Nuestra Identidad en Cristo

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Nuestra Identidad En Cristo

1ª. Corintios 11:1

Muchas veces se cree que la identidad para una persona es marcada


al nacer, dándole un nombre. En la Biblia vemos que los padres
querían imprimir una identidad en sus hijos al ponerle un nombre
particular, con el deseo que al crecer se hiciera honor a su nombre.
Pero note usted que es eso solamente honor al nombre.

En la Biblia, también encontramos el caso de Eunice, la madre de


Timoteo, de quien esperaba que realmente su nombre más allá de ser
un simple honor, marcara un propósito que debía ser cumplido, siendo
este: “aquel que honra a Dios” o aquel de quien el ángel revelo a José
que María daría a luz un hijo y llamaría su nombre Jesús: “Porque el
Salvaría al mundo de sus pecados”

Note usted que la identidad no está ligada únicamente a un simple


nombre que se le da a una persona, sino al propósito para el cual Dios
lo ha creado, con lo que Dios espera de uno, con lo que Dios desea
que hagamos, con lo que Dios quiere que manifestemos.

En este; caso nuestra identidad no es solamente con el conocerse así


mismo, preguntándonos ¿Quién soy? Sino con las características que
debemos mostrar con relación a alguien que seguimos.

La palabra identidad viene del latín ídem, que significa: “ser idéntico o
“ser lo mismo” contrario a similitud o diversidad.

Note usted la expresión en: 1ª. Corintios 11:1 (leamos), hablando el


apóstol Pablo, que dice: “Sed imitadores de mí, como yo de Cristo”. Es
una expresión que demanda ser como Cristo. Por tal razón, todos los
que hemos obedecido el evangelio de Cristo y hemos decidido
seguirle nos identificamos como cristianos según Hechos 11:26,
(leamos) porque seguimos a Cristo y estamos llamados a ser como
Cristo.

Imitar tiene que ver, con “actuar, comportarse o hacer algo a


semejanza de otra persona. Así mismo, reproducir de forma exacta o
muy semejante determinada cosa o característica.”
Podemos ver entonces que nuestra identidad como cristianos, se
caracteriza por reproducir la vida de Cristo en nosotros. Que la gente
vea a Cristo en nosotros, que nuestros hechos den a conocer que
realmente somos seguidores de Cristo y que queremos andar como el
anduvo. No podemos caer en una contrariedad, al decir que somos
cristianos y estamos viviendo conforme a nuestros propios deseos,
note usted que a un grupo de creyentes, cristianos en Creta, Tito les
reprocho una vida aleja de la voluntad de Dios, diciendo: “Profesan
conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuando a toda buena obra. Tito 1:16

Con relación a nuestra identidad en Cristo, Dios nos llama a ser un


testimonio fiel de la vida de Cristo en el mundo. Pablo dijo: Vosotros
sois cartas leídas y conocidas por los hombres, siendo manifiesto que
sois cartas de Cristo; 2ª. Corintios 3:2,3; y por nuestros frutos
conocerán si somos de hijos de Dios. Mateo 7:20

Procuremos ser más como Cristo; dando a conocer que hemos sido
crucificados con él y hemos crucificados nuestras pasiones y deseos,
ajustándonos a la voluntad de él; y que su nombre de Dios sea
glorificado. Gálatas 2:20 dice: “Con Cristo estoy juntamente
crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cristo en Mí…”

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