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GUÍA DE PREVENCIÓN: RIESGOS

DOMÉSTICOS ENTRE PERSONAS


MAYORES. PROFESIONALES
Edición especial para el proyecto “CON MAYOR CUIDADO” de FUNDACIÓN
MAPFRE. Mayo 2008.

Dirección Científica
Dra. María Sainz Martín
Presidenta FUNDADEPS
Hospital Clínico San Carlos. Madrid

Coordinación
D. Antonio Merino (FUNDADEPS)
D. Julio González-Cobos (FUNDADEPS)
D. Hernán Díaz (FUNDADEPS)
FUNDACIÓN MAPFRE
MAPFRE Quavitae

Dirección Técnica
Dr. José Manuel Ribera Casado
Dra. Montserrat Lázaro del Nogal
Dña. Mª José Orduña Bañón
Dr. Alfonso González Ramírez
Servicio de Geriatría
Hospital San Carlos. Madrid

ISBN: 978-84-9844-092-8
© FUNDACIÓN MAPFRE, 2008
Depósito legal: M-27805-2008
Editorial FUNDACIÓN MAPFRE
Impreso en España
PRÓLOGO

En España viven solas más del 20% de las personas que han superado los
65 años. A ello hay que añadir que, al menos una tercera parte de este
colectivo, presenta alguna limitación para llevar a cabo una o más
actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Hablamos de unas cifras que,
evidentemente, convierten estas circunstancias, en términos de riesgo,
especialmente relevantes a la hora de caracterizar a nuestra población de
más edad.

Así es en la práctica. Todos los estudios muestran cómo la soledad y la


incapacidad para llevar a cabo las ABVD constituyen factores de riesgo
significativos a la hora de pensar en la posibilidad de que nuestros ancianos
puedan convertirse en protagonistas de cualquier forma de accidente
doméstico. Pensar en un accidente doméstico es hacerlo en términos de
daño para la salud física, pero también para la salud mental y para la
calidad de la vida futura de quien lo sufre, en la medida en la que muchos
de estos episodios se van a constituir en una limitación psicológica
importante a la hora de continuar en el futuro llevando a cabo una vida
normal.

De hecho, este texto aparece en un momento muy oportuno, justo cuando


se inicia la puesta en marcha de la llamada Ley de la Autonomía Personal
para la Prevención de la Dependencia, aprobada por las Cortes Generales
hace ahora un año. En la introducción a esta Ley se apuntan ya los datos
que acabo de exponer, como uno de los criterios que justifican su razón de
ser. Tanto en el espíritu como en la letra de la Ley subyacen los temas que
dan origen a esta Guía, así como la necesidad de enfrentarse y la voluntad
de hacerlo a cualquiera de las limitaciones generadas por este tipo de
accidentes.

Quiero comentar en relación con la llamada Ley de Dependencia que


algunos hemos echado en falta dentro de su contenido referencias
concretas a la manera de prevenirla. Está claro que, como norma, las
personas no nacemos dependientes, sino que la dependencia surge a lo
largo de la vida como consecuencia de enfermedades y circunstancias
varias relacionadas con los problemas de salud, por la que la mejor manera
de luchar contra la misma es arbitrar medidas para su prevención, algo que
el articulado de la Ley apenas contempla muy de pasada.

La Guía que tiene usted entre sus manos puede ser interpretada desde esta
perspectiva. Los accidentes domésticos constituyen la tercera causa de
visita a los servicios de urgencia hospitalarios por parte de la población de
más edad. Son un problema médico de primera magnitud. De hecho,
constituyen una causa importante de mortalidad. Además, y sobre todo,
generan morbilidad de muy diversos tipos, incluyendo entre ella el salto a la
dependencia para muchas personas de este colectivo que hasta el
momento de sufrir el accidente eran perfectamente capaces para
manejarse de una manera autónoma.

Pero es que a día de hoy sabemos que el propio domicilio constituye para
el anciano el espacio físico donde con mayor frecuencia tienen lugar
accidentes. Conocemos bastante bien la prevalencia con la que pueden
aparecer estos accidentes, así como sus secuelas potenciales más
importantes. Sabemos cuáles son y disponemos, igualmente, de una buena
información acerca de lo que podríamos llamar sus principales “factores de
riesgo”. Siendo todo esto así resultaría inexcusable que no intentáramos
tomar las medidas adecuadas para enfrentarnos a esos factores de riesgo
y prevenir, por consiguiente, al menos hasta donde nos sea posible, la
eventual aparición de un incidente de ese tipo.

Ése es el objetivo de esta Guía. Informar, orientar, sugerir y prevenir. Y


hacerlo desde el conocimiento. Desde el conocimiento de la literatura
médica al respecto. A partir de eso que hoy se llama evidencia científica. De
la literatura actual en relación con la epidemiología: cuáles son los
problemas más frecuentes y cuáles los factores de riesgo sobre los que
cabe establecer algún tipo de medida preventiva. También desde la clínica,
con información procedente de la propia literatura médica, pero también, y
sobre todo, con la que proporciona la experiencia acumulada a lo largo de
los años por parte de los autores de estos textos.

El índice pone un énfasis especial en el tema de las caídas. No en vano se


trata de una cuestión -de un problema- totalmente desatendido hasta fechas
muy recientes. Algo a lo que, hasta hace muy poco, apenas se le ha dado
importancia, pero que, a día de hoy, se ha convertido en un capítulo clave
dentro de la patología geriátrica. Un capítulo bien conocido, y sobre el que
existe una bibliografía muy abundante. Un tema acerca del cual, en estos
momentos, disponemos de una prolija información centrada quizás de
manera mayoritaria, en las cuestiones relacionadas con los factores de
riesgo y con las medidas de carácter preventivo que pueden y deben
adoptarse en cada caso.

Los autores de las recomendaciones que aquí se sugieren están


especialmente capacitados para hacerlas. Son pioneros del tema en
España. Pusieron en marcha y vienen trabajando desde hace muchos años
en la que, tal vez, sea la primera “Unidad de Caídas” establecida de forma
regular en un hospital español, dirigida a la población anciana. Disponen, a
través de su trabajo, y desde la doble perspectiva profesional médica y en
el campo de la terapia ocupacional, de la experiencia creciente y
contrastada que proporciona la circunstancia de poder atender en el día a
día a un número muy elevado de pacientes mayores que se caen.

Junto a las caídas se abordan otras cuestiones que representan,


igualmente, problemas cotidianos para la población de más edad. Destaca
entre ellas el capítulo de las intoxicaciones, sobre todo, aunque no
únicamente, de aquellas que tienen que ver con un mal uso de los
medicamentos. También se comenta el tema de las quemaduras, así como
otros riesgos de accidentes potenciales en el domicilio que, tal vez sean
menos frecuentes, pero cuyo conocimiento no por ello deja de tener interés.

Finalmente esta monografía incorpora unas cuantas referencias


bibliográficas de carácter general dirigidas a aquellos lectores que puedan
tener el deseo de profundizar más en algún tema concreto. También una
relación de direcciones y teléfonos a las que acudir en busca de ayuda si
llegara el caso.
Todo lo anterior hace que nos encontremos ante un producto que puede ser
muy útil para el colectivo al que va a dirigirlo, personas mayores, familiares
y cuidadores. Estoy seguro de que va a serlo, tanto en lo que respecta a
interiorizar las principales líneas de carácter general de su contenido, como
a la hora de tenerlo a mano, de poder disponer de él para recurrir al mismo
sobre la marcha cuando pueda hacer falta ante una situación apurada.

Desde aquí y para terminar no me queda más que agradecer la iniciativa,


felicitando a cuantas personas e instituciones puedan haber estado
implicadas en el desarrollo de este proyecto. Felicitar del mismo modo y
muy especialmente a los autores del mismo, así como a FUNDACIÓN
MAPFRE, tanto por el esfuerzo que han llevado a cabo como por el
producto resultante que nos ofrecen. Si a través de la lectura de las páginas
siguientes se consigue reducir el número de personas potencialmente
destinadas a engrosar el dramático capítulo de la dependencia, puedo
afirmar de la mano de los autores que todos los esfuerzos llevados a cabo
estarán más que justificados.

Prof. Dr. José Manuel Ribera Casado


Catedrático de Geriatría
Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.
Índice
1 Introducción | 12
1.1. Importancia de los accidentes domésticos en personamas mayores | 12
1.2. Objetivos generales y específicos de esta Guía | 14

2 Los accidentes domésticos | 15


2.1. LAS CAÍDAS. CAUSAS | 15
2.1.1. Factores de riesgo relacionados con el envejecimiento
fisiológico y patológico | 16
2.1.2. Factores de riesgo relacionados con el entorno | 18
2.2. EVITAR LA PRIMERA CAÍDA: PREVENCIÓN PRIMARIA | 20
2.2.1. Identificación precoz de factores de riesgo intrínsecos.
Revisión de los órganos de los sentidos y medicación | 20
2.2.2. Corrección de factores de riesgo extrínsecos | 21
2.2.3. Programas de ejercicio y hábitos de vida saludables | 23
2.2.4. Realización de actividades de la vida diaria sin riesgo de caída | 30
2.3. CAÍDAS DE REPETICIÓN: PREVENCIÓN SECUNDARIA | 36
2.3.1. Evaluación de la persona mayor con caídas de repetición | 36
2.3.2. Corrección de los factores de riesgos intrínsecos | 40
2.4. CONSECUENCIAS DE LAS CAÍDAS: PREVENCIÓN TERCIARIA | 44
2.4.1. ¿Cómo levantarse tras una caída? | 44
2.4.2. ¿Cómo pedir ayuda? | 45
2.4.3. Consecuencias de las caídas. ¿Qué hacer si se sufre una caída? | 45

10
3 Intoxicaciones | 50
3.1. INTOXICAXIONES POR MEDICAMENTOS | 50
3.2. INTOXICAXIONES POR ALIMENTOS | 52
3.2.1. ¿Cuáles son las causas de la intoxicación por alimentos? | 52
3.2.2. Tratamiento de la intoxicación por alimentos | 56
3.2.3. ¿Cómo se pueden evitar las intoxicaciones por alimentos? | 56
3.3. INTOXICAXIONES POR GAS | 57
3.4. OTRAS INTOXICACIONES | 58

4 Quemaduras | 61
4.1. Tipos de quemaduras | 63
4.2. Medidas de prevención | 63

5 Otros accidentes domésticos | 66


5.1. Incendios y explosiones | 66
5.2. Electrocución | 68
5.3. Asfixia respiratoria | 71

6 Bibliografía | 74

7 Servicios de interés | 76

8 Tablas y figuras | 79

11
1 Introducción
1.1. IMPORTANCIA DE LOS ACCIDENTES DOMÉSTICOS EN
PERSONAS MAYORES

Los accidentes domésticos son muy comunes entre las personas mayores.
El hogar es uno de los entornos donde se produce un mayor número de
accidentes. Los más frecuentes son las caídas, las intoxicaciones, las
quemaduras, los incendios, las explosiones y las electrocuciones. Muchos
de ellos se pueden prevenir y ese es uno de los objetivos de esta Guía.
Por eso es clave reaccionar y conocer cómo actuar sobre determinadas
situaciones de peligro.

Las caídas son los accidentes más frecuentes en las personas mayores.
Constituyen la causa principal de muerte accidental en mayores de 65 años
y originan una elevada morbilidad. Según el Estudio de Investigación sobre
Seguridad en el Domicilio en personas Mayores (FUNDACIÓN MAPFRE.
Madrid. 2008) la prevalencia de caídas en los últimos doce meses (sobre el
año 2007) en población mayor de 65 años es de un 14,7%. Pero es de
destacar que son un fenómeno evitable, y por lo tanto se pueden prevenir.

Los accidentes que tienen como consecuencia una caída tienen sus propios
factores de riesgo perfectamente identificados. La contribución relativa de
cada factor de riesgo difiere según la situación médica individual
subyacente, la situación funcional y las características del entorno. Tras una
caída se debe evaluar urgentemente si existe daño físico y/o problemas
médicos agudos, y se debe proporcionar el tratamiento que sea adecuado.
Una vez realizada esta valoración inicial, los objetivos primordiales de la
evaluación de la persona mayor son descubrir los factores causantes e
identificar a las personas que tienen un riesgo de presentar nuevas caídas
y lesiones severas tras estos episodios recurrentes.

12
Una simple caída puede cambiar la vida de la persona mayor. La
propensión de las personas mayores a este tipo de lesiones se debe a la
elevada prevalencia de enfermedades clínicas y a cambios fisiológicos
relacionados con la edad, que hacen que una caída relativamente leve sea
especialmente peligrosa.

Además de consecuencias físicas (fracturas, esguinces, contusiones,


heridas, traumatismos craneoencefálicos, etc.), las caídas y otros tipos de
accidentes (quemaduras, intoxicaciones, etc.) acarrean consecuencias
psicológicas importantes, como miedos, síndrome de ansiedad, por esta
razón también merecen alusión en la Guía, ya que complementan la
prevención de accidentes entre las personas mayores. Este síndrome
posterior a la caída origina pérdida de autonomía, deterioro funcional,
depresión e importante aislamiento social. La prevención de las caídas es
un objetivo prioritario. En una proporción importante de estos accidentes
participan varios factores de riesgo, muchos de los cuales probablemente
se pueden modificar o eliminar con intervenciones específicas preventivas.
En esta Guía se expondrán las estrategias para prevenir las caídas y otros
accidentes domésticos, y destacaremos la importancia de prevenirlos
corrigiendo los principales factores de riesgo.

Por este motivo, es tan importante que entre todos contribuyamos con
nuestros conocimientos y nuestro quehacer diario a dar a conocer los
principales riesgos existentes y, desde la prevención, permitir vivir el
envejecimiento como una etapa más en la trayectoria vital. Con las
limitaciones que nos condicionan, pero también con la autonomía que nos
da el saber y el conocer mejor dichas limitaciones para lograr un
envejecimiento saludable.

13
1.2. OBJETIVOS DE ESTA GUÍA

Objetivos generales:
l Conocer los tipos de accidentes en los hogares de las personas
mayores.

l Destacar la importancia de los accidentes domésticos en las personas


mayores por su incidencia y elevada morbi-mortalidad.

l Analizar factores de riesgo y sus consecuencias para plantear medidas


de prevención.

l Prevenir los accidentes en el hogar en este grupo de población.

l Proporcionar información sobre cómo reaccionar en diversas


situaciones de urgencia.

Objetivos específicos:
l Reducir el número de accidentes en el domicilio.

l Fomentar hábitos saludables.

l Detectar los distintos factores de riesgo.

l Aconsejar normas de utilización de medicamentos.

l Prevenir intoxicaciones por alimentos, medicamentos y gas.

l Prevenir y tratar las quemaduras en el domicilio.

l Prevenir incendios.

l Fomentar la seguridad en el hogar.

l Ofrecer recursos y servicios de interés.

14
2 Los accidentes domésticos
2.1. LAS CAÍDAS. CAUSAS

Las causas de las caídas son muy numerosas. Sus factores de riesgo se
pueden clasificar en dos grandes grupos:

l Factores intrínsecos o los relacionados con la persona mayor

Durante el proceso de envejecimiento se produce una reducción de las


capacidades auditiva, visual y locomotora que pueden contribuir a que
se produzca una caída, al igual que enfermedades crónicas o agudas.
Además hay que destacar que el consumo de ciertos fármacos como
los psicofármacos o los fármacos antihipertensivos, al igual que el uso
de polifármacos, contribuyen de manera importante en el riesgo de que
se produzca una caída

l Factores extrínsecos o relacionados con el entorno

A la hora de realizar actividades de la vida diaria es probable que se


produzca una caída en el momento de levantarse, sentarse, caminar,
asearse, etc. sobre todo si los suelos son deslizantes, la iluminación de
la vivienda es escasa o presentan obstáculos en las zonas de paso, los
peldaños de las escaleras son excesivamente altos o son irregulares, o
el pavimento de las calles está mal conservado.
Figura 1. Causas generales de las caídas

15
2.1.1. Factores de riesgo relacionados con el envejecimiento
fisiológico y patológico

El hecho mismo de envejecer hace que las respuestas de adaptación a los


cambios que ocurren en el medio sean distintas a lo que habitualmente eran
con anterioridad, los reflejos son algo más lentos y la fuerza muscular
disminuye. La forma de caminar puede variar según avanzan los años; la
vista y el oído pueden necesitar “ayuda extra” para avisarnos de posibles
peligros.

Como hemos señalado, para poder prevenir, se ha de conocer qué


patologías pueden causar estas lesiones. Las tabla 1 y 2 recogen, por un
lado, los factores fisiológicos y, por otro, las enfermedades que favorecen
las caídas.

Tabla 1: Factores fisiológicos del envejecimiento que favorecen las caídas

Pérdida del poder de ACOMODACIÓN y disminución de


la AGUDEZA VISUAL.

Alteraciones en la CONDUCCIÓN NERVIOSA


AFECTAN A NUESTRA VESTIBULAR.
“PERCEPCIÓN” DEL
MUNDO QUE NOS
RODEA ANGIOESCLEROSIS del OÍDO INTERNO.

Disminución de la SENSIBILIDAD PROPIOCEPTIVA.

Enlentecimiento general de los REFLEJOS.

AFECTAN A NUESTRAS
ATROFIA MUSCULAR y de PARTES BLANDAS.
“RESPUESTAS” FRENTE
A LOS CAMBIOS
EXTERNOS
Degeneración de las ARTICULACIONES.

16
Determinadas enfermedades pueden influir negativamente en el control
postural y predisponer a caídas. En la persona mayor se asocian
frecuentemente problemas de salud y el consumo de medicamentos si es
elevado. Todo ello provoca un mayor riesgo de caídas.

Tabla 2: Enfermedades que favorecen las caídas

PATOLOGÍA CARDIOVASCULAR

Síncope. Trastornos del ritmo Lesiones valvulares

Enfermedad vascular periférica Hipotensión ortostática

Cardiopatía isquémica Insuficiencia cardiaca

PATOLOGÍA NEUROLÓGICA/PSIQUIÁTRICA

Extrapiramidalismos
Síndromes de disfunción del equilibrio
Enfermedad de Parkinson

Accidente cerebrovascular (ACV/AIT) Crisis epilépticas

Hidrocefalia normotensiva Masa intracraneal

Depresión y Ansiedad Deterioro cognitivo

PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR

Patología inflamatoria Artrosis

Osteoporosis Patología del pie

PATOLOGÍA SENSORIAL MÚLTIPLE

Engloba toda patología ocular, del sistema propioceptivo y del equilibrio

PATOLOGÍA SISTÉMICA

Infecciones, trastornos endocrinometabólicos y hematológicos

17
La identificación de patologías que favorecen las caídas
y el tratamiento adecuado de las mismas
previene el riesgo de nuevas caídas.

2.1.2. Factores de riesgo relacionados con el entorno

La mayoría de los accidentes que tienen como consecuencia una caída se


produce por una mala adecuación del entorno. Es importante conocer los
factores de riesgos asociados para poder prevenirlos.

Tabla 3: Factores ambientales

ENTORNO FACTORES DE RIESGO


Suelos resbaladizos, muy encerados.

SUELOS Suelos irregulares.

Baldosas mal fijadas.

Escasas dimensiones.
PUERTAS
Pomos difíciles de asir.

ILUMINACIÓN Iluminación deficiente.

Ausencia de asideros laterales y pasamanos.

Presencia de alfombras.
PASILLOS
Exceso de muebles que entorpecen la movilidad.

Interruptores muy altos.

Ausencia de asideros en lavabo, bañera e inodoro.

BAÑO Ausencia de antideslizantes en la bañera.

Elementos de aseo a una altura excesiva.

18
Muebles de difícil acceso, muy altos o muy bajos.

COCINA Enseres pesados, difíciles de transportar.

Restos de comida y líquidos.

Presencia de alfombras a pie de cama.

Camas muy altas o muy bajas.


DORMITORIO
Ropa de cama de textura pesada.

Mesillas inestables.

Mobiliario excesivo.

Cortinas demasiado largas.


SALA DE ESTAR
Presencia de cables y objetos en el suelo.

Mesas de superficie de cristal.

Escaleras: Ausencia de rampa y barandillas.

PORTAL Presencia de felpudos y alfombras.

Iluminación deficiente.

Pavimento en mal estado

Obras
CALLE
Aceras estrechas, con desniveles y obstaculos.

Corta duración de semáforos

MEDIOS DE TRANSPORTE Movimientos bruscos o inesperados del vehículo.

19
2.2. EVITAR LA PRIMERA CAÍDA: PREVENCIÓN PRIMARIA

2.2.1. Identificación precoz de factores de riesgo intrínsecos.


Revisión de órganos de los sentidos y de la medicación

Es importante recordar a la persona mayor la necesidad de consultar


regularmente con su médico de cabecera o especialista, en especial
cuando se trata de mantener una visión que no le limite su vida diaria, ya
que la visión deficiente puede aumentar el riesgo de caídas.

Asimismo, determinados fármacos pueden predisponer a caídas, por lo que


es aconsejable informar a la persona mayor de éste riesgo y la importancia
de mantenerse alerta. Entre los medicamentos de uso más habitual están
los antihipertensivos, los sedantes, los antidepresivos, los analgésicos, los
diuréticos, etc. Esto no quiere decir que sean medicamentos innecesarios,
pero sí que deben de estar siempre prescritos por el médico y en las dosis
que éste aconseje. El consumo irresponsable de los medicamentos puede
conducir a una situación de riesgo.

Tabla 4: Grupos de fármacos y otras sustancias que


más frecuentemente pueden predisponer a las caídas.

Calcio antagonistas, ß-bloqueantes, IECAs, ARA-II,


diuréticos.
ANTIHIPERTENSIVOS

Neurolépticos, antidepresivos y BZD.


FÁRMACOS DEL SISTEMA
NERVIOSO CENTRAL

Anfotericina B, Aminoglucósidos, Tetraciclinas,


Macrólidos, Glucopéptidos.
ANTIBIÓTICOS

TÓXICOS CEREBELOSOS Alcohol, fenitoína.

AAS, antiinflamatorios, mórficos. Setas, plantas,


metales pesados.
OTRAS SUSTANCIAS

20
2.2.2. Corrección de factores de riesgos extrínsecos

Una vez detectados los factores de riesgo, vamos a señalar qué


modificaciones ambientales se recomiendan en el domicilio para prevenir
caídas y accidentes.

Tabla 5: Corrección de factores de riesgo extrínsecos

FACTORES DE RIESGO MEDIDAS A TENER EN CUENTA


Se precisa una zona de 90 cm. delante de la puerta si
esta se abre hacia dentro, y de 150 cm. si se abre hacia
fuera.

Se recomienda rampa para evitar las escaleras. Debe


tener un mínimo de 75 cm. de anchura y la relación entre
longitud/altura no debe exceder el 8%. La superficie debe
ser antideslizante.

Si tiene escaleras, la pendiente recomendable está


comprendida entre ángulos de 25 a 30ª. Es importante la
PORTAL Y ESCALERAS
presencia de barandilla a ambos lados.

En cada escalón, al final, se deberán colocar tiras


antideslizantes que contrasten en color con el escalón.

El tamaño del escalón deberá ser de 15 cm. de altura y


30 cm. de anchura. La pendiente será de no más de 10
escalones y con rellanos intermedios.

Procurar superficies antideslizantes, principalmente en


cocina y cuartos de baño.

Evitar suelos encerados y mojados.

Evitar irregularidades y desniveles.

SUELOS Color uniforme.

Evitar cables.

Retirar alfombras y felpudos o fijarlos al suelo.

Utilizar productos antideslizantes para limpiar y dar brillo.

21
Las dimensiones deberán ser, al menos, de 80 cm., para
facilitar la entrada y salida de sillas de ruedas, andadores
y otras ayudas técnicas. Los pomos se recomienda que
sean de madera, palanca o tirador.
PUERTAS
Si son correderas, una de las puertas deberá tener una
amplitud de 80 cm. como mínimo, con las guías
empotradas en el suelo para evitar el escalón.

La luz debe ser amplia e indirecta en todas las áreas,


principalmente en el dormitorio y el cuarto de baño.

Las pantallas deben ser translúcidas y las bombillas


opacas.

ILUMINACIÓN
Pueden utilizarse fluorescentes.

Se debe mantener una luz piloto encendida durante la


noche colocada en diferentes puertas, que permita la
visión y los desplazamientos de riesgo.

Correderas para evitar el accidente cuando se abran


hacia dentro.

En las abatibles, pomos de palanca mediante manivela


VENTANAS
accesible, situados en la parte baja a 1.20 cm. de altura
desde el suelo como máximo.

Los interruptores en todas las dependencias y dormitorios


deben estar a una altura que facilite su alcance
fácilmente.

Deben tener un color que contraste con el de la pared


INSTALACIONES
para facilitar su visión. Se pueden colocar adhesivos
luminosos para ser vistos en la oscuridad.

Las sillas y sillones deben tener apoyabrazos y respaldo.

El asiento no debe ser depresible y la altura


SALA DE ESTAR recomendada desde el suelo es de 45 cm.

Eliminar muebles que puedan producir caídas o bien que


puedan dañar al andar.

22
La cama debe facilitar la entrada y salida, y su altura debe
adecuarse a las necesidades personales. Se recomienda
entre 45 a 50 cm.

El colchón será no depresible y la ropa de la cama ligera,


que facilite los movimientos.

La distribución de los muebles debe permitir la movilidad


DORMITORIO
con andador, bastón y/o muleta.

En el armario la ropa debe estar accesible.

La mesilla de noche debe ser firme, y tener una altura que


evite las inclinaciones para su acceso.

Se recomienda sustituir la bañera por plato de ducha o por


un sumidero.

Colocar alfombrilla antideslizante dentro y fuera de la


bañera o plato de ducha.
BAÑO

Colocar barras de apoyo para entrar/salir de la bañera, a


los lados del lavabo y w.c.

Evitar felpudos que obstaculicen el paso y favorezcan los


tropiezos.

COCINA Colocar detector de humos y escapes de gas.

La distribución de los mueble en forma de L permite tener


siempre un punto de apoyo durante los desplazamientos.

2.2.3. Programa de ejercicio y hábitos de vida saludables

El ejercicio físico

El ejercicio físico es un objetivo prioritario para la prevención de


enfermedades y accidentes. Es recomendable que al menos tres días a la
semana se ejerciten las articulaciones y los músculos durante treinta

23
minutos, a través de una actividad que se adapte a las características
propias, necesidades y capacidades de la persona mayor.

La actividad física es importante para estimular el metabolismo mineral de


nuestros huesos. La inmovilización conduce a una pérdida excesiva del
contenido mineral del hueso, y al agravamiento de patologías tan
prevalentes como la osteoporosis.

El ejercicio suave y mantenido en condiciones aeróbicas, que es todo aquel


que requiere de una respiración acompasada (andar, correr, nadar, montar
en bicicleta...), repercute de manera beneficiosa en nuestro sistema
cardiopulmonar. Recuerde que “quien mueve las piernas, mueve el
corazón”. La actividad física también resulta beneficiosa para problemas tan
comunes como el colesterol y la diabetes.

Ejercicios de coordinación (como el Tai-Chi) y aquellos que implican una


atención activa y dirigida sobre nuestra postura (como el Yoga) son de gran
utilidad para personas con trastornos de equilibrio y caídas.

Tabla 6: Características generales que debe tener un


programa de ejercicios para el mayor

Han de ser AERÓBICOS (ejercicios que requieren respiración acompasada).

Deben diseñarse para no alcanzar el LÍMITE de nuestras CAPACIDADES (han de ser


moderados).

Deben participar el MAYOR NÚMERO de GRUPOS MUSCULARES posible (tener


rendimiento).

Deben ser practicados de manera REGULAR y CONSTANTE.

Deben ser SENCILLOS de realizar, además de PLACENTEROS.

Es recomendable que las tablas de ejercicios estén supervisadas por personal


cualificado (médicos rehabilitadores, fisioterapeutas).

24
Tabla 7: Recomendaciones antes de iniciar el ejercicio físico

Antes de comenzar por primera vez, es conveniente que la persona mayor consulte al
médico.

Controlar regularmente el pulso durante el ejercicio. Si el pulso es rápido, descansar.

Evitar los esfuerzos muy intensos.

Se recomienda un esfuerzo moderado y continuado.

Evitar esfuerzos que impliquen posturas estáticas y rígidas.

Se debe parar ante algún síntoma como mareo, dolor, vértigo, respiración jadeante o
dolor de cabeza.

Los esfuerzos deben ser de baja intensidad y de duración relativamente larga.

Se recomienda asimismo realizar actividades deportivas en grupo, ya que con ello


favorecemos la motivación, el estado de ánimo y fomentamos la sociabilidad.

Tabla 8: Actividades deportivas recomendadas

Es una de las actividades más utilizadas. Los ejercicios deben


movilizar todas las articulaciones y músculos buscando la
EJERCICIOS
GIMNÁSTICOS flexibilidad articular y la resistencia muscular.

Mejora el equilibrio, aumenta la velocidad de desplazamiento y


disminuye la fatiga. Es un buen ejercicio cardiorrespiratorio.
CAMINAR

Es un buen ejercicio para mejorar y mantener la capacidad


cardiorrespiratoria. Ayuda también al sistema neuromuscular.
Favorece la descarga articular, por lo que está especialmente
indicado en los problemas artrósicos. Mejora la amplitud de los
NADAR
movimientos y relaja los músculos.

Aporta beneficios circulatorios y mantiene el tono de la


columna, los brazos y las piernas. Si no se puede desarrollar
el ciclismo, se puede sustituir por la bicicleta estática.
BICICLETA

TAI-CHI Produce efectos beneficiosos en el equilibrio y la marcha.

25
A continuación se acompaña una tabla de ejercicios con el fin de actuar
desde la prevención, para lograr un mayor y mejor mantenimiento físico de
la persona mayor, así como recuperar su agilidad y evitar la dependencia.

Tabla 9: Programa de ejercicios

Colocaremos un balón en el suelo y pondremos un pie


EJERCITACIÓN encima. Rodaremos el balón hacia delante y hacia atrás, a un
lado y a otro, y por último, en diagonal. Realizaremos ciclos
de cinco repeticiones para cada uno de los movimientos.
ARTICULAR

En la misma posición, sentados, nos inclinaremos hacia


EJERCICIOS DE delante, intentando tocar con la nariz cada rodilla, flexionando
la cabeza y subiendo la rodilla, volviendo después a la
posición de sentado.
CADERA

EJERCICIOS DE Apoyando las manos en un mueble estable, colocaremos los


POTENCIACIÓN pies juntos y flexionaremos los brazos sin mover los pies.

Vamos a levantar al mismo tiempo un brazo y el pie contrario.


Estando sentados, nos pondremos de pie y daremos un giro
EJERCICIOS DE a la derecha. Nos volveremos a sentar y repetiremos el
ejercicio girando a la izquierda.
Es importante que nos levantemos bien, apoyando nuestras
COORDINACIÓN
manos en las rodillas.

De pie, situaremos nuestras piernas y pies separados y


FLEXIBILIDAD DE desplazaremos nuestra cadera hacia un lado y hacia otro.
Después describiremos círculos con la cadera sin mover los
pies, haciendo rotaciones en uno y otro sentido.
CADERA

En una esquina, con los pies juntos, apoyaremos la espalda


en la pared. Levantaremos una pierna con la rodilla
EQUILIBRIO Y
TONIFICACIÓN flexionada, y después la otra.

REEDUCACIÓN DE LA Vamos a andar en una línea a grandes pasos. Cuando lo


repitamos un par de veces, haremos lo mismo mirando a
izquierda y derecha mientras caminamos.
MARCHA, EQUILIBRIO
Y COORDINACIÓN

26
La importancia de la alimentación

La nutrición de las personas mayores está condicionada por una serie de


factores, como la relación entre la dieta y diversas patologías crónicas, el
mal estado de la dentadura, los malos hábitos y el deterioro sensorial, que
influyen directamente sobre su salud. Por eso es tan importante detectar los
cambios en su composición corporal, ya que a medida que avanza la edad
disminuye la masa muscular y aumenta el porcentaje de tejido graso. Estos
cambios podrían tener repercusiones metabólicas y desempeñar un papel
importante en el desarrollo de hipertensión, enfermedades de la vesícula
biliar e hiperlipidemias.

Recomendaciones básicas

l Antes de llevar a cabo alguna dieta es fundamental la consulta al


médico o especialista.

l Las frutas y las verduras deben estar presentes en la dieta, ya que


mejoran el ritmo intestinal por su alto contenido en fibra.

l Es aconsejable fraccionar la ingesta en 4 ó 5 comidas diarias. La cena


debe ser de carácter frugal.

l La leche y los productos lácteos constituyen fuentes de calcio muy


adecuadas, por lo que deberán tomarse 2 ó 3 raciones diarias.

l Controlar el peso para prevenir estados de malnutrición.

l Suprimir o moderar el consumo de bebidas alcohólicas.

l Los líquidos y los zumos se suministrarán entre horas.

l Practicar ejercicio físico moderado.

27
Tabla 10: Alimentos ricos en calcio
ALIMENTOS CONTENIDO EN CALCIO (mg)
Queso manchego curado 1200
Queso Gruyere, emmental, roquefort, bola... 560-850
Queso manchego fresco 470
Sardinas en aceite 400
Almendras, avellanas 240
Cigalas, langostinos, gambas... 220
Queso de Burgos 186
Yogur 127-180
Higos secos 180
Helados 150
Garbanzos 145
Natillas y flanes 140
Pistachos 136
Leche de vaca 130
Judías blancas, habas secas 130
Almejas, berberechos, chirlas... 120
Chocolate con leche 120
Batidos lácteos 120
Acelgas, cardo, espinacas, puerro... 87-114
Queso en porciones 98
Nueces, dátiles, pasas ... 70
Aceitunas 63
Requesón y cuajada 60
Langosta y bogavante 60
Lentejas 56
Huevo de gallina 51
Bacalao 51
Pasteles, pastas... 48
Sardinas 43
Alcachofas, coles, repollo, judías verdes... 40

Fuente: Instituto Nacional de Tecnología de los Alimentos

28
Tabla 11: Raciones dietéticas recomendadas para personas mayores (*)

GRUPOS DE FRECUENCIA
RECOMENDACIONES
ALIMENTOS RECOMENDADA

Preparaciones culinarias de fácil


masticación (albóndigas, filete
2-3 veces /semana
ruso, tiras de pechuga de pollo…).
CARNES
Carnes magras.

Preparaciones al vapor, cocido o


3-4 veces/semana plancha. Elegir pescados o trozos
de pescado sin espinas.
PESCADOS

Preferible cocidos, a la plancha o


No más de 3 /semana
tortilla
HUEVOS

Preferible yogurt descremado,


2-3 raciones /día
queso fresco, leche descremada.
LÁCTEOS

En forma de purés, con un 25% de


2-3 raciones /día verduras añadidas en la
preparación.
LEGUMBRES

Papillas de cereales, pan, arroz,


pasta y patatas deben ser el
Diariamente
CEREALES Y
elemento central de la dieta de las
personas mayores.
PATATAS

Las ensaladas deben estar bien


1 ración/día: crudos troceadas. También pueden
1 ración /día: prepararse como zumo vegetal.
VERDURAS Y
HORTALIZAS cocinados Las verduras cocidas, como puré
o en forma de sopa.

(*) Una ración es, por ejemplo, una manzana, un vaso de leche, un zumo
de naranja, una rodaja de melón, un plato de ensalada o de verduras, dos
rebanadas de pan, un cuenco de cereales, 75 gr. de arroz...

29
Pueden prepararse en compota,
fruta asada o cocida, ensalada de
2 ó más raciones al
frutas bien troceadas. Las frutas
día
deben lavarse bien y consumirse
FRUTAS
peladas

Procurar utilizar aceite de oliva


virgen.
Deben evitarse la frituras y las
moderadas preparaciones en salsa.
Los alimentos fritos deben reposar
ACEITES
en papel absorbente para eliminar
el exceso de aceite.

Su consumo debe ser


-------
excepcional.
DULCES Y BOLLERÍA

En todos los casos debe


moderarse su consumo. Si no
existe contraindicaciones, se
--------
permiten 1-2 vasitos de vino
BEBIDAS ALCOHÓLICAS
tinto/día. Se prohíben los licores
de alta graduación

Fuente: Varela G. Dieta equilibrada.


Fundación Española de Nutrición

2.2.4. Realización de actividades de la vida diaria sin riesgo de


caída

Existen una serie de cuidados que nuestros mayores pueden adoptar e


incorporar como hábitos en su vida cotidiana contribuyendo a evitar las
caídas.

Las actividades de la vida diaria (AVD) son vitales para el correcto


desempeño de las funciones de una persona. Son aquellas que se realizan
a diario y se dividen en: Actividades Básicas de la Vida Diaria (AVDB) y
Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AVDI).

Las AVDB son las que tienen relación con las funciones de autoatención:

30
control de esfínteres, alimentación, movilidad, aseo e higiene,
deambulación, vestido y transferencias.

Las AVDI implican otras funciones imprescindibles para un desarrollo


normal de la vida, pero más elaboradas: comunicación, manejo del dinero,
uso del transporte, realización de las tareas del hogar, manejo de la
medicación...

Tabla 12: Actividades de la vida diaria

PRINCIPALES
RECOMENDACIONES
ACTIVIDADES
Colocarse en posición decúbito-supino.

Incorporar cuello y cabeza acercando la barbilla al pecho.

Incorporar los hombros, mientras se apoyan los codos y las


palmas de las manos quedan abiertas y apoyadas sobre la cama.

Sacar la pierna más cercana al borde mientras se hace un


movimiento de giro sobre los glúteos y se termina de elevar el
tronco hasta quedar sentado.
SALIR DE LA
CAMA
Incorporarse hasta quedar de pie.

Ante una falta de equilibrio severo, puede colocarse una barra de


apoyo en el lateral de la cama que ayude durante todo el proceso.

Es conveniente evitar alfombras a pie de cama, pues facilitan el


resbalón o tropiezo.

Figura nº 2: ¿Cómo salir de la cama?

31
Colocarse de espaldas a la cama cerca de la almohada.

Inclinar el tronco y flexionar las rodillas hasta sentarse en ella.

Inclinar lateralmente el tronco hasta contactar la cabeza con


la almohada.

Subir primero la pierna más cercana a la cama

La altura de la cama debe facilitar las transferencias. Se


ENTRAR EN LA CAMA recomienda entre 45 y 50 cm.

Si la cama tiene ruedas, frenarla antes de entrar o salir.

Si hay riesgo de caída desde la cama durante el sueño,


colocar barras laterales en ambos lados. También puede
colocarse la cama pegada a la pared y, en el otro lado, una
barra.

El colchón no debe ser depresible, para no facilitar la caída al


salir de la cama.

Figura nº 3: ¿Cómo entrar en la cama?

No salir sin el bastón, la muleta o el andador si habitualmente


se utilizan.

Elegir un supermercado o tienda cercana y que cubra el


mayor número de necesidades.

Optar por encargar los artículos más pesados, adquiriendo en


persona aquellos más fáciles de transportar.
HACER LA COMPRA

Utilizar andador con carrito. Se facilita el transporte de la


compra y se asegura el equilibrio durante la marcha.

Realizar descansos durante el trayecto.

32
Posición simétrica con la línea de gravedad dentro del
polígono de sustentación.
Elevar el pie adelantándolo para contactar posteriormente con
el talón.

El ritmo de la marcha no debe ser excesivamente rápido.

Los pasos dados serán de media distancia para evitar


pérdidas de equilibrio y excesivo cansancio.
En cada avance, el peso se traspasará al miembro inferior
que queda apoyado.
No es aconsejable hacer trayectos de larga duración. Si no
puede evitarse, están recomendados los descansos.
Para subir una pendiente se inclinará el tronco ligeramente
CAMINAR
hacia delante.

No deben realizarse cambios bruscos de dirección.

No debe girarse rotando sobre sí mismo. Realice un pequeño


semicírculo y así no aumenta el riesgo de caída.
Antes de utilizar alguna ayuda técnica para caminar (bastón,
muleta, andador) hay que asesorarse por el profesional
adecuado (médico, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional...).
Si se utiliza bastón, la empuñadura del mismo debe llegar a la
altura del trocánter mayor.

Los brazos deben ir libres y péndulos a los lados del cuerpo.

Debe utilizarse siempre la barandilla, la cual debe ser asida


por delante de forma que la mano quede cómodamente
colocada una vez ascendido/descendido el escalón.
Se facilita el movimiento si se sube o baja oblicuamente, si la
altura de los peldaños no es excesiva.

Al subir el escalón se debe inclinar el tronco hacia delante. Al


bajarlo debe evitarse echar la cabeza y tronco hacia atrás
pues se facilitaría la caída. El peso del cuerpo tanto para subir
SUBIR / BAJAR
ESCALERAS como para bajar avanza hacia la pierna que se adelanta.

Lo más seguro es avanzar primero el miembro inferior más


sano para subir, y al revés al bajar.

Los pasamanos en las escaleras deben ser cilíndricos y a 2.5


cm. de la pared. El escalón debe tener una altura de 15 cm. y
anchura de 30 cm., con tiras antideslizantes en los bordes del
escalón y que contrasten en color.

33
Si se viste y/o desviste de pie es conveniente tener un punto
de apoyo delante y una silla o sillón detrás.

Si la pérdida de equilibrio es importante, se recomienda


realizar la actividad sentado.

Es importante tener la ropa previamente preparada para


evitar inclinaciones y desplazamientos innecesarios.

Se recomienda la utilización de calzadores de mango largo y


pasamedias.

Las prendas de vestir deben ser amplias, cómodas y fáciles


de poner.

La altura a la que esté colgada la ropa en el armario debe


adecuarse para evitar posturas en puntillas y brazos en
elevación.
VESTIRSE /
Recomendaciones para el calzado:
DESVESTIRSE

l Puntera redonda oblicua o cuadrada. Evitar


punteras de pico.
l El tacón no debe sobrepasar los 3 cm.
l La suela debe ser de goma y con el dibujo marcado.
l No utilizar zapatos tipo chancla. El pie debe estar
bien sujeto.
l Evitar zapatos con cordones.

Recomendaciones de uso de protectores de cadera:

l Pacientes con osteoporosis y fracturas previas.


l Pacientes con caídas de repetición, baja masa
corporal y trastornos del equilibrio.

34
Facilitar el acceso al W.C. evitando muebles innecesarios en
el cuarto de baño.

Se recomienda elevar la altura del inodoro. Para ello existen


diferentes modelos de alza del inodoro. De esta manera el
esfuerzo para sentarse/elevarse disminuye, evitando los
USO DEL W.C. / BAÑO desequilibrios.

El dispositivo del papel higiénico debe estar en el lado diestro


y a una altura accesible.

Se recomienda barras de apoyo laterales.

Se recomienda prolongar la altura del brazo del aspirador,


escoba y fregona.

Se recomienda lavadora de carga superior para evitar


inclinaciones. Si no fuese posible, deben introducir la ropa
sentados y con el cesto de la ropa próximo.

Se recomienda adaptar el tendedero de la ropa a una altura


compatible con las necesidades.

Se recomienda planchar sentados. La plancha debe ser


ligera.

En la cocina, evitar restos de agua en el suelo que faciliten los


resbalones.
LIMPIEZA DE LA CASA
/ COCINAR Todas las actividades de preparación de la comida que se
puedan, deben realizarlas sentados.

Se recomienda suelo antideslizante en la cocina.

Tener a mano y a la altura de la cintura todos los enseres de


cocina que se utilicen diariamente. Evitar el transporte de
recipientes pesados.

Emplear utensilios de cocina ligeros.

Se recomienda la distribución de la cocina en forma de L, así


durante los desplazamientos siempre habrá un punto de
apoyo.

35
Colocarse al borde del asiento, facilitando el movimiento
hacia delante.

Apoyar las manos en los reposabrazos.

Separar los pies unos 20 cm. echándolos ligeramente hacia


atrás.
LEVANTARSE DE UNA
SILLA O SILLÓN

Llevar la barbilla al pecho, inclinar el tronco hacia delante y


empujar con hombros y brazos hacia delante hasta alcanzar
la elevación. Una vez de pie, asegurar la postura evitando la
actitud cifótica y flexión de rodillas, antes de iniciar la marcha.

Figura nº 4: ¿Cómo levantarse / sentarse en una silla o sillón?

2.3. CAÍDAS DE REPETICIÓN: PREVENCIÓN SECUNDARIA

2.3.1. Evaluación de la persona mayor con caídas de repetición

Para prevenir las caídas de repetición en la persona mayor se deben


identificar los factores de riesgo y realizar una cuidadosa valoración.

36
Es importante estudiar las consecuencias inmediatas y si existe algún
problema médico agudo responsable de esa caída (etapa 1).

Una vez proporcionado el tratamiento médico y/o quirúrgico que sea


indicado, se procederá a valorar la historia de las circunstancias de las
caídas previas (etapa 2).

Se recogen en este apartado: número de caídas; lugar de la última caída;


actividad que estaba realizando en el momento de sufrir la caída; síntomas
acompañantes; y consecuencias de las caídas previas.

La valoración de la persona mayor con caídas se inicia con la búsqueda e


identificación de los factores de riesgo individuales (etapa 3), y debe
incluir los siguientes aspectos: valoración geriátrica (médica, funcional,
mental y social); exploración física general; exploración de los órganos de
los sentidos; exploración del equilibrio y la marcha; y evaluación del
entorno. Una vez identificados, debemos actuar sobre los factores de
riesgo (etapa 4).

Es fundamental el seguimiento de los mayores que se caen para saber si


nuestra intervención ha sido eficaz (etapa 5). Durante el seguimiento se
deben registrar las nuevas caídas y detectar si presenta consecuencias a
largo plazo (síndrome postcaída). En la tabla 14 (página 38) se detalla esta
valoración.

El objetivo de la valoración es disminuir el riesgo de caídas sin comprometer


la independencia funcional de la persona mayor.

En definitiva, conviene insistir en que para prevenir una caída es necesario


conocer los factores de riesgo y las características de las caídas y su
entorno. Además de modificar el entorno, debemos recordar que un número
elevado de caídas es evitable si se mantiene un control sobre las
enfermedades y las medicaciones.

37
Tabla 13: Tópicos sobre las caídas que debemos ELIMINAR

Las caídas repetidas son normales en personas mayores.

Las caídas no se pueden evitar.

Ante una caída, la persona mayor debe ser protegida para evitar nuevas caídas.

La persona mayor que se cae no precisa atención médica.

La influencia del medio en las caídas es limitada.

Tabla 14: Valoración de la persona mayor con caídas

VALORACIÓN DE LA PERSONA
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
MAYOR CON CAÍDAS
ANAMNESIS
Número de caídas En los últimos 3-6 meses.

Domicilio, iluminación, condiciones del suelo.


Presencia de algún objeto o animal capaz de
favorecer la caída...
Lugar de la última caída.

Actividad que estaba realizando. Caminando, subiendo / bajando escaleras, etc.

Disnea, dolor torácico, palpitaciones. Considerar


causas cardiológicas.

Déficits neurológicos, movimientos involuntarios.


Considerar causas neurológicas
Síntomas previos a la caída.

Pérdida de conocimiento: Síncope.

Físicas: fracturas, contusiones, heridas, TCE.


Consecuencias de las caídas.
Psíquicas: miedo a caer.

38
VALORACIÓN GERIÁTRICA
Patologías crónicas.

Patologías agudas.
Valoración biomédica
Estado nutricional.

Número y tipo de fármacos.

Capacidad para realizar actividades básicas de la


vida diaria.

Capacidad para realizar actividades


instrumentales.
Valoración funcional
Capacidad para movilizarse.

Recurso para valorar la capacidad funcional:


Escala de Barthel.

Presencia de deterioro cognitivo.


Valoración mental
Presencia de depresión

Vive solo / En domicilio propio o familiar.

Institución.
Valoración social
Recursos: teleasistencia, ayuda a domicilio,
domótica.

EXPLORACIÓN FÍSICA
Exploración general Tension arterial. Pulso rítmico o arrítmico.

Exploración cardiovascular Soplos, arritmias.

Exploración neurológica Déficits neurológicos.

Exploración osteoarticular Deformidades, artritis, limitaciones.

Visión, audición.
Exploración de los órganos de los
sentidos

39
EXPLORACIÓN DEL EQUILIBRIO Y MARCHA
Test de Romberg. Normal o anormal.

Test de timed and go. > 29 sg: riesgo elevado de caídas.

Test de Tinetti global. < 18: riesgo elevado de caídas.

VALORACIÓN DEL ENTORNO

Iluminación, mobiliario, suelos.

EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS

Analitica, electrocardiograma...

2.3.2. Corrección de factores de riesgo intrínsecos

Tabla 15: Corrección de factores de riesgo intrínsecos

IDENTIFICACIÓN DE
INTERVENCIONES
FACTORES DE RIESGOS
Realizar ejercicios regularmente.

Ingerir la dieta recomendada.


FACTORES RELACIONADOS CON EL
Uso correcto de medicamentos.
ENVEJECIMIENTO.

Realizar exámenes de visión con regularidad.

40
Evaluación del médico, fisioterapeuta y terapeuta
ocupacional.

DETERIORO DE LA MOVILIDAD. Entrenamiento y aprendizaje de transferencias.

Modificaciones del entorno.


l Dificultades para sentarse,
levantarse o acostarse. Mantener elemento de llamada al alcance del
paciente.
l Dispositivos de ayuda para
la movilidad. Evaluar la seguridad de los dispositivos de ayuda
a la movilidad.

Aplicación de programas de ejercicio físicos.

Evaluación del médico, fisioterapeuta y terapeuta


ocupacional.

Entrenamiento de la marcha.

Aprendizaje y uso correcto de ayudas técnicas


TRASTORNOS DE LA MARCHA/ para la marcha.
EQUILIBRIO.
Ejercicios de potenciación muscular.

Ejercicios de paseos programados (15 minutos,


dos veces al día).

Evaluar la seguridad del calzado.

Programas de aprendizaje y/o soporte para


mejorar independencia en actividades de la vida
DEPENDENCIA PARA LAS
ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA. diaria (básicas e instrumentales).

41
Recomendaciones posturales: levantarse
lentamente en dos tiempos (primero sentarse, y
luego levantarse); elevar el cabecero de la cama
durante un rato antes de sentarse; utilizar siempre
HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA
un punto de apoyo.
Caída de la presión arterial
sistólica >20 mmHg, tras 1
min. de bipedestación, o bien
Medias elásticas.
PA sistólica <90 mmHg en
bipedestación.
Disminuir la dosis, retirar o sustituir aquellos
fármacos que puedan dar hipotensión.

Revisar todas las medicaciones.

CONSUMO DE FARMACOS
Revisar las dosis.
Toma > 4 fármacos

Evitar fármacos de eficacia dudosa.

Intentar disminuir las dosis si es posible.

Uso de benzodiacepinas u otros Educación sanitaria sobre el uso correcto de


sedantes sedantes.

Consejos sobre medidas no farmacológicas para


los trastornos del sueño.

Monitorizar la presión arterial postural.


(sentado/levantado)
Diuréticos

42
Una vez detectados los factores de riesgos intrínsecos al paciente, es
posible actuar sobre ellos mediante los siguientes programas.

Tabla 16: Programa de ejercicios en pacientes con caídas

PROGRAMA OBJETIVO

Mejorar la ventilación respiratoria para la


RESPIRATORIOS:
Inspiración abdominal, diafragmática adaptación al esfuerzo.
en distintas posiciones.

Obtener respuesta muscular ante un


FLEXIBIDAD ARTICULAR Y MUSCULAR:
Estiramientos de cadera posterior en desequilibrio.
decúbito supino y lateral.

REFUERZO MUSCULAR:
Potenciación de miembros Reforzar y obtener mejoría ante la
superiores e inferiores, abdominales demanda energética.
y paravertebrales.

Mantener buena base de apoyo que


REFUERZO DEL PIE:
Potenciación de los grupos facilite la estabilidad en la marcha.
musculares intrínsecos del pie.

Reforzar los distintos apoyos en la


HABILIDAD MOTRIZ:
Ejercicios de lateralización y marcha. Reforzar los movimientos para
coordinación de miembros superiores las AVDB.
e inferiores.

REEDUCACIÓN DEL EQUILIBRIO:


Ejercicios con ojos cerrados y
abiertos. De apoyo uni y bipodal. De Asegurar la postura y estabilidad.
percepción corporal, traslados de
cargas, reacciones de
enderezamiento.

REEDUCACIÓN DE LA MARCHA:
Ejercicios de marcha con y sin Afianzar, recuperar y mantener el patrón
obstáculos, marcha hacia delante, normal de la marcha.
atrás, lateral.

43
2.4. CONSECUENCIAS DE LAS CAÍDAS. PREVENCIÓN
TERCIARIA.

2.4.1. ¿Cómo levantarse tras una caída?

La técnica usada para levantarse del suelo debe de ser aprendida e


interiorizada por la persona mayor, para que en caso de caída recuerde
cómo realizarla y le ayude a afrontar la misma sin tanta angustia.

La técnica consiste en girar hasta adoptar la posición de decúbito prono


(boca abajo); apoyar después las rodillas hasta colocarse en posición de
gateo; buscar con la mirada un elemento de apoyo firme (mueble, bañera,
wc, silla, sillón) y acercarse a él. Acto seguido, apoyándose en el mueble y
ayudándose de los antebrazos, elevarse hasta conseguir la bipedestación.
Descansar antes de iniciar la marcha.

Figura nº 5: ¿Cómo levantarse tras una caída?

PASO 1: Giraremos sobre el propio cuerpo hasta PASO 2: Apoyaremos las rodillas hasta estar en
quedar boca abajo. posición de gateo. Buscaremos con la mirada un
elemento de apoyo firme y nos acércaremos a él.

PASO 3: Apoyaremos firmemente las manos en él PASO 4: Una vez de pie, descansaremos antes de
e intentaremos ponernos en pie ayudándonos de iniciar la marcha.
los antebrazos.

44
2.4.2. ¿Cómo pedir ayuda?

Es importante que cada persona tenga diseñado un sistema de autoayuda


a utilizar en casos de emergencia, para que, si llega una situación extrema,
pueda reaccionar eficazmente.

l Servicios de tele-alarma o tele-asistencia: A través de un sensor, timbre


o teléfono, la persona puede comunicarse con una central dedicada a la
atención de las personas mayores.

l Listado telefónico: Conviene tener preparados en un lugar accesible y


fácilmente visible los números de teléfonos necesarios en estos casos:
de familiares, de asistencia...

2.4.3. Consecuencias de las caídas. ¿Qué hacer si se sufre una


caída?

Hay una serie de consejos básicos que la persona mayor y quienes están a
su cuidado debe conocer para reaccionar de manera eficaz ante una caída.

Fracturas

Una fractura ocurre como resultado de una caída, un golpe u otro suceso
traumático.

Los signos y síntomas de una fractura pueden incluir:

l Hinchazón o contusión sobre un hueso.

l Deformidad de la extremidad afectada.

l Dolor localizado que aumenta de intensidad cuando el área lesionada


se mueve o se ejerce presión sobre la misma.

l Pérdida de función del área de la lesión.

45
Fracturas de cadera o pelvis

l Se sospecha que hay una fractura si la persona se queja de dolor en la


cadera, en la parte baja de la espalda o en el área de la ingle. El dolor
empeora con el movimiento de una o ambas piernas. Solicite ayuda
urgente y no mueva al accidentado.

l No trate de enderezar una pierna o cadera lesionada que parezca tener


una posición extraña.

Luxaciones

l Los signos habituales de una luxación son hinchazón y dolor intenso. La


articulación está visiblemente fuera de su posición, deformada y es
difícil de mover.

l No trate de retornar la articulación a su posición normal. Busque


atención médica tan pronto como sea posible.

Esguinces

l Los síntomas típicos son: dolor e hipersensibilidad en el área afectada;


hinchazón rápida; y alteración de la función de la articulación. Es
fundamental la protección, el reposo, la compresión y la elevación de la
articulación afectada. La aplicación de hielo inmediatamente disminuye
la hinchazón, el dolor y el espasmo muscular.

Lesiones en la cabeza

l La mayoría de las lesiones en la cabeza son menores porque el cráneo


proporciona una considerable protección al cerebro. Sólo aproxima-
damente el 10% de las lesiones de la cabeza exige hospitalización.

46
l Buscar atención médica urgente ante cualquiera de los siguientes
signos o síntomas:

- Falta de respiración.

- Hemorragia grave en la cabeza o en la cara.

- Vómitos.

- Alteraciones del estado de conciencia: confusión, letargo o


pérdida de conocimiento.

l Procure no mover el cuello porque puede estar lesionado.

l Entre las posibles complicaciones de una lesión en la cabeza están las


conmociones cerebrales, los hematomas intracraneales y las fracturas
del cráneo.

l Todas estas situaciones son una urgencia médica y deben tratarse lo


antes posible para evitar daños cerebrales.

Heridas

l Toda herida exige cuidado y tratamientos apropiados. El cuidado


inadecuado puede dar como resultado una infección grave. La
inmunización contra el tétanos el profesional sanitario valorará su
conveniencia.

Los adultos suelen necesitar un refuerzo contra el tétanos cada 10


años, pero puede hacer falta una vacuna si la herida es profunda o
sucia y la última dosis recibida fue hace más de cinco años.

l Los refuerzos deben administrarse tan pronto como sea posible tras la
lesión.

47
Hemorragia por una herida abierta

l Para controlar la hemorragia, aplique presión directamente sobre la


herida, utilizando una gasa estéril o una tela limpia.

l Si la hemorragia continúa y rezuma a través de la gasa u otro material


usado como venda, no lo retire. En vez de eso, añada más material
absorbente encima de ella.

l Si la hemorragia no cesa con presión directa, puede ser necesario


aplicar presión sobre la arteria de gran calibre que lleva sangre hacia el
área de la herida. Con la otra mano siga ejerciendo presión sobre la
herida.

l Una vez que haya cesado la hemorragia, se debe inmovilizar el área


lesionada y solicitar ayuda médica urgente.

Cortaduras

l Si sufre una cortadura pequeña que sólo presenta hemorragia ligera,


lave la herida a fondo con jabón suave y agua. Aplique un antiséptico
para evitar la infección, y cubra la herida con una venda para
mantenerla limpia. Si el corte es más grave, si la hemorragia no cesa
por sí sola en unos minutos o si el corte es grande, profundo o de
bordes irregulares, consulta al médico. Pero primero detenga la
hemorragia aplicando presión directa sobre la lesión con una gasa
estéril o una tela limpia. Mantenga la presión hasta que cese la
hemorragia.

Hematomas

l Un hematoma se produce cuando una lesión rompe los vasos


sanguíneos pequeños, pero no la piel. Los vasos se abren y dejan salir

48
la sangre por debajo de la piel. Pueden ser en la piel, en un músculo o
en un hueso.

l Para disminuir las molestias, eleve el área lesionada y aplique


compresas heladas o frías durante 20 minutos seguidos varias veces al
día durante uno o dos días.

l En todo caso, consultar al médico si se considera que se ha producido


un hematoma sin motivo, o si puede haber una infección.

Punciones

l Las heridas por punción y las cortaduras no son la misma cosa. Una
herida por punción tiene un orificio de entrada pequeño (normalmente
causado por un objeto puntiagudo), una cortadura es una herida abierta
que produce un corte largo en la piel.

l Las heridas por punción son peligrosas. Es muy importante recibir el


tratamiento adecuado dentro de las primeras veinticuatro horas ya que
estas heridas suelen tener complicaciones asociadas por la punción
(introducción de cuerpo extraño: vidrio, agujas...).

Lesiones en tejidos blandos

l En una lesión de tejidos blandos, hay daño de la piel y de los tejidos


subyacentes, como el músculo, las estructuras de apoyo y los vasos
sanguíneos. Estas lesiones pueden ocurrir cuando se produce un golpe
o una cortadura peligrosa, cuando la piel se separa de los tejidos
subyacentes, o cuando hay un arrancamiento brusco de la piel.

l Las lesiones de tejidos blandos requieren atención médica urgente.


Aplique presión sobre la herida para suspender la hemorragia y busque
de inmediato asistencia médica.

49
3 Intoxicaciones

3.1. INTOXICACIÓN POR MEDICAMENTOS

Al margen de la función terapéutica, los medicamentos pueden provocar


otro tipo de respuestas para las que no han sido administrados.

Las principales causas de toxicidad son:

l Intoxicación o sobredosificación.

l Hipersensibilidad del organismo, lo que da lugar a reacciones alérgicas


a los medicamentos.

l Idiosincrasia o reacción derivada de las peculiaridades genéticas del


paciente.

l Interacciones entre medicamentos.

l Efectos secundarios.

l Efectos teratogénicos.

La intoxicación por medicamentos es una de las causas más frecuentes de


intoxicación en los mayores.

Tabla 17: Prevención de la intoxicación por medicamentos

Debe evitarse el consumo de fármacos no prescritos por el médico.

Antes de tomar algún medicamento consultar la fecha de caducidad.

Los medicamentos deben guardarse en las condiciones que aconseja el fabricante (lugar
fresco y seco y a veces en el frigorífico).

50
Cada medicamento debe guardarse en su envase original con su etiquetado, y conservar
su folleto para saber en todo momento el nombre y la indicación del fármaco.

Es aconsejable saber para qué sirven cada uno de los medicamentos que se toman, y
conocer las dosis y el número de veces en que hay que distribuir estas a lo largo del
día. Para ello es aconsejable apuntarlo en los envases. Hay un método sencillo que
consiste en apuntar el número de pastillas, grageas, cucharadas, etc., que debemos
tomar al día en la primera toma; poner un guión; apuntar el número de pastillas de la
segunda toma; y así sucesivamente. En este sentido resultan muy útiles los pastilleros
mensuales o semanales, las pizarras o soportes tipo “notas” en la cocina.

Suprima la toma cuando se ha completado el plazo indicado por el médico.

No existen fármacos inocuos. Todos deben ser prescritos


por el médico y dispensados por el farmacéutico.

Tabla 18: Consejos para prevenir la intoxicación por medicamentos

En primer lugar, el paciente debe informar al médico de la medicación que está tomando
y de la que ha tomado en el último mes. El paciente también debe conocer los
siguientes consejos:

l Seguir las instrucciones adecuadamente: dosis, horario, condiciones especiales de


administración.
l Comunicar cualquier posible alteración achacable al fármaco.
l Preguntar al médico cualquier duda que tenga e insistir si no entiende algo.
l No abandonar el tratamiento sin consultar con el médico.
l Intentar memorizar los medicamentos que toma. Si no es posible, elaborar una
pequeña hoja con la medicación que toma: para qué se administra, las dosis, etc.
l Informar al médico si alguna vez ha padecido algún problema con un fármaco.
l Si el tratamiento es crónico, es importante que los pacientes no esperen al
último día para que le faciliten la medicación. Debe confeccionar un calendario
y solicitar a un familiar o persona cercana que se lo recuerde.

51
3.2. INTOXICACIONES POR ALIMENTOS

Las enfermedades transmitidas por los alimentos constituyen un importante


problema de salud. Estas enfermedades se producen por el consumo de
agua o alimentos contaminados con microorganismos, parásitos o las
sustancias tóxicas que ellos producen.

Las enfermedades transmitidas por alimentos pueden ser infecciones


o intoxicaciones.

l Infección transmitida por alimentos: enfermedad que resulta de la


ingestión de alimentos que contienen microorganismos (virus, bacterias,
parásitos) perjudiciales vivos. Por ejemplo: Salmonella, el virus de la
Hepatitis A, Triquinella spirallis.

l Intoxicación causada por alimentos: enfermedad que resulta de la


ingestión de toxinas o venenos que están presentes en el alimento
ingerido, que han sido producidas por hongos o bacterias aunque estos
microorganismos ya no estén presentes en el alimento. Por ejemplo:
toxina botulínica, la enterotoxina de Staphylococcus.

3.2.1. ¿Cuáles son las causas de la intoxicación por


alimentos?

Diversos tipos de bacterias pueden causar una intoxicación por alimentos.


Algunas de las bacterias comunes son las siguientes:

Salmonella:

l Las Salmonellas son un grupo de bacterias que causan diarreas en


humanos. La gastroenteritis causada por Salmonella se denomina
salmonelosis.

52
l Características de la enfermedad: dolor abdominal, diarrea y fiebre.

l Consecuencias crónicas: síntomas de artritis que pueden aparecer tres


a cuatro semanas después de los síntomas agudos.

l Período de incubación: de 12 a 72 horas.

l Alimentos asociados: carnes crudas, pollo, huevos, leche y derivados


lácteos, pescados, salsas y aderezos para ensaladas, mezclas para
pasteles, postres a base de crema, gelatina en polvo, cacao y
chocolate.

Campylobacter:

l En la mayoría de los casos la enfermedad en los seres humanos es


ocasionada por una especie, llamada Campylobacter jejuni.

l Síntomas de la enfermedad: diarrea, calambres, dolor abdominal y


fiebre. La diarrea puede ser sanguinolenta y puede ir acompañada de
náuseas y vómitos.

l Periodo de incubación: de 1 a 5 días.

l Alimentos asociados: pollo insuficientemente cocido y leche sin


pasteurizar. La bacteria puede llegar a otros alimentos por
contaminación cruzada.

Clostridium perfringens:

l Puede estar presente en la carne, las aves y los huevos crudos, o en


los productos lácteos sin pasteurizar, así como en las verduras y
cultivos que entran en contacto con la tierra.

53
l La infección puede ocurrir cuando las sopas, los guisos y las salsas
hechos con carne, el pescado o las aves de corral se guardan
incorrectamente o se dejan sin refrigerar durante varias horas.

Listeria monocytogenes:

l Síntomas de la enfermedad: Algunas personas pueden presentar signos


semejantes a una gripe con fiebre persistente y evolucionar hacia
síntomas gastrointestinales.

l Los síntomas se pueden manifestar de 3 a 21 días. Alimentos


asociados: leche sin pasteurizar o mal pasteurizada, quesos
(principalmente las variedades levemente maduradas), helados,
verduras crudas, salchichas fermentadas crudas, pollo crudo y cocido,
carnes crudas (todos los tipos), y pescado crudo y ahumado.

Estafilococos:

l Existen de forma normal sobre la piel humana y en la nariz y la


garganta. Estas bacterias se transmiten a los alimentos al tocarlos con
las manos.

l Síntomas de la enfermedad: náuseas, vómitos, sensación de angustia,


cólico abdominal y postración. En casos severos puede ocasionar
dolores de cabeza, dolores musculares, alteraciones temporales de la
presión sanguínea y arritmia cardiaca.

l Alimentos asociados: carnes y derivados; aves y derivados del huevo;


ensaladas con huevos, atún, pollo y pastas; productos de panificación
como pasteles o bollería rellenos con crema, además de leche sin
pasteurizar y productos lácteos.

54
Escherichia coli (E. coli):

l La infección se produce al comer carne de vaca mal cocinada o leche


sin pasteurizar.

l Síntomas de la enfermedad: diarrea, dolores abdominales, vómitos y


otros más severos como diarrea sanguinolenta, deficiencias renales,
trastornos de coagulación y muerte.

l Período de incubación: es de 3 a 9 días.

l Alimentos asociados: carnes picadas de vaca y aves sin cocción


completa (por ejemplo, hamburguesas); empanadillas de carne; leche y
zumos sin pasteurizar; productos lácteos elaborados a partir de leche
sin pasteurizar; aguas contaminadas, lechuga, repollo y otros vegetales
que se consumen crudos.

Clostridium botulinum:

l El botulismo es una intoxicación alimentaria poco frecuente pero mortal


causada por el Clostridium botulinum, Esta bacteria se encuentra
normalmente en el suelo. Produce una enfermedad llamada botulismo.

l Características del botulismo de origen alimentario: fatiga extrema,


debilidad y vértigo, normalmente seguidos por visión doble y dificultad
progresiva de hablar y tragar. Parálisis flácida. Los síntomas
gastrointestinales pueden incluir dolor abdominal, diarrea o congestión.
La muerte ocurre por insuficiencia respiratoria y obstrucción de la
entrada de aire en la tráquea.

l Período de incubación: es de 12 a 36 horas, pero puede extenderse


hasta 8 días en algunos casos.

l Alimentos asociados: en general, alimentos que no son calentados


antes del consumo. Por ejemplo, palmito; maíz en conserva; pimienta,
sopas; remolacha; espárragos; setas y champiñones; hongos;

55
aceitunas; espinaca; atún; pollo; hígado de pollo y paté de hígado;
carnes frías; jamón; salchichas; berenjena rellena; pescado salado y
ahumado.

3.2.2. Tratamiento de la intoxicación por alimentos

Hay muchos momentos de riesgo de contaminación desde que recibimos la


materia prima hasta que la servimos, que se reducirían con una cuidada
manipulación a lo largo de toda la cadena.

Los casos leves de intoxicación por alimentos, como la gastroenteritis,


generalmente se tratan reponiendo líquidos y controlando las náuseas y los
vómitos. Sin embargo en los casos serios de intoxicación por alimentos
puede ser necesaria la hospitalización.

3.2.3 ¿Cómo se pueden evitar las intoxicaciones por


alimentos?

Tabla 19: Prevención de intoxicación por alimentos

Lavarse cuidadosamente las manos antes de tocar los alimentos.

Lavarse las manos después de usar el baño, cambiar pañales, fumar, sonarse la nariz,
toser o estornudar.

Lavarse las manos después de tocar carne cruda, marisco, aves de corral o huevos y
antes de tocar cualquier otro alimento.

Si se trata de alimentos perecederos, guardar en el frigorífico o en un lugar fresco y


sin humedad.

Vigilar las fechas de caducidad y respetarlas aunque el alimento en cuestión presente


un aspecto inmejorable.

No utilizar tablas de cortar de madera para cortar el pescado, las aves o la carne
crudos. Las tablas de plástico son más fáciles de desinfectar.

Limpiar minuciosamente cualquier superficie o utensilio después de utilizarlo.

56
Cocinar bien las aves de corral, la vaca y los huevos antes de comerlos.

No consumir alimentos o bebidas hechos con huevos, aves de corral o carne crudos o
poco cocidos, ni leche u otros productos lácteos que no estén pasteurizados.

Desechar cualquier conserva cuyo envase presente deformidades, agujeros o parezca


hinchado.

No volver a congelar un alimento una vez descongelado, ni recalentar varias veces


una comida.

Cocinar la carne completamente, en especial la carne picada y los productos


elaborados con ella (que no queden partes rosadas o rojas en su interior).

Lavar bien las frutas y verduras.

Consumir leche pasteurizada.

Consumir agua potable. Ante la duda, hervirla.

La hepatitis A y otras enfermedades víricas pueden pasar a través de las manos de las
personas infectadas a las manos de los manipuladores de alimentos o a las aguas
residuales. El marisco y otros alimentos que pueden haber estado expuestos a aguas
residuales contaminadas pueden transmitir estas enfermedades víricas.

Evitar la contaminación cruzada de los alimentos manteniendo los productos


alimenticios, alimentos cocinados y comidas precocinadas separados de las carnes
poco cocidas y los huevos crudos.

3.3. INTOXICACIONES POR GAS

La mayoría de estas intoxicaciones se producen por olvidos, malos hábitos,


etc. Por ello, hay que aconsejar a nuestros mayores sobre la importancia de
adquirir ciertas costumbres que ayudaran a evitar este tipo de accidentes.
En algunas ocasiones es recomendable aconsejar la sustitución de ciertos

57
aparatos antiguos por otros más modernos y más seguros; en estos casos,
se debe aconsejar hablar con el Trabajador Social, ya que numerosas
Comunidades Autónomas y Ayuntamientos ponen a disposición de los
usuarios ayudas para su sustitución.

Tabla 20: Normas para prevenir intoxicación por gas

Evitar el uso de braseros de carbón, chimeneas y estufas de butano.

Revisar periódicamente las instalaciones del gas. Existe un Servicio de Revisión de


instalaciones cuyo teléfono se puede solicitar en Información Telefónica.

Nunca quedarse dormido sobre las mesas bajo las que haya encendidos braseros o
estufas.

Comprobar al acostarse que las llaves del gas están cerradas.

3.4. OTRAS INTOXICACIONES

l Productos de limpieza.

l Insecticidas y productos de jardinería.

l Pinturas, disolventes y adhesivos.

l Combustibles.

l Productos de perfumería y cosmética.

l Bebidas alcohólicas.

Los accidentes causados por estos productos son, en general,


consecuencia de su ingestión; más raramente, son producidos por su
inhalación o contacto con la piel.

58
Tabla 21: Recomendaciones generales de prevención

Guardar los productos de limpieza, insecticidas y productos de jardinería en un lugar


seguro.

Etiquetar debidamente los recipientes y, de ser posible, mantener los productos en sus
envases originales. Prestar cuidado a los envases que se parecen entre sí.

Evitar usar envases de productos alimenticios, o los utilizados para agua o bebidas
refrescantes, para rellenarlos con contenidos tóxicos. Si llegan a usarse, quitar la
etiqueta original y no olvidarse de colocar otra etiqueta que lo identifique
correctamente.

Seguir las instrucciones del uso del fabricante del producto.

No almacenar conjuntamente distintos tipos de productos: alimenticios, tóxicos, etc.

Tabla 22: Recomendaciones específicas de prevención

Productos de limpieza: no mezclarlos indiscriminadamente. En el caso de la lejía y el


amoniaco, la mezcla produce un fuerte desprendimiento de cloro, que es un gas
tóxico.

Prestar atención a los indicadores de toxicidad de las etiquetas.

Insecticidas y productos de jardinería: no pulverizarlos sobre alimentos, personas o


animales domésticos.

No permanecer en habitaciones tratadas con insecticidas hasta transcurrido un tiempo


prudencial. Y ventilarlas tan pronto como sea posible.

Pinturas, disolventes y adhesivos: Aplicar con buena ventilación; no lavarse con


disolventes.

59
No permanecer en las habitaciones recién pintadas o barnizadas hasta que
desaparezca el olor del disolvente.

Combustibles y productos de combustión: no situar calentadores a gas en cuartos de


baño ni colocarlos mal ventilados.

Las estufas y braseros no deben emplearse en locales sin ninguna ventilación.

Controlar la buena combustión de los braseros de carbón.

No emplear estufas o braseros en los dormitorios.

Cerrar la llave del paso al finalizar la utilización del gas. Siempre debe hacerlo por la
noche.

Evitar las corrientes de aire sobre la llama que puedan apagarla.

Vigilar los recipientes con líquidos sobre el fuego que, al hervir, rebosen y apaguen la
llama.

Si percibe olor a gas no accione interruptores eléctricos ni encienda cerillas o


mecheros: la chispa podría provocar una gran explosión. Abra las ventanas para
ventilar.

No mantener el coche en marcha en el interior de garajes pequeños y mal ventilados.

Ante una urgencia de este tipo


llamar inmediatamente al Servicio de
Información Toxicológica
91 562 04 20

60
4 Quemaduras

Las quemaduras pueden ser causadas por multitud de elementos. Las


térmicas son las más habituales, y se producen por el contacto con llamas,
líquidos calientes, objetos a altas temperaturas y otras fuentes, como el sol;
no obstante, el frío y el contacto con elementos a temperaturas
extremadamente bajas, también las produce. La radiación, una fricción
mantenida, la electricidad o las sustancias químicas son otras fuentes
potenciales de quemaduras.

También hay que tomar en consideración el riesgo de quemadura por


alimentos, sólidos o líquidos a temperaturas especialmente altas. Mantener
un mayor cuidado en pacientes encamados o que no pueden valerse por sí
mismos.

En función de su gravedad, las quemaduras se clasifican en cuatro grados

Tabla 23: Quemaduras en función de su gravedad

QUEMADURA DE PRIMER GRADO

Afecta a la epidermis, la capa más superficial de la piel. Se observa enrojecimiento y


discreta inflamación de la piel. Es dolorosa al tacto.

QUEMADURA DE SEGUNDO GRADO

Afecta tanto epidermis (capa superficial) como parcialmente a la dermis (capa más
profunda). Presentan enrojecimiento importante de la piel, con dolor incluso al contacto
con el aire. Aparecen ampollas, que en ocasiones se rompen y vierten su contenido al
exterior.

61
QUEMADURA DE TERCER GRADO

Afecta al espesor completo de la piel, extendiéndose hasta las capas más profundas,
dando una piel de coloración blanquecina, color café o carbonizada. La piel se ve seca,
con aspecto de cuero. Si una quemadura de este aspecto duele, suele deberse la
existencia de quemaduras de primer y segundo grado rodeando las quemaduras de
tercer grado.

QUEMADURA DE CUARTO GRADO

También conocida como carbonización, se produce cuando hay daños de músculos y


huesos, además de en la piel. Se ven a menudo en quemaduras por frío extremo y
congelación.

Uno de los factores que influye en el pronóstico y la gravedad de una


quemadura es la extensión de la misma. Una fórmula de estimación es la
llamada “regla de Wallace” o “de los 9”, que asigna a cada parte del cuerpo
un porcentaje 9 o múltiplo de 9 como muestra la siguiente figura.

Figura nº 6: Regla de Wallace

Cabeza: 9%

Extremidad Superior: 9% (x2)

Tronco anterior: 18%

Tronco posterior: 18%

Región Perineal: 1%

Extremidad Inferior: 18% (x2)

62
4.1. TIPOS DE QUEMADURAS

Tabla 24: Tipos de quemaduras en función del agente que las provoca

CALOR Fuego directo, líquidos en ebullición, objetos calientes

Hidróxido de sodio, nitrato de plata, ácido sulfúrico,


ácido nítrico, cal viva (óxido de calcio).
QUÍMICAS (CÁUSTICOS)

Instalaciones de alta tensión, circuitos de baja tensión,


rayos.
ELÉCTRICAS

Son necesarios frío intenso y alto grado de humedad


ambiente.
FRÍO (CONGELACIÓN)

RADIACIONES IONIZANTES Rayos alfa, beta, gamma, X, accidentes nucleares.

4.2. MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Quemaduras solares

En cuanto a las quemaduras solares, hay que evitar siempre que sea
posible la exposición al sol en las horas en las que los rayos del sol son más
nocivos (entre las doce del mediodía y las tres de la tarde). En caso de tener
que salir a estas horas concretas, hay de estar suficientemente protegidos.
Y sobre todo, utilizar crema protectora solar. No importa el tipo de piel, más
o menos habituada al sol, que tenga la persona: debe protegerse siempre.

¿Cómo prevenirlas?
l Procurar quedarse en casa en las horas de más calor, y permanecer en
las habitaciones más frescas. Bajar las persianas, toldos y cortinas,
para evitar que el sol penetre directamente en la casa.

63
l Si se sale a la calle, usar sombrero, gorra o visera para proteger el
cuello y la cabeza. Protegerse la vista con gafas de sol homologadas.

l Caminar por la sombra siempre que se pueda.

l Si en algún momento hay sensación de debilidad, detener la marcha y


buscar un sitio donde descansar.

l Mantener una hidratación constante. Beber líquidos en abundancia, en


especial zumos y agua.

Quemaduras en el hogar

¿Cómo prevenirlas?
l Vigilar sartenes, cazos y cualquier utensilio de cocina que contenga
comida caliente.

l Los objetos puestos en el fuego deben tener los mangos hacia el interior
de los quemadores.

l Ser cuidadosos con los cigarrillos encendidos, cocinas y hornos


eléctricos.

l Si se tiene calentador de agua, fijar la temperatura del mismo.

l Revisar las instalaciones eléctricas y aparatos que se conectan a la


corriente.

l Prestar especial atención a enchufes con poca sujeción a la pared,


cables sueltos…

l Colocar extintores de incendios en lugares estratégicos, así como


instalar alarmas de humo, empezando por la cocina.

64
Recomendaciones. Quemaduras leves:
l Poner la zona quemada bajo un chorro de agua fría, o bien sumergirla
durante al menos diez minutos.

l Cubrir la quemadura con un vendaje estéril o un trozo de tela limpio


para protegerla de roces o presiones y evitar la sobre infección.

l Cuando una quemadura cubre un área de más de 5 cm. o afecta a


partes del cuerpo como manos, pies, cara, ingles, glúteos o
articulaciones, se debe tratar como si fuera una quemadura grave. En
ese caso se deberá acudir al médico.

Recomendaciones. Quemaduras graves:


l Acudir a los servicios de urgencias (TELÉFONO 112).

l Si el fuego prende sobre una persona, tenderla en el suelo, envolverla


con algún material grueso que “ahogue” al fuego (abrigo, manta...) y
rociarlo posteriormente con agua, evitando que caiga directamente
sobre la piel lesionada.

l No retirar las ropas pegadas a la piel ni aplicar ungüentos.

l En caso de quemaduras por agentes químicos, iniciar el lavado con


agua corriente durante 15-20 minutos, retirando toda la ropa que se
haya impregnado. En caso de algunos productos químicos como la cal,
debe eliminarse el polvo de la piel, ya que el contacto del agua con el
polvo produce líquidos muy corrosivos que agravan el problema.

No sólo es importante que la población general, y las personas mayores en


particular, sepan lo que deben hacer ante una quemadura. Cuando la
quemadura es grave, también es muy importante conocer lo que no deben
hacer de ninguna manera, porque empeorarían la situación.

65
Tabla 25: Lo que NO se debe hacer ante una quemadura grave

ANTE UNA QUEMADURA GRAVE...

NO aplicar ungüentos, aceites o pomadas, hielo, etc, sobre la lesión.

NO respirar, soplar, ni toser sobre la quemadura.

NO tocar la piel lesionada, muerta o con ampollas.

NO retirar la ropa que esté pegada a la piel.

NO dar nada a la víctima por vía oral.

NO sumergir una quemadura grave en agua fría, porque puede provocar un shock.

NO elevar la cabeza de la víctima si hay quemaduras de las vías respiratorias, porque


puede cerrar dichas vías.

5 Otros accidentes domésticos


5.1. INCENDIOS Y EXPLOSIONES

Son unas situaciones extremadamente peligrosas y bastante más


infrecuentes de lo que creemos. La mayoría de ellas se producen en
nuestro propio hogar, siendo fácilmente evitables si seguimos una serie de
sencillas recomendaciones.

Cuando un incendio o explosión se produce en nuestro domicilio, lo primero


es mantener la calma. Si el foco del incendio está localizado y se dispone
de medios para atajarlo, se procederá a sofocarlo. Un pequeño extintor de
incendios a mano es siempre aconsejable, teniendo siempre muy presente
que existen distintos tipos de extintores:

66
l Los extintores de polvo son usados en casi todos los tipos de incendio
que habitualmente se pueden iniciar en el hogar. Por eso es el modelo
más difundido.

l Los extintores de CO2 son apropiados para incendios en equipos


eléctricos, ya que son más seguros cuando hay electricidad de por
medio y estropean menos que otros agentes extintores, aunque son
algo menos eficaces que los polvo.

El extintor debe ser utilizado sólo cuando el fuego es sofocable. Si es de


grandes dimensiones o no se puede localizar el origen del mismo, es mucho
más prudente y prioritario buscar una salida para evacuar a las personas
que se encuentren en la zona y, sobre todo, avisar a los servicios de
emergencia para que se hagan cargo de la situación de riesgo.

Tabla 26: Medidas generales de prevención de incendios y explosiones en el hogar

APAGAR perfectamente CERILLAS Y CIGARROS. No arrojar colillas a los


contenedores de basura y no fumar en la cama.

NO sobrecargar los ENCHUFES con demasiados aparatos. Las conexiones en el


mismo enchufe provocan sobrecargas en la instalación eléctrica y cortacircuitos.

EVITAR EMPALMES CASEROS y empotrar siempre los cables eléctricos.

Las CALDERAS, INSTALACIONES DE GAS y CHIMENEAS deben ser REVISADAS


periódicamente por un técnico oficial.

NO ABANDONAR utensilios de cocina en el fuego, ni aparatos eléctricos en marcha


cuando se vaya a salir de casa.

67
ANTES DE SALIR DE CASA verificar que las llaves de la cocina estén cerradas.

NO DEJAR TELAS (paños de cocina, cortinas...) cerca de los fogones de la cocina.

Si la SARTEN se prende fuego mientras se está cocinando, utilizar la tapa. El fuego


se apagará por falta de oxígeno.

Cuando se SIENTE OLOR A GAS, no encender la luz, porque así se evitará que una
chispa inicie un incendio.

Las casas con chimeneas deben tener guarda fuegos sujetos a la pared. Nunca se
debe salir de casa o irse a dormir sin haber apagado correctamente la chimenea.
Basta una chispa para provocar un siniestro.

En caso de un incendio ELECTRICO, no intentar apagar el fuego con agua.


Tampoco manipular artefactos eléctricos con el suelo mojado o descalzo.

5.2. ELECTROCUCIÓN

En las viviendas existe un riesgo de electrocución. Una persona puede


electrocutarse fácilmente ya que las tensiones que alimentan los aparatos
electrodomésticos (220 ó 125 voltios) son peligrosas. Pueden producir
desde el conocido “calambrazo”, hasta la muerte por paro cardíaco.

El peligro que entraña un contacto eléctrico se hace mucho mayor cuando


la persona está en ambiente mojado o descalza sobre el suelo. Este peligro
se produce principalmente en:

l El cuarto de baño.

l La cocina.

l Cualquier lugar después de fregar el suelo o regar.

68
El contacto accidental de una persona con un objeto que está en tensión se
da de dos formas distintas:

a) Cuando se tocan directamente elementos eléctricos que están con


tensión:

l Por existir cables pelados, con aislante defectuoso o insuficiente.

l Por conectar aparatos con cables desprovistos de la clavija


correspondiente.

l Al cambiar fusibles o tratar de desmontar o reparar un aparato sin


haberlo desconectado.

l Por manejar aparatos que carecen de tapas protectoras y, por


consiguiente, tienen partes eléctricas accesibles.

b) Cuando se toca la carcasa o parte exterior metálica de algún


electrodoméstico que se ha puesto en contacto con la tensión como
consecuencia de una deficiencia en los aislamientos interiores. Esto
puede ocurrir en:

l Nevera

l Lavaplatos

l Televisor

l Tostador

69
Tabla 27: ¿Cómo prevenir una electrocución?

Consultar a un técnico especializado para hacer del hogar un lugar más seguro,
mediante el uso de disyuntores, cobertores para enchufes, tomas de tierra, etc.

Jamás conectar aparatos a la red eléctrica que se hayan mojado, aunque éstos
parezcan secos y en condiciones

No manipular ningún aparato eléctrico cuando se encuentre recién salido del baño o
la ducha.

No debe existir ninguna fuente de energía eléctrica a menos de un metro de distancia


de la bañera.

No utilizar electrodomésticos y otros aparatos estando descalzo, aún cuando el suelo


esté seco.

No mantener estufas eléctricas, tomas de corriente ni otros utensilios eléctricos al


alcance de la mano en el cuarto de baño.

Proteger siempre los fusibles y los cortacircuitos del hogar en una caja
convenientemente cerrada. El cableado interno nunca debe verse. Si los fusibles
saltan o los cortacircuitos se interrumpen con frecuencia, esto puede indicar una
sobrecarga del sistema. Si se detectan manchas negras, escucha un zumbido o un
chisporroteo, o huele plástico quemado alrededor o dentro del panel eléctrico,
consultar a un especialista cualificado para que revise la instalación.

Revisar los cables regularmente en busca de averías y nunca los repare


empalmándolos. Evitar usar "ladrones” o “enchufes pulpo” que permiten conectar
muchos cables a un único dispositivo. Desconectar todo aparato eléctrico que genere
la más ligera descarga o sensación de cosquilleo, y hacerlo revisar por el técnico
correspondiente.

Ante cualquier reparación o manipulación de la instalación eléctrica, desconectar el


interruptor general situado normalmente en el cuadro general, asegurándose de la
ausencia de tensión.

Ante cualquier problema en su instalación o con sus electrodomésticos, consultar a un


electricista o técnico para que realice las reparaciones pertinentes.

70
Tabla 28: ¿Qué hacer en caso de electrocución?
Avisar al Servicio de Emergencias (112)

Cortar la corriente general del domicilio o local.

Si el electrocutado se encuentra en un lugar alto, prevenir la caída.

Utilizar un objeto de madera o plástico para despegar al accidentado de la fuente


eléctrica.

Revisar los signos vitales del accidentado y realizar respiración cariopulmonar básica
en caso de necesitarla.

Si las lesiones no aparentan gravedad, acudir igualmente al Centro de Salud; a


veces, las lesiones pueden ser graves y tardar en manifestarse.

5.3. ASFIXIA RESPIRATORIA

Asfixia es un término genérico que engloba todas aquellas situaciones en


las que se produce una falta de oxigeno en el ambiente o existe una
imposibilidad de que el aire llegue a los pulmones. Este último supuesto
ocurre siempre que las vías respiratorias quedan obstruidas por la causa
que sea, bien externa o interna.

Tabla 29: Tipos de obstrucción de las vías aéreas

OBSTRUCCIONES EXTERNAS OBSTRUCCIONES INTERNAS


(SOFOCACIÓN)
Por sólidos: objetos que accidentalmente
Ocurren por taponamiento de la nariz y la
se introducen en las vías respiratorias, o
boca o por imposibilidad de la caja
mal paso de alimentos durante su
torácica de expandirse (aplastamiento).
deglución.

Por líquidos: cuando el contenido


Un tipo específico de sofocación es la que
digestivo se regurgita en forma de vómito
se produce por presión externa sobre el
o en las situaciones de inmersión
cuello.
(ahogamiento).

71
Las causas que producen la asfixia son muy diversas. Aquí recogemos una
lista de las situaciones más comunes.

Tabla 30: Causas de asfixia más comunes

Por consumo de oxígeno en los baños debido a CALENTADORES o ESTUFAS de


GAS.

Por monóxido de carbono al encender MOTORES DE VEHÍCULOS en garajes sin


ventilación.

Introducción por boca y nariz de OBJETOS QUE TAPONAN total o parcialmente las
vías respiratorias (botones, canicas, tornillos, llaves, etc.).

APLASTAMIENTO por un objeto (estanterías, muebles de cierta altura,


derrumbamientos) o personas.

ROPA Y COMPLEMENTOS inadecuados rodeando al cuello.

Accidentes que impliquen PÉRDIDA DE CONOCIMIENTO en lugares donde es


posible quedar sumergidos (bañeras y piscinas).

¿Cómo prevenir las asfixias?

l No instalar calentadores ni estufas de gas en el interior de los baños, ni


en el interior de las habitaciones pequeñas o mal ventiladas.

l Siempre que se trabaje con vehículos a motor, hacerlo al aire libre.

l Utilizar ropa de cama que imposibilite el estrangulamiento. Evitar


sábanas demasiado largas, camisones y prendas con cuellos
estrechos.

l Proteger las piscinas, estanques, pozos y cisternas con un vallado,


redes o flotadores.

72
l Colocar a los individuos que hayan perdido el conocimiento de costado
(la llamada posición lateral de seguridad), para facilitar la salida al
exterior de posibles vómitos.

l Las comidas de las personas mayores con problemas de deglución


deben ser adaptadas según la magnitud del problema: desde dietas
blandas o alimentos troceados, hasta las integradas exclusivamente por
consistencias gelatinosas. Hay que vigilar especialmente los trozos de
carne, las piezas de fruta (uvas, melocotones), los caramelos duros...
Cortar siempre los alimentos en trozos pequeños y masticarlos
convenientemente, evitando hablar o reírse mientras se está comiendo.
No hay que olvidar ir al dentista para realizar al menos una revisión
anual.

Una situación especial dentro de la asfixia es la que se produce cuando,


inesperadamente, se produce el paso de alimento a la vía aérea,
provocando una obstrucción. Esto ocurre con mayor frecuencia en edades
extremas de la vida; en bebés que aún no dominan adecuadamente las
fases de deglución ni sus reflejos, pero también en personas mayores en
las que dichos automatismos están alterados. En estos casos, muy a
menudo depende de nuestra rápida actuación la vida del accidentado. Los
pasos a seguir son la internacionalmente conocida como Maniobra de
Heimlich.

Tabla 31: Maniobra de Heimlich

Si la persona está de pie, abrazarse por detrás al accidentado, pasando un brazo


alrededor de la cintura con el puño cerrado, y colocar el lado del pulgar entre el
espacio que queda por encima del ombligo y por debajo de la punta del esternón
(apófisis xifoides). Después, con el otro brazo rodear la cintura de la víctima y abrazar
el puño cerrado, formando un anillo. Realizar una única compresión fuerte y rápida de
dentro hacia arriba, sin miedo a causar otros daños. Repetir la maniobra cuantas
veces sea necesaria o hasta que el paciente se encuentre en posición supina (boca
arriba en el suelo).

73
Si la víctima está tumbada en el suelo: ponerse a horcajadas sobre ella y colocar el
talón de una mano en la misma posición que en el supuesto anterior (entre ombligo y
tórax, pegado a la punta del esternón). Realizar una compresión hacia arriba y adentro
las veces que sean necesarias. Es importante colocar la mano en la línea media del
cuerpo del accidentado y no desviarla hacia los lados, para evitar lesionar las vísceras
abdominales.

En caso de entrar en PARADA RESPIRATORIA o CARDIORESPIRATORIA, se


abandonarán estas técnicas, iniciándose maniobras básicas de RCP y avisando al
servicio de urgencias lo antes posible.

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Casado JM, Gil Gregorio P (eds). El hueso del Mayor y sus trastornos.
Edimsa. Madrid.2001.pgs:159-174.

Lázaro M, González A, Palomo A. Evaluación del riesgo de caídas.


Protocolos de valoración clínica. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005; 40
(supl 2):54-63

Montagut Martinez F. Rehabilitación domiciliaria. Barcelona.


Masson.2005

Moreno Millares P. Actividades de la vida diaria. Barcelona. Masson.2006

Pérez Melero A. Guía de cuidados para personas mayores. Ed. Síntesis.


Madrid. 2002.

Rubenstein LZ, Josephson KR. Falls and Their Prevention in elderly


people: What does the Evidence Show? Med Clin N Am 2006;90:807-82.

Sosa Henriquez M, Diaz Pérez A. Osteoporosis.Concepto.Etiopatogenia.


Clínica. Medicine 2006; 9 Extr.1:8-14.

Tideiksaar R. Caídas en ancianos. Prevención y tratamiento. Barcelona.


Masson. 2005.

75
7 Servicios de interés

GENÉRICOS (INSTITUCIONALES)
l Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición
www.aesan.msc.es

l Centro de Documentación y Estudios (SIIS)


www.siis.net

l Centro Español de Documentación sobre Discapacidad del Real


Patronato
www.cedd.net

l Centro Estatal de Autonomía personal y Ayudas Técnicas


Centro Estatal de Documentación e Información de Servicios Sociales
www.ceapat.org

l IMSERSO
www.seg-social.es/imserso

l Instituto de Información y Documentación en Ciencias Sociales y


Humanidades
www.cidoc.csisc.es

l Instituto Nacional de Consumo


www.consumo-inc.es

l Instituto Nacional de Estadística


www.ine.es

l Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses


www.mju.es/toxicologia

76
l Ministerio de Sanidad y Consumo
www.msc.es

l Ministerio de Trabajo e Inmigración.


www.mtas.es

l Servicio de Información sobre Discapacidad


www.sid.usal.es

SOBRE DEPENDENCIA Y LEY DE AUTONOMíA Y DEPENDENCIA


l Ley de Autonomía y Dependencia
www.imsersomayores.csic.es/productos/dependencia/index.html

l Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia


www.saad.mtas.es

ORGANIZACIONES Y SOCIEDADES
l Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa,
Consumidores y Usuarios.
www.ceaccu.org

l Confederación Española de Organizaciones de Mayores


www.ceoma.org

l Sociedad Española de Geriatría y Gerontología


www.segg.es

l Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España


www.mayoresudp.org

77
TEMÁTICOS
l Actividad Física en Personas Mayores
www.efdeportes.com

l Alimentación y Nutrición
www.alimentacion.es

l Caídas en Ancianos
www.imsersomayores.csic.es/salud

l Comunidad on-line para profesionales de la atención al mayor


www.sectormayores.com

l Consulta de ocio y enlaces con Asociaciones para Mayores en España


www.jubilo.es

l Medicina en el Hogar
www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar

l Prevención de Accidentes
www.salud.com

l Prevención de Intoxicaciones
www.mju.es/toxicologia/intoxicaciones/intoxicaciones.htm

l Quemaduras
www.nlm.nih.gov

l Seguridad en el Hogar
www.terapia-ocupacional.com

l Servicios y Productos para la Tercera Edad


www.infoelder.com

l Sobre La Tercera Edad (Información General)


www.demayores.com
www.tercera-edad.org

78
8 Tablas y figuras
TABLAS

1. Factores fisiológicos del envejecimiento que favorecen las caídas | 16


2. Enfermedades que favorecen las caídas | 17
3. Factores ambientales | 18
4. Grupos de fármacos y otras sustancias que más frecuentemente
pueden predisponer a las caídas | 20
5. Corrección de factores de riesgo extrínsecos | 21
6. Características generales que debe tener un programa de
ejercicios para el mayor | 24
7. Recomendaciones antes de iniciar el ejercicio físico | 25
8. Actividades deportivas recomendadas | 25
9. Programa de ejercicios | 26
10. Alimentos ricos en calcio | 28
11. Raciones dietéticas recomendadas para personas mayores | 29
12. Actividades de la vida diaria | 31
13. Tópicos sobre las caídas que debemos ELIMINAR | 38
14. Valoración de la persona mayor con caídas | 38
15. Corrección de factores de riesgo intrínsecos | 40
16. Programa de ejercicios en pacientes con caídas | 43
17. Prevención de la intoxicación por medicamentos | 50
18. Consejos para prevenir la intoxicación por medicamentos | 51
19. Prevención de intoxicación por alimentos | 56
20. Normas para prevenir intoxicación por gas | 58
21. Recomendaciones generales de prevención | 59
22. Recomendaciones específicas de prevención | 59
23. Quemaduras en función de su gravedad | 61
24. Tipos de quemaduras en función del agente que las provoca | 63

79
25. Lo que NO se debe hacer ante una quemadura grave | 65
26. Medidas generales de prevención de incendios y explosiones
en el hogar | 67
27. ¿Cómo prevenir una electrocución? | 70
28. ¿Qué hacer en caso de electrocución? | 71
29. Tipos de obstrucción de las vías aéreas | 71
30. Causas de asfixia más comunes | 72
31. Maniobra de Heimlich | 73

FIGURAS

1. Causas generales de las caídas | 15


2. ¿Cómo salir de la cama? | 31
3. ¿Cómo entrar en la cama? | 32
4. ¿Cómo levantarse / sentarse de una silla o sillón? | 36
5. ¿Cómo levantarse tras una caída? | 44
6. Regla de Wallace | 62

80
Notas

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