El documento analiza el pasaje bíblico del camino a Emaús, resaltando que refleja los tres momentos de la misa: el acto penitencial, la liturgia de la palabra y la liturgia eucarística.
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El documento analiza el pasaje bíblico del camino a Emaús, resaltando que refleja los tres momentos de la misa: el acto penitencial, la liturgia de la palabra y la liturgia eucarística.
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EUCARISTIA DE EMAUS
Leer nuevamente el pasaje.
El camino de Jesús busca el cumplimiento del designio salvífico (instauración de reino) y el de los discípulos iban en dirección al fracaso. Jesús se da a la tarea de re direccionar su camino. El pasaje, es el reflejo de una eucaristía (misa) ¿Te gusta ir a misa? Sí ¿Por qué? No ¿Por qué? Entonces podemos decir que el pasaje resalta el reconocimiento de Jesús por parte de los que le aman. Conocimientos previos El amor o ¿El amor es útil? ¿Para qué sirve en tu vida? o JP II define al amor como la total entrega de sí mismo por el bien del otro y sus características son total, fiel, libre y fecundo. o Para Pablo el amor tiene dos pilares fundamentales, la paciencia y la bondad. o Si hemos decidido seguir el camino del amor, hemos tomado el camino más difícil a la felicidad. o Debemos entender el amor en su totalidad, los lentos resultados del amor hacen que las personas elijan otras opciones más fáciles y rápidas. ¿Qué es la misa? La misa es la ceremonia donde recordamos que Jesús ofreció a sus discípulos su cuerpo y su sangre entregados en sacrificio por el perdón de los pecados. La misa se divide en 3 momentos: Acto penitencial Liturgia de la palabra Liturgia eucarística Estas partes de la misa se ven reflejadas en el camino a Emaús. Acto penitencial “¿Qué sucedió?” Lc 24, 13-19 Durante el acto penitencial el padre nos invita a que con humildad reconozcamos nuestros pecados, recordando que pecado es todo lo que te aleja de ser feliz. En el pasaje observamos que los discípulos no están felices y Jesús pregunta ¿Qué sucedió? Jesús no se refiere a los acontecimientos de la pasión, sino a lo sucedido en su corazón. Lo que Jesús ve es desilusión, tristeza, enojo y él puede comprender eso porque él lo vivió, sólo alguien que ha pasado por esos sentimientos puede comprenderte y Jesús comprende lo que sienten (Testimonio). Sin embargo para este momento Cristo ha vencido al mundo (Jn 16,33) ha sido glorificado y ahora todos somos coherederos del reino celestial con él. Rom 8,18: Estoy seguro de que los sufrimientos del momento presente en nada se comparan con la gloria que se nos va revelar Liturgia de la palabra “Y comenzando por Moisés y todos los profetas, les explicó todo lo que en las escrituras se refería a él” Lc 24,26 En la misa, antes de alimentarnos con cuerpo y sangre, primero nos hemos de alimentar con su palabra. La primera lectura es tomada del AT, por estas palabras, Dios fue preparando a su pueblo para la venida de Cristo y también nos prepara a nosotros para escuchar a Jesús. La segunda es tomada del NT: de las epístolas, libro de los hebreos o apocalipsis. Es decir, son los escritos de los apóstoles. En la primera lectura Dios nos habló por sus profetas, en la segunda por sus apóstoles, ahora el evangelio nos habla por medio de Jesús. Is 9 Contar la historia de “La cruz y el bostezo” Muchas veces somos como los soldados, frente a nosotros tenemos a Jesús pero somos indiferentes a él. Solo necesitamos abrir nuestro corazón y nuestros ojos para ser iluminados por la luz de su palabra. Historia de valle. Dinámica: Escribir tu cita preferida. Liturgia eucarística “Tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a ellos” Lc 24, 30-34 “Les dio luz, les dio vida, les dio esperanza” La intención de Jesús en esta parte, es que recuerden que él ha entregado su cuerpo y sangre, es decir la totalidad de su ser, sus anhelos, sueños, esperanzas y todo lo ha entregado por el bienestar de la persona amada (tú) Se ocupan dos símbolos, el vino y el pan. ¿Por qué el pan? El pan es un alimento que está al alcance de todos, en la mesa de ricos y pobres, con esto Jesús refleja que su salvación es para todos. Por medio de la transubstanciación el pan y el vino se convierten en el cuerpo y sangre de Cristo. Por eso lo hemos de llamar el santísimo sacramento. Al consumirlo somos portadores de la presencia de Dios, para ser uno solo. o Jn 6,5 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Todo esto es en comunidad: La importancia de la comunidad (amigos) Mi deseo más grande es encontrar al amor de mi vida y tener una familia. El sacramento del matrimonio es único, pues vemos a una pareja uniéndose para ser uno. En la misa cuando escuchamos las palabras “Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes” y nosotros al comulgar decimos “amén” ese amén es un acepto. En la misa estamos llamados a volvernos uno con Cristo y dar frutos al mundo: los frutos del espíritu y esos frutos serán visibles. Cuando el resucitado hace la fracción del pan, los hombres se dan cuenta que es Jesús y exclaman “¿Acaso no ardían nuestros corazones cuando lo escuchábamos?” Los discípulos vuelven a Jerusalén: o Anuncian que Jesús ha resucitado y nosotros podemos anunciar por medio de nuestra vida (frutos) para la construcción de reino. o Regresan a donde comenzó todo, el primer amor. Hay un pasaje en Apocalipsis donde se denuncia el olvido del primer amor. Hay que reconocer al resucitado en la vida discernida, en las sagradas escrituras, en los sacramentos pero particularmente en la eucaristía y en la comunidad. ORACIÓN Hemos conocido como el pasaje de Emaús es un sinónimo de lo que vivimos en la eucaristía. Pero también será el reflejo de nuestra vida cristiana. 1. Recuerda el día de tu jornada y los días posteriores, las alegrías que has tenido, no solo en la comunidad sino en tu vida diaria. Pero también tus fracasos, tus pecados y entonces él te pregunta ¿Qué ha pasado? ….. 2. La palabra de Dios, Luz para nosotros. a. Compartir la cita que Dios. 3. Debemos comprender que Jesús ha caminado siempre con nosotros y entonces volveremos al principio de todo, al primer amor, Sal 27,4. a. Oración para seguir con él todos los días de nuestra vida. 4. ¿A quién debes anunciar a Jesús resucitado? Mt 28,20