Bestias Mitológicas

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Bestias mitológicas:

Minotauro:
El minotauro es una de las criaturas griegas por excelencia. Era un monstruo con cuerpo de
hombre y cabeza de toro.
Su nombre significa “Toro de Minos”, y fue concebido de la unión entre Pasífae y un
magnífico toro con motivo de una insulto divina. Fue encerrado en un laberinto diseñado
por el artesano Dédalo, hecho expresamente para retenerlo. Siete hombres y la misma
cantidad de mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la
bestia hasta que la vida de ésta terminó en manos del héroe Teseo.

Centauro:
Son una raza de seres con el torso y la cabeza de humano y el cuerpo de un caballo. Las
versiones femeninas reciben el nombre de centáurides.
El personaje general de los centauros es el de seres salvajes, sin leyes ni hospitalidad,
esclavos de las pasiones animales.

Cíclope:
Eran gigantes con un solo ojo en mitad de la frente y un temperamento horrible. Según
Hesíodo, eran fuertes, testarudos y de bruscas emociones. Eventualmente sus nombres
llegaron a ser sinónimo de fuerza y poder, y se usaban para referirse a armas especialmente
bien fabricadas.
Se cree que el mito del cíclope surgió tras los descubrimientos de cráneos de seres gigantes
con un agujero enorme en el centro de la cara, lo que hacía que pareciese la cabeza de un
hombre con un solo ojo enorme. No obstante, ese sería el cráneo fósil de un mamut enano
(Elephas falconeri), y ese gran orificio sería la cavidad de la trompa.

Hidra:
Era un antiguo y despiadado monstruo acuático, vinculado a los dioses del inframundo
(infierno) con forma de serpiente de siete cabezas y aliento venenoso a la que Hércules
mató en el segundo de sus doce trabajos.

Ogro:
Un ogro es una criatura con rasgos humanos horrendo de la mitología de muchos países.
También se los suele mencionar en cuentos de hadas, en los que suelen alimentarse de
personas, especialmente niños.
Se les suele representar con una gran cabeza, mucho pelo duro, normalmente barba
abundante, abultada panza y cuerpo bien desarrollado.

Sátiro:
Los sátiros son criaturas masculinas que en la mitología griega acompañaban a Pan (dios
de las brisas del amanecer y el atardecer) y a Dionisio (dios del vino y la fertilidad),
vagando por bosques y montañas. En la mitología están a menudo relacionados con el
apetito sexual, y los pintores solían representarlos con erecciones.
Se les representa de varias formas; la más común (y básicamente romana) es la de una
criatura mitad hombre, mitad carnero, con orejas puntiagudas y cuernos en la cabeza,
abundante cabellera, una nariz chata, cola de cabra y un priapismo permanente (es un tema
de erección y dolor permanente).

Arpía:
Una arpía es una mezcla entre mujer y buitre. La parte inferior de su cuerpo y las alas son
de buitre, y el torso y la cara de la mujer, en concreto de una bruja.
Su pelo es grueso, duro y de pelo enredado, como un estropajo y tiene los dientes podridos.
No suelen llevar ropas, y siempre están envueltas en un olor feo. Son seres tan sucios que
infectan a otros seres al atacarles con sus garras.

Kraken:
El kraken es una criatura marina de la mitología escandinava (Dinamarca, Suecia, Noruega
e Islandia) y finlandesa descrita comúnmente como un tipo de pulpo o calamar gigante que,
saliendo de las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marinos.
La leyenda puede realmente haberse originado de avistamientos de calamares gigantes
reales que tendrían estimadamente de trece a quince metros de largo, incluyendo los
tentáculos.

Sirena:
Las sirenas son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente
extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y
representación han variado con el tiempo. Aunque en su forma original eran seres híbridos
de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres
jóvenes con cola de pez.
La sirenas son una clase rara que comprende varios seres que se distinguen por una voz
musical y muy bella, las representaciones artísticas más antiguas, que las muestran como
aves con rostro o torso femenino, se deben probablemente a la asociación de las aves con el
canto.
Basilisco:
Es un ser mitológico creado por la mitología griega que se describía como una pequeña
serpiente cargada de veneno letal y que podía matar con la simple mirada, que consideraban
el rey de la serpiente.
Más tarde, en la Edad Media, pasa a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas,
grandes alas espinosas y cola de serpiente, que podía terminar en garfio, cabeza de
serpiente o en otra cabeza de gallo.

Pegaso:
Pegaso nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. Suele
representarse en blanco o negro y tiene dos alas que le permiten volar.
Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como en si
realidad estuviera corriendo por el aire.

Quimera:
En la mitología griega era un monstruo horrendo, las descripciones varían desde las que
decían que tenía el cuerpo de una cabra, los cuartos traseros de una serpiente o un dragón y
la cabeza de un león, hasta que afirmaban que tenía tres cabezas: una de león, otra de
macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón, que nacía en la cola.

Medusa:
Era un monstruo ctónico (de los dioses del inframundo), que convertía en piedra a aquellos
que la miraban. Fue decapitada por Perseo, un semidiós, quien después usó su cabeza como
arma hasta que se la dio a la Diosa Atenea (diosa de la guerra) para que la pusiera en su
escudo.

Cerbero:
Conocido como Cancerberos, era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas, con una
serpiente en lugar de cola.
Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos
no salieran y que los vivos no pudieran entrar.

Mantícora:
Es una criatura mitológica, un tipo de quimera con cabeza humana (frecuentemente con
cuernos), el cuerpo rojo (en ocasiones de un león), y la cola de un dragón o escorpión,
capaz de disparar espinas venenosas para incapacitar (herir) o matar a sus presas.
Dependiendo del relato mitológico, su tamaño varía desde el león hasta el de un caballo, y
su descripción puede incluir o no la presencia de alas.

Argos:
Era un gigante con cien ojos. Era por tanto un guardían muy efectivo, pues sólo algunos de
sus ojos dormán en cada momento. Habiendo siempre varios otros aún despiertos. Era un
fiel sirviente de Hera (diosa protectora del matrimonio).
Su gran servicio al panteón olímpico (donde vivían los dioses) fue matar al monstruo
ctónico con cola de serpiente Equidna cuando ésta dormía en su cueva.

Dragón de la Cólquida:
El dragón de la Cólquida (llamado así por el lugar donde habitaba), también llamado
dragón insomne (que no duerme bien), y a veces mencionado como serpiente, era hijo de
Esquidna y Tifón. Tenía la capacidad de no dormir nunca y era el encargado de custodiar el
vellocino de oro.
Cuando los argonautas fueron en busca de éste, Medea, con su magia, hizo dormir al
dragón insomne, ocasión que aprovechó Jasón para robar el vellocino.

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