Textos Controversiales

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Textos controversiales

Preguntas respecto a la Biblia


1. ¿Hay varias clases de Biblia?
La Santa Biblia es una sola, lo que sucede es que hay diversas versiones o traducciones:
las de los eruditos católicos, aprobadas por la iglesia católica, y las de los eruditos
cristianos no católicos. Ambos grupos son eruditos en el conocimiento hebreo y griego,
idiomas originales del antiguo y del nuevo testamento, respectivamente, y tuvieron a su
disposición los mismos manuscritos cristianos. De modo que, aunque a veces usan
palabras diferentes, el sentido siempre es el mismo en todas las versiones conocidas,
excepto la “Versión del nuevo mundo” que no es aconsejable por ser tendenciosa y por
sus errores de traducción.

Debemos, señalar, sin embargo, una diferencia que surgió en el concilio de Trento (1546)
cuando las autoridades católicas decretaron incluir 7 libros en el antiguo testamento:
Tobías, Judit, Sabiduría, El Eclesiástico, Baruc y 1y 2 de Macabeos, además de algunos
capítulos añadidos al libro de Esther y al de Daniel. Se trata de libros históricos de
autores hebreos, pero no reconocido por estos como del Canon sagrado. San Pablo afirmo
que “La palabra de Dios le fue Confiada a los judíos” (Romanos3:2), pero, aunque Jesús
los reprendió por muchas cosas en la que habían faltado, nunca los recrimino por a ver
anulado o perdido algunos de los libros sagrados. La lista de los 39 libros del Antiguo
Testamento Reconocido como Sagrado en los días de Jesús, fue reconocida por destacado
cristiano como Melitón de Sardis, en el año 1777; Orígenes, en el 2300; Atanasio, 326;
Cirilo, 348; Rufino y Jerónimo, 395 y otros.

La misma Iglesia Católica reconoce una diferencia entre estos agregados y los 39 libros
Canónicos al llamar aquellos “Deuterocanónicos”, ósea, de “segunda inspiración”. Los
cristianos no católicos los llaman “Apócrifos” ósea, de autores inciertos

2.El Antiguo Testamento y su valor para los cristianos


Algunos cristianos han llegado a creer por diversos motivos que el antiguo testamento ha
perdido su importancia como fuente para enseñar la Doctrina Cristiana, y que, por lo
tanto, no es necesario. Piensan que lo importante que lo importante es el Nuevo
Testamento.

Para responder, recordaremos algunos hechos fundamentales que se pasan por alto o
quizás se desconocen:
1.En el Nuevo Testamento es un conjunto de escrito basado en el Antiguo Testamento.
Los escritores del Nuevo Testamento los citan constantemente para confirmar la doctrina
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
del evangelio. Como término Medio un versículo de cada 7 es una cita o una referencia al
Antiguo Testamento. Para Jesús y los Apóstoles eran las Sagradas Escrituras
(2Timoteo3:15); era la escritura inspirada por Dios(2timoteo3:16); era la palabra de Dios
que había que guardar (Lucas11:28); era el evangelio anunciado por los profetas en las
sagradas escrituras (Romanos1:2,3). En fin, era la clave para indicar la personalidad de
Cristo (Lucas24:25-27,44-47).
2.Antes que el nuevo Testamento estuviera escrito, Jesús Ordeno escudriñar las escrituras
(Juan5:39); advirtió del peligro de herrar al ignorarlas (Mteo22:29); Afirmo que eran
Bien Aventurados los que “oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lucas11:28). Cuando
el Apóstol Pablo recomendó las escrituras y afirmo que eran inspiradas, se referían
únicamente al Antiguo Testamento (2Timoteos3:15-17); Del mismo modo cuando decían
que enseñaban” Conforme a las escrituras” (1Corintios15:3,4).
3.El nuevo Testamento que fue escrito entre los años 40-96 D.C, recién comenzó a ser
citado por escritores cristianos después del segundo siglo, es decir, a partir del año 200
D.C. Vale decir que durante 2 siglos el Antiguo Testamento fue el único documento para
defender la realidad y la verdad de Cristo y su Evangelio.
Atenido a estas evidencias tan claras, es un error grabe afirmar que el Antiguo
Testamento hoy nada tiene que ver con la enseñanza del evangelio. Desecharlo es abrirles
la puerta a interpretaciones equivocadas.

3.El Antiguo Testamento y 2Corintios3:14


Si se afirma que el Antiguo Testamento no está abolido, ¿Qué significa la expresión en
2corintios3: 14?
En primer lugar, el Apóstol Pablo no podría haberse referido a lo que nosotros hoy
llamamos Antiguo Testamento, porque no se llamaba así la parte de la Biblia escrita A.D.
Por otra parte, el Nuevo Testamento no se había escrito todavía, solamente se había
comenzado a escribir algunas de sus partes. Por lo tanto, lo que en algunas versiones-No
en todas-se llamaba el “Antiguo Testamento”, en este versículo es solo una expresión que
se refiere al “Pacto Antiguo”, que el Apóstol presenta en contraste con el “Nuevo Pacto”
Mencionado en el versículo 6 del mismo capítulo. Obsérvese, además, que lo “Quitado
por cristo no es el Antiguo Testamento” si no el “velo” que impedía a muchos aprender la
lección ofrecida en el (2cor3:.15,16).Era el velo de las tradiciones y prejuicios que a
muchos les impedían comprender que Jesús era el “verdadero cordero de Dios”, que
quita el pecado del mundo(juan 1:29);ese velo de prejuicio y tradiciones no los dejaba
aceptar a cristo como el garante del nuevo pacto en lugar del cordero que era sacrificado
como garante del antiguo pacto.
Así como Jesús necesito valerse del antiguo testamento, o sea de “moisés, los profetas y
los salmos” (Luc.24:27,44), para demostrar su identidad y su obra, nosotros también lo
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
necesitamos. Si anuláramos el Antiguo Testamento. ¿con que probaríamos que Jesús es el
cristo?
El Nuevo Testamento es verdadero porque lo es también el antiguo, Un testamento no
anula al otro, sino se complementan maravillosamente. Así pues, el Antiguo testamentos
sigue siendo la palabra de Dios.

4.Salvacion por obra y por la Gracia


¿Es verdad que el Antiguo Testamento enseña la salvación por las obras, y el Nuevo
Testamento, por la Gracia?
Cuando Adán y Eva pecaron, en su primer encuentro con Dios se les prometió la
salvación por la gracia. se les advirtió que habría una dura lucha entre los seres humanos
y la serpiente, el diablo, pero también se les prometió una victoria terminante mediante la
simiente de la mujer, con la que herirían mortalmente el engañador(Gen.3:15). El Nuevo
Testamento explica que esa simiente “es Cristo” (Gal.3:16). por lo tanto, cada vez que
ellos, y luego sus descendientes, sacrificaban un cordero sobre el altar, manifestaban su
fe en el Redentor prometido, cuya salvación se ofrecía por gracia. Solamente debían creer
en la promesa de Dios y eran perdonados. El sacerdote hebreo ofrecía el sacrificio
simbólico que por gracia daba el perdón al creyente. El sacerdote intercedía ante Dios en
favor del pecador al ofrecer la sangre de la víctima inocente.
Cuando Jesús fue a juan el Bautista para ser bautizado ,es te lo presento diciendo: “He
aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”(Juan1:29).En la epístola a los
hebreos, se le explica en forma admirable y clara ese hecho: Cristo , como el intercede
sacrificio en lugar del cordero ,ofrendando una sola vez (Heb.9:23-26),y Cristo como el
sumo sacerdote que intercede por nosotros en virtud de su sacrificio (Heb.7:25;8:1_3).por
otra parte, afirmar que el Antiguo Testamento ofrece la salvación por las obras de la
ley, y que el Nuevo la ofrece por la gracia, seria acusara Dios de cometer una
equivocación y fracasar. Seria afirmar que ante el fracaso del sistema del Antiguo
Testamento ,Dios lo cambio por otro más fácil ,el de la gracia .El Apóstol Pedro no
acepta tal equivocación ,pues afirma que somos rescatados “con la sangre preciosa de
Cristo ,como de un cordero sin mancha y sin contaminación ;ya destinado desde antes de
la fundación del mundo ,pero manifestado, pero manifestado en los postrimeros tiempos
por amor a vosotros”(1.ped.18_20).así pues, el Antiguo y el Nuevo Testamento
ofrecen al pecador la salvación por la gracia de Dios manifestada en cristo.

5.Bajo la gracia no es necesario observar el sábado


¿Es verdad que ahora no es necesaria la observancia del sábado, pues ya no estamos bajo
la ley si no bajo la gracia?

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


Si fuera verdad que la Gracia nos exime de guardar el sábado, ósea de la obediencia del
cuarto mandamiento, la misma Gracia nos permitiría desobedecer cualquiera de los otros
9 mandamientos. Sin embargo, observamos que todas las congregaciones cristianas
enseñan que aquellos deben ser obedecidos, y reconocen el hecho de la obediencia como
prueba de la Salvación lograda por la Gracia. De manera que concluimos que estar bajo
la Gracia no es vivir con autorización para desobedecer la ley de Dios, si no recibir el
poder divino que nos habilita para obedecerla.
El que vive bajo la Gracia es el que ha aceptado el perdón de sus pecados por la en el
sacrificio de Jesús, y ha recibido ese perdón sin pagar algo o realizar alguna obra
especial. El perdón es gratuito, ósea, de Gracia. Viene el caso la pregunta del Apóstol
Pablo que la misma contesta: “¿Perseveraremos en el pecado para que la Gracia abunde?
En ninguna manera. Por que lo que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aun en
el?” (Romanos6:1,12). Vale decir que el perdón recibido por Gracia no nos es dado para
que sigamos pecando, ya no vivimos para pecar estamos muertos al pecado.
¿Qué acciones constituyen pecado? “Todo aquel que comete pecado, infringe la ley pues
el pecado es infracción de la ley” (1Juan3:4). Y para que sepamos a que ley se refiere,
citamos Romanos7:7 “Pero yo no conocí el pecado si no por la ley; por que tampoco
conociera la codicia, si la ley no dijera: no codiciaras”. “No codiciaras” es el decimo
mandamiento de la ley de Dios. De manera que, si estamos muertos al pecado, significa
que por la Gracia de Dios ya no vivimos pecando voluntariamente. Así como el Apóstol
Pablo supo que la codicia es pecado, y la abandono, podemos saber que la Idolatría es
pecado, porque así lo indica el segundo mandamiento; También sabemos que matar es
pecado, por que lo dice el sexto mandamiento; o que el no santificar el sábado es pecado,
por que lo indica el cuarto mandamiento. Lo mismo podríamos decir de cada uno de los
10 mandamientos.
Concluimos que vivir bajo la Gracia no solamente es recibir el perdón gratuito de
nuestros pecados o desobediencia a la ley de Dios, sino que también es recibir el poder de
su Gracia para vivir una nueva vida. “Bástate mi Gracia; por que mi poder se perfecciona
en la debilidad” (2corintios12:9)

6.No somos justificados por la obra de la ley


Es verdad que somos justificados por la fe y no por las obras de la ley, porque la ley de
Dios no tiene recurso para justificar al transgresor. El único propósito de la ley de Dios,
de los diez mandamientos, es señalar lo que es pecado o es contrario a la voluntad de
Dios, por ejemplo: Si robamos, pecamos, por que la ley de Dios dice: “No Hurtaras”.
Nuestros robos no se justifican por que dejemos de robar, o por que seamos generosos, o
por que hagamos todo lo que la ley dice. El perdón, que es la justificación, se recibe por
la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo, no en virtud de alguna obra.3
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
Santiago compara la ley de Dios como un espejo (Santiago1:22-25). Sabemos que un
espejo solamente puede mostrarnos las manchas, nunca lavarlas. Se necesita agua y jabón
para lavarlas. ¿Qué diríamos de alguien que desechara o rompiera el espejo por que este
no puede limpiarlo? Del mismo modo, la ley de Dios es el “Espejo” que muestra nuestros
pecados, pero, como el espejo, no puede lavarnos o justificarnos. Solamente nos hace
entender que necesitamos lavarnos y el único que podrá hacerlo es cristo, quien por la en
su sacrificio justifica nuestras transgresiones. Es decir, somos justificados sin las obras de
la ley.
Lo dicho, nos hace entender que necesitamos de ambas: La ley, que nos muestra la
verdadera condición de nuestra vida frente a Dios, y la fe en el sacrificio de Jesús, que
nos perdona y otorga su justicia. Ese acto de misericordia inmerecida, el perdón por la fe
en Jesús, despierta con amor profundo hacia El, Y produce el resultado indicado por el
señor mismo cuando dijo: “Si me amáis guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). De
modo que solo la obediencia es el fruto maravilloso de la fe verdadera (Romanos3:31)

7.Cristo es el fin de la ley. Romanos 10:4


En Romanos 10:4, dice que el fin de la ley es cristo, ¿quiere eso decir que cristo abolió la
ley de Dios?
La palabra “fin” que se traduce del término griego ellos, en ambos idiomas tiene dos
significados: el de finalización de algo, o el de propósito u objetivo. Así decimos: “El
accidente que dejo invalido a mi amigo puso fin a su carrera”. Aquí el sentido es de
terminación. Si decimos: “viaje con el fin de solucionar aquel pleito”, le damos ala
misma palabra el sentido de propósito. En Romanos 10:4, ¿cuál de los dos significados
tiene la palabra fin?
Si dijéramos que tiene el sentido de terminación de la ley, nos encontraríamos con que el
apóstol se contradice a sí mismo, dando que atreves de toda la epístola reconoce la
vigencia de la ley de Dios.
En Romanos 7:7, dice que no habría sabido que la codicia era pecado” si la ley no dijera:
“No codiciaras”. En Romanos 13:9,10 afirma que el amor al prójimo conduce ala
obediencia de la ley de Dios, y cita cinco mandamientos: No adulteraras, no mataras, no
hurtaras, no dirás falso testimonio y no codiciaras; ósea cita del sexto al decimo
mandamiento. Y como para indicar que habría otros que no menciono, dijo:” Y cualquier
otro mandamiento” En efecto, hay otros cinco. En el capítulo 2:17-23, del mismo libro,
vuelve a recocer la existencia de la ley al citar el pecado del adulterio y la idolatría,
pecados señalados por el séptimo y el segundo mandamiento respectivamente. En otras
declaraciones de esta misma epístola, el apóstol pablo demuestra que para él la ley de
Dios seguía existiendo. En Romanos 3:20 dice que “por la ley es el conocimiento del
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
pecado”. También afirma, dos veces,” que donde no hay ley no puede haber pecado
(Rom.4:15;5:13). Por lo tanto, cada vez que usa en su epístola la palabra pecado, se
refiere a la desobediencia de la ley de Dios. Así pues, para el apóstol la ley existía y la
llamo “santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Romanos. 7:12). Al notar con
tanta claridad que Pablo reconoce definidamente la existencia de la ley de Dios en esta y
en todas sus epístolas, no podrimos admitir que en Romanos 10: 4 dijera que la ley había
terminado con Cristo. Por lo tanto, concluimos que en este pasaje la palabra “fin” tiene el
sentido de “objetivo o propósito”. “Porque el fin (propósito) de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree”.
En efecto, advertidos por la ley de Dios, descubrimos que somos pecadores, o sea,
desobedientes a los Diez Mandamientos. Al comprenderlo, encontramos que “la paga del
pecado es la muerte” (Romanos. 6:23), por lo cual sabemos que estamos perdidos. La ley
nada pueden hacer para perdonar esos pecados, pero cumple su propósito: hacernos
entender que necesitamos a Cristo, quien salvara a todo el que cree.
8.No estamos bajo ayo, Gálatas 3:25
Yo creo que no es necesario guardar el sábado por que en Gálatas 3:25 dice que “venida
la fe, ya no estamos bajo ayo”; ¿Qué 0pina usted?
Admitamos por un momento que al estar en la fe ya no tenemos nada que ver con la ley,
y que por esa razón podemos desobedecer el mandamiento del sábado. Sería razonable
preguntarse: ¿Por qué no podríamos desobedecer los otros 9 por la misma razón? ¿Por
qué no podríamos matar, robar, adorar dioses ajenos, ser idolatra, en fin, desobedecer
cualquiera de los 10 mandamientos y no solamente el de sábado? Nadie admitiría eso
porque todos consideramos que el ladrón, o el adultero, o el idolatra es un mal para la
sociedad. Lo que hacen tales cosas no están en la fe. así pues, si el análisis del argumento
lo refuta, algo debe estar equivocado en él. Veamos, entonces, donde está la
equivocación.
Las escrituras dicen: “Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante
de El: Porque por medio de la ley es el cono cimiento del pecado” (Romanos3:20). Aquí
descubrimos la razón del error, ósea: Afirmar que la ley podría justificar, cuando su única
misión es enseñar que es el pecado. La ilustración del Apóstol es magnifica al decir que
“La ley ha sido nuestro ayo-Conductor-Para llevarnos a cristo a fin de que fuésemos
justificados por la fe” (Galatas3:24).
Un “ayo” es la persona encargada de crear y educar a niños y a jóvenes. Del mismo
modo, la ley de Dios cumple su única y verdadera misión cuando nos enseña la voluntad
de Dios y conoces su voluntad (La de Dios), e instruido por la ley a pruebas lo mejor
(Romanos2:18). Cuando la ley a cumplido su definido y único cometido, ósea,
enseñarnos la voluntad de Dios, entonces nos lleva a Cristo, el único que puede perdonar
todos nuestros pecados o desobediencias a la ley de Dios (1Juane3:4). “Mas venid a la fe,
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”
(Galatas3:25;26). Al no estar bajo ayo ¿Significaría que ahora podemos desobedecer la
ley de Dios? De ninguna manera, por que la fe no invalida la ley, si no la confirma
(Romanos3:31;1Juan3:24;5:3).
Para serlo mas claro, ejemplifiquemos la ilustración del Apóstol. Tomemos a los jóvenes
que asisten a una universidad con el fin de ser médicos. Se encuentran bajo ayos sus
profesores, quienes le enseñaran todo lo necesario para cumplir correctamente con esa
profesión. Cuando los “ayos” comprueban a través de años de rígidos exámenes y
muchas practicas que el alumno aprendió medicina, lo gradúan. Este abandona aula y
ayos. ¿Significa eso que ahora podría a ser lo que se le ocurra en medicina? Alguno lo
han hecho y por ello perdieron su derecho a ejercer la profesión. No son mas Doctores.
La rebeldía a la enseñanza de sus ayos, le costó su título.
Algo semejante sucede en relación con la ley de Dios. En calidad de “ayo” nos enseñó
que debíamos a ser para ser hijos de Dios pues no lo éramos. Para que podíamos serlo,
nos llevo a Cristo y “Venida la fe, no estábamos más bajo ayo”. ¿Olvidaremos los que
nos enseñó el “ayo” por estar con Cristo?
Porque recibimos el perdón de todos nuestros pecados, ¿nos sentiremos autorizados a
desoír todo lo que nos enseñó el “ayo”? De ninguna manera por que si estamos con cristo
somos nuevas criaturas, las cosas viejas, nuestra vida de pecados o desobediencias
pasaron y todas las cosas son hechas nuevas(2corintios5:17). Se realizo el milagro del
nuevo nacimiento: pasamos de obediente a desobediente. “Todo lo puedo en Cristo que
me fortalece” (Filipenses4:13). El poder de Cristo en nosotros hace posible esa
maravillosa realidad.

9.En Génesis no se encuentran los Diez mandamientos.

Leyendo el Genesis descubrimos que oís principios enunciados por los Diez
mandamientos eran conocidos, pues las acciones que constituían transgresión
de ellos se consideraban pecado. Sabemos que “por la ley es el conocimiento del
pecado” (Rom3:20), y “que donde no hay ley tampoco hay trasgresión” (Rom 4:15). El
mismo hecho de que existiera la muerte era demostración de que había trasgresión de la
ley (juan 3:4), pues la paga del pecado es la muerte” (Rom 6:23). Además, la Biblia
ensena que la ley es eterna (sal119: 98,151,152). El patriarca Abrahán, que vivió 500
anos antes de darse la ley por escrito en el Sinaí, guardaba los mandamientos de Dios
(Gen 25:5). por otro lado, no es posible es posible aceptar que un Dios santo y
omnisapiente hubiera dado un mandamiento para los que vivieron antes del Sinaí, otros
para quienes nacieron después del Sinaí, y luego otros para los que vivieron después de
Cristo. En Dios “no hay mudanza ni sombra de variación” (sant 1:16,17). Observemos
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
algunos incidentes, relatados en Genesis, que demuestran la existencia de los diez
mandamientos desde los orígenes del mundo.
1.No adorar dioses ajenos. En Genesis 6 se menciona el diluvio universal como
consecuencia del abandono del Dios verdadero. El relato de la torre de Babel (Gen 11) es
otra demostración de la condena que pesa sobre los adoradores de dioses falsos.
2.No tener ídolos. Si Jacob consideraba que era pecado tener los dioses que Raquel había
hurtado a su padre, y los enterró, demuestra que ya se conocía el mandamiento que
prohíbe venerarlos (Gen.31:19,30;35:1-4).
3.No blasfemar. La conducta de Esaú, relatada en Genesis 25:27-34, fue blasfema, por
cuya razón en el Nuevo Testamento se le califica como “profano” (Heb12:16).
4. Observar el sábado. El séptimo día fue bendecido y santificado por Dios en la creación
(Gen.2:1-3). También fue bendecido por Jesús; recordemos que en el Nuevo Testamento
se nos ensena que “sin el nada de lo que ha sido hecho fue hecho” (véase juan1:1-3,10;
Heb.1:1-2; col.1:15-18). La Biblia llama al séptimo día “Sabbath”, término hebreo que
significa descanso; y luego para nuestro idioma como “sábado”. En Trasgredido Éxodo .
16:4-30 se ordena la observancia del sábado un mes antes de llegar al Sinaí lo que
demuestra que el mandamiento era conocido. Transgredirlo, como lo hicier0n algunos,
significaba no respetar la ley de Dios (vers 28). Nótese, además, que el mismo
mandamiento da la razón de la observancia:” por qué en seis días hizo Jehová los cielos y
la tierra …” y por que “Jehová bendijo el día de reposo y lo santifico” (Exo.20:11)
5.Honrar a los padres. En Genesis es notable el respeto que los hijos de Dios mostraban
hacia sus padres. El caso de Cam, hijo de Noe (Gen.9:20-27); nos ayuda a comprender la
alta estima en que se tenía al quinto mandamiento.
6.No matar. La condena al asesinato. Como el cometido por Caín y otros relatados en
Genesis, demuestran la existencia del sexto mandamiento (Gen.4:8-15).
7. No cometer adulterio. El caso Dina, hija de Jacob (Gen.34:1-7), y la conducta
intachable de José frente a la tentación a cometer adulterio, indican el conocimiento del
séptimo mandamiento.
8.No hurtar. Raquel Robo a escondidas los dioses de padre (Gen.31:19-37). La reacción
de Jacob, cuando Labán lo acuso de hurto (vers 30-32), demuestran el conocimiento del
octavo mandamiento.
9. No levantar falso testimonio. El incidente entre Isaac y Abimelech (Gen.26:6-11) y el
Jacob y Esaú (27:1-45) demuestran que la mentira era considerada una mala acción.
10. No Codicies. El resultado desastroso de la codicia de Eva (Gen .3:6) prueban que la
codicia era pecado. La codicia de Lot (Gen13:11,12) manifestada en su elección, fue un
pecado que trajo maldición.
10.En el Nuevo Testamento hay solo dos mandamientos

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


Esos dos mandamientos que Jesús cito(mateo.22:25-40), están en el Antiguo Testamento
(Deut 6:5; Lev.19:18) El Afirmo que de ellos “depende toda la ley y los profetas”. El
verbo “depender “quiere decir” estar bajo sujeción o subordinación “de algo. En efecto,
los primeros cuatro mandamientos dependen del amor hacia Dios, y los últimos seis, del
amor hacia el prójimo. Así pues, los diez mandamientos dependen o son consecuencia de
los dos; no están abolidos, permanecen y, por esa razón, se hace referencia a ellos en todo
el Nuevo Testamento. Veámoslo:
1.No adorar dioses ajenos: Mateo. 4:10; 1.cor.8:5.6.
2.No tener Ídolos: 1.cor.6:9;10: 7,14; Rom.2:22.
3. No blasfemar:1 tim.1:13,20;6:1: Apoc. 13:5,6;17:3.
4. Observar el sábado: Mateo 2:27,28; Heb.4:4,9,10; Mateo.24:20; Hech.13:14,42-
44;16:13;18:3-4.
5.Honrar a los padres: Mat 19:19;1510:19:4,9; Mar.7:10;10:19; Luc.18.20; Efec.6:2,3.
6.No matar.Mat.19.18; mar10:19; Luc.19:20; Rom13:9; Sant.2:11.
7.No cometer adulterio: Mat.19:18; Marc.10:19; Luc 18:20; Rom.13:9;1Cor.6.9;
Sant.2:11.
8. No hurtar: Mat.19.18;1Cor 6:10.
9. No levantar falso testimonio: (los mismos textos, Apoc.21:27;22.15.
10. No Codiciar: Rom. 7:7,13:9;1Cor 10:6; 1Tim.6:9. Como se notará, los últimos seis
mandamientos son citados en forma casi completa, y a pesar de que con los primeros
cuatros no sucede lo mismo, podemos creer en la vigencia de ellos porque una y otra vez
se nos insta obediencia.

11.TODOS LOS DIAS SON IGUALES


Para mis todos los días son iguales y, por lo tanto, da lo mismo adorar a Dios en un día o
en otro día.
En un sentido todos los días parecen iguales, constan de 24 horas, tienen días y noches, y
unos siguen al otro. Y por su puesto que cada día debemos manifestar una conducta
cristiana, puesto que sería absurdo adorar a Dios en un día y en los otros vivir
incorrectamente.
Sin embargo, la Santa Biblia nos enseña que hay diferencia. Dios mismo la señalo al
bendecir y santificar el séptimo día, cuando concluyo la creación (Genesis2:1-3).
Bendecir significa “Alabar, celebrar, ensalzar, ser colmado de bienes por la providencia,
consagrar al culto”. Santificar significa, “A ser Santo, dedicar algo a Dios, apartar algo
para un uso sagrado”. Por lo tanto, cuando Dios bendijo y santifico el séptimo día, lo hizo
definidamente diferente de los demás días del siclo semanal. Quienes tenemos fe en Dios,
¿Podemos despreciar la bendición y la santificación dado a su día? ¿Puede ser lo mismo
observar cualquier día y no el bendecido y santificado por Dios? Para los Profetas y
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
Apóstoles existían esa diferencia, por que siempre llamaron al séptimo día shabbat, que
quiere decir día de reposo. El mandamiento comienza pidiendo que nos acordemos de
santificarlo, ósea, apartarlo para un uso sagrado. Los otros 6 días son para hacer todas
nuestras tareas, “Mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios… Porque en seis días
hizo Jehová… Todas las cosas… y reposo el séptimo día; Por tanto, Jehová bendijo el día
de Reposo y lo santifico (Exodo20:8-11). Nótense 2 cosas definidas: El mandamiento se
refiere a el “séptimo día”, no es un séptimo día, es decir, se refiere a un día definido. A
demás, señala la razón para recordarlo: “Porque Jehová bendijo el día de reposos y lo
santifico”.
En el Nuevo Testamento se respetan estas indicaciones. Lucas escribió su evangelio unos
32 años después de la accesión de Jesús. En el capítulo 23:54-56 y 24:1-3 nos refiere la
secuencia de los días. Señala el día de preparación ósea el viernes, Luego firma que fue
guardado el día de reposo, el sábado, conforme al mandamiento, y que luego, en “El
primer día de la semana”, ocurrió la resurrección. Toda la Cristiandad reconoce que Jesús
resucito el primer día de la semana y por ello se desea justificar la observancia del
domingo, pero ya observamos que la Bendición y la Santificación de Dios fue otorgada al
séptimo día y no al primero.
El diccionario de la lengua española da el siguiente significado de estos 2 días: Domingo
primer día de la semana; sábado, séptimo día de la semana. Así pues, según la santa
Biblia la historia y nuestro propio idioma, el sábado es el séptimo día y el domingo el
primero. La Bendición y la Santificación de Dios sobre el Séptimo día, lo hacen
claramente diferente de los demás.

12.Cristo es nuestro reposo y no el sábado


Debemos recordar que originalmente el sábado fue Santificado y Bendecido antes que el
hombre pecara (Genesis2:1-3). De modo que originalmente no pudo ser creado como
símbolo de alguna experiencia relacionada con el pecado. Su razón de ser, era recordar a
los seres humanos, por la eternidad, la obra maravillosa realizada por el Creador. Cuando
en el Sinaí se dio por escrito del reposo semanal, se reiteró el motivo: “Acuérdate del día
de reposo para santificarlo… Porque en 6 días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y
todas las cosas que hay en ellos… (Exodo20:8-11).

13.La observancia del domingo según Hechos20:7


Este pasaje dice textualmente: el primer día de la semana, reunidos los discípulos para
partir el pan, el Apóstol Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente y alargo el
discurso hasta la media noche. No es prudente hacerle decir a la Biblia lo que no dice, y
mucho menos contradecir lo que dice con claridad. Por lo tanto, Hechos20:7 no aprueba
en absoluto que era costumbre entre los cristianos del primer siglo celebrar reuniones en
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
Domingo. Esa fue una reunión ocasional, en la que se trato de aprovechar lo más posible
la vista del apóstol a los creyentes de troas.
La cena del señor en esa ocasión tampoco prueba que se la celebro por ser domingo, pues
no había día fijo para su celebración. Cuando a Jesús instituyo ese rito, fue jueves de
noche. Aparentemente hubo un tiempo cuando se celebraban todo el día (Hechos2:46).
En sus cartas a los Corintios el Apóstol Pablo dice: “Así pues, todas las veces que
comiereis este pan y bebiereis esta copa, la muerte del señor anuncias hasta que el venga”
(1Corintios11:26). Así el Apóstol reconoce que la celebración de la cena del señor se la
realizaba en ocasiones determinadas por las circunstancias, como lo fue en otras.
14. LA Ley y la cruz en colosenses 2:14-17.
Según colosense 2:14-17, la ley de Dios fue clavado en la cruz; por lo tanto,
¿Necesitamos observar el sábado?
Si la ley hubiera sido clavada en la cruz, entonces no solamente el mandamiento del
sábado quedaría anulado, si no también los otros 9. Es evidente que eso no ha sucedido,
por que en todas las iglesias cristianas todavía se enseña que hay que respetar esa ley. Al
no guardar el sábado, se explica que el día de reposo se cambio al domingo, con lo que se
admite que el mandamiento del reposo semanal permanece.
Por otro lado, el mismo apóstol ase referencia a la ley de Dios en todas sus epístolas, la
cual refuta la idea de que para él estuviera abolido. Nótese que en esta misma epístola a
los colosenses señala como pecados que hay que abandonar a la fornicación, a la
idolatría, a la blasfemia, y a la mentira; Pecado señalado por la ley de Dios (Capitulo 3:5-
9).
La palabra griega traducida como “Acta” o “Cedula”. En el versículo 14 es cheirografon.
Primeramente, quiere decir “Contrato escrito” o “Certificado de deuda” resultante de
alguna transgresión. También “Libro con registro de pecados” Usado para la condenación
del transgresor. Esto nos ayuda a entender que lo que fue clavado en la Cruz fueron los
registros de nuestros pecados que “Estaba contra nosotros” condenándonos a muerte
“Romano6:23”.
Esa era la obra cumbre de Cristo, “El cordero de Dios que quita el pecado del mundo”
(Juan1:29). Su obra no era quitar la ley de Dios si no el pecado, que es la transgresión de
esa ley (1Juan3:4). Por lo tanto, Cristo clavo en la Cruz el cheirografon ósea “El registro
de nuestros pecados”, o “El certificado de nuestra deuda” de pecados que “Había contra
nosotros, que nos era contraria”. Así se cumplió la promesa: “Yo, yo soy el que borro tu
rebelión…” (Isaias43:25).
La Pascua era un día de descanso celebrado con comida y bebida en recuerdo de la
liberación de la esclavitud de Egipto. Desde que Cristo nos libero de la esclavitud del
pecado (Romanos6:17,18), Se constituyo en nuestra Pascua (Sacrificada por nosotros)
(1corintios5:7). Así, el Apóstol reconoce en la pascua una sombra de Cristo. La gran
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
fiesta de la Purificación del Santuario, Celebrada cada año el día del mes séptimo, otro
día de descanso o sábado, también era una “Sombra” de Cristo cumplida con su único
Sacrificio (Hebreos9:23-26). Y lo mismo podría decirse de otras fiestas o día de Reposo
como los panes Ázimos, el pente costes, las cabañas, etc.
Concluimos diciendo que las fiestas señaladas en el versículo 16, eran referencia directa a
las fiestas simbólicas o “Sombras” de Cristo del ritual del templo y del sacerdocio
levítico, que ya no tenia objeto. Por lo tanto, si alguno no quería celebrarlas no cometía
faltas y por ese motivo no debía juzgárselo como transgresor.
En el Nuevo Testamento con notas, publicado por la sociedad americana de tratados
(1906). En las paginas 648 y 649 dan esta explicación al versículo 16, “nadie os juzgue,
apruebe y repruebe, vuestro modo de tratar la ley ceremonial; de nueva luna o de
sábados, los días cuya observancia estaban asociados con carnes, bebidas y lunas nueva.
Romano 14:10,13. Este pasaje no se refiere al sábado de la ley moral, ni a los
mandamientos que prohíben el robo, asesinato y el adulterio. Este sábado semanal no ha
perjudicado nunca a los hombres, si no que a promovido siempre su bien. Su observancia
les ayudo a conquistar los mejores lugares de la tierra y a poseer la heredad del pueblo de
Dios. Isaias58:13,14. Jeremias17:21-27”

15. El sábado es para los judíos


Me han explicado que el sábado fue dado a los judíos y que el domingo es el día de los
cristianos ¿No es eso lo que enseña el Nuevo Testamento?
No encontramos tal afirmación en el Nuevo Testamento. En las ocho veces que menciona
el “primer día de la semana” no se decir que es el día de guardar en lugar del sábado
(Mat. 28:1; Mat. 16: 19; Luc. 24: 1; Juan 20: 1, 19; Hech. 20: 7; 2 Cor. 16: 2)
Veamos en primer lugar lo que nos explicar el Antiguo Testamento, única parte de la
Biblia que tenia cristo y los apóstoles para documentar sus enseñanzas (véase la
preguntar 3).
1. En Genesis 2: 1-3 se nos informa que, al terminar la creación del mundo, Dios
bendijo y santifico el séptimo día. Recordemos que “santificar” quiere decir
“aparta para un uso sagrado”. No existían, entonces, judíos ni otras razas, sino
solamente Adán y Eva. Por lo tanto, originalmente el sábado se hizo para el
hombre.
2. Cundo Dios dio la ley escrita a su pueblo escogido, mas de dos mil años después
de la creación, explico en el mismo mandamiento que la razón para santificar el
sábado era “porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra… Y reposo en el
séptimo día; por tanto, jehová bendijo el día de reposo y lo santifico” (Exo. 20:
11). Así queda claro que Dios no dio el sábado a los judíos porque eran judíos,
sino porque él había bendecido y santificado el séptimo día como reposo en la
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
creación. Los judíos recibieron ese mandamiento porque eran los únicos
adoradores del Dios vivo, el Creador del universo. Todos los demás pueblos del
mundo adoraban dioses falos. Así el sábado constituía una señal del pueblo judío
adoraba al Creador (Eze. 20: 20).
3. Cunado en una ocasión Dios hablo por medio del profeta a su pueblo, aclaró que el
sábado era “mi día santo”, no el día de los judíos (Isa. 58: 13, 14).
4. Además, la observancia del sábado no era privilegio exclusivo de los judíos;
también para los extranjeros representaba una gran bendición servir a Dios y
guardar el sábado (Isa. 56: 6, 7).
5. Las verdades que el pueblo judío conocer de Dios no las debían esconder, sino que
debían ser la “luz de las naciones” y “mi justicia para luz de los pueblos” (Isa. 60:
1-6).
En el Nuevo Testamento encontramos dos declaraciones definitorias respecto al
sábado:

 Jesús se 0cupo de reiteradas veces de ensenar a los judíos a santificar


correctamente el sábado. Ellos lo acusaron de transgredirlo, pero tal acusación
era falsa. En una de esas ocasiones, cuando lo recriminaron, Jesús les
respondió: “El sábado fue hecho por causa del hombre” (Mar.2:27). Nótese que
no les dijo que fue hecho por causa del judío. La Biblia nos ensena que fue
hecho para el hombre, afín de que tenga el tiempo necesario para cultivar su
vida espiritual, para fomentar la comunión con DIOS, para el estudio de su
palabra, para recordar constantemente a su creador. De esa manera, el sábado
sigue siendo una bendición para el hombre de cualquier raza.
 En esa misma ocasión, Jesús hizo otra afirmación importante:” El hijo del
hombre es señor aun del sábado”. (vers. 28). ¿Por qué el hijo del hombre es
señor o dueño del sábado? porque él fue su creador tal como lo afirma el Nuevo
Testamento: Sin el nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”; por El “asimismo
hizo el universo”; y “por El fueron creadas todas las cosas, las que hay en los
cielos y en la tierra”(juan.1:1-3,10;Heb.1:2-3;col.1:15-17)Así el Nuevo
Testamento aclara que Jesús fue el que hizo el sábado y, por lo tanto, sigue
siendo su día: el sábado es el día del señor .Esa fue la razón por la que tuvo el
derecho de corregir a los fariseos, ensenándoles la observancia correcta del
sábado, pues no era el día de los judíos, sino el día del señor; ese derecho le
pertenece por que fue quien lo creo, lo santifico y lo guardo.
Así pues, concluimos que el sábado no es el día de los judíos, sino el día que
Jesús hizo para los seres humanos de todas las razas.

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


16. Guardar el sábado no nos salva.
¿Por qué es necesario guardar el sábado, si no es el sábado el que nos salva?
Es verdad que el sábado no nos salva, porque nuestro salvador es cristo, “por que no hay
otro nombre debajo del cielo, dados a los hombres, en que podamos ser salvos”
(hec.4:12). pero si encaramos así el plan de salvación, como lo sugiere la pregunta,
tendríamos que decir que tampoco salva al idolatra destruir sus ídolos, ni al asesino dejar
de matar, ni el mentiroso dejar la mentira. Pero eso que es verdad, ¿nos permite dejar de
obedecer cualquier mandamiento por que el único que salva es cristo?
El evangelio nos ensena que cristo vino a salvar a “su pueblo de sus pecados” (mat.1:21);
que El es el “cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (juan.1:29). Y sabéis que el
apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en el” (juan.3:5). De manera que,
si fuimos salvados del pecado por Cristo, ¿Cuál será el resultado?” Todo aquel que es
nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no
puede pecar, por que es nacido de Dios” (1juan.3:9).
Si es así, es evidente que somos salvados del pecado, por lo que tenemos que definir
¿Qué es pecado? Esta es la Repuesta bíblica: “todo aquel que comete pecado infringe
también la ley; pue s el pecado es infracción de la ley”(1.juan.3:4).El Apóstol pablo dijo:
”yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no
dijera: No codiciaras”(Rom.7:7).De modo que si el pecado es la desobediencia a
cualquiera de los Diez mandamientos, y la misión de cristo es quitar nuestros pecados, lo
que debemos hacer es obedecer al señor -lo contrario a pecar .por eso, el que fue salvado
por cristo “ no practica el pecado” o no desobedece los mandamientos.
Volviendo ahora a la pregunta, decimos que no somos salvos por que dejamos de
codiciar, sino que dejamos de codiciar por que fuimos salvados. ¿observa Ud. la
diferencia? Tampoco somos salvados porque dejamos de robar o mentir, sino que
dejamos de robar y mentir porque fuimos salvados de esos pecados. Del mismo modo, no
somos salvados por guardar el sábado, sino que guardamos el sábado porque fuimos
salvados por cristo-de seguir desobedeciendo ese mandan amiento. cristo es el único que
puede salvarnos de nuestros deseos de pecar. Él nos hace nuevas criaturas, con nuevos
deseos (2.cor.5:17). La presencia del pecado o la desobediencia en nuestras vidas, es
demostración que no hemos sido salvos. Por eso dice la Biblia: “En esto sabemos que
nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice yo le conozco, y no
guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en el” (1. juan.2:3,4).
También Santiago aprueba esta declaración (2:10-12.).

PREGUNTAS SOBRE LA ALIMENTACION


17. Pedro, mata y come. Hechos 10

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


La visión del apóstol Pedro relatada en hechos 10, ¿nos autoriza a comer animales
inmundos?
Para dar la respuesta debemos analizar lo sucedido según se relata en Hecho 10 y 11:1-
18; Pedro había subido a la azotea de la casa donde habitaba en Jope, para orar; sintiendo
hambre vio en visión algo semejante a un gran lienzo que descendía a la tierra en el que
había toda clase de animales limpios e inmundos, y oyó una voz que le decía: “Pedro,
mata y come”; su respuesta fue terminante: “Señor, no, porque ninguna cosa común o
inmunda he comido jamás”. Esta escena se repitió tres veces (Versículos 13-16); “Y
mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí, sobre lo que significaría la visión que había
visto, ha aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, llegaron a la puerta”
preguntando por él. “Y mientras pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí tres
hombres te buscaran. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo
los he enviado” (17-20).
No hay duda que para Pedro el desconcierto del primer momento quedo resuelto. La
orden del Espíritu Santo de ir a la casa de unos extranjeros o gentiles, a quienes
consideraban inmundos, aclaro totalmente el significado de la visión. No se trataba de
comer animales inmundos sino de no considerar a los gentiles como inmundos. Por eso
Dios le había dicho: “Lo que Dios limpio no lo llames tú común” (15).
Nótese ahora las primeras palabras de Pedro a Cornelio y a las personas reunidas en su
casa: “Vosotros sabéis cuan abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un
extranjero, pero me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo”
(28). Después que le explicaron el motivo por el cual lo habían llamado gracias a la
intervención de un Ángel del Señor, Pedro comenzó su discurso: “En verdad comprendo
que Dios no hace acepción de persona, sino que en toda nación se agrada del temer y
hace justicia” (34-35).
Esta visita que hizo el apóstol a los extranjeros levanto una ola de protesta en Jerusalén;
cuando llego a la ciudad con seis creyentes que lo habían acompañado a Cesárea, a casa
de Cornelio y lo recriminaron diciéndole: “¿Por qué has entrado en casa de hombres
incircuncisos, y has comido con ellos?”, Pedro le relato todo lo sucedido. “entonces oída
estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los
gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!” (Hechos 11:1-18).
Por lo tanto, si el apóstol Pedro, los demás apóstoles y todos los demás hermanos
participaron en esta experiencia llegaron a la conclusión definitiva de que la visión tuvo
solamente el propósito de romper el prejuicio, fuertemente arraigado, contra los
extranjeros o gentiles, mostrándoles que para Dios no eran inmundos, hoy no nos asisten
el derecho de darle a la misma visión otra interpretación. Por otra parte, sería una
blasfemia el afirmar que Cristo había venido al mundo para que con su sacrificio fuesen
impedidos los animales inmundos. De ninguna manera esta visión nos autoriza a comer
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
animales inmundos, pues siguen siendo impropios como alimentos. Si entonces fueron
inmundos, mucho más lo serán ahora, con el auge de las enfermedades en el reino
animal.
18. ¿Qué contamina al hombre? Mateo 15:1-20.
Jesús, al decirnos en Mateo 15:11: “no lo que entra en la boca contamina al hombre; más
lo que sale de la boca esto contamina al hombre”, ¿nos autoriza comer de todo sin las
restricciones señaladas en el antiguo testamento?
En primer lugar, observemos que Jesús llego a esta declaración a fin de responder a una
pregunta de unos escribas y fariseos: “¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de
los ancianos? “Porque no se lavan las manos cuando comen pan” (versículo 2). A esta
pregunta Jesús respondió con otra (versículo 3), para hacerle notar que lo que contamina
al hombre es la desobediencia a los mandamientos de Dios, que ellos quebrantaban
amparándose en sus tradiciones, y no un rito un ceremonial como el de lavarse las manos
(versículo 4-9). Cuando los discípulos le preguntaron a parte que quiso decir al afirmar
que “no lo que entra a la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca esto
contamina al hombre” (versículo 10,11), Jesús les explico que la contaminación se
producía primero en la mente, antes de realizarse la acción. Por eso señalo como
fundamental y primera causa de la contaminación los “malos pensamientos”, que salen
del corazón (19).
Para responder la pregunta que se nos hizo preguntamos lo siguiente: ¿no es un mal
pensamiento proponernos comer lo que sabemos que es perjudicial para la salud? Por
supuesto que sí. Dios nos señaló en su amor cuales eran los animales impropios como
alimentos (Levítico 11). Nos dio un buen número de leyes higiénicas para preservarnos
con salud, y nos explicó que si la obedecíamos “ninguna enfermedad de las que envié a
los egipcios, te enviare a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:16) nos advirtió
de los males del alcohol (Proverbios 20:1, versículos 23: 29-32; 31:4-5). Nos enseñó que
nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo “Comprado por precio”, aclarando que
“si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo Dios, el
cual sois vosotros, santo es” (1 Corintios 6:19-20; 3:16-17). Hoy la ciencia médica
aprueba todo eso y felizmente nos advierte de otros males que aparecieron después de los
profetas y los apóstoles, pero que destruyen definitivamente la salud, como el tabaco,
bebidas estimulantes y las droga.
Frente a todas estas observaciones tenemos que reconocer que cada vez que nos
proponemos participar de algo que daña nuestro cuerpo, primero a salido el “mal
pensamiento” contaminador, porque es verdad no nos contaminamos con las bebidas
alcohólicas cuando entra por la boca, sino que ya estábamos contaminados cuando salió
el mal pensamiento que lo codicio.

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


Hoy sabemos con certeza que las enfermedades que cobran más tributo en muertes
prematuras son las provocadas por una equivocada manera de alimentarnos: comidas
impropias, bebidas alcohólicas, tabaco, bebidas estimulantes, drogas etcétera. Todo esto
está entre las causas principales de las enfermedades evitable, pero que solo pueden ser
provocadas por “Los malos pensamientos” que nos inducen a usar lo que no conviene.
19. el reino de Dios no es comida. Romanos 14: 14-20
Cuando los adventistas enseñan que no se han de comer ciertos alimentos ¿no
contradicen el consejo del apóstol Pablo dado en Romanos 14:15?
En verdad la Iglesia Adventista no enseña que no se ha de comer “ciertos alimentos”,
sino enseña que no se han de comer las cosas que no son alimentos. Su enseñanza
propende a una reforma en los hábitos de vida y el uso de lo que en verdad es alimento.
En el versículo 15 dice: “pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no
andas con forme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien
Cristo murió”. Enseñarles, pues, al creyente a lograr un mejor estado de salud, y a vivir
en forma saludable, no tiene el fin de “contaminarlo” ni de que “se pierda aquel quien por
Cristo murió”. Al contrario, al aprender formas correctas de alimentarse se sentirá feliz, y
al descubrir que sus hábitos alcohólicos, tabaquismo, o de otra naturaleza eran los
causantes de sus grandes males, o que en el futuro se manifestaría sus efectos inevitables,
se sentirá dichoso de que alguien se lo advirtió a tiempo.
Comprendemos que algunas personas esclavizadas por el alcoholismo o el tabaquismo o
la costumbre de usar como alimentos los que no lo son, aun cuando se los advierte del
daño que producen al organismo, prefieren seguir con sus malas prácticas y prefieren
salir de la iglesia. En tal caso, ¿creemos que ese texto nos aconseja que lo dejemos
tranquilos con sus vicios para apartarlos de Cristo?, ¿no será más bien que el que así
procede es porque amo más a sus vicios y malos hábitos que a Cristo? “El evangelio es
poder de Dios para salvación a todo el que cree” (Romanos 1:16), por lo tanto, no
necesitamos bajar las normas de vida correctas, pensando que así ganaremos a los
hombres. Si siguen con sus pecados y abandonan la iglesia, no tiene la culpa la correcta
enseñanza que ayudaran al creyente a gozar de mejor salud. No se apartarían por causa de
la comida sino por su incredulidad al evangelio.
El versículo 17 dice: “porque el reino de Dios no es comida ni bebida sino justicia, paz y
gozo en el Espíritu Santo”. La justicia, la paz y el gozo verdadero se disfrutarán en
plenitud cuando vivimos sanos física y espiritualmente. Mucha verdad hay en el antiguo
adagio: “mente sana en cuerpo sano”.
Estas reflexiones nos permiten comprender que el apóstol no se refería en estos textos a
comidas sanas que favorecen la salud de los que aceptan al Señor, prohibiéndonos
enseñarles a dejar sus malos hábitos. Por lo tanto, los versículos 15 y 17 tienen que
referirse a una legislación arbitraria respecto a comidas saludables con las que harían
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
cuestión los flacos en la fe referidos en los versículos 1 y 2. Esas enseñanzas prohibirían
alimentos saludables, prescribirían ayunos obligatorios en días determinados (versículos
5,6), indicando que para ser salvos había que cumplir esa ordenanza. Tales medidas de
abstinencia, consideras por esas personas como necesarias para la salvación, nada tenía
ver con el reino de Dios.
Dicho esto, aun podría decírsenos que el apóstol no está de acuerdo con esa lista de
animales limpios e inmundos, puesto que dice que “de suyo nada hay inmundo” y que
“todas las cosas a la verdad son limpias” (versículos 14, 20). Si aceptamos que el apóstol
consideraba equivocadas las indicaciones de Dios dadas en Levíticos 11 o Deuteronomio
14, nos sorprenderíamos en una seria contradicción, pues el mismo le dice a Timoteo que
“toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar… corregir…” (2 Timoteo
3:16), y a los Romanos les dice que “las cosa que se escribieron antes para nuestra
enseñanza se escribieron…” (Romanos 15:4). Siendo que en su tiempo solo existían los
escritos del antiguo testamento, sería aventurado pensar que el apóstol estaba en contra
de las enseñanzas bíblicas respecto a lo limpio e inmundo. Por lo tanto, los versículos 15
y 20 evidentemente se refería a alimentos saludables que los débiles en la fe señalaban
como impropio, condenando su uso como un acto pecaminoso.
Por otra parte, si pretendiéramos que la expresión “todas las cosas a la verdad son
limpias” no excluye nada, acusaríamos a Pablo de haber cometido una tremenda
equivocación, pues nadie ignora que no “todas las cosas” son limpias o comestible. Hay
muchas cosas que, por repugnantes, provocan nauseas aun al pensar en ellas; otras cosas
son venenos violentos; ciertas cosas provocan enfermedades; aún hay cosas que
sencillamente no se pueden comer, aunque se quisiera. Así que forzosamente la frase
“todas las cosas” en la mente del apóstol debió haber tenido un límite, y ese límite lo
declaraba el antiguo testamento que eran las escrituras que disponían los apóstoles.
PREGUNTAS SOBRE TEMAS DIVERSOS
20. Uso del velo por parte de las mujeres.
Atenidos a 1 Corintios 11:4-15, ¿debemos de entender que una mujer no puede entrar a
una iglesia sin usar velo?
Si pudiéramos ubicarnos en Corintios en los días del apóstol Pablo, sin duda veríamos
con mayor claridad las razones de estas instrucciones, razones que hoy ya no existen.
Sabemos por historia que la ciudad de Corintio fue en esa época una de las más
corrompidas, quizás la peor en aquel entonces. Por ser un centro de comercio
internacional, atraía muchas gentes, incluyendo a los que practicaban la idolatría
acompañadas de prácticas licenciosas, hombres viciosos y mujeres lascivas; tanto era así,
que en ese tiempo “corintia izar” era un sinónimo usado para referirse a la entrega
desenfrenada a los placeres de la carne. Existían sacerdotisas cuyo culto era la
fornicación, y su apariencia en público, tanto por su vestimenta como por su peinado, era
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
provocativa y desvergonzada. Por ello, las mujeres de vida honesta, judías, romanas o
griegas, aparecían en pública usando el velo.
De modo que el apóstol quiso enseñar a las hermanas de la iglesia de Corintios era que
no fueran descubiertas como las mujeres de vida pervertidas y licenciosas, deshonrando
de esa manera a Dios, aparentemente algunas creyentes habían descuidado ese detalle,
creando un problema desagradable a la congregación cristiana. No hay dudas de que
diferentes costumbres en diferentes países demandan diferentes instrucciones. Podemos
estar seguros de que si el apóstol se hubiera dirigido a mujeres cristianas que vivieran en
una ciudad donde las prostitutas y mujeres licenciosas usaran velos, y donde las mujeres
respetables no lo usaran, su consejo hubiera sido diferente.
De todos modos, el mismo apóstol da una solución en el versículo 15, que ayudaría a
resolver el problema: “por el contrario a la mujer dejarse crecer el cabello le es honrosos,
porque en lugar del velo le es dado el cabello”.
Estos pasajes tienen otro aspecto discutible; el largo del cabello en las mujeres y en los
hombres; el apóstol dice: “al hombre le es deshonroso dejarse crecer el cabello” y en
cambio a “la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso” (versículo 14,15). Como el
apóstol con sabia prudencia cuan largo ha de ser el cabello que se deje crecer ni cuan
corto que no se deje crecer, mal haríamos nosotros en pretender legislar sobre ese detalle.
Nos pondríamos en el caso ridículo de querer hacer decir al apóstol lo que no dijo, o de
pretender saber más que él.
De modo que usando su misma prudencia, evitaremos ir a los extremos o caer en
exageraciones, y aceptaremos las costumbres que son propias y decentes en los países
que nos toque vivir, si en algún momento nos correspondiera vivir en algún país donde
cierto tipo de hombre usa el cabello tan largo que necesita de cinta o transa para sujetarlo,
evitaríamos ese extremo, y seguiríamos el consenso general de lo que es correcto y sigue
siendo básico como uso en hombres maduros y de juicio equilibrado la mujer seguirá el
mismo criterio juicioso.
21. La actuación de la mujer en público
Ateniéndonos a 1 Corintios 14: 33-35 y a 1 Timoteo 2: 11,12, ¿es correcto que la mujer
hable en público en la iglesia?
En primer lugar, nos referimos al pasaje 1 de Corintios. Debemos recordar que, tanto en
los judíos como entre los griegos, la costumbre colocaba a la mujer en un segundo plano
en las acciones públicas y privadas. Por esa razón el apóstol dijo que: “es indecoroso que
una mujer hable en la congregación” (versículo 35). Eso nos permite concluir que por esa
costumbre social publica, a fin de evitar malos entendidos con respecto a la conducta
honesta y correctas de las congregaciones cristianas, el apóstol estableció ese
mandamiento. Si las esposas no entendían algo de lo enseñado en la congregación,
debían preguntar “en casa a sus esposos”.
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
Aparentemente había habido cierta “confusión” en la iglesia, quizás por haber
intervenido damas en alguna discusión (ver. 33), y porque, atenidos al concepto judío y
griego, algunos hombres protestaron porque se permitía a las mujeres hablar en público.
Para evitar tales dificultades en el futuro, el apóstol Pablo señalo ese camino como
conveniente.
En 1 Timoteo 2: 11,12 aparece otro principio señalado, que tiene que ver con la no
preeminencia en la iglesia, sino con la preeminencia respecto del hombre. “Porque no
permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”.
¿Ante qué clase de hombres? El apóstol lo dice: “quiero, pues, que los hombres oren en
todo lugar; levantando manos santas, sin ira ni contiendas” (ver. 8). Sería absurdo
concluir que a una mujer le fuese prohibido “enseñar” a un esposo incrédulo el evangelio,
pues solo así lo podría ganar para Cristo (véase 1 Corintios 7: 16; 1 Pedro 3: 1, 2). Feliz
la mujer que tenga un esposo fiel, y feliz la mujer que pueda “enseñar” a un esposo infiel
para que acepte a Cristo. No se trataría tal caso de un acto de preeminencia, sino de
verdadero amor de una esposa para su esposo.
Por otra parte, no podríamos afirmar que el plan de Dios siempre se ajusta a los
requerimientos nacionales o sociales de algunos pueblos, como en este caso de la
restringida actuación de las mujeres judías y griegas en público. La verdad es que Dios se
valió de numerosas mujeres para enseñar a su pueblo, o para cumplir misiones públicas.
Como ejemplo podemos recordar a María, la hermana de Moisés y Aarón (Exo. 20:
20,21), a Devora que se destacó por encima de Barac, el hombre de la acción (Jueces 4:
4-9), y a Hulda la profetisa (2 Reyes 22:14-20).
También en el nuevo testamento encontramos mujeres en acción. Ana, la profetisa “que
no se apartaba del templo”, y “hablaba del niño (Jesús) a todos los que esperaban la
redención de Jerusalén” (Lucas 2: 36-38). Las cuatro hijas de Felipe que profetizaban
(Hechos 21:8, 9). El apóstol reconoció elogiosamente el trabajo evangélico hecho en las
iglesias por nueve mujeres que le ayudaron mucho en la obra del Señor (Rom. 16: 1-15).
Él recomienda a los filipenses que atiendan a Evodia y Sintique, dos mujeres que “que
combatieron juntamente conmigo el evangelio” (Fil. 4: 3,4).
Además, en necesario recordar la profecía de Joel 2: 28,29 en la que Dios no discrimina
el sexo para derramar su Espíritu en virtud del cual “profetizaran vuestros hijos y
vuestras hijas”, también los siervos y las siervas. Esta profecía es reconocida como veraz
en el nuevo testamento (Hecho 2: 17,18). Así pues, tanto en el antiguo como en el nuevo
testamento encontramos a mujeres que profetizaron y enseñaron públicamente movidas
por el Espíritu de Dios.
De manera que hoy, contrariamente a como era antaño, cuando los conceptos sociales de
la mayoría de las naciones no establecen que se “indecoroso” para la mujer aparecer en

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


público, podemos dar gracias a Dios de que haya tantas que siguen colaborando en la
obra de Dios con singular y marcado éxito.
Queda así claro que la indicación del apóstol Pablo respecto del papel en la mujer en
público, señalada en los textos de la pregunta, respondía a una situación local donde era
“indecoroso” que la mujer actuará en público. Donde no existía en tal condición, podrá la
mujer dotada del don de enseñar, cumplir ese ministerio en favor de la proclamación del
evangelio.
22. El bautismo por los muertos
¿Por qué dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 15: 29 que algunos se bautizaban por los
muertos? ¿Qué valor tiene ese bautismo?
No hay duda que éste bien podría ser uno de los textos difíciles de entender a los que
aludiera el apóstol Pedro cuando dijo que: “nuestro amado hermano Pablo” entre las
muchas que escribiera con sabiduría, tenía “algunas cosas difíciles de entender” (2 Pedro
3: 15, 16). Y hoy este pasaje se complica frente a la doctrina anti bíblica de que el alma
no muere y la persona sigue viviendo sin el cuerpo.
Para entender este pasaje correctamente tenemos que valernos de otros pasajes del nuevo
testamento que nos permiten descubrir que la palabra “bautizar” puede tener dos
significados: el relacionado con el rito del bautismo por inmersión, y el de una
confrontación con la muerte o riesgo de muerte. Jesús mismo hizo referencia a este
“bautismo” que era diferente al que había recibido en el río Jordán. En Mateo 20: 22,23 y
Marcos 10: 38,39, se recuerdan las palabras con las que Jesús se dirigió a sus dos
discípulos, Juan y Santiago, cuando a través de su madre le pidieron lugares de privilegio
en su reino. Les dijo: “A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que soy
bautizado, seréis bautizados…” es obvio que cuando dijo estas palabras no se refería al
bautismo por agua, sino a un bautismo que estaba en el futuro: “de un bautismo tengo
que ser bautizado; ¡y como me angustio hasta que se cumpla!” (Lucas 12: 50). Estas dos
referencias nos explican que en los días apostólicos la palabra “bautismo” tenía esos dos
significados: el rito simbólico del bautismo por inmersión y las confrontaciones o riesgos
de muerte arrostrados por causa de la predicación del evangelio, tan resistido y
contradicho en aquel entonces.
También es importante recordar aquí que los “muertos”, según expresiones de los
apóstoles, no siempre eran los que morían físicamente. Ellos solían referirse a veces a
“los muertos en pecados”, o sean a los que espiritualmente estaban muertos. (Col. 2: 13;
Efes. 2: 1, 5, etc.).
Teniendo presente estos elementos explicativos, podemos analizar el texto en cuestión (1
Cor. 15: 29), descubriendo el pensamiento del apóstol en claridad:

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


“De otro modo, ¿Qué harán los que…” ¿a quienes se refiere el pronombre “los”? no hay
duda que es a los apóstoles o predicadores del evangelio como lo era el que escribía. Lo
demuestran claramente, los versículos siguientes, del 30 al 32.
“… que se bautiza…” aquí bautizar tiene el significado ya indicado: el de arriesgar la
vida por algo. Allí se explica que ellos, los predicadores, “peligramos a toda hora”.
Particularmente en el verso 32 recuerda los graves riesgos de muerte ocurridos cuando
“batallo en Éfeso contra fieras” humana. Sin duda, es una referencia al incidente relatado
en Hechos 19: 23 al 20: 1. Los apóstoles constantemente en peligro de muerte, como
puede leerse en 1 Corintios 4: 9-13, Romanos 8: 36; 2 Corintios 4: 8-12 y otro pasaje.
Ese era el “bautismo” al que se refirió Jesús cuando recordó a Juan y Santiago que “con
el bautismo con que yo seré bautizado, seré bautizados”. La verdad es que todos los
apóstoles después de muchos peligros, murieron finalmente como mártires de su fe. Juan
murió de muerte natural, pero fue porque lo salvo el poder de Dios de un intento de
muerte violenta.
“… por los muertos”. En este caso es evidente que se trata de los muertos espirituales.
Como ya lo indicamos, el apóstol Pablo solía referirse de ese modo a los que Vivian en el
pecado, muertos en pecado y por lo tanto sin esperanza de salvación, y sin vida espiritual.
Teniendo presente estas consideraciones podrimos leer el texto así: “de otro modo, ¿Qué
harán los (quienes predican el evangelio) que se bautizan (que corren riesgo de muerte)
por loso muertos (en pecado)?” o quizás parafraciando el texto, diríamos: “de modo que,
si no hay resurrección, ¿para qué correrán continuamente riesgos de muerte los
mensajeros del evangelio en favor de los pecadores, si de todos modos estos están
destinados a morir?”.
Es decir, sería un absurdo de parte de los predicadores del evangelio desafiar
constantemente el peligro de la muerte, “si los muertos no resucitan” (1 Cor. 15: 16, 32).
Pero como la resurrección de los muertos espirituales era posible por la aceptación del
Evangelio, bien valía la pena aun en el empeño misionero en vista de la resurrección que
tendría lugar cuando Jesucristo volviera.
Debe notarse que, si no aceptáramos esta explicación, entramos en serias contradicciones
bíblicas, las cuales existen solamente de su significado verdadero. En este caso obsérvese
prácticamente todo el capítulo 15 hace resaltar la importancia absoluta de la resurrección
de los muertos. Sin ella “los que durmieron en Cristo perecieron” (verso 18). Pero gracias
a la resurrección “el postrer enemigo que será destruido será la muerte” (verso 26). Esta
declaración señala a la muerte como el último enemigo del hombre, y no como una
liberación del hombre para pasar a una vida mejor. “la muerte es la paga del pecado”
(Rom. 6:23). De modo que si no fuera por la resurrección estaríamos perdidos y no en el
cielo. Pero gracias a la resurrección que se producirá en la venida del Señor (ver. 51-55),
se dirá finalmente: “sorbida es la muerte en victoria”.
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
Siendo que el hombre muerto está “durmiendo”, o sea en estado de inconciencia, no
puede aceptarse la idea de que alguien pueda algo bautizándose por otro. Si una persona
murió en sus pecados, el muerto no podrá cambiar su condición porque alguien se bautice
por él. Los muertos nada saben, ni tiene más paga… porque en el Seol (sepulcro), adonde
van, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia ni sabiduría” (Eclesiastes9: 5, 10).
23. Miguel arcángel
Quisiera saber quién es el arcángel Miguel.
El nombre Miguel nos viene del hebreo “Mika’el”, que significa “¿Quién es semejante a
Dios?”. En la santa Biblia aparece cinco veces. En Daniel 10: 13 se lo presenta como
“uno de los principales príncipes” en el mismo capítulo, versículo 21, como “vuestro
príncipe”. En Daniel 12: 1 es “es el gran príncipe que esta por tu pueblo”. En Judas 9,
como “el arcángel”, título que quiere decir “jefe de Ángeles”. En Apocalipsis 12: 7
aparece Miguel y sus ángeles luchando contra el dragón y sus ángeles, a los que vence.
En relación con Judas 9 y la disputa entre el arcángel Miguel y Satán, es interesante
observar que es el apóstol Pablo aclara que, en día de la segunda venida de Jesús, el “el
Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitaran primero” (1 Tesa. 4: 16).
LA BIBLIA RESPONDE:
Teniendo en cuenta el significado del nombre Miguel- ¿Quién es semejante a Dios? -,
que él es quien defiende el pueblo de Dios, el que actúa en la resurrección (Dan. 12: 1-3),
que es el personaje que vence al dragón o Satanás (Apoc. 12: 10, 11; 1 Juan 3: 8), y que
la voz del Señor es voz de arcángel, concluimos que Miguel es Cristo, el semejante a
Dios. “El cual, siendo en forma de Dios, el cual no tuvo por usurpación ser igual a Dios”
(Fil. 2: 6).
24. El uso de pantalones por parte de la mujer
¿Es incorrecto que la mujer use pantalones?
Al hacerse esta pregunta regularmente se tiene en cuenta el pasaje de Deuteronomio 22:
5, que dice: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá traje de mujer:
porque es abominación a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”.
Lo más probable es que este pasaje se refiera a la costumbre pagana, todavía común en
algunos países, practica con el fin de engañar respecto al verdadero sexo de la persona
con el fin de realizar actos inmorales. Por otra parte, es necesario recordar que cuando
fue escrito esta ordenanza, tanto el hombre como la mujer usaban túnicas con faldas
largas. Todavía observan esa costumbre en las tierras bíblicas una notable mayoría de
habitantes. Después de haber visitado estos pueblos, admitimos que no es fácil para un
lego descubrir la diferencia entre los vestidos con faldas de un varón y los de una mujer.
Sin embargo, sin embargo, algunos atuendos generales impiden confundir a un hombre
con una mujer, como ser la cofia, el turbante, el velo y algunas pequeñas particularidades
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
que diferencian las faldas que usan ambos sexos. Así pues, al referirse el texto indicado
al traje de hombre o a la ropa de la mujer, no podríamos afirmar que se refiera a una parte
del vestuario, sino al ropaje competo, por lo que podría hacerse pasar un hombre por una
mujer, o viceversa y con fines pecaminosos.
Refiriéndose ahora al pantalón en particular, recordemos que su uso comenzó junto con
el trabajo de la mujer en las fábricas y en diversas otras actividades en las que hoy se
ocupa, donde las faldas eran un peligro o hasta inapropiadas en lo que al decoro se
refiere. Con el tiempo se amplió el uso, aceptándose otros motivos como el deporte, la
comodidad, el clima etc., para finalmente formar parte en el bien vestir.
De todos modos, es claro que hombres de sana conducta no usarían trajes de mujeres con
el atuendo propios de ellas, ni mujeres de la misma calidad moral usarían trajes de
hombres, usando sus respectivos pantalones. Al fin y al cabo, el pantalón, que es
solamente una parte del traje del hombre, no basta para crear confusiones en cuanto al
sexo de quien lo viste, dada la natural diferencia entre la conformación del cuerpo
masculino y femenino, que no se puede disimular. Por lo tanto, al no existir el propósito
de engaño con respecto al sexo por el solo uso del pantalón que, lo repetimos, es
solamente una parte del traje masculino de occidente, no podríamos aplicar el sentido del
pasaje bíblico al uso por parte de la mujer de ese detalle de la vestimenta del hombre.
Ante estas consideraciones, concluimos que no es pecado ni incorrecto el uso del
pantalón por parte de la mujer, cuando el propósito es evitar el peligro de accidentes en
ciertos trabajos en la industria, o propender al decoro en el deporte y otras diversas
circunstancias. Estimamos, sin embargo, que en los países occidentales deberíamos ser
prudentes y razonables con respecto a este detalle, de modo que, por ejemplo, para la
iglesia, donde no existen razones de trabajo, se vistan las damas con sus ropas que
incluyen la clásica falda, evitando los extremos o detalles de la moda que muchas veces
atentan contra la modestia, el recato o hasta la decencia.
25. EL AYUNO
¿Por qué se debe ayunar? ¿Cuándo y cómo debe practicarse el ayuno?
De acuerdo con la historia bíblica, el ayuno era una práctica generalizada en todas las
naciones, cumpliendo frente a circunstancias difíciles o penosas. Algunos piensan que la
misma naturaleza lo sugiere, desde que frente a momentos angustioso el organismo de
por si rechaza el alimento.
En la Biblia encontramos tres casos excepcionales de cuarenta días (Deuteronomio 9: 9;
1 Reyes 19: 8; Mateo 4: 2). Además, se refieren en diversas ocasiones en las que el
pueblo de Dios reconocía sus faltas y, anhelando el perdón divino, incluían el ayuno en
su re consagración (Josué 20: 26, Neh. 9: 1, Jer.36: 9, etc.…).
El nuevo testamento también hace referencia a la costumbre de ayunar. Algunos
religiosos estrictos lo hacían dos veces por semana (Lucas 18: 12), el segundo y quinto de
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la semana o sea los lunes y jueves. Jesús advirtió a sus discípulos que después de la
ascensión se presentarían momentos en los que el ayuno sería oportuno (Lucas 5: 34, 35).
Al hacer frente a grandes y difíciles problemas en su vida, Pablo considero necesarios
muchas veces al ayuno y la oración (2 Cor. 6: 5; 11: 27). Para encontrar soluciones
adecuadas oraban y ayunaban (Hechos 13: 3).
Sin embargo, el apóstol Pablo explica que no había mandamiento definitivo para el ayuno
o para los días de ayuno (Rom. 14: 1-6), por eso afirmo que no debía juzgarse al que no
comía o al que comía. Del mismo modo no debía condenarse al que hacía caso del día de
no comer y el que no hacía caso. Eso nos ayuda a comprender que el ayuno o los días de
ayuno son práctica de determinar voluntaria y personal. Por otra parte, esto no significa
que, en vista de alguna circunstancia especial o problema difícil, toda una congregación
local o mundial no pueda definir un día de ayuno, invitando a que participen del mismo
todos los creyentes que desean hacerlo.
Conviene recordar que podía darse el caso de que alguien ayunara sin estar preparado
espiritualmente para ello (véase Isaías 58: 4-7). Eso quiere decir que si vivimos en
pecado voluntariamente, si no nos arrepentimos de él, ni lo confesamos al Señor, el
ayuno solamente podría ser una acción sin sentido y hasta condenatoria.
De manera que, cuando pasamos por alguna circunstancia difícil y angustiosa, si
sentimos el deseo de ayunar y orar, sintámonos en libertad de hacerlo. No pensemos que
el “sacrificio” de no comer inclinará más a Dios para ayudarnos. Usemos en cambio ese
tiempo de ayuno para examinar nuestra vida frente a la voluntad de Dios y decidamos
con fe y buena voluntad ajustarnos a ella. Así, el ayuno y la oración serán una bendición
porque “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al contrito y humillado no
despreciaras tú, oh Dios”. (Salmos 51: 17).
26. EL NOMBRE JEHOVA
Según me han explicado, el único y verdadero nombre de Dios es Jehová; ¿Por qué
entonces, no usan ustedes más ese nombre?
La verdad es que en el Antiguo Testamento se usa por lo menos seis nombres diferentes
para referirse a Dios: JHVH, Adonai, Elohim, El, Elion y el Saddai, los que
correspondían al Señor, Dios, Altísimo, Todopoderoso y otros semejantes. Para los
escritores del Antiguo Testamento todos esos nombres eran válidos. El que aparece en
algunas versiones hispanas, no en todas, como Jehová, correspondían al primero, JHVH,
nombre de Dios tan sagrado para los judíos, que lo consideraban innombrable.
Como se observa, se trata de cuatro consonantes sin vocales, cuyo sonido puede variar,
según las vocales que se coloquen. El hecho es que en la escritura hebrea antigua no se
usaban vocales, sino solamente consonantes. Recién en el siglo VI de nuestra era, los
eruditos en hebreo llamados masoreta, para facilitar la lectura del hebreo, inventaron un

Pr. Omar Israel Pérez Betancour


sistema de puntos colocados entre, sobre o debajo de las letras, para indicar las vocales
que corresponden a cada palabra.
Como el hebreo había sido un idioma abandonado ya por varios siglos en nuestra era,
cuando los masoretas volvieron a actualizarlo, se encontraron con que la pronunciación
que pudo haber tenido en el pasado esa palabra de cuatro consonantes, JHVH, era
imposible de reconstruir. Hasta ahora no hay forma de saberlo con certeza. De manera
que respetando los masoretas el supersticioso escrúpulo de los hebreos para pronunciar
ese nombre y para evitar que alguien lo profanase, comenzaron a colocar a esas cuatro
consonantes, las vocales correspondientes a Adonaí, otro nombre de Dios que se traduce
por Señor. De ese modo cuando el lector llegaba a la palabra JHVH, leía Adonaí.
Cuando se hicieron las primeras versiones en castellanos, inglés y otros idiomas
populares europeos, en torno al siglo XII, se aceptaron las vocales sugeridas por los
masoretas, y en vez de decir Señor, como alguna versión lo hizo, formaron la palabra
Jehová. Hoy, después de mucho investigar y anhelar descubrir cual pudo haber sido la
correcta pronunciación de JHVH, la mayoría de los eruditos están inclinados a admitir
que correspondería Jahveh o Yahvé, es decir, la tercera persona del verbo ayah, que
significa ser. De ese modo Jahveh o Yahvé significaría “El Existente” por sí mismo, o “el
Eterno”. En vista de ello, en la actualidad varias versiones hispanas prefirieron usar
Yahveh en vez de Jehová.
En vista de lo explicado, consideremos absurdo hacer una cuestión por el nombre de
Jehová, como si fuera el único que corresponde. Primero porque las evidencias existentes
se inclinan a reconocer como más apropiado decir Jahveh. En segundo lugar, porque
habiendo sido correcto para los profetas valerse de seis nombres diferentes, para señalar
al Ser supremo, no será para nosotros falta de reverencia para con Dios, que hagamos lo
mismo.
27. TRES DIAS Y TRES NOCHES. MATEO 12: 40
Mateo 12: 40 dice que Jesús estaría tres días y tres noches en la tumba. Si fue sepultado
el viernes de tarde y resucito el domingo de mañana, ¿Cómo se cumplieron esos tres días
y tres noches?
En primer lugar, se comete un error al querer darle un sentido o significado occidental a
una expresión que en el oriente se entendía de forma diferente. Para interpretar una frase
o expresión idiomática en la biblia, debe aceptarse el sentido que se le daba en la época y
en la zona donde era usada. Durante casi dos mil años, los cristianos que aceptaron esa
frase como se entendía en Palestina en los días de Jesús, tuvieron en cuenta el hecho de
que en “tres días y tres noches” no se incluían necesariamente las 24 horas de cada día,
sino que podían ser parte de cada uno de ellos. Esa fue la razón por la que siempre se
aceptó que los “tres días y tres noches” durante los que Jesús estuvo en la tumba, fueron
el viernes (parte del día), el sábado (todo el día) y el domingo (parte del día).
Pr. Omar Israel Pérez Betancour
En segundo lugar, se comete el error al pretender que esa expresión y las de los otros 19
pasajes que lo mencionan, se refiere a días completos. En ninguna ocasión se dice que
son días completos. En este caso, aparentemente, podrían tener razón tanto quienes
afirman tener días completos como los que dicen que son parte de los días. Pero el
argumento del que insiste que son días completos, pierde valor cuando aceptamos el
significado que se daba a esa expresión en la Palestina de los días de Jesús, según vimos
antes.
Veamos ahora el testimonio de los testigos presenciales del acontecimiento. En Lucas 24:
13-24 se habla de dos discípulos que iban de Jerusalén a su casa a Emaús el domingo por
la tarde y que se encontraron con un forastero en el camino que les pregunto cuál era la
razón de su tristeza. Al comentar ellos con él lo sucedido ese fin de semana y expresarle
la profunda pena que sentían, ya que creían que “él era el que había redimir a Israel”,
Cleofás dijo: “y ahora, además de todo esto, hoy es el tercer día que esto ha acontecido”
(versículo 21), ¿Cuál era “el tercer día” para Cleofás? En el versículo 13 se dice que esos
discípulos iban a Emaús “el mismo día”, o sea “el primer día de la semana” señalado en
el versículo 1 del mismo capítulo. Así pues, para un testigo que estuvo presente y vio lo
sucedido el viernes, el sábado y el domingo, el “tercer día” fue el “primer día de la
semana”, que llamamos domingo.
Esos discípulos volvieron esa tarde a Jerusalén para dar la noticia de su encuentro con
Jesús, y se hallaron con los onces y otros más reunidos con ellos. Mientras relataban lo
que les había acontecido, Jesús se puso en medio de ellos y les explicó las Escrituras,
indicándole que había sido necesario que padeciera “y resucitase de los muertos al tercer
día” (Lucas 24: 46) Cleofás había afirmado hacia pocas horas que el tercer día era el
primero de la semana. Por lo tanto, se había cumplido la señal dada por Jesús de que
resucitaría “al tercer día”.
En el evangelio se usan tres diferentes expresiones al referirse de esos tres días y tres
noches. Cuatro veces dice: “en tres días” (Mateo 26: 61; 27: 40; Marcos 14: 58; Juan 2:
19-21) dos veces dice: “después de tres días” (Mateo 27: 63; Marcos 8: 31). Dos veces
dice: “al tercer día”(Mateo 16: 21; 17: 23; 20: 19; 27: 64; Marcos 9: 31; 10: 34; Lucas 9:
22; 18: 33; 24: 7, 21, 46; 1 Cor. 15: 4. Estas tres expresiones, además de las de Mateo 12:
40, se refiere al mismo hecho y, por lo tanto, forzosamente tiene el mismo sentido, a no
ser que queramos acusar a Jesús de haberse confundido o contra dicho. Por lo tanto,
siendo que para Cleofás el “tercer día” era el primero de la semana, o sea el domingo, y
Jesús no le dijo que estaba equivocado, mal haríamos nosotros en contradecir a un testigo
presencial dos mil años después de los hechos.
Hasta los sacerdotes y los fariseos así lo entendieron, pues cuando reclamaron la custodia
de la sepultura para evitar el posible robo del cuerpo de Jesús por parte de sus discípulos,
pidieron que fuera vigilada “hasta el día tercero” (Mateo 27: 64). Ese día tercero, ya lo
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vimos, era el primero de la semana, a esto podemos agregar el claro testimonio de
Marcos: “habiendo, pues, resucitado por la mañana, el primero de la semana, apareció
primeramente a María Magdalena…” (Marcos 16: 9).
Concluimos que si para Cleofás, un testigo presencial de lo sucedido en relación con la
muerte, sepultura y resurrección de Jesús, el tercer día fue el primero de la semana, si
para Jesús se había cumplido lo que había dicho respecto lo de su resurrección al tercer
día, y Marcos afirma que, en efecto Jesús había resucitado por la mañana el primero de la
semana, es claro que de los tres días el tercero fue el domingo llamado por las Escrituras
el “primero de la semana”. Entonces el segundo día de los tres días, tuvo que ser nuestro
sábado.
28. EL RAPTO SECRETO
¿Podría explicarme como se relaciona el rapto secreto con los acontecimientos que tiene
que ver con la segunda venida de Cristo?
La enseñanza del “rapto secreto” presupone que Dios librará de una manera espectacular
a sus hijos de la gran tribulación relacionada con la segunda venida de Cristo retirándolos
secretamente de en medio de ella.
En verdad, tal acción no está incluida, en la Biblia, entre los acontecimientos
relacionados con la segunda venida de Cristo. El afirmo que vendrá “con gran poder y
gloria” (Mat. 24: 30). Que “todo ojo le verá”, hasta los ojos de los incrédulos “que le
traspasaron” (Apocalipsis 1: 7). Que vendrá en forma personal, así “como le habéis visto
en el cielo”, (Hechos 1: 9-11). Que su venida será audible, “con voz de mando, con voz
de arcángel, y con trompeta de Dios (1 Tes. 4: 13-16). Y que recién entonces serán
separados los salvos de los perdidos, “como aparta el pastor las ovejas de los cabritos”
(Mat. 25: 31-33). En todo esto no hay lugar para un rapto secreto.
Tampoco habría necesidad de ello, porque Dios siempre manifestó misericordia en favor
de sus hijos a través de todas las edades y en medio de todas las tribulaciones. Libro al
pueblo de Israel frente al Mar Rojo (Exo. 14). Libro a su pueblo de los ejércitos asirios en
los días de Ezequías (2 Reyes 18, 19). Su poder y misericordia salvaron a los tres hebreos
en medio del fuego (Dan. 3), a Daniel en medio de los leones (Daniel 6), del mismo
modo, el Señor cuidará a sus hijos en medio de esa gran tribulación sin que haya
necesidad de raptarlos, para evitarles las terribles consecuencias que ella supone para las
otras personas.
Para sostener esa doctrina se hace referencia a que Jesús “vendrá como ladrón de noche”
(Lucas 12: 39; 1 Tes. 5: 2; 2 Pedro 3: 19). Estos textos no hacen más que advertir que el
Señor vendrá en un momento inesperado, sorpresivo para muchos. Si nos referimos a
Mateo 24: 40 y 41 como probatorio del rapto, al afirmarse que uno será tomado y otro
dejado, tropezamos con el contexto. Cristo comparo su venida con los días de Noé (vers.
37-39) y también con los días de Sodoma y Gomorra (Lucas 17: 28-30). De allí que los
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que entraron en el arca fueron los “tomados”, y los que quedaron fuera los “dejados”. Lo
mismos los “dejados” en Sodoma y Gomorra (Luc. 17: 28-30). De allí que los que
entraron en el arca fueron los “tomados”, y los que quedaron fuera los “dejado”. Lo
mismo los “dejado” en Sodoma y Gomorra fueron los que perecieron y los “tomados” los
que salieron de las ciudades. Estos son los dos grupos que provocara la venida del Señor:
los que se salvaran y los que han de perderse. En ello no interviene ningún rapto secreto,
será un acto realizado con la gloria de Dios, visible y audiblemente.

LIBRO “LA BIBLIA RESPONDE”


AUTOR: JUAN A. BONJOUR.

Pr. Omar Israel Pérez Betancour

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