El Eternauta 1 Parte

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El Eternauta, Primera parte

Guión : H. G. Oesterheld
Dibujo: Francisco Solano López
Primer lanzamiento: Revista Hora Cero, Ed. Frontera, 1957.

Germán es un guionista de historietas que se le aparece un viajero del tiempo que se hace llamar el Eternauta, aunque su nombre terrestre
es Juan Salvo. Y el viajero comienza a contarle de su odisea. Estaba en su casa de Vicente López junto a su familia (su esposa Elena y su
hija Martita) compartiendo una
partida de truco con sus amigos Favalli, Lucas y Polsky: cuando cayó una nevada mortal de copos fluorescentes que aniquilaron a gran parte
de la humanidad. Gracias a que su casa estaba herméticamente cerrada ellos se salvaron de la aniquilación.

Deciden organizarse para superar la catástrofe (que suponían provocada por pruebas nucleares) y buscan comida, remedios y armas,
porque hay sobrevivientes que se cazan entre sí. Como dijo Favalli: "La ley de la civilización quedó sepultada bajo la nevada mortal". Pero
para sorpresa de todos, la nevada no es el fin de la catástrofe sino el principio de una terrible invasión extraterrestre.

A los copos les siguen los Cascarudos, unos enormes insectos que matan todo lo que se les cruza en su camino. Y luego de esto llegan los
Manos, unos seres superdotados que comandan a los cascarudos. Contra estos invasores los sobrevivientes se agrupan en un ejército.
Salvo y Favalli, junto a un chico vecino llamado Pablo se alistan para enfrentar al enemigo. Elena y Martita aguardan en el chalet de Vicente
López. Para ese entonces Polsky y Lucas ya se habían sumado a las víctimas de la catástrofe
Comienza entonces una serie de batallas (Rotonda de General Paz, Cancha de River, Barrancas de Belgrano) contra Manos, Cascarudos y
Hombres Robot, ya que tanto los grandes insectos como los humanos tomados prisioneros sufren el implante de un teledirector en la nuca
que los vuelve títeres del invasor.
Finalmente, con el ejército disminuido se desencadena la batalla de Plaza Italia donde hacen su aparición los Gurbos, unos gigantescos
animales que destrozan todo a su paso. Como si fuera poco, algunos países todavía se resisten y envían bombas atómicas contra la base de
la invasión, Buenos Aires.
Salvo, Favalli, Pablo, Mosca (un periodista que se suma al grupo) y Franco (un joven que resulta ser un verdadero héroe) sobreviven a la
experiencia no sin antes saber la temible realidad: los Manos que comandan a los Cascarudos, Gurbos y Hombres-robots, no son sino
esclavos de los verdaderos invasores, los ELLOS. Unos seres a los que nunca llegaran a ver los humanos.

El grupo va por Elena y Martita y deciden huir a las montañas, pero un mensaje de radio enviado por la resistencia terrestre los ilusiona y van
hacia unos refugios libres del peligro extraterrestre. Salvo y su gente eligen Pergamino, porque es el refugio más cercano. Cuando llegan,
son recibidos con cierta frialdad, pero no descubren hasta que es demasiado tarde que todo es, una vez más, una gran trampa de los
ELLOS. Favalli, Pablo, Franco y Mosca son convertidos en Hombres-robots y Juan Salvo junto a su mujer y su hija tratan de huir, se meten
en una nave y por accidente tocan un mando que los hace viajar por el espacio y tiempo. Solo que Salvo va por un lado y su mujer e hija por
el otro (que en términos espacio-temporales significa que quizás nunca vuelvan a encontrarse). Luego de recorrer cientos de continuums
Juan Salvo, ahora llamado El Eternauta (viajero de la eternidad), aparece en la tierra en la casa del guionista Germán. Al terminar su relato
Salvo comprende que ha llegado a la tierra, a su mismo continuum, en 1959, un par de años antes de la terrible invasión. Desesperado
comprende que sus queridas Elena y Martita deben estar en su chalet. Sale corriendo a buscarlas (la casa de Germán queda a pocas
cuadras del chalet) sin pensar que también hay un Salvo de ese presente.
Germán corre tras él para advertirle pero llega tarde. El Juan Salvo viajero del tiempo se fusiona con el Juan Salvo de ese presente y olvida
todo. Germán ve como un Juan más joven y sonriente se va abrazado de sus queridas Elena y Martita y piensa si todo lo que oyó de verdad
sucedió.
Si será posible que en dos años el horror se abata sobre la humanidad.

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