Lactancia Materna Exclusiva

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Lactancia materna exclusiva

«La lactancia natural es una forma sin parangón de proporcionar un alimento


ideal para el crecimiento y el desarrollo sanos de los lactantes; también es parte
integrante del proceso reproductivo, con repercusiones importantes en la salud
de las madres.» El examen de los datos científicos ha revelado que, a nivel
poblacional, la lactancia materna exclusiva durante 6 meses es la forma de
alimentación óptima para los lactantes. Posteriormente deben empezar a recibir
alimentos complementarios, pero sin abandonar la lactancia materna hasta los
2 años o más.

Para que las madres puedan iniciar y mantener la lactancia materna


exclusiva durante 6 meses, la OMS y el UNICEF recomiendan:

OMS
 que la lactancia se inicie en la primera hora de vida;
 que el lactante solo reciba leche materna, sin ningún otro alimento ni
bebida, ni siquiera agua;
 que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera
el niño, tanto de día como de noche;
 que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.
La leche materna es la primera comida natural para los lactantes. Aporta toda la
energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y
sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño
durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año.
La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño
de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia
materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades
frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una
recuperación más rápida de las enfermedades. Estos efectos son mensurables
tanto en las sociedades con escasos recursos como en las sociedades ricas
(Kramer M et al. Promotion of Breastfeeding Intervention Trial (PROBIT): A
randomized trial in the Republic of Belarus. Journal of the American Medical
Association, 2001, 285(4): 413-420).
La lactancia materna contribuye a la salud y al bienestar de las madres. Ayuda
a espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama,
aumenta los recursos familiares y nacionales, es una forma de alimentación
segura, y carece de riesgos para el medio ambiente.
La lactancia materna es un acto natural, pero al mismo tiempo es un
comportamiento aprendido. Numerosas investigaciones han demostrado que
las madres y otros cuidadores necesitan apoyo activo para iniciar y mantener
prácticas apropiadas de lactancia materna. La OMS y el UNICEF lanzaron en
1992 la iniciativa Hospitales amigos de los niños con el fin de fortalecer las
prácticas de las maternidades en apoyo de la lactancia materna. La base de la
iniciativa son los Diez pasos hacia una feliz lactancia natural, que se describen
en la declaración conjunta de la OMS y el UNICEF titulada Protecting,
Promoting and Supporting Breastfeeding. Las pruebas de la eficacia de los Diez
pasos se han resumido en una revisión científica.
La iniciativa Hospitales amigos de los niños se ha aplicado en
aproximadamente 16 000 hospitales de 171 países y ha contribuido a mejorar
la adhesión a la lactancia materna exclusiva en todo el mundo. Aunque la
mejora de los servicios de maternidad ayuda a aumentar el inicio de la lactancia
materna exclusiva, para que las madres no la abandonen es necesario un
apoyo de todo el sistema de salud.
La OMS y el UNICEF elaboraron un curso de 40 horas sobre asesoramiento en
materia de lactancia materna destinado a formar a profesionales sanitarios para
que puedan prestar un apoyo especializado a las madres lactantes y ayudarlas
a superar los problemas que puedan presentarse. Ambas instituciones han
elaborado también un curso de 5 días sobre asesoramiento en materia de
alimentación del lactante y del niño pequeño, cuya finalidad es capacitar a los
profesionales para que puedan fomentar la lactancia materna, la alimentación
complementaria y la alimentación del lactante en el contexto de la infección por
VIH. Las aptitudes básicas de apoyo a la lactancia materna también forman
parte del curso de capacitación para trabajadores sanitarios del primer nivel en
materia de AIEPI, en el que se combinan aspectos preventivos y asistenciales.
La evaluación del asesoramiento de los profesionales sanitarios capacitados y
los agentes de salud comunitarios en materia de lactancia materna ha
demostrado que se trata de una intervención eficaz para aumentar las tasas de
lactancia materna exclusiva.
La Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño
describe las intervenciones esenciales para fomentar, proteger y apoyar la
lactancia materna exclusiva.

https://www.who.int/nutrition/topics/exclusive_breastfeeding/es/

Lactancia materna

Consecuencias sobre la supervivencia infantil y la situación mundial

La lactancia materna óptima de los lactantes menores de dos años de edad tiene
más repercusiones potenciales sobre la supervivencia de los niños que cualquier
otra intervención preventiva, ya que puede evitar 1,4 millones de muertes de
niños menores de cinco años en el mundo en desarrollo (The Lancet, 2008). Los
resultados de un estudio realizado en Ghana demuestran que amamantar a los
bebés durante la primera hora de nacimiento puede prevenir el 22% de las
muertes neonatales.

Los niños amamantados tienen por lo menos seis veces más posibilidades de


supervivencia en los primeros meses que los niños no amamantados. La
lactancia materna reduce drásticamente las muertes por las infecciones
respiratorias agudas y la diarrea, dos importantes causas de mortalidad infantil, así
como las muertes por otras enfermedades infecciosas (OMS-The Lancet, 2000).
Las consecuencias potenciales de las prácticas óptimas de lactancia materna son
especialmente importantes en los países en desarrollo donde se registra una alta
carga de enfermedad y un escaso acceso al agua potable y el saneamiento. En
cambio, los niños no amamantados de los países industrializados también corren
un mayor riesgo de morir: un estudio reciente sobre la mortalidad posneonatal en
los Estados Unidos encontró un aumento del 25% en la mortalidad de los lactantes
no amamantados. En el Estudio de la cohorte del milenio, del Reino Unido, la
lactancia materna exclusiva durante seis meses se relacionó con una disminución
del 53% en las hospitalizaciones por diarrea y una disminución del 27% en las
infecciones de las vías respiratorias.

Si bien las tasas de lactancia materna no disminuyen a nivel mundial, y muchos


países han experimentado un aumento significativo en la última década, sólo el
38% de los niños de menos de seis meses de edad en el mundo en desarrollo
reciben leche materna exclusivamente y sólo el 39% de los niños de 20 a 23
meses edad se benefician de la práctica de la lactancia materna.

Mapa: Porcentaje de niños menores de seis meses alimentados


exclusivamente con leche materna (2000-2006)

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50% o más
20%-49%
Menos del 20%
Datos no disponibles

Recomendaciones para una lactancia materna óptima

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de UNICEF sobre


la lactancia materna son las siguientes: inicio de la lactancia materna durante la
primera hora después del nacimiento; lactancia materna exclusiva durante los
primeros seis meses; y lactancia materna continuada durante dos años o más,
junto con una alimentación complementaria segura, adecuada desde el punto de
vista nutritivo y apropiada para la edad, a partir del sexto mes.

Beneficios de la lactancia

La lactancia materna tiene una extraordinaria gama de beneficios. Tiene


consecuencias profundas sobre la supervivencia, la salud, la nutrición y el
desarrollo infantiles. La leche materna proporciona todos los nutrientes, vitaminas
y minerales que un bebé necesita para el crecimiento durante los primeros seis
meses de vida; el bebé no necesita ingerir ningún otro líquido o alimento. Además,
la leche materna lleva los anticuerpos de la madre, que ayudan a combatir las
enfermedades.   El acto de la lactancia materna en sí estimula el crecimiento
adecuado de la boca y la mandíbula, y la secreción de hormonas para la digestión
y para que el bebé se sacie. La lactancia materna crea un vínculo especial entre la
madre y el bebé y la interacción entre la madre y el niño durante la lactancia
materna tiene repercusiones positivas para la vida en lo que se refiere a la
estimulación, la conducta, el habla, la sensación de bienestar y la seguridad, y la
forma en que el niño se relaciona con otras personas. La lactancia materna
también reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas más adelante en la
vida, tales como la obesidad, el colesterol alto, la presión arterial alta, la diabetes,
el asma infantil y las leucemias infantiles. Los estudios han demostrado que los
bebés alimentados con leche materna obtienen mejores resultados en las pruebas
de inteligencia y comportamiento en la edad adulta que los bebés alimentados con
fórmula.

Prácticamente todas las madres pueden amamantar, si se les da el apoyo, los


consejos y el aliento adecuados, así como ayuda práctica para resolver cualquier
problema. Los estudios han demostrado que el contacto en una etapa temprana
de la piel de la madre con la piel del bebé; la lactancia materna con frecuencia y
sin restricciones para asegurar la producción continua de leche; y la ayuda para
posicionar y colocar el bebé, aumentan las posibilidades de que la lactancia
materna tenga éxito.

La lactancia materna también contribuye a la salud de la


madre inmediatamente después del parto, ya que ayuda a reducir el riesgo de
hemorragia posparto. A corto plazo, la lactancia materna retrasa el retorno a la
fertilidad y a largo plazo reduce la diabetes tipo 2 y el cáncer de mama, de útero y
de ovario. Los estudios también han descubierto vínculos entre el cese temprano
de la lactancia materna y la depresión posparto en las madres.

Los riesgos de la alimentación mixta

La alimentación mixta, o dar otros líquidos y/o alimentos con la leche materna a
los bebés menores de seis meses de edad, es una práctica muy difundida en
muchos países. Esta práctica constituye un riesgo para la salud del lactante, ya
que puede aumentar la posibilidad de que sufra diarrea y otras enfermedades
infecciosas. La alimentación mixta, sobre todo dar agua u otros líquidos, también
lleva a que el suministro de leche materna disminuya a medida que el bebé
succiona menos el pecho. Los bebés no necesitan ningún otro líquido aparte de la
leche materna, ni siquiera agua, durante los primeros seis meses, ya que la leche
materna contiene toda el agua que necesita el bebé, incluso en climas muy
calurosos.

La alimentación mixta aumenta el riesgo de transmisión del VIH de madre a hijo.


En varios estudios realizados en África, la lactancia materna exclusiva hasta los
seis meses se asoció con una reducción tres a cuatro veces mayor del riesgo de
transmisión del VIH en comparación con la lactancia materna y la alimentación
mixta.

Los riesgos de la alimentación artificial

En muchos países, es imprescindible fortalecer una “cultura de la lactancia


materna” y defenderla vigorosamente contra las incursiones de la “cultura de la
alimentación con fórmula”. Muchas madres no amamantan exclusivamente
durante los primeros seis meses de vida del bebé, ni continúan con los dos años o
más recomendados de lactancia, y en lugar de ello remplazan la leche materna
con sucedáneos de la leche materna u otras leches comerciales. La alimentación
artificial es cara y conlleva riesgos de enfermedades adicionales y la muerte, sobre
todo cuando los niveles de las enfermedades infecciosas son altos y el acceso al
agua potable es deficiente. La alimentación con fórmula plantea numerosos
problemas prácticos para las madres en los países en desarrollo, incluyendo
asegurar que la fórmula se mezcle con agua limpia, que la dilución sea correcto,
que se puedan adquirir cantidades suficientes de fórmula y que los utensilios para
la alimentación, especialmente si se utilizan botellas, puedan limpiarse
adecuadamente.

La fórmula no es un sustituto aceptable de la leche materna, porque la


fórmula, incluso la mejor, sólo remplaza la mayoría de los componentes
nutricionales de la leche materna: es sólo un alimento, mientras que la leche
materna es un complejo fluido nutricional vivo que contiene anticuerpos, enzimas,
ácidos grasos de cadena larga y hormonas, muchos de los cuales simplemente no
pueden incorporarse en la fórmula. Además, en los primeros meses, es difícil para
el intestino del bebé absorber otra cosa que la leche materna. Incluso una
alimentación con fórmula u otros alimentos puede causar lesiones en el intestino
de las que el bebé tarda en recuperarse varias semanas.

Los principales problemas son la presión social y comercial para poner fin a la
lactancia materna, incluidas la comercialización y la promoción agresiva por parte
de los productores de fórmula. La orientación médica incorrecta por parte de los
trabajadores de salud que carecen de conocimientos adecuados y capacitación en
apoyo a la lactancia materna agravan a menudo estas presiones. Además,
muchas mujeres tienen que volver al trabajo inmediatamente después del parto, y
hacen frente a una serie de problemas y presiones que suelen obligarlas a dejar la
lactancia materna exclusiva antes de tiempo. Las madres que trabajan necesitan
apoyo, incluidas medidas legislativas, para poder continuar con la lactancia.

UNICEF en acción

UNICEF apoya a los países para aplicar las acciones prioritarias que se


indican en la Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño
pequeño. El planteamiento en los países se centra en cinco esferas principales:

1. A escala nacional: asegurarse de que no sólo haya políticas y leyes


adecuadas en vigor, sino que también se apliquen y cumplan. Esto incluye apoyo
para: 

 la preparación y aplicación de políticas y marcos estratégicos nacionales


sobre la  alimentación de los bebés y los niños;
 preparación y aplicación de planes programáticos para poner en marcha la
estrategia;
 preparación y aplicación de una legislación apropiada (como el Código
internacional de comercialización de sucedáneos de la leche materna  y la
legislación para la protección de la maternidad);
 y facilitar alianzas estratégicas públicas y privadas con otras organizaciones
internacionales y actores a escala nacional para la mejora de la nutrición del
lactante y del niño pequeño.
2. En el sistema de atención médica: se presta apoyo para poner en práctica
intervenciones en el sistema de salud, tales como los Diez pasos para una
lactancia eficaz y la iniciativa de hospitales acogedores para los bebés, planes de
estudio, formación y apoyo a los trabajadores de la salud y los sistemas de
información sanitaria. Entre los recursos disponibles, producidos conjuntamente
con la Organización Mundial de la Salud, cabe destacar el curso de formación
sobre la iniciativa de hospitales acogedores para los bebés  y un curso integrado
de orientación sobre la alimentación del lactante y del niño pequeño.

3. El ámbito comunitario: se presta apoyo a la nutrición basada en la comunidad


y las actividades de apoyo a las madres en las que, por ejemplo, participan
trabajadores de salud comunitarios, asesores no profesionales y grupos de apoyo
de madres a madres.

4. Las actividades de comunicación y promoción sobre la lactancia materna son


también un componente clave del apoyo de UNICEF. La semana mundial de la
lactancia materna es un acontecimiento anual celebrado en todo el mundo con el
apoyo de UNICEF, la OMS y otros aliados.

5. La alimentación del lactante y del niño pequeño en circunstancias


especialmente difíciles: UNICEF apoya las acciones emprendidas para hacer
frente a la alimentación infantil en situaciones de emergencia  y la alimentación
infantil en el contexto del VIH/SIDA .

¡La lactancia materna salva más vidas que cualquier otra intervención preventiva!

https://www.unicef.org/spanish/nutrition/index_24824.html

1. MARCO TEÓRICO

 LACTANCIA MATERNA
Según la OMS la lactancia materna es el mejor comienzo en la relación madre-
hijo, cubre las necesidades afectivas, nutritivas e inmunológicas del infante, al
igual que ejerce un factor de protección para ciertas enfermedades en la madre-
hijo. Para que todos estos beneficios sean dados, la OMS recomienda lactancia
materna exclusiva durante los primeros seis meses y con complementaria hasta
los dos años de edad del infante. Nadie duda de las bondades de la lactancia
materna en los primeros seis meses de vida y después, sin embargo, para
algunos la necesidad de esta práctica deja de existir conforme el niño o la niña
cruzan la barrera de los 6 a los 12 meses, intervalo de edad, cuando la madre,
empieza a pensar en el destete por diferentes circunstancias de conocimientos,
creencias o por reinicio de la jornada laboral.
Aun cuando, se ha desplegado una intensa labor de promoción de la lactancia
materna en los diferentes países del mundo y principalmente en Latinoamérica;
este período coincidió y fue reforzado con la publicación - adopción del Código
Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna en 1981, la implantación de
los Hospitales Amigos del Niño y de la Madre en 1989, de las Instituciones
Amigas de la Mujer y la Infancia (IAMI), y la emisión en el 2001 por parte de la
Organización Mundial de la Salud (OMS)/Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) de hacer cumplir “la lactancia materna exclusiva hasta los 6
meses y prologarla junto a alimentos complementarios hasta los dos años”. Aun
así todos estos esfuerzos el destete se presenta en diversas edades del niño
antes de que cumpla los dos años de edad, es decir esta política no se cumple
a satisfacción, incluso en culturas con altas tasas de amamantamiento en el
primer año de vida.
Por este camino, relacionado con reducción de la duración del amamantamiento,
se puede afectar negativamente la salud de los infantes, independiente del nivel
socioeconómico de la familia, porque entre los estratos poblacionales con
mayores recursos económicos, mejores condiciones higiénicas, acceso a
alimentos de alta calidad y a servicios médicos, se ha visto que también el
destete es aún más prematuro y así mismo se incrementan las infecciones
respiratorias y gastrointestinales. Es importante reiterar que los niños alimentados
al seno materno de forma exitosa, muestran menor incidencia de infecciones de
oído y diabetes infantil, así como diferencias significativas en el desarrollo
cognoscitivo y de la visión, al ser comparados con niños alimentados con
sucedáneos de la leche humana.

En las áreas rurales y en los grupos de bajo nivel socioeconómico, la


prolongación de la lactancia al seno materno durante todo el primer año se asocia
con una mayor probabilidad de sobrevivir ese mismo periodo. Asimismo, se ha
demostrado que la lactancia ofrece beneficios a las madres de cualquier nivel
socioeconómico, ya que dar alimentación al seno disminuye las posibilidades y
riesgos de presentar hemorragias en el posparto, desarrollar cáncer mamario,
y ser útil como método para espaciar las gestaciones por supresión transitoria de
la ovulación.
La promoción de la lactancia materna en las culturas modernas y el rescate como
alimentación ideal para los niños, juega un rol fundamental en la percepción de
las madres, de que el amamantamiento es un acto que proporciona
oportunidades de respuestas inmediatas y satisfactorias a las necesidades del
niño en todas sus dimensiones (física-inmunológica, afectiva, intelectual,
crecimiento-desarrollo, seguridad y protección específica); y más aún cuando, se
refuerza con factores psicológicos de la madre, autoestima, vínculo
afectivo, contacto corporal, costumbres sociales, apoyo de la pareja y apoyo
de la familia.

Entonces, se puede decir que el periodo de lactancia es la continuidad del nexo


entre la alimentaron intrauterina a través de la placenta, la alimentación infantil a
través del seno materno y la alimentación del adulto dada por todo recurso de
desarrollo socioeconómico humano; es decir la práctica de la lactancia es la
estrategia más cercana que favorece el desarrollo del niño a través de la vida.
Así mismo, favorece el desarrollo orgánico de todo su ser, un ejemplo se da con
el sistema digestivo del recién nacido que es inmaduro y gradualmente la leche
materna favorece su maduración biofisiológica, hasta prepararlo para poder
digerir y absorber los alimentos de la infancia y la vida adulta.
Pero, el nexo de la lactancia materna no se debe interrumpir abruptamente, sino
se debe realizar de forma paulatina, para que los beneficios de la leche materna
sean recibidos en relación con las necesidades biológicas del niño, como
fuente esencial de los primeros nutrientes durante sus primeros meses de vida.
Así la sustitución es progresiva y la inclusión de otras fuentes no es abrupta y
obligada. De esta manera los alimentos sólidos o complementarios llegan al niño,
con buen grado de aceptación por él, dando continuidad al seno materno. Pero,
cuando el amamantamiento se suspende y el niño se convierte de lactante en
omnívoro, a este proceso se le conoce con el nombre de DESTETE y representa
uno de los eventos dietéticos cruciales en la vida del niño. (Whitehead, 1985).
Durante los dos primeros años de vida del niño, se realizan los mayores cambios
en la alimentación, es recomendable seguir el siguiente patrón: A los seis meses,
pasar de una dieta líquida a base de leche materna a una serie variada de
alimentos líquidos, blandos, semisólidos y sólidos, conocidos como el Beikost;
después continuar con leche materna y alimentación complementaria hasta los
dos años, para finalmente suspender el amamantamiento y conducir
progresivamente hacia un patrón de alimentación de tipo adulto. Es el período
que se conoce como el “destete”, el weaning de los anglosajones, y constituye un
período de gran trascendencia en la vida del niño.
El destete se debe realizar de forma gradual, sería ideal que finalizara en el
tercer año de vida del niño; pero todo depende de diferentes circunstancias y
decisiones maternas; es decir, así como, puede iniciarse precozmente (antes de
los seis meses), puede prolongarse hasta el segundo año y finalizar al tercer año
de vida. Durante este proceso, no solo, se suspende el amamantamiento, sino
que se rompen algunos de los lazos afectivos entre madre e hijo, lazos que se
forjaron desde antes del nacimiento y reforzaron durante el amamantamiento.
Por tal motivo, el destete no se debe tomar “tan a la ligera”, porque al
unísono del amamantamiento, el niño crea una relación afectiva muy fuerte con
su madre y así mismo, igual que el destete progresivo se debe preparar al niño
para nuevas relaciones afectivas con otros seres del mundo que lo rodea. Este
proceso de destete conduce a que el niño deja de ser “el feto exógeno” como se
le ha llamado, unido a la madre por su seno (dependiendo totalmente de éste
para sobrevivir) y con el destete, comienza el niño a intentar saciar la curiosidad
y el deseo innato de independencia. Los horizontes del pequeño se amplían,
gatea y/o camina y empieza a explorar el mundo nuevo en el cual aprende
a conocer, reconocer, apreciar y habituarse a los alimentos sólidos.
Se puede decir que el término destete es diferente a alimentación
complementaria y suplementaria. Destete es la supresión del amamantamiento,
la alimentación suplementaria es la introducción de cualquier tipo de alimento
lácteo, o no lácteo, como suplemento a la leche materna, dado diariamente de un
modo regular y en cantidades significativas. Alimentación complementaria es la
continuidad de la alimentación con leche materna, más la inclusión de otros
alimentos que se dan tras la toma del seno, con el fin de suplir toda necesidad y
demandas nutritivas del niño. Estos alimentos son ofrecidos con cuchara y nunca
con biberón, para que no interfieran con el proceso de succión, y tienen como
objetivo compensar al niño con otros nutrientes que no los aporta le leche
materna y que son necesarios para el crecimiento y desarrollo del niño después
de los seis meses de edad.
Se ha considerado, no solo por tradición, sino por investigaciones, que la edad
de dos años es apropiada para iniciar el destete y a los 6 meses para iniciar la
complementaria, como ya se dijo. Fisiológicamente, a los seis meses el niño está
desarrollado para hacer uso biológico de otros alimentos, los cuales se
deben incluir progresivamente teniendo en cuenta el desarrollo sensorio-motriz
del niño. Un ejemplo es la aparición de los dientes para iniciar los alimentos
sólidos, es decir se establece esta relación con la consistencia de los alimentos
y la maduración del sistema digestivo y sus anexos (hígado y páncreas). La
dieta, particularmente en la etapa infantil, juega un papel determinante en el
crecimiento y desarrollo del ser humano. Se ha demostrado que durante los dos
primeros años de vida, el acelerado crecimiento demanda una cantidad de
energía y nutrientes por kilogramo de peso corporal relativamente mayor en
comparación con otras etapas de la vida en condiciones fisiológicas normales.

Son múltiples los factores determinantes de la calidad de la dieta, entre los que
se destacan la cultura, el contexto social, la condición económica, la
disponibilidad de alimentos y los hábitos alimenticios. Otro aspecto clave en la
alimentación infantil es la edad para introducir alimentos semisólidos, en este
sentido, interesa no sólo el tipo de alimento incluido, sino, la cantidad, la
densidad nutricional de los alimentos, la frecuencia de consumo diaria, entre
otras situaciones que afectan positiva o negativamente la calidad nutricional de
la dieta y, por ende, la nutrición del infante. Desde el punto de vista de las
necesidades nutricionales, de maduración fisiológica y de salud inmunológica
del niño, darle alimentos diferentes a la leche humana antes de los seis
meses, no solamente no es necesario, sino puede ser peligroso para la salud
del niño (Akre, 1989), puesto que se interrumpe el patrón alimentario que ha
desarrollado la madre, se reduce la producción de leche, aumenta el riesgo de
infecciones y alergias y para la madre aumenta el riesgo de una nueva
gestación (Labbok, 1989ª, 1989b).
El mecanismo de regulación natural de la fertilidad que produce la lactancia
pierde su efectividad cuando la lactancia se interrumpe por largos periodos de
tiempo o es incompleta debido a la administración de sucedáneos de la leche
materna tales como las fórmulas lácteas. Es más práctico, fisiológico, saludable e
incluso económico dar un suplemento alimentario a la madre nodriza que
introducir al niño precozmente a otros alimentos, incluyendo otras leches
diferentes a la humana, esta afirmación la realizó Gueri en 1980, cuando aún era
común esta práctica; dado que en la actualidad ya no se utilizan las nodrizas por
los riesgos para la salud del niño. La edad del niño no es el único factor
determinante en el destete, hay otros factores que deben tomarse en cuenta:
deseo de la madre, decisión del niño, la madre va a ingresar al trabajo, la cultura
la presiona porque le dice que el niño al año debe destetarse, los mitos y las
creencias sobre el deterioro del desarrollo emocional y mental del niño y otros
aspectos que serán mencionados a medida que se amplíe esta revisión teórica.
Con frecuencia el inicio del destete da lugar al ciclo desnutrición-enfermedad
diarreica-infección. Con la introducción de nuevos alimentos se facilita la invasión
al aparato gastrointestinal infantil de microorganismos patógenos. Estos
microorganismos no solamente pueden hallarse presente en los alimentos sino
en las manos de la persona que alimenta al niño o en los utensilios. Según
Underwood “Es durante este periodo de transición de la alimentación al seno a la
dieta familiar que la exposición a los patógenos ambientales es más intensa, la
probabilidad de la ingesta nutricional es más grande y el trauma emocional
debido al contacto menos íntimo entre la madre y el niño es más estresante. La
combinación de todo esto puede desbordar la capacidad fisiológica y sicológica
de adaptación del lactante” (Underwood, 1985). Estos problemas ocasionados
por los malos hábitos de destete, son debidos generalmente a que los alimentos
semisólidos son introducidos de forma precoz y abrupta en la vida del niño, antes
de que esté preparado fisiológicamente para utilizarlos o, menos frecuentemente,
demasiado tarde cuando ya la leche materna ha sido insuficiente para
proporcionar los nutrientes en cantidades suficientes para cubrir las
necesidades del niño. Otros problemas potenciales, asociados con la práctica del
destete, están relacionados con la baja concentración de energía y otros
nutrientes en los alimentos utilizados, la frecuencia con que los mismos son
administrados y su cantidad y calidad en términos nutritivos y de higiene
(Ashworth y Feacham, 1985).
Todo este proceso de alimentación del niño durante el destete, consume tiempo
y requiere paciencia. Cuando las madres tienen que dedicar gran parte de su
tiempo al trabajo en el hogar o fuera del mismo, o cuando la responsabilidad de
alimentar al pequeño se delega a otras personas, hay más probabilidades que no
se le alimente al niño correctamente. Existen varias alternativas para enfrentarse
a este problema: la educación es la estrategia fundamental para conseguir que el
destete se lleve a cabo con éxito, educación que debe iniciarse mucho antes que
comience el destete.
La mujer debe concebir el embarazo, parto, lactancia y destete como un proceso,
no como una serie de episodios independientes entre sí. Por tanto, la información
y la educación deben tratar sobre todo el proceso y debe iniciarse lo antes
posible durante el embarazo, preferiblemente de manera individual durante la
consulta de crecimiento y desarrollo del niño y con mensajes masivos por los
medios de comunicación. Estos tienen la ventaja que pueden afectar y modificar
favorablemente los conocimientos y actitudes de otros miembros de la familia y
otras mujeres jóvenes antes de que sean madres.

Beneficios de la lactancia materna


para vos y tu bebé

La leche materna es el mejor alimento y el más completo que puede recibir tu


hijo recién nacido. Le brinda todos los elementos que necesita para un crecimiento
y desarrollo saludables.

Dale solo leche materna hasta los 6 meses y evitá cualquier otro alimento o
líquido: agua, té, jugos u otros.

Es recomendable continuar dándole la teta hasta los 2 años, o más.

El contacto “piel a piel” es fundamental: es muy importante que pongas a tu bebé


contra tu pecho al momento de nacer y amamantalo, si es posible, dentro de la
primera hora de nacido.

Además, la lactancia materna favorece y fortalece la relación de afecto entre


vos y tu hijo.
El calostro (primera leche de la mamá, de color amarillento) es el mejor
alimento que puede recibir un recién nacido, ya que lo defiende de las infecciones
más comunes.

La leche materna siempre está adaptada a las necesidades y posibilidades de tu


hijo, por eso la digiere mejor que a cualquier otra leche.

La leche materna es más segura e higiénica, nunca es de mala calidad. Está


siempre disponible a la temperatura justa.

A través de tu leche le transmitís a tu bebé factores de protección (“anticuerpos”)


que lo protegen contra las enfermedades más comunes, hasta que sea capaz de
formar sus propias defensas.

Los bebés amamantados no solo sufren menos enfermedades infecciosas


(respiratorias, diarreas, etc.), sino que también tienen menos probabilidades de
padecer, cuando sean grandes, enfermedades crónicas como obesidad,
diabetes y cáncer (/salud/glosario/cancer).

Darle teta también te hace bien a vos. La lactancia materna te protege del


cáncer de mama y ovario, de la depresión posparto, la anemia, de la hipertensión,
la osteoporosis y la artritis reumatoidea y además te ayuda a recuperar tu peso
anterior al embarazo.

Para dar la teta es importante que estés tranquila y el bebé bien sostenido y
seguro. El resto de tu familia puede ayudarte, ocupándose de otras tareas,
mientras das de mamar.

https://www.argentina.gob.ar/salud/crecerconsalud/lactancia/beneficios

Boletín Lactancia Materna Hoy

Derecho a la Lactancia en Argentina.

Desde la reforma de 1994, la maternidad goza de protección constitucional con los


siguientes derechos:
* Cuidados y asistencia especiales durante la maternidad y la infancia. Declaración
Universal de Derechos Humanos, art. 25.
* Protección, cuidado y ayuda especiales para los niños y las mujeres en estado de
gravidez o en época de lactancia. Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre, art. 7.
* Especial protección a las madres por un tiempo razonable antes y después del parto,
debiéndoseles conceder licencia con remuneración o con prestaciones adecuadas de
seguridad social. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
art. 10, inc. 2.
* Servicios apropiados en relación con el embarazo, el parto y el posparto y una
nutrición adecuada durante el embarazo y la lactancia. Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer, art. 12, inc. 2.
* Deber del Congreso de legislar y promover medidas de acción positiva que
garanticen el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución, de
dictar un régimen de seguridad social del niño en situación de desamparo, desde el
embarazo hasta la finalización de la enseñanza elemental y de la madre durante el
embarazo y el tiempo de lactancia. Constitución de la Nación, art. 75, inc. 23.
* Al más alto nivel posible de salud, según lo establece la Convención sobre los
Derechos del Niño, art. 24.

Muchos de estos derechos están expresados como normas programáticas, es


decir, necesitan ser reglamentados para poder ser aplicados; marcan metas a
alcanzar pero no los pasos a seguir, quedando muchas veces como "letra
muerta" en la Constitución.

Si bien la Corte Suprema ha entendido que la reglamentación de la Constitución de la


Nación es un tema reservado al Congreso, también interpretó que la violación de un
tratado internacional puede ocurrir tanto por una norma interna contraria, como por la
omisión de establecer las leyes que hagan posible su cumplimiento, debiéndose dar
primacía al tratado. (Juicio Ekmekdjian contra Sofovich).

Leyes nacionales y provinciales protegen la lactancia materna al reconocer los


siguientes derechos:

* Prohibición del trabajo de la mujer embarazada durante los 30 días anteriores al


parto, dando una licencia de 90 días en total, divisibles en: de 45 a 30 días antes del
nacimiento y los restantes después. Ley de Contratos de Trabajo, 20.744, art. 177.
* Facultad de toda trabajadora madre de lactante de disponer un tiempo para
amamantar a su hijo, en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no
superior a un año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas
sea necesario extenderlo, de: 1. Dos descansos de media hora. Ley de Contratos de
Trabajo, 20.744, art. 179.
* Los descansos necesarios de acuerdo a las prescripciones médicas. Estatuto del
Trabajo Agrario, ley 22.248, art. 117.
* Prohibición de corrección disciplinaria que, a juicio médico, pueda afectar al hijo en
gestación o en estado de lactancia. Ley Penitenciaria Nacional. Decreto-Ley 412/58,
art. 111.
* Las mujeres embarazadas o en período de lactancia pueden cumplir la sanción de
arresto en su domicilio. Reglamento Nacional de Tránsito y Transporte, Decreto
692/92, art. 85, inc. B1; Ley 24.449, art. 87, inc. B1; Ley de Tránsito de la Provincia
de Buenos Aires, ley 11.430, art. 125, inc. 2B.
* Deber de la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires de dictar una Ley Básica de
Salud que garantice una atención integral del embarazo, parto, puerperio y de la niñez
hasta el primer año de vida, protección y asistencia integral, social y nutricional,
promoviendo la lactancia materna, con especial dedicación hacia los núcleos
poblacionales carenciados y desprotegidos. Estatuto de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, art 21, inc. 5.
Protección especial de la mujer durante los estados de embarazo y lactancia, debiendo
las condiciones laborales permitir el cumplimiento de su esencial función familiar y
promoviendo políticas de asistencia a la madre sola sostén de hogar. Constitución de la
Provincia de Buenos Aires, art. 36, inc. 4.
Entre la escasa jurisprudencia argentina con respecto a la lactancia, la Corte Suprema
de Justicia de la Nación decidió que la mujer que cumple con una jornada laboral de 4
horas tiene derecho a uno de los descansos que marca la ley de contratos de trabajo.
(Juicio Bacigaluz contra Gobierno Nacional, LL1986E-197)
https://www.sap.org.ar/docs/organizacion/subcomisiones/lactancia/boletinlm/boletinlm4.htm

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