Impulso Nervioso
Impulso Nervioso
Impulso Nervioso
Para entender mejor acerca de los anestésicos locales y el impulso nervioso debemos
de tomar en cuenta que el concepto en el que se basan las acciones de los anestésicos
locales es simple: impiden la génesis y la conducción de un impulso nervioso. Como
consecuencia, los anestésicos locales establecen una barrera química entre la fuente
del impulso (p. ej., la incisión del bisturí en partes blandas) y el cerebro. De este
modo, el paciente no interpreta como dolor el impulso bloqueado, incapaz de alcanzar
el cerebro. Esto se parece a lo que sucede al encender la mecha de una carga de
dinamita. La mecha es el «nervio», mientras que la dinamita es el «cerebro». Si se
enciende la mecha y la llama alcanza la dinamita, se produce una explosión.
Cuando el nervio se estimula, se propaga un impulso que se interpreta como dolor al
llegar al cerebro. Si se prende la mecha, pero se coloca «agua» (p. ej., un anestésico
local) a medio camino entre el extremo de la mecha y la dinamita, la mecha arderá
hasta el punto donde está colocada el agua, y se extinguirá. La dinamita no explotará.
Cuando se coloca un anestésico local en algún punto entre el estímulo doloroso (p. ej.,
una broca) y el cerebro, el impulso nervioso viajará hasta la zona donde se ha aplicado
el anestésico local, y a continuación muere de modo que nunca alcanza el cerebro y no
se produce dolor.