La Gioconda
La Gioconda
La Gioconda
La Gioconda (ópera).
«Mona Lisa» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Mona Lisa (desambiguación).
Año 1503-1519
Estilo Renacimiento
Índice
1Autor
2Historia
3Técnica
o 3.1Descripción de la obra
o 3.2Estado de conservación
4Enigmas
o 4.1La sonrisa
o 4.2Supuesto embarazo y condición física
o 4.3Identidad de la modelo
o 4.4El título del cuadro
5El robo
6Vandalismo
7Reproducciones y parodias
8Véase también
9Referencias
10Bibliografía
11Enlaces externos
Autor[editar]
Artículo principal: Leonardo da Vinci
Autorretrato de Leonardo da Vinci.
La Gioconda ha sido considerada como el cuadro más famoso del mundo. 10 Su fama se
debe probablemente a las múltiples referencias literarias, a las diversas hipótesis sobre la
identidad de la protagonista y al espectacular robo del que fue objeto el 21 de agosto de
1911.
Es además la última gran obra de Da Vinci. Después de terminar el cuadro, Leonardo llevó
su obra a Roma y luego a Francia, donde la conservó hasta su fallecimiento en su
residencia del castillo de Clos-Lucé.1112 Se sabe que pasó a manos del rey francés
Francisco I, quien la habría comprado por un importe de 12 000 francos (4000 escudos de
oro),10 aunque no está claro si fue en 1517, antes de la muerte del artista, o con
posterioridad a su fallecimiento en 1519. 13
Tras la muerte del rey, la obra pasó a Fontainebleau, luego a París y más tarde al palacio
de Versalles. Con la Revolución francesa llegó al Museo del Louvre, lugar donde se
trasladó en 1797. En 1800, el entonces Primer Cónsul Napoleón Bonaparte, ordenó sacar
el cuadro del museo y colocarlo en su dormitorio del palacio de las Tullerías hasta que lo
devolvió al museo en 1804.14 Allí se alojó definitivamente, salvo un breve paréntesis
durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el cuadro fue custodiado en el castillo de
Amboise y posteriormente en la abadía de Loc-Dieu.15
Hasta 2005 se ubicó en la Sala Rosa del Louvre, y desde entonces se encuentra en
el Salón de los Estados.16 Es pertinente decir que la mayoría de datos acerca del cuadro
se conocen gracias al trabajo biográfico del pintor Giorgio Vasari, contemporáneo de
Leonardo.17
Técnica[editar]
Artículo principal: Esfumado
San Juan Bautista de Leonardo, una de las pinturas en la cual Leonardo aplicó su técnica
de sfumato.
Leonardo dibujó el esbozo del cuadro y después aplicó el óleo diluido en aceite esencial.
La técnica empleada, conocida con el término italiano de sfumato, consiste en prescindir
de los contornos netos y precisos típicos del quattrocento y envolverlo todo en una especie
de niebla que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la
atmósfera, lo que da a la figura una sensación tridimensional. 1819
El cuadro se pintó sobre una tabla de madera de álamo recubierta por varias capas
de enlucido.20 Se conserva en una urna de cristal de 40 mm de espesor a prueba
de balas,16 tratada de manera especial para evitar los reflejos. 16 La cámara que alberga el
cuadro está diseñada para mantener una temperatura constante de 20 °C y 50 % de
humedad relativa, con lo que se busca garantizar las condiciones óptimas para la
estabilidad de la pintura.1621
La pintura tiene una grieta vertical de 12 centímetros en la mitad superior, tal vez debida a
la eliminación del marco original, si bien un estudio actual con rayos infrarrojos revela que
la grieta puede ser tan antigua como la misma tabla.22 Dicha grieta fue reparada entre
mediados del siglo XVIII y principios del XIX mediante dos piezas metálicas en forma de
mariposa fijadas por el reverso.23 De ellas, una se soltó posteriormente. En la actualidad,
se ha determinado que la fisura es estable y no ha empeorado con el tiempo. 23
Sin embargo, para descartar cualquier peligro, en 2004 se constituyó un equipo
de curadores franceses, que vigilan permanentemente el estado de la pintura, previniendo
cualquier alteración provocada por el tiempo. 24
Descripción de la obra[editar]
En este retrato la dama está sentada en un sillón y posa sus brazos en los brazos del
asiento. En sus manos y sus ojos puede verse un ejemplo característico del dolor y del
juego que el pintor hace con la luz y la sombra para dar sensación de volumen. 25
Aparece sentada en una galería,26 viéndose a los lados, cortadas, las bases de unas
columnas.
Detalle del lado izquierdo del paisaje.
La galería se abre a un paisaje tal vez inspirado en las vistas que Leonardo pudo divisar
en los Alpes, durante su viaje a Milán, aunque una última investigación reveló que el fondo
podría corresponder a la ciudad de Bobbio, en la región de Emilia-Romaña.272829
Anteriormente, se pensaba que el paisaje, que posee una atmósfera húmeda y que parece
rodear a la modelo, estaba en Arno o en una porción del lago de Como,28 sin haber llegado
a conclusiones definitivas.
Se ha intentado muchas veces compaginar las dos mitades del paisaje que aparece tras la
modelo, pero la discordancia entre ambos lados es tan grande que no permite diseñar una
imagen continuada.30 El lado izquierdo parece estar más bajo que el derecho, entrando en
conflicto con la física, puesto que el agua no puede permanecer quieta si existe desnivel
en el terreno.31 A este respecto el historiador de arte E.H. Gombrich escribe: 30
En consecuencia, cuando centramos nuestras miradas sobre el lado izquierdo del cuadro, la mujer
parece más alta o más erguida que si nos centramos en la derecha. Y su rostro, asimismo, parece
modificarse con este cambio de posición, porque tampoco en este caso las dos partes se
corresponden con exactitud.
E. H. Gombrich
En medio del paisaje aparece un puente, conocido en Bobbio como puente Gobbo o el
puente Vecchio, y que muestra un elemento de civilización que podría estar señalando la
importancia de la ingeniería y la arquitectura.26 La ubicación geográfica del puente fue
posible gracias a un códice que dejó Leonardo da Vinci, en el que se muestra la escena en
la que se pintó. Una crecida, ocurrida años más tarde en el río Trebbia, destruyó el puente,
que posteriormente fue reconstruido.32
Sobre la cabeza lleva un velo, signo de castidad y atributo frecuente en los retratos de
esposas.26
El brazo izquierdo descansa sobre el de la butaca. La mano derecha se posa sobre la
izquierda. Esta postura transmite una impresión de serenidad y de que el personaje
retratado domina sus sentimientos.26
La técnica de Leonardo da Vinci se aprecia con más facilidad gracias a la «inmersión» de
la modelo en la atmósfera y el paisaje que la rodean, potenciada además por el avance en
la «perspectiva atmosférica» del fondo, que sería el logro final del Barroco,35 donde los
colores tienden al azulado y la transparencia, aumentando la sensación de profundidad. 36
Estado de conservación[editar]
Detalle del rostro craquelado.
Enigmas[editar]
Durante varios siglos los interrogantes sin respuesta acerca de la obra de Leonardo han
ido creciendo, originando apasionadas polémicas en muchos autores e investigadores.
Frente a la gran cantidad de preguntas, las respuestas no suelen ser demasiado
convincentes, por lo que los debates siguen abiertos. Especialmente durante los siglos
XIX y XX, las teorías acerca del origen de la modelo, la expresión de su rostro, la
inspiración del autor y otras tantas, han tomado gran protagonismo y obligan a un análisis
histórico y científico profundo.
La sonrisa[editar]
En el siglo XVI Leonardo da Vinci pintó a Mona Lisa buscando el efecto de que la sonrisa
desapareciera al mirarla directamente y reapareciera solo cuando la vista se fija en otras
partes del cuadro.38 El juego de sombras refuerza la sensación de desconcierto que
produce la sonrisa. No se sabe si en verdad sonríe o si muestra un gesto lleno de
amargura.26 Sigmund Freud interpretó la sonrisa de la Gioconda como el recuerdo latente
que había en Leonardo de la sonrisa de su madre. 39
Detalle de la sonrisa de Mona Lisa.
Identidad de la modelo[editar]
Artículo principal: Lisa Gherardini
Tomando como base estos testimonios se ha identificado a la modelo con Lisa Gherardini,
la esposa del acaudalado comerciante Francesco del Giocondo.
Sin embargo, en 1517, antes del escrito de Vasari, Antonio de Beatis visitó a Leonardo en
el castillo de Cloux y mencionó tres cuadros suyos, uno de ellos de una dama florentina
hecho del natural a petición de Juliano II de Médicis.
Aunque Antonio de Beatis podría haber visto una tabla distinta, este testimonio parece
discrepar con los de Vasari y Cassiano del Pozzo, por lo que algunos han supuesto que la
modelo fue en realidad una amiga o amante de Juliano II de Médicis. 10
Algunas otras teorías poco difundidas afirman que podría tratarse de Isabel de Aragón, a
quien Leonardo dibujó a lápiz para luego hacer un óleo; o de Constanza d'Avalos, duquesa
de Francaville, mencionada en un poema de la época, donde se lee que Leonardo la pintó
«bajo el hermoso velo negro»; 5 o de Isabella Gualanda, una dama napolitana. Según esta
última teoría, Leonardo habría pintado el retrato en Roma por encargo de Juliano de
Médicis y habría reciclado para ello un retrato inconcluso que había hecho a Lisa
Gherardini.48
Otras propuestas han sido que la modelo pudo ser una amante del propio Leonardo, un
adolescente vestido de mujer,5 un autorretrato del autor en versión femenina 49 o incluso,
una simple mujer imaginaria.5051 A este respecto, Sigmund Freud sugirió que la pintura
reflejaba una preocupante masculinidad.52 Estudios que apoyan la teoría de la identidad
masculina del modelo lo identifican como Gian Giacomo Caprotti, conocido como Il Salai.53
54
Hay estudiosos que creen que el tema de la pintura es la madre de Leonardo, Caterina
(1427-1495).55
En 2005, Armin Schlechter descubrió una nota de Agostino Vespucci en el margen de un
libro de la colección de la biblioteca de la Universidad de Heidelberg, que confirmaba con
certeza la creencia tradicional de que la modelo del retrato era Lisa. En esta acotación,
Vespucci, quien era un amigo cercano de Leonardo da Vinci, compara a Apeles, gran
pintor de la Antigüedad, con Leonardo, y hace referencia a tres obras en las que estaba
trabajando en esas fechas: el retrato de Lisa del Giocondo, otro de Santa Ana y el mural
de La batalla de Anghiari. Esta pequeña anotación data de octubre de 1503,
aproximadamente 47 años antes de las referencias realizadas por Giorgio Vasari. Además,
el libro donde se realizó el comentario sobre “Mona Lisa” pertenece al autor Marco Tulio
Cicerón, y particularmente esta edición fue publicada en 1477.56
Por otra parte, en los archivos de impuestos de 1480 puede verificarse la identidad,
paradero y lugar de nacimiento de la modelo. 50 Nació el 15 de junio de 1479 y murió el 15
de julio de 1542, a los 63 años, en el convento de Santa Úrsula de Florencia. 5758 Según el
historiador Giuseppe Pallanti, que trata el tema en su libro La historia de Mona Lisa,
Gherardini ingresó en el convento cuatro años después de quedar viuda, donde ya
era monja su hija Marietta.52
Basándose en estos datos, el investigador genealogista italiano Domenico Savini asegura
que existen descendientes de Gherardini; se trata de Natalia e Irina Strozzi, hijas del
príncipe Girolamo de Toscana. En el supuesto de que la modelo de Leonardo fuera la
mujer que falleció en el convento, el médico forense Maurizio Seracini se ha ofrecido para
buscar el cadáver y hacer un análisis de ADN para establecer el parentesco de los Strozzi
con Gherardini.59
Unido a dichos elementos, documentos oficiales del censo de la época confirman que el
padre de Leonardo da Vinci vivía exactamente enfrente de la familia de Gherardini. 57 El
historiador supone, sin mayores pruebas, que el retrato fue un regalo de Giocondo a su
esposa por motivo de su segundo embarazo, a los veinticuatro años de edad. 18 Existen
detractores de las teorías expuestas por Pallanti, pero sus opiniones son mayoritariamente
aceptadas.50
Para saciar la curiosidad histórica acerca de la veracidad de las teorías vertidas, en 1987
se realizaron los primeros estudios, superponiendo un autorretrato de Leonardo a la
pintura de la Mona Lisa; el resultado fue una gran similitud en las dimensiones y rasgos
físicos.605 Los detractores de dicha investigación alegan que, dado que el autor es el
mismo, los trazos son similares y por eso generan confusión. Lillian Swartz y Gerald
Holzman, los directores de dicha prueba, aseguran que el autor se autorretrató, dándose
apariencia de mujer.60
Tanta ha sido la obsesión por esclarecer la identidad de la retratada, que el
doctor Matsumi Suzuki (Premio Ig Nobel de la Paz en 2002), investigador japonés,
reconstruyó el cráneo de la Gioconda mediante un análisis óseo, y a partir de dicho cálculo
generó la posible voz de la modelo. El investigador asegura que la reproducción de la voz
es fiable en un noventa por ciento. También ha realizado la misma simulación para el autor
de la obra, de la cual desconfía un poco porque la barba reflejada en los autorretratos
esconde algunos detalles importantes.61
El robo[editar]
El hueco que quedó tras el robo perpetrado en 1911 por Vincenzo Perugia en la pared del Museo
del Louvre que albergaba el cuadro.
La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo, tras la captura de
Peruggia.66 El detenido intentó vender el cuadro original al director de la Galleria degli
Uffizi de Florencia, Alfredo Geri, quien se hizo acompañar de la policía. Peruggia alegó que
su intención era devolver la obra a su verdadera patria, 67 y que él solo era víctima de un
estafador; los tribunales de justicia lo condenaron a un año y quince días de prisión que
luego redujeron a siete meses y nueve días.65 Antes de regresar al museo, la pintura se
exhibió en Florencia, Roma y Milán.68
En 1932, el periodista Karl Decker publicó una información según la cual el autor
intelectual del robo habría sido un comerciante argentino llamado Eduardo Valfierno, que
habría fallecido en 1931, con el fin de vender seis copias falsas, e incluso proporcionó los
nombres de los presuntos coleccionistas estafados, pero la veracidad de este relato no
pudo ser probada.65
Vandalismo[editar]
El 30 de diciembre de 1956, el boliviano Ugo Ungaza Villegas arrojó una piedra contra
la Mona Lisa durante una exhibición en el Louvre. Lo hizo con tanta fuerza, que destrozó la
vitrina, y desprendió un trozo de pigmento del codo izquierdo. 69 La pintura estaba protegida
por un cristal, ya que pocos años antes, un hombre que declaró estar enamorado de la
misma, la había cortado con una cuchilla y la había intentado robar. 70Desde entonces, se
instaló un cristal a prueba de balas para proteger a la pintura de nuevos ataques.
Posteriormente hubo otros incidentes. El 21 de abril de 1974, mientras el cuadro estaba
expuesto en el Museo Nacional de Tokio, una mujer le arrojó pintura roja, como protesta
por la ausencia de accesos al museo para personas discapacitadas. 71 Y el 2 de agosto de
2009, una mujer rusa, aturdida por la denegación de su solicitud de ciudadanía francesa,
arrojó una taza de cerámica comprada en la tienda del Louvre, haciéndose añicos contra el
cristal.7273 Afortunadamente, el cuadro no sufrió desperfectos en ambos casos.
Reproducciones y parodias[editar]
La Monna Vanna, que se atribuye, con dudas, a Salai.
Véase también[editar]
La Gioconda (copia del Museo del Prado)
Robert Payne (autor)
Mona Lisa de Isleworth
Anexo:Cuadros de Leonardo da Vinci
Pintura renacentista
Pintura renacentista italiana
Renacimiento italiano
Arte en Italia
Referencias