Paper 1
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Se debe presentar alguna explicación sobre los parámetros, Tavg y Zavg. Para seguir
un enfoque más fácil para la integración, se usaron valores promedio para el factor
de compresibilidad y la temperatura del gas. La temperatura promedio del gas se
puede obtener a través de Mohitpour et al. (2000)
Este enfoque se justifica por el hecho de que no existe una relación matemática
simple entre altura, presión y temperatura, y el error introducido no tiene sentido.
Reemplazando todas las constantes de la ecuación anterior que están fuera de los
corchetes por C ’,
O de hecho,
Como , donde
C
omo Pst = 1.01325 × 105 Pa y Tst = 288.15 K entonces,
Como se sabe, para Re menor que 2100 el flujo es laminar, mientras que para Re
por encima de 2100 el flujo se considera turbulento. Entre los flujos laminar y
turbulento hay una región de transición, para la cual no hay correlaciones de caída
de presión disponibles.
Régimen de flujo laminar
Aunque generalmente las situaciones de flujo de gas en las tuberías son
turbulentas, en aras de la exhaustividad del análisis, la situación del flujo laminar
también se trata en el presente texto. Cuando el flujo laminar se desarrolla
completamente a través de un conducto de sección transversal circular, White
(1999) da el factor de fricción de Darcy, independiente de la rugosidad de la
tubería.
Para una región cuando el flujo aún está en desarrollo, es decir, para longitudes
más cortas que la longitud de entrada, el factor de fricción Darcy promedio o
aparente se puede calcular a través de Shah y London (1978)
Como la ecuación de Polo es válida para flujos de baja presión, para obtener dicha
ecuación, el factor de transmisión de acuerdo con lo que se presenta en la Tabla 2
se introduce en la ecuación (39). En la literatura técnica, esta ecuación de Polo se
presenta descuidando el término de energía potencial E, el factor de
compresibilidad se supone uno, Tst = 273.15 K, Tavg = 277.8 K y Pst = 1.015598 ×
105 Pa. En tales condiciones, la ecuación. (39) se convierte,
(Ecuación 64)
Donde C se da en la Tabla 3.
Para la media de P'avg, véase la ecuación (39), se adoptó un valor de media de
P'avg = Pst + 390 [Pa] para que los valores de C fueran idénticos a los encontrados
en la literatura técnica de Mohitpour et al. (2000) para la ecuación de Polo.
Tabla 3.C constante en la ecuación de polo
Figura 6 Variación máxima del factor de fricción en relación con su valor promedio
cuando se calcula a través de las siguientes ecuaciones: AGA p/t, Renouard,
Muller, IGT y para el régimen de flujo laminar.
De este análisis se puede decir que en el cálculo y diseño de redes de distribución
y / o utilización de gas en régimen parcialmente turbulento, que actualmente
depende en gran medida de los procedimientos numéricos, dicho procedimiento
de cálculo podría llevarse a cabo a través de las siguientes ecuaciones explícitas
(para cálculos de presión): para Reynolds por encima de 2100, White Eq. (47),
aunque esta ecuación seguirá estando implícita en términos de D y Q &, mientras
que en el régimen laminar Re <2100, Eq. (88) es la opción correcta recomendada,
aunque por razones prácticas no es frecuente el uso de diámetros de tubería muy
pequeños (<18 mm), lo que hace que el uso de esta última ecuación no sea muy
común. En todas estas ecuaciones recomendadas, la temperatura de flujo
promedio depende de la elección del diseñador y la viscosidad absoluta del gas se
calcula de acuerdo con dicha temperatura.
Figura 7 Comparación entre las ecuaciones AGA, Colebrook-White y Gersten et al
(2000).
La Figura 7 presenta el rendimiento de varias ecuaciones de flujo en la transición
entre regímenes de flujo parcial y totalmente turbulento para una tubería de 4 "con
0.046 mm de rugosidad absoluta. La mejor ecuación para traducir el
comportamiento experimental es el de Gersten et al. (2000) con el transición
abrupta entre los dos regímenes de flujo. Ambas ecuaciones AGA, usando la
ecuación (32) como criterio de selección, siguen de cerca la ecuación de Gersten
et al. (2000) (y en consecuencia los datos experimentales) y al mismo tiempo son
formalmente más simples de usar En esta Fig. 7 también es evidente la
insuficiencia de la ecuación de Colebrook-White modificada para traducir
correctamente el comportamiento experimental en la región de transición.
Conclusiones
A pesar de la gran cantidad de trabajo realizado sobre el flujo de gas natural, es
bastante útil unir en un solo texto la multiplicidad de ecuaciones que se encuentran
dispersas en la gran cantidad de literatura técnica disponible. Luego se muestra
que la diferencia básica entre las varias ecuaciones presentadas y discutidas, no
está en su aspecto formal, sino en las ecuaciones de coeficientes de transmisión
correspondientes. Sin embargo, hay una ecuación única en este universo que
difiere de todas las demás, no solo por medio de la ecuación del coeficiente de
transmisión, sino también por la forma en que se deduce la ecuación de flujo, la
ecuación de Renouard.
La comparación entre las diferentes ecuaciones de flujo utilizando las ecuaciones
AGA como base de referencia fue fundamental para la definición, para cada
ecuación bajo análisis, del rango de aplicación correspondiente y los errores que
provienen de su uso. Es, en lo que respecta a los autores, la primera vez que
todas estas ecuaciones se presentan juntas en unidades S.I. Las principales
conclusiones de este trabajo son:
1. Es posible, a través de una ecuación muy simple, correlacionar la rugosidad
relativa de la tubería ε/D con el Reynolds crítico correspondiente a la
transición del flujo de gas natural parcialmente turbulento;
2. Según las limitaciones prácticas para el flujo de la tubería de gas natural
(Kennedy, 1993) y teniendo en cuenta la aspereza típica de la tubería, es
posible concluir que para presiones inferiores a 5 bar y para tuberías de
cobre y polietileno, el único régimen de flujo disponible es el parcialmente
flujo turbulento y, en tales circunstancias, la rugosidad de la tubería no es
necesaria para fines de cálculo. Sin embargo, para las tuberías de acero, la
existencia de un flujo totalmente turbulento es común y no es correcto
usarla en los cálculos de ecuaciones de flujo que ignoran la influencia de la
rugosidad interna de la tubería;
3. Las ecuaciones de flujo de baja presión son simplificaciones de la ecuación
de flujo que se obtuvo a través de la integración de la ecuación de la
conservación del momento lineal para fluidos compresibles. El resultado es
una ecuación de alcance limitado, ya que solo se puede aplicar a un rango
de presión limitado, es decir, < 50 mbar;
4. El uso de una fórmula para el cálculo del número de Reynolds donde T st e
Pst se reemplazan previamente por los valores numéricos correspondientes,
impone que en la deducción de las ecuaciones de flujo el exponente de la
relación (Tst/Pst) sea diferente de la unidad. Por otro lado, si durante los
cálculos realizados con esta ecuación de flujo los valores utilizados para T st
y Pst son diferentes de los utilizados en el cálculo de Re, habrá un error en
los resultados numéricos;
5. La utilización de las ecuaciones AGA, junto con la ecuación para la
determinación de Recr recomendada en el presente texto, es una buena
alternativa a la de Gersten et al. (2000), porque las ecuaciones AGA son
formalmente más simples y se traducen igualmente bien el cambio abrupto
encontrado en la transición del flujo de gas natural parcialmente turbulento.
6. Se debe usar la ecuación (75) en lugar de la ecuación. (76) al calcular
tuberías de gas natural a través de la ecuación de Renouard.