Tomo I Derecho Constitucional
Tomo I Derecho Constitucional
Tomo I Derecho Constitucional
DERECHO
CONSTITUCIONAL
UNA APROXIMACIÓN A SUS CONCEPTOS
Y CONTENIDOS FUNDAMENTALES
TOMO I
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Ricardo Alejandro Terrile
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Índice
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Ricardo Alejandro Terrile
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO.................................................
22. Presidencialismo y parlamentarismo. Introducción ...........................................
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LA DEMOCRACIA.......................................................................................................
24. ???? ............................................................................................................................
24.1. Reflexiones sobre la democracia .................................................................
24.2. Los mecanismos de democracia semidirecta..............................................
LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL.................................................................
26. Análisis ......................................................................................................................
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
No es un acto que permanece estático sino que constituye un proceso social continuo,
de profunda dinámica, a la que se suman nuevos principios y donde los que nos acom-
pañan desde sus orígenes adoptan transformaciones sustanciales por imperio de la
jurisprudencia y la creciente internacionalización del derecho constitucional.
La Constitución Nacional encierra disposiciones tan básicas, que aún esenciales, nece-
sita de otras normas jurídicas que la reglamenten por lo que fue necesario editar como
material de estudio “La Constitución Nacional y sus normas Reglamentarias”.
La doctrina analiza dichas herramientas, provoca con sus reflexiones, relaciona los di-
ferentes temas, vincula los diversos autores, delata la ideología y filosofía subyacente
y concluye con una interpretación posible.
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ria. Muchas fueron las razones que se complementaron para que el texto no se editara.
El extenso proceso de facto fue uno de ellos pero no el único.
Los meses de Enero y Julio de cada año aprovecho para ordenar lo que durante todo el
año investigo y escribo. Todos mis textos reconocen, esos meses, como los ideales para
la sistematización de las diversas lecturas, el análisis y la escritura y éste no ha sido la
excepción.
El texto que hoy editamos es parte necesaria de una obra que componen, en principio,
dos tomos.
El presente, al que hemos identificado como “Tomo I”, es una introducción a concep-
tos y contenidos fundamentales de un derecho constitucional que se abre camino a la
internacionalización de sus normas, en el marco de un futuro y potencial tratado de
integración latinoamericano.
Un capitulo especial impone la reflexión sobre la vigencia del contrato social, sus al-
cances y los aportes, entre otros, de RAWLS, DWORKIN, GARGARELLA, SABSAY,
GELLI, SOLA, ALTHUSSER y NINO.
En el presente texto hemos analizado, en forma detenida, las leyes que organizan y
reglamentan el funcionamiento de los partidos políticos, atento el carácter de institu-
ciones fundamentales del sistema democrático (artículo 38 de la Constitución Nacio-
nal) y la circunstancia en que el sistema partidocrático adoptado los transforma en medios
necesarios e imprescindibles en el orden democrático.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El “Tomo II”, refiere a la parte orgánica del Derecho Constitucional, en la que tendre-
mos la oportunidad de referirnos al derecho parlamentario, los poderes ejecutivo y
judicial, los órganos de control y la organización jurídico política del Estado.
Las clases “no se dan, se hacen” nos decía VANOSSI en la cátedra de la Universidad
de Buenos Aires.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
1. El Derecho Constitucional
SABSAY define al Derecho Constitucional como “la rama del derecho que procura la orga-
nización del poder en el Estado con especial empeño en el resguardo del espacio de libertad de
la sociedad” (Sabsay, Daniel. 2011. “Manual de Derecho Constitucional”. Editorial La
Ley. p. 23). Es decir, se detiene en el análisis y estudio de las relaciones en el Estado y
simultáneamente entre éste y los particulares.
A veces, utilizamos definiciones más simples: “La ciencia que estudia la organización del
poder y los derechos humanos esenciales”.
SOLA cita: “Es conocida en este sentido la definición material de Constitución dada
por la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1789:
“Toute société dans laquelle la garantie des droits n’est ni la separation des pouvoirs determin-
née n’a point de constitution”. (“Toda sociedad en la que no haya garantía de los dere-
chos, ni este determinada la separación de poderes, no tiene de ninguna manera una
Constitución”). (Sola, Juan Vicente. 2011. Editorial La Ley. p.34).
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Siendo parte inescindible del Estado, nos enfrentamos con nuestros mandatarios exi-
giendo el reconocimiento de nuestros derechos y el cumplimiento de los imperativos
electorales. La finalidad que nos vincula a todos, al menos en el plano teórico, es el
anhelo de justicia e igualdad.
2. El Estudio de la Constitución
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Las leyes reglamentan el texto constitucional, las cláusulas programáticas que la pro-
pia constitución y las convenciones internacionales reconocen. A tal fin, “La Constitu-
ción Nacional y sus normas reglamentarias” que publicamos durante los últimos años,
procura sintetizar y simultáneamente ejemplificar, las numerosas leyes que organizan,
planifican, trazan los alcances, marcan sus límites, colaboran con la interpretación; en
suma, definen los alcances de la norma constitucional y convencional.
Para encarar su estudio, hemos compuesto cuatro herramientas que juegan armónica-
mente:
d) La doctrina que hemos ensayado durante nuestro ejercicio docente que refleja
nuestras concepciones –que siempre son relativas y nunca absolutas– en torno a
determinados conceptos de la materia.
La constitución individualiza –nunca en forma taxativa– los derechos de los que somos
titulares los seres humanos y hacemos valer ante el poder político; las garantías que
nos sirven de herramientas para reponer el derecho cuando es lesionado de cualquier
modo y definiciones que traza en su preámbulo y en su texto, precisando su condición
republicana, representativa y la organización federal en las llamadas “declaraciones”.
Ello está contenido en la parte dogmática. Simultáneamente determina, en forma obli-
gatoria, las competencias de los órganos políticos y establece las formas y procedi-
mientos del ejercicio del poder. Es lo que se llama la parte orgánica de la constitución.
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Colabora también la racionalización y los límites de los poderes públicos, función clá-
sica asociada a la separación e interdependencia de los poderes como principio que
informa a la estructura orgánica de la constitución.
El derecho es una presencia esencial para la democracia que no se agota con el prin-
cipio de legalidad, ya que comprende un marco sociológico de relaciones humanas
sometidas al marco jurídico que nos brinda seguridad en un trato que preserve la
igualdad de los iguales en iguales circunstancias. Queda a cargo de los magistrados la
difícil tarea de asegurar que el imperio de la ley rija en toda circunstancia y ante todo,
imponer los contenidos contemplados en el marco constitucional y legal vigente en el
país.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El Contrato Constitucional
Todo estudio del derecho constitucional implica abordar, previamente, lo que la doc-
trina denomina el “contrato social”.
Parte de una simplificación de la realidad, elabora una ficción y deduce que los se-
res humanos voluntariamente conciertan un pacto de convivencia y administración
colectiva de espacios comunes. Para ello, a la par que procuran determinar un orden
normativo que garantice reglas claras de juego, se imponen un poder administrador
–el Poder Ejecutivo– con ciertas atribuciones que actúan por delegación, reservándose
la posibilidad de colaborar con la construcción de normas –Poder Legislativo–, dele-
gando a un conjunto de ciudadanos, como premio a la elaboración teórica del modelo,
un cargo vitalicio que tiene como competencia la interpretación de la conducta de los
otros dos poderes –Poder Judicial–.
En el modelo simplificado del contrato social que exponemos, sus autores no delatan
la procedencia de clase de sus actores. No definen ni individualizan, en la estratifica-
ción social que se analiza sociológicamente, la pertenencia u origen de todos y cada
uno a una u otra clase o capa social. Presumimos, que no son precisamente los sectores
más desposeídos los que se sentaban en la mesa de la negociación sino, históricamente,
quienes detentaban los medios de producción, los que influían en la sociedad, creaban
el mercado, condicionaban el poder de compra o de consumo o contemporáneamente,
quienes utilizaban los modernos medios de comunicación para direccionar la opinión
pública.
Los teóricos del contrato social, ora los que lo idearon, ora los que lo defendieron con
honestidad, ora los que se sirvieron y sirven de él, ora los que perversamente enfatizan
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sobre sus bondades, ensayaron durante todo este tiempo, medios que procuraron re-
forzar el sistema para justificarse y legitimarse.
Es preciso aclarar que los sectores que detentaban poder fueron transformando con
mucha sutileza su exposición.
La citada postura doctrinaria, partía de una premisa: era irrazonable encontrar “cons-
titucionalismo” en la conducta bárbara de los esclavistas, de los señores feudales, de la
monarquía, de los tiranos o dictadores y la avizoraba, en cambio, en las experiencias
de Inglaterra, Estados Unidos y Francia.
SOLA, un lúcido pensador, adopta una postura crítica pero a la par admite en el con-
trato social una voluntad común. Nos dice “El contrato social es sumamente útil por-
que a pesar de su falta de rigor histórico, nos permite predecir el comportamiento de
los actores sociales dentro del estado y frente al gobierno. Cuando el contrato no se
cumple, aparecen los riesgos de conflicto social, o si la que se encuentra desprotegi-
da es una minoría, ésta emigra. Este voto con los pies es mucho más común de lo que
aparece a simple vista. No sólo se emigra físicamente mudándose con su familia a otro
estado, sino que pueden mudarse más fácilmente capitales o inversiones a otros es-
pacios. Este fenómeno es evidente en la historia argentina, que se benefició de la gran
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
inmigración a fines del siglo XIX y que ahora enfrenta un fenómeno inverso. No sólo
con el movimiento de personas sino también con el de capitales” (Sola, Juan Vicente.
2011. El Derecho Constitucional. Editorial La Ley, p. 74).
En “La guerre du Feu” –”La guerra del Fuego””, que en 1981 dirigió el Director JEAN
JACQUES ANNAUD–, se describe la importancia del descubrimiento del fuego en las
poblaciones primitivas, debido al gran número de beneficios que este les proporciona-
ba –iluminación, calefacción, cocción de alimentos– y representa el eje de la progresión
de las tribus protagonistas.
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Esto implica que imaginar un convenio social, como todo otro acuerdo, es eficiente y
tiende a su concreción, si nos pone en una situación mejor que la que estábamos ante-
riormente.
Vamos a analizar algunos de ellos, en forma muy abreviada, en el marco de las pre-
sentes reflexiones que hacemos en torno al derecho constitucional contemporáneo. Al
respecto, hemos utilizado como fuentes a John RAWLS, Ronald DWORKIN, Carlos
NINO, Louis ALTHUSSER, Juan Vicente SOLA y Roberto GARGARELLA. Este último
en su ensayo “Las teorías de la justicia después de Rawls”.
RAWLS, elaboró hace algún tiempo, una primera aproximación, que denominó una
“Teoría de la justicia”, manifestando que precisamente “la justicia” es la primera de las
virtudes sociales. Las instituciones básicas de la sociedad sostiene, “no requieren ser
ordenadas y eficientes; ellas, por sobre todo deben ser justas...”.
El intuicionismo:
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
RAWLS objeta dicha postura a partir de lo que considera el defecto mas obvio: sus sos-
tenedores son incapaces de proponer un sistema de reglas que nos permitan determi-
nar el marco jerárquico institucional y tampoco ofrecen una guía para distinguir entre
intuiciones correctas e incorrectas.
El utilitarismo:
Es una postura que considera que un acto es correcto cuando maximiza la felicidad
general. Adopta un método capaz de ordenar diferentes alternativas frente a posibles
controversias morales y en ello mantiene ventajas sobre el intuicionismo. Sin embargo
RAWLS rechaza el utilitarismo por su concepción teleológica, es decir, capacidad para
producir un cierto estado de cosas previamente valorado. Este autor es deontológico,
esto es, una concepción conforme a la cual la corrección moral de un acto depende de
las cualidades intrínsicas de dicha acción.
Dentro del contrato social, existen factores que los actores involucrados deben pre-esta-
blecer tales como el “bien común”, el “orden público”, el “bienestar general” y en tal sen-
tido la polémica con los partidarios del intuicionismo y del utilitarismo no nos es ajena.
Ello nos obliga a preguntarnos: ¿Cuál es la propuesta que satisface mejor los intereses?
RAWLS manifiesta que la especial importancia del contractualismo se debe a que nos
ayuda a responder dos preguntas básicas:
La moral nos exige que cumplamos aquellas obligaciones que nos hemos comprome-
tido a cumplir.
El contractualismo sostiene que la razón por la cual debemos obedecer ciertas reglas es
la de que nos hemos comprometido a ello.
El contrato hipotético:
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En realidad, nos dice RAWLS, “somos relativamente iguales a los demás” en nuestras ca-
pacidades físicas y vulnerabilidades; en consecuencia, el contrato ficción como acuer-
do hipotético depende de la capacidad de negociación y ésta, de la fuerza de cada uno
de los participantes del acuerdo: los más fuertes, los más talentosos, los más poderosos
van a obtener más ventajas y desplazaran a los sectores con menos poder o con menos
talento; aunque como veremos inmediatamente, lo que no se iguala, según RAWLS, es
el “estatus moral”.
–Efectivamente:
Conforme a RAWLS las instituciones de una sociedad pueden ser consideradas ins-
tituciones justas cuando permiten que la vida de las personas depende de lo que su
autonomía le dicte y no por las circunstancias que a cada uno le ha tocado vivir.
Las instituciones deben dirigirse a igualar a los individuos en sus circunstancias lo que
se traduce en dotar a cada uno de un conjunto igual de bienes primarios. Lo expuesto
no implica una igualdad absoluta, estricta, inmodificable, rígida.
La visión abarcativa:
En el contrato social pre constituyente, lo que pretenden resolver los sectores socia-
les, en un marco de reflexión y deliberación, con el objeto de alcanzar acuerdos sobre
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Imagina un proceso evolutivo que nace como “modus videndi” transita por el “consen-
so constitucional” y arriba al “consenso superpuesto”; por ello, distingue el “consenso
superpuesto” de una situación de mero “modus vivendi”.
El “modus vivendi”:
RAWLS sostiene que al principio los sujetos que integran los diferentes sectores, par-
ten de una concepción moral que se afirma sobre bases morales, principios de justicia
y tiende a ser más estable. Los acuerdos son acuerdos morales y no, meramente, acuer-
dos firmados por personas o grupos de personas no comprometidos en absoluto con la
suerte de los demás. En esta etapa que denomina “modus vivendi” se incorporan ciertos
principios de justicia con la intención de concluir permanentes y destructivos enfren-
tamientos civiles. Son los llamados “temas urgentes”. En esta instancia, lo abarcativo
se limita a un consenso primario en el que se priorizan urgencias.
El “consenso constitucional”:
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El “consenso superpuesto”
RAWLS precisa que una vez establecido el “consenso constitucional”, los distintos
grupos que forman parte de la sociedad (en procura de trascender su propia concep-
ción del bien), intentan seducir a otros que no comparten su visión abarcativa. Para
ello, necesitan ganar el apoyo de una amplia mayoría y esto los obliga a formular con-
cepciones políticas de justicia desarrollando ideas que puedan ser aceptables para los
demás.
El proceso delata objetivos encontrados. Unos tienden a seducir con propuestas mas
amplias que denomina “abarcativas” y otros necesitan convencer, a quienes no pien-
san como ellos, a ampliar el “consenso constitucional primario”.
b) el deseo de adoptar los medios más efectivos para conseguir los fines y priorizar
objetivos cuando ellos entran en conflicto –dependen de principios–;
a) más profundo; dado que se basa en ciertas ideas particulares de las personas y la
sociedad;
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
RAWLS procura establecer “un procedimiento equitativo según el cual cualesquiera que sean
los principios convenidos, éstos sean justos”. Supone que las partes, en el comienzo del
contrato social, están situadas bajo un “velo de ignorancia”.
El “velo de ignorancia”:
Sostiene que los sujetos ignoran de que manera, las diversas alternativas afectarán
sus propios casos particulares; no conocen su lugar en la sociedad, su posición o cla-
se social; tampoco saben cuál será su suerte en la distribución de talentos y capacida-
des naturales, su inteligencia y su fuerza.
Igualmente nadie conoce su propia concepción del bien, ni los detalles de su plan
racional de vida, ni siquiera los rasgos particulares de su propia psicología. La única
comprensión que tienen las partes es una idea de justicia y que esto requiere para su
ejecución imparcialidad. El “velo de ignorancia” es una condición clave para que esto
suceda.
Detrás del “velo de ignorancia”, RAWLS concluye que dos principios sobre la justicia
serán elegidos:
a) Cada individuo tendrá derecho a una libertad básica compatible con la libertad si-
milar de los otros;
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de los que estarán peor para lograr acuerdos amplios sobre temas urgentes que los
coloque en un lugar de expectativa
Un “gobierno” significa un ambiente en el que cada uno no tendrá libertad para ejerci-
tar todas sus preferencias; existen mecanismos de control que se han delegado a la es-
tructura. El fundamento es que cada uno consentirá en una pérdida de libertad actual
o potencial porque existe el convencimiento social de que ello redundará en una venta-
ja para todos. La razón que justifica otorgar una porción básica de la libertad propia, es
que es una parte necesaria del contrato social con otros que estarán igualmente limita-
dos. Debemos entregar algo para inducir la cooperación de los demás. El acuerdo para
limitar la libertad propia no solamente constituye el elemento necesario en el contrato
social para lograr la formación de un gobierno, sino que puede aumentar el poder pro-
pio para influir en los demás. El gobierno permite el cumplimiento de los contratos.
Ahora bien:
El “contrato constitucional”:
a) Una alternativa frente a estas circunstancias es una interpretación del contrato hecha
por un tribunal que pueda ofrecer la solución que las partes hubieran podido brin-
dar si hubieran negociado con relación a esta contingencia concreta. La dificultad es
que la contingencia puede ocurrir muchos años más tarde de la redacción del con-
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
trato y a un tribunal puede resultarle imposible imaginar lo que las partes hubieran
resuelto en esa situación si la hubieran previsto y hubieran hecho una referencia
concreta en el texto contractual;
b) Otra alternativa es una renegociación entre las partes. Esta solución podría ser ra-
zonable si la situación es un acuerdo bilateral en los que existe una dependencia
mutua que crea un incentivo para encontrar una solución.
Para ello, una solución posible es la existencia de una agencia permanente que actúe
como representante de los habitantes y ciudadanos. Este es el marco constitucional
de la Corte Suprema, que fue diseñada para que fuera independiente de las otras ra-
mas del gobierno.
Tomando en cuenta el proceso evolutivo que hemos reseñado para arribar al consenso
superpuesto y con él al contrato constitucional; la extensión en el tiempo del acuerdo
abarcativo colabora con la interpretación que hace este autor sobre la función de la
Constitución:
Esta visión describe en forma realista el contenido del derecho constitucional como
un cuerpo de derecho interpretado por los jueces, que se integra al texto constitucional
pero no deriva de él en un sentido estricto.
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Ricardo Alejandro Terrile
La idea de justicia en dichas sociedades parte de lo que cada cultura interprete como
“justo” y “razonable”. En las comunidades multiculturales no son valores idénticos.
Cada comunidad sostiene su punto de vista y la “doctrina abarcativa” no resuelve la
identificación de una conducta “correcta” a la que todos adscriban.
Incorpora un concepto nuevo, el cual pretende llamar nuestra atención sobre la cir-
cunstancia de que las sociedades modernas se caracterizan por el pluralismo religioso,
filosófico y moral que generan un pluralismo de doctrinas incompatibles entre sí, pero,
aún así, razonables, lo que constituye un rasgo permanente de la cultura política de la
democracia y que deriva en los llamados “limites culturales del conocimiento humano”.
Se reitera en la descripción del proceso evolutivo que comienza como “modus vivivien-
di” para arribar, tiempo después, al “consenso superpuesto”. En la etapa del “modus
vivendi” se incorporan ciertos principios de justicia para evitar enfrentamientos civiles
de la misma manera que se aceptó el principio de tolerancia después de la reforma re-
ligiosa. Los acuerdos son, en realidad, acuerdos morales y no compromisos firmados
por personas o grupo no comprometidos en absoluto con la suerte de los demás.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En la medida en que el éxito del consenso permanece, los ciudadanos van adquiriendo
confianza unos con otros, se profundizan algunas ideas en torno a las personas y la so-
ciedad, se amplían principios relativos a toda la estructura básica de la sociedad como
ciertos derechos sustantivos, la equitativa igualdad de oportunidades, la satisfacción
de las necesidades básicas de cada uno, entre otros.
Para lograr ese objetivo, los diferentes grupos necesitan convencer a quienes no pien-
san como ellos, por lo que se obligan a desarrollar una concepción política más profun-
da y amplia que es lo que RAWLS denomina el “consenso superpuesto”.
–¿Es posible, conformar una constitución justa y estable dentro de una sociedad plu-
ralista?
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La “razón pública”, nos dice RAWLS, viene a sugerirnos cuáles son las materias que el
conjunto de la sociedad puede consensuar y cuáles no.
En la convención social, a la que concurren los diferentes actores sociales, los ciudada-
nos o los distintos grupos y partidos políticos no pueden presentar requerimientos que
los demás no puedan suscribir, razonablemente.
El “principio de legitimidad”:
El “deber de civilidad”:
El “deber moral”, RAWLS lo traduce como “deber de civilidad”. Es un deber propio del
“ideal de ciudadanía” el cual impone unos a otros explicarnos los principios y políticas
que proponemos y por los que votamos; nuestra disposición a escuchar a los otros y
determinar cuándo tenemos que adaptarnos a sus puntos de vista en un marco de to-
lerancia y de mutuo respeto.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
3) La tercera idea insiste no solo en que la justicia es una cuestión de recursos sino que
agrega, de recursos iguales;
El modelo ideal propuesto por DWORKIN apela a imaginar una subasta hipotética,
en la que:
2) A través de la subasta, la sociedad pone a disposición del publico todos sus recur-
sos;
3) Ahora bien, existen dos tipos de recursos: los recursos personales –habilidades
físicas, mentales, salud– y los recursos impersonales –tierras, maquinarias–;
4) En la subasta, solo se ponen a remate los recursos impersonales ya que los recursos
personales no pueden ponerse a disposición del público;
5) La subasta comienza con personas que tienen iguales posibilidades de adquirir los
recursos impersonales que prefieren y concluye cuando cada participante queda
satisfecho con el manojo de recursos que adquirió y no prefiere el conjunto de los
recursos adquiridos por algún otro participante;
6) Cuando se llega a ese estadio, DWORKIN entiende que queda satisfecho aquello
que denomina “test de la envidia”;
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Ricardo Alejandro Terrile
7) Una vez terminada la subasta y satisfecho el “test de la envidia” se asigna a las dis-
tintas personas una porción adicional –e igual– de medios para la adquisición de
bienes con el fin de que sean utilizados para dos objetivos principales: a) el de po-
der perseguir el plan de vida que cada uno de ellos ha elegido; b) contratar seguros
para hacer frente a eventuales desventajas futuras surgidas, fundamentalmente, a
partir de las diferentes capacidades con que las personas nacen dotadas.
En mi interpretación, el contrato social tal como lo han presentado, es una utopía aún
en el plano teórico y especulativo. Parte de una ficción, en las que los diferentes secto-
res sociales, voluntariamente pautaron compromisos recíprocos en las que todos re-
nunciaron a sus respectivas aspiraciones en procura de una finalidad común. No existe
un contrato social abarcativo de todos los sectores sociales y mucho menos que acudan
al mismo en forma voluntaria.
En todo caso, existen acuerdos parciales entre diferentes sectores sociales que se ven
compelidos a participar y acordar en la medida que la coyuntura le imponga resolver
lo que RAWLS denomina “cuestiones urgentes”.
Al proceso, las partes no arriban en pie de igualdad. Muchas veces los sectores econó-
micamente fuertes imponen los alcances del texto convencional, el contenido de lega-
lidad y la administración del Estado; otras veces, estos sectores tienen que ceder sus
espacios de poder frente a sectores cuantitativamente importantes como lo constituyó
el “tercer Estado” en el proceso de la revolución francesa.
Mis reservas con RAWLS y sobre todo con DWORKIN están dadas por la presunción
que todos los sectores acuden a la conformación del llamado “contrato social”, “con-
vención social”, “contrato constitucional” o “acuerdo superpuesto” con la manifiesta
omisión de individualizar su pertenencia social, sus intereses de clase, su ubicación en
el contexto de la estratificación social del país o región a que hacemos referencia.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El ensayo que analiza la convención constituyente de 1853 que prescinde de los intere-
ses económicos que movilizaron a los caudillos y los sectores del puerto; o la ideología
de la generación de 1837 o la de 1880, la influencia de la inmigración en la cuestión
social, la incorporación de las capas medias en la asunción de Hirigoyen y la influen-
cia institucional de Perón con la incorporación de la industria liviana después de la
segunda guerra, distorsiona, tergiversa y equivoca la comprensión de la evolución del
llamado “acuerdo superpuesto” y el contrato constitucional en la Argentina.
Cuando procuramos referenciar y ubicar el contexto histórico del origen del llamado
“contrato social” nos remontamos a Francia.
Es decir, que en el precontrato, algunos sectores convienen pactos parciales que con-
forman un “orden legal”, incipiente y precario.
El amo sometió al esclavo. Era mano de obra barata. Se sirvió de él en forma vitalicia.
Mantuvo el poder de vida y muerte.
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Otras sociedades que lograron superar ese estado de situación transformaron sus sis-
temas de producción y en la dinámica propia de la formación del precio –relación
precio/demanda–, comenzaron a competir con la producción esclavista , que nunca
mantuvo ni la calidad ni la producción de la sociedad industrial.
A veces era el uso de la fuerza lo que imponía el régimen; otras, la seducción y la cap-
tación de lealtades de los diferentes sectores sociales.
En el proceso evolutivo del ser humano, se dieron cabida pequeños acuerdos limita-
dos a determinados sectores y ámbitos territoriales de influencia. Los más primitivos,
lo observamos en los estudios sobre comunidades indígenas.
En el feudalismo, las guerras que los principados impulsan entre sí en procura de am-
pliar sus superficies de influencia, se dio en dos planos:
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En uno y otro caso, las monarquías, los nobles, el clero, los sectores comerciales más
influyentes pautaban acuerdos de coyuntura en las que el “diezmo”, el uso de la tierra
“pública”, la composición del ejército, los privilegios de la corona, etc. formaban parte
del “contrato social”, en la que, por supuesto, quedaban desplazados todos los demás
sectores.
¿Hubo contrato social en 1810 con “la Máscara de Fernando VII” o en la Asamblea de
1813, o en la constitución histórica de 1853 o después de Pavón en 1860”?
Los seres humanos elegimos como curso de acción, criterios que presumimos son los
mejores. Buscamos la maximización y no, simplemente lo que satisface, que tiene con-
notaciones más coyunturales.
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La presunción parte de una conducta racional generada por la información parcial que
tenemos en ese momento y por la que preferimos determinados objetivos sobre otros
conforme a deseos y creencias. Una postura de este tipo, por ejemplo, implica dejar
de lado las visiones estructuralistas –conforme a las cuales las alternativas abiertas se
reducen solo a una–; u otras concepciones deterministas –que entienden que los indi-
viduos no eligen sino que sus decisiones vienen predefinidas por tradiciones, hábitos,
normas sociales–.
Sin embargo, el paso del tiempo le demostró: que la clase obrera ya no constituía una
mayoría, no producía toda la riqueza social; no era la única explotada y que incluso
la clase obrera tenía cosas que perder con la revolución. La clase obrera ya no se iden-
tificaba con los necesitados dentro de la sociedad dado que aparecía el problema de
grupos totalmente al margen de la estructura productiva que requerían con urgencia
ser ayudados y atendidos por la comunidad aunque no fuesen obreros o estuviesen
directamente al margen de la estructura productiva (citado por Roberto Gargarella.
2010. Las Teorías de la Justicia después de Rawls. Editorial Paidós, p.101).
Los críticos del contrato social imaginado por ROUSSEAU, manifestaban que el Esta-
do para su conformación como tal, requería “de cada uno según su capacidad y darle
a cada uno según sus necesidades” lo que implicaba numerosos intereses imposibles
de contentar a todos.
Sin embargo, existe un factor que juega en forma simultánea con la concepción innata
de igualdad y justicia que refiere a la noción de autorrealización. El liberalismo clásico
siempre se ha afirmado a partir del valor de la autonomía que guarda un claro paren-
tesco con el de la autorrealización. El contenido social es el que ha posibilitado que di-
cha autorrealización nunca sea completa sino en base a la solidaridad y el bien común.
Sin lugar a dudas, la historia esta signada por la confrontación de intereses contra-
puestos y la forma en que se han comportado las fuerzas productivas constituyen un
factor explicativo para entender los cambios sociales de larga escala y la estabilidad de
las estructuras sociales.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
sectoriales vinculados por intereses comunes. Una primera duda se plantea en cuanto
a la posibilidad de una revolución en el momento de mayor expansión de las fuerzas
productivas. Es comprensible que los trabajadores tiendan a resistirse a cargar con los
gravísimos costos de la transición en momentos de hiper-productividad capitalista en
pos de una utopía incierta que implica el tránsito por un camino plagado de riesgos.
El problema del “colado o free-rider” tiene su influencia en el tema que nos ocupa.
Si descartamos como ficción, el hecho que voluntariamente los diferentes sectores so-
ciales acudan a conformar un “contrato social”, la sociología y la psicología social ana-
lizaron el fenómeno de la aparición de algunos individuos o sectores, que advierten
que su participación en el logro del bien deseado –un cambio social drástico– le lleva-
ría incurrir en graves costos –arriesgar su vida– y constatan que si dicho bien se pro-
duce –es decir se concreta la revolución–, ellos se benefician de todos modos –hayan
o no participado en la producción del mismo–. La actitud “racional” de cada uno de
estos sujetos es la de no contribuir a la producción de dicho bien con la esperanza de
salvarse de cualquier costo y a la vez, beneficiarse de la posible actuación de los demás.
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Los diferentes sectores que representan intereses afines y contrapuestos, se saben ti-
tulares de derechos. Ya no son concesiones del Estado sino que éste, sencillamente se
limita a reconocer en cada uno de los sujetos su titularidad vitalicia, por su naturaleza
humana y en la que la igualdad de trato tiene, en ésta etapa, un valor supremo tanto
como el de la libertad.
Pero no es suficiente. Es preciso marcar limites al mandato. Los plazos vitalicios que-
dan abolidos en la futura República.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
5.1. El Origen
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Ricardo Alejandro Terrile
5.2. En Inglaterra
La “Petition of Rights” –Petición de Derechos– de 1628 fue elevada al Rey Carlos I Es-
tuardo por los Lores y los Comunes del Parlamento, para solicitar la vigencia de los
derechos reconocidos a partir de la Carta Magna y que fueran desconocidos por dife-
rentes Monarcas.
El “Agreement of the people” –Acuerdo del pueblo– de 1647, fue elaborado por el “Con-
sejo de Guerra” de Oliverio Cromwell en su enfrentamiento contra el Rey Carlos I,
que había regresado al absolutismo. En dicho acuerdo, se distinguía entre principios
fundamentales y no fundamentales y avanzaba en el reconocimiento de los derechos
del Parlamento, en el sufragio universal y en la idea de una constitución como contrato
solemne que debía ser escrita y que expresara los derechos de la Nación.
HERNÁNDEZ, quien constituye una de nuestras fuentes, cita a JELLINEK, quien sos-
tuvo que se trató del “primer ensayo de Inglaterra por llegar a tener una constitución
escrita” (Hernández, Antonio María. 2012. Derecho Constitucional. Tomo I. Editorial
La Ley. p. 16 y sig).
CROMWELL instauró por única vez en Inglaterra un sistema republicano, que sólo
duró hasta 1660. El documento “Instrument of Government” –Instrumento de Gobier-
no–, promulgado en 1653, regulando los poderes de CROMWELL constituyó la única
constitución escrita que ha tenido Inglaterra.
La Revolución inglesa de 1688, resultado del triunfo de la lucha de los líderes del Par-
lamento, estableció la moderna monarquía parlamentaria y se reconocieron derechos
a través del Bill of Rights –Declaración de Derechos– de 1689.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
HERNÁNDEZ –obra citada– menciona como uno de los más importantes hitos del
constitucionalismo norteamericano, la Constitución de Virginia, cuya declaración de
derechos fue redactada por James MASON con la participación de James MADISON,
y que influyó en las posteriores Constituciones. En su Sección Primera se estableció:
“Todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen
ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en estado de sociedad, no
pueden por ningún contrato privar o despojar a su posteridad, especialmente el goce
de la vida y de la libertad, con los medios de adquirir y de poseer la propiedad y perse-
guir y obtener la felicidad y seguridad”. Y en su Sección Segunda: “Todo poder reside
en el pueblo y, por consiguiente, de él se deriva que los magistrados son sus mandata-
rios y servidores, y en todo tiempo responsables ante él”.
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Ricardo Alejandro Terrile
exige principio de igualdad y Estado Unidos mantuvo hasta la sanción de los derechos
civiles, la discriminación primero y la segregación social después.
Es cierto que la constitución es presidencialista, con una clara división de los poderes
entre legislativo, ejecutivo y judicial y que suma, además, la supremacía de la norma-
tiva constitucional.
La esclavitud fue una institución legal que existió en las ex colonias durante los siglos
XVIII y XIX. Fue practicada desde el principio de la era colonial y fue firmemente esta-
blecida cuando se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Tras
esto, existió una expansión gradual de la doctrina del abolicionismo que propugnó la
anulación de leyes, preceptos o costumbres que se consideran atentatorios a principios
éticos y morales.
El movimiento abolicionista se formó en 1830 en los estados del Norte. Esta corriente
tenía sus raíces en la prohibición de la trata de esclavos. La posesión de esclavos se au-
torizó hasta el final de la llamada “Guerra de Secesión” particularmente en los estados
del sur. La constitución trataba en ciertos puntos la esclavitud, aunque en ninguno se
usaba esta palabra.
Los estados al norte de Maryland abolieron la esclavitud entre 1789 y 1830, gradual-
mente y en diferentes momentos. Sin embargo, su estatus permaneció inalterado en el
sur, y las costumbres y el pensamiento público evolucionaron en defensa de la esclavi-
tud como respuesta al creciente fortalecimiento de la actitud anti-esclavitud del norte.
El abolicionismo como principio era algo más que un mero deseo de ampliar las res-
tricciones a la esclavitud; se caracterizó por el apoyo de la aplicación de la violencia
para precipitar dicho fin.
Sin embargo, la mayoría de los estados del norte no aceptaban las posiciones extremas
de los abolicionistas que pretendían terminar con la esclavitud en forma definitiva. La
mayoría de los norteños aceptaban la existencia de la esclavitud, no tenían como ob-
jetivo cambiar esto, sino favorecer una política de liberación indemnizada y gradual.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El “Movimiento por los Derechos Civiles” tuvo lugar entre los años 1955 y 1968, para
terminar la discriminación contra los afroamericanos y la segregación racial, especial-
mente en el sur de Estados Unidos.
Usualmente consideran que este período comienza con el boicot a los autobuses de
Montgomery en 1955 y termina con el asesinato de Martin LUTHER KING en 1968.
El asesinato de afroamericanos por parte de blancos era todavía común en los años
cincuenta y en gran parte del sur no se castigaba a los culpables.
El 1 de diciembre de 1955, Rosa PARKS –dirigente del “Movimiento por los Derechos
Civiles”– rehusó levantarse de su asiento en un autobús público para dejárselo a un
pasajero blanco. Rosa fue arrestada, enjuiciada y sentenciada por conducta desorde-
nada y por violar una ley local. Cincuenta líderes afroamericanos se reunieron y or-
ganizaron el Boicot de Autobuses de Montgomery para protestar por la segregación de
negros y blancos en los autobuses públicos. El boicot duró 381 días, hasta que se abolió
la ley local de segregación entre afroamericanos y blancos. LUTHER KING participó
activamente en el boicot y más tarde se plegó a la decisión del comité escolar de Little
Rock, en Arkansas, que votó en 1957 por la integración del sistema escolar. Arkansas era
considerado un estado sureño relativamente progresista. Sin embargo el gobernador
de Arkansas convocó a la Guardia Nacional para evitar que nueve estudiantes negros
que habían demandado por el derecho a estudiar en una escuela integrada pudieran
asistir al instituto –high school– del centro de Little Rock.
Otros hechos que delatan la lucha del “Movimiento por los Derechos Civiles” fueron
la decisión de los estudiantes de algunos estados del sur de “ocupar” los mostradores
de tiendas locales a la hora del almuerzo en protesta por la segregación de los estable-
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Ricardo Alejandro Terrile
Durante todo 1963, las luchas se volvieron incesantes. En Junio de ese año, el Presiden-
te KENNEDY se dirigió a la nación por televisión y radio, con un discurso histórico
sobre los derechos civiles y el 19 de junio presentó al Congreso el proyecto de “Ley de
Derechos Civiles”.
En Agosto de 1963, se organizó en apoyo a la “Ley de Derechos Civiles”, una gran mar-
cha sobre Washington se reunieron en el Monumento a Lincoln, donde LUTHER KING
pronunció su famoso discurso “yo tengo un sueño”.
5.4. En Francia
Si la economía del mundo del siglo XIX se formó principalmente bajo la influencia de
la revolución industrial inglesa, su política e ideología se formaron principalmente
bajo la influencia de la Revolución francesa.
Inglaterra proporcionó el modelo para sus ferrocarriles y fábricas, pero Francia hizo
sus revoluciones y les dio sus ideas, hasta el punto de que cualquier cosa tricolor se
convirtió en el emblema de todas las nacionalidades nacientes. Entre 1789 y 1917, las
políticas en diversas partes del mundo, lucharon ardorosamente en pro o en contra
de los principios de 1789 o los más progresistas todavía de 1793. Francia proporcionó
el vocabulario y los programas de los partidos liberales, radicales y democráticos de
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
la mayor parte del mundo y los códigos legales, el modelo de organización científica
y técnica y el sistema métrico decimal a muchísimos países. La ideología del mundo
moderno penetró por primera vez en las antiguas civilizaciones, que hasta entonces
habían resistido a las ideas europeas, a través de la influencia francesa.
La Revolución francesa fue mucho más fundamental que cualquiera de sus contempo-
ráneas y sus consecuencias fueron mucho más profundas:
En primer lugar, sucedió en el más poderoso y populoso Estado europeo con excep-
ción de Rusia. En 1789, casi de cada cinco europeos, uno era francés.
En tercer lugar, de todas las revoluciones contemporáneas, la francesa fue la única ecu-
ménica. Sus ejércitos se pusieron en marcha para revolucionar al mundo, y sus ideas
lo lograron. La revolución norteamericana sigue siendo un acontecimiento crucial en
la historia de los Estados Unidos, pero –salvo en los países directamente envueltos en
ella y por ella– no dejó huellas importantes en ninguna parte. La Revolución francesa,
en cambio, es un hito en todas partes. Sus repercusiones, mucho más que las de la re-
volución norteamericana, ocasionaron los levantamientos que llevarían a la liberación
de los países iberoamericanos después de 1808.
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Ricardo Alejandro Terrile
victoria sobre Inglaterra se obtuvo a costa de una bancarrota final, por lo que la revo-
lución americana puede considerarse la causa directa de la francesa.
“Los hombres nacen y viven libres e iguales bajo las leyes”, dice su artículo primero; pero
luego se acepta la existencia de distinciones sociales “aunque sólo por razón de la utilidad
común”. La propiedad privada era un derecho natural sagrado, inalienable e inviola-
ble. Los hombres eran iguales ante la ley y todas las carreras estaban abiertas por igual
al talento. Entre sus 17 artículos, mencionamos especialmente al 1º: “Los hombres nacen
y permanecen libres e iguales en derechos”, que es similar al actual art. 1º de la “Declara-
ción Universal de los Derechos Humanos”, sancionada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948, en homenaje a aquella Declaración de la
Revolución Francesa; al art. 2º: “El objeto de toda asociación política es la conservación
de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Esos derechos son la libertad,
la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión”; al art. 3º: “La fuente de toda
soberanía reside esencialmente en la Nación”; al art. 4º: “La libertad consiste en poder
hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás...” y al art. 5º: “...Nadie está obli-
gado a aquello que la ley no ordena”.
HOBSBAWM señala que el clásico liberal burgués de 1789 cuya idiosincrasia se ex-
tendió hasta 1848 no era un demócrata, sino un creyente en un Estado secular con
libertades civiles y garantías para la iniciativa privada, gobernado por contribuyentes
y propietarios.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El “tercer Estado” triunfó frente a la resistencia unida del rey, la nobleza y el clero y lo
que transformó una limitada agitación reformista en una verdadera revolución fue el
hecho de que la convocatoria de los Estados Generales coincidiera con una profunda
crisis económica y social. Una mala cosecha en 1788 y 1789 y un difícil invierno agudi-
zaron aquella crisis. Las malas cosechas afectaban a los campesinos, pues significaba
que los grandes productores vendían el grano a bajo precio. Como es natural, afectaba
también a las clases pobres urbanas, para quienes el coste de vida, empezando por el
pan, se duplicaba. Al respecto, es interesante resaltar que el pan era el alimento básico
de la canasta familiar y que el aumento desmedido del producto, cumplió en el origen
del proceso revolucionario, un importante papel.
Al cabo de tres semanas desde el 14 de julio, la estructura social del feudalismo rural
francés y la máquina estatal de la monarquía francesa se debatían en una profunda
anarquía. La aristocracia y la clase media aceptaron inmediatamente lo inevitable: to-
dos los privilegios feudales se abolieron de manera oficial aunque el feudalismo no se
abolió finalmente hasta 1793.
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Ricardo Alejandro Terrile
Dos fuerzas impulsaron a Francia a una guerra general: la extrema derecha y la iz-
quierda moderada.
La primera aliada al rey, constituida por la nobleza y el clero. Gran parte del “Primer
y Segundo Estado”, emigran y acampan en diferentes ciudades de la Alemania Occi-
dental esperando que el apoyo y la intervención extranjera pudieran restaurar el viejo
régimen. Tal intervención no era demasiado fácil de organizar, dada la complejidad
de la situación internacional y la relativa tranquilidad política de los otros países. No
obstante, era cada vez más evidente que los nobles y los gobernantes que constituían
las fuerzas para la reconquista de Francia se iban reuniendo en el extranjero.
La guerra se declaró en abril de 1792. La derrota, que el pueblo atribuiría, no sin razón,
a sabotaje real y a la traición, trajo la radicalización. Entre agosto y septiembre fue de-
rribada la monarquía, establecida una República indivisible y proclamada una nueva
era de la historia humana con la institución del año I del calendario revolucionario por
la acción de las masas de París. El rey fue encarcelado, y la invasión extranjera deteni-
da por un duelo de artillería poco dramático en Valmy.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En marzo de 1793, Francia estaba en guerra con la mayor parte de Europa y había em-
pezado la anexión de territorios extranjeros.
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Ricardo Alejandro Terrile
Los jacobinos abolieron sin indemnización todos los derechos feudales aún existentes,
los pequeños propietarios comenzaron a cultivar las tierras confiscadas de los emi-
grados y se abolió la esclavitud en las colonias francesas, con el fin de estimular a los
negros de Santo Domingo a luchar por la República contra los ingleses.
El ejercito dejó de ser monopolio de la nobleza para convertirse en una carrera como
otra cualquiera de las muchas que la revolución burguesa había abierto al talento y
convirtió al ejército, en un pilar del gobierno.
6. El Constitucionalismo Contemporáneo
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
3) Separación y control de los órganos del poder para evitar su ejercicio abusivo a
través de la concentración del ejercicio en un solo órgano gubernamental;
Cada una de las etapas que reseña la doctrina se vinculan con los llamados “derechos de
primera, segunda y tercera generación”.
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Ricardo Alejandro Terrile
La evolución de los derechos que vamos a analizar seguidamente, a la par que son
resultados de la situación político-económica, mantienen dos características que son:
su irreversibilidad y progresividad; es decir una vez reconocidos conforman derecho
adquirido y siempre implican una ampliación de los marcos admitidos y reconocidos
hasta ese momento.
Se adoptan conceptos como “la soberanía del pueblo”; el voto es individual; la seguridad
jurídica se asocia al principio de legalidad y se define a la constitución como suprema
y contenedora de normas fundamentales; distingue el poder constituyente del cons-
tituido; se incluyen en el texto constitucional, la defensa y garantía de los derechos
individuales; las decisiones judiciales deben ser fundadas, para que el pueblo pueda
controlar la legalidad y justicia de los fallos.
La primera versión del constitucionalismo clásico, reconoció los derechos civiles y po-
líticos de los hombres y la doctrina los denomina “derechos humanos de primera genera-
ción”.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
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Ricardo Alejandro Terrile
La igualdad formal que trazaban las constituciones liberales contrastó con las diferen-
cias sociales entre la alta burguesía y el proletariado. Así el individualismo minó la
fraternidad y el concepto de justicia.
México sancionó en 1917 la primera Constitución, que reconoció derechos sociales con
jerarquía constitucional, seguida posteriormente por la Constitución de Weimar, en
Alemania de 1919 y luego las de Austria de 1920 –con la participación de Hans KEL-
SEN–, Polonia de 1921 y en España de 1931.
En cuanto a los postulados del constitucionalismo social, SAGÜES, enumera los si-
guientes:
a) imagen positiva del valor libertad en contraposición del estado individualista, ca-
racterizado por un “no hacer del Estado”;
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
través del llamado estado de bienestar que pretende garantizar nuevos derechos
económicos, sociales y culturales;
e) exaltación del trabajo, pues los derechos del constitucionalismo social se refieren
especialmente a los derechos de los trabajadores y elevan al trabajo como un valor
jurídico-político;
g) rol económico activo del Estado; en lugar del abstencionismo anterior. Se recono-
cen nuevos roles al Estado social en la economía para su regulación y planificación;
i) justicia social: se agrega esta nueva idea de justicia, que no es neutra sino “auxilia-
dora” de los trabajadores y marginados, en aras de resolver la “cuestión social”. En
nuestra Constitución Nacional fue incorporado en el art. 75, inc. 19, también en la
reforma constitucional de 1994;
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Ricardo Alejandro Terrile
Cuando el gobierno de facto en 1955, deja sin efecto la reforma de 1949, la sanción del
art. 14 bis por la Convención Constituyente de 1957, estando proscripto el justicialis-
mo, incorpora típicas cláusulas de contenido social, que no sólo desarrollan el derecho
al trabajo, sino que le imponen al legislador claros cometidos tendientes a asegurar al
trabajador condiciones dignas de labor, jornada limitada, retribución justa, protección
contra el despido arbitrario, organización sindical, derecho de huelga, entre otros.
Existe en ésta etapa, una marcada influencia por la búsqueda de la verdad, la solidari-
dad, el consenso, la sostenibilidad, participación, integración y globalización creciente
y el propósito es llegar a un punto de equilibrio entre las concepciones del constitucio-
nalismo contemporáneo que se debate entre lo económico y lo social.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Con la consagración del derecho al ambiente sano, a partir de la década del ’60 del
siglo pasado, nace la tercera generación de derechos que se suma a los individuales
y sociales. A esta categoría se la conoce también bajo la denominación de “derechos
colectivos”.
Es interesante verificar, que cada una de las etapas que han jalonado la evolución del
constitucionalismo, se ha visto caracterizada por el reconocimiento de una generación
de derechos.
La legitimación para promover los llamados derechos de tercera generación habilita al:
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Ricardo Alejandro Terrile
La norma anuncia el derecho de todo habitante a un medio ambiente que sea sano,
equilibrado y admita generar actividades productivas a las generaciones actuales,
hasta el punto en que ellas no comprometan la calidad de vida de las generaciones
futuras. El bien jurídico tutelado por la norma es comprensivo de la variedad de las
especies y los ecosistemas. Se pretende preservar también la diversidad genética, que
posee gran importancia para la preservación y mantenimiento del equilibrio de la vida
y los sistemas en la Tierra, tanto la fauna y la flora como la vida microbiana.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Interpretamos que consumidor es toda persona física o jurídica que adquiere, utiliza,
o se encuentra perjudicado o beneficiado como destinatario final de bienes o servicios,
cualquiera sea la naturaleza de quien los produce, vende , facilita, suministre o expide.
Igual protección merece el “usuario” tal como se desprende de la definición legal.
Las Naciones Unidas, aún con falencias, inoperante frente a numerosos conflictos bé-
licos que las naciones más poderosas impulsan día a día en resguardo de sus intereses
económicos y geopolíticos, han aprobado importantes Tratados Internacionales de De-
rechos Humanos, lo que originara la cuarta etapa del constitucionalismo, denominada
“la internacionalización de los derechos humanos”.
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Los derechos humanos “Son aquellos que protegen la dignidad de la persona humana y sus
valores derivados, libertad e igualdad, a través de la efectiva y plena satisfacción de las necesida-
des, tanto físicas, psíquicas como morales, y que derivan en características y principios propios,
de carácter general y normas jurídicas básicas de protección” (Wlasic. 2006. Manual Crítico
de Derechos Humanos. pág. 30).
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La doctrina del Estado de derecho, consagraba leyes con conductas coercitivas funda-
das democráticamente en la autoridad del soberano.
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Sin embargo, “cada una de ellas indica una ambivalencia: la idea de igualdad entre
Estados como sujetos igualmente soberanos está en contradicción con su sometimien-
to a derecho y a la vez queda desmentida por las desigualdades concretas que existen
entre ellos y por el papel dominante de las grandes potencias; los derechos naturales
de los Estados, tanto en la comunicación como en el comercio se revelan en la práctica
como asimétricos y desiguales, hasta el punto de convertirse en los derechos de con-
quista y colonización de los países del Segundo, y luego del Tercer Mundo, por parte
de los del primero y la “justificación” de la doctrina de la guerra justa como sanción y
realización del derecho...” (Ferrajoli, Luigi. 2009. Derechos y garantías –la ley del más
débil–. Editorial Trotta , p. 132).
HOBBES sostuvo que “aunque no hubiese habido ninguna época en la que los indi-
viduos estaban en una situación de guerra de todos contra todos, es un hecho que, en
todas las épocas, los reyes y las personas que poseen una autoridad soberana están, a
causa de su independencia, en una situación de perenne desconfianza mutua, en un
estado y disposición de gladiadores, apuntándose con sus armas, mirándose fijamen-
te, es decir, con sus fortalezas, guarniciones y cañones instalados en las fronteras de
sus reinos, espiando a sus vecinos constantemente, en una actitud belicosa”.
Con la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 y más tarde con
la sucesivas cartas constitucionales cambia la forma del Estado y con ella, hasta quedar
vacío de contenido, el principio mismo de la soberanía interna: división de poderes,
principio de legalidad y derechos fundamentales constituyen, en efecto, limitaciones y
en último término negaciones de la soberanía interna.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
FERRAJOLI nos dice: “La relación entre Estado y ciudadano deja de ser una relación
de subordinación “ y se convierte en una relación entre dos sujetos que tienen una
soberanía limitada”.
En los ordenamientos internos de los Estados democráticos y liberales los viejos dere-
chos naturales quedan consagrados y positivizados en las constituciones como “uni-
versales», convirtiéndose por tanto en base de la igualdad de todos los seres humanos.
Y, sin embargo, puesto que su “universo” jurídico-positivo coincide con el del ordena-
miento interno de los Estados, los derechos del “hombre” acaban identificándose de
hecho con los derechos del “ciudadano”.
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Ricardo Alejandro Terrile
Lo trascendente de lo que exponemos esta dado por el hecho que los Estados confor-
man una auténtica convención social internacional, acto constituyente y efectivo por
medio del cual el derecho internacional se transforma estructuralmente, dejando de
ser un sistema basado en tratados bilaterales entre partes para convertirse en un au-
téntico ordenamiento jurídico genérico.
El Estado nacional como sujeto soberano entra en crisis. Se impulsa una abundante
transferencia hacia instancias supra-estatales o extra-estatales de parte de sus funcio-
nes. Ello lo verificamos en ámbitos como la defensa, la dirección de la economía, la
política monetaria, política de migraciones, entre otros.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
8. Introducción
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En cambio, las constituciones dispersas son aquellas cuyos contenidos aparecen ex-
puestos en una pluralidad de documentos jurídicos y costumbres; carecen de un siste-
ma ordenado que sistematice y organice el orden normativo constitucional.
Otra clasificación de los textos constitucionales es la que distingue entre las constitu-
ciones rígidas, flexibles y pétreas. La diferencia entre ellas reside en el mayor o menor
grado de dificultad para proceder a su reforma.
Constituciones rígidas son aquellas en las cuales está claramente expresada la distin-
ción entre el poder constituyente y los poderes constituidos. Su reforma solamente
puede concretarse por obra de un órgano extraordinario y diferente al que tiene a su
cargo el ejercicio de la función legislativa ordinaria, o mediante un procedimiento dis-
tinto y más complejo que el empleado por el órgano legislativo para la sanción de la
legislación ordinaria.
Los tratados internacionales que han sido individualizados en el texto del artículo 75
inciso 22 de la Constitución Nacional han pasado por el test de constitucionalidad
practicado por la Convención Constituyente; los que sumó el Congreso de la Nación,
por el test de constitucionalidad del Poder Legislativo. El citado órgano, incorporó la
“Convención Americana sobre Desaparición Forzada de Personas”; la “Convención
sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y los Crímenes de Lesa Humani-
dad” y, recientemente, la “Convención sobre los Derechos de las Personas con disca-
pacidad” (ley Nº 27.044).
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La norma citada expresamente consigna que las disposiciones de los tratados que
mantienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno “de la primera parte”,
lo que habilita que estos puedan eventualmente modificar la “segunda parte”. La ley
Nº 27.120 ha dispuesto la “Elección de Parlamentarios del Mercosur” y ello evidente-
mente altera parámetros que la constitución histórica no ha previsto vinculados a los
tratados de integración con países latinoamericanos y la concreción de un parlamento
del Mercosur.
Claro esta que no llega a constituir todavía, una constitución flexible, en la que no
aparece expresada la distinción entre el poder constituyente y los poderes constitui-
dos. Los poderes se confunden en la práctica jurídica. La reforma de las constituciones
flexibles es realizada por el órgano legislativo ordinario, para lo que se aplican los
mismos procedimientos y formalidades que para la sanción de las leyes ordinarias.
Esto no significa que todas las normas tengan carácter constitucional y supremo, sino
solamente aquellas que reciban esa calidad del órgano legislador.
Junto a las constituciones rígidas y flexibles, existe una tercera categoría: las constitu-
ciones pétreas. Una constitución pétrea es aquella cuyas disposiciones no pueden ser
reformadas jurídicamente, en cuyo caso la petrificación puede ser absoluta, relativa o
temporal.
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Ricardo Alejandro Terrile
Cláusulas pétreas relativas, por su parte, son aquellas que prohíben su modificación
total o parcial durante un lapso determinado, o hasta que se cumplan determinadas
condiciones de carácter suspensivo a los fines de la reforma.
Las cláusulas pétreas, ya sean absolutas o relativas, son clasificadas en expresas y tá-
citas. Las primeras son aquellas en las que la prohibición de la reforma emana explíci-
tamente del texto constitucional, en tanto las segundas están integradas por los prin-
cipios y bases esenciales de la estructuración política, cuya modificación importará
alterar los fundamentos históricos que motivaron su establecimiento.
Las normas constitucionales requieren de leyes que las reglamenten y en el texto que
utilizamos como bibliografía en el curso (“La Constitución Nacional y sus normas re-
glamentarias”) se advierte las numerosas disposiciones que complementan la consti-
tución sin integrarla formalmente.
Por su parte, la reforma de 1994, incorporó nuevos derechos y garantías; institutos que
fueron reconocidos previamente en su legalidad y adquirían como consecuencia de la
reforma jerarquía constitucional.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Sin embargo, tanto la formal como la material parten de dos limitaciones objetivas. La
primera por su escritura, su literalidad; la segunda frente al hecho que las leyes y la
interpretación que el Poder Judicial realiza de las mismas, no puede actualizarse con
la dinámica propia que la realidad impone. Es aquí donde comienza el análisis de la
constitución real, que algunos autores asimilan a la material.
Interpreto que la constitución real constituye una etapa diferente y superior de la cons-
titución material. Aparecen en su configuración factores sociológicos, culturales, filo-
sóficos y es resultado de la supra legalidad y la globalización creciente que ha minado
el concepto tradicional de “soberanía”.
Otro aspecto que es interesante percibir y analizar es asumir que la rigidez del proceso
de reforma sustentado por el artículo 30 de la CN ya no es tal. Los tratados internacio-
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Un claro ejemplo de ello –son numerosos– es la conformación del parlamento del Mer-
cosur y las eventuales competencias que el órgano de integración latinoamericana fi-
jará en detrimento de nuestro derecho interno, amparado en la globalización y las
pautas de integración continental.
Lo expuesto nos introduce en el ámbito del Poder Judicial. Toda interpretación es emi-
nentemente subjetiva. El Juez analiza los alcances de la norma frente a una litis ajena
pero en la que se reproducen situaciones cotidianas ante las cuales, el funcionario tiene
necesariamente sus propios intereses de clase. En una Cámara serán tres los jueces que
deberán conciliar posiciones y el número impar sugiere que frente a la divergencia
siempre se impone un voto de mayoría. En una Corte, con una integración de cinco
ministros, se reitera el marco de referencia y de allí, los votos de mayoría y minoría o
el recurso de “según su voto”. Esto es parte del contrato social en la que “una parte
de la sociedad”, ha convenido, delegar en un tercero la interpretación primaria que el
legislador o el Jefe de Estado, en su condición de administrador, han ejecutado.
Digo “una parte de la sociedad” dado que el consenso, aún en las trasformaciones más
profundas, nunca es unívoco o absoluto. Frente a ello, la Constitución formal siempre
es resultado de un pacto social relativo, dado que no participan del acuerdo, la tota-
lidad de los sectores sociales, sino una mayoría de convencionales que responden a
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Partimos de la premisa que su contenido siempre será dinámico. Basta analizar la evo-
lución del constitucionalismo y los precedentes jurisprudenciales durante los últimos
ciento treinta años para verificar la existencia de distintos contenidos de la materia.
Factores ideológicos, interrupciones institucionales, influencias inmigratorias, crisis
económicas, conflictos internacionales, pactos regionales y la globalización creciente,
han influido y condicionado en comportamientos sociales y en otros casos, incitado a
sectores sociales desprotegidos a procurar contención.
Fernando LASALLE, refiere y precisa que la constitución real “es el conjunto de fuer-
zas políticas, ideológicas y económicas que actúan en una sociedad y que condicionan
decisivamente todo el ordenamiento jurídico. De nada sirve lo que se escriba en una
hoja de papel, si no se ajusta a la realidad, a los factores reales y efectivos de poder”
(¿Qué es una Constitución? Ediciones Siglo Veinte. Buenos Aires).
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
9. Introducción
LINARES QUINTANA considera que las fuentes “son los modos o formas por los que se
crean o establecen las normas constitucionales”.
Las fuentes del derecho constitucional se clasifican para el autor citado en inmediatas
o directas y mediatas o indirectas, mencionando entre las primeras a la Constitución,
los tratados internacionales de Derechos Humanos, las leyes dictadas en consecuencia
y la costumbre y entre las segundas a la jurisprudencia, la doctrina y el derecho com-
parado.
Una reflexión que se impone frente a la mencionada clasificación clásica, hace referen-
cia a la vinculatoriedad de las sentencias de la Corte IDH y si dicho carácter, las trans-
forma en fuentes, atendiendo al hecho que el tribunal internacional no solamente im-
pone sus sentencias a los países adheridos sean parte o no del proceso en debate sino
que cita y hace suyos decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que, por
carácter transitivo, comienzan a tener vigencia en su aplicación en nuestro territorio;
todo lo cual implica interpretar el alcance de los tratados de derechos humanos que
hemos aprobado, ratificado y reconocido con jerarquía constitucional y un conjunto
de disposiciones supra nacionales que provienen de los tribunales europeos, cuyos
principios y antecedentes se citan como fuentes de sus sentencias.
Por supuesto, deviene como lectura y consulta necesaria, una profusa doctrina en la
que SABSAY, SOLA, GELLI, entre otros, se dan cita, para aportar al presente capitulo
de “fuentes del derecho constitucional”.
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Ricardo Alejandro Terrile
Es la fuente más relevante. A la par que reconoce derechos explícitos e implícitos, y las
garantías necesarias para defender su vigencia, precisa la organización política y jurí-
dica. Declara su naturaleza republicana como forma de gobierno, la Federación como
forma de Estado y el sistema representativo asentado sobre la democracia como forma
de vida. Como documento jurídico, son expuestos de manera orgánica los principios
fundamentales del ordenamiento normativo de una organización política global. Su
comprensión no puede prescindir de los valores históricos, institucionales, culturales,
sociológicos que conforman el concepto de constitución.
La constitución es un instrumento de gobierno para alcanzar los fines que cada una de
las administraciones se propone. Considerando el dinamismo de la vida social, resulta
imposible que las normas jurídicas prevean, en detalle, todos los aspectos de aquélla
por lo que se impone en la reflexión, referencias que hemos efectuado en el análisis
de la convención social y la metáfora en torno a la construcción de una catedral en el
tiempo, que expuso DWORKIN anteriormente.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
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Ricardo Alejandro Terrile
9.1.4. La costumbre
BIDART CAMPOS, por su parte, distinguió entre: a) las fuentes “normativas” del de-
recho constitucional formal y b) las fuentes “materiales” del derecho constitucional
material. Y en este último aspecto, admitía un derecho no escrito de fuente espontánea
y consuetudinaria –como ejemplos podemos citar las normas que fijan una renta anual
para ser Presidente, Vicepresidente o Senador y las del juicio por jurados–.
El “Ius Congens” que ha constituido una fuente relevante en materia de derechos hu-
manos, en su contenido, contiene disposiciones del derecho positivo –las convencio-
nes– pero también comprende la costumbre internacional –la orientación mantenida
en la votación de los Estados Miembros ante los Organismos Internacionales–.
Hace algunos años, en “La Supremacía y el Ius Cogens” y más tarde, en “La Soberanía
y el Ius Cogens” (Editorial UNR), tuve la posibilidad de desarrollar algunas reflexio-
nes en torno a dicha fuente.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Las conductas que conforman una costumbre son generalizadas cuando su práctica es
realizada por el conjunto de los individuos, como acción o reacción racional destinada
a satisfacer una necesidad específica. No debe tratarse de un comportamiento reserva-
do a determinados grupos sociales o resistido por otros, sino aceptado por la totalidad
de esos grupos sociales inorgánicos.
La uniformidad de las conductas significa que sus contenidos deben ser iguales o simi-
lares en todos los casos. Ante la producción de una serie de hechos iguales o similares,
el contenido de la acción o reacción que despliegan los grupos sociales también deberá
ser igual o similar. La diversidad en el contenido de las conductas revela la inexistencia
de una práctica común que se reitera genéricamente en el curso de la vida social.
Para que una práctica común asuma el rol de una costumbre, además de ser generali-
zada, constante y uniforme, deberá ser considerada como necesaria o inevitable para
el logro de un objetivo determinado. Debe responder al imperativo de satisfacer una
necesidad que se traduzca en la imposición de la conducta con el carácter de una obli-
gación jurídica.
9.2.1. La jurisprudencia
Es una fuente de significativa importancia, pues los jueces en nuestro sistema tienen la
importante función de ejercer el control de constitucionalidad y de convencionalidad;
por tanto la interpretación y aplicación que realizan de la Ley Suprema asume especial
trascendencia. Asimismo, los tribunales internacionales, por su parte, han extendido la
interpretación al llamado control de convencionalidad en la que no limita el ejercicio
del control al Poder Judicial sino que todos los funcionarios de los diferentes niveles,
en los tres grados de competencia del Poder Estatal, tiene legitimación para ejecutarlo.
“La jurisprudencia como fuente indirecta del derecho constitucional –dice BADENI–
está representada por las decisiones uniformes y constantes emanadas de los tribuna-
les y en particular, de la CSJN, sobre materias de naturaleza constitucional”. Nosotros
agregamos a dicho concepto, las decisiones uniformes y constantes emanadas de la
CorteIDH y sus resoluciones.
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Ricardo Alejandro Terrile
La CSJN como interprete final del texto constitucional, modificó su postura en 1992
al reconocer a la Corte IDH su competencia para interpretar el alcance programático
y operativo de las disposiciones del Pacto de San José de Costa Rica. Después de la
reforma de 1994 sostuvo que corresponde la adecuación de la jurisprudencia nacional
a la emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando, mediante
ella, se interpreta la Convención Americana sobre Derechos Humanos. De la misma
manera se pronunció respecto de la doctrina jurisprudencial del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos al aplicar la Convención Europea de Derechos Humanos, aunque
con la salvedad de que ella no es vinculante para los tribunales nacionales. En mate-
ria de derechos humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos acude, con
frecuencia, a los precedentes emitidos por la Corte Europea de Derechos Humanos;
participa del “Dialogo de las Cortes» a través de la Comisión IDH; colabora con la
interpretación del “Margen de Apreciación Nacional»; construye el llamado “Corpus
Juris Interamericano” y por supuesto, atento al carácter vinculante de sus sentencias,
traza una enorme influencia en el ámbito del derecho interno de cada uno de los países
en materia de derechos humanos
9.2.2. La doctrina
La doctrina, como fuente indirecta del derecho, está compuesta por las opiniones for-
muladas por los juristas desde la cátedra universitaria, el libro y cualquier medio téc-
nico de comunicación social, con el objeto de determinar el significado de las normas
jurídicas existentes y de proyectar nuevas disposiciones legales destinadas a regular,
con mayor eficacia, razonabilidad y justicia, las relaciones sociales. En materia consti-
tucional, su ámbito se extiende tanto a la interpretación constitucional como a la cons-
trucción teórica de nuevas instituciones.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
jueces que fundan sus sentencias en normas y en criterios interpretativos que la doc-
trina ha aportado.
“El derecho comparado –expone BADENI– como fuente mediata o indirecta del dere-
cho constitucional, consiste en la descripción y análisis de los ordenamientos jurídicos
fundamentales de los países extranjeros y de las organizaciones supranacionales, con
el propósito de determinar sus bondades y defectos, y de establecer las concordancias
o divergencias que presenten en su análisis comparativo con el derecho local”.
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Ricardo Alejandro Terrile
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La Interpretacion Constitucional
GELLI nos dice que “interpretar significa desentrañar el sentido de una norma y ello
ha sido una actividad fundamental en la ciencia jurídica, desde la antigüedad clásica
hasta la actualidad”.
ULPIANO, sostuvo que “lo primero es el sentido de las palabras”, poniendo el énfasis
en una interpretación gramatical.
La escuela histórica, cuyo máximo representante fue Friedrich Karl VON SAVIGNY,
postuló como método jurídico cuatro pasos: el “Gramatical”, para realizar un análisis
literal del texto de la norma; el “Lógico”, para buscar los elementos lógico-racionales
y las relaciones establecidas entre ellas; el “Histórico”, para analizar la coyuntura al
tiempo en que se aprobó la ley y el “Sistemático”, en la que procuraba vincular racio-
nalmente los tres pasos anteriores.
GELLI refiere que “a estos conocidos métodos de interpretación, Rudolf VON IHE-
RING agregó el teleológico, que tuvo en cuenta la noción de fin, finalidad o télesis
y que alcanzaría notable importancia para el derecho público, especialmente. Estas
escuelas se desarrollaron en torno al derecho privado principalmente, y en países de-
nominados del “civil law”, basados en la codificación y en la importancia de las leyes,
que redujeron el rol de los jueces en la interpretación. Distinta fue la situación en los
países anglosajones que adoptaron el “common law”, donde se puso el énfasis en los
precedentes judiciales y donde los jueces tempranamente fueron intérpretes autoriza-
dos de la Constitución y de las leyes”.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
han admitido y reconocido a tribunales supra nacionales con capacidad para dictar
sentencias vinculantes para el derecho interno, estén o no involucrados en la litis;
y ello es posible por formar parte de la Convención Internacional;
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Ricardo Alejandro Terrile
Frente al aborto que una mujer adulta pretende, del hijo no deseado, producto de una
violación, colisiona el derecho a la vida del por nacer con el derecho de intimidad de la
mujer de planificar su propia vida. En esos casos extremos, toda la doctrina de la inter-
pretación se da cita en torno al significado de la norma constitucional. Sin embargo, ni
la gramatical ni la histórica resuelve la situación planteada. Los factores objetivos dan
paso a la concepción filosófica del juzgador y éste debe tener en cuenta los principios
y valores esenciales en un ámbito democrático y republicano.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Es GELLI quien nos vuelve a señalar: “En un estado republicano y democrático, debe-
mos evitar la politización de la justicia y la judicialización de la política», que “como las
dos caras de Jano, representan por un lado la intervención de la política en lo judicial y
por la otra, la resolución por la justicia de problemas que corresponden a la política».
“En relación a esto último, no puede dejar de señalarse el muy grave problema de las
violaciones a un principio fundamental del sistema republicano: la independencia del
Poder Judicial, que ha afectado y afecta especialmente a los más altos Tribunales fede-
rales y provinciales y algunos fueros, comenzando por el penal. Y esto para nosotros,
incide de manera sustancial, en la tarea interpretativa que realiza el Poder Judicial.
El texto constitucional ha sido redactado en un lenguaje que utiliza frases como “usar
y disponer de su propiedad” o “publicar sus ideas por la prensa sin censura previa” o
“libertad” e “igualdad” que sumadas a otras habituales en el lenguaje constitucional
como “debido proceso” no tienen una definición precisa en el texto. La CSJN inter-
preta el texto, definiendo el contenido y significado de éstas y otras cláusulas que se
encuentran en la Constitución.
No existe una verdad objetiva sino verdades relativas al sujeto que las interpreta y las
aplica. La interpretación constitucional que utilicemos dependerá de la visión que ten-
gamos de la Constitución y del proceso que empleemos para aplicarla.
Hemos señalado que la constitución establece valores dinámicos que deben ser inter-
pretados dentro del contexto democrático procurando desentrañar cual es la voluntad
soberana.
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Ricardo Alejandro Terrile
porque se considera que los mismos tienen una realidad independiente de la Constitu-
ción, imponiendo a todos los órganos de gobierno la obligación de respetarlos.
Esta postura es criticada por HABERMAS, en tanto las normas y los principios, no
pueden pretender ser universalmente obligatorios. Son apenas especialmente preferi-
bles y deben interpretarse frente a otros valores, en el caso concreto.
SOLA, en el ya citado “Manual de Derecho Constitucional” nos dice que “las clasifica-
ciones no agregan conocimiento y la distinción entre teorías basadas en el texto y en la
práctica es simplemente pedagógica. Una teoría interpretativa basada puramente en el
texto de la Constitución es impracticable, ya que el texto es necesariamente abstracto
y aunque fuera específico requeriría de la interpretación para ser aplicado a las cir-
cunstancias cambiantes en el tiempo. Al mismo tiempo toda la práctica constitucional
y el derecho de precedentes tienen que tener una base, aunque sea lejana, en un texto
constitucional concreto. La pregunta que debe ser resuelta es como se debe interpretar
a la Constitución o aplicarla a la luz de los precedentes o si se pueden utilizar otros
criterios éticos o de prudencia, al mismo tiempo de la práctica vigente. En este sentido
las nociones de interpretación según el texto o según la práctica de los precedentes u
otras, no deben ser opuestos sino partes de un continuo”.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El Derecho Constitucional
Existe una manifiesta tendencia del derecho constitucional hacia el derecho internacio-
nal; ello provoca el tránsito del dualismo al monismo, al menos, por ahora, en materia
de derechos humanos.
El derecho internacional humanitario y el “Ius Cogens” han trazado dos aspectos esen-
ciales: la justicia universal y la imprescriptibilidad de los delitos por crímenes contra
la humanidad.
Los tribunales internacionales que juzgan a los responsables de delitos de lesa hu-
manidad, dialogan entre sí y con los Estados con la intención de unificar criterios de
interpretación; atender consultas vinculadas al marco de supremacía de las normas
contenidas en los propios tratados y en el derecho interno de cada uno de los países
involucrados; construir un “corpus Juris interamericano”, delimitar y precisar los alcan-
ces del “margen de apreciación nacional”.
Existen nuevos principios en el ámbito internacional y nacional sobre los derechos hu-
manos que tienen una marcada influencia en la composición legislativa pero también
en el dictado de sus sentencias.
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Ricardo Alejandro Terrile
La causa “EKMEKDJIAN c/ SOFOVICH” tiene mucho que ver con ese quiebre. La
Opinión Consultiva a la Corte IDH y la expresa delegación que nuestra CSJN hace
al tribunal internacional para que interprete el alcance operativo o programático del
artículo 14º del Pacto de San José de Costa Rica implicó su renuncia a su condición de
“último interprete de nuestra constitución”.
Efectivamente: El dualismo postula que no existe un único sistema jurídico, sino dos
completamente separados e independientes: el derecho internacional y el derecho in-
terno, como consecuencia que uno y otro poseen distintas fuentes y rigen diferentes
ámbitos y sujetos, por lo que mientras el derecho internacional regula las relaciones
entre Estados, el derecho interno gobierna las relaciones entre particulares o entre el
Estado y sus súbditos.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En el monismo, sus cultores, sostienen que las normas del derecho internacional y las
del derecho interno forman un único sistema jurídico. Si bien todos los monistas sostie-
nen la unidad del ordenamiento jurídico, pueden identificarse aquellos que otorgan
preferencia al derecho nacional en relación con el derecho internacional –monismo con
primacía en el derecho interno (WENZEL)– y los que adjudican prevalencia al derecho
internacional respecto del derecho interno –monismo con primacía en el derecho interna-
cional (KELSEN)–.
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Ricardo Alejandro Terrile
La necesaria aplicación del artículo 27º de la Convención de Viena impone a los órga-
nos del Estado argentino asignar primacía al tratado ante un eventual conflicto con
cualquier norma interna contraria o con la omisión de dictar disposiciones que, en sus
efectos, equivalgan al incumplimiento del tratado internacional en los términos del
citado artículo.
Víctor BAZÁN, uno de los autores que se ha especializado en los estudios en torno al
derecho internacional, ha manifestado que las sentencias de la CorteIDH y su influen-
cia en nuestro derecho interno, expone sobre la evolución interpretativa de la CSJN en
la recepción del monismo:
Y continúa: “Durante muchos años, la CSJN sostuvo la preeminencia del derecho na-
cional sobre el internacional por imperio del artículo 31º de la CN, interpretando que
la cláusula fijaba un orden prelativo: Constitución, leyes y tratados internacionales.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Nación. Y respecto de ambos rige el principio de que las normas posteriores derogan a
las anteriores. Esa lectura de paridad jerárquica suponía que, en cualquier caso, el tra-
tado internacional tendría siempre cotización infraconstitucional y en ocasiones podría
ser inaplicado al quedar desplazado por la preferente valía de la ley interna, ya que en
supuesto de conflicto entre ambos operaría la pauta de sucesión normativa, o sea, que
la norma posterior deroga a la anterior; o eventualmente la de especialidad, en cuanto
a que la norma especial se impone sobre la general...”.
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Ricardo Alejandro Terrile
Con la reforma constitucional de 1994, BAZÁN sostiene: “Es innegable la fuerte inci-
dencia que, al menos desde el plano normativo, ha originado la reforma constitucional
de 1994 en el campo de los derechos humanos. Pueden contabilizarse en tal sentido,
sólo enunciativamente: la ampliación del plafón de derechos explícitos (arts. 37, 41,
42 de la C.N.); la literalización de los procesos constitucionales de amparo, hábeas
corpus y hábeas data (art. 43, ibíd.); el diseño de un nuevo paradigma del principio de
igualdad, caracterizado por la exigencia de complementación de la igualdad formal
(art. 16, ibíd.) con la igualdad material (artículos constitucionales 37 y 75, incs. 2°, 19
y 23), y la adjudicación de jerarquía constitucional a once instrumentos internaciona-
les en materia de derechos humanos (art. 75, inc. 22, párr. 2°, ibíd. ), que hacen que la
antigua figura de la ‘pirámide’ en la que su vértice superior era ocupado en solitario
por la Constitución, haya devenido en una especie de ‘trapecio’ en cuyo plano más
elevado comparten espacios en constante retroalimentación la Ley Fundamental y los
documentos internacionales sobre derechos humanos con idéntica valía. El elemento
citado en último término (adjudicación de rango constitucional a los instrumentos in-
ternacionales sobre la materia mencionada) ha producido diversos efectos, entre los
cuales pueden citarse ejemplificativamente: la amplificación cuantitativa y cualitativa
del elenco de derechos implícitos y explícitos; la instauración de los principios pro
homine o favor libertatis y pro actione, con los criterios hermenéuticos que vienen por
añadidura: interpretación de buena fe, pacta sunt servanda y los atinentes al objeto y
el fin de los tratados; la vigorización de la pauta que determina la imposibilidad de
alegar la existencia o inexistencia de normas de derecho interno para dejar de cumplir
compromisos internacionales, y la ineludible responsabilidad internacional en caso de
incumplimiento de éstos...”.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Al mismo tiempo, determinó a todo evento de ningún efecto, además de las dos leyes
indicadas en primer término, a cualquier acto fundado en ellas que pudiera oponerse
al avance de los procesos que se instruyeran, o al juzgamiento y eventual condena de
los responsables, u obstaculizar en forma alguna las investigaciones llevadas a cabo
por los canales procedentes y en el ámbito de sus respectivas competencias, por críme-
nes de lesa humanidad cometidos en el territorio de la Nación argentina.
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Ricardo Alejandro Terrile
porque atentan contra el derecho de gentes tal como lo prescribe el art. 118 de la C.N. y
que, en consecuencia, el formar parte de un grupo dedicado a perpetrar estos hechos,
independientemente del rol funcional que se ocupe, también es un crimen contra la
humanidad”.
Por su parte, en “LARIZ IDIONDO, JESÚS M.” (Fallos, 328:1268, del 10 de mayo de
2005) el Tribunal desestimó el recurso ordinario de apelación interpuesto por el Mi-
nisterio Público Fiscal y confirmó la sentencia de primera instancia que había deses-
timado el pedido de extradición realizado por España respecto de un miembro de la
organización terrorista ETA en virtud de la colocación y detonación de explosivos en
la vía pública. En sus fundamentos, se sostiene “que en el derecho internacional no
existe un desarrollo progresivo suficiente que permita concluir que todos y cada uno
de los actos que a partir de tratados internacionales pasan a ser calificados como ‘actos
de terrorismo’ puedan reputarse, tan sólo por esa circunstancia delitos de lesa huma-
nidad”.
Mediante este propósito y sus implicaciones, los Estados pueden y deben construir un
sistema internacional que resuelva de manera eficaz, en este ámbito, es decir, fuera del
aspecto interno y sin constituir una amenaza a la existencia de los Estados como tales,
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
el problema humanitario que significan las graves violaciones a los derechos humanos
en casos de conflictos armados.
Las bases para este sistema quedaron establecidas por los juicios internacionales se-
guidos a los criminales de guerra alemanes y japoneses después de la segunda Guerra
Mundial en Nuremberg, Alemania y Tokio, Japón, de los que derivaron los principios
del derecho Internacional penal, o principios reconocidos por el Estatuto del Tribu-
nal de Nuremberg, ya mencionados, y que la asamblea General de la ONU confirmó
mediante su resolución 95 (I) de 11 de diciembre de 1946, para la elaboración de un
código criminal Internacional como paso para la codificación general del derecho In-
ternacional.
1. Toda persona que cometa un acto que constituya delito de derecho Internacio-
nal es responsable de él y está sujeta a sanción.
2. El hecho de que el derecho interno no imponga pena alguna por un acto que
constituya delito de derecho Internacional no exime de responsabilidad en de-
recho Internacional a quien lo haya cometido.
3. El hecho de que la persona que haya cometido un acto que constituya delito
de derecho Internacional haya actuado como jefe de Estado o como autoridad
del Estado, no la exime de responsabilidad conforme al derecho Internacional.
Las violaciones de las leyes o usos de la guerra, que comprenden, sin que
esta enumeración tenga carácter limitativo, el asesinato, el maltrato, o la
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Ricardo Alejandro Terrile
En este sentido, se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las perso-
nas arriba mencionadas:
b) la toma de rehenes;
d) las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítima-
mente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por
los pueblos civilizados.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Este enunciado, conocido como “cláusula Martens” –por Fiódor F. Martens, distinguido
jurista ruso y redactor del mismo–, hace referencia a los usos, a las leyes de humanidad
y a la conciencia pública como elementos atenuadores de la violencia de las hostilida-
des y sobre todo, a actos que en estricto sentido son ensañamiento.
Por lo tanto, “justicia universal” significa que siendo los derechos humanos la expresión
de las “consideraciones elementales de humanidad” y por ello un bien tutelado no sólo por
el derecho Internacional, sino por los propios Estados, tienen éstos la obligación con-
suetudinaria y convencional de:
tipificar esas infracciones en sus leyes internas para crear un régimen colectivo
contra la criminalidad y la impunidad y,
Constituyen una marca permanente en la conciencia humana que, sin el castigo que la
justicia y la razón reclaman, nunca terminan mientras una sola de sus víctimas no haya
sido reivindicada, así sea en la memoria. Expresamente, la “Convención sobre la Im-
prescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad”,
adoptada el 26 de noviembre de 1968 por la Asamblea General de las Naciones Unidas
establece el régimen convencional respectivo, así como los alcances del instituto en su
artículo 1: “los crímenes siguientes son imprescriptibles, cualquiera que sea la fecha en
que se hayan cometido…”.
Como idea preliminar, el “Ius Cogens”, hace referencia a un conjunto de normas impe-
rativas.
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Ricardo Alejandro Terrile
Más tarde en el año 2002 la Comisión preciso que las normas de “Ius Cogens”, “derivan
su condición de valores fundamentales defendidos por la comunidad internacional, en la medida
en que la violación de esas normas prioritarias se considera que conmueve la conciencia de la
humanidad y, por tanto, obligan a la comunidad internacional como un todo, independiente-
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Hasta el siglo XX, la costumbre internacional fue la fuente más importante del Derecho
Internacional pues en su concepción clásica era un derecho relacional entre los Esta-
dos.
A partir del siglo XX, con el paso de la coexistencia hacia la cooperación entre los Es-
tados, se ha acudido al Tratado Internacional para regular estas relaciones de interde-
pendencia creciente entre los Estados.
Podemos, por lo tanto, diferenciar dos elementos en esta fuente del Derecho: por un
lado, el elemento material, que consiste en la práctica uniforme y continuada; por otro,
el elemento espiritual o psicológico, también conocido como “opinio juris”, que es la
convicción de que la misma resulta obligatoria jurídicamente.
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Ricardo Alejandro Terrile
Hemos precisado hasta ahora, el carácter imperativo de las normas del “Ius Cogens”
y como uno de sus componentes, la costumbre internacional. Sin embargo, no hemos
individualizado cuáles serían las normas que pueden considerarse en la actualidad
como normas propias del “Ius Cogens”. La doctrina sostiene un debate en torno a su
composición, sin alcanzar un consenso.
Por su parte, el Comité de Derechos Humanos, afirma expresamente que “son normas
de ‘Ius Cogens’ (peremptory norms) la prohibición de la tortura y de la privación arbitraria
de la vida” (Observación general Nº 24), “así como el derecho a unas garantías procesales
mínimas, en especial el derecho a la presunción de inocencia”(Observación general Nº 29).
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La segunda época, con el desarrollo paulatino del Derecho Penal Universal Humani-
tario, los tribunales supra nacionales como la CorteIDH, el Tribunal Europeo de De-
rechos Humanos, el Comité Penal Internacional –entre otros–, la ampliación de los
sujetos legitimados internacionalmente para actuar en dichos tribunales que no se li-
mitaban a los Estados partes sino que se extendía a los individuos y los “pueblos” y
por supuesto, la vinculatoriedad de sus fallos que las Cortes Supremas de los países
miembros hicieron suyas.
En esta instancia del relato y sin perjuicio que vamos a desarrollar más adelante el
llamado “control de convencionalidad”, es importante detenerse en el contenido del “Ius
Cogens” dado que su composición delata la dinámica del derecho que estamos expo-
niendo:
Sin lugar a dudas, determinar el contenido del “Ius Cogens”, constituye el aspecto más
controvertido de su naturaleza y comprensión. El primer interrogante que nos plantea
el instituto es si su definición alcanza para la comprensión del tema. Adelanto la res-
puesta negativa: su concepto no es concreto y ensaya pautas tan amplias que se vacía
de contenido práctico.
–¿Será necesario consignar una lista cuya individualización y descripción nos acerque
a la naturaleza, génesis y extensión del “Ius Cogens”? Posiblemente, dicha metodología
colaborará con una idea más precisa de sus alcances.
Aún así, la elaboración e integración de esa lista está llena de incertidumbre en torno al
carácter imperativo de todas las materias que eventualmente la componen. La doctrina
y los organismos internacionales no se ponen de acuerdo en la decisión de erigir ésta
o aquella norma imperativa o absolutamente inderogable e incluso, no existe consenso
generalizado en reconocer a las resoluciones de naturaleza legislativa de la Asamblea
de Naciones Unidas, como parte del “Ius Cogens”. Lo jurídico positivista cede su paso
a la política y los intereses internacionales y el debate parece hacerse eterno.
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–¿Será por eso que la Comisión de Derecho Internacional prefirió adoptar un criterio
puramente formal en la identificación del “Ius Cogens”, y dejar a la práctica de los Es-
tados y a la jurisprudencia internacional la tarea de ir llenando progresivamente de
contenido aquella formalidad vacía?
No parece constituir una fuente válida y mucho menos pensar que los diferentes Esta-
dos puedan confiar en sus criterios. No imagino a los representantes de los Estados en
el marco de sus mandatos y responsabilidades nacionales e internacionales delegando
en la doctrina, la constitución de las fuentes del derecho del “Ius Cogens”.
–¿Qué hacer?
Hablamos de normas inmutables. Sin embargo reconocemos aún en aquellos que cele-
bran la identificación del “Ius Cogens” con el ius naturalismo, que la evolución del orden
publico, las costumbres, el propio derecho, acompañan y acompasan a la evolución
humana.
Si esto es así como conjetura, ¿cómo juega el principio de legalidad? ¿Vamos a esta-
blecer la sanción de los delitos sin especificar los actos que constituyen delito?, o en su
defecto, ¿vamos a definir los actos pero omitimos su sanción concreta?, ¿Definimos un
concepto o individualizamos las normas que tienen carácter ius cogentis?
Algunos autores verifican como tales las que refieren a “la proscripción del uso de la
fuerza”, “la solución pacifica de los conflictos” y “la legitima defensa” (artículos 2, 33
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Existe consenso en la actualidad, entre los diferentes Estados, de consagrar como nor-
mas ius cogentis, siete principios reiterados y explicitados en la histórica “Declaración
de 1948”:
Sin perjuicio de que existen una tendencia a individualizarlos los delitos “iuris Gen-
tium” no tienen ni pueden tener contornos precisos. Por ello, el artículo 118 de la Cons-
titución Nacional es una “cláusula abierta en el sentido de que capta realidades de
su época –realidades mínimas ya que el catálogo de delitos iuris gentium era en ese
momento reducido– y realidades del presente como del futuro –puesto que engloba a
figuras penales posteriores a su sanción–” (Sagües, Néstor Pedro. “Los delitos contra
el Derecho de Gentes en la constitución Argentina”. págs. 938/939).
La experiencia indica que existe el más amplio consenso en torno a que los derechos
fundamentales del hombre contenidos en los tratados internacionales de derechos hu-
manos tienen este carácter imperativo e indisponible. Lejos de constituir el patrimo-
nio exclusivo de un estado particular, pertenecen a la humanidad entera. Los Estados
tienen a su respecto obligaciones plenamente operativas que comprometen tanto la
prevención y la tutela como la reparación y sanción en casos de violaciones.
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Ricardo Alejandro Terrile
En el Estatuto del Tribunal Internacional creado para juzgar a los presuntos respon-
sables de graves violaciones del derecho internacional humanitario cometidas en el
territorio de la ex-Yugoslavia a partir de 1991, incluyó en su enunciado, los delitos
contra la humanidad. Entre ellos enuncia “el asesinato, el exterminio; la esclavitud; la
deportación; el encarcelamiento; la tortura; la violación; las persecuciones por motivos
políticos, raciales o religiosos; otros actos inhumanos” (Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, Resolución 827, del 25 de mayo de 1993, art. 5º del Estatuto).
Efectivamente: el art. 21º del Estatuto del Tribunal Internacional para Ruanda estable-
ce que:
“se entiende como genocidio cualquiera de los siguientes actos cometidos con la inten-
ción de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso en
cuanto a tal: a) Asesinato de miembros del grupo; b) Graves atentados contra la integri-
dad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencionado del grupo a
condiciones de existencia que conlleven su destrucción física total o parcial; d) Medidas
para dificultar los nacimientos en el seno del grupo; e) Traslados forzosos de niños del
grupo a otro grupo” y que “serán castigados los siguientes actos: a) El genocidio; b) La
colaboración para la comisión de genocidio; c) La incitación directa y pública a cometer
genocidio; d) La tentativa de genocidio; e) La complicidad en el genocidio”.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La CSJN ha dicho que “la calificación de los delitos contra la humanidad no depende de la
voluntad de los Estados nacionales” y “las fuentes del derecho internacional imperativo consi-
deran como aberrantes la ejecución de cierta clase de actos y sostienen que, por ello, esas acti-
vidades deben considerarse incluidas dentro del marco normativo que procura la persecución
de aquellos que cometieron esos delitos” (“SIMÓN, JULIO HÉCTOR», supra cit., voto del
doctor Juan Carlos Maqueda considerandos 56 y 57).
Los crímenes contra la humanidad “son actos serios de violencia que dañan a los seres
humanos privándolos de lo que es más esencial para ellos: su vida, libertad, bienestar psíquico,
salud y/o dignidad. Son actos inhumanos que por su extensión y gravedad van más allá de los
límites tolerables por la comunidad internacional, que forzosamente debe exigir su castigo. Pero
los crímenes contra la humanidad también trascienden al individuo porque cuando el individuo
es lesionado, la humanidad es atacada y anulada. Es por tanto el concepto de humanidad como
víctima el que caracteriza los crímenes contra la humanidad…” (Tribunal Internacional para
la ex-Yugoslavia -Cámara de Juicio- “GRAZEN ERDEMOVIC”. Sentencia del 29 de
noviembre de 1996. párrafos 27 y 28).
Cuando referimos a “contenidos del Ius Cogens”, la doctrina y los precedentes judicia-
les nacionales e internacionales, conscientes de la dificultad de encontrar definiciones
concretas que tutelen la configuración penal, refieren a “elementos” que componen los
contenidos.
En el caso “SIMÓN, JULIO HÉCTOR”, el voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti, en su
considerando 13, se refiere precisamente a los “elementos”:
109
Ricardo Alejandro Terrile
b) “El segundo elemento requiere que la acción no provenga de otro individuo aisla-
do, sino de la acción concertada de un grupo estatal o de similares características
que se propone la represión ilícita de otro grupo, mediante la desaparición física
de quienes lo integran o la aplicación de tormentos. No se juzga la diferencia de
ideas, o las distintas ideologías, sino la extrema desnaturalización de los principios
básicos que dan origen a la organización republicana de gobierno. No se juzga el
abuso o el exceso en la persecución de un objetivo loable, ya que es ilícito tanto el
propósito de hacer desaparecer a miles de personas que piensan diferente, como
los medios utilizados que consisten en la aniquilación física, la tortura y el secues-
tro configurando un ‘Terrorismo de Estado’ que ninguna sociedad civilizada pue-
de admitir. No se juzga una decisión de la sociedad adoptada democráticamente,
sino una planificación secreta y medios clandestinos que sólo se conocen muchos
años después de su aplicación. No se trata de juzgar la capacidad del Estado de re-
primir los delitos o de preservarse a sí mismo frente a quienes pretenden desestabi-
lizar las instituciones, sino de censurar con todo vigor los casos en que grupos que
detentan el poder estatal actúan de modo ilícito, fuera del ordenamiento jurídico
o cobijando esos actos con una ley que sólo tiene la apariencia de tal. Por ello, es
característico de esos delitos el involucrar una acción organizada desde el Estado
o una entidad con capacidad similar, lo que comprende la posibilidad del dictado
de normas jurídicas que aseguran o pretenden asegurar la impunidad”.
Primer test: Surge frente al interrogante “¿es concebible que dos Estados conclu-
yan un acuerdo derogatorio del Ius Cogens?”. Existe una relación necesaria con
el tradicional concepto del “derecho de autodeterminación de los pueblos” en razón
de constituir la “conditio sine qua non” para el goce y ejercicio de todos los demás
derechos, sean cuales fueren. En la actualidad es sencillamente impensable, la
existencia de un convenio por el que dos o más Estados estipularan la sumisión
de algún pueblo.
110
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Tercer Test: El tercer criterio que define una nueva etapa en el constitucionalis-
mo y en la interpretación de la internacionalización de los derechos humanos,
esta vinculado a si la violación de una disposición del tratado internacional,
constituye un crimen internacional. Al respecto, toda violación de una norma
imperativa no es necesariamente un crimen internacional. Sin embargo, cuando
la norma imperativa refiere a los derechos humanos, sí es una violación grave y
en gran escala de una obligación internacional de importancia esencial para la
salvaguardia del ser humano, como las que prohíben la esclavitud, el genocidio,
el apartheid, es considerado crimen internacional.
Dentro del derecho constitucional del poder, vamos a analizar el proceso de aproba-
ción de un tratado internacional, dentro del cual, el Presidente negocia y firma trata-
dos y concordatos; el Congreso los aprueba o desecha.
La aprobación del tratado por parte del Congreso, es un acto por el cual el órgano
autoriza al Presidente a ratificar el tratado y ponerlo así en vigencia tanto en el orden
internacional como en el ámbito interno para la Nación. Cuando el tratado alcanza su
vigencia internacional recién es parte del derecho nacional (art. 31 y 75 inc. 22, Consti-
tución Nacional). Con la ratificación o adhesión en la esfera internacional los tratados
y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
111
Ricardo Alejandro Terrile
El Congreso está facultado para aprobar tratados de integración en los términos del
art. 75 inc. 24 de la Constitución. Estos tratados son firmados y ratificados por el Pre-
sidente como los demás.
Dicho esto, vamos a ingresar en uno de los temas que por su dinámica y evolución se
presume como uno de los aportes más relevantes para la justicia universal y ante la
cual nuestra constitución no permanece indiferente:
No existe un derecho universal que rija todas las relaciones con una autoridad superior
a cada uno de los ordenamientos internos o del ordenamiento internacional. En rigor
no existe un derecho positivo universal y supranacional sobre esas relaciones (Bog-
giano, Antonio. 2000. Presentación al Derecho Internacional […]. Editorial La Ley). El
derecho internacional rige las relaciones entre los sujetos del derecho internacional,
con el aditamento que, en la actualidad, los mencionados sujetos, no son únicamente
los Estados, sino que ingresan en la comunidad internacional, los pueblos y los ciuda-
danos.
112
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Por imperio del nuevo protocolo, se otorga a las más altas autoridades jurisdiccionales
o cortes constitucionales de los Estados, la posibilidad de consultar a la Corte Europea
de Derechos Humanos en el marco de un caso que se encuentre pendiente de resolu-
ción ante sus estrados.
A tal efecto, los Estados, en el momento de la firma del protocolo o en el del depósito
del instrumento de ratificación, aceptación o aprobación, indicarán los tribunales na-
cionales que tendrán competencia y legitimación para solicitar las opiniones consul-
tivas a la Corte Europea de Derechos Humanos; sin perjuicio que los Estados pueden
modificar en cualquier momento –a través del Secretario General del Consejo de Euro-
pa– el tribunal que tendrá las competencias señaladas; es decir, que la designación no
constituye una decisión irrevocable.
El “Protocolo 16” establece, entre otras pautas procesales, que cinco (5) jueces de la
Gran Sala de la Corte Europea de Derechos Humanos se pronunciarán sobre la acepta-
ción de la solicitud de opinión consultiva. Si se acepta, la Gran Sala dictará su opinión.
Todo rechazo a la petición será motivado. Las opiniones no son obligatorias.
La finalidad de las opiniones consultivas, tienen por efecto esclarecer a las cortes naciona-
les el alcance de las normas convencionales sin vincularlas.
Cuando las más altas autoridades jurisdiccionales soliciten opiniones a la Corte Euro-
pea de Derechos Humanos, tienen la posibilidad de encontrar, en forma anticipada,
la interpretación que la Corte Europea mantenga sobre el alcance de una determinada
norma. En el esquema trazado, el objetivo consiste en solicitar la opinión de la Corte
Europea de Derechos Humanos, en un caso sin resolver, en el seno del tribunal in-
terno, anticipando la interpretación del Tribunal Europeo y resolviendo la cuestión,
prejudicialmente, sin obligación vinculante.
113
Ricardo Alejandro Terrile
Las Opiniones Consultivas, tienen por finalidad, colaborar con el cumplimiento de las obliga-
ciones internacionales, difundiendo aquellas interpretaciones que recogen trazos sustanciales
de las cláusulas convencionales.
114
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
115
Ricardo Alejandro Terrile
En los ordenamientos internos de los Estados democráticos y liberales los viejos dere-
chos naturales quedan consagrados y positivizados en las constituciones como “uni-
versales», convirtiéndose por tanto en base de la igualdad de todos los seres humanos.
Y, sin embargo, puesto que su “universo” jurídico-positivo coincide con el del ordena-
miento interno de los Estados, los derechos del “hombre” acaban identificándose de
hecho con los derechos del “ciudadano”.
Tuve la oportunidad de referirme a ello con el análisis del proceso evolutivo de la in-
terpretación sobre la “supremacía constitucional” en dos textos a los que me remito
“La Interpretación Judicial de la Supremacía Constitucional” (Editorial Juris) y “El Ius
Cogens y la Supremacía Constitucional” (Editorial UNR).
116
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En el nuevo ordenamiento pasan a ser sujetos de derecho internacional no sólo los Es-
tados, sino también los individuos y los pueblos: los primeros, en cuanto titulares fren-
te a sus propios Estados de los derechos humanos que les confieren la “Declaración”
de 1948 y los Pactos Internacionales; los segundos, en cuanto titulares del derecho de
autodeterminación reconocido por los mencionados Pactos y la Convención de Viena.
Para medir la relevancia teórica de la transformación que ha tenido lugar, nos dice
FERRAJOLI (Ferrajoli, Luigi. 2007. Los fundamentos de los derechos fundamentales,
Madrid, Trotta) “será suficiente observar hasta qué punto habría sido impensable, antes de la
Carta de la ONU, el recurso de un ciudadano contra su propio Estado ante una jurisdicción
internacional…”.
Los principios “Ius Congenis” siguen generando resistencia en el plano de los hechos.
Los Estados Unidos han evitado la aprobación de Tratados que autoricen admitir en su
contexto interno, cláusulas de esa naturaleza, adoptando conductas claramente viola-
torias en materia de derechos humanos. La inexistencia de garantías adecuadas contra
dichas violaciones constituyen una dificultad que los Estados y los Organismos Inter-
nacionales deben resolver.
El Estado nacional como sujeto soberano se encuentra hoy en crisis. Existe una abun-
dante transferencia hacia instancias supra-estatales o extra-estatales de gran parte de
sus funciones. Ello lo verificamos en ámbitos como la defensa, la dirección de la econo-
mía, la política monetaria, migraciones, transferencia de tecnología, comercio interna-
cional, el soft law, entre otros.
117
Ricardo Alejandro Terrile
13. La naturaleza de los derechos humanos y los Principios del Derecho Constitu-
cional
La Convención de Viena y el Pacto de San José de Costa Rica han reconocido “el carácter impe-
rativo, inderogable, imprescriptible y universal de sus normas” y ello ha constituido un avance
notable para la justicia universal procurando que no queden indemnes en ningún lugar del
mundo el juzgamiento de una persona acusada de haber cometido delitos de lesa humanidad.
118
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Una nueva concepción del Estado que había dejado su condición de absoluto, generó
por obra legislativa de nuevos actores sociales, el reconocimiento de los derechos eco-
nómicos, sociales y culturales que han tenido el objetivo de compatibilizar la libertad
con la igualdad en una integración posible.
Las normas que tienen carácter de “Ius Cogens” son aquellas que están establecidas
en los instrumentos internacionales, que no admiten suspensiones, ni siquiera en
estados de excepción. Pertenecen a un “núcleo duro” inderogable, y por tanto esta-
119
Ricardo Alejandro Terrile
rían protegidas como normas imperativas. Sin embargo, participando de que “nada
es absoluto, todo es relativo, excepto que nada es absoluto”, existen derechos tales como
el respeto a la vida, a la integridad o a las libertades políticas, que admiten excep-
ciones a su aparente condición de inderogables. Por ejemplo, los derechos a la vida
y a la integridad pueden ser limitados e incluso suprimidos legítimamente, bajo las
normas del Derecho Internacional, a pesar de que quisiéramos que no tuviera que
ser así bajo ninguna circunstancia. Por el contrario, la prohibición de la tortura no
admite ningún tipo de excepción, bajo ninguna circunstancia, y lo mismo ocurre con
la prohibición del genocidio y la desaparición forzada.
Lo mismo podría predicarse del artículo 9 que establece: “Nadie podrá ser arbitraria-
mente detenido, preso ni desterrado”.
VERDROSS las hace derivar como una especie dentro del género de las normas com-
pulsivas, que prohíbe a los Estados concluir tratados contra aquellos principios, que
no existen para satisfacer las necesidades de los Estados individuales, sino el interés
más elevado de la comunidad internacional, cuya finalidad persigue la defensa de la
humanidad en su conjunto.
Constituye la piedra angular del derecho internacional de los derechos humanos. To-
dos los Estados tienen el deber, independientemente de sus sistemas políticos, econó-
micos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las liberta-
des fundamentales.
Son universales los derechos humanos, en cuanto se extienden a todo el género huma-
no, en todo tiempo y lugar, en razón de la esencial unidad de la naturaleza del hom-
120
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
bre, cualquiera sea su condición histórica o geográfica, su raza, sexo, edad o situación
concreta en la sociedad.
El principio de universalidad brega para que los derechos humanos rijan en todas partes
y con la misma intensidad. Por este principio, se entiende que toda persona sin excep-
ción ni discriminación tiene derecho al disfrute de los derechos humanos, tanto si sus
gobiernos reconocen o respetan esos derechos.
En consecuencia, los Derechos humanos son operativos e incluso obligan a los estados
a adoptar las disposiciones de derecho interno para garantizar el ejercicio de los dere-
chos y libertades (art. 2º Convención Interamericana).
121
Ricardo Alejandro Terrile
Los derechos están en constante evolución desde el momento en que surgió la Decla-
ración de los Derechos Humanos en 1948. Desde ese momento los preceptos que se
refieren a cada derecho han ido evolucionando a través de diversos tratados y conven-
ciones que se han referido a ellos, ampliando el ámbito del derecho y sus garantías.
Los tratados han tendido progresivamente a la más amplia protección de los derechos
humanos. Diversos pactos internacionales de derechos humanos tienen normas que
explicitan el principio de progresividad o integridad maximizadora de los derechos.
Así, la convención Americana de Derechos Humanos, en su artículo 29, b), señala que
“ninguna de sus disposiciones puede ser interpretada en el sentido de limitar el goce y ejercicio
de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera
de los estados parte o de acuerdo con otra convención en que sea parte uno de dichos estados”.
El mismo principio está reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de Naciones Unidas, en su artículo 52, entre otros.
Esta progresividad de los derechos y su autoejecutividad implica que el juez debe co-
nocer y aplicar las normas del derecho internacional de derechos humanos que se ha
incorporado al derecho interno, cuando el derecho nacional no garantiza tal derecho.
Los derechos de las personas, los pueblos y la naturaleza, para su aplicación e interpre-
tación, deben ser desarrollados progresivamente a fin de extender su ámbito de pro-
tección. El Estado debe generar y garantizar las condiciones necesarias para su pleno
reconocimiento y ejercicio.
122
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
manera el desarrollo de los derechos es alimentado por varias vertientes, entre ellas la
jurisprudencia y el Corpus Juris Interamericano.
Una vez que los derechos humanos son reconocidos por el estado, no se puede revertir
tal reconocimiento. Interpreto, en consecuencia, que en caso de denuncia de un trata-
do de Derechos Humanos, la derogación alcanzaría únicamente a contenidos ajenos
a derechos humanos. En el Pacto de San José de Costa Rica, por ejemplo, podríamos
denunciar el reconocimiento de la condición de tribunal regional de la CorteIDH pero
no cabe ni corresponde el desconocimiento de los derechos humanos reconocidos.
Si partimos de la premisa que los derechos no son concesiones del Estado sino que en
la interpretación contemporánea, es un reconocimiento a nuestra condición humana y
como tal, el Estado no puede otorgar ni quitar, forzoso es concluir que los principios de
no regresión y de progresividad implican que una vez reconocido los derechos, éstos
no pueden ser abolidos, derogados o desplazados.
Los efectos verticales expresan que las obligaciones correlativas recaen en los Estados
y éstos son responsables internacionalmente.
En la Opinión Consultiva Nº 14, ha establecido “En lo que concierne a los derechos hu-
manos protegidos por la Convención, la competencia de los órganos establecidos por
ella se refiere exclusivamente a la responsabilidad internacional del Estado y no a la de
los individuos. Toda violación de los derechos humanos por agentes o funcionarios de
un Estado es, como ya lo dijo la Corte, responsabilidad de éste”.
123
Ricardo Alejandro Terrile
terminar que hay actos u omisiones por los que son criminalmente responsables desde
el punto de vista de ese derecho. Esa responsabilidad es exigible en algunos casos por
tribunales internacionales. Sin embargo, actualmente la responsabilidad individual
puede ser atribuida solamente por violaciones consideradas como delitos internacio-
nales en instrumentos que tengan ese mismo carácter, tales como los crímenes contra
la paz, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad o el genocidio,
que, naturalmente, afectan también derechos humanos específicos”. Es decir, suma la
responsabilidad individual en casos muy particulares, cuando concluye que “el cum-
plimiento por parte de agentes o funcionarios del Estado de una ley manifiestamente
violatoria de la Convención produce responsabilidad internacional del Estado. En caso
de que el acto de cumplimiento constituya un crimen internacional, genera también la
responsabilidad internacional de los agentes o funcionarios que lo ejecutaren”.
Surgen de la conjugación de los arts. 1.1. y 2 de la CADH por el cual los Estados Partes
se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar
su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discrimi-
nación alguna; y si ese ejercicio no estuviere ya garantizado por disposiciones legisla-
tivas o de otro carácter, aquéllos se obligan a adoptar las medidas legislativas o de otro
carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades. En ese
contexto, la palabra “garantizar” supone el deber del Estado de tomar todas las medi-
das necesarias, incluso a través de decisiones jurisdiccionales, en orden a remover los
obstáculos que pudieran existir para que sus habitantes estén en condiciones de dis-
frutar de los derechos que la Convención consagra. La adecuación implica la adopción
de cualquiera de las dos medidas a) la supresión de las normas y prácticas de cualquier
naturaleza que entrañen violación a las garantías previstas en la Convención o que
desconozcan los derechos allí reconocidos u obstaculicen su ejercicio, y b) la expedi-
ción de normas y el desarrollo de prácticas conducentes a la efectiva observancia de
dichas garantías. El principio de adecuación normativa que aquí abordamos implica la
obligación general de cada Estado Parte de adaptar su derecho interno a las disposicio-
nes de la CADH, en aras de garantizar los derechos en ésta reconocidos.
124
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
De la conjugación de los arts. 1.1. y 2 de la CADH surge que los Estados Partes de la
misma se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a
garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna; y si ese ejercicio no estuviere ya garantizado por disposiciones
legislativas o de otro carácter, aquéllos se obligan a adoptar las medidas legislativas o
de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.
En ese contexto, la palabra “garantizar” supone el deber del Estado de tomar todas las
medidas necesarias, incluso a través de decisiones jurisdiccionales, en orden a remover
los obstáculos que pudieran existir para que sus habitantes estén en condiciones de
disfrutar de los derechos que la Convención consagra.
Ello significa que las medidas de derecho doméstico han de ser efectivas con arreglo a
la premisa de effet utile, siendo obligación de los magistrados locales asegurar el cum-
plimiento de aquel deber por medio del control de convencionalidad, mecanismo que,
por lo demás, ha sido pensado como instrumento para lograr una aplicación armonio-
sa de las reglas, principios y valores atinentes a los derechos esenciales.
Presentada la idea en otras palabras –las de la Corte IDH–, quien lleve adelante el con-
trol de convencionalidad en el marco local “debe velar por el efecto útil de los instrumentos
internacionales, de manera que no quede mermado o anulado por la aplicación de normas o
prácticas internas contrarias al objeto y fin del instrumento internacional o del estándar inter-
nacional de protección de los derechos humanos”.
Este principio indica que el intérprete ha de seleccionar y aplicar la norma que en cada
caso resulte más favorable para la persona humana, para su libertad y sus derechos,
cualquiera sea la fuente que la suministre, ya sea interna o internacional. En efecto,
se trata de un criterio hermenéutico que informa todo el derecho de los derechos hu-
manos, en virtud del cual, se debe acudir a la norma más amplia, o interpretación
más extensiva, cuando se trate de reconocer derechos protegidos e, inversamente, a la
norma o a la interpretación más restringida cuando se trata de establecer restricciones
permanentes al ejercicio de los derechos o su suspensión extraordinaria. Este principio
125
Ricardo Alejandro Terrile
coincide con el rasgo fundamental del derecho de los derechos humanos, eso es, estar
siempre a favor del hombre.
También llamado pro libertatis, tiene una clara función tuitiva dirigida a los derechos y
libertades de la persona humana frente a la conducta omisiva o comisiva del Estado,
de ello se colige que las personas jurídicas o ideales se encuentran excluidas, entre ellas
el propio Estado. Además este principio es oponible sólo contra el Estado porque la
aplicación entre personas particulares a favor de una parte implica un desmedro para
las libertades y derechos de la otra.
1
De manera explícita, por ejemplo, en Argentina (art. 73) y República Dominicana (art. 74.3, de la nueva
Constitución proclamada en enero de 2010).
2
Bolivia (art. 256); Ecuador (art. 424); y Venezuela (art. 23).
3
Por ejemplo, en el Perú (art. Transitorio Cuarto); Ecuador (art. 417); y en la nueva Constitución de la
República Dominicana, de enero de 2010 (art. 74.4).
126
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El principio pro homine ha sido considerado por algunos tribunales nacionales de “apli-
cación obligatoria”, debido a que se prevé en tratados internacionales que forman parte
de la Ley Suprema. Implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor be-
neficio para el hombre, es decir, que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación
extensiva cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la interpre-
tación más restringida, cuando se trata de establecer límites a su ejercicio, se contempla en los
artículos 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 5 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos y corresponde que el citado principio se aplique en forma obli-
gatoria.
La Dra. Mónica PINTO desarrolla en “El principio pro homine. Criterios de herme-
néutica y pautas para la regulación de los derechos humanos”, un acercamiento al
concepto de derechos humanos de por sí, genérico, en el cual conviven “normas con-
suetudinarias internacionales –necesariamente amplias, flexibles– bajo la forma de declaracio-
nes de derechos contenidas en resoluciones de organismos internacionales, tratados universales
con fórmulas susceptibles de generar el consentimiento de la mayoría de los Estados y tratados
regionales con proposiciones más acotadas a realidades parciales, que se acomodan en el orden
jurídico vigente en un país al lado de normas internas de distinta data que contemplan desde
libertades públicas lato sensu hasta la última versión de los derechos humanos”.
127
Ricardo Alejandro Terrile
El principio pro homine impone, nos dice la Dra. Mónica Pinto, que, “por ejemplo, una
norma específica sobre tortura –que enuncia detalladamente los derechos de la víctima y las
obligaciones asumidas por el Estado– supere y prevalezca sobre las disposiciones genéricas so-
bre el tema contenidas, por ejemplo, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
o en la Convención Americana sobre Derechos Humanos” o “la enumeración de las libertades
religiosas y de conciencia que efectúa la Declaración sobre la Eliminación de todas las Formas
de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o en las Convicciones enriquece las
disposiciones genéricas del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención
Americana”.
El hecho que nada obste a que en el ámbito interno puedan consagrarse derechos pro-
tegidos con un alcance mayor que el establecido por las normas internacionales, nos
lleva a concluir que el principio pro homine no requiere pautas de supremacía para
imponerse; es más, pueden estar reconocidas en sentencias judiciales que reconozcan
carácter vinculante como las de la Corte Suprema de Justicia de la Nación cuando se
refieren al contenido de las normas de derechos humanos.
A) La restricción debe estar prescripta por ley, lo que supone una norma de apli-
cación general que debe compadecerse con el respeto al principio de igualdad,
no debe ser arbitraria, ni insensata ni discriminatoria;
B) La ley, esta referida sólo a la norma adoptada por los órganos democrática-
mente elegidos y constitucionalmente facultados, ceñida al bien común, única
legitimada para restringir el goce y ejercicio de los derechos y libertades de las
personas;
D) Por fin, en el terreno de los fines que justifican o legitiman una restricción de
los derechos humanos, debe señalarse que “el principal obstáculo para una apli-
cación unívoca de las cláusulas limitativas lo encontramos en que ellas están pobladas
de conceptos indeterminados”. Así, los instrumentos internacionales refieren a
conceptos de necesidad democrática, orden público, seguridad nacional, bien
común, salud pública o moral.
128
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Para que una restricción sea aceptada debe ser “necesaria en una sociedad democrática”.
La interpretación imperante corresponde a la Corte Europea, la que determinó que
“necesario” en este contexto no tiene la flexibilidad de otras expresiones como “útil”,
“razonable” o “deseable”; sino que implica la existencia de “una necesidad imperiosa”
(pressing social need) que justifique la interferencia, reconociendo, sin embargo, a las au-
toridades, el “margen de apreciación” para su valoración. El ámbito de este “margen
de apreciación” depende de la naturaleza del fin protegido con la restricción y de la
naturaleza de las propias actividades implicada”(“Dudgeon Case,Judgment” citado por
PINTO en obra citada).
Limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reco-
nocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuer-
do con otra convención en que sea parte uno de dichos Estados;
Excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se
derivan de la forma democrática representativa de gobierno, y
129
Ricardo Alejandro Terrile
PINTO (obra citada) señala “Por otra parte, este mismo principio supone que las normas
consuetudinarias que explicitan los contenidos de los derechos protegidos en los tratados deben
tener cabida en el orden jurídico interno de un país siempre que enriquezcan sus disposiciones.
Así, por ejemplo, la enumeración de las libertades religiosas y de conciencia que efectúa la De-
claración sobre la Eliminación de todas las Formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas
en la Religión o en las Convicciones enriquece las disposiciones genéricas del Pacto Internacio-
nal de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana”.
Sin embargo, uno de los factores más notables en materia de interpretación esta dado
por dos circunstancias:
b) El principio Pro Homine admite una restricción de los derechos humanos que
refieran a estados de necesidad democrática, orden público, seguridad nacio-
130
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
nal, bien común, salud pública o moral. Claro que, para que una restricción sea
aceptada, debe ser “necesaria en una sociedad democrática”.
El principio “pro actione” es el derecho a ser oído por un juez o el derecho a audiencia,
cuyo linaje constitucional es indiscutible, este principio también llamado “principio
de acceso a la justica” debe ser libre, ya que no ha de estar sujeto a condicionamientos
excesivos, lo cual conduce a rechazar requisitos legales para la admisión de deman-
das o recursos que sean poco razonables o restrinjan injustificadamente dicho acceso.
Además, en virtud de esta derivación del derecho a la jurisdicción se ha reconocido
el principio pro actione como el deber de interpretar las normas procesales en el sen-
tido más favorable a la admisibilidad de la acción lo que también obliga a evita todo
pronunciamiento de inadmisibilidad por defectos que puedan ser subsanados sin dar
la oportunidad de hacerlo. El libre acceso a la justicia se opone así mismo a cualquier
discriminación.
Por otro lado, se quebranta tal libertad en el acceso cuando legalmente se excluye la
posibilidad de plantear ciertas acusaciones, reclamaciones o pretensiones legítimas.
El acceso a la justicia además debe ser efectivo, razón por la cual no es suficiente con-
tar con la posibilidad teórica de ejercer una acción o recurso. El justiciable debe tener
realmente a su disposición un instrumento procesal apto para proteger el derecho de
que se trata.
El Estado constitucional de derecho implica que todo el Estado y sus diferentes orga-
nismos e instituciones constituyen en función de la dignidad de la persona, el pleno
desarrollo de sus derechos fundamentales y el bien común.
131
Ricardo Alejandro Terrile
En consecuencia, cada vez que una norma de derechos se encuentra en conflicto con
una norma de poder, el juez, como operador jurídico debe resolver el caso escogiendo
favorablemente la norma protectora de los derechos humanos. Las normas sobre dere-
chos son superiores a las normas sobre poder ubicadas en un mismo plano, ya que los
primeros son los que determinan la actuación de los órganos de poder público.
132
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Sin embargo, hace pocos años, consecuencia de los avances tecnológicos, comienza a
perfilarse en el derecho internacional el llamado “SOFT LAW”.
En el ámbito del Derecho de la Unión Europea (UE), hace referencia a las decisiones,
recomendaciones y códigos de conducta que dicta la Comisión Europea y que por un
lado pretenden fijar los parámetros que deben respetar ciertas normativas creada por
los Parlamentos comunitarios para que se consideren respetuosas con el ordenamiento
comunitario, conteniendo por otro lado una advertencia en el sentido de que apartarse
de dichas directrices conllevará un proceso de infracción del derecho comunitario con-
tra ese Estado ante el Tribunal de Justicia de la UE.
133
Ricardo Alejandro Terrile
Sin embargo, sobretodo durante los últimos años, el peso que va ganando el principio
de subsidariedad y el énfasis en el principio de competencias tasadas tienen inmo-
vilizado al Consejo y al Parlamento Europeo (verdadero poder legislativo en la UE)
y consiguientemente hace que tengan que actuar la Comisión (Poder Ejecutivo) y el
Tribunal de Justicia de la UE –Poder Judicial–.
Otras instituciones con notable influencia política y económica sobre los Parlamen-
tos nacionales que carecen de potestad normativa, dictan instrucciones, directivas y
códigos de conducta. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, deniegan
créditos o aplazamientos a los Estados que no los cumplen.
134
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La OCDE ofrece un foro donde los gobiernos puedan trabajar conjuntamente para
compartir experiencias y buscar soluciones a los problemas comunes. Entre sus objeti-
vos, trazados y publicados en su página WEB, manifiestan que trabajan para entender
que es lo que conduce al cambio económico, social y ambiental. Miden la productivi-
dad y los flujos globales del comercio e inversión. Analizan y comparan datos para rea-
lizar pronósticos de tendencias. Fijan estándares internacionales dentro de un amplio
rango de temas de políticas públicas.
Parte de la premisa que la transformación del Estado, por influjo de los procesos de
integración económica y la combinación del desarrollo de las tecnologías digitales e
Internet como sistema de distribución mundial, ha modificado las formas de crear el
derecho, y el soft law es una expresión de la adaptación a este nuevo contexto global.
Tales cambios han alterado la concepción tradicional de la pirámide kelseniana del sis-
tema de fuentes y han forzado la irrupción de técnicas de colaboración y coordinación
que invierten los diseños constitucionales originarios.
Para la autora, estos nuevos escenarios evidencian la crisis de los sistemas de repre-
sentación que dejan al descubierto el debilitamiento de la fuerza legitimadora de las
fuentes de origen parlamentario.
En su origen, el soft law se identificaba con normas programáticas cuyo contenido era
esencialmente formulado a través de principios y cuyo objetivo era promover la prác-
tica de los Estados en una determinada dirección. Su evolución ha permitido que algu-
nos instrumentos definan contenidos normativos específicos, adquiriendo una eficacia
en su aplicación que suplen los propios instrumentos convencionales.
135
Ricardo Alejandro Terrile
Adquieren cada vez más relevancia la regulación que emana de órganos privados in-
ternacionales que establecen estándares (normas ISO) u organizaciones híbridas, pú-
blicas privadas (conformadas por representantes de empresas, ONGs, gobiernos na-
cionales y organizaciones interguberrnamentales); operan más allá de los límites del
Estado y lo más preocupante es que se divorcian de cualquier base constitucional.
Los derechos no son absolutos y existen múltiples razones para limitar su uso, pero
la capacidad reglamentaria no es ilimitada. Al decir de GELLI en (Constitución de la
Nación Argentina, comentada y concordada. 2008. Editorial La Ley. p. 421 y ss.), “la
facultad de reglamentar tiene bordes; las leyes no deben alterar los principios, dere-
chos y garantías”.
GELLI (obra citada. p. 422) sostiene “el artículo 28 con ser tan breve en su redacción es en sí
mismo una suma de garantías de limitación del poder. De las declaraciones emergen las formas
de gobierno; la libertad; la igualdad; las fronteras de las atribuciones dispositivas; el principio de
legalidad y el de privacidad. De los derechos, el reconocimiento de los que se conciben propios de
la persona humana y, por ello, anteriores a la formación del Estado y de las personas jurídicas,
136
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
en especial de las organizaciones sociales. De las garantías expresas, emergen las seguridades
frente a la competencia represiva de los delitos, atribuida al estado”.
Todos los poderes del Estado y sus funcionarios están limitados en sus atribuciones
dentro del marco del principio de razonabilidad. El poder legislativo cuando dicta
normas, debe tener en cuenta no solamente la razonabilidad de sus propósitos y fi-
nes sino la adecuación de las normas a los tratados internacionales; el poder ejecutivo
cuando reglamenta las leyes, no debe alterar; esto es tergiversar, distorsionar o ampliar
por vía reglamentaria aquellos fines del legislador editando la arbitrariedad; el poder
judicial al resolver conflictos en los casos concretos está compelido a fundar sus sen-
tencias y omitir cualquier alteración al debido proceso. No le cabe ni le corresponde a
ninguno de los poderes alterar de ningún modo el derecho reconocido convencional y
constitucionalmente.
Otra de las pautas es la proporcionalidad de los medios utilizados por la norma en re-
lación con los fines perseguidos por la ley. La Corte examina la proporcionalidad como
medida de la razonabilidad. Examina si el medio utilizado resulta desproporcionado,
137
Ricardo Alejandro Terrile
es decir, si aunque alcanza el fin perseguido, lo excede. Por otra parte, el Tribunal ve-
rifica si el medio guarda alguna relación de causalidad con el fin, aunque aquel no sea
el único con el que se lo pueda alcanzar.
138
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La forma constitucional, nos dice SABSAY (Sabsay, D. 2011. Manual de Derecho Cons-
titucional. Editorial La Ley. p. 295 y sig.) “enuncia el principio de la igualdad formal que
reconoce su fuente en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789”.
139
Ricardo Alejandro Terrile
E) Las únicas desigualdades inconstitucionales son las arbitrarias y estas son en-
tendidas como aquellas que carecen de toda razonabilidad por ser persecuto-
rias, hostiles, etc;
140
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
entre los Tribunales Supranacionales y los poderes judiciales de cada uno de los Esta-
dos, sumado a las sentencias que reconocen carácter vínculante, han constituido una
estructura normativa relevante de amparo al derecho de igualdad.
Los tratados internacionales que por imperio del artículo 75 inc. 22 tienen la misma
jerarquía que la constitución han incorporado al derecho interno un conjunto de dere-
chos que complementan los reconocidos por nuestro texto constitucional y en algunos
casos vienen a individualizar aquel principio generoso de los derechos implícitos del
artículo 33 de la constitución nacional. Hoy, los tratados internacionales que han sido
individualizados en la mencionada disposición con más los otros tratados admitidos,
ya no por el convencional constituyente pero si por el legislador, como parte integrante
de los tratados jerarquizados, constituyen un bloque normativo que impregna al dere-
cho constitucional en su concepción monista.
Frente a la Opinión Consultiva 18/03 solicitada por México, la CorteIDH expresa la di-
ficultad de desligar el elemento igualdad de la no discriminación y se refiere a ambas
nociones como “constitutivas del principio de la protección igualitaria y efectiva de la ley y de
la no discriminación” (citado por SABSAY, p. 298).
141
Ricardo Alejandro Terrile
“quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejerci-
cio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales, reconocidos en la Cons-
titución Nacional, será obligado, a pedido del damnificado a dejar sin efecto el acto discrimina-
torio o cesar en su realización y a reparar el daño moral y material ocasionados”.
142
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Un factor relevante en el estudio del principio de igualdad se vincula con las llamadas
“acciones positivas”; éstas presuponen una intervención legislativa y administrativa de
ejecución, materialización y realización de la igualdad declarada.
143
Ricardo Alejandro Terrile
Los legisladores nacionales incorporaron con las mayorías que dispone el texto consti-
tucional: a) Convención Americana sobre desaparición de personas (leyes Nº 24.556 y
Nº 24.820); b) Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y los
crímenes de lesa humanidad (leyes Nº 24.584 y Nº 25.778) y c) Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad (ley Nº27.044).
Sin embargo, la CSJN en el caso “GIROLDI”, sostuvo que debía entenderse que las
condiciones de vigencia de la CADH comprendían la forma en que efectivamente rige
dicho tratado en el ámbito internacional, con particular consideración de su imple-
mentación por los tribunales internacionales. En igual sentido, el siguiente año este
tribunal sostuvo, en el caso “BRAMAJO” , que también los Informes de la CIDH de-
terminaban las condiciones de vigencia de la CADH. No obstante, dos años después,
la CSJN afirmaría que ello no implicaba sostener que las recomendaciones emitidas
por la CIDH resultaran de cumplimiento obligatorio para el Poder Judicial del Estado
(ACOSTA, CLAUDIA BEATRIZ Y OTROS. 1998). Dichos fallos pueden consultarse en
el “Case Book ”.
144
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
3. Si la cuestión planteada ante los estrados judiciales, queda resuelta por aplica-
ción exclusiva de normas jurídicas internacionales vigentes, tanto consuetudi-
narias como convencionales cabe prescindir del análisis de constitucionalidad
de las normas invocadas;
145
Ricardo Alejandro Terrile
La jurisdicción consultiva fue establecida por el art. 64 del Pacto de San José de Costa
Rica, como un servicio que la Corte está en capacidad de prestar a todos los integran-
tes del sistema interamericano, con el propósito de coadyuvar al cumplimiento de sus
compromisos internacionales referentes a derechos humanos. Procura colaborar con
los Estados u órganos, a cumplir y a aplicar tratados en materia de derechos humanos,
sin someterlos al formalismo y al sistema de sanciones que caracteriza el proceso con-
tencioso.
a) “la interpretación del Pacto debe guiarse por la Jurisprudencia de la Corte Inte-
ramericana de Derechos Humanos, uno de cuyos objetivos es la interpretación
del Pacto de San José” (“EKMEKDJIAN c/ SOFOVICH”, 1992);
f) Corresponde a la CSJN, como órgano supremo de uno de los poderes del Go-
bierno Federal, aplicar los tratados internacionales a que el país está vinculado
en los términos anteriormente expuestos, ya que lo contrario podría implicar la
responsabilidad de la Nación frente a la Comunidad Internacional;
146
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
g) Los Estados parte deben no solamente “respetar los derechos y libertades reconoci-
dos en ella”, sino además “garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona sujeta a
su jurisdicción”. Para la CorteIDH, “garantizar” implica el deber del Estado de
tomar las medidas necesarias para remover los obstáculos que puedan existir
para que los individuos puedan disfrutar de los derechos que la Convención
reconoce.
El “Pacta sunt servanda” es una locución latina que se traduce como “lo pactado obli-
ga”, que expresa que toda convención debe ser fielmente cumplida por las partes de
acuerdo con lo pactado.
Esta consigna, acuñada en épocas de la antigua Roma y según la cual “los pactos deben
honrarse”, es una de las bases fundacionales de la confianza que la sociedad deposita
en sí misma.
Cuando el Poder Ejecutivo como resultado de una negociación, firma una convención;
el Congreso aprueba y el Poder Ejecutivo ratifica, promulga y publica, nace para nues-
tro país, la obligatoriedad de su cumplimiento.
Cuando suscribimos el Pacto de San José de Costa Rica, adherimos y nos obligamos a
cumplir los imperativos trazados por el artículo 33 y siguientes del mencionado pacto,
en la cual se determinan los “Medios de Protección” y la competencia de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (Corte IDH).
Un dato que pasa desapercibido es el hecho que desde su instauración en el año 1863,
la CSJN estuvo habilitada para aplicar en forma directa el Derecho Internacional en
los casos que le fueran sometidos. La Constitución de 1853 otorgaba competencia a
la CSJN y a los tribunales inferiores para resolver las causas regidas por tratados con
las naciones extranjeras (artículo 97 en la redacción original de 1853), a la vez que es-
tablecía la competencia originaria del máximo tribunal para resolver los asuntos con-
cernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros (artículo 98 en el texto de
147
Ricardo Alejandro Terrile
148
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
gar artículo alguna de la primera parte de la constitución” e interpretando que las normas
convencionales “deben entenderse complementarias de los derechos y garantías reconocidos”.
Otro de los aspectos que fueron definidos por la CSJN refiere a si los tratados fueron
incorporados al texto constitucional o se los igualaba en rango normativo. Conforme la
Convención Constituyente, los tratados enumerados no estaban siendo incorporados a
la propia Constitución, sino que se los igualaba en rango normativo.
La reforma de 1994, en el artículo que analizamos, dispone que los instrumentos in-
ternacionales que individualiza, no derogan artículo alguno de la primera parte de la
Constitución.
149
Ricardo Alejandro Terrile
favorable a los derechos de la persona y ello es una regla que se encuentra reconocida
en los instrumentos internacionales.
La CSJN en su evolución, ha interpretado que los criterios sentados por la Corte IDH
en casos relativos a otros Estados, no sólo resultan relevantes a fines meramente inter-
pretativos, sino que podría entenderse que aparecen como de cumplimiento obligato-
rio para el Estado. De este modo, diversos magistrados han invocado la jurisprudencia
de la Corte IDH, entendiendo que lo hacían en cumplimiento de una obligación inter-
nacional. Ello puede observarse en los votos de diversos ministros en la resolución del
caso “SIMÓN”, como también en el voto mayoritario de la sentencia del caso “MAZ-
ZEO”.
En el caso “CANTOS”, la Corte IDH había condenado al Estado Argentino por consi-
derar que el demandante había sido víctima de una restricción al derecho de acceso a
la justicia, en virtud del monto dinerario que debía afrontar luego de que un procedi-
miento judicial contra el Estado resultara contrario a su pretensión. En consecuencia,
el tribunal internacional estableció que el Estado debía adoptar diferentes medidas
que incluían condonar el cobro de las costas judiciales y las multas impuestas; como
también afrontar el pago de los honorarios de los profesionales intervinientes, los cua-
les debían ser fijados por el Estado en un “monto razonable”. Dictada la sentencia, el
Procurador del Tesoro de la Nación se presentó ante la CSJN, a fin de que este tribunal
instrumentara el cumplimiento de la misma. Sin embargo, la CSJN sostuvo que su in-
tervención no era necesaria para el cumplimiento de algunas de las medidas dispues-
tas; como también, que no correspondía cumplir con la impuesta reducción del monto
de los profesionales, entendiendo que ello vulneraría los derechos de los profesionales
que intervinieron durante el juicio a nivel nacional. De este modo, la CSJN se negó
expresamente a cumplir con lo decidido por la Corte IDH. No obstante ello, puede re-
marcarse que existieron dos disidencias contra el pronunciamiento de la mayoría, aun-
que sólo el juez MAQUEDA consideró expresamente que debía darse cumplimiento
total a la sentencia de la Corte IDH.
Muy diferente fue la postura de la CSJN, luego de la condena recaída en el caso “BU-
LACIO”. En aquel pronunciamiento, la Corte IDH había ordenado -entre diversas me-
didas-, que el Estado debía proceder a investigar los hechos que rodearon la muerte
150
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
del menor Walter Bulacio, luego de su detención ilegal por parte de efectivos de la po-
licía. El Tribunal había resaltado que, a tal fin, resultaba inadmisible la prescripción de
la acción penal que había sido decidida por los tribunales nacionales. La CSJN sostuvo
que correspondía -en principio- subordinar el contenido de sus decisiones a lo resuelto
por la CorteIDH, dado el carácter obligatorio de las sentencias de este Tribunal. Sin
embargo, la CSJN se comportó de modo absolutamente opuesto luego de la condena
del Estado Argentino en el caso “BUENO ALVES” (Case Book).
El Tribunal exhibe, asimismo, sobre todo a partir de su actual conformación, una fuer-
te propensión a receptar en sus pronunciamientos los dictados del derecho interna-
cional de los derechos humanos, tanto en lo que hace al respeto por las cláusulas de
los instrumentos internacionales (incluso algunos de soft law) como a la interpretación
de los órganos jurisdiccionales y cuasijurisdiccionales de supervisión de los distintos
sistemas protectorios en la materia: interamericano (Corte IDH) y universales (Comité
de los Derechos del Niño; Comité de Derechos Humanos; Comité de Derechos Econó-
micos, Sociales y Culturales; Comité de Libertad Sindical y Comisión de Expertos en
Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT).
151
Ricardo Alejandro Terrile
152
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los
actos de fuerza enunciados en este artículo.
El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función”.
GELLI nos dice que “El art. 36 sintetiza el intento –ingenuo quizás– de contener me-
diante normas jurídicas los hechos de fuerza directa o indirecta contra el orden ins-
titucional, así como la dinámica de la violencia política, y la necesidad de componer
153
Ricardo Alejandro Terrile
En “La Constitución Nacional y sus normas reglamentarias”, que forma parte de las
herramientas de estudio que hemos publicado para la materia, transcribimos las leyes
Nº 23.077 de “Protección del orden constitucional y la vida democrática”(p.52); Ley Nº
25.188 sobre “Ética de la Función Pública” y su norma modificatoria; ley Nº 26.857 (p.
59 y 63); los decretos 41/99 denominado “Código de ética de la función pública” (p.64)
y 102/99 creando la “Oficina Anticorrupción” (p.70).
La norma constitucional establece dos tipos penales: a) ejecutar actos de fuerza contra
el orden institucional o el sistema democrático; y b) usurpar cargos públicos, federales
o locales, como consecuencia de los actos mencionados.
Asimismo adiciona a la sanción, que necesariamente debe establecerse en una ley es-
pecial o en el Código Penal, la pena de inhabilitación perpetua para ejercer cargos
públicos y prohíbe al presidente de la Nación usar, con los eventuales condenados, de
su atribución para indultar delitos o conmutar penas (art. 99, inc. 5, de la Constitución
Nacional) consagrando constitucionalmente la imprescriptibilidad de dichas acciones.
Interpreto que aunque la norma reconoce el derecho de resistencia a todos los ciuda-
danos, se entiende que los habitantes no ciudadanos también gozan de él, porque la
resistencia constituye algo más que un derecho político.
El derecho a la resistencia de los ciudadanos frente al poder del Estado fue incorpo-
rado en las constituciones modernas e incluido en la Declaración Universal de los De-
rechos Humanos como resguardo ante gobiernos dictatoriales o tiránicos que atenten
contra la integridad de las personas y las leyes promulgadas en su defensa.
154
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
leyes que ya no se designaban como tiránicas sino que mudaron su semántica por “dic-
tatoriales”, por parte de los representantes.
La clara y determinante disposición “in fine” que delega al Congreso la sanción de una
ley de ética pública es acertada dado que la norma legal prevé los deberes y pautas de
comportamiento ético en la función pública (artículos 2 y 3). Además de la honestidad,
probidad, rectitud y buena fe, se exige austeridad republicana, virtud necesaria –y
ausente– que define el modo de ejercicio del poder.
Las actuaciones ante la Comisión Nacional de Ética Pública pueden iniciarse por de-
nuncia de cualquier persona y el control del estilo de gobierno y de la autoridad que-
da, también, en manos de la ciudadanía.
Las disposiciones legales, ponen en cabeza de la Oficina, entre otras muy amplias,
la competencia para requerir la colaboración de organismos públicos y privados en
tareas de investigación, de policía y fuerzas de seguridad (artículo 26); promover la
investigación de los agentes de la Administración y efectuar investigaciones; ejercer
directamente la acción pública (artículo 45); disponer exámenes periciales e informar
155
Ricardo Alejandro Terrile
16. El Preámbulo
El contenido del Preámbulo indica el titular del poder constituyente; señala la continui-
dad histórica y política que da nacimiento al Estado Argentino; enuncia los objetivos
de la Constitución, manifestando sus valores esenciales y su filiación iusnaturalista;
establece el destino, amplio y generoso de la Ley Suprema; formula una peculiar invo-
cación a Dios y dispone la plena juridicidad del texto constitucional, adelantándose,
con ello, al paradigma del Estado Constitucional de Derecho.
156
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En cambio, en el art. 4º, la Nación indica al Estado Federal, para diferenciarla de los Es-
tados locales; en los arts. 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 23, 26, 31 de la Constitución histórica
de 1853/60 y en el 41 de la Constitución, introducido por la reforma de 1994, el vocablo
nación se emplea en uno u otro de los sentidos indicados.
Una voluntad general cuyo alcance dependerá por el contenido que las políti-
cas públicas definidas por el Congreso le asignen, cuanto por la interpretación
judicial, en especial de la Corte Suprema, en los casos concretos que se le some-
tan en su objetivo particular de afianzar la justicia.
16.4. La Religión
En materia religiosa, coincido con GELLI, cuando sostiene que en el preámbulo no hay
una sino varias líneas de pensamiento: a) la realista, originada en el pensamiento de
Aristóteles y desarrollada por Tomás de Aquino; b) la racionalista, propia del liberalismo
francés; sin embargo prevaleció la liberal teísta como se advierte en el tipo de invoca-
157
Ricardo Alejandro Terrile
Del estudio de los antecedentes documentados en los precedentes que dieron lugar a
la constitución histórica, al tratarse el art. 2 del proyecto de Constitución Federal, en
1852, los diputados PERÉZ LEIVA y CENTENO, mocionaron, agregar que “El Gobier-
no Federal profesa el culto católico» o bien que ese culto era el “único y verdadero» y el de la
mayoría de sus habitantes”.
En réplica a aquella postura, GUTIÉRREZ manifestó que “al gobierno temporal, solo le
incumbe promover las conveniencias sociales de este mundo, y respecto al otro, garantir la li-
bertad de las conciencias y creencias de cada uno” (cfr Actas del Congreso Constituyente,
p. 155). El agregado fue rechazado por ZUBIRIA y GOROSTIAGA, la afirmación de
neutralidad y agnosticismo de la Constitución, en los dictados de la llamada religión
natural, e insistiendo acerca de la suficiencia de la redacción propuesta para permitir al
Gobierno tener injerencia en materia religiosa. El artículo en cuestión se aprobó sin mo-
dificaciones, pero posteriormente Leiva mocionó para la agregación de un artículo por
el que se requería profesar y ejercer el culto católico para poder desempeñar cualquier
empleo civil, siendo replicado por GUTIÉRREZ, quien sostuvo que todo funcionario,
aún no siendo católico, debía cumplir con lo dispuesto por el art. 2 de la Constitución.
Este agregado fue finalmente rechazado, pero en sesión posterior, prosperó la moción
de LAVAISSE , incluyéndose en relación al presidente y vicepresidente, el requisito de
pertenecer a la comunión católica, lo que fue aceptado. Se aceptó también por unanimi-
dad el agregado propuesto por GOROSTIAGA respecto a la conversión de los indios al
catolicismo, negándose a suprimir la atribución que autoriza al Congreso para admitir
o no otras ordenes religiosas.
SOLA (obra citada) sostiene que el sistema constitucional argentino instituye en este
punto la regla de la secularidad. Es decir, que si bien existe libertad de culto, no hay
igualdad, ya que hay preferencias expresas (sostenimiento) a favor el culto católico, lo
que le otorga a este último, un “status jurídico” especial.
158
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Respecto de los concordatos que se celebran con la Santa Sede a fin de viabilizar las
vinculaciones antes presentadas, ellos tienen a partir de la reforma constitucional de
1994 una jerarquía superior a la de las leyes del Congreso (art. 75 inc. 22 C.N.).
Se eliminó asimismo con la reforma, la potestad del Congreso para autorizar el esta-
blecimiento de nuevas órdenes religiosas y la anacrónica y poco feliz facultad de ese
cuerpo para promover la conversión de los indios al catolicismo. Decimos poco feliz,
no porque nos parezca inadecuado otorgar –si así lo estima la voluntad popular– un
rol evangelizante al Congreso, sino debido en particular, a las consecuencias históricas
y sociales que se produjeron en nombre de tal mandato, por demás contrarias a la vo-
luntad del constituyente; lo que degeneró en los hechos, en la virtual desaparición de
nuestras comunidades aborígenes o –al menos– de su contexto cultural diferenciado
–que una sociedad pluralista debe necesariamente respetar–.
159
Ricardo Alejandro Terrile
En mi interpretación, nada impide que el Presidente pueda ser ateo, pues no debe
interpretarse la norma en forma gramatical sino que hay que indagar su espíritu, y es
sabido que la intención de las constituyentes fue la de suprimir la exigencia aludida
anteriormente aunque subsiste la prohibición para los clérigos de ser miembros del
Congreso. Cabe recordar que la Suprema Corte de Estados Unidos declaró la invalidez
de una ley estadual que prohibía a los clérigos acceder a ciertos cargos públicos, por-
que “imponía incapacidades especiales con fundamento en el estado religioso”.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones pú-
blicas de su país.
160
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se ex-
presará mediante elecciones auténticas...”
Por su parte, el art. 2 de dicha Declaración establece que “Toda persona tiene los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, ori-
gen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
161
Ricardo Alejandro Terrile
En el caso “BAKER vs. CARR”, y en los que sucedieron posteriormente, la Corte afir-
mó la regla, en base a la cláusula de igual protección de la ley, sobre la igualdad del
valor de los votos, así como la oportunidad de participación igual de todos los votan-
tes en la elección.
Desde el punto de vista de la igualdad de acceso a los cargos públicos electivos, surge
la discriminación cuando a un individuo, por lo demás calificado, se le niega el de-
recho a presentarse a las elecciones para un cargo público, únicamente por razón de
su raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole. Cuando digo
“calificado” supongo un individuo que es nacional del país, reside en él y en la unidad
política en la que aspira ser elegido, y reúne todas las condiciones establecidas por la
ley en cuanto a la edad y demás requisitos inherentes al cargo.
162
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En el juicio que se llevó a cabo en junio el jurado le declaró culpable, y el juez le sen-
tenció a cinco años de prisión y diez mil dólares de multa. Aunque fue liberado bajo
fianza, su pasaporte le fue confiscado y no se le permitió pelear ni salir del país por
tres años y medio.
GELLI nos dice (Obra citada. p. 6) “desde una perspectiva normativista el Preámbu-
lo parece no constituir, en sí mismo, una disposición jurídica dado que carecería de
sanción. Así se le ha negado hasta el ser parte de la Constitución y constituir sólo una
guía acotada de interpretación. Sin embargo, respecto al Preámbulo, debe tenerse en
cuenta que en su parte final contiene una disposición expresa: “ordenamos, decreta-
mos y establecemos esta Constitución”. La frase indica el valor jurídico del Preámbulo
y de la Constitución, ésta también con fuerza normativa. Por otro lado, el derecho ju-
dicial –también derecho positivo– ha evolucionado desde el reconocimiento del valor
interpretativo –en ocasiones limitado– de sus cláusulas hasta la aceptación de su valor
legal, otorgando a sus objetivos –en especial el de afianzar la justicia– plena operativi-
163
Ricardo Alejandro Terrile
El valor normativo del Preámbulo y la obligación de todos los poderes del Estado de
cumplir con sus objetivos fue reconocido por la Corte Suprema en el caso “PÉREZ DE
SMITH, ANA M. Y OTROS s/ PEDIDO”; “SAGUIR Y DIB, CLAUDIA G. s/AUTORI-
ZACIÓN”.
164
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
18. Introducción
Los constituyentes de 1853 no crearon una forma de gobierno sino que adoptaron el
modelo norteamericano. La Constitución no distingue forma de gobierno de forma de Estado.
La doctrina es unánime en afirmar que la primera responde a la pregunta sobre quién
ejercita el poder y la segunda acerca de cuántos centros territoriales de decisión políti-
ca existen en un estado.
“La nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por
ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio
pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios
del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo ar-
gentino”.
“La forma de gobierno, dice BIDART CAMPOS, es la forma de uno de los elementos
del Estado, la manera de organizar y distribuir las estructuras y competencias de los
órganos que componen el gobierno. Es el problema de quien ejerce el poder, o de quie-
nes son los repartidores del régimen político. En cambio, la forma de Estado no com-
pone uno de sus elementos, sino que forma parte de la institución misma, del propio
Estado. Si el Estado es, en el orden de la realidad, un régimen dentro del cual se realiza
un reparto, la forma de Estado es la manera de realizar ese mismo reparto; atañe pues,
al problema de cómo se ejerce el poder. Así GROPPALI distingue las formas de gobier-
no como modos de formación de los órganos del Estado, sus poderes y relaciones, y las
formas de Estado como estructura del Estado y relación entre el pueblo, el territorio y
la soberanía”.
En consecuencia, distinguimos:
165
Ricardo Alejandro Terrile
b) formas de Estado, refiere a las distintas formas que una nación puede adoptar en
la división o desplazamiento de competencias referenciados por las relaciones
que se establecen entre pueblo, territorio y soberanía, según que se concentren
y funden en un orden estatal único o estén descentralizadas en los varios orde-
nes estatales de que resultan constituidas.
Las formas puras o perfectas, que practican rigurosamente justicia, son: a) La mo-
narquía, que es el gobierno ejercido por una sola persona; b) La aristocracia, que
es el gobierno ejercido por una minoría selecta; y c) La democracia, que es el
gobierno ejercido por la multitud o mayoría de los ciudadanos.
Estas formas impuras son: a) La tiranía que no es otra cosa que la degeneración
de la monarquía; b) La oligarquía o forma corrompida de la aristocracia; y c) La
demagogia que también se llama la oclocracia, que es una degeneración de la
democracia.
166
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La clasificación que ha perdurado de las formas de gobierno reduce a estas en dos gru-
pos: la monarquía y la republica con innumerables matices en la que no son ajenos los
sistemas parlamentarios y presidencialistas.
Hoy se configuran los gobiernos en razón de criterios ideológicos sin tener en cuenta la
subordinación a las formas de otras épocas y en ellos, la política económica tiene una
enorme trascendencia.
18.1. La Monarquía
167
Ricardo Alejandro Terrile
Las monarquías constitucionales son el resultado de las luchas populares para subor-
dinar la acción del monarca a un orden jurídico determinado. La Constitución es la
norma suprema y en contra de ella no puede prevalecer ninguna voluntad real. La
monarquía constitucional pura entrega al monarca el ejercicio pleno del poder en los
marcos que determina la Constitución. En la monarquía parlamentaria el ejercicio del
poder corresponde al parlamento en un sistema de responsabilidad ministerial en el
que el monarca se convierte en un símbolo de unión, sin el ejercicio efectivo del poder.
El profesor Luis SÁNCHEZ AGESTA expresa: “La monarquía es una curiosa institu-
ción de Occidente y muy peculiarmente europea, ilógica quizá en sus fundamentos,
pero con una profunda racionalidad histórica. Por ello es necesario comprenderla en
su historia, ya que su significado etimológico y clásico no tiene otro valor que contra-
poner la persona “una” del monarca a la multitud de los súbditos. En realidad llama-
dos “monarquía” con una sola palabra a instituciones que tienen en la historia un ca-
rácter muy diverso. Nace en el Occidente europeo apoyada en la tradición germánica
de la realeza como caudillaje militar y símbolo del grupo, y a este fundamento se une
una peculiar interpretación de la concepción cristiana del poder, que se traduce desde
la edad media en una consagración ritual de la persona del rey. El monarca “por la
gracia de Dios”, tiene un carácter sagrado que refuerza la obediencia. El poder se apo-
ya en ese origen divino para satisfacer la necesidad histórica de establecer un poder
superior e independiente. El monarca es el representante de Dios, de quien deriva todo
poder. La monarquía absoluta, en sus orígenes de la Edad Moderna, casi diviniza la
persona del monarca. La monarquía se funda así en la aceptación de una superioridad
mística (e históricamente mítica) del monarca, como eje de la organización jerárquica
del poder en el Estado. En cierto sentido puede decirse que la monarquía, encarnando
en la persona del rey la unidad y superioridad del poder, funda el Estado europeo en
el transito de la Edad Media a la Edad Moderna”.
18.2. La República
168
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Son elementos comunes que participan del contenido de la definición tradicional del
concepto “República”:
5 La soberanía de la ley;
También puede ser la república, una democracia o una aristocracia, como la república
concebida por Platón, que en realidad se llamaba “politeia” donde se aspiraba a que
gobiernen los mejores, en una forma donde se entremezclaban rasgos de la democracia
con los de la aristocracia.
A los elementos comunes que hemos sintetizado más arriba, cabe agregar:
169
Ricardo Alejandro Terrile
Igualdad ante la ley: Esta regla ha sido un componente fundante del consti-
tucionalismo moderno. De los matices de igualdad, la república garantiza al
menos, la regulación en modo abstracto de lo prohibido y permitido, en forma
equivalente para todos los ciudadanos. Hablamos aquí de la igualdad formal
–básica, pero insuficiente en los tiempos que corren–.
Existen países, como Suiza, Bosnia y Herzegovina y San Marino, entre otros, en la que
la presidencia de la República no la ejerce una persona, sino que lo hace un Consejo o
Comité. En este caso, la cabeza visible del Estado va rotando entre los miembros del
Consejo. En San Marino, cada medio año. En el caso de Bosnia y Herzegovina la presi-
dencia es rotatoria entre sus tres miembros para garantizar la igualdad. En Suiza, cada
año nuevo. Estos sistemas son una herencia de la antigua república romana donde
también rotaba este cargo. Los Comicios designaban a dos cónsules que ocupaban el
cargo durante un año.
170
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Origen y Evolución
La palabra Estado, comenzó a ser utilizada en los primeros años del siglo XVI, más con
la obra El Príncipe de MAQUIAVELO, un florentino altamente calificado que estudio
la organización política de Florencia, que en esos años era una ciudad Estado. Ma-
quiavelo había nacido allí y dedicó los mejores años de su vida a servirles a Florencia
y a importantes familias Florentinas. Fue autor de varios libros, entre ellos un Tratado
del arte militar, una obra acerca de las funciones diplomáticas, otra sobre lo que había
sido el gobierno de Roma, pero la más divulgada fue “El Príncipe”, en la que resumió
todos los conocimientos políticos que había acumulado a través de sus lecturas y de
sus actividades políticas. Denominó Estado a la organización política de una sociedad.
Los griegos no habían usado esa palabra, que no conocían; para ellos lo que Maquia-
velo llamó Estado era la polis, que en su lengua significaba, ciudad.
El Estado en sus orígenes fue la organización política de una ciudad que mostraban di-
ferencias una de otras en su organización y planificación así como en sus recursos. No
se tenía aún conciencia del significado de país como conglomerado de diferentes ciu-
dades Estados. Se limitaban a pequeñas concentraciones humanas dentro de los muros
al que acudían con un sentido de protección, en las que se discriminaba al habitante de
la gleba del extranjero que no era otro del que residía fuera de estas ciudades Estados.
Las primitivas ciudades Estados eran gobernadas por esclavistas. En Egipto, se hallaba
extendida la esclavitud. Una parte de los esclavos estaba constituida por prisioneros
de guerra –etíopes o libios– que los reyes de Egipto traían de sus campañas además de
esclavos egipcios.
De todos los Estados fundados en la antigüedad, y de manera especial los que se crea-
ron en territorios europeos, el que alcanzó a acumular más poder y tuvo más larga in-
171
Ricardo Alejandro Terrile
fluencia política en la llamada civilización occidental fue Roma, que alcanzó ese poder
y esa influencia mediante el uso de grandes ejércitos y también porque las conquistas
de sus armas fueron seguidas de la aplicación y la enseñanza de su lengua –el latín–
de sus leyes, de sus conceptos sobre el Derecho y del estudio de las vías de transporte
-carreteras y puentes-.
La historia del Estado en el conjunto de los países europeos tiene una importancia
excepcional porque con la formación de los primeros Estados, en esos países o por lo
menos en la mayoría de ellos, aparece un nuevo modo de producción, lo que significa
un nuevo tipo de organización social que a su vez provoca un nuevo tipo de Estado.
El nuevo modo de producción será el feudal y el nuevo tipo de Estado será el monár-
quico feudal que se inicia con los reyes feudales cuyos gobiernos funcionaban a través
de nobles terratenientes.
En Francia, por ejemplo, llegó a haber siete grandes señoríos feudales que delegaban
sus poderes en otros señores, y ahí no terminaba, esa delegación porque con el paso de
los siglos fue formándose una pirámide de vasallos que comenzaba arriba con un solo
vasallo, el de Dios, que era el rey, de quien fueron vasallos los señores de los grandes
señoríos, pero debajo de esos, que eran los vasallos del rey, hubo muchos otros vasa-
llos, de manera que la sociedad feudal se organizó en su parte superior a base de una
pirámide de vasallos, nobles y éstos a su vez tenían como vasallos suyos a los siervos
de la gleba. En esa pirámide el que retenía la suma de las potestades reales era el lla-
mado señor jurisdiccional, que generalmente era un duque, un marqués o un conde.
La dispersión de los Estados fue evitado por tres razones: a) la economía entre las ciu-
dades; b) la guerra que implicaba para el vencedor, la anexión del territorio conquista-
do y c) la religión. La iglesia mantuvo en su poder grandes extensiones de tierra pero
también autoridad sobre la población de todas las clases y captas sociales.
En el primer Estado capitalista ya el poder no iba a estar representado por reyes, sino
serían presidentes elegidos por mayoría de votos de todos los ciudadanos cuyos votos
tendrían igual valor.
Por otra parte, la declaración de independencia y con ella la creación de Estados que se
formaron en los países del Nuevo Mundo a partir de los primeros años del siglo XIX,
inició una etapa histórica que tuvo su origen, directa e indirectamente en la Revolu-
ción Francesa (1789) y de manera especial desde que al finalizar el siglo XVIII fue crea-
do el gobierno del Consulado, cuyo jefe natural debía ser, y fue, Napoleón Bonaparte.
172
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Aristóteles, en su libro “La Política”, establece que Estado es una asociación de hom-
bres a los que mueve la esperanza de algo que les parece bueno.
Para ENGELS en “El Origen de la Familia, la propiedad y el Estado”, nos dice que es la
herramienta que utilizan las clases dominantes para justificarse que cumplen las fun-
ciones globales de organizar, justificar y mantener el sistema capitalista en su conjunto,
tratando de garantizar su permanencia histórica. Actúa garantizando el mantenimien-
to en primer lugar de las relaciones de producción en sí mismas y las clases sociales
sobre las que se sustenta; la propiedad privada y el orden de la sociedad burguesa,
haciendo posible la producción y la acumulación capitalista, al tiempo que opaca la
dominación y neutraliza o combate el cuestionamiento de los sectores explotados, a
través de la mediación ideológica y la violencia.
Para que exista el estado debe haber una serie de elementos o condiciones y éstos son:
la población o comunidad nacional; el asiento territorial y la coalición política.
Implica la forma federal de Estado, una modalidad de relación entre el poder y el terri-
torio, estatuida sobre la base de una peculiar generación de descentralización política
con base física, territorial o geográfica.
173
Ricardo Alejandro Terrile
Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmuni-
dades inherentes al titulo de ciudadano en las demás (artículo 8º de la C.N). El artículo
28º de la Convención Americana de Derechos Humanos determina las obligaciones
del Estado argentino y sus eventuales responsabilidades internacionales por lo que
el Estado Federal colabora con los Estados locales y debe remover los obstáculos que
pudieran impedir o bloquear a las provincias las seguridades que se deben a los habi-
tantes de cada una de ellas.
Sin embargo, el Estado Federal tiene limitaciones que están trazadas por las facultades
que las provincias pre-existentes no le han delegado y de ésta manera procuran un
delicado equilibrio de potestades en la que las relaciones de participación y de coordi-
nación son imprescindibles para garantizar la unidad territorial y con él, la condición
de habitante y ciudadano.
Las provincias le han delegado con exclusividad al Estado federal, los atributos con-
feridos al Poder Legislativo en el artículo 75; al Poder Ejecutivo del artículo 99 y 100
y a la CSJN, el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos
174
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
regidos por la C. N y por las leyes de la Nación en el marco del artículo 116º del citado
texto normativo.
175
Ricardo Alejandro Terrile
176
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
19. Introducción
Todo ello nos introduce en la necesidad de una adecuada “traducción” del art. 1° de la
Constitución textual: adopta para su gobierno la forma representativa, democrática y
republicana –el término democracia recién se incorpora formalmente a la Constitución
textual en la reforma constitucional de 1957, al estatuir el art. 14 “bis” la idea de orga-
nización sindical libre y “democrática”–.
177
Ricardo Alejandro Terrile
El artículo 22º dispone explícitamente que el pueblo no delibera ni gobierna sino por
medio de sus representantes y autoridades creadas por la Constitución; sin embargo
la reforma constitucional de 1994 incorpora formas de democracia semidirecta que no
modifican sino complementan el sistema adoptado: el artículo 39º –iniciativa popular
para proyectar leyes– y el art. 40º, con dos modalidades de consulta popular, vinculan-
te y no vinculante.
Para la CSJN, las elecciones permiten la relación entre quienes aspiran a ser elegidos –
los candidatos– y quienes con su voto –el cuerpo electoral– realizan la designación. Los
partidos políticos organizados nacieron del régimen representativo, convirtiéndose en
órganos indispensables para el sistema que les otorgó, por medio de la ley, el monopo-
lio de las candidaturas. Noción cuya consagración constitucional surge, para algunos,
del nuevo art. 38. En consecuencia, tal como lo resolvió la Corte Suprema constituye
agravio concreto que están obligados a examinar los tribunales, el cuestionamiento que
un ciudadano efectúa al sistema de partidos, cuando este sistema le impide presentar
una candidatura independiente a diputado, después de celebradas las elecciones en
las que pretendió presentarse.
178
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
le han quitado a los partidos políticos, la impronta de los debates internos. Existen
otros factores vinculados a los medios de comunicación social. La publicidad electoral
es muy onerosa y frente a los medios de comunicación, se torna difícil por no decir
imposible, a muchos sectores sociales encarar una campaña electoral por la erogación
que ello significa.
El hecho que las primarias como en la general, se tornen obligatorias para todos los
ciudadanos naturales o naturalizados en la República Argentina, estén o no afiliados,
provoca que los candidatos de los partidos políticos están definidos también por no
afiliados al mismo.
En las elecciones primarias, diferentes agrupaciones del mismo partido político o alian-
za, presenta sus candidatos, pudiendo tener una o más líneas internas. La ciudadanía
elegirá entre los candidatos de orden nacional –presidente, diputados, senadores– de
las agrupaciones del partido que desee.
Para poder participar en las elecciones generales, el partido o alianza debe obtener al
menos el 1,5% de los votos válidos totales por categoría. Este mecanismo es solo para
autoridades nacionales, y cada provincia y/o municipio puede desdoblar sus eleccio-
nes; es decir, fijarlas en fecha diferentes por constituir atribuciones no delegadas a la
nación.
179
Ricardo Alejandro Terrile
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El Poder Electoral
Los extranjeros no integran el cuerpo electoral nacional. El artículo 20 dispone que los
extranjeros ejercen todos los derechos civiles del ciudadano, es decir, expresamente
no menciona a los políticos, sin perjuicio que algunas constituciones provinciales lo
habilitan en padrones municipales y comunales cumpliendo algunos requisitos. El
artículo 39, antes citado, reserva el derecho de iniciativa a los ciudadanos, por lo que
los extranjeros, tampoco podrían intervenir en el proceso de aprobación de leyes.
181
Ricardo Alejandro Terrile
UNIVERSAL: implica que están habilitados todos los ciudadanos de ambos se-
xos, desde los 16 años cumplidos. Hasta los 18 años es opcional y a partir de esta
edad, obligatorio. Quedan excluidos de los padrones electorales los dementes
declarados en juicio; los condenados por delitos dolosos a pena privativa de
la libertad y por el termino de esta; los condenados por participar en juegos
prohibidos por tres años o en el caso de ser reincidentes la exclusión alcanza a
seis años; los sancionados por deserción calificada por el doble del termino de
la pena; y los declarados rebeldes en causa penal y finalmente, quedan inhabi-
litados quienes por imperio de la Ley orgánica de Partidos Políticos o de otras
disposiciones legales o reglamentarias no puedan ejercer sus derechos políticos;
SECRETO: El art. 85 del Código Nacional Electoral impone el voto secreto. Los
electores no pueden exhibir su voto ni formular cualquier manifestación que
implique violar la reserva de su sufragio, en oportunidad de emitirlo;
IGUAL: Es tradición electoral en nuestro país que un voto valga lo mismo que
otro, tesis contrapuesta a las del sufragio múltiple o plural, presente en el dere-
cho comparado en el cual su voto valdría por su grupo familiar o que pudiese
sufragar como ciudadano ordinario y además votar para elegir otros legislado-
res según su profesión –voto corporativo–.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
21. Introducción:
“Artículo 38: Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema de-
mocrático. Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a
esta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos,
la representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a
cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio”.
Estas normas deben concordarse además con los principios derivados de los artículos
1 –régimen representativo y republicano–, 14 –derecho de asociación–, 22 –régimen
representativo–, 33 –derechos no enumerados, soberanía popular y régimen republi-
cano–, 37 –sufragio y derechos políticos– y 75 inciso 22 –tratados de derechos humanos
con jerarquía constitucional–.
Sin perjuicio de todas las disposiciones que hemos citado, existen leyes especiales que
han regulado y trazado la extensión de la norma:
185
Ricardo Alejandro Terrile
Las leyes amparan y reconocen que el ejercicio de sus actividades son libres dentro del
respeto a la Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento demo-
cráticos y la representación de las minorías. A tal efecto, se garantiza a los ciudadanos
el derecho de asociación política para agruparse en partidos políticos democráticos; a
las agrupaciones el derecho a su constitución, organización, gobierno propio y libre
funcionamiento como partido político para actuar en uno, varios o todos los distritos
electorales, o como confederación de partidos.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Los partidos políticos tienen el derecho a establecer el nombre partidario, al uso per-
manente de un número de identificación, el deber de establecer un domicilio legal, el
ejercicio de las funciones de gobierno y administración del partido y, en general, el
desempeño de todas las actividades inherentes al mismo, lo que comporta además los
bienes, símbolos, emblemas, número, libros y documentación del partido, que son de
uso exclusivo del mismo.
El nombre del partido no podrá ser usado por ningún otro, ni asociación o entidad de
cualquier naturaleza dentro del territorio de la Nación. La denominación “partido”
podrá ser utilizada únicamente por las agrupaciones reconocidas.
Los partidos de distrito reconocidos en cinco (5) o más distritos con el mismo nombre,
declaración de principios, programa o bases de acción política, carta orgánica, pueden
solicitar su reconocimiento como partidos de orden nacional ante el juzgado federal
con competencia electoral del distrito de su fundación. Obtenido el reconocimiento,
el partido deberá inscribirse en el registro correspondiente, ante los jueces federales
con competencia electoral de los distritos donde decidiere actuar, cumpliendo con el
artículo 8 de la ley vigente.
Dentro de los sesenta (60) días de obtenido el reconocimiento, tiene que presentar los
libros que impone la ley, a los fines de su rúbrica y dentro de los ciento ochenta (180)
días, el partido político debe realizar las elecciones internas, para constituir las autori-
dades definitivas del partido.
Todos los trámites para la constitución del partido político deben presentarse ante la
justicia federal con competencia electoral hasta la constitución definitiva de las autori-
187
Ricardo Alejandro Terrile
dades partidarias. Son sus representantes, las autoridades promotoras, o los apodera-
dos, quienes serán solidariamente responsables de la veracidad de lo expuesto en las
respectivas documentaciones y presentaciones.
Con referencia a los afiliados, deben estar domiciliados en el distrito, presentar una fi-
cha de solicitud con los datos personales y demás requisitos que impone la normativa.
No pueden ser afiliados los excluidos del padrón electoral, a consecuencia de las dis-
posiciones legales vigentes; personal superior y subalterno de las Fuerzas Armadas
de la Nación en actividad, o en situación de retiro cuando haya sido llamado a prestar
servicios; personal superior y subalterno de las Fuerzas de Seguridad de la Nación o
de las provincias, en actividad o retirados llamados a prestar servicios; magistrados
del Poder Judicial Nacional, provincial y tribunales de faltas municipales.
188
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La Carta Orgánica constituye la ley fundamental del partido en cuyo carácter rigen los
poderes, los derechos y obligaciones partidarias y a la cual sus autoridades y afiliados
deberán ajustar obligatoriamente su actuación; conforma una verdadera Constitución
dentro de la vida interna de cada partido, determinando cómo se eligen sus autorida-
des y fijando sus órganos. El estatuto, por su parte, reglamenta las disposiciones de la
Carta Orgánica.
El Fondo Partidario Permanente será administrado por el Ministerio del Interior y estará
constituido por: a) el aporte que destine anualmente la ley de Presupuesto General de
la Nación; b) el dinero proveniente de las multas que se recauden por aplicación de
esta ley; c) el producto de las liquidaciones de bienes que pertenecieren a los partidos
políticos extinguidos; d) los legados y donaciones que se realicen con ese destino, al
Estado nacional; e) los reintegros que efectúen los partidos, confederaciones y alian-
zas; f) los aportes privados destinado a este fondo; g) los fondos remanentes de los
asignados por esta ley o por la ley de Presupuesto General de la Nación, al Ministerio
del Interior, una vez realizadas las erogaciones para las que fueron previstos.
189
Ricardo Alejandro Terrile
El 80% de los recursos disponibles para el aporte anual para el desenvolvimiento ins-
titucional se distribuirá en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido
hubiera obtenido en la última elección de diputados nacionales. Sólo participarán en
esta distribución los partidos que hubieran participado en la última elección.
Se les impone a los partidos, la obligación de destinar por lo menos el veinte por ciento
(20%) de lo que reciban en concepto de aporte anual para desenvolvimiento institucio-
nal, al financiamiento de actividades de capacitación para la función pública, forma-
ción de dirigentes e investigación. La violación de lo dispuesto en el párrafo anterior
implicará la pérdida del derecho del partido a recibir este aporte por el término de un
(1) año.
190
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Asimismo, se dispone que los partidos políticos no podrán recibir por año calendario
contribuciones o donaciones de: a) una persona jurídica, superiores al monto equi-
valente al uno por ciento (1%) del total de gastos permitidos; b) una persona física,
superiores al monto equivalente al cero coma cinco por ciento (0,5%) del total de gas-
tos permitidos; c) el partido y sus candidatos en conjunto, con motivo de la campaña
electoral, no podrán recibir un total de recursos privados que supere el monto equiva-
lente a la diferencia entre el tope máximo de gastos de campaña fijado por esta ley y
el monto del aporte extraordinario para campaña electoral correspondiente al partido
o alianza.
191
Ricardo Alejandro Terrile
Los representantes de los partidos políticos, entre ellos, su presidente y tesorero, que
autoricen o consientan la utilización de cuentas distintas de las establecidas en esta ley
para el financiamiento de la actividad del partido político serán pasibles de inhabilita-
ción para el ejercicio de sus derechos de elegir y ser elegido en las elecciones a cargos
públicos nacionales, y en las elecciones de autoridades de los partidos políticos y para
el ejercicio de cargos públicos y partidarios.
Asimismo, los partidos de distrito que no formen parte de un partido nacional pueden
integrar una alianza con al menos un (1) partido político nacional.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Todo partido político debidamente inscrito, puede fusionarse con uno o varios parti-
dos políticos presentando ante el juzgado federal con competencia electoral del distri-
to de su fundación cumpliendo los requisitos y obligaciones que individualiza la ley
respectiva.
Se considerarán afiliados al nuevo partido político, todos los electores que a la fecha
de la resolución judicial que reconoce la fusión, lo hubiesen sido de cualquiera de los
partidos políticos fusionados, salvo que hubieren manifestado oposición en el plazo
establecido precedentemente.
193
Ricardo Alejandro Terrile
Los partidos políticos no podrán registrar candidatos a cargos públicos electivos para
las elecciones nacionales en violación a lo establecido en el presente artículo.
Uno de los temas prioritarios que trata la ley reglamentaria de las “PASO”, es la defini-
ción y alcance del término “agrupaciones políticas”. Al respecto, su artículo 18 dispone:
“Entiéndase por agrupaciones políticas a los partidos políticos, confederaciones y alianzas par-
ticipantes en el proceso electoral”. Asimismo, asimila la antigua denominación “elecciones
primarias” con “elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias”.
Las decisiones de los jueces federales con competencia electoral serán apelables ante
la Cámara Nacional Electoral en el plazo de veinticuatro (24) horas de su notificación,
fundándose en el mismo acto. Contra las decisiones de la Cámara Nacional Electoral
sólo procede deducirse recurso extraordinario dentro de las cuarenta y ocho (48) horas
de notificadas. Ni su interposición, ni su concesión suspenderán el cumplimiento de la
sentencia, salvo que así se disponga.
194
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
dispone que las elecciones deben celebrarse el segundo domingo de agosto del año en
que se celebren las elecciones generales.
Cada agrupación política determinará los requisitos para ser precandidato por las mis-
mas.
Ningún afiliado podrá avalar más de una (1) lista y los precandidatos que se presenten
en las elecciones primarias sólo pueden hacerlo en las de una (1) sola agrupación polí-
tica, y para una (1) sola categoría de cargos electivos.
En las elecciones primarias deben votar todos los electores, de acuerdo al registro de
electores confeccionado por la justicia nacional electoral. Para las elecciones primarias
se utilizará el mismo padrón que para la elección general en el que constarán las per-
sonas que cumplan dieciocho (18) años de edad a partir del día de la elección general.
El elector votará en el mismo lugar en las dos elecciones, salvo razones excepcionales
o de fuerza mayor, de lo cual se informará debidamente por los medios masivos de
comunicación. Deben emitir un (1) solo voto por cada categoría de cargos a elegir, pu-
diendo optar por distintas listas de diferentes agrupaciones políticas.
195
Ricardo Alejandro Terrile
La norma, dispone que todo elector tiene el deber de votar en la elección nacional que
se realice en su distrito, fijando la norma las exenciones.
Hasta cincuenta y cinco (55) días antes de las elecciones primarias las agrupaciones po-
líticas podrán solicitar al juzgado federal con competencia electoral que corresponda la
asignación de colores para las boletas a utilizar en las elecciones primarias y la elección
general. Las boletas de todas las listas de una misma agrupación tendrán el mismo
color que no podrá repetirse con el de otras agrupaciones, salvo el blanco. Aquellas
que no hayan solicitado color, deberán utilizar en las boletas de todas sus listas el color
blanco. En el caso de las agrupaciones nacionales, el juzgado federal con competencia
electoral de la Capital Federal asignará los colores que serán utilizados por todas las
agrupaciones de distrito de cada agrupación nacional, comunicándolo a los juzgados
electorales de distrito para que esos colores no sean asignados a otras agrupaciones.
Las juntas electorales partidarias se integrarán, asimismo, con un (1) representante de
cada una de las listas oficializadas.
Las listas de precandidatos se deben presentar ante la junta electoral de cada agrupa-
ción hasta cincuenta (50) días antes de la elección primaria para su oficialización. Las
listas deben cumplir con los requisitos que impone el artículo 26, al que nos remitimos:
La campaña electoral de las elecciones primarias se inicia treinta (30) días antes de
la fecha del comicios. La publicidad electoral audiovisual puede realizarse desde los
veinte (20) días anteriores a la fecha de las elecciones primarias. En ambos casos finali-
zan cuarenta y ocho (48) horas antes del inicio del acto eleccionario.
La Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior otorgará a cada agrupación
política los recursos que le permitan imprimir el equivalente a una (1) boleta por elector.
196
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
A su vez, serán distribuidos por la agrupación Política entre las listas de precandidatos
oficializados en partes iguales. La Dirección Nacional Electoral del Ministerio del In-
terior publicará los aportes que correspondan a cada agrupación política. Las agrupa-
ciones políticas cuarenta (40) días antes de las elecciones primarias, designarán un (1)
responsable económico-financiero ante la Dirección Nacional Electoral del Ministerio
del Interior. Los gastos totales de cada agrupación política para las elecciones prima-
rias, no pueden superar el cincuenta por ciento (50%) del límite de gastos de campaña
para las elecciones generales ( artículo 33). Las listas de cada una de las agrupaciones
políticas tendrán el mismo límite de gastos, los que en su conjunto no podrán superar
lo establecido precedentemente.
Por la lista interna que excediere el límite de gastos dispuesto precedentemente, serán
responsables solidariamente y pasibles de una multa de hasta el cuádruplo del monto
en que se hubiere excedido, los precandidatos y el responsable económico-financiero
designado. Las agrupaciones políticas y sus listas internas no pueden contratar en for-
ma privada, publicidad en emisoras de radiodifusión televisiva o sonora abierta o por
suscripción para las elecciones primarias.
La Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior distribuirá por sorteo públi-
co con citación a las agrupaciones políticas que participen en las elecciones primarias,
los espacios de publicidad electoral en emisoras de radiodifusión, sonoras, televisivas
abiertas y por suscripción, según lo dispuesto en la Ley de Financiamiento de los Par-
tidos Políticos.
Las agrupaciones políticas distribuirán, a su vez, tales espacios en partes iguales entre
las listas internas oficializadas.
197
Ricardo Alejandro Terrile
Una vez efectuada la presentación del informe final por la agrupación política en los
términos del siguiente artículo, el responsable económico-financiero de la lista interna
deberá presentar el informe final ante el juzgado federal con competencia electoral que
corresponda, para su correspondiente evaluación y aprobación.
Transcurridos noventa (90) días del vencimiento del plazo para la presentación del in-
forme final por el responsable económico-financiero de la lista interna ante la agrupa-
ción política, el juez federal con competencia electoral podrá disponer la aplicación de
una multa a los precandidatos y al responsable económico-financiero, solidariamente,
de hasta el cuádruplo de los fondos públicos recibidos, y la inhabilitación de los candi-
datos de hasta dos (2) elecciones.
Treinta (30) días después de finalizada la elección primaria, cada agrupación política
que haya participado de la misma, debe realizar y presentar ante el juzgado fede-
ral con competencia electoral que corresponda, un informe final detallado sobre los
aportes públicos recibidos y privados, discriminados por lista interna con indicación
de origen y monto, así como los gastos realizados por cada lista, durante la campaña
electoral. El informe debe contener lo dispuesto para las campañas generales regulado
en la “Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos”, y será confeccionado en base
a la información rendida por las listas internas que cumplieren con lo dispuesto en el
artículo precedente, indicándose asimismo las que no lo hubieren hecho.
198
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En forma previa al inicio de la campaña electoral, las agrupaciones políticas, que pre-
senten candidaturas a cargos públicos electivos deben designar dos (2) responsables
económico-financieros, quienes serán solidariamente responsables con el tesorero, por
el cumplimiento de las disposiciones legales, reglamentarias y técnicas aplicables. Las
designaciones deberán ser comunicadas al juez federal con competencia electoral co-
rrespondiente, y al Ministerio del Interior.
Todo gasto que se efectúe con motivo de la campaña electoral, superior a un mil (1.000)
módulos electorales deberá documentarse, sin perjuicio de la emisión de los instru-
mentos fiscales ordinarios, a través de una “constancia de operación para campaña
electoral”.
Para los años en que deban realizarse elecciones presidenciales, la Ley de Presupuesto
General de la Administración Nacional debe prever tres (3) partidas diferenciadas:
una (1) para la elección de presidente, y el financiamiento de la segunda vuelta elec-
toral de acuerdo a lo establecido en esta ley, la segunda para la elección de senadores
nacionales y la tercera para la elección de diputados nacionales. Para los años en que
sólo se realizan elecciones legislativas la Ley de Presupuesto General de la Adminis-
tración Nacional debe prever las dos (2) últimas partidas.
De la misma forma, en los años mencionados debe prever partidas análogas por cate-
goría de cargos a elegir para aporte extraordinario de campañas electorales para las
elecciones primarias, equivalentes al cincuenta por ciento (50%) del que se prevé para
las campañas electorales de las elecciones generales.
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Ricardo Alejandro Terrile
La Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior otorgará a las agrupaciones
políticas que oficialicen candidaturas los recursos económicos que les permitan impri-
mir el equivalente a una boleta y media (1,5) por elector registrado en cada distrito.
Los fondos correspondientes al aporte para la campaña electoral, tanto para las elec-
ciones primarias como para las generales, se distribuirán entre las agrupaciones políti-
cas que hayan oficializado listas de candidatos de la siguiente manera:
• Elecciones presidenciales:
a) Cincuenta por ciento (50%) del monto asignado por el presupuesto en forma iguali-
taria entre las listas presentadas;
b) Cincuenta por ciento (50%) del monto asignado por el presupuesto se distribuirá
entre los veinticuatro (24) distritos, en proporción al total de electores correspondiente
a cada uno;
En el caso de las confederaciones o alianzas se computará la suma de los votos que hu-
bieren obtenido los partidos integrantes en la elección general anterior para la misma
categoría.
Las agrupaciones políticas que participen en la segunda vuelta recibirán como aportes
para la campaña una suma equivalente al treinta por ciento (30%) del mayor aporte de
campaña para la primera vuelta.
• Elecciones de diputados:
El total de los aportes se distribuirá entre los veinticuatro (24) distritos en proporción
al total de electores correspondiente a cada uno.
Efectuada dicha operación, el cincuenta por ciento (50%) del monto resultante para
cada distrito, se distribuirá en forma igualitaria entre las listas presentadas y el restan-
te cincuenta por ciento (50%), se distribuirá a cada partido político, confederación o
alianza en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido hubiera obtenido
en la elección general anterior para la misma categoría.
200
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En el caso de las confederaciones o alianzas se computará la suma de los votos que hu-
bieren obtenido los partidos integrantes en la elección general anterior para la misma
categoría.
• Elecciones de senadores:
El total de los aportes se distribuirá entre los ocho (8) distritos en proporción al total de
electores correspondiente a cada uno.
Efectuada dicha operación, el cincuenta por ciento (50%) del monto resultante para
cada distrito, se distribuirá en forma igualitaria entre las listas presentadas y el restan-
te cincuenta por ciento (50%), se distribuirá a cada partido político, confederación o
alianza en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido hubiera obtenido
en la elección general anterior para la misma categoría.
En el caso de las confederaciones o alianzas se computará la suma de los votos que hu-
bieren obtenido los partidos integrantes en la elección general anterior para la misma
categoría.
Para el caso de agrupaciones de distrito sin referencia directa nacional se les entregará
el monto íntegro de los aportes.
Para las elecciones primarias se aplicarán los mismos criterios de distribución entre las
agrupaciones políticas que se presenten.
El Ministerio del Interior publicará la nómina y monto de los aportes por todo concep-
to y depositará los aportes al inicio de la campaña una vez oficializadas las listas.
En caso contrario, deberá ser restituido dentro de los noventa (90) días de realizado el
acto electoral.
201
Ricardo Alejandro Terrile
Las agrupaciones políticas, así como los candidatos oficializados por éstas, en ningún
momento podrán contratar o adquirir, por sí o por terceros espacios en cualquier mo-
dalidad de radio o televisión, para promoción con fines electorales.
En el caso de segunda vuelta se asignará a cada una de las fórmulas el cincuenta por
ciento (50%) de los espacios asignados al que más espacios hubiera recibido en la pri-
mera vuelta.
La Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior distribuirá los espacios de
publicidad electoral en los servicios de comunicación audiovisual entre las agrupacio-
nes políticas que oficialicen precandidaturas para las elecciones primarias y candida-
turas para las elecciones generales, para la transmisión de sus mensajes de campaña.
En relación a los espacios de radiodifusión sonora, los mensajes serán emitidos por
emisoras de amplitud y emisoras de frecuencia modulada.
202
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
espacios recibidos por la agrupación política que más espacios hubiera obtenido en la
primera vuelta.
Las donaciones de las personas físicas deberán realizarse mediante transferencia ban-
caria, cheque, en efectivo, mediante Internet, o cualquier otro medio siempre que per-
mita la identificación del donante. Dichas contribuciones deben estar respaldadas con
los comprobantes correspondientes. En el informe final de campaña se deberá infor-
mar la identificación de las personas que hayan realizado las contribuciones o dona-
ciones. Queda prohibida toda donación o contribución a una agrupación política por
personas de existencia ideal.
El registro deberá abrirse con una anterioridad no menor a los treinta (30) días antes
de la fecha de oficialización de las listas de candidatos. Dicha inscripción deberá reno-
varse ante cada acto eleccionario.
Durante la duración de la campaña electoral, y ante cada trabajo realizado para una
agrupación política, o para terceros, las empresas deberán presentar ante el registro
del distrito correspondiente, un informe donde se individualice el trabajo realizado,
quién realizó la contratación, el monto facturado por trabajo realizado, un detalle téc-
nico sobre la metodología científica utilizada, el tipo de encuesta realizada, el tamaño
y características de la muestra utilizada, procedimiento de selección de los entrevista-
dos, el error estadístico aplicable y la fecha del trabajo de campo.
Dicho informe será publicado en el sitio web oficial de la justicia nacional electoral
para su público acceso por la ciudadanía.
203
Ricardo Alejandro Terrile
En las elecciones nacionales, los gastos destinados a la campaña electoral para cada
categoría que realice una agrupación política, no podrán superar, la suma resultante al
multiplicar el número de electores habilitados, por un (1) módulo electoral de acuerdo
al valor establecido en la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional
del año respectivo. A efectos de la aplicación de lo dispuesto en este artículo, se consi-
derará que ningún distrito tiene menos de quinientos mil (500.000) electores. El límite
de gastos previstos para la segunda vuelta será la mitad de lo previsto para la primera
vuelta.
Se entiende como gasto electoral toda erogación realizada por una agrupación política,
efectuada durante el período establecido para la realización de la campaña electoral,
independientemente de la fecha de efectivo pago de cualquier gasto electoral, y aun
cuando se encuentren pendientes de pago, para el financiamiento de:
b) Las encuestas o sondeos de opinión sobre materias electorales o sociales que encar-
guen los candidatos o las agrupaciones políticas durante la campaña electoral;
204
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Noventa (90) días después de finalizada la elección, el tesorero y los responsables eco-
nómico-financieros de la campaña deberán presentar, en forma conjunta, ante la jus-
ticia federal con competencia electoral del distrito correspondiente, un informe final
detallado de los aportes públicos y privados recibidos, que deberá contener y precisar
claramente su naturaleza, origen, nombre y documento del donante, destino y monto,
así como el total de los gastos incurridos con motivo de la campaña electoral, deta-
llados por rubros y los comprobantes de egresos con las facturas correspondientes.
Deberá indicarse también la fecha de apertura y cierre de la cuenta bancaria abierta
para la campaña para el caso de las alianzas electorales, debiendo poner a disposición
la correspondiente documentación respaldatoria.
La listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo del treinta por ciento
(30%) de los candidatos a los cargos a elegir y en proporciones con posibilidad de re-
sultar electas, de acuerdo a lo establecido en la ley Nº 24.012 y sus decretos reglamen-
tarios. No será oficializada ninguna lista que no cumpla estos requisitos. En el caso
de la categoría senadores nacionales para cumplir con dicho cupo mínimo, las listas
deberán estar conformadas por dos personas de diferente sexo, tanto para candidatos
titulares como suplentes.
205
Ricardo Alejandro Terrile
a los fines de captar la voluntad política del electorado, las que se deberán desarrollar
en un clima de tolerancia democrática.
La campaña electoral se inicia treinta y cinco (35) días antes de la fecha del comicios. La
campaña finaliza cuarenta y ocho (48) horas antes del inicio del comicios.
Queda absolutamente prohibido realizar campañas electorales fuera del tiempo esta-
blecido por el presente artículo.
Queda prohibido durante los quince (15) días anteriores a la fecha fijada para la ce-
lebración de las primarias, abiertas simultáneas y obligatorias y la elección general,
la realización de actos inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o promoción de
planes, proyectos o programas de alcance colectivo y, en general, la realización de todo
acto de gobierno que pueda promover la captación del sufragio a favor de cualquiera
de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales.
El artículo 102 de la ley vigente incorpora como artículo 128 quáter del Código Elec-
toral Nacional Ley Nº 19.945 y dentro del capitulo de “Actos de campaña electoral”, la
sanción a la agrupación política, que realice actividades entendidas como actos de
206
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
campaña electoral fuera del plazo establecido en el artículo 64 bis del presente Código,
con la pérdida del derecho a recibir contribuciones, subsidios y todo recurso de finan-
ciamiento público anual, por un plazo de uno (1) a cuatro (4) años y los fondos para
el financiamiento de campaña por una (1) a dos (2) elecciones. La persona física que
realizare actividades entendidas como actos de campaña electoral fuera del período
establecido por el presente Código, será pasible de una multa.
Los partidos se extinguen: a) por las causas que determine la Carta Orgánica; b) por
la voluntad de los afiliados, expresada de acuerdo con la Carta Orgánica; c) cuando
autoridades del partido o candidatos no desautorizados por aquéllas, cometieren deli-
tos de acción pública; d) por impartir instrucción militar a los afiliados u organizarlos
militarmente.
El partido extinguido por sentencia firme no podrá ser reconocido nuevamente con el
mismo nombre, la misma carta orgánica, declaración de principios, programa o bases
de acción política, por el término de seis (6) años, a partir de la fecha de la sentencia.
207
Ricardo Alejandro Terrile
208
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Presidencialismo y Parlamentarismo
El titular del Poder Ejecutivo que se integra con el vicepresidente de la republica así
como los miembros del congreso, son elegidos de manera independiente a través del
sufragio universal.
Los sistemas parlamentarios constituyen el tipo más frecuente de gobierno en los esta-
dos europeos y tienen una larga evolución proveniente de las limitaciones que fueron
imponiéndose a los gobiernos monárquicos. Algunas de sus notas esenciales son las si-
guientes: los ministros son al mismo tiempo parlamentarios, generalmente diputados,
si bien existe alguna excepción en los sistemas semiparlamentarios, el origen electoral es
parlamentario; el gobierno se conforma con los jefes políticos del partido mayoritario
o de partidos asociados que forman una coalición a ese efecto; se requiere la confianza
de la mayoría del Parlamento para que el gobierno permanezca en el poder.
209
Ricardo Alejandro Terrile
El parlamento mantiene una relación orgánica con el gobierno dado que, muchas ve-
ces, el primer ministro es simultáneamente un parlamentario al igual que los compo-
nentes del respectivo congreso y existe una suerte de colaboración entre los poderes
políticos del estado. Este esquema conlleva un proceso de designación del gobierno en
el que participan el jefe de estado y el parlamento, pero que precisa de la confianza de
este ultimo para gobernar.
El parlamento es el único órgano cuyos ocupantes son elegidos a través del sufragio
del pueblo. Los mandatos de los miembros que integran los poderes políticos pueden
verse interrumpidos antes de la finalización del mandato para el que han sido elegi-
dos; hora por disolución del parlamento hora por remoción del gobierno por imperio
de la moción de censura que provoca el retiro de la confianza parlamentaria.
El diseño del Jefe de Gabinete de Ministros aparece como consecuente con los objeti-
vos antes señalado. No obstante, si se repara en la disposición contenida en el artículo
99, inciso 7°, nos dice GELLI, no es tan así, pues es el Presidente por sí solo quien lo
nombra y remueve, al igual que a los demás ministros. En esta última atribución del
Presidente, se consolida la esencia presidencialista del nuestro sistema político, sin
perjuicio que un sector de la doctrina sostenga que reforma constitucional de 1994 in-
trodujo en la Argentina un sistema presidencialista atenuado.
210
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El art. 100 Inc. 1 le confía al jefe de gabinete de ministros la función de “ejercer la ad-
ministración general del país”. Ello pareciera indicar que se trata de un jefe de gobierno.
Sin embargo, la responsabilidad política de la administración del país descansa en el
presidente de la república por lo que el jefe de gabinete se configura como un colabo-
rador que coordina las tares de los ministros en el marco de las potestades que la cons-
titución le confiere en el art. 100 de la Constitución Nacional y que se diferencia de los
ministros en materia de remoción, conforme veremos seguidamente.
Efectivamente: El jefe de gabinete de conformidad con los Arts. 100 y 101 de la Consti-
tución Nacional es responsable políticamente ante el congreso, responsabilidad que se
hace efectiva a través de la interpelación y posterior voto positivo de censura.
Es cierto que puede ser interpelado; circunstancia inexistente para los ministros. La
interpelación a los efectos del tratamiento de una moción de censura requiere el voto
de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las cámaras y
para ser removido el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las
cámaras.
211
Ricardo Alejandro Terrile
212
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El Sistema Republicano
La república clásica se define como un sistema político de división y control del poder. Las
características que hacen a su esencia son: división de poderes, publicidad de los actos de
gobierno, responsabilidad de los funcionarios, periodicidad de los cargos electivos e igualdad de
todos ante la ley.
213
Ricardo Alejandro Terrile
En sus primitivos desarrollos, el sistema presidencial adoptó una postura fuerte que
reflejaba la cultura política heredada de la monarquía absoluta. Sin embargo, MAR-
SHALL, que había sido Secretario de Estado del Presidente ADAMS, fue designado
presidente de la Corte Suprema antes de la asunción de su adversario político JEFFER-
SON como Presidente. En los inicios de su cargo en febrero de 1803 dictó sentencia
en la causa “MARBURY vs. MADISON”, que podemos leer y analizar en el case book
de la cátedra y en la cual, determinó que es competencia exclusiva del poder judicial
establecer y disponer sobre la eficacia de las normas que estén conforme con la Cons-
titución y declarar nulas las que se le opusieran. Marshall presidió la Corte por tres
décadas y transformó al órgano judicial en un garante de la división de poderes.
214
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
del legislativo y un control judicial que fue creciendo en la causa “VERROCHI”, que
también transcribimos en la “Case Book” citado.
La reforma dispuesta por la Cámara de Diputados de la Nación del artículo 190 del Re-
glamento Interno de ese Cuerpo, estableciendo que será nominal la votación en gene-
ral de los proyectos de ley, tiene como finalidad acentuar la publicidad y conocimiento
de la actividad parlamentaria.
En el caso “MONNER SANZ” (ver Case Book) se debatía el carácter secreto otorgado
a la Ley Nº 18.302 como contrario y lesivo de principios republicanos. La Cámara de
Apelación en lo Contencioso Administrativo interpretó que el carácter secreto en de-
terminadas cuestiones son imprescindibles cuando hace a la preservación misma del
Estado como son las cuestiones de seguridad externa e interna. Admite que toda nor-
ma secreta es excepcional y su excepcionalidad debe estar justificada pero no le corres-
ponde al Juez resolver en forma genérica que leyes o normas podrán ser secretas o no.
215
Ricardo Alejandro Terrile
Asimismo, para los integrantes del Poder Judicial federal, a través del juicio político a
los miembros de la Corte Suprema (arts. 53, 59 y 110 de la C.N.) y del Jurado de Enjui-
ciamiento, para los jueces de las restantes instancias (Art. 115 de la C.N.).
Por otra parte, el Art. 36, sancionado por la Convención Constituyente de 1994, dispu-
so una serie de responsabilidades por la participación en actos contra el imperio de la
Constitución y por enriquecimiento ilícito contra el Estado, que comprende tanto a los
habitantes de la Nación como a los funcionarios públicos.
216
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La acción declarativa fue promovida por la U.C.R, en los términos del artículo 322º
del CPCC. El artículo 152º de la Constitución de Santiago del Estero establece que el
gobernador y vicegobernador ejercerán sus funciones por el término de cuatro años
sin que evento alguno pueda motivar su prorroga. Podrán ser reelectos o sucederse
recíprocamente por un nuevo período únicamente. Si han sido reelectos o se han su-
cedido recíprocamente no pueden ser elegidos por ninguno en ambos cargos, sino con
intervalo de un período.
En razón que Zamora fue elegido el 25/11/2005 hasta el 2009 y reelecto 2009/2013 se
consagró la disposición transitoria sexta que impide un tercer período.
La CSJN expresamente dispone que “existe una clara voluntad del convencional constitu-
yente de respetar el proyecto de republica democrática que establece la Constitución federal y el
Estado tiene la obligación de acatar declaraciones, derechos y garantías reconocidos en el pacto
fundacional de los argentinos. La soberanía popular es un principio de raigambre constitucional
y se debe evitar cualquier maniobra que aún cuando pueda traer aparejado algún rédito en la
contienda electoral, significa desconocer elementales reglas constitucional” (ver Case Book).
En el Art. 16 se consagra la igualdad formal, todos los habitantes son iguales ante la
ley, sin prerrogativas de sangre o nacimiento.
217
Ricardo Alejandro Terrile
Si un Estado se atiene a dicho principio, las actuaciones de sus poderes estarían some-
tidas a la constitución o al imperio de la ley.
El principio de legalidad (“nullum crimen, nulla poena sine lege”) está contenido en la
Constitución Nacional, en sus artículos 18 y 19.
Por ejemplo, en materia penal, conforme al principio de legalidad, sólo la ley crea
delitos, y sólo podrá considerarse delito, aquel hecho que la ley declare delito expre-
samente. “No hay delito sin ley”. Mientras la ley no prohíba un hecho, el hombre tiene
libertad para realizarlo.
La doctrina sostiene que, para que una norma responda al principio de legalidad, ella
debe ser:
218
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El artículo 28º, por su parte, dispone que “Los principios, garantías y derechos
reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes
que reglamenten su ejercicio”;
Por su parte el artículo 19º in fine añade que “nadie será obligado a hacer lo que
no manda la ley”;
Toda condena debe estar basada en ley previa a la comisión del delito.
219
Ricardo Alejandro Terrile
220
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La Democracia
24.
Jacques Rancière, filósofo francés, dice “Un régimen común de indiferencias a las indiferen-
cias, una universalidad cultural”.
La política comienza con la democracia dado que la democracia es del poder de aquellos que no
tienen título particular para ejercer el poder. Es el reconocimiento del poder de cualquiera
y requiere la universalidad del conocimiento.
No existe política cuando el poder pertenece a los descendientes de los supuestos fun-
dadores de la Nación o a los monarcas de derecho divino.
–Ahora bien:
Vivimos en una democracia y eso nos distingue de la sociedades gobernadas por esta-
dos sin ley o por la ley religiosa.
221
Ricardo Alejandro Terrile
Las propuestas electorales se limitan a “slogans” vacíos de contenidos. Se evitan los de-
bates parlamentarios o se fijan entre los candidatos, pautas de conductas que terminan
convirtiendo la inevitable controversia de ideas, en torno a la propuesta electoral, en
extensos y confusos monólogos que no ilustran ni explican sus proyectos de gobierno.
1.- Caso “PERRY vs. SCHWARZENEGGER”: Se declara que el referéndum sobre per-
sonas del mismo sexo era inconstitucional porque impedía al Estado de California
cumplir con su obligación de no discriminar a las personas que deseaban contraer
matrimonio de conformidad con la Enmienda 14 de la Constitución. A ese propósito,
la Corte Suprema expresó “los derechos fundamentales no pueden ser sometidos a votación;
no dependen de los resultados de elecciones”. (“PERRY vs. SCHWARZENEGGER”. Corte
de Apelaciones del Noveno Circuito, Estados Unidos).
222
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
2.- Caso “ROMER vs. EVANS”: La Suprema Corte anuló la iniciativa que habría impe-
dido a los órganos legislativos adoptar una norma que protegiera a los homosexuales
y lesbianas en contra de la discriminación. (“ROMER, GOVERNOR OF COLORADO
vs. EVANS”. (1996). Suprema Corte de Estados Unidos).
En ese sentido, el tribunal señaló: “los principios de un Estado gobernado por el principio
de legalidad, el derecho a la igualdad ante la ley, el derecho a la dignidad personal y seguridad,
el derecho a obtener compensaciones por violaciones de derechos humanos, y la autoridad de
la Corte Constitucional, deben ser priorizados por encima del derecho a la toma de decisiones
en un referendo”. (Sentencia de la Corte Constitucional de Eslovenia de 10 de junio de
2010, U-II-1/10., párr. 10).
Los institutos están inspirados en las ideas de mayor participación y control del pue-
blo en los actos de gobierno y de dejar bien claro la voluntad genuina de las mayorías
en ciertos temas.
223
Ricardo Alejandro Terrile
Las no vinculantes –o, según pensamos, consultas en sentido estricto– son de voto op-
cional –no obligatorio–, y pueden ser convocadas por el presidente o por el Congreso,
“dentro de sus competencias”.
En la praxis argentina solamente una vez el cuerpo electoral ha intervenido como ór-
gano de consulta, en ocasión de conflicto limítrofe del canal de Beagle y zonas cercanas
(Decreto 2272/84), pero dentro del marco de la Constitución de 1853-1860.
La norma dispone que la ley de convocatoria deberá contener el texto íntegro del pro-
yecto de ley o de la decisión política objeto de la consulta y señalar claramente las pre-
guntas a contestar por el electorado, cuyas respuestas no admitirán otras alternativas
que las del “sí» o “no». Para determinar el resultado de la consulta, no serán compu-
tados los votos en blanco. La justicia electoral es la competente en todo lo relativo al
comicio (arts. 9°, 13 y 15, ley Nº 25.432).
La otra herramienta que la reforma de 1994 incorpora es la iniciativa popular que otor-
gó a la Cámara de Diputados la condición de cámara de origen para que los ciudada-
nos presenten proyectos de ley, y para someter al cuerpo electoral la sanción de un
proyecto de ley (arts. 39 y 40 C.N).
224
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
bros de cada cámara. Dicha ley, según el mismo art. 39, no puede exigir mas del 3% del
padrón electoral nacional para suscribir el proyecto y respecto de tal porcentaje tiene
que contemplar “una adecuada distribución territorial para suscribir la iniciativa”.
El Derecho de iniciativa popular del art. 39 es una ley federal, rige en todo el país, pero
solamente para la promoción de leyes que constitucionalmente puede sancionar la Na-
ción y expresamente dispone que “no serán objeto de iniciativa popular los proyectos referi-
dos a reforma constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal”.
Si la propuesta de ley tiene solamente alcance regional, tendrá que cubrir el referido
porcentaje considerando solamente a los padrones de las provincias de al región invo-
lucrada (art. 4°).
La Cámara de Diputados puede rechazar la propuesta, sin recurso alguno (art. 9°).
Se supone que este rechazo preliminar únicamente podrá fundarse en no cumplir la
presentación con los preceptos constitucionales, con el número de firmas pertinentes o
con otros recaudos que exige el art. 5° de la ley –nombre y domicilio de los promotores
de la iniciativa–.
El nuevo art. 40 prevé una importante atribución para el poder electoral, cual es la de
sancionar y promulgar leyes.
“El trámite de esas leyes, que denominamos “populares» (en contraposición a las que sanciona
el Poder Legislativo propiamente dicho, que llamaríamos “leyes congresionales»), es el siguien-
te:
225
Ricardo Alejandro Terrile
c) El voto, para el integrante del cuerpo electoral, es obligatorio (art. 37, C.N). El
voto voluntario está contemplado por el art. 40 únicamente para las consultas
populares no vinculantes.
d) El voto afirmativo del proyecto por parte del pueblo “lo convertirá en ley y su
promulgación será automática» (art. 40). Ello importa, por un lado, asignar un
evidente poder legislativo al pode electoral. Por otro, la norma prohíbe el veto
presidencial al proyecto aprobado, ya que al haber promulgación “automática»
no podría observarlo (vetarlo), como en cambio si puede hacer con los proyec-
tos de ley del Congreso (art. 80 C.N).
e) La publicación de la ley popular sigue a cargo del Poder Ejecutivo, según la regla del
art. 99, inc. 3, de la C.N.
Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un nú-
mero no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente
circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato.
226
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Cuando igual o mayor número de electores y electoras que eligieron al funcionario o funcionaria
hubieren votado a favor de la revocatoria, siempre que haya concurrido al referendo un número
de electores y electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores y electoras ins-
critos, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta
conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley.
La revocación del mandato para los cuerpos colegiados se realizará de acuerdo con lo que esta-
blezca la ley.
Durante el período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria no podrá hacerse más de
una solicitud de revocación de su mandato”.
En Suiza se encuentra previsto en los estatutos de seis cantones, aunque a nivel federal
no está contemplado.
El número de firmas necesarias para celebrar una revocatoria tiene un efecto clara-
mente significativo en la probabilidad de llevarse a cabo; entre menor sea el número
requerido de firmas, mayor posibilidad de que se lleve a cabo una votación para saber
si un funcionario debe ser revocado de su cargo.
El instituto de revocatoria tiene como principal efecto la remoción del cargo del fun-
cionario revocado.
227
Ricardo Alejandro Terrile
Ahora bien, su reemplazo puede operar de dos formas jurídicas: mediante la susti-
tución por el funcionario previsto legalmente en caso de acefalía o vacancia; o por la
elección de un reemplazo de acuerdo al procedimiento de acefalía absoluta.
228
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
25. Análisis
La Carta Magna, vista en su apariencia externa, es escrita, codificada y, por ende, una constitu-
ción formal. Se ubica en el grupo de las rígidas en cuanto su procedimiento de reforma,
aunque, según hemos analizado en capítulos anteriores, la reforma constitucional de
1994, la adopción del monismo en materia de derechos humanos por parte de la CSJN
y de la Corte IDH, sumado a las consultas de carácter vinculantes efectuadas de la
Comisión IDH, han transformado a nuestra constitución, conforme interpretación que
hace un sector de la doctrina a la cual adscribo, en una constitución sea semi-rígida.
Su contenido ideológico, las valoraciones, sus normas, las instituciones y el sistema de
organización en general, son producto de la tradición histórica, que expresa en su ges-
tación y composición un curso peculiar en la que tuvo en cuenta el marco geográfico,
mesológico y sociológico tanto como la cultura, su tradición histórica y su precedentes.
Pueden definirse las declaraciones como las manifestaciones políticas, económicas, so-
ciales, religiosas, culturales que configuran y perfilan la Nación argentina como en-
tidad social (artículos 15 y 16); la forma de gobierno y Estado (artículos 1, 5, 6 y 22);
los recursos económicos y financieros de éste (artículos 4); la relación con la Iglesia
Católica (artículo. 2); el establecimiento de la Capital del Estado Federal (artículo 3); la
importancia de la agricultura, la industria y las ciencias y las artes (artículo 25).
Los derechos no son concesiones del Estado a los particulares, propios de los sistemas
esclavistas o feudales. Dicha concepción implicaba que el atributo de conceder y en
consecuencia de quitar estaba en cabeza del amo o del señor feudal.
229
Ricardo Alejandro Terrile
Los derechos se identifican con las facultades de obrar, de no hacerlo y de exigir el pro-
ceder o la omisión del Estado y de terceros para lograr el disfrute de los derechos per-
sonales y sociales, reconocidos en sendas etapas de la historia constitucional argentina
( artículos 14; 14 bis y 33).
GELLI, nos dice que “de las declaraciones y derechos subjetivos pueden inferirse garantías
institucionales , tales como las que limitan el estado de derecho. En esa línea deben anotarse, la
división de poderes en sus tres modalidades: la clásica de la república, entre los poderes legis-
lativo, ejecutivo y judicial (art. 1); la federal, entre el gobierno central y los gobiernos locales
(arts. 1 y 5) y la constitucional, entre el poder constituyente originario, el poder reformador y
los poderes constituidos (art. 30); el derecho a la jurisdicción (art. 5); el principio de razonabi-
lidad , que debe presidir –con la motivación y la fundamentación– todo acto de poder (art. 28);
el principio de legalidad y limitación del poder (arts. 19 y 29) y la libertad de prensa (arts. 14 y
32) garantía, ésta, del proceso democrático.
A partir de 1957 –con la sanción del art. 14 bis– en el diseño normativo de la Constitu-
ción argentina confluyeron los principios del liberalismo y el estado social de derecho;
éste último quedó reducido a un solo artículo. En la disposición citada, se incorpora-
ron al marco de legalidad y los llamados “derechos de la segunda generación”.
Las garantías, por su parte, son eficaces herramientas que reponen el derecho lesiona-
do, alterado, violado, desplazado de cualquier modo o, si se quiere, procura desplazar
230
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El amparo, el habeas corpus, el habeas data, entre otros, son garantías que la reforma de
1994 les ha reconocido jerarquía constitucional.
El propio BIDART CAMPOS indica que Buenos Aires cumple un rol de unificación
dentro de las catorce provincias originariamente constituidas, no por su actitud po-
lítica, ni su pretensiones, ni a la ideología de sus élites sino a su contorno geográfico
que contiene su situación territorial: “El vasto territorio de las catorce provincias parece
deslizarse como por un plano inclinado hacia la ciudad rioplatense, que proporciona un vínculo
físico de integración y absorbe los factores de disgregación, sin eclipsar el pluralismo localista y
provinciano del interior”.
Los ámbitos territoriales que no alcancen a recibir la fuerza mesológica porteña, for-
marán Estados independientes –Paraguay, Bolivia, Uruguay– y postergarán algunos
de los derechos que nuestra constitución incorpora en esa etapa.
231
Ricardo Alejandro Terrile
“La idea de libertad, de democracia, de federalismo, de justicia, de bien común, de teísmo, no son
patrimonio exclusivo de nuestra Constitución ni oriunda de ella. Pero cuando la Constitución
las recoge, lo hace con la versión empírica obtenida de nuestra tradición, de nuestro estilo, de
nuestra concepción del hombre y del mundo, de nuestra cosmovisión política; en una palabra:
de nuestra realidad social” (BIDART CAMPOS).
232
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La Supremacia Constitucional
26. Análisis
“Artículo 31: Esta constitución, las leyes de la nación que en su consecuencia se dicten
por el congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la
nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a confirmarse a ella, no
obstante cualquier disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones
provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después
del pacto de 11 de noviembre de 1859”.
El texto constitucional formaba parte del acuerdo convencional en la que los represen-
tantes de las provincias, preexistentes a la nación, a la par que concurrían a trazar una
convención que acordara pautas de convivencia vinculados a la delegación de facul-
tades con el adecuado control de la división de poderes, se sometían voluntariamente
a su imperio condicionando toda la legislación autónoma que las provincias dictaran
dentro de la organización federal e incluso le delegaban a la Corte Suprema de Justicia
y a los demás tribunales inferiores federales, el conocimiento y decisión de todas las
causas que versen sobre puntos regidos por la constitución, y por las leyes de la nación.
El análisis comienza con la interferencia que podría eventualmente ocurrir entre cons-
titución y leyes federales y la solución es favorable al texto constitucional dado que
el propio artículo 31 dispone que la constitución impera sobre las leyes en tanto y en
cuanto éstas se sancionaban en consecuencia del texto constitucional.
233
Ricardo Alejandro Terrile
Si ello no fuera suficiente, su artículo 28 determina que los principios, garantías y de-
rechos reconocidos en los anteriores artículos –se refiere a los 27 artículos que lo prece-
den en el texto constitucional–, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten
su ejercicio.
Resta analizar el orden jerárquico entre constitución y tratados habida cuenta que el
artículo 31 literalmente interpretado, no resuelve la cuestión.
El caso citado, es uno de los fallos más controvertidos dado que, equivocadamente,
otorga la misma naturaleza jurídica a dos disposiciones que no guardan relación entre
sí habida cuenta que la ley es una decisión unilateral del país que lo sanciona y el tra-
tado es un acuerdo bilateral o multilateral con un conjunto de países soberanos a los
cuales adherimos o no; o en su caso, si adherimos, podemos formular reservas pero
no cabe, de ningún modo concluir que una ley del congreso pueda derogar un tratado
internacional. Los tratados internacionales conllevan en su texto los procedimientos de
su denuncia –derogación– a los cuales se obliga cumplir el país soberano que aprobó y
ratifico aquella disposición. La CSJN recepta la jurisprudencia y la doctrina norteame-
ricanas según las cuales los tratados y las leyes se encuentran en igualdad jerárquica, y
por lo tanto, “no existe fundamento normativo para acordar prioridad de rango a ninguno” y
que “rige respecto de ambas normas, en cuanto integrantes del ordenamiento jurídico interno
de la República, el principio con arreglo al cual las posteriores derogan a las anteriores”. Pero
curiosamente, para justificar el pobre papel que confiere al Derecho internacional con-
vencional, la Corte invoca –justamente– el Derecho internacional, diciendo que el mis-
mo remite al Derecho interno la tarea de organizar las relaciones entre ambos sistemas.
Asimismo, no es correcto expresar que una ley “deroga” a un tratado, lo que en reali-
dad ocurre es que la ley provoca el incumplimiento del tratado, y ese incumplimiento
genera responsabilidad internacional.
234
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Lo cierto es que, el fallo mencionado marco un criterio interpretativo frente al cual los
tribunales inferiores se limitaron a cumplir.
En este fallo, la CSJN dedujo que cabía distinguir entre tiempos de paz y tiempos de
guerra; frente a la primera situación, nuestro país adoptaba la postura dualista inter-
pretando a tal efecto la vigencia del artículo 27 de la Constitución Nacional; en cambio,
en periodos de guerra y la coyuntura así lo definía, es imprescindible adoptar la pos-
tura monista y en tal sentido la convención de Ginebra devenía operativa y aplicable
como derecho vigente admitiendo la confiscación únicamente en tiempos de guerra,
situación que no había sido prevista por los convencionales históricos.
En el caso, se sostuvo que los poderes de guerra del presidente “son forzosamente an-
teriores y, llegado el caso, aun mismo superiores a la propia Constitución”. Incluso llego a
afirmar que, en tiempo de paz, ningún tratado podía contradecir a la Constitución, es
decir pues, que (en ese caso) la República se conduce dentro de las orientaciones de
la teoría “dualista” de la cual se aparta en caso de guerra, hipótesis que –según la Cor-
te– no estaba prevista en el artículo 27 de la Constitución Nacional. El fallo convalidó
una confiscación de bienes expresamente prohibida por la Constitución en aras de una
supuesta exigencia internacional.
Dicha postura se mantuvo hasta 1992. Durante todo ese periodo posterior a la segun-
da guerra mundial la interpretación fue dualista en tanto y en cuanto nuestro país no
tuvo conflicto bélico e incluso en la llamada “Guerra de Malvinas” no hubo declaración
formal de guerra. Es más, en dicha coyuntura, en el continente estaba vigente el estado
de sitio, situación de excepción que no se extendió a las islas Malvinas por decisión del
gobierno de facto.
235
Ricardo Alejandro Terrile
a) MANILLI, sostiene que “la derogación de un tratado internacional por una ley del Con-
greso, violenta la distribución de competencias impuesta por la misma –la Constitución Nacio-
nal– porque mediante una ley se podría derogar el acto complejo federal de la celebración de un
tratado. Constituiría un avance inconstitucional del Poder Legislativo […] sobre atribuciones
del Poder Ejecutivo […] que es quien conduce exclusiva y excluyentemente las relaciones exte-
riores…”. Critica el párrafo trascripto diciendo: “en primer lugar, aun aplicando el cri-
terio anterior (es decir, el que se extraía del fallo “Martín y Cía.”) no es exacto afirmar,
como expusimos más arriba, que la ley, “derogaba” el tratado, puesto que un tratado
no se deroga: o bien se da por terminado, o bien se denuncia, o bien directamente se
incumple: lo que generaba el criterio anterior era lisa y llanamente una violación del
tratado por la ley posterior contraria al mismo, pero no su derogación..”. (Manilli, Pa-
blo. La Constitución Nacional comentada y concordada. Tomo I).
236
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
–Ahora bien: ¿Cuales son los principios del derecho público contenidos en la Consti-
tución?
Interpreto que los mismos no son los de 1853 sino los actuales y ello modifica sus-
tancialmente la interpretación conservadora que algunos sectores insisten en realizar
ignorando que el mundo a cambiado.
También debemos destacar que esta norma constitucional solo se refiere a los tratados
internacionales (artículo 27), pero no a todo el Derecho internacional, con lo cual la
costumbre y los principios generales de Derecho no están sometidos a esa regla.
“Ello es evidente, nos dice MANILI, toda vez que ninguna de esas fuentes está subor-
dinada a un proceso previo de aceptación por los órganos del Estado, ni de correspon-
dencia con normas del Derecho interno. Por ejemplo: una de las normas básicas del
Derecho internacional consuetudinario contemporáneo es la prohibición de la amena-
za y del uso de la fuerza, sobre la cual existe consenso acerca de que se trata de una
norma imperativa, que no puede ser dejada de lado por la voluntad de los estados
(“Ius Cogens”). En virtud de dicha norma, toda referencia a la guerra o a los poderes
de guerra en una Constitución se transforma en letra muerta, por cuanto el recurso de
la guerra es un ilícito internacional”.
237
Ricardo Alejandro Terrile
a) Despeja toda duda acerca de si lo decidido en el fallo antes referido era exten-
sible o no a materias ajenas a los Derechos Humanos.
Hicimos referencia a los cambios del derecho público que no son otros que grandes
modificaciones en el derecho internacional.
MANILI, en la obra colectiva que dirigió con el DR. SABSAY “La Constitución Nacio-
nal Comentada” y de la que transcribimos algunos conceptos interpretativos, expone
con un gran poder de síntesis, una interesante reflexión que colabora con nuestra tesis:
b. De los pocos tratados que se firmaban, la enorme mayoría eran bilaterales y celebrados
para solucionar problemas concretos de las relaciones internacionales (armisticios, lí-
mites, intercambio comercial).
238
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
f. Las conclusiones son interesantes en tanto y en cuanto nos permite verificar la evolu-
ción de los “principios de derecho público” y la conclusión que los mismos no pueden
ser utilizados en el presente, con el mismo alcance histórico que lo adoptaron los con-
vencionales de 1853/60.
SABSAY ha expresado que “este nuevo precepto contemplado en la primera parte del mencio-
nado inciso completa la redacción del artículo 31, de modo que hoy dentro del orden de prelación
del bloque de constitucionalidad federal, los tratados deben ser intercalados entre la Constitu-
ción y las leyes“.(El bloque de constitucionalidad federal y el control de convencionali-
dad. Diario La Ley. 2013 . Tomo B).
Una doctrina mayoritaria señala que dichos tratados pueden ser denunciados aún con
la jerarquía constitucional reconocida por los procedimientos que dichos tratados dis-
ponen. No comparto esa postura. Interpreto que cuando un derecho humano es reco-
nocido no cabe ni corresponde su derogación o denuncia por la propia naturaleza y
alcance que tiene el reconocimiento. Existe un “principio de irreversibilidad de los derechos
humanos” por la que su reconocimiento adquiere el carácter de contenido pétreo.
Lo atípico e interesante que tiene la solución del convencional es que no cierra la lista
de declaraciones y tratados a los consignados en la citada norma sino que es posible
lograr que otros tratados de derechos humanos adquieran jerarquía constitucional.
239
Ricardo Alejandro Terrile
El constituyente estableció que una vez que el tratado ha sido aprobado por el Congre-
so, deberá ser sometido a una nueva votación en la cual será necesario el “voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía cons-
titucional”. Es así como otros tres instrumentos internacionales han adquirido jerarquía
constitucional luego de la reforma: en 1997, el tratado sobre desaparición forzada de
personas; en 2004, el tratado sobre imprescriptibilidad de crímenes aberrantes y de
lesa humanidad y en el 2014, la Convención sobre Incapacidad, que se han sumado a
la lista del inciso 22 del artículo 75.
2º.- Los tratados y concordatos en general del inciso 22, 1ª parte del art. 75, como así
también los convenios de integración y las normas que en su consecuencia se dicten,
con el alcance que la jurisprudencia establezca para esta última;
4º.- Las Constituciones provinciales, los convenios internacionales celebrados por las
provincias y las leyes provinciales.
240
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Frente a ello, ROSATTI sostiene que las categorías constitucionales de los Tratados
son las siguientes:
Tratados no incluidos en los ítems anteriores celebrados con otras naciones o con
organizaciones internacionales (artículo 75 inc. 22, 1º párrafo);
Convenios celebrados por las provincias con conocimiento del Congreso Nacional
(artículo 124).
241
Ricardo Alejandro Terrile
1) “la norma suprema, la que esta en la cumbre de la pirámide jurídica, en cuanto a de-
rechos individuales, es la primera parte de la constitución: los artículos 1/43 inclusi-
ve. Al respecto, no esta claro cual es la “primera parte” del texto constitucional, dado
que cuando se reformó la ley suprema, esa primera parte comprendía sólo los actuales
artículos 1/35. El mismo constituyente reformador el que agregó un capitulo segun-
do a esa primera parte, los actuales artículos 36 a 43. El tema se ha debatido pero nos
inclinamos por la opinión que incluye tanto el primero como el segundo capitulo de
la primera parte. Efectuada la aclaración, toda la primera parte es la norma suprema.
Ello surge, no sólo del artículo 31 sino del 27 y del 75 inciso 22, todos de la CN”;
2) “En segundo lugar, se encuentran los derechos reconocidos en los tratados y conven-
ciones sobre derechos humanos mencionados en el artículo 75 inciso 22, y los que se
incorporen en el futuro. Están subordinados a la primera parte de la constitución;
toda vez que el citado inciso dispone que “en las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de ésta cons-
titución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ellos
reconocidos”;
3) “En tercer término, deben ubicarse los derechos individuales que no se encuentran en
la primera sino en la segunda parte del texto constitucional. Así, “los derechos de los
pueblos indígenas”(artículo 75 inciso 17); “de los niños, las mujeres, los ancianos y
las personas con discapacidad” (artículo 75 inciso 23)”;
4) “En cuarto término, están los derechos que surgen de los tratados comunes y los
concordatos del artículo 75 inciso 22 primer párrafo”.
5) “En quinto lugar, los derechos individuales reconocidos en las normas emanadas de
los órganos supranacionales creados por tratados de integración(artículo 75 inciso
24)”;
6) “En sexto lugar, los derechos reconocidos en las leyes que dicte el Congreso de la
Nación (artículos 28,31 y 75 inciso 22 de la Constitución)”;
242
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Sin perjuicio del orden expuesto anteriormente, existen dos reglas que, en caso de
dudas sobre la jerarquía de los derechos individuales, deben ser permanentemente
aplicadas:
La primera hace referencia al principio Pro Homine, es decir, que frente a los conflic-
tos que puedan surgir entre estas normas, en materia de derechos individuales, debe
prevalecer la que más favorezca a los derechos de las personas;
243
Ricardo Alejandro Terrile
existencia de esos dos bloques es, creemos, el objetivo que persiguió el constituyente
al incluir esta norma, pero ello no impide que, por aplicación de otras normas de la
Constitución, se pueda distinguir una prelación dentro de ese bloque nacional.
“los preceptos del Pacto de San José de Costa Rica son operativos con base en la presunción
de operatividad que tienen los tratados internacionales sobre derechos humanos, mayormente
cuando su formulación y contenido excluyen la naturaleza “nítidamente programática” que
podría hacer ceder la presunción indicada”.
MANILI, autor que hemos citado en el presente capitulo, sostiene en cambio, que “en
lo atiente a la operatividad o programaticidad de las normas contenidas en los tratados, no exis-
te diferencia alguna con lo que ocurre con las normas de Derecho interno. No podemos sostener
que todas las normas de los tratados sean operativas ni que todas sean programáticas. Y esa
cuestión no tiene nada que ver con la postura –monista o dualista, con primacía del Derecho
internacional o del Derecho interno– que el intérprete elija. El problema tiene la misma solución
que cuando estamos frente a una norma de Derecho interno: ya sea una norma constitucional
que precisa una ley que la operativice, o una norma legal que requiere un decreto que la regla-
mente”.
244
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
REY CANTOR manifiesta que “la primera etapa del constitucionalismo presenta un es-
quema en la cual la Constitución es la norma de superior jerarquía a la que está subordinado
el orden jurídico infraconstitucional de un Estado, siendo el Tribunal o Corte Constitucional
–para nosotros la Corte Suprema– el máximo intérprete de la Constitución. Cuando el control
de constitucionalidad de las leyes se activa ante la jurisdicción constitucional, con el objeto de
restablecer la supremacía de la Constitución, en el evento de que la ley viole la Constitución,
se efectúa un examen de confrontación normativo de la ley frente a la Constitución”. (Rey
Cantor, Ernesto. 2008. Control de convencionalidad de las leyes y derechos humanos.
Porrúa, México. p. XLVI, citado por SABSAY en obra citada). Dicho control de consti-
tucionalidad “clásico” en la que el poder judicial procede a la adecuación de las normas
inferiores a lo que establecen las superiores, sufre una profunda transformación “a
partir del momento –siguiendo a Rey Cantor– en que el Estado parte en un tratado o conven-
ción internacional de derechos humanos –por ejemplo la Convención Americana de Derechos
Humanos– adquiere obligaciones internacionales objetivas “erga omnes” y se obliga a respetar
y garantizar su libre y pleno ejercicio y de “adoptar las medidas legislativas que fueren necesa-
rias para hacer efectivos tales derechos” (artículos 1.1 y 2º), esto es, de legislar de conformidad
con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos”.
245
Ricardo Alejandro Terrile
Mientras los integrantes, de la CSJN, han sido designados por el Presidente de la Repú-
blica y pasado por el tamiz del Senado, quien ha prestado su acuerdo en su condición
de órgano legislativo conformado por los representantes del pueblo de las provincias,
previo cumplimiento de los requisitos impuestos por el decreto 222/03, los miembros
de la Corte IDH, no cumplen los mismos imperativos y son designados arbitrariamen-
te por los Estados, siendo absolutamente desconocidos por la voluntad popular de
esos Estados.
a) La primera, difusa. La ejecutan todos los funcionarios de cada uno de los po-
deres y jueces de cualquier instancia, verificando la armonía de la normativa
debatida en el “caso” en relación a la constitución y las convenciones interna-
cionales. La jurisdicción nacional, al interpretar las normas locales, debe velar
poniendo todo su empeño para que ellas se adecuen a lo que contemplan los
tratados. Así se evitará lo máximo posible que se susciten juicios ante la juris-
dicción internacional.
246
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
“Que, por su parte, la Corte Interamericana ha señalado que es consciente de que los jueces y
tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las dis-
posiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado,
también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar por que los efectos de las disposiciones
de la Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y
que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer
una especie de ‘control de convencionalidad’ entre las normas jurídicas internas que aplican
en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el
Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que
del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana
(CIDH Serie C N° 154, caso ‘ALMONACID’, del 26 de septiembre de 2006, parágraf. 124)”.
La Corte IDH, por su parte, desde hace varios años, viene trazando una postura cohe-
rente sobre la vinculatoridad de sus decisiones y elaborando una doctrina sobre el “Ius
Cogens” en torno a su carácter imperativo, universal, inderogable e imprescriptible de
sus normas).
247
Ricardo Alejandro Terrile
Posteriormente, con mayor grado de detalle y por medio de un voto concurrente razo-
nado en el caso “TIBI vs. ECUADOR”(CorteIDH. Sentencia de Excepciones Prelimina-
res, Fondo, Reparaciones y Costas, 07/09/2004, Serie C, Nº 114) el mismo magistrado,
explicó que el Tribunal Interamericano analiza los actos que llegan a su conocimiento
en relación con normas, principios y valores de los tratados en los que funda su com-
petencia contenciosa, resolviendo acerca de la convencionalidad de tales actos, preten-
diendo “conformar esa actividad al orden internacional acogido en la convención fundadora de
la jurisdicción interamericana y aceptado por los Estados Partes en ejercicio de su soberanía”
(párr. 3).
En ese mismo año (2006), la CorteIDH resolvió casos relevantes en materia de control
de convencionalidad; el “CASO VARGAS ARECO vs. PARAGUAY” (CorteIDH. Sen-
tencia de Fondo, Reparaciones y Costas,. 26/09/2006, Serie C, Nº 155), y especialmente
“ALMONACID ARELLANO Y OTROS vs. CHILE” (CorteIDH. Sentencia de Excepcio-
nes Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. 26/09/2006, Serie C, Nº 154).
248
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Importa señalar que en el citado caso, la Corte IDH, sostuvo que “...en casos de graves
violaciones a las normas del Derecho Internacional de los Derechos, la protección de los dere-
chos humanos constituye un límite infranqueable a la regla de mayorías, es decir, a la esfera
de lo “susceptible de ser decidido” por parte de las mayorías en instancias democráticas, en las
cuales también debe primar un “control de convencionalidad”.
En la doctrina judicial de la Corte IDH, hemos verificado la evolución del alcance del
control de convencionalidad, desde “ALMONACID ARELLANO” –Poder Judicial–;
“TRABAJADORES CESADOS DEL CONGRESO”–órganos del Poder Judicial–; “CA-
BRERA GARCÍA Y MONTIEL FLORES” –Jueces y órganos vinculados a la adminis-
tración de justicia en todos los niveles–; y “GELMAN”–Cualquier autoridad pública y
no sólo el Poder Judicial– y sintetizado los mismos en el presente texto.
249
Ricardo Alejandro Terrile
Hemos elegido algunos fallos para ejemplificar la forma en que se fue construyendo
el concepto y alcance interpretativo del control de convencionalidad. No ha sido un
camino pacifico; por el contrario, toda modificación implica resistencias las que se de-
latan de diversas maneras. Subyace en todas ellas, una posición filosófica que nos colo-
ca frente a una primera alternativa: procuramos construir paulatinamente un derecho
universal o nos limitamos a ensayar un derecho local. La segunda decisión, es definir,
si optamos por la primera, quienes son nuestros juzgadores.
La Corte IDH señaló que “en una sociedad democrática los funcionarios públicos están más
expuestos al escrutinio y a la crítica del público. Este diferente umbral de protección se explica,
porque se han expuesto voluntariamente a un escrutinio más exigente. Sus actividades salen
del dominio de la esfera privada para insertarse en la esfera del debate público. Este umbral no
sólo se asienta en la calidad del sujeto, sino en el interés público de las actividades que realiza”.
Por ello, extendió los estándares que ha utilizado respecto a la protección de la libertad
de expresión en los casos de los derechos a la honra y a la reputación en casos como
el presente vinculados con la protección de la privacidad, que comprende, entre otras
dimensiones, “tomar decisiones relacionadas con diversas áreas de la propia vida libremente,
tener un espacio de tranquilidad personal, mantener reservados ciertos aspectos de la vida pri-
vada y controlar la difusión de información personal hacia el público”.
En este sentido, es claro que el Presidente de la Nación, al ostentar el más alto cargo
electivo del país está sujeto al mayor escrutinio social, no sólo sobre sus actividades
oficiales o el ejercicio de sus funciones, sino también sobre aspectos que, en principio,
podrían estar vinculados a su vida privada pero que revelan asuntos de interés públi-
co. Para el Tribunal “la disposición de sumas cuantiosas y regalos costosos por parte de un
Presidente, así como con la eventual existencia de gestiones o interferencias en una investiga-
ción judicial, son cuestiones sobre las cuales existe un legítimo interés social en conocerlas –por
lo que– la información difundida por la revista Noticias posee el carácter de interés público”.
Consecuencia de ello fue que la medida de responsabilidad ulterior impuesta con la
alegada finalidad de proteger el derecho a la vida privada era innecesaria y violatoria
del artículo 13 de la CADH.
250
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
En relación con la paternidad no reconocida del hijo del Sr. MENEM, la Corte IDH
consideró que el derecho a la vida privada es disponible para el interesado. Al mo-
mento de la publicación de la revista, estos hechos ya habían tenido difusión pública
en medios escritos, tanto en Argentina como en el extranjero, y el ex Presidente no se
había opuesto a su divulgación: es más, se había mostrado favorable a dar a conocer
esa relación personal, al compartir actos o situaciones públicas con su hijo.
Si bien para la Corte IDH existiría una diferencia si las fotografías fueran obtenidas
en un clima de hostigamiento o persecución respecto de una persona o de cualquier
otro modo que le hubiera generado un fuerte sentimiento de intrusión –tales como el
ingreso físico a un lugar restringido o el uso de medios tecnológicos que posibiliten la
captación de imágenes a distancia o que hayan sido tomadas de cualquier otra manera
subrepticia–, en el caso de imágenes que se refieren a quien desempeña el más alto
cargo ejecutivo de un país no es necesario el consentimiento de la persona retratada
para su publicación.
Por último, el Tribunal analizó la convencionalidad de las sanciones civiles como con-
secuencia de la expresión de informaciones u opiniones que afecten la vida privada
o intimidad de una persona. La Corte IDH expresamente las autoriza siempre que
no impliquen una inhibición o autocensura de quienes ejercen el derecho a la libre
expresión y de la ciudadanía. Además, como toda restricción de derechos, la sanción
civil debe estar dispuesta en una ley en sentido formal, aunque su grado de precisión
difiere de las sanciones penales en función de la distinta naturaleza de los conflictos
que intentan resolver. Para el Tribunal “no puede exigirse que la norma civil […] prevea con
extrema precisión los supuestos de hecho que puedan presentarse; ello impediría que la norma
civil resolviera una innumerable cantidad de conflictos que la realidad ofrece en forma perma-
nente y que resulta de imposible previsión para el legislador”.
Al referirse en particular al artículo 1071 bis del Código Civil, entendió que “en grado
suficiente, permite a las personas regular sus conductas y prever razonablemente las consecuen-
cias de su infracción. De tal modo que su aplicación resulte conforme a la Convención depende-
rá de su interpretación judicial en el caso concreto”.
Por este motivo, la Corte IDH entendió que no hubo una violación del artículo 2 de la
CADH, dado que no fue la norma en sí misma la que determinó el resultado lesivo,
251
Ricardo Alejandro Terrile
sino su aplicación en el caso concreto por las autoridades judiciales del Estado, la cual
no observó los criterios de necesidad mencionados precedentemente.
Nuestra Corte Federal dictó sentencia en el caso “DERECHO”, confirmando –por ma-
yoría– la tendencia que comenzara a perfilarse durante el pasado decenio, en cuanto
a reconocer la obligatoriedad de los fallos dictados por la Corte creada por el Pacto de
San José de Costa Rica, en aquellos procesos en que nuestro país es parte.
Lo trascendente del caso es que el tribunal federal acata la sentencia emitida por la
Corte regional, y procede en consecuencia a dejar sin efecto aquella otra que dictara
con anterioridad–que había pasado en autoridad de cosa juzgada– por la que confir-
mara a su vez la decisión del inferior, en cuanto había declarado extinguida por pres-
cripción la acción penal y sobreseído parcial y definitivamente a un imputado que se
le atribuyó el delito previsto en el artículo 144 bis del Código Penal.
Era impensado lustros atrás que los fallos de nuestra Corte Federal podrían llegar a
ser escrutados por un órgano judicial internacional, posibilidad que se abrió con la
vigencia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, poniendo en crisis
su carácter de Suprema y a la par el instituto de la cosa juzgada interna. Los tiempos
que corren demuestran que la Corte ya dejó de ser el último tribunal para decidir sobre
aquellos casos en que se encuentren en debate ciertos derechos y libertades fundamen-
tales de los seres humanos.
En apretada síntesis, los hechos del caso se remontan al año 1988 cuando el señor
BUENO ALVES y su abogado Pérez Galindo fueron detenidos por miembros de la
Policía Federal, a raíz de una denuncia por supuestas estafas y extorsión en el marco
de una transacción inmobiliaria. Con posterioridad, Bueno Alves denunció haber sido
sometido a torturas mientras se encontraba detenido en sede policial, con el objeto de
que declarara contra sí mismo y su abogado. A consecuencia de los tormentos sufri-
dos, BUENO ALVES padeció un debilitamiento en la capacidad auditiva de su oído
derecho y en el sentido del equilibrio. En el proceso judicial por averiguación de las
torturas, la víctima identificó a René J. DERECHO como uno de los policías que lo de-
tuvieron y lesionaron.
Sin embargo, este proceso finalizó por prescripción de la acción penal, confirmada por
la Cámara del fuero y posteriormente por la Corte Suprema, al rechazar –en julio de
2007– el recurso extraordinario presentado por el abogado de la víctima. Allí el tribu-
nal expresó –compartiendo el dictamen del Sr. Procurador General, y a diferencia de
252
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Con anterioridad al dictado de esta sentencia de la Corte Suprema, Bueno Alves acudió
a los órganos del sistema interamericano y denunció al Estado argentino ante la CIDH
–agosto de 1994– por vulneración de los derechos a la integridad personal (artículo 5),
a la libertad personal (artículo 7) y a las garantías y protección judiciales (artículos 8 y
25), todos en relación con la obligación general de respeto a esos derechos y garantías
(artículo 1.1) reconocidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Corte consideró que el planteo importaba un recurso de reposición y que el caso era
uno de aquellos por el cual las sentencias del Tribunal podían ser corregidas. En con-
secuencia, y con el objeto de dar cabal cumplimiento a lo ordenado por la Corte Inte-
ramericana en la sentencia dictada en “BUENO ALVES vs. ARGENTINA” y haciendo
pie en el precedente “ESPÓSITO” –en cuanto a que las sentencias del Tribunal regional
son de obligatorio cumplimiento para el Estado argentino– correspondía:
a) hacer lugar al recurso articulado y dejar sin efecto la anterior sentencia firme del
Tribunal de julio de 2007, aquella que había confirmado la prescripción de la acción; y
253
Ricardo Alejandro Terrile
b) devolver las actuaciones a la instancia anterior para que se cumpla con lo dispuesto
por el cuerpo judicial interamericano, esto es, proseguir con las investigaciones para
fijar las responsabilidades del caso.
La primera sentencia contra Uruguay por las graves violaciones de derechos huma-
nos cometidas durante la dictadura cívico-militar entre el 27 de junio de 1973 y el 28
de febrero de 1985 se demoró en llegar, pero finalmente se dictó. Los hechos del caso
tienen la particularidad de que se enmarcan dentro del denominado Plan Cóndor y las
desapariciones, la sustracción y apropiación de niños y niñas y las ejecuciones extra-
judiciales de exiliados y refugiados en Argentina luego del golpe de estado en nuestro
país.
En cuanto a las violaciones de derechos de María Macarena Gelman García, debe des-
tacarse el análisis que el Tribunal realizó de la vulneración de su derecho a la integri-
dad psíquica, que se deriva tanto de la desaparición forzada de su madre y de haberse
enterado de las circunstancias de la muerte de su padre biológico, como de la violación
de su derecho a conocer la verdad sobre su propia identidad y de la falta de investiga-
254
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
ciones efectivas para el esclarecimiento de los hechos. Asimismo, la Corte IDH mani-
festó que el derecho a la identidad “si bien no se encuentra expresamente contemplado en
la CADH […] es posible determinarlo sobre la base de lo dispuesto por el artículo 8 de la Con-
vención sobre los Derechos del Niño, que establece que comprende, entre otros, el derecho a la
nacionalidad, al nombre y a las relaciones de familia”. Resulta interesante la determinación
de la violación del derecho a la nacionalidad –artículo 20.3 de la CADH– por parte del
Estado por haber frustrado el nacimiento de María Macarena en el país de origen de su
familia biológica donde normalmente hubiese nacido, lo que tuvo como consecuencia
que adquiriera la nacionalidad uruguaya por una situación arbitraria.
En relación con la discusión que se reitera en los tribunales nacionales sobre la posibi-
lidad de que un niño sea privado de su libertad, la Corte IDH hizo su aporte al afirmar
que “adicionalmente al hecho de que la niña nació en cautiverio, su retención física por parte de
agentes estatales, sin el consentimiento de sus padres, implican una afectación a su libertad, en
el más amplio término del artículo 7.1 de la CADH. Este derecho implica la posibilidad de todo
ser humano de auto-determinarse y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan
sentido a su existencia. En el caso de los niños y niñas, si bien son sujetos titulares de derechos
humanos, aquéllos ejercen sus derechos de manera progresiva a medida que desarrollan un ma-
yor nivel de autonomía personal, por lo que en su primera infancia actúan en este sentido por
conducto de sus familiares. En consecuencia, la separación de un niño de sus familiares implica,
necesariamente, un menoscabo en el ejercicio de su libertad”.
Finalmente, quizás el aspecto más atrayente para muchos publicistas sea el examen
que la Corte IDH hizo de la Ley de Caducidad de 1986 –la versión uruguaya de la am-
nistía de los criminales del Cono Sur– debido a su ratificación a través del referéndum
de 1989 y la “iniciativa popular” de 2009. Para comenzar, reiteró que todos los órganos
internacionales de protección de derechos humanos y diversas altas cortes nacionales
de la región han concluido que las leyes de amnistía sobre graves violaciones de dere-
chos humanos violan el deber de investigar y sancionar dichos actos. Además, sostuvo
que la incompatibilidad respecto de la CADH incluye a todo tipo de amnistía de gra-
ves violaciones de derechos humanos y no se restringe sólo a las denominadas “au-
toamnistías”, dado que no deriva de una cuestión formal, como su origen, sino de su
ratio legis, cuestión que ya había quedado resuelta a partir de los casos “ALMONACID
ARELLANO Y OTROS c/ CHILE” y “GOMES LUNDS Y OTROS c/ BRASIL”. Al refe-
rirse a la ratificación o respaldo por la ciudadanía de la norma discutida, el Tribunal
en un párrafo concluyó que: “la sola existencia de un régimen democrático no garantiza, el
permanente respeto del Derecho Internacional, incluyendo al Derecho Internacional de los De-
rechos Humanos. La existencia de un verdadero régimen democrático está determinada por sus
características tanto formales como sustanciales, por lo que particularmente en casos de graves
violaciones a las normas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la protección de
los derechos humanos constituye un límite infranqueable a la regla de mayorías”.
255
Ricardo Alejandro Terrile
El caso que nos ocupa, es la “supervisión” que realiza la CorteIDH sobre la sentencia
de fondo que dictara el 24 de febrero de 2011, sobre hechos que ocurrieron durante la
dictadura cívico-militar que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985, recurriendo a prácti-
cas sistemáticas de graves violaciones de derechos humanos por fuerzas de seguridad
e inteligencia de la dictadura uruguaya en colaboración con autoridades argentinas,
en el marco de la doctrina de seguridad nacional y de la llamada “Operación Cóndor”.
b) artículos 3, 4.1, 5.1, 7.1, 17, 18, 19 y 20.3, en relación con el artículo 1.1 de la
Convención y con los artículos I y XI de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas, en perjuicio de María Macarena Gelman;
d) artículos 8.1 y 25.1, en relación con los artículos 1.1 y 2 de la Convención y con
los artículos I.b y IV de la Convención Interamericana sobre Desaparición For-
256
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
zada de Personas, por la falta de investigación efectiva de los hechos del pre-
sente caso, en perjuicio del señor Juan Gelman y de María Macarena Gelman.
257
Ricardo Alejandro Terrile
h. El Estado debe adoptar, en el plazo de dos años, las medidas pertinentes para
garantizar el acceso técnico y sistematizado a información acerca de las graves
violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura que reposa
en archivos estatales, de conformidad con los párrafos 274, 275 y 282 de la Sen-
tencia;
i. El Estado debe pagar, dentro del plazo de un año, las cantidades fijadas en los
párrafos 291, 293, 296 y 304 de la presente Sentencia, por concepto de indem-
nización por daño material e inmaterial y por el reintegro de costas y gastos,
según corresponda, de conformidad con los párrafos 305 a 311 de la misma;
C. Obligación de pagar, dentro del plazo de un año, las cantidades fijadas por concepto
de indemnización por daño material e inmaterial y por el reintegro de costas y gastos.
258
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
D. Obligación de investigar los hechos del presente caso y determinar las corres-
pondientes responsabilidades y obligación de garantizar que la Ley de Cadu-
cidad de la Pretensión Punitiva del Estado (ley 15.848), al carecer de efectos, no
vuelva a representar un obstáculo para esos efectos.
2) Por otro lado, el Estado informó que el 27 de octubre de 2011 un juez penal
dio inicio al proceso por el homicidio de María Claudia García de Gelman
y que hasta el momento cinco personas estarían siendo procesadas por los
hechos del caso, en la fase pre-sumarial, precisando que el procesamiento
es por homicidio muy especialmente agravado, tipificado con penas de 15
a 30 años de prisión. Además, indicó que se solicitó la extradición a Brasil
y Argentina del militar retirado Manuel Cordero, que cumple una condena
en un penal argentino. Del mismo modo, el Estado señaló que estos cinco
militares ya se encuentran en detención por otras causas penales en su con-
tra;
259
Ricardo Alejandro Terrile
260
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
este mismo momento otros numerosos casos presentados ante la Suprema Corte
de Justicia, los que tratan también de denuncias de hechos ocurridos durante el
periodo dictatorial, a la espera de pronunciamiento por iguales cuestionamientos
en relación a la constitucionalidad de la ley 18.831”. Manifestó que el artículo 1º
de la ley 18.831 no fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte de
Justicia, “circunstancia que debe ser correctamente relevada como un claro avance
en la remoción de los obstáculos a la investigación de las violaciones a los derechos
humanos ocurridas en el pasado”;
6) Además, el Estado manifestó que “no deja de considerar que tiene a su cargo
el cabal cumplimiento de la sentencia dictada por la Corte en el caso Gelman Vs.
Uruguay, conforme se ha obligado desde que integra la comunidad de Estados que
ha aprobado y aceptado la competencia de la Corte y de la Comisión, así como los
preceptos de la Convención Americana y demás instrumentos internacionales que
libremente ha ratificado”. Finalmente, manifestó que “la conducta del Estado
uruguayo resulta inequívoca en cuanto al respeto y respaldo a las decisiones de la
Corte Interamericana”;
261
Ricardo Alejandro Terrile
262
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
14) En primer lugar, la Corte constata que, al emitir el Decreto 323/2011, el Poder
Ejecutivo uruguayo revocó, “por razones de legitimidad, los actos administrativos
y Mensajes emanados del Poder Ejecutivo en aplicación del artículo 3º de la Ley de
Caducidad, que consideran que los hechos denunciados estaban comprendidos en las
disposiciones del artículo 1o de la referida ley y en su lugar declárase que dichos hechos
no estaban comprendidos en la citada norma legal”. Al tomar esta decisión, el Con-
sejo de Ministros presidido por el Presidente de la República tomó en cuenta
que “el Estado uruguayo ha sido objeto de sentencia condenatoria por responsabilidad
internacional a través de la sentencia de la Corte Interamericana [...] y por lo tanto
está obligado a dar cumplimiento a lo que dicha sentencia prescribe”, en particular lo
dispuesto en el punto resolutivo 11 y en varios apartados de la misma, y que el
Estado también ha ratificado la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la Convención sobre la Imprescrip-
tibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad;
15) La Corte considera que, en atención a la situación generada por la Ley de Ca-
ducidad, que delegaba en el Poder Ejecutivo la referida facultad de determinar
si los jueces intervinientes en las denuncias podían o no continuar las investi-
gaciones, aquel Decreto representa una voluntad clara y concreta de cumplir
263
Ricardo Alejandro Terrile
la Sentencia, dejando sin efecto los actos anteriores que, en relación con dicha
Ley, representaron un obstáculo más para la investigación de los hechos de
éste y otros casos de graves violaciones de derechos humanos;
16) En segundo lugar, la Corte observa que el artículo 1º de la Ley Nº 18.831 dis-
pone que “se restablece el pleno ejercicio de la pretensión punitiva del Estado para los
delitos cometidos en aplicación del terrorismo de Estado hasta el 1o de marzo de 1985,
comprendidos en el artículo 1º de la Ley No 15.848, de 22 de diciembre de 1986”; que
su artículo 2 establece que “no se computará plazo alguno, procesal, de prescrip-
ción o de caducidad, en el período comprendido entre el 22 de diciembre de 1986 y la
vigencia de esa ley, para los delitos a que refiere el artículo 1º de la ley mencionada”; y
que su artículo 3 señala que “los delitos a que refieren los artículos anteriores, son
crímenes de lesa humanidad de conformidad con los tratados internacionales de los que
la República es parte”;
17) Así, según fue señalado supra, el Tribunal constata que la referida ley 18.831
“Pretensión Punitiva del Estado: Restablecimiento para los delitos cometidos
en aplicación del terrorismo de Estado hasta el 1o de marzo de 1985” estaría
dejando sin efectos la Ley de Caducidad (ley 15.848) y, a la vez, allanaría la
vía de las investigaciones al superar el tema de la supuesta aplicabilidad de
la prescripción en causas abiertas respecto de graves violaciones a derechos
humanos. El artículo 1º de dicha Ley reitera, así, la obligación de todos los
jueces competentes del Estado uruguayo de investigar esos casos, en los que
obviamente, por su naturaleza no cabe la aplicación de normas que lo impidan.
Además, en este caso concreto fueron cometidas desapariciones forzadas, que
son delitos de carácter continuado o permanente y, por ende, mientras sigan
cometiéndose está fuera de discusión la aplicación de la prescripción. En esos
sentidos, la Ley 18.831 constituye un acto concreto de cumplimiento de lo orde-
nado en la Sentencia, tanto respecto de lo dispuesto en el punto resolutivo once
como respecto de la obligación del Estado de investigar los hechos;
19) De tal manera, sería posible considerar que lo expresado en el Decreto 323 del
Poder Ejecutivo en conjunto con lo dispuesto en el artículo 1º de la Ley 18.831
del Poder Legislativo, tenía por objeto permitir que hoy en día la Ley de Cadu-
cidad no constituya más un obstáculo para investigar hechos de graves viola-
ciones de derechos humanos. No obstante, según la información presentada, la
264
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
20) Esto implicaría que, por ejemplo, casos como el de la desaparición forzada de
María Claudia García estarían siendo investigados únicamente bajo el delito
de “homicidio especialmente calificado”, lo que permitiría que aplique la pres-
cripción (supra Considerandos 38 y 41). En efecto, en la propia Sentencia la Cor-
te Interamericana ya había observado que “el proceso iniciado por Juan Gelman y
reabierto en 2008 por gestiones de María Macarena Gelman, lo ha sido bajo la figura
del homicidio, excluyendo otros delitos como la tortura, desaparición forzada y sustrac-
ción de identidad, con la que se hacía posible que la causa fuera declarada prescrita por
los tribunales nacionales”;
21) En este sentido, es importante recordar que la Sentencia del presente caso fue
dictada respecto de un caso de graves violaciones de derechos humanos co-
metidas por estructuras o aparatos organizados de poder que actuaban bajo
esquemas del llamado “terrorismo de Estado”, en que éste funcionaba como
instrumento para perpetrar tales actos y como garantía de impunidad. Es rele-
vante que esos hechos no se dieron en el marco de un conflicto armado no in-
ternacional, a diferencia de otros en que sí sucedieron en este tipo de contexto;
23) No obstante, si bien el artículo 1º de dicha Ley 18.831 no fue declarado incons-
titucional por la Suprema Corte de Justicia en dicha decisión de 22 de febrero
de 2013, sí lo fueron los artículos 2 y 3 de la mencionada ley. Según el derecho
procesal constitucional uruguayo, y según reafirmó el Estado (supra Conside-
rando 32), este tipo de decisiones de inconstitucionalidad únicamente tienen
efectos de inaplicabilidad para la parte que lo solicita (el “excepcionante”),
pero en la práctica tales decisiones pueden ser reiteradas posteriormente sin
265
Ricardo Alejandro Terrile
A esto corresponde añadir que, para los delitos cometidos durante la dictadura
y amparados por la Ley de Caducidad, no se creó ninguna prescripción espe-
cial, sino que, simplemente, regían los mismos términos extintivos que para
cualquier otro delito, por lo que, en la especie, no sería de aplicación la condena
impuesta por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en cuanto a la re-
moción de las leyes de prescripción establecidas especialmente para esos casos,
puesto que no se dictaron leyes de tal naturaleza.
24) La Corte recuerda que en la Sentencia se declaró que el caso Gelman trataba
sobre graves violaciones a los derechos humanos, al establecer que la desapari-
ción forzada cometida “constituye, por la naturaleza de los derechos lesionados, una
violación de una norma Ius Cogens, especialmente grave por haber acontecido como
parte de una práctica sistemática de ‘terrorismo de Estado’ a nivel inter-estatal”. Así,
en la misma Sentencia la Corte recordó que “la falta de investigación de las graves
violaciones de derechos humanos cometidas en este caso, enmarcadas en patrones sis-
temáticos, revelan un incumplimiento de las obligaciones internacionales del Estado,
establecidas por normas inderogables”. Asimismo, a estas graves violaciones se les
atribuye, en la Sentencia, las consecuencias jurídicas de no aplicabilidad de la
prescripción, irretroactividad de la ley penal u otros excluyentes similares de
responsabilidad;
266
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
26) Al respecto, en sus observaciones sobre los efectos de dicha decisión de la Su-
prema Corte, el propio Estado manifestó que, de conformidad con el sistema
constitucional uruguayo, la “independencia técnica de los magistrados no los obliga
a aplicar los conceptos que se sostienen en el pronunciamiento de la Suprema Corte de
Justicia encontrándose habilitados a continuar con las causas en las que deben interve-
nir, pues estos conceptos serán examinados por el juez competente en aplicación de las
normas penales sustanciales que estime sean aplicables por derecho”. El Estado señaló
que “...corresponde al intérprete y no al tribunal de constitucionalidad, determinar si
los hechos investigados integran el elenco del artículo 3 (de la Ley 18.831), de los deli-
tos de lesa humanidad por encontrarse en los tratados firmados por la República [..] Es
así que los jueces, en ejercicio de su autonomía técnica, podrán seguir indagando las
causas y eventualmente castigando a los responsables de los delitos cuya investigación
esté bajo su jurisdicción”. No obstante, el Estado también manifestó que “si bien
se resalta que la sentencia Nº 20 de la SCJ dictada el 22 de febrero no contó con la una-
nimidad de sus componentes naturales, existiendo un voto discorde, esto no inhibe a
que ulteriores pronunciamientos se verifiquen en igual sentido al que ahora se dicta”;
267
Ricardo Alejandro Terrile
El voto razonado del Juez Ad Hoc Eduardo FERRER MAC GREGOR POISOT desarro-
lla importantes aspectos de la doctrina jurisprudencial en torno al tema que nos ocupa.
Su lectura nos introduce en agudas reflexiones que colaboran con el estudio del insti-
tuto.
268
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
–¿El control de convencionalidad “ex officio” ejecutado por el juez nacional hace
incompetente al tribunal interamericano?
La excepción interpuesta por México resulta novedosa. Se alega que los tribunales
nacionales en el ámbito interno efectivamente ejercieron el “control de convencionali-
dad” en un proceso ordinario que cumplió todas sus etapas, incluyendo los recursos
ordinarios y extraordinarios respectivos, por lo que no puede nuevamente analizarse
por los jueces interamericanos dado que implica una revisión de lo decidido por los
tribunales nacionales que ya ejecutaron el consiguiente control de convencionalidad.
La Corte IDH reiteró que si bien la protección internacional resulta “de naturaleza con-
vencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados
americanos”, como se expresa en el Preámbulo de la Convención Americana sobre De-
rechos Humanos y en el caso; también es cierto que el artículo 7.2 del Pacto de San José
remite a las “Constituciones Políticas de los Estados partes o por las leyes dictadas conforme
a ellas” y los jueces nacionales, deben cumplir con los demás supuestos previstos en el
propio artículo 7 para no violentar el derecho convencional.
269
Ricardo Alejandro Terrile
de manera explícita como condición de actuación de la Corte IDH el “que sean agotados
los procedimientos previstos en los artículos 48 a 50” –referido al procedimiento ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos–.
La Corte IDH es competente para conocer de los asuntos relacionados con el cumpli-
miento de los compromisos contraídos por los Estados partes cuando existan violaciones
al Pacto de San José, análisis que el juez convencional realizará, necesariamente, al resol-
ver el “fondo” del asunto y no como “excepción preliminar”, al ser en aquel momento
donde se efectúa el “examen de convencionalidad” de la actuación interna a la luz de
la Convención Americana y de la interpretación que se realice a la misma por la Corte
IDH.
El Poder Judicial del Estado miembro debe ejercer una especie de “control de conven-
cionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, debe tener en cuenta
no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Cor-
te Interamericana, intérprete última de la Convención Americana.
Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles es-
tán en la obligación de ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre las nor-
mas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respecti-
270
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Como puede apreciarse, la Corte IDH aclara su doctrina sobre el “control de convencio-
nalidad”, al sustituir las expresiones relativas al “Poder Judicial” que aparecían desde
el leading case “ALMONACID ARELLANO vs. CHILE” (2006). Ahora hace referencia a
que “todos sus órganos” de los Estados que han ratificado la Convención Americana,
“incluidos sus jueces”, los cuales deben velar por el efecto útil del Pacto, y “los jueces y
órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles están obligados a ejercer,
de oficio, el control de convencionalidad”.
271
Ricardo Alejandro Terrile
Las Cortes constitucionales internas tienen a su cargo velar por el Estado de Derecho a
través del juzgamiento sobre la subordinación de actos de autoridades a la ley supre-
ma de la nación. Se establecen principios y valores del sistema democrático que ilustra
el rumbo del Estado en el marco del llamado “Control de Constitucionalidad”.
272
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Como mencionamos con anterioridad, cabe destacar que el desarrollo del “control
de convencionalidad”, como su nombre lo indica, únicamente es aplicable a lo dis-
puesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como órgano de control
de la Convención Americana de Derechos Humanos y, podríamos agregar, a la Con-
vención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas ya que este tratado
remite al procedimiento de control de la referida Convención.
La última instancia judicial de nuestro país comenzó a interpretar cuál era el signifi-
cado de la expresión “condiciones de su vigencia” inserta en el artículo 75 inciso 22
de la Constitución reformada, relacionándola con los instrumentos emitidos por los
órganos de control de los tratados.
El primero de estos antecedentes tuvo lugar en 1995 (muy poco después de sancio-
nada la reforma de la Constitución), en el caso “GIROLDI” (LA LEY, 1995-D, 462),
allí la CSJN dijo que la expresión “condiciones de su vigencia” significaba:
273
Ricardo Alejandro Terrile
Con posterioridad, en el caso “BRAMAJO” (La Ley 1996-E, 409), la CSJN reiteró que
los instrumentos elaborados por estos organismos deben servir de guía, parafra-
seando lo que ella misma había dicho en “GIROLDI”:
“De ahí que la opinión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debe servir de
guía para la interpretación de los preceptos convencionales en la medida en que el Estado
argentino reconoció la competencia de aquélla para conocer en todos los casos relativos a la
interpretación y aplicación de la Convención Americana, art. 2° de la ley 23.054” (confr.
doctrina de la causa G.342.XXVI. “GIROLDI, HORACIO Y OTRO s/ RECURSO DE
CASACIÓN”, sentencia del 7 de abril de 1995. La Ley)”.
“...si bien por el principio de buena fe que rige la actuación del Estado argentino en el cum-
plimiento de sus compromisos internacionales, aquél debe realizar los mejores esfuerzos para
dar respuesta favorable a las recomendaciones efectuadas por la comisión, ello no equivale a
consagrar como deber para los jueces el de dar cumplimiento a su contenido, al no tratarse
aquéllas de decisiones vinculantes para el Poder Judicial”.
Aquí la Corte se estaba refiriendo al alcance que debía asignársele a una opinión
consultiva de la Comisión Interamericana, y dispuso que esta no resultaba obligato-
ria para el Poder Judicial.
274
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
No obstante este recorrido hecho por la CSJN los fallos son citados por autorizada
doctrina como un ejemplo de la obligatoriedad de lo resuelto por los organismos de
control de los tratados internacionales de derechos humanos en el derecho interno;
interpretación que rechazamos en el convencimiento que las citas que efectuó la
CSJN en esos casos resultan manifiestamente contradictorias.
Sin perjuicio de ello, lo que sí pareció quedar claro es que la CSJN pretendió exten-
der la interpretación de la expresión “condiciones de su vigencia” (restringida por el
constituyente a las reservas formuladas por el Estado), a lo resuelto por los órganos
de control de los tratados de derechos humanos. No sólo ello, sino que en algunos
casos se trataba de supuestos en los que los instrumentos se habían expedido con
relación a otros Estados, y no al Argentino.
A su vez, se emparentó a lo resuelto por los órganos de control, con una “guía” de
interpretación, pero no se le dio de manera terminante carácter obligatorio.
La CSJN le fue asignando distintos efectos a los instrumentos elaborados por los
órganos de control de los tratados de derechos humanos. La interpretación asignada
por la CSJN en “Giroldi” y en “Bramajo” trascendió el objeto de los fallos de la Corte
Interamericana y la opinión de la Comisión Interamericana en que habían sido emi-
tidas, para ser aplicada a casos distintos.
El primer antecedente del que tomamos nota que así se hizo es el renombrado caso
“AQUINO”, donde se utilizó esta expresión para referirse a distintas observaciones
emitidas por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
275
Ricardo Alejandro Terrile
El tercer antecedente donde se hizo uso de esta expresión fue el caso “AEROLÍNEAS
ARGENTINAS c/ MINISTERIO DE TRABAJO”, donde también se emparentó la ex-
presión “intérprete autorizado” con la de “condiciones de su vigencia”.
El Alto Tribunal utilizó la expresión “intérprete autorizado” para referirse a unas ob-
servaciones finales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales emiti-
das con relación a la Argentina y con relación a otros Estados.
Finalmente, el último antecedente (al menos del que hemos tomado nota) en donde
la CSJN utilizó esta expresión, es en el reciente caso “ALVAREZ”, donde se adoptó
un sistema laboral de estabilidad absoluta frente a supuestos de discriminación sin-
dical. Aquí la CSJN se remitió a unas observaciones generales del Comité de Dere-
chos Económicos, Sociales y Culturales.
Si bien el citado precepto se refiere a las atribuciones de la Corte IDH, mutatis mutandi,
debe aplicarse por los jueces nacionales debido a que también son jueces interamerica-
nos cuando realizan el “control difuso de convencionalidad”.
276
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Ello implica garantizar, en la medida de lo posible, el efectivo goce del derecho o li-
bertad violado. Lo anterior conduce a afirmar que, en determinados supuestos, deben
repararse las consecuencias de la norma inconvencional, lo cual sólo se puede lograr
teniendo “sin efectos” dicha norma nacional desde su vigencia y no a partir de la
inaplicación o declaración inconvencional de la misma.
En esta misma línea de ideas, esta Corte ha establecido que “según el derecho internacio-
nal las obligaciones que éste impone deben ser cumplidas de buena fe y no puede invocarse para
su incumplimiento el derecho interno”. Esta regla ha sido codificada en el artículo 27 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969.
La obligación del cumplimiento del derecho convencional obliga a todas las autorida-
des y órganos nacionales, con independencia de su pertenencia a los poderes legisla-
tivo, ejecutivo o judicial, toda vez que el Estado responde en su conjunto y adquiere
responsabilidad internacional ante el incumplimiento de los instrumentos internacio-
nales que ha asumido.
277
Ricardo Alejandro Terrile
Expresamente el artículo 68.1 establece que los Estados parte del Pacto de San José “se
comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes”.
La norma dispone que no puede ser limitante para que la jurisprudencia de la Corte
IDH adquiera “eficacia directa” en todos los Estados nacionales que han reconocido
expresamente su jurisdicción, con independencia de que derive de un asunto donde
no han participado formalmente como “parte material”, ya que al ser la Corte IDH el
órgano jurisdiccional internacional del Sistema Interamericano de Protección de Dere-
chos Humanos, cuya función esencial es la aplicación e interpretación de la Convención
Americana, sus interpretaciones adquieren el mismo grado de eficacia del texto convencional.
–Efectivamente:
278
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Las obligaciones convencionales de los Estados Parte vinculan a todos los poderes y
órganos del Estado, es decir, que todos los poderes del Estado –Ejecutivo, Legislativo,
Judicial, u otras ramas del poder público– y otras autoridades públicas o estatales, de
cualquier nivel, incluyendo a los más altos tribunales de justicia de los mismos, tienen
el deber de cumplir de buena fe con el derecho internacional.
La Corte reitera que, una vez que este Tribunal se ha pronunciado sobre el fondo y las
reparaciones en un caso que fue sometido a su conocimiento, resulta necesario que el
Estado observe las normas de la Convención que se refieren al cumplimiento de esa o
esas sentencias.
Así, puesto que esta parte resolutiva de sus sentencias debe ser cumplida, cuando la
misma refiere expresa y directamente a la parte considerativa de las mismas (como es
la Sentencia dictada en el caso GELMAN), el razonamiento de la Corte es claramente
parte integral de la Sentencia, a lo cual el Estado concernido también queda obligado
de dar pleno cumplimiento. En este caso particular, el punto resolutivo 9 de la Sen-
tencia refiere directamente a los párrafos 252 a 256, 274 y 275 y el punto resolutivo 11
de la misma refiere a los párrafos 253 y 254. De lo contrario, sería incongruente que
279
Ricardo Alejandro Terrile
Así, en varias sentencias la Corte ha establecido que es consciente de que las autorida-
des internas están sujetas al imperio de la ley y, por ello, están obligadas a aplicar las
disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado es Parte en
un tratado internacional como la Convención Americana, todos sus órganos, incluidos
sus jueces y demás órganos vinculados a la administración de justicia en todos los ni-
veles y los funcionarios de los tres poderes, también están sometidos al tratado, lo cual
les obliga a velar para que los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean
mermados por la aplicación de normas contrarias a su objeto y fin, de modo que deci-
siones judiciales o administrativas no hagan ilusorio el cumplimiento total o parcial de
las obligaciones internacionales.
280
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
La Corte IDH ha estimado pertinente precisar que la concepción del llamado control
de convencionalidad tiene íntima relación con el “principio de complementariedad”, en
virtud del cual la responsabilidad estatal bajo la Convención sólo puede ser exigida a
nivel internacional después de que el Estado haya tenido la oportunidad de declarar la
violación y reparar el daño ocasionado por sus propios medios.
281
Ricardo Alejandro Terrile
En el caso “GERLMAN vs. URUGUAY”, la Corte consideró que, antes de tomar la refe-
rida decisión de 22 de febrero de 2013, la Suprema Corte de Justicia uruguaya ya había
ejercido un adecuado control de convencionalidad respecto de la Ley de Caducidad, al
declararla inconstitucional en octubre de 2009 en el caso SABALSAGARAY.
282
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Lo anterior se deduce del compromiso de los Estados de cumplir con sus obligaciones
internacionales y no solo de prácticas judiciales reiteradas a niveles nacionales, que
son por supuesto relevantes. Así, tribunales de la más alta jerarquía en varios Estados
de la región, se han referido al carácter vinculante de las sentencias de la Corte Intera-
mericana o han aplicado el control de convencionalidad teniendo en cuenta interpre-
taciones efectuadas por ésta.
La CSJN ha reiterado que sus sentencias producen el efecto de cosa juzgada y tienen
carácter vinculante, lo cual deriva de la ratificación de la Convención y del recono-
cimiento de la jurisdicción del Tribunal, actos soberanos que el Estado Parte realizó
conforme sus procedimientos constitucionales y, asimismo, que el control de conven-
cionalidad es una obligación de las autoridades estatales y su ejercicio compete, solo
subsidiaria o complementariamente, a la Corte Interamericana cuando un caso ha sido
sometido a su jurisdicción.
Es por ello que sostenemos que la pretensión de oponer el deber de los tribunales
internos de realizar el control de constitucionalidad al control de convencionalidad
que ejerce la Corte IDH, es en realidad un falso dilema, pues una vez que el Estado
ha ratificado el tratado internacional y reconocido la competencia de sus órganos de
control, precisamente a través de sus mecanismos constitucionales, aquéllos pasan a
conformar su ordenamiento jurídico.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El artículo 9 de la Convención Americana precisa que “nadie puede ser condenado por
acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho
aplicable”.
En ese sentido, cabe señalar que la importancia de considerar ese principio de for-
ma amplia abarcando el derecho interno y el internacional, radica en el hecho de que
precisamente se trata de evitar que se validen o encubran, a través de normas o pro-
cedimientos, graves violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes de un
Estado al amparo de un aparato organizado de poder. Si se aceptara que únicamente
la normatividad interna fuera la que determinara la aplicación o no de la irretroacti-
vidad penal, ello implicaría que un agente de un aparato organizado de poder puede
cometer válidamente los crímenes más graves cuando el Estado que lo amparase en-
cuentre en posición de garantizar su impunidad por medios legales. De ese modo, la
necesidad de considerar el derecho internacional a la hora de investigar, juzgar y, en
su caso, sancionar una conducta ilícita constitutiva de una grave violación a los dere-
chos humanos, funcionaría como garantía contra la impunidad de los autores de ese
tipo de crímenes y preservaría el derecho de las víctimas a la verdad y a la obtención
de justicia.
En este sentido, es relevante observar que este Tribunal ha establecido, en relación con
la existencia de normas que se refieren a la criminalización interna o internacional de
una determinada conducta, que dicha normatividad debe ser adecuadamente accesi-
ble y previsible. En otros términos, el autor debe ser consciente de la antijuridicidad de
su conducta y debe poder prever que podría tener que responder por ello.
Sin embargo, en casos de graves violaciones a los derechos humanos, resulta irrazo-
nable afirmar que los agentes estatales responsables las cometieran desconociendo la
extrema antijuridicidad de sus actos, más aún en casos como el presente, que trata de
desapariciones forzadas cometidas bajo estructuras organizadas de poder del propio
285
Ricardo Alejandro Terrile
Estado. Así, en casos en que el aparato estatal ha servido de instrumento para la comi-
sión de esos graves crímenes y en que los agentes responsables contaban, al momento
de su comisión, con la tolerancia, apoyo y garantías de impunidad que les aseguró
y aseguraría el propio Estado, no cabe una interpretación estricta de esas garantías
procesales de prescripción e irretroactividad de la ley penal, sin que ello implique
desnaturalizar su sentido mismo y dejar de atender la consecución de las expectativas
legítimas de las víctimas a su derecho de acceso a la justicia.
En este mismo sentido se han pronunciado tribunales de la más alta jerarquía de los
Estados del continente americano, como lo son la Corte Suprema de Justicia del Perú,
el Tribunal Constitucional del Perú, la Suprema Corte de Justicia de México, el Tribu-
nal Supremo de Justicia de Venezuela, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala,
la Corte Constitucional de Colombia, y la Suprema Corte de Argentina, Estados que, al
igual que Uruguay, han ratificado la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada.
De tal manera, no resulta admisible que se considere prescrita la acción penal de di-
chos delitos que hasta la fecha se pueden seguir consumando, como lo es la desapari-
ción forzada. Al ser un delito permanente, está fuera de discusión la aplicabilidad del
286
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Una vez que este Tribunal ha dictado Sentencia en el presente caso, la cual produce los
efectos de la autoridad de cosa juzgada, de conformidad con los principios generales
del Derecho Internacional y con lo dispuesto en los artículos 67 y 68 de la Convención
Americana, el Estado y todos sus órganos se encuentran obligados a darle pleno cum-
plimiento.
Así, puesto que la parte resolutiva o dispositiva de la Sentencia refiere expresa y direc-
tamente a su parte considerativa, ésta es claramente parte integral de la misma y el Es-
tado también está obligado a darle pleno acatamiento. La obligación del Estado de dar
pronto cumplimiento a las decisiones de la Corte es parte intrínseca de su obligación
de cumplir de buena fe con la Convención Americana y vincula a todos sus poderes y
órganos, incluidos sus jueces y órganos vinculados a la administración de justicia, por
lo cual no puede invocar disposiciones del derecho constitucional u otros aspectos del
derecho interno para justificar una falta de cumplimiento de la Sentencia.
La Corte IDH en el caso “GELMAN”, observa que el Estado del Uruguay había dado
pasos concretos y claros hacia al cumplimiento de la Sentencia, en particular mediante
la expedición del Decreto 323 de 30 de junio de 2011 y de la Ley Nº 18.831 de 27 de
octubre de 2011.
287
Ricardo Alejandro Terrile
Por ello, independientemente de las normas que sean dictadas o las interpretaciones
que se hagan a nivel interno, la sentencia de la Corte Interamericana, tiene carácter de
cosa juzgada internacional y es vinculante en su integridad –tanto en sus partes consi-
derativas como dispositivas y resolutivas–.
288
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
289
Ricardo Alejandro Terrile
La doctrina del margen se une así a la propia concepción del CEDH como un común
denominador de los Estados europeos en materia de derechos humanos, más allá del
cual los Estados podrían establecer sus propias regulaciones nacionales, asociadas a
las especificidades internas.
En términos prácticos, la doctrina del margen implicaría una suerte de división de ta-
reas entre las autoridades internas y los órganos de control del Convenio: las primeras
serían las principales encargadas de asegurar el respeto de los derechos humanos en
el ámbito interno, mientras que los órganos de control del Convenio deben limitarse a
resolver aquellas restricciones de los derechos humanos que vayan más allá del mar-
gen de apreciación reconocido a las autoridades internas.
Por tanto, la doctrina del margen de apreciación nacional no ha sido construida por
los órganos de control de Estrasburgo como un poder irrestricto de las autoridades
nacionales. Muy al contrario, el TEDH ha subrayado de forma constante que, si bien
los Estados parte gozan de cierto margen de apreciación en el marco del CEDH, ese
margen no es ilimitado, sino que va de la mano de un control europeo, que se realiza
sobre la base de las obligaciones asumidas por el Estado en virtud del Convenio. De
este modo, la utilización de la doctrina del margen de apreciación, lejos de implicar
una total deferencia hacia las autoridades nacionales, supone la articulación de un
control europeo, que será más estricto o más flexible dependiendo del caso objeto de
estudio y de la cuestión litigiosa.
Para la aplicación del Margen de Apreciación Nacional, el Tribunal Europeo lleva a cabo
un análisis de Derecho comparado, en el que tiene en cuenta las soluciones aportadas
a la cuestión litigiosa en los distintos ordenamientos de los Estados parte del CEDH,
antes de decidir sobre la posible existencia de una vulneración de uno de los derechos
reconocidos en el Convenio. Ese estudio suele extenderse normalmente a los principa-
les textos internacionales en la materia.
Con carácter general, si ese análisis de Derecho comparado permite identificar una
pauta común, un consenso europeo, en relación con la cuestión litigiosa, el TEDH tien-
de a reducir el margen de apreciación de los Estados parte. Así ocurría, por ejemplo,
en el caso “S. Y MARPER vs. REINO UNIDO”, en el que el TEDH hacía referencia al
fuerte consenso europeo en materia de protección de datos de carácter personal para
justificar la condena al Reino Unido por prever la conservación indefinida de los datos
genéticos, perfiles de ADN y huellas de cualquier acusado.
290
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Otro factor que se ha tenido en cuenta para ampliar o limitar el M.A.N. y en consecuen-
cia el control europeo será más estricto y, por tanto, el margen de apreciación nacional
será más restringido, o incluso inexistente, cuanto el debate se centraliza en derechos
que han sido reconocidos por la Comisión de Derechos Humanos, tales como supues-
tos de discriminación asociados a ciertas categorías sospechosas, como por ejemplo el
sexo, la raza, o el nacimiento (art. 14 CEDH); en relación con los derechos que el artícu-
lo 15 CEDH considera como inderogables, esto es, el derecho a la vida (art. 2 CEDH),
la prohibición de la tortura y de los tratos inhumanos y degradantes (art. 3 CEDH), la
prohibición de la esclavitud y la servidumbre (art. 4.1 CEDH), y el principio de legali-
dad penal (art. 7 CEDH) y en relación con otros derechos que el TEDH ha considerado
fundamentales en toda sociedad democrática y sobre los que ha aplicado un escrutinio
estricto de las medidas nacionales restrictivas, tales como la libertad de religión, en su
vertiente interna (art.9 CEDH), la libertad personal (art. 5 CEDH), ciertos elementos
asociados al derecho al debido proceso (art. 6 CEDH) y al derecho a la vida privada y
familiar (art. 8 CEDH), y la libertad de expresión, especialmente en su vertiente políti-
ca (art. 10 CEDH).
Por otra parte, el propio texto del Convenio parece admitir restricciones más amplias
al derecho a la vida privada y familiar (art. 8 CEDH), la libertad de expresión (art. 10
CEDH) o la libertad de reunión y asociación (art. 11 CEDH), que a la libertad personal
(art. 5 CEDH).
La deferencia que muestra el TEDH hacia las autoridades nacionales tiende a ser ma-
yor en aquellos casos en los que la medida restrictiva de un derecho persigue proteger
ciertos valores morales o culturales fuertemente enraizados en la sociedad correspon-
diente. Casos en que se prohibía un texto educativo por cuestiones de orden moral;
en relación con medidas de lucha contra el terrorismo; o en cuestiones especialmente
ligadas a la soberanía estatal, como el control de flujos migratorios; en relación con la
expulsión de no nacionales; etc.
291
Ricardo Alejandro Terrile
sociedad como la turca, en la que ese principio permitía la convivencia pacífica de dis-
tintas confesiones religiosas, y consideraba que la prohibición de llevar el velo islámico
en la Universidad de Estambul no vulneraba la libertad religiosa de la demandante o
el caso “PARTIDO LABORALISTA vs. GEORGIA” por la cual el TEDH analizó las de-
ficiencias que presentó un proceso electoral en el país teniendo en cuenta que acababa
de salir de un largo período de dictadura y que hubo de organizar el proceso electoral
en un tiempo relativamente escaso y sin experiencia previa.
La Corte IDH, por su parte, ha hecho uso de la doctrina del margen de una forma
mucho más moderada que su homóloga europea, aplicándola a supuestos en que se
planteaba la eventual vulneración del derecho a la igualdad y a no ser discriminado:
La doctrina del margen, cada vez más utilizada por distintos órganos jurisdiccionales
internacionales, ha sido objeto de una notable atención por parte de la doctrina espe-
cializada, que tiende a apuntar diversos argumentos a favor y en contra del uso más o
menos constante de esta técnica.
Entre aquellos que muestran su simpatía hacia la doctrina del margen suele apuntarse
que esta doctrina no hace sino plasmar el hecho de que los actores nacionales están en
mejor posición que los tribunales internacionales para resolver determinadas proble-
máticas. Los tribunales, en principio, no son instancias adecuadas para tomar decisio-
nes de alcance general, en la medida en que carecen de los datos y los medios necesa-
rios para ello, deben tomar decisiones al hilo de un caso concreto y con la información
que les facilitan las partes y deben actuar bajo la presión de los plazos exigidos por la
legislación procesal. A esos límites se añaden, en el caso de los tribunales internaciona-
les, un conocimiento deficiente o inexacto de las particularidades históricas, culturales,
sociales, económicas o jurídicas de un determinado Estado. El pluralismo local, la di-
versidad de opciones culturales, sociales, económicas, etc. de los Estados que pueden
ser parte de un determinado texto internacional abogan por una especial prudencia de
los tribunales internacionales a la hora de resolver determinadas controversias.
292
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Entre aquellos que critican la utilización de la doctrina del margen suele señalarse
que esta técnica sería abiertamente contraria a la propia idea de universalidad de los
derechos humanos, en la medida en que permitiría a los Estados determinar el alcance
de los mismos e impediría a los particulares acceder a los niveles de garantía que les
reconocen los textos internacionales ratificados por sus Estados.
293
Ricardo Alejandro Terrile
294
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
No debe pasar inadvertido que es el propio Pacto de San José el que permite incluir
“en el régimen de protección de esta Convención, otros derechos y libertades que sean reconoci-
dos de acuerdo con los artículos 76 y 77 ”, lo que ha permitido que se aprueben diversos
Protocolos “adicionales” –a la Convención Americana– y sean interpretados por este
Tribunal Interamericano.
Asimismo, el propio Pacto establece como norma interpretativa que no se puede ex-
cluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos y
Deberes del Hombre y “otros actos internacionales de la misma naturaleza”.
Sin embargo, la Corte IDH analiza simultáneamente otros instrumentos de igual natu-
raleza, que componen e integran el corpus juris convencional de los derechos humanos:
Protocolo relativo a la Abolición de la Pena de Muerte, Convención para Prevenir y
Sancionar la Tortura, Convención para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer,
Convención sobre Desaparición Forzada, etcétera. Es decir, el parámetro del “control
difuso de convencionalidad” no sólo comprende la Convención Americana, sino tam-
bién los “Protocolos” adicionales a la misma, así como otros instrumentos internacio-
nales que han sido motivo de integración al corpus juris interamericano por parte de la
jurisprudencia de la Corte IDH.
No debe perderse de vista que “los tratados de derechos humanos son instrumentos vivos,
cuya interpretación tiene que acompañar la evolución de los tiempos y las condiciones de vida
actuales”, conforme se ha sostenido en la Opinión Consultiva (OC) 16/99 del 01/10/99.
295
Ricardo Alejandro Terrile
”El corpus juris del Derecho Internacional de los Derechos Humanos está formado por un con-
junto de instrumentos internacionales de contenido y efectos jurídicos variados –tratados, con-
venios, resoluciones y declaraciones–. Su evolución dinámica ha ejercido un impacto positivo
en el Derecho Internacional, en el sentido de afirmar y desarrollar la aptitud de este último para
regular las relaciones entre los Estados y los seres humanos bajo sus respectivas jurisdicciones.
Por lo tanto, esta Corte debe adoptar un criterio adecuado para considerar la cuestión sujeta a
examen en el marco de la evolución de los derechos fundamentales de la persona humana en el
derecho internacional contemporáneo”.
Los jueces nacionales deben atender a este “bloque”, lo que implica, por parte de ellos,
una permanente actualización de la jurisprudencia de la Corte IDH y propicia una
“viva interacción” entre las jurisdicciones nacionales y la interamericana, con la fina-
lidad última de establecer estándares en nuestra región para la protección efectiva de
los derechos humanos.
296
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
A continuación nos detendremos en cada uno de los tratados que cuentan con jerar-
quía constitucional para analizar:
Esta Convención adopta un doble sistema, de peticiones por un lado, con la inter-
vención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y judicial por otro,
con la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Como podemos ver, surge con claridad que en los términos de esta Convención sólo
resulta obligatorio para el Estado, la decisión de la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos. En el caso de lo dispuesto por la Comisión, la obligación es la de
tomar las medidas que le competan para remediar la situación, es decir, el sistema
está previsto con relación al caso particular en que las medidas son dictadas.
297
Ricardo Alejandro Terrile
sideración del Consejo Económico y Social con funcionamiento en el seno de las Na-
ciones Unidas (artículo 16 inciso 2 del Pacto). A su vez, este Consejo podía transmitir
en un comienzo al Comité de Derecho Humanos los informes presentados por los
Estados (artículo 19 del Pacto).
En los términos del Pacto, no hay una normativa clara sobre el alcance de los instru-
mentos elaborados por el Consejo y, en consecuencia, el Comité.
(b) Recibir denuncias de un Estado contra otro (siempre que ambos sean signatarios
del Pacto), a partir de lo cual se instaura un procedimiento que puede dar como re-
sultado (si no hay una solución amistosa) un informe elaborado por el Comité cuyas
conclusiones pueden o no ser aceptadas por los Estados (artículo 42 inciso 7. d) del
Pacto).
En este caso, tampoco se dispone nada sobre la fuerza obligacional del instrumento
elaborado por el Comité.
298
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Las competencias de este Comité son similares a las del Comité de Derechos Huma-
nos, en cuanto le permiten:
(b) Recibir denuncias de un Estado contra otro (siempre que ambos sean signatarios
de la Convención), a partir de lo cual se instaura un procedimiento que puede dar
como resultado un informe elaborado por el Comité con las recomendaciones que
se consideren apropiadas. Los Estados involucrados tienen un plazo para informar
si aceptan o no las recomendaciones elaboradas por el Comité (artículo 13 inciso 2);
En este caso, “El Comité presentará al Estado Parte interesado y al peticionario sus suge-
rencias y recomendaciones, si las hubiere” (artículo 14 inciso 7. b).
La Convención sólo refiere que el Comité se encuentra facultado para elaborar in-
formes generales con “...sugerencias y recomendaciones de carácter general basadas en el
examen de los informes y de los datos transmitidos por los Estado Partes” (artículo 21 inciso
1 de la Convención).
299
Ricardo Alejandro Terrile
Como vemos, el lenguaje aquí utilizado ha sido cauto, ya que se habla de sugerencias
y recomendaciones al igual que en el caso anterior.
Las competencias de este Comité son muy similares a las del Comité de Derechos
Humanos, y a las del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial.
(a) A partir de la recepción de los informes de los Estados Partes, el Comité “podrá
hacer los comentarios generales que considere oportunos y los transmitirá al Estado Parte
interesado”.
(b) Recibir y examinar las comunicaciones donde un Estado Parte alegue que otro no
cumple la Convención (artículo 21 inciso 1). En este caso el Comité sólo se encuentra
facultado a emitir “... una breve exposición de los hechos y agregará las exposiciones escri-
tas y las actas de las exposiciones verbales que hayan hecho los Estados Partes interesados”
(artículo 21 inciso 1. h) II).
(c) Recibir y examinar las comunicaciones enviadas por personas sometidas a su ju-
risdicción (o en su nombre), que aleguen ser víctimas de una violación a los derechos
consagrados en la Convención (artículo 22 inciso 1°).
En este caso, “El Comité comunicará su parecer al Estado Parte interesado y a la persona de
que se trate” (artículo 14 inciso 7).
Al igual que en los otros casos, la imperatividad de lo dispuesto por el Comité en los
instrumentos a que se encuentra habilitado a emitir, también es expresado de una
manera limitada.
El órgano de control de este tratado es el Comité de los Derechos del Niño. El artí-
culo 43 de esta Convención dispone expresamente que se establece “Con la finalidad
de examinar los progresos realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por
los Estados Partes”.
300
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Como vimos del recorrido por los distintos órganos de control de los tratados de
derechos humanos, la primera conclusión a la que podemos arribar es que cada uno
de ellos prevé un sistema de control distinto y específico en el que en cada caso, se
han previsto consecuencias distintas.
En efecto, no tiene la misma fuerza, ni pueden ser equiparados los efectos de una
sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde la Conven-
ción Americana de Derechos Humanos previó expresamente que el Estado se com-
promete a cumplir la decisión con, por ejemplo una comunicación del Comité para
la Eliminación de la Discriminación Racial donde este sólo se haya facultado –según
la Convención respectiva– a comunicar su parecer.
No queremos decir que uno u otro tratado sea más importante, sino destacar que en
la letra de cada uno de ellos los efectos previstos para los instrumentos elaborados
por los órganos de control son diferentes. Por eso, no cabe hablar de manera general
en modo idéntico sobre todos ellos, ya que cada sistema depende del alcance que el
respectivo tratado le haya dado. Generalizando estaríamos siendo injustos o al me-
nos, si se quiere, imprecisos.
301
Ricardo Alejandro Terrile
302
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El Poder Constituyente
30.1 Introducción:
En algún momento, se abandona como factor único la tradición oral tan imperfecta
y distorsionante y se impones los diversos actores, suscribir contratos que otorguen
seguridad legal. Esa sociedad política será el Estado, estableciendo una estructura que
regule su funcionamiento a fin de dar cumplimiento a los objetivos que esa sociedad
determine.
En ambos casos, ya se trate del poder constituyente originario o del poder constitu-
yente derivado, nos encontramos en presencia de la manifestación de una potestad
extraordinaria y suprema.
303
Ricardo Alejandro Terrile
mente se ejerce, y con exclusividad, para dictar o reformar una constitución. Una vez
cumplida su misión, la función constituyente entra en receso.
SOLA nos dice que “La separación y clara distinción entre el poder constituyente y los pode-
res constituidos es una característica esencial y propia del Estado de Derecho…”.
304
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Sin embargo, los criterios que se adopten sobre el alcance de la libertad, la dignidad,
la concepción de la justicia y otros valores absolutos provenientes del derecho natural
y por ende de la religión, divide a la doctrina. Están quienes piensan que aquellos cri-
terios están por encima del poder constituyente originario y establecen un límite para
su desenvolvimiento discrecional. Sostienen que en esta concepción iusnaturalista se
enrola el movimiento constitucionalista, al proclamar como finalidad y justificación
básica de toda constitución el resguardo para la libertad y dignidad del hombre. De
modo que la legitimidad y la validez del ejercicio del poder constituyente originario
están condicionadas al reconocimiento positivo de aquellos valores.
Me parece más acertada interpretar que los eventuales límites para el poder constitu-
yente originario provienen de un enfoque político o sociológico.
Aparecen factores que FERRAJOLI señala como limitaciones al alcance del concepto
tradicional de “soberanía” y que nosotros hemos analizado en “La Soberanía y el Ius
Cogens”.
Sociológicamente, nos dice SOLA, “el poder constituyente originario estaría limitado por la
idea política dominante en la sociedad. No sería viable la organización política de una sociedad
conforme a normas jurídicas que distaran de reflejar sus sentimientos y objetivos. En tal caso,
en función del resultado obtenido, el ejercicio del poder constituyente carecería de legitimidad y
la constitución probablemente dejaría de tener vigencia en el curso de un proceso de desconsti-
tucionalización gestado por gobernantes y gobernados”.
305
Ricardo Alejandro Terrile
La titularidad del poder constituyente está determinada por relaciones de poder. Las
“ideas políticas” son consecuencia de los factores de poder y el papel que cumplen los
actores vinculados con la estructura económica de un país.
En un sistema democrático constitucional, el plano teórico nos dice que “la idea política
dominante nos indica que la titularidad del poder en general, y del poder constituyente en par-
ticular, reside originariamente en una comunidad nacional, en el pueblo o en un conglomerado
humano inorgánico que adopta la decisión política de organizarse por obra de sus representan-
tes espontáneos o dirigentes”.
–¿Ello es así?
Ello nos introduce en el análisis e interrogante ¿La titularidad del poder constituyente
hace a la legitimidad y validez de la constitución concebida como producto del acto
constituyente? Y en ese caso ¿quienes tienen legitimidad?
306
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Nos dicen : “Tiene legitimidad todo aquello que es aceptado por estar de acuerdo con la idea
política dominante”.
Nos repiten: “Una constitución, aunque su aprobación sea obra de un referéndum o plebiscito,
carecerá de legitimidad si no refleja cabalmente las necesidades y aspiraciones permanentes de
una sociedad, junto con las soluciones que deberán ser instrumentadas para satisfacerlas”.
SOLA, concluye “Mientras que la legitimidad de una constitución no puede ser analizada ju-
rídicamente, su validez tampoco puede ser objeto de una consideración política. El concepto de
validez es esencialmente jurídico y la validez de una constitución depende exclusivamente de su
adecuación al orden jurídico preexistente y, en su caso, conforme al enfoque iusnaturalista, al
derecho natural. La falta de validez jurídica de una constitución influye en su legitimidad en un
Estado de Derecho, pero su calificación es determinada solamente por elementos jurídicos…”.
Se impone, antes de ingresar al texto que refiere el subtitulo, reproducir unas reflexio-
nes de SOLA en su “Manual de Derecho Constitucional” cuya lectura sugiero, por sus
agudas e inteligentes conclusiones:
“La eficacia de una constitución depende de su perdurable adecuación a la realidad social y polí-
tica, de su capacidad para interpretar las necesidades y objetivos de una sociedad y de su aptitud
para suministrar los instrumentos idóneos destinados a satisfacer las aspiraciones razonables
de los integrantes de la comunidad política. Debe procurar ser la exacta manifestación de la
idea política dominante en la sociedad y la herramienta apropiada para alcanzar las metas que
motivaron la organización social.
Sin embargo, por más perfecta que sea una constitución, el orden político solamente reproduce
parcialmente el modelo escrito en el texto constitucional. Ante esa realidad, y para lograr una
307
Ricardo Alejandro Terrile
coincidencia absoluta entre los órdenes político y constitucional, se suele acudir a un enfoque
sociológico, según el cual la sociedad tiene su propio ordenamiento normativo resultante del
comportamiento que, con prescindencia de toda valoración, está por encima del texto de la ley.
Ésta se tendría que limitar a reflejar tales conductas, al tiempo que sería necesaria su reforma
cada vez que se advierta un cambio en el comportamiento social.
Consideramos que este enfoque es erróneo y perjudicial para la seguridad jurídica. La obra del
constituyente, como toda obra humana, es esencialmente imperfecta. Sólo la soberbia nos puede
inducir a creer en la inmutabilidad del texto de una constitución. Pero también sólo esa soberbia
nos puede conducir a la solución contraria, a creer, en abstracto, que a través de la reforma de la
constitución se conseguirá remediar los males que padece una sociedad, sin indagar previamen-
te en qué medida ello se opone al logro de los fines sociales y en qué medida la reforma perturbará
el sistema político y la seguridad jurídica de los habitantes.
Pero la rigidez constitucional no significa que se pretenda establecer una constitución pétrea,
que permanezca inalterable frente a la evolución de la vida social y a las variaciones que se ope-
ren en la idea política dominante en la sociedad. Una constitución pétrea es una constitución
destinada al fracaso, por cuanto no podrá satisfacer los requerimientos provenientes del dina-
mismo de la vida social.
Esto significa que una constitución, sin caer en el extremo del enfoque sociológico o de su pe-
trificación, debe prever los mecanismos que permitan su adecuación a la realidad, cuando me-
diante la interpretación resulte imposible alcanzar tal objetivo y siempre que esa realidad esté
consustanciada con la idea política dominante.
308
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
El propio SAGÜES nos dice que para definir las atribuciones del poder preconstitu-
yente, conviene advertir que pueden ser, según el texto constitucional y el derecho
constitucional consuetudinario de cada Estado, de dos modalidades diferentes.
a. Etapa del Congreso: transcurre en el ámbito del Poder Legislativo que es el com-
petencia para declarar la necesidad de reforma;
309
Ricardo Alejandro Terrile
Participo de la idea que la declaración sobre la necesidad de la reforma puede ser total
o parcial y que las llamadas cláusulas pétreas hoy deben interpretarse en el marco de
los principios de irreversibilidad y progresividad; es decir, que el convencional no po-
dría alterar, derogar, modificar o denunciar de ningún modo, los derechos humanos
que la constitución y los tratados internacionales han incorporado al derecho interno y
esa limitación refleja el contenido pétreo que el legislador y el convencional no pueden
desconocer
Por otra parte, la tesis de que la convención constituyente debía limitarse a considerar
los temas de la convocatoria dispuesta por el poder legislativo quedo avalada por la
Corte Suprema en “RÍOS” (La Ley 1994-C-46) y en “FAYT” (Fallos 322:1616).
La etapa electoral es decisión del Congreso en razón de que no está regulado por la
propia constitución y lo determina en la convocatoria que habilita la necesidad de la
reforma. En la reforma de 1994, la Ley Nº 24.309 dispuso un número de convenciona-
les igual al total de legisladores que cada provincia y la capital enviaban al Congreso,
electos mediante representación proporcional (artículos 9 y 10).
310
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
Una interpretación literal del artículo 30, hace referencia a una declaración del Congre-
so y no a una ley. Soy partidario de esa potestad. Imagino una declaración bicameral
del Congreso aprobada con las dos terceras partes de la totalidad de los miembros que
componen cada una de las cámaras. Sería un acto político discrecional del Congreso
que evita cualquier poder de veto del Poder Ejecutivo en tanto y en cuanto la “declara-
ción” no tiene naturaleza legislativa. Un acto político que consolida un atributo que la
constitución le confiere al cuerpo legislativo y no al Poder Ejecutivo.
Para la doctrina constitucional que avala y justifica la promoción de una ley, para de-
clarar la necesidad de la reforma, sostiene que se trata de una función propiamente
legislativa cuyo ejercicio incumbe al Congreso mediante una ley, sujeta al control que
ejerce el Poder Ejecutivo a través del veto
311
Ricardo Alejandro Terrile
Para algunos autores, las cámaras del Congreso deben reunirse para formar una asam-
blea legislativa en la cual cada uno de los integrantes, ya sea senador o diputado, tiene
un voto. De modo que los dos tercios se determinan sobre la totalidad de diputados
y senadores reunidos en asamblea. El fundamento de esta posición reside en una in-
terpretación semántica resultante de la referencia genérica al Congreso que tiene el
artículo 30, y no a las cámaras que la integran, como está expresado en otras partes de
la Constitución.
Ambas cámaras deben actuar por separado. La rigidez impuesta por el histórico ar-
tículo 30 así lo contempla y refleja el espíritu del convencional. Por otra parte, varios
artículos de la Constitución se menciona genéricamente al Congreso y a través de una
interpretación sistemática se arriba a la antedicha conclusión de que sus cámaras de-
ben actuar separadamente.
Como regla general, el quórum necesario para el funcionamiento de cada cámara del
Congreso está previsto en el artículo 64 de la Constitución, al disponer que ninguna de
ellas entrará en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros.
En ciertos casos, la Constitución exige la mayoría especial de los dos tercios, con refe-
rencia expresa a los miembros presentes en el artículo 53 para la formación de causa
para el juicio político; el artículo 59 para dictar el fallo condenatorio en el juicio político
y en las situaciones previstas en los artículos 66, 70 y 81.
312
Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
De igual manera, si el artículo 75, inciso 22, exige que los tratados y convenciones in-
ternacionales sobre derechos humanos sean aprobados por el voto de las dos terceras
partes de la totalidad de los miembros de cada cámara para tener jerarquía constitucio-
nal, igual solución debe ser aceptada para que sea viable la declaración de necesidad
de reforma constitucional que impone el artículo 30 de la Ley Fundamental.
La declaración que emita el Congreso debe precisar los puntos de la Constitución que
deberían ser modificados por la Convención Constituyente. Esta última puede acep-
tarlos o rechazarlos, pero no puede apartarse del temario establecido por el Congreso.
Incluso, aunque se declare la necesidad de una reforma total de la Constitución, el
Congreso debe individualizar cuáles son las materias sobre las cuales deberá recaer el
ejercicio del poder constituyente derivado porque, caso contrario, estaría delegando
el ejercicio de la función preconstituyente en la Convención que sólo puede ejercer la
función constituyente. De no ser así, la convención quedaría implícitamente habilitada
para el ejercicio del poder constituyente originario y para forjar una nueva organiza-
ción política global.
Para quienes interpretamos que la reforma debe hacerse por declaración bicameral
del Congreso, en el entendimiento que constituye un acto político no justiciable del
313
Ricardo Alejandro Terrile
único cuerpo con atributos para declarar la necesidad de la reforma, apuntamos que
la interferencia que eventualmente pueda hacer el Poder Ejecutivo, desnaturaliza y
distorsiona la competencia del Poder Legislativo.
A falta de una ley general, cuando el Congreso declara la necesidad de la reforma de-
berá determinar el número de los convencionales, su forma de elección y los requisitos
que deben cumplir los convencionales electos.
La independencia que deben tener los convencionales frente a los órganos ordinarios
del gobierno no permite la incorporación a la Convención de aquellas personas que
en ese momento integran los órganos legislativo, ejecutivo y judicial de la Nación, sal-
vo que renuncien a estos cargos. La incompatibilidad es extensible a quienes ejercen
similares cargos en las provincias y a quienes, como legisladores, participaron en la
votación que dispuso la necesidad de la reforma.
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Derecho Constitucional - una aproximación a sus conceptos y contenidos fundamentales
315
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Otra vez más, SOLA nos dice que “Precisamente, las discrepancias que se produjeron entre
las Cámaras de Senadores y Diputados versaron sobre el contenido que correspondía asignarle
al entonces artículo 48 y, actualmente, artículo 56 de la Constitución. Pero no hubo discrepan-
cias sobre la necesidad de reformar esa norma. De modo que, al haber coincidido ambas cámaras
sobre la necesidad de reformar ese artículo, por el voto de los dos tercios de la totalidad de sus
miembros, la “ley” o “declaración” quedaba concluida porque las discrepancias sobre el conte-
nido que había que asignar a la cláusula constitucional carecían de toda relevancia jurídica, ya
que la decisión final incumbía exclusivamente a la Convención. En modo alguno correspondía
acudir al procedimiento fijado por el artículo 81 y devolver el proyecto a la cámara de origen.
La cuestión que describimos se planteó . Sin embargo, la fundamentación acordada en el voto de
la mayoría se limitó a destacar la falta de legitimación procesal activa de los litigantes, quienes
habían invocado sus condiciones de ciudadanos y diputados de la Nación. Aunque se admitiera
la personería de los demandantes, el hecho de que ambas cámaras coincidieran en la necesidad
de reformar el entonces artículo 48 de la Constitución era más que suficiente para el rechazo de
la acción. En efecto, la Convención no podía ser obligada a fijar el mandato de los miembros de
la cámara alta en cuatro años, y ni siquiera debían reducir ese mandato. Incluso estaban habi-
litados para ampliarlo, porque el Congreso no tiene poder vinculante sobre la Convención para
imponerle un contenido a la reforma…”.
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Internet y sus diferentes buscadores jurídicos constituyen una eficaz herramienta para
el estudio y la investigación del Derecho Constitucional. El derecho comparado ingre-
sa en la pantalla de nuestra computadora con solo consignar la “voz” del tema que ha
generado nuestra inquietud. Si el idioma de la página no es conocido por nosotros,
tendremos la posibilidad de procurar el traductor a fin de facilitar su acceso.
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