Oracion Comunitaria - Caridad2
Oracion Comunitaria - Caridad2
Oracion Comunitaria - Caridad2
Vengo a orar
La caridad es la virtud sobrenatural por la que amamos a Dios sobre Vengo a ti, Señor,
todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos por amor a a la fuente del primer amor donde todo
Dios. Es la virtud por excelencia porque su objeto es el mismo Dios y es vida,
el motivo del amor al prójimo es el mismo: el amor a Dios. donde todo es agua, donde todo es
libertad... donde encuentro mi vida,
donde encuentro tu Agua,
La Caridad le da vida a todas las demás virtudes, pues es necesaria donde encuentro mi libertad.
para que éstas se dirijan a Dios. Como nos dice insistentemente
Ixcís – Abrazando la noche
Pablo en su carta a los corintios sin la caridad, las demás virtudes
están como muertas.
Este es mi mandamiento
Como el Padre me amó así yo os he amado: permaneced en mi amor. Si cumplís mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he cumplido los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho esto para que
participéis de mi alegría y vuestra alegría sea colmada. Éste es mi mandamiento: que os
améis unos a otros como yo os amé. Nadie tiene amor más grande que el que da la
vida por los amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos porque el siervo no sabe lo que hace el amo. A vosotros os he
llamado amigos porque os comuniqué cuanto escuché a mi Padre. No me elegisteis
vosotros; yo os elegí y os destiné a ir y dar fruto, un fruto que permanezca; así, lo que
pidáis al Padre en mi nombre os lo concederé. Esto es lo que os mando, que os améis
unos a otros. (Juan 15, 9 – 17)
Jesús insistió una y otra vez en transmitir a sus discípulos este nuevo mensaje, convirtiéndolo en el
centro de su predicación y su mandato más importante. No se puede ser cristiano dejando de lado
la caridad. Frente a una religión basada en el cumplimiento de la ley, Jesús pone en el amor a Dios y
al prójimo el núcleo de su mensaje.
“Caridad no significa ante todo el acto o el sentimiento benéfico, sino el don espiritual, el amor de
Dios que el Espíritu Santo infunde en el corazón humano y que lleva a entregarse a su vez al mismo
Dios y al prójimo. Toda la existencia terrena de Jesús, desde su concepción hasta la muerte en la Cruz,
fue un acto de amor, hasta el punto de que podemos resumir nuestra fe en estas palabras: Jesús,
caridad” (Benedicto XVI).
Si no tengo amor
¿Me creo capaz de amar sin sentirme amado?
Si no tengo amor no soy nada. Nada soy
si no tengo amor.
El amor verdadero Nada soy, nada soy si no tengo amor.
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los Brotes de olivo – Cómo te podré pagar
idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si
no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada!
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De
nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas.
Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve
dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás…
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho. No aplaude a los malvados,
sino a los que hablan con la verdad. El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo,
de esperarlo todo, de soportarlo todo. (1 Cor. 13, 1-7)
"Que el amor sea sincero. Aborrezcan el mal y procuren todo lo bueno. Que entre ustedes el
amor fraterno sea verdadero cariño, y adelántense al otro en el respeto mutuo. Sean
diligentes, y no flojos. Sean fervorosos en el Espíritu y sirvan al señor. Tengan esperanza y sean
alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar. Compartan con los hermanos
necesitados, y sepan acoger a los que estén de paso. Bendigan a quienes los persigan:
bendigan y no maldigan. Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran. Vivan
en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por
sabios. No devuelvan a nadie mal por mal, y que todos puedan apreciar sus buenas
disposiciones. Hagan todo lo posible para vivir en paz con todos." (Carta a los Romanos, 12, 9-18)
Hermanos míos, ¿de que le sirve a uno alegar que tiene fe si no tiene obras? ¿Podrá salvarlo la
fe? Suponed que un hermano o hermana andan medio desnudos, faltos del sustento cotidiano,
y uno de vosotros le dice: Id en paz, calientes y saciados; pero no le da para las necesidades
corporales, ¿de qué sirve? Lo mismo la fe que no va acompañada de obras, está muerta del
todo. Uno dirá: tú tienes fe, yo tengo obras: muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré por
las obras mi fe. ¿Tú crees que existe Dios?
¡Muy bien! También los demonios creen y tiemblan de miedo. ¿Quieres comprender, hombre
necio, que la fe sin obras está inerte? (Carta de Santiago 2, 14 – 20)
"No salga de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a
los oyentes. No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron
marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación. Arranquen de raíz de entre
ustedes disgustos, arrebatos, enojos, gritos, ofensas y toda clase de maldad. Más bien sean
buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios los perdonó
en Cristo." Carta a los Efesios, 4 – 29-32
El amor
“El amor es paciente, es amable, no es envidioso ni fanfarrón, no es orgulloso ni destemplado,]no busca
su interés, no se irrita, no apunta las ofensas, no se alegra de la injusticia, se alegra de la verdad”
(1 Cor.13)
El amor ha de traducirse en hechos, es mucho más que palabras, mucho más que
sentimientos obras son amores y no buenas razones, el amor no falla nunca.
El amor busca ser correspondido
es la comunicación del amante y el amado, es donarse enteramente,
entregarse mutuamente, el amor no falla nunca.
El amor es el sentido de la vida, el amor es un derroche de alegría, el amor es la
cruz de cada día,
el amor es darlo todo sin medida.
El amor es vivir comprometido,
el amor no es egoísta, el amor no es orgulloso, el amor todo lo cree, el amor todo lo
espera, el amor no falla nunca. Maite López - Deseos