La Gioconda

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Para la ópera de Amilcare Ponchielli, véase 

La Gioconda (ópera).
«Mona Lisa» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Mona Lisa (desambiguación).

La Gioconda o La Mona Lisa

Año 1503-1519

Autor Leonardo da Vinci

Técnica Pintura al óleo sobre tabla de álamo

Estilo Renacimiento

Tamaño 77 cm × 53 cm

Localización Museo del Louvre, París,   Francia

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El Retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo,1 más conocido


como La Gioconda (La Joconde en francés) o La Mona Lisa, es una obra
pictórica del polímata renacentista italiano Leonardo da Vinci. Fue adquirida por el
rey Francisco I de Francia a comienzos del siglo XVI y desde entonces es propiedad
del Estado francés. Se halla expuesta en el Museo del Louvre de París, siendo, sin duda,
la «joya» de sus colecciones.
Su nombre, La Gioconda (la alegre, en castellano), deriva de la tesis más aceptada acerca
de la identidad de la modelo: la esposa de Francesco Bartolomeo de Giocondo, que
realmente se llamaba Lisa Gherardini, de donde viene su otro nombre: Mona (señora, en el
italiano antiguo) Lisa. El Museo del Louvre acepta el título completo indicado al principio
como el título original de la obra, aunque no reconoce la identidad de la modelo y tan solo
la acepta como una hipótesis.2
Es un óleo sobre tabla de álamo de 77 × 53 cm, pintado entre 1503 y 1519,3 y retocado
varias veces por el autor. Se considera el ejemplo más logrado de sfumato, técnica muy
característica de Leonardo, si bien actualmente su colorido original es menos perceptible
por el oscurecimiento de los barnices. El cuadro está protegido por múltiples sistemas de
seguridad y ambientado a temperatura estable para su preservación óptima. 4 Es revisado
constantemente para verificar y prevenir su deterioro.
Por medio de estudios históricos se ha determinado que la modelo podría ser una vecina
de Leonardo, que podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber
estado embarazada, por la forma de esconder que tienen sus manos. Pese a todas las
suposiciones, las respuestas en firme a los varios interrogantes en torno a la obra de arte
resultan francamente insuficientes, lo cual genera más curiosidad entre los admiradores
del cuadro.
La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza,
sino también en los misterios que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911, las
reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y
las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del
mundo, visitado por millones de personas anualmente. 5

Índice

 1Autor
 2Historia
 3Técnica
o 3.1Descripción de la obra
o 3.2Estado de conservación
 4Enigmas
o 4.1La sonrisa
o 4.2Supuesto embarazo y condición física
o 4.3Identidad de la modelo
o 4.4El título del cuadro
 5El robo
 6Vandalismo
 7Reproducciones y parodias
 8Véase también
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Autor[editar]
Artículo principal: Leonardo da Vinci

Autorretrato de Leonardo da Vinci.

Leonardo da Vinci nació en el caserío de Anchiano del municipio de Vinci, en Italia. Fue


fruto de la relación ilegítima del notario ser Piero y de su sirvienta, Catarina Vacca. A los
14 años entró en el prestigioso taller del pintor florentino Andrea Verrocchio, donde se
formó como artista junto a Sandro Botticelli y Perugino.6 Desarrolló el estudio de
las matemáticas, la geometría, la arquitectura, la perspectiva y todas las ciencias de la
observación del medio natural,7 las cuales se consideraban indispensables en la época.
Como educación complementaria, también estudió arquitectura e ingeniería.8 Leonardo fue
un humanista renacentista, destacado en múltiples disciplinas.9 Sirvió a personas tan
distintas e influyentes como a Lorenzo de Médici, al duque de Sforza, a los soberanos
de Mantua y al rey Francisco I de Francia.7
Debido a la minuciosidad de su técnica y también a sus muchas otras ocupaciones como
inventor y diseñador, la producción pictórica de Leonardo es extremadamente escasa: los
expertos reducen las obras de autoría relativamente segura a apenas una veintena, y de
ellas muy pocas cuentan con pruebas documentales concluyentes. Entre sus pinturas más
destacadas están La Virgen de las Rocas, La dama del armiño, el mural de La última
cena y, la más famosa de todas: La Gioconda o La Mona Lisa.7
Historia[editar]

El rey Francisco I de Francia, quien poseyó el cuadro por algún tiempo.

La Gioconda ha sido considerada como el cuadro más famoso del mundo. 10 Su fama se
debe probablemente a las múltiples referencias literarias, a las diversas hipótesis sobre la
identidad de la protagonista y al espectacular robo del que fue objeto el 21 de agosto de
1911.
Es además la última gran obra de Da Vinci. Después de terminar el cuadro, Leonardo llevó
su obra a Roma y luego a Francia, donde la conservó hasta su fallecimiento en su
residencia del castillo de Clos-Lucé.1112 Se sabe que pasó a manos del rey francés
Francisco I, quien la habría comprado por un importe de 12 000 francos (4000 escudos de
oro),10 aunque no está claro si fue en 1517, antes de la muerte del artista, o con
posterioridad a su fallecimiento en 1519. 13
Tras la muerte del rey, la obra pasó a Fontainebleau, luego a París y más tarde al palacio
de Versalles. Con la Revolución francesa llegó al Museo del Louvre, lugar donde se
trasladó en 1797. En 1800, el entonces Primer Cónsul Napoleón Bonaparte, ordenó sacar
el cuadro del museo y colocarlo en su dormitorio del palacio de las Tullerías hasta que lo
devolvió al museo en 1804.14 Allí se alojó definitivamente, salvo un breve paréntesis
durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el cuadro fue custodiado en el castillo de
Amboise y posteriormente en la abadía de Loc-Dieu.15
Hasta 2005 se ubicó en la Sala Rosa del Louvre, y desde entonces se encuentra en
el Salón de los Estados.16 Es pertinente decir que la mayoría de datos acerca del cuadro
se conocen gracias al trabajo biográfico del pintor Giorgio Vasari, contemporáneo de
Leonardo.17

Técnica[editar]
Artículo principal: Esfumado
San Juan Bautista de Leonardo, una de las pinturas en la cual Leonardo aplicó su técnica
de sfumato.

Leonardo dibujó el esbozo del cuadro y después aplicó el óleo diluido en aceite esencial.
La técnica empleada, conocida con el término italiano de sfumato, consiste en prescindir
de los contornos netos y precisos típicos del quattrocento y envolverlo todo en una especie
de niebla que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la
atmósfera, lo que da a la figura una sensación tridimensional. 1819
El cuadro se pintó sobre una tabla de madera de álamo recubierta por varias capas
de enlucido.20 Se conserva en una urna de cristal de 40 mm de espesor a prueba
de balas,16 tratada de manera especial para evitar los reflejos. 16 La cámara que alberga el
cuadro está diseñada para mantener una temperatura constante de 20 °C y 50 % de
humedad relativa, con lo que se busca garantizar las condiciones óptimas para la
estabilidad de la pintura.1621
La pintura tiene una grieta vertical de 12 centímetros en la mitad superior, tal vez debida a
la eliminación del marco original, si bien un estudio actual con rayos infrarrojos revela que
la grieta puede ser tan antigua como la misma tabla.22 Dicha grieta fue reparada entre
mediados del siglo XVIII y principios del XIX mediante dos piezas metálicas en forma de
mariposa fijadas por el reverso.23 De ellas, una se soltó posteriormente. En la actualidad,
se ha determinado que la fisura es estable y no ha empeorado con el tiempo. 23
Sin embargo, para descartar cualquier peligro, en 2004 se constituyó un equipo
de curadores franceses, que vigilan permanentemente el estado de la pintura, previniendo
cualquier alteración provocada por el tiempo. 24

Descripción de la obra[editar]
En este retrato la dama está sentada en un sillón y posa sus brazos en los brazos del
asiento. En sus manos y sus ojos puede verse un ejemplo característico del dolor y del
juego que el pintor hace con la luz y la sombra para dar sensación de volumen. 25
Aparece sentada en una galería,26 viéndose a los lados, cortadas, las bases de unas
columnas.
Detalle del lado izquierdo del paisaje.

Detalle del lado derecho del paisaje.

La galería se abre a un paisaje tal vez inspirado en las vistas que Leonardo pudo divisar
en los Alpes, durante su viaje a Milán, aunque una última investigación reveló que el fondo
podría corresponder a la ciudad de Bobbio, en la región de Emilia-Romaña.272829
Anteriormente, se pensaba que el paisaje, que posee una atmósfera húmeda y que parece
rodear a la modelo, estaba en Arno o en una porción del lago de Como,28 sin haber llegado
a conclusiones definitivas.
Se ha intentado muchas veces compaginar las dos mitades del paisaje que aparece tras la
modelo, pero la discordancia entre ambos lados es tan grande que no permite diseñar una
imagen continuada.30 El lado izquierdo parece estar más bajo que el derecho, entrando en
conflicto con la física, puesto que el agua no puede permanecer quieta si existe desnivel
en el terreno.31 A este respecto el historiador de arte E.H. Gombrich escribe: 30
En consecuencia, cuando centramos nuestras miradas sobre el lado izquierdo del cuadro, la mujer
parece más alta o más erguida que si nos centramos en la derecha. Y su rostro, asimismo, parece
modificarse con este cambio de posición, porque tampoco en este caso las dos partes se
corresponden con exactitud.
E. H. Gombrich

En medio del paisaje aparece un puente, conocido en Bobbio como puente Gobbo o el
puente Vecchio, y que muestra un elemento de civilización que podría estar señalando la
importancia de la ingeniería y la arquitectura.26 La ubicación geográfica del puente fue
posible gracias a un códice que dejó Leonardo da Vinci, en el que se muestra la escena en
la que se pintó. Una crecida, ocurrida años más tarde en el río Trebbia, destruyó el puente,
que posteriormente fue reconstruido.32

Detalle de la mirada de la modelo.

La modelo carece de cejas y pestañas, posiblemente por una restauración demasiado


agresiva en siglos pasados, en la cual se habrían eliminado las veladuras o leves trazos
con que se pintaron. Vasari, en efecto, sí habla de cejas: «En las cejas se apreciaba el
modo en que los pelos surgen de la carne, más o menos abundantes y girados según los
poros de la piel; no podían ser más reales».33 Según otros expertos, las cejas depiladas
eran habituales en las damas de alcurnia florentinas; 34 o Leonardo evitó pintar las cejas y
las pestañas para dejar su expresión más ambigua, o tal vez porque nunca llegó a terminar
la obra.
La dama dirige la mirada ligeramente a su izquierda y muestra una sonrisa considerada
enigmática.16 Cuenta Vasari que:
Mientras la retrataba, tenía gente cantando o tocando, y bufones que la hacían estar alegre, para
tratar de evitar esa melancolía que se suele dar en la pintura de retratos. 33

Sobre la cabeza lleva un velo, signo de castidad y atributo frecuente en los retratos de
esposas.26
El brazo izquierdo descansa sobre el de la butaca. La mano derecha se posa sobre la
izquierda. Esta postura transmite una impresión de serenidad y de que el personaje
retratado domina sus sentimientos.26
La técnica de Leonardo da Vinci se aprecia con más facilidad gracias a la «inmersión» de
la modelo en la atmósfera y el paisaje que la rodean, potenciada además por el avance en
la «perspectiva atmosférica» del fondo, que sería el logro final del Barroco,35 donde los
colores tienden al azulado y la transparencia, aumentando la sensación de profundidad. 36

Estado de conservación[editar]
Detalle del rostro craquelado.

La conservación de la obra es mediana, con un craquelado bastante evidente en toda la


superficie y una fisura bastante importante que, desde el borde superior, desciende en
vertical sobre la cabeza del personaje. Esta grieta se mantiene estable y no es previsible
que empeore, gracias a que la obra se conserva en un espacio climatizado. La deficiencia
de conservación más criticada es la suciedad que enmascara los colores; la pintura está
tapada por capas de barniz que han amarilleado con el tiempo, efecto habitual en las
sustancias de origen natural. En siglos pasados, cuando no existían los disolventes, la
opacidad de las pinturas antiguas se paliaba o disimulaba aplicando nuevas capas de
barniz. El cuadro de Leonardo acumula varias, y los responsables del Louvre se resisten a
eliminarlas por miedo a alterar el aspecto de la obra. La hipótesis de una próxima
restauración de La Gioconda se ve ahora todavía más remota, tras una polémica suscitada
en 2011 por la limpieza de otra obra del artista en el Louvre, La Virgen, el Niño Jesús y
Santa Ana, una intervención considerada abusiva por algunos expertos y que provocó la
dimisión de dos técnicos contrarios a ella. 37
Mediante un programa informático se ha recreado el colorido que debería tener la obra si
se eliminasen las capas de suciedad. La restauración en 2011-2012 de la copia
conservada en el Museo del Prado (Madrid), pintada simultáneamente en el taller del
maestro, puede ayudar a imaginar el aspecto que originalmente tuvo la obra del Louvre.

Enigmas[editar]
Durante varios siglos los interrogantes sin respuesta acerca de la obra de Leonardo han
ido creciendo, originando apasionadas polémicas en muchos autores e investigadores.
Frente a la gran cantidad de preguntas, las respuestas no suelen ser demasiado
convincentes, por lo que los debates siguen abiertos. Especialmente durante los siglos
XIX y XX, las teorías acerca del origen de la modelo, la expresión de su rostro, la
inspiración del autor y otras tantas, han tomado gran protagonismo y obligan a un análisis
histórico y científico profundo.

La sonrisa[editar]
En el siglo XVI Leonardo da Vinci pintó a Mona Lisa buscando el efecto de que la sonrisa
desapareciera al mirarla directamente y reapareciera solo cuando la vista se fija en otras
partes del cuadro.38 El juego de sombras refuerza la sensación de desconcierto que
produce la sonrisa. No se sabe si en verdad sonríe o si muestra un gesto lleno de
amargura.26 Sigmund Freud interpretó la sonrisa de la Gioconda como el recuerdo latente
que había en Leonardo de la sonrisa de su madre. 39
Detalle de la sonrisa de Mona Lisa.

Margaret Livingstone, experta en percepción visual, desveló en el Congreso Europeo de


Percepción Visual que se celebró en 2005 en La Coruña, que la enigmática sonrisa es
«una ilusión que aparece y desaparece debido a la peculiar manera en que el ojo humano
procesa las imágenes».3840 Livingstone recalca que los artistas llevan mucho más tiempo
estudiando la percepción visual humana que los mismos médicos especialistas en el
tema.38
El ojo humano tiene una visión fotópica, retiniana o directa, y otra escotópica o periférica.
La primera sirve cuando se trata de percibir detalles, pero no es apta para distinguir
sombras, que es la especialidad de la segunda.41 Leonardo pintó la sonrisa de Mona
Lisa usando unas sombras que se ven mejor con la visión periférica. 38 Como ejemplo para
ilustrar el efecto, uno puede concentrar la mirada en una sola letra sobre una página
impresa y comprobar lo difícil que le resulta reconocer el resto de las letras. 42
En otro orden de cosas muy diferente, y tratando de averiguar el estado de ánimo de la
modelo durante el posado, se utilizó un software especializado en la "medición de
emociones", el cual fue aplicado a la pintura para obtener datos relevantes acerca de su
expresión.43 La conclusión alcanzada por el programa, es que Mona Lisa está un 83 %
feliz, un 9 % disgustada, un 6 % temerosa y un 2 % enfadada.44 El software trabaja sobre
la base de analizar rasgos tales como la curvatura de los labios o las arrugas producidas
alrededor de los ojos. Tras obtener las mediciones, las compara con una base de datos de
expresiones faciales femeninas, de la que obtiene una expresión promedio. 44

Supuesto embarazo y condición física[editar]

Detalle de las manos.

Un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá que


examinó la obra en 2004 utilizó un escáner de infrarrojos en tres dimensiones, cuyos
resultados, de escasa entidad, fueron publicados el 26 de septiembre de 2006.234546
El uso de dicha técnica, que permite una resolución 10 veces más fina que el cabello
humano, permitió a los investigadores apreciar detalles hasta ahora desconocidos. Han
opinado que el velo de gasa fina y transparente, enganchado al cuello de la blusa, era una
prenda que solían llevar las mujeres embarazadas o que habían dado a luz
recientemente.2347 Entre sus peculiares conclusiones, el estudio consideró que el peso de
la modelo era de 63 kilos y su estatura de 1,68 metros así como que llevaba el pelo
recogido en un moño cubierto por un bonete detrás de la cabeza,22 y que no aparece
ningún mensaje secreto en ninguna de las capas de la pintura, como se contaba en la
novela El código Da Vinci.
Por su parte, Julio Cruz Hermida, de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que la
modelo padecía bruxismo (rechinar de los dientes), alopecia (caída del cabello) y principios
de la enfermedad de Parkinson.5

Identidad de la modelo[editar]
Artículo principal: Lisa Gherardini

Diversas hipótesis se han generado en torno a la identidad de la modelo.


El pintor y biógrafo Giorgio Vasari escribió en 1550:
Hizo para Francesco del Giocondo el retrato de su mujer Mona Lisa y, a pesar de dedicarle los
esfuerzos de cuatro años, lo dejó inacabado. Esta obra la tiene hoy el rey Francisco de Francia en
Fontainebleau.33

En 1625, Cassiano dal Pozzo vio la obra en Fontainebleau y escribió sobre ella:


Un retrato de tamaño natural, en tabla, enmarcado en nogal tallado, es media figura y retrato de una
tal 'Gioconda'.

Tomando como base estos testimonios se ha identificado a la modelo con Lisa Gherardini,
la esposa del acaudalado comerciante Francesco del Giocondo.
Sin embargo, en 1517, antes del escrito de Vasari, Antonio de Beatis visitó a Leonardo en
el castillo de Cloux y mencionó tres cuadros suyos, uno de ellos de una dama florentina
hecho del natural a petición de Juliano II de Médicis.
Aunque Antonio de Beatis podría haber visto una tabla distinta, este testimonio parece
discrepar con los de Vasari y Cassiano del Pozzo, por lo que algunos han supuesto que la
modelo fue en realidad una amiga o amante de Juliano II de Médicis. 10

Retrato de la virreina de Nápoles, antaño considerado de Isabel de Aragón, elaborado por Rafael


Sanzio. Museo del Louvre, París.
La nota descubierta en la Universidad de Heidelberg escrita por Agostino Vespucci.

Algunas otras teorías poco difundidas afirman que podría tratarse de Isabel de Aragón, a
quien Leonardo dibujó a lápiz para luego hacer un óleo; o de Constanza d'Avalos, duquesa
de Francaville, mencionada en un poema de la época, donde se lee que Leonardo la pintó
«bajo el hermoso velo negro»; 5 o de Isabella Gualanda, una dama napolitana. Según esta
última teoría, Leonardo habría pintado el retrato en Roma por encargo de Juliano de
Médicis y habría reciclado para ello un retrato inconcluso que había hecho a Lisa
Gherardini.48
Otras propuestas han sido que la modelo pudo ser una amante del propio Leonardo, un
adolescente vestido de mujer,5 un autorretrato del autor en versión femenina 49 o incluso,
una simple mujer imaginaria.5051 A este respecto, Sigmund Freud sugirió que la pintura
reflejaba una preocupante masculinidad.52 Estudios que apoyan la teoría de la identidad
masculina del modelo lo identifican como Gian Giacomo Caprotti, conocido como Il Salai.53
54

Hay estudiosos que creen que el tema de la pintura es la madre de Leonardo, Caterina
(1427-1495).55
En 2005, Armin Schlechter descubrió una nota de Agostino Vespucci en el margen de un
libro de la colección de la biblioteca de la Universidad de Heidelberg, que confirmaba con
certeza la creencia tradicional de que la modelo del retrato era Lisa. En esta acotación,
Vespucci, quien era un amigo cercano de Leonardo da Vinci, compara a Apeles, gran
pintor de la Antigüedad, con Leonardo, y hace referencia a tres obras en las que estaba
trabajando en esas fechas: el retrato de Lisa del Giocondo, otro de Santa Ana y el mural
de La batalla de Anghiari. Esta pequeña anotación data de octubre de 1503,
aproximadamente 47 años antes de las referencias realizadas por Giorgio Vasari. Además,
el libro donde se realizó el comentario sobre “Mona Lisa” pertenece al autor Marco Tulio
Cicerón, y particularmente esta edición fue publicada en 1477.56
Por otra parte, en los archivos de impuestos de 1480 puede verificarse la identidad,
paradero y lugar de nacimiento de la modelo. 50 Nació el 15 de junio de 1479 y murió el 15
de julio de 1542, a los 63 años, en el convento de Santa Úrsula de Florencia. 5758 Según el
historiador Giuseppe Pallanti, que trata el tema en su libro La historia de Mona Lisa,
Gherardini ingresó en el convento cuatro años después de quedar viuda, donde ya
era monja su hija Marietta.52
Basándose en estos datos, el investigador genealogista italiano Domenico Savini asegura
que existen descendientes de Gherardini; se trata de Natalia e Irina Strozzi, hijas del
príncipe Girolamo de Toscana. En el supuesto de que la modelo de Leonardo fuera la
mujer que falleció en el convento, el médico forense Maurizio Seracini se ha ofrecido para
buscar el cadáver y hacer un análisis de ADN para establecer el parentesco de los Strozzi
con Gherardini.59
Unido a dichos elementos, documentos oficiales del censo de la época confirman que el
padre de Leonardo da Vinci vivía exactamente enfrente de la familia de Gherardini. 57 El
historiador supone, sin mayores pruebas, que el retrato fue un regalo de Giocondo a su
esposa por motivo de su segundo embarazo, a los veinticuatro años de edad. 18 Existen
detractores de las teorías expuestas por Pallanti, pero sus opiniones son mayoritariamente
aceptadas.50
Para saciar la curiosidad histórica acerca de la veracidad de las teorías vertidas, en 1987
se realizaron los primeros estudios, superponiendo un autorretrato de Leonardo a la
pintura de la Mona Lisa; el resultado fue una gran similitud en las dimensiones y rasgos
físicos.605 Los detractores de dicha investigación alegan que, dado que el autor es el
mismo, los trazos son similares y por eso generan confusión. Lillian Swartz y Gerald
Holzman, los directores de dicha prueba, aseguran que el autor se autorretrató, dándose
apariencia de mujer.60
Tanta ha sido la obsesión por esclarecer la identidad de la retratada, que el
doctor Matsumi Suzuki (Premio Ig Nobel de la Paz en 2002), investigador japonés,
reconstruyó el cráneo de la Gioconda mediante un análisis óseo, y a partir de dicho cálculo
generó la posible voz de la modelo. El investigador asegura que la reproducción de la voz
es fiable en un noventa por ciento. También ha realizado la misma simulación para el autor
de la obra, de la cual desconfía un poco porque la barba reflejada en los autorretratos
esconde algunos detalles importantes.61

El título del cuadro[editar]


El título oficial de la obra, según el Museo del Louvre, es Retrato de Lisa Gherardini,
esposa de Francesco del Giocondo,2 aunque el cuadro es más conocido como La
Gioconda o Mona Lisa.50
Este título aparece documentado por primera vez mucho después de la muerte de su
autor. Con respecto al nombre de Mona Lisa, más usado en fuentes
anglosajonas, Monna es el diminutivo en italiano de Madonna, que quiere decir Señora.

El robo[editar]

El hueco que quedó tras el robo perpetrado en 1911 por Vincenzo Perugia en la pared del Museo
del Louvre que albergaba el cuadro.

El 21 de agosto de 1911, el carpintero italiano Vincenzo Peruggia (exempleado del Museo


del Louvre) llegó al Museo del Louvre a las 7 de la mañana, vestido con un blusón de
trabajo blanco como los utilizados por el personal de mantenimiento del museo, descolgó
el cuadro y a continuación, en la escalera Visconti, separó la tabla de su marco,
abandonando este último. A continuación salió del museo con el cuadro escondido bajo su
ropa, que colocó posteriormente en una valija.6263 Cuando poco después el pintor Louis
Béroud entró a la sala para ver el cuadro, notó su ausencia y avisó de inmediato a la
policía. El museo permaneció cerrado durante una semana para proceder a la
investigación.64
Unos años antes el museo había sufrido el robo de otras varias piezas, lo cual hizo
suponer a la policía que ambos acontecimientos estaban relacionados. Guillaume
Apollinaire y Pablo Picasso se convirtieron en sospechosos puesto que se los había
relacionado con la desaparición de unas piezas de escultura del museo, además de por
unas declaraciones en las que Apollinaire apoyaba la propuesta formulada por
el futurista Marinetti de quemar los museos para dejar paso al nuevo arte. Posteriormente
se demostró que ambos eran inocentes.65 Al mismo tiempo que se realizaban las
investigaciones sobre el robo, se capturó al aventurero belga Honoré-Joseph Géry Pieret,
quien confesó ser el autor de otro robo acaecido en 1906, pero no del de La Gioconda.
Durante la ausencia de la obra, se batió el récord de visitantes al museo; acudían a
apreciar el hueco dejado en la pared por el cuadro que había sido hurtado. 65

Pintura que se exhibe tras el cristal antibalas en el Louvre.

La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo, tras la captura de
Peruggia.66 El detenido intentó vender el cuadro original al director de la Galleria degli
Uffizi de Florencia, Alfredo Geri, quien se hizo acompañar de la policía. Peruggia alegó que
su intención era devolver la obra a su verdadera patria, 67 y que él solo era víctima de un
estafador; los tribunales de justicia lo condenaron a un año y quince días de prisión que
luego redujeron a siete meses y nueve días.65 Antes de regresar al museo, la pintura se
exhibió en Florencia, Roma y Milán.68
En 1932, el periodista Karl Decker publicó una información según la cual el autor
intelectual del robo habría sido un comerciante argentino llamado Eduardo Valfierno, que
habría fallecido en 1931, con el fin de vender seis copias falsas, e incluso proporcionó los
nombres de los presuntos coleccionistas estafados, pero la veracidad de este relato no
pudo ser probada.65

Vandalismo[editar]
El 30 de diciembre de 1956, el boliviano Ugo Ungaza Villegas arrojó una piedra contra
la Mona Lisa durante una exhibición en el Louvre. Lo hizo con tanta fuerza, que destrozó la
vitrina, y desprendió un trozo de pigmento del codo izquierdo. 69 La pintura estaba protegida
por un cristal, ya que pocos años antes, un hombre que declaró estar enamorado de la
misma, la había cortado con una cuchilla y la había intentado robar. 70Desde entonces, se
instaló un cristal a prueba de balas para proteger a la pintura de nuevos ataques.
Posteriormente hubo otros incidentes. El 21 de abril de 1974, mientras el cuadro estaba
expuesto en el Museo Nacional de Tokio, una mujer le arrojó pintura roja, como protesta
por la ausencia de accesos al museo para personas discapacitadas. 71 Y el 2 de agosto de
2009, una mujer rusa, aturdida por la denegación de su solicitud de ciudadanía francesa,
arrojó una taza de cerámica comprada en la tienda del Louvre, haciéndose añicos contra el
cristal.7273 Afortunadamente, el cuadro no sufrió desperfectos en ambos casos.

Reproducciones y parodias[editar]
La Monna Vanna, que se atribuye, con dudas, a Salai.

La Mona Lisa ha adquirido un estatus de icono cultural. Son numerosas sus


reproducciones y utilización en la publicidad, objetos cotidianos y también como referencia
cultural.10 Algunas incluyen:
Reproducciones, copias y versiones

 La copia de mejor calidad del cuadro es la que se encuentra en el Museo del


Prado de Madrid, que habría sido realizada en paralelo al original. Casi
idéntica en cuanto a medidas (76x57 cm la del Prado, 77x53 cm la original), se
creía que el soporte de la copia era una tabla de roble; sin embargo en una
reciente investigación se ha determinado que se trata de una tabla de nogal.
La diferencia más notoria que había con la original, que era el fondo negro,
resultó ser un repinte que fue retirado en una restauración (2011-2012) y
reveló un paisaje de gran calidad.74 Aunque algunos investigadores habían
propuesto como posibles autores de esta tabla al alemán Hans Holbein el
Joven y al español Fernando Yáñez de la Almedina,75 e incluso al propio
Leonardo,76 tras la restauración, la autoría se divide entre dos de los alumnos
más próximos al maestro: Andrea Salai y Francesco Melzi.74 Este cuadro
sobrevivió al devastador incendio del Alcázar de Madrid, ocurrido el 24 de
diciembre de 1734.
 Algunos autores afirman que el mismo Leonardo hizo la reproducción conocida
como Mona Lisa de Isleworth, pero su autenticidad es ampliamente
cuestionada.77 Dicha pintura es propiedad de un consorcio que creó una
fundación en el año 2010 con sede en Suiza que es la que gestiona los
derechos de la obra.78
 La reproducción libre de Rafael, la cual se exhibe en el mismo museo que la
obra de Leonardo.28
 Una copia anónima que se conserva en el Parlamento Italiano.28
 Una copia en la colección Luchner, en Innsbruck, de la cual se ha pensado que
podría ser obra de Salai.10
 La llamada Monna Vanna, quizá también obra de Salai, de la que existen
varias versiones, ha sido considerada por algunos como la representación
de La Gioconda desnuda.10

Copia de La Gioconda que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.


 

La llamada Mona Lisa de Isleworth.


Parodias

 En 1919, el dadaísta Marcel Duchamp pintó una parodia de Mona


Lisa luciendo bigote y perilla y con la inscripción L.H.O.O.Q. (que significa ella
tiene el culo caliente, traducido del francés).79
 Salvador Dalí pintó su retrato sobre el paisaje de fondo de la obra de
Leonardo, a manera de ridiculización.79
 Fernando Botero pintó en 1958 el cuadro La Mona Lisa a los doce años, donde
representa a una mujer extremadamente obesa y deforme como parodia de La
Gioconda.80
 Samuel Clemens reprodujo La Gioconda a base de pigmentos oscuros sobre
una lona de 40 x 60 pies en Oregón.81

Véase también[editar]
 La Gioconda (copia del Museo del Prado)
 Robert Payne (autor)
 Mona Lisa de Isleworth
 Anexo:Cuadros de Leonardo da Vinci
 Pintura renacentista
 Pintura renacentista italiana
 Renacimiento italiano
 Arte en Italia

Referencias

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