Lactancia Materna Exclusiva
Lactancia Materna Exclusiva
Lactancia Materna Exclusiva
OMS
que la lactancia se inicie en la primera hora de vida;
que el lactante solo reciba leche materna, sin ningún otro alimento ni
bebida, ni siquiera agua;
que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera
el niño, tanto de día como de noche;
que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.
La leche materna es la primera comida natural para los lactantes. Aporta toda la
energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y
sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño
durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año.
La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño
de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia
materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades
frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una
recuperación más rápida de las enfermedades. Estos efectos son mensurables
tanto en las sociedades con escasos recursos como en las sociedades ricas
(Kramer M et al. Promotion of Breastfeeding Intervention Trial (PROBIT): A
randomized trial in the Republic of Belarus. Journal of the American Medical
Association, 2001, 285(4): 413-420).
La lactancia materna contribuye a la salud y al bienestar de las madres. Ayuda
a espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama,
aumenta los recursos familiares y nacionales, es una forma de alimentación
segura, y carece de riesgos para el medio ambiente.
La lactancia materna es un acto natural, pero al mismo tiempo es un
comportamiento aprendido. Numerosas investigaciones han demostrado que
las madres y otros cuidadores necesitan apoyo activo para iniciar y mantener
prácticas apropiadas de lactancia materna. La OMS y el UNICEF lanzaron en
1992 la iniciativa Hospitales amigos de los niños con el fin de fortalecer las
prácticas de las maternidades en apoyo de la lactancia materna. La base de la
iniciativa son los Diez pasos hacia una feliz lactancia natural, que se describen
en la declaración conjunta de la OMS y el UNICEF titulada Protecting,
Promoting and Supporting Breastfeeding. Las pruebas de la eficacia de los Diez
pasos se han resumido en una revisión científica.
La iniciativa Hospitales amigos de los niños se ha aplicado en
aproximadamente 16 000 hospitales de 171 países y ha contribuido a mejorar
la adhesión a la lactancia materna exclusiva en todo el mundo. Aunque la
mejora de los servicios de maternidad ayuda a aumentar el inicio de la lactancia
materna exclusiva, para que las madres no la abandonen es necesario un
apoyo de todo el sistema de salud.
La OMS y el UNICEF elaboraron un curso de 40 horas sobre asesoramiento en
materia de lactancia materna destinado a formar a profesionales sanitarios para
que puedan prestar un apoyo especializado a las madres lactantes y ayudarlas
a superar los problemas que puedan presentarse. Ambas instituciones han
elaborado también un curso de 5 días sobre asesoramiento en materia de
alimentación del lactante y del niño pequeño, cuya finalidad es capacitar a los
profesionales para que puedan fomentar la lactancia materna, la alimentación
complementaria y la alimentación del lactante en el contexto de la infección por
VIH. Las aptitudes básicas de apoyo a la lactancia materna también forman
parte del curso de capacitación para trabajadores sanitarios del primer nivel en
materia de AIEPI, en el que se combinan aspectos preventivos y asistenciales.
La evaluación del asesoramiento de los profesionales sanitarios capacitados y
los agentes de salud comunitarios en materia de lactancia materna ha
demostrado que se trata de una intervención eficaz para aumentar las tasas de
lactancia materna exclusiva.
La Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño
describe las intervenciones esenciales para fomentar, proteger y apoyar la
lactancia materna exclusiva.
https://www.who.int/nutrition/topics/exclusive_breastfeeding/es/
Lactancia materna
La lactancia materna óptima de los lactantes menores de dos años de edad tiene
más repercusiones potenciales sobre la supervivencia de los niños que cualquier
otra intervención preventiva, ya que puede evitar 1,4 millones de muertes de
niños menores de cinco años en el mundo en desarrollo (The Lancet, 2008). Los
resultados de un estudio realizado en Ghana demuestran que amamantar a los
bebés durante la primera hora de nacimiento puede prevenir el 22% de las
muertes neonatales.
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50% o más
20%-49%
Menos del 20%
Datos no disponibles
Beneficios de la lactancia
La alimentación mixta, o dar otros líquidos y/o alimentos con la leche materna a
los bebés menores de seis meses de edad, es una práctica muy difundida en
muchos países. Esta práctica constituye un riesgo para la salud del lactante, ya
que puede aumentar la posibilidad de que sufra diarrea y otras enfermedades
infecciosas. La alimentación mixta, sobre todo dar agua u otros líquidos, también
lleva a que el suministro de leche materna disminuya a medida que el bebé
succiona menos el pecho. Los bebés no necesitan ningún otro líquido aparte de la
leche materna, ni siquiera agua, durante los primeros seis meses, ya que la leche
materna contiene toda el agua que necesita el bebé, incluso en climas muy
calurosos.
Los principales problemas son la presión social y comercial para poner fin a la
lactancia materna, incluidas la comercialización y la promoción agresiva por parte
de los productores de fórmula. La orientación médica incorrecta por parte de los
trabajadores de salud que carecen de conocimientos adecuados y capacitación en
apoyo a la lactancia materna agravan a menudo estas presiones. Además,
muchas mujeres tienen que volver al trabajo inmediatamente después del parto, y
hacen frente a una serie de problemas y presiones que suelen obligarlas a dejar la
lactancia materna exclusiva antes de tiempo. Las madres que trabajan necesitan
apoyo, incluidas medidas legislativas, para poder continuar con la lactancia.
UNICEF en acción
¡La lactancia materna salva más vidas que cualquier otra intervención preventiva!
https://www.unicef.org/spanish/nutrition/index_24824.html
1. MARCO TEÓRICO
LACTANCIA MATERNA
Según la OMS la lactancia materna es el mejor comienzo en la relación madre-
hijo, cubre las necesidades afectivas, nutritivas e inmunológicas del infante, al
igual que ejerce un factor de protección para ciertas enfermedades en la madre-
hijo. Para que todos estos beneficios sean dados, la OMS recomienda lactancia
materna exclusiva durante los primeros seis meses y con complementaria hasta
los dos años de edad del infante. Nadie duda de las bondades de la lactancia
materna en los primeros seis meses de vida y después, sin embargo, para
algunos la necesidad de esta práctica deja de existir conforme el niño o la niña
cruzan la barrera de los 6 a los 12 meses, intervalo de edad, cuando la madre,
empieza a pensar en el destete por diferentes circunstancias de conocimientos,
creencias o por reinicio de la jornada laboral.
Aun cuando, se ha desplegado una intensa labor de promoción de la lactancia
materna en los diferentes países del mundo y principalmente en Latinoamérica;
este período coincidió y fue reforzado con la publicación - adopción del Código
Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna en 1981, la implantación de
los Hospitales Amigos del Niño y de la Madre en 1989, de las Instituciones
Amigas de la Mujer y la Infancia (IAMI), y la emisión en el 2001 por parte de la
Organización Mundial de la Salud (OMS)/Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) de hacer cumplir “la lactancia materna exclusiva hasta los 6
meses y prologarla junto a alimentos complementarios hasta los dos años”. Aun
así todos estos esfuerzos el destete se presenta en diversas edades del niño
antes de que cumpla los dos años de edad, es decir esta política no se cumple
a satisfacción, incluso en culturas con altas tasas de amamantamiento en el
primer año de vida.
Por este camino, relacionado con reducción de la duración del amamantamiento,
se puede afectar negativamente la salud de los infantes, independiente del nivel
socioeconómico de la familia, porque entre los estratos poblacionales con
mayores recursos económicos, mejores condiciones higiénicas, acceso a
alimentos de alta calidad y a servicios médicos, se ha visto que también el
destete es aún más prematuro y así mismo se incrementan las infecciones
respiratorias y gastrointestinales. Es importante reiterar que los niños alimentados
al seno materno de forma exitosa, muestran menor incidencia de infecciones de
oído y diabetes infantil, así como diferencias significativas en el desarrollo
cognoscitivo y de la visión, al ser comparados con niños alimentados con
sucedáneos de la leche humana.
Son múltiples los factores determinantes de la calidad de la dieta, entre los que
se destacan la cultura, el contexto social, la condición económica, la
disponibilidad de alimentos y los hábitos alimenticios. Otro aspecto clave en la
alimentación infantil es la edad para introducir alimentos semisólidos, en este
sentido, interesa no sólo el tipo de alimento incluido, sino, la cantidad, la
densidad nutricional de los alimentos, la frecuencia de consumo diaria, entre
otras situaciones que afectan positiva o negativamente la calidad nutricional de
la dieta y, por ende, la nutrición del infante. Desde el punto de vista de las
necesidades nutricionales, de maduración fisiológica y de salud inmunológica
del niño, darle alimentos diferentes a la leche humana antes de los seis
meses, no solamente no es necesario, sino puede ser peligroso para la salud
del niño (Akre, 1989), puesto que se interrumpe el patrón alimentario que ha
desarrollado la madre, se reduce la producción de leche, aumenta el riesgo de
infecciones y alergias y para la madre aumenta el riesgo de una nueva
gestación (Labbok, 1989ª, 1989b).
El mecanismo de regulación natural de la fertilidad que produce la lactancia
pierde su efectividad cuando la lactancia se interrumpe por largos periodos de
tiempo o es incompleta debido a la administración de sucedáneos de la leche
materna tales como las fórmulas lácteas. Es más práctico, fisiológico, saludable e
incluso económico dar un suplemento alimentario a la madre nodriza que
introducir al niño precozmente a otros alimentos, incluyendo otras leches
diferentes a la humana, esta afirmación la realizó Gueri en 1980, cuando aún era
común esta práctica; dado que en la actualidad ya no se utilizan las nodrizas por
los riesgos para la salud del niño. La edad del niño no es el único factor
determinante en el destete, hay otros factores que deben tomarse en cuenta:
deseo de la madre, decisión del niño, la madre va a ingresar al trabajo, la cultura
la presiona porque le dice que el niño al año debe destetarse, los mitos y las
creencias sobre el deterioro del desarrollo emocional y mental del niño y otros
aspectos que serán mencionados a medida que se amplíe esta revisión teórica.
Con frecuencia el inicio del destete da lugar al ciclo desnutrición-enfermedad
diarreica-infección. Con la introducción de nuevos alimentos se facilita la invasión
al aparato gastrointestinal infantil de microorganismos patógenos. Estos
microorganismos no solamente pueden hallarse presente en los alimentos sino
en las manos de la persona que alimenta al niño o en los utensilios. Según
Underwood “Es durante este periodo de transición de la alimentación al seno a la
dieta familiar que la exposición a los patógenos ambientales es más intensa, la
probabilidad de la ingesta nutricional es más grande y el trauma emocional
debido al contacto menos íntimo entre la madre y el niño es más estresante. La
combinación de todo esto puede desbordar la capacidad fisiológica y sicológica
de adaptación del lactante” (Underwood, 1985). Estos problemas ocasionados
por los malos hábitos de destete, son debidos generalmente a que los alimentos
semisólidos son introducidos de forma precoz y abrupta en la vida del niño, antes
de que esté preparado fisiológicamente para utilizarlos o, menos frecuentemente,
demasiado tarde cuando ya la leche materna ha sido insuficiente para
proporcionar los nutrientes en cantidades suficientes para cubrir las
necesidades del niño. Otros problemas potenciales, asociados con la práctica del
destete, están relacionados con la baja concentración de energía y otros
nutrientes en los alimentos utilizados, la frecuencia con que los mismos son
administrados y su cantidad y calidad en términos nutritivos y de higiene
(Ashworth y Feacham, 1985).
Todo este proceso de alimentación del niño durante el destete, consume tiempo
y requiere paciencia. Cuando las madres tienen que dedicar gran parte de su
tiempo al trabajo en el hogar o fuera del mismo, o cuando la responsabilidad de
alimentar al pequeño se delega a otras personas, hay más probabilidades que no
se le alimente al niño correctamente. Existen varias alternativas para enfrentarse
a este problema: la educación es la estrategia fundamental para conseguir que el
destete se lleve a cabo con éxito, educación que debe iniciarse mucho antes que
comience el destete.
La mujer debe concebir el embarazo, parto, lactancia y destete como un proceso,
no como una serie de episodios independientes entre sí. Por tanto, la información
y la educación deben tratar sobre todo el proceso y debe iniciarse lo antes
posible durante el embarazo, preferiblemente de manera individual durante la
consulta de crecimiento y desarrollo del niño y con mensajes masivos por los
medios de comunicación. Estos tienen la ventaja que pueden afectar y modificar
favorablemente los conocimientos y actitudes de otros miembros de la familia y
otras mujeres jóvenes antes de que sean madres.
Dale solo leche materna hasta los 6 meses y evitá cualquier otro alimento o
líquido: agua, té, jugos u otros.
Para dar la teta es importante que estés tranquila y el bebé bien sostenido y
seguro. El resto de tu familia puede ayudarte, ocupándose de otras tareas,
mientras das de mamar.
https://www.argentina.gob.ar/salud/crecerconsalud/lactancia/beneficios