DERECHO SOCIAL Clase 1 - Introduccion A La Materia
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INTRODUCCIÓN A LA MATERIA.
Las diferentes definiciones de “Derecho Social” aportadas por los autores prestan
coincidencias en cuanto a ciertas particularidades, por ejemplo, en torno a la condición de
prestación dependiente del sujeto trabajador, personal e intransferible, a la índole de
ajenidad a esa actividad –en tanto es realizada para y por cuenta de otro-, y al tipo
oneroso que ese trabajo tiene. Queda sentado también que ese trabajo es libre
voluntario, entendiendo que la referencia a esa libertad debe ser precisada en cuanto a su
significación, teniendo en cuenta los efectos de las condiciones impuestas por la
confrontación social.
Los seres humanos deben ejercer esfuerzo para obtener la satisfacción del
conjunto de sus necesidades. Tal como se encuentra organizada la sociedad humana, los
medios para la vida no están a disposición inmediata de los hombres sino que éstos han
de procurárselos por la realización de una actividad propia y personal. Históricamente se
ha producido en estas formaciones sociales una desigualdad interna de sus miembros,
donde quienes tengan la fuerza de imposición determinarán la situación de cada individuo
en relación a la totalidad grupal. Es en la manera de territorializar esas ubicaciones donde
los seres humanos expanden, acotan o suprimen su libertad.
La Revolución Industrial estalló entre 1780 y 1790, implicando que por primera
vez en la historia humana, se liberó de sus cadenas al poder productivo de las sociedades
humanas, que desde entonces se hicieron capaces de una constante multiplicación de
hombres, bienes y servicios. Esto es lo que ahora se denomina “despegue (take off) hacia
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el crecimiento autosostenido”. Ninguna sociedad había sido capaz de romper los muros
que se imponían periódicamente a la producción. Este take off fue, probablemente, el
acontecimiento más importante de la historia del mundo. Y si empezó con el take off,
puede afirmarse que concluyó con la construcción del ferrocarril y la creación de una
fuente de industria pesada en Inglaterra.
Industrial, y una expansión lo suficientemente rápida como ara requerir esa revolución.
Pero, por fortuna, también ofrecía las demás condiciones que la hacían posible. Los
nuevos inventos que lo revolucionaron –por ejemplo, la máquina de hilar- eran
relativamente sencillos y baratos y compensaban enseguida sus gastos de instalación con
una altísima producción.
Después de 1815, las ventajas se vieron cada vez más neutralizadas por la
reducción del margen de ganancias. La Revolución Industrial y la competencia causaron
una constante y dramática caída en el precio del artículo terminado, pero no en los
diferentes costos de producción. La industria se veía obligada a mecanizarse a
racionalizarse y a aumentar su producción y sus ventas, sustituyendo por un volumen de
pequeños beneficios por unidad la desaparición de los grandes márgenes.
Ninguna economía industrial puede desenvolverse más allá de cierto punto hasta
que posee una adecuada capacidad de bienes de producción. Pero también es evidente
que, en las condiciones de la empresa privada, la inversión de capital necesario para ese
desarrollo no puede hacerse fácilmente, por las mismas razones que la industrialización
del algodón o de otras mercancías de mayor consumo. El problema es, sencillamente,
cómo encontrar con rapidez buenos y vastos mercados al alcance de los fabricantes.
fuerza y la velocidad de la nueva época. Desde un punto de vista económico, su gran coste
era su principal ventaja. Su capacidad para abrir caminos hacia países separados del
comercio mundial por el alto precio de los transportes, el gran aumento de velocidad y el
volumen de las comunicaciones terrestres iban a ser, a la larga, de la mayor importancia.
Los ferrocarriles generaron gran inversión, lo que logró resolver virtualmente y de una vez
todos los problemas del crecimiento económico.
El primer factor que hubo de movilizarse y desplegarse fue el trabajo, pues una
economía industrial significa una violenta y proporcionada disminución en la población
agrícola y un aumento paralelo en la no agrícola. Lo cual implica un brusco aumento en el
suministro de alimentos, principalmente agrarios, lo cual implica en sí una “revolución
agrícola”. En términos de productividad económica, la transformación social fue un éxito;
en términos de sufrimiento humano, una tragedia, aumentada por la depresión agrícola.
Pero desde el punto de vista de la industrialización también tuvo consecuencias
deseables, pues una economía industrial necesita trabajadores. El afán de liberarse de la
injusticia económica y social era el estímulo más efectivo, al que se añadían los altos
salarios en dinero y la mayor libertad de las ciudades.