Este documento habla sobre cómo Jesús nos libera de la culpa y el pasado. Explica que Jesús perdona nuestros pecados y nos limpia de toda culpa, y que debemos dejar atrás nuestra vieja forma de vivir y dirigirnos a una nueva vida en Cristo. También describe cómo antes de conocer a Cristo vivíamos de acuerdo a los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa, pero que en Cristo somos nuevas criaturas libres para seguirle a él.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
103 vistas2 páginas
Este documento habla sobre cómo Jesús nos libera de la culpa y el pasado. Explica que Jesús perdona nuestros pecados y nos limpia de toda culpa, y que debemos dejar atrás nuestra vieja forma de vivir y dirigirnos a una nueva vida en Cristo. También describe cómo antes de conocer a Cristo vivíamos de acuerdo a los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa, pero que en Cristo somos nuevas criaturas libres para seguirle a él.
Este documento habla sobre cómo Jesús nos libera de la culpa y el pasado. Explica que Jesús perdona nuestros pecados y nos limpia de toda culpa, y que debemos dejar atrás nuestra vieja forma de vivir y dirigirnos a una nueva vida en Cristo. También describe cómo antes de conocer a Cristo vivíamos de acuerdo a los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa, pero que en Cristo somos nuevas criaturas libres para seguirle a él.
Este documento habla sobre cómo Jesús nos libera de la culpa y el pasado. Explica que Jesús perdona nuestros pecados y nos limpia de toda culpa, y que debemos dejar atrás nuestra vieja forma de vivir y dirigirnos a una nueva vida en Cristo. También describe cómo antes de conocer a Cristo vivíamos de acuerdo a los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa, pero que en Cristo somos nuevas criaturas libres para seguirle a él.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2
IGLESIA LOS HECHOS DE LA BIBLIA ABIERTA GRAN SABANA
PRÉDICAS DE ENCUENTROS
jornalera. Cuando el padre lo vio lo recibió lleno de misericordia,
recordándole su dignidad de hijo y restaurándolo en su posición; mandó a vestirlo espléndidamente y ordenó a los jornaleros servirlo y hacerle una LIBRE DE CULPA gran fiesta, dejando claro a su hijo que le extendía su perdón y que su pecado no había disminuido su amor hacia él (Lucas 15.11-32). Qué es la culpa La mujer con flujo de sangre nos presenta otro ejemplo de la gracia de Dios para librarnos de toda la culpa. Esta era una mujer enferma por 12 El Señor no solo perdona nuestros pecados sino que nos libra de la culpa años, que al oír hablar de Jesús de le acercó a tocarle el manto, creyendo de haberlos cometido. La culpa es el sentimiento de haber fallado, el cual que sería sana. En aquellos tiempos una mujer con flujo de sangre no nos acusa del mal, condenándonos por nuestras acciones. podía tocar ni acercarse a un hombre, pues lo hacía impuro; las leyes y las costumbres eran bien rígidas, y las mujeres que lo hacían eran “... he aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu rechazadas y hasta apedreadas. Pero ella fue valiente y creyó en el poder pecado”. Esto fue lo que escuchó el profeta Isaías al confesar que era y la misericordia de Dios y fue sana. Jesús al saberlo preguntó quien la inmundo de labios. Como profeta, a través de su boca había hablado había tocado, pues de no hacerlo aquella mujer, aunque sana, hubiera varias veces la palabra de Dios. Pero también había pecado con ella. quedado con la culpa de haber hecho algo prohibido. Al descubrirse, Cuando Dios se le reveló sintió culpa por su pecado, y Dios, lleno de amor Jesús declaró públicamente que era salva por su fe, dejando claro que no y misericordia, no sólo limpió su pecado, sino que también le quitó el la culpaba por lo hecho. Tocar el manto sanó a aquella mujer, pero la peso de la condenación de la culpa. (Isaías 6.1-7) atención de Jesús la liberó de la culpa Jesús nos libra de la culpa
Un ejemplo de la libertad de la culpa que Jesús nos ofrece se nos relata
en el pasaje de la mujer adúltera. Esta era una mujer que los fariseos llevaron ante Jesús tras de haberla descubierto en el acto de pecar, preguntándole al Señor si debían o no apedrearla. Ante la insistencia, Jesús dijo que aquel que no tuviera pecado fuera el primero en tirar la piedra, y aquellos, acusados por su conciencia y no estando libres de culpa, abandonaron el lugar. Quedaron Jesús y aquella mujer solos, y el Señor, el único libre de pecado entre ellos, dijo a la mujer que él no la condenaba (Juan 8.1-11). La actitud y las palabras de Jesús revelaban su prósito de perdonarle el pecado y librarla de toda culpa.
La Biblia nos enseña que Jesús vino a salvar al mundo, no a condenarlo
(Juan 3.16-17), y que por su sangre nos limpió la conciencia de toda culpa (Hebreos 9.14).
Otro ejemplo de lo que el Padre hace por limpiarnos la culpa es el relato
del hijo pródigo. Después de vivir perdidamente y malgastar los bienes, el hijo se arrepintió y decidió regresar a la casa de su padre, pensando que había perdido su posición de hijo y que ahora le correspondía ser un IGLESIA LOS HECHOS DE LA BIBLIA ABIERTA GRAN SABANA PRÉDICAS DE ENCUENTROS
Esta vieja naturaleza nos ha llevado a pecar, trayendo con elo
condenación al mundo. (Gálatas 5.19-21) LIBRE DEL PASADO Despojándonos del viejo hombre El arrepentimiento de nuestros pecados nos lleva a un cambio real de Efesios 4.22-24 dice: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos vida. Como Dios perdonó nuestros pecados y nos libró de culpa, ahora del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y debemos ser responsables y vivir una nueva vida, apartándonos del renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, pecado, del mundo y del diablo. Ahora debemos cambiar nuestra forma creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad” (también de pensar, de sentir y de actuar. Debemos dejar atrás nuestra pasada Colosenses 3.5-10). Esta renovación implica tanto una decisión como un manera de vivir y dirigirnos a una nueva vida. proceso. Es una decisión absoluta y radical por la cual nos entregamos por completo al Señor, como un proceso de renovación y aprendizaje en Somos nuevos en Cristo el cual se va formando el carácter de Cristo en ti. Somos nuevas criaturas en Cristo, él nos ha dado la capacidad de ser En Cristo fuimos muertos al pecado, pues “nuestro viejo hombre fue hechos hijos suyos. Al nacer de nuevo en Cristo, todas ;las cosas pasadas crucificado juntamente con él” (Romanos 6.6), de tal forma que ya no quedaron atrás y todas son hechas nuevas. No debemos más obedezcamos a los deseos pecaminosos. Ahora el Espíritu habita en encadenarnos o enredarnos en nuestro pasado, pues todo eso ya pasó y nosotros, guiándonos en la voluntad de Dios y dándonos las fuerzas para en Cristo somos hechos nuevos, y podemos vivir esa nueva vida en obedecerle. Pero debemos seguirle a él y no a los deseos de la vieja plenitud. Nosotros ya no podemos hacer nada por lo que nos sucedió en naturaleza, tal como dice Gálatas 5.16. el pasado, por lo que no debemos permitir al diablo atormentarnos con éste. Cristo nos sana y nos perdona, y además nos libera para vivir completamente libres de lo que sucedió. Somos nuevos en Cristo (2da Corintios 5.17).
Los deseos de la vieja naturaleza
Al nacer todo hombre trae una naturaleza pecaminosa, una identidad
errónea y unas inclinaciones engañosas. Heredamos en nuestro ser la naturaleza pecaminosa de Adán la cual nos lleva de continuo a hacer el mal, las obras que son contrarias a la voluntad de Dios. (Efesios 2.1-3)
Antes de conocer a Cristo vivíamos para satisfacer los deseos naturales y
las pasiones de la carne y de la mente. Esto no implica calificativos morales de esas malas acciones, sino más bien una naturaleza pecadora. Según Efesios 4.17-19, aquellos que están alejados de Cristo andan en la vanidad de su mente con un entendimiento lleno de tinieblas, alejados de la presencia y las bendiciones de Dios, en ignorancia y dureza en su corazón; esto nos llevó a entregarnos a una vida pecaminosa, entregados a impurezas desagradables a Dios.