La Habana

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La Habana 

es la capital de la República de Cuba, su urbe más grande, el principal puerto, su


centro económico-cultural y su principal polo turístico. Es la ciudad más poblada del país, con
una población de 2 106 146 habitantes según datos de 2012,4 y la tercera más poblada de
la región del Caribe. Como capital de Cuba, la ciudad es la sede oficial de los órganos
superiores del Estado y el Gobierno cubano, de todos los organismos centrales y de casi la
totalidad de empresas y asociaciones de ámbito nacional. Además, reúne la mayor cantidad
de sucursales y casas matrices de las entidades extranjeras radicadas en Cuba.
Fundada en 1514 (inicialmente en la costa sur de la isla) por el conquistador Pánfilo de
Narváez (bajo las órdenes de Diego Velázquez de Cuéllar), bajo el nombre fundacional
de Villa de San Cristóbal de La Habana,5 fue una de las primeras ocho villas fundadas por
la Corona española en la isla. Debido a su privilegiada ubicación, frente a las costas
del Atlántico Norte, y las características de su bahía, la entonces villa se convirtió en un
importante centro comercial, razón por la cual fue sometida a ataques y saqueos por parte de
piratas y corsarios durante los primeros años del siglo XVI. En 1561, la Corona dispone que la
villa sea el lugar de concentración de las naves españolas procedentes de las colonias
americanas antes de cruzar juntas el océano (Flota de Indias),6 construyéndose por tanto,
para su protección, defensas militares a la entrada de la bahía de La Habana y en sitios
estratégicos,7 convirtiendo a la ciudad en una de las mejor defendidas del Nuevo Mundo.
El 20 de diciembre de 1592, Felipe II confiere a la villa el título de "ciudad", veintinueve años
después de que el gobernador de Cuba trasladara a ella su residencia oficial desde Santiago
de Cuba, sede hasta entonces del gobierno de la isla.
En 1634 por Decreto Real se le declaró "Llave del Nuevo Mundo y Salvaguarda de las Indias
Orientales".
En 1665, se le concedió el derecho de ostentar su escudo de armas, en el que estuvieron
representadas, mediante tres torreones, las fortalezas (La Real Fuerza, El Morro y La Punta)
que defendían la ciudad.
El azúcar y el comercio influyeron notablemente en que durante los siglos XIX y XX la urbe
experimentara no solo un profundo proceso de expansión de su territorio sino también de
crecimiento demográfico, socioeconómico y cultural, factores que convirtieron a La Habana en
una de las ciudades más ricas y notorias de la zona de América Central y Caribe. Surgen
durante esa etapa nuevos barrios como El Cerro o El Vedado, donde se concentraría la nueva
burguesía habanera; mientras, las zonas antiguas de la ciudad se convertirían en áreas de
casa de inquilinato y ciudadelas. No es hasta la década de 1950 que comienza a configurarse
la actual forma de la capital, producto de la aparición del concepto especulativo de propiedad
horizontal así como el establecimiento de centros y subcentros urbanos a lo largo de ese siglo.
El triunfo de la Revolución cubana y la aplicación de proyectos de transformación nacional
trajeron consigo el aumento de la emigración hacia las urbes, provocando el boom
demográfico en La Habana, y con ello su expansión, esta vez hacia las zonas del este y el sur.
Su patrimonio histórico, arquitectónico y sobre todo cultural, expresado en la fusión entre
europeos, africanos y aborígenes en un inicio, junto a otros componentes étnicos y culturales
más contemporáneos, convierten a la ciudad en una importante receptora de turismo
internacional y en el centro de la vida nacional. Su centro histórico, declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1982,8 es hoy uno de conjuntos arquitectónicos mejor
conservados de América Latina. Entre sus monumentos más representativos se encuentran
la Catedral de La Habana, la Plaza de Armas, el Castillo del Morro, el Museo de la Revolución,
el Palacio Nacional de Bellas Artes, el Gran Teatro de La Habana, el Capitolio, la Plaza de la
Revolución y el Malecón, quizás el símbolo más reconocido a nivel internacional de la ciudad.
Índice

 1Toponimia
 2Historia
o 2.1Fundación
o 2.2Siglos XVI al XVIII
o 2.3Siglos XIX y XX
 3Geografía
o 3.1Bahía de La Habana
 4Clima
 5Demografía
 6Economía
o 6.1Turismo
 7Organización territorial
 8Arquitectura
o 8.1Colonial española y barroca
o 8.2Neoclásica
o 8.3Art nouveau, art déco y ecléctica
o 8.4El Movimiento Moderno
o 8.5Segunda mitad del siglo XX e inicios del siglo XXI
 9Cultura
 10Patrimonio
o 10.1Instituciones
 11Infraestructura
o 11.1Aeropuertos
o 11.2Autobuses
 11.2.1Red Principal
 11.2.2Red Alimentadora
o 11.3Ómnibus interprovinciales
o 11.4Red vial
o 11.5Sistemas de taxis
o 11.6Puerto
o 11.7Trenes
 12Personajes destacados
 13Ciudades hermanadas
 14Véase también
 15Referencias
 16Enlaces externos

Toponimia[editar]
Aunque hay varias hipótesis sobre el origen indígena de esta designación, la más aceptada
sugiere que el nombre de la villa se deriva del taíno Habaguanex, un cacique taíno que
controlaba la zona de su primer asentamiento.9 Otras versiones consideran que proviene de
una corrupción de la palabra taína sabana, pronunciada en el dialecto de los arahuacos
occidentales cubanos como jabana la cual pasó al español actual con su significado original.
Aparentemente así denominaban los aborígenes a la comarca del sur de La Habana y
Matanzas, que es una gran llanura. Otra tesis menos probable plantea que viene de haven,
que significa ‘puerto’ o ‘fondeadero’ en las lenguas germánicas. También se dice que proviene
de la palabra aruaca abana, que quería decir ‘ella está loca’; haciendo referencia a la leyenda
de una india llamada Guara.
Durante cerca de trescientos años, la ortografía más común fue Havana con v —o, en su
defecto, Hauana—, mientras que Habana con b empezó a usarse comúnmente en Cuba a
partir de 1798 y de manera exclusiva a partir de 1821.10 La forma Abana aparece también en
algunos documentos del siglo XVIII.10 Bartolomé de las Casas en su Brevísima relación de la
destrucción de las Indias escribe Hauana tanto en español como en
latín. Hauana y Havana son las grafías principales halladas en los libros del cabildo de la
ciudad entre 1554 y 1693 salvo contadas excepciones.10 El uso de la palabra Habana con b se
generaliza en documentos de la Corte Real Española a partir de 1743, mientras prevalece la
grafía Havana en Cuba.10 A partir de 1798, coexisten en Cuba tanto Havana como Habana,
hasta que en las primeras décadas del siglo XIX desaparece por completo la antigua
grafía Havana.10

Historia[editar]
Fundación[editar]

El Templete, lugar donde se celebró el primer cabildo de la villa de La Habana.

La Habana fue la sexta ciudad fundada por la Corona Española en la isla de Cuba, llamada
San Cristóbal de la Habana, tal vez porque el santo era el patrón de los navegantes, y La
Habana, como toponímico indígena. En la Plaza de Armas, que fue en la época colonial
española el centro de la vida oficial y pública de la ciudad, se alza un monumento llamado El
Templete, que conmemora la fundación de la villa en ese lugar en 1519 por un grupo de
españoles capitaneado por el toledano Juan de Rojas Manrique, emparentado con el rey
Fernando el Católico.11 En su columna conmemorativa hay una inscripción en latín, casi
borrada, que traducimos como sigue:
Fundóse la villa (hoy ciudad) de La Habana el año de 1515, y al mudarse de su primitivo
asiento a la ribera de este puerto el de 1519, es tradición que en este sitio se halló una
frondosa ceiba bajo de la cual se celebró la primera misa y cabildo: permaneció hasta el de
1753 que se esterilizó. Y para perpetuar la memoria, gobernando las Españas nuestro católico
Monarca el señor Dn. Fernando VI, mandó erigir este padrón el señor Mariscal de Campo
Dn. Francisco Cagigal de la Vega, del orden de Santiago, Gobernador y Capitán General de
esta Isla, siendo Procurador General Doctor Dn. Manuel Phelipe de Arango. Año de 1754.
Allí, bajo una ceiba, se celebró la primera misa y el Cabildo recibió la guarda y custodia de los
fueros y privilegios de la villa de La Habana, según costumbre y usanza de las leyes de
Castilla. La columna conmemorativa fue erigida por el gobernador Francisco Cagigal de la
Vega en 1754, cuando la ceiba no pudo sostenerse más.12
No obstante, antes de la fundación de La Habana en su emplazamiento actual, la ciudad tuvo,
entre 1514 y 1519, por lo menos dos asentamientos distintos: el original de 1514, que según
uno de los primeros mapas de Cuba (Paolo Forlano, 1564) se encontraba en la
desembocadura del río Onicaxinal cerca de la playa Mayabeque, en la costa sur de Cuba y
otro asentamiento en La Chorrera, junto al río Almendares, que los indios llamaban
Casiguaguas, donde los fundadores trataron de represar las aguas. Aún se conservan los
muros de contención de esa obra hidráulica, la más antigua del Caribe.13

Siglos XVI al XVIII[editar]


La Habana resurgió en varias ocasiones de los escombros y cenizas a que la reducían de
cuando en cuando los piratas y corsarios franceses durante la primera mitad del siglo XVI,
hasta que en 1561 la Corona dispone que la villa sea el lugar de concentración de las naves
españolas procedentes de la colonias americanas antes de cruzar juntas el océano, lo que se
conoció como Flota de Indias. A ese fin, se construyen defensas militares a la entrada de la
bahía de La Habana y en sitios estratégicos, con lo que la ciudad pasa a ser la mejor
defendida del Nuevo Mundo.
Oro y plata, lana de alpaca de Los Andes, esmeraldas de Colombia, caobas de Cuba
y Guatemala, cueros de la Guajira, especias, palo de tinte de Campeche, maíz, patatas,
mandioca y cacao son las materias primas que llegan en los veleros al puerto mejor protegido
de América, entre marzo y agosto, para formar los grandes convoyes que, custodiados por las
naves militares, parten en días señalados rumbo a España.
Con ellos, miles de marinos, funcionarios, colonos, comerciantes, aventureros llegan a la
incipiente ciudad, que crece desde el puerto a ritmo vertiginoso.

Óleo del puerto de La Habana (1665).

El 20 de diciembre de 1592, Felipe II confiere a La Habana el título de ciudad, veintinueve


años después de que el gobernador de Cuba trasladara a ella su residencia oficial
desde Santiago de Cuba, sede hasta entonces del gobierno de la isla.14
La importancia estratégica de La Habana y las riquezas que a ella llegan y de ella parten la
convierten en codiciado objetivo de piratas y galeones con patente de corso de las potencias
enemigas de la Corona Española.
Mapa alemán de La Habana, datado en 1888.

La Habana se fortifica durante el siglo XVII por mandato de los reyes que la suscriben como
«Llave del Nuevo Mundo y Antemural de las Indias Occidentales». Al mismo tiempo, se edifica
con los materiales más abundantes de la isla, entre ellos las maderas, que proporcionan a la
arquitectura de la época un encanto peculiar en combinación con los estilos llegados de
la península ibérica y, muy profusamente, de las islas Canarias.15
En 1649 una epidemia de peste llegada de Cartagena de Indias, en Colombia, extermina a
una tercera parte de la población habanera. El 30 de noviembre de 1665, la reina
doña Mariana de Austria, viuda de Felipe IV, ratifica el escudo antiguo de Cuba, que tenía
como símbolos heráldicos los tres primeros castillos de la ciudad: el de la Real Fuerza, el
de los Tres Santos Reyes del Morro y el de San Salvador de la Punta, como tres torres de
plata sobre campo azul. Se añade al conjunto una llave de oro que simbolizaba el título de
«Llave del Nuevo Mundo», con el que ya se conocía la ciudad.16
Durante el siglo XVII La Habana se engrandece con construcciones monumentales civiles y
religiosas. Se erige el convento de San Agustín, se concluye el castillo de El Morro, y se
construyen la ermita del Humilladero, la fuente de la Dorotea de la Luna en La Chorrera, la
iglesia del Santo Ángel Custodio, el hospital de San Lázaro, el monasterio de Santa Teresa y
el convento de San Felipe Neri. En 1728 se funda la Real y Pontificia Universidad de San
Jerónimo en el convento de San Juan de Letrán.15

Entrada de la flota británica a La Habana en 1772 (óleo de 1775)

A mediados del siglo XVIII, La Habana tiene más de 70 000 habitantes. El 6 de junio de 1762,
al alba, apareció una impresionante armada británica, con más de 50 navíos y 14 000
hombres. Para tomar la ciudad, los ingleses tuvieron que rendir el Castillo del Morro,
defendido por una decidida guarnición al frente del capitán de navío Luis Vicente de Velasco e
Isla y el marqués Vicente Gómez. La Habana cayó tras dos meses de sitio. Al tomar posesión
de la ciudad, los ingleses también capturaron la flota española que había quedado atrapada
en la bahía de La Habana, compuesta por nueve barcos de línea de 74 y 64 cañones, además
de 25 barcos mercantes cargados con todo tipo de provisiones, tres millones de pesos
pertenecientes a la Compañía Real y grandes cantidades de provisiones almacenadas en la
ciudad. Sir George Keppel la gobernó durante once meses, hasta mediados de 1763, fecha en
la que los británicos devolvieron La Habana a los españoles, a cambio de la Florida. A ese
período se remontan las libertades de comercio y de culto.
En 1763 se comenzó la construcción de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la mayor de
las construidas por España en el Nuevo Mundo, que apuntaló el sistema defensivo de La
Habana tras la ocupación inglesa. Las obras se prolongaron por más de once años y tuvieron
un costo tan enorme para su tiempo que se dice que Carlos III, rey de España se asomó a la
ventana de su palacio con un catalejo para que le indicaran donde se encontraba tan cara
construcción. Su posición privilegiada la convertía en un bastión inexpugnable. Contaba con
un elevado número de cañones fundidos en Barcelona en el siglo XVIII, que siguen guardando
simbólicamente la entrada de la bahía de La Habana.15
En 1774 se realiza el primer censo oficial de Cuba: 171 670 habitantes, de los cuales 44 333
son esclavos. Entre 1789 y 1790 se divide la diócesis de Cuba: se erige en catedral la Iglesia
Mayor de La Habana mientras que la antigua mitra permanece en Santiago de Cuba. Seis
años más tarde, el 15 de enero de 1796, llegan a La Habana los restos de Cristóbal
Colón procedentes de Santo Domingo.17

Antiguo hotel Habana Hilton, posteriormente llamado Hotel Habana Libre, situado en la esquina más
céntrica del Vedado.

Siglos XIX y XX[editar]


El siglo XIX se abre con la llegada a La Habana de Alexander von Humboldt, quien queda
impresionado por la vitalidad del puerto habanero. En el año 1837 se inaugura el primer tramo
de ferrocarril, de 51 km, entre La Habana y Güines, que se usa para el transporte de azúcar
desde el valle de Güines hasta el puerto de la ciudad. Dicho tramo de 27,2 km se completó en
el pueblo de Bejucal y al año siguiente la línea llegó hasta Güines. Con ello España se
convierte indirectamente en el quinto país del mundo en tener ferrocarril (ya que Cuba
pertenecía por aquel entonces a España). Cuba fue así el primer territorio de habla española y
de Latinoamérica en contar con ese medio de transporte.
A lo largo del siglo, La Haban

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