La Educación en Tiempos de Pandemia

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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA ESCUELA DE

FORMACIÓN DE PROFESORES DE ENSEÑANZA MEDIA –EFPEM


PROGRAMA ACADÉMICO DE DESARROLLO PROFESIONAL
DOCENTE -PADEP/D
SEDE: CUILAPA, SANTA ROSA
DOCENTE: LICDA. ROSALBA RAMIREZ
CURSO: EDUCACIÓN Y ESCRITURA MADURA

ENSAYO LA EDUCACIÓN
EN TIEMPOS DE
PANDEMIA

Ilda Verónica Hernández Villanueva


Carné: 200551018

CUILAPA, 27 DE MARZO DE 2,021


LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA

La pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha provocado una crisis


sin precedentes en todos los ámbitos. En la esfera de la educación, esta
emergencia ha dado lugar al cierre masivo de las actividades presenciales de
instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación
del virus y mitigar su impacto. Según datos de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a mediados de mayo
de 2020 más de 1.200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza,
en todo el mundo, habían dejado de tener clases presenciales en la escuela. De
ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha planteado


que, incluso antes de enfrentar la pandemia, la situación social en la región se
estaba deteriorando, debido al aumento de los índices de pobreza y de pobreza
extrema, la persistencia de las desigualdades y un creciente descontento social.
En este contexto, la crisis tendrá importantes efectos negativos en los distintos
sectores sociales, incluidos particularmente la salud y la educación, así como en el
empleo y la evolución de la pobreza (CEPAL, 2020a). Por su parte, la UNESCO ha
identificado grandes brechas en los resultados educativos, que se relacionan con
una desigual distribución de los docentes, en general, y de los docentes mejor
calificados, en particular, en desmedro de países y regiones con menores ingresos
y de zonas rurales, las que suelen concentrar además a población indígena y
migrante (UNESCO, 2016a; Messina y García, 2020).

En el ámbito educativo, gran parte de las medidas que los países de la región han
adoptado ante la crisis se relacionan con la suspensión de las clases presenciales
en todos los niveles, lo que ha dado origen a tres campos de acción principales: el
despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia, mediante la utilización de
una diversidad de formatos y plataformas (con o sin uso de tecnología); el apoyo y
la movilización del personal y las comunidades educativas, y la atención a la salud
y el bienestar integral de las y los estudiantes.
Continuidad de los aprendizajes e impacto curricular

En el marco de la suspensión de las clases presenciales, la necesidad de


mantener la continuidad de los aprendizajes ha impuesto desafíos que los países
han abordado mediante diferentes alternativas y soluciones en relación con los
calendarios escolares y las formas de implementación del currículo, por medios no
presenciales y con diversas formas de adaptación, priorización y ajuste. Para
realizar los ajustes se requiere tomar en cuenta las características de los
currículos nacionales o subnacionales, los recursos y capacidades del país para
generar procesos de educación a distancia, los niveles de segregación y
desigualdad educativa del país y el tiempo transcurrido del año escolar. Mientras
que algunos países como México y la República Dominicana y algunos sectores
del Ecuador y el Brasil se encontraban en la mitad del año escolar cuando
comenzó la pandemia, la gran mayoría se encontraba en el inicio.

El Covid-19 llegó para cambiar el escenario. En el ambiente se respira


incertidumbre y desolación, pero también heroísmo cotidiano. Diversas personas
trabajan en primera fila para frenar la expansión del virus, librando una dura
batalla.

Estos esforzados defensores de la vida y la salud han demostrado con acciones


su vocación de servicio (y de sacrificio). A la par, el mundo comienza a exigir a
todos que no permitamos que este virus nos paralice como sociedad, que seamos
creativos y que aprendamos a vivir con optimismo en estos tiempos de pandemia.

La migración a la educación virtual

Son muchos los sectores que poco a poco, en total respeto de las
recomendaciones de aislamiento social, comienzan a brindar soluciones y a sumar
desde su lugar. Uno de los sectores que ha tenido que responder con urgencia a
esta situación de crisis es el de la educación.

Investigadores, docentes, alumnos y el equipo administrativo que da soporte a sus


actividades han dicho al mundo que la formación no se detiene, que el aprendizaje
no se posterga; por ello, en un esfuerzo titánico han implementado estrategias de
educación virtual en tan solo unas semanas. Es cierto que existen aspectos de la
formación personal que será muy difícil trasladar a la modalidad en línea; sin
embargo, es imperativo en este contexto migrar a una educación no presencial.

El salón tradicional de clases es un potencial foco de contagio y, por esto, las


medidas preventivas contra la transmisión de este virus han incluido siempre entre
sus primeras acciones la cancelación de las clases presenciales a todos los
niveles. Y, es posible que una de las últimas actividades que se vuelvan a permitir
sea congregar nuevamente a los alumnos en un aula para participar de una clase.
Por esto, durante varias semanas tendremos a millones de personas
enfrentándose a un nuevo modo de enseñar y aprender.

El aprendizaje en red: el alumno y el profesor

El alumno siempre ha sido el eje de la educación; sin embargo, en la educación


virtual pasa a ser el protagonista indiscutible. En una sesión magistral en la
modalidad presencial, la responsabilidad de desarrollar y explicar los contenidos
es del profesor; por el contrario, en el modelo de educación virtual, la clase
magistral por videoconferencia es un contenido excepcional, lo que predomina es
un trabajo de orientación al alumno para ofrecerle mecanismos que le permitan ir
explorando la materia.

Así, en la educación virtual, el alumno, guiado por el profesor, utiliza muchos de


los recursos que brinda el entorno digital para acceder a información valiosa y
realizar actividades que le permitan afianzar el conocimiento y desarrollar
competencias.

La educación virtual se enmarca en una cultura de la convergencia y del compartir;


por esto, es recomendable que el profesor señale como material de la asignatura
el uso de los diversos recursos formativos gratuitos que se encuentran en el
entorno digital, desde un artículo científico hasta cursos completos que se
encuentran en línea. Claramente, esta experiencia individual del alumno luego
debe debatirse y enriquecerse en el aula virtual.
Universidades de primer nivel tienen recursos formativos libres y, con el desarrollo
de la pandemia, se han liberado muchos más cursos y talleres en todo el mundo.
La búsqueda de los recursos más idóneos depende de cada profesor, porque
cada materia tiene espacios especializados para ello. Se puede ver como ejemplo
https://www.kadenze.com y https://devcode.la

En la educación virtual, el rol del profesor contempla la planificación y el


acompañamiento del proceso de aprendizaje del alumno para garantizar que se
cumplan los objetivos de la asignatura. En este sentido, el profesor ha de ser
capaz de facilitar y favorecer el uso del ecosistema de medios en el que se
desenvuelve el alumno, como las redes sociales y los entornos colaborativos
digitales. Aprovechar estas plataformas interactivas y las actividades en red con
una finalidad educativa puede ser una estrategia muy acertada si se sabe
manejar.

La evaluación

Es importante hacer referencia también al sistema de evaluación. La evaluación


tradicional supone aislar al alumno de cualquier fuente de información durante el
tiempo que dura un examen. Esto es imposible en la educación virtual, porque el
alumno puede rendir el examen acompañado de todo el material que desee e,
incluso, contrastar sus respuestas con un grupo de compañeros en tiempo real.
Por esto, es importante diseñar evaluaciones que valoren el desarrollo de
competencias.

Por ejemplo, se puede crear foros de discusión para que el alumno


periódicamente comente de manera crítica un tema. También es importante dejar
pequeños trabajos que tengan una implicación personal muy clara, como aplicar
un tema estudiado a su contexto particular o a algún tema específico que al
alumno le apasione.

Y, en relación con el examen final, el mecanismo por excelencia es poner una


evaluación con un temporizador. Así, por la limitación temporal, el alumno tendrá
que concentrarse en responder las preguntas planteadas en vez de dedicarse a
contrastar o conversar con otros durante el tiempo del examen.

Es importante agradecer a todos los profesores y alumnos que están demostrando


en estos días su fortaleza y resiliencia. Son los tiempos difíciles los que evidencian
el carácter y aquello de lo que estamos hechos. He sido testigo de que contamos
con investigadores y docentes con una vocación clara, que no han escatimado en
robar horas al día para capacitarse y poder brindar la mejor educación a sus
alumnos.

También, he observado a estudiantes de primera, quienes no solo han tomado un


rol activo para informar y transmitir un mensaje de civismo y solidaridad en estos
tiempos, sino que han entendido que el valor de cualquier institución educativa
reside en sus miembros y en su compromiso con ser mejores personas, cada vez
mejor formadas y preparadas para afrontar los retos del futuro.
REFERENCIAS

Álvarez Marinelli, H. y otros (2020), “La educación en tiempos del coronavirus: los
sistemas educativos de América Latina y el Caribe ante COVID-19”, Documento
para Discusión, N° IDB-DP-00768, Washington, D.C., Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) [en línea] https://publications.iadb.org/publications/
spanish/document/La-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-Los-sistemas-
educativos-de-America-Latina- y-el-Caribe-ante-COVID-19.pdf [fecha de consulta:
4 de agosto de 2020].

CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (2020a), “América


Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19: efectos económicos y
sociales”, Informe Especial COVID-19, N° 1, Santiago, 3 de abril

Ministerio de Educación de Guatemala (2020), “Banco Virtual de Recursos


Educativos”, #Aprendo en Casa [en línea]
https://aprendoencasa.mineduc.gob.gt/index.php/docentes [fecha de consulta: 12
de junio de 2020].

UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la


Cultura) (2020), “Nuevas publicaciones cubanas para enfrentar efectos de la
COVID-19 sobre la educación”, Oficina de la UNESCO en La Habana [en línea]
https://es.unesco.org/news/nuevas-publicaciones-cubanas-enfrentar-efectos-
covid-19-educacion [fecha de consulta: 12 de junio de 2020].

(2018), Formación inicial docente en competencias para el siglo XXI y pedagogías


para la inclusión en América Latina: análisis comparativo de siete casos
nacionales, Santiago, Oficina Regional de Educación para América Latina y el
Caribe (OREALC/UNESCO Santiago).

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