Dragas

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Dragas

La draga se trata de una maquinaria pesada que va instalada en una embarcación o en tierra
firme, y la cual es utilizada para realizar excavaciones bajo el agua y sacar la tierra a la
superficie. Dichos trabajos se llevan a cabo en canales, puertos, embalses, entre otros.
La primera draga de la historia fue la “Draga anfibia de Oliver Evans”, conocida como
“máquina de lodo”, la cual se creó en los Estados Unidos en el año 1805.
A pesar de ser equipos de gran calado; el operarlos sólo requiere de una persona para su
manejo; sólo en aquellos de mayores dimensiones, se requieren de 2 o 3 operarios
adicionales, principalmente por temas de seguridad y para maniobrar la pontona y realizar
las tareas de mantenimiento.
Para garantizar la estabilidad y contrarrestar las grandes fuerzas de dragado durante el
trabajo, la pontona se posiciona mediante el uso de pilotes (o spuds) de acero. Cada pilote
es capaz de fijarse para permitir el movimiento de rotación alrededor del punto de anclaje.

Tipos de dragas
Los diferentes tipos de dragas que actualmente se utilizan, tanto en minería como en obra
civil, se pueden clasificar en dos grandes grupos:
A. Mecánicas
1. De cuchara.
2. De cangilones.
3. De rodete-succionadora.
B. Hidráulicas
1. Cortadora-succionadora.
2. De succión en marcha.
Dragas mecánicas
Draga de cuchara
El principio de la draga de cuchara es muy antiguo y se remonta a los modelos
desarrollados en América en el siglo pasado.
Esta draga está constituida por una excavadora de gran capacidad, accionada
mecánicamente por medio de cables, de forma semejante a sus equipos homónimos que se
utilizan en la minería tradicional a cielo abierto. Estos equipos son especialmente idóneos
para trabajar con materiales duros y para extraer grandes bloques, de ahí que
frecuentemente se combinen con unidades rompe- rocas para extraer los fragmentos de roca
desprendidos.
El principio de trabajo es igual al de una excavadora normal, donde la cuchara describe en
un plano vertical un arco que, con la ayuda de los dientes en cuyos extremos se concentran
las fuerzas de excavación con altas cargas puntuales, permite arrancar una rebanada de
material hasta llenarlo.
La cuchara, una vez cargada, se eleva mediante los cables de accionamiento de la pluma y
del brazo y, con el giro de unos 90° de la superestructura, se deposita el material en una
embarcación próxima, barcaza o gánguil.

Un esquema típico de una draga de cuchara es el de la siguiente figura. Debido a que tienen
que aplicarse al terreno grandes fuerzas de excavación horizontales, es necesario que la
pontona esté posicionada y fijada al terreno mediante puntales, para que las fuerzas de
reacción no tengan que ser absorbidas por los cables de anclaje.
Las dragas de cuchara varían considerablemente en tamaño, potencia y capacidad. La
capacidad de la cuchara suele oscilar entre 1 y 9 m3 y la profundidad máxima de dragado
entre 6 y 12 m bajo el nivel del agua. Sin embargo, dragas con cucharas de unos 12 m de
capacidad pueden alcanzar profundidades superiores.

Draga de cuchara retro


Estos equipos están constituidos, básicamente, por una retroexcavadora convencional
montada sobre una pontona. Al contrario que la draga de cuchara, el movimiento del cazo
es en dirección hacia la propia máquina, existiendo dos formas de trabajo, tal como se
representan en la Fig.

Estas unidades tienen una gran potencia de arranque y presentan una gran versatilidad. El
diseño antiguo consistía en una retro integrada en la propia pontona y con puntales para
transmitir al terreno las reacciones horizontales de las fuerzas de excavación. Sin embargo,
las dragas actuales consisten, por lo general, en una retroexcavadora estándar colocada
sobre una pontona flotante.
La forma de trabajo es similar a la que se realiza en cualquier operación a cielo abierto, con
la única diferencia de efectuar el arranque y elevación de la carga bajo el agua y, una vez en
la superficie, girar la superestructura y depositar dicha carga sobre una embarcación
próxima.

Dragas de cangilones
Es el equipo más conocido y antiguo, denominado también draga de rosario.
Generalmente, el casco está formado por un pontón rectangular y en los modelos
desmontables por un pontón principal y varios laterales. Algunas dragas de este tipo
disponen de propulsión propia. En la parte central del pontón principal se encuentra la
escala, que se hace descender con el rosario de cangilones hasta una profundidad máxima
de unos 50 m en los modelos mayores. El rosario de cangilones consiste en un conjunto de
cazos fijados a una cadena que es guiada a lo largo de la escala. La cadena es accionada por
el tambor de cabeza que se encuentra en la superficie en el extremo de la escala. El otro
tambor, que es el de retorno, se encuentra en el extremo opuesto sumergido. El
accionamiento de la escala se efectúa mediante cabrestantes y cables de elevación.
La parte inferior del rosario de cangilones, es la que realiza la función de excavación al
encontrarse diversos cangilones en contacto con el terreno.
Los cangilones efectúan el corte al ser arrastrados por la cadena y estar el borde de estos en
contacto con el fondo. Cuando los materiales son compactos, en los cangilones se colocan
unos dientes especiales para favorecer el arranque.
Los recipientes cargados se elevan a lo largo de la escala, vertiendo su contenido a la altura
del tambor superior sobre una tolva de recogida que lo guía a un lado de la draga, si se
dispone de una barcaza de transporte, o a un punto posterior de ésta si la propia draga
dispone de una planta de procesamiento. Las dragas pueden estar dotadas de unos cables de
tracción anclados en uno de sus extremos, capaces de transmitir al terreno las fuerzas de
reacción que se producen durante la excavación, o poseer un puntal en la parte posterior
que se apoya sobre el propio material extraído, procesado y vertido por el equipo.

La operación de dragado con estos equipos es un proceso continuo que sólo se interrumpe
cuando se precisa accionar el cable frontal de tracción o el puntal para que la draga avance.
Las dragas de rosario varían en tamaño, capacidad de los cangilones y potencia,
dependiendo del tipo de trabajo para el que se diseñan. Normalmente, la capacidad de los
cangilones varía entre los 100 y los 1.000 l, con un tamaño más empleado de 400 l.
En la siguiente Fig. se indica la potencia instalada de este tipo de dragas y la profundidad
de trabajo para equipos con distinta capacidad de los cangilones. Los valores representados
corresponden a unas características medias de las unidades en operación en trabajos de
dragado de materiales blandos o sueltos.
Existen amplias variaciones en los diseños de estas máquinas, ya que se construyen para
adaptarse a diferentes condiciones de trabajo y, en ocasiones, se modifican en las propias
explotaciones. Con el fin de dragar materiales blandos y al mismo tiempo poder arrancar
rocas previamente fragmentadas, los rosarios de cangilones pueden construirse con cazos
alternos, o precortadores, de menor capacidad y dotados con dientes en el borde de ataque.
La longitud de la escala, y por consiguiente la cadena de cangilones, puede ser extendida
descendiendo el punto de giro de la escala a un nivel inferior, colocando en el espacio
dejado entre el tambor de accionamiento y la escala otra escala auxiliar. Las profundidades
máximas de dragado pueden ser aumentadas significativamente por este método. De esta
forma pueden alcanzarse niveles de hasta 50 m por debajo de la superficie.
Las velocidades de la cadena son variables. Las dragas modernas se diseñan para materiales
blandos, con unas velocidades de 16 a 25 cangilones por minuto, aunque se han llegado a
usar cadencias de hasta 30 cangilones por minuto. Con materiales duros las velocidades son
considerable- mente menores, entre el 25 y el 50% de las velocidades anteriores.

Draga cortadora-succionadora
característica más sobresaliente de los equipos hidráulicos es que el desplazamiento del
material dragado tiene lugar, en mezcla con agua, por medio de una bomba centrífuga. La
draga cortadora procede de la evolución de la draga de arranque estacionaria, la cual no
puede operar en terrenos duros ni dragar en perfil. Para solucionar estos inconvenientes se
desarrolló a finales del siglo XIX la draga cortadora, que permite trazar un perfil preciso y
trabajar en terrenos de gran dureza gracias a la cabeza de corte, que con su movimiento
rotativo fragmenta y remueve el material lo necesario para su aspiración. Con materiales de
gran resistencia la cabeza de corte va dotada de dientes intercambiables.

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