elevarse a grandes alturas e imaginÓ
aquel tritón con la 'cara vuelta al cielo que, alzando ambos brazos, se
lleva a la boca un caracoi marino y sopla violentamente en él, con las
mejilas infladas por el e",fuer:¿o, atomizando finalmente el agua. Es de
Bernini tambiui la tontana llamada del "Moro" por la vigoroza y ga-
lJaiua ugura del etlOpc que la orna y que se encuentra en la plaza Na-
',ona.
La fontana dc la plaza del Quirinal, que se alza casi frente a las
ventanas del salÓn en que se recibe al cuerpo diplomático en cl que fue
Palacio Rcal, sugirió a Stendhal, durante su estada en Roma en 1828,
esta expresi6n: "El rumor de sus aguas y su admirable limpidei\ produ-
cen un efecto del cual no se pueden tener idcas en lo; paises frias",
Cerca a los dos famosos caballos de grandeza colosal quc Constanti-
no hizo traer de AIejandria -atribuidos a Phidias y Praxiteles- y (jie
son conducidos por los dioscuri -Castor y Pólux- sc encuentra esta
fucnte 8.dw.irable devada pcr orden de Pio VII; cl gran taz6n de grani-
to dentro del cual caen susurrantes las aguas, fue encontrado ccrca cid
lü"ü romano. pr6x'nio a la Curia. Son también. de gTanito ei£ipcio y pro..
venientes de las termas de Caracalla, las dos tazas armoniosamente "i-
métricas de las hermosas fontanas de Plaza Farnese; asi como aquellas
otras inolvidables, gemela,s, dc la Plaza San Pedro, una de Maderna y
otra de Carlos Fontana, de las quc dijo un geniai escritor: "El artista
se esconde detrás de los dos e,spléndidos surtidores que triunfan en me-
dio a los sEmiciclos del columnado".

Hay una pequeÙa fucnte, menuda y graciosa, elevada en una 'no-


dcsta plaza, pequcÙa como un cortU y que ,casi pasa inobscrvada para
muchos dc los visitantcs de Roma y sin embargo, es profunda la emoción
que despierta su gracia refinada. Es la fuente de las tortugas, construi-
da bajo diseÙo de Giaccomo della Porta, en plaza Mattei. A sus lineas
gallardas, corresponde la factura de los cuatro muchachos de bronce,
trabajo de Tadeo Landini, que con ritmico movimiento empujan las tor-
tugas a beber en la taza.
En la plaza de EspaÙa, la más hermosa de las de Roma, por la es~
pléndida escalinata que une la plaza misma a la "Trinita del Monti",
una fuente deja correr sus aguas. Se llama la "Barcruccia" porque está
formada por una barca de piedra encallada en la arena. Su factura ori-
ginal ha hecho caer en el error de atrib'uirsele a Lorenzo Bernini y tiene
diversas leyendas. Es en realidad obra de Pedro Bernini, padre del in-
signe escultor. maestro que guió sus manos inexpertas cuando a los quin~
ce aÙos modeló el grupo de Anquises y Eneas.
LOTERIA 33
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A propósito de '''Barcaccia'' se refiere que durante una inundación


del Tiber las aguas llegaron hasta las faldas del Pincio, y que al retirar-
se, dejaron en seco una barca, la que inspiró a Pedro Bernini.

Bajo las encinas y los cipreces del Pincio lanza un lánguido chorro
de plata una fuente simple y primitiva; no es interesante y bella como
las otras que rien en casi todos los ángulos de Roma. Su mérito está en
su origen bizarro y audaz; el recipiente en donde cae el agua, es, senci-
llamente la cápsuia vacía de una bala de cañón, disparada desde el
"Castel sto Angelo" por Cristina de Suecia, la reina que reposa en la
basílca de San Pedro, y quien, en un minuto de ocio, quiso probar la.
emoción de disparar desde la tumba de Adriano, un golpe de cañón. La
bala fué a caer a la puerta del palacio de los Médicis, más tarde sede
de la Academia de Francia y utilzada como recipiente de las aguas.
Fontanas de Roma, soberbias como la del Capitolio. ideada por Mi-
guel Angel! Fuentes armoniosas y bellas de Plaza del Panteón! fontana
audaz de Piazza del "Popolo" de Piazza Campitell, de Booca della Verita
y tantas otras, ninguna ha sabido juntar a la perfección de la forma el
raro sortilegio de la ilusión, eomo la "fontana" de los "Caballos Marinos"
que en el cruce de dos umbrosas y soñadoras avenidas de Vila Borghese,
iral',ó la mano audaz y genial de Lorenzo Bernini. Buscaba el "Miguel
Angel del siglo XVII" un motivo que simbolizara acabadamente el arte
contradictorio y efcctista del barocco, del cual fue el exponente más al-
to, y lo ob'tuvo ideando la fontana de los "Caballos Marinos".
Es tan perfecta la ilusión alcanzada, que aún el que conoce el secre-
to de la fuente, cae en ella: siéntense, apenas se entra en la avenida,
los pasos de caballos invisibles que se acercan por momentos, e instinti-
vamente se vuelve la cabeza para descubrir su dirección. Nada! Aquel
rítmico sonar de los pasos, viene de la mágica fuente de los "Caballos"
de entre cuyas recias patas de piedra, se alzan los saltos de agua, que al
caer, producen la impresión auditiva de veloces corceies que corren.

Panamá, Febrero de 1963.

-- o()().--

84 i-OTERIA
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'!an.dJi:
LA GANADERIA EN COLON
Por el Ing. LUIS H. MORENO JR.
,* * *
Para quien visita, aún ligeramente, algunas partes de la zona rural
cOlonense, la cuestión de su desarrollo se plantea de manera fundamen-
tal.

ALGUNOS FACTORES ADVERSOS


Con una área total 16 por ciento mayor que las de Herrera y Los
Santos. La población rural de Colón estimada en 45.818 habitantes ;)01'
el Censo de 1960, guarda una proporción baja en relación a su pobladón
urbana, si se compara con la misma proporción estimada para el resto
de las provincias, con excepción de Panamá.
Por otra parte, la red de comunicaciones y vías de transporte no
guardan relación con la importancia de su situEción geográfica, con el
devenir de su capital canalera y con su innegable potenciaL. Mientras
que Herrera y Los San ios cuentan con 0.11 y 0.14 kilómetros de carre-
tera por kilómetro cuadrado de superficie, lo que e.s de POr sí infimo pa-
ra sus necesidades, esta proporción es de 0.018 kilómetros para Colón,
lo que equivale a una diferencia casi diez veces menor, con tan sólo u.nos
20 poblados o caserios unidos. Esto sin considerar el alto porcentaje de
caminos intransitables durante los meses de invierno.
Con estas informaciones de por medio, no es dificil comprender por
qué Colón sólo cuenta con el 4 por ciento del total de las explotaciones
agropecuarias registradas en la República, y por qué, del total de 1.845.-
700 hectáreas de tierra aprovechadas en alguna forma en el país, a Co-
lón corresponden sólo 3.8 por ciento o sea 71.230 hectáreas ~aproxima-
damente un io por ciento del área total de Colón~ entre cultivos tem-
porales y permanentes, pastos naturales y semb'rados, tierras con bos-
ques, con montes o en descanso. Así mismo, de las 71 mil hectáreas ex-
plotadas, alrededor del 42 por ciento tienen tiwlo de propiedad.

Estas y otras razones explican igualmente el desequilbrio existente


entre la producción y el consumo de elementos básicos para la alimen-
tación humana, siendo preciso llevarlo de áreas distantes, con las des-
ventajas de costos adicionales y de la casi total ~lusencia de participación
colonense en su elaboración o procesamiento industriaL.
Claro está, las condiciones climatológicas, ecológicas y topográficas
del área de la Provincia de Colón no garantizan ni san ideales para to-
dos los cultivos o empresas agrlcOlas. Estudios .srios han destacado el
banano, el caucho, el coco, la explotacl.n maderera y la industria pe-
cuaria. Vale la pena señalar que el aumento experimentado en las eo-
LOTERIA 3S
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sechas de arroz Y maii en los últmos años, ha estimulado no sólo el


l'stablccimisnto de pequeñas y medianas plantas descascaradoras Y ela-
boradoras, sino que la naciente demanda industrial y el consumo urb3,-
no han asegurado precios más bien remuneradores para el productor.
Como ejemplo, desde el afio pasado se paga el arroz de grano largo a
B/.'.50 el quintal en concha, sin exigentes requisitos de limpieza y hu-
medad, y de B/.5.00 a B/.5.50 el de segunda, lo que se compara favora-
blemente con otros lugares del pais.
Aunque su topografía gcneral y la adaptación de sus tierras no sean
las más aptas para la mecanización. cl ejemplo de Veraguas pOdría ha-
berse repec.ido en Colón, en lo concerniente al destacado puesto que ocu-
pa aquella en la producción nacional de arroz y maií\" provenientes de
explotaciones pequeñas.
CONDICION..:S AMBIENTALES
La situación hasta aquí descrita aYUda a comprender en gran parte
el déficit existente en la producción de leche y .carne. Sin embargo, no
faltan quiene3 atribuyan al régimen de lluvias y otras condiciones am-
bientales, la escasa prosperidad de la industria ganadera colonense. A
nuestro enLender, la razón de ese estancamiento se debe más que úiula
al escaso desarrollo rural de Colón, como consecuencta de su larga tra-
dición comercial y de tránsito, unido a otros factürcs, algunos de In,;
cuales se han mencionado suscintamente. No puede olvidarse igual-
mente, la falta de capital Y de empresarios orIentados a la actividad a-
gropecuaria.
Quien u;cribe visitó interesantes áreas cercanas a Puerto PilÓn, Las
Mercedes, María Chiquita, Quebrada Ancha, Buena VLta, Sabailita, G~i-
tÚn, Escobal, Arenosa, Pina, Rio Piedra y otras. Las visitó en el mes de
más intensas lluvias, conforme a la experiencia de los entendidos y a
los registros de la ofieina meteorológica de la Zona del Canal, y las con-
diciones en que se encontraba el ganado inspeccionado no pareeian de-
latar condiciones adversas a su mejor apariencia y desarrollo. Contrarlo
a lo esperado, el ganado visto no mostró el enflaquecimiento, las infec-
ciones fungosas en las patas, las afecciones cutánea,s, las diarreas y afec-
ciar',:; " ,'JOll'utorias que usualmente se pre::entan En climas excesivamen--
te hÚmedos.
Dentro de ia clasificación fisiográfica generalmente aceptada, Co-
lón pertenece a la regiÓn tropical hÚmeda, que es la más extensa en la
RepÚblica. Su topografia es marcadamente ondulada. de valles y co-
linas bajos, con perfiles quebrados en estribos montanü.sos virgenes que
3e inician más del lado oriental del CanaL. La altitud promedio va de
O a 700 metros sobre el nivel del mar. Sus suelos arcilosos de mediana
fertildad, tienen en su gran extensión, drenajes naturales por los decli-
ves Y contextura semi-arenosa que se encuentra en algunas secciones.
Después de una semana de lluvias intensas, quien escribe no encontr6
los "atolladeros" tipicos de suelos impermeables.
Hay regiones bajas que se inundan en ciertas épocas del año, cuyo
manejo no pareciera presentar dificultades insalvables, si se dedicaran
a la ganadería, como lo indican algunos ensayos iniciales.
36 LOTERIA
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Si se compara el indice de lluvias de algunos lugares de Colón con


el de algunos de chiriqui, las diferencias no constituyen un exceso ne-
gativo para la primera: Montelirio en Colón, tiene, por ejemplo, una pre-
cipitación pluvial anual de aproximadamente 115 pulgadas, mientras qllt
la de Concepción en Chiriqui es de 151 pulgadas. La de Cristóbal 83 de
130 y la de David de 115. La de Remedios, Chiriqui, es de 142 Y la de
Gatún de 123. La de Gualaca es de 149 Y la de Ciri Grande, en las in-
media.cones del Lago Gatún, es de 122. La de Potrerilos en Chiriq;Ú es
de 198, mientras que la de Portobelo es de 158. Por otra parte, la de Ga-
tún es de alrededor de 123, mientras que la de Soná se estima en 102. A
estos datos hay que agregar la conveniente ctistribHción de lluvia," que
hay en la regiÓn de Colón durante los meses de diciembre a mayo, que
establece un equilibrio provechoso con las prolongadas sequías en otr3.s
regiones.
Asi pues, desde el punto de vista de configuración fisiográfica y ré-
gimen de lluvias. ColÓn se compara a la,,: regiones de Bugaba, Puerto A::-
il1uelles, San Félix, Remedios, Talé, Soná y otras de reconocida aetivi-
dad ganadera, con diferencias ocasionales en la contextura, estrucLuru
y fertildad de la tierra.
Llamó la atención de quien escribe, la interesante información brin-
dada por el médico veterinario, encargada de Mindi, subre las operado-
nes de ceba de novilos que llevó a cabo la Zona del Canal durante la
Segunda Guerra Mundial, en tierras cercanas a la ciudad de Colón.
Por otra parte, la continuidad y funcionamiento provechoso de la
Granja Experimental del SICAP en Buena Vista, al igual que el esta-
blecimiento exitoso de experimentados ganaderos en esta región, pare-
cen destruir la creación generalizada de que Culón no es ambiente propi-
cio para el desarrollo ganadero.

l.A GANADERIA COLONENSE


A pesar de las posibildades apuntadas, la ganaderia colonense se
cuenta entre las más polJres de la República, con 1.3'7r, del total de la
población vacuna del pais. Sin embargo, el consumo de productos deri-
vados de la ganaderia presentan a Colón una posibildad de ventajosa
expansión ganadera.
Actualmente, el aporte de la ganaderia de Colón a su consumo dÜiial
de 8000 reses aproximadamente, tal vez no pase de 1200 cabezas. El a-
battoir nacional suple alrededor de 2000 reses dcstasadas al año y el
resto, o sea una,:; 4800 cabezas se llevan de Chiriqui y las Provineias Cen-
trales, con los consiguientes costos, pérdidas, mermas y desventajas.
Resulta innecesario destacar las ventajas que significa para Colón,
la producción y sacrificio del ganado para su propio consumo, sin men-
cionar su posible partiCipación futura en el ritmo creciente de las expor-
taciones. En igual forma podria analizarse la producción de leche, di;;'-
minuida temporalmente por razones conocidas de incursión de intereses
particulares, prevalecientes sobre la falta de cohesión gremial entre los
productores.

LOTERIA 37
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El manejo del mercado que representa la demanda actual de carne


de la Provincia de Colón, presupone un aumento minimo de casi el
600%
sobre la población väcuna existente, o sea de 56.000 cabezas. Asi pues,
cualquier programa tendiente a encarar este desanoIlo, tendrá campo
suficiente para muchos años dc franca cxpansión. Estos cálculos ac-
tuales podrían rcsultar insuficientes en corto tiempo, si tenemos en
cuenta que el númcro de animales sacrificados para el consumo de Co-
lón representaba en 1955 el 6.6% del sacrificio total del pais, mientras
que esa proporción se estimó en 8% para 1961.
A este punto, bien vale la pena señalar que perspectivas, como las
enfocadas a través de esbe análisis, indican la posibildad de encauzar
programas de fomento pecuario, que es lo que corresponderia a la situa-
ción planteada, con el consecuente equilibrio y beneficio para otras ,'c-
giones, donde es problema la disposición de ganado de cria para repro-
diicción por falta de tierra.3, y dc novilos para la ceba, por falta de
condiciones adecuadas en épocas críticas.
A este respecto cabe recordar la especial condición de la distribu-
ción veraniega de la lluvia en Colón, que coineide con los meses de ma-
yor movimiento de ventas de ganado en las Provincias Centrales, a par-
tir de diciemhre, por la aguda sequía de esa región. Tal vez este podría
ser el interesante inicio de una ganadería regional e:specializada, donde
la cría y la ceba se ubiquen en las mejores circunstaneas ambientales.
ALGUNAS OBSERVACIONES
La rápida visita que efectuó quien escribe por las áreas de mayor
actividad ganadera, lleva a las siguientes observaciones:

1. Las lecherias presentan un e~tado de ab2.ndono, obligadas, hasta


cierto punto por las razones antes seii.aladas, que es preciso superar.
2. La ganaderia de ceba parcce interesar primordialmente a quienes
están iniciados o iniciándose en el negocio.

3. En general, las fincas presentan una notada falta de ganado pa-


ra la cantidad de pasto.: cultivados, especialmente en la región del lago.
4. Aparentemente, no se conserva el equilbrio de la expansiÓn gra-
dual, para lograr ganancias inmediatas, correspondiente a la rata as-
cendente de inversión. En algunos casos, buenos y bien cuidados pot;re-
ros con capacidad para 400, reses y más, no tenian hatos mayores de 50
cabezas. En otros, potreros en formaciÓn, a los que resulta conveniente
echar ganado, no tenían las cercas indispensables.
5. La mayor parte de los ganaderos, a pesar de su dedk~aciÓn, alien-
to y esfuerzo, no operan el negocio en la misma forma que el ganadero
tradicionaL. Esto se explica por sus anteriores o actuales diversos inte-
reses,ajenos a la ganaderia, y a su habildad más bien adiestrada en
otros menesteres. Con adecuada asistencia técnica y mayor experiencia,
esta situación puede fácilmente superarse.
6. La sentida migraciÓn de las Provincias Centrales se está haciendo
sentir en el interior colonense, con provechosa influencia.

38 LOTERIA
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7. La mano de obra no parece con::tituir factor limitante en la ope-


ración ganadera. Un continuado incremento en la migración interna,
como es de esperarse, tenderia a hacerla aún más disponible.
8. Los pastos cultivados más populares son Faragua e Indiana, ('on
una marcada predilección por el prim£ro. Los ens9.Yos de siembra 'le
pangola que pudimos observar presentan per,3pectivas halagueñas, aún
en condiciones no convencionales para este cultivo.
9. En general el gJ.nado se conserva en buen estado de salud, y los
parásitos excernos no constituyen una plaga ab'undante. La infestación
de tórsalo es más bien reducida, en comparación con otras regiones del
país.
10. La calidad y raza del ganado inspeccionado está generalmen(,e
por encima del promedio para el país, con hatos de alto porcentaje cebú,
cuya ceba se logra en el período promedio de 3 a 3 años y medio.

UN PROGRAMA DE FOMENTO
La situaeión existente justifica un serio y bien llevado programa de
fomento de la producción pecuaria, que facilte la inieiación de ganad'~-
ros, con un minimo de presiones y ansiedades. K:te programa debe dar
impulso inicial a la cría y habiliración de potreros, poniendo a la dis-
posición del ganadero colonense hembras aptas para la reprodu.cción,
para las que trata de buscarse mercado en el exterior actualmente.
Este programa de fomento ganadero debe envolver asistencia técni-
ca y crédito supervisado. Ante la..; disposiciones del Código Agrario, la
titulación de la tierra será aliado important,e en la determinación de la
garantia crediticia más recomendable para préstamos a largo plazo, que
seria, en esa .situación, lo más recomendable.
Casos de especial atención son aquellos en que la capacidad actual
de los potreros debidamente acondicionados, excede los requisitos de ha-
tos reducidos. Cabria en estos casos un aumento gradual de la cria, y
un aprovechamiento racional de los pastos, por medio de la ceba de no-
vilos comprados en otras regiones vecinas, cuando las condiciones eli-
matológicas hacen necesaria su movilzación y venta.
No cabe la menor duda que Colón, ante el empuje y visual de un pu-
ñado de hombres luchadores y bien intencionados, está despertando an-
te la ineludible realidad de su desarrollo rural como base de su mejora-
miento económico integral. En este desarrollo, la ganaderia será una de
las primeras actividades en ocupar su lugar de aporte decidido al espe-
rado resurgimiento.
David, Noviembre de 1962.

* * ..

LOTERIA 39
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lJ1.1 :
lo Imprenta y el Periodismo en Panamá durante

el período de lo Gron Colomhio (1811-1831)


Por RoniUGO MIRO

-000-
Ha sido lugar común entre los que se ocupan del estudio de nuestro
pasado afirmar que en 1820 José Maria Goytia introdujo una imprenta
en Panamá, y que en marzo de ese año auareeió "La Miscelánea",
nuestro primer periódico. El coro de afirmaciones tiene un origen úni-
co: los Apuntamientos Históricos en Relación con el istmo de Panamá,
de Mariano Arosemena. Al reseñar los incidentes del año mencionado,
don Mariano cuenta: "la imprenta llega en marzo, móntase, y fún-
dase "La Miscelánea". (1) Posteriormente ninguna prueba se ha pre-
sentado en apoyo de aquella aseveración. Por el contrario, los elementos
de que podemos disponer niegan la existencia de "La Miscelánea", a
secas, en cuanto periódico panameño de 1820, y hacen dudar de que la
imprenta fuera introducida en el Istmo en esa fecha,
Respecto del último punto todo indica que Arosemena equivocó el
año, contingencia nada extraña si recordamos que los Apuntamientos
se escribieron medio siglo después. auoyándose su autor demasiado en
sus recuerdos. Considerando las palabra~s citadas dentro de su contexto
general resultan, por otra parte, insuficientes o poco claras. Los párrafos
previos al que motiva la controversia, destinados a narrar los sucesos
de la metrópoli, informan que el F' de enero un movimiento restaura-
dor puso en vigencia la Constitución de Cádiz. Es en 1unción de aquel
acontecimiento que nuestros patriotas optan por sacar provecho de la
favorable coyuntura. (2) La decisión se confirma y facilita al jurar Fer-

(1) Edición d~I Minist.~~do de E-dueacîón.-rn:iiwenta ,Ni:i_~iÜIlal.-P~'w'::\rr~1., 19,1~). PÚg". 1,07.


n~ esta veri:dÚri, J;('nel'almentf: ~1(:C.lit"¡"hi, h.:i,:-La aho1":.. dis(~lCr'a don c::J~.i()t; V::llnrIno €n el
e~critü aU(~ sohrc "El :?S de Niviembrc df:! lR21"' publkÚ en "El Ci'oI\i~t:¡" de 2S de enet"Ü
y :¿O de f(~lH-i:n'fJ de 1S78. V~Lll::i.Ìr)o 11:'H',(! dCl)(~'THler l.:'t int.i'"(ld\)("~~-iÓn. d~ la impi'("~nt:l. d(~ ln
promuh~aciÚIl de la ('onstÎt,leiÖn (~~pi:iiola, h(~c:lio (iUt~. ~,Omo tiC' yerÚ, o('ul'rib en lau;.ll-
mÜ, .~ IIH:idiados de lX:ZO. P(~r otra parte, ::fíl'ma que lise hiy,o vi:'nii', ('()n el renilio d~ los
p.:d.riüia~ tnÚß nüta,bj(.t,~ Uri~i tii.ior:-iafÍa de .Tain.Úca", ete., lo q:.i(: tani.po/.o ~e üvît:n(~ con
hi, ver~iÚn cori~iente.
L:.i. hhòtoria de nuc~tra primera imprenta iniede r.i'rovì::Üün.'lmente rC'::U11Ìl':(' (l::Í: impor-
t,nda en 1821 opef") bajo 1:1 l'('~".p()Tl~:.bii¡/.hd df.' G("y1Ji1 hi:.¡sta fiti('s di\": 1 S2:L slu!jtit~iye a
GOytÍa como editor Dieg'O fbnti""go (;o11z.1l(:z. e~ir-~',.8H;~ncro" En 1 S26 la imprent.a l'c.gi:mtn-
da :pOr Gonzál('z eroa prorïIt"!dud de J'u¡:in .Jn~é Af'golt~; St:i'glin él rn.h:.'r'iIO /.'ontî~:~!ja. Gon~:';'ll~'Z
hace mutis t'.()mO irn'l)f"e!:Ot' hacia isz¡:' Cll~HHtü aparece Jüse Ani-el S:'.lIlitO::; t.iuien pt"'I"f:iistió
en la t'''l'"ri:t p~rìor1í!'U.(~,i n:=st,i !:u m.ncrtc, oCllrdd'a ('n 1 SGn. "En los i~a~;n:: hasta alIuÍ .cita..
dos un impresor sucede a ot.ro. SÚlo i:n la l-'Uurta. década del sii:lo encontromoB ope',ranòo
más d~ una imrirenta.
(2) El Artl ('1.10 371 dil..e: "Tüdi)~ los esparioles llenen liher:.ad rl(' ei:cl"ihii., im'pri!nir y
pu1Jlicar Su~ ideas politic'3S sin n('ccsirl,ad de lirencia, t/(~vi~iúIl o aprobaciÓn alguna a.nte-
rior n la l-iiblicacIón. b,P.,jo las resti'ic!~iuIleS y rc~'pc.nsabilirl.~d~~ qUe e~t,¡:blez'('\3n )ns
leyes". Texto pareialmünte utilizado t.0tnü epig'I,f:lfe de "MhH~clánen dd Istmo de Panamá".

40 LOTERIA
Digitalizado por la Asamblea Nacional

nando VII la Constitución, el 9 de marzo de 1820, ocurrencia que con-


¡.lida el triunfo del movimiento de Quiroga y Riego, todavía entonces
no acatado en forma unánime en la Peninsula. Ahora bien: ¿cuánto
tiempo tomó la noticia en cruzar el Atlántico? ¿Cuánto demoraron las
gestiones enderez;adas a adquirir la imprenta? Es obvio que ni una ni
otra cOlia pudicron ocurrir en el curso de marzo de 1820.
Para una idea acerca de las comunicaciones de la época téngase
en cuenta lo que sigue: Morilo se entera del pronunciamiento de Cádiz
por los mismos días cn que el Rey se allana al dictado de los 'Liempos
nuevos, y el 11 de abril r'ecibe órdenes del gobierno revolucionario para
que iie¡"ocie la paz. La Constit!1ción fue proclamada en Caracas el 7
cle junio siguicnte.(3) Bolivar se informa de la gran noticia el 18. En
Lima los actos de proclamación y jura de la Carta se celebraron el 15
y el 17 de septlerrbre.141 Y en Panamá, lo que nos importa de modo
¡'specifico, a fines de junio. Cumplido el rito empieza el ejercicio pleno
del régimen constitudonal y germinan lus afanes que culminarian con
la importación de una imprenta y lo. publicación de un periódico.
Pero, bay más. Aparte el carácter equívoco del texto de don Ma-
riano ya señalado, encontramos otros francamente contradictorios. En
la página 145 de los AlJuntami,=ntus, comenta: "La Miscelánea", csta-
H"cida durante el régimen constitucional español, continuó escribién-
dose".(5) Y nueve años antes, en su ensayo Independencia del Istmo,
nos había obsequiado con una primera versión de aquellos aconteci-
mientos según la cual las actividades periodisticas de los patriotas fue-
ron conSEcuencia de la transformación institucional. (6)
Pero la prueba decisiva la brindan los hechos comprobables, en
este caso las muestras conservadas de la prensa de aquellos días. Sabe-
mos que existen en España, Colombia y Panamá ejemplares de perió-
(!lcos panameños de 1821 y 1822. Entre nosotros don Antonio Carrilo
Vargas guardó con celo encommble una copia del Na 11 de "Misceiánea
del istmo de Panamá".(7) En el Archivo de Indias, de Sevila, Juan An-
tonio Susto conSUltó allá por 1926 el Na 37 de ese mismo penóuico, de
25 de noviembre Clc 1821, de donde copió el Acta de la Junta General
celebrada en Panamá el dla 20 de noviembre anterior, documento re-
producido en el Na 21 de la revista "Alas", de esta ciudad, entrega corres-
ponaiente a noviembre de 1931.8) En el mismo Archivo de Indias Carlos
Manuel Gasteazoro consultó los números 24, 25, 26 Y 27, de 26 de Agosto
y 2., 9 Y 16 de septiembre de 1821, respectivamente, más sendos suple-

(3) COl'(Jku. José: América, Historia de su Coloni:iación, doininaciôn e independencia.--


Barceh1nia, 1RD6. TI!lfo iv. Pág. l 56.

(~) Obra citada_ Pág. 208.


(5) .l1 subrayado l~S rnío_

(G) lnd"pendencia dd hUno.. Imprenta Nr.cünaL.-lan"má. I %!l. Pá.t. 2!l.


(7 ') He consultado el f;.jem.f)kir .lilal.~ia~ :~. la gLutilezn de Su po~eE:ldora. In ::eñoi'-l viuua
de Carrillo Val'g-as. COJ'!el:l)ürHk~ al ~7 de m~',yo d~ isii. páginfls 41-4"t. Se hflhl.a ,allí
del "hurriLle aL(~IlLadu de I.iue fue víctiirnn el AlealJe Con:!tituciunl"d de CrUl.~fiR". y iJ€
plantea d ~ig'nicnte :;,~(!rtijo: "Ln~ exi:)(uil.~Î()'n('s que ~e Jice ~8tán pt'epl;)ltt:nUO lu~ dbi~
denteli contra Pnnnma por el S'ur y Norte poùrán Ser efecLuadn8~ ù no 't;.
(8) l.ri El Grito de la Villa (10~Noviembre-1821).-P,alnam.á, 191J1, lrnIHl~nt.fi Nacional~
Ernesto ~T. NÍi:olau r(:prOdlli.e t: docnmento ,permitiénJose un al''t:glo ql1(~ nada autoriza.
Ver vag.inas 66-5U.

LOTERIA 41.
Digitalizado por la Asamblea Nacional

mentos a los números 24 y 27.(9) Y en la Biblioteca Nacional de Colom-


bia reposan los números 30, 32, 34 Y 36 de la "Miscelánea del Istmo de
Panamá Libre e Independiente", correspondientes todos al mes de agosto
de 1822. El Catálogo de todos los periódicos que existen desde su funda-
ción hasta el año de 1935, inCiusive,OO) lo registra como "Miscelánea
del Istmo de Panamá", omitiendo del titulo las palabras "Libre e Inde-
pendiente". Esto ha dado pábulo a quc se le considerara continuación
de su homónimo dc 1821, cuando en rigor no es así.l1)
Comprobada la cxistencia de "Miscelánea del Istmo de Panamá" y
de "Miscelánea del Istmo de Panamá Libre e Indcpendiente" conviene
establecer la relación entre uno y otro periódico, caso de que la haya.
Desdc el punto de vista de su nominación, tenemos dos entidades distin-
tas aunque de nombrc similar, que cambia sólo en cuanto agrega las
palabras libre e independiente en reconocimiento del cambio operado.
Podría crecrse, visto superficialmente el asunto, que estamos cn pre-
sencia de un sólo periódico, a cuyo nombre original se suman un buen
dia dos palabras. Así se entendió por algunos, según hemos visto. Sin
embargo, no obstante su clara cercanía, algunas peculiaridadcs denun-
cian su disparidad. Argumentos importantes para el esclarecimiento de
la duda ofrecen la numeración y la paginación.
"Miscelánea del Istmo de Panamá" -localizados cinco ejemplares
en Sevila y uno en Panamá apareció en el año de 1821, y no hay
noticia cierta de ejemplares correspoudientes a otros años. A juzgar
por los conocidos. se publicaba los domingos y salió con mucha regula-
ridad. Ese ritmo invariablc se conserva en los númcros 24, 25, 26 Y
27. Y se mantiene en relación con los números 11 y 37, cditados en la

(9) ¡'Eln ~st.a :-ección tuve h. rOt'ltuin., .de t~ncont.t...lr algunos nÚmi:l'(lf) :'ii(~lto~ del pri~)l~r
periÓdicc pana.meiio ¡'La .Mil'cdánea." del c.lue dijo d -f1nali~tfi Muriaiio Arn~t'ri1cna, que
con él "f.e hizo tanto en favor de In Tnderpendencia. g'f?:neral (1(~ In Américn hÎ~r)an.n y de
los p'rindpio~ republ'l':'rio!- nll(' hl,t\ ¡\,utorirlarh-B del T~tmo ;:(~ f."lnrmi:iron y iiq~aron a pen-
Sal. en hnpcùir SU puhlíctl.ciÔni sÎ no se ~scr:ihia en ~1 de' otro l)wdo. T~4mhi¿\n ex.iste ~n
el mi::mo le:gi .iü, una pro('l~\rn'"t I.h:) M\irgeÓn y ('n otro, un fjemlJlar ~udtü de la "Mis~
-celáne.a ,del Istmo d~ l'::n..n"riá". V('r Introduççión al Estudio de la Hbtoria d(~ Pam.l.má.'
Tomo l--Fll~nt(7S (h= la ~pc'cn Hisriariü.--Mcxíco.. 1 9j)H. Páp:'. HH.
E1 ejetni)lar ,suelto Ql1e Gnst~nzoro meIlciona ~in ident.ificar e"~ ~l'~ p(¡i'r~fo final (h~l
tt:to I.',itnùo ~::; prcsIHnihlemente, f:'l 'No. :,,\7, (le 2,5 de Il(ivie'l)iht.(~ di~' 1 ~21i que Juan .An~
tonio SUi:to con~u1tÚ diir.;i.nV~ i:u estndifi en SHvilla..
En otf"O 1:~lHilayO suyo, el Dr. Gia!7L(7';:i,7.01.o S(7 hf.:t~e ¡~,('o (le li. l":'Pl:tÎi:ht vendÚn ~','~~(7r(~a de
la im,prcnta y "La Mi~(7dáTIün" como r'l~alidac)¡~s p.un::,mJefi;.S de 1 !,~,O. V(7f. "In'.er¡"ii,.ela-
cÎón sincEH'a cl(7) 2,1: de Novi~mbl"(" dc iS21", en Universidad, PanamÚ. iÐ'5:~,. Pág. 111.
l;l ei:Ludio de lo,.s númeroS (Ü.; "JVitH:,elÚne.:i. del ~~tmn de Pan,arnÜ" (.'"it.:¡los por Gn~-
tef.zoru~ CUY'l;,:: fotni~()pj.;i.s tuvo la gel'H:.'1'.t.,t;1chul de Ob~B'1.1uL:\,r,.rri,~. rYIt:' lle\"Ó ;,'\ la~ i-efl(~xioneî-
Que s('~ ofrecen en la IIJ'rIm~ra p::l.rte de l:'öte h""':bajo. J..åI.': condusiilIlt.i; iLl que unibo fue-
rOn comunica,('fas a los estudíantes de Literaturn Panam(:ñn de la Univel'~idacl d(~ Puna-
má ya dei:de el i.~Ul'lO d~ .1 \HitL H",t;ta, (~n1.onc¡,'s ,ci'cía c/.I'rt'c.n~-,niinl.'.a b,î- hic(~ T)rC)blf~-
ma,a-Ia.B aseveraciones ùe don Mai~iano. Así ,con::t.l if~n In Intiodul.~ciõn a la Antología
Poética de Ricardo MirÔ de 1937; en De la Vida Intelectual en la Colonia Pan~'l1l:ñal
ediciones d~ H:l44 Y 1950 (Ver La Cultul1"l Colonial en Panamá), y en La Literatura Pa-
nameña, breve recUento histórico (HI4li). Lra.b~ju incluido en Teoria de la Patria (lVJ7),
segunda. parte de "1,(1 litern.tul'la de l'anam..á". donde acei::to iH:: írnî~m.o la vl.l'iÚón no ~01n-
probada. de la ~'Xi::tc'liCi..~ del "Club TnclepenJ.entbki," en l~.1B, ~egÚn ufh-rnan C::rlo:" Va-
l1arino y Rodolfo A~idlera ~n SU,i: trabajo:, f.'qu í ~îtado~.
SI:Q. esta 1: opoi'tunidad pa,fa inabOr ~n la l'eL'.o'm(7nJ:-,dÓn, (lh''¡'gida eßpe-cìalmentc ß
le,s jóvene~ e~t.udi.ante~ dc= histuria, de que !'c txîj1a a todn i)~rp,(),na deilknrla al estlidîo
de niwstro pasado el respaldo doc=umen.tal de sus insei'tos. Toda i: l~il mneión carente de
cs:e requisito debe tornarse i~on rClicl"vH~.
(16) En ad~lante se dir~~ ,sola.m(7nte CatAk'f;o y Hiblioteea.
(11) VÓ:1,se G9..~tillero H.. ,E,rnesto .L. Origen y Desarrollo de la Imprenta en Panamá..-
Pan'amá. 1958. Pi~g'. 1 ;l. La Confusión res,ulta ~n eierto modo explicable. i-i~f'~ tr~~ de los
c,uatro nÚmeros ùel ario 1822 (lUC -(.Onserva Ja lli:bliot.e,ca omitf'11 f;ll el título 1.'l~ pakiu.r:=,g
Libre e Independiente. No (~.u:be diidai sin emha,r'g'o~ atendida la trimøl'acI(ln y pn,gi:H~.eión
de amibas "Mî~'i',elánçia"~ de que se traLa d("~ ~osas dîrerent(;s.

42 LOTERIA
Digitalizado por la Asamblea Nacional

1écha programada. Lo mismo ocurrió con los números 6 y 10, cuyas


datas seí'ala don José Pío Quinto del Valle en nota inserta en el número
26. Todo ello prueba que desde el número 6 al 37 "Miscelánea del Istmo
de Panamá" se publicó normalmente. Respecto de los que antecedieron,
nada indica encontraron tropiezos. De ser así, la entrega inaugural de-
bíó repart;rse el domingo :;0 de marzo de 1821. Podemos imaginar, asi-
mismo, que el periódico siguió publicándose más allá del número 37.
Falta localizar ejemplares que confirmen el supuesto. Debo agregar que
la numcración de las páginas es corrida, correspondiendo al número 27
las pá.ginas 105-- 108.

Ahora bien: el periódico quc, al decir de don Mariano, continuó


escribiéndosc "con todo El entusiasmo que nl!s inspiraba nuestra posi-
ción ya independiente y libre" es "Miscelánea del Istmo de Panamá Ubre
e Independiente". A juzgar por los números conocidos, debió estrenarse
el 17 de enero de 1822. Como el anterior salia también los domingos, y
la numrración de sus páginas era corrida. Al número 30. de 4 de agosto
de 1822. corresponden las páginas 120-123.

otra de las versiones repetidas sin fundamento a propósito de esa


imaginaria "La Miscelánea" denuncia la prohibición de que fue objeto.
En ::us Istmeños Ilustres de la l:mancipación ROdolfo Aguilera dice: "El
periódico lo imprimia José María Goytía, fogoso patriota de aquella épo-
ca. y su circulación era casi clandestina, a causa del despotismo de la
autoridad. que al fin prohibió que se continuara publicando, conmi-
nando a sus rcdactores e impresor con castigos muy severos, por per-
mitirse hablar de Patria y Libertad". (13) Dando ocasión a que el :infundio
prosperase, don Enrique J. Arce, autoridad reconocida. lo rcpite: "El
Virrey mantuvo a Ruiz de Porras en el mando del Istmo cuyo territorio
nominó Gobierno de Tierra Firme, separándolo del resto de la Nueva
Granada; sin embargo, al cabo de poco tiempo reasumió todas las fun-
cionts administrativas; suspendió "La Miscelánea" y metió en la cárcel
ü sus redactores", cte. (14)
La leyenda vuelve aqui a imponer sus fueros. Como creo haber de-
!;icstrado, el periódico se publicó sin interrupciones. No hubo, en con-
secuencia, tal suspensión. Revisando los números asequibles se advierte
enseguida que no había para qué. El régimen restaurado consagraba a
libertad de imprenta, y su ejercicio balbuciente no llegó nunca a las
lindes del abuso. Más que revolucionarios propugnadores - de la indepen-
dencia, los colaboradores de "Miscelánea del Istmo de Panamá" fueron
padficcs constitucionalistas. Uno de sus más asiduos contribuyentes

(12) F:n su "lntl'odtll.~dõn de la Imprenta cm Panamá y (;\ 'lYl"mcr foii~1.o (1 S20 )",
trabajo publi~~H!O en el No. 52 òe ;'Lc_tcdn".. de ~eti(~mbn:~ de 1 !..-5, Jii~',n Aril(~nin Sll~t.o
a.dmit,~. avoyado (li Ai1oscmcna. la 0.xL-;tcndil. de "L:L M'ii:",ceIÚJlE-a" c.onil,1 l.l~rjÓd'ko ll~
l1R2.0, pc=ro acierta nI clifcren~ial-o .de "MhH.:elitinca del i~tmo de n:..lHl.,mii". que ,c.onsirlera
ot.-a cOIH.I. A "La MitH~eJánciu,tt se refÎere tamhU~n. sh:niÌcndn la misni:: fu~'nte, la Sta_
María ReeuerÜ' en Sll Breve Historia del Periodi,.mo en Pan5.lrná, Pág. 7.
(13) l;ùÌt~ión de 1f'\8"7. Imprenta i-c Aquilino Agiiirre.-Pan~mã. 1'Ú.g-. 2'9. La i"'~fererl-
da se ,cont.enû en la nota sohre Rl8.8 1\ rosemeP.u.

(14) PágÎna 419 d(~ lo que dlebiÓ f:er el t.omo aegutido del Compendio de Historia de
Panamá en la "versión :l-,mplîada po,- Arce. Aunqull imlp'1:.~~!'o en lOiJ\l, rl.o t~irl"~uIÓ 'lwr V(~-
luntad de' su autor.' Se c:onSI3FVan't' sin embargo'. aJgunaa coipin.s. El tomo primero; pnesto
a la venta ~L (:fl~) de 193,., 8eñala .;:t. Juan Jo'~é Argot(". Maáilllo An:'Sf:rnenô: y C~,~)).ar
Aro~emeIla, .Tun.n .Jo:õé Calvü y Manuel Maríia A.nda cOrno dii-ectoi"es ùe "MhH~t.lãílea".
AguHcra dicø (fue (lié don M~:'.,l ¡ano el prindpal rcdiac~Ol( (Obt"n l~îtadi:, pÚg. J i'). Ning-ii-
nO ofrece el fundnmento de ~lIS nsevcfac1l nr~..

LOTERIA 43
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iiitelectuales fue el Corone: José Santa Cruz, Gobernador de Portobelo


cuando el ataque de MacGregor. Sin embargo, otros militares mira roIl
con aprensión el despertar de las conciencias, cuyas proyecciones in-
tuian, y manifestaron su desacuerdo con el sistema dc libertades dis-
frutado. Parece que los voceros de la inquietud progresista fueron ob-
jeto de algunas presiol1s, y se llegó a encarcelar, arbitrariamente, al
Alcalde Constitucional dc Chagres, den José pio Quinto del Valle, según
dió cuenta el número 6 del periódico, de 12 de abril de 1821. Pcro las
cosas no pasaron de all. La novela dc la suspensión dcl periódico y
la prisión de sus redactores acaso se origine en un Comunicado de "El
Vigia del Ancón", aparecido en el númcro 24, de 26 de agosto de 1821,
que dice, aludiendo al arribo de Murgeón: "ya nuestra perseguida Im-
pr€lita disfrutará de toda la libertad y seguridad que le concede la ley,
y bajo la protección de nuestro nuevo Jefe, se corregirán los abusos, se
instruirá al Pueblo en svs derechos, y :,e formará vivamente la mejor
cpiniÓii púbJiea."

Para la élite de la zona de tránsito el problema se resolvia estimu-


lando el renacimiento del comercio mediante franquicias adecuadas y
el orden indispensable a su normal desarrollo, e instaurando asimismo
una auténtica convivencia civil que impidiera las exacciones de que
habian sido víctimas recientes. Ese programa parecia lograrse dentro
del molde constitucionaL. siempre que se respetara por quienes estaban
en capacidad de desvirtuarlo, es decir, por los adalides del pOder cas-
trense. Las aspiraciones de nuestros prohombres no pecaban de mayor
radicalismo. El menosprecio de la Ley, amenaza permanente bajo el
fugaz imperio de Sámano, desapareció con cl arribo del Capitán General
don Juan de la Cruz Murgeón. Las reiteradas manifestaciones de aca-
tamiento a la Constitución de que hizo gala apenas llegó, mediando
ai~osto, provocaron general y público regocijo. El día 18. según refiere
Santa Cruz, declaró: "Donde mande el General Cruz todo ha de ;;er
constitucionaL. Si alguno piensa de otro modo pidame el pasaportc y huya
del suelo que yo piso".(15) El día ::2 envió al Excelentisimo Ayunta-
micnto de la Muy Noble y Leal Ciudaçl un oficio -repuesta a otro de
la Corporación- donde exponia sus planes dc g'Obcrnante y anunciaba
haber tomado las providencias necesarias para la instalación a breve
plazo de la Real Audiencia, viva aspiración de la cemunidad intencional-
mEnte no satisfecha por el anterior Virrey. El periódico que da cuenta
de estos hechos acogió también el Auto dictado el 23 de agosto por :O.
Pablo Ylario Chica, Magistrado de la Audiencia, que confirma la deci-
sión de rcstablecer el Tribunal y nombra los siguientes funcionarios:
Conjueces accidentales: don Manuel de Urriola y don Joaquín Ribera;
Abogado Fiscal: don BIas Arosemena; Rclator: don José Maria Clarcla
Guardia; ES~libano de Cámara: don Juan José Calvo; Pro~uradores:
Higinio JOS2 Pricgo, Jorge Gutiérrez, Joaquín Robles y Victoriano Soto,
y Portero: Miguel José Eorbúa. La Real Audicncia se instaló con las
acostumbradas ceremonias solemnes el 3 de septiembre. Todo discurría
en cl mejor de los mundos. No obstante, dos meses después iba a con-
sumarse la independencia. Era una de las alternativas en la que no
se puso especial énfasis.
Colaboraciones dighas ¿f¡t particular menClOn por su extraordinario
interéspublfadas por "Miscelánea del Istmo de Panamá" son la que

44 L. O rF I~' "
(15) (iMiscclÚlH:.\."l (le) Istmo de Palf::im:-C~, 1\0, :~.i PÚ~. !) i-
Digitalizado por la Asamblea Nacional
Digitalizado por la Asamblea Nacional
Digitalizado por la Asamblea Nacional

i;e inserta en el Suplemento al número 24, de José Maria BeB,.; la carta


al Editor firmada por Buen-Deseo, aparecida en el número 27 (16). Y la
Defensa que del Subteniente don Jcsé Miró hace en el Suplemento al
número 27 "El Patriota Desconocido", quien estima no se recompensó
dignamente su comportamiento en las acciones de portobelo durante
abr~l y mayo de 1319.
Lo hada aqui expuesto autoriza a formular algunas conclusiones:
ai Nada permite seguir sosteniendo que En el año de 1820 se publicó
un periódi:3o panameiìo titulado "La Miscelánea"; b) Presumiblemente
la imprenta fue introducida en Panamá en los meses iniciales de 1821,
y no en marzo de 1820, como afirma Mariano Arosemena. En todo caso.
no hay noticia de impresos panameños anteriores a 1821; el Es cesa
comprobada la apariciÓn regular en 1821 de "Miscelánea del Istmo de
Panamá", que alcanzó a publicar no menos de treinta .Y siete números,
y di "Miscelánea del Istmo de Panamá Libre e Independiente" ,;urgió
a la lu;- pública como Órgano n1.'e\'o en 1822. Lo mismo que su antecesor,
salió los domingos, en pequeño formato de cuatro páginas.
Los Apuntamientos Históricos en Relación con el Istmo de Panamá
son obra valiosa, apreciable documento de la época. pero no pueden
t.omarse siempre en sentido literaL. Arosemena escribió de memoria y
sin proponerse establecer verdades de detalle. Omite cosas importantes
y es a ratos inexacto. Confirma una vez más esa falta de precisión su
referencia a una Gaceta Oficial del año de 1822. (17) En realidad, ese año
circuló una "Gaceta del Gobierno Independiente de Panamá", de que
me ocuparé más adelante. La más antigua gaceta oficial de que hay
ejemplares conocidos se llamó "Gaceta Oficial del Departamento del
Istmo", y empe,.ó a publicarse en enero de 1823. Me referiré a continua-
ción a los periódicos publicados en Panamá hasta el año de 1831, cuan-
do, con la liquidación de la Gran Colombia y el declinar del poderio
castrense se abre una nueva etapa histórica.
II
Poco antes de que apareciera "Miscelánea del Istmo de Panamá
Libre e Independiente" comenzó a publicarse la "Gaceta del Gobierno

(lB) Ji;n1.re utrai: ,i~,~)Sfi~, oli~':i(~rva;


"El 1!'T.nio de Pn.nnmá ~IS ÎrIt.eu:I:Hiut(' p-.:tra la N,::,ción ESi.i~,ñoi~i ,(~omo pol:icÎon rri;'O-
Kl.árie1ai; y esta ciudad. n:HI,n~.¡.l.da 'por d .(:,daidüi' dd UJiiVCI'"i-C' "-~on cin::w;:h.1neiaB partil...ll-
lQI'/tIß, y ventajaD que no gn,znn otro;3 h.;,mo:., oblii-R al Gohic:rno general a t~on~("~l'v4:"do,
()tw~ Sil CI.!rii:H,t"vacióil ei:Üi t:onexa cori e1 bien de .la N~dÓn. Co.n1ü piinlo g,,~ogrático (.'xiK"e
K'f.t'lol~ ,creddos en el nia,ntcrlÍmienlo de lropas y relaedÚn dl~ fort¡rï(~al.~it.' 1Il:~ con todo t'¡
trf~n que arrasll~.a,n tras ùe Di (~sta.í- oblii-adoncst l"'s cu.al~i: 'si;!l'Üi.n menore~;; y I...a~i iil~gH~
rían a ~cro. i~~pei.~tivnmente hnlilii,ndoi si no. cùncurl'ics~ ~L alr,ci,dt~(Ül~ del l)l1nt~) gc-oxTári-I.',o.
"Lui: gia.stc.~ 'melll'.Îon;:dotl son ~u,pf!rh)l'l:s a los 'm~dios y aux1ilioB tllle plh:de Vn)porc,io~
nar una. polJla,CÍón de no,venLamil aliiia~, que no. rposee mit~ d(.~ut'za~ que la niÜH~la,ble dc-
talkl.fhl, 8abi~ y plrüJ.undamcntc en el PcriÚdieo No.. 12 'por un anónimo, i.~UyfiS l'cflexiOli(~S ')"
verdades p~in~CC'l"tan (~OnViIh~ente~ y claras I.iue i:el'a en~ubridal: ~î sE' intentase ,.am'pliric::Jl'.
In~; y aún ~erían superiores a lal: facultades de untit. Pl'ovÎnid£.l nipi,df~nti~.
"Si Pit.t, i-i d Padre PiU" t'i Neker resiicitando, reunic'St:'I tcoda~ htí- 1i1l~eB 1.~(~onÓmieo~
pülítica~ que 08t~Ilt.i:r()n en Sll8 iic~pectJivus Minî::terio::, y n,gTt.~glõ\i:(~n 'a, ellos ff,i3 l.ue hll~
bîe~eIl Q,dCluiriJü en el otro mundo (,puet) dice que el diablo e.~ ~litil) y fll(:~H~n (~nviaùo~ a
este Istmo para (1'1E' de ~us act.ual(lß habitantes ~aca8eIl por contrihiicicn(~~ dii'ecnas, ü in-
rJircct~ls. e~t.blt.cida,s hajo los iii";ndp;o.t' de equidad reicon'ocidolB y .adoptado~ po~' la,s :-o-
d~d+aùes bien üonstituÍdli.i.8, lo~ te~Ori-'8 nf'cc~arîos lllra. cubi"Ir dUlltntf' un aÚo todas Jas
nei.~~~ida.d,es de guarnicione~ y dt'fen~a MHitar y poJiticnt perderían f:H,l.i" l'l~nornJbrad.)i cre-
ditos y tendrí'a.n que cUIH'ir8e dl"" unn verg'onzo~a ~ünfiuaiún dil.~icn.do. no lo 5abEimos".

(17') Apuntamientos Históricos, fltC. PÚ,g. 145.

LOTËRIA 47
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Independiente de Panamá". Fundamento el aserto en la numeración y


fecha de los dos ejemplares conocidos: el número 10, del jueves 28 de
febrero de 1822, y el número 31, del jueves 25 de julio del mismo año.
De acuerdo con ello, asumiendo su condición de semanario -lo fueron
casi todos los periódicos de entonCES-m-, vió la luz pública inicialmente
a fines de diciembre de 1821. Como su nombre indica, era vocero oficiaL.
El número 10 inserta una Proclama de Bolivar "a los Patianos, Pastusos
y Españoles en Quito"; la carta del Libertador a Fábrega congratulando
a los istmeños por la independencia; una nota dando cuenta de los
actDs celebrados con motivo de la jura de la ConstituciÓn, el 24 de
Febrero, y la misiva de Fábrega, del día 23, por medio de la cual comu-
nica a sus miembros, seIiores Dr. BIas Arosemena, Juan Argote y Ma-
nuel Urriola, la disolución d2 la Junta Consultiva del Gobierno. El nú-
mero 31, del que se guarda un ejemplar cn la Biblioteca, que se registra.
por error. como publicado en Guayaquil, se dedica casi integro a repro-
ducir la documentación por medio de la cual el cirujano español Dr.
Joaquin Morro se hizo ciudadano de Colombia. A propósito de éste
l~eriódiC(J care7.CO de mayores noticias. (18)
En cuanto a la "Gaceta Oficial del Departamento del Istmo", debo
decir qu¡: se trata de un importante órgano publicitario. de oblÍ'''da con-
sulta paTa el estudio del periodo que cubre. Empezó a publicarse en
cnel' de 1823, en la imprenta de Goytía. Apareció hasta el número 26
los dias jueves, y a partir del ')7, de 6 de julio de 1823, los domingos.
En las i/rimeras entregas se ofrecen las listas de los "suscriptores 'Dara
la dofen';a del Departamento y honor de la República." Contribiiían
con dinero y especies. El N9 7 da cuenta de la visita que hiciera el Co--
i-nandantc Carreilo a los pueblos del interior, visita que le tomó cua-
renta y cinco días. El nÚmero 9 anuncia la aparición próxima de "El
Cometa del Istmo". Admite suscripciones "con el fin de atender los r~as-
los preci;;s del papel que es a lo que aspiran únicamente sus editores."
El número 10, de G de marzo de 1823, inserta como Remitido un "Pro..
yecto para la formación d:? algunas leyes beneficiosas al Istmo, que eleva
a la alta consideración del Supn'mo Congreso de la República un ciu-
dadano natural de Panamá." F'irma A. A. Se trata de un lucido docu-
mento donde se plantean problemas fundamentales. El número 12, de
20 de marw, anuncia la llegada de impresos, que se venden en la Im-
prenta. El 14, de 3 de abril, celebra que el Ejecutivo confirme las decisio-
nes del Acta de 28 de noviembre, reiterando los nombramientos de los
empleados públicos. El número 35 ofrece suscripciones del periódico "Bi-
blioteca Americana", próximo a publicarsc en Londres. En septiembre de
1824 se observa un cambio en el pie de imprenta que ahora dice "Por
Diego Santiago González". El periódico cambió dè nombre a partir del
número 97, llamándose "Gaceta del Istmo de Panamá". (19) El n;mero
100, del domingo 28 de noviembre de 1824, recuerda la fecha clásica y pu-
blica la "lista de las ciudadanas que gratuitamente han formado camisas
para el Ejército auxilar al Perú". Carreño se despide de los istmenos con
una Proclama aparecida en el número 159, de 15 de agosto de 1826. El

(1'8) Parece .Que~ ,como ocurdó e.On cierta frec~ieIlda por aq:uciUo8 años, alguna Vez vario
de nomblC!. (),caso por negligencia del operario cajista. Tal hace ¡:upCI1~l" la existencia de
una. HGneetn del Gobierno Departamental de Pnnamii,) No. 41., (lel juøve,s 24 de octubre de
1:822) ejemplar perteneciente ,a D; Enlest.o de J. Castillero R.) que POl' Su numeración y
fecha de salida parece pi"o)ongaci6n' de la "Caceta del Gobierno Independiente de Panamá".

48 LOTERIA
(lH) El canibio Se opera a partir del I111mero ~171 de 14 de ese rnclõ.
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número 187, de 30 de julio de 1826, reproduce el Auto del Alcalde 29


Municipal, don Rcmigio LaEso, al que luego nos referimos, y una Expli-
cación dtl General CarreÜo acerca de los fundamentos legales de 'u
conducta inmediatamente anterior. Reponde a cargos que le formulara
"El Fiscal y la Ley". Muchos otros textos importantes se podrían señalar,
porque la "Gaceta Oficial del Departamento del Departamento del Ist-
mo", luego "Gaceta Oficial del Istmo de Panamá" es uno de los más
destacados papeles públicos de entonces. Hay notieia de que se publieó
la entrega 203. de 19 de noviembre de 1826.
Henios visto que en febrero de 1823 se anunció la inminente apari-
eión de "El Cometa del Istmo". Efectivamente, el 9 de marzo se pUblicó
el número inaugural. La Biblioteca guarda ejemplares de los einco prime-
ros. Como era de rigor, nos regala con su epigrafe: (;uando la lejisla-
ción se debi.lita, las costumbres degeneran; pero entonces el juicio de
los Censores hará lo que la fuerza de las Leyes no haya hecho. :l!s un
pensamiento de Rousseau. Aparecia semanalmente, y se editaba en la
imprenta de Goytia. En el número 1 encontramos un Comunicado con-
tra un cura xenófobo y poco respetuoso de las leyes, en opinión del autor.
El Comunicado se continúa en el número 2. Reproduce escrito de Plá-
cido Rodríguez, vecino de Santiago, al Sr. Obispo "quejándose del :inju-
rioso tratamiento con que el Presbítero Sr. Simón Garcia, Cura Vica-
rio de esa Cii'dad le recibió en su casa en ocasión de concurrir con otros"
a rendir testimon'io. En el número 3 un anónimo pide se expulsen de Co-
lombia a los espafioles avencindados all, pues siempre traman para resti-
tuir el poder de España. En la entrega siguiente responden, agraviados,
D. Pedro Rubial y D. José de Luna, quien confiesa estuvo al :Jervicio de
Francia. El número 5 incluye cartas de D. Ramón Toledo, Miguel de i:~ue--
sada y Ramón Arias, españoles de origen y vecinos del istmo, que se de-
fienden. Una nota editorial elogia la conducta de la colonia: "Al paso
que en los demás pueblos se han visto retOllar las mal cortadas ramas del
árbol de la tiranía, en estos, o se arrancaron de raíz ó se secaron a la :Jom-
bra del frondoso árbol de la libertad. Cuando los restos de españoles en
otros pueblos, sofocando algún tiempo su dañada intención, han brotado
por fin la materia sulfúrea del volcán que formaban sus pechos, en el Ist-
mo no solo no han causado el más pequeño movimiento ni dado la más
ligera sospecha, sino que como en ninguna otra parte, se han apresura-
do a manifestar su convencimiento y su verdadera adhesión a la causa de
la República". El número 5 brinda un nuevo epigrafe, esta vez de
Mabli: Si el Gobierno en que vivo me deja el uso libre y entero de nii :ra-
zón; si contribuye a afianzarme en la práctica de los deberes que creo
esenciales, entonces concsco claramente que debo respetarle. Ese núme-
ro 5 æ publicó el 27 de abril, con evidente retraso, "por haber estado
ejercitada la Imprenta en servicios de Intendencia". (20).
A las publicaciones mencionadas siguió, cronológicamente, "El Fiscal
y la Ley", impreso por Diego Santiago González. El número 7,del vier-
nes 15 de octubre, se adorna con el siguiente epígrafe: La (;onstitución
puede ser libre y no serio el ciudadano. Su editorial afirma: "De los an-
tecedentes indicados se deduce claramente que cuando el magistrado
falta a su ministerio se ofende a la comunidad, y cada individuo tiene
derecho a reclamar y presentar al público la ofensa como medio único

(20) A otrOt números de ".El Comet.a del lstnio" se refìcl"e Cflrreiio e:! ('nrkt n Siantnn-
der: "E.i, (~olnunicado òel explorador qUe verá U. en el adjunto Cometa es nln'a de Figu(~~
rerl; y lai: contest.aciunes en id ~îguientc, de varios que tom,,'~ron 1)01" Su intcri!a en su
vindicación". V~r Archivo SanÜinder. --- Tomo X, Bogotá, MGMXVTI. Pái;. 2:jX.

LOTERIA 51
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de volver al orden y ase7,urar sus derechos". El periódico denunciaba un


incremento en las prácUcas de brujería. Y en sus páginas un labrador
preguntaba a los Editons qué hacer la próxima vez que el Cura le lJi~
diese dinero para actuar como padrino de Pila. El Catálogo registra" el
número 6, de 30 de septiembre de 1824, hecho que, vista la fecha del nú-
mero siguiente, indica se trataba de un quincenario. (21).
En el curso de 1826, inició su vida "El Fiscal", cuyo número 15 apa~
reció el 11 de marzo de 1827, luego de voluntaria suspensión. "EL FIS.-
CAL ha callado todo el tiempo que era insi~nificante su voz -~e lee en
su página editcrial- porque había ocupado la fuerza el hwar de las
instituciones. Sobrecogido de espanto y lleno de amar!!uras ansiaba pues
pl momento de la calma. de la ra?ón i de las Leyes. Hoy que feliimente
se ha rpstablecido la libertad pública. y queda abierto el campo a la
discvsión razonable y al juicio de las opiniones, se presenta EL FISCAL
a emitir sus votos como hombre libre que ha callado y aun cedido :1 las
intrigas, y las turbaciones para conservar el orden público; pero que as-
pirará siempre a Que en Colombia reine la libertad, la igualdad y todos
los bienes de su Constitución santa y respetable, V Que bajará al se-
pulcro con sus mismos deseos aunque llegase a triunfar el partido de
los Jlristócrabs encubiertos bajo mil cla~es de máscaras". De "El Fiscal"
guarda l,a Biblioteca otros dos números: el 28 de 7 de octubre dp 1827. que
inserta la rpsDuesta de niego Santiago González al manifiesto de carreño
a que se refiere la nota 35, donde explica porqué dejó la imprenta que es"
tuvo a su cuidado por esnacio de cuatro años, y el 30, de 10' de noviembre,
donde se postula a Mariano Arosemena para diputado a la Gran Conven-
ción.
De 1827 es "El Descubridor del Istmo", periódico que mencionan
Arosemena y Obaldía en escrito de 1831 y del cnal son tres los ,~jempla-
res que guarda la R¡blloteca; los nÚmeros 9, 10 Y 11, de 9 de septiembre
y 4 Y 14 de noviembre. respectivamente, lo que demuestra su irregula-
ridad. El número 9 alude al Manifiesto de Carreño de 10 de agosto, y
habla en términos elogiosos del Coronel MUi1oi. El número 10 ofrece un
escrito donde se critica a los criticos sistemáticos de la situación poli-
tico-social. En su primera etapa, según afirma el No. 15 de "El Fiscal",
"El Descubridor" se fundió temporalmente con aquel.
Ese mismo año de 1827 la recién fundada sociedad Gran Circulo
Istmeño, "vehiculo de ideas liberales" según Arce, publicó un periódico
del mismo nombre, cuya redacción encomendó a Mariano Arosemena,
José de Obaldia y José Agustin Arango. "El primer número apareció el

(21 ) A(~el:(~,a de "El Fit)c,al y la Ley" Roùolfo A:..ndlc~a hu. sidu la fuente irimedhita de
otro equívoco. En ~11 obra dtada" pÚginlfl ¡ l~ dtl a (~nteil(.t(':r QtH'" fue el pdnHT' r~",~l"Ôcli(:o pa-
nanl(7ño. Refiriéndose a. don Man ud C\~~)al1o~ ei:'~lil.w: "En 1 g UJ a i,ß~o, en Lti:odu del doe~
Lor ßlas Arosem,cna He hizo cargo cli~ la r~di.cción de El Fbci:d y la Ley", etc. Loa Sta. Ma-
l'a H.ecuero i:et.~pta corno buena la vei-dúri. Vi"a~(7 kt pág-Inn 7 de ~u ubra cIt,'"'da.
l.a .eran CÍreulo fiprobÚ ~u Heg'lanH~nt.o el 1 Q de ~eptiem'bre .de iR27, ~ienJo Pi~e-
BidenLe de la sociedad Muriano Ari)¡;E'mi~na y S(.'cri~tario .Jos(! de ObnldÍfI,. Consta. de XIII
Cf1pjtmh~8 y 7.l Artíc.ulos. Se::Ion:=ba lo~ jUCV(!ö en la noche. Y t.enia como tinü.)dadea: lo.
Promovf:I' en bien del 1'''1& ~l1,fnto 11iiedn l~ontribuir a i:u i1u~traciúIl. 20, D~:!(licar '~us t.ß.i~(~nS
a ben~ficio de la a~rj.~,\lltura y l~B artf's. ;io. Prücurft,r dd ITiismo mello l:',s ventajas ùfå ,co-
niercio y hacerlas conocer. 40. II'odo objet.o de ihistrnción y hcn~ricenda púhli(~a y pi'iy,f.da
stl'£t dp.' la nteneión d~ la Sociedad. Las; l~on(lirioIlea Teqlle.ridn,~ 'J)'ara ser socio :Oe (~c.ntienmi
en d ArtÍeulo Bo., n~í: "lo. T~~Ilt)r una CUIHlii,etn decente. 20. Poseer ,algÚn de~tîno O ej~r'-
.(~ieio públi~o. :30. Te'n~r 20 fiIlOS, pei'o la Sociedad podr"; dblìen~ar la minoría". (Ver Ré~
glamento de la Sodedad Graii Círculo Istmeno.-Panamá- Por .Tof.é Anjf'l Sa.ntos-Año
de H28. io Pág..

52 LOTERIA
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15 dc julio. Como a fines del siguiente año criticase el periódico algu-


nos actos de la dictadura de Bolivar y asimismo las arbitrariedades Y
atropellos dc Sardá resolvió éste no sólo suspender el periódico sino 'i,am-
bién meter En la cárcel a sus redactores", (22). En 1831 reapareció, re-
dactado ahora únicamente por Arango. Del "Gran Circulo Istmeño" la
Bibi!oteca guarda ejemplares de los años 1827 Y 1828. Del número 17
-29 de octubre de 1827-, al que faltan las páginas 3 y 4, tomo el epí-
grafe, pensamiento de Washigntol': Mientras más fuerza da a la opinión
¡iiibiica la forma de Gobierno más necesidad hay de conocimientos y de
instrucción. El númcro 18, de 6 de noviembre, publica un censo de po-
blación, que alcan:la a 99.567 habitantes, diez mil más que la cifra es-
timada para los dias de la independencia. El cómputo particuiarizada
es harto revelador, y arroja una abrumadora mayoria para los can-
tonES de Natá y Los Santos, entonces parte de la Provincia de :eanamá.
El número 20 ofrece el texto del decreto que regula el procedimiento "pa-
ra suspender, en tasas de delitos comunes, a los Comandantes Genera-
les de Departamento. así de ejército como de marina". Y una nota sobre
libertad de imprenta -ciaro termómetro de la situación politica- que
dice: "Desde aue hubo gob:ernos representativos y se estableció el prin-
cipio de que eada uno podia imprimir y publicar sus pensamientos, el
fanatismo, y la ignorancia se ligaron contra este baluarte de las lUCES.
Los mandatarios absolutos, y los hombres poco instruidos no han ce-
sado dc atormentar a los amantes de la libertad, con las abultadas es-
presiones de que la imprenta ecsita los partidos, promueve las discor-
dias, y pone al que manda en una dificil Y apurada situación: ellos no
han omitido nlnguno de los delirios de su ecsaltada fantasia; mas .2n
vano, nunca sus gritos han podido ni podrán contener las luces del si..
glo, la especie humana marcha acia los conocimicntos, y las ciencias
llegarán, aunque lcs pese, al grado de perfección necesaria a la felicidad
de los pueblos. La imprenta ::crá siempre en ei mundo moral, lo que en
el físico la luz. Esta nos pone en comunicación con la '2sfera dcl uni-
verso. pinta en nuestra retina la imagen de esos globos brilantes, es-
parcidos en la bóveda ctle:te, y hermanando los divcrsos horiwntEs,
derrama sobre la superficie de los cuerpos aquellas tintas, y matices, que
hacen la belleza y la variedad: aquella nos pone en puntos de Gontacto
con les sabios de todas las edades, perfecciona nuestras almas, dulci-
fica las pasiones. aumenta el radio de nuestros juci03, y lleva la felici-
dad hasta el centro de los bosques y pefiascos. No amar la libertad d'2
imprenta es no ii;ustar de la luz, es desear vivir En medio de las Unie..
bIas". Los números 34, 35, 36 Y 37, aparecidos En marzo de 1828, se ocu-
pan principalmente de la Gran Convención próxima a reunir~e en Oca-

(2.2) Arcci Ent'iiii!(.~ J.. "Den .Totõé de OL.HihlÍ;:". (:n "Boletín dI.' ha A(~riji't"n', ti P~)n:l~leÜo.
de la HistIHI:I", No. 1. (!lIerO de lH3:L Piig. 60. .i~~n un folleto I.iue c~ c.lJrioi:l,1 Ar('.(! 110
menciune ,(~onfirman er,ó. hi::tn'Îa l(¡~ pi.opios reda(:tni'.e~: "D~R,piiCi- d~ hf.~bcr su,rrido f,~l p~tll,
de la mátl ,c~.ucl persenli-iÓn de la!; fiutoridiadea Holi\lcra~ l)Or nll(.'i3tr:i tit-meza r~riiil.li\~'ami,
y desvuéi3 llU~ nuel'tl"a8 dèbîl~i¿ luc~~ BC emplearcn 1.~(JL-;~,¡i.nÜ~tJcnt.e (:li dûfl~l1der por m~dio
de la Imprenta. los ,pilj,neipic'¡: ,constitu(.ioria.if:~, el orden vÚbhco y las kye~. h~)shi q:..C ~\c
nOs arrancó loa plu,ma de L... nlano t'n Abril d(~ iR28 e~cribiendo (!! 'IH~riÓdÎco "Gri'\n C,irc.ulo
IstmeflO" v veíntinuûve iUei:H_'S desl)'ue:: en quc, rc:.pnrccientio la, Libel",ad nOt; de(licamni-
a la edición del papel "La Unión", ~en:;ibie t:S qlte por ija~treras y mezquir.lls pa+'3iones se
qu1it"ra dcslu8tl\"r tantos ,afios i:e l1ndedmh-,nl( S y de e~cinsivn t'ol1¡.,agrf.t'iÚn n ki ,,~,~iu8a (k
10'80 pueblos". Ver Manifiesto que Hacen a la Nacinn 'Mariano Arosemena y José de O:.~ddia
Sobre su' Conduc.ta Cívii~,.. PanamÚ. Por Jo.Ú~ AnjeL Sis,ntos, Ano de lH:j,I. Pág. 4.
Don Mai+.:no nada die!'' de ello (."0 ~iis Ápuntamientos. lo que no rleJ,_i de SOliTJl'¿nde't".
Bn rdación con el periodismo de la. t:tapH qut: aQuí eRtui"liRmOS ment'iona RÓlo "La Mis-
celánea". una "Gaceta Ofic.íial" rlel .año de 1l:22 y '"Gran Círculo l~ tmefio". Ninguna mc~.
,cdón le mere.cen lus oti.08 lH~l¡iÚdicoa J:,quí 1"0nsíderaùt-s.

LOTERIA 55
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fia. El número 34 "continÚa el catálogo de los miembros natos del Gran


Circulo Istmeño", con referencia a los "circulos concéntricos" de Vera-
guas y Los Santos. Los otros nos ofrecen un "Plan de Constitución Cen-
tro-federal", obra del Gran Circulo, cuya razón explica el editorial del
número 37. Con respecto al "Gran Circulo Istmeño" se ha dicho y re-
petido por nuestrcs historiadores que era antiboliviano. Se trataba más
bien, en realidad, de una organización afilada a un pensamicnto li-
beral doctrinario y civilsta.
Arosemena y Obaldia volvieron a la faena publicitaria en 1830, co-
mo responsables de "La Unión", "órgano del cual .sólo salieron nueve
números porque lo suspendió a su vez el general Espinar por la viva
oposición que le hacian a su dictadura". (23). En efecto, el articulo -10.
clel Decreto dictado por Espinar el 11 de setiembre sobre medidas de ór-
Gen públiru le atribuye una deliberada actividad !Sediciosa. (24). La Bi-
hlioteca conSfrva (1 nÚiiicro 2, de 18 dej ulio de 1830. Se '3cnfeccionaba
en la imprenta de ,Jos~ A.njel Santos y Compañía. Sin Unión :no puede
existir flUerl'a ni espíritu pÚblico, reza el epigrafe, texto de Segur. Una
Proclama de Fábrega, c!e 15 de julio, anuncia a los istmeños que ha en-
tregado el mando al General Espinar, a quien los Editores, por otra par-
te, hacen protestas de respeto. El editorial considera la situación políti-
ca y afirma que en las elecciones recientes no hubo honradez. Lo prue-
ba, (n su concepto, la elec~cjón de Sardá como Representante por Vera--
guaso
Por esos dias el Gobierno de Espinar publicó una "Gaceta de Pana-
má". Salía los domingos, y se imprimia en los talleres de José Anjel
Santos y Compaiiía. El inevitable y elocuente epígrafe, también de Se-
gur, dice: El estahlec!m:ento de un gobierno militar vigoroso es un :re-
medio funcsto para la civi!izadÚn, j)tro el único no obstante, capaz de
dar vida a un pueblo que ha caído en la anarquía. La Biblioteca conser-
va ejemplares de los nÚmeros 7, 8 9, 10, 13 Y 15, Y de un Suplemento a
la "Gaceta" del 28 de setiembre, al parecer la entrega segunda. El Su-
plemento conservado es reinipresíón hecha en Oartagena, en la :impren--
ta de M. M. Guerrero, y contiene el oficio que, con fecha 25 de setiembre,
el Fersonero del ComÚn, Sr. don Agustín Arias, dirige al Gere Polítíco
del Circuito, Bachiler José María Beliz, proponiéndolc para el día si-
guiente la convocatoria de un Cabildo pleno. el Acta de lo acordado en
ese Cabildo, y un editorial relativo a la actualidad pallUca. El número
13 de la "Gaceta de Panamá", de 12 de diciembre de 1830, transcribc los
documentos relacionados con la reincorporación del Istmo a la República
de Colombia, a saber: el Decreto de José Domingo Espinar de 10 de di-
ciembre; su Proclama a los Istmeños, del día 11, texto un tanto am-
biguo, encamínado a explicar y justificar el Decreto mencionado; una

(2~) At.(.(:~. Enrique .L: "Don .To~i~ (le Ohaldía", "Bo1(~t.ín" dÜ';,ùo, Pág. no.

(2-1) Dil.',e as.Í ~ "QU0. 4:. mÚ~ de: todo :!c hnl1a lì'ertui'hada h Lp:.1Hlt,lilidnd y t'i",:-r~il-dad ii.~
leriol' LEnt.o por la n.etn ~r=i(~br:~.da. en el Can'/IH flt: Chiriquí con I1iNl': a fl"~\Ltii1'.U' la Înte-
gddad d(~ la Rt:pu.ù1ica. cuanlü pOl" el es:píritu ~edicio~o y ll.iixinuilO cm'rosivfl~ que ~e
ùHunden por medio ùel perÍórlîco titulado "La Unión"; y t_'n fin", cte. El t('xt.o dd De,~reto
se ofl'ece (~n b obra de Ricardo ~T. A If;iro: Vida del Gen::ral Tomás Herreni. - llapecloIli:.
190'9. P,;,. 2G7-GS.

En f!~crHo de UL')l rebtívn n los ac.ontecìnllÎuntf.s del año :30 E~pin:ir lJaree~ olvidar
1'0 OJ)oi3Îcióri que entonc.cl' k hizo .Ial"ano ArÜI:H,:menn y i:?f.' fHI h, n Obaldía. (:omo únÎco an-
u.i~oni~ta. (V~\..u:ie, en el No. i l del "Bnletín d(" la A(~al.krriIa PHI1.rrrneria de la His~c:ria", de
julio le 1 Øg7: qR~I'Hln'H:',n HbtÓI ko. La Cuestión de C~'.8ta8".)

56 LOTERIA
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circular a los Jefes Políticos, de 9 de diciembre, de contenido ;;imilar


aunque más explícita, y el Acta del Pronunciamiento del Cabildo nleno
del 11 de diciembre en favor de la reincorporación. En la secció'n de
Variedades se comenta el rumor se¡!ún el cual Juan Bautista Feraud,
entonces vecino de Bogotá, habia fallecido bajando el rio Magdalena.
Sigue una denuncia contra 103 médicos.
Por último. CErrando este primer capitulo de la prenm panameña,
luego de la ea ida de Espinar y vinculados temporalmente a Juan Eli-
gio Alzuru, Arosemena y Obaldia publicaron, el io de julõo de 1831, "El
Istmeño", sustituto de la "Gaceta" de la víspera. Salía una vez por ¡~e-
mana, y "dEsapareció con la caida de Alzuru. SÓlo lle~!,ó hasta su nú-
mero 7". (25). El programa de "El Istmefio" se ¡i.nunciaba asi: "A la re-
generación politica del Istmo que formará una nueva época en sus ana-
les, debe :.eguirte €l establecimiento de un periódico que tomando d be-
llo nombre que aparcce a su frente, sea el depósito de tcdos los suce-
sos que puedan interesar a nuestros compatriotas, y sea también el ~U1-
cora más firme de su libre pronunciamiento y el sust.entáculo de la .ius-
ticia que ha servido de base a la madura resolución del pueblo pana-
meño. Las páginas de este papel no serán manchadas Goii :'Lrticulos per-
sonales que tiendan a desahogar enconos Y pasiones miserables. !,os :;us-
criptolfs de la Gaceta haÜarán en este periódico el l'eemplaw de aque-
lla, que se ha suprimido con acuerdo del Gobierno. ccmo mayor sus-
criptor. y de un gran número de personas identlficudrs .:n ;;fntimientos
a los Editores". (26). De este periódico no he podido localizar ningún
ejemplar.
Ei restablecimiento de la normalidad, superada la triste experien-
cia de Juan Eligio Alzuru, pone fin al predominio de los miltares y agen-
tes del centro, e inicia una etapa nueva que en el orden p~riodistico tie-
ne su punto de partida en "El Constitucional del Istmo", nacido el 28
de noviembre de 1831.

nI
En cuanto este trabajo hace historia de la imprenta y el periodismo
n:e l;mito a los ailos comprendidos entre 1821 y 1831, década de incon-
fundible singularidad histórica, que implica asimismo nuestra incorpo-
ración a la práctica de la democracia, iniciada en el resto de los pue-
bles integrantes de la Gran Colombia algunos años antes, si bien en las
criticas circunctancias de la guerra de emancipación.
Para los panameños ese período significa el predominio de los hom-
bres de espada. En rigor, no pOdia ser de otro modo. La necesidad de
afianzar el triunfo de las armas patr_otas obligó a un estricto control
del Idmo, zona fstratégica clave, y las urgencias de or¡!anizar el orden
nuevo aconsejaron concentrar en manos seguras todas' las riendas del
todcr. La escases de hombres, agravada por el desconocimiento hijo de
la incomunicación, explica Sè echara mano del personal probado, dificil
de encontrar fuera de los rangos del ejército. Del ejército salieron, pues,
los hcmbres destinados a los cargos de mayor responsabildad. En Pa-
namá la serie se cumple con Carreño, Muñoz, Sardá, Espinar. Alzuru re-
sulta un infortunado accidente al margen de la razón apuntada.

(25 y 26) Arce, .lnri(jue J.: "Don José de ObaldIa". "ßoletin". Págs. no-nI.

LOTERIA !S9
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La s ta rca, iniciales del gobierno departamental no fueron fáciles,


:Üendièa la precaria sU uación económica. Con una dramática insuficien-
cia de población -.,(lO 000 almas se estimaron 1821-, sin agricultura lJro-
riamente dicha, con una ganadería afectada por catástrofes próximas y
un comercio lánguido, los gobernantes se enfrentaron a una ingente em-
piem, (27). Ca;ii el primer a~_to del Gobierno independiente se ,:ncami..
nó a buscar alivio donde las posibildades de recuperación parecían ma-
yores. D2 ahí el Reglamento para el Comercio del Istmo de :lanamå dic-
tado por Fábreg;a el 31 de dic:embi-e de 1821. (28), Con el arribo de Ca-
rreiio y scs tropa.') la situación politica se consolidó. Y durante los 'Ori-
meros aiios de gobierno no hubo problemas de monta distintos a los 'ori-
ginados por el serio gravamen que para el escuálido tesoro del Departa-
mento suponía el continuo tránsito de contingentes militares. El 24 de
febrero de 1822 lie juró b Constitución de Colombia. (29). Quedaba, pues,
institucionali~ada la República, iniciándose la luna de miel del régimen
de libertades democráticas. El 15 de agosto de 1823, antes del amanecer,
taiier de campanas y 'Estrucndo de canones anunciaron la liberación de
Maracaibo. Siguió un extenso programa: misa solemne, toros, bailes, cte.
En la noche una función de teat,o fué interrumpida por la súbita ,'ndis-
pocición del actor principaL. 1'1 día siguiente, En medio del entusiasmo
colectivo, se plantó en la Plaza de Santa Ana el árbol de la libertad, cere-
monia ql1e sc repitió en Portobno el 7 de septiembre, y en La Chorrera el 2
de 12a"70 ,h Ht24 C'n PQjsV'l,,'ia r'"l Tnt,pndcrite y Comandante General y
la participación oratoria del cura del lugar (30). En noviembre de 1823
las ciudades de Panamá y Santiago de Veraguas celebraron jubilosamcnte

(27) En e. ii~(~I~jtÚ de José M:..."Ùi Udiz n que 'a.rites nOS rere'i'nmOi::, dice: Hptn,namá. en su
et'Lado d(:t;dkhiudo, destituÍda tic C'offl.'rcio, de av,rÎcuILuI"n" dIe indiisttin y l'(' todo ~'lrvitrio
que le orgfini~j.,~, faI L;i.ndo le' el t'Íleulo, .Y la aura peeUniiar1il", f.IUe rei".iime Su desmayado co-
iJazún, estI"rlhída su ~oi"kt ~llt'larieÎf. ....1. los Ip....d~C~ f!'xtïanjeros, l:in cOnec(~r otra riqul-:za
central que euatro 'i~aSaS cxpuet;tns .8 los in~(:ni.io~. y i~uatrü hi:.dend~\,i:: (',le g'fl,nndos slIgele.s
a la pc:!t.l(:nt.(~ morriIi~\, COlf'i) h::l. i:lH~I.~Ü'îdo en los rncsc:s de Al-'ril ¡;l Junio en ti!I(~ no vuja.-
ron de 1) a l: mil i~a\i(~~.us muerbis"; c:tc.

(2.8) Lo ,p,ublicÜ li: IInrirf.~Ilta dø Goytía a prinCipios de: lS22. 'Es 11n pliego irnTJ:e::o \~n SltS
.cuatro m~Kin'as. El Reglnmento 1...0IlS~(l de :.\D artícii1o~ qil(~ reli;~;lIJI.::,n el eomerciCJ di~ inli)orta-
ción y c:xPol1i:'iCióJI, la represiÓn del (~onti.i:lJlIido y el rég'j'men nnuH:elal"ü. l.s dc.eiimento
de eBpeeial înter~:: para. la. hi~torin. ('¡~.UIlÜinic.:I,.
A lHOPÚdt.o de la hi:Üorir;l, econÓmica, en lR24 Diego Santiav.o GOIlzÚle'z imprhnió url
el"('~it(¡ dC! sÓlo t.res ,pág-inaa que repl'(J(hH.~ía.7 'ln.cfu~arnenÜ' nnoÜ,do pOl' "Un Pan.:m~'Üo" y
con el título (k Q1TT'F.N M.AL HABLA PEOR OYE (Gii.1ti¡: a lol' ~ìii-el"itO:5 al Patriota de
Guayaquil), Remitido qiie Sl~ llulili~Ú f:n d No. 2() (h~ 'ili::.icl l''frÎÜdico, del i-nhadn 1.1 de
fehl'l.:ro de lH24, donde a(: -atar." ng:ri~J.mf:nÜ,~ a Inf.; eomerejante~ del I~:tmc. Jl. Z. O.~ que a~í
firma el crítieo. acu~n a les l,)iln::im¡:~Ù():- d(:, ü,perar eon \"cntaja~. y se niuct',1.r,::, rnln~Q,m¡:~nte
ins.olcnt~. 'IPuedt' decirse I.on verdad. ::lfirnHI, flIJO no h....y país (jile mt:no~ :-,h'v,a, ni prtJ,dUz\~fi;
Y' qUe niáa privilejindo se hfill(:, de: nini.n ijue 1...l.irivel..tidl) en In Vizea,HI de Colomhki.. qidere
Llflemiis ha.(,f'~l'nnt; Sllt1 fei.ido!: ü CüloTIo::". "Un panam(~flo" l'~fut.a d CS¡~i ¡l,o con aei,erto.
(29) En el Tc:dc:um (~ddH~,do al dL-L wiguicntc: 'f)r(J(illrH~ÎÓ unfi ol'aei/Jn Hdecii:,ida el Dr.
Juan Jü~é Mnrtínez. Ver exhort~t:ón predicada en la Santa Iglesia Catedral de Panlnmå
pOr el Dean Provisor y Vicario General del Obispado Juan José Mrrtinez el dia 25 de Fe-
brero de 1822. PnnamÚ, Tmiir~nli. LÎb'rt: de Panamá. Por José M::ria Goyt.Ü.i Afio de lR22.
(Véase Su~t.ü: Introducción a la Bibliograril=: Panameña, H)46. rfig. lp).
(30) Discurso pronunciado en b. IglesÎii de La Chorrera el (Ha. 2 de Marzo de 1824 en qu'f'
se plantó d ARBOL DE LA LIBERTAD en la Ph"" mayor en prú."nda del Sor. Coman-
dante' General e Intendente de este Departamento General José MarIa Carreño. POi' el Cura
Rector de la misma Igles!.'1 y Vicario Foráneo de pquel Cantón Presbítero José María Blanco.
PANAMA.-..,PC'l. Dici=o Santiagü Conzález.-Aiio ("re 182ô. 18 PsígB.
Se pronuncia Lontra la monn,liqU Ía y expOne una clirio~A. doctrina palia jUBtific.a.i' tanto
~1 ¡poder civil como el eelesiád'lco. Con ol pe(~k:i,do oi"iginnl el hombre demostri) su incar..C'dad
para dominar SU,B insUntol', f.l.utoriz:irido cOn ello l:i instauración de un orden temporal qiie
Jo someta a la vidn. de l:ocied:iil. De ah í el poder del F.::t(HlO. que todos dl:'ihemo~ a~(-ta:r. La
Iglesia vela por Ja etei'n"i. salvnciÚn de las almas.

60 LOTE:RIA
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el natalic:o del Libertador. Las fiestas de Santiago duraron seis días. (3Il-
Por entonces la amena:la de la santa Alianza obligó a ciertas medidas de
precaución, y Manufl Maria Ayala fue enviado a los pueblos del interior
para advcrtir del peligro. Sin embargo, la situación politíca general dista-
ba mucho de ser bmna, y se temían intentos de reconquista por parte de
Espafia, lo que alimentaba un t:nso clima de inquietud. Eso no impidió que
las nuevas de Junin y Ayacucho se recibieran con júbilo indescriptible y
fueran motivo de cálidas festividades.
Recién llegado a Panamá para participar en las reuniones del Con-
?;reso convocado por Bolivar, Pedro Briceño Méndez le escribió el 23 de
diciembre de 1825: "¿Creerá Ud. que este país es el peor enemigo de este
~ran proyccto? No lo digo porque los habitantes se opongan síno que el
clima es tan cruel, la ciudad tan fea, y tan incómoda, la misería tan
g:eneral, los caminos tan impracticables y todos los recursos tan escasos
y tan caros, que no es posible pensar en él por ahora para nada. Y sín
este centro, ¿a dónde iremos ni Qué haremos?" (32). Y refiriéndose a la
s:tuación militar le advertia meses más tarde: "No sé si el General Ca-
rrefio habrá dicho a Ud. Que hay muchos indicios vehementes para creer
espias de los español:s a dos jóvenes que han venido últimamente de La
Habana sin objeto plausible. Si esto se confirma. es muy posible que sea
este Istmo el punto de ataque". (331. y su compañero de delegación, don
Pedro Gual, le aseguraba: "No es este clima para negociaciones diplO-
máticas, que demandan mucha meditación y mucha compostura de áni-
mo. Aqui se vive en contínua alarma". (34). Cuando Briceno Méndez co-
municaba a Bolívar sus temores ante una posible agresión, estaban en
marcha las medidas para evitarla. En carta a santander de 13 de ju-
nio de 1826, el Libertador le decía: "Un coronel llamado don Juan Ber-
múdez, mUdo de La Habana por orden del Gobernador Vives y Mora-
les, salió de aquella isla para el istmo con orden de que se examinase
el pais y levantase un plano de él". Afirma que "el Istmo está muy mal
servido y lleno de godos", y transcribe una comunicación a las autori-
dades panameñas que reza: "Así, pues, el intendente y el comandante
general de ese departamento deben tomar en el acto las medidas más
eficaces a fin de proveer a todo sin andarse con muchos miramientos.
El primero que debe salir del Istmo es Valero; los oficiales que se han
retractado deben ser presos; lo mismo que Feraud y su hermano_ que
es espia últimamente venido de La Habana. Un tal Casis y los clérigos
comprometidos en esto, y todos los cómplices deben ser presos e interro-
gados con la mayor sagacidad". (351. Carreño estuvo dilgente y decre-
tó el arresto de múltiples personas. A todo ello se refieren el Manifiesto
que presenta el Alcalde 10. Municipal de Panamá J. B. Feraud, Nego-

(31) CUMPLEA¡QOS DEL LIBERTADOR PRESIDENTE DE COLOMBIA SIMON ROLl-


v AR: F!estas celebradas c.on e~tê motivo en la Patriótic.a Ciudad de Santiago, Capital de la
Provincia d~ Veragua. Promovidas por su Gobernador el benemérito Coronel Miruel Antonio
Figueredo y auciliadas por el entusiasmo de sus habitantes. ~ Pana.rnÚ.-Por Die¡:o Snn-
ti"go Gonzá!ez. Año de 1~2a-13. ia PålrS.
. Una IJ1'1enorizfida l'ek:ción rle IO,i: actos eeh~ibrados. DÎ8curBü::, ,(~(JmiJ(u:', bailc~, .('0-
rrilas. de tO'lC',;: ~t.r. ~i~ Tf',liuiÓ cliiHTo para. lihcrtnl" u,n cscla\'o, fiTcn.bt"z.''-lHl0 In li~j,a dt."! lo/j
8uscriptores 141R'ueredo y Fábrev.a. Intervienen con mucha !)l'ominÎf'ncIsi "10:3 tre~ ciud.adano~
(europeos) Pcdi10 Jo~é Ortiz, Antonio FncIo y Antonio Calancha"', et~.
(a2) Memorias del Gene..! O'L8ry.-Tomo Vlll. l'álls. 1~3-157.
(33) Obra citada. Páii". 187-193.

(a.4.) Obra citada. Påiis. 448-449.


(3.5 ) Cartas del Libertador.~Tc.mo , C81"CiRS~ 19 Pâ,vll.

LOTERIA 63
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ciante del Departamento, haciendo ,-er al Poder Ejecutivo de Colom-


bia lus atentados eometidms en su persona, ca£a y papele" el 3 de .julio
por el Sor. Comandanb General José Ma. Carrcño, ek., y el Auto pro-
veído por el Sor. Alcalde Municipal en la Causa inic:ada por el Sor. Co-
mandante Gcnerl!l contra los que injustamente creyó culpados de In-
fidencia, de 29 de julio de 1826, que declara la inocencia e inculpabilidad
de los Sres. Alcaldes Juan Bautisb F'€raud y Marcelino Vega, Sr. Pro-
Vital- Jvan José Martínez, Sres. Fresbíterus José Maria Blanco, Marcos
Jesús del Pino, ,Simón Garcia, Manuel Guardia, Ciudadanos José Joa-
quín MEl¿nd€z, Victor Vega, Jo:c lvIarÎa GU5rdia, Esteban Jaén y Fran-
cisco Criguela que fueron aprisioLados y conducidos a esta capital". (36).
E':e año de 182,3 iba a ofrecern.os todavia utras incidencias dignas
de registrarse. La tentativa de g'anar al Istmo para la díctadura de :Sa-
livar y 1:1 adopción del Código boliviano, a cuyo ctecto vino a Panamá
en setiembre Antonio Leoeaclio Gm~mán, pcrtador de una carta de Bo-
livar para el Intenduite lo rgote, djo ccasión a una febril actividad que
~:e expresó en las Actas de 13 de setie,i:pbre y 14 de octubre, vehículo .la
primera de la franca o:JÍiiión de los istmefios, y producto la segunda de
las presiones c:e Carr€ñu. según ioe denuncia en la Sucinta Exposiciiin
de la Viê h:nc::i:.s que Prn:h,:enm ¡as l das cclc1iradas C.!l l'anamá el 13
de set'CE!hrc y 14 de (H~tubrc (¡e 1226 que la Muni2.ipaEdad de Panamá
envió ~l Eccr€tario (C Estac!o en el DespG.cr,o eel !i:L'i'iul'. ,37). Elstos

(;Hi) Ambo~ tC)(1.I;. i:e .i)lÜilil.~:,.',I.'cn 1'01" Di('¡.() rS.:).nti,l.!':O G( nz.åli,~z en d ~\\Ï(¡ d.e lS2(L P:,u'a el
primero véase h obr~ citada de C~J,siil1p.ro R., pi.i~i:,i~ 17. El !:..¡¡~gundn (:únsta de 3 págil1~15
/:'n b. foto.:!. ¡¡Îa. eon~;ulh'd:..~.
l~,Il d 'Manifksto que:. (:Hl'l'('lIO l.ii:'mal"H (;1 io fl~~ f1.g(:~~,o dl-' lF~¡ Ul G:ir.L,.i¡:i:ena, l"e~n~lti,:;t:,\,
a 1(J~ e~lli'p()~ i.',,(" S~ le lii':~i:.'r',,\n ('1) I',~rinma, ("xpll,~''': Corno /\.n'.ot(~ c!.,':nl('Ti~'.f1 rit'(~'l1nH~ndn
la ,::ti~ru~'Î(in r)1íhli(~iJ cOn una lijcr"a, pero rÙ;rilii.ÌOR:i '!1iJk:.:ciÚn de: tl"Oiwl i::i:: y y(,jack'n(..~f: t.'jc-
i.i.t;:d::Jt; pnr Hll en los di,-!.ß d~,,' . :":)rnbk,~" fJl.C h.:~"bb.ri J:i'(',(~Niido. :"(1 lì", \':1,':1"0 d('S0.1"1~(~'lHJr'l'rrH~
d0. ,i~nnt.n:.el' m.i 0.XT';nt''i(~iÚn ':1. 1.'~'í1'(: pl,.iril.o". y ~i.~n'c!.;':'t: ..1 t1'oi'cli,¡-; vi:~.i:;dOrl(-!:'ì :-.p l"edu~
jei'on a la pi'.iSÎÚTI d;:: al¡.l.na:- !:('I'f:~(fn;~:" illi(.i (,1 Libf;'I'Nldnr y el Eji:i:',utivo me p1"e-
vini(~ro11 h=dJÍ"n sido eompi'(:rid¡d~~,~.; f~n hJ~, del_'l:H',~,d().n~,i- ,d(~ un ('~pí~t (-,r:e:l'ii~/() .,'tr;i'c:nhi:~nd¡(in
(:n LÎrn.a como eÚrnplkc di' C'onspirndi\n q:H~ d¡ ,l~l:in favol'(:t'.t':'. Ii)~; t.'lli:':Ll~.~':():: (~XÜ:l'¡or"'~8. Se
s'N.bÍn al niI~ilrl(". tîf:~mpo ofì(~Î::drnc,i1.e que :"~~ -prep;:¡nihn Ii~l. ~.'x,!iedk.i(¡n .c,~ C~Iba. iridi(:Únduse
b, \'ostn de P",namá (;Orl"o Plll~i~() de ,k'sen-ilHi.'(~n; la (is,!~i-!ndnt (;~ïl::'J:ii1nl,:, ¡:(~ !.'r("Bi:rit() ,,':'(u:\ al
lrilfmn 1.¡'lYY,T)O en nU(:I::;1.l(,~ m.:\,I\(:'l:. t-:t:;t0 flhi. ('1 orjr:'en .~Ie ta d(:',:~hn'~,h)f'ia di:' 'fJt::,i:nihL~I.': (ll.i('
durÓ ~(i~() ~4 dÍas, Mi dl.'h('l' plÍblL~:"! me o.hliira ':,,1, pr'()~(~d:., (~nnt.I",n. 1c~ ;nl'iI~~idn::; (~ri h :~/,n:--
pil';.J~iÓn ljue' pOr 1.... rnnY()T "p:'n'te (:',1:"'",n per:wn:'J8 bien 1:'(:kl~'iontHla!: ('11 l':.inaTnå. ,JamÚs ~0 ha
t.1'"a1al,lo (',on ni:í,': c()ns'id(~l'.:,e¡Ún :1" ningÚn individuo ('n t,,~lí'f" d\"'('lJn~ta.nr"as. y anV~.,: d~ (~(in-
~hiiit':e la ::i.:-i;lH.tiblc'n, tuV(~ la :;;'I::.i.hf"I,I,,!."iÙri de: ln~I:-,~f' .a la .iu:"1.\'ia ol"(,jÎnaria i~l (:XT"::~di~nh:, ,aUf~
form(' ~ohr(' el p,::u,tiel.ilal' POi" nn PêlJ"C'~,(~l' (:ri l~8b:' nirl~~Ún (~i)mii)roh::i.nte de' lotõ indi('i():~ que
o'bi.::Jb..n /.n eoiitl"a fin dlo:.;_ Nin;::llIHo f\,i~ expiih:u'n ).:01" niÎ: yO uo L'vi:nt6 t.n~',::i:i~; yo no
0.xijí (')lÜI'i1nH~iÚn ,::b-i:una eXi:I',lf'l'din"l.'h: y :V(\ ~)U(1i~ h..:wnr todo. ('~V¡ !:-in i¿x~ede,. mi!: f::,t-
üi.ltnclci.. ni finfJlnHin"(.~ ¡~ll(~rita (:".:.i,'.',la ~Jl G()'~'Jien,(). y ynÎ ~~I'ri:lu(:1"l. fu(' ~~,.pl"ol)~'li.',.. CuÚI~~s .tl'C-
"Ori, Pll(,':-, in~ vej...lcione;: y tro,p'f:l í:.::' '!'"
\37) l~;l pié di:l im;fir'¡:'rit~'i dice: l1ANJ\M¡\,,-ltnr JOt'(~: An.it":l S::l.n1,oi:--Ailo J\!' 1K~7. Se t.rat.a
de 1111 felleto de 12 pÚgilnu5 (~U;y() 1,('-,1.0 t~;I,pital lo 't:onstituyø un iIli:orm(~ iYH! ~Lc.~et:c.~a de In
ocurt'idu envió a la lVlu11idp~.i'id::,d de ¡',:,ri:im:i J'lHlr" JO!~C Ar~.-:(¡1.~. Tc¡:lifk'ciõ1 lu~p:n ~~(,ii-t'e
I5U vera(~id.id oti'"oß no1.nhlcs de In 6P.C'C:,fL I;;.n rcji:i,i.~iÓn c:on Ja. imIJlC'nt.~l i\rgot.e ,:'~finnn,: ..El
.Jcn0.1'ül C;¡,l'l'l.~fiU no orniLÍa 111C'dio palla eom'plø'Jal' SU1: rÚ~lrH~::,. y S(7 1~;pndel"Ó con (~t'iyt't~d()nes
de t.t.'lror ..ld u~u ¡..e la irnf!l"(~'n.ta, n,n t('i.mi11n,~ que sÓlo i:c imprirn Íii. lu iiue (ora de Su C"Ut'tü,
sin q\H~ el Sor. niego SnnUa:iü CünzÚl(~:( SE~ ~'i,T.'~Vif!:'e a Îm,pi':imir (;M;a a:I.g:11nn, p,idi6nclnnie
privadaIlI_'ut.e que dispi.t'ies(~ (k la imprenta. poi'ql.(~ le (:,1':) im'l)üsible continuar en (-,ki.
"P::,l',;. ~vitar flh;giustns convine ~(¡I1 d Sr. COTi?',Úlez (~n qlje rl'ies(~ pOr de::H~c"in,plle:Üa
b, irri.irent.a, y que tcnhi, oi'dc'l1 .ni.n para i:ntrcg:::!.;i, a ot.ro lJar:,-t Sil comrpo~'iei(¡ri, pLlC3
:"iendo de mi propÎtI-dad (Tfi. Údiiti10 fL disponer de (:lln, 'Y (Ü~ csU~ 'rnodo ec~Ò la irri'!H'i.nttt e;n
!'llS tl':l.uajus,. hasta que s'.alido (k (~sta d Jeneral Carreii~., ~:ø saliÚ de .la Ü~f(Æa do DU
f~utül"id-:.d V de 8u,s in1.l'ip:as~'. J'Új~, (l_
A In Sucinta. Exposición respondiÓ Oai'f'(-;i:u ,l.üil el Manifiesto ya :i-üfel'îùü. documento
interc!,f.nte y dignu. Al.í h.ienHlt:: "Dke también el Sll. Ai~gOtt~ que yo 'me n;pod~re di~ la
ilnprrnta. Pel"l yü no he sido (.'Nie1mcn1.e he-rido por eHa. mismH"! No me ha ;;iilo hiprl dt-
fieil imp1"mil' en el mes de s(~tiembre un p1:l(lueño et:cl'to (;on motivo (h: que 10 había prohibi-
do el Intendente?" (+)"

64 LOTERIA
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acontecimientos motivaron el traslado de Carreño, quien dejó el mando


en febrero de 1827. Le sucedió el Coronel Manuel Muñoz, hombre cuito,
discreto y afable, que gobernó sólo durante siete meses, y durante cuya
gestión se fundó la sociedad Gran Circulo Istmeño. (38). Luego de un
gobierno provisional de Fábrega asumió el mando el Coronel José Sar-
riá el 27 de marzo de 1828 iniciando una administración que se caracte-
¡izÓ por su intolerancia y' mano fuerte. Comenzó por prohibir la circu..
¡ación del "Gran Círculo", hizo aprobar el Acta de 5 de julio (39), que
daba al Libertador facultades extraordinarias, y deportó a Juan José
Argote y a José Agustin Arango. Las arbitrariedades de Sardá invitaron
a interrumpir las actividades editoriales, que en el aspecto periodistico
no se reanudarian sino con la aparición, en 1830, de "La Unión", que
hemos visto suspendió a su turno Espinar, durante cuyo gobierno se pu-
blicó la "Gaceta de Panamá", órgano que sustituyó "El istmeño", an-
tes de que Alzuru cayera por la pendiente de los desaciertos y cerrase.
con iou caida, este primer capítulo de la imprenta y el periodismo en
Panamá.
No obstante las peripecias apuntadas, y admitido el hecho de que
carecía de historia en nuestra tierra, la prensa de esos años realizó mia
importante misión. Dedicada de modo preferente a informar de los acon-
tecimientos en proceso y dar cuenta de las actividades del Estado, por

lO ( + ) Me fundo en el siguiente pasaje: que hahiendo llamli.do if iui cal?u al irnpl"(~~Ür


DÌeKo Sarl.tiago Gonzál("~zj a :ïnl;.8 ùe Ni.vif:m,lJri~ 1.\ en I)idcmlHt.~, sì no m(! equivoc\), CO'Jl d
)bJcto de que fUe reirripi!tiniese un articulo dd Iris del Magdalena, d iniIJ)"'e:sot m\~ inaiii~
ll:ldllO I'eipugnan~ia apoY~ld() (~ll qiw el lu,.t,~ndimil; 110 quel'rl1a: yü le couie':-te: ni U. ni el
lnien(h'~nte ni ii¡adi(! tiene f;iniltaùel: l).:~lìi. poner tralin~ .i la imi~renb.l~ l.iie~ lJ. ~óiu debe
,:xijirme n1i dini.i'o y lnÍ I-nria i~(,'n ..r"j"(!g'lo fl lia. ley iiil(: e!jtá niiiy lernl.ruintc, nias. ~i Jiß
.in.pn:Hita eliut cert"ada. p;lla mi, debe (,starlo par.f todol' lo~ ciudn.dll,no,:i, C13tel:e convenció.
llevÓ el pa,pel y lo irnprimió"" (VÜi.~e Ulanc.u, José FÓlix: Documentos para la Historia de
la Vida Pública del LibertRdor.-TlInio XL, .P£tg13. 510!~-.)07).
CC1l reL.ación al Acta de i :,1 de setÚ'ff'bre. don MurÜino AlO,':Î(lmÜnii dice: '¡Vf:l:cnt,end!l~n-
dose dd fin cOn que hauÍia i:ido reuiiida ¡'ll JUIlLa~ adoinó una idUit que entri',:,ñnba un gen~
timiento verdarleramente l),ati i(¡tieo. ConvhltiÚ d AI.~ta (~n una. ~olidiud. pidi(~iHlo ,al .Li~
bci'tador que Con ~u lH'c,st.iKio Î KTc.uide I.'fhit'.IlI~i,fl, hiici:f'fJ iit~Vi~r al hd...no a ~UB ialtos dcs-
tinuB por nlediü de iiiia. líiit'u lt:rrea iiiie'ro.eeánic.a." Apuntaiientos, Pág. 17 O
(:;~) Reción encaI-~ado de'l flLi.tIido, Muno7. envià nI Ltjbertador, adjuIitu ri un,ì. ~,lHta dt, 28
de febi'el'Ü de 1 S::'i , unri intct'c;;.,ln't(' "Noticîa df!1 c:oÜac!o l:O U.ll(~ s(~ h~i.la el D(:,pai-trimento
d\~l ri:tmn y dl: las Opct"::.ciune!: polí1.~,al' l.u(: Se han h(!i~ho';, e~'lmada (k ob~(:i.vlal.~jon""'~8 v~i.-
lio$as. KnLre ot.ral: ('.l,tl as , ,diee; "EI e~pÍlitu público i-e ha!!,.!. enei/vado y tlb~it.do; La pobJa~
cÎôn matcha a lia más I...ompI ehi relajación~ por el temperamento y educadÚri: la lii~~~ncía
y el libertiD'aj(~ fOI'man est.a máqUÎnri pol1~ic~\, Ja arnhjdÚn dt: mandt, .v el dinero tìOn sus
ejes, y la inmoralidad d eöJ,acio en que jira. Los ciiidadlanorS se han p'lotiliesLo re,chüzar tüda
contribudÚn y t.~a!'i a manO ,fHffaila, quiercn ro.tnpE:r loa vínculos ~o(:inle8. En la Ciudad
de Los ::antoi: se han suhkvado ;~OO h01nbres, han ntropcllado al Akl:lde.. negánùm~e al
l)ll.gO d(! la Gn1pil,la,ción, y a~ han a.IJoder'.do de las armas que allí exiistían; igual I.~(¡'ndiicta
ha observado todo el GanLÓJ1~ y 110 ;:if.'ría dilídl que esta chis'pa prenda l:n tcdo d De-
parlamento", En SUi- coml1nÌc~lcioncö de ü~os días Muñoz Be ttiuestra tolera.nÜ', eulto y agu-
do OLl'tl.'WHior de t~'aracten's. Fué pr()ntnmt'nt(~ .sii~titiiido, RcsullÚ tlt:fil.i:siado SLlaveJ discreto
e intelectual p"ara las nel...esidades del rriomcnto.

(39) ACTAS de la Muy Ilustre Municipalidad de Pan\imá Celebradas en Unión de todas


las Autoridades civiles, militares y eclesiá$tica.5 el 5 de julio de 1828 a conseçuenCIa de
la disoludón de la Gran Convención.--Panamá. -'" Por José Anjd S,fllitn~-,"Afi() de 1928--
J~. 4 Pg,_
En earta $, BoIivm. de 21X dc DJhrIl de 182R. SHrdá ponía al iÌel'liudu SU,tl ¡ir~venl.,.j()ni-iD:
HEl AdministrllAor de p.~t.a. Aduan.a. Ju:~,n Joi:é Argutc. pt'rner Dite~tor del GrfJU Cír'"~uln.
flutcr de mlle,ho~ malcs y at.l'a~ìOS de l~ste país, y enemigo de~ll;.li.l'do de la llt'r~ona de V. E.
y del orden, es hombrc tan' sagaz, (liiC ha lo.grado ~~nLrar en la socîcda,d d~l Gran Círl~IUI(i i:
108 hombre:, fl~ honradoi:; 108 tiene idlldnadoi: COn el anseatisrno, ti~ne un gran partido
en el pueblo, pl-niiie e.r muy enemigo de C'arreño~ y sí V. E. lo saca del pais, podremos
ahori.rno~ la mitad .ue la glli:rni~ión. Eßpinar se ha mntidn dt.. aodo del Círculo, y aunque
desconfian mucho de él~ hemos lOJirndo ciertn divÌsîón en la 8oderlad, y ,('reo conseguir' POU
disolución'". (Memoria$
i4Con la expulsión d(! O'Leøry;
de Ar,gote Tomo. VII.
y la., r(!mÌl'iÔn Págs.
de mi 529-3.0).
aSeSOr' Y ela2,0
Arango de aiiosto creo
Cartn.g,lna.. le dcc.íia:
tendr'
el gusto de ver consolidada la buena opinión en este pa,Í13'" (O. .e. Piiv.. 582)~

LOTERIA 67
Digitalizado por la Asamblea Nacional

k que casi siempre tuvo carácter oficial, desempeñó asimismo una -j;ras-
cendente tarca de ilustración y endoctrinamiento, tanto más valiosa
ci.anto que suplió en parte las fallas de una educación pÚblica prác-
ticamente nula. (40). Y todavia brindó espacio para el empeño de quie-
nes trataron de ofrecer solución a los problemas de la comunidad. He-
mos visto que "Miscelánea del Istmo de Panamá" publicó textos que supe-
ran cualquier inmediato fin informativo; hemos visto que en la "Gaceta
Oficial del Departamento del Istmo" se ofrecieron sugestiones para el
mejor manejo de la cosa pública; advertimos el tono doctrinario que, en
defensa del régimen democrático, caracterizó a "El Fiscal y la Ley", ac-
titud que ma terializó en una política definida cuando el Gran Circulo
Istmeño nació para adversar las gestiones encaminadas a violentar el
orden constituido.
Tengamos presente, sin embargo, que el periodismo de entonces en
poco se asemeja al de hoy, Ni por la variedad y riqueza de su conteni-
do, ni por la frecuencia con que esos papeles llegaban al ledor. Organos
sflnanales casi todos, de modesto formato y pocas páginas. se Jimitaron
a dar Cl'enta de los aSlintos estimados muy importantes. Dentro de esos
lImit2S, ayudaron a formal' una opinión pública y al aprendizaje prác-
tico de la democracia republicana. Y prepararon el camino para el es-

(.4-0) j~l ;~O de HHl.~~ü de is.27 Muño7. inrOl:mnha al Seeretfii:Îû dt,i 1nv.l'î~)l: "He vÜ.:t:.~,do
el C(:lev,io (k (:~ta Cai)ital, en el que nn existen ut.ro:: est.a.bledmien1.o~ di_' t,,:1 :ie¡l('.iÚn qU(~
una (~s('uda kilH~a,~,tel"iana rcg1l1nrinenL(: mont.:",i1n, una øt'~ueja dt: (~r;.lmÚtie~1 Ca~telhi,ni1 y
otra dc latinidad. Crel oportiiio ha(~l:~l' al ~r. H.i.'ctor d\~ dicho Cokgii- Jr:s indic~¡1,I.~i0ne:: que
en (~opja ..i.Nlt"i,paÚ(¡ ;":. U_ jtJ:rK..uulo qUf~ pueden ,t~(Hd.r¡'blj'Ír ,ft J'~ejcrai: y ::~,Uri (' i-eiil\'edon~-ir en
cierto mo(lo la l-'f1tH~:.¡~iÚn (le la juv~ntnd",
Las indi~aciün('tl (IirÙÔdas al H:ohi..rrio irit.I:,'dor .de lofs (:tlclIclns, "jezan í.Ol1() sî.üue:
"(;'nnio la ~(hl(~,fJ(~V)ri ~e divide (~'ri FÍsic,':!" eivil, )iiol"nl y cÜ.mLí.r(~a. J10': )'"l"oponi-mos ha~
hkLf- de ,c'.Hda un,fi de clb:~ aunnUf' (~()Tl ~l !;("'ntimiento d(~ no poder' iil'(:fundi~al'111::, por Ja
l)Jeni ljl:-i. (~on q Uf: pl(~:-('Ti lU rnO!: nlH~!:~I':iS .peql1(~fÜi.f. idea::,
"En la e(hH~'''.Ic.iÙIi fbien entr-a c. (l::co del individuo, Y' log ej~I",dL~it'!: t¡iiC contrihl,l~J(:I1
a la !:i:lud; por,. 10 t.anto E'i l11aetltro proL~Ui-al'"Ù pey- todos lo~ medio:: p()~ihle!: l-l1P lo:~ ;l1uehu-
L~ho~ ~(~ 'k pre~cnten U)l lfs rnanO!5, pk!:. rodro y c,abc7.,f. hien ln.v':-tdo::¡, ,lirn!"ia !a hoc~" y ¡'u
ve~bd'o cün tüda la l'Jl'nT.ljedad pc~~ihll~; los ,.jen~ibi.i.á en (~C)rrE:f", saltar y nadai' (~u.'.'ntas
o('l.~íon(:s puedia, c.~ ()ndud(~'n..oi()s a est.as o'i"H:lra,~'iones del modo que se dh'~; en la edut::l.-
dÓn (~Îvil.
"Los müvÎmie!llO~ ~i(~cinl)(!,sado~i la dulzura (~n el hi=.lhlm" y h'\:" Bi'anf'rni: cultat" :-on 10:-
ejes ::obrl:' que jiui. ei:tc rai.aü de In. ediicaciÚn: (:n (~f5le ::lli-~H:~.d.li el mÜf;~!'1:"O ~:!ri~e¡'-ial'Ù f:l
mndo CO'n que d('be'Tl prcscntfn'sc lo:: di~c í,¡Hllo::; lea prevendrá que h: ~i;ilu..h~n n,J. tieiTIJ)o de
entrar y J:alir de la l.snida,. cOlTigiéndoleli\ la poskión ,de le:: p,ica y la inclina,('.ión tllie lia-
g..t'11 i~on (:1 ('.(J(:l'PO: l(~!: en~~'~fi'"1.rÚ el t1iodo de t,enlar~:.(:' (~ün finura y dc S'H~cionai' (~tl la. con~
vellHl.ción; letl p.rüliibirá el que ll~(',n en sus i:rgiimentos de chillido:: en la i,'oz~ de "IH"~~i.~ipi~
tn,ciÜn en ISiu3 I.re-A'L1nt.a~" y de trwvirnil:iilOI: que demue~LI'en prcven~ión o .aninio~ÜI\Hl- Es~
ta,bleeer-á por principio la duhuJ:'a y 'afabilidad corrh-:iendo al qne f.e :pl:üpas-arc; no cndtit.ttl'á
(.~on lát.~o ni paltneta" sino pOr el t-ßtÍmiJlo, o ha~dt~lHto ~l=nta.r (~n d i!I1g'ido dt~ la i:ilL.il, o
cn~cl'l'¡iindolo por algunf.~ hor(t~, o privando de los ratol' de iecteo_ Para (7vihu' el (lll(! li~s
m,'ichac.ho~ vaynn tarde a la escuela, o (lUe jug":',udo ;1)01' las ealle); Nnisen ruí,do ° e~tr(Ì1p~en
su:: remas,. i:e ',!odr..n uno o d'os ayo~, ;~iiya~ oh1iv.i;eiorl.~i: sel'Ún: 10. l'eL~ojer de lai: '"~i-eaIS
los niuch:achos: 20. condudrlos de dos en dos formando hilerai::; :.0. ilpar('arlos con una
intel~:pol.ancîa di1arin., a fin .de q,iie todos Be cOnozcan y fomenten la nmii:ta(l; 1.10. ,(~onduGirlo::
del mismo modo a su~ c~!'sat" 50. avisar a lo~ ladr€,.~ de lo~ muehacr.üs los que hayan ~iùo
(.~~,:.tigHdbs ,con privaciÓn de pn,seos para que no le pC"jmih:i.n S,f lh'_
"l.l ejem'IJlo Y la TJrÚr:lÎ(:'a de las virl,udei: eS el rnejol" niedîo p~u'a ensefia(' este intere~
~ant(' r.,i,mo de la ediiendÓn -.la lnori:i.,- ': el m'.jcstro en¡:,eÙ:=il1fi lo:: pricipioti de la relIJdÚn,
rlcm'o~tr:=i.l'á (t lo~ discípulos ln¡: ha¡:el' de la m.ürnl" le,~ mostrnrá S~_t~ derechot; y ()~be.~.es~
le~ har.. una f:IlumeradÜn de h,i:" virtudes 8 ()('ia 11-:S ; 'Y los e:!timiil::rÚ po't la I.'.onv(~t.si=cióu y
aun pm" cuento:! en qnc pintø ln;~ 'vicíos como üdio~iJs y ¡.ier"judi(.'iaJe9, y lnB virt.udt~:: i~ot\".O
eJo d(' la f~Jicid"',d: (~Ondiidt-Ú a 109 JlHI,chachos d(;' ,dü~ en do:. a Mitn.i y nI pnst"o 103 Domin-
gos~ procurando hncer~e muy .amnble païa qne los júvene~ no t.Oi.tH:.'n tedio ~ la enseila,n~~a.
"'Como el Gobierno ha dado ya bU Plan -''''''-~e reficl,.e a la. i~rlucrifCilin ciendficn-, nos
abstenemos de entra:r en detalles".
Pa~a las tra,nscrIpciones de la cat"ta y las Instrucciones de M.'uñoz ~e ha,u iiti1Îzado
fotocopias de los manu8,critos originalc~, fadlita.do~ por la FUn.di.lici6n llou.lo,n, de Ga1ractls,
g"entilmente reprCi~entndn por el Dr. Mnniiel Pcrez Viln. A él deho asimismo fotocopias de
Úerj6dicos de que Xt Ò'a cuenta pOi lJl"i'mtira V~'i aquÍ.

68 LOTERIA.
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fuerzo que iba a exigir de los panamefios la década siguiente. Porque


durante los afios que siguen, entre 1831 y 1841, asistiremos al espectáculo
de una conciencia nacional panamefia vivamente expresada y a la rea-.
ji¡¡;ción de la primera experiencia estatal independiente digna de ese
nombre. Es la cbra de pienitud de la generación de los "Amigos del
Fais".
ranamá y Bogotá,
(Octubre-diciembre de 1962.

-000-

El presente depende de cuanto gaste y


el futuro de cuanto guarde. N o importa
cttáles sean sus gaiiancias; tui presente
de austeridad es tui futuro de prosperidad
Abra boy misino una Cltenta en la

CJ.\JJ.\ DE Al-IORRO-S
DEPOSITO INICIAL: 8/.5.00
OFICINAS: - PANAMA: Vía España. Ave. Séptima Central
COLON: Avenida del Frente, esquina con Calle V.

LO TER I A 69
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llnDlcqi:
El indio Guamí de Cricamoila
Por el Dr. .TOSE MANUEL REVEItTE C.

.. * '*
Geog-rafía y grupo étnico que habita la región

El Rio Cricamola e::tá situado en la provincia de Bocas del Toro.


Nace en el limite cun la provincia de Chiriqui en cl Valle situado al pie
del Cerro Diguetubite y desemboca en la Laguna de Chiriqui o Aburemá
por un estuario en forma de Y griega. Recibe por su margen derecha los
siguientes afluentes: Río Mununi, Río Coingot, Río Mono, Rio Bisira, Río
Corori, Rio Uboni, Río Gruri o Caracoles, Río Cacao, Río Curoni, Río Grui,
Rio Guoroni. Río Sábalo, Rio Crorote, Río Contor, Río Morrodonio, Que-
brada Caningote. For su margen i~quierda, la Quebrada Cruri, cl Rio
Uoin, Q. BoriquCl, Río Canoa, Q. Tobonte, Q. Coin, Q. Bul, Q. Irgüite, Q.
Suromi, Río Frijole.s, Q. Mutart, Q. Grumi, Q. Muri. Río Mununi, Q. Oreri,
Q. Arari, Q. Guativi, Q. Numuant, Q. Siori, Q. Nib'ari, Río Sirain, Río Chi-
riquó o Santori, Q. Crcmany y Q. Coy.
Habita una población numerosa de 5.000 a 6.000 indios de la famila
guaymí en sus orilas y en las de sus afluentes, distribuídos extensamente
por todo el territorio. ya que una de las características del indio guaymi
es la de no quorer agruparse en poblados, tendiendo siempre a diluirse
en el terreno.
El indio guaymí de Cricamola es recio de cuerpo, de anchas espal-
das, tinte canela obscuro de la piel, nari?: ancha y aplastada, labios grue-
sos y cabello muy negro y lacio. Las mujercs presentan rasgos más finos,
pero también son de tallas bajas, y pelo largo que recogen en trcnzas
aplicadas sobre la cabe?:a. Las tallas promedio cncontradas por nosotros
fueron de 1.50 metros para hombres y 1.42 metros para mujeres. :Cos
maxilares inferiores son recios y anchos, los pómulos poco salientes, nu
se ven epicanthus ni rccuerdan ningÚn rasgo asiático o mongol como
ccunc con los cunas. Las caras anchas, casi la misma anchura que ;iltura.
La vestimenta es difcrente segÚn sc trate de los indigenas que ha-
bitan en la dcscmbocadura del rio, los cuales han adoptado las vestimen-
tas Hncilas de la civilización o los indigenas de las cabecera del rio y
regiones montañosas que visten a la antigua usanza con vcstidos largos
ellas, que llegan hasta los tobilos, generalmente de una sola pieza,
sín entalladura, como túnicas, asemejándose a grandes camisones (dgn,á).
El indio prescinde de t'o tl a, vestimenta cuando anda de caceria o de 'ùes-
ca. pero ya han adoptado en su mayoría los usos y costumbres del"pa-
nameño, camisa y pantalón largo.
Les principalc3 caseríos del Cricamola son: Boca del Cricamola, Que-
rami, CanÜFüíe, Orcte NO Tolente, Guabina. Puerto nÚmero 1. :Puerto
nÚmero 2, Cita te, Santori, Paisana, Becativí, NutiVí, Boca de Jali, Puerto
Feliz, Surilgote, Cosote, Drigarigote, Joribito, canquintú, Siraín, NGmo-
70 LOTERIA
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noi, Crorote, Brurote, Nuglite, Giativi, Tibite, Mununi, Trenente, Rio Sa-
balo, Mutari, Senete, Suroni, Guoroni, Mereate, Iguatate, Frijoles, Mu-
meni, Cororigote, Piedra Roja, Mununi númer'O 2.

La vivienda
El indio guaymi de Cricamola vive en casas de ramas, caÚas y paja,
en forma de tambo o palafitos denominadas ju. La techumbre Ouká) se
construye de juaraca (paja) de una hoja de palma resistente y durable
que soporta impertérrita la acción del agua y del sol por espacio de aÚos,
y que llaman guágara (1). Los postes recios que sostienen la 'Lechumbre
y el piso del tambo son de mangle (2),
Las paredes con las que a veces se cierra la casa por dos 'O los cua-
tro lados dejando un vano o puerta, se tejen en empalizada densa
con
caÚa blanca, brava o de CasUlla, gira y otras varicdades (3).
El piso de la vivienda que queda a uno o dos metros de la tierra, se
construye con caÚa blanca o jira (Socratea durissima W.) cortada a lo
largo, lo que le da una gran flexibildad, disponiéndose con sus partes
convexas hacia arriba quedando bastante espacio cntre las varilas para
que entre el aire y haya una amplia ventilación dia y noche. También
hacen el piso a veces de bura~uata, palma muy flexible, resistente y du-
rable que tiene además la ventaja de ser incombustible.
Por medio de una escalera (kri ó kringu) construida con un tronco
al que se han hecho una serie de muescas profundas a manera de es-
calones, suben los indios hasta el interior de la vivienda. De unos palos
a otros se cuelgan las hamacas (jamacas).
Muchas casas presentan una empalizada exterior Ou-kringo) para
evitar la entrada de puercos u otros animales domésticos que suelen te-
ner en lugares a propósito separados de las viviendas.
No construyen por lo general excusados, haciendo sus necesidades
en el río. Cuando van a hacer sus necesidades dicen: "noin îiote", es de-
eir voy al ría.
Las viviendas suelen estar aisladas unas de otras, muy separadas.
En ocasiones se ven agrupaciones de tres o cuatro casas (jutó) cuando
en ellas viven varias mujeres del indio con sus respectivos hijos.
La cocina y el hogar (jatote) suelen estar en la misma vivienda, a
veces bajo el tambo, otras veces sobre el mismo. Suele prepararse el fogón
con un cuadro de bura-uata que como dijimos resiste la acción del fuego
(nio), y dentro de este cuadro pone la india la lumbre, alimentándola con
troncos de maderas diversas. Para avivar el fuego cuando está mor-
tecino se ayuda con un soplilo (kri-go) hecho de anchas hojas de bija.ua
(platanilo cimarrón. Heliconia Bihai L.) muy abundante cn esta región.
La comida cs preparada en unas pailas que ellos llaman baila, uala-
bra sin duda adoptada de la lengua española. otros utensilios oblIgados
de la vivienda guaymi son el pilón de madera (biión) y su mazo, el me-
tate (kru) con su mano de piedra o madera, las tulas y totumas de ca.-
labazo (mru) (Lagenaria vulgaris Ser. o Cucurbita Lagenaria LO) los
cucharones, asientos de madera (iroli) , jarros (mogu), vasos (besini),

(1) ManicatIa ,sl.ccifera Gaertn., Philophora testicularis Jacq. llama.da también l'palma
de jicara,t.
(2) RizophoJ' Mangle L. (mangle comÍtn) y Avicenia Marina V. (mangle negro o man-
gle salado).
(3) Arundo donax L., Arundo glauca, o Arundo llambuslfolia Hkr., y Gynerlum sagitatum
(Aubl.) Beauv. O cana-flec!i" Socratea durissima W. (jira o z"ncona), OredoXa ._.
cona HBK (chonta).

LOTERIA 71
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platos (bleto), eSCQbas (keansukara), artesas hechas de hojas de gira


(bukata) y por supuesto no hay una casa donde no haya un perro (nukró)
aunque sea esquelético, famélico, cargado de lombrices y sarna.
Alimentación. Cultivos
El guaymi de Cricamola es un pueblo agricola, pescador y cazador.
Se alimenta a base de pescado, cacería de monte, y productos que extrae
a la tierra como el plátano, ñame, pixvá, banano, maíz, arroz y caña
de azúcar.
Les principales cultivos del Rio Cricamola son:
El arroz (Oriza sativa L.) que el guaymí llama arró, es sembrado a
volea en lugares húmedos, sin enterrarlo, dando tres cosechas al año.
Se utilza para el consumo diario y a veces para la venta.
El maíz (Zea mays L.) que el guaymi llama í, se siembra también
esparcicndolo a voleo sobre el terreno y derribando árboles y ramas "o-
bre el terreno que sirven como alimento y abono al mismo al entrar en
putrefacción, convirtiéndow al cabo de un año en materia orgánica que
se incorpora a la tierra. Sin embargo el maíz surge a los seis meses cor-
tándose al brotar entre los árboles derribados.
El guineo (Musa sapientum L.) que ellos llaman moró o diguimá se
siembra a mano. colocando la semila de las diversas especies cn un
hucco a dos pulgadas de profundidad que se hizo previamente con la ayu-
da de un palo o coa. enterrándolo así. A los seis o siete meses da su 'Ori-
mera cosecha. El plátano (Musa paradisiaca L.) que ellos llaman mro
monkon, también lo cosechan. Otras variedades de guineas que se en-
cuent.ran en el Oricamola son: b'á, buchuru, y ngrunsi o banano ,:ojo.
El cacao (Theobroma cacao L.) que en guaymí de Cricamola es kuoa,
se siembra de la misma forma que el guinea, pero en semilero alargado,
eligiendo previamente las semilas que se distinguen por su tamaño, co-
lor y forma. Hay muchas plagas que afectan al cacao, sea a los frutos que
quedan perforados e inservibles, sea al tallo que se seca cayendo al suelo
la planta cntera.
El pixvá (dabá) es uno de los prinCipales cultivos de la región de
Cricamola. Se da silvestre, pero se siembra también en semilero, cerca
de las casas y a lo largo de las orilas del río donde se pueden ver al-
zándose elegantes con sus grandes hojas que sombrean los macizos ra-
cimos del delicioso fruto. Se usa como alimento cocinándolos simplemen-
te en agua de sal o se preparan en forma de chicha que se somete a fer-
mentación produciendo una bebida de aspecto lactescente y alto poder
alcohólico, con sabor a vinagre picado. Es muy frecuente que la produc-
eión de pixvá sea excesiva, ante lo cual el indio entierra el excedente
envuelto en hojas de guinea, procedimiento que sirve para conservar
por dos años los frutos. Si al año o dos años se desentierran, pueden co-
merse sin cocinarlos ya que han madurado muy lentamente adquiriendo
un agradable sabor dulce.
El coco (kuoko) es otra de las producciones del Rio Cricamola (00-
CL\3 nucifera L.L. Amontonan los cocos y cuando comienzan a germinar
por la acción de la humedad, se les entierra en semilero.
La naranja (nará), (Citrus Aurantium L.), la mandarina (C. no-
bils L.), el limón (C. medica L.) se cultivan en semilero obteniéndose
de muy buena calidad sobre todo en las tierras altas de la región y en
los fértiles valles de las estribacioncs de la sierra.
El café (Coffea arabiga L.) es otro producto del que el indio saca
bastante provecho. Usase en parte para el consumo y la mayor parte
72 LOTERIA
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de la producción para la venta que les rinde buen beneficio anuaL.


Elotóe (to-ngo-cotaré), el ñame (dru) (Dioscorea alatu L.), la yuca
(o) (Manihot utilissima Pohi. o Manihot sculenta Graz. o Jatropha ma-
nihot L.) y el yampí, o liame amarilo son raíces que entran en el con-
sumo diario y que se reproducen fácilmente en esta región.
Otros frutales son el árbol del pan (Artocarpus communis Forst.)
el nispero (tabá) (Achras Zapota L.l, la guanábana (sorón) (Anona muri-
cata L.l. la pifia (múya) (Ananas sativus Schult.l, la guava (bu) la uva
de playa (kekla) (Coccoloba uvifera L.L.
Cultivo importante también es la caña de azúcar (Saccharum offi-
cinarum L.I que ellos llaman ibiá de la que obtienen el guarapo que fer-
mentado Ecrá utilizado con liberalidad en sus fiestas. Se cultiva también
la remolacha (honen) (Beta vulgaris L.l, el calabazo (támalan) (Lage-
naria vulgaris S.) al que se da uso casero para la fabricación de 'lotu-
mas de dI-verEa forma y tamaÚo, la espinaca (ka) (Spinacea oleracea L,,)
utilizada como alimento sagrado cn algunos de sus ritos dc iniciación
y pubertad, el tabaco (so) (Nicotiana 'Iabacum L.) y '21 árbol llamado
taboa de cuya fibra y hoja (taboa-ko) hacen sombreros vistosos.
También se cultiva el frijol de palo (Phaseolus spp.) del que existen
diferentes variedades y Que llaman genéricamente los indios muma. Las
más importantes son el frijol rojo (muma tae), el frijol ne~2ro (muma
drune), el frijol de ojo neg-ro (muma-okuo-drune), el frijol grande (mu-
ma kri), el frijol chico (muma kiare), el frijol de palo (muma krire) y el
frijol en bejuco (muma koréL.
La pesca es abundante, siendo las principales clases de pescado: 'ta.-
g'orra, pequeños peces parecidos a sardinas, drigá (sábalo), tuolo (gua-
bina), uá bogó (boca chica). bug-ó (chogorra), tubuáe (corvina), kebé
(camarón), bosali (pescado manglar) que vive en los huecos de las ro-
cas como los cangrejos. dubú (sardinas), unsú, tuwae, y muchos más que
constituyen alimento frecuente del indio guaymí.
La caceria es abundante, encontrándose con frecueneia indios guay-
mies que recorren los inmensos bosques en busca del jugoso tapir o ma-
cho de monte (molo), de conejos (muría, teuélo) muletos y pintados, de
zahinos, armados, venados (burá), cte.
Por regla gencral el indio al amanecer, antes de salir para sus rozas
que vigilan a diario, desayuna un guineo y toma una taza de cacao sin
a:rúcar. A mediodia regresa a la casa donde come guinea con arroz, o
una mazamorra de guineo maduro que llaman michilá, o yuca, Úame y
alii,o de pescado y a veces un huevo (mruke). Vuelve al campo a reali-
zar otros trabajos en la tarde y al atardecer come nuevamente a base
de maíz, carne de caceria y alguna bebida a base de cacao con miel
(múnko), o plátano cocido, y se acompaña con el fiame que quedó de
la mañana (tami) o yuca (o).
La cria de animal"s domésticos está hoy dia generalizada, y el uuerco
(m'tú), el lechón (m'tú ngobó), la gallna (krui), el gallo (kui anialán),
el pato (muala), se crian para alimento, así como el perro, el gato y el
mono suelen estar presentes en las viviendas como compaÚeros del indio.
Preparan también ciertas mazamorra s con diversos cereales a las
que llaman mía, miya. Sazonan los alimentos con sal (merén). Cuando
van de viaje o caceria preparan un pufiado de comida a manera de viá-
tico o bastimento (droare).
Pubertad. Matrimonio. Famila
La llegada de la pubertad en los muchachos varones se celebra con
LOTERIA 73
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el rito especi91 que llaman gwuró, y que consiste en aislar por varios días
a los neófitos en un claro expresamente preparado por ellos en medio
de la selva talando árboles. Mientras dura la ceremonia, los viejos de
la tribu, espec:aliièados en el conocimiento de las tradiciones guaymies,
cantan una tras otra las historia:; de su pueblo que servirán como ejem-
plo a los que dentro de unes dias serán ya considerado:; como hombres.
La pubertad en las niñas se manifiesta por la aparición de la ;me-
narquia que tiene lugar de los 13 a los 14 año:; entre las indias guay-
mies. Se aísla a la niña por entonces en un recinto construido de cañas
y guáf;aru especialmente para ella pues nadie debe verla durante estos
días más que la abuela que se encarga de su iniciación que 00nsistirá
en un baño ritual coronándola después con un sombrero hecho de hojas
y hierba:;. Una vez purifcada la joven está en condiciones de contraer
matrimonio, y e:;te hecho se celebra con una fiesta familar (kakuete)
durante la que se come un plato tipico ceremonial que se hace a base
de espinacas cocidas.
En cuanto la ceremonia ha terminado está como dijimos apta para
el matrimonio. Para éste no existe ninguna ceremonia especial como
sucede por ejemplo entre los cuna:;.
El guaymí de Cricamola es poligamo, permitiéndosele tener tantas
mujeres como pueda sostener con su esfuerzo y medios económica:;. por
regla general no tienen más de tres, aunque hay algunos que han llega-
do a tener seis, pero esto último e:; poco frecuente. Muchos de los indios
cercanos a la boca del río Cricamola han abandonado sin embargo esta
costumbre siendo monógamos, debido a la influencia de la religión cris-
tiana y a su mayor contacto con la civilzación. Pero, conforme nos :iden-
tramos en la región montañosa. se puede apreciar que las costumbres
se conservan en todo su primitivismo.
La mujer se obtiene por compra o por trueque. Generalmente cuan-
do se trata de un joven al que sus padres quieran casar, la famila bus-
ca entre sus amistades una joven que le convenga y se establece el con-
cierto con les padres de la novia. El padre del joven da un puerco o al-
guna otra propiedad suya a cambio de la muchacha que 3utomática-
mente se transforma así en la esposa del joven. Sin embargo, éste queda
definitivamente al servicio de su suegro, trasladando su residencia a un
lugar cercano a la de su:; suegros. Las relaciones futuras con les suegros
estarán sometida:; a un riguroso tabú por el cual se prohibe al yerno
hablar o mirar a la cara de los suegros. Si le ve venir de frente, se es-
conderá. Asi, dicen mis informantes, se evitarán las peleas ,,~ntre fami-
liares y todos se llevarán bien.
Esta primera espo:;a es la depositaria de todos los bienes del ma-
trimonio y a la que pertenecerán incluso los hijos que su marido ';;enga
con las futura:; esposas o concubinas que conviven con la primera. Se
llevan generalmente bien entre si, ya que es costumbre aceptada por
siglos entre ellos turnarse las esposas en los fa.vores sexuales del e:;poso.
Sucede a vece:; que después de casarse, alguno de los cónyuges no
está satisfecho con su nuevo estado, y en estos casos está permitida la
Eeparación. Recientemente tuvimos ocasión de conocer un easo en que
después de un ano de vida matrimonial, ella quiso volverse a la casa dé
les padres. E:;tos habían recibido una puerca por la venta de la hija. Él
marido, abandonado, exigió la devolución de la puerca al perder a la
esposa. y hubo que restituirla. ., la puerca desde luego.
Entre los guaymies el yerno no habita en la casa de los suegros co-
n,o sucede entre los cuna:;, sino en una casa aparte que es construída :90r

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medio de una junta entre los amigos y familares.


Cuando la casa está terminada va a vivir a ella la joven pareja, y
este acontecimiento se celebra con una pequeña fiesta familar (jamo-
koto) en la que corre el guarapo y la chicha de pixvá, haciendo los ami-
gos regalos a los recién casados. Estos regalos suelen ser alimentos, fru-
tos o animales.
La mujer ayuda al marido en los trabajos agrícolas, y no lleva pe-
queña parte en los mismos, pero cuando queda encinta deja de reali-
iar los trabajos pesados.
Durante el embarazo no suclen tomar medicinas sistemáticamente
excepto si se presenta alguna cnfermedad intercurrente. Cuando el par-
to es difícil suelen tomar el jugo de ciertas plantas cuyo secreto guar-
dan celosamente, para faciltar cl mismo. La mujer guaymi es atendida
en el momento del parto por una mujer, partera ya ducha en estos me-
nesteres. Para que el dolor sea soportable suelen somcter a la gestante
a término a una dieta cspecial administrándole extractos vegetales para
hacer menos dolorcso el alumbramiento. La partera, que siempre es 'mu-
jer (los hombres no pueden presenciar la venida al mundo de un nuevo
Eer) , recibe espléndidos regalos del esposo.
La técnica del parto consiste en atar una cuerda en el abdomen a
nivel de la cintura y sobre el fondo del Útero, y al tiempo que la mu-
jer sc suspende ligeramcntc, la partera tira de la cuerda con lo cual fa-
c1ltase la expulsión del feto.
No hemos hallado ninguna costumbre o ccremonia que rccuerde a
la covada. El esposo espera sencilamente con la estoicidad propia de su
raza, que la mujer traiga al mundo a su hijo.
Al nacer el niño, es lavado cn una batea cspecialmente preparada
para esta circunstancia. El baño que se da al niño se prepara con cl jugo
de un bejuco machacado y colado dentro de un trapo. Una vez limpio
del scbo neonatorum, sc le envuelve en una ligcra frazada y se le pone
dentro de una chácara (krá ó kradé), colgando ésta de uno de los :Dalos
de la casa.
Durante una semana la recién parida no hará ninguna labor y su
madre o una hermana se cncargará de -preparar la comida, pero al cabo
de estc setenario postpartum, comenzará a realizar sus labores como si
nada hubiera ocurrido. Se amamanta a los niños a veces hasta los dos
años de edad. Al acto de dar de mamar al niño se lc dice kean bien.
La placenta es cntcrrada fuera de la casa en un hoyo sin ceremonia
d'e ninguna clase.
Al cumplir su primer año de edad, se hace una gran fiesta cuando
se trata de un varón y una fiesta menor cuando se trata del primer ::mi-
versario de una niña. En ambas fiestas la comida y la bebida no se es~
catiman.
Apenas nacc el niño guaymi, se le pone un nombre que suele ser
el del lugar donde ha nacido modificado de alguna manera. Por ejemplo
a uno que nació en Cleate le ponen Cleabu.
Son muy celosos de evitar los matrimonios entre consanguíneos, con-
siderándose como un gran tabú y el horror al incesto predomina en for-
ma notable en este grupo étnico, y si cualquiera tomase por mujer a su
propia hermana sería suficicnte para recibir serio castigo impuesto 'Dar
el ,u"ia oue es el encar£ado de velar por las costumbres, las Üadiciones,
la terapéutica milenaria de estas regiones, asi como es el depositario de
los sagrad.os ritos tribalcs. Cuando se hace la pregunta a un indio guay-
mi de si (S posible que un padre tome por esposa a su propia hija o 'Un
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hermano a una hermana o un primo a una prima, ponen cara igual que
sí hubieran oído una blasfemia, tal es el horror innato que tienen al
íncesto.
Aunque todavía se conserva en las regiones montañosas apartadas
la costumbre de dar nombres indígenas, los indíos que han tenido más
contacto con la civilzación ostentan nombres sonoros con apelldos
idénticos a los de un amigo panameño o la persona que los educó o in-
clusive bautizó, pues hay muchos ya bautizados y que se precian de ser
ea tólicos.
Al padre de famila se le llama tata, y a la madre mama. Los pa-
rientes son dundre. Un hermano al hablar con otro hermano del mismo
sexo le llama etebá, lo mismo que una hermana a otra hermana, pero
si es un varón el que habla con una hermana o viceversa se llaman
muáe. Padre se dice dun y madre, meyé. Al padrastro le dicen dunenta.
Hermano, hcrmana se dice en general nguaié.
Los hijos son ngo-bó y las hijas nonó y ngongo. El tio se dice gro,
y la tia molo. El sobrino es bro y la sobrina bOJ También se les dice nuro,
nurau.
El abuelo es el douá y la abuela molei, aUnque a la abuela se le dice
en seflal de respeto bicho o bi, lo mismo que a una india vieja aunque
no sea de la familia.
Los hijos, la prole son ngobrion.
Hay una sola palabra para designar al suegro Y a la suegra que es
kobona. Pero a la suegra se le dice respetuosamente mé. La nuera se di-
ce judé y el yerno duana. Para esposo y esposa hay una sola palabra,
kuoroe. Cuñado es ngedán. y cuflada yoro, yorón y también bosi.
A los hijos se les educa desde muy temprana edad, enseflándoles
sobre todo a respetar a los ancianos, a trabajar y a ser útiles en las la-
bores de la casa o las siembras, a cuidar animales domésticos como puer-
cos, gallnas, pavos, patos, vacas u otros que tenga la famila. La pesca
con hilo y la caceria con arco y flechas son al par que un motivo de
distracción para el niño, una gran escuela para su vida futura, ya que
pronto le adiestrarán para poder adquirir su sustento y ayudar a los
suyos.
La falta de escuelas ha cstablecido como costumbre que muchas
familas envian a sus hijos fuera de la reserva a poblaciones como :Sa-
cas o Almirante e inclusive a Panamá u otras ciudades del interior para
residir en casas de familia donde aprenden a leer y escribir español .i
mismo tiempo que concurren a la escuela, y el resto de su tiempo pagan
con su trabajo en las labores de la casa tales como limpieza, aseo, jar-
dineria, etc. Asi hay algunos indios que aunque siguen las tradiciones
indigenas, conservan el conocimiento de la lengua nacional y un cierto
grado de cultura que utilzan cuando lo creen conveniente.
Hay muchos indios que cuando han aprendido las ventajas de la
vida en las ciudades, ya no quieren regresar a sus antiguos hogares de
la selva. El hijo que siempre es un capital para los padres produce bue-
nos dividendos cuando es cambiado por ganado o productos útiles, pero
al no regresar es como si el dinero depositado en un banco se perdiera
por haber quebrado éste.
Lengua
Según Stirling, Jijón y Caamaño dividía el grupo guaymi en nueve
lenguas: murire, muoi, mové, valiente, penonomeño, changuena, doras-
que, chumula y gualaca, procediendo todas estas lenguas del tronco
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guaymi y éste a w vez del tronco chibcha según Paul Rivet.


Según Pinart había tres dialectos guaymíes; el mové-valiente (nor-
teño de los españoles), el murirc-bukueta (sabanero de los españoles) y
el muoí.
Lucien Adam divide la lengua guaymí a su vez en seis dialectos: muoi,
murire, sabanero, valiente, guaymí y norteño.
Hemos podido observar que el mismo dialecto guaymí no es hablado
de la misma forma en cada reserva indigena. Por ejemplo en el caso
especial del rio Cricamola, los que habitan cerca de la desembocadura
lo hablan distinto de los que proceden de la cabecera del río, y aunque
se entienden entre ellos se puede apreciar que hasta la forma de pro-
nunciar es diferente. Los mismos indios me informan que los de la se-
nania hablan a veces de manera que no se les entiende bien. El dialecto
guaymí que hablan los indios cricamolas es el movc-valiente, similar al
que hablan los indios de la Península Valiente, en muchos aspectos pero
con diferencias en vocablos y giros.
También hemos podido observar que como sucede entre los indios
cunas, existe entre los guaymíes de Cricamola una lengua o dialecto que
habla el común de las gentes y un scgundo dialecto, convencional que só-
lo entienden los sukias y algunos viejos cantores depositarios de sus tra-
diciones. Este segundo lenguajc, mistcrioso, esotérico y rescrvado para
los elegidos se llama murié y en él sc conscrva lo más puro de la tradi-
ción de los Cricamolas.
Los cantos de las balserías son vulgares, dicc uno de mis informan-
tes, y la lengua all hablada es el guaýiní común que se habla cn todo
el río Cricamola y Península Valiente, el movc-valicnte de Pinart o el
norteño de los antig'uos españoles, pero las fiestas especiales, la consa-
gración de los adolescentes que pasan a la secta secreta, los ritos dcl
sukia y otras cerrmonias son cantadas en puro murié que la mayoria
de los indios no entiende ya que no es inteligiblc para los que no están
iniciados.
Lüs más viejos guaymíes, conocedores de este lenguaje tienen dis-
cípulos a los que entrenan para que en su dia les substituyan. y de esta
manera no se pierda En las futuras generaciones el pasado del indio que
ellos respetan l)rofundamente.
Creencias religio~as, mitos, supersticiones.
El guaymí cree en un Dios Supremo, hacedor de todo lo existente
al que llaman Ngo-bÓ, y según mis informantes siempre han creido en
su existencia, pero también creen en la existencia de una gran famila
de diablos (diablú ó diablure) que son espiritus malignos cuya misión
es molestar a los mortales con sueños desagradables, con enfermedades,
con accidentes, traumati~mos y otras cosas molestas. Por ejemplo, cuan-
do durante una balscría reciben un golpe en el tobilo que les produce
un hematoma con violento dolor, cosa muy frecuente, no dicen que -el
palo de balsa les produce aquello, sino que un diablo especial que anda
sueito en estas ocasiones fue el causante, y para expulsarlo del cuerpo,
al llegar a su casa se hacen quemar con un clavo caliente la parte le-
sionada, remedio drástico que ahuyenta el mal espiritu.
Hay numerosos diablos para los guaymies entre los cuales son los
principales: Bokoi, Daiota, Kokuo Otore, Uráota, Ngubuón Krikudé, (este
último es el espíritu del mono de manos largas), Olan Bian. Muruotu,
Ngolota, Kruzoota, Icha, Joiglé, Jubu (fantasma o espiritu del hogar, 'e
las casas), Jurindoe, Kribu (espíritu de los árboles), Ngoloota, Chen Do-
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kuó Chibó Dó (espiritu del cabrito) y Kie-Kie.


'El indio guaymí cree que existen lugares donde viven loS espíritus
o los que llaman mrukro y un mundo aparte para los espiritus al que
llaman mrukro jutoe.
La enfHLicdad. N Sukía o Donkin. Terapéutica.
En intima relación con sus creencias religiosas y supersticiones está
el concepto de enLnnedad (bren) causada por la acción maligna del
diablo, así como la intervención de la persona dotada de poderes espe-
ciales desde el nacimiento (sukia o donkin) quien es capaz de convocar
al demonio y dominarle muchas veces.
El sukia a quien los indios del Río Gricamola llaman en su lengua
donkin es un individvo a quien desde el nacimiento se le aprecian cier-
tos signos por los cuales se sabe que tiene el poder congénito para llegar
a dominar las fuerzas sobrenaturales. Es equivalente al Nele cuna, al
,iayb:má chocó o al chamán siberiano y central asiático o suramericano.
DEsde pequeño se le somete a un entrenamiento intensivo al lado de un
maestro ql!e le irá revelando todos los secretos del arte. La selección del
chamán y i;u temprano entrenamientO producen en él ciertas alteracio..
ncs del carácter, que sigo pensando son secundarias y no primarias, de
tal manera que suele tratarse de individuos malhumorados, irritables, ;V
que suelen vivir aislados en lugares de difícil acceso, no queriendo tratar
con gentes que no son de su raza. Llegan a ser temidos por la eomuni-
dad, y no suelen asistir a las fiestas ni bullcios propios de sus gentes,
no siendo ~u compañia muy apreciada por los mismos guaymies que re-
curren a ellos solamente cuando no les queda otro remedio en los mo-
mentos en que es necesario neutralizar las fuerzas demoniacas, ya que
los sukias, lo mismo que E.on capaces de ahuyentar al demonio. también
son tipos malignos capaces de hacer daño a los mortales, de hechizar-
les y hacerles brujerías. Estas creencias son similares a las que me han
referido los indios chocóes y cunas de sus respectivos chamanes, aunque
todos pareCEn estar de acuerdo que los poderes de sus brujos han 've-
nido a menos, ya que hoy no cxisten como antiguamente quienes iiean
capaces de hacer milagros, ahuyentar tormentas, o hacer llover.
Por 10 que hasta ahora hemos podido ver, las actitudes histéricas y
a veces francamente psicopáticas de estos chamanes, parecen como an-
tes apuntamos ser la consecuencia y no la causa del chamanismo, qui-
zás debido al esfuerzo que han debido realizar para aprender tantas fa-
tigosas historias de memoria, todo unido a una especial actitud incons-
ciente o conscientc del brujo con la que trata de impresionar a sus cré..
dulos clientes y mantener así su superioridad constantemente sobre la
tribu.
E'e ha escrito mucho sobre la selección o reclutamiento chamánico,
pero nue"tra experiencia, al menos en el Istmo de Panamá, nos indica
que la pretendida creencia de que para ser chamán o brujo de una tribu
indígena se buæa a quienes tienen una especial predisposición psicopá-
tica o nerviosa e incluso epiléptica, no tiene nada de cierto. Sería ma-
terialmente imposible que un psicópata o un enfermo de esta clase 'fue-
ra capaz de aprenderse las extensísimas tradiciones que en forma cons-
tantc manejan estos individuos. Más bien creo que el desorden mental
pueda presentarse como consecuencia del exceso de tensión y trabajo
~ental que lleva consigo el aprendizaje de las largas y dificiÌes tradi-
ClOnes que han de confiar a la memoria. Y sabemos el trabajo que ')u-
pone para un indio, ya que supone a veces 14 o más años de estudio
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constante. Los cunas mismos me han referido que cuando están estu-
diando los neles tienen que tener mucho cuidado y darse ciertos baños
para frenar el desarrollo de su inteligencia "pues pueden volverse locos".
Es decir entre los indios saben muy bien que el exceso de aprendizaje
puede llegar a aiterarles el sistema nervioso. Por eso, siempre que vea
un nele, o jaybaná o donkin lo trato con la delicadeza máxima, como
si fuera material frágiL.
Los sukias son temidos por los guaymíes, como lo son los neles por
los indios cunas y los jaybanáes por los indios chocóes. Tanto era asi
que antiguamente a los neles cunas cuando morían se les ,~acaban los
ojos al cadáver, pues se tenía la creencia que aún después de muertos
sus ojos, su mirada podia hacer dailo.
Es indudable que el sukia o donkin llega a adquirir grandes conoci-
mientos en botánica, sabiendo seleccionar la gran variedad de remedios
terapéuticos que la naturaleza, pródiga, en esta región ponc en sus manos.
Aseguran mis informantes indios que los sukias son capaces de cu-
rar la locura con gran facildad, así como las picaduras de culebra, .,ien-
do sus medios terapéuticos, canciones especiales en la misteriosa lengua
de los elegidos, incomprensibles para los profanos, dictas muy scveras,
aislamiento del pacicnte y diversos remedios vegetales. Si el enfermo no
se cura el sukia no percibe honorarios por su trabajo, pero si se resta-
blece, entonces recib'e regalos en especies proporcionales a la riqueza o
los medios económicos de la familia del paciente.
En toda la región del Cricamola hay cuatro sukias o donkin de bs
que podríamos decir de primera fila, muy famosos por sus curaciones, y
en ellos tienen los indios gran fé. Son ellos: KIBO, el más viejo y más
sabio de todos que vive en CuibÜa o "cerro de la gallna", un lugar apar-
tado de las montañas de Cricamola; TOTI, que es otro gran sukia que
vive en cl río Jali, afluente del río Manandí; l\ALETUBO, es otro de los
viej08 sukias de la región que vive en el Cerro Mutari o "cerro del puer-
co", ~, por último IRA BODEGO que vive en Puerto 2, también muy co-
nocido, po!. sus excelcntes curaciones. Existen otros sukias menores, pero
meno,i famosos y a los que la gente acude sólo para cosas de poca im-
porta.J1cia.
El sukia está dotado de un poder sobrenatural congénito pOl el
que es capaz de llamar, convocar y conversar con el diablo, cosa que so-
lamente hace cn cicrtas épocas del ailo, por eiemplo cuando hay luna lle-
na. Cuando le llevan a un enfermo grave, porque eso sí. el sukia no hace
visitas a domicilo sino que hay que llevarle al paciente, en hamaca o
como sea hasta su apartada vivienda, en el centro de la selva o en un
risco de la montaña, hace colocar al enfcrmo en una chocita donde na-
dic haya vivido, casi siempre construida expresamente para el caso. La
chocHa ha de tener cuatro puertas y cuatro caminos que van a parar
cada uno a una de ellas. El techo es de hojas de palma. Fuera de la casa
como a unos diez metros de ella se plantan cuatro cruces, una en cada
camino, hechas de madera de balsa, y arcos de caña silvestre, cuya mi~
sión es rechazar al demonio.
En la casa así construida quedará absolutamente sólo el enfermo, no
pudiendo verle nadie desde el momento en que entra, excepto el sukia.
En los cuatro puntos cardinales se queman nidos de hormigas, hojas se-
cas, bejucos y pimienta con el objeto de ahumar a los demonios.
El sukia anuncia inmediatamente un "velDrio" (guetó), y los fami-
80 LOTERIA
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liares y amigos que acompanaron al enfermo se mantienen a partir dii


aquel momento lejos de la choza en vigila constantp no pudiendo dor-
mir por espacio dc cinco días, durante los cuale3 acompanarán espiri-
tualmente al sukia quien durante todo este tiempo practica un ayuno
(boiene) consisÜendo todo su alimento en unas ta~as dc una infusión
de cacao (kuoa) preparado en una forma secreta por él mismo (mobe-
kró). Para evitar que se duerman los acompanantcs lcs coloca de tiem-
po en tiempo unas gotas de cierta hierba en infmión en los ojos, lo que
los mantendrá despiertos, ya que los que no son sukias no pueden tomar
la bebida del hechicero que sólo cl puede emplear para map.tenerse des-
pierto. El ayuno del sukia incluye la abstinencia sexuaL. Dicen los ineHos
que si alguien bebiese el especial cacao del donkin podria volverse l'Jco
o morir.
A los cinco días el espiritu maligno queda atrapado en alguna de
las trampas colocadas en las cuatro puertas, consistentc3 en lazos he-
chos de bejucos, y entonces el sukia puede interrogarlo, con tranqulldad
averiguando así si se trata de una enfermedad natural en cuyo caso uti--
lizaría remedios naturales (kroko). Pero todas las enfermedades no son
naturales, ya que ~ay algunas que dependen del capricho de alguna de
los demonios que mencionamos antcriormente o de una brujería (elen-
kan). En estos casos el sukia pondrá un pla7.o dcspués del cual el pa-
ciente quedará curado o b'ien dirá que para talo cual fecha habrá muer-
to pues el demonio no quiere dcjarle vivir.
En estos Últimos casos cl cnfermo sospechó lo que le pasaba por ha-
ber tenido un sueno (li:obore) o mejor dicho un mal sueno (kobotik~)
cosa que entre los guaymics considcrase como anuncio de muerte.
En otras ocasiones cuando una persona enferma o una mujer ges-
tante sueña con otro indio y lo ve en sueños, aseguran que esa pe~'sona
es la responsable de la enfermedad, que le ha hecho una brujería o he-
chicería (dain), y a veces esto es suficiente para producir incluso la
muerte del enfermo, tal es la obscsión que se apodcra de ellos.
En todos los casos el donkin somete a rigurosas dIetas al enfermo
encerrado en la chocita (ju). La comida es preparada bajo su direcciÓn
y segÚn sus instrucciones: si el paciente es un hombre, por un hombre
y si es mujer será otra mujer la encargada de prepararla. Si se trata de
un niño, otro niño del mismo sexo ha de prepararle la comida. Aseguran
los indios que esto tiene que ser así pues a veces el demonio está en el
sexo opuesto al del paciente. El enfermo, aislado, recibe la comida TlQr
encima de la cerca que rodea a la casa, pero será el mismo sukia o algu-
no de sus ayudantes o discípulos el que dará de comer al enfermo.
Para curar la locura usan los sukias ¡as plumas del gallna;:o, porque
segÚn la tradición guaymÍ es el gallnazo y su molesto olor el culpable
o causante de la locura precisamente. Cuando alguien está enajenado,
el sukia ob;;erva el vuelo y las evoluciones de los gallnazas en torno a una
carroña colocada en un claro de la selva. Según vuelan girando hacia la
derecha o hacia la izquierda así será la forma que empleará para curar
al enfermo.
Hay sinnúmcro de remedios vegetales usados por los sUkias, tales ~o-
mo la llamada miréra, o planta cuyo jugo de propiedades colagogas y
coleréticas sirve para curar los trastornos bilares y hepáticos muy co-
munes entre ellos. El botoki es otro vegetal usado como emético muy

8a LOTERIA
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eficaz en indigestiones e intoxicaciones, el bctokri, la chambra o cana-


fístula (Cas:,ia grandis L.) purgante y emenagogo, Y otros muchos. Con
mucha frecuencia sufren de llagas en la piel Oeishmaniasis cutáneai V
las llaman chiri. La palabra ki, quiere decir montón, cantidad, m'lriJ, Y
denota un signo de plUl:al a veces. Sugerimos que la combinación de am-
bas voces: chirI y ki, (Chiriqui, nombre de la provincia panameña) po-
dría significar algo asi como muchas úlceras o !,ente con úlccras () lJa
gas. y realmente se sabe que ha sido enfermedad muy frecuente la
leishmaniasis en este área desde los tiempos prehispánicos, Y postcrioc'-
mente también, y en la época actual no hay más que darse una vuelt:\
por estas regiones para ver la cantidad de gente plagada, llaga
da, '.:on
úlceras vivas o con cicatrices en regiones expuestas al aire como la ,~ara
y los brazos de habcrla padecido. Claro que esta etimología no es má3
que una suposición nuestra.
La navegación
El medio más rápido de transporte para el indio es la navegación, y
también el más cómodo, ya que sus viviendas (nos referimos a la ina-
yor par:e de la población) se disponen en las orilas del Rlo CricalUob
o sus afluentes. Sin ernbargG, el transporte terrestre, caminando por los
trilos o veredas milenarias que unen unos lugare3 con otros, es corriènt,).
La navegación se realiza por: medio de cayucos o canoas rnonóxilos
(ru) ó (du) pequeños o canoas grandes (birao) o en barcos (boto). Las
canoas monóxilas se construyen del:astando troncos de nekén kuata (4)
de madera muy resistente al par que liviana, y de mirá quc abunda mu-
cho a las orilas de los rlos.
Las canoas se ponen en movimiento por medio de remos (remo mdi),
o por medio de canaletes (kringu) o bien por medio de velas (vela) em-
pujadas por el viento.
El guaymi suele navegar con una sola vela (vela kra,tibo), de forma
triangular, que se acopla a un mástil eréctil en el centro de la embar-
cación (bela mansO, al que se une otro palo oblicuo cn el que asienta el
b(¡rde inferior de la vela y que se llama jite koin, que significa lieral-
mente "agarre dui:o". Complcta el bastidor un terccr palo que se llaina
igual que el anterior jite koin.
Cuando se quiere coger mucho viento (murié), el patrón dice "korro-
bega" Y el indio que va en la proa tira de la cuerda (ru koe) quc va ab-
da al palo inferior o jite koin, con lo cual tensa la vela, y si poi: el con-
trario se desea cogcr poco viento, cl patrón grita "korre bega )i:aguia"
o sea "abrc la vela", con lo que cl indio que lleva el cabo, lo afloja y la
canoa disminuyc su velocidad al coger menos viento. El indio quc va en
la popa es el capitán de la cmbarcación, Y por tanto quien dirige la ma-
niobra.

(4) NEKEN KUATA liatnan lo!' indios guaymÍes ~i árbol c:onocidù por los ingl-=~p.~ co-
mo ,isand-box" y en espa.ñol hura, ue es una. especie de I.lgal amer-icano (Hura
crepitans De o Sternilia crepit(lns L.). También recibe los nombres de trol1;¡do..~
árbol del diablo o (:eih~'\ amarilla. F-n Colomhia se cono('e (.011 el nombrc" de Ceibo
de leche. E:! propio de las tierras titor(lles di?l Istmo de Panl1má, y se cara.(:teriza po.--
quP. sus frutos detonan al ahrirse. de ahi el nombre de "tronador": antiguiampnte
usábanse sus frlltO!õ secos rnrro ~;.I,,~l-i"r?s o ~p~ t'edomas ~ ;::ra ~ua..clat" la ay('nil cOn(1U'~
se secaba la tinta de escribir. El látex que priduce este árbol ~5 utilizado por los mis-
:aos indios como barbasco para capturar peces.

LOTERIA 83

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La proa de la canoa se llama ru dokuá; la popa, ru ko y los aSie!l-


tos tati.
El guaymi muy tempranamente se hace diestro navegante, y ya des-
de niño aprende las direcciones dc los vientos, su fuerza, su calidad, los
peligros que reprcscntan o las ventajas que pueden proporcionarle.
El viento del Norte o sea el quc penetra desde el mar por la boca del
río se le llama murié modrÍ; el que viene del sur o sea desde el naeI-
micnto del río, ailá en las montafias es murié adrÍ motoguara; el viento
del Estc o viento dc allá donde sale el sol, es muric nikil'iete y el viento
que sopla dcl punto por donde se pone el Sol, o sea el viento del Oeste
es murié nigué ye bitikore.
Cuando se para el viento y hay calma chicha dicen murié núraga..

La pesca. La caza
El indio guaymÍ que habita cn la región y cuenca del Río Cricamola
ha de ser forzosamente un buen pescador y un buen cazador, y efecti-
vamente se le adiestra desde que pucdc empuñar un arco y una fl¡)'_~ha
y sostener un hilo entrc sus manos con un anzuelo en el extremo. La ma-
yor satisfacción de un padre y su mayor orgullo es ver cómo sus retoños
van siendo capaces de sobrevivir y utilzar las habildades para Cal)tu-
rar animales de toda clasc. El primer pez y la primera pieza de caza que
trae un niño son recibidos con enorme alborozo por toda la famila, y
el gesto patcrnal de fclicitación al poner el padre su mano sobre el Ìlom-
bro del pequeño guaymi hace sentirsc a éstc como el héroe dc la famila.
La pesca puede practicarse por mcdio de am:uelos (kudú), sean an-
zuelos chicos (kudú ehiá) o anzuelos grandes (kudú kri); por mediù de
arpón (kudú moguá bodá ó uaisuk) que hacen de chonta dura (Pyre-
nOl,lyphis ma.jor Kar,t.) o de hierro utilzando a tal efecto una lima (les-
gascada convenientemente. Otras maderas duras empleadas para fabri-
car arponcs son criollo (má) y palma jira ó burá uata (Socratea durissi-
ma Wendl..
Otra forma de pescar es por medio de redes (kradé) 6 (auéra) que
tejen de pita (5) que ellos llaman kigá, y que es una fibra textil abun-
dante en la región utilzada para usos diversos tal como la fabricación
dc hamacas, jabas, chácaras, ete.
Hay redes largas hasta de 40 o 50 metros que se tienden de una a
otra orila del rio con lo que se detiene cl pescado que baja por éL. Una
vez que tienen la seguridad de que hay bastante pescado detenido, lanz.an
otra red unos cien metros más atrás dc la primera, y dcsde cayucos va-
rios indios se dedican a arponear cuantos pescados alcanzan.
Otra forma de pescar con red es utilzando un dispositivo llamado
tara que es una red redonda o en forma de embudo, que lleva un cerco
de bejuco resistentc en la boca de la que parte un vástago o mango largo
que sostiene el indio como si fuera una manga para cazar mariposas.
Al introducirlo en el agua, suele i'alir con abundante pesca en su .;"nte-
rior que pasa inmediatamente a un cesto convenientemente preparado.
Otro sistema para pescar, sobre todo en pequeños arroyos, aflucn-

(5) Agave Spp. lIainada tainbiên henequén, cocuy o cabuya. Es el OOTLI inexicano. Las

84 LOTERIA
especies más r.omunes son A~ave amp.ricaJ1o L. y A. Cocuy Tr. Hay otro tipo de pita.
lo Aechnea Maiidalenae o Broinelia Maiidalenae L.

¡¡ù
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tes o quebradas es a base de barbascos, es decir dertos venenos vegeta,-


les que tienen toxicidad para los peces (ictiotóxicos) pero no para el
hombre y en cuyo conocimiento han sido los indios istmeños muy há-
biles. El barbasco más comúnmente empleado por los guaymíes de Crl-
camola es el llamado ko, que procede de un bejuco del mismo nombre,
y que machacado al echarlo al agua la contamina rápidamente de for-
ma que todo pescado grande o chico queda de Inmediato paralizado im-
biendo a flote recogicndolos con suma facildad. Otro bejuco con pro-
piedades similares es el llamado tani que también envenena al pescado
,Ün producir efectos nocivos para quien lo coma posteriormente. A esta
forma de pescar se le llama komete ñotaen que significa literalmente
"vamos a coger pescado" y es verdad pues lo "cogen" con la mano.
Del río salen sardinas abundantes (kuita doboa. dubú, dubúa), nu-
trias (durubón), cangrejos (duti), caracoles (drú), un molusco llamado
vaca de mar que se adhiere a las rocas (diri), sábalos (driicá), el pez gris
(bonuáe) tortugas (nundón, ngri, ngriolo), y en la zona cercana al mar
sobre todo carey (tubú). Mar afuera consiguen langosta (kebé), bana-
cudas o picúas (kodo), martin pescador (kroro), y a veces se encuentran
porque escasean por haberles dado caza sistemáticamente los cocodri-
los (júkuble) y los lagartos o caimanes (lald). Pero los más apreciados
para el paladar del indio son los que ya mencionamos en párrafo ante-
rior: bocachica (úa bugó), chogorra (bugó), guabina (mutualó), canina
(tubuåe), camarón (kebé) y el pescado manglar (bosali.
En cuanto a la caza, se practica mucho ya hoy día con escopeta
(kuru), ya que son muchos los indios que poseen este arma moderna,
pero muchas veces, si escasean las municiones, se recurre al antiguo pro-
cedimiento del arco y la flecha en el que aún todo indio es experto. El
indio se arrastra silenciosamente por entre la vegetación con movimien-
tos felinos, esperando el momento de acertar el primer tiro sobre su pre-
sa, cosa que consigue con habildad.
Las flechas se hacen de un palo resistente llamado dro-ró, pero tam-
bién se hacen a veces de hierro o cobre, emplumada su parte posterior.
Así consiguen cazar venados (burå), iguanas (do), pavos (baba), pavos
silvestres (baba konsén, iriui), tucanes (bisi, kiala), conejos (ño, muriá),
codornices (séue), palomas (kebé-utuye), perdices (monsolore), patos
(muala), ardilas (kúnton), ardilas pequeñas (kúnton sublú), tigres (ku-
rål, garzas (anayakrikudé) y águilas (jumu).
También utilizan trampas para cazar animales como ardilas (dibo).
La pesca Y la caza, ab'undantes en sus tierras proporcionan al ~ndio
guaymi una variación agradable en sus comidas al par que motivo donde
desarrollar sus habildades.
Manifestaciones artísticas. La danza. Las fiesta:..
Tallas en madera. Pintura facial.
Hemos podido apreciar entre los indios guayries del Cricamola di-
versas manifestaciones artísticas que vamos a ir describiendo por apartes.
Instrumentos musicales
El guaymi es un gran aficionado al ruido, tratando de producirlo con
todos los instrumentos a su alcance. Sobre todo durante las ba1:erías,

L 01 E R I A 8')
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desde que llegan hasta que se van a sus hogares, durante do:; días, en
forma permanente, de dia y de noche, los ruidos son constantes, hacien-
do i:nar pitos, flautas, campanas, cuernos, oeat'nas, conchas, cte. en
una forma totalmente d!sonante y anárquica. Cada uno sopla o toca
cuando quiere y como puede y se le antoja, hasta que se cv.sa. Y suele
ser difícil cansarlos. Son infatigables en esto de hacer ruido.
Entre lüJ insLrumentcs musii:ules guaymíes está el cnrá-kró, o hueso
cle tigre, que consiste como su nombre indiia en un hueso de tigre, tibia
o Lrnur al que se han quItado las cpífisis, utilh:ando la caña o diåfLsis
libre del tuétano o médu'a con tres perforaciones, a mnnera de flauta.
Uno de los eXiTemos, el que se acerca u la boca para I:oplar, lleva a ma-
nera de medio tapón, un trozo de resina seca, me21clada con cera de abe-
ja, y el otro libre. Al soplar por el pequeño ra,Aukio que deja la resÜia,
y tapar alternativamente uno o varios de los orificios de la caña del
hueso, se produce una serie de agradables sonidos que gustan mucho al
indio.
También fabrican flautas de barro (dó-bó), con tres orificios que
producen unos potentes sonidos.
OGros in"trumenws son: el tambor (mun-d:l:tn), que se hace de ma-
dera y euero ae venado o ZahlllO, el cual se gOlpea intermLentemente
con unos palilos especialmente preparados. Los nu-ró o pitos de caña,
flautas que pueden ser un tubo o de trcs o cuatro tubos, parecidos a la
flauta de pan o al camu cuna o al ka,mu chocó.
El tolero es una flauta que se hace con un hueso de venado, nIgo
más la~'ga que las antcriores.
El kri-noro, e,; una flauta de tres o más agujeros que se tapa por un
extrcmo con resina o ccra de abejas. El material suele ser de caña, y son
más largas todavia que las anteriores,
Hacen también pitos de culabacito como si fueran ocarinas peque-
ñas, o tambicn hacen ocarÍnas dc barro cocido a las que llaman drú. El
dri-iidi es una especie cie silbato.
Se llama será-kuata a un in:trumento fabricado con el caparazÓn
dc una tortuga, que frotan con la mano untada de cierta rcsina quc pro-
duce un sonido muy peculiar.
El nibí-croto cs un cuerno sonoro, gencralmente de vaca, en uno de
cuyos extrEmos soplan produciendo un sonido ronco muy caracteristico.
Estos instrumentos se tram:miten y heredan dc padres a hijos. Me con-
taba un indio amigo, que el que llevaba colgado de una artistica cinta
al cue:lo y en el que soplaba repetidas veces durante una balseria a la
que fsisti, fuc c',e su padre y que éste a su ve?, lo heredó dc su abuelo,
asi que e':a con::Iderado como un recuerdo de fsmilia al que tenia en
mucha estima.
TambL',n usan conchas de caracoles de mar (churú) a las que hacen
un orificio en el vértex del helicoide, y al soplarlas producen un c:onido
como el de una sirena de un barco muy de su agrado.
El tocado
Com:tituye otra manifEstaciÓn artistka la forma de ai:eglane o
acicalarse con lo que se preparan para las fiestas tanto hombres (;omo
-mujeres.
En primer lugar la pintura facial (ja mike) ampliamente utilzada
86 LOTERIA
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por ambos sexos y en forma muy variada. Utilizan los colores blanco,
rojo, amarilo y negro para realizar dibujos faciales. Utilizan como base
para el color negro (drune) una cera especial de abejas mezclada con
negro de humo a la que llaman mu kuata, y también cierta grasa a la
que llaman kUrón. El color rojo lo consiguen con achiote (Bixa OrellulIa
L.) al que llaman guile, o bien comprando colores sintéticos en Bocas
del Toro. A la pintura roja le llaman dike-tain, y a la pintura neg:a
dike-drune; a la pintura gris dike-bon, a la verde, dike-kare; a la ama-
rila, dike.nubrure, y a la blanca, dikc~uenye. El color a7.ul (blurc) lo ob-
tienen de un fruto llamado sule.
Los dibujos son variados. Por regla general trazan una o dos líneas
horizontales sobre la nariz o en la frente, sobre los pómulos, de colùres
diversos. A veces trazan en negro un dibujo más complicado consistente
en rayas negras unidas entre sí por trazos oblicuos y líneas de puntos
paralelas a las lineas de trazo firme. Sobre la nariz, a veces pintan un
ángulo y puntos sobre el dorso.
El hombre guaymí, cuyo pelo es lacio y negro, lo deja crecer hasta
la nuca, peinándolo hacia atrás. Algunos que han adoptado ciertas CJS-
tumbres panameñas, lo peinan a raya.
En cuanto a la mujer guaymi suele peinarse su larga cabellera (do-
kuá drué) recogicndola en dos trenzas sobre los lados de la cabeza (dokuá
kuitani) o en un mofio que cae sobre la nuca, distribuyéndolo a ambos
lados simétricamente Con raya al centro. Es costumbre entre ellas llev'tr
lazos de colores atando las trenzas, lo que deja al aire las orejas que
adornan con pendientes de fantasía comprados en los mercados de Bo-
cas del Toro por alguno de sus familares. También suelen ponerse 30-
bre la cabeza flores y peinetas, reminiscencias sin duda de costumbres
españolas.
La manifestación autóctona del adorno personal se encuentra en
los collares de las indias y de los varones y en los sombreros que lleva
el indio.
Los collares consisten en hileras de cuentas de colores que se ponen
alrededor del cuello con einco y hasta veinte o más vueitas, que les lle-
gan por delante hasta más abajo de los senos. Pero el arte guaymí tiene
su máxima expresión en los anchos collares pectorales de cuentas (mu-
ñón kuá) geomctricamente dispuestas entrelazando colores varios. Son
algunos de estos collares de hasta cuatro pulgadas de ancho. y caen so-
bre el pecho y dorso como pectorales. Se usan en las festividades, bal-
serías, etc.
En cuanto a los wmbreros (sombró, nurin, tobó) los tejen los mis-
mos indios de diversas materias textiles conseguidas y elaboradas por
ellos, tales como la pita (kiká), chonta, paja, que tiñen en negro con la
hoja machacada de kui-yon. Los sombreros se elabOran en formas di-
versas generalmente de copa baja, y para las festividades se coronan con
pelos eréctiles de cola de ardila y con plumas de guacamaya de vivo,3
colores. Algunos se adornan con una especie de embudo o cono de va-
rilas terminadas en un vértice de hasta de medio metro de altura. Cin-
tas de colores colgando del sombrero, y lazos, son de uso frecuente para
hacerlos más llamativos.
Los niños y algunos muchachos y aún hcmbres suelen llevar colla-
res de dientes de diversos animales como motivo ornamental y al mis-
88 LOTERIA
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mo tiempo por el deseo de que las buenas cualidades de éstos pasen a


sus poseedores.
La india guaymí del Río Cricamola no usa pulseras de ninguna clase,
pero tanto ellas como los hombres suelen llevar ostentosas sortijas de
carey, a veces con alguna piedra incrustada a las que llaman tubúu
uea" kuo (de tubú, carey, y nuean kuo, sortija o anilo). Pero si no usan
puL,eras, en cambio son muy aficionados a ponerse en la cabeza perfu-
mes (jadomikaramane),
El hombre no usa cuchilas para afeitarse, y como no gustan de lle-
var pelo de barba, ucilizan una semilla llamada bongokuo con la que al
frotarse caen los vellos (drunien) rápidamente.
Es costumbre difundida sobre todo entre las mujeres para embelle-
cerse, el limar cn punta o doble punta los dientes incisivos superiores.
Trabajos manuales
No hemos encontrado telares entre los indios guaymícs de Crica-
mala, pero sí se tejen con gran habildad pequeñas y grandes bolsas con
asa larga, de colores variados y dibujos geométricos del material que lla-
man kiká, es decir de pita, fibra textil de fácil manejo y con la que ',am-
bién hacen sombrcros como ya dijimos, pequeñas frazadas para niños
y ha.macas, pero a mano y sin utilzar bastictor ni telar.
También hay entre ellos rudimentos del arte de tallar madera. Las
cruces Que se hacen de madera de balso para colocar en las cuatro en-
tradas de la chocita donde el sukia encierra y aisla al enfermo Que tie-
ne en tratamiento, las terminan en cabezas talladas o represeritacioncs
antropo o zoomórficas a veces de gran sentido estético, lo mismo que
también rematan el poste vertical de los trapiches para prensar ..afia
de azúcar (kri ibiáu ukara), con representaciones antropomórficas que
pintan de divcrsos colores.
Artisticas son también las flechas (dróra) de virulí de caña blanca
con punta de chonta dura y COla emplumada que fabrican, asi ¡~omo
los fuertes arcos de que se sirven para lanzarlas, a los Que llaman tu~ué.
Los hombres son muy hábiles en el arte de curtir pieles de diversos
animales, así como en ciertas técnicas rudimentarias de taxidermia. Los
animales cazados, tales corno tigres (curá), osos hormigueros, panteras,
ardilas, monos, y otros, son disecados y sus pieles cosidas y rellenas de
paja, se dLponen con la postura que el animal tenía en vida. Los ani-
males asi disecados y preparados, se cuelgan a la espalda cuando el in-
dio asiste a una b'alsería, dando la impresiÓn de que el animal va a (~Os-
tillas del indio.

La danza
Existen entre los guaymíes las danzas como una expreSlOn artística
en la que conservan sus más puras tradiciones. Hay diversidad de ellas,
organizándose con motivos distintos, ya sean los ritos de pubertad, el
matrimonio, una buena noticia, etc. Generalmente en las danzas parti-
cipan hombres y mujeres que bailan en círculo con las manos cogidas,
al mismo tiempo que algún indio viejo a los que se llama murié donkin,
que son los jefes de las canciones, invitados especialmente para ('stas
ocasiones, acompañados de diversos instrumentos como flauta y tambor,
cantan en la lengua misteriosa y reservada para los elegidos, el murié

LOTERIA ..
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laS vieJas tradiciones de la tribu, Este baile tiene una hora de duración
y se comienza al salir el soL. Descansan cantores y bailarines, volviendo
a repetirse por espacio de otra hora al ponerse el soL El murié donkin,
invitado especial por ser el depositario de los ritos y antiguas creencias,
es tratado a cuerpo de rey, dándosele de comer y beber y alojándole lo
más cómodamente posible. A veces vienen desde muy lejos. El pueblo le
hace abundantes regalos y se le preparan provisiones para que disponga
de todo 10 necesario hasta que llegue a su casa.
Pero la fiesta que combina deporte, alegría, ej ercicios gimnásticos,
tradición, bebida y damm es la balsería o krunkite, en la que toman la
parte más activa los hombres.
La baIsería o Krunkite
La b'alsería se celebra con motivos también diversos, pudiendo tra-
tarse simplemente de un desafío deportivo entre dos tribus vecinas que
quieren medir sus fuerzas y sus habildades respectivas. Generalmente
se trata de agradar a grupos o tribus vecinas. Antiguamente las balse-
rías se celebraban con motivo de dirimir alguna disputa entre tribus o
para vengar alguna ofensa, así como para elegir a los indios más hábiles,
más diestros y más valientes que serían los encargados de pelear en sus
guerras con tribus vecinas. Aunque se han perdido estas últimas "¡a-
riantes, sí conserva aún la balserIa el espíritu de lucha, de pelea, de agre-
sividad, que es apenas un recuerdo de lo que debió de ser en otros tiem-
pos. Lo cierto es que aún sirve para liberar las tensiones y para utilzar
la energía que el indio guaymí rebosa por todos sus poros.
El kobobu o mantenedor de la balsería es el anfitrión. Envía su de-
safio (krun braire) por medio de un selecto grupo de sus incondicionales,
familiares o vecinos, que se dirigen a la tribu a la que va dirigido el de-
safio. Llevan consigo los quipus o cordones en los que se irán haciendo
nudos cada día, para así poder llevar la cuenta de los que faltan para
celebrar la fiesta. El jefe indio que acepta el reto se llama jetebalí. Re-
cibe a los emisarios, se queda con el "quipu" si acepta y hacen el primer
nudo. Suenan alegres las flautas, pitos y cambombias de los emisarios
contentos de que el jefe amigo aceptase su ofrecimiento y regresan a
sus viviendas comunicando al kobobu la noticia.
Desde ese momentos, con febril actividad comienzan a prepararse
todos para recibir como se merecen a los indios que llegan desde lejanos
lugares. Todo el gasto corre a cargo de los que invitan. Comienzan a re-
cogerse los pixváes para hacer la chicha fermentada, así como el jugo de
cafia, todo lo cual se deposita en grandes recipientes. Se elige un llano
o explanada apropiada, alrededor de la cual se construyen cobertizos de
techo de hoja de palma, abiertos por los lados, sin paredes a manera de
ranchos que servirán para alojar por los dos dias que dura la fiesta a
los invitados y sus familares que traerán consigo, y que servirán tam-
bién para proteger les del sol o de la lluvia.
Los indios van contando impacientes 103 dias que faltan para que
llegue la fecha fijada por los dos equipos que van a combatir, y cada
èIa es anotado por los jefes con un nudo más en el cordón destinado pa-
ra ello.

90 LOTERIA

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Llega el diu y la selva y el rio, y los caminos milenarios a través de


montes, cerros, quebradas, afluente::, se ven de repente invadidos por
grupos de familas guaymíes que cual hormigas se dirigen a un punto
confluente; el lugar donde se va a celebrar la balsería.
Los l1cmbres llevan consigo una o àos de sus mujeres, y todos se ador-
nan de una manera muy e:,pecial para la oClisión. Lineas rojas, amarilas,
blancas, negras o azules atraviesan horizonialmente los rostros alligres,
animados ya por las espirituosas bebidas que comienzan a ingerir ,~l día
antes sin esperar a ser invitados, y como preparación para la gran bo-
rrachera que durará do:: di as y que constituye el fondo real de la fiesta.
Sombreros con plumas de guacamaya de vivos colores, o pelo eréc-
til dc cola de ardila, con extraños diseños de emb'udos fabricados de ca-
ña, y toda suerte de animales disecados cargados a la espalda. Tigres,
ardila" osos hormigueros, panteras, se sujetan de los hombros .~on '~uel-
das y aunque ellos me refieren que lo hacen como simple adorno, pJ.cce
tener o haber tenido su origen en un antiguo rito de clanes totcinicos.
Toda clase de instrumentos musicales acompañan a los alegres invita-
dos, instrumentos que serán utilizados en una forma constante y ¡:e-
nero:;a los dias de la fiesta: pitos, flautas, caracoles, tambores, campa-
nas, totumas, huesos de diversos animales, capara7.ones de tortug:t y
wdo cuanto el ingenio del guaymí inventa para hacer ruido.
A medida que uno se acerca al lugar donde se va a desarrollar la bal-
seria, comienia a escucharse un verdadero concierto de estos ruidos, que
se hace más y má:; estridente, llegando a ser punto menos que insopur-
table cuando se llega al llano donde una alegre y multicolor muchedum-
bre se ha comenzado a reunir.
Ha dado comienzo el primer día de fiesta, o dia de vela o veli)l'o
como se le llama, porque todo consiste en mantenerse despierto, sin dor-
mir hasta el dia siguiente, velando los instrumentos de la fiesta: los
palos de balw. Estos tienen dos metros de longitud, y están recién eOl-
tados y decorticados, disponiéndose en un montón sobre una platarJrina
de troncos que se alza en el centro de la llanada.
La chicha y el guarapo espirituosos, con fuerte olor a vinagre, (~orl'en
liberalmente. Los indios y las indias se acercan a las tulas y totuin:is
que se encuentran almacenadas en las rancherías en las que se van iis-
tribvyendo las familhs según van llegando. La borrachera se generriHza
con gTan acompaña miento de instrumentos.
Comienzan los dcsafíos, parte importantísima de la ceremonia. Un
inùio se acerca a otro indio amigo y le pone la mano sobre el hombro,
preguntándole si es hombre. El aludido contesta (jue sí, naturalmente,
y ya está.. Se quitan sus ornamento, que entregan a sus mujeres que les
siguen como su sombra, quedan desnudos de medio cuerpo para ar:::iba,
y comienzan a darse de trompadas. Bellas posturas de pugilato, que iC-
cuerclcn a los antiguos griegos, se suceden, y los golpe, menudean a iJu~lo
desnudo. A veces se aciertan con potentes golpes haciéndose sang£'p.r
por la boca, la nariz, las orej as o la cej a partida. Se trata de magullar-
se lo más posible.
iLgunOJ 50n hab'ílsimos en sortear al contrario, pero el estado en que

LOTERIA 91
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se encuentran por la acción del aleoho1 ingerido, les hace vacilar eun
frecuencia y caer por tierra o por el lodo si ha llovido, cosa muy fre-
cuente, de forma que después de una de estas peleas, el indio asemeja a
una estatua de arcilla, pues aparece cubierto de barro de pies a cabe7.a.
Después de cruzar varios golpes contundentes, llegan al cuerpo a cuer-
po, agarrándose por donde pueden y no es cO.:a fácll dado lo resbaladizos
que se encuentran sus cuerpos debido al faiiw. así oue suelen agarrarse
por los cabellos, cayendo al suelo donde continÚan revolviéndose y ,~am-
biando cuantes golpes pueden. Uno queda eneÎma reduciendo al otro a
la impotencia en cuyo caso la pelea se da por terminada para lo eual
siempre ha surgido algún familar o amigo que actúa como árbitro y cu-
ya aecLión de acabar la pelea es inapelable. Se levantan sucios y ,nal-
trechos y se dan un abra:lo, satisfechos el vencido y el vencedor de ha-
ber demostrado que son muy hombres, aunque uno sea un poquito más
que ei otro.
Enseguida parte cada cual en distinta dirección, buscando un trago
de chicha o buscando otro indio que quiera pelear con ellos ,si 5e consi-
deran con fuerzas todavia, cosa frecuente. Hay momentos en que ,nás
de cincuenb indios pelean simultáneamente en diversos puntos de la
explanada.
Pero al mismo tiempo que pelean los hombres, las mujeres que no se
quedan atrás, lo hacen también. La mujer de uno de los luchadores se
dirige a la del contrincante de su marido y la reta a singular pelea, y
asi vestida con sus atavios de fiesta, y sus moños tan compuestos, eo-
mienzan a dirigirse bofetadas y puñetazos, acertándose muchas '¡eces,
otras dando los tiros al aire nada más al retirarse a tiempo aquella a
quien van destinados, pero la mujer es siempre mujer y prefiere el euer-
po a cuerpo, de forma que en cuanto pueden y se ponen a distancia m-
ficiente una de otra, se agarran del pelo y empiezan a forcejear, con
ánimo de arrancarse la cabellera de una vez, y viendo cuál es la primera
que cae al fango, porque eso sí con las frecuentes lluvias y las frecuen-
tes pisadas la cancha está cada vez en peor estado y supone un vercti-
dero milagro mantenerse en pie sobre el piso. Una consigue hacer caer
a la otra y los tirones de pelo y lo:; pUI-etazos me!lUdean, al mismo tiem-
po que se dirigen frases poco cariñosas, lo cual las enardece más y más.
otra mujer suele actuar como árbitro y por fin las separa cuando
ve que la cosa se pone demasiado seria y alguna va a quedar demasia..
do magullada. Se separan las luchadoras en medio de su borrachera, 'lgi-
tadas, dando resoplidos, desmelenadas, sangrando a veces por la nariz
y llenas de arañazos, los vestidos hechos jirones y dando gritos y saltos
diciendo que si sus hombres han demostrado que son muy hombres, ellas
acaban de demostrar que son mujeresy dándose golpes en el pecho di-
ciendo algo asi como aquí estoy yo, con aire retador y desafiante, se se-
paran en direcciones opuestas canturreando entre riientes algunas es-
trofas en su lengua, que la bebida y la agitación hacen más difíciles de
entender.
Naturalmente los niños al v.er aquello se retan a combates parecidos
y también se generaliza la pelea entre ellos, de forma que contemplar
desde un punto elevado la llanura de la balscria este primcr día le hace
a .uno pensar en el famoso campo de Agramante.
92 LOTERIA
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y asi continúan las cosas durante todo ese primer dia hasta que
eae la noche, momento en el cual cesan los combates (6).
Pero al atardecer, ya pueden verse los efectos producidos por los
golpes; los ojos de alguno, apenas si se ven en sus entumecidos e hin-
chados párpados, los lab'ios aparecen deformes y las narices hinchadas
y sangrantes, y asi tambaleándose, cayendo una y otra vez en el fango,
y levantándose ayudados por la mujer que fielmente no se separa de su
hombre más que para pelear, acompañándole a todas partes donde le
llevan sus zigzagueantes pasos, cantan y siguen gritando y sonandoms
instrumentos musicales.
Un detalle importante de estas peleas es que nunca se usan armas
de ninguna clase, todo es a base de puños y la caballerosidad es una
regla obligatoria para el indio
Hada la mitad del primer dia o al atardecer, según la distancia a
que viven, llega la caravana de invitados de la tribu contrincante, siendo
recibidos por una delegación de los anfitriones en un punto determinado
del que no pueden pasar todavía y donde se instala el campamento. Los
anfitriones traen totumas con chicha y guarapo que brindan a los foras-
teros, se saludan y cntremezclan en cl limite del campo de juego. Los
hombres recién llegados llevan parecidos atavios, sombreros vistosos car-
gados de plumas multicolores, rivalizando en originalidad, animales di-
secad03 a la espalda, instrumentos musicales de todas clases y buen hu-
mor. Vienen acompañados también por sus mujeres que llevan soste-
niendo de la frente las grandes chácaras en las que duermen los ninos
de pecho, cubiertas ellas y los niños con grandes hojas de una palma
lama da kri-kó, que les ha servido durante el camino para resguardarse
del solo de la lluvia. Se sirve al mismo tiempo que las bebidas, comida
que los invitados paladean con deleite reponiendo así la fatiga del a
vcces largo viaje.
Cae la tarde y pronto se confunden anfitriones e invitados, em-
parejando su borrachera y continuando toda la noche con el constante
sonar de los extraños instrumentos sin dormir, velando los palos de bal-
so hasta el momento en que apunta el sol al día siguiente, en cuyo ins-
tante las mujeres quedan resguardadas en las rancherías tomando po-
siciones para el espectáculo deportivo que va a dar comienzo.

(6) Me recuerd.a esta fase de )a baJ.ería en cler-ta forma los juegos o fiestas prac-
ticadas por las ¡¡antes de La'bo en las Célebes llamadas SIBAMBA que des-
cribe Hai ry Wilcox en su obra HSeis lunas en las Islas Célebesfl. Consiste la SIBAM,.
HA en una competici¿n en la que intervienen hasta 200 jugadores, que se celebran al
aire libre también, con un QarRcter similar al de los guayinies de reto o desafío entre
dos poblados o tribus. Solanien'te que aHí pelean nada más que honibres y en lugar
de golpes con 10$ puños se dan pa.tadas. Los padres y hombreos en gênera.l se disponen
en dos filas dándose frente a distancia de unas die:z yardas. A una 5enal dLada avan..
zan eligiendo adversario. y comienzan a repartirse patad,as al inismo tiempo que dan
.rit05 salvajes. Después de la pelea de los hombres madLtros se forman ohas dos
fnas con mu(;hacho5 adQlescentes y la pelea se generaliza. Finalmi!mte pelean los chi-
e05 menores de 12 años. Todos ellos imitan lo mejor que pueden las pat.iadas y los
aritos de sus prt3&"enitores. Al final la pelea 51: generaliza entre todo~ los hombres y
mu(:hacho$ del lugar, en medio de una salvaje g,riteria por medio dû la cu~i se cxcit.øn
øiAs y mas 10.5 ánimos. L05 insultos .5ir"l;n para au'mentar la agresividad ént"'e los
CQotendientes. Las pierna$ vuebn en amp'lios, ,c:írculo8~ y el et,pectador ci.ee ver un
enjamb,ré de ellas q\ie 8ubén y bajan ~n todas direcciones buscando el lugar donde
aplicaT su' fUerte' patada. Termina -W-ilcox a.5egurando que en es'h5 luchas l'e' pierden
muchos dientes y se d~rrama rianirre e. ab"ndancia~ al mi,mo tiempo qU'e hay nume-
r05as facturas de piei-nil.

LOTERIA 93
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LOJ hombres se distrib'uyen en dos bandos, los retadores que se co-


locan en una o dos fias mirando a la salida del sol y los invitados que
aceptan el desafio y que se ponen frente a ellos mirando hacia el sol
poniente. Muchos van disfrazados de mujeres en estos momentos, eon
trajes superpuestos sobre los suyos o simplemente que han substituído a
los suyos. Los jefes se colocan a la cabeza y toman sendos palos entre
sus manos elegidos del montón donde se encontraban desde el dia 'ln-
terior. Uno de ellos va a lanzar10 mientras el otro se apresta a esqui-
var el golpe, colocándose de cspaldas pero mirando por encima del hom-
tiro y siguiendo con mirada de águila los movimientos amenazadores o
amagos de su rival que busca los tobilos del contri cante a una distancia de
unos dos o tres metros de él. La habildad consiste en esquivar el golpe
del balso que va disparado contra el tobilo del enemigo, y en el que
tira, la habilidad es adivinar los movimientos del contendor y acertar-
le a pesar del constante moverse de éste para despistar a su adversario.
Así, cuando el que tira sopesa el palo, y lo eleva con la mano dere-
cha por un extremo, sosteniéndolo por el extremo inferior con la mano
contraria, el rcceptor se coloca sosteniendo o arremangando levemente
los pantalones para enseñar los tobilos agitando constante y rápida-
mente las piernas de forma que ofrezca un blanco inseguro gritando o
cantando: "Branik brani" que quiere decir: "A ver si cs verdad que eres
hombre" .
El palo sale disparado contra los pies que se agitan sin cesar, y la
mirada de águila dcl receptor que lo ve venir, ha de medir la velocidad
y la trayectoria en fracción de segundos y abriendo las piernas en gran
ángulo para permitir que el proyecti pase entre ellas sin tocarlc, o 0e-
rrándolas bruscamente si comprende que el palo lleva una trayectoria
alejada de la línea media del cuerpo, esquiva así el golpe. Claro que a
veces no puede hacerlo, Y el palo le golpea por la punta, bien el muslo,
bien el tobilo o el talón, derribándole incluso algunas veces sea porque
ha resbalado (sigue siendo un milagro mantenerse en equilbrio sobre la
alfombra de fango) sea por el propio impacto del balsa. En este caso,
el que acertó sale corriendo, o mejor saltando, en dirección contraria
cantando: "Uau ki sha! Uau ka. sha!" (yo cogí un pez).
El caído es quien ahora recoge el palo y realiza la misma ceremonia,
sólo que los papeles se han invertido.
Una vez que los jefes han ensayado algunos tiros, y ya el día co-
mienza a clarear, los palos son distribuidos entre todos los participantes
que eligen su contrario en ei equipo opuesto. Unos lanzan hacia la di-
rección del sol naciente, otros hacia poniente. En pocos minutos aquella
parte del terreno es un continuo bullr de indios unos lanzando palos y
otros esquivando, mientras los árbitros como "Don TANCREDOS" ín-
móviles observan y anotan sus resuitados mientras ios palos silban a su
alrededor.
Pero los tiros que se realizan por la mañana no se toman en cuenta
para el contaje y eliminatorias. Es algo asi como para medir las fuerzas
de ambos equipos y ver las mañas de cada cual así como sus habildades
al mismo tiempo que para entrar en calor.
94 LOTERIA

~
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Durante la tarde es cuando realmente se lleva a efecto el juego eU.


minatorio, quedando uno de los equipos ganador y otro perdedor, pero
todos tan amigo:;.

Al terminar la iJalsería las mujeres cantan una triste canción de


des¡pedida, después de lo cual todos regresan a sus hogares comentando
las incidencias de la fiesta.
Algunos caminan trabajosamente, si fueron alcanzado:; por un palo
de Ihalso en alguna región del pie, tal como el tobilo que es donde más
duelen los golpes, y en los que a veces pueden verse enormes hematomas.
Mll la curación será tan enérgica como el golpe recibido, ya que con un
clavo al rojo incandescente se eliminará el diablo o espíritu del palo
que produjo la molestia, y alguna vez suele acompañar.,e esta cere-
monia curativa de un baile o danza especial al regreso al hogar, con el
fin de apaciguar al espíritu malo causante de aquel desaguisado.

" * 'f'

"Las reformas que se proyectan a la Ley Orgánica del


Seguro Social, es un paso atrevido, es un paso de avanzada
que t;ende a darle a los asegurados una serie de beneficios
y de servicios que yo considero deben ser dignos de imitar
por instituciones de esa clase en otros países".

"Y es que, como lo acaba de decir el Director Porras,


era la hora de que aquéllos que tienen más den un poco a
aquellos que nodo tienen".
(Párrafos del discurso pronunciado por el Excmo. señor Presidente
de la República en la inauguración de la Policlínica del Seiuro
Social en la ciudad de David. el 4 de Febrero de 1962).

LA CAJA DE SEGURO SOCIAL

LOTERIA 95

j
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NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LA LOTERIA


NACIONAL DE BENEFICENCIA EN EL AiÇ() DE 1961
1er. 20. 3er.
MES Sortco Premio Premio Premio
__..0"_'.'". " ._--_.,_.- .. ---------_._-----,._--_.__.._-_.-
Enero 1 2182 5901 2267 0375
Enero 8 2183 8932 7827 3063
Enero 15 2184 3864 2234 7927
Enero 22 2185 4588 0735 1680
Enero 29 2186 8723 7457 5530
Febrero 5 2187 23::1 4389 4177
Febrero 12 2188 0683 6021 7995
Febrero 19 2189 8956 1589 0269
Febrero 26 2190 7777 9489 9432
Marzo 5 2191 4~4;¿ 4539 5780
Marzo 12 2192 4870 7330 0696
Marzo 19 2193 8841 2259 8966
Marzo 26 2194 J 1 :~:~ 3410 3435
Abril 3 2195 8fifi9 8399 8589
Ab'ril 9 2196 5223 9584 2387
Abril 16 2197 ;;.;¡() 2224 3208
Abril . 23 2198 1461 0731 4883
Abril 30 2199 5480 7925 1009
Mayo 7 2200 5278 2205 0184
Mayo 14 2201 3275 7229 6205
Mayo 21 2202 3041 5015 2357
Mayo 28 2203 3846 7135 5204
Junio 4 2204 1231 0560 0236
Junio 11 2205 0314 5736 4416
Junio 18 2206 4785 6940 2905
Junio 25 2207 ¡1f111 8159 8684
Julio 2 2208 1710 7105 2851,
Julio 9 2209 1060 8049 2505
Julio 16 2210 8745 5122 9768
Julio 23 2211 OfJUO 5321 6800
Julio 30 2212 7186 6818 5551
Agosto 6 2213 8(l15 6980 9947
Agosto 13 2214 5P57 7545 7980
Agosto 20 2215 2686 7784 5162
Agosto 27 2216 8571 3220 0015
Septiembre 3 2217 411:iO 0197 3409
Septiembre 10 2218 9509 8237 9910
Septiembre 17 2219 2082 8672 7078
Septiembre 24 2220 0244 2925 6808
~-l-n~ 8673
Octubre 1 2221 8937
Octubre 8 2222 5511 1868 7590
Octubre 15 2223 1f'fi2 4479 2040
Octubre 22 2224 9086 7782 4640
Octubre . 29 2225 3497 7191 0086
Noviembre 5 2:.~6 7394 9274 4456
Noviembre 12 2227 3034 0420 0372
Noviembre 19 2228 8052 9978 7512
Noviembre 26 2229 2215 4423 6147
Diciembre 3 2230 8197 8767 711M
Diciembre 10 2231 OP50 3401 2244
Diciembre 17 2232 1919 3911 4304
Diciembre . 24 2233 (*) 3443 6248 2~72
Diciembre 2234 02fi4 2109 3806
~~,.".- 31
--....__00. -
(*) El Sorteo 2233 fue el E:x:ra,ordinario del Medio Mi'lón de Balboas.

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