Resumen Del Libro La Ciudad Antigua

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RESUMEN CIUDAD ANTIGUA

Libro II

Capítulo 1: La familia: La religión ha sido el principio constitutivo de la familia antigua:


En este capítulo se hace mención en que la familia antigua romana no forzosamente se basaba en
el vínculo sanguíneo o sentimental con los hijos para las leyes de sucesión sino que
fundamentalmente se basaba en la religión del hogar y de los antepasados. La familia antigua es
una asociación religiosa más que una asociación natural.

Capítulo 2 El Matrimonio
El matrimonio es probablemente la primera institución religiosa doméstica. Para casarse las dos
familias tenían que vivir una a lado de la otra y constaba de ciertos pasos para llevar a cabo dicha
celebración: Traditio: Que es cuando la joven abandona el hogar paterno y solo su padre tenía la
autoridad para desligarla. Deductio in domum se conduce a la joven a la casa del esposo. Va
velada, lleva una corona, y una antorcha nupcial precede al cortejo. Conjarreatio El cortejo se
detiene ante la casa del marido donde alrededor se encuentran los antepasados junto al fuego
sagrado y ambos ofrecen un sacrificio, hacen la libación, pronuncian juntos algunas oraciones y
comen juntos una torta de flor de harina.

Capítulo 3 De la continuidad de la familia: prohibición del celibato, divorcio en caso de esterilidad,


desigualdad hijo e hija. Cada padre tenía un interés en dejar un hijo tras sí, convencido de que se
trataba de su inmortalidad dichosa, también era un deber con relación de los antepasados. Las
leyes de Manú llamaban al hijo primogénito el que ha sido engendrado para el cumplimiento del
deber. El celibato debía ser una desgracia ya que el celibatario ponía en peligro la de dicha de los
manes de su familia ya que no podía recibir ningún culto tras su muerte ni sus descendientes.

Un hijo debía engendrarse en un matrimonio religioso, porque el bastardo (spurius) no podía


desempeñar el papel que la religión asignaba al hijo. El matrimonio era obligatorio y si el
matrimonio solo había sido concertado para perpetuar la especie parece justo que se disuelva si
la mujer era estéril y es posible que haya sido una obligación. El nacimiento de una hija no hacia el
objeto del matrimonio aunque podía continuar con un culto ya que al casarse renunciaba a su
familia y al culto de su padre y pertenecía al de su marido pero la familia solo continuaba como el
culto por los varones.

Capítulo 4 De la adopción y emancipación


Adoptar a un hijo era velar por la perpetuidad de la religión doméstica, por la salud del hogar, por
la continuación de las ofrendas fúnebres, el reposo de los manes de los antepasados. Teniendo la
adopción solo en la necesidad de prevenir que el culto se extinguiese. Cuando se unía a su nueva
familia se decía del in sacra transiit por eso mismo se renunciaba al culto de su antigua familia.
Por tanto la adopción tenía como consecuencia la emancipación ya que para ser adoptado por una
nueva familia tenía deslindarse de su antigua familia a esto se le llamaba sacrorum detestatio.

Capítulo 5: Del parentesco aquellos que los romanos llamaban agnación


El principio de parentesco no radicaba en el nacimiento sino en el culto. En el parentesco se tienen
seis ascendientes y si dos hombres tienen en común un ascendiente son parientes. La agnación es
la religión doméstica. La regla para la agnación era la misma que para el culto. La agnación no se
diferenciaba del parentesco.

Capítulo 6 Derecho de propiedad


La idea de propiedad privada estaba implicada en la religión cada familia tenía su hogar y sus
antepasados. Y la familia por deber y por religión permanece siempre agrupada alrededor de su
altar, se fija el suelo como el altar mismo. En Roma el hogar permanecía en mitad del recinto,
pero el edificio se elevaba alrededor de sus cuatro ángulos, de manera que lo encerrase en el
centro de un pequeño patio. En la casa es propietaria la divinidad domestica que le asegura su
derecho. También una parte muy importante dentro de la propiedad es la tumba donde
descansaban sus muertos y se acostumbraba enterrarlos en el campo de cada familia. La ley de las
doce tablas dejaba a la tumba un carácter inalienable, se lo quito al campo. Enseguida se permitió
dividir la tierra entre los hermanos y se podía vender pero solo en presencia del libripens y los
ritos simbólicos de la mancipatio.

Capítulo 7 El derecho de sucesión


Esto se introduce con que el derecho de propiedad debe de seguir aun con la muerte del individuo
que este como el pateramilia. El padre no tiene la necesidad de hacer testamento ya que el hijo ya
es copropietario y pleno de derecho cuando muere el padre es simplemente la continuación del
patrimonio morte parentis continuatur dominium. En las Institutas de Justiniano solo se recuerda
a la hija como una figura más en el número de herederos y solo se supone que se le heredaba si
estaba bajo la potestad del padre porque si estaba casada ya no tenía culto con el padre. Y dado
el caso de que el hombre muriera sin hijos se tenía que buscar al continuador de su culto. Las
doce tablas mencionaban también si un hombre moría sin heredero la sucesión pertenecía al
próximo agnado. Y en caso de la emancipación y de la adopción el hijo emancipado no heredaba
de su familia natural sino de su familia adoptante. El testar no estaba permitido a menos que el
testador mientas viva tenia q hacer público y a pleno día asumir que desheredaba y tenía ser
autorizado por la autoridad. En roma no se encontró ninguna ley que mencione la primogenitura.

Capítulo 8 La autoridad en la familia


Una familia se compone por el padre, la madre, los hijos y los esclavos y hay disciplina entre ellos y
en grado superior del padre está la religión domestica conocida mejor como Lar familiae pater.
Esta es la que fija los rangos de la familia y el primero es el padre junto al hogar lleva a cabo cultos
religiosos y cuando muera se convertirá en un ente divino. La esposa no tiene un rango tan
elevado ya que ella adquiere el culto a través de su marido no tanto por el nacimiento y es más
considerada como un miembro de su esposo. El hijo bastante alto ayudando a su padre en sus
santas funciones y los hijos permanecen al hogar del padre y el hijo no podía alimentar un lugar
mientras el padre viva y aunque este casado y tenga hijos. El hijo que nacía en concubinato no
estaba bajo la autoridad del padre. Los derechos del poder paternal:
1. El jefe supremo de la religión domestica
2. Derecho de repudiar a la mujer
3. Derecho de casar a la hija
4. Derecho de emancipar
5. Derecho de designar en vísperas de morir un tutor

Tanto la mujer como el hijo no poseían nada inclusive la mujer no podía comparecer ante la
justicia ni si quiera como testigo.

Capítulo 9: La antigua moral de la familia


La moral era meramente al principio domestica como la religión. Se traza al hombre con una
precisión admirable con el deber de cumplir con su familia y las ideas de falta de castigo, expiación
proceden precisamente de esta idea de moral. Es un sentimiento natural que deriva de de deberes
rigurosos cuyo olvido implicaría consecuencias gravísimas. La moral la manifestación de los
deberes, claros, precisos, imperiosos pero encerrados en un círculo restringido.

Capítulo 10: La gens en Roma


La gens forma una constitución perfectamente aristocrática, gracias a su organización interior, los
patricios. Cada gens en roma tenía un culto especial: el día, el lugar, los ritos estaban prescitos en
su religión particular. El culto se tenía que realizar generación tras generación. El antiguo
Derecho romano considera a los miembros de la misma gens aptos para heredarse. Las doce
tablas decían que a falta de herederos el gentilis es el heredero natural. Cada gens tenía un jefe
que era a la vez su juez, su sacerdote y su comandante militar. La gens se puede referir a la
similitud de nombres o la relación que ejerce el patronato y otras familias que son sus clientes. La
verdadera significación de la familia es propiedad por eso las doce tablas dicen familiam nancitor
que es quien recibe la sucesión.

Era costumbre que en roma los patricios llevaran 3 nombres.


Resultando de todo esto que la gens no era la unión de varias familias sino que eran una sola con
numerosas ramas. Podemos darnos cuenta que los esclavos y la clientela no son más que una
extensión de la gens ya que ellos forman parte estando bajo la tutela del paterfamilias.

Conclusión
Desde mi punto de vista el libro es muy repetitivo y creo que la familia romana estaba constituida
de una forma muy machista en todo aspecto desde que solo el padre podía llevar acabo el culto
religioso y que el único que podía continuar con este legado era su hijo y principalmente muy
religiosa la familia romana con la forma de venerar a sus antepasados que ocupaban el lugar de
dioses domésticos aunque predominando en machismo porque a los paterfamilias es a lo que se
van a recordar en esa forma.

LIBRO III

Capítulo I: *La fratria y la curia; la tribu: La religión de la fratria, como la de la familia no se


transmite como la de la sangre. Presentando al joven ateniense a la fratria por su padre, el cual
juraba que era hijo suyo. Cada fratria o curia tenía un jefe, curion o fratriarca, cuya principal
función era recibir los sacrificios, por más que en su origen caso tendría otras más extensas. La
fratria tenía sus asamblea, su tribunal y facultad dictar decretos, la asociación continua creciendo
naturalmente y del mismo modo, agrupándose muchas curias o fratrias y formando una tribu.

Capitulo II *Nuevas creencias religiosas: Examinando las creencias más antiguas de los pueblos,
hemos encontrado una religión que tenía por objeto los antepasados y como símbolo el hogar,
siendo la que construyo la familia y estableció las primera leyes; pero esta raza tubo también en
todas sus ramas otra religión, cuyas principales figuras fueron Zeus, Hera, Atina, Juno, ósea, la
religión del Olimpo helénico y del capitolio romano de estas dos religiones, la primera tomaba sus
dioses del alma humana; la segunda, de la naturaleza física. Y el hombre de los primeros tiempos
se encontraba constantemente en presencia de la naturaleza.

Capitulo III Formándose la ciudad La tribu, así como la familia y la fratria, estaba constituida para
ser un cuerpo independiente, puesto que tenía un culto especial de que se excluida a los extraños.
Una vez formada, no podía admitirse en ella una nueva familia, ni dos tribus podían refundirse en
una sola, porque la religión no lo permitía. La ciudad fue confederación de grupos constituidos
antes que ella y la sociedad no se desarrolló si no a medida que la religión se fue ensanchando. La
creencia es la que ejerce más poder sobre el alma y esta es obra de nuestra imaginación.

Capitulo IV La población Ciudad y población no eran palabras sinónimas entre los antiguos. La
ciudad era la asociación religiosa y política de las familias y tribus; la población era el sitio de
reunión, el domicilio y sobre todo, el santuario de esta asociación. Una población se formaba entre
los antiguos no por el aumento insensible y lento del número de hombres y de edificios sino de un
golpe, toda entera, en un día. Pero era preciso que antes estuviera constituida la ciudad.

Capítulo V *Culto del fundador: Fundador era el hombre que celebraba el acto religioso sin el cual
no podía existir una población, el que colocaba el hogar en el que debía arder eternamente el
fuego sagrado, y el que con sus preces y ritos llamaba a los dioses y les hacía fijar para siempre su
morada en la nueva población. Fácil era concebir el respeto que debía tributarse a aquel hombre
sagrado.
14. Capítulo VI *Los dioses de la ciudad: Entre los antiguos, el culto era lo que formaba el lazo que
unía toda sociedad. Así como el altar domestico tenia agrupados a su alrededor los miembros de
una familia, la ciudad, a su vez, era la reunión de los que tenían los mismos dioses protectores, y
celebraban los cantos religiosos en el mismo altar. Este se hallaba encerrado en el recinto de un
edificio que los griegos llamaban pritanio y los romanos, templo de Vesta y además de estos dioses
los hombres creían en los dioses del Olimpo.

Capitulo VII * Religión de la ciudad: La principal ceremonia de culto en la ciudad fue también un
banquete de igual naturaleza que debía celebrarse en común por todos los ciudadanos y en honor
de las divinidades protectoras .el antiguo uso de los banquetes es muy común en las antiguas
generaciones. Todo lo que se había consagrado daba lugar a una fiesta .había la del recinto de la
población, amburbalia, la de los límites del territorio, ambarvalia.
Una de las ceremonias más importante de la ciudad era la que tenía el nombre de purificación.
Capitulo VIII *Los rituales y los anales: La palabra religión no tenía el significado que hoy tiene para
nosotros, que entendemos por ella un cuerpo de dogmas, una doctrina sobre Dios, un símbolo de
fe sobre los misterios que están en nosotros y en nuestro lado, cuando para los antiguos la misma
palabra significaba; ritos, ceremonias, actos de culto externo. La religión, era un lazo material, una
cadena que tenía esclavo al hombre; él se la había formado y por ella dirigía su vida; tenía miedo y
no se atrevía a razonar, ni a discutir, ni a mirar de frente. Los anales eran documentos escritos y
autenticados.

Capitulo IX Gobierno de la ciudad; Rey. Las instituciones políticas de la ciudad nacieron con la
misma ciudad y en el mismo día, y cada miembro de ellas las llevaba consigo, porque se hallaba su
germen en las creencias y en la religión de cada individuo. el hogar domestico tenía un gran
sacerdote, que era el padre de familia; el hogar de la curia, su curion o fratriarca, y cada tribu, su
jefe religioso, al cual llamaban los atenienses: rey de la tribu. La religión de la ciudad debía tener
también su sacerdote supremo. Este sacerdote de hogar público llevaba el nombre de rey.

Capitulo X * El magistrado Con la monarquía no ceso la confusión de la autoridad política y del


sacerdocio de un mismo personaje, porque la revolución, que estableció el régimen republicano,
no separo ambas funciones, cuya unión parecía muy natural y era entonces la ley básica de la
sociedad humana. El magistrado que remplazo al rey fue, como el, sacerdote al mismo tiempo que
jefe político. Algunas veces llevaba este magistrado temporal el sagrado título de rey, y por otra
parte el nombre de pritano, que le conservaron, indicaba su principal función.

Capitulo XI *la ley:


Entre los griegos y los romanos, así como entre los indios, la ley formo desde el principio parte de
su religión, siendo los antiguos códigos de las ciudades una colección de ritos de prescripciones
litúrgicas, de preces, y al mismo tiempo de disposiciones legislativas, y hallándose, por
consiguiente allí contenidas de reglas del derecho de propiedad y del de sucesión mezcladas con la
de los sacrificios, de la sepultura y del culto de los muertos. El código de la doce tablas, aunque
más reciente, contenta también prescripciones minuciosas sobre los ritos religiosos de la
sepultura.

Capítulos 12 al 17

LIBRO IV LAS REVOLUCIONES

Capítulo I Patricios y Clientes


La ciudad antigua, como cualquier sociedad humana, presentaba rangos, diferencias y
desigualdades. La historia de Roma está llena de lucha entre los patricios y el pueblo, lucha que se
encuentra en todas las ciudades sabinas, latinas y etruscas. La autoridad del padre marca el
principio de la desigualdad. En la familia después de varias generaciones se forman ramas
segundonas y se
Encuentran en un estado de inferioridad con respecto a la rama primogénita. El cliente está por
debajo de las ramas segundonas. La distinción entre estas dos clases es manifiesta en lo que
concierne a los intereses materiales. La distinción es todavía mas manifiesta en la religión, solo el
Descendiente de un pater puede practicar las ceremonias del culto de la familia.

Capitulo II Los Plebeyos


Es necesario indicar ahora otro elemento de población, que estaba por debajo delos mismo
clientes, y que, intimo en su origen, adquirió insensiblemente la fuerza suficiente para romper la
antigua organización social, esta clase se hizo en roma más numerosa que en cualquier otra
ciudad, recibía allí el nombre de la plebe de lo que se llamaba el pueblo romano. Estos no tienen
culto, el matrimonio sagrado no existía para ellos, no hay familia, ni autoridad paterna, no tienen
derecho de propiedad, no tienen derechos políticos, etc.

Capitulo III Primera Revolución


El poder en el estado se reunía en manos del rey, los jefes de las familias, los paters, y por encima
de ellos, los jefes de las fratrias y de las tribus, formaron al lado del rey una aristocracia fortísima.
El rey no era el único rey: cada pater lo era en su gens. Los reyes querían ser poderosos, y los
padres no querían que lo fueran. La lucha se entablo pues, en todas las ciudades entre la
aristocracia y los reyes. En todas partes fue idéntico el resultado de la lucha: la realeza quedo
vencida. Pero no se debe olvidar que esta realeza primitiva era sagrada. Por lo que se conservó,
pero despojada de su poder, ya no fue más que un sacerdocio.

Capitulo IV La Aristocracia gobierna las ciudades


La misma revolución bajo formas ligeramente variadas, se realizó en Atenas, en Esparta, en Roma,
en todas partes fue obra de la aristocracia; en todas tuvo por efecto suprimir la realeza política
dejando subsistir la realeza religiosa. El gobierno de la ciudad perteneció a la aristocracia. La
aristocracia estaba fundada en el nacimiento y al mismo tiempo, en la religión. Tenía su principio
en la constitución religiosa de las familias.

Capítulo V Segunda revolución;


Cambios en la constitución de la familia; desaparece el derecho de progenitura, Se desmiembra la
gens. La revolución que derribo a la realeza, más que cambiar la constitución de la sociedad,
modifico la forma exterior del gobierno. Esa revolución, fue obra de la aristocracia que deseaba su
conservación. La aristocracia hizo una revolución política solo para evitar una revolución social y
doméstica. La regla de indivisión que dio fuerza a la familia antigua fue abandonada
paulatinamente. El derecho de primogenitura, condición de su unidad, desapareció. Considerable
revolución que
Empezó a transformar la sociedad.

Esta desmembración de la gens tuvo grandes consecuencias. La antigua familia sacerdotal, que
había formado un grupo compacto, fuertemente constituido, poderoso, quedo por siempre
relajada. Esta revolución preparo e hizo más fáciles otros cambios.

Capítulo VI Los clientes se emancipan


He aquí otra revolución cuya fecha no puede indicarse, pero que con toda seguridad ha
modificado la constitución de la familia y de la sociedad misma. Los servidores o clientes aspiran a
emanciparse.
En los orígenes de roma hubo clientes. Hay alguien que se parece más al antiguo cliente: el
liberto, no de otra manera que en los primeros tiempos de roma, hacia el final de la república,
cuando alguno salía de la servidumbre, no se convierte inmediatamente en hombre libre y
ciudadano. Queda sometido al amo, antes se le denominaba cliente, ahora liberto, solo el nombre
ha cambiado. El liberto queda incorporado a la familia, depende de su patrono, el cual tiene el
derecho de justicia
Sobre su liberto.

Capitulo VII Tercera revolución: la plebe ingresa a la ciudad


ATENAS:
Los Eupatridas, después de derribar a la realeza, gobernaron en Atenas durante cuatro siglos. La
historia permanece muda acerca de esta larga dominación: solo una cosa se sabe, y es que fue
odiosa a las clases inferiores, y que el pueblo se esforzó por librarse de ese régimen. Solo hizo una
reforma que consumo Clistenes, en la cual reemplazaba las cuatro antiguas tribus por otra diez
(nuevas),
El molde de la antigua sociedad estaba roto y se formaba un nuevo cuerpo social.

Capitulo VIII Cambios en el Derecho privado; el código de las XII tablas; el código de Solon.
No pertenece a la naturaleza del derecho ser absoluto e inmutable; se modifica y se transforma
como toda obra humana. Cada sociedad tiene su derecho, que se forma y se desenvuelve con ella,
que cambia como ella, y que, en fin, sigue siempre el movimiento, de sus instituciones, de sus
costumbres y de sus creencias.

LIBRO V Desaparece el Régimen Municipal

Capítulo I Nuevas creencias, la filosofía cambia las reglas de la política


La ruina del régimen político, que Grecia e Italia habían creado, puede referirse a dos causas
principales. Unas pertenece al orden de los hechos morales e intelectuales; la otra, al orden de los
hechos materiales; la primera es la transformación de las creencias; la segunda es la conquista
romana. La religión primitiva, se alteró con el tiempo y envejeció. Se comenzó a tener la idea de la
naturaleza inmaterial; la noción del alma humana se precisó, y casi al mismo tiempo en el espíritu
la de una inteligencia divina. Enseñaban a los griegos que para gobernar, era necesario persuadir a
los hombres y actuar sobre voluntades libres. Despierta así la reflexión, el hombre dudo de la
justicia de sus antiguas leyes sociales, y aparecieron otros principios, fue entonces cuando
empezó a comprenderse que existen otros deberes que los deberes hacia el estado y otras
virtudes que las virtudes cívicas.

Capitulo II La conquista romana


En la obra de la conquista romana pueden distinguirse dos periodos. Uno pertenece al tiempo en
que el viejo espíritu municipal aún tenía mucha fuerza; entonces fue cuando roma hubo de
superar los mayores obstáculos. El oro pertenece al tiempo en que el espíritu municipal andaba
muy decaído, la conquista se realizó entonces fácil y rápidamente.
Las instituciones de la ciudad antigua se debilitaron y agotaron en una serie de revoluciones. La
dominación romana tuvo por primer resultado acabar de destruirlas y extinguir lo que de ellas
quedaba. Al destruir roma en todas partes el régimen de la ciudad, no lo sustituía con nada. A los
pueblos que despojaba de sus instituciones no les daba en cambio las suyas propias. Ni siquiera
pensaba en crear instituciones nuevas que fueran para su uso. Esta pues averiguado que los
pueblos, a medida que ingresaban en el imperio de Roma, perdían su religión municipal, su
gobierno, su derecho privado. Puede creerse, sin dificultad, que Roma atenuaba en la práctica lo
que la sumisión tenia de destructora.
Tal fue el efecto de la conquista romana sobre los pueblos que sucesivamente cayeron en su pode.
De la ciudad todo pereció: primero, la religión, luego el gobierno y, en el fin el derecho privado,
todas las instituciones municipales, quebrantadas ya desde hacía mucho tiempo, fueron
desarraigadas y aniquiladas. LOS PUEBLOS ENTRAN SUCESIVAMENTE EN LA CIUDAD ROMANA
Esta lenta introducción de los pueblos en el Estado es el último acto de la larga historia de la
transformación social de los antiguos.

CAPITULO III El cristianismo cambia las formas de gobierno


La victoria del cristianismo marca el fin de la sociedad antigua. Con la nueva religión termina esta
transformación social que hemos visto comenzar seis o siete siglos antes de ella. Pero como ya
hemos visto, la sociedad se modificó poco a poco. En gobierno y en el derecho se realizaron
cambios al mismo tiempo que en las creencias. Ya en los cinco siglos que precedieron al
cristianismo, no era tan íntima la alianza entre la religión de un lado, el derecho y la política de
otro. Llego un día en que el sentimiento religioso recobro vida y vigor y la creencia bajo la forma
cristiana, reconquisto el imperio de las almas. No solo se reavivo con el cristianismo el sentimiento
religioso; también adquirió expresión más alta y menos material.
La religión ya no ordeno el odio entre los pueblos, ni impulso al ciudadano el deber de detestar al
extranjero; al contrario, estaba en su esencia enseñarle que tenía deberes de justicia y hasta
benevolencia para con el extranjero y para con el enemigo. Jesucristo rompe la alianza que el
paganismo y el imperio querían reanudar, proclama que la religión ya no es el estado, y que
obedecer al Cesar no es lo mismo que obedecer a Dios.

El estoicismo ya había señalado esta separación. El cristianismo hizo lo que solo era el esfuerzo
energético de una secta valerosa, la regla universal e inquebrantable de las siguientes
generaciones; de lo que solo era consuelo de algunos. Hizo el patrimonio como de la humanidad.
Los sentimientos y las costumbres se transforman entonces los mismos que la política. Se debilito
la idea que el hombre se había forjado sobre los deberes del ciudadano. El deber por excelencia ya
no consistió en ofrecer su tiempo, su fuerza y su vida al estado. La política y la guerra ya no fueron
el todo del hombre; el patriotismo ya no fue la síntesis de todas las virtudes, pues el alma no tenía
patria, el hombre sintió que existían otros deberes que el de vivir y morir por la ciudad. El
cristianismo distinguió las virtudes privadas de las virtudes públicas. Rebajando a estas, realzo a
aquellas; coloco a Dios, a la familia, a la persona humana por encima de la patria; al prójimo sobre
el ciudadano.

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