Fractura Aves

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INTRODUCCIÓN

Las fracturas en aves son de los motivos de ingreso más frecuentes en cualquier centro de
rescate, principalmente por accidentes traumáticos contra estructuras o por disparos.

Un elevado porcentaje de fracturas en aves presentan una conminución bastante importante. Esto
se debe a que el hueso de las aves es más frágil (por un mayor contenido en minerales) y con
corticales más finas que el de los mamíferos. El hecho de que las corticales sean muy finas nos
limita a la hora de utilizar determinados implantes, por ejemplo, los tornillos, debido a que el
agarre será menor, al haber poca rosca en contacto con el hueso.

La piel de las aves es muy fi na y delicada, por lo que, de no inmovilizar inmediatamente una
fractura, corremos el riesgo de transformar una fractura cerrada en abierta, aumentando el riesgo
de infección. Los factores que nos van a llevar a elegir un método de inmovilización u otro son
muy similares a los de la traumatología de mamíferos. El tipo de hueso y fractura, su antigüedad,
la lesión neurológica y/o de tejidos blandos asociada, el tipo de animal (tamaño y carácter) y el
del propietario (restricciones económicas) son fundamentales a la hora de decantarnos por una
técnica u otra.

En el caso de las especies exóticas es fundamental preservar la funcionalidad del miembro (ya
que son animales que deben reintroducirse en la naturaleza en perfectas condiciones) y el
tratamiento de elección será, generalmente, el quirúrgico, ya que nos va a permitir, en la mayor
parte de los casos, una reducción más exacta, un callo menos voluminoso y una mejor y más
rápida recuperación de la funcionalidad del miembro afectado. Sin embargo en algunos casos el
uso de vendajes es aceptable, en aves que no necesiten mucha movilidad, si hay poco
desplazamiento de los fragmentos, si presenta poca lesión en los tejidos blandos, en caso de
enfermedad ósea metabólica o si los fragmentos no permiten alojar ningún implante.
Características anatómicas de las aves.-

En las aves algunos huesos tienen carácter neumático, es decir, están ocupados por aire en su
región interna y mantiene conexiones directas con los sacos aéreos, que a su vez se comunican
con los pulmones. El carácter neumático de los huesos depende de la especie y la región ósea;
son siempre neumáticos los huesos húmero, fémur y esternón, y sólo en ocasiones el tibiotarso y
las vértebras cervicales. Como consecuencia del puente que se establece entre los pulmones y el
canal medular, las infecciones pueden transmitirse en uno u otro sentido y, por tanto, en las
fracturas óseas abiertas que afectan a las extremidades, son posibles las infecciones en sacos
aéreos, pulmón, canal medular, etc.[ CITATION Alb16 \l 12298 ]

Los huesos de las aves se diferencian de los mamíferos principalmente en:

1. Los huesos largos de las aves tienen una cortical muy fina y el interior del hueso está
atravesado por un gran entramado de trabéculas óseas. La mayor cantidad de trabéculas
óseas se localizan en los extremos, coincidiendo con los lugares de mayor tensión durante
el vuelo. Esta valiosa trama aporta una gran ligereza y resistencia con un mínimo de
sustancia ósea. [ CITATION Alb16 \l 12298 ]

2. Sus huesos largos son menos elásticos y se fracturan con más facilidad que los de los
mamíferos, debido a su fina y dura corteza y al mayor contenido en sales inorgánicas.

3. El húmero se une mediante potentes ligamentos al coracoides y a la escápula en un punto,


en el que también se fija la clavícula, constituyendo así una región clave para el vuelo,
compuesta por cuatro epífisis.[ CITATION Her92 \l 12298 ]

4. El esternón se encuentra articulado con un hueso; el coracoides, en cuyo extremo


proximal posee fuertes ligamentos con la clavícula y la escapula.
5. El callo óseo se forma principalmente del periostio, por lo que es muy importante la
vascularización que procede de los tejidos blandos; en cambio la circulación intramedular
de vasos tiene menor importancia en aves que en mamíferos de cara a la cicatrización
ósea.

Fracturas.-

Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un
accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo
de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.[ CITATION Eug18 \l 12298 ]

Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se
clasifican de la siguiente manera:

 Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.


 Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.
 Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
 Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
 Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.

Manejo de fracturas en aves exóticas.-

En aves la zona anatómica más comprometida es la porción del ala cercana al cuerpo; en su gran
mayoría hablamos de fracturas abiertas.
El tratamiento dependerá de las necesidades del ave y del medio en el que esta vive (y en el caso
de que se trate de un animal que viva en cautividad, como aves de cetrería o de zoológico).
Los objetivos del tratamiento son estabilizar la fractura, permitir o favorecer el reparto de las
cargas y proporcionar un uso limitado durante la cicatrización. También se busca la conservación
de la longitud del hueso y la alineación angular y rotacional del miembro. [ CITATION Eug18 \l
12298 ]
Los signos clínicos que presenta una rapaz traumatizada suelen incluir dolor, in-amación,
inestabilidad e incapacidad para el vuelo o la locomoción. Cuando se observen signos nerviosos,
hemorragias profusas o shock, el animal deberá estabilizarse previamente al abordaje del
problema traumatológico.

En los casos de fracturas abiertas es muy recomendable cubrir el foco de fractura con algún
apósito o gasa empapado en suero salino atemperado con el objetivo de mantener una humedad
constante y que no se produzca desecación a nivel óseo.

Se empieza la exploración de las alas con el animal posicionado en decúbito dorsal, y se examina
cada hueso y cada articulación de forma separada, primero en un ala y después en la otra, y se
examina la extremidad afectada comparándola con la extremidad normal.
Posteriormente se coloca el ave en decúbito prono para examinar la columna vertebral,
especialmente la unión vertebral a nivel del sinsacro. [ CITATION Eug18 \l 12298 ]

Cuando la fractura se presenta en una extremidad inferior, se debe valorar la posible presentación
de pododermatitis en la extremidad contralateral antes de decidir el tratamiento que se va a
instaurar.
Posteriormente, se realiza el examen radiológico el cual es fundamental en el diagnóstico de
fracturas o luxaciones. Es recomendable realizar radiografías de la extremidad sana y de la
afectada para comparar.[ CITATION OMa08 \l 12298 ]

El estudio radiológico se hace siempre en base el menos a dos proyecciones, aunque en


ocasiones se requieren de posicionamientos adicionales para el diagnóstico detallado de la lesión.
Las películas mamográcas son de gran utilidad por el detalle que ofrecen a la hora de
diagnosticar las fracturas en animales de pequeño tamaño.

Las fracturas se describen indicando el hueso afectado y atendiendo a su naturaleza (abierta o


cerrada), al lugar donde se asienta (diasaria, episaria, etc.), a la línea de fractura (simple, oblicua,
en tallo verde, conminuta, espiroidea, etc.) y otros detalles importante como necrosis, infección,
desvitalización, integridad de los tejidos blandos, etc.
Una vez diagnosticadas las diversas fracturas que presenta el animal, se inicia la terapia
analgésica, que a menudo forma parte de la premedicación anestésica. Habitualmente se emplea
meloxicam (0,5 mg/Kg PO, IM SID) y butorfanol (1-2 mg/Kg IM) (4). El uso de corticosteroides
es controvertido5, en animales shockados, ya que en algunos casos pueden producirse
alteraciones renales importantes a pesar de ser útiles para controlar ciertos cuadros neurológicos
en combinación con vitamina B1.En ese momento es que se debe tomar la decisión de aplicar
una técnica u otra.[ CITATION FIA11 \l 12298 ]

[ CITATION FIA11 \l 12298 ]


Técnicas no quirúrgicas.-

Entre las principales tenemos:

 Vendaje en 8: Es una técnica clásica de estabilización de las alas, que sigue siendo de
utilidad en fracturas distales (carpometacarpo, radio o cúbito) de naturaleza simple o
como complemento a una técnica quirúrgica como el enclavijamiento intramedular.
Consiste en trazar con el vendaje una gura de “8” desde la axila del ala, rodeando por
delante el carpo para regresar a la axila cerrando el bucle.

 Vendaje en 8 y al cuerpo: Se practica un vendaje en 8 y se termina rodeando el pecho


del ave, dejando libre el ala sana y pegada al cuerpo el ala fracturada. También se usa
como técnica complementaria en enclavijamientos intramedulares en fracturas
proximales del ala.[ CITATION FIA11 \l 12298 ]

 Vendaje Roberth-Jones: Es un vendaje compresivo acolchado que se utiliza en fracturas


simples del tercio distal de tibiotarso y tarsometatarso, normalmente para complementar
un enclavamiento. Suele aportar una estabilidad razonable y evita in-amaciones debidas a
la fractura y a la propia cirugía. Tras el acolchado de la extremidad, se aplica un vendaje
con venda de gasa no elástica generando compresión.[ CITATION OMa08 \l 12298 ]

 Vendaje interdigital: Se trata de un vendaje de gran utilidad en algunas fracturas de


falanges como técnica única o combinada. También es efectivo como vendaje corrector
ortopédico para tratar garras que se mantienen en extensión permanente. Se rodea el
tarsometatarso con venda de gasa no elástica y se vendan los dedos uno a uno volviendo a
dar una vuelta al tarsometatarso tras el vendaje de cada dedo.

 Vendaje en bola: Es una versión del vendaje anterior en el que se mantienen todos los
dedos de la garra posicionados alrededor de una bola de gasa en postura anatómica.
 Férulas de coaptación: Las férulas consisten en un material más o menos rígido con
vendaje o cintas adhesivas que impiden el desplazamiento de fragmentos óseos. Son
útiles para la inmovilización de fracturas simples, fracturas que asientan cerca de las
articulaciones o como complemento a técnicas quirúrgicas.[ CITATION OMa08 \l
12298 ]

Técnicas quirúrgicas.-

En numerosas ocasiones los tratamientos conservadores no son suficientes para estabilizar ciertas
fracturas, y es necesario recurrir a la estabilización quirúrgica. Como ya se ha indicado, el uso de
placas de osteosíntesis en aves es bastante reducido y a la vez controvertido.

El equipamiento básico para llevar a cabo la mayoría de las cirugías ortopédicas en aves consiste
en material ordinario de cirugía general (instrumental general de cirugía, paños, suturas, vendas,
gasas, etc.), material específico de traumatología (taladro manual de Jacobs, las pinzas de
cerclajes de Arnolds, doblaagujas, alicates de corte, gubias, curitas, etc.) y materiales
complementarios (p.ej. malla termoplástica, bridas de plástico, resinas epoxi, etc.).[ CITATION
FIA11 \l 12298 ]

La premedicación de la mayoría de las intervenciones ortopédicas consiste en el control de la


analgesia mediante la administración de meloxicam (0,5 mg/Kg PO, IM) y butorfanol (1-4
mg/Kg IM), aunque existen autores que recomiendan dosis menores (0,5-1 mg/Kg IM) ya que
este derivado opiáceo puede producir depresión respiratoria. Para conseguir buena relajación
muscular y disminuir la dosis de anestésico puede administrarse midazolam (0,1-0,5 mg/Kg IM).
En cirugías que supongan mayor manipulación y dolor (p.ej.: refracturas) pueden combinarse
medetomidina (0,1 mg/Kg IM) y ketamina (3 a 5 mg/Kg IM).[ CITATION Lon08 \l 12298 ]

Entre las técnicas más comunes están:


 Enclavijamiento medular: Consiste en alinear el hueso fracturado mediante la
colocación de una aguja de Kirschner en la cavidad medular. Se consigue una buena
reducción, aunque no se evitan los movimientos de rotación, deslizamiento, y
compresión. Durante la aplicación se evitará atravesar las articulaciones, retirando
inmediatamente la aguja en caso de que esto suceda. Además, conviene dirigir la aguja lo
más externamente y en la posición de máxima flexión de la articulación. El diámetro de
la aguja utilizada ha de suponer como máximo 2/3 del diámetro interno de la cavidad
medular. del diámetro interno de la cavidad medular 3. Con ello se evitan las fracturas
yatrogénicas y la inhibición de callo endóstico. Las agujas se colocan de forma
normógrada, que es menos invasiva,o de forma retrógrada, que es más agresiva.
[ CITATION FIA11 \l 12298 ]

 Cerclajes: Fabricados de alambre de acero inoxidable quirúrgico, los cerclajes rara vez
son resolutivos por sí solos, aunque son una buena herramienta para estabilizar fracturas
oblicuas que han sido alineadas mediante enclavijamiento intramedular previo 3. Un
hemicerclaje consiste en un cerclaje que rodea uno de los fragmentos y la aguja
intramedular. También se pueden aplicar cerclajes interfragmentarios en 8 ó bandas de
tensión. En aves muy pequeñas se pueden emplear suturas reabsorbibles.

 Fijador externo unilateral o tipo I (FE-I): Consiste en la reducción de la fractura


mediante la colocación de agujas trasxiantes (algo anguladas respecto a la perpendicular
del eje mayor del hueso) que atraviesan en varios puntos las dos corticales de los
fragmentos óseos y se unen externamente en la cara lateral de la extremidad. Esto confi-
ere una buena estabilidad frente a la rotación, la flexión, a las fuerzas de cizalla y la
compresión, originando un callo óseo mínimo sin invadir espacios articulares. El fijador
externo tipo I se reserva para los huesos que, en posición anatómica, quedan pegados al
cuerpo, como el carpometacarpo, el cúbito, el húmero y el fémur. En estos dos últimos
debe ser combinada con un enclavijamiento intramedular.[ CITATION OMa08 \l 12298
]
 . Fijador externo bilateral o tipo II (FE-II): En este sistema las agujas trasxiantes se
doblan a ambos lados del hueso, con lo que son necesarias dos barras conectoras.
Proporciona más estabilidad que el fijador tipo I aunque también supone un mayor peso y
volumen. Se aplica en huesos que quedan separados del cuerpo como tibiotarso o
tarsometatarso. Tanto en el fijador externo tipo I como en el tipo II deben colocarse al
menos dos agujas trasxiantes por cada fragmento. Se implantarán intentando evitar el
foco de fractura y buscando el punto de mayor distancia entre ambas corticales.

 . Fijador externo híbrido o “Tie-in” (FEH): Esta configuración se ha revelado como la


técnica de elección para muchas de las fracturas de huesos largos que suelen ser atendidas
en la clínica de aves y consiste en un fijador externo tipo I en el cual la barra conectora se
forma doblando sobre sí misma una aguja intramedular. En aves de tamaño considerable
pueden usarse agujas de punta roscada que facilitan la penetración en el hueso y
garantizan una sujeción más firme de la aguja en las corticales.

 Injertos óseos: En las fracturas con pérdida de tejido óseo se puede incorporar en la
misma autoinjertos de corticoesponjosa para rellenar los defectos o huecos existentes.
Para ello se obtienen pequeñas porciones de hueso procedentes de la quilla. Este tejido
puede fragmentarse con una pinza gubia, depositando posteriormente los trozos en el
lugar donde sea necesario. Una buena forma de poder aglutinarlo es mezclarlo con un
poco de sangre del propio paciente.

 Refracturas: Dada la celeridad con que se comienza a formar el callo óseo, no es


infrecuente el tratamiento de fracturas mal consolidadas que requieren una refractura
previa a la estabilización quirúrgica. Si el hueso es de tamaño medio-grande, el empleo
de la sierra oscilante resulta de gran utilidad en esos casos ya que se consiguen cortes
limpios, rápidos y seguros que permiten una correcta realineación posterior. Otra opción
es utilizar una sierra de marquetería de un solo uso. [ CITATION Red86 \l 12298 ]

Seguimiento postoperatorio.-
Como en cualquier otra cirugía, se proporciona al ave una cobertura antibiótica y
analgésica. El empleo experimental de cefovecina sódica ha resultado eficaz y seguro
como cobertura antibiótica, aunque no se tienen datos de su farmacocinética en aves
rapaces. De uso habitual son la marbo-oxacina (10 mg/Kg SID PO, IM durante 10-15
días)7 y el meloxicam (0,1-0,2 mg/Kg SID PO, IM)4. El aporte de suplementos
vitamínicos y minerales puede ayudar a una correcta osificación. Las suturas y los
vendajes deberían ser revisados semanalmente para detectar posibles infecciones,
anquilosis o parasitaciones (miasis) que podrían comprometer la evolución del proceso.
Es conveniente realizar una radiografía de control a los 15 días de la cirugía para
comprobar la formación del callo, la estabilidad del sistema y la ausencia de
complicaciones como desplazamientos, no-uniones u osteomielitis. Si se aprecian signos
de osteomielitis se recomienda iniciar terapia con clindamicina (150 mg/Kg SID PO, IM)
y valorar la retirada de algún elemento de osteosíntesis. [CITATION Lon08 \l 12298 ]
CASO CLÍNICO.-

El cóndor (Vultur gryphus) , de sexo macho, de edad juvenil de aproximadamente 3 años,


procedente de la Reserva Paisajística Subcuenca del Cotahuasi (RPSCC)- SERNANP fue
dispuesto a la Administración técnica forestal y de Fauna Silvestre – Arequipa (ATFFS)-
SERFPOR ,el día 13 de setiembre de 2016. Los profesionales a cargo procedieron a la
evaluación clínica del ejemplar, encontrando al ave con una baja condición corporal, con
una lesión  en el ala derecha, y sensibilidad  disminuida en el metacarpo, la cual
condicionaba a una postura incorrecta, limitando el desplazamiento del ave.
Posteriormente se realizó un estudio radiológico donde se diagnosticó Fractura Expuesta
Proximal de Cúbito y Radio con presencia de callo óseo de larga data. Se mejoró la
condición corporal del ave durante 13 días, preparando al ave para la cirugía.
En la cirugía se procede a  realizar el abordaje encontrándose una gran fibrosis y un callo
óseo prominente, se debida los fragmentos óseos y se coloca un clavo intramedular tanto
en radio como en cubito, luego se introducen clavos uniplanares bicorticales en proximal
y distal del cubito, finalmente se articulan ambas técnicas para lograr un configuración
Tie in.[ CITATION Ter16 \l 12298 ]
RESULTADOS:

Al término del post operatorio el ave presento una notable mejoría en cuanto a la posición
del ala afectada; el desplazamiento del ave se realizaba sin limitación alguna, mejorando
la calidad de vida del animal, recuperando el ejemplar de dicha especie que se encuentra
en peligro de extinción.
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