Y Si Hacemos Una Vacuna para El Covid-19
Y Si Hacemos Una Vacuna para El Covid-19
Y Si Hacemos Una Vacuna para El Covid-19
INTRODUCCIÓN
El primer paso de la infección por coronavirus es la entrada del virus en las células. El
coronavirus SARS-CoV-2 entra en las células a través de la unión de una proteína de
su superficie, la proteína S, con el receptor ACE-2 (enzima convertidora de
angiotensina 2) de las células huésped. ACE-2 forma parte de una ruta bioquímica que
interviene en la regulación de procesos como la inflamación o la presión sanguínea y
su función habitual es modular la actividad de la angiotensina 2 para contrarrestar sus
efectos dañinos.
Dando un breve recuento, son varias las propuestas de vacuna que se desarrollan a lo
largo del mundo para generar inmunidad contra el COVID-19. En Estados Unidos,
China, Rusia y Gran Bretaña, los científicos básicamente están en una carrera por
determinar qué vacuna será la primera y cuál será la más eficaz. Algunas de las más
avanzadas son las de la universidad de Oxford con AstraZeneca, Moderna, BionTech,
Cansino, entre otras.
Conociendo todas estas informaciones surge una cuestión que se hacen muchas
personas, y esta es, ¿De qué sustancias o componentes están hechas estas
vacunas?, replanteando esta pregunta de manera química, ¿Cuáles son algunos
elementos químicos que han sido utilizados para las vacunas?, respondiendo a
esta pregunta estos componentes generales son:
Concluyendo con esta parte, podemos apreciar y conocer cuáles son los componentes
químicos más utilizados comúnmente en las vacunas, y algunos de los cuales ya están
oficialmente formando parte de las vacunas del covid-19, pero no podemos estar
100% seguros, porque es necesario recordar, que las instituciones mantienen estas
sustancias bajo secreto de creación, pero en sí, los componentes mencionados son
generales.
Los estudios con vacunas que contenga la infección por SARS-CoV-2 avanzan a
diferente ritmo. Por ejemplo, en España hay tres equipos del consejo superior de
investigaciones científicas (CSIC) trabajando en tres tipos de vacunas diferentes:
ninguna de las vacunas desarrolladas por el CSIC ha comenzado todavía los ensayos
en humanos. Pero, aunque llegue más tarde, voces del sector apuntan a la utilidad de
que España cuente con una vacuna propia una vez comience la vacunación a gran
escala, para evitar posibles problemas de disponibilidad.
A nivel mundial, tres vacunas cuentan con una autorización de uso limitada, a falta de
finalizar la tercera fase de los ensayos clínicos. La primera en formalizar su registro y
contar con una autorización para uso temprano fue la ‘Sputnik V’, vacuna desarrollada
en Rusia por el Gamaleya Research Institute; sin embargo, hay muchas dudas en
torno a esta vacuna puesto que la entidad investigadora no ha publicado ningún dato
de las fases ya finalizadas que certifiquen la eficacia y seguridad de esta.
Desde China, las vacunas impulsadas por Cansino Bio y Sinovac, cuentan con una
autorización para uso limitado. Al contrario que en el caso de la vacuna rusa, estos
dos proyectos sí han ido presentando los datos de las fases finalizadas dentro del
ensayo clínico. De hecho, el estudio de la vacuna de Cansino Bio ha sido sometido al
análisis externo de la revista The Lancet, corroborándose los resultados
esperanzadores que reflejan los datos.
Otra práctica que está siendo frecuente para acelerar el proceso de investigación de
vacunas contra la COVID-19 es solapar dos fases del ensayo. En esta línea están
trabajando las alianzas que se han establecido entre BioNTech, Pfizer y Fosun
Pharma y la de AstraZeneca y la universidad de Oxford. En ambos casos los
resultados obtenidos hasta el momento han sido positivos, por lo que ambas uniones
esperan ser capaces de solicitar la autorización de sus proyectos en los próximos
meses.
Otro de los datos a destacar es uno muy propio de la industria farmacéutica: la fase I
es la que cuenta con un mayor número de proyectos, puesto que es en la que se
hacen las pruebas más preliminares sobre la eficacia y seguridad de cada proyecto.
Pasar a las siguientes fases es más difícil. Como ocurre generalmente, es habitual que
en el camino queden muchos proyectos que, aunque en el laboratorio eran
prometedores al pasar a las pruebas en humanos encuentran algún obstáculo que
impida certificar que cumple los objetivos que se habían marcado.
ETAPA FINAL:
La vacuna de Pfizer y BioNTech es la primera en arrojar resultados tan avanzados.
En total, hay 47 vacunas que están en etapa clínica es decir, siendo probadas en
humanos, y 155 en etapa preclínica siendo probadas en laboratorios, según la
información más actualizada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 3 de
noviembre.
Los siguientes laboratorios o grupos son los que ya están en la tercera fase de
pruebas de sus vacunas y ya están reclutando voluntarios para esta etapa o
monitoreando sus efectos en humanos:
ASTRAZÉNECA:
Esto quiere decir que se construyó a partir de un adenovirus, un tipo de virus que no
daña nuestra salud. En su interior, los científicos insertaron algunos genes de Sars-
CoV-2 para provocar una reacción del sistema inmunológico.
De acuerdo con el análisis de 131 casos de covid-19, esta vacuna demostró ser un
70,4% efectiva al combinar datos obtenidos de un régimen de dos dosis
administradas. Los investigadores estiman, sin embargo, que dicha eficacia pueda
llegar al 90% si se ajusta la dosis.
A nivel mundial, los responsables de esta vacuna garantizan que tendrán capacidad
para entregar 3.000 millones de unidades en 2021.
Otra ventaja de este compuesto es que puede guardarse a una temperatura de entre 2
y 8 °C, por lo cual puede distribuirse y preservarse con capacidades logísticas
existentes.
¿Es segura la vacuna de AstraZeneca?
I TESTIMONIO:
Ezequiel Martín 46 dice que se anotó casi sin pensarlo cuando vio el llamado para
participar en las pruebas de la vacuna contra el coronavirus que realiza Astra Zeneca
en colaboración con la Universidad de Oxford. Su decisión sigue firme, incluso
después de que los ensayos se pusieran en pausa, luego de que uno de los
voluntarios sufriera síntomas asociados a la mielitis transversa. Creo que se trata de
una sola persona entre las casi 10.000 que hemos recibido ya la vacuna. Me parece
muy poco, un riesgo completamente asumible, explicó Martín a El País de Madrid.
Estamos hablando ahora mismo de reabrir el mundo, como quien dice. Para mí el
riesgo real es que la gente no esté vacunada y que sigamos todos andando por la
calle, agregó. Martín, que es español, pero hace diez años está radicado en Londres
Inglaterra, aseguró que ya recibió una llamada para recibir la segunda vacuna en
cuanto se retomen los ensayos. La primera vacuna, aclaró se la pusieron en junio. La
decisión de formar parte de este grupo de voluntarios no llamó la atención de su
familia, porque ya que saben que él siempre se anota a todo, a un bombardeo, si hace
falta, expresó Martín al medio y aclaró que nunca le pareció una cosa arriesgada. Era
la fase 3. Ya habían hecho los estudios de seguridad, y le habían puesto la vacuna a
muchísima gente. Pero cuando se lo comenté a ella su esposa y algunos otros
amigos, la reacción de muchos fue: Huy, ¿no te parece peligroso? Lo curioso es que
corrí a apuntarme porque di por sentado que todo el mundo querría hacerlo, dijo. Sin
embargo, aunque no sintió miedo, sí fue advertido de los riesgos asociados a ser
voluntario en los ensayos. Antes de empezar mandaron a su casa decenas de papeles
con explicaciones y con los detalles de los efectos y posibles efectos secundarios que
podría sentir en el proceso. "Algunos muy normales, como que iba a tener fiebre y que
me iba a doler el brazo durante un par de días. Al final no me pasó, aunque lo dieran
por seguro, relató. También me hablaron de otros efectos más graves, de posibles
enfermedades raras, pero me dejaron claro que las posibilidades eran remotas, de uno
entre diez mil casos. Aseguraron que me tendrían informado en todo momento, y
fueron exquisitos en sus explicaciones, aseguró a el país de Madrid. Ese caso en diez
mil podría ser, consideró, el hombre que actualmente se encuentra internado y que
motivó la pausa de los ensayos. Martín explicó que supo del caso antes de que saliera
en los medios, ya que lo llamaron personalmente para informarle. En la llamada le
explicaron que el proceso se iba a parar con el objetivo de investigar lo ocurrido, algo
que ya estaba previsto en el protocolo de acción generado con anterioridad. Aunque el
compromiso es por un año, si los datos salen bien podría ser por menos tiempo. Al
final del estudio le informarán a cada uno de los voluntarios si recibió la vacuna o si se
trató de un placebo. Martín está convencido de que la vacuna tendrá éxito, confía en el
equipo de profesionales que llevan adelante los ensayos ya que en el mismo hospital
donde se está trabajando nació su hija años atrás. Hasta ahora está ocurriendo lo que
decían que iba a ocurrir, según las previsiones. Nadie dijo en ningún momento que
esto iba a ser la cura milagrosa que haría desaparecer la enfermedad. Pero, al
parecer, van a mucha velocidad. No será perfecta, ni la barrera completa para salir a la
calle a hacer todo lo que quieras, opinó.
II TESTIMONIO:
Institutes of Health,
BIBLIOGRAFÍA
https://www.difmarkets.com/es/articulos/invertir-empresas-vacunas-covid/
(EMPRESAS QUE DESARROLLAN VACUNAS)
CONCLUSION