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Pregunta: "¿Cuál era el aguijón en la carne de Pablo?

"

Respuesta: Se han ofrecido incontables explicaciones concernientes a la naturaleza del aguijón de


Pablo en la carne. Éstas van del rango desde una tentación incesante, inflexibles oponentes,
enfermedades crónicas (tales como problemas oculares, malaria, migrañas y epilepsia), hasta
inhabilidad para hablar. Nadie puede decir con seguridad cuál era el aguijón, pero es probable que
fuera una afección física.

Lo que sí sabemos acerca de este aguijón en la carne, proviene del mismo Pablo en 2 Corintios 12:7
“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un
aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca
sobremanera”. Primeramente, su propósito era el de mantener a Pablo en humildad. Cualquiera que
haya tenido un encuentro con Jesús y le haya hablado y haya sido comisionado por Él (Hechos 9:2-8)
podría, en su estado natural, volverse “engreído” por este increíble encuentro. Si se añade la
experiencia que tuvo de ser movido por el Espíritu Santo para escribir mucho del Nuevo Testamento,
es fácil ver cómo podría haberse vuelto “altivo” o “exaltarse demasiado” o “demasiado orgulloso”.
Segundo, sabemos que la aflicción vino de o mediante un mensajero de Satanás. Así como Dios
permitió que Satanás atormentara a Job (Job 1:1-12), Dios permitió a Satanás atormentar a Pablo
para los buenos propósitos de Dios y siempre dentro de Su perfecta voluntad.

Es entendible que Pablo considerara este aguijón como un obstáculo para un ministerio más amplio
y efectivo (Gálatas 5:14-16) y que hubiera pedido tres veces a Dios que se lo quitara (2 Corintios
12:8). Pero él aprendió de esta experiencia la lección que domina sus escritos: el poder divino se
muestra más intensamente sobre el trasfondo de la debilidad humana (2 Corintios 4:7) para que la
alabanza sea solo de Dios (2 Corintios 10:17). En vez de quitarle el problema, Dios le dio la gracia y la
fortaleza en medio de la situación, declarándole que Su gracia sería “suficiente”.

Una tradición que ha sido enseñada por largo tiempo es la que se refiere al “aguijón en la carne de
Pablo” y la encontramos en 2ª Corintios 12. Pareciera que todos han oído acerca de ella. La tradición
enseña que el aguijón en la carne de Pablo era una enfermedad o dolencia, pero la Palabra
claramente afirma que el aguijón era un mensajero de Satanás. En el Nuevo Testamento, este
término griego se traduce siete veces como mensajero, y 181 veces como ángel.

Todas las 188 veces que aparece esta palabra hace referencia a un personaje —no a algo como la
enfermedad o la dolencia—. La enfermedad no es un mensajero, y tampoco es una persona. Satanás
envió un ángel o un mensajero para abofetear a Pablo. La palabra abofetear significa: “dar golpes
repetidos, una y otra vez”. La traducción de Weymouth  indica: “Con respecto a esto, tres veces le he
rogado al Padre que el se aleje de mi” (2 Corintios 12:8). La versión Reina Valera Antigua, dice: «Por
lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí».  El aguijón en la carne no era una
enfermedad, como la tradición enseña, sino un mensajero de Satanás según enseña la Biblia. Dios no
usa el servicio de mensajeros de Satanás. Él no le dio a Pablo este aguijón en la carne. Fue Satanás
quien se lo envió para impedir que la Palabra de Dios fuera predicada.

La expresión aguijón en la carne o aguijón en el costado siempre se ha usado como una ilustración


en la Biblia. Por ejemplo: el Señor le dijo a Moisés que si los israelitas no echaban fuera a los
moradores de la tierra de Canaán, aquellos habitantes serían como aguijones en sus ojos y espinas
en sus costados (Números 33:55). Los cananeos no se iban a pegar literalmente a los costados de los
israelitas. Es sólo una metáfora. Hoy en día, todavía utilizamos el término aguijón en la carne. Tu
vecino podría ser un aguijón en el costado. Igualmente podríamos decirlo así: “Ese vecino es un
dolor de cabeza.” La tradición dice que este aguijón en la carne era una enfermedad en el cuerpo de
Pablo, pero en 2ª Corintios 12:7 se refiere al mismo tipo de ilustración. La Biblia Weymouth  traduce
este versículo como: “Se me fue dado un aguijón en la carne, un ángel de Satanás para torturarme”.
Este espíritu maligno le fue asignado a Pablo para detener la Palabra. Jesús dijo en Marcos 4 que el
diablo viene inmediatamente a robar la Palabra. Pablo tuvo que hacerle frente a este espíritu por
dondequiera que fuera.

Cuando Pablo le pidió a Dios que lo ayudara con respecto a este mensajero de Satanás, el Señor le
respondió: «Con mi gracia tienes más que suficiente…» (2ª Corintios 12:9). La tradición interpreta
esto como si Pablo le hubiera pedido al Señor que lo librara, y el Señor le hubiera respondido que no
lo ayudaría. Y por eso, Pablo tuvo que soportar el aguijón para siempre. En realidad, lo que la Biblia
dice es lo siguiente: “pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi
poder se perfecciona en la debilidad…». En otras palabras, Dios le dijo: “Mi favor es suficiente. Tú
tienes autoridad. Tienes el nombre de Jesús y cuando eres humanamente débil, Mi fuerza o Mi poder
se perfeccionan.”

Podemos ver un excelente ejemplo de esto en Hechos 14 cuando Pablo fue apedreado. Él estaba
muerto; sin embargo, los discípulos se reunieron alrededor de él, oraron y el Señor lo resucitó. Era
humanamente imposible que Pablo pudiera hacer algo. En su propia fuerza no tenia la habilidad de
sobreponerse; pero cuando estaba humanamente débil, el poder de Dios era fuerte.

En 2ª Corintios 12:10, Pablo escribió: «Por eso, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en las
afrentas, en las necesidades, en las persecuciones y en las angustias…» Examinemos estas
palabras. Debilidad significa: “tener necesidad de fuerza, fragilidad, incapacidad para producir
resultados”. No quiere decir enfermedad; significa lo que el Señor dice: Cuando tu fuerza se acaba,
Mi poder se perfecciona. Las otras palabras que se mencionan aquí —afrentas, necesidades,
persecuciones y angustias— son las bofetadas que Pablo lista en 2ª  Corintios 11. Él fue encarcelado,
apedreado, azotado, sufrió naufragios, y hasta fue atacado por multitudes enardecidas. La
enfermedad no se menciona.

Hemos oído mucho acerca de pruebas y tribulaciones que vinieron sobre Pablo, pero la tradición
olvida mencionar que el ángel de Satanás no pudo ganar la victoria sobre él mediante circunstancias
adversas. Pablo vivió hasta llegar a ser un hombre de edad avanzada. Cuando era su momento de
partir, él dijo que no sabía si quería quedarse o irse (Filipenses 1:20-26). Pablo no se fue a su morada
celestial con el Señor, hasta que él y el Señor estuvieron satisfechos. Él fue un cristiano victorioso.
Escribió la mayor parte del Nuevo Testamento y viajó por todo el mundo conocido. El mensajero de
Satanás no pudo impedir que proclamara la Palabra de Dios.

El testimonio final de Pablo fue éste: «Yo estoy ya a punto de ser sacrificado, y el tiempo de mi
partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe»  (2
Timoteo 4:6-7). Ésa no es la descripción de un hombre que se encontraba enfermo o débil. ¡Gloria a
Dios!

Pablo fue un hombre victorioso. Él dijo: “Persecuciones, padecimientos, como los que me ocurrieron
en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que soporté, pero de todo esto el Señor me libró”
(2 Timoteo 3:11, AMP). ¡La tradición olvida decirnos eso! Pablo enfrentó pruebas y tribulaciones; sin
embargo, ¡el Señor lo libró de todas ellas! El aguijón en la carne, del cual hemos oído tanto, no pudo
vencer a Pablo, ni a la Palabra de Dios. El mensajero de Satanás sólo logró exasperar y hostigar a
Pablo. No pudo impedir que él proclamara la Palabra. ¡Hay una gran diferencia entre ser exasperado
y ser derrotado! En cada situación que Pablo enfrentó, incluso la muerte al ser apedreado, el poder
de Dios se hizo fuerte y lo libró. Esta es la enseñanza que la Iglesia necesita escuchar: cuando la
fuerza humana se agota, ¡el poder de Dios se engrandece!

Podemos ver cuán impotentes hemos sido por las tradiciones que fueron sembradas en nuestros
corazones y nuestras mentes en lugar de la Palabra de Dios. No puedes permanecer en fe contra la
enfermedad y la dolencia cuando lo que has aprendido es que la enfermedad es la voluntad de
Dios para tu vida. ¿Cómo puedes permanecer en fe por tu sanidad, cuando piensas que Dios te ha
enfermado con cáncer para darte una lección? Esta tradición ¡es una abominación a la naturaleza de
Dios! Dios te quiere sano. Y a pesar de lo que dice la tradición, ¡esa es la verdad.

Primeramente leamos lo que dice la Biblia en 2 Corintios 12:7-10

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un


aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca
sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho:
Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.

Sobre el aguijón mencionado en el texto bíblico que hemos leído (2 Cor. 12:7-9), se han ofrecido
incontables explicaciones concernientes a la naturaleza de ese aguijón de Pablo en la carne.

Esas explicaciones van del rango desde una tentación incesante, inflexibles oponentes,
enfermedades crónicas, como malaria, migrañas, epilepsia, problemas del habla y problemas
oculares.

Primeramente, definamos el vocablo aguijón.

El aguijón es el Órgano puntiagudo y penetrante que tienen en el extremo del abdomen los
escorpiones y ciertos insectos, como las abejas y avispas. También en sentido figurado se refiere a
un estimulo para hacer algo. También se le llama así al instrumento puntiagudo que se utiliza para
estimular a los animales de carga.
De manera que Pablo utiliza un el vocablo aguijón en sentido figurado, destacando que para el es un
tormento, algo que le es molesto a él para servir a Dios en el ministerio de manera mas eficiente,
según el creía.

Creemos que el aguijón que Pablo menciona era un problema físico crónico y debilitante, que le
obstaculizaba en su trabajo. Es muy probable que este problema físico consistiera en un problema
ocular, de conformidad con lo señalado por él en Gálatas 4:13-15, que dice: “Pues vosotros sabéis
que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me
despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como
a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais?
Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para
dármelos”

Notemos que el mismo Pablo menciona que tenia una enfermedad del cuerpo, por lo cual
desechamos la teoría de que era un problema de orgullo o un demonio que lo atormentaba.
También tenemos que ver el trasfondo del verso 15, mencionando que los gálatas estaban
dispuestos a intercambiar ojos para que Pablo continuara con su labor de manera mas eficiente.

Además, en Gálatas 6:11, Pablo dice: “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano”;
con esto, debemos señalar que Pablo a menudo utilizaba los servicios de un amanuense o
escribiente, debido a su problema de visión; sin embargo, trata de escribirle con su propia mano
para darle autenticidad a sus señalamientos.

¿De donde provino esa enfermedad? Muchos atribuyen que esa enfermedad es surgió cuando fue
interceptado por la luz resplandeciente de la presencia de Jesús, camino a Damasco, mientras
perseguía a la iglesia. Ciertamente, los fuertes rayos ultravioletas que provienen de la gloria de Dios,
porque la gloria de Dios y el cordero es una lumbrera (Apoc. 21:23); estos fuertes rayos provocaron
ceguera a Saulo (Hechos 9:3-8). Es probable que Dios dejara alguna deficiencia, después de que
Ananías orara por Saulo para quitarle la ceguera.

PROPOSITO DEL AGUIJON.

La permanencia de esta enfermedad, aun siendo Pablo un fiel testigo de los milagros y las sanidades
que Dios había hecho a través de él, este aguijón tenia el propósito de mantener a Pablo en
humildad. Cualquiera que haya tenido un encuentro con Jesús y le haya hablado y haya sido
comisionado por Él (Hechos 9:2-8) podría, en su estado natural, volverse “engreído” por este
increíble encuentro. Pablo era una persona muy autosuficiente, ni siguiera le gustaba pedir o ser
mantenido (1 Tes. 2:9 y 2 Tes. 3:8); incluso, se dedicaba tenia su profesión para no tener que recibir
el sustento de parte de otros (Hechos 18:3). También, su mismo carácter autosuficiente lo llevo a
separarse del compañero ministerial que Dios le dio (Hechos 15:36-39). Sin duda que este aguijón lo
mantuvo humillado, recordándole su necesidad de mantenerse en contacto directo con Dios y
beneficiar a todos los que estuvieran a su alrededor, por medio de lo que vieran que Dios hacia en su
vida.

SOBRE EL MENSAJERO DE SATANTAS. Pablo consideraba como un mensajero de Satanás; lo cual no


descalifica la teoría de la enfermedad, ya que Dios permitió que Satanás atormentara a Job (Job 1:1-
12), Dios permitió a Satanás atormentar a Pablo para los propios buenos propósitos de Dios y
siempre dentro de Su perfecta voluntad.

Aunque Dios no le quito la aflicción física, le prometió demostrar su poder en él. el hecho de que el
poder de Dios se muestra en gente débil debiera darnos valor. Si reconocemos nuestras limitaciones,
no nos sentiremos orgullosos de nosotros mismos. Al contrario, nos volveremos a Dios, buscando el
camino para ser más efectivos. Nuestras debilidades no solo nos ayudan a desarrollar nuestro
carácter cristiano, sino que también profundizan nuestra adoración, porque al afirmar nuestras
debilidades, afirmamos la fortaleza de Dios.

Ignorar el poder del diablo o sobrevalorarlo son extremos peligrosos de los que debemos
guardarnos. Ambas actitudes son dañinas para los creyentes. No podemos vivir como si satanás no
obre, pero tampoco como si él fuese quien tiene el control. Y en ese sentido, creo que en el mundo
hispanohablante, lo segundo es más común. Es decir, una gran parte de la iglesia hispana ha
sobrevalorado el papel, la influencia y el poder del diablo. Se habla de satanás y de sus demonios
como si ellos son los que tuvieran el poder y los que al final determinan lo que nos sucede.

En ese esquema, Dios es un espectador y el diablo soberano. 

Pero gracias a Dios eso no es lo que enseña la biblia. Las escrituras presentan a un Dios que crea,
sustenta y gobierna su creación. Soberano, quien quita y pone reyes, quien gobierna todos los
asuntos, pequeños y grandes. Quien mata y da vida, hiere y sana, da y quita, aflige y exalta. Ese es el
Dios de la biblia (Daniel 2:21; 1 Samuel 2:6; Job 5:18; Job 1:21). Sólo esta visión nos dará la
perspectiva correcta de todo cuanto sucede, incluso de las tribulaciones y sufrimientos. Cuando Dios
es soberano sobre mi aflicción, entonces habrá esperanza. Cuando confiamos en un Dios que
controla y ordena todo, entonces podremos interpretar el sufrimiento como un don y al aguijón
como una bendición.

El aguijón

La explicación del aguijón en la carne ha sido objeto de varias interpretaciones.  Los comentaristas
no están de acuerdo en cuanto a su naturaleza. Algunos dicen que era una enfermedad de los ojos,
otros la persecución que sufría y otros creen que se trata de un deseo pecaminoso (quizá la codicia).
Sin embargo, las explicaciones que se proponen son sólo especulaciones. Pablo, bajo la inspiración
del Espíritu Santo decidió omitir esa información. Doy gracias a Dios por eso.

Pero lo que si podemos afirmar es que el aguijón era una situación o condición que lo doblegaba y
afligía y los creyentes nos podemos identificar con la experiencia de Pablo. Todos en algún momento
hemos experimentado (o seguimos experimentando) nuestro “aguijón”. Eso que nos doblega, nos
aflige, y nos humilla. Persecución, debilidad, enfermedad, escasez, temores, traumas o dolores. Y
también nos podemos identificar con el apóstol en su clamor para que el aguijón sea removido.

El propósito del aguijón

Pablo dijo:  Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado
un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca
sobremanera; (2 Corintios 12:7  RVR1960)

La idea de “no enaltecerse” se repite dos veces en el versículo para darle énfasis. El propósito del
aguijón es que Pablo no se envanezca. Las revelaciones de Pablo lo pueden volver arrogante y
vanidoso. Pero creo que también podemos hablar de un doble propósito. El objetivo del aguijón
tiene dos lados: el negativo es para que no se llene de orgullo y el positivo es que permanezca
humilde. Dicho de otra manera, por medio de ese aguijón Pablo puede permanecer más humilde y
dependiente de Dios y así se parecerá más a Cristo. Y sin esa aflicción, sería tentado a ser más altivo
y vanidoso.

El aguijón es un instrumento de santificación.

El aguijón es un medio para hacer a Pablo más como Cristo.

¿Quién da el aguijón?

Ahora bien, el texto continúa diciendo: “me fue dado”. La pregunta que debemos hacer es, ¿quién le
dio a Pablo ese aguijón? o ¿Quién da el aguijón?. La respuesta natural sería decir que ese aguijón lo
envía satanás. El mismo texto parece enseñar eso pues establece que el aguijón es un mensajero de
satanás. Pero afirmar eso sería muy apresurado. Me explico:

Hemos concluido, a partir del texto que el aguijón tiene el objetivo de hacer a Pablo menos
arrogante y menos vanidoso. En otras palabras, el aguijón sirve para hacer a Pablo más como Cristo.
La pregunta que debemos responder es ¿quién no quiere que seamos vanidosos? ¿Quién desea que
seamos más humildes? ¿Quién quiere hacernos más como a Cristo?   ¿Será satanás? Claro que no.
Dios es quien nos quiere hacer más como a su Hijo. En realidad, la salvación tiene como objeto
transformarnos a la imagen de Cristo. En el centro de nuestra redención está el propósito de
restaurar la imagen afectada por el pecado.

Satanás nunca quiere hacernos como Cristo.

Entonces ¿en qué sentido el aguijón es un mensajero de satanás? En el sentido de que el aprovecha
la ocasión para tentarnos y desenfocarnos. Aunque es Dios quién da el aguijón para no
envanecernos, Satanás aprovecha la ocasión para tentarnos con la queja, la murmuración y la
incredulidad.

Esto quiere decir que el diablo está usando y aprovechando esta ocasión contra el creyente para
afligirlo (abofetee), pero por encima de satanás se encuentra Dios obrando. El Señor es quien quiere
hacernos más humildes y menos arrogantes. Él es quien da el aguijón. Él es quien ordena el aguijón.
Él es quien usa al diablo para cumplir sus propósitos eternos.

Dios quiere hacernos como a Cristo.

Pablo decía que Cristo es la cabeza de todo principado y potestad (Col 2:10), es decir, Cristo también
es la autoridad de los seres angelicales que se rebelaron. Cristo es Señor sobre los demonios. Dios
también es el Dios de satanás. Él lo dirige, lo gobierna, lo usa y lo limita.¿No es esa la lección del libro
de Job?. Por encima de la mano de satanás que envía un mensajero, se encuentra la mano de Dios
usando ese mensajero para hacernos más como a Cristo. Por eso el aguijón es una bendición.

Todo aquello que contribuya a la obra de Dios en tu vida, será una bendición, un don y un regalo,
aunque venga envuelto como aguijón

¿Cual era el aguijón de Pablo?

Con respecto a este tema se han dado muchas interpretaciones de las cuales mencionare cuatro que
considero principales:

 Entre los autores medievales prevaleció la opinión de que el apóstol se refería a tentaciones
de la concupiscencia las cuales les molestaban físicamente. Los reformadores se opusieron
enérgicamente a estas opiniones, ya que aparte de ser algo común decía poco a favor del
elevado estado espiritual del apóstol.

 Hay quienes que desde Crisóstomo y especialmente entre los modernos medievales


exegetas católicos piensan que se refiere a las constantes persecuciones que Pablo sufría;
sobre todo, de partes de los judíos. Comparan la fraseología de Pablo, aquí y sobre todo, lo
de la espina en la carne y de los aguijones que se habla en Números 35:55, piensan que el
versículo 9 corrobora esta interpretación.

 Otros opinan que se trata de una enfermedad corporal, probablemente de los ojos.  

 Mientras algunos como los cristianos fundamentalista que dicen sin ningún cuidado de
interpretación, la Biblia dice que era un demonio que lo atacaba y se acabo.

Veamos que dice la Biblia:

En  la segunda epístola de Pablo hacia los Corintios cap12 ver7-9 nos dice ¨y para que la grandeza de
las revelaciones no me exaltase desmedidamente me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero
de Satanás que me abofetee para que no me enaltezca sobremanera, respecto a lo cual tres veces
he regado al señor que lo quite de mi y me a dicho: bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por que tanto, de buena gana me gloriare más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo. ¨

Lo primero que debemos saber es, que la palabra, por la grandeza del versículo 7, en el original
griego es, tei (hipérbolei ) esto quiere decir ¨Por el exceso o cantidad¨ de revelaciones que recibía
Pablo, o sea que Pablo era un hombre de grandes revelaciones de parte del Señor. El señor le
mostraba cosas extraordinarias en gran manera, por eso en el versículo 4 Pablo dice que oyo
palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

Luego Pablo dice en el versículo 9 ¨y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase
desmedidamente, me fue dado un aguijón en la carne, ¨

Si usted le pasa por arriba a la coma, y lo lee corrido sin entender a que se refiere Pablo con la
palabra aguijón, usted interpretara  que el aguijón de Pablo era un demonio mandado por Dios para
que abofeteara, o un dominicanismo, para que a galleteara a Pablo cuando se gloriara, lo cual es
anti-bíblico, pues, el que nos redarguye de pecado se llama el Espiritu Santo.
La palabra un aguijón en mi carne, en el griego es Sokops tei Sarki, que quiere decir ¨una espina en
mi carne¨ como mismo interpreta la nueva versión Internacional NVI. El cuestionamiento aquí, es
que esta antigua palabra se emplea para denotar una astilla, una estaca, una espina. En los papiros e
inscripciones, parece tanto con el significado de astilla como espina. En la versión de la septuaginta,
es generalmente espina, de manera que  la palabra TEI SARKI ) indica para que caso es la espina y
aquí se trataba de alguna enfermedad física persistente; sobre la cual se sostiene toda clase de
teoría como malaria, problema de la vista, epilepsia, insomnio, migraña, o dolores intensos de
cabeza…

En el versículo 7 despues de la segunda coma Pablo dice ¨un mensajero de Satanás que me
abofetee, para que no me enaltezca sobre manera;¨

Como ya explicamos el concepto de aguijón o espina de que dice Pablo, ahora vamos a explicar que
era el mensajero de Satanás.

Pablo habla ahora, de un mensajero de Satanás  que lo abofeteaba, aquí notamos que la palabra


mensajero en el griego bíblico es aggelos Satana =   ángel de Satanás  y vemos entonces que Pablo
esta personificando la espina= enfermedad que tiene en su carne, que le molestaba, con un
mensajero de Satanás  o un demonio.

La palabra abofetear en el griego es kolaphizei y se deriva de la palabra colaphos= colapso en


español, y en dominicano un fuetaso, que es la misma palabra de Mateo 26:67 y de 1Corintios 4:11
abofeteados; De manera que Pablo estaba personificando su enfermedad con un mensajero de
Satanás que le daba puñetazos en el rostros ósea abofeteadas.

Por tanto Pablo estaba ablando de una enfermedad que el tenia, ratifico personificando este mal en
su carne o espina, con un espíritu que le atacaba.  

¿Donde se encontraba esa enfermedad?

Esa enfermedad se encontraba en su rostro, pues el griego como ya explicamos nos habla de
abofeteada, que lógicamente no la daban ni la dan en estos tiempos en los pies o en la oreja sino en
la cara, de manera que Pablo estaba hablando de una enfermedad que se encontraba en su rostro.

¿Cual era esa enfermedad? 

Si leemos Gálatas 4:8 al 15  y 6:11 veremos que Pablo aconseja a los Gálatas a no volver a la
esclavitud y les dice  que hicieran como el, ¨pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del
cuerpo os anuncie el evangelio al principio¨; aquí podemos notar que Pablo no menciona al famoso
mensajero o demonio sino que habla de una enfermedad del cuerpo.

Luego en el versículo 15 Pablo le pregunta a los Gálatas ¿donde pues esta esa santificación que
ustedes sentían antes, que experimentaban?, porque os doy testimonio de que si hubieseis podido,
os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.

¿Que les estaba diciendo pablo en este caso a los Gálatas?

Voy a parafrasear el texto para que usted me entienda...

Pablo les estaba diciendo  que ellos tenían tanto amor hacia el que a causa de la enfermedad en sus
ojos si hubieran podido sacar los  ojos para darselo a el…                                                 

De manera que ellos estaban consciente de lo que padecía Pablo en sus ojos, pues Pablo lo pone
como referencia del amor de ellos hacia el.
En el versículo 8 de 2Corintios 12 el apóstol Pablo ora intensamente al Señor para que quitase la
espina= tei sarki una enfermedad física. Esto insinúa de que Pablo la consideraba como obstáculo a
la eficacia de sus labores apostólicos.

Conclusión:
De acuerdo a la interpretación que hemos hecho según el texto y su contexto, usando el método
mas eficaz, las mismas escrituras nos han mostrado que el aguijón de Pablo era un problema de
ceguera en sus ojos, posiblemente producido cuando escucho la voz de aquel mismo a quien el
perseguía, quedando ciego al instante.

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