Contaminacion de Agua y Suelo
Contaminacion de Agua y Suelo
Contaminacion de Agua y Suelo
DOCENTE:
Ing. Galo Estupiñán
MATERIA:
Impacto Ambiental l
INTEGRANTES:
Calderón Magallanes Jinpso
Cotera Ramírez Iván
Malan Cepeda Jairo
Mera Vinces Cristhian
TEMA:
Contaminación del agua y su control
Contaminación del suelo y su control
CICLO Cll 2019- 2020
CONTAMINACION DEL AGUA Y SU CONTROL
El agua es uno de los elementos naturales que se encuentra en mayor cantidad en el
planeta Tierra. También es gran responsable de la posibilidad de desarrollo de las distintas
formas de vida: vegetales, animales y el ser humano. Los organismos de todos los seres
vivos están compuestos de agua en una alta proporción, siendo que ésta es la que
compone los músculos, órganos y los diferentes tejidos. Por esto, sin agua no es posible la
vida.
Contaminantes de las aguas son cualesquiera formas de materia o energía cuya presencia,
evacuación o liberación pueda causar daños a la biota. De este modo, la evacuación de
efluentes con temperatura elevada o con alto grado de salinidad pueden ser tanto o más
perjudiciales a las comunidades acuáticas como la evacuación de substancias tóxicas.
Residuos sólidos dispuestos en forma inadecuada sobre el suelo son también una fuente
de contaminación de las aguas superficiales o subterráneas, mientras que contaminantes
del aire como el dióxido de azufre pueden también constituirse en contaminantes del agua,
en este caso a través de su precipitación en forma de lluvia ácida.
Disponibilidad
Sobre la cantidad de agua dulce disponible para los seres que habitamos la Tierra se ha
vertido mucha tinta. Bien es cierto que con datos aproximados estamos hablando del 0,5%
del total que contiene nuestro planeta y que casi el 90% de esta cantidad se encuentra
como agua subterránea, gran parte de la cual se encuentra demasiado profunda para ser
explotada de forma económica. Considerando ciertas todas estas estimaciones y
adoptando la normativa europea al respecto, la cantidad de este recurso con la calidad
adecuada para ser considerada apta para el consumo previo tratamiento se reduce a
límites aún más bajos, lo que nos lleva a afirmar que el agua de calidad, pese a lo que
podemos pensar cuando abrimos el grifo en un país desarrollado, es muy escasa.
A su vez, según el informe de 2016 de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los
recursos hídricos en el mundo, casi el 80% de los puestos de trabajo que constituyen la
fuerza laboral mundial dependen del acceso a un suministro adecuado de agua y servicios
relacionados con el agua, incluyendo el saneamiento.
Biodegradabilidad
Para poder controlar la calidad del agua, hay que conocer sus principales fuentes de
contaminación:
Pese a ser el agua un recurso que afecta de manera muy directa a la salud de la
comunidad, su control compete en su mayor parte al Ministerio de Medio Ambiente, a las
confederaciones u organismos de cuenca y a las consejerías autonómicas de Medio
Ambiente con transferencias asignadas.
Como ya hemos señalado anteriormente, las autoridades sanitarias son totalmente ajenas
a estos programas de vigilancia y control, manteniendo únicamente sus competencias a
partir de las estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP) mediante la supervisión del
cumplimiento del Reglamento Técnico Sanitario (RD 1.138/90). Además, como veremos
más adelante, la Administración vigila y califica los criterios para agua de baño, tanto
continentales como costeras, no disponiendo de ninguna infraestructura de red para este
fin.
CONTAMINACION DEL SUELO Y SU CONTROL
El suelo es un recurso finito, lo que significa que su pérdida y degradación no es
recuperable en el transcurso de una vida humana. Los suelos afectan a los alimentos que
comemos, al agua que bebemos, al aire que respiramos, a nuestra salud y la de todos los
organismos del planeta. Sin suelos sanos no podríamos producir nuestros alimentos. De
hecho, se calcula que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente
en los suelos.
Unos suelos sanos son la clave para la seguridad alimentaria y para un futuro sostenible.
Ayudan a mantener la producción de alimentos, a mitigar y adaptarse al cambio climático,
filtrar el agua, mejorar la resiliencia ante inundaciones y sequías y mucho más.
La contaminación del suelo provoca una reacción en cadena. Altera la biodiversidad del
suelo, reduciendo la materia orgánica que contiene y su capacidad para actuar como filtro.
También se contamina el agua almacenada en el suelo y el agua subterránea, provocando
un desequilibrio de sus nutrientes. Entre los contaminantes del suelo más comunes se
encuentran los metales pesados, los contaminantes orgánicos persistentes y los
contaminantes emergentes, como los productos farmacéuticos y los destinados al cuidado
personal.
Los suelos deben ser reconocidos y valorados por su capacidad productiva, así como por su
contribución a la seguridad alimentaria y al mantenimiento de servicios ecosistémicos
clave. He aquí algunas razones por las que la contaminación del suelo no puede
subestimarse:
1. La contaminación del suelo afecta a todos los ámbitos. Los alimentos que comemos, el
agua que bebemos, el aire que respiramos, nuestra salud y la de todos los organismos del
planeta dependen de un suelo sano. El contenido de nutrientes de los tejidos de una
planta está directamente relacionado con el contenido de nutrientes del suelo y su
capacidad para intercambiar nutrientes y agua con las raíces de esa planta.
2. La contaminación del suelo es invisible. Hoy en día, un tercio de nuestros suelos están
moderadamente o muy degradados debido a la erosión, la pérdida de carbono orgánico, la
salinización, compactación, acidificación y la contaminación química. Se necesitan
aproximadamente 1 000 años para formar 1 cm de capa arable superficial, lo que significa
que no podremos producir más suelo en el transcurso de nuestras vidas. El suelo que
vemos es todo el que hay disponible. Sin embargo, los suelos se enfrentan aún a más
presión debido a la contaminación. La tasa actual de degradación del suelo amenaza la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades más básicas.
3. La contaminación del suelo afecta a su capacidad de filtrado. Los suelos actúan de filtro
y amortiguador para los contaminantes. Pero el potencial del suelo para hacer frente a
esta presión es finito. Si se supera la capacidad del suelo para protegernos, los
contaminantes se filtrarán (y se filtran) a otros elementos del entorno, como nuestra
cadena alimentaria.
5. La contaminación del suelo puede ser resultado de malas prácticas agrícolas. Las
prácticas agrícolas insostenibles reducen la materia orgánica del suelo, comprometiendo
su capacidad para degradar los contaminantes orgánicos. Esto aumenta el riesgo de que
los contaminantes se liberen al medio ambiente. En muchos países, la producción agrícola
intensiva ha agotado los suelos, poniendo en peligro nuestra capacidad para mantener la
producción en estas áreas en el futuro. Por lo tanto, las prácticas de producción agrícola
sostenible se han convertido en un imperativo para revertir la tendencia a la degradación
del suelo y garantizar la seguridad alimentaria actual y futura a nivel mundial.
6. La contaminación del suelo puede poner en riesgo nuestra salud. Una parte importante
de los antibióticos –utilizados ampliamente en la agricultura y en el ámbito de la salud
humana– se liberan en el medio ambiente tras ser excretados del organismo al que se les
administró. Estos antibióticos pueden filtrarse en los suelos y propagarse en el ambiente.
Esto produce bacterias resistentes a los antimicrobianos, lo que disminuye la eficacia de los
antibióticos. Cada año, unas 700 000 muertes son atribuibles a bacterias resistentes a los
antimicrobianos. Para 2050, si no se ataja el problema, la resistencia a los antimicrobianos
matará a más personas que el cáncer y tendrá un coste global mayor que el actual volumen
de la economía mundial.
Causas de la contaminación
La principal consecuencia de la contaminación del suelo tiene que ver, como dijimos, con la
pérdida de su fertilidad y su incompatibilidad con la vida animal, vegetal y humana. Los
suelos contaminados suelen permanecer estériles y vacíos durante el tiempo que tome a la
naturaleza y a los elementos limpiar las sustancias tóxicas o descomponerlas en otros
elementos inocuos, y aun así la recuperación del suelo tomará tiempo.
Por otro lado, los suelos contaminados pueden ver adulterada su capacidad de absorción
de agua, produciéndose inundaciones inesperadas o, por el contrario, suelos marchitos y
de pH insostenible (muy ácido o muy básico), que en presencia de aguas dan origen a
sustancias tóxicas y mortales. Esto suele conducir a la devastación de los paisajes.
Tras la explosión del reactor nuclear de la ciudad soviética de Chernóbil en 1986, los
vientos esparcieron partículas radiactivas por todo el campo, que transmitió el veneno a la
flora y a todos los cultivos agrícolas. Se tuvo que enterrar las capas de suelo radiactivo en
fosas enormes para alejarlas así de la vida en la superficie. Aún existen áreas inhabitables e
incultivables, como la ciudad de Prípiat, Ucrania.
Esta contaminación es generada por aquellas sustancias que son producidas por el hombre
como son los pesticidas, solventes y los hidrocarburos.
Estas sustancias provocan daños y cambios en el ecosistema del suelo, afectan el agua y el
aire.
Contaminantes artificiales
Contaminantes Naturales
Los procesos naturales pueden conducir a una acumulación de productos químicos tóxicos
en el suelo.
Mayormente, las actuaciones hacen foco en la mejora de las plantas de reciclaje para
reducir el suelo y el agua contaminada. La biorremediación de los suelos es una estrategia
que tiene como objetivo buscar restaurar ecosistemas contaminados utilizando seres vivos,
como bacterias, plantas, hongos y otros.
Prevención y concienciación.
Prohibición de prácticas destructivas o dañinas.
Eficiencia de los procesos de reciclaje.
Mejora en los procesos de depuración de aguas.
Uso energías renovables.
Renovar y mantener el alcantarillado.
Tener una buena red de transporte público
Utilizar coches eléctricos
Ayudar a prevenir la deforestación
Fomentar la producción de productos orgánicos o ecológicos
Una clasificación correcta de los residuos
4.1.1.1 Sobre las actividades generadoras de desechos sólidos no peligrosos Toda actividad
productiva que genere desechos sólidos no peligrosos, deberá implementar una política de
reciclaje o reúso de los desechos. Si el reciclaje o reúso no es viable, los desechos deberán
ser dispuestos de manera ambientalmente aceptable. Las industrias y proveedores de
servicios deben llevar un registro de los desechos generados, indicando volumen y sitio de
disposición de estos. Por ningún motivo se permite la disposición de desechos en áreas no
aprobadas para el efecto por parte de la entidad ambiental de control.
4.1.1.2 Sobre las actividades que generen desechos peligrosos Los desechos considerados
peligrosos generados en las diversas actividades industriales, comerciales agrícolas o de
servicio, deberán ser devueltos a sus proveedores, quienes se encargarán de efectuar la
disposición final del desecho mediante métodos de eliminación establecidos en las normas
técnicas ambientales y regulaciones expedidas para el efecto.
BIBLIOGRAFIAS