12 Un Dia Sin Mexicanos
12 Un Dia Sin Mexicanos
12 Un Dia Sin Mexicanos
100’
UN DÍA SIN
simula un mundo que nos despabila y nos hace mirar hacia los
costados, enfocar la atención en quienes, estando cerca, vivimos
MEXICANOS
como lejanos. “¿Dónde está José?”, puede ser una pregunta que
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178 TODOS HICIMOS ESTO a la que llamamos sociedad. La película plantea una hipotética 179
Tal vez parezca difícil encontrar un conector entre desaparición de todos los mexicanos –y otros latinos– del estado
el lugar donde vivimos y California, el estado nor- de California, y sus efectos sobre el resto de los californianos.
teamericano en que se desarrolla la trama de Un Es decir, indaga en las consecuencias posibles de la desaparición
día sin mexicanos. Sin embargo, en un mundo in- inexplicable de una diversa cantidad de personas que, con frecuen-
terconectado como el actual, las distancias entre cia, son subestimadas. En ese contexto, la pregunta por José, o por
Palabras clave las experiencias a veces no son tales. Zulema, adquiere una dimensión diferente. Esa pregunta cambia la
ausencia, deseo, perspectiva habitual.
Cualquiera que vea Un día sin mexicanos pue-
discriminación,
trabajo, dignidad.
de sentirse interpelado, puede preguntarse qué
le pasaría en la misma situación, aunque esto MI VERSIÓN
suceda a miles de kilómetros de donde viva. El Mi historia puede ser la de tantos otros. Elijo contar este viaje des-
cine es una herramienta que, entre otras cosas, de mi existencia, desde mi recorrido, para decir algunas cosas que
sirve para entender algunas escenas de la vida pienso a partir de esta película.
cotidiana que los medios masivos suelen llamar,
genéricamente, realidad. La ficción, en este caso, 1. José es el nombre más popular en el estado de California.
Nací en un pueblo de ocho mil habitantes y ahora vivo en una ciu- esas historias mínimas. Estas son referencias que me representan
dad de dos millones. Soy hijo de un mozo, antes operario de Viali- en algunos aspectos y me permiten acercar la película que nos con-
dad Nacional, una empresa encargada de mantener los caminos, voca a conectarnos con esas variaciones de la memoria personal y
vendida y privatizada en la década de 1990 que dejó un montón de colectiva. Por eso, al verla, me surgió ese nombre, “el otro lado”,
empleados en la calle, entre ellos mi padre, hijo de otro operario que es justamente el modo en que los mexicanos llaman a Estados
de Vialidad, que fue el primero que me enseñó el oficio de construir Unidos “El otro lado” es el país que les cierra las fronteras.
paredes y plantar árboles. Siempre los vi al lado de la ruta, con sus El paso del tiempo nos enseña que no alcanza con vivir en el mun-
pieles curtidas por el sol, recibiendo bocinazos amables de los que do tomando lo que te dan y siguiendo lo que te dicen. Lo que se
viajaban. Mi padre y mi abuelo. aprende siempre puede ser refutado, modificado, ampliado, enri-
Cuando hicieron esta película –en 2004– yo tenía treinta y tres quecido. Podemos cuestionar lo que se nos presenta, mirar de
años, la misma edad en la que Sartre, el filósofo existencialista otra manera aquello que nos cuentan. En este sentido, la película
francés que dijo que “un hombre es lo que hace con lo que hicie- nos muestra una situación naturalizada sobre lo que pasa con los
180 ron de él”, escribía su novela La náusea. Otro “filósofo” llamado millones de mexicanos, hondureños, guatemaltecos y ecuatorianos 181
Osvaldo Ardiles me enseñó que la filosofía es entender el dolor
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que viven en California (anche en Estados Unidos) y nos revela que
de muelas del otro. En 2005 escribí mi primera novela llamada El hay algo que no está bien, hay aspectos de esa cotidianidad que
resentimiento, entusiasmado por Fabián Polosecki cuyo lema en 3
nos empiezan a hacer ruido. La primera nota disonante aparece
su programa El otro lado era “No es el hecho de recordar las histo- cuando observamos que se confunde una idiosincrasia cultural
rias, sino el no poder olvidarlas”. Él se adentraba en las historias con un orden natural, cuando se nos revela que la imitación y la
humanas y narraba extraordinariamente la vida y el sufrimiento de rutina impiden cuestionar el statu quo.
gente común, esa que a nadie le hubiera resultado interesante En Villa El Libertador, un barrio bien al sur de la ciudad de Córdoba,
escuchar. Muchas de esas vidas sumidas en la marginación, la hay un asentamiento que se llama Las Tablitas. Allí, una de las
desesperación y el dolor no hubieran estado presentes si no fuera ciento diez familias es la de Miriam y Mario. Él es albañil y, ade-
porque alguien decidió ponerlas en escena, hacer foco en ellas, más, produce una variedad de picante como si hubiera extraído la
y exponerlas para que el espectador observe el fluir cotidiano de fórmula de las entrañas de México. Miriam es referente barrial, y
está muy comprometida con lo que hace por la vida en el barrio.
Todos allí los conocen, uno puede preguntar por ellos a cualquiera
2. Osvaldo Ardiles fue jugador de fútbol y director técnico.
3. Fabián Polosecki fue un periodista argentino que se destacó por su narrativa sobre las vidas cotidianas. de los vecinos. Viven con los otros, y como los mexicanos de la
película, hay en esa existencia comunitaria mucha dignidad. Se te- cristalizando destinos, estigmatizando caracteres sociales o pro-
jen relaciones humanas que son de respeto y de solidaridad. Pero, cedencias, definiendo los hechos noticiables, distrayéndonos de
¿qué pasa con ellos cuando caminan por las calles del centro de lo importante. Arau expone los aceitados mecanismos de esa ma-
Córdoba o cuando pasan por un barrio residencial? Son casi invisi- quinaria mediática. Pero también es importante recordar que ese
bles o, peor aún, “peligrosos”. Nadie sabe del inmenso corazón y coro monolítico de voces, generalmente asociado a las grandes
de la tenacidad de Miriam, ni sospechan del empeño y fortaleza de corporaciones económicas, también es vulnerable frente al poder
Mario. A ellos, fuera del barrio, casi siempre sólo se los reconoce popular y la voluntad política. Podemos citar casos relevantes en
como exponentes de las personas que pueden ocuparse de lo que ese sentido: la ley de medios de la Argentina y Ecuador, y el Marco
otras, las que pueden pagar por eso, no quieren hacer. Parece que Civil de Internet que lleva adelante Brasil, entre otras iniciativas,
se los necesita, pero pocos aceptarían eso. Justamente la trama son ejemplos efectivos de que los mass-media, “autocomunicación
de la película pone en evidencia esta situación: todos resultan ne- de masas” mediante, ya no monopolizan la producción de sentido,
cesarios. Mario y Miriam tanto como los mexicanos, todos forman como tampoco pueden ocultar las conquistas populares ni relativi-
182 parte indispensable del tejido social. zar el fundamento histórico de las naciones. 183
En la historia reciente de nuestro país, tenemos ejemplos tremen- La película denuncia la hipocresía de una nación que llama “ile-
damente siniestros de lo que implica estigmatizar a las personas, gales”, “hispanos” o “indocumentados” a millones de mujeres y
considerarlas sin derecho a la dignidad, optar por el “no te metas”, hombres que hacen los “trabajos sucios” que “los blancos” (así
por el “algo habrán hecho”. Vamos aprendiendo poco a poco que se llaman a sí mismos) no quieren hacer y que significan un pilar
no hay país sin el otro y que es necesario poner en discusión los fundamental de su economía. Sin ellos, nos muestra Arau, buena
prejuicios y algunas imágenes que se difunden desde los medios parte del andamiaje que sostiene a los Estados Unidos se vuele
masivos de comunicación. endeble. Pero también va más allá. Arau interpone un recurso que
En ese juego de representaciones, de asignación y asunción uni- trasciende la denuncia y la lógica documental para atravesar el có-
lateral de roles, los llamados medios de comunicación juegan un digo de lo real y poner en juego un escenario hipotético, en el que
papel fundamental. La película lo deja ver, lo expone como otra “los latinos”, uno a uno, desaparecen de la faz de la tierra califor-
nota disonante. Los medios van mostrando (u ocultando) lo que niana: de sus casas, de los puestos de trabajo, de las pantallas,
pasa y van nombrando “hecho social” según su criterio. Se presen- de las rutas. Los Rodríguez, los Molina, los Pérez, los Velázquez,
tan como una guía orientada a direccionar lo que pensamos, como los Díaz desaparecen sin dejar explicaciones de su ausencia. Y ya
si debiéramos seguir a pie juntillas el guión que otros escriben, no hay quien recoja los frutos de las plantaciones, no hay quien
lave la ropa sucia, no hay quien diga el pronóstico del tiempo en la que ostentaban ser la población útil y fundamental, son parodiados
televisión, no hay niñeras, no hay quien sirva en los restaurantes, y terminan demostrando que son personas completamente incapa-
no hay quien limpie las calles de suciedades. Pero sin esas piezas citadas para realizar sus quehaceres mínimos y mantener en alto
fundamentales, la sociedad californiana se vuelve un caos y entra su dignidad, en la sociedad argentina las desapariciones infundie-
en pánico. “La gente se pelea entre ella, parece que una ola de ron miedo porque, mientras las víctimas se volvían visibles en su
anarquía ha contagiado a toda la ciudad”, dice una reportera que ausencia y en los llantos, los verdugos se volvían invisibles detrás
recorre las calles del desconcierto antes de que un automóvil que del poder omnipotente de la dictadura; sólo con la democracia –y
ha quedado sin su conductor latino al volante, la choque y la mande no sin derivas y contramarchas– se hicieron visibles y fueron juz-
al hospital. Aparecen las teorías conspirativas y los desmanes, se gados.
revelan los intereses políticos, las ambiciones personales, la cul- En la película, “los blancos” pedían que se vayan todos los mexica-
pa, las explicaciones místicas. nos. Ese era el deseo. Y un día se fueron. Se fueron de California,
“¿Cómo se hace visible lo invisible?”, pregunta más tarde la repor- pero también se pueden ir de Texas, de Arizona, de Nuevo México,
184 tera. “Desapareciendo”, se contesta y nos contesta. de Colorado, de Utah, de Wyoming y de Nevada, que eran parte de 185
México. Y cuando se fueron hicieron una película. Ahora México es
LAS CONNOTACIONES su presente, pero también su historia. Es el rock de Molotov y sus
Las connotaciones que para nosotros, argentinos, tiene la desapa- canciones de protesta. Es la bravura revolucionaria de Emiliano
rición de personas hace que la película tenga otra vuelta de tuerca. Zapata y su legado. Es el Subcomandante Marcos. Es cada uno de
En la Argentina, la desaparición de personas fue una de las formas los pibes que dijeron “Yo soy el 132”. Porque los que no estaban,
más acabadas de la represión política, un recurso del poder para ahora están.
borrar del mapa –de manera racional y calculada– a una generación
Iván Ferreyra
e instaurar el plan económico cuyas consecuencias aún hoy gravi- Escritor y autor de diversos libros de poemas y novelas.
tan sobre el destino de la nación. Como en la película, nuestro país
experimentó que “un porcentaje notable de la población [quedó]
excluido del circuito de la vida social del trabajo y la subsistencia
mínima”. Pero a diferencia de la película, donde los californianos
4
4. León Rozitchner, “La desaparición de personas como método de dominio político”, Revista Lote, Nº 33.
ACTIVIDADES
• ¿De qué otros modos creen que es posi- Recomendaciones
bibliográficas
ble denunciar estas situaciones?
Orwell, George (1948):
3. ¿Por qué les parece que muchos mexi-
1984.
Para alumnos canos tratan de vivir en Estados Unidos?
Huxley, Aldous (1932):
¿Conocen la historia de los tratados fron- Un mundo feliz.
1. Tal como se plantea en la ficha, “la fic- Recomendaciones terizos entre Estados Unidos y México?
de películas afines
ción –en este caso esta película– simula un ¿Qué saben sobre la inmigración y las le-
mundo que nos despabila y nos hace mirar Diagnóstico Esperanza yes antiinmigratorias en Estados Unidos?
(Argentina, 2013), Dir.
hacia los costados, enfocar la atención en César González (Camilo Investiguen sobre estos temas para poder
Blajaquis).
quienes, estando cerca, vivimos como leja- comprender mejor la denuncia que devela
Oscar (Argentina, 2004). esta película.
nos. Nos permite hacer foco y observar el
Dir. Sergio Morkin.
fluir cotidiano de esas historias mínimas”. 4. De acuerdo con lo que vieron en la pe-
Bolivia (Argentina, 2001).
186 • ¿A qué o a quiénes le prestaron atención Dir. Adrián Caetano. lícula, ¿les parece que los estadouniden- 187
en el desarrollo de la película? ses y los mexicanos que viven en Estados
• Si piensan en esta idea de “despabilarse Unidos tienen los mismos derechos?
y mirar hacia los costados”, ¿qué pudieron 5. En la Argentina, la palabra desapareci-
ver que antes no veían? ¿Qué se les hizo do remite a una forma de represión políti-
visible? ca que buscó “borrar del mapa” a una ge-
• ¿Creen que en una sociedad somos to- neración y a sus ideas políticas y sociales,
dos necesarios? ¿Y en la escuela? para instaurar un plan económico del que
2. La película denuncia la hipocresía de una aún hoy sufrimos la consecuencias.
nación que llama “ilegales”, “hispanos” o • ¿Qué procesos fueron necesarios para
“indocumentados” a millones de mujeres y poder volver a “hacer visibles” a los des-
hombres que hacen los “trabajos sucios” aparecidos por la última dictadura militar?
que “los blancos” (así se llaman a sí mis- 6. ¿Qué es para ustedes la igualdad?
mos) no quieren hacer y que significan un ¿Cómo se relaciona este concepto con el
pilar fundamental de su economía. de ciudadanía?
7. Esta película implica un modo de denuncia, haciendo visible lo Para conversar en familia Recomendaciones del
Ministerio de Educación
invisible y mostrando un orden que parece natural para invitarnos
Programa Educación y
a cuestionarlo y participar en el cambio. Si fueran directores y pu- 1. ¿Qué puntos en común encuentran en- Memoria:
dieran filmar una película siguiendo este sentido, en su escuela o tre la ciudad de la película y la ciudad que
• Pensar la dictadura:
terrorismo de estado en
barrio, ¿qué filmarían? habitan ustedes? Argentina. Preguntas,
respuestas y propuestas
2. ¿En qué circunstancias o momentos para su enseñanza.
Para los directivos, docentes y preceptores sintieron que habitan en un país donde
Segunda edición, 2014.
• A 35 años. Educación