Mundo, Demonio y Carne
Mundo, Demonio y Carne
Mundo, Demonio y Carne
LA CARNE. El diablo nos tienta por fuera; ¡y la carne se revela por
dentro! A raíz del Pecado Original sufrimos de una naturaleza caída que
santo Tomás de Aquino llama concupiscencia.
San Pablo también nos recuerda de la lucha interna entre la carne y el
espíritu que se desata dentro de nosotros. El gran Apostol mismo
expresó esta lucha interna diciendo, ”no hago el bien que quiero, sino el
mal que no quiero.”
Leemos en las Escrituras que en el huerto de los Olivos Jesús le dice a
los apóstoles: «Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el
espíritu está pronto, pero la carne es débil.» La carne en si son los siete
pecados capitales — las tendencias desordenas, las inclinaciones hacia
el mal. Los pecados capitales son: la gula, la pereza, la avaricia, la
lujuria, la ira, la envidia y la soberbia. Si no vencemos estas tendencias,
nos esclavizarán. Jesús nos dijo que el pecado es esclavitud. Pero si las
vencemos con la gracia de Dios, experimentaremos la paz y libertad de
los hijos e hijas de Dios.