Milciades Peña - Antes de Mayo - Cáp. 1
Milciades Peña - Antes de Mayo - Cáp. 1
Milciades Peña - Antes de Mayo - Cáp. 1
15
Milcíades Peña
11
José Larraz, “La Época del Mercantilismo en Castilla 1500-1700” p. 100. Aguilar. Madrid,
1945
12
Konrad Haebler, “Prosperidad y decadencia económica de España durante el siglo XVI”.
Establecimiento Tipográfico de la Viuda e Hijos de Tello. Madrid, 1899
13
Ramón Carande, “Carlos V y sus Banqueros, 1516-1556”, Revista de Occidente, p. 163
Madrid, 1943
14
Konrad Haebler, op. cit.
15
Julio Klein “La Mesta”. Biblioteca de Occidente, Madrid, 1936
18
ANTES DE MAYO
16
Brentano, citado por Abraham León, “Concepción Materialista de la Cuestión Judía”
Indoamérica, Bs. As., 1953.
17
Abraham León, “Concepción Materialista de la Cuestión Judía”. Indoamérica, Bs. As., 1953.
18
Carlos Marx, “El Capital”, T. 2
19
Antonio Labriola, “Capitalismo”, A Disegno Histórico. Alberto Morano. Napoli,1926
20
Julio Klein “La Mesta”. Biblioteca de Occidente, Madrid, 1936
21
Manuel Colmeiro, op. cit.
19
Milcíades Peña
22
José Larraz, op. cit.
23
Carlos Marx, “El Capital”, T. 1 y 2
24
José Larraz, op. cit.
25
Federico Engels, “Las Guerras Campesinas en Alemania”, p. 12, ed. Calomino, La Plata,
1946
26
José Larraz, op. cit.
20
ANTES DE MAYO
27
Carlos Marx, “El Capital”, T. 1 y 2
28
Jean Jaurés, “Historia Socialista de la Revolución Francesa”, p. 79. Poseidón, Bs. As., 1946
29
Manuel Colmeiro, op. cit.
21
Milcíades Peña
30
Federico List, “Sistema Nacional de Economía Política”, p. 63. Aguílar, Madrid, 1944
31
Earl J. Hamilton, p. 196. op. cit.
32
Ramón Carande, p.163. op. cit.
33
Manuel Colmeiro, op. cit.
22
ANTES DE MAYO
34
José Larraz, op. cit.
23
Milcíades Peña
35
Louis Haecker “Proceso y Triunfo del Capitalismo Norteamericano”, p. 148. Sudamericana,
Bs. As., 1952
36
José Larraz, p. 62-64. op. cit.
37
Ramón Carande, p.161, op. cit.
38
Earl J. Hamilton, p. 196, op. cit.
39
Ricardo Levene, “Investigaciones Acerca de la Historia Económica del Virreinato del Río de
la Plata”, El Ateneo, Bs. As., 1952
40
Konrad Haebler, op. cit.
41
Manuel Colmeiro, op. cit.
24
ANTES DE MAYO
42
José Larraz, p. 144, op. cit.
43
José Larraz, op. cit.
44
Ramón Carande, p.157, op. cit.
45
José Larraz, op. cit.
46
José Larraz, op. cit.
47
Earl J. Hamilton, p. 197, op. cit.
25
Milcíades Peña
48
Grandizo Munis, p. 17, op. cit.
49
Rodolfo Puiggrós, “De la Colonia a la Revolución”, p.118. Partenón, Bs. As., 1949
50
Ramón Carande, p. 59. op. cit
26
ANTES DE MAYO
51
Manuel Colmeiro, op. cit.
52
Earl J. Hamilton, p. 128, op. cit.
27
Milcíades Peña
58
Jorge Abelardo Ramos, “América Latina, Un País”, p. 25. Octubre, Bs. As., 1949
59
Carlos Marx, “La Revolución Española”, p.17. op. cit.
60
Carlos Marx, “La Revolución Española”, p.19. op. cit.
61
Carlos Marx, “La Revolución Española”, pp.19-20. op. cit.
29
Milcíades Peña
66
Julio Klein, op. cit.
31
Milcíades Peña
siglo XV alcanzó una gran importancia, así como también del tráfico de la
seda de Granada, la más famosa de su tiempo. Las Cortes de 1542 hablan
de los siguientes artículos que se hallaban monopolizados por los
genoveses; “cereales, lanas, seda, acero, etc.”75
En su Memorial al Rey para que no salga dinero del Reino, Luis Ortiz podía
explicarle a Enrique II que con las materias primas de España y de
América adquiridas por las naciones extranjeras por un ducado,
manufacturaban esos países artículos que vendían después a España por
10 ó 100 ducados. Ortiz se lamentaba de que los españoles habían sufrido
mayores agravios de los europeos que los que habla sufrido América de
España.
“A cambio de los metales preciosos los españoles les daban a los
indios bienes o brujerías de mucho o poco valor; pero mediante la
compra de productos manufacturados con sus propias materias
primas, España estaba enriqueciendo a otros países y
convirtiéndose en el hazmerreír de las naciones.”76
El capital extranjero siguió manejando las finanzas y el comercio de la
nación aun mientras la corona se empeñaba en dictar reglamentaciones de
exaltado nacionalismo económico. En 1772 –época de Carlos IV– los
franceses tenían en sus manos el mayor volumen de las transacciones
mercantiles que se realizaban en Cádiz, corriente principal del comercio
hispano; 79 casas de comercio mayorista pertenecían a capitalistas
franceses, después de los cuales venían en importancia los capitalistas
italianos y los ingleses.77
Las Cortes de Valladolid de 1548 expresaron muy concisamente la realidad
de la situación al manifestar que los reinos de España se empobrecían
cada vez más “y vienen a ser como Indias de extranjeros”78
Las deudas públicas de las monarquías absolutas fueron uno de los
motores más importantes de la acumulación primitiva. Los tipos
exorbitantes de interés permitieron cosechar beneficios fabulosos a los
banqueros internacionales. Esas ganancias:
“fueron factores importantes en la acumulación del capital, la mayor
parte del cual buscó probablemente salida en la industria, el
comercio y las finanzas”79
En España las ganancias fueron astronómicas, pero las inversiones en su
economía nulas.
75
Haberler, op. cit.
76
Hamilton, p. 198
77
Altamira, cit. por Bagú, “Economía...”, p.152. op. cit.
78
Ricardo Levene, op. cit.
79
Hamilton, p. 5
34
ANTES DE MAYO
Esquemas y criterios
La raíz de los mitos en torno a la supuesta prosperidad capitalista de
España es en el fondo una incapacidad para pensar dialécticamente y
soportar esta contradicción; que un país atrasado en el desarrollo burgués
capitalista haya descubierto y conquistado América. ¿Cómo de una nación
tan atrasada podía nacer el Imperio?
Si España hubiera sido atrasada el descubrimiento debió haber sido
realizado por Inglaterra. Tal es el esquema del sentido común que no
puede comprender que el desarrollo histórico no es armonioso y lineal sino
contradictorio y desigual, con el resultado de que las superestructuras
políticas nunca se corresponden mecánicamente como dientes de
engranajes. El desarrollo de la joven burguesía europea, que cabalgaba
sobre las crecientes fuerzas productivas, demandaba con urgencia la
apertura de nuevas rutas sobre el globo, en lo cual ya estaba implícito el
descubrimiento de América. Lo “lógico” –si por lógica entendemos la
ausencia de contradicciones y el esquematismo preestablecido– hubiera
sido que el descubrimiento corriera a cargo de las potencias con mayor
desarrollo burgués y no de España, que marchaba a la retaguardia. Pero
semejante lógica abstracta es extraña a la historia. Fue España quién por
una combinación de procesos superestructurales descubrió América, lo
que no es sino una temprana manifestación de la ley del desarrollo
desigual, común a toda la historia, y particularmente visible en el
capitalismo. Pero a la larga la estructura económica hizo sentir su acción y
España perdió bien pronto el monopolio de sus colonias y se transformó en
agente intermediario de Inglaterra y Francia, que luego habrían de
heredarla como metrópolis económicas de América Latina.
Pero el pensamiento formalista esquemático –aunque hable lenguaje
marxista– no puede comprender ese entronque desigual de estructura y
superestructura. A la grandeza imperial de España necesita inventarle una
base de prosperidad capitalista que nunca tuvo. Del mismo modo,
80
Ricardo Levene, op. cit.
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Milcíades Peña
81
Federico Engels, “Las Guerras Campesinas en Alemania”, pp. 20-97, op. cit.
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