Artrosis de Mano y Muñeca
Artrosis de Mano y Muñeca
Artrosis de Mano y Muñeca
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Bernard DELCAMBRE: Professeur des Universités, praticien hospitalier, clini- La influencia del sexo es nítida: después de los 55 años, la
que rhumatologique, centre André Verhaeghe.
Hôpital Roger Salengro, centre hospitalier régional universitaire, 2, avenue artrosis es más frecuente en las mujeres y afecta preferente-
Oscar-Lambret, 59037 Lille cedex. mente a las interfalángicas, trapeciometacarpianas (rizar-
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trosis) y rodillas. La prevalencia femenina sobrepasa en el Rizartrosis (artrosis trapeciometacarpiana)
50 % a la observada en el hombre si se tiene en cuenta el
conjunto de las personas con menos de 70 años. La rizar-
Descrita por Forestier [28] en 1937, esta afección, esencial-
trosis es prácticamente inexistente por debajo de los 50 años
mente femenina (80 a 90 % de los casos) y habitualmente
en el hombre, mientras que está presente en el 8 % de las
bilateral, se manifiesta alrededor de la menopausia y es más
mujeres. El papel de los esteroides sexuales en la génesis de
severa en el lado dominante. Al igual que en la artrosis de
la artrosis de la mano se ha sugerido por la mayor inciden-
los dedos, no ha sido posible encontrar ninguna correla-
cia de artrosis de los dedos en mujeres con menopausia pre-
ción significativa entre la rizartrosis y los marcadores gené-
coz o artificial [51]. El conjunto de los datos epidemiológicos
ticos, en particular la tipificación HLA.
confirma este pico de máxima frecuencia en el período de
la menopausia. La existencia de artrosis trapeciometacarpia- Esta articulación en silla de montar, constituida por dos
na aumenta muy significativamente en mujeres histerecto- superficies imbricadas recíprocamente y muy móvil, sirve
mizadas en relación con un grupo testigo pareado no trata- de pivote durante los movimientos del pulgar. El principal
do [37]. Sin embargo, el estudio de Framingham no ha podi- agente desencadenante de la enfermedad degenerativa es
do comprobar la presencia de ninguna correlación con la la hipersolicitación fisiológica con motivo de los movimien-
toma de estrógenos o el antecedente de histerectomía [26]. tos de oposición del pulgar. De modo excepcional, la rizar-
trosis tiene su origen en una fractura articular mal reducida
Los estudios experimentales también se muestran contra-
del trapecio o de la base del metacarpiano o como secuela
dictorios dado que algunos atribuyen a los estrógenos un
de un esguince. Algunos factores anatómicos pueden, asi-
papel deletéreo y otros, una función protectora [15, 17].
mismo, estar incriminados en la génesis de la rizartrosis,
tales como una displasia articular con un trapecio aplastado
Obesidad u oblicuo que favorece la subluxación del primer metacar-
Si bien se ha señalado una relación entre obesidad y artro- piano o anomalías de inserción del tendón del abductor
sis de la mano [33, 35], los mecanismos etiopatogénicos per- largo del pulgar (fig. 1).
manecen inexplicados. Allieu [2] y Swanson [53] han introducido en Francia el con-
cepto de artrosis peritrapecial. La rizartrosis no quedaría
limitada a la afección aislada de la articulación trapeciome-
Factores genéticos
tacarpiana sino que abarcaría igualmente a las articulacio-
La predisposición genética parece desempeñar un papel en nes trapecioescafoidea y trapeciotrapezoidea.
el desarrollo de la artrosis de la mano, especialmente en la
mujer. Las hermanas de las mujeres que sufren artrosis pre- Sintomatología clínica
sentan nudosidades de Heberden tres veces más frecuente-
mente que la población general [8]. Más recientemente, El signo funcional esencial está representado por el dolor
Spector et al [52] han estudiado las manos y rodillas de 130 mecánico desde la base del pulgar hasta el borde radial de
pares de gemelas monocigóticas y 120 pares de gemelas la mano, a nivel de la porción proximal de la eminencia
dicigóticas con edades comprendidas entre 48 y 70 años. tenar. Su intensidad es variable de un paciente a otro y, den-
Los autores advierten una tasa de concordancia de nudosi- tro del mismo individuo, de un período a otro. En ocasio-
dades de Heberden del 51,6 % contra el 27,3 %, lo que indi- nes puede llegar a ser brutal o agudo, lancinante, ocasio-
ca la influencia de factores genéticos en la artrosis de la nando entonces una impotencia funcional importante: pér-
mano de la mujer. En cuanto a la eventual influencia del sis- dida de fuerza, caída de objetos o dificultad para la pren-
tema HLA (human leukocyte antigen) en el riesgo de desarro- sión. No obstante, no se ha descubierto ningún paralelismo
llar una artrosis nodular generalizada, los resultados son anatomoclínico: una rizartrosis con marcada destrucción
contradictorios. Aunque algunos autores observan un osteoarticular puede carecer de expresión clínica. La apari-
incremento en la frecuencia de antígenos HLA A1 y B8 [47], ción de dolor nocturno puede observarse durante los bro-
otros no parecen confirmarlo [11]. En cambio, es posible tes evolutivos pero obliga a descartar una compresión del
invocar la existencia de mutaciones de genes del colágeno nervio mediano en el canal carpiano, asociada a la rizartro-
tipo II que aumentarían el riesgo de desarrollar una artro- sis en cerca del 40 % de los casos [27]. En la exploración se
sis precoz [46]. detecta una discreta tumefacción de la articulación y una
prominencia de la base del metacarpiano seguida de una
Hipersolicitación funcional y microtraumatismos depresión en forma «escalonada» que corresponde a la
región del trapecio. Secundariamente se comprueba la
El principal factor predisponente de la artrosis de la mano atrofia de la musculatura tenar externa. La palpación per-
sigue siendo la hipersolicitación funcional. Efectivamente, cibe un aumento del volumen articular debido a las defor-
las manos de los pacientes paréticos no presentan signos clí- midades óseas y al engrosamiento periarticular. La presión
nicos de artrosis ni modificaciones radiológicas. Ciertas pro- sobre la interlínea provoca dolor tanto en la cara dorsal del
fesiones (trabajos manuales, hilandería) parecen predispo- pulgar (estando éste en flexión), a nivel de la tabaquera
ner al desarrollo de una artrosis de manos en razón de los anatómica, como en su cara palmar (con el pulgar en exten-
reiterados microtraumatismos [31, 51]. Las afecciones dege- sión). Puede percibirse un crujido doloroso durante su
nerativas se sitúan preferentemente a nivel de las articula- movilización axial o en circunducción [53]. Tardíamente, la
ciones interfalángicas distales y sobre todo a nivel del limitación de la movilidad articular se instaura y el pulgar se
segundo radio, siendo más severas en las articulaciones deforma en aducción permanente como consecuencia de
interfalángicas distales que en las proximales o en las car- la subluxación de la base del primer metacarpiano por rotu-
pometacarpianas. Estas lesiones predominan en el lado ra del ligamento posterointerno. Esta subluxación, asociada
dominante [1]. Durante la mejoría de un traumatismo, a la progresiva retracción del aductor del pulgar, ocasiona
incluso único (esguince, fractura), pueden aparecer signos un pulgar aducto, definido por el cierre del primer espacio
degenerativos; estas afecciones, cuando existen, se observan interóseo, la aducción del primer metacarpiano y la hipe-
con mayor frecuencia en la población masculina. rextensión reactiva (actitud en «bayoneta») de la articula-
La asociación de artrosis de la mano con la de otras locali- ción metacarpofalángica, y el flessum de la articulación
zaciones (cadera, rodilla, columna vertebral) es posible, interfalángica con el fin de compensar la limitación de la
dando lugar en tal caso a un cuadro de poliartrosis. abertura de la prensión digital, lo que conduce al clásico
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Aparato locomotor ARTROSIS DE LA MANO Y DE LA MUÑECA 14-366
Radiología
El diagnóstico radiológico se basa en una imagen frontal de
1 Artrosis trapecioesca- la muñeca y en una incidencia de la columna del pulgar. Las
foidea y trapeciometa- lesiones predominan en la vertiente escafotrapezoidea de la
carpiana. interlínea y están definidas por un pinzamiento, una osteo-
condensación subcondral y geodas a nivel del escafoides y
una osteofitosis periférica. En un estadio evolucionado, se
aspecto de pulgar en Z. Con el transcurso de los años, la comprueba la subluxación dorsal del escafoides, que engen-
afección tiende a hacerse bilateral y la deformidad y rigidez dra un acortamiento del carpo con adaptación inestable del
se incrementan dando lugar a la indolencia [30]. lunatum (semilunar) y una restricción de la movilidad de la
El examen clínico permite diferenciar la afección trapecio- muñeca ocasionada por la rigidez mediocarpiana [3].
metacarpiana (rizartrosis) de una lesión trapecioescafoi-
dea, situada más proximalmente y cuyo dolor es provocado
por palpación de su interlínea.
Artrosis radiocarpiana
Radiología
Sintomatología clínica
El estudio debe incluir incidencias específicas de la articu-
lación trapeciometacarpiana [38]. Se han propuesto diversas Contrariamente a la enfermedad degenerativa de los dedos,
clasificaciones radiológicas, de las cuales la más utilizada es la artrosis de la muñeca es poco común. Habitualmente es
la de Dell [21], que divide la afección radiológica en cuatro secundaria a un traumatismo (esguince, fractura y/o necro-
estadios: sis de los huesos del carpo, luxación radioulnar distal
— estadio I: pinzamiento articular sin subluxación ni oste- [radiocubital inferior], luxación perilunar o fractura del
ófitos; extremo distal del radio). Las causas más frecuentes son la
seudoartrosis del escafoides del carpo, tanto más rápida-
— estadio II: pinzamiento articular, osteofitosis y subluxa-
mente artrógena cuanto más proximal, desplazada e inesta-
ción incipiente;
ble sea la fractura, y las secuelas de los traumatismos liga-
— estadio III: pinzamiento articular, osteofitosis y subluxa- mentosos de la muñeca, en particular las luxaciones perilu-
ción o luxación trapeciometacarpiana;
nares del carpo y los esguinces escafosemilunares graves.
— estadio IV: estadio III más geodas. Además de la patología traumática, la artrosis de la muñeca
En la rizartrosis, la interlínea aparece estrechada y defor- puede suceder a una artritis crónica inactiva o a una osteo-
mada. Se observa una osteofitosis marginal en el trapecio, necrosis del lunatum (semilunar) (enfermedad de
condensación subcondral y geodas periarticulares. La des- Kienböck), una vez que ha evolucionado hacia la fragmen-
trucción articular provoca la subluxación del primer meta- tación del hueso y la desviación axial adaptativa del carpo
carpiano hacia afuera y el ensanchamiento del primer espa- con la horizontalización del escafoides. También puede
cio intermetacarpiano. verse favorecida por determinadas anomalías constitucio-
nales, como la enfermedad de Madelung y el escafoides
bipartito. De forma excepcional esta artrosis es de origen
Artrosis trapecioescafoidea primario, microtraumático o profesional (utilización del
martillo neumático), y se desarrolla fundamentalmente en
el lado dominante [43, 56].
La mayoría de las veces coexiste con una rizartrosis, su oca-
sional presentación de forma aislada obliga a sospechar una La sintomatología clínica está representada por una limita-
condrocalcinosis asociada. De la misma manera que la ción dolorosa y por una inconstante tumefacción de la cara
rizartrosis, se observa sobre todo en mujeres mayores de 50 dorsal de la articulación. La rigidez afecta precozmente a
años. En un estudio radiológico sistemático, apareció en el las inclinaciones laterales en el plano frontal pero es la limi-
7 % de las mujeres y en el 2 % de los hombres pero habi- tación del movimiento de flexoextensión la que resulta más
tualmente permanece asintomática [28]. molesta, mientras que la pronosupinación queda preserva-
da excepto en caso de afección simultánea de la articula-
ción radioulnar distal. La presión sobre la interlínea pro-
Sintomatología clínica
duce dolor y la palpación puede provocar en ocasiones
Al estar asociada frecuentemente a una condrocalcinosis arti- algunos crujidos dolorosos. La artrosis de la muñeca puede
cular, la artrosis escafotrapezoidea puede integrarse en un ser la consecuencia evolutiva de una artropatía metabólica,
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en particular la condrocalcinosis articular, además de diver- puede observarse en relación con una patología profesional
sos factores profesionales. (martillo neumático) o una artropatía metabólica como la
condrocalcinosis articular. Su diagnóstico es fundamental-
Radiología mente clínico. Se manifiesta por dolor en la región proxi-
mal de la palma de la mano y, en ocasiones, por compresión
El análisis radiográfico comprueba las modificaciones habi- del nervio cubital (nervio ulnaris) en el canal de Guyon o
tuales de la artrosis de diverso grado. Sin embargo, ante toda por roturas tendinosas. El dolor, con frecuencia mal siste-
artrosis de la muñeca, la búsqueda de los finos ribetes cálci- matizado, del borde cubital de la muñeca aumenta con los
cos de la condrocalcinosis debe ser sistemática, valiéndose si movimientos de inclinación cubital o flexión palmar. La
es preciso de radiografías de las rodillas e incluso de la pelvis presión directa sobre el pisiforme y su oscilación desenca-
y de los hombros. Excepcionalmente, la enfermedad de denan una crepitación dolorosa. La maniobra diagnóstica
Wilson puede ser responsable de un cuadro clínico similar. más específica consiste en la reproducción del dolor tras la
inclinación cubital de la muñeca contra resistencia. De
manera inconstante, el dolor también puede ser provocado
durante la oposición entre el pulgar y el meñique.
Artrosis radioulnar distal
(radiocubital inferior) Radiología
Sintomatología clínica Las imágenes de la muñeca de frente y de perfil permiten
descartar una patología regional pero sólo con una inci-
Suele ser secundaria a un traumatismo (luxación radioul- dencia del canal carpiano y con radiografías a 30° de perfil
nar distal, fractura del extremo inferior de los dos huesos y a 40° de supinación, incluso eventualmente mediante el
del antebrazo). Se manifiesta por dolor en el borde cubital escáner, es factible comprobar la afección pisipiramidal [40].
de la muñeca durante los movimientos de pronosupina-
ción. La cabeza del cúbito suele estar luxada o subluxada en
sentido dorsal y su reducción resulta dolorosa e inestable
(signo de la «tecla de piano»). Artrosis carpometacarpiana
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Aparato locomotor ARTROSIS DE LA MANO Y DE LA MUÑECA 14-366
2 Nudosidades de Heberden.
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desviación axial. Pueden detectarse finas opacidades lineales
periarticulares [10] (fig. 6).
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Aparato locomotor ARTROSIS DE LA MANO Y DE LA MUÑECA 14-366
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la conservación de la movilidad y peor se acepta y tolera la
artrodesis.
La artrosis metacarpofalángica, poco común y fundamen-
talmente postraumática, exige una artroplastia protésica.
La artrosis interfalángica proximal de los cuatro últimos
dedos requiere una artroplastia protésica articular; la artro-
desis únicamente está justificada en el índice y, para algu-
nos autores, en el dedo medio, a fin de proporcionar al
paciente un dedo estable, capaz de soportar las dificultades
de la prensión pollicidigital. La artroplastia protésica más
conocida, y la única de la que posee suficiente perspectiva,
consiste en la interposición de un espaciador de compues-
tos elásticos derivados de la silicona; permite una movilidad
variable, nunca normal (más de 40° en el 60 % de los casos,
7 Artrodesis trapeciometacarpiana. menos de 40° en el 27,5 % de los casos y nula en el 7,5 %
de los casos).
La artrosis interfalángica distal en rectitud es competencia
de la artrodesis, con la cual se consigue indolencia y estabi-
lidad en una articulación ya rígida, por lo que su sacrificio
resulta poco perturbador; algunos autores (Iselin) defien-
den la resección artroplástica, cuyo período de inmoviliza-
ción postoperatoria es similar al de la artrodesis.
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Aparato locomotor ARTROSIS DE LA MANO Y DE LA MUÑECA 14-366
del cuello del cúbito). Todos estos procedimientos propor- Tratamiento quirúrgico de la artrosis pisipiramidal
cionan una pronosupinación completa. La estabilidad de la
Se propone la resección del pisiforme, con o sin desnerva-
muñeca parece ser mayor tras la operación de Sauvé-
ción, con preferencia a la artrodesis de ambos huesos [45].
Kapandji que con la de Darrach.
Bibliografía
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