Corrientes de Pensamiento Filosofico
Corrientes de Pensamiento Filosofico
Corrientes de Pensamiento Filosofico
1. Idealismo
Asume que la realidad que podemos conocer es un constructo de la mente. El idealismo supone
que los objetos no pueden tener existencia sin que haya una mente que esté consciente de ellos.
El objeto es pasivo y el sujeto activo, por lo que, en definitiva, Lo real es lo que el sujeto
observante percibe
2. Materialismo
Es la visión opuesta del idealismo. Afirma que el mundo es material y que existe objetivamente,
independientemente de la conciencia. Según esta concepción, la conciencia y el pensamiento se
desarrollan a partir de un nivel superior de organización de la materia, en un proceso de reflejo de
la realidad objetiva. El modo de entender lo que sea la materia determina diferentes maneras de
percibir y organizar la realidad
La materia es así la primera realidad de las cosas, independientemente de que pueda o no ser
percibida por los seres vivos.
Se opone al idealismo, según el cual las cosas solo existen en la medida en que pueden ser ideadas
o percibidas conscientemente por los seres vivos.
3. Escepticismo
Pirrón (su fundador) profesó una doctrina que abandonaba el juicio y creía que no había nada
verdadero o falso, bueno o malo, inmundo o sagrado.
Frases Pirrón
1. Nunca llegarás a conocer la verdad.
3. La diversidad de opinión existe entre sabios igual que entre ignorantes. Cualquier
opinión que yo tenga puede ser repudiada por personas igual de listas y preparadas que
yo, y con argumentos tan válidos como los míos."
4. Estoicismo
doctrina filosófica que practicaba el dominio de las pasiones que perturban la vida valiéndose de la
virtud y la razón. Como tal, su objeto era alcanzar la felicidad y la sabiduría prescindiendo de las
comodidades, los bienes materiales y la fortuna
Los estoicos creen que los sucesos del mundo están preestablecidos y nosotros poco podemos
hacer para cambiarlos. Debemos centrar nuestra atención en aquellas cosas que si están bajo
nuestro control
los estoicos consideran que el ideal del sabio es conseguir no necesitar nada ni a nadie para
alcanzar la felicidad en la vida. Pese a esto, el estoicismo no se trata de la eliminación de las
emociones, sino de su domesticación.
Por mal que le vayan las cosas, el estoico nada teme, pues ha alcanzado la ataraxia, la
imperturbabilidad de ánimo. Este concepto es su objetivo final, de la misma manera que el
budista persigue alcanzar la iluminación.
FRASES:
"Los hombres no son perturbados por las cosas, sino por sus opiniones sobre ellas"
séneca
"Si voy a morir, moriré cuando llegue el momento. Como me parece que aún no es
la hora, comeré porque tengo hambre" epitecto
"La mayoría de los hombres son débiles y fluyen en la miseria entre el miedo a la muerte
y las dificultades de la vida, no están dispuestos a vivir y, sin embargo, no saben cómo
morir" Séneca
5. Cinismo
El cinismo fue una corriente de pensamiento que rechazaba las comodidades de la vida,
despreciaba las riquezas, la reputación, las dignidades, en una palabra, todo lo que
buscan los hombres con más avidez.
El nombre de esta escuela (Cínica), significa perro en griego, atribuido debido a modo de
vivir.
Solo la virtud basta para la felicidad y debe ser demostrada siempre con acciones y nunca
en palabras. El hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz. El objetivo
es alcanzar la felicidad y las virtudes de un ser humano y esto se consigue si uno
depende solo de sí mismo.
Los cínicos no atribuían bienestar alguno a las riquezas, y lejos de murmurar de los males
que afligen a la humanidad, los consideraban, según dice Arriano, como medios de
manifestar las más nobles cualidades del alma.
Con el tiempo, el concepto de cinismo fue mutando, y hoy se asocia a la tendencia a no
creer en la sinceridad o bondad humana, ni en sus motivaciones ni en sus acciones, así
como una tendencia a expresar esta actitud mediante la ironía, el sarcasmo y la burla.
FRASES de diogenes
“Gente mucha, personas pocas.”
“Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y
luego, hablando se aprende a callar.”
“El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
“Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos más y hablemos
menos.”
“Pasó un ministro del emperador y le dijo a Diógenes: ¡Ay, Diógenes! Si
aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer
tantas lentejas. Diógenes contestó: Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías
que ser sumiso y adular tanto al emperador.”
“El único bien es el conocimiento, y el único mal la ignorancia.”
“¿De qué sirve un filósofo que no hiere los sentimientos de nadie?”
“Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro.”
“Los dioses no necesitan nada; los que se parecen a los dioses, pocas cosas.”
Considera al placer como principio de la existencia del ser humano, enfocando esos placeres tanto
a nivel físico como espiritual (intelectual y emocional) y asociándolo también con la ausencia de
turbaciones y dolor.
Existen dos factores que determinan nuestro grado de felicidad: el placer y el dolor. El primero
nos acerca a ella, mientras que el segundo nos aleja de la misma. De este modo, Epicuro
determina que la clave de una vida feliz es conseguir acumular la mayor cantidad de placer
mientras reducimos al máximo el dolor. De hecho, esta segunda parte de la fórmula es más
importante que la primera. El requisito indispensable para una buena vida es la erradicación del
dolor.
Epicuro vinculaba el placer y el sufrimiento a la satisfacción, o no, de los apetitos. Para el padre del
epicureísmo hay tres tipos de apetitos: los naturales y necesarios (que son fáciles de satisfacer,
como comer y abrigarse); los naturales, pero no necesarios (como mantener una charla
interesante o alcanzar el goce sexual); y los que no son naturales ni necesarios (ser famoso,
acumular poder).
Esta doctrina propone librarse de tres miedos: miedo a los dioses, miedo a la muerte y miedo al
destino, porque con estos no se puede disfrutar de la vida. Epicuro afirma que a los dioses no hay
que tenerles miedo, y toda idea de más allá solo es una impostura, porque los dioses son ajenos a
los asuntos humanos. A la muerte no hay que tenerle miedo porque, mientras somos, la muerte
no está presente, y cuando llega la muerte, nosotros ya no somos. Y, finalmente, tampoco hay que
tenerle miedo al destino, porque los átomos que forman el universo se mueven de forma
imprevisible, lo que posibilita la libertad del hombre y le hace dueño de su destino. Para el
epicureísmo ser sabio es ser capaz de “reírse de la Fortuna”.
FRASES de Epicuro
¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.
¿Dios está dispuesto a prevenir la maldad, pero no puede? Entonces no es omnipotente. ¿No
está dispuesto a prevenir la maldad, aunque podría hacerlo? Entonces es perverso. ¿Está
dispuesto a prevenirla y además puede hacerlo? Si es así, ¿por qué hay maldad en el mundo?
¿No será que no está dispuesto a prevenirla ni tampoco puede hacerlo?
Vive oculto.
Debemos buscar a alguien con quien comer y beber antes de buscar algo que comer y beber,
pues comer solo es llevar la vida de un león o un lobo.
¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo.
Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se
preocupan de nosotros.
7. Humanismo
El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al ser humano
como centro de su interés (antropocéntrica). El humanismo viene a significar la valoración del ser
humano, la propia condición humana. Se refiere a una amplia gama de filosofías y perspectivas
éticas que ponen énfasis en el valor y las acciones de los seres humanos, individual y
colectivamente, y que prefieren el pensamiento individual y la evidencia (racionalismo, empirismo)
sobre las doctrinas establecidas o la fe religiosa. No es que invalidaran a la religión, sino que
consideraban que ésta tenía una función civil determinada y que era una herramienta para
mantener la paz de una sociedad.
se quería a toda costa poder expandir el conocimiento y crear una sociedad más culta.
Este grupo privilegiaba las ciencias humanas y se interesaba en todas aquellas disciplinas
que tuvieran como fin desarrollar los valores del ser humano como tal.
Frases de Erasmo
No podemos cambiar, no podemos alejarnos de lo que somos hasta que aceptamos lo que
somos. Entonces el cambio parece llegar casi desapercibido
La verdadera felicidad está en aceptarse uno mismo y entrar en contacto con uno mismo
Cuando miro al mundo soy pesimista, pero cuando miro a la gente soy optimista
Ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro y no ver nuestro mundo reflejado en
sus ojos
8. Racionalismo
Esta corriente surge orientada más que todo hacia el origen del conocimiento. Es racionalismo
pone a la razón como única fuente de auténtico conocimiento. Los datos sensibles (obtenidos por
los sentidos) nos engañan, y solo por la razón podemos concebir lo existente.
El racionalismo choca con el empirismo, que busca conocer mediante los sentidos; pero también
con el escepticismo, que no cree en la existencia de verdades absolutas. Para lo racionalistas el
saber obtenido mediante la razón es verdadero para todos.
FRASES DE DESCARTES
“Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas”
“La razón y el juicio es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales”
“La filosofía es la que nos distingue de los salvajes y bárbaros; las naciones son tanto más
civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres”
“Duerma yo o esté despierto, dos más tres serán siempre cinco, y el cuadrado no tendrá más
que cuatro lados”
“Leer un libro enseña más que hablar con su autor, porque el autor, en el libro, solo ha puesto
sus mejores pensamientos”
“A excepción de nuestros propios pensamientos, no hay nada absolutamente en nuestro poder”
9. Empirismo
Frases
Si juzgamos por nuestra experiencia limitada e imperfecta, la generación tiene algunas ventajas
sobre la razón; porque todos los días vemos a la última provenir de la primera, pero nunca a la
primera de la última. David Hume
El conocimiento de ningún hombre de aquí puede ir más allá de su experiencia. Locke
10. Criticismo
Puede verse entonces como un punto intermedio entre el racionalismo, que confía en la razón; y
el escepticismo que duda por completo de ella. Es decir, pone en duda el conocimiento al hacerlo
pasar por los filtros de la razón, esto es; la crítica.
Kant define al criticismo como una doctrina que resalta por su madurez sobre las demás, ya que
analiza todas las afirmaciones de la mente humana y no admite nada deliberadamente, el
criticismo siempre pregunta por los motivos y pide explicaciones a la razón humana. Su posición
no es dogmática, ni mucho menos escéptica sino más bien crítica y reflexiva.
FRASES KANT
«Conceptos sin intuiciones son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas.»
«Se puede enseñar filosofía, pero no a filosofar, ya que ésta es una actividad libre de la razón sobre
las profundidades del conocimiento del Ser, del ente y de las cosas.»
Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.
Todo nuestro conocimiento comienza con los sentidos, a continuación, procede a la comprensión,
y termina con la razón. No hay nada más alto que la razón.
Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la
educación hace de él.
11. Pragmatismo
Esta filosofía afirma que el valor de una teoría científica se determina no por el grado en que ella
refleja correctamente la realidad, sino sólo por la utilidad o ventaja que dicha teoría supone en tal
o cual caso concreto.
En este sentido, el pragmatismo reduce lo verdadero a lo útil y considera que la verdad del
conocimiento se encuentra precisamente en aquello que tiene un valor práctico para la vida. En
otras palabras, la máxima del pragmatismo es que las hipótesis deben trazarse de acuerdo con las
que serían sus consecuencias prácticas.
Todos los conceptos que construimos y utilizamos no son una representación infalible sobre la
verdad, sino que los encontramos verdaderos a posteriori, una vez que nos han servido para algo.
Una manera simple de describir a un pragmático es aquel que opta por hacer aquello que parece
más conveniente de acuerdo a las circunstancias.
Aunque según los pragmatistas el conocimiento objetivo podría ser imposible, se puede redefinir
la verdad como aquello que funciona desde nuestra limitada forma de experimentar la realidad
El pragmatismo cuestiona la separación que la filosofía moderna había hecho entre la cognición y
la experiencia. Dice que la experiencia es un proceso mediante el cual obtenemos la información
que nos ayuda a reconocer nuestras necesidades. Por eso, el pragmatismo se ha considerado en
algunos contextos como una forma de empirismo.
Así, nuestro pensamiento se construye cuando experimentamos cosas que suponemos que están
causadas por los elementos externos, pero que, en realidad, adquieren sentido solo al momento
en el que las percibimos mediante nuestros sentidos. Quien experimenta no es un agente
pasivo que solo recibe los estímulos externos, es más bien un agente activo que los interpreta.
12. Utilitarismo
El utilitarismo es una corriente ética fundada a fines del siglo XVIII por Jeremy Bentham, aunque
más adelante, John Stuart Mill haría aportes importantes a la corriente (en 1863 con su libro
titulado el utilitarismo).
Lo que sostiene esta filosofía es que la mejor acción es la que produce la mayor felicidad y
bienestar para el mayor número de individuos involucrados y maximiza la utilidad.
Betham definió la utilidad como la suma de todo placer que resulta de una acción, menos el
sufrimiento de cualquier persona involucrada en dicha acción. Podemos decir que lo que se busca
es el máximo bienestar para el máximo número.
James Rachels criticó esta visión utilitarista, al considerar que tal forma de actuar es demasiado
exigente, y elimina la distinción entre deberes (actos obligatorios) y acciones supererogatorias
(ejecutadas más allá o además de la obligación)
Otra discrepancia está en la manera en que se consigue esa felicidad general. ¿Qué resulta mejor?
La mayor suma de felicidad o el mejor promedio. El bienestar total puede verse mayor poniendo
los recursos en manos de unos pocos, pero fallas en llegar al mayor número de personas. O bien,
puedes repartir los recursos entre todos por igual, pero fallarías en el intento de generar el
máximo bienestar, pues todos quedan con tan poco que no disfrutan del máximo rendimiento.
El utilitarismo es una versión del consecuencialismo, al asumir que una acción en sí misma no es
catalogable como buena o mal sino es a la luz de sus consecuencias, en términos de la utilidad que
genera. Se diferencia de otros tipos de consecuencialismos al considerar los intereses de todos los
individuos por igual.
Una crítica a esta visión consecuencialista la hace Weber al afirmar: «el principio que lleva a
despreciar las consecuencias de los actos y el que conduce a juzgarlos por sus consecuencias,
convirtiéndolas en norma de lo bueno y de lo malo, son, por igual, principios abstractos»
La forma de utilitarismo expuesta hasta ahora, es llamada también utilitarismo positivo; para
diferenciarle del utilitarismo negativo. Este último, no evalúa los actos en términos del máximo
bienestar, sino del mínimo malestar para el máximo número de personas; atañendo que esta
postura es más eficaz y realista.
J. S. Mill hace dos aportes importantes a esta filosofía. Por un lado, alerta de que no todos los
placeres son homogéneos, y distinguió entre placeres intelectuales, morales o físicos. Aunque
todos aportan felicidad dentro del modelo de bienestar, Mill considera a los dos primeros más
importantes.
Por otro lado, John también distingue entre felicidad y satisfacción, afirmando que la primera es
más importante que la segunda.
Más adelante en la historia del utilitarismo, George Edward Moore amplía la visión utilitarista al
considerar que el utilitarismo no debe solo promover la felicidad humana, sino fomentar todo lo
valioso, con independencia de que nos haga o no felices. Es decir, se trata de promover el mayor
valor posible, propio o ajeno, humano o en la naturaleza (por ejemplo, la belleza). Esta vertiente es
conocida como utilitarismo ideal. Utilitaristas más actuales, como Singer, han fortalecido esta
visión al considerar que no hay razón para limitar los beneficiarios a los hombres y no ampliarlos
también a los animales, incluso en pie de igualdad con los seres humanos.
FRASES
Todo ser humano debidamente educado siente un sincero interés por el bien público
Todo hombre lo bastante inteligente y generoso para aportar a la empresa su esfuerzo, por
pequeño e insignificante que sea, obtendrá de la lucha misma un noble goce que no estará
dispuesto a vender por ningún placer egoísta
El valor de una nación no es otra cosa que el valor de los individuos que la componen
Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y sobre su mente, el individuo es soberano
La caridad casi siempre peca por exceso o por defecto: malgasta sus tesoros en un sitio y deja
que la gente muera de hambre en otros
No hay mejor prueba del progreso de la civilización que el progreso del poder de cooperación.
13. Positivismo
Esta corriente afirma que el único conocimiento autentico es el conocimiento científico, que surge
solo del método científico.
Por su naturaleza, apoya los postulados empíricos de aprendizaje por medio de los sentidos, sin
prejuicios. Es decir, que no cree en las ideas previas o ideas a priori de tipo universal que no hayan
sido comprobados. El objeto de la ciencia no será ya la investigación de la causa, sino la
determinación de las leyes invariables a las que están sometidas las realidades naturales.
El término positivismo surgió en Francia a mediados del siglo XIX. El primero en hacer mención del
positivismo fue el filósofo francés Saint-Simon, precursor de la filosofía social. No obstante, fue el
sociólogo y filósofo francés Auguste Comte (1798 - 1857) quien popularizó dicha corriente
filosófica. Para él, positivo indica, sobre todo, lo que es “real” (opuesto a ficticio o abstracto, o
quimérico), lo observable, lo que puede controlarse experimentalmente, de manera que se
sustrae a toda duda, es decir, lo “cierto”.
Según Comte, el método científico se caracteriza por prescindir de la búsqueda de causas reales.
Las ciencias se limitan a establecer relaciones entre los fenómenos observables y a encontrar las
leyes que los relacionan, con la finalidad de prever los hechos futuros, logrando así el dominio de
la naturaleza.
14. Irracionalismo
Esta corriente sostiene que el mundo es caótico, irracional e incognoscible; y, por tanto,
subordinada a la casualidad. En contraste, pone en primer plano aspectos como la fe, el instinto, la
voluntad y la intuición.
Como es evidente por sus postulados, se considera opuesta al racionalismo. Sostiene que no tiene
el humano poder para razonar. Imaginan que lo tienen, creen que lo tienen, pero todo es una
ilusión e imaginación desbocada.
Estas dos nociones enfrentadas, tienen su representación en la filosofía. Para Leibniz, vivimos en el
mejor de los mundos posibles. En contraste, para Schopenhauer, vivimos en el peor de los mundos
posibles. Es de hecho de estas posturas que ambos términos reciben su nombre (del latín
“optimus”: lo mejor; y del latín “pessimus”: lo peor.)
La visión optimista de Leibniz ha sido criticada, en tanto que lleva a la negación y, en última
instancia, a la justificación del mal, de las desgracias y calamidades de la vida.
Schopenhauer sostiene que existe una voluntad universal que da vida y pone todo en movimiento,
y cuya manifestación es un constante e inextinguible querer. A la vez, y junto a ello, se da un
problema de raíz, fundamental, y es que el querer nunca cesa; es decir, resulta imposible
encontrar una satisfacción total de nuestros deseos y, por tanto, nunca seremos felices. Al menos
no del todo. Vivir con esta consciencia, con la certeza de que no hemos nacido para ser felices,
sostiene Schopenhauer, nos da armas para enfrentarnos a un escenario, nuestro mundo, que está
en permanente lucha consigo mismo. Hacernos conscientes de ello, desde el pesimismo, es
-paradójicamente- el principio para crear un mundo mejor.
Ser conscientes del propio mal es comenzar a ser conscientes de nuestra realidad. Sin reflexionar
sobre el mal, sobre el sufrimiento, sobre los males de nuestro tiempo, nos resulta imposible
cambiar las cosas. O, al menos, preguntarnos si podemos cambiarlas. El optimismo tiende a dejar
todo en su sitio, es un mecanismo de pensamiento que nos hace estáticos, que nos deja inermes:
todo es tan bueno como puede ser. Al revés, el pesimismo y su ejercicio es revolucionario: nos
hace ver qué va mal y analiza qué puede cambiarse, permite comprobar e investigar aquellas
estructuras, sean biológicas, sociológicas, políticas o antropológicas, que hacen que el sufrimiento
continúe su camino libremente. El pesimismo nos invita permanentemente a pensar y, sobre todo,
a pensarnos.
Frases
16. Meliorismo
Está visión acepta que en el mundo existen condiciones que generan sufrimiento, pero que estas
pueden mejorarse con el esfuerzo humano.
Desde un punto de vista etimológico, se puede definir Meliorismo como la doctrina filosófica
según la cual el mundo no es por principio ni radicalmente malo ni absolutamente bueno, si no
que puede ser mejorado y perfeccionado. Por este razonamiento, también recibe el nombre de
optimismo relativo. Visto de esta manera, el perfeccionamiento moral del hombre consiste en
definitiva no en suprimir el mal sino en triunfar sobre él.
Lester F. Ward, fue el sociólogo que acuñó el término. Para él, puede decirse que el optimismo es
la tesis; el pesimismo la antítesis, y el meliorismo la síntesis de la relación del hombre con el
universo.
El menorista dice: haz algo, porque hay mucho que hacer y se puede hacer”.
17. Perspectivismo
Esta doctrina filosófica sostiene que toda percepción tiene lugar desde una perspectiva particular
(punto de vista cognitivo) Esto significa que hay muchos esquemas conceptuales, o perspectivas,
posibles que determinan cualquier juicio de verdad posible, lo que implica que no hay forma de
ver el mundo que pueda ser considerada definitivamente "verdadera", pero no propone
necesariamente que todas las perspectivas sean igualmente válidas. El concepto fue creado
por Leibniz y desarrollado por Friedrich Nietzsche, quien influenció ideas similares en filósofos
como José Ortega y Gasset.
Lo anterior implica el rechazo de hechos objetivos o absolutos, lo que conduce a una constante
revaluación de las reglas de acuerdo a las circunstancias de las perspectivas individuales.
“Yo soy yo y mis circunstancias”. Ortega y Gasset. La vida del hombre está inmersa en un conjunto
de elementos que constituyen su "circunstancia". Pero el circunstancialismo de Ortega no se limita
a ese conjunto de elementos que, desde perspectivas históricas, culturales y sociales, nos
constituyen, sino que incluye también en nuestra "circunstancia" cualquier otro elemento de la
vida cotidiana, particular y propio del sujeto al que le afecta y que, con tanto derecho como los
anteriores, le constituye en su individualidad radical y originaria.
Podemos entender la teoría de la perspectiva propuesta por Ortega y Gasset si la comparamos con
dos teorías que él mismo considera incompatibles con la suya:
Ortega considera que el perspectivismo que defiende le permite superar ambas teorías: a la
base tanto de una como de otra se encuentra una tesis más primordial, la tesis según la cual la
realidad no puede ser más que una, que no puede presentar más que una sola cara. El objetivismo
considera que es posible alcanzar dicho aspecto de la realidad y que, por lo tanto, la verdad tiene
que ser única y estar fuera del tiempo y del espacio; el subjetivismo que no es posible alcanzarla y
que nunca podemos salir de nuestra subjetividad. La novedad de la propuesta de Ortega consiste
en afirmar que la realidad no es una sino múltiple, que la perspectiva no la impone el sujeto sino la
cosa trascendente. La perspectiva es algo de la realidad, la realidad ofrece muchas caras, de ahí
que si el espectador cambia de lugar cambia la perspectiva, pero si un espectador es sustituido por
otro en el mismo lugar la perspectiva permanece idéntica. La perspectiva es el resultado de la
influencia de la realidad en el sujeto cognoscente. El error del objetivismo es hacer del objeto el
único responsable del conocimiento, el error del subjetivismo es subrayar en exceso el papel del
sujeto. La verdad está en la comprensión de que ambos, el sujeto y el objeto, son inseparables.
18. Realismo
Aunque con varias líneas de pensamiento, lo que sostiene el realismo en términos generales es
que loss objetos existen con independencia del observador.
Uno de los temas principales que ha tratado la filosofía desde su inicio es la existencia y cómo el
ser humano la percibe.
Hay multitud de escuelas con teorías diferentes: desde el idealismo hasta el instrumentalismo,
pasando por el realismo.
La diferencia fundamental entre estas teorías es cómo conciben la ontología (si el mundo externo
al hombre existe independientemente) y la gnoseología (si ese mundo externo puede ser
conocido).
Para resumir el contenido del pensamiento realista, se puede afirmar que es la corriente filosófica
que cree que todos los objetos materiales tienen existencia propia, sin importar su relación con el
hombre.
Su diferencia con el materialismo está en que este solo aboga por el mundo material. Mientras
que el realismo admite objetos ideales y abstractos.
Por sus propios postulados, el realismo admite los universales (Ideas generales que representan en
nuestra mente los hechos particulares de la realidad). Sin embargo, el realismo critico es una
versión que considera que la realidad no es en su totalidad tal y como la perciben los sentidos.
Para ellos, cada persona aporta parte de su subjetividad a cada objeto.
19. Existencialismo
Sartre propone la idea de que «Todos los existencialistas tienen en común la doctrina fundamental
de que la existencia precede a la esencia»5 lo que significa que la consideración más importante
para la persona es el hecho de ser un ser consciente que actúa de forma independiente y
responsable: «la existencia», en lugar de ser etiquetado con roles, estereotipos, definiciones u
otras categorías preconcebidas que se ajustan al individuo: «la esencia». La vida real de la persona
es (lo que constituye) lo que podría llamarse su «verdadera esencia» en lugar de estar allí
atribuido a una esencia arbitraria que otros utilicen para definirla. Es decir, que no hay una
naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan
quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que el individuo es
libre y totalmente responsable de sus actos
Los existencialistas no creen que el individuo sea una parte de un todo, sino que cada ser humano
es una integridad libre por sí misma. La existencia propia de una persona es lo que define
su esencia y no una condición humana general.
En otras palabras, el ser humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de
pensamiento. El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia.
Esta misma libertad convierte al individuo en un ser responsable de sus actos. Hay, por lo tanto,
una ética de la responsabilidad individual. La persona debe hacerse cargo de los actos que realiza
en el ejercicio de su libertad.
20. Falsacionismo
Es una corriente epistemológica, con Karl Popper como su máximo exponente (aunque él le llamó
racionalismo critico). Lo que Popper plantea es que una teoría se refuta con un contraejemplo, si
esto no es posible, dicha teoría queda corroborada, pudiendo ser aceptada provisionalmente, pero
nunca verificada. Es decir, ninguna teoría es absolutamente verdadera, sino a lo sumo «no
refutada».
Para Popper, la ciencia no es capaz de verificar si una hipótesis es cierta, pero si puede demostrar
si esta es falsa. Por eso no sirve la inducción, porque por mucho que se experimente nunca se
podrá examinar todos los casos posibles, y basta con un solo contraejemplo para echar por tierra
una teoría. En consecuencia, el Falsacionismo no acepta la certeza: nunca se puede saber cuándo
nuestro conocimiento es cierto.
Esta postura aparece como oposición al verificacionismo impulsado por el circulo de Viena, que
considera que han de añadirse hechos observacionales que corroboren la hipótesis, en vez de
hechos que la refuten. Es decir, consolida teorías inductivamente.
El problema de la inducción nace del hecho de que no se puede afirmar algo universal a partir de
los datos particulares que ofrece la experiencia. Por muchos millones de cuervos negros que se
vean, no será posible afirmar que «todos los cuervos son negros». En cambio, basta encontrar un
solo cuervo que no sea negro para poder afirmar: «No todos los cuervos son negros».
El nihilismo suele presentarse como nihilismo existencial, forma en la que se sostiene que la vida
carece de significado objetivo, propósito, o valor intrínseco. No hay, pues, un sentido superior para
la vida, pues este carece de explicación verificable.
Así, el nihilismo es favorable a la idea de una existencia que no gire, simplemente, en torno a
determinado sentido superior de las cosas, sino que se mantenga abierta a las múltiples
posibilidades de la existencia.
Pero el paso siguiente debe consistir en un cambio profundo de valores, de todos los valores
inmersos en nuestra cultura tradicional. Así que el papel del nihilismo es el de negar para afirmar,
destruir para crear, dejando el camino expedito hacia un nuevo tipo de hombre, el superhombre,
que afirma la vida y ansía vivir. “Un nihilista es alguien que prefiere creer en la nada a no creer en
nada”, asevera Nietzsche.
Friedrich Nietzsche proponía que en el nihilismo existían dos actitudes opuestas ante la aceptación
de la carencia de sentido de la existencia: el nihilismo activo y el pasivo.
El nihilismo activo, también llamado positivo, es aquel que propone la destrucción de todos los
valores tradicionales que dotaban de sentido a la existencia, principalmente la creencia en Dios,
para sustituirlos por otros que inauguren un nuevo momento en la historia, para la aparición de
una nueva moral y un nuevo hombre.
El nihilismo pasivo o negativo, por el contrario, es aquel que surge como consecuencia de la
muerte de Dios y de la crisis de sentido que ésta genera.
En este sentido, el nihilismo pasivo se manifiesta con actitudes como la desesperanza, la inacción y
la renuncia al deseo de vivir, pues la vida, que hasta entonces tenía un ente sobrenatural, exterior
a ella, que la dotaba de sentido, resulta entonces insostenible, vacía y sin sentido.