Estrategia-Nacional IEC CC ITS, VIH Sida Guate
Estrategia-Nacional IEC CC ITS, VIH Sida Guate
Estrategia-Nacional IEC CC ITS, VIH Sida Guate
Por razones prácticas para su escritura y lectura este documento está redactado
en masculino para referirse a hombre y mujer, sin que ello signifique un abordaje
androcentrista.
Con relación a la audiencia trans género, por razones epidemiológicas, ellas están
incluidas en el grupo de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y la referencia
hacia ellas en este documento es como HSH.
En el presente documento permanece el uso con diagonal (/) en los títulos y nombres
de documentos citados, ya que se publicaron antes de 2006.
AGRADECIMIENTOS:
39. Organización de Apoyo a una Sexualidad Integral frente al sida -OASIS-
40. Organización de Mujeres en Superación -OMES-
41. PASMO
42. Pastoral Social del Arzobispado de Guatemala
43. Plan Internacional
44. PROPEVI
45. Proyecto Acción SIDA Centro América -PASCA /USAID-
46. Proyecto Payaso
47. Proyecto Vida
48. Red Guatemalteca de Mujeres Positiva en Acción
49. Red Nacional de Personas que viven con VIH o Sida
50. Red Suroccidental
51. Red Guatemalteca de Orientadores de Salud Sexual –ROSSEG-
52. Sanatorio Antituberculoso San Vicente
53. Save The Children
54. UNESCO
55. UNFPA
56. UNICEF
57. Visión Mundial
58. Visión Mundial Chiquimula
1.- Introducción
Esta unificación está además respaldada por los compromisos asumidos como
Estado y plasmados en el Decreto número 27-2000 en dónde se detalla la Ley general
para el combate del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y del Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) y de la promoción, protección y defensa de los
derechos humanos ante el VIH y el Sida.
Vulnerabilidad y riesgo frente a las ITS incluyendo VIH
Si bien las ITS, VIH y Sida afectan a la población en general, es necesario mencionar
que existen factores que exponen a ciertas poblaciones en contexto de vulnerabilidad,
situación que las hace más propensas a adquirir la infección del VIH.
La combinación de factores diversos como los biológicos, epidemiológicos,
sociales, económicos y culturales determinan la vulnerabilidad de la población ante las
ITS incluyendo el VIH.
En consideración a lo anterior y con el consenso del equipo técnico de IEC/
cc para ITS, VIH y Sida se determinó priorizar por su vulnerabilidad y riesgo al grupo
de mujeres y hombres en general y particularmente a las mujeres trabajadoras del
sexo, a los hombres que tienen sexo con hombres, así como a los adolescentes y mujer
embarazada.
Para dar paso a este abordaje es preciso acercarse a las diferencias que existen
entre vulnerabilidad y riesgo, partiendo del hecho que vulnerabilidad es la expresión
de la capacidad o incapacidad de cada persona para controlar un problema.
En el caso de la infección por el VIH, el riesgo se define como “la probabilidad de
que una persona pueda contraer la infección por el VIH”. Evoca una conducta individual;
este riesgo específico surge por diversos motivos como pueden ser; desconocimiento,
incapacidad de negociación de prárcticas de sexo protegido, imposibilidad de percibir
los riesgos personales, pobre acceso a metodologías de barrera como condones.
La Global AIDS Policy Coalition, determinó la existencia de cuatro aspectos
fundamentales para caracterizar la vulnerabilidad de la población al VIH y Sida.
Estos aspectos son:
Epidemiológico: estar expuestos a un mayor riesgo de adquirir el VIH.
Social: estar privado de atención médica y de otros servicios sociales por pertenecer a
un grupo social marginado.
Económico: ser incapaz de evitar el riesgo de contraer el VIH y de no tener acceso a
asistencia médica por limitaciones económicas.
Político: ser incapaz de conseguir representación política ante entidades
gubernamentales.
pues el tejido que reviste su aparato genital no está completamente desarrollado y la
mucosa más delgada ofrece menos protección que la de las mujeres de más edad.
Después de la menopausia, este tejido se torna más delgado lo cual aumenta el riesgo
de transmisión del VIH en la mujer posmenopáusica.
Debido a que, en muchos casos, la mujer depende del hombre económica,
social y emocionalmente, es difícil que pueda rechazar una relación sexual de riesgo
o convencer a su pareja de tener relaciones sexuales de menor riesgo, por ello, no
es práctico insistir en que todas las mujeres exijan abstinencia o rechacen relaciones
sexuales sin protección.
También, están las pautas culturales que alientan al hombre a tener muchas
compañeras sexuales con el resultado de que más mujeres están en riesgo de
infección.
Las expectativas culturales de sumisión de la mujer y dominación masculina en
las relaciones sexuales limitan la capacidad de la mujer de ejercer el control de su salud
sexual y reproductiva.
Los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH), son un grupo
con alta vulnerabilidad ante las ITS y el VIH. Esta vulnerabilidad la determinan algunas
prácticas de riesgo de este grupo, al igual que el no percibirse en riesgo, el desconocer
elementos básicos sobre la infección por el VIH y el verse obligado a adoptar prácticas
que lo liberen de ser discriminado por su condición de HSH.
El tener relaciones sexuales orales, anales, y vaginales sin usar condón, tener
múltiples parejas para contactos sexuales sin protección, el no uso consistente del
condón, uso de drogas y tener relaciones sexuales al mismo tiempo, aumentan la
vulnerabilidad de los HSH y los hace un blanco fácil de la epidemia del VIH y de las ITS.
En referencia al grupo de hombres heterosexuales, se debe empezar por los
patrones culturales establecidos en el país, los que le dan el derecho adquirido por
ser hombre, de tener múltiples parejas sexuales y a ejercer la dominación masculina
sobre las relaciones sexuales, dejándole la autoridad de decidir sobre el uso o no de
protección al momento de tenerlas.
Con esta base, el abordaje planteado en la presente estrategia de IEC/CC prioriza
la atención que debe brindarse a los grupos expuestos a un mayor riesgo y por ende
a mayor vulnerabilidad para mantener la prioridad de intervenciones y enfocar
acciones concretas para que estas poblaciones adopten las prácticas preventivas que
les permitan reducir su vulnerabilidad y riesgo.
De las 7,500 nuevas infecciones en adultos que ocurren por día en el mundo,
el 50% de los casos son mujeres. Con esta base se puede concluir que la epidemia en
mujeres superará rápidamente el número de hombres.
De acuerdo con los datos de la OMS un 96 % de los casos de personas que viven con
VIH lo adquirieron al tener relaciones sexuales sin protección. Estas estadísticas agravan
la situación de la mujer guatemalteca quien por razones culturales, principalmente
derivadas de la idea que todo gira alrededor del hombre, no tienen el poder para
conseguir que su pareja use un condón en cada relación sexual para protegerse del
VIH y de otras infecciones de transmisión sexual. En la sociedad guatemalteca, el sólo
hecho que la mujer pida el uso del condón a su pareja, muchas veces tiene como
consecuencia golpes, insultos, humillaciones y hasta el abandono.
Es sabido que a quien se tiene que convencer, prioritariamente, sobre las ventajas
del uso de los preservativos es a los hombres, pues quienes al final tienen el poder de
decisión son ellos. Así mismo, son los condones masculinos los que son distribuidos en
forma gratuita en los servicios de salud. Son también los preservativos para hombres
los que están disponibles en las farmacias y a precios más accesibles con relación a
los preservativos femeninos, los que no están disponibles con la misma oferta que los
masculinos.
En esta situación a la mujer únicamente le quedaría la opción de practicar la
abstinencia sexual como medio de protección de contraer el VIH, sin embargo, esta
tampoco es una práctica sobre la que las mujeres puedan decidir, pues, en general,
sigue siendo la pareja quien decide al respecto y en muchas oportunidades quien las
obliga a tener sexo, manejando la idea de que el hombre no necesita del consentimiento
de la mujer para su satisfacción sexual.
El abordaje con los hombres debe ir más allá, al igual que las acciones afirmativas
de sensibilización que los motive a accionar en la toma de decisiones que apoyen la
iniciativa de las mujeres a favor de su salud, y el respaldo en la toma de decisiones en
general.
Este entorno, también obliga al hombre a no ser como quiere ser, sino como la
sociedad lo ha enmarcado y le exige, tal y como se observa en el ritual de masculinidad,
cuando el padre o los amigos lo presionan para la iniciación temprana de relaciones
sexuales.
Adicional a todo ello, es preciso que entre las mujeres se perciba la importancia
de la prevención del VIH y sida, de destinar acciones para lograr que las mujeres
también se perciban en riesgo, que se deje el estigma y la discriminación hacia el
trabajo sexual y se priorice el uso del condón femenino y masculino por ser éste el único
que protege contra ITS, VIH y Sida además, de brindar protección contra embarazos no
planificados.
Tanto hombres como mujeres que viven con VIH son víctimas de estigma y
discriminación, en general no reciben asistencia con calidad y calidez, ni orientación
en los servicios de salud y ambos padecen maltrato, abandono y marginación, es por
ello que las acciones de prevención deben ir dirigidas tanto a hombres como a mujeres
para equiparar la adopción de prácticas preventivas.
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En concordancia, se elaboraron los lineamientos generales y particulares de
cada audiencia, así como los principales componentes que permitirán implementar
una estrategia multisectorial encaminada a disminuir los factores de riesgo de ITS, VIH y
sida a través, de la promoción de conductas de prevención dirigidas a la población en
general y muy especialmente a los grupos en contexto de vulnerabilidad.
2.- Antecedentes
Mientras en un inicio la comunicación en salud estuvo influenciada por enfoques
centrados en la diseminación de información a través de medios masivos, seguidos
de actividades de información, educación y comunicación, la experiencia demuestra
que la efectividad de la comunicación en salud reposa en la adecuada integración
de procesos y estrategias de comunicación que incluyen, entre otras, movilización
comunitaria, orientación centrada en el usuario, intervenciones a través de redes sociales,
mercadeo social, edu entretenimiento, abogacía con la prensa, empoderamiento
individual y comunitario, relaciones públicas, diseminación de información y otros
procesos de comunicación que pueden conducir a la adopción de comportamientos
saludables.
En los últimos años, diversos autores enfatizan la necesidad de prestar mayor
atención a los entornos y contextos en que ocurren los procesos de comunicación
(McKee, 2000; Scandlen, 2000; Airhihenbuwa, Obregón y Makinwa, 2000; UNICEF, 2003),
como un primer paso para poder aspirar a generar cambios de comportamiento en
el área de salud, percepción que va acompañada de un creciente desplazamiento
hacia la importancia de trabajar, no sólo, en el ámbito individual, sino también, en el
ámbito colectivo, a través de procesos más intensos de participación.
La experiencia acumulada por más de tres décadas de comunicación en salud
deja lecciones aprendidas que ofrecen principios que deben regir el trabajo en este
campo. Piotrow y otros autores ofrecen principios clave que se considera deben servir
de base para el trabajo de comunicación en salud:
2.1. Soporte investigativo:
La comunicación en salud requiere de enfoques que se apoyen en la recolección
y uso adecuado de información precisa que facilite el diseño e implementación
de estrategias. La investigación debe estar presente en diferentes momentos del
proceso, partiendo de la investigación formativa, pasando por el monitoreo de los
procesos y culminando en la evaluación del impacto de la estrategia
2.2. Centrada en los sujetos:
Este principio demanda atención en la investigación de audiencias, en la validación
o prueba de mensajes, y en un trabajo centrado en las responsabilidades y derechos
ciudadanos. A manera de ejemplo, la aplicación de este principio podría propiciar
que la comunicación entre el personal de la salud y las personas que utilizan el
servicio sea más ajustada a la realidad, más eficaz en el uso del tiempo, y más
agradable para cada uno de ellos.
Esto es posible, a través de una participación más activa de los usuarios y usuarias
en los procesos de comunicación en los servicios de salud, y en la promoción de
prácticas saludables.
Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS); American Red Cross; United Nations Fundations.Guía metodológica para el diseño y gestión de estrategias de
comunicación para la salud infantil. Documento con adecuación pedagógica. Washington 2004. 135 p.
11
2.3. Integración con los servicios:
Cualquier estrategia de promoción de la salud en general, y de comunicación en
salud en particular, está condenada al fracaso si no se acompaña de un componente
de servicios que funcione en dos niveles esenciales. Primero, en términos de mejorar
la calidad de la atención oportuna que se ofrece a hombres y mujeres; segundo, en
términos de la provisión de una respuesta adecuada a la demanda que se genere
a través de acciones de promoción de los servicios de salud.
2.4. Abogacía:
El compromiso político de legisladores y de las autoridades de salud, así como, el
de los individuos y grupos organizados es fundamental para el avance de cualquier
estrategia en el ámbito social.
El componente de abogacía se puede abordar en dos niveles. Primero, desde
el nivel personal y de corresponsabilidad entre el individuo y su grupo primario,
familiares, pares y amistades que se presenta cuando miembros de la comunidad se
convierten en aliados del proceso, y entran a promover los aspectos fundamentales
de una estrategia o programa.
Segundo, el nivel político o público que se presenta cuando individuos,
organizaciones, medios de comunicación, entre otros; en diferentes niveles, se
pronuncian en favor de determinadas políticas, que favorecen la estrategia o
trabajan por propiciar cambios en el entorno ambiental, social, político y económico
tomando en cuenta que se ha declarado a la epidemia como una problemática
social de urgencia nacional.
2.5. Sostenibilidad:
La sostenibilidad de las estrategias de comunicación radica en que los miembros
de la comunidad, particularmente líderes y actores locales, estén en capacidad de
asumir el diseño, implementación, y evaluación de estrategias de comunicación,
que se nutran de las experiencias llevadas a cabo en las etapas iniciales de los
procesos tanto al nivel local como a partir de las experiencias en otros espacios.
En estos procesos la sostenibilidad será posible si las familias y comunidades
se apropian de los conceptos y significados fundamentales de las estrategias de
comunicación.
Uno de los principales pilares de la sostenibilidad se basa en la institucionalización
que garantice la respuesta del Estado ante la epidemia, de esta manera se asegura
que los recursos económicos, entre otros, permitan el desarrollo del proceso
para lograr el impacto deseado, independientemente de los cambios en los
gobiernos, declarándose como rector y garante del seguimiento, funcionamiento y
fortalecimiento de los procesos como un esfuerzo de país.
2.6. Visión de largo plazo:
Existe creciente evidencia en cuanto a la necesidad de abordar los procesos de
comunicación, como esfuerzos a mediano y largo plazo.
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Mientras la realización de campañas y actividades de promoción de carácter
puntual son necesarias y a menudo deben formar parte de una estrategia más amplia,
la comunicación en salud, para ser efectiva, debe darse en espacios de tiempo que
permitan generar procesos que garanticen la incorporación de comportamientos
saludables a la rutina local, la transformación de los entornos sociales, y por
consiguiente la verificación del impacto en los indicadores epidemiológicos y en las
prácticas socioculturales. Las expectativas de cambios inmediatos pueden conducir
al fracaso de los esfuerzos de cualquier estrategia.
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3.3. Producción y validación de materiales y mensajes:
Cada mensaje y material seleccionado y producido debe ser validado con miembros
de la audiencia a la que está dirigido, por la evidencia de la importancia de producir
estos mensajes con la participación activa de hombres, mujeres y otras poblaciones de
la comunidad.
3.4. Implementación y monitoreo:
La implementación de las actividades planeadas deben ser monitoreadas de
manera sistemática, con el ánimo de fortalecer las intervenciones con cambios y ajustes
a las estrategias y mensajes en donde se necesite, según la dinámica del contexto y
necesidades que se presenten.
La comunicación es un fenómeno dinámico que ocurre en espacios culturales
y sociales cambiantes, de tal forma, que aún cuando se haya hecho un esfuerzo
de planeación, siempre existirá la posibilidad de reacciones diversas por parte de
la audiencia, lo que hace necesario realizar un trabajo sostenido de monitoreo a la
implementación de la estrategia.
3.5. Evaluación de proceso e impacto:
La evaluación de proceso apunta a establecer el cumplimiento de las actividades
planeadas, mientras que la evaluación de impacto determina si los objetivos planteados
son alcanzados.
Lo anterior refleja la razón de trabajar una estrategia centrada en el cambio
de comportamiento, ya que de esta forma se logrará responder, en gran medida, a
las necesidades establecidas con base en los resultados presentados en la Encuesta
Nacional de Salud Materno Infantil 2002 –ENSMI- con relación a los conocimientos y
prácticas de la población para la prevención de las ITS, el VIH y el sida.
En lo referente a grupos más vulnerables; mujeres, hombres que tienen sexo
con hombres (HSH), trabajadoras sexuales femeninas (TSF) y trabajadores sexuales
masculinos (TSM), cabe citar la línea de base del estudio multicéntrico 2002 el cual
servirá como insumo de cotejo con el nuevo estudio multicéntrico que dará a conocer
el cumplimiento de los indicadores y proveerá lineamientos relacionados a los pasos a
seguir.
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4.2 Misión del PNS
Organiza procesos de gestión, normatización, investigación epidemiológica,
capacitación y planificación en el componente de ITS, VIH y Sida en Guatemala,
mediante la integración y coordinación intra e intersectorial.
Esta clasificación fue posible con el apoyo del Grupo Técnico de Información,
Educación y Comunicación para cambio de comportamientos en ITS, VIH y Sida,
integrado por comunicadores, médicos, trabajadoras sociales, educadores, psicólogos
y antropólogos, entre otros, representantes de las organizaciones gubernamentales, no
gubernamentales, sociedad civil y agencias de cooperación externa que trabajan en
el país en la prevención de está epidemia.
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5.3 Identificación de comportamientos
5.3.1 Medición de impacto
Posteriormente, siempre en conjunto con los técnicos de IEC, se procedió a la
identificación de los comportamientos que se deben promover para lograr la
adopción de las prácticas saludables que proyecta el Plan de IEC. Este trabajo
se realizó con base en los comportamientos que desarrollan las audiencias
prioritarias de la estrategia, establecidas en el primer paso del diseño.
5.3.2 Factibilidad
A continuación, los comportamientos deseados identificados por el grupo técnico
fueron sometidos a revisión con un grupo de representantes de las audiencias
identificadas. Esta validación se llevó a cabo con el fin de verificar la factibilidad
de alcanzar estos comportamientos, para evitar promocionar comportamientos
y prácticas que no sea posible ejecutar.
Esta selección de materiales a producir es realizada en conjunto por los miembros del
equipo técnico de IEC, en un proceso liderado por el Ministerio de Salud Pública a
través del Programa Nacional de ITS, VIH y Sida.
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Trifoliar Programa Nacional de Prevención y Control de ITS, VIH y Sida
-PNS-: material institucional con información general del PNS. Da
a conocer su misión y visión, al tiempo que brinda un resumen de su
integración, funciones y responsabilidades como rector de los procesos
que se desarrollan en el país, en prevención y atención de ITS, VIH y
Sida.
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Decreto número 27-2000: contiene la Ley general para el combate del Virus
de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y del Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (Sida) y de la promoción, protección y defensa de los derechos
humanos ante el VIH y el Sida.
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5.5 Coordinación interministerial (Salud-Educación)
La segunda fase está prevista para ser realizada con las áreas de salud del país
que no están priorizadas y que si bien están en riesgo, su perfil es menor que el de las 16
DAS seleccionadas para la primera fase.
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5.6 Capacitación
El primer Taller de Capacitación en IEC/CC a coordinadores de promoción y directores
departamentales de educación a nivel nacional, se realizó con áreas priorizadas y sin
priorizar para unificar criterios e informar del proceso al personal que participará de la
implementación de la Estrategia.
Esta capacitación tiene como objetivo lograr la organización distrital que permita
elaborar e implementar los Planes Operativos Locales de IEC/CC.
Petén
Alta Verapaz
Izabal
Huehuetenango
Quiché
Baja
Verapaz Zacapa
San Marcos Totonicapán
El Progreso
Quetzaltenango Chimaltenango
Sololá
Guatemala Chiquimula
Jalapa
Sacatepéquez
Retalhuleu Suchitepéquez
Jutiapa
Escuintla Santa Rosa
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5.7 Planes Operativos Locales de IEC/CC
La adaptación de la Estrategia Nacional de IEC para lograr los cambios de
comportamientos en el nivel local es un paso imprescindible en el proceso de
implementación de la misma en el nivel operativo.
La adaptación de la estrategia al nivel local va a garantizar el acercamiento y
fortalecimiento de las redes comunitarias locales, quienes a su vez deben asumir el
compromiso de accionar a favor de la prevención del VIH.
Así mismo, se trabaja en la re adecuación orientada de los Planes Operativos Locales
de IEC, en base a los resultados de la implementación que se proyecta en el análisis de
la supervisión, el monitoreo y la evaluación de los mismos.
PASO UNO
El primer paso para la elaboración de los Planes Operativos Locales de IEC/CC es el
análisis de la situación epidemiológica del VIH en la DAS y sus distritos y se complementa
con el diagnóstico de IEC de cada área seleccionada.
PASO DOS
Realizado el diagnóstico se procede hacer el análisis de la situación de IEC del Área de
Salud y sus distritos para la toma de decisiones en cuanto a la priorización de acciones
a incluir en el Plan Operativo Local de IEC.
PASO TRES
El Área de Salud y el equipo de IEC del Programa de Prevención y Control de ITS,
VIH y Sida unifican criterios para la elaboración de Planes Operativos Locales de IEC
con base en las necesidades, intereses y proyecciones del Área de Salud en general;
considerando a los grupos en contexto de vulnerabilidad, entre ellos las mujeres de
todas las edades niños, adolescentes, HSH, PVVS, MTS y mujeres embarazadas. Este
POL de IEC es coherente con el formato de “Planes a la Carta” implementado por
PROEDUSA.
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PASO CUATRO
Elaboración del Plan Operativo Local de IEC por distritos, enfocados a poblaciones
vulnerables seleccionadas localmente, así como a cambio de comportamientos de
riesgo identificados, enfatizando la importancia de fortalecer las redes comunitarias para
la operativización de los POL/IEC y propiciando la incorporación de otras instancias en
las actividades de IEC para el cambio de comportamientos en poblaciones vulnerables
identificados localmente
PASO CINCO
Preparar el escenario municipal para el abordaje más puntual de acciones de
prevención orientadas a acompañar procesos de atención planificadas por Unidades
de Prevención de Transmisión madre hijo, ITS y Atención Integral, para el año 2007, en
distritos seleccionados
PASO SEIS
Entrega de los Planes Operativos Locales de IEC por cada distrito al Área y Salud.
La DAS los consolida y remite al PNS (Programa Nacional de Sida) para su revisión y
seguimiento.
PASO SIETE
Ejecución del Plan Operativo Local de IEC con la participación de la organización
comunitaria y el acompañamiento del equipo de IEC del PNS y PROEDUSA.
PASO OCHO
Monitoreo y Evaluación de los POL de IEC con acompañamiento del equipo de IEC del
PNS y Proedusa.
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Implementación de POL
5.8 Implementación
Primera fase
Para dar respuesta inmediata a las necesidades de las personas que viven con VIH o
Sida y a quienes están en mayor riesgo de contraerlo, se ha previsto la ejecución de la
Estrategia de IEC/CC en 16 áreas de salud, de 11 departamentos que, de acuerdo a su
perfil epidemiológico, están clasificadas como prioritarias y su desarrollo se enfoca en
la prevención primaria, secundaria y terciaria.
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Adicional a ello, ya se trabaja en el proceso de descentralización a través de la
apertura de clínicas especializadas para dar atención integral a personas que viven
con VIH o Sida, además de las que ya se cuentan (Hospital Roosevelth, Hospital San
Juan de Dios, Hospital de Izabal, Hospital Rodolfo Robles en Quetzaltenango, Hospital
de Coatepéque, el IGSS).
Áreas seleccionas
1. Guatemala Central
2. Guatemala Sur,
3. Guatemala Nororiente
4. Guatemala Noroccidente
5. Quetzaltenango
6. San Marcos
7. Izabal
8. Jutiapa
9. Sacatepéquez
10. Chimaltenango
11. Suchitepéquez
12. Escuintla
13. Retalhuleu
14. Petén Norte,
15. Petén Suroriental y
16. Petén Suroccidental
Segunda fase
Finalizada la fase de capacitación y elaboración de Planes Operativos Locales de IEC con
las Áreas de Salud Priorizadas, se dará inicio con la segunda fase de la implementación
del Plan IEC/CC con las áreas de salud del resto del país.
El abordaje de los planes operativos locales en estas Áreas de Salud será con un enfoque
de prevención primaria.
Como en la primera fase, esta segunda etapa se desarrollará con los pasos siguientes:
. Las áreas seleccionas son aquellas que cuentan con la provisión de servicios de atención para la prevención de transmisión madre-hijo/a, ITS y atención integral.
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En esta fase se debe disponer de mecanismos para identificar y controlar el progreso
que se alcanza, así como identificar los problemas potenciales, esto ayudará a tomar
nuevas acciones en caso de no estar logrando los efectos esperados, de acuerdo a los
objetivos e indicadores trazados.
Los indicadores de IEC/CC están integrados dentro del sistema nacional de monitoreo
y evaluación para ITS, VIH y Sida.
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7.- COMPONENTES DE LA ESTRATEGIA
La estrategia de IEC/CC integra dos componentes principales:
a. Cambio de comportamiento
b. Difusión y divulgación
Cambio de comportamiento
El componente de cambio de comportamiento comprende la información, educación
y comunicación, basados en que la prevención es una de las formas más efectivas
de disminuir la incidencia de la epidemia. La prevención incluye la promoción de
prácticas saludables, dirigidas a la población en general y especialmente a los grupos
más vulnerables.
En este componente para el cambio de comportamientos se trabajan las siguientes sub
estrategias que conducen a la promoción sistemática de prácticas de prevención:
a. Comunicación Interpersonal
b. Comunicación Interpersonal grupal
c. Movilización/participación Comunitaria
d. Medios alternativos de comunicación
Difusión y divulgación
Esta estrategia también identifica la importancia de la difusión masiva como refuerzo
de los mensajes transmitidos, sistemáticamente, en las intervenciones que se desarrollan
en forma directa con las audiencias identificadas, dado que la comunicación masiva
por si sola no cambia los comportamientos, esta únicamente refuerza las intervenciones
directas que se llevan a cabo con las audiencias definidas.
Dentro del componente de difusión se contemplan todas las acciones en las que
intervienen los medios de comunicación masiva, como campañas masivas, publicación
y transmisión de notas de diferentes géneros periodísticos y cobertura periodística de
actividades específicas.
Un tema imprescindible dentro de este componente es el permanente fortalecimiento
a los voceros de ONG´s que trabajan en el sector, ya que son ellos quienes responden
a la demanda de información de los medios de comunicación social, y generan la
noticia para informar a la población sobre la epidemia.
De tal cuenta, para el desarrollo de este componente se definió llevar a cabo dos
intervenciones directas, una dirigida a medios de comunicación masiva y otra a voceros
de ONG´s que trabajan el tema de ITS, VIH y Sida.
De igual forma, se contará con el apoyo a nivel de todas las instancias dentro del
Ministerio de Salud Pública ya que a través de ellas se oficializan las intervenciones y
acciones desarrolladas en los diferentes niveles del sector salud.
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Basados en que la epidemia del VIH y Sida es de urgencia nacional de competencia
y responsabilidad social es necesario integrar y coordinar acciones con los ministerios
de Educación –COEPSIDA-, Defensa Nacional –COMISIDA-, Comunicaciones,
Infraestructura y Vivienda, Gobernación, Trabajo y Previsión Social, Cultura y Deportes,
Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM).
Adicional a estos sectores, uno de los enfoques básicos de la Estrategia de IEC/CC para
ITS, VIH y Sida es el trabajo multisectorial a través de la participación en el desarrollo
de los procesos, pues de esta forma se garantiza que los planes implementados en
conjunto se mantengan, se ejecuten y persistan hasta que logren el éxito deseado, sin
importar el cambio de la administración pública.
Organigrama para el abordaje de IEC
con enfoque multidisciplinario y multisectorial
8. 1 Audiencias Primarias
Está conformada por mujeres y hombres en edad reproductiva (de 10 a 49 años de edad)
ladinos, mayas y garífunas residentes en el área urbana y rural; con educación, sin
educación o con nivel educativo bajo; con o sin hijos; con formas de vida y desempeño
laboral diverso, situación que coloca a esta población en contexto de vulnerabilidad
a la epidemia.
- Adolescentes y jóvenes
- Mujeres Trabajadoras Sexuales (MTS)
- Hombres que tienen sexo con hombres (HSH)
- Personas que viven con VIH o Sida en sus diferentes caracterizaciones (PVVS)
- Mujeres Embarazadas
- Población privada de libertad
- Personas en situación de calle
- Migrantes
- Trabajadores de maquilas
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8.2 Audiencias secundarias
Grupos identificados que apoyan y participan para lograr los comportamientos
deseados en la audiencia primaria.
- Proveedores de salud
- Padres, madres de familia y cuidadores de niños y adolescentes
- Maestros
MSPAS
SR/SINA PROSAN
SIAS
Ministerios
(Educación, Trabajo, Defensa,
PROEDUSA Gobernación, Comunicaciones,
Cultura y Deportes)
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El proceso de diseño, implementación y ejecución de la Estrategia Nacional
de IEC/CC marca un paso significativo en Guatemala para la lucha en la
prevención del VIH y es una muestra de unidad y esfuerzo conjunto de los
sectores gubernamentales, sociedad civil y cooperación externa en la
respuesta que como país se da frente a la epidemia, con la rectoría
del Ministerio de Salud Pública, a través del
Programa Nacional de Prevención y Control de ITS, VIH y SIDA.
Diciembre 2006
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