La Comunicación Lingüística y No Lingüística
La Comunicación Lingüística y No Lingüística
La Comunicación Lingüística y No Lingüística
envía el mensaje.
hablando con alguien y pasa una moto haciendo mucho ruido, bueno, probablemente
quien te estaba escuchando no haya podido recibir el mensaje que le estabas enviando
sonora que podríamos llamar "ruido". Sin embargo, hay muchos otros elementos que
ser una barrera que imposibilite la comunicación, pero como los humanos somos
muy inteligentes, siempre trataremos de resolver los obstáculos que se nos puedas
pensamiento. De hecho, como los humanos amos cambiando acorde pasa el tiempo,
escrita puede ser comprendida por un número mayor de personas que otros
tipos de códigos.
La comunicación no lingüística está comprendida por los gestos, sonidos y
señales. Si bien este formato de comunicaciión es menos preciso que el anterior, bien
puede sernos muy útil, por ejemplo, cuando nos topamos con alguien que habla otro
ejemplificar, cuando tú hablas con alguien que es cercano a ti, tiendes a acercarte más que
código y el contenido que se pretende comunicar. Sin embargo estos dos factores no
variaciones lingüísticas, entre las que se puede citar la elección del idioma, la
Signos
Un signo es algo que evoca la idea de otra cosa. Por ejemplo, la luz roja de un semáforo evoca la
idea de prohibición, igual que un dibujo puede ser la representación de un objeto cualquiera sobre
un papel.
CLASES DE SIGNOS
Según el sentido a través del cual percibimos, podemos distinguir dos tipos principales de
signos:
o Visuales, por ejemplo, una señal de tráfico.
o Auditivos, por ejemplo, la sirena de una ambulancia.
Si atendemos a la forma, podemos distinguir dos grandes grupos:
o Lingüísticos, basados en el lenguaje humano.
o No lingüísticos, basados en sistemas de comunicación no verbales, como los
gestos.
Elementos de la comunicación
Lenguaje y lengua
El lenguaje es la facultad de que disponemos las personas para comunicarnos utilizando signos
lingüísticos.
La lengua, en cambio, es el idioma concreto que comparte una comunidad de hablantes. En este
sentido hablamos de lengua castellana, lengua catalana o lengua árabe, por ejemplo.
Signo lingüístico
Llamamos signo lingüístico a cada uno de los signos orales y escritos que componen una lengua.
Como en otros tipos de signos, entre los lingüísticos podemos distinguir dos niveles:
Significante, o plano de la expresión.
Significado, o plano del contenido.
El significante de un signo lingüístico es la imagen fónica que tenemos en nuestra mente de una
cadena de sonidos determinada. Esa imagen permite que podamos pensar palabras sin
pronunciarlas.
El significado de un signo lingüístico es el concepto o la imagen que asociamos en nuestra mente a
un significante concreto.
Código
Lengua y habla
Textos Científicos
En los textos de carácter científico y técnico predomina la función informativa, pues su propósito
fundamental es la transmisión del saber. Quienes participan en la comunicación científica
comparten una especialización en un aspecto determinado del saber y disponen de una variedad
lingüística particular (la variedad científico-técnica), poco comprensible para los no especialistas.
Universalidad: como el objeto de estudio es común para todas las personas que se
dedican a una disciplina, se produce una homogeneización de los lenguajes científicos en las
distintas lenguas.
Objetividad: se excluyen lo connotativo y los recursos de la expresividad.
Precisión: el lenguaje es el instrumento con el que cada disciplina nombra con exactitud
las parcelas de la realidad que estudia.
Introducción: se presenta el asunto que se estudia, los objetivos, el marco y los principios
teóricos.
Desarrollo: se hace la exposición de los fenómenos estudiados y se formula una hipótesis,
que se acompaña de pruebas.
Conclusiones: se da cuenta de la validez de la hipótesis y de las consecuencias de ésta.
Desde el punto de vista verbal, la construcción de textos científicos y técnicos tiende a la
máxima coherencia lógica. Los rasgos más sobresalientes de la sintaxis son:
Abundancia de la subordinación para expresar relaciones lógicas.
Expresiones impersonales.
Ausencia de elementos expresivos.
Sintagmas nominales complejos y sintagmas verbales simples (ver t15).
La terminología científica
La ciencia y la técnica recurren a los procedimientos morfologicos habituales de una lengua para la
creacion de los términos (derivación, composición, abreviación y prestamos linguísticos), pero con
ciertas peculiaridades.
Derivacion a partir de las lenguas clasicas:
A lo largo de la historia se ha recurrido al latin y al griego para crear la mayor parte de los
terminos cientificos del espanol y de muchas otras lenguas. Actualmente, a menudo se recurre
al ingles, pero tambien a las lenguas clasicas.
Neologismos por composicion:
En los lexicos especializados la composicion permite numerosas formaciones, especialmente
con elementos latinos y griegos.
Neologismos por abreviacion:
o Siglas: consiste en combinar las letras iniciales de cada una de las palabras que
componen la unidad conceptual: FM, SIDA,ADN.
o Abreviacion: forma palabras reduciendo otras: cardiólogo cardio,
poliomielitis polio.
Préstamos
Prestamos léxicos son las palabras que una lengua toma de otra: bypass, escáner.
Préstamo semántico es el que se produce cuando una palabra de una lengua adopta un
nuevo significado procedente del que tiene una palabra paralela en otra lengua: en
ingles, mouse ratón.
Calco es el compuesto o la combinación de palabras que se han adaptado de otra lengua y
mantienen el mismo significado que la combinación tenía en la lengua de origen: en
ingles, acid rain lluvia ácida.
Además, el vocabulario científico y técnico se obtiene:
o Directamente de las lenguas clásicas (latín y griego).
o Dotando de acepciones especializadas a palabras de la lengua común: conjunto,
hembra, película.
o Utilizando términos de otro campo de la ciencia o la técnica: virus informático.
o Por invención de palabras (quark), metáforas (agujero negro), etcétera.
No lingüístico: los gestos, sonidos y señales constituyen este tipo de código, el cual es
menos preciso que el anterior.De acuerdo a la intención del emisor, los mensajes pueden
clasificarse en: expresivos, informativos y apelativos.
Actividades de poslectura
Completando el tercer paso del proceso lector, trabajaremos hoy estrategias de poslectura. Su
función es la de comprobar si la hipótesis formulada en la prelectura, o al inicio de la lectura, se
acerca o no a la intencionalidad del texto; es decir, si se interpretó el significado global y particular
del texto, a partir de la compresión del tema y de los rasgos estructurales del mismo.
Capacidad
Cómo funciona la prelectura (y otras técnicas para ayudarte a ser mejor lector)
Y para ello se pueden aplicar una serie de técnicas y actividades para crear un mejor
contexto, sacar más provecho de la información y facilitar la comprensión de lo que estás
por leer.
Prelectura
La prelectura es la preparación que un lector lleva a cabo antes de empezar a leer un
texto detalladamente, define el Centro Virtual Cervantes.
Y las técnicas que se utilizan están muy relacionadas a las actividades que realizas en tu
vida cotidiana: antes de comprar un libro lo estudias para saber qué estás
adquiriendo.
A continuación te ofrecemos una lista de puntos a analizar que componen la prelectura y
así sacarle el mayor provecho a lectura:
Autor
"Lo primero que se debe hacer es investigar un poco sobre el autor. A qué se dedica,
cuáles son sus ideas, qué es lo que nos quiere exponer. Esta es una manera de que
estemos prealerta cuando nos pongamos con la lectura", describe Felipe Bernal Montes,
profesor jefe de Lectura Ágil, un sitio web español con 4.000 alumnos que ofrece técnicas
para leer y comprender más rápido la lectura.
Escanear
¿Por qué me duermo cuando leo y qué puedo hacer para evitarlo?
Propósito
Esto permite entender y generar hipótesis de lo que contiene el texto y habilita a una
mejor comprensión.
"Lo que pretenden estas técnicas de prelectura es que conozcas a lo que vas a llegar y
te motive. Es una manera de enganchar mentalmente a la persona que va a leer una
obra con la obra en sí misma", amplía Bernal Montes.
Autoevaluación
Una vez que se terminó de leer el texto en detalle llega el momento de la autoevaluación.
Según los especialistas consultados, no hay una técnica específica para valorar la
comprensión del texto.
Concentración
Otro punto fundamental para que la lectura sea exitosa es la concentración.
Y es que no todos tienen la capacidad de leer en cualquier sitio y hora y no distraerse.
Existen una serie de técnicas que ayudan a aumentar la concentración entre ellas:
Enumeración
"Recomendamos tomar un texto y tratar de contabilizar todas las palabras que empiecen
con A, o todos los artículos. Esta es una forma de concentración muy difícil porque lo que
nos interesa no es el contenido del texto, Sin embargo, te ayudará a que cuando te
pongas a leer estés concentrado de otra manera", sugiere Bernal Montes.
Frecuencia
Otra técnica que puede ser aplica para favorecer la concentración es ser capaz de
controlar la voz interior, aquella que repite las palabras mientras estamos leyendo.
Y según el especialista, utilizarla no es absolutamente necesario para comprender la
lectura.
En cambio, podrías usar esa voz para que durante el proceso de lectura realices mapas o
esquemas para almacenar la información y luego tener más herramientas para reciclarla.
Postlectura
Y como existe la prelectura, también está la postlectura.
"La postlectura es la explotación del texto y cómo usas toda esa información para aplicarla
después", explica Lucila Gasso de la Universidad de Buenos Aires.
"La lectura no es solamente leer, es también comprender, aprender, memorizar y
recordar. Es un conjunto de cosas. A parte de aplicar técnicas de lectura, también
puedes mejorar tu concentración y tu memoria, concluye Bernal Montes.
Enunciado y oración
Los conceptos de enunciado y oración varían de acuerdo al enfoque teórico que los
define. La perspectiva funcionalista tiene una concepción diferente a la de la Nueva
gramática de la lengua española (NGLE) de la Real Academia Española y la Asociación
de Academias de la Lengua Española (2009). Esta obra presenta un enfoque
generativista, aunque aclara que muchos conceptos surgen de un consenso entre
diversas miradas teóricas y «en algunos párrafos de la Nueva gramática se exponen de
manera resumida los argumentos que suelen darse a favor de dos o más opciones
contrapuestas en el análisis gramatical, pero sin elegir necesariamente una de ellas
(RAE–ASALE, 2009: XLVI).
Los enunciados que no poseen entre las palabras que lo componen verbos conjugados
son denominados frases y poseen diversas estructuras caracterizadas por el hecho de
que sus constituyentes son siempre de índole nominal: sustantivos, adjetivos, adverbios o
cualquier otra categoría que funcione como un nombre gracias a la transposición.
Existe cierto acuerdo en el hecho de que las palabras, los grupos de palabras y las
oraciones pueden constituir ENUNCIADOS por sí solos si se dan las condiciones
formales, contextuales y discursivas apropiadas. Los enunciados no son, por tanto,
unidades necesariamente oracionales. Así la expresión No a la guerra es un enunciado,
puesto que constituye una unidad de sentido, aunque carezca de verbo, y posee
propiedades entonativas distintivas. El enunciado, entendido como la unidad mínima de
comunicación, puede estar representado por una oración, pero también puede estar
formado por muy diversas expresiones —a menudo exclamativas— que, pese a no ser
oracionales, expresan contenidos modales similares a los que las oraciones ponen de
manifiesto. Así, la secuencia ¡Enhorabuena! no es una oración, sino una interjección
(§32.1c), pero coincide con ¡Te felicito! en que constituye un enunciado y da lugar a un
tipo de acto verbal muy similar (RAE – ASALE, 2009: 73).
La oración está compuesta por dos miembros: un sujeto y un predicado. Dada esa
propiedad, la oración puede definirse como la unidad mínima de la predicación.
Las ORACIONES son unidades mínimas de predicación, es decir, segmentos que ponen
en relación un sujeto con un predicado. El primero suele estar representado por un grupo
nominal (Los pájaros…) y el segundo por un grupo verbal (…volaban bajo), aunque no
son estas las únicas opciones. En efecto, son también oracionales, y muestran la misma
relación de predicación, las estructuras en las que el predicado, que puede tener o no
naturaleza verbal, precede en muchas ocasiones al sujeto, como en las oraciones
ABSOLUTAS (Una vez en casa toda la familia…) y las EXCLAMATIVAS bimembres
(¡Muy interesante el partido de ayer!), entre otras construcciones similares (RAE - ASALE,
2009:71).
El concepto de oración propuesto por la NGLE (2009) abarca más que la noción
alarquiana de estructura sintáctica nucleada en base a un verbo conjugado. En esta
última gramática académica se conciben oraciones sin verbos conjugados, siempre y
cuando se establezca una relación predicativa (sujeto-predicado) entre los sintagmas que
las componen.
Los predicados, por lo tanto, no están conformados solamente por sintagmas verbales.
Los sustantivos, los adjetivos, los adverbios y las preposiciones también pueden tener
argumentos exigidos por su significado léxico y conformar, por ende, predicados.
Los predicados se clasifican por su valencia, es decir, por el número de argumentos que
exigen (avalentes, monovalentes, bivalentes o trivalentes), así como por la forma
sintáctica que estos presentan (pueden ser verbales, adjetivales o nominales).
Redacción: construcción de
párrafos
Un párrafo es la mínima unidad de redacción que explica y desarrolla el significado de
una idea. Un párrafo generalmente tiene tres partes: la oración principal, las oraciones
argumentativas y la oración concluyente; todas ellas contienen la misma palabra clave
o idea clave que controla la información en el resto del párrafo. Un párrafo es un
conjunto de oraciones que desarrollan una idea y está separado por un punto y
aparte. Puede contener varias oraciones señaladas por puntos o por puntos y comas
y constituye la columna vertebral de un texto.
Existen estrategias y técnicas básicas que se pueden usar para producir un escrito
con efectividad. En general, en las tareas como estudiante o profesional se requiere
escribir párrafos, ensayos, monografías y tesis de extensión y contenido variable y
diferente. Los párrafos y los ensayos deben contener ideas principales y
adicionalmente mayor explicación o desarrollo de las mismas.
Tipos de párrafos
Una primera división es la siguiente:
Párrafos de Desarrollo
De enumeración. La información se presenta en forma de listado, relacionada entre sí.
Este párrafo se compone de dos partes: la lista de propiedades y la idea principal como
organizador. Ésta puede presentarse en forma de recuento, dice cuántos elementos
anteceden o preceden a la lista; de síntesis, hace una anticipación presentando los
contenidos brevemente.
De secuencia.Similar al de enumeración, los elementos se presentan de manera
separada, ordenados siguiendo un criterio explícito; por ejemplo, espacial, cronológico,
explicitado por medio de letras o números. Es común en los textos de tipo científico y
típico en las instrucciones operativas para la resolución de un problema.
De Comparación/Contraste. Indica las semejanzas o diferencias entre dos o más
objetos, situaciones, ideas o personas y establece una comparación de acuerdo con
ciertos criterios seleccionados de antemano. Serafini propone dos tipos de esquema
general: 1) Desarrollo por descripciones contrapuestas: cada una de las categorías se
analiza por separado, comparando los dos o más objetos y mostrando sus diferencias. El
párrafo finaliza cuando se han agotado los criterios de comparación. 2) Desarrollo por
descripciones separadas: cada objeto es analizado por separado. Se construyen de esa
forma dos párrafos con estructura idéntica, con los términos de la comparación
presentados en paralelo.
De desarrollo de un concepto. La idea principal se enuncia de manera explícita, luego
se reafirma con ejemplos o argumentos. Las ideas de apoyo explican, aclaran, dan
detalles o ilustran la idea principal. Ésta puede aparecer al principio o al final.
De enunciado/ solución de un problema. En el desarrollo de este párrafo el problema
se enuncia de manera retórica, así como también la solución. Su uso es común en textos
de tipo descriptivo y científico. Consta de dos partes: a) presenta el problema, b) presenta
la solución. Para este esquema existen variantes: a) forma completa, b) contraposición de
soluciones, c) omisión de solución, d) omisión del problema.
De Causa/ Efecto. Es un párrafo que presenta un acontecimiento, hecho o situación,
explicando a continuación las causas que lo provocaron. La descripción de la causa
puede preceder o bien seguir a la del efecto
Párrafos de introducción
Un párrafo de introducción es el primer contacto que el lector tendrá con nuestro
escrito, de manera que debemos captar su atención e interés desde este momento
para que siga leyendo hasta el final. Existen varias formas de estructurar una
introducción. A continuación se presentan las más comunes:
Estructuras de un párrafo
Estructura que confronta dos términos, ideas u objetos, para señalar similitudes o
diferencias. Por ejemplo: “Un libro y un folleto son publicaciones diferentes. El libro
tiene una extensión superior a 40 páginas, está encuadernado y consta de un índice
de temas diversos, mientras que el folleto se conforma por unas cuantas hojas
engrapadas que desarrollan un tema específico”.
Relaciona una idea central que se puede ejemplificar. Un ejemplo de ello: “La Navidad
es una época de celebración: se organizan reuniones familiares, abundantes comidas
y cenas, se hacen regalos en buen espíritu de concordia y amor”.
Establece el asunto desde la primera oración y determina el desarrollo de las ideas:
“Se puede abordar el problema del medio ambiente desde tres perspectivas básicas:
los recursos naturales, que constituyen la materia prima de todo proceso productivo;
el hombre, sujeto que actúa y vive el mundo, y por último la necesidad de un
desarrollo sustentable”.
Idea Principal
La idea principal de un párrafo está contenida en una oración principal, la cual debe
ser lo suficientemente clara en su requerimiento de mayor explicación o desarrollo en
otras oraciones argumentativas relacionadas, las cuales, a la vez, tienen como
referencia el sujeto de la oración principal. Una buena oración principal no es
demasiado general o demasiada estricta en su sentido. Es recomendable establecer
la idea central al principio del párrafo, en la primera oración.
Existen distintas maneras de tipificar los párrafos; lo más importante es que se debe
incluir en ellos la información que responda a las preguntas: ¿qué?, ¿quién?,
¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué? y ¿cómo? Dependerá del tipo de escrito y del estilo
del escrito, si se contesta a las preguntas: una por párrafo o dos en un mismo párrafo.
Redacción Científica. Es la transmisión de una señal clara al receptor con palabras
sencillas y ordenadas.
Características
La característica fundamental de la redacción científica es la claridad. El éxito de la
experimentación científica es el resultado de una mente clara que aborda un problema
claramente formulado y llega a unas conclusiones claramente enunciadas.
Idealmente, la claridad debería caracterizar todo tipo de comunicaciones; sin
embargo, cuando se dice algo por primera vez, la claridad es esencial. la mayoría de
los artículos científicos publicados en nuestras revistas de investigación primarias se
aceptan para su publicación precisamente porque aportan realmente conocimientos
científicos nuevos. Por ello, debemos exigir una claridad absoluta en la redacción
científica.
Orígenes
Los seres humanos han sido capaces de comunicarse desde hace milenios. Sin
embargo, la comunicación científica, tal como hoy la conocemos, es relativamente
nueva. Las primeras revistas científicas se publicaron hace solo 300 años, y la
organización del artículo científico llamada IMRYD (Introducción, Métodos, Resultados
y Discusión) se ha creado en los últimos 100 años.
Las pinturas rupestres y las inscripciones grabadas en las rocas figuran entre los
primeros intentos humanos de dejar registros para generaciones posteriores. En cierto
sentido, hoy tenemos la suerte de que nuestros primeros antepasados eligieran esos
medios, porque algunos de esos "mensajes" primitivos han sobrevivido, mientras que
los contenidos en materiales menos duraderos hubieran perecido. (Tal vez hayan
perecido muchos). Por otra parte, las comunicaciones por ese medio eran
increíblemente difíciles. Hay que pensar, por ejemplo en los problemas de reparto que
hoy tendría el servicio postal de los Estados Unidos si la correspondencia fuera, por
término medio, de rocas de 50 kilos. Ya tiene suficientes problemas con las cartas de
20 gramos.
El primer libro que conocemos es un relato caldeo del Diluvio. La historia estaba
inscrita en una tablilla de arcilla de alrededor del año 4000 antes de J.C, anterior
al Génesis en unos 2000 años (Tuchman, 1980).
Hacía falta un medio de comunicación que pesara poco y fuera portátil. El primer
medio que tuvo éxito fue el papiro (hojas hechas de la planta del papiro, encoladas,
para formar un rollo de hasta 60 a 120 cm, sujeto a un cilindro de madera), que
comenzó a utilizarse alrededor del 200 antes de J.C. En el año 190 antes de J.C se
empezó a usar el pergamino (hecho de pieles de animales). Los griegos reunieron
grandes bibliotecas en Efeso y Pérgamo (hoy Turquía) y también en Alejandría.
Según Plutarco, la biblioteca de Pérgamo contenía 200 000 volúmenes en el 40 antes
de J.C (Tuchman, 1980).
En el año 105, de nuestra era, los chinos inventaron el papel, el medio moderno de
comunicación. Sin embargo, como no había una forma eficaz de reproducir las
comunicaciones, los conocimientos eruditos no podían difundirse ampliamente.
Historia de IMRYD
Las primeras revistas publicaban artículos que llamamos "descriptivos". De forma
típica, un científico informaba: "primero vi esto y luego vi aquello". o bien :" primero
hice esto y luego hice aquello". A menudo, las observaciones guardaban un simple
orden cronológico. Este estilo descriptivo resultaba apropiado para la clase de ciencia
sobre la que se escribía. De hecho, ese estilo directo de informar se emplea aún hoy
en las revistas a base de "cartas", en los informes médicos sobre casos, en los
levantamientos geológicos.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, la ciencia empezaba a moverse de prisa y de
formas cada vez más complicadas. Especialmente gracias a la labor de Pasteur Louis
Pasteur que confirmó la teoría microbiana de las enfermedades y elaboró métodos de
cultivos puros para estudiar microorganismos, tanto la ciencia como la información
sobre la ciencia hicieron grandes adelantos.
Los trabajos de Pasteur fueron seguidos, en los primeros años del presente siglo, por
los de Paul Ehrlich y, en los años treinta, por los de Gerhard Domagh (sulfonamidas).
La segunda guerra mundial impulsó el descubrimiento de la penicilina (descrita por
primera vez por Alexander Fleming en 1929). Se informó sobre la estreptomicina
en 1944 y, poco después de la segunda guerra mundial, la busca alocada pero
espléndida de "medicamentos milagrosos" produjo las tetraciclinas y docenas de otros
antibióticos eficaces. De esta forma, dichos acontecimientos permitieron avasallar los
azotes de la tuberculosis, la septicemia, la difteria, la peste, la tifoidea, y (mediante la
vacuna) la viruela y la poliomielitis.
El formato IMRYD, que había estado haciendo lentos progresos desde finales del
siglo XIX, se hizo de utilización casi universal en las revistas de investigación. Algunos
directores lo adoptaron porque se convencieron de que era la forma más sencilla y
lógica de comunicar los resultados de la investigación. Otros, no convencidos quizá
por esta lógica simplista, se uncieron sin embargo al carro de los vencedores porque
la rigidez de dicha estructura ahorraba realmente espacio (y gastos) a las revistas y
facilitaba las cosas a los directores y árbitros (llamados también revisores), al "hacer
un índice" de las principales partes del manuscrito. La lógica del IMRYD puede
definirse mediante una serie de preguntas:
Ahora nos parece evidente que la lógica sencilla del IMRYD ayuda realmente al autor
a organizar y escribir su texto, y que ofrece una especie de mapa de carreteras claro
para guiar a los directores, árbitros y, finalmente, lectores en la lectura del artículo.
Percepció n
Sin duda, la mayoría de las personas habrá oído esta pregunta: si un árbol cae en un
bosque y no hay nadie que lo oiga caer, ¿hace ruido? La respuesta correcta es "no".
El sonido es algo más que "ondas de presión" y, en realidad, no puede haber sonido
sin un oyente. De igual modo, la comunicación científica es un proceso en dos
sentidos. Lo mismo que una señal de cualquier clase resulta inútil mientras no se
perciba, un artículo científico publicado (señal) resulta inútil si no es recibido y
entendido por el público a que se destina. Por ello, podemos reformular el axioma de
la ciencia: un experimento científico no está completo hasta que sus resultados se han
publicado y entendido. La publicación no será más que "ondas de presión" si el
documento publicado no se comprende. Hay demasiados artículos científicos que
caen en el silencio de los bosques.
Comprensió n
La redacción científica es la transmisión de una señal clara al receptor. Las palabras
de esa señal deben ser tan claras, sencillas y ordenadas como sea posible. La
redacción científica no tiene necesidad de adornos ni cabida para ellos. Es muy
probable que los adornos literarios floridos, las metáforas, los símiles y las
expresiones idiomáticas induzcan a confusión, por lo que rara vez deben utilizarse al
redactar artículos de investigación.
Lenguaje
Además de la organización, el segundo ingrediente principal de un artículo científico
debe ser un lenguaje apropiado. En este libro, subrayo continuamente el uso correcto
del lenguaje (1), pues creo que todos los científicos deben aprender a usarlo con
precisión. En la actualidad existe un libro (Day, 1982) dedicado enteramente al inglés
para científicos. (N. del E.) (1) (N. del E.: Cómo es lógico, en el original el autor se
refiere específicamente al idioma inglés, "...porque la mayoría de los científicos tienen
dificultades en este campo. Tenemos que reconocer que 'el inglés se ha convertido
casi en el lenguaje universal de la ciencia' (E. Garfield, The Scientist, 7 de
septiembre de 1987, p.9)"
Si el conocimiento científico es, por lo menos, tan importante como cualquier otro,
debe comunicarse eficazmente, con claridad y con palabras de significado indudable.
Por ello, el científico, para tener éxito en sus esfuerzos, debe ser culto. David B
Truman, cuando era Decano del Colegio Universitario de Columbia, lo dijo muy bien:
"En las complejidades de la existencia contemporánea, el especialista que está
capacitado pero no educado, y que está técnicamente calificado pero es culturalmente
incompetente, constituye una amenaza". El lenguaje no tiene que ser difícil. En la
redacción científica decimos: "El mejor lenguaje es el que transmite el sentido con el
menor número posible de palabras" (aforismo que apareció durante algunos años en
las "Instrucciones a los autores" de la Journal of Bacteriology). Los juegos literarios,
las metáforas y todo eso hacen que la atención se desvíe de la sustancia al estilo.
Deben usarse rara vez, si acaso se usan, en la redacción científica.
Las cualidades fundamentales que un texto científico debe exhibir son: la cohesión, la
coherencia y la intencionalidad. La cohesión se entiende por el modo en que lo
elementos del texto están relacionados entre sí y permiten analizar de forma rápida el
texto en cuestión, identificándose con precisión la introducción, el desarrollo y las
conclusiones, aunque no estén demarcados en la estructura del texto.
Es decir, los términos del título deben limitarse a aquellas palabras que subrayen el
contenido significativo del trabajo de forma que este resulte a la vez comprensible y
localizable. El resumen es una parte importante de cualquier trabajo, ya que puede
considerarse como una versión en miniatura del mismo, debe ofrecer un sumario
breve de cada una de sus partes principales. Un resumen bien preparado permite a
los lectores identificar rápida y exactamente el contenido de un documento,
determinar la pertinencia de su lectura. El resumen no debe exceder de 250 palabras
y debe ser de un solo párrafo.
Una vez redactada la introducción, se debe pasar al desarrollo. En este caso hay que
tener en cuenta que es la parte esencial del trabajo. Es importante su estructuración
por capítulos, epígrafes, subepígrafes, etc., en dependencia de la extensión del
mismo. Generalmente estas secciones del trabajo se van redactando en la misma
secuencia de las tareas de investigación, es decir, primero toda la información que
corresponde a la etapa factoperceptible, que debe ser sintetizada en consideraciones
significativas que se constituyen en las premisas de la etapa de abstracción. A
continuación se debe explicar esta etapa de abstracción, brindando la información que
permite al lector comprender el proceso investigativo, los métodos utilizados y los
resultados alcanzados así como la forma en que se han aplicado o validado.
“No sea verboso al citar figuras y cuadros. No diga: «El cuadro 1 muestra con claridad
que la nocilina inhibió el crecimiento de neisseria gonorrhoeae». Diga: «La nocilina
inhibió el crecimiento de neisseria gonorrhoeae» (cuadro 1).”[2]
Consideremos estas ideas: (…) "No dé nada por sentado. (…) En definitiva, la buena
escritura, como la buena música, tiene su culminación apropiada”. (…) Muchos
trabajos científicos terminan «no con una explosión sino con un gemido»”.[3]
En el texto:
Al trasladar este concepto al campo de la arquitectura y considerando principalmente
las acepciones de razón, antecedente y factor que genera algo, surge pronto la
conveniencia de referirse a la obra de Tedeschi (Tedeschi, 1977) …….. Siendo un
libro, aparecerá en la Bibliografía: 15. TEDESCHI, Enrico. 1977. Teoría de la
Arquitectura. Nueva Visión, Buenos Aires. Si la referencia insertada en el texto fuera
un artículo de una publicación periódica: 19. SÁNCHEZ DE Carmona, Manuel. 1996.
“Análisis tipológico de la arquitectura religiosa del siglo XVI en México” en Estudios de
Tipología Arquitectónica, UNAM, México. En este caso, si un mismo autor fuera
referenciado en varias publicaciones del mismo año, entonces se identifican con letras
minúsculas, por ejemplo: ………(Sánchez de C., 1996 a)…………………..(Sánchez de
C., 1996 b)………..
El límite de palabras para un trabajo APA será establecido por quien lo solicita.
Es decir, el Manual de Publicaciones no tiene una directriz sobre este punto.
Debes preguntar a tu profesor o instructor de tu trabajo académico o en caso
de publicación en una revista deberás preguntar a la persona responsable por
recibir los artículos. Los límites varían ampliamente de acuerdo a la naturaleza
del artículo que estás escribiendo. Los informes sueles ser con pocas palabras,
pero las disertaciones académicas suelen ser largas.
Limite de palabras en el resumen
A igualdad de contenidos, un trabajo mal estructurado y con una deficiente presentación es más
difícil de leer y casi siempre causará una peor impresión en la persona que lo deba examinar,
haciéndola más proclive a considerarlo más negativamente. Por otro lado, una buena presentación,
tanto desde un punto de vista conceptual, como formal, hará más convincente el resultado de nuestro
trabajo.
La utilización de un lenguaje claro y directo, una redacción precisa y una estructuración lógica de
la información facilitará la lectura y comprensión del texto.
Subir
Estructura
introducción
desarrollo de los diferentes aspectos del tema tratado
conclusiones
A esta estructura básica tendremos que añadir una serie de elementos que conforman el
documento en sí mismo: portada, índice del contenido, bibliografía utilizada, así como todo el aparato
de citas bibliográficas sobre el que se apoya nuestra exposición. Además si, como es altamente
aconsejable, acompañamos los textos con la presentación de gráficos, esquemas, tablas o imágenes,
éstas deberán ir acompañadas de un pequeño texto explicativo que favorezca su comprensión.
A continuación vamos a examinar con mayor detalle cada una de estas partes:
Portada: donde debe constar el título del trabajo, el nombre del autor, curso, asignatura,
grupo, etc. Es la fuente que permite identificar el trabajo.
Resumen: en el caso de artículos para su publicación, tesis, etc. se debe incluir un pequeño
resumen (entre 50 y 250 palabras), donde se informe del contenido y naturaleza del
documento que se presenta y las conclusiones, lo cual resultará de mucha utilidad para el
lector.
Sumario o tabla de contenidos: recoge los diferentes apartados que se tratan en el
documento, con sus correspondientes subdivisiones, si las hubiera, en el orden en que
aparecen en el texto y con mención de la página donde comienzan.
Lista de abreviaturas y símbolos: se recomienda que se detallen en ella todos los
elementos que no sean de comprensión inmediata y universal por cualquier posible lector.
Introducción: describe el propósito y los objetivos del trabajo, el alcance (cronológico,
geográfico, tipológico, etc.), así como la metodología utilizada.
Cuerpo del trabajo: debe estar estructurado en epígrafes claramente señalados y
destacados.
Conclusiones: en ellas se deben presentar los resultados de nuestro trabajo.
Anexos: en esta parte se recoge información complementaria que facilita la comprensión del
texto, como gráficos, fotografías, glosarios, muestras de datos, etc.
Bibliografía: es el conjunto de documentos utilizados para la elaboración del trabajo, aunque
no se hayan citado. Habitualmente se presenta de forma alfabética. Para su realización hay
que ceñirse a unas normas muy precisas.
Índices alfabéticos: onomásticos, de materias, etc. permiten buscar en el texto entradas
específicas. Sólo son recomendables en trabajos extensos. Hoy día, gracias al uso de
procesadores de textos, su realización es mucho menos costosa.
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Redacción
Por otro lado, los textos escritos se estructuran en forma de párrafos, cada uno de los cuales
debe tratar y desarrollar una idea concreta. A su vez, cada párrafo debe funcionar como un todo en el
que las ideas se relacionen entre sí de una manera natural.
Además, otros dos aspectos muy importantes a tener en cuenta son el cuidado de la ortografía y
el uso correcto de la puntuación. Para la primera, podemos ayudarnos de los correctores ortográficos
y gramaticales de los procesadores de texto, aunque no debemos nunca confiar ciegamente en ellos.
En cualquier caso, lo más útil es aspirar a tener un correcto dominio de las normas ortográficas y de
puntuación. Para tratar de conseguirlo y para aclarar dudas en la materia son siempre de gran utilidad
los diversos manuales y libros de ortografía y estilo existentes.
No debemos olvidar que redactar significa también revisar y corregir, por lo que tendremos que
ser cuidadosos y releer el texto hasta conseguir una perfecta construcción.
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Aspectos formales
La forma de presentación visual de un texto es importante, tanto que, en muchas ocasiones, una
mala presentación puede arruinar un buen trabajo. Una configuración adecuada del texto facilita su
legibilidad y comprensión. A continuación detallamos algunas recomendaciones:
se deben paginar todas las hojas, a excepción de la portada y las hojas de respeto, y revisar
la secuencia cuando hemos introducido cambios, tanto en la paginación como en el índice
el texto debe estar organizado en capítulos, apartados y subapartados, cada uno de ellos
claramente destacado con letras mayúsculas o negritas. Se deben jerarquizar entre sí
mediante un uso adecuado de la tipografía y de números arábigos
las notas y observaciones que complementan el texto deben incluirse a pie de página o al final
de cada capítulo
es conveniente presentar el cuerpo del texto justificado, con interlineado sencillo o a espacio y
medio y márgenes adecuados
se recomienda usar una única familia de letras, evitando las fuentes demasiado exóticas, que
pueden dificultar la lectura y no ser adecuados para un trabajo académico, al restarle
seriedad
es conveniente ser sobrios en la presentación y evitar caer en excesos visuales que pudieran
entorpecer la lectura
el sistema de presentación de citas y referencias bibliográficas debe ser único y consistente
en todo el trabajo
los gráficos, tablas, etc. deben llevar un texto explicativo y una mención de la fuente de
donde se han tomado, debiendo además ir numerados en secuencias diferentes para cada una
(figuras, tablas, etc.)